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CUADRO Largo en metros y caudal el l/s., máximos en surcos de riego, según textura
y pendiente (E. Blair 1.957) para riego de 500 m3/ha. El caudal a incorporar por surco,
en riego con pendiente, debe variarse empleando el máximo no erosivo (sin arrastre
de tierra; última columna, cuadro anterior) en el tiempo de escurrimiento.(1/4 del
tiempo total de riego). Si la pendiente no es mayor (0,1%) el caudal máximo será 6,3
1/s. En los surcos sin pendiente el caudal será mayor y estará determinado por el
tamaño del surco.
Con este caudal se debe llegar al final del surco en la cuarta parte del tiempo total de
riego. A continuación, se completará el tiempo de riego con un caudal igual a las
necesidades de infiltración de todo el surco. En la práctica se regula dejando salir un
"hilo" de agua al pie de la parcela. Esta pérdida (escurrimiento) puede ser temporaria,
encadenando el riego en el cuartel siguiente.
3) Inundación o "a manto": Es muy conocido por los agricultores como "enlagunado".
Se presta para los cultivos sembrados al voleo (forrajeras: algalfares, tréboles, etc.)
para riegos de pre-siembra, lavados de terrenos y en el riego de arrozales. En los
departamentos del este se practica en frutales y vid.
El agua se vierte desde acequias que siguen igual nivel y se infiltra mientras escurre
por el suelo recorriendo, pendiente abajo, distancias entre 15 a 50 m. según
naturaleza y desnivel del suelo.
Control y distribución del agua de riego por surcos y melgas. En la zona alta del río
Mendoza el control del agua incorporada a los surcos se hace a "ojo", distribuyendo de
la acequia a la sobre-acequia y por fin a las regueras. Cada una de éstas, abarca 10
surcos y el control se efectúa por medio de cascotes, piedras o "champas". Las
compuertas con marcos introducidas en la sobre-acequia permiten distribuir el agua a
las "tapadas". Se usan tubos sumergidos aplicados en los surcos desde una acequia
distribuidora y sifones o tubos de goma o plástico donde el caudal depende del
diámetro de los tubos y de la altura de agua.
En melgas la regulación y control del agua se efectúa con pocos dispositivos. En la
gran mayoría de los casos el agua se incorpora desde la acequia o sobreacequia
directamente por medio de boquetes. Este procedimiento empírico debe reemplazarse
por la utilización de compuertas,caños de hormigón, cajas de derivación, sifones,
válvulas, para medir el agua aplicada. Con el mismo sentido el uso de aforadores
permitirá suministrar correctamente la cantidad de agua requerida en cada caso.
En esta forma se eliminan las pérdidas por infiltración en las acequias distribuidoras y
la aplicación del agua a la parcela es inmediata,siendo necesaria la nivelación del
suelo para que la eficiencia sea alta.
El agua se aplica por partes y se infiltra directamente en la zona de raíces sin escurrir
en superficie. En este grupo se encuentra el riego por aspersión en el cual el agua se
asperja semejando una lluvia. Este sistema mecanizado se ha difundido en el exterior
en forma explosiva en los últimos 30 años.
El riego por aspersión se presta principalmente para terrenos irregulares, con fuertes
pendientes hasta el 25 %; suelos livianos (arenosos), superficiales. Se lo emplea en
cultivos forrajeros, cereales de gran producción y hortalizas. Igualmente en frutales,
pero en viñedos la contra-espaldera impide el traslado de las cañerías lo cual es un
inconveniente. En los parrales el uso de aspersores sub-arbóreos que mojan debajo
del nivel del follaje, es una solución al desarrollo de las enfermedades de hongos, en
las variedades de vid más sensibles.
El caudal a utilizar debe ser pequeño de >8 l/s con largas horas de riego (hasta 24
horas al día). La fuente de agua debe ser propia y constante, subterránea o bien
procedente de embalses reguladores o bien manantiales.
a) Un conjunto motobomba: que aspira el agua desde la fuente y la impulsa por las
cañerías hasta los aspersores, creando la presión necesaria. Las bombas más
empleadas son las centrífugas con motor eléctrico o de combustión interna;
b) Las cañerías: que conducen al agua hasta los aspersores. Pueden ser fijas,
semifijas y móviles. Las fijas pueden ser metálicas o de fibrocemento mientras que un
ala móvil está constituida generalmente por tubos de aluminio en tramos de 6 m. de
largo por 2" a 8" de diámetro. Los tramos se unen con accesorios de acoplamiento
rápido;
c) Los aspersores o rociadores: pueden ser fijos o giratorios. Estos últimos son los
más usados; de mediana presión (3 a 4,5 atmósferas) de trabajo. La lluvia que
suministra es fina de 2 a 8 mn/h.
d) Accesorios: manguera de aspiración, llaves de paso, uniones, curvas vas,
reducciones, etc. El diseño del riego por aspersión es distinto para cada propiedad y
debe proyectarse teniendo en cuenta "muchas horas de riego con pocas horas de
traslado de cañerías". Por este sistema deberá considerarse la calidad del agua
disponible. Esta debe ser óptima sino producirá quemaduras en el follaje.
La mecanización del riego surge como una necesidad de aplicar más racionalmente el
escaso recurso disponible y reducir la mano de obra.
Podría ser utilizado só1o en aquellos casos donde el riego tradicional ya existente
tropiece con problemas serios de suelo y/ó nivel. La lógica lo indica como económico
en todas las nuevas exploraciones donde la nivelación del suelo y la escasez de agua
en carecería al riego superficial.
El sistema de por aspersión por cañería rodante y auto propulsado (19) no se han
difundido en el país porque tropiezan con dos inconvenientes: Su elevado costo, la
cañería rodante es casi el 100 % más cara que la de traslado manual y el
autopropulsado el 200 %, lo que se compensa con el ahorro de mano de obra
obtenido.
No son utilizables en viña y parral y se los limita a suelos con un piso de buena
sustentación para que no se entierren las ruedas.
:
Técnicas de Riego que Detonarán Tus Rendimientos en Cosecha
Durante los últimos años la agricultura bajo técnicas de riego se ha convertido en una
fuente de producción de alimentos muy importante, los mayores rendimientos de las
cosechas que pueden obtenerse en regadío son algo más del doble que los
mayores que pueden darse en sequía. Inclusive, la agricultura bajo riego con bajo
costo es más productiva que la agricultura de sequía de gran costo. Controlar con
mucha precisión la absorción del agua por las raíces de las plantas brinda estas
ventajas.
Sin embargo, el riego aporta menos a la producción agrícola que el secano.
Mundialmente, la agricultura de secano es practicada en el 83% de las tierras
cultivadas y genera más del 60% de los alimentos del mundo. En regiones
tropicales que presentan insuficiencia de agua, la agricultura de secano se realiza en
más del 95% de las tierras cultivadas, ya que en estas zonas el riego tradicional de
cultivos puede ser muy caro y apenas razonable en términos económicos.
Existen otras razones que argumentan por qué el riego tradicional no podría continuar
creciendo tan velozmente como lo ha hecho en los últimos años. Una razón es que el
precio real del regadío se desconoce. Los costes ambientales de las zonas
regables convencionales son muy elevados y no redundan en los precios de los
alimentos, y con frecuencia el riego intensivo genera anegamiento y salinización. En
la actualidad, alrededor del 30% de las cosechas regadas están moderada o
gravemente afectadas. Cada año, el área regada se está reduciendo su rendimiento
aproximadamente en el 1-2% a causa de la salinización de las tierras.
Claro está, no solo se seguirá practicando el riego, sino que también la superficie bajo
riego crecerá a pesar de estos inconvenientes. Así que lo ideal, es mejorar la
eficiencia del riego para mejorar el rendimiento de la producción de la empresa
agrícola.
4-Microriego