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LAS CAPAS GRANULARES

José Antonio Fernández - Cuenca

1 - INTRODUCCIÓN
Los firmes llamados flexibles se componen de una o más capas de materiales
granulares y un espesor reducido de capas asfálticas, menor de 15 cm, que
incluso puede ser simplemente un tratamiento superficial. Una parte de la base
granular o toda ella puede sustituirse por un espesor equivalente de capas
asfálticas, superando estas los 15 cm de espesor y pasando el firme a
denominarse semiflexible.
Probablemente el primer material granular de amplia utilización en carreteras
fue el macadam, propuesto por el ingeniero escocés John McAdam a principios
del siglo XIX, consistente en piedra partida de unos 5 a 8 cm, sin finos,
extendida y compactada y posteriormente recebada con una arena no plástica,
que se introducía entre los huecos de la piedra mediante cepillos, agua y
compactación.
El macadam era un proceso bastante artesanal y difícilmente mecanizable, lo
que conducía a muy bajos rendimientos de puesta en obra. Además era casi
imposible de controlar, siendo necesario fiarse de la experiencia y buen hacer
de los encargados.
Esto llevó a su sustitución después de más de un siglo de uso por materiales
de granulometría continua, las denominadas bases o sub bases granulares,
que en España se suelen llamar zahorras, artificiales o naturales.
Los firmes flexibles que se construyeron en el ensayo AASHO (1959-1961), y
que fueron la base para el desarrollo del método de diseño AASHTO, estaban
constituidos por una capa de sub base de zahorra natural, una capa de base
de zahorra artificial y un cierto espesor de mezclas asfálticas.
En la Instrucción de Firmes 6.1 IC de 1975, se utilizaban zahorras naturales en
la denominada capa de sub base sobre explanadas E1 y E2, es decir,
explanadas con capacidad soporte baja o media. Su función era actuar como
una capa de transición entre la explanada y las capas superiores más
resistentes del firme. El uso de las zahorras naturales como sub base se
mantuvo también en la Instrucción de 1989, aunque en la Norma vigente de
2002 (Orden Circular) y 2004 (Orden Ministerial) desaparecen completamente.
Las razones de eliminar las zahorras naturales son los problemas ecológicos
para su extracción combinada con la dificultad de obtener curvas
granulométricas de calidad, además de su baja aportación estructural.
Por tanto, como capa granular, la instrucción sólo considera el uso de zahorras
artificiales, aunque el todavía vigente artículo 510 del PG-3 se recoge ambos
tipos de zahorras. En el borrador del nuevo PG3, de proxima aparición,
desaparece la zahorra natural.
Algunas normativas autonómicas mantienen el uso de zahorras naturales. Las
Recomendaciones de Castilla y León, en algunos casos de tráficos T3 y T4
sobre explanada E1 y E2 bajo zahorra artificial y bajo hormigón compactado.
La Instrucción de Andalucía, cuando la zahorra artificial se pone en dos capas,
admite que la capa inferior sea de zahorra natural.
Esta sustitución de la parte inferior de la zahorra artificial por zahorra natural
también lo admite la Norma del País Vasco, pero incrementando el espesor de
la capa superior en 10 cm. Hay que tener en cuenta que este cambio
solamente puede hacerse con explanada EX1 (equivalente a la explanada E2
de la Norma 6.1 IC) y con tráficos T2B, T3 y T4, ya que son las únicas
secciones en que se superan los 30 cm de espesor de zahorra artificial y se
hace necesario colocarla en dos capas
Dentro de las zahorras artificiales existen las llamadas “drenantes”, tipo ZAD.
que se caracterizan por tener una elevada permeabilidad y ofrecer un mejor
comportamiento del firme cuando está expuesto a la acción del agua. Sin
embargo son muy difíciles de poner en obra, prácticamente exigiendo que
estén confinadas y que no pase ningún tipo de tráfico sobre ellas.
La práctica más usual es utilizar uno de los dos husos normales y quedarse del
lado bajo de los mismos, es decir, con un aumento de gruesos y disminución
de finos. El resultado en cuanto a permeabilidad es algo peor, pero se facilita
su puesta en obra.

2 – SECCIONES DE FIRMES CON ZAHORRA


En la vigente Norma 6.1 IC de Secciones de Firme (aparecida primero como
Orden Circular 10/2002, y después como Orden Ministerial de 13-12-2003) se
incluyen 19 secciones de firme con base granular (base de zahorra artificial) y
mezclas bituminosas, que son aquellas cuya denominación acaba en 1.
No hay ninguna limitación sobre el tipo de material de coronación de
explanada, sea estabilizado o no. En todas las secciones sobre explanada E3 y
algunas otras sobre E1 y E2, se estará construyendo un firme de los
denominados tipo “sándwich”, es decir, aquellos en que hay una capa granular
entre materiales tratados, capas asfálticas encima y capa de explanada
estabilizada debajo. Estas capas estabilizadas son mucho más impermeables
que la zahorra, y pueden llevar a que la capa granular funcione en condiciones
de saturación si no drena perfectamente por los lados.
Los espesores de zahorra sobre explanada E1 son muy importantes, así como
con tráfico T3 sobre explanada E2. En todos estos casos se deberá colocar la
zahorra en dos capas.
Un último comentario sobre aquellos firmes semiflexibles en que las capas
bituminosas apoyan directamente sobre la explanada, los firmes denominados
“full depth”. Fueron eliminadas de la normativa del Ministerio de Fomento en la
OC 10/2002 debido a que se produjeron algunos fallos prematuros en varios
tramos de Autovía. En todos los casos de fallo, el apoyo de las mezclas
bituminosas se hacía sobre suelos seleccionados con plasticidad relativamente
alta y malas condiciones de drenaje. Con un apoyo sobre una explanada de
calidad, (actual explanada E3 estabilizada), no existiría riesgo de fallo
prematuro del firme.
T00 T0 T1 T2 T31 T32 T41 T42
211 3111 3211 4111 4211
MB 5
MB 10
MB 20 MB 18
MB 28

ZA 35

E1 ZA 40
ZA 40 ZA 40
ZA 40

121 221 3121 3221 4121 4221


MB 5
MB 10
MB 16 MB 15
MB 30 MB 25
ZA 25

E2 ZA 30
ZA 35
ZA 40
ZA 25
ZA 25

0031 031 131 231 3131 3231 4131 4231


MB 5
MB 10
MB 20 MB 16 MB 15
MB 30 MB 25
ZA 20
MB 35
ZA 20
ZA 20
E3 ZA 25
ZA 25
ZA 25
ZA 25
ZA 25

En la Norma para el dimensionamiento de firmes de la Red de Carreteras del


País Vasco (2007 y 2012), se han diseñado las secciones tipo 1.1, firmes
flexibles o semiflexibles, constituidos por mezclas bituminosas sobre materiales
granulares.
Las secciones con base granular solamente se pueden utilizar sobre
explanadas de suelo seleccionado, tipos 3 ó 4, y nunca sobre aquellas
explanadas coronadas por suelos estabilizados. Esta exigencia elimina la
posible construcción de firmes tipo “sándwich” que se ha comentado antes.
También hay que tener en cuenta que en esta normativa de firmes, las mezclas
bituminosas de las capas de base son siempre de tipo semidenso. En caso de
querer utilizar mezclas tipo grueso, aumentarían los espesores de mezclas
bituminosas.
En esta norma si se incluyen Una las secciones tipo 1.2, con firmes tipo “full
depth”, mezclas bituminosas que apoyan directamente sobre la explanada,
aunque solamente se consideran sobre explanada EX3 coronados por suelos
estabilizados con cemento tipo S-EST3.
3 – MATERIALES PARA ZAHORRAS
Cuando apareció la Orden Circular 10/2002, en la que se incluía la Norma 6.1
IC, desaparecían la zahorra natural de las secciones de firme. Sin embargo, se
seguían incluyendo en la redacción del artículo 510 del PG3, Zahorras, que
figuraba como anejo a esa OC 10/2002.
La zahorra natural desaparece en la próxima versión del PG3, actualmente a
nivel de borrador.
En lo que sigue se comentan las exigencias de las zahorras artificiales, o
sencillamente de las zahorras, que aparecen en la nueva versión del Artículo
510, que tiene pocas diferencias con la versión actual. No se hacen
referencias, en general, a las zahorras naturales.
Los materiales para la zahorra procederán de la trituración de piedra de cantera
o de grava natural.
En carreteras con tráficos T2 a T4, se pueden usar materiales granulares
reciclados, áridos siderúrgicos, subproductos y productos inertes de desecho,
siempre que cumplan las prescripciones para zahorras y se declare su origen.
Si se usa árido siderúrgico de acería, su expansividad debe ser inferior al 5%.
El árido siderúrgico de horno alto no presentará desintegración por el silicato
bicálcico ni por el hierro.
Las zahorras no deben ser susceptibles de meteorización o alteración física o
química apreciable bajo las condiciones más desfavorables que puedan darse
en el lugar de empleo, ni dar origen a disoluciones que puedan dañar
estructuras o firmes, o contaminar el suelo o corrientes de agua.

Composición química
El contenido ponderal de compuestos de azufre expresados en S, será inferior
al 1%, o al 0,5% si la zahorra está en contacto con capas tratadas con
cemento. Con materiales reciclados, el contenido de sulfatos solubles
expresados en SO3 será inferior al 0.7%.

Limpieza
El contenido de finos (<0.063 mm) de la fracción gruesa será menor de 1%.
Hay que hacer notar que esta limitación viene a ser el coeficiente de limpieza
del árido grueso. Aunque no se define explícitamente en este borrador, se
supone que sea el tamiz de 4 mm la separación entre fracción gruesa y
fracción fina.
El equivalente de arena de la fracción 0/4, según UNE-EN 933-8, Anexo A del
material de la zahorra será:

Categoría de tráfico pesado


T2 a T4 Arcenes
T00 a T1
Arcenes T00 a T2 T3 y T4
Equivalente de Arena >40 >35 >30

Si no se cumple la limitación anterior, el índice de azul de metileno (AM), según


la UNE-EN 933-9, Anexo A, fracción 0/0.125, deberá ser inferior 10 y
simultáneamente, el equivalente de arena no deberá ser inferior en más de 5
unidades a los valores anteriores.
Es importante notar que se definen claramente las normas de ensayo a aplicar.
Tanto para el equivalente de arena como para el ensayo de azul de metileno.

Plasticidad
El material será “no plástico”, aunque no se especifica aquí y se deja que se fije
en el PPTP o lo exija el D.O.
En arcenes no pavimentados, de las categorías de tráfico pesado T32, T41 y
T42, se podrá admitir un índice de plasticidad menor de 10 y un límite líquido,
inferior 30.
Una observación independiente del PG3: Cuando la zahorra vaya a ser la capa
de rodadura, es decir, sin protección ninguna, es aconsejable seguir las
especificaciones ASTM D-1 241, que fijan unos porcentajes de finos (tamiz
ASTM nº 200, 0.076 mm) entre 2 y 8 para la granulometría A y entre 5 y 15
para el resto, con unos requisitos de LL<25 e IP<6: Adicionalmente, cuando se
espere que el tráfico vaya a rodar directamente durante largo tiempo sin una
capa superficial, el porcentaje de finos menores de 75 micras (tamiz nº 200)
será siempre mayor de 8, el límite líquido menor de 35 y el índice de plasticidad
debe estar entre 4 y 8.

Resistencia a la fragmentación
El coeficiente de Los Ángeles, según la UNE-EN 1097-2, de los áridos para la
zahorra artificial no deberá ser superior a los valores indicados en la tabla
510.2.

Categoría de tráfico pesado


T3, T4 y
T00 a T2
arcenes
Desgaste Los Angeles ≤ 30 ≤ 35

Para materiales reciclados procedentes de capas de aglomerado de firmes de


carretera, de demoliciones de hormigones o de áridos siderúrgicos, el desgaste
Los Ángeles podrá ser superior en 5 unidades a los valores anteriores, siempre
y cuando su composición granulométrica esté adaptada al huso ZAD20.
Parece algo incongruente admitir un desgaste más alto con un tipo de huso en
el que hay más fricción entre los áridos gruesos, al carecer prácticamente de
material de relleno por debajo de 4 mm. Hay que tener presente que las
zahorras son materiales prácticamente sin cohesión, que resisten por
rozamiento interno. Con muy pocos finos, los componentes gruesos estarán
constantemente rozando entre sí con riesgo de que se produzca pérdida de
material. Por otra parte, ya se ha dicho antes que este huso es muy difícil de
poner en obra, estando prácticamente abandonada su utilización desde el
mismo momento de su introducción.

Forma y angulosidad
El índice de lajas de las distintas fracciones del árido grueso deberá ser inferior
a 35.
El porcentaje mínimo de partículas total o parcialmente trituradas y el máximo
de partículas redondeadas del árido grueso serán los siguientes:
Categoría de tráfico pesado
T1 y T2 T3 y T4
T00 y T0
Proporcion de partículas Arcenes T00 y T0 Arcenes T1 a T4
Total o Parcialmente
100 ≥ 70 ≥ 50
Trituradas
Totalmente Redondas 0 ≤ 10 >35

Granulometrías
En la nueva redacción del PG3 próxima a aparecer, se mantienen los mismos
husos granulométricos del anterior artículo 510 (OC 10/2002), pero cambian
algunos tamices (desaparece el tamiz de 25 mm y aparecen los de 12.5 y 32
mm) y cambia la denominación de los tipos de zahorra:
La ZA25 pasa a denominarse ZA 0/32, y las ZA20 y ZAD20 cambian su
denominación por ZA 0/20 y ZAD 0/20.
HUSOS ZAHORRAS ARTIFICIALES
Tamiz ZA 0/32 ZA 0/20 ZAD 0/20
40 100
32 88 - 100 100 100
20 65 - 90 75 - 100 65 - 100
12.5 52 - 76 60 - 86 47 - 78
8 40 - 63 45 - 73 30 - 58
4 26 - 45 31 - 54 14 - 37
2 15 - 32 20 - 40 0 - 15
0.5 7 - 21 9 - 24 0-6
0.25 4 - 16 5 - 18 0-4
0.063 0-9 0-9 0-2

Siempre el cernido por el tamiz 0.063 será menor que los 2/3 del cernido por el
tamiz 0.25.
Una vez fijada la fórmula de trabajo, es decir, la curva granulométrica media
que se puede fabricar, se establecen unas limitaciones de variación en los
diversos tamices, así como de la humedad de compactación respecto a la
óptima del ensayo Proctor Modificado.

Categoria de Tráfico
T2 a T4 y
T00 a T1
Arcenes
Tamices > 4 mm ±6 ±8
Tamices ≤ 4 y > 0.063 mm ±4 ±6
Tamiz 0.063 mm ± 1.5 ±2
Humedad de Compactación ±1 - 1.5 / + 1

Hay especificaciones similares de zahorra artificial, más generalmente


denominada base granular, en todos los países. A título de ejemplo, damos a
continuación el huso de la granulometría A de la Norma ASTM D-1241, antes
mencionada, y su comparación con el huso ZA 0/32 del PG3.
Se muestran también los husos granulométrico de base granular de California,
correspondiente a Clase 2 (la más exigente) con tamaño máximo de 1½”, y de
la base granular de la FAA (Federal Aviation Administration), Item P-209.

La especificación de la FAA es interesante, ya que es de amplio uso en


bastantes países americanos.
La fracción gruesa deberá tener menos del 15% de partículas planas o
alargadas. Al menos el 90% del árido grueso tendrá dos caras de fractura, y el
100% deberá tener al menos una cara de fractura. El desgaste Los Ángeles
debe ser ≤ 45.
Respecto a la fracción de árido fino, menor del tamiz nº 4 (4.76 mm), debe
proceder del machaqueo del árido grueso, y se admite un límite líquido ≤ 25 y
un índice de plasticidad.≤ 4.
Las variaciones admitidas para cada tamiz respecto a la fórmula de trabajo son
más amplias que en el PG3.
El buen funcionamiento de una zahorra depende en primer lugar de la calidad
y regularidad del árido y fundamentalmente de una colocación sin
segregaciones y con una buena compactación. Estas condiciones deben
mantenerse en el tiempo, por lo que es imprescindible que el soporte de la
zahorra no la contamine y que drenen adecuadamente
Por ello son recomendables las zahorras que, dentro del huso, queden del lado
de bajo contenido en finos, lo que permiten obtener capas menos sensibles a la
acción del agua y que mejoran el funcionamiento del firme, aunque sean más
difíciles de poner en obra.

4 – FABRICACIÓN DE ZAHORRAS
Las zahorras artificiales han sido casi siempre un producto directo de las
plantas de machaqueo y clasificación de áridos.
Cuando decimos esto, nos referimos a que salen directamente de la planta sin
ningún cribado intermedio, solamente el necesario para el corte del tamaño
máximo.
Muy frecuentemente, se han usado las partes menos nobles de las canteras
para producir este material, con lo cual era normal que el árido estuviera en el
límite de resistencia a la fragmentación y fácilmente tuviera cierta plasticidad.
Otra de las malas prácticas era que la zahorra, tal como se producía, se
cargaba directamente en los camiones para su transporte a obra y extendido
inmediato.
Antes de las especificaciones actuales de zahorras que exigen clasificarlas en
dos o más tamaños y luego recombinarlos, se pudo utilizar en algunas obras de
autovía con desmontes importantes de roca caliza una planta móvil de
machaqueo, que en algún caso se montó en forma fija.
Se trata de una planta compacta, autónoma y móvil sobre orugas que se
puede desplazar con facilidad a lo largo de la obra, procesando in situ los
productos de las excavaciones.

Planta móvil (instalada fija) fabricando zahorra, y acopio

El material procedente de la excavación en roca se vierte en la tolva de entrada


y antes de entrar en la machacadora pasa por un precribado de dos etapas
para el rechazo de finos de mala calidad. A continuación pasa a la
machacadora de impacto con tercera placa, que la dota de una gran capacidad
de reducción y permite que la granulometría producida, trabajando en circuito
cerrado, se encaje dentro del huso de la zahorra artificial.

Acopio
La buena práctica dicta que el material producido se debe acopiar en cantidad
suficiente para asegurar un suministro continuo y homogéneo a obra. Es muy
importante además la buena ejecución del acopio, con el fin de obtener una
gran regularidad y homogeneidad, por lo que su procedimiento de formación
debe estar bien planificado.
Frecuentemente se produce una contaminación por barro aportado por las
ruedas de los camiones de transporte de la zahorra, por lo que el camino de
acceso a la zona de acopio debería tener algún tipo de pavimento.
El acopio, o los acopios, se construirán por tongadas de espesor uniforme, no
superior 1,5 metros y completando cada capa antes de comenzar la siguiente.
Las descargas de zahorra se colocarán adyacentes, limitando la altura de
descarga de modo que se evite la segregación, y nunca se deberá verter por el
borde del acopio.
Los montones se extenderán con palas cargadoras de ruedas o tractores de
ruedas con hoja empujadora, pero nunca se usarán bulldozers, ya que
producen una cierta trituración del árido, cambiando su granulometría, y
pueden aumentar la segregación.
Según se forma el acopio, o al final del mismo, se debe regar para mantener la
zahorra con un contenido de humedad igual o algo superior a la óptima del
Proctor Modificado. Con árido muy absorbente se requiere una cantidad
significativa de agua para rellenar sus poros superficiales, además del agua
para la compactación.

Preparación y mezcla
El PG3 exige que la fabricación de la zahorra artificial para su empleo en firmes
de carreteras con categoría de tráfico T00 a T2 se realice en centrales de
mezcla, que deberán dosificar por separado al menos dos fracciones de árido,
además del agua. Por lo tanto, no se puede efectuar en estos casos, la
producción directa de un solo material
Se trata de lo que en Francia denominan GRH (Grava reconstituida
humidificada). Son bases granulares no tratadas obtenidas a partir de al menos
dos tamaños de áridos distintos (por ejemplo arena 0/4, gravilla 4/10 y grava
10/20) y la correspondiente adición de agua. La recomposición y mezcla se
hace en centrales que denominan “central de gravas” o “central en blanco”.
Las plantas para el mezclado de los diferentes componentes de las zahorras
son de mezclado continuo del tipo usado para las capas tratadas con cemento
de los firmes (suelo cemento y grava cemento), aunque algo simplificadas, y
compuestas básicamente por:
Dos o más tolvas de alimentación con alimentadores volumétricos,
aunque como es típico de nuestras especificaciones, el PPTP o el
Director de las Obras pueden exigir que sean ponderales para obras con
tráfico T1 o superior.
Un sistema de adición de agua con caudalímetro de precisión superior al
2%.
Un mezclador continuo de doble eje.
Aconsejable una tolva de regulación del material a la salida del
mezclador para evitar paradas entre camiones
Cuando los dosificadores sean ponderales, independientes para cada una de
las fracciones, deben tener una precisión superior al 2%.
Desaparece, o no se utiliza, el sistema dosificador de conglomerante y los
correspondientes silos de almacenaje, pero el resto es igual, aunque como los
alimentadores pueden ser volumétricos, puede ser más barata.
Cuando se fabrica la zahorra a partir de varios tamaños, se debe disponer de
acopios diferenciados para cada uno, y suficientemente separados para evitar
contaminación entre ellos. Cada uno se ejecuta como se ha descrito antes,
aunque no sea necesario humectarlos.
Para la alimentación de los diferentes áridos a la planta es necesario disponer
de una o más palas cargadoras sobre ruedas de capacidad adecuada al
rendimiento conjunto esperado.
El transporte de planta a tajo de extendido se hace con camiones basculantes
normales, siendo aconsejable que vayan cubiertos con lona.
La humectación de las zahorras, para alcanzar el óptimo del ensayo Proctor
modificado, se hace en la central de mezcla para los tráficos altos, y en central
o in situ para los bajos, pero siempre antes de empezar la compactación. Se
admite una tolerancia máxima ± 1% respecto a la humedad óptima Proctor
Modificado para tráficos T1 o superiores, y entre -1.5% y +1% para tráficos
inferiores, prefiriendo normalmente el lado seco al húmedo.

5 – EXTENDIDO DE ZAHORRAS
Se insiste en la importancia de que la zahorra esté previamente humectada
acopio, o en la planta de producción, lo que ayudará a reducir segregaciones
del material, cualquiera que sea el sistema de extendido. Hay que tener en
cuenta el gran rango granulométrico, de 0 hasta 20 ó 32 mm, lo que convierte a
este material, si está muy seco, en fácilmente segregable.
Es decir, el material de la zahorra debe tener la humedad próxima a la óptima
antes de comenzar la compactación, cosa que encarece el transporte, ya que
además del árido hay que transportar agua. Además de esta humedad previa,
hay que estar preparado para una aportación adicional de agua en el tajo
especialmente en tiempo caluroso o con viento fuerte.
El PG3 especifica que para carreteras con categoría de tráfico pesado T00 a
T1, y en obras de más de 70000 m2, para la puesta en obra se utilicen
extendedoras, no motoniveladoras. Por supuesto, deben precompactar el
material y disponer de sistemas automáticos de nivelación.
Si las extendedoras no estén provistas de una tolva para la descarga del
material desde los camiones, se usará un dispositivo de preextensión que
garanticen un reparto homogéneo y uniforme del material.
En las demás obras se puede usar cualquier tipo de extendido.

Extendido con motoniveladora


La forma tradicional de puesta en obra de las zahorras es mediante basculado
de los camiones de transporte en el tajo, de forma que no haya ni excedente ni
falta de material, y efectuar el primer extendido con tractor de ruedas o
motoniveladora.
La utilización de tractores de cadenas no es recomendable por la posibilidad de
trituración adicional del árido. Es frecuente utilizar tractores de tipo agrícola con
cuchilla o cajón de extendido. El trabajo fundamental de estos tractores es
extender los montones de zahorra aproximándolos a su cota definitiva para
aliviar el trabajo de extendido de la motoniveladora.

Vertido y pre extendido de zahorra con tractor agrícola

La nivelación con motoniveladora utilizaba como referencia estacas niveladas.


En la actualidad casi no existen operadores de motoniveladora que sean
capaces de hacer un buen trabajo de nivelavión dejando la superficie “a cabeza
de estaca”. Además tienen tendencia a aproximar la cuchilla a la estaca, pero
entre estacas suelen dejar alta la superficie de la capa.
En la actualidad, se debe utilizar siempre un sistema de nivelación basado en
referencias exteriores que la máquina las siga automáticamente, con poca o
ninguna intervención del operador.
Una vez extendida y nivelada la zahorra, es necesario compactarla hasta una
densidad próxima a la especificada. A continuación se procede al refino con la
motoniveladora, y se termina la compactación, generalmente con un riego de
agua suplementario, ya que suele producirse una cierta desecación superficial.
Guiado de motoniveladoras mediante ultrasonidos
A finales de los años 80 se comenzó a aplicar el sistema de control de
nivelación mediante un sensor de ultrasonidos que sigue a un hilo nivelado,
colocado en uno de los bordes de la superficie a nivelar. Mediante un
inclinómetro fijado al soporte de la cuchilla, se mantenía la pendiente
transversal especificada, que se anotaba bien visible en el borde de la calzada.
La motoniveladora comenzaba el trabajo de extendido o refino tomando como
referencia el hilo nivelado, y a continuación se desplazaba lateralmente
copiando la cota de la calle previamente nivelada.
La producción y la calidad de acabado se incrementaba sensiblemente,
siempre que el operador fuera cuidadoso, ya que si una calle quedaba mal
refinada, al ejecutar la adyacente el error se acumulaba.
Este sistema de guiado mediante ultrasonidos desplazó a las estacas, aunque
el defecto de que el error entre calle y calle era acumulativo, por lo que en
plataformas de un cierto ancho no se podían garantizar los resultados en las
calles alejadas del hilo nivelado. Esto llevó a un abandono del sistema y su
sustitución por el más moderno 3D.

Guiado mediante 3D
El sistema ya se ha descrito en el capítulo de explanadas.

Estación total y motoniveladora con 3D extendiendo

Puesta en obra con extendedora


Como se ha dicho, el PG3 especifica que en carreteras para tráficos T00 a T1
se utilicen extendedoras para la puesta en obra de la zahorra, no
motoniveladoras.
En este caso, no existe refino posterior, por lo que el extendido y su lógica
precompactación debe conseguir una rasante perfecta. Para ello, además de
que la rasante de la capa subyacente debe ser buena para que no haya
variaciones de espesor, hay que colocar con precisión la referencia de nivel
que copia la extendedora.
El sistema normal, con extendido en ancho completo, consiste en la colocación
de unos hilos nivelados a ambos lados de la zona a extender, ya que con un
solo hilo y el sistema interno de pendiente transversal no se puede garantizar
un buen resultado.
Cuando se trabaje con dos extendedoras o con una dando dos pasadas, hay
que nivelar a la primera máquina en ambos lados, y la segunda puede copiar
por un lado la superficie de la calle extendida.
Hay que tener en cuenta que casi todas las extendedoras tienen un espesor
máximo de extendido de 30 cm, por lo que el espesor real máximo de la capa
compactada no debe ser mayor de 25 cm. En caso de querer colocar
espesores mayores, habrá que hacerlo en dos capas.

Nivelación de la extendedora
Los sensores de nivelación de las extendedoras pueden ser de tipo
electromecánico, con un palpador que desliza sobre el cable guía, o de
ultrasonidos, con uno o más elementos que detectan la distancia al cable pero
sin contacto físico con él.
Los cables guía se sitúan a ambos lados de la extendedora, con una
separación fija de entre 30 y 60 cm del borde de la zahorra extendida. Se
utilizará cable de acero de 2 o 2,5 mm de diámetro, cuya tensión se debe
conseguir mediante tensores de polea.
La separación longitudinal entre clavos de nivelación debe ser de 10 metros,
que se reducirá a la mitad en curvas con radio menor de 500 metros o
acuerdos verticales con parámetro inferior a 2000 metros.
Los clavos están compuestos por una varilla vertical sobre la que desliza un
elemento horizontal, provisto en su extremo de una muesca donde se encastra
el hilo. La fijación del elemento horizontal se hace mediante un tornillo de que
permite el ajuste en cota. Algunos clavos también permiten el ajuste en planta.

Clavo e hilo y sensor de ultrasonidos

El proceso de colocación y nivelación de los hilos guía, comienza con el reparto


de los clavos de nivelación y clavado de los redondos verticales hacia el
exterior de la posición del hilo.
A continuación, se procede al ajuste de los elementos horizontales mediante
topografía de modo que el hilo que se introducirá en la muesca quede a la cota
de extendido de la zahorra en situación de precompactada. Dependiendo del
espesor de la zahorra y de la precompactación que se espere obtener, así será
el incremento de nivel del hilo respecto al nivel final de la zahorra compactada.
Los tramos de hilo a colocar estarán en función de las longitudes disponibles
de los rollos de cable, pero no más de 200 metros. En uno de los extremos de
la sección de hilo se coloca un tensor fijado al suelo mediante uno o dos
clavos.
Entre cada extremo y el primer clavo nivelado se debe intercalar otro clavo
ajustado a una altura similar que evite tensiones verticales o laterales en ese
primer clavo.
En alineaciones rectas conviene tensar previamente el hilo en el suelo antes de
introducirlo en las muescas de los elementos horizontales. Una vez colocado el
hilo en cada muesca, la tensión debe ser tal que la flecha entre dos soportes
sea del orden de 1 mm.
Con el hilo ya colocado y ajustado, el topógrafo debe comprobar visualmente
que la alineación vertical es correcta, colocándose con un ojo cercano al hilo, y
corrigiendo cualquier desviación.
6 - COMPACTACIÓN
El equipo mínimo que establece el PG3 consiste en un compactador vibratorio
de un solo rodillo metálico, con carga estática sobre la generatriz no inferior
300 Newton/cm, y con una masa mínima de 15 t.
Si se usa además un compactador de neumáticos, recomendable cuando no se
obtenga un buen cerrado superficial, deberá alcanzar una masa mínima de 28
toneladas, con una carga por rueda de 4 t y presión de inflado que pueda llegar
a alcanzar 0,8 MPa.
No es frecuente el uso de compactadores neumáticos, salvo que se produzca
una cierta fisuración superficial en la zahorra, o en el caso de materiales con
falta de finos o bien que la fracción fina presente una cierta discontinuidad. La
fisuración superficial se puede solventar con una o más pasadas de un
compactador metálico sin vibración.

Compactador tándem pesado

Ya hemos dicho que, en caso de extendido con motoniveladora, la mayor parte


de la compactación se ejecuta tras la nivelación de la capa. A continuación se
procede al refino de la misma y casi simultáneamente al final de la
compactación, con eventual aportación de agua.
Es frecuente con zahorras algo escasas de finos regar con gran cantidad de
agua justamente delante del compactador vibratorio, de forma que se consigue
una cierta subida de finos que ayuda al sellado de la capa.
Esta forma de trabajo se parece algo al sistema utilizado en Sud África, donde
una vez compactada y aprobada la capa, se comienzan a dar pasadas con
cuba de agua, compactador vibratorio y peones con cepillos que van
trabajando la capa e introduciendo un posible recebo fino, casi al estilo del
antiguo macadam.
Se consigue así un magnífico acabado de la superficie, que casi parece una
capa tratada con cemento, aun cuando a un costo bastante alto y con mucho
trabajo artesanal.

Aspecto de zahorra extendida. Compactación con exceso de agua superficial

En cuanto al número de pasadas necesario para conseguir la adecuada


compactación, está siempre en función de la humedad, pero una cifra media
puede ser de cuatro pasadas dobles (ida y vuelta). Citamos los resultados de
un tramo de ensayo con zahorra caliza:
Dos pasadas – 92.0%
Tres pasadas – 97.8%
Cuatro pasadas – 100.5%
Cinco pasadas – 98.8%
Se ve que el óptimo, en este ejemplo, está en cuatro pasadas dobles,
produciéndose después una cierta descompactación. En todos los casos, la
humedad estaba ligeramente por debajo de la óptima.
Se optó por dar tres pasadas dobles y a continuación ejecutar el refino con una
o dos pasadas adicionales vibrando y una en estático, comprobando el grado
de compactación por si había que corregir.

Refino 3D
Las zahorras se pueden poner en obra con lluvia ligera.
Sobre las capas ejecutadas se procurará evitar el tráfico. En caso contrario,
hay que dar un riego de imprimación con una protección de gravilla, que se
barrerá antes de ejecutar la siguiente capa.

7 - TRAMO DE PRUEBA
Antes de iniciarse la colocación de la zahorra hay que realizar un tramo de
prueba, para comprobar la fórmula de trabajo, la forma de actuación de los
equipos de extensión y de compactación, y especialmente el plan de
compactación.
Se construirá sobre una capa de apoyo similar en capacidad de soporte y
espesor al resto de la obra y tendrá una longitud de 100 metros. Normalmente,
formará parte posteriormente de la obra.
Puede ser útil para establecer la correspondencia entre los métodos de control
de la humedad y densidad in situ establecidos en el PPTP y otros métodos
rápidos de control, o entre el ensayo de carga con placa y otros métodos
alternativos de mayor rendimiento.
A la vista de los resultados se decidirá si es aceptable la fórmula de trabajo y el
sistema de compactación, o hay que introducir algún cambio.
El tramo de prueba debería ser útil para poder proponer cambios en sistemas
de ejecución con otras especificaciones.
En el Aeropuerto Charles De Gaulle había que colocar una capa de grava
cemento con espesores cercanos a medio metro, lo que exigía ir directamente
a un extendido en dos capas. Se estudió la posibilidad de extendido, también
en dos capas, pero con dos motoniveladoras, usando una para el extendido y
otra para el refino. La administración ADP (Aeroports de Paris) nos dijo
simplemente que demostráramos la bondad del sistema en un tramo de
prueba. A la vista de los buenos resultados, se autorizó el método de ejecución
y se hizo así la obra.

Extendido y refino de GC en París


7 - UTILIZACIÓN DE RCD EN BASES

Definición y clasificación de los RCD


Se denomina RCD (Residuo de Construcción y Demolición) al producto
resultante del tratamiento de material inorgánico previamente utilizado en la
construcción.
Una clasificación general de los áridos reciclados en base a su composición
consiste en cuatro tipos o categorías:
Categoría ARH - Áridos Reciclados de Hormigón - El contenido de hormigón y
piedra natural (sin mortero adherido) es del 90% o más en peso. Se suma el
contenido de hormigón al de piedra natural, por considerar que tienen un
comportamiento asimilable.
Categoría ARMh - Áridos Reciclados Mixtos de Hormigón - El contenido de
hormigón y piedra es menor al 90% y el de material cerámico no alcanza el
30%.
Categoría ARMc - Áridos Reciclados Mixtos Cerámicos - El contenido de
material cerámico supera el 30%.
Categoría ARC - Áridos Reciclados Cerámicos – El contenido de material
cerámico supera el 70%.
Esta clasificación se debe completar con la determinación del contenido de
asfalto y de “impropios”, puesto que su exceso determina la pérdida de la
consideración de árido reciclado:
Contenido de asfalto - Cuando el árido reciclado contiene entre un 5% y un
30% de materiales bituminosos, más del 30% se considera mezcla bituminosa.
Contenido de “impropios” - Se considera que con más de un 1% en peso de
“impropios”, no puede definirse como árido reciclado, y debe definirse como
“material Inerte”.
Por lo tanto, en esta clasificación, no tienen la consideración de áridos
reciclados los procedentes de mezclas bituminosas, aunque puedan tener otros
usos muy adecuados. Los áridos reciclados con asfalto, en nuestra opinión,
estarían próximos a los ARH.

Normas del País Vasco


Al igual que el PG3, admite el uso de RCD solamente con categorías de tráfico
T2 a T4. Sin embargo, en la Comunidad Valenciana lo admiten para cualquier
categoría de tráfico.
El tipo RCD admisible es el árido reciclado de hormigón AR-H, en el que los
componentes de los áridos gruesos (superiores a 4 mm) cumplen con los
límites siguientes:
* Porcentaje de vidrio Rg ≤ 2%
** Porcentaje de yeso inferior al 0,8% y contenidos en impropios de madera,
papel, cartón o restos orgánicos inferior al 0,8%.
Las denominaciones utilizadas son:
Rc = Hormigón, productos de hormigón, morteros, piezas para fábrica de
albañilería de hormigón.
Ru = Áridos y piedras naturales y áridos tratados con conglomerantes
hidráulicos.
Rg = Vidrio.
Rb = Materiales cerámicos de albañilería de arcilla (ladrillos y tejas) o de
silicato de calcio, y hormigón celular no flotante.
Ra = Materiales bituminosos.
FL = Material flotante.
X = Impropios: madera no flotante, plásticos y caucho, yeso, metales ferrosos y
no ferrosos, suelos y arcillas.

Características del RCD


Se admiten como zahorras los áridos AR-H o combinación de estos con áridos
naturales siempre que el material combinado cumpla las especificaciones de
zahorra del PG-3, con algunas aclaraciones adicionales.
Se les deben eliminar los componentes no deseables, y en general su
tratamiento se debe hacer en centrales fijas.
No serán susceptibles de meteorización o de alteración físico-química
apreciable bajo las condiciones más desfavorables en la zona de empleo. La
pérdida en el ensayo de sulfato de magnesio no superará el 18%.
Tampoco podrán dar origen, con el agua, a disoluciones que puedan causar
daños a estructuras, a otras capas del firme o contaminar el entorno. El
contenido de sulfatos solubles en agua (expresados en SO 3) será igual o
inferior al 0.7%, disminuyendo al 0,2% si la zahorra está en contacto con capas
tratadas con cemento.
Con más de un 0.2% de materia orgánica se realizará un ensayo de
equivalente de arena, considerando adecuada la zahorra si es superior a 35.
El coeficiente de desgaste Los Ángeles puede ser superior en 5 unidades a los
límites normales de la zahorra de material virgen, es decir 40 para T3, T4 y
arcenes y 35 para el resto, siempre los resultados del ensayo CBR tras
inmersión durante 28 días sean iguales o superiores al 150% de los obtenidos
a los 4 días, para una compactación del 100% PM.
Peculiaridades de estos materiales
Hay una diferencia importante en los resultados del ensayo Proctor Modificado
entre los áridos vírgenes y los procedentes de material reciclado, aun cuando
este sea en su mayoría hormigón machacado.
La densidad máxima disminuye – Valores normales son de 1.8 a 1.9
t/m3, partiendo de hormigones cuyo árido podría haber producido una
zahorra con densidad del orden de 2.2 t/m 3.
La humedad óptima aumenta considerablemente, alcanzando valores
del orden del doble, o más, de la que tendría un árido virgen.
En cuanto a la puesta en obra, no es diferente de la de una zahorra normal,
aunque al necesitar una humedad mucho mayor, puede haber algún problema
de humectación.
Hay que tener en cuenta siempre que la compactación final depende tanto o
más de la humedad que del número de pasadas. Hay que evitar la segregación
del material a lo largo del proceso, y en algunos casos puede ser conveniente
proceder a su homogeneización antes del extendido.
Cuidando la homogeneidad y la humedad del material, se obtiene fácilmente la
densidad máxima del Proctor Modificado con los medios de compactación
habituales

Extendido riego, y terminación de una carretera con zahorra de RCD


8 - CONTROL DE CALIDAD

Control de procedencia del material


Los áridos deberán disponer del marcado CE con un sistema de evaluación de
la conformidad 2+, por lo que el control de procedencia se podrá llevar a cabo
mediante la verificación documental.
Con áridos producidos en obra, áridos de autoconsumo, de cada procedencia y
para cualquier volumen se tomarán muestras para determinar:
La granulometría de cada fracción.
Límite líquido e índice de plasticidad.
Coeficiente de Los Ángeles
Equivalente de arena y, en su caso, azul de metileno.
Índice de lajas.
Caras de fractura y partículas redondas del árido grueso.
Humedad natural

Control de fabricación
La toma de muestras se hará en acopio o, en zahorras fabricadas en central, a
la salida del mezclador,
Por cada 1000 m3 de material producido se tomarán dos muestras para
determinar granulometría y humedad natural.
Por cada 5000 m3 se realizará un Proctor Modificado, un equivalente de
arena (y si es necesario un azul de metileno) y en su caso, límites de
Atterberg.
Por cada 20000 m3 o una vez al mes, índice de lajas, caras de fractura
de los gruesos y desgaste Los Ángeles
Las frecuencias de estos ensayos se pueden reducir a la mitad si hay
cumplimiento generalizado de las especificaciones.

Control de puesta en obra


Se debe comprobar el aspecto de la zahorra sobre camión, rechazando cargas
excesivamente secas o segregadas. También hay que comprobar
frecuentemente el espesor extendido, cuando se hace con extendedora, y la
humedad de compactación.
Finalmente, la actuación del equipo de compactación, verificando:
Número y tipo de compactadores.
Lastre, peso y presión de los compactadores de neumáticos, si procede.
La frecuencia y la amplitud en los compactadores vibratorios.
El número de pasadas de cada compactador

Recepción de la unidad terminada


Se define como lote, que se aceptará o rechazará en bloque, al menor de:
Una longitud de 500 m de calzada.
Una superficie de 3500 m2 de calzada.
La fracción construida diariamente.

Densidad
Se controlará la densidad y la humedad en al menos 7 puntos aleatorios por
lote. Para la medición de la densidad debe hincarse el vástago de la sonda,
hasta una profundidad que quede a menos de 5 cm del fondo de la capa.
Para las categorías de tráfico pesado T00 a T2, la compactación de la zahorra
deberá alcanzar una densidad no inferior al 100% del Proctor Modificado, y
para T3, T4 y arcenes, una densidad del 98%.
La densidad media obtenida no será inferior a la especificada, y no más de dos
individuos de la muestra podrán dar resultados de hasta dos puntos por debajo.
De no alcanzarse, el lote se recompactará hasta la densidad especificada.
Los ensayos de humedad tendrán carácter indicativo y no valdrán para
aceptación o rechazo.

Capacidad de soporte
Por cada lote se realizará un ensayo de carga con placa de 300 mm de
diámetro, determinando la humedad en el mismo lugar. Pueden usarse otros
equipos de medida de mayor rendimiento si se hubiera determinado la
correspondencia en el tramo de prueba.
El valor del módulo de compresibilidad en el segundo ciclo del ensayo de carga
con placa Ev2 será:

VALOR MÍNIMO DEL MODULO DE PLACA EV2 (MPa)


T00 y T0 T1 T2 T3 T4 y arcenes
E3 200 180 150 120 100
E2 150 120 100 80
E1 100 80 80

La relación de módulos Ev2/Ev1 será inferior 2,2.


El módulo de deformación Ev2 y la relación de módulos Ev2/Ev1, no deberán ser
inferiores a lo especificado. En caso contrario, se recompactará.

Rasante
La rasante de la superficie terminada no deberá superar a la teórica en ningún
punto ni quedar por debajo de ella en más de 15 mm en calzadas para tráficos
T00 a T2, ni en más de 20 mm en el resto. Las diferencias de cota entre la
superficie obtenida y la teórica no pueden exceder a las tolerancias
especificadas ni existirán zonas que retengan agua.
Si la tolerancia se rebasa por defecto y no existan problemas de
encharcamiento, se podrá aceptar la superficie compensando la merma con la
capa superior.
Cuando la tolerancia sea rebasada por exceso, se corregirá siempre que esto
no suponga una reducción del espesor de la capa por debajo de lo
especificado.

Espesor
Ni el ancho ni el espesor debe ser inferior al establecido en los Planos, y no
más del 15% del lote, podrá presentar un espesor inferior en más de un 10%.
Si el espesor medio del lote fuera inferior al 85%, se escarificará la capa en una
profundidad mínima de 15 cm, se añadirá el material necesario de las mismas
características y se volverá a compactar y refinar la capa.
Si el espesor medio fuera superior 85%, y no existieran problemas de
encharcamiento, se podrá admitir siempre que se compense la merma con un
espesor adicional en la capa superior.

Regularidad superficial
El IRI se controlará en tramos de 1000 m, a partir de las 24 horas.

INDICE DE REGULARIDAD INTERNACIONAL dm/hm


PORCENTAJE DE ESPESOR DE LAS CAPAS SUPERIORES
HECTÓMETROS e ≥ 20 10 < e < 20 e ≤ 10
50 < 3.0 < 2.5 < 2.5
80 < 4.0 < 3.5 < 3.5
100 < 5.0 < 4.5 < 4.0

Si el IRI excede los límites establecidos, en más del 10% de la longitud del
tramo controlado, se escarificará en una profundidad mínima de 15 cm y se
volverá a compactar y refinar.
Si es en menos del 10% se aplicará una penalización económica del 10%.

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