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MANEJO DE ESCURRIMIENTOS

Los sistemas de manejo de escurrimientos son “formas especializadas de riego superficial


acompañadas con estructuras de desviación y conducción de los escurrimientos de canales
naturales o cauces establecidos y esparciendo el flujo en áreas relativamente niveladas. Se
adecuan a las características de las regiones áridas y semiáridas, buscan colectar el
escurrimiento, conducirlo y aplicarlo a terrenos de cultivos para aumentar la humedad
aprovechable por los cultivos”.

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ANTECEDENTES
En las zonas áridas y semiáridas la escasa y mala
distribución de la lluvia genera fuertes limitantes para la
producción de cultivos, es frecuente la pérdida de grandes
superficies de cultivo por efecto de la sequía. Aunado a
esto, las lluvias en estas zonas son de carácter torrencial,
lo que ocasiona que sólo se aproveche una mínima parte
de la lluvia y el resto se pierda como escurrimiento
superficial.

En estas zonas los productores han generado con cierto


éxito, diversas estrategias que permiten enfrentar las restricciones naturales que presentan estos
ambientes subsistir y obtener satisfactores. Dentro de éstas se encuentran las prácticas para la captación
in situ del agua de lluvia y el aprovechamiento o manejo de los escurrimientos superficiales, con las
cuales los productores disminuyen el problema de escasez de agua, ya que ambas permiten incorporar
volúmenes adicionales de agua para un mejor desarrollo del cultivo.

El uso de estas tecnologías no es reciente, ya que existen en multitud de lugares en los cuales son
prácticas comunes y tradicionales; por lo que merecen ser tratadas con atención para obtener de ellas
información que permita aumentar la eficiencia en el manejo, conducción y distribución del agua
dentro de la parcela.

Los rendimientos que se obtienen con estos sistemas son muy


similares a los que se consiguen en los cultivos bajo riego. En los
años de buen temporal, los productores pueden mejorar sus
ganancias y al menos mantener un rendimiento mínimo en los
años de mal temporal. Además un buen manejo del agua de
escorrentía logra la conservación del suelo y mayor eficiencia en
el uso del agua.

Estos sistemas de aprovechamiento de escorrentías llevan inmersos algunos de los elementos del
enfoque de agricultura sostenible, que son: 1) la conservación del recurso suelo; 2) mayor eficiencia en
el uso del agua; 3) la diversificación en los productos que se extraen del sistema agropecuario; y 4) un
mantenimiento natural de la fertilidad del suelo.

En las áreas donde no se realiza un buen manejo de escurrimientos superficiales se han observado
problemas como la erosión del suelo, pérdida de grandes volumen del agua, volúmenes difíciles de
controlar dentro de la parcela, destrucción de bordos y estructuras de derivación y conducción, entre otros.
De aquí la importancia de conocer los criterios de diseño para mejorar la eficiencia de operación y
redituabilidad de los sistemas de manejo de escurrimientos.

DESCRIPCIÓN
No es posible hacer una descripción detallada de los sistemas de producción existentes en las áreas con
manejo de escurrimientos, debido a que cada uno de ellos se ha ajustado de manera notable a las
condiciones peculiares de ubicación geomorfológica, tamaño del campo, materiales existentes en la
localidad, cultivos prevalecientes y valores culturales.

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Se define a los sistemas de manejo de escurrimientos son “formas especializadas de riego superficial
acompañadas con estructuras de desviación y conducción de los escurrimientos de canales
naturales o cauces establecidos y esparciendo el flujo en áreas relativamente niveladas. La
desviación y esparcimiento es controlada por sistemas de bordos, estructuras, represas o una
combinación de estas, diseñadas para manejar un determinado volumen de agua”.

Los sistemas manejo de escurrimientos están diseñados para colectar agua de lluvia, de un área de
escurrimiento previamente acondicionada y aplicarlo en terrenos de cultivo. Generalmente se diseñan
para tormentas de 6 horas de duración con períodos de retorno de 1.25, 2 y 5 años. Estos sistemas
pueden considerarse como formas para controlar el escurrimiento, reducir los problemas de erosión y
otros daños al medio ambiente (ej. deposición excesiva de sedimentos en agostaderos, pastizales y
terrenos de cultivos).

APLICACIÓN

Se aplica en aquellas áreas donde es posible derivar agua de las redes de drenaje naturales a zonas
relativamente planas que la absorberán y retendrán hasta que sea utilizada por las plantas.

Cultivos. Los principales cultivos que crecen bajo estos sistemas son pastizales y agostaderos, sin
embargo, en las zonas áridas y semiáridas del país se han utilizado con gran éxito para producir
cultivos básicos (principalmente maíz y frijol) y forrajes. El propósito de estos sistemas es aumentar la
producción de forraje, heno o semilla. Ocasionalmente pueden encontrase alfalfa, pastos nativos o
introducidos. La selección del cultivo suele ser afectada por la precipitación de diseño y de si ocurre o
no encharcamiento.

Suelos: son ideales los suelos profundos de textura media a moderadamente fina con subsuelos y
sustratos moderadamente permeables. Los suelos de textura fina son los que siguen en preferencia, si
las pendientes son bajas puede presentarse encharcamiento. Los suelos de textura gruesa no son
recomendables por las altas tasas de infiltración y la baja capacidad de almacenamiento de humedad
para el mantenimiento y crecimiento del cultivo.

Topografía: El terreno puede ser nivelado y de pendientes suaves. Si se usan los métodos de
entarquinamiento, las pendientes se limitan de 1 a 2 % de manera que los bordos no necesitan estar
muy espaciados ni ser muy altos. Si se usan los sistemas de flujo continuo, las pendientes máximas se
limitan al 5% para pendientes uniformes y al 3% para pendientes onduladas. Los límites mínimos de
pendientes están dados por los requerimientos de drenaje.

Clima: Es esencial que se presenten eventos de escurrimiento en los momentos en los que el suelo
puede almacenar agua. El contenido de agua en suelos congelados o la capacidad de campo no se
incrementa por un evento de escurrimiento.

Otras consideraciones: El agua no debe transportar sedimentos grandes que se depositen en el área de
esparcimiento. Las áreas de dispersión inaccesibles pueden tener sistemas automáticos o
semiautomáticos.

La combinación de suelos, pendientes y cultivos deben ser de tal naturaleza que resista la aplicación de
aguas de escorrentía sin socavaciones o pérdida por erosión más allá de los límites permitidos.

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VENTAJAS

• El manejo de los escurrimientos con fines de aprovechamiento agrícola es un método relativamente


barato para la aplicación de agua, como complemento a la lluvia. Cuando se diseñan
adecuadamente estos sistemas pueden redituar en grandes beneficios con inversiones relativamente
pequeñas.

• Los rendimientos que se obtiene con estos sistemas son similares a los alcanzados en cultivos bajo
riego. En los años de buen temporal, los productores pueden mejorar sus ganancias o al menos
mantener un rendimiento mínimo en los años de mal temporal

• La acumulación de sedimentos favorece la formación de terrazas, el mejoramiento de los niveles de


fertilidad del suelo, la capacidad de almacenamiento de humedad y el control de azolves.

• Se pueden combinar plantaciones de árboles frutales y/o de uso forrajero en los bordos o dentro de
la parcela que favorezcan el uso integrado de los recursos y sean fuentes alternativas de ingreso
para los productores.

DESVENTAJAS

• La principal desventaja de estos sistemas es que la presencia de los escurrimientos puede no


coincidir con las necesidades de agua por la planta o con la capacidad de almacenamiento de agua
por el suelo o periodos de cultivo.

• Cuando los sistemas no se diseñan y manejan en forma adecuada, pueden provocar problemas
severos de erosión del suelo, destrucción de estructuras, volúmenes difíciles de manejar al interior
de la parcela, sedimentación excesiva, entre otros.

TIPOS DE SISTEMAS

Estos sistemas pueden dividirse por conveniencia, en sistemas de flujo continuo y sistemas de
entarquinamiento. Los sistemas de flujo se caracterizan por manejar el escurrimiento entre zanjas y
bordos con drenaje libre del área de riego. A diferencia de los sistemas de entarquinamiento que
retienen el agua aplicada en el área de riego hasta que esta se infiltra, se almacena el escurrimiento entre
bordos y únicamente empieza a descargar hasta que se ha aplicado la lámina deseada, se recomienda
cuando las avenidas son grandes y pueden ser controladas. Estos dos sistemas se dividen en cinco
subtipos (Cuadro 1)
Cuadro 1. Sistemas de manejo de escurrimientos
Límite Gasto
Tipo máximo de máximo
pendiente (%) (m3/s)
Flujo
Bordos dispersores 5 0.3
Bordos conductores 1.2 0.3
Bordos con salidas continuas 1.2
Entarquinamiento
Control manual 2
Control automático 2

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Sistema de flujo con bordos dispersores (Bordo
derramador): Este sistema distribuye el agua concentrada en
un corto periodo de tiempo. Los bordos y zanjas se
construyen para conducir un volumen reducido de agua, la
pendiente de la zanja varía de 0.3 o 0.4% en el extremo
superior cercano a la fuente de agua a 0% en el extremo
inferior. El agua se conduce por zanjas y se controla con
bordos distribuidos estratégicamente de manera que pueda
ser redistribuida lateralmente (Figura 1). Así, aunque el agua
fluya en una sola dirección en el bordo de dispersión esta
puede fluir en dos direcciones en el bordo de recuperación.

Sistema de bordos conductores: En este sistema se


construye una zanja derivadora en la parte alta del área de
cultivos y no se requiere de zanjas colectoras de
Fig. 1. Sistema de flujo continuo con bordos dispersores (USDA s/f) escurrimiento (Figura 2). El agua se derrama aguas abajo de
la zanja derivadora. A medida que el agua se mueve aguas
abajo de la zanja, es interceptada por un bordo al contorno, lo que permite que el agua se mueva al otro
extremo del terreno. El bordo al contorno tiene un vertedor en el extremo, de tal forma que permite el
paso del agua de un bordo a otro. El agua que fluye sobre el terreno, es colectada por otro bordo al
contorno y desviada al extremo opuesto del terreno. Este sistema se repite hasta que se alcanza la parte
final del terreno. En la parte baja del campo, se construye un bordo que descarga el exceso de
escurrimientos. La pendiente máxima permisible para el uso de este subsistema es del 1.2%, así como
también se recomienda que la distancia máxima entre bordos sea de 90 m, de preferencia el
espaciamiento de los bordos debe será tal que mantenga una carga de agua en la parte aguas arriba del
bordo de 0.21 m. La pendiente de 1.2% determina un espaciamiento máximo entre bordos de 18 m.

Sistema de Bordos conductores con salidas continuas: Este es una modalidad del subsistema de
bordos conductores, pero en lugar de tener un solo vertedor en el bordo, se colocan varias salidas
(tubos concreto, arcilla o metal, o vertedores) distribuidos uniformemente a lo largo del bordo (Figura
3). Es recomendable la construcción de un vertedor de emergencia para en caso de taponeo de los
tubos.

Los tres sistemas de flujo mencionados se diseñan para flujos continuos de agua. De manera que el área
cubierta debe tener una infiltración adecuada para esta agua, o alguna de ella se perderá.

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Fig. 2. Sistema de bordos conductores. Fig. 3. Sistema de bordos con salidas continuas

Subsistema de control manual de entradas: Estos sistemas esparcen el agua en cada bordo de manera
individual, hasta que se alcanza la lámina deseada. La pendiente máxima permisible es del 2%, con
bordos de 60 cm de altura y con un libre de bordo de 15 cm. Los bordos pueden estar separados a una
distancia de 30 m, de tal forma que el nivel del agua coincida con el nivel de la parte baja del bordo de
aguas arriba y con una altura de 40 cm como máximo de los bordos aguas abajo. Es recomendable la
construcción de una zanja aguas abajo de los bordos, para que conduzca el escurrimiento y lo derrame,
hasta que se almacene a lo largo y ancho de los bordos, así también como la instalación de un vertedor de
excedencias en la parte baja del bordo (Figura 4a).
Sistemas de entarquinamiento con control automático de entrada de agua: Tienen el mismo
principio que el subsistema manual, a diferencia que tiene estructuras diseñadas para permitir la
entrada de una cierta lamina agua en las áreas entre bordos. Generalmente se usa un cauce empastado
como zanja colectora y sobre el construir pequeños bordos para derivar el agua hacia las zanjas y canales
de derivación en cada bordo superior para el canal de abastecimiento y surcos o canales pequeños que
intercepten algo de agua del cauce y esparcirla dentro del área entre bordos. Para la localización
apropiada del canal de entrada, la lamina de agua en el canal es limitada (Figura 4b).
DISEÑO
Criterios de diseño:
Área de drenaje. El área que contribuya con escurrimientos o la
relación de área de aporte área beneficiada para un sistema “seguro”
de manejo de escorrentías debe será tal que el volumen de agua
derivada para satisfacer las necesidades del cultivo se presente en 8 de
cada 10 años. Los sistemas con probabilidad menor se clasifican como
“dudosos” y deben ser simples, poco costosos y satisfacer la demanda
de volumen escurrido por lo menos en 1 de cada 2 años.

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Fig. 4a. Sistema de entarquinamiento de control Fig. 4b. Sistema de entarquinamiento de control
manual automático

Obra de derivación. La obra de derivación debe ser automática y no requerir el control manual para
derivar el agua, excepto en aquellos cauces que se esperen flujos con duraciones de más de 24 horas, la
obra debe ser capaz de resistir la avenida máxima esperada. Se deben tener medidas de control que
aseguren que solo entre la tasa de flujo deseada al sistema de conducción. Donde la corriente transporte
una gran cantidad de sedimentos se debe evitar la entrada de los sedimentos gruesos del lecho del
cauce al sistema. El sistema de entrada debe poder ajustarse para excluir el flujo cuando no se desee
que entre en el área de cultivo.

Sistema de conducción. El sistema de conducción debe tener la capacidad de conducir con seguridad
el flujo de diseño de la obra de derivación al área de esparcimiento.,

Área de esparcimiento: Se debe localizar las zanjas, bordos,


presas de derivación y demás estructuras de tal manera que
esparzan el flujo sobre la superficie del suelo o la entarquinen
dependiendo del sistema de manejo de escorrentías
seleccionado. Todas las pendientes deben ser estables y con
taludes que faciliten las operaciones agrícolas. Se debe nivelar
o suavizar el terreno, remover las obstrucciones a fin de
obtener la distribución más uniforme del agua y mejorar la
eficiencia de las operaciones agrícolas.

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Si el agua se va a esparcir sobre el área, la lámina aplicada debe ser aproximadamente igual a la
cantidad de agua que el suelo absorberá en un periodo de duración estimada de flujo. Para suelos con
permeabilidad rápida o muy rápida esta lámina debe ser más de la necesaria para saturar la zona
radicular.

Si el agua se va a entarquinar en el área de esparcimiento, la lámina aplicada debe igualar


aproximadamente la capacidad de retención de humedad del perfil del suelo en la zona de crecimiento
radical. Los suelos muy permeables no son adecuados para los sistemas de entarquinamiento. El
sistema debe diseñar y manejar para que se minimice la percolación profunda.

Bordos para entarquinamiento: La lamina máxima de


entarquinamiento con bordos es de un metro con excepción de
canales o cárcavas con menos de 10 m de ancho donde se
pueden permitir laminas de hasta 1.5 m. La anchura de corona
mínima será de 90 cm. Los taludes laterales no deben ser
mayores de 2:1.

La zona donde se construirán los bordos debe limpiarse de


vegetación y de cualquier otro material antes de poner el
material de relleno. El bordo debe construirse con una altura tal
que permita por lo menos el 5% de asentamientos.

Desagües: Se deben considerar en el sistema un


drenaje que permita que los excesos de agua del
sistema regresen al cauce original sin provocar
problemas de erosión.

Los bordos deben tener un desagüe o sección para


verter excedencias que este por lo menos 30 cm por
debajo de la altura de diseño del bordo. Este desagüe
puede ser un vertedor con vegetación, una estructura
de piedra acomodada, un vertedor de material
estable, una tubería o alguna combinación de estas.
La capacidad del vertedor debe exceder el flujo de diseño al área de entarquinamiento con un bordo
libre de no menos de 10 cm. El flujo de diseño es la tasa máxima desviada de la escorrentía, o la
avenida máxima para 24 hr con periodo de retorno de 10 años del área de la cuenca de alimentación.

ELEMENTOS DE DISEÑO

Debido a que el propósito de los sistemas de manejo de escurrimiento es esparcir el agua de una
tormenta en los terrenos agrícolas, es necesario conocer las características del escurrimiento del área
que recibe el escurrimiento. Los métodos hidrológicos convencionales pueden usarse para predecir el
volumen de escurrimiento VS, el gasto pico Q, y el tiempo de concentración del flujo Tc. Si existe una
retención importante en los canales de conducción, pueden hacerse consideraciones en las variaciones
de la tasa de escurrimiento calculado. El diseño con periodo de retorno de 1.25 años, significa que el
escurrimiento se presenta en 8 de cada diez años y su uso con fines de diseño es “confiable”. Las
tormentas con frecuencia de 2 años tienen una probabilidad de ocurrencia del 50% y con fines de

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diseño es “cuestionable”; las tormentas con periodos de retorno de 5 años tienen una probabilidad de
ocurrencia del 20% y con fines de diseño es “riesgosa”.

Lámina de diseño: En sistemas de flujo, la lámina de diseño se determina por la duración del flujo y
las características de retención del suelo. La duración del flujo esta relacionado con el tiempo de
concentración, y la relación entre esta variable pueden ser inicializada, al menos empíricamente. El
Cuadro 2 puede usarse para estimar el tiempo de concentración Tc, y las características de infiltración
del suelo, ejemplificado por tipo de suelo. La tabla proporciona el tiempo estimado durante el cual el
flujo puede ocurrir sobre la parcela, y la lamina de agua que puede ser infiltrada bajo diferentes
condiciones de suelo.

Cuadro 2. Láminas de diseño de sistemas de manejo de escurrimientos del tipo regulador de descarga
Características de drenaje Textura del suelo
Tiempo de
Duración estimada Moderadamente
concentración (Tc) Media Fina Muy fina
del flujo (hr) fina
hr.
0.5 8.5 215 120 75 40
1.0 9.0 225 130 75 40
1.5 9.5 235 130 80 40
2.0 10.0 245 140 80 45
2.5 10.5 250 140 80 45
3.0 11.0 260 145 85 45
3.5 11.5 270 150 85 45
4.0 12.0 280 150 90 50
4.5 12.5 285 160 90 50
5.0 13.0 290 160 95 50
5.5 13.5 300 165 95 50
6.0 14.0 310 170 95 50

En sistemas de entarquinamiento, la lámina aplicada es igual a la que se puede almacenar en la zona


radicular (a menudo cerca de 1m). En este sistema el volumen total de agua disponible determina el
área que puede ser regada por una tormenta determinada.

Capacidad de abastecimiento de agua del sistema. Este no es común para usar el flujo completo de
una tormenta, y los sistemas de abastecimiento de agua se diseñan adecuadamente para transportar solo
una fracción que pueda ser dispersada. El volumen requerido para esparcir Vd es:

Vd = d a a

donde da es la lámina de aplicación de diseño y a es el área de esparcimiento. Si el volumen de la


tormenta Vs, es conocido entonces el flujo de desviación (diversión) puede calcularse a través de dos
ecuaciones. Primero se determina el flujo de dispersión, Qd de:

Vd = rq Q
Donde Q es el flujo máximo, y rq es un coeficiente empírico basado en la relación Vd/Vs (Cuadro 3).
Por otro lado, si el flujo de desviación esta limitado por las consideraciones del sitio, puede encontrarse
un volumen de desviación.

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V = rV
d v s

Donde rv es un coeficiente empírico (Cuadro 4) basado en la relación Qd/Q

Cuadro 3. Relación de volúmenes en sistemas de Cuadro 4. Relación de gastos en sistemas de manejo de


escurrimientos escurrimientos.

Relación Vd/Vs rq Relación Qd/Q rv


0.000 0.000 0.000 0.000
0.100 0.055 0.100 0.180
0.200 0.110 0.200 0.350
0.300 0.165 0.300 0.505
0.400 0.230 0.400 0.635
0.500 0.295 0.500 0.750
0.600 0.370 0.600 0.840
0.650 0.410 0.650 0.875
0.700 0.455 0.700 0.910
0.750 0.500 0.750 0.935
0.800 0.555 0.800 0.955
0.850 0.610 0.850 0.975
0.900 0.685 0.900 0.985
0.950 0.780 0.950 0.995
1.000 1.000 1.000 1.000

Disponibilidad de agua. El exceso de agua regresa a la fuente de abastecimiento, tomando


precauciones para su salida de la parcela. Deben considerarse daños por erosión ruptura de diques y
otros posibles daños por la salida del escurrimiento.

Ejemplo de cálculo.

Considere los siguientes datos para el cálculo del sistema:

Area de drenaje: A=15.3 km2


Tiempo de concentración Tc= 1.77 h
Tamaño máximo disponible de área de esparcimiento: a= 556.7 ha
Escurrimiento de tormenta de diseño:
5 años R = 9.65 mm
2 años R = 4.32 mm
1.2 años R = 1.78 mm
Descarga pico q = 0.0978 m3/s por 103 m3
Tipo de sistema = Flujo
Textura del suelo en el área de esparcimiento = moderadamente fina.

Encuentre el área a para un abastecimiento deseable, cuestionable e indeseable usando flujo de


inundación, y b) para el flujo de inundación del sistema deseable.

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Solución:

Caso a) Para cada frecuencia calcule, el volumen de tormenta Vs (=A*R), en miles de m3; la descarga
pico Q (=q A R) en m3/s; la lámina de aplicación de diseño da (Cuadro 2) por interpolación; y el área
máxima de esparcimiento a (=Vs/da). Estos resultados se muestran abajo (Cuadro 5) para flujo de
inundación.

Cuadro 5.
Clase de sistemas R (mm) Vs 103 m3 Q m3/s da (mm) a (ha)
Deseable 1.78 28 2.7 132 21
Cuestionable 4.32 67 6.56 132 51
Indeseable 9.65 150 14.66 132 114

Caso b. El escurrimiento máximo para el sistema deseable es de 2.7 m3/s. Este se aplica para los tres
casos para calcular la relación Qd/Q; encontrando el coeficiente rv del Cuadro 4; se determina el
volumen por esparcir, Vd (=rv*Vs); y se calcula el área a(=Vd/da), los resultados se muestran en el
cuadro siguiente:

Cuadro 6.
Clase de sistema Q Qd qd/q rv Vs vd da a
Deseable 2.66348 2.6635 1 1 27.234 27.234 132 20.6318
Cuestionable 6.46419 2.6634 0.41204 0.6488 66.096 42.88308 132 32.4872
Insegura 14.4397 2.6634 0.18446 0.3235 147.65 47.76316 132 36.1842

Bibliografía de apoyo

Figueroa S., B.; J. M. Rodríguez O.; J. Pimentel L.; H. G. Cortés T. y E. Rubio G. 1990. Los sistemas de manejo de
escurrimientos de la zona árida de México. En Primer Simposium Nacional: Captación in situ del agua de
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Zac. 26-28 de septiembre de 1990. pp. 277-328.
Figueroa S., B.; J. Pimentel L. y J. M. Rodríguez O. 1991. Instructivo para la operación y mantenimiento de módulos
campesinos para manejo de escurrimientos superficiales. Serie Documentos Técnicos del CREZAS No. 5. Colegio
de Postgraduados, CREZAS. Salinas, S.L.P. 49 p.
Hart, W.E. Collins; G. Woodward and S.A. Humphery S. 1980. Design and operation of gravity or surface-systems. In:
M.E. Jensen. Design and operation of farm Irrigation systems. Am Soc. Agr. Engr. Michigan, USA. 501-580.

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