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ARTICULO DE REVISION

Presentado por:

GISELL LORAINE ORTEGA JIMENEZ 1651633

UNIVERSIDAD FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS Y DEL AMBIENTE

INGENIERÍA AMBIENTAL

BIOQUIMICA
Los xenobióticos son unas sustancias extrañas que un individuo absorbe, distribuye,
metaboliza y excreta; en cada una de estas etapas sufre varias transformaciones
bioquímicas. Los procesos por los que se produce este xenobiótico se estudiaron
cuantitativamente mediante toxicocinética. Algunos ejemplos de xenobióticos son,
plaguicidas, detergentes, plásticos, medicamentos, cosméticos, tabaco, metales pesados
entre otros.

El proceso inicia con la absorción, la cual consiste en el paso de un xenobiótico desde el


exterior al interior del organismo, atravesando membranas (por diversos mecanismos) hasta
llegar al torrente sanguíneo. Una vez aquí, es distribuido a todo el cuerpo; aunque pudiera
ser distribuido a través de otros tejidos, el torrente sanguíneo es la forma más fácil y rápida
por la que llega a todo el cuerpo. Este viaje por la sangre también conduce al xenobiótico a
los órganos filtradores como son el hígado, los riñones y los pulmones. En estos órganos se
lleva a cabo un proceso de biotransformación, que puede hacer que la molécula sea más
hidrosoluble, y así facilitar su eliminación, a este proceso se le conoce como detoxificación.
Debido a que las moléculas xenobióticas tienen distinta complejidad en su estructura
química, pueden verse biotransformadas por dos etapas. En la primera, se realiza la
oxidación o reducción del xenobiótico, con este simple proceso se pueden eliminar
moléculas sencillas, pero si la molécula persiste, puede pasar a una segunda etapa, en la que
se produce una conjugación con una molécula orgánica para su facilitar su excreción, la
cual se efectúa por medio de la orina, bilis, heces, pelo y una proporción de compuestos
volátiles por el aire respirado.

Los contaminantes tóxicos de origen antropogénico, conocidos como xenobióticos, pueden


interactuar con el medio ambiente y los humanos, bioacumularse en los organismos y
biomagnificarse en las cadenas alimentarias, según las propiedades de la toxina. Cuando los
xenobióticos entran en contacto con los organismos, ocurren mecanismos de adsorción,
difusión, metabolismo y excreción, afectando a varios órganos a lo largo de su camino,
provocando procesos toxicocinéticos y toxicocinéticos. Entre los xenobióticos existentes,
podemos centrarnos en el material particulado, los metales pesados, los compuestos
orgánicos volátiles, los hidrocarburos, los pesticidas, los PCB, las dioxinas y los furanos;
tienen diferentes efectos sobre el medio ambiente y la salud humana según la
concentración, el tiempo de exposición y la naturaleza química de cada sustancia.
Uno de los mayores problemas ambientales en la actualidad es la acumulación de
compuestos recalcitrantes que impactan negativamente en los ecosistemas. La
concentración de compuestos xenobióticos se ha incrementado significativamente en las
últimas décadas como resultado de diversos productos de procesos industriales. Los
compuestos xenogénicos son motivo de preocupación principalmente debido a sus efectos
carcinogénicos, mutagénicos y teratogénicos, así como a sus propiedades de
bioacumulación y biomagnificación, y se han buscado diversas estrategias para mitigar
estos efectos. La degradación de compuestos xenobióticos es una estrategia ampliamente
utilizada que consiste en procesos naturales llevados a cabo por diversos microorganismos
que utilizan dichos compuestos como medio de supervivencia. Las rutas metabólicas de
estos microorganismos transforman los contaminantes mediante sistemas específicos,
reduciendo la toxicidad y el impacto de la contaminación sobre el medio ambiente.

bioindicadores ambientales son todos aquellos organismos vivos los cuales, gracias a sus
características ecológicas, cuentan con una elevada sensibilidad a los diferentes cambios
ambientales que se dan en la naturaleza, reaccionando frente a ellos como si de estímulos
específicos se trataran. Dichos bioindicadores son capaces de reaccionar ante la presencia
de acumulaciones de contaminantes mucho antes de lo que lo hacen los indicadores
artificiales o abióticos. De esta forma, los bioindicadores ambientales constituyen una de
las herramientas de trabajo más utilizadas en los programas de biomonitorización, los
cuales permiten conocer si existen riesgos de contaminación ambiental en los diferentes
ecosistemas del planeta, tanto en ecosistemas terrestres como acuáticos y aéreos.

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