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Las relaciones China-África en el siglo


XXI: Compromiso, compromiso y
controversia
Keiran E. Uchehara

Dr., Universidad Atılım, Departamento de


Relaciones Internacionales.

Para citar este artículo: Uchehara, Keiran E., "China-


Africa Relations in the 21st Century: Engagement,
Compromise and Controversy", Uluslararası İlişkiler,
Volume 6, No 23 (Fall 2009), p. 95-111.

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Las relaciones entre China y África en el siglo
XXI: Compromiso, compromiso y controversia
Kieran E. UCHEHARA∗

RESUMEN
La agenda de política exterior de China en África forma parte de su empeño por
fomentar la cooperación entre los países en desarrollo y demostrar su condición de
superpotencia emergente. La Declaración de Pekín de 2000 y el Programa de
Cooperación China-África para el Desarrollo Económico y Social son la base de las
renovadas relaciones. China ha desarrollado relaciones diversas y variadas con
África en todas las esferas de interacción. Sin embargo, los recursos minerales y
energéticos de África, necesarios para la floreciente industria china, son el principal
atractivo de su reanudación de relaciones con África en el siglo XXI. El crecimiento
acelerado del comercio y la inversión de China en África ha suscitado controversia
entre académicos y responsables políticos en cuanto a la naturaleza de las
oportunidades y los retos para el desarrollo del continente, y si es probable que se
desarrolle un modelo neocolonial de relación similar al que existe con Occidente. El
desequilibrio en las relaciones comerciales y de inversión, debido en parte a las
asimetrías económicas, y el hecho de que China no condene a los gobiernos
africanos represivos y a las economías mal gestionadas apuntan a una política
económica exterior interesada e influida por los beneficios inmediatos a corto plazo.
Palabras clave: Compromiso, Cooperación, Compromiso, Competencia y Controversia.

21. Yüzyılda Çin-Afrika İlişkileri: İlgi, Uzlaşma ve Çatışma.


ÖZET
Çin'in Afrika ile ilgili dış politika gündemi, gelişmekte olan ülkeler arasındaki işbirliğini
artırma ve yükselen bir süper güç olarak statüsünü gösterme hamlesinin bir parçasını
oluşturmaktadır. 2000 Pekin Deklarasyonu ve Çin-Afrika Ekonomik ve Siyasi şşbirliği
Programı yenilenen ilişkilerin temelini oluşturmaktadır. Çin, Afrika ile tüm karşılıklı
ilişki alanlarında Afrika ile farklı ve çeşitli ilişkiler geliştirmiştir. Ancak Çin'in büyüyen
sanayisinin ihtiyaç duyduğu Afrika'nın maden ve enerji kaynakları, 21. yüzyılda Çin'in
Afrika ile iyi ilişkiler kurmasının ana sebebidir. Çin'in Afrika'daki ticaret ve
yatırımındaki hızlı artış, kıtanın kalkınması ile ilgili fırsatlar ve zorlukların yapısına ilişkin
ve Batı ile olduğu gibi yeni-sömürgeci tarzı ilişkilerin gelişme ihtimalinin olup olmadığı
konusunda akademisyenler ve siyasiler arasındaki uyuşmazlıkları açığa çıkarmıştır. Kısmen
ekonomik asimetrilerden kaynaklanan ticari ve yatırım ilişkilerindeki dengesizlik,
Çin'in Afrikalı baskıcı yönetimleri kınamaması ve iyi yönetilmeyen ekonomiler;
kendisine hizmet eden ve kısa dönem kazanımlardan etkilenen bir dış ekonomik
politikayı işaret etmektedir.
Anahtar Kelimeler: şlgi, şbirliği, Uzlaşma, Rekabet ve Uyuşmazlık.

∗ Dr., Departamento de Relaciones Internacionales, Facultad de Gestión y Economía,


Universidad Atılım, Ankara. Correo electrónico: nnannaya@yahoo.com.

ULUSLARARASIiLiŞKiLER, Cilt 6, Sayı 23, Güz 2009, s. 95 - 112


ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

Introducción
Cada vez más empresas chinas están desarrollando conexiones en África con el
objetivo de aumentar el comercio entre China y el continente africano. Sin
embargo, esta relación entre China y África no se ha producido sin tensiones. El
objetivo de este documento es analizar cómo afecta el creciente número de
empresas chinas en África a las relaciones entre China y África. Se plantean
cuestiones relacionadas con este desarrollo y sus consecuencias. ¿Es China una
potencia neocolonial africana? ¿Están libres de tensiones las relaciones entre
China y África? ¿Qué ganarían China y África con el avance de esta relación?
¿Cómo afecta al comportamiento de los Estados africanos la forma en que
reciben apoyo financiero de China? ¿Cómo afectan a las prácticas de derechos
humanos de los gobiernos africanos las condiciones asociadas a la ayuda china?
El documento presenta una visión general de las relaciones chino-africanas en
el pasado, el programa de ayuda de China a África, el Foro de Cooperación
China-África, las relaciones comerciales de China con África, con especial
énfasis en los recursos naturales y el mercado de exportación de productos
chinos y las inversiones en África, así como la controversia sobre China en
África.
La relación entre China y África se ha desarrollado notablemente en las
últimas cinco décadas y en este periodo pueden distinguirse tres períodos
distintos. Al principio, se establecieron relaciones entre China y los Estados
nación africanos a medida que éstos obtenían la independencia. Luego vino el
periodo en que China obtuvo un puesto permanente en el Consejo de Seguridad
de la ONU en 1971. La fase final abarca el periodo post-maoísta y se
caracteriza por la liberalización y posterior crecimiento de la economía china.
La relación de China con África comenzó a desarrollarse a principios de la
década de 1950. Antes de 1955, África no tenía una importancia significativa
para China, pero a partir de entonces China buscó el reconocimiento
internacional y aliados políticos, con la esperanza de reforzar las alianzas
internacionales contra el Occidente capitalista y la Unión Soviética comunista
revisionista.1 En 1955 se celebró la Conferencia de Bandung. Esta reunión de
29 estados asiáticos y africanos pretendía fomentar las relaciones económicas y
culturales entre ambos continentes. Los temas que figuraban en el orden del día
eran el colonialismo, el imperialismo y la posición hegemónica de las potencias
occidentales. Según Wright
La conferencia reforzó la unidad y la cooperación de los países asiáticos y
africanos, inspiró a los pueblos de las colonias en su lucha por la liberación
nacional y desempeñó un papel importante en la promoción de la lucha
antiimperialista y por la paz.

96
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
1 T. M, Kanza, "Chinese and Soviet Aid to Africa: An African View", W. Weinstein (ed.),
Chinese and Soviet Aid to Africa, Praeger Publishers, Nueva York, 2006, p. 1.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

lucha anticolonial de los pueblos asiáticos y africanos.2 Lo que todos los países
tenían en común era su historia común y su percepción de la dominación blanca
por parte de Occidente. Afirmaciones como "Todos pertenecemos al Tercer
Mundo, somos países en vías de desarrollo" se oían con frecuencia en aquella
época.3
Durante la conferencia, China y los Estados africanos adoptaron los cinco
principios de "coexistencia pacífica" que habían formulado anteriormente India
y China. Estos incluían (1) el respeto mutuo de la soberanía y la integridad
territorial; (2) la no agresión mutua; (3) la no injerencia en los asuntos internos
de la otra parte; (4) la igualdad y el beneficio mutuo; y (5) la coexistencia
pacífica.4 Tras la conferencia, China apoyó a los países africanos con ayuda
económica, técnica y militar en un intento de frenar a las potencias occidentales
dominantes y crear un nuevo orden político e internacional. Al mismo tiempo,
los Estados africanos buscaban aliados que les ayudaran a ganar su lucha por la
independencia y apoyo financiero para financiar estas luchas. De 1966 a 1969,
la atención china hacia África se desvió debido a los cambios internos y a la
gran Revolución Cultural proletaria. Una vez resueltas las disputas internas,
China comenzó a establecer nuevas relaciones en el continente africano.5 Según
Larkin, las relaciones entre China y África en la década de 1970 tenían cinco
características fundamentales.
En primer lugar, el número de países africanos con lazos diplomáticos
aumentó gradualmente. En 1967, China tenía 13 misiones diplomáticas en
África y en 1974 este número había aumentado a 30. En segundo lugar, China
se incorporó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 1971,
ocupando el puesto de Taiwán, y muchos Estados africanos acogieron con
satisfacción esta decisión, ya que sus lazos políticos con China habían
aumentado a lo largo de los años. Según Moussa Traore, la presencia de la
República Popular China (RPC) en la ONU como miembro permanente del
Consejo de Seguridad (contribuirá) notablemente a reforzar la capacidad de esta
organización para mantener la paz y la seguridad internacionales.6 En tercer
lugar, el ferrocarril Tanzania-Zambia fue el mayor proyecto de ayuda del
continente en la década de 1970, y China estaba en vías de comprometerse con
más proyectos de prestigio en toda África. A los Estados leales les ofreció
edificios federales, estadios, fábricas, infraestructuras, equipos médicos y
programas de intercambio de estudiantes.7 En cuarto lugar, China siguió
apoyando los movimientos nacionalistas que reclamaban la independencia y la

2 D. J., Muekalia, "Africa and China's Strategic Partnership", African Security Studies,
Vol.13, No 1, 2004, p. 5-12.
3 B. D., Larkin, "China and Africa, 1949-1970: The Foreign Policy of the People's Republic of
China", University of California Press, 1971, p. 20.
4 Harry, Broadman, "La ruta de la seda de África: China and India's New Economic Frontier",
Washington DC, Banco Mundial, 2007, p. 6.
98
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
5 Ibid.
6 Ibid.
7 Judith Van de Looy, "África y China: ¿Una asociación estratégica? ASC Working Paper
2006", Centro de Estudios Africanos, Países Bajos, 2006, p. 4.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

fin del imperialismo. Prestó apoyo militar a África en varias ocasiones, ya que
veía la necesidad de que los movimientos nacionalistas africanos se
desvincularan del Occidente hegemónico. De hecho, la Revista de Pekín del 26
de enero de 1973 legitimaba la oposición armada al afirmar que "la lucha
armada es la única forma de eliminar el colonialismo, el apartheid y la
discriminación racial en el sur de África y en Guinea".8 Por último, China
subrayó la existencia de una dicotomía entre las superpotencias mundiales y sus
oponentes más débiles, ayudando a estos últimos en su supervivencia.
A partir de 1978, la era posmaoísta se caracterizó por nuevas inversiones en
el sector económico con el fin de modernizar China. Por ello, la política exterior
del país se centró principalmente en la modernización económica y el aumento
de las relaciones comerciales. Según China, era necesario un entorno pacífico
para desarrollar una economía estable. La estabilidad se convirtió en el tema
principal de la política china hacia África. Unas décadas antes, China había
responsabilizado a las superpotencias de la inestabilidad del continente y había
apoyado a los Estados africanos en su lucha contra el imperialismo. Sin
embargo, China dependía en gran medida de Occidente para obtener apoyo
técnico y vínculos comerciales. China actuó como facilitador en el diálogo
Norte-Sur, pero apoyó a Zimbabue, Sudáfrica y Namibia en sus luchas contra el
imperialismo, aunque sólo indirectamente debido a su política de no injerencia.9
Durante la Guerra Fría aumentaron las tensiones entre Moscú y Washington.
China se mantuvo independiente y se centró en cambio en otros países. En
diciembre de 1982, el primer ministro chino Zhao Ziyang visitó once países
africanos y promovió los "Cuatro Principios" de la cooperación china con
África: igualdad y beneficio mutuo; énfasis en los resultados prácticos;
diversidad de formas; y desarrollo económico.10 Estos principios rectores
marcaron una nueva era en las relaciones entre China y África. China ya no
quería ayudar a África incondicionalmente y, para desarrollarse
económicamente, no podía hacerlo con costosos programas de ayuda. Además,
ya no se veía a sí misma como portavoz del Tercer Mundo. En la Revisión de
Pekín se afirmaba que "los países del Tercer Mundo no deberían tener entre
ellos relaciones de líder/seguidor. Cualquier país que intente hacerse pasar por
líder y controlar a los demás será rechazado". De hecho, durante la década de
1980, África perdió importancia para China, que buscaba el reconocimiento
internacional de Washington y Moscú e intensificó los contactos chinos con
ambos países para promover el desarrollo económico. Los Estados africanos
ya no recibían apoyo de China en su lucha contra los dictadores ni ayuda
en tiempos de necesidad porque China carecía de recursos financieros para
hacerlo.11

8 Véase, Larkin, China and Africa, 1949-1970, p. 20.

100
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
9 Looy, "África y China: A Strategic Partnership", p.5.
10 Ibídem, 17.
11 Ibid.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

En 1989, los sucesos de la plaza de Tiananmen conmocionaron al mundo


occidental, que cuestionó el funcionamiento del gobierno chino. Los países del
Tercer Mundo guardaron silencio y sus relaciones se vieron menos afectadas
por los problemas de Pekín. Sin embargo, a raíz de estos acontecimientos,
China se vio obligada a centrarse en las antiguas relaciones, dando una nueva
prioridad a los Estados africanos. A partir de entonces, se abrazó la cooperación
Sur-Sur. Cuando se realizaban visitas oficiales chinas a África, el tema principal
era la no injerencia en los asuntos de los demás. Según un funcionario, "el
respeto por los asuntos de los demás y la no injerencia deben ser la base del
nuevo orden internacional emergente", lo que hacía referencia indirecta a la
postura que adopta Occidente en materia de derechos humanos.12 La dicotomía
entre Occidente y África y China, a menudo subrayada a la hora de establecer
relaciones, continúa hasta hoy. Los dirigentes estatales siguen abordando su
posición respecto a Occidente. Durante un discurso pronunciado en China en
2001, Thabo Mbeki, ex Presidente sudafricano, anunció que:
El mundo y todos nosotros nos definimos por la división entre ricos y pobres,
los que tienen y los que no tienen, los desarrollados y los subdesarrollados...
Constituye la diferencia entre los países del Norte y los del Sur. Junto con
China, nuestra situación nos define comúnmente como pertenecientes al
Sur.13

Programa de ayuda de China a África


Las relaciones de China con África se han caracterizado por los acuerdos de
ayuda. En la lucha por la independencia de África, China estaba dispuesta a
ayudar a los nuevos Estados nación con proyectos de prestigio, haciendo
hincapié en que había dado todo lo que podía en términos de recursos
financieros y técnicos.14 La estrategia de China era simple: intentaba cultivar
tantos aliados como pudiera y mantener viejas amistades. Hoy, las relaciones
entre China y África son más pragmáticas. El comercio y los beneficios mutuos
ocupan un lugar central en las asociaciones actuales. Sin embargo, China sigue
apoyando a varios países africanos con ayuda directa. Se pueden distinguir tres
grandes temas: proyectos de construcción; equipos médicos chinos; y becas
para que los africanos estudien en China. China ha ayudado a África con
numerosos proyectos, el mayor de los cuales fue la construcción del ferrocarril
Tanzania-Zambia, de 1.800 km, que costó más de 450 millones de dólares.
China también ha construido carreteras, pozos e instalaciones de
telecomunicaciones en África, y a sus aliados políticos les ha concedido grandes
proyectos como aeropuertos, estadios, palacios, edificios gubernamentales y
fábricas para conmemorar su independencia. Además de la construcción de
edificios e infraestructuras, China apoya a África con equipos médicos. China
tiene una larga historia en el ámbito de la salud

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Las relaciones China-África en el siglo
XXI
12 Ibid.
13 Discurso de Thabo Mbeki en la Universidad de Tsinghua, Pekín, China, 11 de diciembre de
2001.
14D. Thompson, "China's Soft Power in Africa: From the Beijing Consensus to Health
Diplomacy", China Brief, Vol. 5, No 21, 2005, p. 1-5.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

en África, con el primer equipo médico en Argelia en 1964. Desde entonces, se


han enviado unos 15.000 médicos y trabajadores sanitarios a más de 47 países
africanos. Aproximadamente 180 millones de pacientes han sido tratados por
médicos chinos a lo largo de los años. Hoy en día, la asistencia médica china
está disminuyendo porque cada vez menos médicos chinos están dispuestos a
dejar su propio país para trabajar en el extranjero durante dos años. Sin
embargo, las estadísticas no ponen de manifiesto esta tendencia, ya que en 2003
todavía había 860 médicos trabajando en 35 equipos en 34 países diferentes.
Los Estados africanos siguen apoyando a los equipos médicos, sufragando sus
gastos y otorgando premios nacionales. Lo más importante quizá sea el hecho
de que estos equipos médicos chinos están estableciendo relaciones sostenibles
con la población africana basadas en la experiencia y la confianza.
El otro programa de ayuda de China en África se centra en los recursos
humanos. Uno de los acuerdos alcanzados en el Foro de Cooperación China-
África se refería al aumento de los recursos humanos. China creó un fondo que
utilizan conjuntamente varios ministerios chinos, como los de Asuntos
Exteriores, Comercio, Educación y Ciencia y Tecnología, y juntos se encargan
de la formación y educación de los africanos. En 2003, 6000 personas
recibieron formación y 1500 estudiantes visitaron China en programas de
intercambio educativo. Con la concesión de estas becas, China ha contribuido
significativamente al desarrollo de los recursos humanos en África. Además,
este tipo de programas de becas fomentan los lazos entre instituciones y
estudiantes chinos y africanos.15
El apoyo de China a los africanos mediante la construcción de edificios o
infraestructuras, la prestación de asistencia médica o el desarrollo de los
recursos humanos es una estrategia destinada a crear una relación a largo plazo
basada en el respeto mutuo, la comprensión y la amistad. Según Thompson, la
relación entre China y África debe contemplarse desde una perspectiva más
amplia.16 La influencia y la sólida relación de China en África son el resultado
de muchos años de inversión en la construcción de relaciones a través de la
ayuda, el comercio y el intercambio cultural y técnico, y no sólo el subproducto
del reciente auge de la economía china y de la disparada demanda de materias
primas africanas.17 La ayuda de China a África nunca fue incondicional. Con
los años, Pekín reestructuró su política de ayuda e impuso más restricciones.
Los préstamos gubernamentales sin intereses se convirtieron en préstamos al
descuento ofrecidos a través de bancos chinos y las subvenciones de ayuda se
sustituyeron por empresas conjuntas y otras formas de cooperación. A finales de
la década de 1990, China había creado 480 empresas conjuntas en 47 países
africanos.18

15 Muekalia, "Africa and China's Strategic Partnership", African Security Studies, Vol.13, No 1,
2004, p. 5-12.
104
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
16 Thompson, "China's Soft Power in Africa", p. 1-5.
17 Muekalia, "Africa and China's Strategic Partnership", p. 5-12.
18 G. Shelton, "China and Africa: Building an Economic Partnership", South African

Journal of International Affairs, Vol. 8, No 2, 2001, p. 111-119.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

Foro de Cooperación China-África


China y África han establecido diversos acuerdos comerciales en el pasado. La
primera iniciativa se tomó ya en 1955, en la Conferencia de Bandung. Este
acuerdo, sin embargo, fue meramente político y, al tiempo que se establecían
lazos diplomáticos con los países africanos, ambas partes firmaron acuerdos
económicos y culturales. En 2000, se celebró en Pekín la primera conferencia a
gran escala sobre el comercio entre China y África. Según China, el objetivo del
Foro China-África era "la construcción de un orden político y económico
internacional y explorar una nueva cooperación China-África".19 Estuvieron
presentes más de 40 Estados africanos con 80 ministros de Asuntos Exteriores y
ministros encargados de la cooperación económica internacional. Además,
asistieron 17 organizaciones internacionales y regionales, ONG y empresarios
para debatir sobre la cooperación Sur-Sur, el diálogo Norte-Sur, el alivio de la
deuda y la cooperación económica china con los Estados africanos.20
La conferencia elaboró dos documentos clave: la Declaración de Pekín y el
Programa para la Cooperación China-África en materia de Desarrollo
Económico y Social. Este último describía las inversiones chinas en África, la
cooperación financiera entre China y el Grupo del Banco Africano de
Desarrollo (BAD), la condonación y el alivio de la deuda, la cooperación
agrícola, los recursos naturales y la energía, la educación y la cooperación
multilateral.21 En 2003, se celebró en Addis Abeba el segundo Foro de
Cooperación China-África, en el que el primer ministro Wen Jiabao declaró que
la ayuda y la inversión extranjeras "llegan con la más profunda sinceridad y sin
condicionamientos políticos".22 Durante las reuniones de 2000, Sudáfrica
planteó la cuestión del alivio de la deuda, a lo que China se opuso. Sin embargo,
tres años más tarde anunció la condonación de la deuda de los países africanos
hasta un total de 1.270 millones de dólares y concedió paquetes de ayuda a
varios estados. Con este gesto hacia los Estados africanos, China se puso en pie
de igualdad con Occidente en lo que respecta a las operaciones en África.23

Relaciones comerciales de China con África


En los apartados anteriores se han descrito las relaciones de China con África
durante el siglo XX en materia de política, ayuda y acuerdos comerciales. China
apoyaba a África por motivos geopolíticos, ya que era una forma de oponerse a
las superpotencias y a la hegemonía occidental. China también compartía una
identidad común con África, al ser ella misma un país del Tercer Mundo. Sin
embargo, en la década de 1990 este enfoque hacia África se hizo más
pragmático. Esta sección ofrece una visión del estado de las relaciones actuales
de China con África, que se basan principalmente en el comercio. El sitio
19 C. Alden, "China in Africa", Survival, Vol. 47, No. 3, 2005, p. 147-64.
20 Ibid.

106
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
21 Muekalia, "Africa and China's Strategic Partnership", p. 5-12.
22 Ibid.
23 Alden, "China en África", p. 147-64.

107
ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

La era post-maoísta del país se caracteriza por la expansión económica. En el


comercio se esperaba otro gran salto adelante para 2006, con el lanzamiento de
la Nueva Asociación Estratégica Asiático-Africana, orientada al sector privado,
de la que China será probablemente el principal beneficiario.24 Durante su visita
a Gabón, en 2004, Hu Jintao prometió "una cooperación económica con énfasis
en las infraestructuras, la agricultura y el desarrollo de los recursos humanos".25
Puede que no sea más que una esperanza piadosa, pero lo cierto es que "en
adelante China actuará como cualquier otra potencia, de acuerdo con sus
propios y bien conocidos intereses. Concentrará sus esfuerzos de cooperación
en los países en los que reconozca un gran potencial, ya se trate de materias
primas, mercados potenciales o influencia diplomática".26 Es normal y natural
que la implicación de China en África pueda provocar algún conflicto de
intereses con los empresarios africanos. Creo que esto preocupa mucho a la
mayoría de los africanos. Ayudar a la población africana a mejorar su situación
y a beneficiarse de la globalización es el objeto y el objetivo común de personas
y países de todo el mundo. La historia demostraría que éste debe ser un camino
duro y largo.
Según el FMI, África experimentó un crecimiento del 5,8% en 2005, el más
alto de los últimos 30 años.27 Se observa que a partir de 1994 el crecimiento ha
ido en aumento y actualmente supera los 100.000 millones de dólares. El
comercio entre China y África se ha cuadruplicado desde 2000, cuando el
comercio entre África y China rondaba los 10.000 millones de dólares. Sólo
cinco años más tarde había aumentado a 28.000 millones de dólares.28 China es
ahora el tercer socio comercial de África después de Estados Unidos y Francia,
y el segundo mayor exportador a África después de Francia.
Sorprendentemente, Gran Bretaña, como antigua potencia colonial, ha quedado
muy por detrás de China.29
En 1977, el comercio entre China y África alcanzó la cifra récord de 817
millones de dólares.30 A lo largo de la década de 1980, cuando las grandes
potencias de la guerra fría se retiraban de África y la ayuda occidental al
desarrollo se reducía a la mitad, China mantuvo sus contactos. Pero había
guardado su revolución para concentrarse en fomentar el comercio exterior y la
inversión extranjera. Cuando la geopolítica de la posguerra fría y la evolución
de Oriente Medio volvieron a atraer a los actores tradicionales hacia África,
China se había convertido en el taller del mundo y había puesto sus ojos en las
materias primas africanas.

24 Ibid.
25 Jean, Christophe Servant, "China's Trade Safari in Africa", 11 de mayo de 2005,
http://mondediplo. com /2005/05/11chinafrica/, (consultado el 11 de mayo de 2005), p. 1-5.
26 Ibid.
27 Brian, Smith, "China's Growing Trade with Africa Indicative of Sino-Western Energy Conflicts",

24 de enero de 2006, http://www.asiantribune.com/oldsite/show_ article.php? id= 2975/,


108
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
(consultado el 24 de enero de 2006), p. 1-3.
28 Ibid.
29 Institute of Development Studies, "The Impact of Asian Drivers on the Developing World",

Vol. 37, No 1, 2006, p. 1-6.


30 Bernt Berger, "China Outwits the EU in Africa", Asia Times Online, 13 de diciembre de 2007, p.

A1.

109
ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

China es ahora el segundo consumidor mundial de crudo, y más del 25% de sus
importaciones de petróleo proceden del Golfo de Guinea y Sudán. Su sed no
tiene límites: en 2020 se verá obligada a abastecer cerca del 60% de sus
necesidades energéticas desde el exterior, incluso desde naciones que, como
Chad, han mantenido relaciones diplomáticas con Taiwán.31 Aunque en 2004
sólo el 2% del comercio chino se realizaba con África, al continente le ha ido
especialmente bien a medida que China se ha ido abriendo al mundo.
Durante la década de 1990, el comercio entre China y África creció un 700% y,
desde el primer Foro China-África celebrado en Pekín en 2000, se han firmado más
de 40 acuerdos, duplicando el comercio hasta más de 20.000 millones de dólares en
los cuatro años transcurridos hasta finales de 2004.32 A finales de 2005, China se
había convertido en el tercer socio comercial de África, por detrás de Estados
Unidos y Francia y por delante del Reino Unido. La larga experiencia en proyectos
con el Banco Mundial ayudará a construir una "presencia en África [que] es
ilustrativa de los esfuerzos de Pekín por crear un paradigma de globalización que
favorezca a China".33 La relación económica entre África y China puede dividirse
en tres apartados: El afán de China por obtener recursos como petróleo, minerales y
alimentos; nuevos mercados de exportación para sus productos; y nuevas
oportunidades de inversión para las empresas chinas. Las exportaciones de África a
China son principalmente materias primas y petróleo, mientras que las
importaciones africanas de China consisten en productos manufacturados como
productos industriales, equipos eléctricos y maquinaria, textiles y utensilios
domésticos.

Recursos naturales
China tiene actualmente la economía de más rápido crecimiento del mundo, con
una tasa de crecimiento anual en torno al 8%. Pero un desarrollo económico tan
rápido en la era post-maoísta ha requerido un suministro constante y creciente
de petróleo. Un cambio importante se produjo en 1993, cuando China se
convirtió en importador de energía en lugar de exportador neto. La demanda
china de petróleo ha sido tan rápida que en 2004 el país se convirtió en el
segundo mayor importador de petróleo del mundo, después de Estados Unidos.
La creciente demanda se debe no sólo a una economía en expansión, sino
también a una sociedad en general más rica, con su mayor demanda de bienes
de consumo como coches y frigoríficos. Se calcula que la demanda china de
petróleo aumentará un 156% entre los años 2010 y 2025. Al igual que Estados
Unidos, China busca nuevos países y diferentes proveedores para satisfacer sus
necesidades de petróleo con el fin de diversificar sus fuentes y lograr la
seguridad energética. En África, donde recientemente se han encontrado nuevos
yacimientos, China tiene todas las posibilidades de éxito a la hora de explotar

110
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
31Amosu Akwe, "China in Africa: It's (Still) the Governance, Stupid", 9 de marzo de 2007,
http://www.fpif.org/fpiftxt/4068/, (consultado el 9 de marzo de 2007), p. 1-4.
32 Jean Christophe Servant, "Safari comercial de China en África", p. 1-5.
33 Ibid.

111
ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

nuevas fuentes. Para obtener y conservar el control de estas fuentes, está


destinando considerables recursos militares, político-diplomáticos y
económicos.34
África posee alrededor del 8% de las reservas mundiales de petróleo y el
11% de la producción mundial. Se calcula que la producción en África aumenta
un 6% anual. En 2007 alcanzó los siete millones de barriles diarios y se calcula
que en 2010 será de ocho millones. Se han hecho nuevos descubrimientos de
petróleo en aguas profundas del Golfo de Guinea, más concretamente en
Nigeria, Angola y Guinea Ecuatorial. Aunque África es conocida por sus
problemas políticos y económicos, las compañías petroleras internacionales
siguen invirtiendo en el continente. Esto se debe a que África es
económicamente atractiva para los inversores extranjeros, ya que los dirigentes
africanos ofrecen buenas condiciones y la mayor parte del petróleo se encuentra
en alta mar, lo que resulta ventajoso para la carga de petroleros y proporciona
cierta estabilidad en los niveles de producción de petróleo.
El petróleo africano también es de gran calidad. Una cuarta parte de las
importaciones chinas de petróleo proceden de África: de Argelia, Angola, Chad,
Sudán, Nigeria, Gabón y Guinea Ecuatorial. La sed de petróleo está adquiriendo tal
importancia que incluso se está despreciando el "principio de una sola China", ya
que Chad mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán. En 2003 se inauguró un
nuevo oleoducto de Chad a Camerún para que el petróleo de Chad pueda
transportarse directamente a un puerto importante. Aunque este comercio de
recursos naturales tiene un efecto positivo en la balanza comercial, también presenta
algunas desventajas. La producción de petróleo sólo requiere inversiones de capital
y no se necesitan grandes cantidades de mano de obra. Y en los países donde
abunda el petróleo, los gobiernos tienden a centrarse en el sector petrolero,
generador de riqueza, y a descuidar otros sectores. La corrupción es un problema
frecuente. Malaquuias adopta una postura extrema cuando afirma que:
Todos los ciudadanos se convierten en ladrones potenciales, con consecuencias
catastróficas para la estabilidad -política, social, económica y jurídica-, ya que las
bases de la interacción interpersonal se rompen irremediablemente. Resulta
problemático que, en lugar de fomentar el desarrollo, la riqueza en recursos haya
sido un factor importante de la inestabilidad política, los conflictos militares, la
dislocación social y la degradación económica que han caracterizado a gran parte
del África poscolonial.35

Los países intentan diversificar sus recursos energéticos para satisfacer sus
crecientes necesidades de energía. Como la necesidad de energía será aún
mayor en el futuro, cabe esperar que el escenario descrito anteriormente se haga
más común.

112
Las relaciones China-África en el siglo
XXI

34 Alden, "China en África", p. 147-164.


35 Looy, "África y China", p. 4-5.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

Inversiones en África
El banco de exportación chino, Eximbank, había aprobado una línea de crédito
de 2.000 millones de dólares para que Angola pudiera reconstruir sus
infraestructuras - electricidad, ferrocarriles y edificios administrativos -
destruidas durante 30 años de guerra civil.36 A cambio, China recibió 10.000
barriles de petróleo al día. La línea de crédito al 1,5% a 17 años puede parecer
desventajosa para China a corto plazo, pero las empresas chinas se harán con la
mayor parte de los lucrativos contratos para la reconstrucción nacional. La
población local está descontenta. Como señaló el economista independiente
José Cerqueira:
Hay una condición en el préstamo de que el 30% se subcontratará a empresas
angoleñas, pero eso sigue dejando un 70% que no lo hará. Los empresarios
angoleños están muy preocupados por esto, porque no consiguen el negocio,
y el sector de la construcción es uno en el que los angoleños esperan poder
encontrar trabajo.37

Hasta mediados de los años setenta, la cooperación significaba construir la


solidaridad entre dos continentes que pertenecían al mismo mundo
subdesarrollado. La presencia china en África se caracterizó por el envío de
técnicos para impulsar a las naciones recién liberadas de la tutela colonial; unos
15.000 médicos y más de 10.000 ingenieros agrónomos se desplazaron a zonas
del Tercer Mundo que se habían convertido en escenarios de la guerra fría. En
su papel de contrapeso antiimperialista de Occidente, China se infiltró en partes
del mundo ignoradas por Estados Unidos y la Unión Soviética. Emprendió
proyectos ambiciosos, como la construcción del ferrocarril Tanzam entre
Tanzania y Zambia, y concluyó acuerdos de cooperación militar,
concentrándose en los amigos ideológicos del este de África (Etiopía, Uganda,
Tanzania, Zambia) y en los grandes países no alineados, como Egipto.
Las 674 empresas estatales chinas presentes en África han invertido no sólo
en sectores en auge como la minería, la pesca, las maderas valiosas y las
telecomunicaciones, sino también en otros que Occidente ha descuidado,
incluso abandonado, por considerarlos menos rentables. Gracias a ello, se están
explotando de nuevo las minas de cobre de Chambezi en Zambia y se están
explorando las supuestamente agotadas reservas de petróleo de Gabón. En
2004, las inversiones chinas representaron más de 900 millones de
15.000 millones de dólares de inversión extranjera directa (IED) en África. De
los miles de proyectos en curso, 500 están dirigidos exclusivamente por la
empresa estatal China Road and Bridge Corporation, lo que ha contribuido a
situar a 43 empresas chinas entre las 225 líderes mundiales del sector. En
Etiopía, China participa en el sector de las telecomunicaciones; en la República
Democrática del Congo ha realizado trabajos para Gecamine, la empresa minera
estatal; en Kenia ha reparado la carretera que une Mombasa y Nairobi; y ha

114
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
lanzado el primer satélite espacial de Nigeria.
36 Informe anual de China Eximbank, 2004.
37 Jonathan Holslag, "China's New Mercantilism in Central Africa", African and Asian Studies,
Vol. 5, No 2, 2006, p. 133-169.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

Como incentivo para los nacionales chinos, ocho países africanos han sido
designados oficialmente destinos turísticos. Junto a esta ofensiva económica y
comercial ha habido una intensa actividad diplomática. El Presidente Hu Jintao
ha realizado una visita muy publicitada a Gabón desde que llegó al poder en
marzo de 2003. Los ministerios chinos de Comercio y Asuntos Exteriores,
ambos con secciones africanas, han patrocinado 100 reuniones oficiales. En
países donde las relaciones con Occidente son problemáticas, China se
beneficia de su política de no implicación en la política interna. Su relación con
Sudán, condenado por Naciones Unidas por la situación en Darfur, es
emblemática de una estrategia que no se ve afectada por consideraciones
éticas.38
He Wenping es subdirector del Departamento de Relaciones
Internacionales de la Sección de Estudios Africanos de la Academia China de
Ciencias Sociales de Pekín. "El sentido común sobre los derechos humanos y la
soberanía es sólo uno de los valores comunes que comparten China y África".39
"No cabe duda de que el éxito de China en África se ha beneficiado en parte de
ello, y esos valores comunes han sentado unas bases sólidas para seguir
promoviendo las relaciones bilaterales en el futuro".40 China se estableció por
primera vez en los inexplotados yacimientos petrolíferos de Muglad, en el sur
de Sudán, hace 10 años. Ahora importa el 50% del crudo de la región, y 13 de
las 15 empresas extranjeras más importantes que operan en Sudán son chinas,
desde la China National Petroleum Corporation hasta la Zhongyuan Petroleum
Corporation. El cinismo del gobierno de Pekín se hizo patente en septiembre de
2004, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 1564,
que anunciaba un embargo de la venta de armas a Sudán. El embajador chino en
la ONU, Wang Guangya, utilizó las masacres de Darfur como pretexto para
amenazar con vetar la resolución, antes de abstenerse finalmente. La resolución
propuesta por Estados Unidos ya se había suavizado considerablemente. El
incidente es una muestra de la fuerza de los lazos que unen a los gobiernos de
Pekín y Jartum.
Muchos déspotas africanos se han hecho eco de Omar Bongo Ondimba,
presidente de Gabón y amigo de China desde hace mucho tiempo, y han
alabado el espíritu de "respeto mutuo" y la "preocupación por la diversidad" que
caracterizan el comercio y la cooperación chinos.41 Pero este safari a África ha
alarmado a las multinacionales que tradicionalmente han explotado los recursos
del continente.42 Y Estados Unidos, oficialmente comprometido con el fomento
de la buena gobernanza, empieza a perder la paciencia con

38 Shichor Yitzhak, "Sudán: China's Outpost in Africa", CB. 5, nº 21, 2005, pp. 9-11; Ibid,
"La política china hacia Darfur", CB. 7, No 7, 2007, p. 5-8.
39 Kwesi Kwaa Prah, "África y China: Then and Now", F. Manji, y Stephen, Marks (ed.),

African Perspectives on China in Africa Oxford/Nairobi, Fahamu, 2007, p. 57-61.


40 Ibid.

116
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
41 Emma Mawdsley, "China y África: Emerging Challenges to the Geographies of Power",
Brújula Geográfica Vol. 1, 2007, p. 1-17.
42 Dudley Poston, et al., "La distribución mundial de los chinos de ultramar en torno a 1990",

Population & Development Review, Vol. 20, No 3, 1994, p. 631-634.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

La política económica china. Según Gal Luft, especialista en seguridad energética y


director ejecutivo del think tank neoconservador Institute for the Analysis of Global
Security:
Los chinos son mucho más propensos a hacer negocios de una forma que hoy
en día los europeos y los estadounidenses no aceptan: pagando sobornos y
primas por debajo de la mesa. A algunos países africanos les resultará mucho
más fácil trabajar con empresas chinas que con estadounidenses y europeas,
cada vez más restringidas por la iniciativa "publica lo que pagas" y otras que
reclaman una mayor transparencia.43

El Ministro de Finanzas y Planificación Económica de Ruanda, Donald


Kaberuka, afirma: "Es una forma diferente de hacer negocios"44 - una
perspectiva alarmante para las ONG que ya luchan contra las cínicas prácticas
occidentales en África. En el pasado se ha criticado a organizaciones
internacionales como el Banco Mundial por conceder préstamos a países
necesitados condicionados a exigencias no negociables. Ahora la situación se
invierte, con China concediendo créditos incondicionales e instantáneos que
fomentan proyectos de elefante blanco, sin preocuparse por la transparencia
financiera. "El préstamo chino distorsiona todo el proceso y da mucha más
flexibilidad a Angola para no cumplir las condiciones de otros acuerdos, como
un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional "45. "Permite al gobierno
escapar a la transparencia".46 Las organizaciones ecologistas están atentas al
desarrollo comercial de un país que emite más contaminación que ningún otro y
que no ha firmado el Protocolo de Kioto: El 60% de los 4 millones de metros
cúbicos de madera sin desbastar que se exportan cada año desde África van a
parar a Asia, casi todos a China.

Polémicas sobre China en África


China y los países africanos han hecho un gran avance en los últimos años y
han promovido un entendimiento mutuo entre ambos pueblos. Esto sería
maravilloso, de ser cierto, y es muy necesario. El entendimiento mutuo entre los
trabajadores chinos y africanos es lamentable. "El peligro amarillo recorre los
países del sur de África, e incluso en el Foro Social del Sur de África, celebrado
en Harare en octubre de 2005, los mayores aplausos de la ceremonia inaugural
fueron para los xenófobos que insistían en que había que boicotear los
productos de "Fong Kong"".47 Los trabajadores sudafricanos intentan
desesperadamente obtener alivio, pero sus corporativistas

43 David Shinn, y Joshua Eisenman, "Dueling Priorities for Beijing in the Horn of Africa", CB. 5,
nº 21, 2005, p. 6-9.
44 Ibid.
45 Denis Tull, "China's Engagement in Africa: Scope, Significance and Consequence", Journal of

Modern African Studies, Vol. 44, No 3, 2006, p. 459-479.

118
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
46 Ibid.
47 David Shinn, y Joshua Eisenman, "Dueling Priorities for Beijing in the Horn of Africa", CB. 5,
nº 21, 2005, p. 6-9.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

La dirección ha decidido pedir cláusulas sociales a la OMC y acuerdos


bilaterales entre Pretoria y Pekín, en lugar del duro trabajo de aliarse con la
clase obrera china. Por otra parte, hay una realidad material en esta horrible
nueva psicología, que refleja el ascenso del capitalismo fascista chino, aliado
con los regímenes africanos más venales, en Sudán, Angola, Zimbabue y
similares. Desde principios de la década de 2000, China se convirtió en un
factor más importante en el proceso, atrayendo una creciente controversia sobre
geopolítica (porque desde Sudán hasta Zimbabue y Angola, los préstamos e
inversiones chinos apuntalaron regímenes corruptos) y desindustrialización. Las
preocupaciones bien fundadas sobre las prácticas de empleo y la calidad de los
productos se convirtieron en xenofobia contra los comerciantes chinos (lo que
llevó a activistas internacionalistas del Foro Social de África Austral a lanzar
consignas de "peligro amarillo" a finales de 2005). La amenaza china para la
industria africana es profunda: Nigeria perdió 350.000 empleos directos (y 1,5
millones indirectos) debido a la competencia china entre 2000 y 2005. La
industria de la confección de Lesotho se hundió cuando los beneficios de la Ley
de Crecimiento y Oportunidad de África se evaporaron en 2005 tras la entrada
de China en la OMC.48
En comercio se esperaba otro gran salto adelante para 2006, con el
lanzamiento de la Nueva Asociación Estratégica Asiático-Africana, orientada al
sector privado, de la que China será probablemente el principal beneficiario.49
Durante su visita a Gabón en 2004, Hu Jintao prometió "una cooperación
económica con énfasis en las infraestructuras, la agricultura y el desarrollo de
los recursos humanos".50 Puede que esto no sea más que una piadosa esperanza,
pero lo cierto es que "en adelante China actuará como cualquier otra potencia,
de acuerdo con sus propios y bien conocidos intereses. Concentrará sus
esfuerzos de cooperación en los países en los que reconozca un gran potencial,
ya se trate de materias primas, mercados potenciales o influencia
diplomática".51 Es normal y natural que la implicación de China en África
pueda provocar algún conflicto de intereses con los empresarios africanos.
Ayudar a la población africana a mejorar su situación y beneficiarse de la
globalización es el objetivo de personas y países de todo el mundo.
Los últimos acontecimientos demuestran que el camino de China en África
debe ser duro y largo. Según el Vicepresidente del Instituto Sudafricano de
Asuntos Internacionales, Moeletsi Mbeki, China representa "tanto una tentadora
oportunidad como una aterradora amenaza". Es una historia conocida:
"Vendemos

48 Yitzhak Shichor, "Sudán: China's Outpost in Africa", CB. 5, nº 21, 2005, pp. 9-11; Yitzhak
Shichor, "La política china hacia Darfur", CB. 7, No 7, 2007, p. 5-8.
49 He Wenping, "China-Africa Relations Moving into an Era of Rapid Development", Inside
ASIA, nº 3 & 4, 2006, p. 6.
50 Hu Jintao, "Consolidación de la amistad tradicional China-África y profundización de la
120
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
cooperación integral China-África". Discurso en la Sesión Conjunta del Parlamento de Gabón,
Pekín: Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China, 3 de agosto de 2007,
http://www.fmprc.gov.cn/eng/wjdt/2649/t61853.htm, (consultado el 3 de agosto de 2007).
51 Ian Taylor, "China's Oil Diplomacy in Africa", International Affairs, Vol. 82, nº 5, 2006, p. 940.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

ellos materias primas y nos venden productos manufacturados con un resultado


previsible: una balanza comercial desfavorable para Sudáfrica".52 En septiembre
de 2004, una organización miembro del poderoso Congreso de Sindicatos
Sudafricanos amenazó con boicotear a cualquiera que vendiera productos
chinos, a los que culpaba del aumento del desempleo. El problema puede verse
en los puestos del mercado de la capital senegalesa, Dakar, donde las
importaciones chinas baratas, desde zapatos a medicinas, se codean con los
productos rivales, mientras que los talleres textiles de Lesotho se ven
amenazados por la expiración del acuerdo multifibras en enero de 2005.53
Los debates anteriores indican que la crítica de los inversores extranjeros
en África debe extenderse ahora, más allá de la UE, EE.UU. y Japón, a China.
Por ejemplo, la Corporación Nacional China del Petróleo (CNPC) y otras dos
grandes empresas petroleras chinas operan en diecisiete países africanos. Uno
de ellos es Sudán, donde se están llevando a cabo inversiones petroleras por
valor de 2.000 millones de dólares, a pesar del genocidio de Darfur, responsable
ya del 5% de las necesidades de importación de China, junto con el desarrollo
financiado por China de una capacidad militar sudanesa autóctona. La venta de
armas a Robert Mugabe también es dudosa. Como informa Ben Schiller, se ha
expresado preocupación por el impacto medioambiental de varias explotaciones
mineras chinas en África, incluidas minas de cobre en Zambia y el Congo, y
proyectos de arenas de titanio en zonas ecológicamente sensibles de
Mozambique, Kenia, Tanzania y Madagascar. Además, China importa madera
ilegal de bosques de Indonesia, Camerún, Congo y Guinea Ecuatorial. Aunque
es difícil acceder a cifras exactas, www.globaltimber.org.uk afirma que hasta el
50% de toda la madera importada a China en 2004 era ilegal.
Las empresas chinas también se han visto implicadas en el contrabando de
marfil, sobre todo en Sudán y Zimbabue. Según Care for the Wild International,
las empresas chinas compran hasta el 75% del marfil de Sudán. En su prisa por
expandirse, los expertos en desarrollo sostienen que China está revitalizando un
estilo de desarrollo antiguo y tosco, restableciendo una era de "elefantes blancos"
y "proyectos de prestigio" con escasos beneficios para la población local. En
Etiopía, la empresa estatal china Jiangxi International construyó
4 millones de dólares en nuevas viviendas, después de que una inundación
dejara a cientos de personas en la indigencia. Pero en lugar de alojar a los sin
techo, los bloques acabaron siendo utilizados por oficiales militares. Un
directivo de Jiangxi declaró posteriormente al Wall Street Journal: "Era una
tarea política para nosotros y mientras los funcionarios etíopes estén contentos,
nuestro objetivo está cumplido".54 Otra característica de las inversiones chinas
en el extranjero es el empleo de trabajadores chinos en lugar de locales. Se han
importado miles de obreros e ingenieros chinos para construir la presa etíope de
Takazee, de 300 millones de dólares. En Sudán, los chinos
52 Alex Vines, "The Scramble for Resources: African Case Studies", South African Journal of
122
Las relaciones China-África en el siglo
XXI
International Affairs, Vol. 13, nº 1, verano/otoño, 2006, p. 71.
53 J. Reed, "China on Track to Win many Friends in Oil-Rich Angola", Financial Times, 4 de
marzo de 2006, p. A8.
54 Kwesi Kwaa Prah, "África y China: Then and Now", F. Manji, y Stephen, Marks (ed.),

African Perspectives on China in Africa Oxford/Nairobi, Fahamu, 2007, p. 57-61.

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trabajadores han construido un oleoducto; 74.000 chinos permanecen en el país,


10.000 empleados por CNPC. También se emplean trabajadores chinos en
Namibia, Zimbabue y otros muchos Estados africanos.55

Conclusión
Hay varias razones por las que la relación entre China y muchos países
africanos se está profundizando. Esto no quiere decir que esté libre de tensiones.
De hecho, hay indicios de que, como en la mayoría de las relaciones dinámicas,
existen puntos de desacuerdo. En África preocupa que los chinos estén
inundando los mercados africanos con productos de bajo precio que perjudican
a las incipientes industrias autóctonas, por ejemplo en el sector textil,
especialmente tras la expiración del acuerdo multifibras en 2005. También
preocupa que el comercio tienda a ser unidireccional, con los africanos como
consumidores, y que esto perjudique a los productores africanos. Por otra parte,
el aumento de los préstamos de China a los países africanos corre el riesgo de
cargarles con una deuda adicional, justo cuando algunos están aliviando esa
carga a través del programa para los Países Pobres Altamente Endeudados
(PPME) y otras iniciativas. Además, aunque los chinos participan en grandes
proyectos de infraestructuras en toda África, la transferencia de tecnología es
escasa. También hay poca creación de empleo local; los proyectos chinos suelen
emplear a trabajadores chinos. La falta de voluntad general de China para
coordinar sus programas de ayuda con otros donantes también puede reducir su
impacto global. A algunos africanos les preocupa que los chinos ignoren las
normas medioambientales y laborales, lo que puede tener implicaciones
negativas para África a largo plazo. Además, el enfoque de no intervención en
materia de derechos humanos y gobernanza democrática, preferido por China,
la enfrenta cada vez más al consenso africano sobre la importancia de estas
cuestiones. Este enfoque se suma a la percepción de que China está dispuesta a
mimar a los regímenes autoritarios, incluido el de Robert Mugabe, de
Zimbabue, cuyo desgobierno y represión política han provocado siete años
consecutivos de declive económico en medio de atroces condiciones de
derechos humanos. La insistencia en la buena gobernanza por parte de la Unión
Africana y la Nueva Alianza para el Desarrollo de África demuestra que los
propios africanos consideran que la democracia, la transparencia y el respeto de
los derechos humanos son fundamentos del desarrollo sostenible. Además, las
relaciones comerciales y de ayuda entre China y África tienen implicaciones
para los países africanos. Una ventaja es el mayor margen de maniobra de los
Estados africanos ahora que ya no dependen totalmente de Occidente. Por
último, el aumento de la producción de petróleo ha disparado los ingresos de los
Estados africanos. Por otro lado, la forma china de hacer negocios con los
países africanos no tiene en cuenta los derechos humanos, el medio ambiente o
la buena gobernanza, aunque esto tampoco es infrecuente entre los países
occidentales cuando tratan con África.
124
Las relaciones China-África en el siglo
XXI

55 Ibid.

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ULUSLARARASIiLiŞKiLER / RELACIONES INTERNACIONALES

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