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Qué es un monólogo?

El monólogo se define como el discurso de una persona, donde el personaje


que habla no se dirige directamente al interlocutor con el propósito de
obtener una respuesta, distinguiéndose así del diálogo por la ausencia de
intercambio verbal y por la importante extensión del parlamento,
separable del contexto dialógico.

Características del monólogo


Como características propias podemos encontrar:

1. Los cambios de dirección semántica (propios del diálogo) se limitan a


un mínimo que asegure la unidad de lo enunciado.
2. Suele ser percibido como poco verosímil, por lo que en determinados
tipos de textos se reducen a algunos usos indispensables.
3. A veces suele considerarse estático para una parte de la audiencia,
por ello hay que cuidar mucho su puesta en escena.
4. El monólogo también revela rasgos dialógicos (por ejemplo cuando el
personaje evalúa su situación dirigiéndose a un interlocutor
imaginario).
El Yo emisor y el Yo receptor del monólogo
Existe dentro del monólogo un Yo emisor y un Yo receptor. El Yo receptor
es necesario para dar significado a la enunciación del Yo locutor. A veces el
Yo locutor interviene con una objeción, una pregunta, una duda, etc.

Tipos de monólogos en teatro


Según la función dramática pueden ser:

 Técnico: es un relato en el que el personaje presenta acontecimientos


pasados o que no pueden representarse directamente.
 Lírico: Momento de emoción en un personaje, que se deja llevar por
sus confidencias.
 De reflexión o de decisión: El personaje se enfrenta a una situación
delicada, se presenta a sí mismo los argumentos y contraargumentos
de su conducta.
 Interior: El personaje lanza en desorden y sin preocuparse de una
lógica, los pensamientos que pasan por su mente, (suelen ser
fragmentos de frases, oraciones inconclusas.) con ello se suele buscar
mostrar el desorden emotivo o cognitivo de su conciencia).

Del correcto desarrollo del monólogo interior llegamos al Soliloquio.

El soliloquio ¿Qué es?


El soliloquio es el discurso que una persona mantiene consigo misma.
Gracias a él, el personaje puede exteriorizar, mediante una convención
teatral, lo que de otro modo se mantendría en el desconocimiento del
espectador. Se puede dar en momentos de búsqueda de sí mismo, y releva
al espectador el alma o el subconsciente del personaje de manera mucho
más clara que el monólogo interior.

Ejemplo de monólogo en teatro


Como ejemplo de monólogo, uno de los más conocidos, es el que
representa Hamlet en la obra del mismo nombre de Williams Shakespeare:
“Ser o no ser, he aquí la cuestión. ¿Qué es más elevado para el espíritu, sufrir los golpes
y dardos de la insultante fortuna o tomar armas contra el piélago de calamidades y,
haciéndoles frente, acabar con ellas? Morir…, dormir; no más ¡Y pensar que con un
sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la
herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente apetecible! ¡Morir… dormir,
tal vez soñar! ¡Si, ahí está el obstáculo! Pues es forzoso que nos detenga el considerar
qué sueños pueden sobrevivir en ese sueño de la muerte, cuando nos hayamos liberado
del torbellino de la vida.

¡Esta es la reflexión que da tan larga vida al infortunio! Pues ¿Quién soportaría: los
ultrajes y desdenes del mundo, los agravios del opresor, las afrentas del soberbio, los
tormentos del amor desairado, la tardanza de la ley, las insolencias del poder y los
desdenes que el paciente mérito recibe del hombre indigno, Cuando uno mismo podría
procurar su reposo con un simple estilete?

¿Quién querría llevar tales cargas, Gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa,
Sino fuera por: Temor a algo tras la muerte, la ignorada región de cuyos confines
ningún viajero retorna, temor que desconcierta nuestra voluntad y nos hace soportar
los males que nos afligen antes de lanzarnos a otros que desconocemos? Así la
conciencia nos vuelve cobardes a todos y así el primitivo matiz de la resolución
desmaya con el pálido tinte del pensamiento, y las empresas de gran aliento o
importancia, por esa consideración, tuercen su curso y pierden el nombre de acción.
October 21, 2014

MONÓLOGO DE LA AUTOESTIMA
Querida, Luna:

¿Cuándo fue la última vez que te miraste al espejo con detenimiento? ¿Cuándo fue la
última vez que te miraste y, en vez de ver defectos, lo que viste fueron tus atributos?
¿Existirá un espejo para mirar nuestro interior? Sé que eso es lo que nos hace falta; ese
espejo que nos permita ver más allá de nuestra apariencia física. Lamentablemente, Luna,
todavía no han inventado tal tecnología… probablemente nunca lo hagan. Pero te tengo una
solución: tus acciones. Sí, tus acciones son un espejo de tu interior. Sé que necesitas una
conversación honesta. Amiga, lo que necesitas es unas cuantas conversaciones de esas que
no te encantan, de esas que te sacan de la zona cómoda, de esas que te incomodan.

¿Cuántas veces te enojas por cosas insignificantes? ¿Te has preguntado el porqué de ese
enojo? Es hora de que te confrontes. Luna, ¿tienes heridas? ¿Por qué prefieres guardarlas?
¿Sabes que si no las atiendes ahora, luego será más difícil curarlas? ¿Qué situaciones te
llevaron a construir una muralla? ¿Piensas que eso te protege? Ciertamente, no te expones
ante la amenaza de un posible corazón roto; pero tampoco te das la oportunidad de conocer
a un gran amor. ¿Crees que es un milagro que te quieran? ¿Por qué? ¿Quién te hizo creer
que no vales lo suficiente para que un hombre invierta su tiempo en conocerte?

Luna, abre tu corazón. ¡Vales la pena! De hecho, ¡vales la alegría!, ¡vales el esfuerzo!
¿¡Cuándo vas a comenzar a creer los halagos que te dicen!? ¡Comienza ahora! Nunca pidas

perdón por ser tú. Aprend e a aceptarte tal cual eres. Sí, tienes defectos…
muchísimos. Sin embargo, también tienes muchísimas virtudes. Entiende que cuando te ves
más linda es cuando hablas de lo que te apasiona. ¿Quieres hablar de amor? Habla de amor.
¿Quieres hablar del cautiverio de las orcas en SeaWorld? Habla sobre ello. ¡Incomódate
ante las injusticias del mundo! Que esa incomodidad te mueva a hacer algo por tu derredor.
Solo recuerda actuar como Jesús lo hubiese hecho. ¡Vive, Luna, vive! Me encanta cuando
ríes a carcajadas sin inhibición alguna. Así que sonríe, ríe, llora, habla, acciona, sé
misericordiosa, apasiónate, conviértete en un verbo. Todo este conglomerado se llama
vivir.

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Recuerda, que la hermosura de tu interior se refleja en tu exterior. Yo sé que nunca te


conformas, y por eso lo recalco: “NUNCA TE CONFORMES”. Pero, ¿sabes qué es lo más
importante? Dios. Sigue buscándolo. Nunca, pero nunca de los nunca te despegues de Él.
Al contrario, anhela siempre más de Él. Quéjate con Él, habla con Él, quebrántate con Él.
Que Dios sea al primero que recurras siempre. Cuéntale tus anhelos, cuéntale tus miedos.
¿Te ha fallado alguna vez? No, ¿verdad? Pues entonces, deja que te continúe dirigiendo sin
dar marcha atrás.

Un beso cibernético,

Tu autoestima

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