Los modelos atómicos son representaciones teóricas de la estructura atómica utilizadas para explicar las propiedades del átomo. Algunos de los modelos atómicos son el modelo atómico de Dalton, modelo atómico cúbico o de Lewis, modelo atómico saturnino, modelo de Thomson, modelo de Rutherford, modelo de Bohr, modelo atómico de Sommerfeld y modelo mecánico cuántico. Los avances científicos que se han sucedido en el tiempo han permitido ir descartando algunos de ellos en pro de los más coherentes. Aun así, cada modelo aportó una serie de ideas que, aún hoy, permiten a otros profesionales avanzar hacia una escala de conocimiento mayor. Qué son los modelos atómicos Todos los modelos atómicos son representaciones teóricas de la estructura atómica utilizadas para explicar las propiedades del átomo. Debido a la imposibilidad de que un solo modelo explique por sí mismo la configuración estructural del átomo, muchos son complementarios. Por tanto, algunos se mantienen como hipótesis probables para explicar ciertas propiedades específicas de las partículas elementales. Línea del tiempo de los modelos atómicos El término átomo ya existía en la Antigua Grecia como una unidad indivisible que conformaba todas las manifestaciones de materia. A pesar de ello, esta definición promovida por los filósofos Leucipo y Demócrito no fue objeto de exhaustivo estudio hasta el siglo XVIII. No obstante, otros científicos y filósofos medievales cómo Avicena o Santo Tomás de Aquino desarrollaron la idea del átomo. Por su parte, el español Ramón Llull, apoyó la teoría del átomo indivisible y añadió que su transformación en otro elemento era posible a través de los procesos químicos. Sin embargo, ni la época ni la tecnología eran compatibles con los avances que sí se dieron en siglos posteriores. En 1780, Antoine Lavoisier y Marie Anne Pierrette Paulze desarrollaron las teorías antiguas de Empédocles sobre la composición elemental de la materia y descubrieron la existencia de 55 elementos fundamentales, y no 4 como defendía el filósofo griego. Sus descubrimientos sobre las partes elementales de diferentes sustancias asentaron las bases de los modelos atómicos posteriores, sobre todo en el ámbito químico. Esto nos dirige hacia todos los modelos atómicos aquí representados comenzando por el modelo atómico de Dalton y siguiendo por el modelo atómico cúbico o de Lewis, modelo atómico saturnino, modelo de Thomson, modelo de Rutherford, modelo de Bohr, modelo atómico de Sommerfeld y modelo mecánico cuántico. Modelo atómico de Dalton El modelo atómico de Dalton defiende que los átomos de un elemento concreto tienen las mismas propiedades y masa atómica, diferenciándolos de cualquier otro elemento. Además, se combinan para formar compuestos más complejos. Según Dalton, los átomos pertenecen a una unidad de materia indivisible, que se transforma en las sucesivas reacciones químicas sin llegar a destruirse, coincidiendo con la opinión del matrimonio Lavoisier. Frente a estos postulados, el modelo atómico de Dalton plantea una serie de dificultades. En primer lugar, no considera la existencia de partículas subatómicas como los protones. Su teoría no explica la existencia de isótopos, elementos con diferente número de neutrones y por ende de masa atómica. Lo mismo ocurre con la existencia de iones o con la naturaleza química de los enlaces. Modelo atómico cúbico o de Lewis La propuesta atómica de Lewis consiste en un modelo cúbico estático cuyos electrones son capaces de formar pares de unión durante los enlaces atómicos. Este modelo introduce la importancia del número de electrones en la periodicidad química y otras propiedades de los elementos químicos. Su concepción se basaba en el enlace del par de electrones compartido, donde un electrón podía estar en la misma capa exterior de otros elementos diferentes, lo que supone implicaciones importantes en los mecanismos de reacción y en el enlace químico de la física cuántica. Por otro lado, el modelo atómico de Lewis es una interpretación simple de la realidad estructural del átomo que no contempla conceptos como la polaridad, tan íntimamente relacionada con las propiedades físicas y químicas de las sustancias. De la misma forma, excluye de su explicación la geometría molecular y la interacción entre los orbitales atómicos. Modelo atómico saturnino En 1904 el científico japonés Hantaro Nagaoka añadió un modelo atómico que acuñaba la forma clásica del átomo antes de Rutherford y Bohr. Así, el átomo estaría compuesto por una esfera de carga positiva rodeada por electrones con una morfología similar a los anillos de Saturno. La atracción de las cargas entre el núcleo y los electrones, sumado a la fuerza centrífuga impediría que estos últimos cayeran hacia el núcleo. Entre todos los modelos atómicos, esta propuesta fue rechazada por su propio autor años después. Este desengaño sobrevino a Nagaoka en 1908 cuando, al excluir la naturaleza atómica del átomo y considerar la trayectoria de los electrones como orbitas continuas, no fue capaz de explicar la inestabilidad electrostática y atómica de los electrones. Modelo atómico de Thomson También conocido como el “modelo del pastel de pasas”, la teoría atómica de Thomson es una de las interpretaciones clásicas más estudiadas. Este científico visualizaba la estructura atómica como una distribución esférica de carga positiva en cuyo interior se encontraban los electrones. Para Thomson, estos estaban dispuestos en anillos coplanarios manteniendo un equilibrio dinámico gracias a la atracción y repulsión de las partículas subatómicas. Su principal limitación radicaba en la distribución de la carga eléctrica representada de manera uniforme dentro del átomo. Rutherford demostró que la carga positiva se ubicaba en el centro, descartando esta teoría. De la misma forma, se quedaron fuera de este modelo atómico la existencia de isótopos y espectros de emisión y absorción. Principios básicos del modelo atómico de Thomson 1. Un átomo se asemeja a una esfera con materia de carga positiva y con electrones (partículas cargadas negativamente) presentes dentro de la esfera. 2. La carga positiva y negativa es igual en magnitud y, por lo tanto, un átomo no tiene carga en su conjunto y es eléctricamente neutro. 3. Para tener átomos con carga neutra, los electrones deberían estar inmersos en una sustancia con carga positiva. 4. Aunque no era parte explícita del modelo, este modelo no tenía núcleo atómico. Al crear este modelo, Thomson abandonó su hipótesis anterior de "átomo nebular" en la que los átomos estaban compuestos de vórtices inmateriales. Como científico consumado, Thomson creó su modelo atómico basado en las evidencias experimentales conocidas en su tiempo. A pesar de que el modelo atómico de Thomson era inexacto, sentó las bases para los modelos posteriores más exitosos. Incluso, condujo a experimentos que pese a que demostraron su inexactitud, llevaron a nuevas conclusiones. Limitaciones y errores del modelo atómico de Thomson El modelo atómico de Thomson no pudo explicar cómo se mantiene la carga en los electrones dentro del átomo. Tampoco pudo explicar la estabilidad de un átomo. La teoría no mencionó nada sobre el núcleo del átomo. Los protones y los neutrones aún no eran descubiertos y Thomson un científico serio se basó principalmente en crear una explicación con los elementos científicamente probados en la época. Fue rápidamente descartado por los experimentos de la lámina de oro. En este experimento se demostró que debería existir algo dentro del átomo con una fuerte carga positiva y mayor masa, el núcleo. Impacto del modelo de Thomson Pese a sus deficiencias y su breve vida, el modelo del “pudín con pasas” representó un paso importante en el desarrollo de la teoría atómica, ya que incorporó partículas subatómicas y nuevos descubrimientos, como la existencia del electrón, e introdujo la noción del átomo como una masa no inerte y divisible. A partir de este modelo, los científicos supusieron que los átomos estaban compuestos de unidades más pequeñas, y que los átomos interactuaban entre sí a través de muchas fuerzas diferentes. Modelo atómico de Rutherford Creado por Ernest Rutherford (20 de agosto de 1871 – 19 de octubre de 1937). También es llamado el modelo planetario y fue desarrollado en 1911. En sus experimentos, Rutherford comprobó que la estructura atómica consistía en un núcleo muy pequeño de carga positiva, que acaparaba gran parte de la masa, rodeado por electrones que compensaban la carga volviendo neutro el elemento químico. Según el modelo de Rutherford, estas partículas de carga negativa giran alrededor del núcleo describiendo órbitas similares a los planetas. En la Física clásica, se estipula que las partículas cargadas en movimiento emiten radiación y deben caer eventualmente hacia el núcleo. Como ocurría con todos los modelos atómicos anteriores, Rutherford tampoco fue capaz de explicar la estabilidad del átomo. Habría que esperar a los modelos de la mecánica cuántica para ello. Después del modelo de Thomson que consideraba que los electrones se encontraban en un medio de carga positiva, dos ayudantes de Rutherford, Geiger y Marsden, realizaron en 1909 un estudio conocido como “el experimento de la hoja de oro”, el cual demostró que el modelo del “pudín con pasas” de Thomson estaba equivocado, ya que mostraron que el átomo tenía una estructura con una fuerte carga positiva. El experimento de la hoja de oro: Esta serie de experimentos fueron realizados entre 1909 y 1913 en los laboratorios de física de la Universidad de Manchester por un par de científicos, Hans Geiger y Ernest Marsden, colaboradores de Ernest Rutherford y bajo la supervisión del mismo. La importancia de estos experimentos radica en el hecho que sus resultados y conclusiones condujeron a un nuevo y revolucionario modelo atómico. El experimento consistía en bombardear con partículas alfa una lamina delgada de oro de 100 nm de espesor. Las partículas alfa eran iones, o sea átomos sin electrones por lo que solamente tenían protones y neutrones y en consecuencia una carga positiva. Si el modelo de Thomson era correcto, las partículas alfa atravesarían los átomos de oro en línea recta. Para estudiar la deflexión causada a las partículas alfa, colocó un filtro fluorescente de sulfuro de zinc alrededor de la fina lámina de oro donde pudieron observar que aunque algunas partículas atravesaban los átomos de oro en línea recta, pero otras eran desviadas en direcciones aleatorias.
Conclusiones del experimento de Rutherford
Los modelos atómicos anteriores consideraban que la carga positiva estaba distribuida uniformemente en el átomo, lo cual haría fácil atravesarla dado que su carga no sería tan fuerte en un punto determinado. Los resultados inesperados del experimento, hicieron concluir a Rutherford que el átomo tenía un centro con una fuerte carga positiva que cuando una partícula alfa intentaba pasar era rechazada por esta estructura central. Considerando la cantidad de partículas reflejadas y las que no lo eran, pudo determinar el tamaño de ese núcleo comparado con la órbita de los electrones a su alrededor y también pudo concluir que la mayor parte del espacio de un átomo está vacío. Adicionalmente, algunas de las partículas alfa fueron desviadas por la lámina de oro en ángulos muy pequeños, y por lo tanto pudo concluir que la carga positiva en un átomo no está uniformemente distribuida. La carga positiva en un átomo se concentra en un volumen muy pequeño. Finalmente, como muy pocas de las partículas alfa se desviaron hacia atrás, es decir, como si hubieran rebotado pudo deducir que el volumen ocupado por las partículas cargadas positivamente en un átomo es muy pequeño en comparación con el volumen total de un átomo. En consecuencia, de todos estos interesantes descubrimientos, fue evidente para Rutherford que el modelo atómico como se conocía estaba erróneo, por lo que creó uno nuevo con las siguientes consideraciones. Principios básicos del modelo atómico de Rutherford 1. Las partículas con carga positiva se encuentran en un volumen muy pequeño comparado con el tamaño del átomo. 2. La mayor parte de la masa del átomo se encuentra en ese pequeño volumen central. Rutherford no lo llamó “núcleo” en sus papales iniciales, pero lo hizo a partir de 1912. 3. Los electrones con carga eléctrica negativa giran alrededor del núcleo. 4. Los electrones giran a altas velocidades alrededor del núcleo y en trayectorias circulares a las que llamó órbitas. 5. Tanto los electrones cargados negativamente como el núcleo con carga positiva se mantienen unidos por una fuerza de atracción electrostática. Aceptación del modelo atómico de Rutherford Este modelo tuvo gran aceptación en la comunidad científica y vislumbró un panorama de un átomo con varias partículas subatómicas. Científicos posteriores pudieron determinar el número de electrones o número atómico de cada elemento. Culturalmente, pese a todos los nuevos descubrimientos, el modelo tipo planetario de Rutherford- Bohr es el que sigue en la mente de la mayoría de la gente y es aún la forma más sencilla de explicar el funcionamiento de un átomo, con un núcleo de protones y neutrones y electrones en órbitas girando alrededor. Limitaciones y errores en el modelo de Rutherford Aunque el modelo atómico de Rutherford fue un gran avance en la física, no era perfecto ni completo, de hecho, de acuerdo a las leyes de Newton era algo imposible y tampoco explicaba un aspecto importante de las leyes de Maxwell. Este modelo no pudo explicar ciertas cosas como: No tenía una explicación de cómo se mantenían unidas un grupo de cargas positivas en el núcleo. Según la teoría eléctrica, las cargas positivas se deberían repeler. Sin embargo, el núcleo era la unión de varios protones. Otra contradicción de este modelo fue hacia las leyes fundamentales de la electrodinámica, ya que al considerar que los electrones con carga negativa giran alrededor del núcleo, según las leyes de Maxwell, deberían emitir radiación electromagnética. Esta radiación consumiría energía que haría que los electrones colapsaran con el núcleo. Por lo tanto, no podía explicar la estabilidad del átomo. Consideraciones adicionales del modelo de Rutherford Aunque el modelo atómico de Rutherford fue rápidamente sustituido por el modelo de Bohr que resolvía algunos de los problemas anteriores, el nuevo concepto fue realmente revolucionario y el principio de una nueva era de estudio del átomo y sus posibilidades, por lo que se le considera el padre de la física nuclear.
Modelo atómico de Bohr
Tomando como referencia los estudios de otros científicos como Planck, Balmer y el propio Rutherford, el modelo atómico de Bohr estableció que las orbitas de los electrones solo podían existir en niveles de energía discretos y estables. Introdujo por primera vez el concepto de niveles cuánticos de energía. Gracias a ello, determinó que los electrones no podían ocupar niveles energéticos intermedios, resolviendo los problemas de inestabilidad atómica que ensombrecían todos los modelos atómicos previos. Defendió que los electrones más alejados del núcleo tienen mayor energía que los más cercanos. Así, el movimiento de un electrón a un nivel cuántico diferente emitía o absorbía energía, explicando de paso la existencia de los espectros de rayos X y los espectros de emisión y absorción. Sin embargo, el modelo atómico de Bohr también dejaba algunos cabos sueltos. Sus postulados solo servían para átomos simples como el H, pero encontraba serios problemas en átomos complejos. Tampoco tenía en cuenta la repulsión entre los electrones del mismo nivel cuántico y la aceptación de una órbita circular alrededor del núcleo contradecía el principio de incertidumbre de la mecánica cuántica. Además, el modelo de Bohr no tiene en cuenta la dualidad onda-partícula ni la energía de enlace del electrón, por lo que no puede explicar en profundidad el efecto fotoeléctrico. A pesar de ello, este modelo atómico fue un gran avance científico que asentaría las bases de la mecánica cuántica actual. El modelo de Bohr era una modificación al modelo Rutherford, por lo que las características de un núcleo central pequeño y con la mayoría de la masa se mantenía. De la misma forma, los electrones orbitaban alrededor del núcleo similar a los planetas alrededor del Sol, aunque sus órbitas no son planas.
Principios básicos del modelo atómico de Bohr
1. Las partículas con carga positiva se encuentran en un volumen muy pequeño comparado con el tamaño del átomo y contienen la mayor parte de la masa del átomo. 2. Los electrones con carga eléctrica negativa, giran alrededor del núcleo en órbitas circulares. 3. Los electrones orbitan el núcleo en órbitas que tienen un tamaño y energía establecidos. Por lo tanto, no existen en un estado intermedio entre las órbitas. 4. La energía de la órbita está relacionada con su tamaño. La energía más baja se encuentra en la órbita más pequeña. Cuanto más lejos esté el nivel de energía del núcleo, mayor será la energía que tiene. 5. Los niveles de energía tienen diferentes números de electrones. Cuanto menor sea el nivel de energía, menor será la cantidad de electrones que contenga, por ejemplo, el nivel 1 contiene hasta 2 electrones, el nivel 2 contiene hasta 8 electrones, y así sucesivamente. 6. La energía se absorbe o se emite cuando un electrón se mueve de una órbita a otra. Posteriormente, otros científicos propusieron o mejoraron el modelo atómico de Bohr, como Arnold Sommerfeld, Erwin Schrödinger que desarrolló el modelo cuántico del átomo, Werner Heisenberg y Murray Gell-Mann y George Zweig estos últimos creadores del modelo con quarks. Modelo atómico de Sommerfeld El modelo atómico de Sommerfeld propuso algunas alternativas para paliar los agujeros del modelo de Bohr. En primer lugar, descartó que los electrones describieran órbitas circulares y rechazó la inmovilidad del núcleo. En su lugar, sugirió órbitas elípticas para los electrones, así como la existencia de subniveles de energía similar, aunque con distintas orbitas, para el mismo nivel cuántico. Además, propuso que tanto el núcleo como los electrones se mueven alrededor del centro de masas del sistema, haciendo coincidir las frecuencias teóricas y experimentales. Por último, introdujo el concepto de números cuánticos nombrando algunos tipos. Las formulaciones de Sommerfeld introdujeron una serie de postulados que acercarían a los científicos al concepto de nube de probabilidad donde encontrar electrones. No obstante, conservaba algunas lagunas teóricas. Al igual que el modelo de Bohr no servía para explicar la estructura en átomos complejos y obviaba la interacción entre los electrones. Tampoco podía explicar algunas propiedades magnéticas de los átomos ni tenía en cuenta los principios de la relatividad especial de Einstein. Modelo mecánico cuántico El modelo mecánico cuántico defiende la dualidad onda-partícula propuesta por Broglie y comprobada de manera experimental por Davisson y Germer en 1927. Este modelo desarrolla la idea de región de probabilidad donde encontrar un electrón, rechazando el concepto de órbita promovido en todos los modelos atómicos antecesores. Para ello, se apoya en el principio de incertidumbre de Heisenberg y en la ecuación de Schrödinger. Así, los electrones se mueven en orbitales atómicos vinculados a una función de onda cuyas partículas siguen el principio de exclusión de Pauli. Esta teoría es la más aceptada en la actualidad y permite explicar una serie de propiedades como el comportamiento óptico, magnético y espectroscópico, así como la estructura atómica y la redistribución de electrones en las reacciones químicas. Por el contrario, no puede explicar la gravedad cuántica, la existencia de la materia y energía oscura, ni la relación entre la percepción mental con el comportamiento cuántico de la materia. De lo que no cabe duda, es que las teorías actuales servirán como escalón de conocimiento para que las generaciones venideras puedan responder estas incógnitas.