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Año 2020, dónde nos sorprendía la incertidumbre, intriga, el asombro, el miedo, la ansiedad de

organizarnos para poder cuidarnos cada uno de los empleados y los afiliados. No se podía
cerrar la institución había que reordenar preventivamente la atención al público, resguardando
la integridad del empleado. Y de repente uso de barbijo obligatorio, en las puertas de ingreso
cabinas santísantes controlado el ingreso por cantidad de afiliados por edad, limpieza y
desinfección del edificio, sanitización con lámparas UVB. Soluciones que se comenzaron a dar
vía telefónica, vía Gmail, otros con teletrabajo. Se creo un triage para que el afiliado o
empleado que tenía algún síntoma ingresaba directamente a ese sector y ahí se clasificaba si
era para hisopar. Los cajeros usaban hasta guantes., Las enfermeras, las ambulancias y dicho
personal tenían equipamiento adecuado de acuerdo a la normativa general recomendada.
Mamelucos, cofias, botas, guantes, barbijos, alcohol 70/30 invadieron el lugar. Se creo el
Centro Integral De Contención COVID para afiliados y empleados.

En el sistema sanitario, salud pública y privada, se produjo saturacion de los servicios de salud
y así mismo la falta de preparación de los sistemas para hacer frente a la pandemia fue un
desafío.

Tramitar expediente para vacunar a todo el personal sobre el COVID, otro desafío de
incertidumbre y a pesar que los días corrían la enfermedad invadía. YO la aplicada, la detallista,
la ordenada me contagia, fue la primera en la institución en septiembre del 2020, como???
Nunca supe, era tan meticulosa a las normas que ni a mi madre veia de meses, solo a través de
una pantalla, me hisoparon y a las 00hs un móvil policial invadía el frente de mi hogar
notificandome, me decían las normas a cumplir, me sacaron foto como si fuera un delincuente,
dónde mi mente no entendía que hice solo tuve resfríos muy fuerte y me agitaba, tuve 20 días
de aislamiento, era fumadora y dejé el cigarrillo, en ese entonces era epidemiología quien daba
el alta, regrese a mi trabajo a volver a colaborar, me encargaba también de llamar a mi
compañeros contagiados todos los días de aislamiento para que se sientan acompañados,
contenidos, algunos de acuerdo a situaciones se los asistía con mercadería, medicamentos,
oxímetro, etc.

Entre esas llamadas quedó grabado en mi su voz y mensaje de una compañera que me
explicaba lo que era sentir la falta de aire, pedía que se consiguiera una cama porque estaba en
pasillos, sus miedos empezaron a invadirla, nunca mas salió, nunca la volveré a ver en esta
vida, un ángel más de esta pandemia y así 2 varones compañeros, uno que me vio nacer y otro
que le tenía cariño, también nos dejaron y fallecieron. Tarea dura hablar telefónicamente con
sus familiares, era desgarrador no poder verlos, no poder ir, no poder velarlos, no poder
acompañar a la familia que gritaban de dolor y todo esto generaba emociones en mi y
reflexiones.

Surgió la propuesta y daban las condiciones porqué soy donante de sangre y me podían evaluar
para ver si podía donar plasma, cuando me confirmaron, no dude que dios me daba la
posibilidad de ayudar o salvar a otros. Fui la primera mujer en Santiago Del Estero en donar
plasma. Pasado unos meses yo no era la misma, me sentía extraña, hasta ese entonces se decía
que no te podías contagiar antes de los 2 meses y yo fui la excepción, invadía en mi un
malestar, naucias gusto a herrumbre en la boca, se me produjo una Guna en el paladar, me iba
hinchand’, me realizaron un análisis de Dimero D, el cual se lo mandaba a bs as y duraba 7 días
el resultado y dio alto, eso implicaba analizarme, evaluarme mi cuerpo y se decidió llevarme al
austral, exigían hisopado para el viaje, yo volvía a dar positivo, así quedé en mi casa controlada
con vómitos, náuseas, desgano y mi vientre se transformaba como un embarazo de 8 meses,
mi cabello se desmechaba que de largo hasta cintura quedó en la nuca. No entendía nada, me
analizaron todo y era nuevo, solo me encontraron vitamina D insuficiente, pero mi debilidad,
desgano, hinchazón o gordura (nunca se comió algo distinto a lo habitual), mi agitación no se
entendía. Al tiempo se me descubrió una bacteria en el estómago ulcerado lastimado e hice
tratamiento. Tuve 3 veces COVID, las 3 veces fueron diferente, desde el primer COVID a hoy
sigo con cambios en mi organismo, no soy la misma pero voy mejorando en salud, me costó
entender que yo no me conocía físicamente, no me miraba al espejo, realice tratamiento
psicológico, fueron muchas las cosas que fui incorporando a mi vida, como el Mindfuhess,
meditación, distintas terapias alternativas, decidí cerrar ciclos inconclusos y decidí terminar mi
carrera de la Licenciatura en Educación para la Salud, otro sobresalto ocurre con mi madre, se
la encontró tirada y estuvo un mes en el hospital con paros cardíacos y entubada, nunca la
pudimos sacar de esa situación, con este episodio de mi madre me sentí contenida,
acompañada con profesores y alumnos que cursaban, el volver a comprartir en la UNSE a
correr los pasillos para llegar a horario a reír a compartir, me devolvió la confianza que puedo,
que todo se puede, las caricias, mensajes, acompañamiento que tuve, fue imparable y eso que
nadie sabia todo esto que hoy cuento, pero son parte de mi proceso.

Me di cuenta que hay que estar positivo, manejar las emociones, ver la vida con pensamientos
limpios, ser sanos en el vivir. Aprender a vivir el día a día dando gracias de todo y hago mención
que lo relaciono a lo que decía Freire. "Nadie sabe nada, nadie sabe todo”.

El tiempo pasa en cuestionarnos (típico del ser humano) el tiempo no vuelve, la vida pasa,
RESPIRAR – HABLAR – MOVERSE – REIR – ESTUDIAR – CANTAR – COCINAR – DORMIR –
PLANTAR. Lo que te guste está bien, no nos cobran, es gratis!!!!.

Disfruto de la naturaleza y de la cosas simples como así de lo que tengo ganas. Las excusas
siempre estarán ahí, pero las oportunidades no, yo tuve la oportunidad de seguir viviendo, yo
decidí después de tanto a encontrarme, aprendí que somos fugaces, que todos somos capaces
de todo, que dejamos magia, así trato de ocuparme y no preocuparme, “Es la vida”.

El sistema de salud debería aboca¡”e al Post COVID, que el ser humano este íntegro
emocionalmente para no llegar a emocionarse, invertir en salud, con estudios preventivos y a
enseñar a gestionar las emociones para no dañar los órganos. Ya lo decía Ramón Carrillo
“mientras los médicos sigamos viendo enfermedades y dividamos al enfermo como una unidad
biológica, psicológica y social, seremos simples zapateros remendones de la personalidad
humana”. Cómo también decía “no puede haber política pública sin Política social”.

Esto fue una lección de vida en dónde hay que recordar tener una actitud, de gratitud, de
humildad que me ha sido dado por la gracia de Dios.

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