Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuando preparamos o decimos un discurso hay tres momentos que no deben ser
dejados de lado, ya que darán un orden a la presentación tanto a nosotros oradores,
como al público que nos escucha; estos son: la introducción, el cuerpo y el final.
Por otro lado, no es lo mismo contar una historia que proponer un punto de vista o
idea, por ello, además de estos tres segmentos, el discurso debe organizarse en
secuencias, tomando como base diferentes estructuras discursivas. Estas estructuras
son extraídas de los textos escritos y deben ser adaptadas a los discursos a través del
uso de los componentes del discurso y el lenguaje corporal.
Cabe destacar, que una persona cuando tiene un esquema preparado se enfrenta con
mucha más seguridad al público, evitando nervios o ansiedad.
En este texto vamos a estudiar los tres momentos por los que debe transitar el
discurso y la importancia de las estructuras narrativas y argumentativas para
organizarlo.
La capacidad que tiene el oyente para asimilar un discurso sigue siendo desde hace
dos mil años la misma y su esquema puede encontrarse en cualquier texto escolar:
introducción, núcleo, final. Además existe una distribución temporal en relación con la
importancia de cada una de las partes del discurso (Imagen 1).
Las tres partes tienen la misma importancia, pero a la parte central se le ha asignado
mucho mayor tiempo ya que en ella se desarrolla el contenido específico del discurso.
Por otro lado, al tener menor extensión y mayor impacto la parte introductoria y final
deben estar especialmente preparadas. “Los oradores profesionales, políticos por
ejemplo, cuidan sus frases introductorias y finales hasta en el más mínimo detalle,
aprendiéndoselas, conscientes de la importancia psicológica que poseen”1.
1
BREHLER, Reiner. Prácticas de Oratoria Moderna. Ed. El Drac. Madrid, 2000.
1 |
Di Bartolo recuerda una regla infalible que tiene igualmente dos mil años de
antigüedad:
ESTRUCTURAS DISCURSIVAS
Tener una secuencia establecida nos sirve para organizar el discurso y lograr que sea
comprensible y dinámico, además para transmitir correctamente nuestro objetivo.
Estructura argumentativa
Es utilizada cuando una persona quiere establecer su punto de vista sobre algún tema
y tratar de convencer a su público. Para ello esboza un tema, su punto de vista
respecto a la cuestión, plantea argumentos y utiliza material de refuerzo para sustentar
su análisis. (Imagen 2) “La orientación del discurso argumentativo es constitutiva del
discurso, en la medida que todo enunciado comporta una orientación interna hacia un
tipo de conclusiones, y comporta una orientación externa hacia cierto tipo de
intervención en un destinatario (hacer-saber, hacer- creer, hacer- hacer, convencer,
manipular)”2.
2
BAREI, Silvia; RINALDI, Nilda. Las cuestiones retóricas, estética y argumentación. Ed. Red de Editorial de
Universidades Nacionales. Córdoba, 1996.
2 |
Tema
Premisa
(garantía, a veces no está escrita)
TESIS
Conclusión
(pregunta retórica)
Una vez explicitado mi punto de vista debo producir argumentos que lo sustenten,
tengo que fundamentar el por qué las personas que me están oyendo tendrían que
creer en lo que digo. A los argumentos tengo que reforzarlos a través de fuentes de la
realidad, datos, reservas o preguntas retóricas. Las fuentes de la realidad son los
ejemplos de la realidad, citas textuales de personas reconocidas, estadísticas, entre
otros que utilizó para apoyar mis argumentos. El refuerzo sigue la línea argumentativa,
hace generalizaciones de determinados hechos o situaciones; también pueden ser
preguntas retóricas, su objetivo no es ser respondidas, su respuesta es obvia y sirve
para reforzar la argumentación. La reserva la utilizo para resguardarme de los posibles
ataques y hago concesiones, pero luego refuerzo mi argumento.
3 |
Finalmente, llegó a una conclusión en la que vuelvo sobre mi postura inicial avalado
por la argumentación, también puedo llamar a la acción o reacción por parte del
público.
A continuación se presenta un ejemplo una carta de lector, que tiene una estructura
argumentativa y cada elemento descripto con anterioridad.
Carta del lector
Sr. Director:
4 |
Estructura narrativa
Su objetivo es narrar algo, contar un hecho o historia. En la vida cotidiana la
encontramos en cuentos, novelas y hasta en películas o series. En las dos últimas, las
historias están compuestas por miles de subconflictos de los diferentes personajes y
hechos que les ocurren, sin embargo si pensamos en la totalidad de la película o serie
encontraremos un conflicto central.
La estructura narrativa consta de ciertas partes o secuencias que son la situación
inicial, el conflicto, la acción, el desenlace y la situación final. (Imagen 3) En la situación
inicial se presentan los personajes principales y el contexto en donde transcurre la
acción. El conflicto es lo que modifica la situación habitual, rompe la normalidad,
puede ser un suceso positivo o negativo, como un hecho de la naturaleza, la llegada
de una persona inesperada, el encuentro con alguien. La acción es el comportamiento
de los personajes con respecto a ese conflicto, por ejemplo, si la situación conflictiva
es que hay un terremoto, la acción es qué hacen los personajes ante él, salen de sus
casas corriendo, se quedan inmóviles por el miedo, hacen de cuenta que no pasa
nada. El desenlace es el resultado de la acción de los personajes, por ejemplo, si la
acción fue salir del edificio, el desenlace puede ser que quedaron atrapados en el
ascensor o que salieron la calle y esperaron que pase. Por último, la situación final
está estrechamente vinculada con la situación inicial y con la cotidianeidad de los
personajes, ¿qué pasó luego de ese suceso, siguieron con sus vidas normales o algo
cambió?
Situación Inicial
Conflicto
Acción
Desenlace
Situación Final
5 |
A continuación se presenta un ejemplo de un cuento infantil que posee cada uno de
los elementos antes mencionados.
Situación Inicial
Un día, el gnomo Bhuhb fue a la granja. A Bhuhb le encantan los animales. En la
granja había patos, chanchos, vacas, gallinas y caballos. Bhuhb le pidió permiso
a la vaca Aurora para poder entrar.
Conflicto
– Entrá, pero tené cuidado con el caballo loco -le contestó la vaca Aurora-.
_ ¿Dónde está el caballo loco? -preguntó Bhuhb, que era un gnomo experto en
Psicología-.
– Está en aquel establo –le contestó la vaca mientras se iba a jugar a las cartas
con el chancho Juancho.
Bhuhb entró en el establo.
Se acercó al caballo y le dijo:
– ¿Qué haces caballito?
- Yo no soy un caballo -le contestó el caballo-.
- Yo soy un gallo.
Acción
– Vamos a hacer una cosa. Yo te voy a llevar al gallinero y vos me vas a decir si
sos un gallo.
Bhuhb lo llevó al gallinero.
– ¿Quién es ese gallo tan apuesto? -gritó de pronto una gallina-.
– No le hagas caso -dijo un pollito a Bhuhb-.
Esta gallina se cree caballo.
Desenlace
– Si el caballo se cree gallo y la gallina caballo, pongámoslos juntos en un corral
-dijo Bhuhb-.
Situación Final
Así fue que el Caballo-Gallo y la Gallina-Caballo vivieron felices y adoptaron un
Pato Sapo.
6 |
LECTURA N º 2
Tipos de discursos
Ander Egg nos habla de los tipos de discurso según los procedimientos o formas de
presentar el tema. Estos son discurso leído, discurso de memoria, discurso con ayuda-
memoria (teniendo el texto completo, un esquema o utilizando notas) y nada escrito a
la vista. El uso de uno u otro procedimiento incide fuertemente en las posibilidades de
la comunicación.
Discurso leído
Todos los oradores reconocen que, en principio, no hay que leer nunca un discurso si
se quiere lograr una buena comunicación, ya se hable a unas pocas personas o una
multitud. La lectura hace que el discurso sea soso y aburrido.
Cuando se lee un texto, se interpone una especie de "muralla invisible" entre el orador
y el auditorio, se impide la comunicación directa y ese encuentro vital que constituye la
sustancia de la elocuencia. Máxime si el conferenciante lee como si no entendiese. O,
lo que es más frecuente, sin relacionarse con lo que lee. Además, al usar este
procedimiento, difícilmente el texto puede adecuarse a las circunstancias concretas.
Sin embargo, en algunos casos la lectura del discurso puede ser necesaria.
Tratándose de personas que tienen responsabilidades públicas (jefe de gobierno,
ministros, dirigentes políticos y sindicales, etc.), en determinadas circunstancias,
deben sopesar las ideas y las palabras, decirlas con precisión y justeza, aún en sus
matices.
En estas circunstancias, cuando no queda otra alternativa que leer, para lograr una
mejor comunicación conviene tener en cuenta las siguientes sugerencias:
Hay que leer bien. Esto significa leer fragmentando el texto en conjuntos flexibles,
modulados, con diferentes ritmos según lo que se dice, con carga afectiva y
cuidando la velocidad de la lectura, de modo que la gente pueda seguir tanto el
contenido como los sentimientos que expresa.
7 |
En lo posible, que no se vean las notas o los folios que contienen el texto de la
conferencia (el uso del atril es óptimo para estos propósitos). Un "montón" de hojas
que han de ser leídas a la vista del público predispone negativamente desde el
primer momento.
Lo más importante es aprender a leer como si no se leyese; para ello hay que leer
una frase y, apoyado en la memoria inmediata, repetirla en voz alta. Con este
procedimiento, uno queda más libre respecto del papel y se facilita la comunicación.
En algunos casos, en vez de repetir la frase, una vez captada la idea, se procede a
parafrasear o glosar lo que se ha leído.
Discurso de memoria
Tampoco conviene pronunciar discursos aprendidos íntegramente de memoria. Y esto
por varias razones. En primer lugar, porque el discurso da la impresión de artificialidad.
Por otra parte, subsiste "algo" entre el orador y el público, más sutil que en el texto
leído, pero no menos real. No será una "muralla invisible", sino una "cortina de humo"
que dificulta el encuentro vivo entre el conferenciante y el público.
También en este procedimiento podemos aplicar lo que decíamos antes, leer como si
no se leyese, pero en este caso no se trata de repetir la frase que se ha leído, lo que
hay que hacer es captar la idea y expresarla luego con las propias palabras.
8 |
Discurso con esquema o boceto
Cuando ya se tiene experiencia, aún cuando se haya escrito todo o en parte el
discurso, el orador o conferenciante se puede limitar a preparar cuidadosamente un
esquema, boceto o guión que utilizará para la presentación. En otros casos, sólo
elaborará el guión, lo meditará y madurará largamente, buscando las fórmulas más
interesantes y originales, improvisando luego sobre los temas así creados y
enlazados.
Este método da libertad y seguridad; al mismo tiempo, facilita todos los arranques que
lleva consigo el calor del discurso y asegura que el pensamiento y la expresión no
floten al azar. Sin duda, es el método más recomendable, pues une al máximo de rigor
al máximo de elasticidad. El itinerario del pensamiento está jalonado hasta el punto
que el orador no puede perderse, pero al mismo tiempo hay un gran margen de
espontaneidad y plasticidad, que es lo que da vida al discurso.
9 |
Esta forma de presentación (ningún texto visible) es la más adecuada para una mayor
y más profunda comunicación con el público. Es casi la única forma eficaz para hablar
a grandes masas (mítines, concentraciones, etc.). Para utilizar este método, es
necesario retener perfectamente en la memoria el esquema del discurso y las ideas
centrales que se quieren expresar.
La presentación sin ningún texto visible es la más adecuada para una mayor y
más profunda comunicación con el público.
10 |
LECTURA Nº 3
Ayudas visuales
Las ayudas visuales son medios que se emplean en la oratoria para expresar
“visualmente” un concepto o una idea y sirven para estimular la imaginación de los
oyentes o para poner de relieve una idea básica en nuestro discurso. Científicamente
está comprobado que las comunicaciones visuales son mensajes sintéticos que
hablan a los ojos y son más eficaces que las palabras.
Estas ayudas visuales pueden ser: el pizarrón, los rotafolios, el retroproyector, las
diapositivas, las películas, los mapas, los diagramas, los planos, los dibujos y hasta las
maquetas reducidas a escala. Sirven de complemento a las formas verbales y
contribuyen a presentar el tema en forma más clara y más convincente.
¿Por qué usar ayudas visuales?
Para incrementar las persuasiones
Unidad Use únicamente una idea para cada ayuda visual, incluyendo
el encabezado
Medios auxiliares
Es conveniente conocer las ventajas y desventajas de cada medio, teniendo en
cuenta fundamentalmente los siguientes factores:
Su practicidad
12 |
Su capacidad de impacto visual, auditivo o ambos a la vez.
Cada mensaje que transmitimos está sustentado por información verídica. Pero
elaborar mensajes exige tomar una posición:
Una afirmación expresa hechos. Aún siendo neutra, el presentador toma una
posición al resaltar lo que es importante.
13 |
Jerarquizando nuestras ideas podemos determinar qué es lo principal y qué lo
secundario. Damos también un orden a nuestra presentación: por dónde empezamos
y cómo seguirá nuestro discurso.
Establecer una estructura para nuestra presentación exige esclarecer los nexos que
"enganchan" las ideas que presentamos, de tal manera que al pasar de un punto a
otro, el discurso no pierda coherencia ni presente baches lógicos que debiliten el
mensaje ni distorsionen la intención del presentador.
La tradicional pizarra de madera con la tiza de yeso aún se utiliza en muchas escuelas
de todos los niveles. Un avance en este sistema es la pizarra blanca que requiere un
lápiz de fibra especial que se borra con facilidad. El rotafolio es un instrumento que
permite escribir en hojas de papel de gran tamaño, muy utilizado en capacitación
empresaria para grupos pequeños.
Medios de mostración
Medios de proyección
14 |
Este soporte técnico es muy versátil en la utilización de proyecciones comerciales y
empresariales.
LECTURA Nº 4
Formas deliberativas
Tal como lo afirma María Angélica Vilches en el libro „Para aprender a hablar en
público‟ de Ignacio Di Bartolo citando al prestigioso educador y ensayista Dr. Guillermo
Jaim Etcheverry:
De estos conceptos se deduce que para debatir, hay que recurrir a una herramienta
fundamental: el lenguaje, que es una expresión cultural, un reflejo del espíritu.
Émile dorara
La función protagónica del orador hace que el lenguaje sea el instrumento vivificador,
cuya calidad condiciona la calidad de la comunicación interpersonal en la oratoria
deliberativa.
3
Educador y ensayista argentino, siglo XX
15 |
Atice Craig Baird
Lingüista estadounidense, siglo XX
María Angélica Vilches hace referencias a algunas consideraciones generales:
Las del primer grupo se desarrollan en recintos cerrados, no muy amplios, bien
ambientados: oficinas, despachos, estudios, salas de reuniones, aulas, bufetes,
decanatos, etc. Participan en ellas grupos pequeños de personas (no más de doce),
que representan a comisiones, delegaciones, juntas, comités, cámaras, etc. El objetivo
fundamental de estos encuentros es definir líneas de acción conjunta, mediante el
intercambio de ideas y opiniones acerca del tema determinado.
16 |
En general, no son reuniones improvisadas; la convocatoria se realiza con adecuada
antelación, informando con precisión lugar, fecha, hora y motivo de la misma. De esta
manera, los participantes convocados dispondrán de tiempo suficiente para preparar y
ordenar sus ideas y el material auxiliar necesario para argumentarlas.
Entre las formas de oratoria privada más importantes se mencionan las siguientes:
Diálogo
Entrevista
Negociación
Grupo de discusión
Interpelación
El número de participantes que integran estos equipos, varía de acuerdo con el tipo de
reunión. Se realizan en recintos cerrados amplios y confortables: auditorios, salas
magnas universitarias, sociedades, consejos, etc. Con frecuencia los auditorios están
equipados de los medios electrónicos modernos y demás elementos necesarios para
el uso del material auxiliar. Ej.: rotafolios, pizarrones, diapositivas, videos, filminas,
pantallas, cañón de proyección, retroproyector, Power Point, etc.
Las reuniones públicas son difundidas cada vez más dentro de los diferentes sectores
sociales y su metodología es muy estimada por el público.
Mesa redonda
Simposio
17 |
Foro
Debate
La entrevista privada
18 |
dialéctica y su autoridad sobre el tema abordado. En general, conviene definir de
antemano el tema de la entrevista para adecuar los contenidos de las preguntas y de
las respuestas, de esta manera, la conversación podrá tener una línea de
pensamientos coherentes, logrando ser interesante y dinámica.
Por otra parte, el encuentro puede resultar también atractivo, si ambos el entrevistador
y el entrevistado, usan su poder de seducción, con el fin de captar la atención del otro.
El final es el gran momento del entrevistador, quien hará una síntesis de lo expuesto
para reafirmar los puntos más importantes y agradecer la presencia del o de los
entrevistados.
Su estructura permite debatir un tema prefijado para analizarlo, estudiarlo o tomar una
decisión, fijando una línea de acción que responda al criterio de la mayoría. La
ubicación semicircular suele ser la más conveniente, ya sea detrás de una mesa o sin
ella, pero con asientos cómodos.
19 |
sostener la armonía y ecuanimidad del grupo procurando que las expresiones no sean
fatigosas y que nadie intente monopolizar la palabra hablada.
Sin duda, el conductor del coloquio constituye una figura clave en el éxito de la
reunión, porque aunque no domine el tema, sí debe sintetizar con precisión los puntos
de la discusión y ofrecer la información registrada con coherencia y claridad.
La negociación
La metodología que se aplica en una negociación se caracteriza por ser una difícil y
ardua tarea entre dos o más delegaciones. Su objetivo es armonizar intereses entre
las partes. Es un encuentro entre comisiones de expertos que pretenden acuerdos
convenientes para sus respectivas propuestas.
El acuerdo final redunda en los mutuos compromisos que las partes deberán cumplir;
de ahí que el éxito de una negociación consiste en preservar la razón del argumento
inicial de la delegación que propuso el encuentro.
20 |
El jefe de la delegación, al transmitir con firmeza los argumentos válidos, será
respetado y escuchado si es creíble. En algunas ocasiones el jefe del equipo debe
hacer gala de su flexibilidad para concretar la negociación, sin dejar de sopesar la
importancia de sus argumentos.
Muchas veces una negociación no se cierra en un sólo día de reunión, sino que
necesita de otras reuniones para seguir deliberando. En cada una de ellas un
secretario designado ex-profeso, hará firmar a los miembros de las delegaciones
participantes el acta del día, la cual formará parte del acuerdo final.
Grupo de discusión
Los participantes son inexpertos en trabajo grupal, necesitan practicar, lo que significa
que el grupo hay que "hacerlo".
Se designa un instructor con función rotativa. Los miembros del grupo, en general, son
educandos, por eso es frecuente que soliciten a un coordinador que ejerza la
conducción hasta tanto los alumnos estén prácticos.
21 |
El instructor presenta el tema, motiva el interés de los participantes y estimula la
intervención de todos. Para facilitar la comunicación todos deben verse cara a cara y
ubicarse en un ambiente cómodo y agradable.
Dado el clima de libertad en que actúan los participantes, el instructor debe trabajar
para ser reemplazado alternativamente por los jóvenes del grupo. La consigna de un
grupo de discusión es aprender-haciendo.
Todos los participantes han de ser solidarios con las conclusiones a las que se arribe
puesto que éstas han sido tomadas después de una elaboración participativa y
democrática a la vez. Un secretario elegido por el grupo registrará la información
vertida.
La interpelación
En la vida cotidiana la interpelación es una confrontación entre dos partes que actúan
desde distintas posiciones. Su técnica requiere la participación de un interpolador que,
basado en una información precisa, aborda un tema determinado.
22 |
La interpelación es un acto breve que se realiza ante una situación compleja. Es una
práctica difícil de ejercer por lo fatigosa y por el esfuerzo intelectual que exige la
discusión. El arte de la elocuencia juega un papel relevante; cada una de las partes
debe lograr expresar su verdad y justificar sus argumentos con palabras válidas y
firmes.
Consiste en la aplicación de una técnica de grupo que difiere en gran parte de las
formas más conocidas. Los miembros del grupo (a lo sumo doce), actúan con gran
libertad en un clima muy informal, en busca de ideas originales, desde razonables
hasta extravagantes. Su objetivo es desarrollar y ejercitar la imaginación creadora para
encontrar propuestas útiles, pero no urgentes, que sirvan para solucionar situaciones
que requieren cambios.
Los participantes son informados con antelación sobre el tema a tratar, con el fin que
aporten ideas creativas y nuevas.
Es muy importante la preparación de todos los miembros para que la lista de ideas
nuevas sea lo más larga posible; de esta manera se facilitará la selección final.
Terminado el plazo fijado para la presentación de mociones, se analizan las ideas más
prácticas y factibles para el caso tratado. Muchas veces las soluciones expuestas
pueden ser mejoradas combinando dos o más ideas en una.
Al final el director resume las ideas expuestas por los participantes. Es una técnica
muy utilizada en publicidad y en centros de capacitación en los que la fantasía y la
creatividad ocupan un campo importante.
Pasos de un brainstorming:
1. Convocatoria a la reunión.
23 |
2. El director explica las pautas que se deben cumplir.
3. El grupo presenta las nuevas ideas. Todas son válidas, aun las más
extravagantes.
4. Se analizan las propuestas en un plano de acción concreta.
5. El director hace un resumen de las ponencias y lee las conclusiones.
6. Cierra la reunión agradeciendo los aportes recibidos.
Mesa redonda
Es una discusión ante el público, en la que participa un grupo selecto de personas (no
mayor de seis u ocho) para exponer sus puntos de vista acerca de un tema
determinado.
Como no existen reglas fijas para el desarrollo de una mesa redonda, la discusión
puede iniciarse después del primer planteo o pregunta que hace el coordinador o bien
24 |
siguiendo las expresiones ordenadas de los expositores. Lo importante es la
participación activa de todos los miembros del grupo, en procura de agilizar el proceso
de toma de conclusiones.
25 |
La habilidad oratoria de los invitados, la capacidad de síntesis, la cortesía en la
discusión, el respeto de las diferencias de opiniones, el cumplimiento del tiempo
asignado, son factores que colaboran para lograr el éxito de una mesa redonda.
El simposio
Como toda reunión deliberativa pública, el simposio requiere un conductor que en este
caso se llama Presidente. Aunque su función no implica discutir, ni opinar, es
preferible que sea un gran conocedor de aquello que se va a tratar, es decir, que tenga
autoridad. De esta manera podrá seleccionar a los participantes con conocimiento de
causa, reuniéndolos previamente y organizando un temario coherente. Muchas veces
se pide a los expositores una copia escrita de sus relatos para mejor planeamiento de
la reunión.
Por otra parte, el organizador debe preparar el ambiente físico donde se desarrollará el
Simposio y prever las necesidades del caso para que la reunión resulte eficaz.
26 |
Cada experto habla desde su asiento o bien se adelanta hacia una pequeña mesa
ubicada frente al estrado. En su conferencia no defiende posiciones personales, sino
que aporta conocimientos propios de su especialización. El simposio no admite
discusión.
El Presidente abre la reunión, explica los objetivos y presenta, por turno, a cada uno
de los oradores. Al final cierra el acto, resumiendo brevemente los conceptos
expuestos.
El foro
27 |
En cualquiera de las situaciones se informa de antemano al público, que podrá
participar después de la presentación del tema.
La función del moderador es motivar al auditorio para que participe en el foro, ayudar a
superar la timidez del público y crear un ámbito propicio para las preguntas. A veces,
un ayudante colabora con el moderador distribuyendo hojas en blanco para que las
preguntas sean escritas; luego las respuestas serán dadas por los oradores de la
reunión.
El debate
28 |
Es una forma de oratoria deliberativa muy practicada actualmente, aunque se difunde
desde hace tiempo. Siendo su modalidad un proceso rápido y contundente sirve para
comunicar públicamente opiniones divergentes, acerca de un tema de interés notorio.
El debate tiene leyes propias que lo diferencian de los otros grupos de discusión. Es
una polémica verbal que involucra el compromiso de dos sectores que elaboran
posiciones antagónicas en torno de un tema predeterminado.
Son dos voces que se enfrentan en el enunciado del asunto: una sostiene argumentos
que conducen a una posición afirmativa de la proposición, mientras la otra argumenta
negativamente con un contradiscurso polémico.
Cada grupo está formado por dos o tres expertos que analizan un tema debatible, es
decir que admite tesis distintas.
El moderador en una reunión previa al debate fija las pautas que requiere su
desarrollo, como así también el comportamiento ético de los participantes. La no
agresión es parte del acuerdo. El éxito de un debate depende, en gran parte, de la
imagen transmitida más que de las palabras que se expresen.
En los discursos refutatorios, cada equipo puntualiza los errores y las faltas de
argumentación del otro, reforzando de esta manera la propia tesis.
29 |
Cabe destacar que, en algunos debates, es invitado un jurado cuya única actuación es
dictaminar el resultado del encuentro, teniendo en consideración la calidad de los
discursos, la habilidad expresiva de los oradores y también el material presentado.
Reiner Brehler, en “Prácticas de Oratoria Moderna” explica los tipos de debates que
existen y los clasifica en debate abierto, debate americano, debate inglés y disputa
entre expertos. A continuación se presentan las explicaciones del autor sobre esta
clasificación.
Tipos de debate
No hay debate que pueda prescindir de alguien que dirija o modere el enfrentamiento
dialéctico. Esta persona tiene que tener el derecho de llamar al orden. En ocasiones
se le concede también el papel de arbitro encargándose, concluido el debate, de
valorar los argumentos que las partes hayan lanzado a la lid. Es costumbre útil
levantar acta de los debates, puesto que uno suele ser consecuencia del otro.
Siguiendo a Brehler podemos mencionar cuatro tipos de debates: el debate abierto, el
americano, el debate inglés y la disputa entre expertos.
30 |
Si son muchas las peticiones, se puede llegar a un consenso respecto a limitar el
tiempo de intervención.
En el debate americano las dos partes en litigio, formada cada una por un mismo
número de contrincantes, se encuentran sentadas cara a cara a ambos lados de una
mesa. En un extremo está sentado el moderador, en el otro, el encargado de levantar
acta. Los dos bandos se alternan en el uso de la palabra. Cada participante puede
hacer una sola vez uso de ésta. Queda a discreción táctica de las fracciones el decidir
cuándo uno de sus miembros toma la palabra. La suerte decide cuál de las dos partes
inicia el debate. Automáticamente, a la parte contraria le corresponde cerrar el debate.
El debate inglés muestra la misma distribución espacial que el debate americano. Sin
embargo, el turno de intervenciones es consecutivo según el orden de los asientos.
En el debate abierto, los oradores pueden intervenir varias veces y replicar a ataques
de contrincantes. En las otras dos modalidades son los que hablan en último lugar los
oradores encargados de sintetizar y ofrecer réplica a intervenciones anteriores.
La disputa entre expertos es una forma especial de debate. En este caso un grupo que
pregunta frente a otro que contesta. No resulta infrecuente que las sesiones tengan
lugar sin moderador. A una de las partes le está permitido únicamente preguntar, a la
otra, contestar. Las preguntas se dirigen a una persona concreta del grupo. El orden
de las preguntas y respuestas es aleatorio.
Síntesis
En este módulo vimos las estructuras discursivas, los tipos de textos, las ayudas
visuales y las formas deliberativas privadas y públicas.
En la segunda lectura conocimos los tipos de discursos según Ander Egg; se presentó
el discurso leído, de memoria, con ayuda memoria, con esquema o boceto, utilizando
notas y sin nada escrito. El texto detalla los pros y los contras de cada uno.
En la tercera lectura se presentaron las ayudas visuales, herramientas muy útiles para
las presentaciones en públicos. Se mostró por qué y cuándo usarlas, los cinco
mandamientos para su creación, el modo de procesar la información a transmitir y su
clasificación.
31 |
Para la profundización de todos los conceptos vertidos en esta unidad, Ud. deberá leer
los siguientes capítulos de la bibliografía obligatoria
ANDER-EGG, Ezequiel; AGUILAR, María José. Para aprender a hablar en público. Parte III.
La presentación. Pág. 109 – 118.
32 |
LECTURA Nº 1
El auditorio
Las presentaciones en público son situaciones de comunicación donde intervienen
diferentes participantes, como el emisor y el receptor que se comunican a través de un
código establecido: el lingüístico, el gestual y el social y a través de un canal por medio
del cual se transmite la información; el objetivo es transmitir un mensaje. Tal
comunicación transcurre en un contexto, que es un tiempo y lugar determinado.
(Imagen 1)
CONTEXTO
CANAL
CÓDIGO
FEEDBACK
1
ANDER-EGG, Ezequiel; AGUILAR, María José. Para aprender a hablar en público. Ed. Lumen. Buenos Aires, 2006.
1 |
En todas las situaciones de comunicación debemos tener en cuenta al público que nos
escucha, para transmitirle y hacerle llegar el mensaje. “Sintonizar con el público, vibrar
en la misma longitud de onda, es un objetivo obligado y a veces difícil, que debe
imponerse a sí mismo quien aspire a comunicar eficazmente sus ideas, sus planes o
sentimientos” 2.
Hay muchos aspectos a tener en cuenta sobre nuestro público al componer nuestro
mensaje. Pensemos que si le hablamos a niños de un jardín de infantes, lo haremos
con un ritmo determinado, una tonalidad en la voz, usaremos determinadas palabras y
los movimientos corporales serán lentos y amplios. Distinto sería si le hablamos a
estudiantes universitarios; tampoco es lo mismo dirigirnos a estudiantes de primer año
que de quinto o si le hablamos a alumnos de Química o de Abogacía. “El orador debe
tener en cuenta, de manera muy especial, al público al que debe dirigirse. Un mismo
discurso, sobre un mismo tema, con un mismo conferenciante, puede o, mejor dicho,
debe ser pronunciado de maneras diferentes según sea el público al que va
destinado”3.
En este Módulo, veremos la tipología de públicos, los objetivos del orador, el estilo de
la intervención y el tipo lenguaje.
2 |
la capacidad de interactuar; de preguntar o debatir; en la necesidad o no de utilizar
micrófono o en los posibles medios de apoyo como pizarra o proyectores.
Por otra parte, es necesario lograr identificación con el auditorio y para saber su
desempeño como orador, debe mirarlo, tal como dice Di Bartolo “el auditorio es un
espejo del orador y eso se manifiesta en los sucesivos estados de ánimo, minuto tras
minuto. Si usted quiere saber cómo se está desempeñando, simplemente observe a su
auditorio.”4
Convencimientos religiosos
Convencimientos políticos
Nivel cultural general
Dominio lingüístico
Constitución física
Constitución psíquica
Carácter general
Capacidad de memorización
4
Ibídem
3 |
Propósitos del orador
Un discurso siempre tiene un objetivo, aunque a veces sea inconsciente para quien lo
está emitiendo. Por ejemplo, cuando se juntan un grupo de chicas o de chicos a hablar
de lo que hicieron el día anterior cuando salieron, el objetivo es contar hazañas y
divertirse. Cuando una persona va a una entrevista de trabajo su objetivo es
convencer de qué su capacidad es la mejor para el puesto que se postula; cuando un
progenitor reprende a su hijo por alguna inconducta, tiene por objetivo hacer saber al
menor que eso no se hace y que está enojado. Cada discurso tiene un objetivo
aunque muchas veces seamos inconscientes de ello.
Sin embargo, cuando una persona habla profesionalmente tiene que tener claro cuál
es su objetivo al hablar y poner todos sus recursos para que se logre. Antes de
enfrentarse al público se debe tener claro cuál es la intención, existen una serie de
propósitos aunque los mismos no siempre se encuentran en estado puro, siguiendo la
descripción de Eugenio Luis Henry, en „Para aprender a hablar en público se
mencionarán los más aceptados‟:
Convencer
No significa despojar a la gente de sus ideas o conocimientos, sino complementarlos,
reforzarlos o consolidarlos. El desafío es persuadir al auditorio de que tome la decisión
o emprenda la acción.
Informar
Presentar información para el esclarecimiento o instrucción del auditorio a fin de que
haga algo. Implica dar a conocer hechos o datos sin ser alterados por prejuicios o
sentimientos personales que le ayuden a incrementar su acervo cultural y su calidad
de vida.
Motivar
Cuando un auditorio necesita cambiar su opinión o realizar alguna acción a la que no
está predispuesto, el propósito de la presentación es motivarlo, va de la mano con el
de convencer. Es el más difícil de conseguir, ya que implica no sólo un cambio de
actitud ante una idea o concepto, sino además, su correspondiente ejecución.
Entretener
Ya es absolutamente caduco el sistema de enseñanza basado exclusivamente en el
dictado de información sin estar acompañado de recursos para que el auditorio "la
pase bien". Es cierto que no todos los oradores tienen carisma de showman. Pero
también es cierto que si no se apela a algún efectismo (juegos, anécdotas,
adivinanzas, etc.), es muy probable que la atención y comprensión disminuyan. Toda
presentación debería ser entretenida. Para que el auditorio esté en un marco
favorable, de mente abierta para ser convencido, ilustrado o motivado, necesita estar
4 |
entretenido. En el sentido más amplio, entretener a un auditorio es hacerlo feliz de
haber asistido y contento de que usted haya sido el presentador.
Estilo de la intervención
formal o informal
seria o desenfadado
sobria o entusiasta
cercana o distante
rigurosa o generalista
monólogo o participativa
con apoyo visual o sin apoyo visual
Lenguaje
Lo primero que uno debe procurar cuando habla en público es ser entendido, es
necesario emplear un lenguaje apropiado, según el público al que se dirige. Por ello,
es importante saber con anticipación el tipo de público que se espera que asista al
acto.
Deben utilizarse términos y expresiones que todo el público pueda entender, los
términos técnicos se usarán sólo si la audiencia conoce su significado. Si se manejan
abreviaturas o acrónimos hay que estar seguro de que el público sabe lo que
significan, si no habrá que explicarlos.
5 |
Deben utilizarse términos y
expresiones que todo el público
pueda entender, los términos
técnicos se usarán solo si la
audiencia conoce su significado.
La regla que debe presidir todo discurso es la de la sencillez; mientras que en un texto
escrito el lector puede volver sobre un párrafo que no haya entendido, en un discurso
no existe tal posibilidad, por lo que hay que facilitarle a la audiencia su comprensión. El
lenguaje debe ser preciso y directo, con frases sencillas y cortas, utilizando tiempos
verbales simples.
LECTURA Nº 2
El público o auditorio
Jean-Jacques Rousseau
Ander Egg en su libro „Cómo aprender a hablar en público‟ afirma que para saber lo
que voy a decir y cómo he de decirlo, he de saber a quién se lo voy a decir.
A continuación se expresan las ideas del autor acerca del público o auditorio.
Si bien este texto tiene como propósito central mostrar la necesidad de conocer al
público al que se va a hablar y sintonizar con él, queremos advertir que, aún cuando
se tomen todos estos recaudos, nunca se sabe cómo va a reaccionar un auditorio. Y
eso pone una incógnita en el ánimo de quien tiene que hablar.
Esta realidad (importancia del público o auditorio) es un aspecto sustancial que hasta
hace poco no había sido considerado como algo relevante. El conferenciante u orador
era tenido como el eje y figura central, prácticamente única, como una especie de
vedette, mientras que el auditorio ocupaba un segundo lugar. Ahora existe un enfoque
6 |
nuevo y diferente del problema: se considera que el conferenciante inicia el proceso,
pero no lo domina por entero, ni puede reservarse la última palabra en él. Cada día se
le concede más importancia al papel que juega el público, el auditorio, en el acto de
comunicación de un individuo con los grandes grupos.
De todo esto se deduce una cuestión de gran importancia práctica. No basta conocer
el tema y saber presentarlo adecuadamente. Hay que conocer también a los oyentes,
esto es, al público o auditorio al que uno ha de dirigir la palabra. Se trata del "receptor"
en el lenguaje de la comunicación, es decir, de aquellos que reciben o perciben el
mensaje y que integran y completan el proceso comunicativo.
No basta que los que forman parte del auditorio oigan (acto pasivo, más o menos
automático), es preciso que escuchen (esto es, que presten atención, que quieran
comprender). Para ello, el emisor debe enviar un mensaje teniendo en cuenta al
receptor o receptores; en otras palabras, el orador o el conferenciante se han de
adaptar al auditorio. ¿Qué significa este adaptarse al auditorio? Simplemente, que hay
que transmitir en la longitud de onda de los interlocutores.
Ander Egg también habla de la necesidad de informarse acerca del público que ha de
escuchar el discurso o conferencia al respecto dice lo siguiente
Esta información previa, que debe tenerse de los destinatarios o receptores del
mensaje, es indispensable para organizar el discurso en lo que hace al nivel de
contenido (la mayor o menor profundidad en el tratamiento de los temas y el modo de
abordarlos) y la forma de presentación.
Cuando uno es invitado a hablar ante un grupo y más aún cuando se trata de un
público que puede ser más o menos numeroso, debe obtener esa información (acerca
del posible auditorio) recabándola de aquellos que organizan la conferencia.
Aún a riesgo de ser reiterativos, insistimos en este punto: el orador debe tener en
cuenta, de manera muy especial, al público al que debe dirigirse. Un mismo discurso,
sobre un mismo tema, con un mismo conferenciante, puede o, mejor dicho, debe ser
pronunciado de manera diferente según sea el público al que va destinado.
7 |
de la vida, de las reacciones y de las aspiraciones de la gente a quienes se va a dirigir.
Y esto no se averigua en los libros.
qué tipo de análisis tenemos que hacer de nuestro público o auditorio potencial.
8 |
En general, hay que hacerse algunas preguntas sobre el auditorio que uno tendrá
pero, si se trata de un discurso con un propósito de persuasión o convencimiento, se
necesita saber mucho más del público que cuando se trata de un discurso puramente
informativo. Las preguntas más pertinentes, en cuanto guía para obtener información
útil, pueden ser las siguientes:
¿Qué interés razonable espero del auditorio ante el tema? o, para decirlo con
otras palabras, ¿por qué este público está aquí (o estará) dispuesto a
escucharme sobre este tema concreto?
¿Qué conocimientos posee el auditorio acerca del tema de la conferencia?
¿Qué actitudes puedo esperar de los oyentes ante el tema del discurso y la
forma de enfocarlo (favorable, neutra, hostil)?
¿Qué concepto o expectativas tiene el posible auditorio acerca del
conferenciante?
Toda esta información, tiene que servir para establecer una estrategia en el modo de
presentar el discurso, tanto en lo que hace al contenido como a la forma.
Debemos informarnos tanto cuanto sea posible y saber que nos movemos con
una cierta incertidumbre en cada conferencia en concreto.
9 |
Ander Egg menciona que existen características comunes de casi todos los públicos
que asisten a una conferencia. A continuación se desarrollan sus reflexiones al
respecto.
Todo público reacciona como una entidad psicosocial con modalidades propias
y diferentes de los individuos que forman parte de ese auditorio, considerados
aisladamente. Cuando la gente se congrega en grupos o asambleas, es
susceptible, en gran medida, de excitaciones emocionales y de contagio
emotivo.
Por último, todo orador ha de tener en cuenta que entre su público habrá gente
indiferente, remisos, retrógrados y, a veces, una cierta cantidad de personas en actitud
antagónica al orador. En el desarrollo de una conferencia, es muy probable que uno se
encuentre con tres categorías de oyentes:
10 |
Difícilmente se puede contentar plenamente a todos, en especial si se trata de un
público muy numeroso y heterogéneo.
El orador puede influir sobre el público, por persuasión o por autoridad o bien por una
mezcla de ambas, aunque, cuanto más adulto y maduro sea el auditorio, menor será la
influencia de autoridad.
Todo público merece el respecto del orador, quien de algún modo tiene ante él una
tarea pedagógica. Y esta tarea pedagógica implica una responsabilidad, expresada
fundamentalmente en preparar bien el tema y en desarrollarlo de la mejor manera
posible.
El orador puede influir sobre el público, por persuasión o por autoridad o bien
por una mezcla de ambas.
11 |
Por tanto, el orador debe saber que en un auditorio el sentimiento y la emoción priman
sobre la razón, ya sea que considere al público en general o a cada oyente como
individuo en particular.
Como consecuencia de ello, las reacciones del público no se explican sólo por las
palabras pronunciadas por el orador o conferenciante: en un auditorio puede
producirse un contagio afectivo, provocando emociones que se propagan (como por
contagio) rápidamente entre el público. Y conviene tener presente que estas
emociones (que pueden llegar a tener una elevada cuota de sugestibilidad) pueden ser
favorables o desfavorables al orador y al tema que está tratando.
Junto a las indudables ventajas y a la conveniencia de abrir el diálogo, hay que saber
que pueden presentarse algunos problemas: la reacción de aquellos que siempre
están en contra; la actitud de los "sabihondos" o "listillos" que señalan todo lo que
faltaba por decir y los análisis que no se han hecho. Aún cuando se sabe que en una
conferencia es más lo que no se dice que lo que se dice sobre un tema, no falta el listo
a quien le gusta "destacarse"; para ello, nada mejor que señalar lo que no se ha dicho.
A veces, con estas "observaciones" se tiene la intención de mostrar una cierta
superioridad sobre el orador.
12 |
Habrá, también, en determinadas ocasiones, aquellos que tienen animosidad u ojeriza
al conferenciante y procurarán que el acto termine de manera enojosa o con mal
sabor. A veces, el conferenciante se encuentra con una expresa voluntad de boicoteo.
En otras circunstancias, los que no simpatizan con el conferenciante se limitarán a
desplegar una "pantalla emocional" que tenderá a deformar lo que se dice o a
rechazarlo sin considerarlo.
Insistimos en este punto, que tiene una doble dimensión y su práctica tiene una doble
consecuencia:
13 |
Cuando se dialoga, no se busca "derrotar al otro" en una discusión, sino
encontrar juntos un trocito de verdad. No habrá dificultad, entonces, en
reconocer que uno se había equivocado, o en admitir un matiz o reajuste del
propio pensamiento, gracias a lo que ha permitido ver el otro.
Para el diálogo debe existir una "escucha activa" por parte de todos: cada uno
debe hacer "tangible" la recepción que ha hecho del mensaje del otro,
probando que ha entendido realmente y que ha entendido bien.
La retroalimentación orador/público/orador
Después de todo lo dicho, queda claro que, para un conferenciante u orador no basta
dominar el tema de la conferencia; tiene que lograr sintonizar con el auditorio. Se ha
dicho que esta sintonía es saber transmitir en la longitud de onda del o de los
interlocutores. Si esto no se logra, es imposible comunicarse realmente con el público.
Para lograr esta sintonía, el nivel en que transmite el emisor debe coincidir con el de
los receptores. Esto es válido tanto para las relaciones persona a persona, como para
las relaciones conferenciante-auditorio. Por eso se ha dicho (y con razón) que es
mejor bajar el nivel y ser entendido, que elevarlo y ser admirado. Si el conferenciante
"sintoniza" con el auditorio, tiene al público "en el bolsillo"; en caso contrario, se
frustran las expectativas del público, y los resultados de la conferencia serán más bien
pobres o deficitarios, aún cuando haya estado muy bien preparada.
14 |
El conferenciante habla y, mientras está hablando, el público reacciona de una
determinada manera. Por lo que el que habla debe estar atento a recibir las reacciones
del público y ajustar inmediatamente su intervención (en la medida en que pueda
hacerlo) conforme con cómo reacciona su público (o parte de él). Tiene que darse,
pues, una rápida retroalimentación orador/público/orador. Ésta es una cualidad de
todos los buenos conferenciantes, oradores y profesores: la flexibilidad, ductilidad y
rapidez para adaptar su mensaje a las reacciones del público.
Hable
Y, ahora, a PRACTICAR en público
Cierto día le preguntaron a George Bernard Shaw cómo había aprendido a hablar tan
bien en público. Él respondió: "De la misma manera en que aprendí a patinar: no me
importó nada hacer el ridículo hasta que aprendí."
El herrero se hace en la forja y el orador hablando.
Aunque olvidemos todo cuanto hemos leído hasta aquí, recordemos esto: el primer
método, el único método, el método que nunca falla para desarrollar la confianza en
nosotros mismos cuando hablamos en público consiste en... hablar. Todo el problema
se reduce a un sólo punto esencial: practicar, practicar, practicar.
LECTURA Nº 3
LaS herramientas para la comunicación oral
Adecuación
Ignacio Di Bartolo, en su libro „Para aprender a hablar en público‟ afirma que muchos
oradores, absortos en sus particulares intereses y sometidos por la presión de sus
propias ideas que consideran muy importantes, olvidan que se están comunicando con
personas cuyas inquietudes pueden resultar completamente distintas de las suyas.
Una estupenda conferencia, un discurso bien concebido, una reunión elaborada con la
mayor dedicación, pueden fracasar sólo porque al prepararse no se haya pensado
suficientemente en el destinatario del mensaje que se pretende comunicar, en su
15 |
capacidad intelectual y cultural, en su edad, aficiones y receptividad. Por no haber
evaluado cuidadosamente al auditorio y a su circunstancia.
Cuanto más sepa de su público, mejor podrá adaptarse el discurso a sus necesidades.
Su primera fuente de información es la persona que le pide que hable.
Necesita conocer los intereses de su auditorio y saber qué formación tiene acerca del
tema. Esto es muy importante cuando se trate de estudios técnicos en los cuales
puedan utilizarse palabras que son comprensibles para todos.
También deberá adecuar su disertación al tamaño de la sala. Cuanto más cerca tenga
a su público, más informal podrá ser su lenguaje y mayor atención se le prestará a sus
ideas. Si el público está lejos y disperso deberá hablar en un tono más alto, gesticular
más y usar sus ojos para "acercar" a los oyentes.
Di Bartolo también nos dice que en la práctica, cuando el orador es invitado a hablar,
debe tener muy claras cuáles son las preguntas que debe hacer antes de aceptar el
compromiso.
¿Cuándo?
¿Dónde?
¿Cuánto tiempo?
¿Cuál es el objetivo?
¿Cuántos son?
16 |
Al respecto el autor presenta las siguientes conclusiones: Con saber cuándo, veré si
llego. Al preguntar dónde, veré si debo. Si sé cuánto tiempo, veré si alcanza.
Evaluando el propósito, podré enfatizar lo que corresponde.
Sobre esta base puede decirse que hay tres tipos de público: el grupo de diez a veinte
participantes, el auditorio de más de treinta individuos y la multitud a partir de
quinientas personas. Aunque los límites no son precisos, ésta puede ser la base de
una diferenciación que es, de todos modos, fundamental.
17 |
quedan diluidas ante los parecidos y coincidencias: los compartimientos individuales
se reducen a un denominador común.
Por suerte o por desgracia, afirma Di Bartolo, según sea para mal o para bien, existen
pocos hombres que sepan arrastrar multitudes. Su falta se hace especialmente
sensible en el mundo religioso, político o sindical. Si miramos hacia atrás, volviendo
páginas de historia, notaremos que esos hombres suelen tener características
comunes. En particular es evidente en la mayoría una tendencia más o menos
marcada a la paranoia y una prodigiosa intuición de la expresión oportuna y acertada
en el momento en que hay que decirla, porque se encuentran en contacto real con el
inconsciente colectivo.
A través de una imagen gráfica, Gustavo Le Bon manifestó que la multitud no tiene
cerebro y que lo que hay que estimular es la médula espinal.
Por eso cada vez que un orador tiene que expresarse ante un público numeroso, de
un millar o más de personas, debe tomar conciencia de esa comunicación subyacente
no verbal, que existe entre él y el auditorio: éste no reacciona sólo a lo que dice clara y
expresamente, sino a todo lo que se sobreentiende.
A continuación tomamos a Ignacio Di Bartolo que cita a Juan Carlos Igareta sobre el
descubrimiento de algunas leyes, a saber:
18 |
El gran público es poco propenso a razonar sutilezas o comprender argumentos muy
intelectuales.
Si la multitud ve frustradas sus expectativas lo manifiesta sin pudor y con violencia. Así
también si ve satisfechas sus expectativas el líder tendrá al público "en el bolsillo".
Por esto, bien distintos deben ser también la forma y el fondo de lo que se les diga. La
palabra del orador ante un público pensante debe ser equilibrada, meditada,
inteligente. Respetuosa del individuo que ocupa cada uno de los asientos y consciente
de que tiene ante sí una mente razonante y crítica, con toda la autonomía suficiente
para refutar, discrepar y aún despreciar a quien pretenda ignorarlo como persona.
En realidad en la época actual hay muy pocas posibilidades de tener que hablar a una
multitud. Para bien o para mal, la televisión ha cambiado las costumbres seculares.
Nunca en la historia pudo hablarse a tanta gente de la forma aparentemente tan
sencilla como se hace ahora desde un estudio de televisión.
Es probable que nunca como orador nuestra audiencia haya sido tan numerosa como
cuando hablamos por televisión. Sin embargo el tono de nuestra palabra debe ser
cuidadosamente coloquial, con la naturalidad de estar conversando en una reducida
reunión social. Y eso es ni más ni menos lo que ocurre. Quien detiene el control de su
19 |
televisor en el canal donde usted se encuentra, lo está invitando a sentarse en su
casa, junto a su familia o sus amigos.
Si tuviera ahora que elegir tres cualidades esenciales para triunfar frente a una cámara
de televisión, diría sin lugar a dudas: brevedad, cordialidad y credibilidad.
No trate de deslumbrar
Una poderosa razón por la que un actor puede entretener está en la manera en que es
capaz de interpretar los sentimientos de su personaje. El verdadero orador nunca
actúa, transmite lo que siente y de esa forma llega al corazón de quien lo escucha. Si
tiene entusiasmo, transmite interés. Y si una emoción lo embarga, el auditorio la
comparte y lo acompaña. El escollo principal para esa comunión espiritual es el natural
pudor de manifestar nuestros sentimientos.
20 |
No reprima sus verdaderos sentimientos. Si domina el tema, si le entusiasma una idea,
muéstrela sin temor. Déle vida a sus palabras, transmita con ese fuego sagrado que
las hace valiosas, importantes, interesantes. El tiempo vuela para quien escucha a un
orador entusiasta.
No habrá fórmula más sencilla para quien escucha aburrido, que cortar
subrepticiamente la comunicación y dejar al orador hablando solo, mientras se libera el
pensamiento para que vuele por horizontes más divertidos o por lo menos más
importantes, ("zapping mental")
Es evidente que la comunicación entre los humanos se establece a dos niveles: uno
visible, el de las palabras pronunciadas; otro secreto, el de las intenciones profundas.
La intelectual y lo afectivo.
Afectividad es la palabra que emplean los especialistas para designar todos los
fenómenos no verbales de la comunicación. A esos extraños y complicados procesos
que acercan o rechazan a la dupla auditorio-orador, es que resulta importante enfatizar
en esta circunstancia.
La experiencia demuestra que este último, aunque dice las mismas palabras amables
y corteses que los otros, suscita la antipatía del público encuestado. Y no pocas veces
su irritación.
¿Qué queremos decir con "simpático"? Pocas palabras hay de uso tan general cuyo
significado sea tan impreciso. Busqué la palabra en el Diccionario de la Real Academia
Española y dice: "Conformidad, inclinación o analogía de una persona, respecto de los
afectos o sentimientos de otra”.
21 |
Modo de ser y carácter de una persona, que la hacen atractiva o agradable a los
demás". Lograda definición. Interpreto que para que el orador sea simpático a su
público debería buscar que éste sienta inclinación o analogía por sus afectos y sus
sentimientos.
Volvamos a lo nuestro. Hemos analizado todas las condiciones que debe reunir un
orador y su conferencia para perfeccionar su elocuencia. En el lugar del público, le
pedimos también a ese orador que nos entretenga, que nos haga llevadera y
agradable nuestra a veces pesada responsabilidad de escuchar, entender y aprender.
Del otro lado de la tribuna, formando parte del a veces sacrificado y anónimo
conglomerado de individuos que forman el auditorio, le aconsejaría al orador:
Trate de ser simpático y de hacernos vibrar con su propia vibración. Piense en quien lo
está escuchando, en sus afectos, en sus sentimientos, en sus necesidades. Muéstrele
honesta y sincera apreciación.
Ron Hoff es uno de los formadores de conferencistas más importantes de los Estados
Unidos. Él llama a este sentimiento de aproximación entre el presentador y el público
un "momento perfecto", que se da en algunas circunstancias. Como si ambos hubieran
compartido una experiencia trascendente en sus vidas que ocupará un lugar
permanente en sus memorias.
LECTURA Nº 4
El lenguaje
22 |
¿Cómo podemos hablar como hablamos?
Sobre el nacimiento del lenguaje mucho se ha dicho y escrito, pero nadie lo sabe a
ciencia cierta.
¿Está inscripto en nuestra biología? No. El niño lobo tenía todos los atributos
biológicos como para hablar, pero no hablaba, porque el lenguaje no es un atributo
determinado por la posesión de ciertas características anatómicas.
El autor propone tres grandes líneas que tratan de explicar el origen del lenguaje
humano, la religiosa, la evolutiva y la social. A continuación se despliegan las
proposiciones del autor.
Todas las religiones explican el lenguaje humano como un atributo de los dioses al
hombre. Así los griegos creían que era un regalo de Júpiter, dios de dioses, a los
hombres, para que se comunicaran, para que vivieran en sociedad y se
comprendieran. En el antiguo Egipto se creía que el lenguaje fue creado por el dios
Thoth; según el hinduismo el lenguaje es obra de Sarasyati.
En la tradición judeo-cristiana, Jehová creo la luz mediante la palabra, Dios dijo "que
exista la luz y hubo luz" (3° versículo del capítulo primero del "Génesis", Antiguo
testamento). San Juan Evangelista es más directo "en el comienzo fue el verbo (la
palabra) y el verbo estuvo en Dios y "el Verbo era Dios" (San Juan 1.1) También en
estos relatos se acepta que Adán fue quien le dio el nombre a las cosas.
2º Hipótesis evolutiva
A comienzos del siglo XIX, Charles Darwin postuló la teoría de la evolución, según la
cual el ser humano proviene por evolución selectiva de un animal, posiblemente de
algún tipo de simio.
23 |
Estas teorías tratan de explicar exclusivamente el lenguaje articulado (la palabra), sin
embargo, como veremos más adelante el lenguaje humano se define por su
naturaleza simbólica y no por su naturaleza oral (fónica).
En este camino hay autores como Eric Lenneberg, quien cree que fue necesaria una
evolución neurológica para la aparición del lenguaje. Así unos de los cambios
principales sería la "lateralización" cerebral, es decir asignar tareas específicas a cada
hemisferio cerebral. En todos los animales ambos hemisferios cumplen funciones
idénticas. El lenguaje es función del hemisferio izquierdo.
3° Hipótesis social
24 |
obstáculos sin tener conciencia que lo hace, mata al animal y lo
devora.
Bustamante hace una distinción entre lenguaje y palabra, afirma que el lenguaje es un
producto de nuestro cerebro, de su actividad neuronal. En él se forman nuestras ideas,
pensamientos, en forma de lenguaje. Sin lenguaje no hay ideas ni pensamientos. La
palabra es la enunciación oral (fónica) del pensamiento a través de nuestros órganos
de la voz.
25 |
Y según Nietzsche: "El hombre vive en el
lenguaje".
¿Por qué la necesidad del lenguaje? Se pregunta el autor y sus postulados son los
siguientes:
Posiblemente el lenguaje nació para que los hombres puedan coordinar acciones
(cazar, recolectar, defenderse). Por ello decimos que su origen es social no sólo
biológico. Obviamente necesitamos además las estructuras anatómicas para hablar.
El lenguaje fue primero externo, para lo social, para el trabajo compartido, para las
relaciones interpersonales, luego como un verdadero bumerang se volvió al mismo
hombre, se internalizó, se hizo subjetivo.
Primero hablamos con los demás, luego con nosotros mismos y esto cambió al
hombre. Por ello decimos que el hombre creó el lenguaje y el lenguaje creó al
hombre.
Sin lenguaje no hay hombre ni sociedad.
Pero este modelo tiene un error conceptual muy importante. Este modelo está tomado
de la comunicación electrónica. En esta comunicación "el sentido" del mensaje no es
significativo para el receptor. Todo lo que se pide de él es fidelidad en la reproducción
del mensaje, tanto oral como visual. Así puede reproducir con la misma fidelidad una
imagen del Papa hablando en Roma, que un partido de foot-ball. En cambio en la
comunicación humana el "sentido" del mensaje es esencial. Este sentido del mensaje
está ligado a un tema muy significativo, la escucha humana.
26 |
Oír es un fenómeno biológico relacionado con la estructura de nuestro órgano auditivo.
Por lo tanto oímos lo que nuestra estructura biológica nos permite oír. Escuchar tiene
otro espacio es oír más interpretar.
"Juan no me escucha"
"Mi hijo no me escucha"
"Mi jefe no me escucha"
Estar abiertos, atentos a este fenómeno nos puede cambiar nuestra vida y puede
cambiar nuestra relación con nuestros familiares, amigos y en nuestro trabajo.
Esto ocurre porque en la comunicación humana no existe una estructura biológica que
capte fielmente el mensaje emitido, por el contrario existen estructuras mentales,
psíquicas, que actúan como verdaderos filtros, como pantallas deformadoras entre lo
que dice el emisor y lo que escucha el oyente.
Esas pantallas o filtros están formados por nuestras historias personales, nuestros
paradigmas, nuestros miedos. Esos filtros vienen desde el pasado, por lo cual, o bien
no dejan pasar cierta información o la dejan pasar pero deformada.
La mayor parte de la gente no escucha para comprender sino para contestar. Lo filtran
todo a través de sus propios paradigmas, leen su autobiografía en las vidas de las
otras personas y dicen:
27 |
Dado que no es el hablar sino el escuchar lo que confiere sentido a lo que decimos, la
escucha es la que dirige todo el proceso de la comunicación.
Además, dice Bustamante que se puede escuchar aunque no haya sonido o palabras,
por ejemplo:
Él dice: "me quieres"
Ella: silencio
Él puede "escuchar" el silencio como una negación.
Se puede escuchar de varias formas, con distinto compromiso ante el habla del otro.
El autor propone varias formas de considerar la escucha:
Ignorando
Fingiendo escuchar. "Sí", "ya", "correcto"
Escucha selectiva. Una especie de "zapping" mental.
En forma "inclusiva" (aceptando escuchar, sin prejuicios, ni
preconceptos)
Escucha "exclusiva" (cerrándose a todo lo que se dice)
Escucha "dialógica"
Esta es la forma ideal de escuchar, es ponerse en lugar del otro, "es ponerse en sus
zapatos". La base para la escucha empática es el respeto mutuo. Si no aceptamos al
otro como un legítimo otro, si no aceptamos la alteridad, si no se respetan las
diferencias individuales, la escucha estará siempre limitada y se obstruirá la
comunicación entre los seres humanos.
Cada vez que ponemos en duda la legitimidad del otro, cada vez que nos plantamos
como superiores al otro, sobre bases de color de piel, religión, sexo, estado social o
cualquier otro factor que podamos utilizar para Justificar posiciones de egocentrismo,
28 |
etnocentrismo o chauvinismo cada vez que presumamos que nuestra particular forma
de ser es la mejor manera de ser, nuestra escucha se resentirá y daremos paso al
dogmatismo, al extremismo y al fundamentalismo.
En la escucha empática uno escucha con los oídos, pero también con el corazón. Las
personas que saben escuchar, son personas que se permiten interpretar
constantemente lo que la gente a su alrededor está diciendo y haciendo.
Para escuchar debemos permitir que los otros hablen, pero también se debe
preguntar. Estas preguntas nos permitirán comprender los hechos y emitir juicios bien
fundamentados.
Para escuchar una persona debe "abrirse", sin esta clase de apertura no pueden
existir relaciones humanas efectivas o genuinas. Creemos que estamos escuchando al
otro (es una fantasía), nos estamos escuchando a nosotros mismos.
Creo que con estos conocimientos sobre la escucha, todos compartiremos el concepto
que el no saber escuchar es la mayor fuente de los malentendidos entre los seres
humanos y por lo tanto posiblemente el origen de las desavenencias e incomprensión
entre los hombres.
Hemos realizado un rápido viaje a esa historia del origen del lenguaje, historia que se
desarrolló a lo largo de miles de años, por la cual el hombre se hizo humano. Qué
largo camino, camino maravilloso e incomprensible que permitió a ese ser casi
29 |
humano, desde la visión de la "huella del bisonte" llegar a permitirle el pensamiento
abstracto de un Einstein o un Borges.
El autor, en el libro „Para aprender a hablar en público‟ también trata del mundo de la
Filosofía.
Esta forma de pensar el mundo se extendió por siglos, así en el 1700 si máximo
exponente fue Rene Descartes, cuyo pensamiento respecto a tema queda claramente
expresado en su frase "Cogito ergo sum" (piense luego existo).
Una de sus premisas fundamentales son "los seres humanos son seres lingüísticos" y
otra igualmente básica dice: "El lenguaje crea realidad".
30 |
Si yo le digo a ustedes "tráiganme el bisturí de Orban que está sobre el escritorio",
salvo que alguno sea odontólogo ninguno podrá hacerlo, aunque el instrumento esté a
la vista de todos. Pero si se los muestro y les digo: "esto es un bisturí de Orban", éste
comienza a existir para ustedes. El lenguaje es por lo tanto generativo.
Un ejemplo más del poder generativo del lenguaje se observa cuando un juez a través
de su sentencia dice "culpable" o "inocente". Sus palabras cambian drásticamente la
vida de la persona juzgada. La culpabilidad o la inocencia no existen en el mundo real,
sólo en el de la palabra.
Los actos lingüísticos se realizan en todos los idiomas y por lo tanto son inherentes al
lenguaje humano. Estos actos son:
Las afirmaciones
Las declaraciones
Los juicios
Las promesas
El autor afirma que se dedicará a dos de ellos, las afirmaciones y los juicios, los que
considera más significativos para nuestras vidas, sin dejar de reconocer el valor de
todos ellos. Al respecto expone lo siguiente:
Fue para mí muy importante diferenciar entre ambos actos lingüísticos, ya que su
cabal comprensión e introducción de ellos en la escucha permitirá reducir la fuente de
malos entendidos.
31 |
Pero observemos ahora la otra frase. Juan es un buen orador. Alguien podría no estar
de acuerdo con lo que he dicho y decir "a mí no me gusta" o "no es un buen orador".
Todas ellas son opiniones, no son ni verdad ni mentira, a lo sumo podrán ser
fundamentadas o no fundamentadas.
Si me preguntan por qué creo que Juan es buen orador, yo podría decir porque lo
escuché varias veces y además siempre los comentarios fueron positivos. He
fundamentado mi juicio. En cambio, si contestara "lo escuche una vez y me gustó", el
juicio no estaría fundamentado.
El gran problema con los juicios estriba en el hecho de que mucha veces los juicios
son considerados afirmaciones (verdaderos o falsos) esta visión equivocada de los
juicios es fuente de innumerables malentendidos y fuente de enojos, peleas,
discusiones entre los hombres.
Heidegger dice: "Los seres humanos viven enjuiciando". Los juicios se afirman en el
pasado y se extienden hasta el futuro. Por ello se debe ser muy cauto al emitirlos. Los
juicios hablan de quien los emite.
Los seres humanos viven enjuiciando. A mi juicio y es sólo eso, "mi juicio", el
reconocimiento de las diferencias entre una afirmación y un juicio podría ser el punto
de partida para un mejor entendimiento con nuestra pareja, con nuestros hijos, con
nuestros compañeros y con todos aquellos que comparten nuestra vida. Hemos
realizado un rápido recorrido al mundo del lenguaje, ese mundo maravilloso, mágico,
que recorremos sin enteramos, sin darnos cuenta.
32 |
LECTURA Nº 5
Reuniones de alta productividad
El autor afirma que no cambiaría nada en esta definición, que contempla todos los
aspectos que permiten reunir las características de una reunión ideal. Sin embargo, la
realidad nos dice que es preciso hacer algunos agregados y modificaciones para
adaptar esta definición al contexto y a la dinámica actual de trabajo.
Adoptar un método de trabajo suele ser tema de discusión y una de las causas
más comunes por las que el objetivo principal se pierde de vista. Muchas veces
la demora es generada intencionalmente para dejar sin efecto el encuentro.
33 |
Ceriani propone definir Reunión, incorporando conceptos básicos de trabajo en equipo
y reconociendo factores de la coyuntura a los cuales deberemos adaptamos.
Nuestra definición sería entonces la siguiente:
La sala de reuniones no tiene cuerdas ni piso blando. Tampoco referí o tribunas con
hinchas que lo aplaudan ante un buen golpe o lo abucheen si cae sobre la arena. Si
34 |
usted así lo piensa le aseguro que sus aportes y el resultado de los mismos serán
mucho más beneficiosos si se despoja de semejante carga emocional.
Las salas de reuniones están hechas para trabajar. Las personas se reúnen para
resolver problemas, informar o hasta para persuadir, pero de ninguna manera para
entablar una lucha de poderes aunque implícitamente esto exista.
los participantes pueden intervenir tomando un riesgo, es decir, sin miedo a ser
golpeados por eso.
Andrew Groove, CEO de Intel durante su histórica migración desde el negocio de las
memorias a los procesadores, escribió en su libro „Sólo los Paranoides Sobreviven’, al
referirse a la productividad de las reuniones que él y su equipo debieron llevar a cabo
en el punto más trascendental de la historia de la compañía:
El foco debe estar sobre el tema a tratar y nuestra vehemencia y entusiasmo para
intervenir debe ser transmitida, interpretada y adoptada como un aditamento propio del
intercambio y nunca enfocada sobre las personas.
Es muy común perder el rumbo durante el desarrollo de una reunión. En la medida que
los temas son tratados y se hace mención de diferentes aspectos que relacionan áreas
y responsabilidades, los participantes transitan un camino en el que es muy fácil verse
35 |
afectado o alterado por comentarios de algún participante. Podemos estar
concentrados en el objetivo principal, pero nuestro orgullo y amor propio seguramente
enviarán señales de alerta a nuestro cerebro cuando durante el desarrollo se objete,
aunque en una mínima parte, nuestra labor.
Un participante que busca evolucionar junto al grupo debe estar preparado para
cambiar de parecer si descubre que una nueva idea es la correcta, sin por esto ser
tildado de inconsistente. Esto proveerá al encuentro de mayor productividad y evitará
los vicios que le impiden al participante abandonar una idea por otra.
36 |
una nueva idea es la correcta, sin por esto ser tildado de
inconsistente.
¡Eso es! Así es como debería ser en todos los casos pero, sin ser terminante y muy a
pesar mío, me animo a decir que la gran mayoría de las veces las decisiones se ven
trabadas por la falta de consenso, es decir, falta de tolerancia, apoyo o
acompañamiento y obligadas a ser liberadas por un proceso de votación. Es decir, se
fija una expectativa de acuerdo total y ante el disenso, se vira el timón bruscamente
hacia un método de desempate.
Lógicamente de esta forma será muy difícil lograr consenso en la sala de reuniones si
concebimos a éste como el hecho de compartir posiciones, más aún considerando que
la toma de decisiones es la orden del día y ésta constituye el objeto de reunión que
más interacción requiere y en el que mayor número de componentes emocionales y
personales entran en juego.
Un participante con una actitud positiva hacia el trabajo de equipo y con la conciencia
y la responsabilidad que implica encarar un objetivo común, debe poder lidiar con una
situación de diversidad de opiniones y acompañar incluso desde el disenso la decisión
del grupo. Es decir, debemos entender y comunicar el verdadero significado de la
palabra consenso para formar participantes que ingresen a la sala de reuniones
aceptando previamente que no siempre es posible obtener acuerdo total sobre un
mismo tema y que sin tener que arribar a un escenario de votación, deben valorar los
aportes realizados y acompañar positivamente la decisión del grupo, es decir, un
participante debe sostener su visión pero también aceptar el hecho de que no logre el
acuerdo del grupo y adoptar la una nueva decisión con el mismo nivel de compromiso
que hubiese tomado si la respuesta hubiera sido acorde con la planteada por éste.
37 |
objetivo común, debe poder lidiar con una situación de diversidad
de opiniones y acompañar incluso desde el disenso la decisión del
grupo.
Del disenso surge la mejor solución. Debemos convivir con él con naturalidad.
Como dice Roberto Serra, una orquesta en la que cada uno de sus músicos ensayara
por separado, aún bajo el mando del mejor director, nunca sonará tan bien al reunirse
como una que lleve mucho tiempo tocando junto en la que los músicos llegan a
conocerse y a entenderse sin hablar siquiera.
38 |
La departamentalización de una empresa u organización en forma funcional reduce la
dinámica de la misma, por la pérdida de interconectividad y complementariedad. Las
empresas cada vez más tienden a departamentalizar por procesos, en los que cada
proceso es un sistema completo, sin fragmentación y de esta forma aumenta la
dinámica de la organización.
El reconocimiento de las redes implica darle prioridad a las relaciones que surgen de
la interacción entre los nodos más allá de los nodos en sí mismos. En una red, cada
miembro agrega valor a toda la red.
La combinación del valor aportado a la red desde el lugar funcional que cada
participante ocupa genera el efecto sinérgico que toda organización busca. Esto debe
darse también en la sala de reuniones.
El aporte de cada participante es el mejor input que puede tener una reunión. Para que
esto se vea materializado, debemos encarar el encuentro con seriedad y
responsabilidad.
39 |
Prepararse previamente sobre el tema a tratar debería ser un acto reflejo en cada uno
de nosotros como integrantes de reuniones productivas. Si la reunión es convocada
correctamente, usted debe conocer con mucha anticipación el propósito de la
convocatoria, los temas a tratar durante la misma y los resultados esperados.
En una organización es inevitable que exista afinidad entre las personas, es decir, las
relaciones no son estrictamente formales y se desarrollan distintas variantes que van
desde la relación más básica hasta grandes amistades. Lógicamente, tener buenas
relaciones interpersonales es un requisito básico para cualquier trabajador hoy en día,
considerando que debe relacionarse constantemente con el resto de la organización
para obtener recursos y desarrollar de la mejor forma la tarea que se le ha
encomendado.
Ahora bien, si aceptamos que éste es un factor positivo en el trabajo diario debemos
reconocer que puede ser muy improductivo cuando condiciona el accionar de las
personas. Durante el desarrollo de una reunión es absolutamente probable que
nuestro aporte cuestione o ponga en riesgo o evidencia la labor de otro participante
por quien tenemos un respeto y aprecio especial y es tan probable como lo anterior
que evitemos intervenir cuando es esta persona la que puede verse afectada. Por otro
lado, es común escuchar a personas que reclaman a sus pares cuando se ven
expuestos por sus intervenciones. Esto atenta contra el proceso de mejora continua
que se quiere lograr y nos enfrenta nuevamente a la limitación del desarrollo
productivo por un factor emocional que no es más ni menos que evitar poner en riesgo
la relación que nos une a esa persona omitiendo presentar nuestra opinión por más
valiosa que ésta fuera.
Definitivamente, debemos hacer algo con esto. El costo de no hacerlo puede ser muy
alto o yo diría que exponencial, considerando que los participantes rara vez sean
completos extraños, por no aventurarme a decir nunca.
"Nada que ver con el amor", solía decirme Marcelo Aguirre, colega y amigo, quien jugó
un papel preponderante en mi formación profesional.
40 |
Cada vez que detectaba un error en mi trabajo, hacía la observación pertinente
señalando a modo de elemento neutralizador: "Quédate tranquilo, ¡nada que ver con el
amor!"
El mensaje es muy claro más allá del elemento humorístico; sostenía: "Estamos
trabajando y disentir es un componente natural que nada tiene que ver con el respeto
por el otro y que no pone en tela de juicio el prestigio profesional".
Debemos instruir a cada participante con esta noción. Disentir, observar, objetar o
discutir no deben confundirse con pelea, agresión o cuestionamiento. Un buen
participante debe interactuar libremente con el objeto Principal de la reunión como
único propósito. Debe aportar sin restricciones y aceptar cualquier tipo de aporte no
tomando nunca como personal cualquier observación que se le realice y que cuestione
su función entendiendo que quien la realiza sólo lo hace en búsqueda del objetivo
principal. Por favor, no piense que estoy obviando el hecho de que en varias
oportunidades las personas intervienen sólo con el objeto de desprestigiar a otros.
Esto sucede y a diario pero creo también que éste es el mejor camino para neutralizar
a ese tipo de participantes.
Síntesis
En este módulo los temas principales que vimos son el auditorio, el público según
Ander Egg, las herramientas indispensables para la comunicación oral, la adecuación
y las reuniones de alta productividad.
En la primera lectura se mostraron los elementos que hay que tener en cuenta a la
hora de hablar frente a un público: quién y por qué escucha mi mensaje, propósitos del
orador, estilo de la intervención y el lenguaje.
En la segunda lectura conocimos las opiniones sobre Ander Egg con respecto al
auditorio. ¿Qué se tiene que conocer acerca del auditorio?, características comunes
de casi todos los públicos, el auditorio y los fenómenos de Psicología de Masas, el
diálogo o coloquio posterior a la conferencia y la retroalimentación
orador/público/orador.
En la tercera lectura se analizaron las herramientas para la comunicación oral que son
la adecuación; tener claro cuándo, dónde, cuánto tiempo, cuál es el objetivo, quiénes
forman el auditorio, cuántos son y la capacidad de entretener.
En la cuarta lectura el autor propone tres grandes líneas que tratan de explicar el
origen del lenguaje humano, la religiosa, la evolutiva y la social. Además reflexiona
sobre el Escuchar, definiéndolo como un aprendizaje que pertenece al dominio del
41 |
pensar, analizando particularmente la Escucha empática. También se abordan los
actos lingüísticos, haciendo hincapié como el autor, en las afirmaciones y los juicios.
En la quinta lectura se vieron las reuniones de alta productividad que se piensa como
una herramienta de comunicación y productividad. Se describieron los principios de
una participación productiva que son los siguientes: sea duro con el problema, blando
con las personas; haga foco en el objetivo principal de la reunión; la búsqueda del
consenso aún desde el disenso; cultura de trabajo en red, no fragmentado;
comprométase a dar su mejor aporte ¡siempre!; el cariño y el respeto profesional
nunca están en duda.
Para la profundización de todos los conceptos vertidos en esta unidad, Ud. deberá leer
los siguientes capítulos de la bibliografía obligatoria
ANDER-EGG, Ezequiel; AGUILAR, María José. Para aprender a hablar en público. Parte IV. El
público o auditorio.
42 |