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Vol. XLVII N.

° 180 Enero - Abril de 2021


Bogotá - Colombia ISSN: 0121-4977
medellín
Biblia, Teología y Pastoral para América Latina y El Caribe

Biblia de la Iglesia
en América Latina:
Historia y criterios
fundamentales

‘‘Iglesia en salida, misionera y sinodal’’


Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM
Centro Bíblico, Teológico y Pastoral para América Latina y El Caribe
CEBITEPAL

medellín
Biblia, Teología y Pastoral para América Latina y El Caribe
Revista Fundada en 1975

La revista Medellín, fundada en 1975, es una publicación cuatrimestral del CEBITEPAL, especializada en temas
bíblicos, teológicos, sociales y pastorales. Busca ser una expresión profética y sapiencial del continuo redescu-
brimiento que la Iglesia Latinoamericana y Caribeña hace de sí misma, iluminando nuestra realidad desde la fe.

Está dirigida a: estudiosos, investigadores, docentes de biblia, teología, doctrina social de la Iglesia y pastoral,
agentes pastorales en general, así como a alumnos y exalumnos del Centro de formación del CELAM.

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Impreso en Colombia - Printed in Colombia


Contenido

Editorial
Presentación de BIA en Medellín 5

Sección Artículos
Artículos históricos
• De la Vulgata a la BIA 13
Luis Heriberto Rivas

• Sueños del CELAM: una Biblia propia para todos 39


Patricio Merino Beas

• Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA) 49


Carlos Junco Garza

Artículos: Criterios de la BIA


• Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia
en América (BIA) 71
Santiago Silva Retamales

• Un modelo latinoamericano de traducción 93


La Biblia de la Iglesia en América - BIA
Ramón Alfredo Dus

• Biblia de la Iglesia en América (BIA) 115


“Un proyecto latinoamericano inédito”
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

• Experiencias en el equipo de revisión lingüística


del Antiguo y Nuevo Testamento 129
Francisco Nieto Rentería
Artículos: Ejemplos de traducción
• BIA: Gn 1,1-3a.
Análisis sintáctico y traducción 143
Ramón Alfredo Dus

• ¿Una o dos águilas? Análisis sintáctico y semántico


de Ez 17,7 149
Ramón Alfredo Dus

• Traducción de ∆ΙΚΑΙΟΣΥΝΗ en Mateo 155


Adolfo Miguel Castaño Fonseca

• La traducción de Mc 9,11-13 163


Santiago Silva Retamales

Sección Notas
• La Palabra de Dios como realidad fontal
en el Directorio para la Catequesis 2020 171
César Buitrago López
editorial
Presentación de BIA en Medellín

Un sueño ha tenido su cabal cumplimiento. Un proyecto ha


llegado a su meta. Un reto ha logrado vencer obstáculos y escollos.
Ese sueño, proyecto y reto tienen un nombre: Biblia de la Iglesia en
América (BIA), que fue publicada en mayo del 2019.

Esta Biblia, que es del CELAM, es la que hoy ocupa estas pági-
nas de la revista MEDELLÍN del CEBITEPAL, el Centro Bíblico Teoló-
gico Pastoral de América Latina y El Caribe, que fue fundado como
CEBIPAL poco antes de iniciarse esta obra. Una de las tareas funda-
mentales de ese centro fue la realización de la BIA. Todas las perso-
nas que colaboraron en este centro son testigos vivos de proyectos
y planes, de trabajos y reuniones que han quedado plasmados en
esta Biblia.

Los tres primeros artículos tocan el tema histórico. Otros cua-


tro ayudan a entender los criterios fundamentales que guiaron esta
obra. Por último cuatro notas breves se refieren a ejemplos de unas
traducciones concretas del Antiguo y Nuevo Testamento.

ARTÍCULOS HISTÓRICOS

Iniciamos con los tres artículos dedicados a aspectos históri-


cos, dos de ellos de períodos anteriores a la BIA, el tercero presenta
la génesis, el desarrollo del trabajo y el perfil de esta traducción.


Luis Heriberto Rivas, argentino y gran colaborador de la


BIA, nos presenta las preocupaciones de las comunidades judías
y cristianas por ofrecer las Escrituras en idiomas comprensibles.
En su artículo: De la Vulgata a la BIA recuerda la versión griega de
los Setenta, producida en el ámbito judío a. C. y empleada por la
comunidad cristiana en los escritos del NT y en tiempos posterio-
res. Incursiona después en la labor de san Jerónimo, cuyo décimo
sexto centenario de su muerte hemos conmemorado el año pasado,
dedicado más a la traducción de la Biblia hebrea al latín, lengua
común en Occidente de aquel entonces. Su obra, enriquecida con
otras traducciones revisadas por él y sus discípulos, está en la Vul-
gata. En seguida nos introduce en las diferentes versiones espa-
ñolas realizadas en Europa, sin ignorar los períodos en los que
se pusieron muchas trabas o se llegó a prohibir la lectura de las
Escrituras para la mayoría de los fieles, sin un permiso especial.
Aborda también las principales versiones que se han producido en
nuestro continente, desde el siglo pasado hasta nuestros días. En
este contexto amplio se coloca la BIA, de la que trata con amplitud
esta revista.

Sueños del CELAM. Una Biblia para todos lo escribe Patricio


Merino, chileno, que fue maestro y trabajó en el equipo directivo
6 del Cebitepal. Rastrea los orígenes del CELAM (1955) y muestra
cómo desde sus comienzos tuvo en mente ofrecer un texto bíblico,
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

en un lenguaje comprensible, que sirviera de base para arraigar la


fe y lograr una evangelización más profunda en América Latina.
Este deseo tuvo un eco muy fuerte en los obispos de los prime-
ros tiempos y, sobre todo, en los especialistas del área bíblica del
departamento de ecumenismo del CELAM que también proyecta-
ron la creación de un centro bíblico para América Latina. Hoy la BIA
y el Cebitepal son frutos indirectos de esos sueños.

Caros Junco Garza, mexicano, coordinador general de la tra-


ducción, escribe Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en Amé-
rica (BIA). La obra surge de una iniciativa del comité hispano de
los Obispos de USA que, en diálogo con el CELAM, pide a este la
posibilidad de realizar esa encomienda que ellos se comprometen
a financiar. En seguida presenta los momentos más significativos de
la historia de la BIA, desde noviembre del 2004 hasta septiembre
del 2016 cuando se entrega al CELAM la obra concluida. Recuerda
las publicaciones previas de los Evangelios (2011), el Nuevo Testa-
mento (2015) y la Biblia completa (2019). Describe el perfil de esta
Biblia que no solo se encuentra en su traducción, sino en la serie de
subsidios que presenta, como las introducciones a cada uno de los
libros y a los diversos conjuntos, las notas explicativas, los títulos
de las perícopas, los pasajes paralelos y otros textos que ayudan.
Aparte están los apéndices como el amplio glosario, la cronología
y otras ayudas. Todo ese perfil pretende servir a una mayor com-
prensión de la Palabra, a una vivencia en la comunión con Dios y
con los hermanos.

CRITERIOS DE LA BIA

Siguen los cuatro artículos que, de una u otra forma, tocan


el trabajo de fondo de la BIA, los criterios que guiaron su realiza-
ción, el significado global de esta obra, la actividad de traductores
y revisores.

En primer lugar, Santiago Silva Retamales, Obispo responsa-


ble puesto por el CELAM al frente del Cebipal (luego, Cebitepal) y 7
de la traducción, actual Obispo de Valdivia (Chile), en su artículo
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Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)


aborda los tres criterios básicos que orientaron el trabajo de inter-
pretación y traducción, que tiende a la fidelidad al texto en su len-
gua original y al lector de hoy día. En primer lugar, las Escrituras
Sagradas nos reflejan la voz de la palabra; es el Padre que sale al
encuentro de todos los seres humanos para revelarnos su amoroso
plan de comunicarnos la vida para que entremos en comunión con
él. En segundo lugar, todos nosotros reconocemos que esa palabra
tiene un rostro; es la Palabra eterna del Padre que, en un momento
de nuestra historia, puso su Morada en medio de nosotros; la Biblia
es esa sinfonía de palabras que nos muestran el rostro inagotable
de Jesús, con quien nos hemos de encontrar en esa multiplicidad
y unidad de voces. Por último, la palabra tiene una casa que es la


comunidad creyente que acoge estas palabras inspiradas por el


Espíritu Santo, quien nos ayuda a comprenderlas cada vez con más
profundidad; la Biblia, en efecto, no ha sido dada a individuos ais-
lados, sino al conjunto del pueblo de Dios. En el fondo estos tres
criterios guiaron la traducción de la BIA.

Ramón Alfredo Dus, coordinador del Antiguo Testamento y


actual Arzobispo de Resistencia (Argentina), nos muestra en Un
modelo latinoamericano de traducción. La Biblia de la Iglesia en
América (BIA), cómo el misterio de la encarnación es también un
paradigma de comprensión para entender la naturaleza y función
de una traducción de la Biblia, que es capaz de penetrar en diversas
lenguas y culturas. Por eso la BIA es una versión del texto de las
Sagradas Escrituras que tuvo en cuenta la sintaxis de la lengua ori-
ginal, la semántica de las palabras, el estilo y el aspecto comunica-
tivo integral. La traducción se puede catalogar como fruto de la acti-
tud dialógica de sus traductores a lo largo del trabajo. Todos ellos
se esforzaron por buscar una identidad pastoral para facilitar el
encuentro personal con Dios. En efecto, la traducción implica tras-
pasar un texto de una estructura lingüística a otra; y esto se alcanza
en base a diversos factores, como el análisis textual, la percepción
de las formas literarias originales, la intuición y la interpretación
8 de los traductores. Esta traducción tiene como aval el consenso, el
control y la corrección del equipo traductor.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Adolfo Miguel Castaño Fonseca, coordinador del Nuevo Testa-


mento y primer Obispo de Azcapotzalco (México), escribe el artí-
culo: Biblia de la Iglesia en América (BIA). Un proyecto latinoame-
ricano inédito. Presenta el trabajo complejo que fue el de la BIA, ya
que no se tenía experiencia en ese ámbito, pero que resultó a la
vez enriquecedor, por razón de la dedicación que cada quien ofre-
ció a su tarea, por el diálogo y confrontación con otras personas
del equipo, y que fue siempre gratificante, por nuestro servicio a la
Palabra y al Pueblo de Dios. En todo momento se pretendió hacer
más asequible el texto bíblico a lectores hispanos de América, como
apoyo a la evangelización y a la vida cristiana. Por eso la BIA buscó
dar elementos para una buena interpretación de la palabra bíblica,
así como ofrecer pistas para la oración y el testimonio de sus lecto-
res. Sus notas tienen un matiz catequético para interpelar y ayudar
a la formación del discípulo misionero. Apuesta por la comprensión
del texto, pero cuidando el buen nivel del lenguaje y del estilo lite-
rario. En pocas palabras, constituye un trabajo y esfuerzo por ser
fieles al texto, al lector, a Dios y a su Iglesia.

En seguida, Francisco Nieto Rentería, mexicano y coordinador


lingüístico, escribe Experiencias del equipo de revisión lingüística en
el Antiguo y Nuevo Testamento. Describe lo que implicó la amplia
tarea de crear un texto fiel a sus idiomas originales y fiel al lector
de hoy día. La primera encomienda era propia de los revisores que
fueron del AT y del NT. El trabajo principal de los coordinadores lin-
güísticos era buscar la fidelidad al lector, tan variado, no obstante
que todos hablamos el español, pero a veces cada país conserva sus
modos propios de decir; más aún, en un mismo país, cada región
produce sus propios giros de lenguaje, generando enorme riqueza
expresiva, aunque también eso ofrece no pocos retos al momento
de la comprensión de lo que decimos o escribimos, escuchamos o
leemos. Un trabajo ingente realizado al principio por cuatro repre-
sentantes de diversas regiones de América hispano parlante, y des-
pués solo por tres de ellos.
9
CUATRO EJEMPLOS DE TRADUCCIÓN
medellín 180 / enero - abril (2021)

Termina este número dedicado a la BIA con cuatro artículos


breves que presentan cómo se llegó a una traducción determinada.

En los dos primeros, Ramón Alfredo Dus, quien coordinó la


traducción del AT, presenta dos textos. El primero es BIA: Gn 1,1‑3a.
Análisis sintáctico y traducción. El segundo se titula ¿Una o dos águi-
las? Análisis sintáctico y semántico de Ez 17,7.

El tercero fue elaborado por Adolfo Miguel Castaño Fonseca,


coordinador del NT. Traducción de ∆ΙΚΑΙΟΣΥΝΗ en Mateo. El cuarto,
obra del Obispo responsable de la BIA, Santiago Silva Retamales: La
traducción de Mc 9,11-13, cierra este número sobre la BIA.


Que esta revista ayude a conocer más el trabajo que está detrás
de la Biblia de la Iglesia en América (BIA) y suscite comentarios para
retroalimentar esta obra eclesial del CELAM.

Carlos Junco Garza


Coordinador general de la BIA

10
medellín 180 / Enero - Abril (2021)
Artículos históricos
 De la Vulgata a la BIA
Luis Heriberto Rivas
 Sueños del CELAM: una Biblia propia para todos
Patricio Merino Beas
 Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)
Carlos Junco Garza

Artículos: Criterios de la BIA

artículos
 Criterios de traducción para la
Biblia de la Iglesia en América (BIA)
Santiago Silva Retamales
 Un modelo latinoamericano de traducción
La Biblia de la Iglesia en América - BIA
Ramón Alfredo Dus
 Biblia de la Iglesia en América (BIA)
“Un proyecto latinoamericano inédito”
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

SECCIÓN
 Experiencias en el equipo de revisión lingüística
del Antiguo y Nuevo Testamento
Francisco Nieto Rentería

Artículos: Ejemplos de traducción


 BIA: Gn 1,1-3a.
Análisis sintáctico y traducción
Ramón Alfredo Dus
 ¿Una o dos águilas? Análisis sintáctico y semántico
de Ez 17,7
Ramón Alfredo Dus
 Traducción de ∆ΙΚΑΙΟΣΥΝΗ en Mateo
Adolfo Miguel Castaño Fonseca
 La traducción de Mc 9,11-13
Santiago Silva Retamales
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 13-37 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

artículos históricos
De la Vulgata a la BIA

Luis Heriberto Rivas*

Resumen
Este artículo, a través de un recorrido histórico, mues-
tra que la comunidad creyente, en todas las épocas, se ha
preocupado por elaborar versiones de la Biblia fieles a
los textos originales y a la vez comprensibles para todos
los lectores. Pero también hubo momentos en que los
pastores de la Iglesia Católica, con la intención de evitar
que los fieles se confundieran con versiones e interpre-
taciones del texto sagrado consideradas erróneas, res-
tringieron, e incluso prohibieron, la práctica de la lectura
de la Biblia y la elaboración de traducciones. 13
Palabras clave: Biblia – Versiones de la B. – Septuaginta -
medellín 180 / enero - abril (2021)

Vetus Latina - Vulgata.

*
Sacerdote argentino de la Arquidiócesis de Buenos Aires, licenciado en Teología en la
Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) y licenciado
en Sagradas Escrituras en la Pontificia Comisión Bíblica. Doctor Honoris Causa por la
UCA, es profesor emérito de Sagradas Escrituras en la Facultad de Teología de la UCA y
ha sido docente en varios centros teológicos y seminarios argentinos y otros países. En
el CELAM, fue secretario adjunto para las relaciones judeo-católicas del Departamento
de Ecumenismo. También fue presidente de la Sociedad Argentina de Teología durante
varios períodos. Correo electrónico: lrluishrivas@gmail.com.
From the Vulgate to the BIA

Summary
By means of a historical review, this article shows
that the community of faith throughout the history
has been concerned about the production of different
versions of the Bible, loyal to the original texts but also
comprehensible for all readers. However, there have
also been times when the shepherds of the Catholic
Church restricted the practice of the Bible reading
and even forbade its translation with the purpose of
avoiding that the believers be confused with versions
and interpretations of the sacred text deemed mistaken.

Key words: Bible – Versions of the B. – Septuagint –


Vetus Latina – Vulgate.

14
medellín 180 / Enero - Abril (2021)
L
a Palabra de Dios se dirige y llega a los seres humanos de
diversas maneras. En los libros de la Biblia está expresada
en palabras humanas. Y como se dirige a toda la humani-
dad, es necesario que esté formulada en términos que todos
puedan entenderla sin dificultad cuando la oyen o la leen. Por eso,
en todo tiempo y lugar debe haber quienes se ocupen de traducir
los textos bíblicos a las diversas lenguas y hacer que estos lleguen a
todos sus destinatarios.

A la comunidad creyente se le encomendó la misión de llevar


la Palabra de Dios “hasta los confines de la tierra”. Pero contra lo
esperado, el interés por difundir la Palabra en forma escrita no
llevó un ritmo uniforme siempre creciente.
15
En el recorrido histórico que se hará en este artículo se verá medellín 180 / enero - abril (2021)

que en todas las épocas, hasta el día de hoy, ha habido personas


interesadas en que los fieles dispongan de versiones de la Biblia
fieles a los textos originales, a la vez que comprensibles para todos
los lectores. Pero también hubo momentos en que los pastores de la
Iglesia Católica, con la intención de evitar que los fieles se confun-
dieran con versiones e interpretaciones del texto sagrado conside-
radas erróneas, restringieron, e incluso prohibieron la práctica de
la lectura de la Biblia y la elaboración de traducciones. Estas medi-
das, juzgadas con los criterios que se tienen en la actualidad, pue-
den aparecer como inadecuadas o al menos excesivas.

El artículo se extiende con preferencia sobre las versiones en


lengua española, y presta especial atención al proceso por el que,
Luis Heriberto Rivas

aplicando los criterios modernos de traducción, se trata de pre-


sentar ediciones igualmente fieles a los textos originales y a las
personas a quienes se debe transmitir el mensaje de la Palabra
de Dios.

LAS ANTIGUAS VERSIONES LATINAS Y LA VULGATA

En la época helenística, muchos judíos que se habían disper-


sado voluntariamente por el imperio ya no hablaban hebreo ni
arameo sino griego. Ante esta situación, entre los siglos IV-III a. C.
los judíos residentes en Alejandría tradujeron al griego los textos
bíblicos hebreos, y al mismo tiempo produjeron nuevos libros, a los
que también consideraron sagrados. Estos libros, junto con los tra-
ducidos del hebreo, forman la versión llamada “Septuaginta” (LXX).
Esta versión no reproduce los textos hebreos al pie de la letra, sino
que los expresa tal como eran entendidos en la época de los traduc-
tores1. La versión LXX fue la Sagrada Escritura de los judíos de la
diáspora, y más tarde, de los primeros cristianos2.

Durante los primeros siglos del cristianismo el griego era la


lengua dominante en el imperio romano. Pero fue desplazado a
medida que el latín ganaba terreno. Los cristianos que ya no habla-
16 ban griego se vieron en la necesidad de traducir al latín los libros
de la versión LXX, como también los originales griegos del Nuevo
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Testamento. Por la cantidad de citas de la Escritura en latín que


se encuentran en las obras de san Cipriano de Cartago (+ 258) se
supone que la tarea de traducir la Biblia del griego al latín comenzó
en África, y que en la primera mitad del siglo III ya existía una ver-
sión en este idioma. Este texto fue conocido también en el continente
europeo, donde recibió innumerables revisiones y modificaciones,
a la vez que se producían nuevas versiones de diferentes partes de


1
P. Benoit, ¿Está inspirada la versión de los Setenta?, en: Id., Exégesis y teología, Vol. I.
Madrid, Studium 1974, pp. 155-166. P. Auvray, Comment se pose le problème de
l'inspiration de la Septante? RB 59 (1952) 321-336.

2
Trebolle Barrera, Julio, La Biblia judía y la Biblia cristiana, Madrid, Trotta 1993;
315-318.
De la Vulgata a la BIA

la Biblia3. Estos textos bíblicos en latín —variados y fragmentarios—


se conservan en la actualidad con el nombre de “Vetus Latina”4.

San Jerónimo observó que el Antiguo Testamento en latín que


se leía en su tiempo no era traducción de los textos hebreos que
él tenía en sus manos, sino de otra traducción: la Biblia LXX. Se
propuso entonces obtener lo que él llamaba la “veritas hebraica”, y
emprendió la tarea de traducir al latín los libros hebreos del Anti-
guo Testamento. Dejó de lado la versión LXX, se concentró en aque-
llos libros cuyos originales estaban en hebreo o arameo, y consultó
eruditos judíos para conocer las tradiciones sobre la lectura e inter-
pretación de esos textos.

San Jerónimo sostuvo que la traducción no debe expresar el


original palabra por palabra, sino las mismas ideas con palabras
acomodadas al uso de los lectores, conservando la propiedad y
fuerza de todas las palabras5.

Los libros traducidos al latín por san Jerónimo, reunidos más


tarde con los libros propios de la Biblia LXX y los del Nuevo Tes-
tamento conservados por la Vetus Latina, comprenden lo que se
conoce como “Biblia Vulgata”, nombre que le fue dado en el siglo
XVI porque era la “Biblia divulgada, difundida” en occidente6. 17
La “Biblia Vulgata” contiene todos los libros traducidos desde
medellín 180 / enero - abril (2021)

el hebreo por san Jerónimo, excepto los Salmos. Los libros de


Tobías y Judit, que no tienen original hebreo, también fueron tradu-
cidos por san Jerónimo, pero sin la misma rigurosidad que se había

3
San Agustín habla de “una infinita variedad de versiones latinas” (De Doctrina Christiana,

II, XII; PL. XXXIV, 42-43). San Jerónimo dijo que había tantas versiones latinas como
códices (Praefatio in librum Josue, PL XXVIII, 463; Praefatio in quatuor Evangelia,
PL XXIX, 526).
4
El material que se conserva de la Vetus Latina fue recogido en varias ediciones del
pasado. En la actualidad la Academia de Ciencias de Berlín y la Abadía Benedictina de
Beuron avanzan en la ejecución de sus proyectos de ediciones críticas.
5
San Jerónimo, Epistola LVII (ad Pammachium), n. 5; PL XXII, 570-572.
6
Más tarde se generalizó la idea de que “Vulgata” se debía entender como “vulgar, simple”,
porque estaba destinada a ser leída y entendida por el pueblo más sencillo.
Luis Heriberto Rivas

impuesto para los libros pertenecientes a la “Verdad hebraica”. Los


Salmos, los demás libros del Antiguo Testamento, y el Nuevo Testa-
mento, se tomaron de la “Vetus Latina” y fueron revisados por san
Jerónimo o sus discípulos7.

PRIMERAS VERSIONES EN LENGUA ESPAÑOLA


Hacia el final de la edad media aparecieron las lenguas llama-
das “romances” y se perdió el uso del latín. Fue necesario traducir
la Biblia del latín a las lenguas de los pueblos que no podían enten-
der la Vulgata. Se conocieron entonces las primeras versiones de
la Biblia en idioma español8. Del siglo XIII se conservan fragmen-
tos de Biblias en castellano, a las que se da el nombre de “Biblias
Pre-Alfonsinas”. La primera Biblia completa en lengua española, y
primera traducida desde el latín a un idioma moderno, es la “Biblia
Alfonsina” realizada en Toledo en 1280 por orden del rey Alfonso X
“el Sabio”.

La llamada “Biblia de Alba”9 es una traducción al castellano


del Antiguo Testamento hebreo realizada entre 1422 y 1430 por el
rabino Mosé Arragel de Guadalajara con la colaboración de sacer-
dotes católicos, a pedido de un noble español.

18 Sería difícil detallar en este lugar las numerosas versiones


parciales de la Biblia (Salmos, Evangelios, Cartas paulinas…) que se
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

hicieron en ese tiempo.

Sin embargo, no se perdió el interés por las ediciones de la


Biblia en sus lenguas originales, porque en 1522 se editó la “Biblia

7
Como versión del hebreo, algunos dan más valor a LXX que a la Vulgata, porque los
traductores de LXX contaban con manuscritos más antiguos que los traducidos por
san Jerónimo. Manuscritos hebreos anteriores a san Jerónimo, hallados recientemente,
concuerdan con LXX en algunos puntos en que esta difiere de la Vulgata. Cf. La
Septuaginta ¿Por qué resulta actual la Biblia griega? (E. Bons; D. Scialabba; D. Candido;
edits.), Estella (Navarra), Verbo Divino 2018.
8
CASTRO, Américo - Millares Carlo, Agustín - Battistessa, Angel José, Biblia medieval
romanceada según los manuscritos escurialenses…, Buenos Aires, Peuser 1927.
9
Paz y Meliá, Antonio, Biblia (Antiguo Testamento) traducida del hebreo al castellano por
Rabí Mosé de Guadalajara. Madrid, Imprenta Artística 1922.
De la Vulgata a la BIA

políglota complutense”, obra llevada a cabo por iniciativa del Car-


denal Francisco Jiménez de Cisneros y publicada en seis tomos en
Alcalá de Henares. Los tomos del Antiguo Testamento ofrecen el
texto hebreo, el latino (Vulgata) y el griego (LXX). El Pentateuco va
acompañado del texto arameo correspondiente al Targum Onkelos
con su traducción latina. El Nuevo Testamento aparece con el texto
griego y la versión Vulgata.

LAS RESTRICCIONES Y EL CONCILIO DE TRENTO

En la época patrística y en el medioevo se favorecieron las tra-


ducciones y la lectura privada de la Escritura. Pero en los siglos XI-
XII, cuando se difundió el movimiento de los cátaros que provocaba
controversias teológicas en torno a la interpretación de la Escritura,
en algunos lugares las autoridades eclesiásticas tomaron medi-
das para restringir la traducción y difusión de la Biblia. El canon
XIV del Concilio de Toulouse (1229) prohibió a los laicos tener en
su poder libros de la Biblia, con excepción del Salterio. Los libros
traducidos en lengua vulgar quedaron prohibidos10. Pocos años
después, el Canon II del IV Concilio de Tarragona (1234) ordenó
que quien tuviera en su poder un texto bíblico en lengua romance
lo presentara al Obispo para que ese ejemplar fuera destruido
por el fuego11. 19
medellín 180 / enero - abril (2021)
Más adelante, en los siglos XV y XVI los partidarios de la
Reforma difundían textos bíblicos en lengua vulgar y a partir de
ellos atacaban doctrinas y prácticas tradicionales de la Iglesia Cató-
lica. Ante esto, algunos afirmaron que se debían prohibir las versio-
nes de la Biblia en lengua vulgar porque el origen de todas las here-
jías estaba en esas traducciones12. La autoridad eclesiástica intentó
impedir el avance de las ideas de la Reforma restringiendo la

10
Mansi, I. D., Sacrorum Conciliorum Nova et Amplissima Collectio Tomus XXIII; Venetiis,
Zatta 1779; 197.
11
Ibid., 329.
12
“La tercera madre y origen de todas las herejías es la traducción de los libros sagrados a
la lengua vulgar” (Alphonsi de Castro contra omnes haereses libri XIIII, Coloniae MDXXXIX;
lib. I, Fº. XXVII).
Luis Heriberto Rivas

difusión de la Sagrada Escritura, y en muchas ocasiones esta medida


degeneró en prohibición y represión.

En el siglo XVI circulaba un número creciente de versiones


latinas, algunas de ellas realizadas por los que simpatizaban con la
Reforma. Esto provocaba incertidumbre en las controversias teo-
lógicas porque a menudo los contrincantes citaban traducciones a
veces discrepantes. Por esa razón, el Concilio de Trento decidió que
“esta misma antigua y difundida edición (vulgata), aprobada por el
largo uso de tantos siglos en la Iglesia misma sea tenida por autén-
tica en las lecciones públicas, discusiones, predicaciones y exposi-
ciones”13. Es evidente que el Concilio se refería a las discusiones
teológicas en lengua latina; no negaba ni recortaba la autoridad de
los textos originales hebreos y griegos; tampoco declaraba que la
versión latina en todos los casos traducía correctamente el origi-
nal. Sólo afirmó que en las discusiones teológicas se debía preferir
la versión aprobada sin discusión por la misma Iglesia a través de
muchos siglos14. Esta resolución representa una actitud moderada
contra quienes, en el mismo Concilio, abogaban por una adopción
de la Vulgata con exclusión de cualquier otra versión15.

Pero numerosos ejemplares de la Vulgata que circulaban en


ese tiempo eran defectuosos debido a las glosas, añadidos y errores
20 de los copistas, por lo que el Concilio ordenó que se hiciera una
revisión con el fin de recuperar el texto original.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

La preferencia del Concilio de Trento por la versión latina Vul-


gata trajo como consecuencia que a partir de ahí fuera reducida
o nula la publicación de traducciones de la Biblia en lenguas ver-
náculas porque los estudiosos se ocuparon en editar la Biblia en
las lenguas originales y en las antiguas versiones. Por mandato

13
Concilio de Trento, Sesión cuarta (8-4-1546); D-H 1506.
14
Crehan, F. J., The Bible in the Roman Catholic Church from Trent to the Present Day, en:
The Cambridge History of the Bible (S. L. Greenslade, edit.); Cambridge, University Press
1963; Volume 3, p. 204. La declaración del Concilio de Trento es explicada por Pío XII en
la Encíclica Divino Afflante Spiritu n. 14 (D-H 3825).
15
Jedin, Hubert, A History of the Council of Trent, Volume II, London, Nelson 1961; 67-73;
83-86.
De la Vulgata a la BIA

del Concilio de Trento se hizo una edición de LXX según el códice


Vaticano16, y más tarde apareció la traducción al latín17.

Benito Arias Montano, por mandato de Felipe II, trabajó en


la edición de la “Políglota de Amberes”, llamada también “Poliglota
Regia” (1569-1573), y contiene el texto hebreo, el griego, las versio-
nes aramea y latina, el Targum arameo de Jonatán y la Versión Pes-
hitta siríaca18. Entre los años 1629 y 1645 se publicó la “Políglota
de París”, obra de Guy Michel Le Jay. Poco después (1654-1657)
apareció la “Políglota de Londres” realizada por Thomas Roycroft, y
editada por el Obispo anglicano Brian Walton. En esta última, ade-
más de los textos en hebreo, griego, arameo, siriaco, latín, árabe y
samaritano, se añadieron las versiones en etíope y persa.

Erasmo de Rotterdam editó el texto griego del Nuevo Testa-


mento, que apareció cinco veces entre los años 1516 y 1533. Des-
pués de esto, el editor francés Robert Etienne lo volvió a editar
cuatro veces entre los años 1546 y 1551. Finalmente los hermanos
Buenaventura y Abraham Elzevir hicieron varias ediciones en los
años 1624, 1633 y 1641. Desde la segunda edición lleva el nombre
de Textus Receptus 19.

21
SITUACIONES CREADAS A PARTIR DE LA REFORMA medellín 180 / enero - abril (2021)

En el siglo XVI ya existían traducciones de la Biblia a varias


lenguas europeas: J. Lefèvre d’Étaples, que era católico, publicó en
1523 la primera traducción del Nuevo Testamento al francés, hecha

16
Vetus Testamentum iuxta Septuaginta ex Auctoritate Sixti V Pont. Max, editum; Roma,
Zannetti 1586-1587.
17
Vetus Testamentum secundum LXX latine redditum, Roma, Vaticana 1588.
18
Arias Montano, acusado de “judaizante”, tuvo problemas con la Inquisición porque en
cierta forma se alejó de la Vulgata en su esfuerzo por acercar la versión latina al original
hebreo. Además fue criticado porque para usar un lenguaje que reflejara mejor el
original hebreo “inventó” ridículas palabras latinas (Nida, Eugene A., Toward a science of
translating, Leiden, E. J. Brill 1964; 23).
19
Aland, Kurt – Aland, Barbara – The Text of the New Testament, Grand Rapids, Eerdmanns
2
1989; 3-4. Metzger, Bruce M. – Ehrman, Bart D. – The Text of the New Testament. Its
Transmission, Corruption and Restoration. Oxford, University Press 42005; 137-151.
Luis Heriberto Rivas

desde la Vulgata. M. Lutero publicó su versión de la Biblia al ale-


mán en 1534; en Londres, W. Tyndale ya había traducido al inglés
el Nuevo Testamento y parte del Antiguo cuando fue condenado y
ejecutado en 1536.

Pero después de la declaración del Concilio de Trento sobre


la Vulgata, en 1564 se publicaron las “Reglas Tridentinas” acerca
de los libros prohibidos que limitaron severamente la lectura de
la Biblia: para leer la Sagrada Escritura en lengua vulgar los fieles
católicos debían contar con la autorización del Obispo y usar las
traducciones sólo como explicación de la Vulgata para facilitar la
comprensión20. La inquisición española por su parte prohibía leer
la Biblia en lengua vulgar21, y quienes intentaron promover la lec-
tura privada de la Escritura se enfrentaron con muchas dificultades:
el agustino fray Luis de León estuvo en la cárcel por más de cuatro
años (1572-1577) por criticar la traducción Vulgata y publicar un
comentario en castellano al Cantar de los Cantares.

En ese momento dominaba la opinión de Melchor Cano, quien


llegó a afirmar que no se debía recurrir a los textos hebreos y grie-
gos porque la única autoridad era la Vulgata22. Se privilegió enton-
ces la versión latina por encima de los textos originales y se asumió
22
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

20
Index Librorvm Prohibitorvm cvm Regulis confectis per Patres a Tridentina Synodo
delectos. Venetiis, MDLXIIII; Regulae III-IV; D-H 1853-1854.
21
Cathalogvs librorū qui prohibētur, mandato Illustrissimi & Reverend. D. D. Ferdinandi
de Valdes Hispaleñ. Archiepi, Inquisitoris Generalis Hispaniae hoc anno MDLIX editus.
Cf. Mestre Sánchiz, Antonio, La lectura de la Escritura en lengua vernácula, en: Historia
de la Iglesia en España (R. García Villoslada, dir.), Madrid, BAC 1979; T. IV, 667.
22
“Libro segundo – cap. 13, en el que se demuestra la autoridad de la antigua edición
Vulgata, y que no se debe recurrir a los textos griegos y hebreos…
Primera conclusión… en todo lo que se refiere a fe y costumbres, se debe retener esta
edición que la Iglesia latina hizo suya desde los tiempos de san Jerónimo…
Segunda… Cualquier cuestión sobre fe y costumbres que surja entre católicos se debe
definir a la luz de esta antigua edición latina…
Tercera… En las controversias sobre fe y costumbres, en la actualidad no se debe recurrir
a los textos hebreos o griegos ni se debe obtener de ellos la certeza.
Cuarta… En estas cuestiones que pertenecen a la fe y las costumbres, no se deben corregir
los ejemplares latinos de acuerdo con los hebreos o griegos” (R. D. Melchioris Cani de locis
theologicis libri duodecim. Salmanticae, Mathias Gastius MDLXIII; pp. 61-62).
De la Vulgata a la BIA

como si fuera una norma que las versiones de la Biblia se debían


hacer desde la Vulgata y no desde las lenguas originales.

En los siglos XVI y XVII la autoridad eclesiástica se enfrentó


con los jansenistas que, entre otras cosas, promovían la traducción
de la Biblia a las lenguas vernáculas y su lectura privada. El Nuevo
Testamento traducido al francés desde la Vulgata por los herma-
nos Le Maistre23 fue colocado en el Index Librorum Prohibitorum
(20‑4‑1668). La traducción de los Evangelios y Epístolas de todo el
año24 hecha por Fray Gonzalo García de Santa María, publicada en
1484 y reeditada por Fray Ambrosio Montesino en 1512 a pedido
del rey Fernando el Católico, fue destruida totalmente en 1559 por
orden de la Inquisición. La traducción de la Biblia al francés de Jac-
ques Lefèvre d’Étaples, publicada en Amberes en 1530, fue puesta
en el Index; pero después de una revisión, fue aprobada y reeditada
más de doscientas veces.

La versión francesa del Nuevo Testamento, acompañada con


reflexiones25, hecha por el jansenista Pasquier Quesnel fue puesta
en el Index por el Papa Clemente XI (13-7-1708). El mismo Papa
condenó este libro (8-9-1713), junto con 101 proposiciones extraí-
das del mismo; en siete de ellas se recomendaba a los fieles la lec-
tura de las Sagradas Escrituras26. 23
Mientras en la Iglesia Católica se mantenían las restricciones
medellín 180 / enero - abril (2021)

con respecto a las traducciones de la Biblia a las lenguas vernáculas,


estas se producían fuera del campo católico. En el caso particular
de las versiones españolas, en Constantinopla los judíos expulsa-
dos de España publicaron el Pentateuco con traducción al espa-
ñol (con letras hebreas) en 1547. En Ferrara (Italia) editaron dos

23
Le nouveau testament de nostre seigneur Jésus-Christ, traduit en françois selon l’edition
vulgate avec les différences du grec, Mons, Migrot MDCLXVII.
24
Evangelios e Epistolas siquier liciones de los domingos e fiestas solemnes de todo el anyo,
Zaragoza, Hurus 1484.
25
Entre 1693 y 1699 la obra tuvo varias ediciones con diferentes nombres. La última
edición, en ocho tomos, llevaba el título: Le nouveau Testament en françois avec des
réflexions morales sur chaque verset, Paris, Pralard MDCXCIX.
26
D-H 2479-2485.
Luis Heriberto Rivas

versiones de la Biblia en judeo-español, una destinada a judíos y otra a


cristianos27. Desde 1553, año de su publicación, hasta 1574 se cono-
cen por lo menos seis reimpresiones. La traducción de la “Biblia de
Ferrara” se ajusta con tanta rigurosidad al texto original —“palabra
por palabra”—, que su lectura resulta difícil e incomprensible para
los lectores actuales28.

En el campo protestante se conocen traducciones al caste-


llano hechas por católicos que abrazaron la Reforma: en 1543
Francisco de Enzinas publicó en Amberes el Nuevo Testamento
traducido directamente del griego; en 1556 Juan Pérez de Pineda
editó en Venecia el Nuevo Testamento traducido del griego; y Casio-
doro de Reina, en 1569 publicó en Basilea (Suiza) una traducción
de la Biblia que incluía los libros deuterocanónicos. Por un diseño
impreso en la primera página es conocida como “Biblia del Oso”. En
1602 se editó en Amsterdam una versión castellana de la Biblia, sin
los deuterocanónicos, llamada “Biblia del cántaro”, por el grabado
reproducido en la primera página. Se presentó como obra del refor-
mador español Cipriano de Valera, pero en realidad es una revisión
de la traducción de Casiodoro de Reina. Es la Biblia más difundida
entre el público de lengua española, porque –en sucesivas revisio-
nes– las Sociedades Bíblicas la reeditan hasta el día de hoy con el
nombre de “Biblia Reina-Valera”.
24
UN CAMBIO IMPORTANTE
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

En la iglesia católica, a partir del Concilio de Trento se pro-


dujo un proceso cada vez más restrictivo en el terreno de las tra-
ducciones de la Biblia y en la práctica de su lectura por parte de
los fieles. Pero en tiempos del Papa Benedicto XIV (1740-1758) la
Congregación de la Inquisición publicó un decreto (13-6-1757)29

27
Biblia en lengua Española traduzida palabra por palabra dela verdad Hebrayca por muy
excelentes letrados vista y examinada por el officio dela Inquisicion, Ferrara MDLIII.
28
Por ejemplo: “En Principio crio el dio alos çielos y ala tierra y la tierra era vana y vazia;
y escuridad sobre façes de abysmo; y espirito del dio se movia sobre façes de las aguas y
dixo el dio sea luz y fue luz y vido el dio ala luz q buena…” (Gn 1,1-3).
29
Mestre Sanchis, Antonio, La lectura de la Escritura en lengua vernácula, en: R. García
Villoslada, Historia de la Iglesia en España, Madrid, BAC 1979; T. IV, 668.
De la Vulgata a la BIA

por el que se permitía a los fieles la lectura de la Biblia traducida en


lengua vulgar, sin necesidad de un permiso del Obispo, siempre que
fuera una versión aprobada por la Santa Sede o la edición estuviera
provista de notas extraídas de los escritos de los Santos Padres o
de doctores católicos. Este decreto se dio a conocer en España en
1782 (¡veinticinco años después!), cuando el Inquisidor General de
España Felipe Bertrán permitió a los fieles la lectura de la Biblia
en lengua vulgar en los mismos términos que el decreto romano30.
En esta nueva situación se publicaron importantes versiones de la
Biblia en lengua española.

BIBLIAS EN LENGUA ESPAÑOLA EN LOS SIGLOS XVIII Y XIX


Entre las ediciones de la Sagrada Escritura en castellano apa-
recidas en el siglo XVIII, el primer lugar le corresponde a la Biblia
del Padre escolapio Felipe Scio de San Miguel, hecha desde la Vul-
gata por encargo del Rey Carlos III e impresa en diez tomos31. La
primera edición se publicó en Valencia entre los años 1790 y 1793.
El Padre Scio tradujo literalmente, palabra por palabra, porque
intentaba reproducir el texto original. Por esta rigurosa adhesión a
la Vulgata, el texto castellano es duro y a veces difícil. Las notas, sin
embargo, evidencian una gran erudición y son muy útiles tanto en
el nivel científico como en el espiritual.
25
En la segunda mitad del siglo XVIII, el jesuita José Miguel
medellín 180 / enero - abril (2021)

Petisco hizo una traducción de la Biblia desde la Vulgata que no


llegó a publicarse debido a que en 1773 se produjo la supresión
de la Compañía de Jesús32. Más tarde, entre los años 1823 y 1825
fue editada en nueve tomos, por encargo del Rey Fernando VII, y se
presentó como obra de Monseñor Félix Torres Amat; el problema
de la autoría de esta traducción dio lugar a muchas polémicas. El
castellano de la traducción es elegante y no se ciñe rigurosamente

30
Ibid., 669.
31
La Biblia Vulgata latina traducida en español y anotada conforme al sentido de los Santos
Padres y expositores catholicos por el Rvmo P. Phelipe Scio de S. Miguel, de las Escuelas Pias,
Obispo electo de Segovia, dedicada al Principe de Asturias – 1793.
32
Pereda y Barona, Julián, El P. José Petisco, su vida y su obra, Madrid, Gran Imprenta
Católica 1915.
Luis Heriberto Rivas

al latín de la Vulgata. Para aclarar el sentido del texto bíblico, dentro


del mismo se introducen paráfrasis con letra inclinada.

En América, la primera traducción de la Biblia al castellano es


obra de Mariano Galván Rivera con un grupo de sacerdotes y lai-
cos católicos. Impresa en México entre los años 1831 y 1833, en
25 tomos, con el texto en latín y en castellano33. No se tradujo del
latín sino de la cuarta edición de la versión francesa de la Vulgata
hecha por Louis-Isaac Lemaistre de Sacy (1820) con comentarios
de Henry-François de Vence, conocida como “Bible du Port-Royal” o
“Biblia de Vence”34.

A pesar de la apertura que había significado el documento


de la época de Benedicto XIV, en 1836 la Congregación del Index
publicó un “Monitum” advirtiendo que para los fieles continuaba
vigente la exigencia de un permiso del Obispo para leer las Sagradas
Escrituras en lengua vernácula. Esta norma se observó de manera
rigurosa en España, Italia y Portugal, pero no sucedió lo mismo en
otros países.

En el siglo XVIII las iglesias misioneras del protestantismo se


propusieron traducir la Biblia a diferentes idiomas y distribuirla a
26 bajo costo. Para llevarlo a cabo, en 1804 crearon la “Sociedad Bíblica
Inglesa y extranjera”, y en 1816 la “Sociedad Bíblica Americana”,
que a partir de esta fecha multiplicaron las ediciones de la Biblia
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

en lengua vulgar, incluso la española. La Biblia en castellano, obra


del misionero Henry B. Pratt y conocida como “Versión moderna”, se
publicó en Colombia en 189335. Se destaca por su gran fidelidad a
las lenguas originales.

Pero traducir los textos bíblicos a las lenguas vernácu-


las, imprimirlos y distribuirlos, eran actos que se oponían a las
normas vigentes en la Iglesia Católica. En consecuencia varios

33
Sagrada Biblia en latín y español, con notas literales, críticas é históricas, prefacios y
disertaciones, Méjico, Galván 1831.
34
Sainte Bible: en latin et François; Paris, Boudet / Avignon, Merande 1767/1773.
35
La Biblia. Versión Moderna, Bogotá, Sociedad Bíblica Americana 1893.
De la Vulgata a la BIA

documentos romanos desaprobaron las actividades de las Socieda-


des Bíblicas36. En 1813 el Arzobispo de Mohilew, Stanisław Bohusz
Siestrzeńcewicz participó en la Sociedad Bíblica de San Petersburgo
(Rusia) y la recomendó a sus fieles. Denunciado a la Santa Sede,
el Papa Pío VII (3-9-1816) lo reprendió y desautorizó37. El Papa le
señaló que no es conveniente poner en manos de todos los fieles la
Biblia traducida a las lenguas vernáculas porque en estas versiones
se pueden deslizar serios errores. Los argumentos expuestos por
Pío VII fueron confirmados en 1844 por Gregorio XVI38, y en 1846
por Pío IX39.

LA BIBLIA DE JÜNEMANN
En el siglo XX, el sacerdote alemán Wilhelm Jünemann Beck-
schäfer, residente en Chile, fue autor de una traducción de la Biblia
al castellano. El Antiguo Testamento no fue traducido desde la Vul-
gata, sino desde la versión griega (LXX), modificada en muchos
lugares de acuerdo con textos divergentes de otras traducciones
griegas antiguas o de la misma Vulgata. El traductor se propuso
que en la medida de lo posible el texto castellano reflejara las par-
ticularidades del texto griego, y para obtenerlo, a veces ordenó las
palabras de manera forzada. Como resultado, en muchos casos la
versión castellana resulta muy dura y puede ser incomprensible
para un lector actual40. La edición fue enriquecida con abundantes
27
notas aclaratorias en las que el traductor señaló las diferencias del
medellín 180 / enero - abril (2021)

texto de LXX con el texto hebreo y la Vulgata. El Nuevo Testamento,


traducido directamente desde el griego, fue publicado en 1928,
mientras que la versión del Antiguo Testamento aún permanecía
inédita al producirse la muerte del autor (1938). En 1992, el Cen-
tro de ex-alumnos del Seminario Conciliar de Concepción, con la

36
En un apéndice de ASS 9 (1876/1877) 605-656 se reúnen diez documentos referentes a
las Sociedades Bíblicas.
37
ASS 9 [1876/1877] 632-637; D-H 2710-2711.
38
Gregorio XVI, Encíclica Inter praecipuas machinationes (8-5-1844); ASS 9 [1876/1877]
644-656; D-H 2771.
39
Pio IX, Encíclica Qui pluribus (9-11-1846); D-H 2784.
40
Por ejemplo: “¿Y qué miras la paja, la en el ojo de tu hermano, y la en ojo, el tuyo, viga no
adviertes? (Mt 7,3)”.
Luis Heriberto Rivas

aprobación de la Conferencia Episcopal de Chile, la publicó en un


solo tomo junto con el Nuevo Testamento41.

LAS BIBLIAS EN LENGUA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XX


El Papa Pío XII impulsó la renovación de los estudios bíblicos
en la iglesia católica42, y produjo importantes cambios cuando reco-
mendó que las versiones se hicieran desde los textos originales43,
que estas traducciones de la Sagrada Escritura en lengua vulgar
fueran puestas en manos de los fieles y se recomendara a estos su
lectura frecuente44. A partir de este momento comenzaron a produ-
cirse importantes ediciones de la Biblia en lengua española.

Apenas un año después de la publicación de la Encíclica de Pío


XII, apareció en España la primera edición de la Biblia traducida al
castellano desde los textos hebreos y griegos, obra de E. Nácar Fus-
ter y A. Colunga O.P.45 La obra se destaca por su fidelidad a los textos
originales y por su estilo literario. No obstante, en algunos lugares
mantiene la traducción palabra por palabra, y ofrece expresiones
difíciles para los lectores actuales46.

En 1947 se editó una nueva versión castellana de la Biblia,


28 realizada por José María Bover S.J. y Francisco Cantera Burgos47,
con la colaboración de varios especialistas. Es novedoso que para
la traducción del Eclesiástico, hecha desde el griego, se tuvieron en
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

cuenta los fragmentos hebreos hallados en 1896 y 1931. La expre-


sión española se distingue por ceñirse rigurosamente a los textos
originales y en consecuencia, pierde mucho de su luminosidad.

41
La Sagrada Biblia. Versión de la Septuaginta al español. Concepción (Chile), Seminario
Conciliar 1992.
42
Pío XII, Encíclica Divino Afflante Spiritu (30-9-1943); AAS 35 [1943] 309-319.
43
Ibíd., nn. 12-13. D-H 3825.
44
Ibíd., n. 26.
45
Sagrada Biblia. Versión directa de las lenguas originales por Eloíno Nácar Fuster y el muy
Rvdo. P. Alberto Colunga O. P., Madrid, BAC 1944.
46
Por ejemplo “hijos del óleo” (Zac 4,14) para referirse a los “ungidos”.
47
Sagrada Biblia. Versión crítica sobre los textos hebreo y griego por el Rvdo. P. José María
Bover, S.J. y Francisco Cantera Burgos. Madrid, BAC 1947.
De la Vulgata a la BIA

Monseñor José Straubinger, sacerdote alemán residente en


Argentina, ya antes de la publicación de la Encíclica se había consa-
grado a la difusión de la Palabra de Dios, pero debido a que durante
los años de la segunda guerra mundial no se podían importar
Biblias desde Europa, en 1941 emprendió la tarea de publicar una
Biblia en Argentina. Escogió para esto la versión española hecha
desde la Vulgata por Torres Amat, eliminó “las paráfrasis con letra
inclinada” características de aquella Biblia, y ofreció a los fieles una
edición que contenía sólo el texto bíblico sin añadidos, y enrique-
cido con valiosas notas de carácter principalmente espiritual48.

Al mismo tiempo que se difundía esta edición, se conoció la


Encíclica “Divino Afflante Spiritu”, con la recomendación de recu-
rrir a los textos en lengua original. Monseñor Straubinger se dedicó
entonces, a partir del año 1944, a traducir la Sagrada Escritura desde
sus originales hebreos, arameos y griegos. Para la redacción caste-
llana contó con la colaboración del sacerdote Juan Carlos Ruta. Tra-
dujo desde el Texto Masorético los libros hebreos del Antiguo Testa-
mento; para los que no tienen original hebreo recurrió al texto de la
Vulgata; y para el Nuevo Testamento contaba con la edición crítica
de Merk49. En 1948 apareció el tomo del Nuevo Testamento, y la obra
completa en 1951. La traducción es ampliamente reconocida por su
fidelidad a los originales, su cuidadoso estilo literario y la riqueza
de sus notas, exegéticas y espirituales, que constituyen un valioso 29
comentario a toda la Escritura y son muy valoradas hasta el día de medellín 180 / enero - abril (2021)

hoy. Fue reeditada repetidas veces en Argentina y en otros países.

OTRAS VERSIONES EN LENGUA ESPAÑOLA


En 1964 se publicó en España una versión de la Biblia en cas-
tellano realizada por un equipo de 15 especialistas bajo la dirección
de Evaristo Martín Nieto50. El lenguaje se adapta a los lectores de

48
La Sagrada Biblia según la Vulgata. Traducción del Dr. Félix Torres Amat, revisada y
anotada por Mons. Dr. Juan Straubinger, Buenos Aires, Guadalupe 1944…
49
Merck, Augustinus, Novum Testamentum Graece et Latine aparatu critico instructum,
Romae, PIB 1933...
50
La Santa Biblia. Traducida de los textos originales en equipo bajo la dirección del
Dr. Evaristo Martín Nieto. Madrid, Paulinas 1964...
Luis Heriberto Rivas

España, pero no resulta igualmente familiar para los de América


Latina. Por otra parte, debido a la diversidad de colaboradores, el
nivel de la traducción, las introducciones y las notas, varía inevi-
tablemente de un libro bíblico a otro. Pero en general es una edi-
ción de la Biblia que ha merecido una amplia aprobación y por eso
mismo fue reeditada varias veces.

La primera edición de la Biblia de Jerusalén en castellano apa-


reció en el año 1967. Es una versión en lengua española desde los
idiomas originales realizada por un numeroso grupo de especia-
listas que siguen los criterios de crítica textual e interpretación de
la edición en francés, que fue publicada en fascículos entre 1948
y 1954 bajo la dirección de la École biblique de Jérusalem, y por
último en un solo tomo en 1956. En la edición española, introduc-
ciones, notas y apéndices se tomaron de la publicación francesa.
Hubo revisiones y reediciones en 1975, 1998, 2009 y 2018. En el
año 2000 se presentó una edición realizada por la Universidad Pon-
tificia de México con el lenguaje adaptado a los pueblos de América
Latina51. Es la versión católica de la Biblia más difundida en España
y América Latina.

En vista de que el lenguaje de algunas ediciones de la Biblia


(sobre todo las provenientes de España) resulta ajeno al público
30 argentino, y el de otras es demasiado elevado para la gente sencilla,
un párroco de Buenos Aires, Alfredo Trusso, junto con el profesor
de Sagrada Escritura Armando J. Levoratti, y con la colaboración
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

de otros biblistas encararon la tarea de elaborar un texto bíblico


expresado en una lengua familiar para el público argentino. En
1968 apareció El libro de la Nueva Alianza, y la obra completa se
editó en 1981 como El libro del Pueblo de Dios 52. La versión guarda
equilibrio entre la coincidencia verbal y la equivalencia dinámica53.

51
Biblia de Jerusalén Latinoamericana, Bilbao, Desclée de Brouwer 2000.
52
El Libro de la Nueva Alianza. El Nuevo Testamento, Buenos Aires, 1968; El Libro del Pueblo
de Dios. La Biblia, Buenos Aires, Fundación Palabra de Vida / Ediciones Paulinas 1981.
53
En la “correspondencia verbal” se trata de reproducir la forma y el contenido del
texto original en el idioma al que se traduce. En la “equivalencia formal” se recurre
a expresiones propias del lector actual, con el fin de obtener que la relación entre el
receptor y el mensaje sea la misma que existió entre el receptor original y el mensaje
(Cf. Nida, Eugene A., Toward a science of translating, Leiden, E. J. Brill, 1964; 159).
De la Vulgata a la BIA

Se eliminan términos y formas verbales que no están en uso en el


hablar de los argentinos, y en las introducciones se evitan los pro-
blemas técnicos y críticos, para dar mayor amplitud al mensaje de
la palabra de Dios. El Libro del Pueblo de Dios ha tenido muchas
reediciones y revisiones; la última (hasta la fecha) es de 201554. Su
texto se presenta en la página web del Vaticano como versión de la
Biblia en lengua española.

En 1974 se presentó en Chile La Biblia. Edición pastoral, Lati-


noamérica, más conocida con el nombre popular de Biblia Lati-
noamericana. Es una traducción católica realizada por Bernardo
Hurault y Ramón Ricciardi con un grupo de colaboradores. El texto
es fiel a los originales, aunque las paráfrasis a las que se recurre
para facilitar la comprensión no siempre resultan aceptables. Las
notas y comentarios, por su parte, relacionan el texto bíblico con la
realidad social latinoamericana. Opción recomendable y digna de
elogio para algunos, pero cuestionable para otros que la ven ligada
a la teología de la liberación. Ha tenido muchas reediciones, y en
algunas de ellas, no en todas ni en las últimas, se mostraban foto-
grafías que fueron ocasión de polémicas.

Con el nombre de Nueva Biblia Española se publicó en 1975 la


traducción realizada por Luis Alonso Schökel y Juan Mateos. Tiene
como antecedente la colección Los Libros Sagrados, publicada en 31
11 tomos entre 1960 y 1970. Poco tiempo después apareció una
edición con el lenguaje adaptado a los lectores de los países lati-
medellín 180 / enero - abril (2021)

noamericanos55. La Nueva Biblia Española resulta novedosa porque


los traductores, optando decididamente por la “equivalencia diná-
mica”, se propusieron resolver en la misma traducción, sin necesi-
dad de notas aclaratorias, las dificultades que pudieran surgir en
la lectura de un texto. Pero no parece que en la Biblia este propó-
sito se pueda lograr en todos los casos56. Aparte de esta cuestión,

54
La Biblia. El Libro del Pueblo de Dios, Estella (Navarra), Verbo Divino 2015.
55
Nueva Biblia Española, Madrid, Cristiandad 1975. Nueva Biblia Española; edición
latinoamericana, Madrid, Cristiandad 1976.
56
Por ejemplo, hay quienes objetan la elección de la expresión “amnistía” para traducir
“dikaiosýne” en los escritos paulinos (Rom 3,21-22; etc.). La amnistía no expresa para
el lector actual lo mismo que el término usado por san Pablo, y que requiere una
nota explicativa.
Luis Heriberto Rivas

la Nueva Biblia Española es fiel a la Palabra de Dios, se destaca por


su nivel literario y es recomendable para la proclamación en voz
alta. En 1993, una revisión de la Nueva Biblia Española, con notas
explicativas, fue publicada con el nombre de Biblia del Peregrino; y
en 2003, una edición especial, elaborada con la colaboración de un
equipo internacional, adaptada al lenguaje de América Latina y con
comentarios de carácter pastoral, apareció con el nombre La Biblia
de nuestro pueblo57.

En 1978 se publicó en México La Sagrada Biblia, conocida


como Biblia de Magaña, obra de Agustín Magaña Méndez. El Anti-
guo Testamento fue traducido desde la versión griega LXX cotejada
con otras versiones antiguas y modernas; el Nuevo Testamento fue
traducido directamente del griego. El traductor presenta el texto
como “de lectura fácil, claro y preciso y digno de la Palabra salva-
dora”; su obra tuvo gran aceptación y cuenta con más de un cen-
tenar de reediciones. La 105ª edición (2002), presentada como
Edición Pastoral, es la misma versión, pero con introducciones y
comentarios realizados por un grupo de biblistas mexicanos.

En 1966 se editó una Biblia en castellano elaborada por un


grupo de especialistas reunidos por La Casa de la Biblia (Madrid).
En 1992 se reeditó revisada y actualizada por un equipo bajo la
32 dirección de Santiago Guijarro Oporto y Miguel Salvador. En el año
2001 fue editada por tercera vez con el nombre de Biblia de Amé-
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

rica, adaptada al lenguaje de los pueblos de América Latina, y con


la traducción, introducciones y notas revisadas por un equipo de
expertos latinoamericanos58. Es una edición reconocida como fiel a
los originales y de agradable lectura.

La Universidad de Navarra completó en el año 2004 su edi-


ción de la traducción castellana de la Biblia realizada por profeso-
res de dicha Universidad bajo la dirección de José María Casciaro.
Lleva como nombre “Biblia de Navarra”. El primer tomo, el Nuevo

57
Biblia del peregrino, Bilbao, Mensajero / Ega Mensajero 1993…; La Biblia de nuestro
pueblo, Bilbao, Mensajero 2003.
58
La Biblia. La Casa de la Biblia. Madrid, Sígueme / Atenas / PPC / Verbo Divino 1992.
Biblia de América. Madrid, PPC / BAC / Verbo Divino 2001.
De la Vulgata a la BIA

Testamento, había aparecido en 1983. En dos columnas, muestra


los textos latino y castellano. La versión latina no es de la Vulgata,
sino de la Neo-Vulgata publicada por la Santa Sede en 197959. La ver-
sión castellana se ajusta a los originales hebreos y griegos e intenta
reflejar la forma de expresarse de dichos idiomas. Los comentarios
y notas se inspiran en textos de los Santos Padres, de los Teólogos y
del Magisterio de la Iglesia.

En España se ha anunciado la aparición de una Biblia Bilin-


güe, de la que en 2020 se presentó el II Tomo (Nuevo Testamento),
con el texto griego de la edición 28ª de Nestle-Aland y la traducción
española de Manuel Iglesias González60.

LAS BIBLIAS INTERCONFESIONALES


El Concilio Vaticano II, con su fuerte impronta ecuménica, dio
comienzo a una nueva época en la tarea de la traducción y difusión
de la Sagrada Escritura cuando estableció

que se redacten traducciones aptas y fieles de los sagrados


libros en varias lenguas... Y si estas traducciones, oportuna-
mente y con el beneplácito de la Autoridad de la Iglesia, se
llevan a cabo incluso con la colaboración de los hermanos
separados, podrán usarse por todos los cristianos61.
33
medellín 180 / enero - abril (2021)

Una vez abierto este camino, en la École biblique de Jérusalem


se pensó en revisar la Biblia de Jerusalén con la participación de

59
En 1965 el Papa Pablo VI ordenó hacer una revisión del texto de la Vulgata según la crítica
textual y los estudios modernos, con el fin de contar con una versión latina actualizada
de la Biblia para la edición romana de los libros litúrgicos y de los documentos del
magisterio. El texto de la Nova Vulgata Bibliorum Sacrorum Editio, fue promulgado por
el Papa Juan Pablo II (Constitución Apostólica Scripturarum Thesaurus - 25-4-1979).
Las versiones de los textos bíblicos no se deben hacer desde otras traducciones sino
desde las lenguas originales (Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de
los Sacramentos, Instrucción "Liturgiam Authenticam" (28-3-2001), n. 24; AAS. XCIII
[2001] 694).
60
Biblia Bilingüe. Tomo II. Nuevo Testamento, Pamplona, BAC / Verbo Divino 2020.
61
Concilio Vaticano II, Constitución Dogmática Dei Verbum sobre la divina revelación,
VI, 22.
Luis Heriberto Rivas

expertos protestantes. Pero finalmente se proyectó una Biblia con


introducciones, notas y comentarios, en la que colaboraran católi-
cos, protestantes y ortodoxos. A partir de 1965, especialistas cató-
licos y protestantes comenzaron a trabajar en la Traduction œcu-
ménique de la Bible (TOB). El primer fascículo, perteneciente a la
Carta a los Romanos, apareció en 196762, y la obra completa, con los
libros deuterocanónicos, se publicó en 197563. Se hicieron varias
reediciones y revisiones. Para la edición de 2010 se contó con la
participación de especialistas ortodoxos, y desde entonces el volu-
men incluye seis libros deuterocanónicos utilizados en la liturgia de
las iglesias ortodoxas.

El 2 de junio de 1968 la Santa Sede y las Sociedades Bíblicas


Unidas promulgaron normas directivas para la cooperación de
miembros de diversas confesiones en la traducción de la Biblia,
que fueron actualizadas en 198764. En 1966 las Sociedades Bíbli-
cas habían publicado “Dios llega al hombre”65, versión del Nuevo
Testamento en castellano con lenguaje popular destinada al pueblo
sencillo de los países latinoamericanos. En vista de los recientes
acuerdos entre las Sociedades Bíblicas y la Santa Sede, los edito-
res presentaron esta edición al CELAM, y se decidió realizar una
nueva edición con la supervisión de especialistas católicos (1968).
34 Algunos años después (1979) las Sociedades Bíblicas publicaron la
versión de la Biblia “Dios habla hoy”, con la participación de espe-
cialistas evangélicos y católicos, en dos ediciones: una de ellas des-
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

tinada al público católico incluye los libros déuterocanónicos66. La


edición es “recomendada especialmente para personas no habitua-
das a leer la Biblia”, con un lenguaje popular adaptado al público
latinoamericano. La traducción responde a los criterios de la

62
Épître aux Romains. Traduction œcuménique de la Bible, Paris, Alliance Biblique
Universelle / Editions Du Cerf 1967.
63
La Bible. Traduction œcuménique. Paris, Alliance Biblique Universelle / Editions Du Cerf
1975.
64
Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y Sociedades
Bíblicas Unidas, Normas de cooperación interconfesional en la traducción de la Biblia
(edición revisada), Roma, Vaticana 1987.
65
Dios llega al hombre. Nuevo Testamento. Versión popular. SBU 1966.
66
Dios habla hoy. La Biblia con Deuterocanónicos. Versión popular. SBU 1979.
De la Vulgata a la BIA

equivalencia dinámica. El libro Eclesiástico (Sirácida) se tradujo


desde los fragmentos hebreos, y se recurrió a la versión griega sólo
en aquellas partes de las que se carece texto hebreo67. La edición
fue reeditada varias veces, y la reedición sub-titulada “Biblia de
Estudio” tiene también notas aclaratorias68. La Biblia “Dios habla
hoy” recibió la aprobación de evangélicos y católicos, sobre todo de
quienes se empeñan en la tarea ecuménica, pero también el rechazo
de grupos radicalizados.

La Biblia Interconfesional fue realizada en España por un


comité de escrituristas católicos y evangélicos. El Nuevo Testa-
mento se presentó en 1978 y la Biblia completa se conoció en el
año 2008, en dos ediciones; una de ellas incluye los libros deutero-
canónicos69. Se tradujo con el criterio de la “equivalencia dinámica”,
con un lenguaje claro y apropiado para personas de cultura media.
Cada libro de la Escritura va acompañado de notas introductorias y
explicativas. La Biblia Hispanoamericana70 es una adaptación de la
Biblia Interconfesional para el continente latinoamericano.

CONCLUSIÓN
Esta rápida recorrida por la historia permite ver que desde el
comienzo la comunidad creyente se sintió responsable de traducir
la Biblia en un lenguaje accesible a todos y difundirla entre los fie-
35
les. Siguió luego un largo período en el que a partir de la situación
medellín 180 / enero - abril (2021)

creada principalmente por jansenistas y reformadores, los pastores


de la Iglesia Católica, con la intención de proteger a los cristianos
para que no fueran confundidos con versiones o comentarios consi-
derados erróneos, trataron de impedir que los fieles tuvieran libre
acceso a los textos sagrados.

67
La opción tiene importancia, porque algunos estudiosos católicos sostienen que el texto
canónico del Eclesiástico es la versión griega, conservada en LXX, que difiere en gran
parte del original hebreo. El texto hebreo del Eclesiástico no fue canónico ni para judíos
ni para cristianos. Cf. Calduch-Benages, Nuria, Ben Sira y el Canon de las Escrituras,
Gregorianum, 78, 2 (1997), pp. 359-370.
68
La Biblia de Estudio. Dios habla hoy, SBU 1994.
69
La Biblia. Traducción Interconfesional. Estella (Navarra), Verbo Divino 2008.
70
La Biblia Hispanoamericana, Verbo Divino / Sociedades Bíblicas Unidas 2013.
Luis Heriberto Rivas

Con el magisterio del Papa Pío XII, y sobre todo a partir del
Concilio Vaticano II, la tarea de traducir y difundir la Palabra de
Dios escrita ha tomado un nuevo impulso. Los especialistas están
convencidos de que la fidelidad a la Palabra exige un constante
esfuerzo para conseguir que las traducciones lleguen a todos los
fieles expresadas en un lenguaje que sea “contemporáneo” de quie-
nes oyen y leen los textos bíblicos71. En este contexto se inscribe la
Biblia de la Iglesia en América (BIA), de la que trata con amplitud y
detalle esta revista.

BIBLIOGRAFÍA
Aland, Kurt – Aland, Barbara, The Text of the New Testament, Grand
Rapids, Eerdmanns 21989.

Carrasquero Martínez, Otto, Las versiones castellanas de la


Biblia, en: Revista Bíblica 53, 1 (1991) 53-118.

Crehan, F. J., The Bible in the Roman Catholic Church from Trent
to the Present Day, en: The Cambridge History of the Bible
(S. L. Greenslade, edit.) Volume 3; Cambridge, University Press
1963.

Jedin, Hubert, A History of the Council of Trent, Volume II, London,


36
Nelson 1961.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

La Septuaginta ¿Por qué resulta actual la Biblia griega? (E.  Bons;


D.  Scialabba; D.  Candido; edits.), Estella (Navarra), Verbo
Divino 2018.

Levoratti, Armando J., Traducción y traducciones de la Biblia, en:


Exégesis, evangelización y pastoral, Bogotá, CELAM 1976.

Mestre Sanchis, Antonio, La lectura de la Escritura en lengua


vernácula, en: R. García Villoslada, Historia de la Iglesia en
España, T. IV, Madrid, BAC 1979.

“Cristo se hizo contemporáneo de algunos hombres y ha­bló en su lenguaje. La fidelidad


71

a Él exige que esta contem­poraneidad siga existiendo” (Pablo VI, Discurso a los
participantes de la XXI Semana Bíblica Italiana (25-9-1970); AAS LXII [1970] 615-619).
De la Vulgata a la BIA

Metzger, Bruce M. – Ehrman, Bart D., The Text of the New Testa-
ment. Its Transmission, Corruption and Restoration, Oxford,
University Press 42005.

Nida, Eugene A., Toward a science of translating, Leiden, E. J. Brill,


1964.

Pereda y Barona, Julián, El P. José Petisco, su vida y su obra, Madrid,


Gran Imprenta Católica 1915.

Serrano, Rafael A., Historia de la Biblia en español, Morrisville, Lulu


Com. 22017.

Silva Retamales, Santiago, «¿Entiendes lo que estás leyendo?»


(Hch 8,30); Veritas, N° 27 (septiembre 2012) 165-191.

Trebolle Barrera, Julio, La Biblia judía y la Biblia cristiana,


Madrid, Trotta 1993.

37
medellín 180 / enero - abril (2021)

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo
Luis Heriberto Rivas

NOVEDAD EDITORIAL CELAM

FRATELLI TUTTI:
REFLEXIONES DESDE Y PARA
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Autores: Varios
Edición: 1.a edición Editorial CELAM, 2021
Páginas: 184
Colección: Documentos Celam
Valor: USD $ 9 - COP $ 30.000

Estas reflexiones desde y para América Latina, inspiradas en Fratelli


tutti, representan un esfuerzo colectivo —que recoge los aportes de
nueve pastores de nuestro continente— con el propósito de “encarnar” el
Magisterio del Papa en estas tierras y en estos tiempos. Son de alguna
forma, un llamado a la esperanza audaz, que eleva al espíritu para
ayudarnos a otear la verdad, la bondad y la belleza, la justicia y el amor,
mas allá de los condicionamientos históricos y de nuestras pequeñas
seguridades necesitamos abrirnos a grandes ideales (cf. FT 55).

Desde el Consejo Episcopal Latinoamericano estamos convencidos de la


urgencia de asumir el llamado del Santo Padre a ser “artesanos de paz”
comprometidos con las sendas del dialogo (cf. FT 284), constructores de
puentes —en lugar de muros—. Que estas páginas nos animen a caminar
en tal dirección que ha inspirado a muchos testigos del amor fraterno
y decidieron identificarse con los últimos para ser, verdaderamente
hermanos.

CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO - CELAM


Tel. (57 1) 5879710, ext. 307 - 351
Email: eventas@celam.org
WhatsApp: +57 311 557 3257
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 39-47 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

Sueños del CELAM:


una Biblia propia para todos

Patricio Merino Beas *

Resumen
La Biblia de la Iglesia en América es un sueño del CELAM
que se hizo realidad. Su realización es reciente, pero
pretendemos mostrar que este sueño hunde sus raíces
hasta el origen mismo del CELAM. Desde aquellos años
iniciales se puede ver que la animación bíblica de la fe
y la evangelización requerían contar con una traducción
de la Biblia que tuviera un lenguaje accesible a los
Latinoamericanos. Este deseo encontró en los obispos de
los primeros tiempos y, sobre todo, en los especialistas
del área bíblica del departamento de ecumenismo del 39
CELAM sus primeros soñadores y distintas iniciativas. medellín 180 / enero - abril (2021)

Palabras clave: CELAM; Animación bíblica de la fe y la


evangelización; Traducción de la Biblia; Ecumenismo;
Biblia de la Iglesia en América.

*
Laico chileno. Dr. Canónico en Teología Dogmática por la Universidad Pontificia de
Salamanca, España; Magíster en Ciencias de la Educación por la Universidad Católica de
la Santísima Concepción; Licenciado Canónico en Teología Dogmática por Universidad
Pontificia de Salamanca, España y Licenciado en Educación por la Universidad Católica
de la Santísima Concepción. Profesor Asociado del Instituto de Teología. Especialista
en Teología Sistemática, Ecumenismo y Teología Latinoamericana. Sus líneas de
investigación son teología sistemática, teología latinoamericana y ecumenismo. Miembro
del Equipo de Reflexión Teológico Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano y
profesor invitado en el Centro Bíblico Teológico Pastoral del CELAM. Actual Director
del Instituto de Teología de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
Correo electrónico: pmerino@ucsc.cl.
CELAM’s Dream:
a Bible of its own for all

Summary
The Bible of the Church in America is a dream come true
for CELAM. Its publication is recent, but we intend to
show how this dream finds its roots in the very origin of
CELAM. From those early years, the biblical animation
of our faith and evangelization demanded a translation
of the Bible with language accessible to Latin Americans.
The bishops of the early days and, above all, the biblical
specialists of the department of Ecumenism of CELAM
were among the first visionaries and promoters of
various initiatives.

Key words: CELAM; Biblical animation of faith and


evangelization; Translation of the Bible; Ecumenism;
Bible of the Church in America.

40
medellín 180 / Enero - Abril (2021)
L
a Biblia de la Iglesia en América (BIA) es un sueño del
CELAM hecho realidad. Su materialización tiene una histo-
ria reciente de la que dan cuenta artículos de esta entrega
de la revista Medellín. Este breve escrito pretende comple-
mentar la presentación de la BIA, mostrando, lo que nos parece,
constituye el origen remoto de este sueño. Porque en aquellas raí-
ces encontramos los nutrientes de, al menos, tres de los frutos del
CELAM: la animación bíblica de la fe y la evangelización; la crea-
ción de un centro-escuela de estudios bíblicos y contar con una
Biblia propia.

Doy gracias a Dios por haber sido testigo, durante varios años,
de cómo el grupo de especialistas trabajaron en ella y ahora es un
instrumento precioso para seguir evangelizando, teniendo como 41
fuente y centro la Palabra de Dios1. medellín 180 / enero - abril (2021)

1. LA CONCIENCIA DE LA PROMOCIÓN BÍBLICA EN EL ORIGEN:


LA CONFERENCIA DE RÍO DE JANEIRO Y LA CREACIÓN
DEL CELAM
La Primera Conferencia General del Episcopado reunida en
Río de Janeiro (1955) acordó pedir a la Santa Sede la creación del

1
Para una visión de conjunto remito a: Silva, Santiago. La Palabra de Dios en la Iglesia y
en su actividad eclesial. CELAM: Bogotá, 2013; Merino, Patricio. Centro Bíblico Pastoral
para América Latina (CEBIPAL), en: AA. VV. Promoviendo la Colegialidad Episcopal
y la Integración Latinoamericana. Sesenta años del CELAM. CELAM: Bogotá, 2016, pp.
229-267. (Con bibliografía de lo que el CELAM había publicado hasta entonces en
el área bíblica).
Patricio Merino Beas

Consejo Episcopal Latinoamericano2 (CELAM), éste será hasta hoy


el organismo colegiado de expresión de la comunión Episcopal que
animará la concreción de las distintas iniciativas evangelizadoras y
pastorales acordadas por la Conferencia de Río y de las que le han
seguido3.

Los obispos participantes de la Conferencia de Río de Janeiro


manifestaron la conciencia clara de que los múltiples desafíos pas-
torales y evangelizadores, como también, las distintas iniciativas
para abordarlos, requerían de la familiaridad con la Palabra de Dios
y ello incluía un texto bíblico de fácil acceso y entendimiento para
los cristianos Latinoamericanos. Estas fueron sus palabras:

Recomendamos encarecidamente la intensificación del


movimiento bíblico, de tal forma que los fieles se habitúen a
la lectura frecuente y aun diaria de las Sagradas Escrituras y,
sobre todo de los Santos Evangelios, mediante:

a) Ediciones populares de los Libros Sagrados debida-


mente anotados, procurando orientar a los fieles sobre
el modo de servirse de ellos para su edificación espiri-
tual, y poniendo de relieve los textos más importantes y
fundamentales, como los relativos al Primado de Pedro,
42 a la infalibilidad del magisterio eclesiástico, al valor de la
Tradición, etc.;
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

b)
Cursos bíblicos, dados también por radio y
correspondencia;
c) Semanas bíblicas populares;
d) La celebración del día nacional de la Biblia, en el domingo
más próximo a la fiesta de San Jerónimo (Conferencia de
Río de Janeiro, número 72).

2
Cf. CELAM. Las Cinco Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano. CELAM-
San Pablo: Bogotá, 2014, pp. 54-57.
3
Cf. Ortíz, Leonidas. El Consejo Episcopal Latinoamericano. Sesenta años al servicio de
la colegialidad episcopal y de la integración Latinoamericana, en: AA. VV. Promoviendo
la Colegialidad Episcopal y la Integración Latinoamericana. Sesenta años del CELAM.
CELAM: Bogotá, 2016, pp. 11-182.
Sueños del CELAM: una Biblia propia para todos

2. LA ANIMACIÓN DE LA FE, LA EVANGELIZACIÓN


Y EL DIÁLOGO CON LA DIVERSIDAD CRISTIANA SE HACEN
DESDE LA PALABRA DE DIOS ACCESIBLE A TODOS
A partir de estas recomendaciones dadas por la Conferencia
de Río de Janeiro, quisiera destacar dos ideas que acompañarán e
iluminarán los procesos posteriores ligados a la animación bíblica
de la fe y la evangelización:

1. La recomendación de hacer traducciones populares de la


Sagrada Escritura tendrá en América Latina varias concrecio-
nes; sobre todo, a partir de la recepción de la Constitución Dei
Verbum del Concilio Vaticano II4. Sobre este tema se referirán
otros escritos del presente número de la revista Medellín.

2. Por parte del CELAM, en un principio y ciertamente antes de


la BIA, el desarrollo de estas ediciones populares de la Sagrada
Escritura estuvieron ligadas a los programas desarrollados
en torno a la “defensa de la fe” y al “movimiento ecuménico”5.
De hecho, será el departamento de ecumenismo del CELAM
el que, antes del desarrollo del Centro Bíblico para América
Latina (CEBIPAL, posterior Escuela Bíblica del CEBITEPAL-
CELAM), será el precursor del sueño de una traducción pro-
pia de la Biblia del CELAM6. Presento a continuación, algunos 43
acontecimientos importantes que dan cuenta de esto. medellín 180 / enero - abril (2021)

En la asamblea ordinaria del CELAM de 1958 se puede encon-


trar un fuerte eco de las recomendaciones dadas en la Conferencia
de Río de Janeiro. En ella, se manifiesta la urgencia por intensificar
en la conciencia católica el aprecio por la Sagrada Escritura7 y se

4
Cf. Uribe, Pablo. Recepción bíblica de la Constitución Dei Verbum en América Latina, en:
Medellín, v. XLI, n. 162 (mayo-agosto 2015), pp. 283-305.
5
Cf. Merino, Patricio. El diálogo ecuménico animado desde el CELAM, en: Theologica
Xaveriana, v. 67, n. 184 (julio-diciembre 2017), pp. 387-410.
6
Cf. Merino, Patricio. Escuela Bíblica al servicio de la Animación Bíblica de la Pastoral en
América Latina y El Caribe, en: Medellín, v. XLII, n. 166 (septiembre-diciembre 2016), pp.
669-695.
7
Cf. Archivo General del CELAM. Conclusiones de la 5ª comisión de la 3ª sesión ordinaria
del CELAM, 1958.
Patricio Merino Beas

marca un hito en la adhesión al movimiento bíblico, que a su vez,


propició el acercamiento a entidades ecuménicas para tal fin.

En la novena asamblea ordinaria del CELAM, celebrada en


Roma en 1965, se acordó dar el nihil obstat a una edición ecumé-
nica del Nuevo Testamento hecha con la colaboración de los monjes
de Taizé. La revisión de esta versión contó con la participación de
un equipo hispanoamericano compuesto por el grupo de traducto-
res de Herder; además de un profesor del Seminario Mayor de Lima
(Perú), y dos protestantes: uno español y otro portorriqueño8. Tam-
bién, es de destacar que, en 1966 el Comité Latinoamericano para la
Defensa de la Fe (CLAF, creado después de la Conferencia de Río de
Janeiro y ligado directamente a Secretaría General del CELAM); este
organismo programó toda una estrategia de difusión de la Biblia. Lo
llamó “operación esperanza”, cuyo objetivo era difundir más de un
millón de los Nuevos Testamentos publicados por Herder9.

Toda esta tarea continuará una vez creado el departamento


(luego sección) de ecumenismo del CELAM10, este departamento
será uno de los mayores impulsores de la pastoral bíblica y de la
colaboración con las Sociedades Bíblicas Unidas para contar con
una edición de la Biblia con un lenguaje accesible: “Biblia Dios Habla
Hoy, con Deuterocanónicos” (1979), con carta de Mons. Alfonso
44 López Trujillo, Secretario General del CELAM. Posteriormente hubo
diversas versiones, las cuales, contaron igualmente con presenta-
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

ciones de la Presidencia del CELAM.

3. LA INICIATIVA Y MEDIACIÓN DE LOS ESPECIALISTAS


PARA QUE LA PALABRA DE DIOS SEA LA FUENTE
DE LA EVANGELIZACIÓN
El departamento de ecumenismo del CELAM estuvo dirigida
en sus comienzos por dos expertos biblistas, su secretario ejecutivo

8
Cf. Archivo General del CELAM. Conclusiones de la 9ª sesión ordinaria del CELAM e
informaciones del Comité Latinoamericano para la Defensa de la Fe, 1965.
9
Cf. Ibídem.
10
Incluso en 1970 se consideró la posibilidad de crear una sección de Biblia al interior del
Departamento. Cf. Merino, Patricio. El diálogo ecuménico animado por el CELAM, o.c.
Sueños del CELAM: una Biblia propia para todos

era el P. Jorge Mejía (argentino) y su adjunto para las relaciones


con el judaísmo era el P. Luis Rivas (argentino). Este último, ha sido
un activo experto en la realización de la Biblia de la Iglesia en Amé-
rica (BIA) y sigue siendo un testigo cualificado en esta fructífera
historia.

Ellos mismos, propiciaron y organizaron el “Primer Encuentro


Latinoamericano de Escrituristas”, realizado en San Miguel (Bue-
nos Aires) entre el 25 y el 30 de agosto de 197411.

Este encuentro fue pionero en su tipo, marcando un hito en la


necesaria colaboración de los especialistas de toda América Latina.
El encuentro tuvo tres objetivos:

• Conectar a los Escrituristas de América Latina en orden


a la Pastoral Bíblica: traducción, difusión relación con la
liturgia. Todo esto enfocado a un servicio completo a las
Conferencias Episcopales;
• Promover el trabajo conjunto de los escrituristas en
América Latina: que se tome conciencia de la importan-
cia de su servicio y de la urgencia de su coordinación en
el continente;
• Promover la evangelización teniendo como centro la 45
Sagrada Escritura y preparar del Sínodo de los Obispos
medellín 180 / enero - abril (2021)

(cuyo tema fue la evangelización)12.

Entre sus participantes se contó con: Mons. Eduardo Pironio


(Presidente del CELAM); Mons. Antonio Quarracino (Presidente
del Secretariado Nacional de Argentina de Ecumenismo); Mons.
Alfonso López (Secretario general del CELAM); P. John Van der
Valk (Secretario de la Federación Católica Mundial de Apostolado
Bíblico); P. Jorge Mejía (Secretario de la Sección de Ecumenismo
del CELAM); Prof. Andrés Kirk (Anglicano); P. Armando Levoratti
(argentino); P. Luis Rivas (argentino); Sr. Adolfo Piricelli (Director

11
Cf. Archivo General del CELAM. Sección Ecumenismo, 1974 y 1976.
12
Ibídem.
Patricio Merino Beas

del Departamento de Apostolado Bíblico en las Sociedades Bíblicas


Unidas); Mons. Albert Deschamps (Secretario de la Pontificia Comi-
sión Bíblica); P. Joaquim Salvador (brasileño); P. Beltrán Villegas
(chileno); P. Carlos Bravo (colombiano); P. Carlos. Herrera (colom-
biano); P. Pedro Ortiz (colombiano); P. Miguel Ramos (ecuato-
riano); P. Claudio Fariña (paraguayo); P. Arturo Herrera (peruano);
P. Horacio Bojorge (uruguayo). En el encuentro se presentaron
informes de la situación de la formación bíblica en los distintos
países. También hubo ponencias principales con diversos temas de
estudios bíblicos13.

En este encuentro se creó una comisión que llegó a bosquejar


un proyecto para la creación de un Instituto Bíblico para América
Latina. Esta comisión estuvo compuesta por: Mons. Correia Laurini;
P. Armando Levoratti; P. Carlos Herrera; P. Horacio Bojorge. La idea
era que este Instituto fuera dependiente de alguna Facultad de Teo-
logía y/o de otro organismo de alto nivel. Debería haber contado
con un director y con dos o tres profesores residentes, responsables
de la conducción y orientación a los estudiantes. El resto, serían
profesores invitados. Los estudiantes tendrían que haber acredi-
tado la formación teológica institucional. Uno de sus objetivos sería
responder a la necesidad de:
46
Disponer de un centro en América Latina que capacite con
rapidez, seriedad y eficacia profesores de Sagrada Escritura
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

para Seminarios y para la formación de agentes especializa-


dos de pastoral bíblica14.

El proyecto no prosperó. Pero, sin duda, fue expresión mani-


fiesta del sueño que décadas más tarde se materializó en la crea-
ción del Centro Bíblico Pastoral para América Latina y El Caribe
(CEBIPAL) y de uno de sus frutos más importantes: la Biblia de la
Iglesia en América Latina (BIA).

13
En el Archivo General del CELAM, Sección de Ecumenismo, se encuentra una pequeña
relación de cada una de ellas. Cf. Archivo General del CELAM. Sección ecumenismo, 1974.
14
Ibídem.
Sueños del CELAM: una Biblia propia para todos

BIBLIOGRAFÍA
Archivo General del CELAM. Sección Ecumenismo. 1955-1976.

AA. VV., 60 años del CELAM. Promoviendo la Colegialidad Episcopal y


la Integración Latinoamericana. CELAM: Bogotá, 2016.

Consejo Episcopal Latinoamericano. Las Cinco Conferencias


Generales del Episcopado Latinoamericano. CELAM-San Pablo:
Bogotá, 2014.

Merino, Patricio. Escuela Bíblica al Servicio de la Animación Bíblica


de la Pastoral en América Latina, en: Medellín, v. XLII, n. 166
(septiembre-diciembre 2016), pp. 669-695.

Merino, Patricio. El diálogo ecuménico animado por el CELAM,


en: Theologica Xaveriana, v. 67, n. 184 (julio-diciembre 2017),
pp. 387-410.

Silva, Santiago. La Palabra de Dios en la Iglesia y en su actividad


eclesial, CELAM: Bogotá, 2013.

Uribe, Pablo. Recepción bíblica de la Constitución Dei Verbum


en América Latina, en: Medellín, v. XLI, n. 162 (mayo-agosto
2015), pp. 283-305.
47
medellín 180 / enero - abril (2021)

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo
Patricio Merino Beas

NOVEDAD EDITORIAL CELAM

PAPA FRANCISCO
¿POR QUÉ TENÉIS MIEDO?
¿AÚN NO TENÉIS FE?
Autores: Dicasterio para la
Comunicación - Consejo Episcopal
Latinoamericano CELAM
Edición: 1.a ed. Editorial CELAM, 2021
Páginas: 160
Colección: Magisterio Eclesial
Peso: 510 grs.
Costo de venta por lanzamiento:
USD $ 10 - COP $ 40.000

La tarde del 27 de marzo de 2020, en medio de una pandemia impredecible


que golpeaba a casi toda la humanidad, el Papa Francisco convocó a la Iglesia,
y en cierto modo al mundo entero, a levantar los ojos al Señor e implorar su
ayuda y misericordia en un momento de gran aflicción. Lo que sucedió ese
día fue algo simple y grande: un momento extraordinario de oración que unió
al mundo y que produjo imágenes impactantes y dramáticas. En una noche
lluviosa, con la Plaza de San Pedro desierta, un anciano de blanco rezaba
en silencio y a solas delante de un Cristo milagroso y un icono de la Virgen.
En este magnifico libro conmemorativo de aquel momento, nos reencontramos
con el itinerario realizado por el Papa Francisco en aquella memorable noche
a través de fotografías y textos tras un año en el que se ha alterado la vida
de la humanidad. El libro recoge, además, un compendio de las principales
enseñanzas de Francisco sobre la era del Covid-19, no solo para acompañar
el camino del Pueblo de Dios en esta encrucijada, sino para contribuir
a la reflexión sobre este tiempo de gracia para encaminarnos hacia una
“nueva creación” porque “peor que esta crisis, es solamente el drama de
desaprovecharla”.

CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO - CELAM


Tel. (57 1) 5879710, ext. 307 - 351
Email: eventas@celam.org
WhatsApp: +57 311 557 3257
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 49-70 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

Historia y perfil de la
Biblia de la Iglesia en América (BIA)

Carlos Junco Garza*

Resumen
La Biblia de la Iglesia en América (BIA, 2019) surge
por iniciativa de la USCCB que financia el proyecto
de una Biblia para los migrantes hispanos pidiendo
su ejecución al CELAM, quien incluye a todos los
hispanoparlantes de América. Se habla del equipo respon-
sable y colaboradores, sus reuniones y el perfil de la
BIA. Además de la traducción que se esfuerza por la
fidelidad a la lengua original y al lector; se subraya el
aporte de introducciones, notas explicativas, y demás
subsidios que ayudan a una comprensión de la Palabra,
a la comunión con Dios y a la vivencia fraterna. El
Papa en Fratelli tutti emplea la BIA para las citas del 49
original español. medellín 180 / enero - abril (2021)

Palabras clave: BIA, USCCB, CELAM, Historia, Perfil,


Traducción y subsidios.

*
Sacerdote mexicano de la Arquidiócesis de Monterrey. Licenciado en Teología por la
Pontificia Universidad Gregoriana y en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto
Bíblico de Roma; y doctor en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia de México.
Ha sido maestro, entre otros lugares, en el Seminario de Monterrey, donde actualmente
imparte clases (1974-1982; 2013-2015); en la Universidad Pontificia de México
(1983-2007); en el ITEPAL, hoy CEBITEPAL del CELAM (2009. 2012-2015) y en otros
centros formativos, católicos y ecuménicos. También es autor de varias obras, es uno
los directores de la colección Biblioteca Bíblica Básica (BBB), editada por Verbo Divino
(España). Coordinador general de la BIA. Correo electrónico: cjunco16@hotmail.com.
History and profile of the
Biblia de la Iglesia en América
(BIA)

Summary
The Biblia de la Iglesia en América (BIA, 2019) came
into reality thanks to the initiative of the USCCB, that
sponsored a Bible Project focused on the Hispanic
migrants. The USCCB asked the CELAM to undertake
the implementation of that Project and it then became
a Project directed to all Spanish Speakers of the
Americas. There was a coordinating team needed, as
well as collaborators and a number or meetings in
order to achieve the right profile to the BIA. The BIA
Translation tries to maintain the fidelity to the text
in its original languages as well as to the addressees.
Moreover, it includes valuable introductions, footnotes
and other useful elements that make possible the
correct comprehension of the Word, the communion
with God and the fraternal life. Pope Francis uses the BIA
Translation in Fratelli tutti when he quotes in Spanish.

50 Key words: BIA, USCCB, CELAM, History, Profile,


Translation, Subsidies.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)
E
n mayo del 2019, en el curso de la 37ª Asamblea Ordina-
ria del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) reali-
zada en Tegucigalpa, Honduras, Santiago Silva Retamales,
Obispo responsable de la BIA, presentó a los participantes
la publicación completa de la Biblia de la Iglesia en América (BIA).
De esta forma se llegaba a culminar un trabajo que había nacido
hacía casi quince años.

1. ORIGEN DE LA BIA
Para rastrear los orígenes de la BIA hay que recordar la inicia-
tiva del comité hispano de la Conferencia Episcopal Católica de USA
(USCCB, United States Conference of Catholic Bishops), avalada por su
presidencia, que deseaba tener una Biblia que sirviera a los migran-
tes hispano parlantes en su país y que ayudase, posteriormente, a 51
elaborar un leccionario para la liturgia. En orden a dar cauce a esa
iniciativa, la USCCB, a través del Comité ad hoc, contactó al CELAM.
medellín 180 / enero - abril (2021)

Para dialogar sobre el proyecto y dar los primeros pasos en


firme se realizó una primera reunión formal entre representan-
tes de ambas partes y con la presencia de un obispo invitado de
Canadá, el 21-22 de marzo del 2004 en Washington D. C. A raíz de
ese encuentro se lograron los acuerdos fundamentales respectivos
entre USCCB que financiaría el proyecto y el CELAM que llevaría a
cabo su realización. Ambas instituciones serían copropietarias de
la BIA, cada una en su propio territorio.

Por su parte el CELAM, mediante su entonces Secretario Gene-


ral, el Obispo Carlos Aguiar Retes, habiendo consultado a los direc-
tivos de las distintas Conferencias Episcopales, extendía el proyecto
Carlos Junco Garza

no solo a los migrantes en USA, sino a todos los hispanoparlantes


del Continente americano. Así, en consonancia con el sueño del
CELAM desde su fundación de tener una Biblia propia (ver el artí-
culo de Patricio Merino), y en armonía con el Sínodo de América
(1997) y la exhortación apostólica Ecclesia in America (1999), sur-
gió un proyecto concreto para toda América de habla española en la
que estaban involucrados dos grandes organismos episcopales, al
servicio de sus respectivas Iglesias.

De allí el nombre con que muy pronto se bautizó el proyecto,


Biblia de la Iglesia en América (BIA), porque sin pretender tener
carácter de obligatoriedad o de texto único, quiso ser, desde el prin-
cipio, un posible instrumento de unidad en todo el continente para
todos aquellos que hablamos el español. Esta línea vendrá luego
ratificada en el Sínodo sobre la Palabra, en octubre del 2008, en la
proposición nº 42, Biblia y traducción, que en su primera parte dice:
El Sínodo recomienda que en culturas afines y en las regiones lin-
güísticas similares se apruebe y use la misma traducción de la Biblia,
tanto en el uso litúrgico como en el privado.

La propuesta de la traducción coincidió, a nivel de tiempos,


con un proyecto más amplio que se estaba gestando en el CELAM,
52 como fruto de la Asamblea Ordinaria tenida el 2003 en Tuparendá,
Paraguay: crear un centro de estudios y pastoral dedicado al estu-
dio y difusión de la Palabra de Dios. Así surgió en el año 2003 el
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

CEBIPAL, Centro Bíblico Pastoral para América Latina (hoy llamado


CEBITEPAL, Centro Bíblico Pastoral Teológico para América Latina),
al frente del cual fue nombrado Santiago Silva Retamales, en aquel
tiempo Obispo auxiliar de Valparaíso (Chile). Pronto quedó claro
que una de sus tareas prioritarias sería la traducción de la Biblia.
Para esto el Obispo responsable empezó a contactar a posibles
miembros del equipo, de forma que en noviembre del 2004 pudo
constituir un grupo responsable de esta encomienda específica.

De esta forma empezaba una aventura y un desafío. Realizar


una traducción de la Biblia por y para hispano parlantes de Amé-
rica, que quizá pudiese servir de base para los leccionarios en
nuestro continente.
Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

2. HISTORIA DE REUNIONES Y PERFIL DE LA BIA


1) Las primeras reuniones: de noviembre del 2004 al 2006
En noviembre del 2004, Santiago Silva Retamales convocó a
una reunión a quienes había elegido para formar este equipo: Car-
los Junco Garza (México), coordinador general de la traducción;
los coordinadores del Antiguo Testamento, Ramón Alfredo Dus
(Argentina) y del Nuevo Testamento, Adolfo Miguel Castaño Fon-
seca (México), y dos de los cuatro coordinadores de áreas lingüís-
ticas: para el Cono Sur, Eduardo Pérez-Cotapos sscc. (Chile), y para
los hispano parlantes de USA, Juan Alfaro designado por USCCB.
Quedaban por nombrarse los otros dos coordinadores lingüísticos,
uno de los países bolivarianos y otro de México, Centroamérica y
Caribe. También participó en esa reunión Fidel Oñoro Consuegra
cjm (Colombia), nombrado director del Cebipal.

En esa ocasión se explicó el proyecto, sus orígenes y su espíritu


de servicio a la Palabra y al pueblo de Dios. Se comenzó a esbozar la
identidad de la nueva traducción, el iter del trabajo, y se propusie-
ron posibles colaboradores en esta tarea. Se perfilaba así un camino
arduo para la mayoría que no teníamos experiencia en esta labor,
solo el Obispo responsable de BIA contaba con la práctica de haber
trabajado en la Biblia de América. Sin embargo, todos con alegría 53
y entusiasmo, confiados en el Señor, queríamos cooperar en este
medellín 180 / enero - abril (2021)

servicio a nuestras Iglesias.

Al año siguiente, el 2005, tanto en abril, como a finales de


agosto y principios de septiembre, los miembros de este equipo
participamos en dos seminarios de traducción bajo la conducción
y coordinación del Profesor Horacio Simian-Yofre, jesuita argen-
tino, maestro del Pontificio Instituto Bíblico de Roma. Además, las
Sociedades Bíblicas Unidas (United Bible Societies) gentilmente nos
proporcionaron el programa de Paratext 6, instrumento muy útil
elaborado por ellos en orden a la traducción, y nos iniciaron en su
manejo. También en el equipo continuamos profundizando la iden-
tidad de la BIA, el proceso de la traducción y elegimos candidatos
que podrían colaborar en la traducción.
Carlos Junco Garza

En la reunión de finales de agosto y principios de septiembre


de ese 2005 contamos con la presencia de Mons. José H. Gómez,
en aquel tiempo Arzobispo de San Antonio, presidente del Comité
ad hoc para la traducción de la Biblia por parte de la USCCB. Con
él tuvimos un diálogo fraterno y fructífero de información e inter-
cambio de expectativas y deseos, ofreciendo algunas aclaraciones
sobre todo en referencia a que nuestro trabajo no era preparar un
leccionario, sino una Biblia que fuese fiel al sentido original de los
textos y fiel al lector de hoy, y que por ser una traducción bíblica,
no litúrgica, no se regía por los principios de Liturgiam authen-
ticam (28‑03‑01), sino por los principios aplicados en cualquier
traducción.

En el mismo 2005 se incorporó al equipo Francisco Nieto Ren-


tería (México), como coordinador lingüístico de México, Centroa-
mérica y El Caribe, y en el 2006 se notificó la renuncia del coordina-
dor lingüístico del Cono Sur, el P. Eduardo Pérez-Cotapos sscc, por
encomiendas nuevas de su Congregación. Los PP. Jorge Ramírez sj
(Chile) y Luis Alberto Ascenjo ocd (Perú) fueron elegidos coordina-
dores lingüísticos del Cono Sur y de los países bolivarianos, respec-
tivamente. En el 2008, por motivos de salud y trabajo, renunció el
P. Ascenjo. Ya no se suplió su ausencia.
54
Para ayudar a captar la dinámica de esta traducción, el obispo
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Santiago Silva preparó un Manual del traductor, que fue enrique-


cido con aportaciones del grupo. Ese material fue enviado a los tra-
ductores elegidos que colaborarían en esta obra, previa una prueba
de su competencia en orden a esta tarea, que consistía en elabo-
rar la traducción de dos capítulos del libro que se les daría para
que los presentaran traducidos junto con sus notas respectivas. Su
trabajo previo quedaría sometido a la revisión y aprobación del
equipo responsable.

Nuestras reuniones del año 2006 fueron orientadas, por


una parte a seguir seminarios de traducción, y por otra parte, a la
revisión de los trabajos de muestra que enviaron los traductores
invitados en orden a su aprobación.
Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

2) Del 2007 al 2016


A partir del 2007 y por lo menos hasta 2014 (en el NT) y 2016
(en el AT) se tuvieron, por regla general, al menos, una o dos reu-
niones anuales con los diferentes traductores, en grupos diversos
de acuerdo a la afinidad de libros en que se estaba trabajando. Fue-
ron seminarios donde revisamos y confrontamos las traducciones,
obteniendo también criterios comunes y específicos en las distin-
tas áreas de trabajo. De alguna forma trabajamos ya, por separado,
quienes nos ocupábamos del Antiguo Testamento, y los que se
dedicaban al Nuevo Testamento.

En el proceso de traducción los trabajos se sometían al parecer


de los otros traductores del ámbito que se trataba (Pentateuco, Pro-
fetas…, Evangelios, Cartas de Pablo…). Así, en diálogo se escogían el
vocabulario y los sintagmas que mejor traducían el original y que,
a la vez, eran los más adecuados para la comprensión de parte del
interlocutor o destinatario de la BIA.

Las reuniones de los revisores del AT y NT, tanto para compro-


bar su fidelidad a la lengua original como para mejorar su fidelidad
al lector, se fueron dando en todo ese período, pero se intensificaron
en los últimos años. Los trabajos del NT terminaron hacia finales
del 2014. Los del AT concluyeron a principios de agosto del 2016. 55
El contacto entre todos los miembros del equipo responsable
medellín 180 / enero - abril (2021)

se logró mantener, a través de encuentros y por medio del inter-


cambio epistolar electrónico.

3) Los perfiles esenciales de la BIA


Desde las primeras reuniones logramos esbozar y, poco a poco,
definir y profundizar la naturaleza y las características principales
de nuestra traducción, los criterios fundamentales para introduc-
ciones y notas, y el iter que habría de seguirse en el trabajo.

La naturaleza y las características fundamentales de la BIA,


basadas en la doble fidelidad al texto y al lector, deberían tener en
cuenta la triple dimensión de la Biblia como palabra: divina, humana
Carlos Junco Garza

y eclesial. Además los colaboradores de la BIA con su trabajo de tra-


ducción, introducción y notas, tenían que esforzarse para servir a
tres objetivos fundamentales: 1º: favorecer la recta interpretación
del texto bíblico, 2º: apoyar el diálogo y la comunión con Dios y, 3º:
propiciar la vivencia y transformación de las personas y de la socie-
dad en el amor, la justicia y fraternidad.

Se trataba de pensar en una Biblia destinada principalmente


a los diversos agentes de pastoral y a todas aquellas personas que
tuviesen una cultura media, sea en lo religioso, sea en otros campos.

Se delimitaron las competencias y funciones del equipo inte-


grado por el Obispo responsable, el coordinador general y los
coordinadores del Antiguo y Nuevo Testamento. A todos ellos
correspondía dar seguimiento y acompañamiento a los traducto-
res, promover las reuniones necesarias de todos o de grupos espe-
cíficos, para que con tiempo entregasen sus trabajos, y revisar los
textos en orden a verificar la fidelidad al texto en su lengua original.
Posteriormente el trabajo pasaría a los coordinadores lingüísticos
que lo corregirían bajo la perspectiva de la fidelidad al lector. Una
vez realizada esa encomienda, los textos se entregarían de nuevo al
equipo responsable para que diera su aprobación final. En lo refe-
56 rente al AT, antes de la aprobación final, fueron revisados por una
experta en redacción.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Las características de los traductores se delineaban en sín-


tesis de la siguiente forma: 1) Conocimiento de la lengua original
(hebreo, arameo o griego) y de la lengua española. 2) Capacidad
de traducir de una lengua a otra. 3) Dotes para comprender bien
el sentido del texto para intentar presentarlo así. 4) Habilidad para
“crear” un nuevo texto, fiel al idioma original y fiel al lector. Su tra-
bajo, aparte de la traducción, era también redactar la introducción
del libro con tres dimensiones: histórica, teológica y literaria; ade-
más, dividir el texto, ponerle sus títulos (del mismo texto), hacer las
notas o comentarios, indicar pasajes paralelos y textos útiles.

El texto base empleado para la traducción de los textos


hebreos y arameos del Antiguo Testamento fue la Biblia Hebraica
Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

Stuttgartensia (parcialmente existían a partir del 2004 algunos fas-


cículos de la Biblia Hebraica Quinta, aún no concluida, que como la
BHS reproduce el mismo texto, el Códice de Leningrado del 1008,
que hasta el momento es el texto completo más antiguo conocido
de la Biblia hebrea, pero enriquecida con un nuevo aparato crítico y
el texto completo de la masora magna). Para los textos del AT escri-
tos en griego o conocidos solo en ese idioma, se empleó la edición
crítica de Rahlfs (editio altera, 2006). Para el texto griego del Nuevo
Testamento se utilizó el de la 27ª edición del Nestlé – Aland (1993),
que asume el mismo texto de la 26ª ed. (1979), con un aparato crí-
tico enriquecido. Prácticamente, ya muy avanzado el trabajo de tra-
ducción, se publicó su 28ª ed. (2012).

En la tarea de la traducción, aunque partimos de los idiomas


originales en que fue escrita la Biblia, por supuesto que nadie ignora
que siempre es inevitable, más aún, necesaria, la confrontación
con traducciones antiguas y modernas. Al respecto, somos cons-
cientes de la rica tradición de la traducción de la Biblia al español
(ver el artículo de Luis H. Rivas), la que procuramos tener siempre
en cuenta. Otros artículos de esta revista hablan ampliamente de
criterios de traducción y asuntos afines (ver los de Santiago Silva,
Alfredo Dus, Adolfo Castaño y Francisco Nieto).
57
3. PUBLICACIONES: EVANGELIOS, NT Y BIA COMPLETA medellín 180 / enero - abril (2021)

La BIA completa fue editada en 2019. Antes habían sido publi-


cados los Evangelios en 2011 y el Nuevo Testamento en 2015.

Por eso, el año 2010 fue dedicado más intensamente a la revi-


sión de los cuatro Evangelios. Los cuatro traductores de los evange-
lios se entregaron a la tarea de cotejar sus traducciones, lo mismo
que sus introducciones y notas; además fueron confrontando los
textos sinópticos para coincidir en el vocabulario, cuando así lo
pedía el texto. Así fueron publicados los Evangelios de la Biblia de
la Iglesia en América, Bogotá 2011, con la ayuda financiera de la
USCBB y de las Sociedades Bíblicas Colombianas, y se distribuye-
ron gratuita y proporcionalmente por toda América Latina y USA.
Su lectura sirvió para escuchar ecos, anotaciones y críticas a la
Carlos Junco Garza

traducción, que en líneas generales resultaba satisfactoria. Hay que


señalar que, por su parte, las Conferencias episcopales de Chile y
México, con autorización del CELAM, los publicaron replicando la
edición original.

El 2014 fue un año intenso para los del NT, guiados en su


revisión de texto, traducciones y notas por Adolfo Castaño y San-
tiago Silva. En mayo del 2015 fue editado el Nuevo Testamento de la
Biblia de la Iglesia en América PPC, Bogotá, Buenos Aires, Madrid,
México 2015, y se entregó primero al Papa Francisco y luego a los
Obispo del CELAM en la asamblea general celebrada ese año en St.
Domingo. De esta forma los obispos Carlos Aguiar Retes y Santiago
Silva Retamales terminaron su cuatrienio de servicio como Pre-
sidente y Secretario General en el CELAM respectivamente, ofre-
ciendo esta obra a la Iglesia.

Del 2014 al 2016 fueron tiempos fuertes de mucha dedicación a


la revisión de los textos del Antiguo Testamento. Alfredo Dus, Carlos
Junco y Luis H. Rivas se encargaron de esta tarea ingente, cotejando
la fidelidad a los textos en su lengua original y revisando introduc-
ciones y notas. El trabajo logró concluirse en agosto del 2016.

58 Tanto en el NT como en el AT, los tres coordinadores lingüísti-


cos, Francisco Nieto, Jorge Ramírez y Juan Alfaro, tuvieron también
en el transcurso de estos años una tenaz encomienda para revisar
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

todos los textos buscando la fidelidad al lector.

El 30 de septiembre del 2016 el Obispo responsable de la BIA,


Santiago Silva dio su visto bueno para entregar todo el trabajo al
CELAM. La meta había sido realizar esta tarea de la traducción en
diez años, pero fueron casi doce años de trabajo, de noviembre del
2004 a septiembre del 2016.

De finales del 2016 a inicios del 2018 hubo un diálogo directo


entre el CELAM Y USCCB, que abordaré en el siguiente apartado.

En abril del 2018 el CELAM dio el placet para la publicación


de la Biblia entera. Nos encargó a Santiago Silva y a un servidor
Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

que fuéramos a la Editorial PPC en España para ver el cauce que


tomaba la publicación, encomienda que cumplimos en octubre del
2018 en colaboración estrecha con su Director Aurelio Matos y con
Pedro Barrado Fernández, encargado editorial para la publicación
de la BIA.

La Biblia completa impresa fue entregada en la Asamblea


del CELAM celebrada en Honduras, en mayo del 2019. Con ese
acto concluían su cuatrienio de servicio a esa institución el Presi-
dente, el Card. Rubén Salazar y el Secretario General, el obispo Juan
Espinoza Jiménez.

4. ACUERDOS FINALES ENTRE CELAM Y USCCB


Como ya lo indiqué, prácticamente desde octubre del 2016
hasta marzo del 2018 se llevó a cabo un diálogo directo entre el
Comité ad hoc de USCCB y los dirigentes CELAM, sin ninguna parti-
cipación del equipo responsable de la BIA.

En medio de ciertas tensiones y malentendidos, explicables


en cualquier trabajo, se dedicaron a buscar los caminos adecuados
para afrontar situaciones jurídicas, como el copyright, el contrato
firmado por ambas instituciones, y problemas en torno a la traduc-
ción, para así poner al servicio de ambas instituciones el trabajo
59
realizado y plasmado en la BIA. Sin duda alguna, por una parte el
medellín 180 / enero - abril (2021)

obispo Juan Espinoza, Secretario general del CELAM, siempre con


el aval y apoyo del Cardenal Rubén Salazar, Presidente, y por la
parte de USCCB, Mons. José H. Gómez y el p. Juan José Molina, fue-
ron los grandes intermediarios para encontrar las vías más adecua-
das que favorecieran a ambas instituciones, no solo a nivel jurídico,
sino sobre todo a nivel eclesial y pastoral.

En principio el copyright de la Biblia había sido pensado que


fuera propiedad de la USCCB y del CELAM, cada quien en su terri-
torio propio. Sin embargo, al parecer por cuestiones jurídicas, esto
no se podía en USA. Por ese motivo quedó al final que el único que
tiene el derecho de propiedad (el copyright) es USCCB, quien ejer-
cerá su domino solo en territorio de USA y, a la vez, dispuso ceder
Carlos Junco Garza

los derechos al CELAM como Licenciatario exclusivo a perpetuidad


en su propio territorio.

Cada uno de estas dos instituciones episcopales tiene autori-


dad de, si el caso lo requiere, modificar el texto de traducción, intro-
ducciones, notas y comentarios, sin necesidad de solicitar permiso
a la otra parte.

Hasta este momento desconozco si USCCB haya publicado la


Biblia completa o alguna parte. Me parece que sí estuvo en revisión
inicial para ver su posible empleo como Leccionario en las Misas
en español en el territorio de USA. Ignoro si la traducción satisfizo
como base para su adaptación a los libros litúrgicos.

En otro orden de cosas, en el tema económico, USCCB en prin-


cipio aportaría, conforme a los gastos que el CELAM fuese pre-
sentando, 900,000.00 dólares para el proyecto de traducción. Los
gastos hechos por el CELAM, solamente fueron: 758,678.91, sin
necesidad de solicitar los restantes 141,321.09. En la práctica no se
requirió casi una sexta parte del presupuesto inicial.

Para concluir puedo afirmar que, en medio de fallas y tensio-


60 nes explicables de ambas partes, la BIA puede convertirse en signo
de comunión y servicio a los destinatarios e interlocutores de nues-
tras Iglesias.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

5. PERFIL DE LA BIA PUBLICADA POR EL CELAM


La BIA, de la que estamos hablando como obra impresa, se
refiere a la publicada, a encargo del CELAM, por la editorial PPC,
cuya matriz está en Madrid, España y con sedes también en Buenos
Aires (Argentina), Bogotá (Colombia) y Ciudad de México (México).
La Biblia, diagramada y editada en España, fue impresa en China
en 2019.

El perfil de la BIA se encuentra no solo en su traducción, sino


también en toda la labor de los traductores y demás personas que
colaboraron en ella en lo referente a las introducciones a cada uno
Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

de los libros bíblicos y a los bloques globales, en las notas que se


plasmaron, en los paralelos señalados y en las citas de referencia
que ayudan a la mejor comprensión del texto. Aparte, vienen los
anexos o apéndices que la acompañan como es el glosario, la crono-
logía, las medidas y pesos empleados y los mapas.

Ya en otros temas se han mencionado las Biblias que circulan


en español en nuestro continente. Muchas de ellas son de origen
español, algunas revisadas y adaptadas para América Latina. Otras
han sido realizadas en diversos países nuestros. Creemos que, a
nivel católico, esta es la primera experiencia que reúne a traduc-
tores de diferentes latitudes del continente para lograr un texto
común. Queda a la voz crítica de sus lectores indicar si el trabajo
presentado ha logrado las metas propuestas y, dado el caso, señalar
fallas o inexactitudes que encuentren para corregirlas, o proponer
mejoras que enriquezcan el texto traducido y comentado.

1) Colaboradores
En la BIA trabajamos 28 personas, de las que 26 fuimos traduc-
tores provenientes de Argentina (7), Chile (3), Ecuador (1), Colom-
bia (3), México (10) y Estados Unidos de Norteamérica (2). Entre
los traductores hubo tres obispos (dos de ellos nombrados y orde-
nados durante el periodo de trabajo), diez presbíteros pertenecien-
61
tes a diez diócesis diferentes, doce presbíteros de nueve órdenes
medellín 180 / enero - abril (2021)

o congregaciones religiosas, y un pastor evangélico. Habían sido


invitadas otras personas de diversos países, como Uruguay, Perú y
Nicaragua, pero por diversos motivos no pudieron continuar. Cola-
boraron también otras dos personas, un laico de Chile, experto en
Biblia, encargado de revisar y proponer las citas de referencia y una
mujer de Costa Rica, dedicada a la revisión de redacción del AT. Los
nombres de todos estos traductores y colaboradores se encuentran
en la pp. 9-10 de la edición publicada de la BIA.

2) Tres aspectos fundamentales de la BIA


De alguna forma se tuvieron en cuenta tres aspectos funda-
mentales para esta traducción que se hace desde América Latina,
Carlos Junco Garza

con traductores latinoamericanos y destinada a los hispanoparlan-


tes de América y El Caribe, y que busca un texto más accesible al
Pueblo de Dios en un lenguaje estándar y comprensible, pero digno
literariamente. Estos tres aspectos son:

1º. Esta nueva traducción de la Biblia, junto con sus introduccio-


nes y notas, debe siempre tener presente que nos encontra-
mos en la Biblia con una palabra divina, humana y eclesial. Por
lo mismo la BIA ha de repercutir en tres elementos indispen-
sables del discipulado cristiano dentro de la Tradición viva de
toda la Iglesia y ayudados por el Espíritu Santo: a)- dar ele-
mentos que ayuden a una buena interpretación de las Escri-
turas; b)- favorecer en sus lectores el diálogo o comunión con
Dios por medio de una fe madura y una oración profunda, y
c)- propiciar el testimonio vivo en el seno de la Iglesia a través
de la conversión y transformación personal y social. En pocas
palabras, la Biblia con su traducción y los diferentes subsidios
que tiene, quiere servir a la comprensión y actualización del
texto, para lograr, con la ayuda del Espíritu, en el seno de la
comunidad eclesial un encuentro vivo con Jesús, la Palabra
eterna del Padre, y así poderlo testimoniar con nuestras pala-
bras, obras, actitudes y vida entera de servicio a los herma-
62 nos. Esto requiere también que los lectores aporten, desde su
diversa realidad, elementos que favorezcan la interpretación y
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

actualización del texto bíblico comprendido desde su perspec-


tiva, sin manipularlo ni alterarlo, pero enriqueciéndolo con su
comprensión.

2º. Esta obra tiene como interlocutores o destinatarios específi-


cos los agentes de pastoral y el “cristiano medio”, sea por su
entorno cultural, sea por su situación de fe. Sin duda podemos
afirmar que, conforme a los destinatarios en quienes se piensa,
la traducción adquiere diversos matices más populares o más
científicos. La BIA no pretende ser una traducción popular,
al estilo de la Biblia Latinoamericana y Dios habla hoy, pero
tampoco quiere convertirse en una traducción al nivel cien-
tífico, como podrían ser, por ejemplo, la de Cantera – Iglesias,
Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

útil para estudiantes de las lenguas originales, o la Biblia de


Jerusalén, muy técnica en lo textual, por su notas meritorias
en ese aspecto. No se trata de rechazar el valor de las versio-
nes altamente científicas ni de las populares, sino de situar-
nos qué tipo de traducción y comentario se pretende realizar,
como es el caso de BIA, con unas notas que privilegian la com-
prensión de sus distintas partes y, en lo posible, de sus dife-
rentes perícopas. Además conviene dejar asentado que la BIA,
con sus introducciones, notas y apéndices, se convierte en una
Biblia que también sirve para el estudio serio y profundo de la
palabra de Dios.

3º. La traducción ha buscado tener una doble fidelidad, por un


lado al texto bíblico en sus idiomas originales, y, por otro, a los
interlocutores para que en un lenguaje comprensible ayude a
captar el mensaje original y actual. Se ha pretendido realizar
una traducción exegéticamente competente y literariamente
conveniente y adecuada.

3) Subsidios
Para poder lograr todo eso, la traducción de la Biblia está
acompañada de distintos subsidios
63
• Introducciones generales a cada uno de los libros y a con-
medellín 180 / enero - abril (2021)

juntos significativos que ayudan a captar sus características


históricas, teológicas y literarias, incluyendo la estructura o
división del libro, de modo que favorezcan su comprensión
y actualización. Así tenemos una Introducción general a la
Biblia, otra al Antiguo Testamento, y varias conforme a los
diversos conjuntos del AT, como Libros narrativos o didác-
ticos, Libros poéticos, etc. En el NT además de la introduc-
ción particular a cada libro aparece una introducción gene-
ral a los Evangelios, titulada: El Evangelio y los Evangelios,
otra sobre Cartas de Pablo, Cartas Católicas, etc. Cada una
de las tres partes de la introducción: histórica, teológica
y literaria, por regla general, está precedida de una frase
bíblica propia y adecuada.
Carlos Junco Garza

Por ejemplo, la Introducción al Pentateuco (cinco páginas)


está dividida en tres partes (de una página a una página y
media), cada una con su frase bíblica adecuada:

1. “Mi padre era un arameo errante. Bajó a Egipto y habitó


allí como migrante…” (Dt 26,5): situación histórica.

2. “Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y un pue-


blo santo” (Ex 19,2): mensaje teológico.

3. “Moisés terminó de escribir en un libro todas las pala-


bras de esta Ley” (Dt 31,24): aspectos literarios.

Del NT tomo como ejemplo la introducción a la carta a los


Hebreos: (cinco páginas y media).

1. “Mantengámonos firmes en la fe que profesamos”


(4,14): la comunidad cristiana (1 página).

2. “Cristo ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes


definitivos” (9,11): teología de Hebreos (dos páginas).

3. “Como les he escrito concisamente” (13,22): organiza-


ción literaria de Hebreos (dos páginas y media).

64 • Notas explicativas. Otro subsidio son las notas explicativas


que pretenden ayudar a una inteligencia mayor de la pala-
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

bra de Dios y, en la medida de lo posible, a la evangeliza-


ción, a la oración y al testimonio de vida. Las notas son a
las diversas partes en que se dividió el libro, a las secciones
o subpartes de las que está compuesta, a las perícopas o
textos (a diferencia del NT, en el AT no todas las perícopas
tienen una nota, pero se ha buscado que, por lo menos, las
diversas partes y secciones sí la tengan).
Un ejemplo para enunciar simplemente las notas que hay
en Génesis 1:
1) 1,1-11,32: marca la primera parte del libro, la historia
de los orígenes, y ofrece ayuda en su comprensión.
2) 1,1-6,8: constituye la primera sección de esa parte.
Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

3) 1,1-2,4a: es la perícopa del primer relato.

4) 1,26: una nota puntual para explicar por qué dice Dios:
“hagamos”. Estas notas puntuales no son las más abun-
dantes, y, por regla general, se refieren a cuestiones que
atañen a crítica textual o ayudan a alguna puntualiza-
ción como la de Gn 1,26.

Ofrezco un ejemplo concreto de dos notas, una del AT y otra


del NT, para ver cómo se presentan:

En los Salmos se tiene una nota general a cada uno de ellos.


Por ejemplo el Salmo 1 tiene la siguiente: El libro del Salte-
rio se abre con una bienaventuranza siempre actual. Es feliz
el que no busca la compañía de los malvados, sino que trata
de estar siempre junto a Dios y medita en su voluntad día y
noche (Jos 1,8). La cercanía del Señor es como la corriente de
agua que riega las raíces de un árbol y le permite dar fruto
(Jr 17,8). El fruto que producen los fieles del Señor son las
buenas obras (Is 3,10; Mt 3,8; Lc 3,8; Flp 1,11). Los malva-
dos, en cambio, como hierba seca arrastrada por el viento, no
podrán mantenerse en pie en el día del juicio (Sal 35,5; 76,8),
y sus planes siempre fracasarán (112,10).
65
En Mc 3,7-12 la nota señala: Marcos ofrece un breve resumen medellín 180 / enero - abril (2021)

o sumario de la actividad misionera de Jesús. Destaca, por


un lado, la muchedumbre venida de siete regiones, es decir,
de todas partes («siete» es número de perfección), habitada
sobre todo por judíos y, por otro, los signos de vida propios
del Mesías y la proclamación del Reino (3,11). Su obra mila-
grosa da lugar a grandes expectativas (3,8). El peligro del
creyente es quedarse admirado por los milagros de Jesús,
olvidándose de la vinculación con Jesús, quien hace posible
la fidelidad y la conversión de vida. Sin embargo, también
la admiración y atracción por él nutren el seguimiento.
¡Jesús no debe dejar de sorprendernos. Esta nota es prece-
dida por otras dos: 3,7-6,6a, sobre la sección, y otra, de una
sub-parte: 3,7-35.
Carlos Junco Garza

• Títulos de perícopa. Textos paralelos y otros, útiles de


ver. La mayor parte de las perícopas tienen como título
una frase del mismo texto bíblico. Aquí, para compro-
bar, también indico el versículo de donde se tomó la cita.
Por ejemplo,

Rut 1,1-22: Tu pueblo será mi pueblo (v. 16).

Job 10,1-7: Hablaré así, amargado como estoy (v. 1).

Isaías 45,16-25: Yo soy el Señor, que digo lo que es justo


(v. 19).

Mateo 2,1-12: Hemos venido a adorarlo (v. 2).

Juan 9,1-34: Me puso barro sobre los ojos, me lavé y ahora


veo (v. 16).

1Cor 12,12-31: Ustedes son el cuerpo de Cristo (v. 27).

Apocalipsis 22,6-21: ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! (v. 20).

Abajo del título vienen el o los pasajes paralelos. Por


ejemplo:

2 Sm 7: El Señor te hará una casa = 1 Cr 17.


66
Debajo del título de Lc 18,15-17: Dejen que los niños vengan
a mí, aparecen los paralelos: Mt 19,13-15; Mc 10,13-16.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Entre el texto bíblico y las notas vienen una serie de refe-


rencias bíblicas, útiles de ver. La separación por una barra
indica otro(s) versículo(s). Si vienen en negrillas significa
que esa cita bíblica está empleada en el texto. Hay que
recordar que no siempre coinciden las traducciones del AT
con el tenor de los textos citados por el NT, ya que los hagió-
grafos del NT al escribir en griego los tomaron de la Biblia
griega de los LXX (traducción judía de la Biblia hebrea, rea-
lizada en los siglos III-II a. C., aparte de otros libros cono-
cidos solo en griego), que, en ocasiones, puede representar
un texto diverso al conocido como masorético (TM), que es
el que nos ha llegado en hebreo.
Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

• Diversos anexos o apéndices, a saber:


Glosario geográfico – histórico – socio-cultural – histórico –
teológico que abarca cincuenta y ocho páginas de texto. He
aquí un ejemplo del glosario.
Amén. Palabra hebrea derivada del verbo ’aman, que signi-
fica «mostrarse firme, estable», por lo que no solo expresa un
deseo («así sea»), sino también una afirmación («así es; es
verdad»). Se utiliza en los discursos para corroborar lo que
se dice (Jn 10,1); también para involucrarse en el juramento
o compromiso que otra persona ha expresado (Neh 5,13) y
como adhesión de toda la asamblea a la oración o bendi-
ción que un ministro acaba de pronunciar (1Cor 14,16). En
Is 65,16 aparece como título de Dios para indicar que él es
fiel, y Ap 3,14 se lo aplica a Jesucristo (ver 2 Cor 1,20).
Cronología del Antiguo y Nuevo Testamento que tiene trece
páginas.
Otro apéndice de cinco páginas que contiene medidas,
monedas, división del día y calendario judío.
Y por último los diez mapas, de una página cada uno, que
coronan la obra.
67
4) Orden de los libros bíblicos. Cubierta de la Biblia
medellín 180 / enero - abril (2021)

El orden que se adoptó en el AT de la BIA no es el de la Biblia


hebrea, sino que, de alguna forma, el seguido por la traduc-
ción griega de los LXX y reflejado en las ediciones de la Vulgata,
tal como ha sido transmitida en la Iglesia latina. 1) Pentateuco;
2) Libros históricos o narrativos; 3) Los poéticos y sapienciales;
4) Los profetas

En la cubierta o pasta la BIA tiene estilizado el mapa de Amé-


rica Latina y El Caribe, formado por los primeros y los últimos ver-
sículos de la Biblia: Gn 1,1-5 en hebreo y Ap 22,17b-21 en griego.
En la contracubierta se encuentra el mismo mapa formado por esos
dos textos en español. De esta forma se tiene el esbozo sintético
Carlos Junco Garza

de la labor de traducción del hebreo (arameo) y griego al español,


desde el inicio hasta el final de las Sagradas Escrituras. Esa es la
Biblia de la Iglesia en América (BIA), cuyo título en letras rojas está
sobrepuesto al mapa. Es una portada bastante bien lograda por el
material empleado y el diseño singular utilizado.

5) Algunos valores y límites de la BIA


No puedo dejar de señalar algunos de los valores y de los
límites que enfrentamos ante la realización de esta tarea. Enuncio
algunos de ellos.

Además de los valores ya presentados al hablar de la BIA en


todo este quinto apartado, indico, entre otros, estos cuatro. 1º) Es
un fruto eclesial representativo del mundo hispano parlante de
América. 2º) La obra no ha sido responsabilidad de personas ais-
ladas, sino ciertamente fruto de trabajos particulares, pero someti-
dos a una revisión y trabajo en equipo. Por eso no se indica quién es
el traductor de cada libro, sino que se presentan los que trabajaron
en dicho bloque (por ejemplo, en AT, libros poéticos y sapienciales
o en el NT, cartas de Pablo). 3º) Todos nos esforzamos por tener
en cuenta a los interlocutores a quienes nos dirigíamos principal-
68 mente en nuestra traducción y comentarios, sea los agentes de pas-
toral de nuestro continente, sea los lectores medios en lo cultural
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

o religioso. 4º) El resultado logrado es una obra que, en medio de


tensiones explicables, es fruto y signo de comunión entre nuestras
iglesias de América, en consonancia con el Sínodo de América de
1997, y de comunión también entre todos los que colaboramos en
esta obra.

Reconozco también los límites que se reflejan en nuestra


obra. Señalo algunos de ellos. 1º) En Latinoamérica por tradición
y cultura somos novatos en traducciones bíblicas, expuestos a un
sinnúmero de deficiencias. Para muchos de nosotros fue nuestra
primera incursión en este campo desconocido. En efecto, no es
lo mismo hacer una traducción literal, fiel al texto original, como
por estudio estábamos acostumbrados a realizar, que esforzarnos
Historia y perfil de la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

por lograr esa doble fidelidad: al texto en su idioma original y al lec-


tor de hoy día. 2º) Al ser una obra para toda América hispano par-
lante, su traducción tuvo que ceder ante muchos particularismos
del uso del idioma en nuestras naciones y regiones. Sabemos que es
un gran reto lograr que una misma traducción sea plenamente ade-
cuada a toda América y satisfaga las expectativas de todos; hemos
de confesar las limitaciones a las que está expuesta una traducción
de ese alcance Hay expresiones que en un lugar no se emplean en
la conversación ordinaria, pero sí logran entenderse. A eso tuvimos
que aspirar. También la presencia de muchos traductores es enri-
quecedora, pero puede tener el riesgo de no lograr plena unidad
de criterios en el conjunto de la obra. 3º) No haber logrado inte-
grar a mujeres biblistas en la traducción, a pesar de haberlo inten-
tado, señala también una limitante de nuestra obra. Solo una mujer
ayudó a la revisión de redacción en el AT. 4º) El hecho que no sea
una traducción ecuménica o interconfesional puede ser otra caren-
cia en esta tarea, ya que el trabajo pedido era una obra para cató-
licos, aunque sí contamos con la ayuda técnica de las Sociedades
Bíblicas de América, especialmente de Colombia, y con un traductor
de ellas.

EPÍLOGO
69
Esta es, a grandes rasgos, la historia y el perfil de la BIA. En medellín 180 / enero - abril (2021)

manos de cada lector, que se acerque a la palabra de Dios escrita


con palabras humanas, está el juicio que le merezca esta traducción
con todos sus subsidios que ofrece.

A los seis meses de haberse empezado a distribuir la BIA llegó


esta pandemia que ya prácticamente alcanza un año. Eso frenó en
parte las presentaciones que se habían propuesto en diversos foros
y su difusión más amplia. Es de esperar que el CELAM, en medio de
esta situación difícil, encuentre con creatividad caminos para pro-
mover y difundir más esta su Biblia.

Concluyo con una nota bastante positiva y alentadora en este


camino que se está abriendo la BIA. Todos los textos bíblicos citados
Carlos Junco Garza

directamente por Francisco en la Encíclica Fratelli tutti, en su ori-


ginal español, están tomados de la Biblia de la Iglesia en América 1.

Esta noticia y la aceptación inicial que ha tenido la BIA nos


anima a esperar y desear que su lectura ayude a que la Palabra de
Dios, enviada por el Padre y comprendida a la luz de su Espíritu, siga
su curso en nuestras Iglesias, transforme vidas y dinamice la histo-
ria en el encuentro vivo con Jesucristo y con nuestros hermanos.

70
Artículo recibido: 23 de febrero
Artículo aprobado: 24 de marzo
medellín 180 / Enero - Abril (2021)


1
Los textos bíblicos citados por el Papa Francisco son los siguientes con su número.
# 4: 1Jn 4,16. # 56: Lc 10,25-37. # 57: Gn 4,9. # 58: Job 31,15. # 59: Lv 19,18; Si 18,13.
# 60: Mt 7,12; Mt 5,45; Lc 6,36. # 61: Ex 22,20; 23,9; Lv 19,33-34: Dt 24,21-22; Ga 5,14:
1Jn 2,10‑11: 3,14; 4,20. # 62: 1Te 3,12; 3Jn 5. # 81: Lc 10,37. # 82: Si 50,26. # 83: Jn 4,9.
# 84: Mt 25,35; Ro 12,15. # 95: Mt 23,8. # 140: Mt 5,45; 6,3-4; 10,8. # 238: Mt 20,25-26;
18,22. # 239: Tit 3.2-3. # 240: Mt 10,34-36. # 256: Pr 12,20. # 270: Is 2,4; Mt  26,52;
Gn 9,5-6. # 279: Ap 12,17. # 280: 1Co 12,13; Jn 17,21. # 283: 1Jn 4,8. Indico ahora aquellos
textos en los que el Papa ha introducido cambios en la traducción de una palabra con
relación a la BIA. # 82: Si 50,25: Francisco, ni siquiera es una nación; BIA, que no es nación.
# 84: Is 58,7: Francisco, su propia carne; BIA, de tu misma condición humana. # 239:
cf. 2Tim 2,25, no es cita textual: Francisco habla de dulzura; BIA: humildad. Hch 2,47:
Francisco, estima; BIA simpatía.
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 71-92 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

criterios de la BIA
Criterios de traducción para la
Biblia de la Iglesia en América (BIA)

Santiago Silva Retamales*

Resumen
La interpretación y traducción de la Sagrada Escritura
dependerá, entre otras cosas, de la capacidad de los
traductores para elaborar los criterios de traducción
en razón de sus interlocutores y de la naturaleza de
la Sagrada Escritura y su función en la Iglesia y de la
capacidad de ponerlos por obra en forma sistemática.
Este artículo trata sobre los tres criterios fundamentales
que rigieron la interpretación y traducción del CELAM
(Consejo Episcopal Latino Americano) llamada Biblia de
la Iglesia en América (BIA).

Palabras clave: Traducción. Interpretación. Criterios de 71


traducción. Exégesis. Hermenéutica. Biblia de la Iglesia
en América.
medellín 180 / enero - abril (2021)

*
Magíster en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Católica de Chile y
Licenciado en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma. En su
calidad de perito en materias bíblicas, en mayo de 2007 participó en la V Conferencia
General del Episcopado de América Latina y El Caribe, en Aparecida (Brasil), y fue uno
de los redactores del documento final. En octubre de 2008, por parte de la Conferencia
Episcopal de Chile participó en el Sínodo de los Obispos sobre “La Palabra de Dios en
la vida y misión de la Iglesia”, realizado en Roma; fue nombrado vicepresidente de la
Comisión Redactora del Mensaje Final del Sínodo. También participó en el Sínodo sobre
la Nueva Evangelización en el año 2012, y fue elegido miembro del equipo redactor para
el documento final. Obispo responsable de la traducción de la BIA. En la actualidad es
el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile y obispo encargado de la Comisión
Nacional de Animación Bíblica de la Pastoral. Correo electrónico: ssilva@episcopado.cl.
Translation criteria for the
Biblia de la Iglesia en América
(BIA)

Summary
The interpretation and translation of the Holy Scriptures
depends, among other arguments, on the capacity of
the translators to elaborate the translation criteria
considering on the one hand the addressees and the
nature of the Holy Scriptures and its function in the
Church, and, on the other hand, their capacity to turn
them real systematically. This article surveys the three
principal criteria that oriented the interpretation
and translation of the Biblia de la Iglesia en América
(BIA) made by the CELAM (Latin American Bishops
Conference).

Key words: Translation, Interpretation, Translation


criteria, Exegesis, Hermeneutics, Biblia de la Iglesia en
América.

72
medellín 180 / Enero - Abril (2021)
1. PROPÓSITO

E
l propósito de este artículo es presentar los criterios que
animaron y rigieron la traducción de la Biblia del CELAM
o Consejo Episcopal Latinoamericano, llamada Biblia de la
Iglesia en América (BIA)1.

Interpretar y traducir2 es recrear, mediante una nueva orga-


nización literaria y con análogos niveles de calidad literaria y de
impacto expresivo, los significados genuinos contenidos en un pro-
ceso de comunicación de tiempos pasados como suceso de comuni-
cación llamado a acontecer hoy.

Por tanto, una buena traducción de la Biblia es aquella que


comunica a los lectores de hoy el contenido o mensaje revelado
73
expresado por los hagiógrafos y manifestado por Dios, mediante
medellín 180 / enero - abril (2021)

una organización literaria o textus tal, que haga accesible tanto sus
significados como el encuentro autor-lector como acontecimiento
contemporáneo de comunicación.

1
Una amplia presentación de la Biblia de la Iglesia en América en R. A. Dus: «“Biblia de
la Iglesia en América”. Un proyecto Latinoamericano de traducción de la Biblia», en
Settimana conclusiva dell`anno centenario del PIB, 3-8 maggio 2010; S. Silva Retamales
y C. Junco Garza: «Historia y principios hermenéuticos en la nueva traducción Biblia
de la Iglesia en América (BIA)», en: S. Guijarro y G. Hernández (coords.), Los ecos de la
Escritura. Homenaje a José Manuel Sánchez Caro (Ed. Verbo Divino), Estella – Navarra
2011, 198-204; C. Junco Garza: «Biblia de la Iglesia en América (BIA)», Reseña Bíblica
105 (2020) 74-75.
2
Como «traducir un texto no es mero trabajo mecánico, sino que, en cierto sentido, forma
parte de la tarea interpretativa» (VD, nº 46), ambos aspectos no se pueden separar: se
trata de momentos de una misma labor.
Santiago Silva Retamales

El trabajo de interpretación y Traducción lo iniciamos el año


2004 y la publicación de toda la Biblia se llevó a cabo en mayo del
2019. Antes, el año 2015, habíamos publicado el Nuevo Testamento
completo y un tiempo antes, el 2011, los cuatro Evangelios3, textos
que enviamos a algunas Universidades, Casas de formación sacer-
dotal y religiosa y diócesis, entre otros destinatarios, para que nos
hicieran llegar sugerencias respecto a la calidad de la traducción y
la pertinencia y actualidad de introducciones y notas.

Cuando más nos sumergíamos en la ardua tarea de traducir,


nos resultaba cada vez más claro que no bastaba la competencia
técnica de cada traductor o el manejo experto de principios de tra-
ductología, puesto que traducir es también un «arte» y, por parte
del traductor, requiere vocación, sensibilidad y disposiciones que
no sólo se adquieren a partir de la ciencia de la exégesis bíblica.

A partir de la naturaleza y función de la Sagrada Escritura en la


vida de la Iglesia, estas páginas se centran en los criterios que rigie-
ron la traducción de la Biblia de la Iglesia en América del CELAM.

No estamos hablando de la traducción de un libro cualquiera,


sino de «la Sagrada Escritura». Y hablamos de autores y lectores
que no compartimos las mismas realidades religiosas y socio-cultu-
74 rales, pues pertenecemos a una época del todo diversa4. Si aquellos
autores bíblicos y lectores originales compartían los mismos cana-
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

les de comunicación, nosotros no, por lo que esos textos del tiempo
bíblico pueden incluso volverse del todo incomprensibles.

Además, hablamos de unos libros que, teniendo un carácter


religioso, no son simplemente libros de devoción, tratados pia-
dosos, relatos para edificar la vida y aprender a comportarse, ni


3
Evangelios de la Biblia de la Iglesia en América (Bogotá 2011), publicación autorizada por
las Conferencias Episcopales de Chile y Colombia.

4
Es fácil comprobar lo poco preparados que estamos los lectores de hoy para comprender
los textos de ayer, más aún cuando estos son de autores de culturas del todo diversas
a las nuestras y sus temáticas son religiosas, cfr. J.-C. Margot, Traducir sin traicionar.
Teoría de la traducción aplicada a los textos bíblicos (Ed. Cristiandad), Madrid 1987,
292-353.
Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

siquiera son —afirman Alonso Schökel y Zurro, traductores de la


Biblia— «un compendio de verdades reveladas por Dios a los hom-
bres. La Biblia es la literatura religiosa de un pueblo»5.

De los criterios deducidos del ser y quehacer de la Biblia en la


vida y pastoral de la Iglesia, de la rigurosidad y sensibilidad en apli-
carlos y de la competencia de los traductores, dependerá la calidad
de las traducciones bíblicas y, entre ellas, la de la Biblia de la Iglesia
en América6.

2. LOS CRITERIOS DE TRADUCCIÓN DE LA BIA


2.1. Traducción de equivalencia formal y de equivalencia
dinámica o funcional7
Una buena interpretación y traducción de la Biblia es la que
actualiza para el creyente de hoy los significados de la Sagrada
Escritura que expresan sus autores en sus contextos religiosos y
socio–culturales de forma que los lectores de todos los tiempos ten-
gan «fácil acceso» a ella (DV, nº 22) y les posibilite —en este tiempo
de nueva evangelización— «una nueva escucha de la Palabra de
Dios» (VD, nº 122)8. Por tanto, lo que primero debiera el intérprete
y traductor asumir es que una traducción
75
medellín 180 / enero - abril (2021)
5
L. Alonso Schökel y E. Zurro, La traducción bíblica: lingüística y estilística

(Ed. Cristiandad), Madrid 1977, 18.
6
E. A. Nida y Ch. R. Taber afirman que una buena traducción «debe fundarse en tres
factores principales: a)- la exactitud con que los receptores entienden el mensaje del
original (es decir, su “fidelidad al original”, lo cual se refleja en la medida en que la gente
comprende realmente el sentido); b)- la facilidad de comprensión, y c)- la implicación
de experiencias personales como resultado de la propiedad formal de la traducción.
Quizás el mejor cumplido que pueda escuchar un traductor de la Biblia es que alguien le
diga: “Hasta ahora, no había sabido que Dios hablaba mi lengua”», La traducción: teoría y
práctica (Ed. Cristiandad), Madrid 1986, 227. Cfr. P. Lapide, Bibbia tradotta Bibbia tradita
(Ed. Dehoniane), Bologna 2000; J. Nieuviarts y G. Billon, Traducir la Biblia (Ed. Verbo
Divino, Cuadernos bíblicos 157), Estella – Navarra 2013.
7
Para lo que sigue, me sirvo ampliamente de S. Silva Retamales: «“¿Entiendes lo que
estás leyendo?” (Hch 8,30). Acerca de la traducción de la Biblia de la Iglesia en América»,
Medellín 157 (2014) 99-128.
8
Según W. Egger, «la calidad de una traducción se mide no sólo por su fidelidad a los
autores y al texto, sino también por su orientación a los lectores», Lecturas del Nuevo
Santiago Silva Retamales

es siempre más que una simple transcripción del texto origi-


nal. El paso de una lengua a otra comporta necesariamente
un cambio de contexto cultural: los conceptos no son idén-
ticos y el alcance de los símbolos es diferente, ya que ellos
ponen en relación con otras tradiciones de pensamiento y
otras maneras de vivir9.

Además, teniendo en claro que una cosa es «traducir» y otra


distinta es «sustituir, acomodar, transcribir, parafrasear» nos pre-
guntamos, buscando definir los criterios que rigen nuestra traduc-
ción: ¿Cómo traducir un libro bíblico para que el lector mediante los
logoi (o «palabras, literatura») alcance el Logos revelado (o «Jesu-
cristo») como mediación de comunicación y relación con Dios? Es
decir, ¿qué tipo de criterios adoptar para que el libro bíblico sea
para el lector de hoy Palabra de Dios, mediación de comunicación y
comunión? (cfr. DV, nº 72)10.

Cuando la traducción de la Biblia toma de las lenguas–madres


(hebreo, arameo, griego) sus unidades lingüísticas y las replica
literalmente en la lengua–receptora (castellano), este tipo de tra-
ducción recibe el nombre de «equivalencia formal» y se relaciona
con el modelo de lectura mediante conceptos11. Es la traducción de

76 Testamento. Metodología lingüística histórico-crítica (Ed. Verbo Divino), Estella – Navarra


1990, 81. Para una interpretación y lectura de la Sagrada Escritura que no renuncie ni a
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

la fe ni a la razón, cfr. E. Parmentier, La Scrittura viva. Guida alle interpretazioni cristiane


della Bibbia (Centro editoriale dehoniano), Bologna 2007, 251-267.
9
Pontificia Comisión Bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia (15 abril de
1993), IV B, también citado en VD, nº 115.
10
En un esquema simple y lineal, el acto de comunicación se puede entender como
la interacción de un emisor y un receptor, los que comparten un código de signos,
permitiendo —por medio de un canal de comunicación (voz, gestos, escritos...)— emitir
un contenido o mensaje inteligible que el receptor puede comprender. Si además de
compartir el código de signos y el canal de comunicación, emisor y receptor pertenecen
al mismo contexto socio-cultural, el contenido de la comunicación es de comprensión
inmediata; a mayor interacción de elementos comunes entre emisor y receptor, mayor
comunicación. Cfr. E. A. Nida y W. D. Reyburn, Significado y diversidad cultural, Colombia
2011, 13-38; S. Silva Retamales: «Lenguaje, Exégesis y Hermenéutica» en: Sociedad
Chilena de Teología, El quehacer teológico. Experiencia, Lenguaje y Comunicación de la
Fe (Ed. San Pablo) Santiago de Chile 1997, 223-224.
11
La teoría de «la equivalencia» tuvo su mayor desarrollo hacia los años 60 y 70 dentro
de la lingüística estructuralista. Dicha teoría plantea que el texto de partida (del que se
Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

coincidencia o identidad de vocablos y conceptos entre la lengua


madre y la lengua receptora, cuidando que siempre el término tra-
ducido sea el mismo, independiente de libros y contextos. Este tipo
de traducción une un concepto principal o común a un vocablo,
poniendo el interés en la «letra» del texto por lo que la preocupa-
ción del traductor está sobre todo en la literalidad de los textos,
pasando a segundo plano la preocupación acerca de si el lector
de hoy entiende o no y qué cosa entiende cuando lee. Cuando se
aborda una traducción desde la equivalencia formal, esta tarea se
desplaza a los lectores: labor de éstos es comprender qué dice la
Palabra de Dios en lo que tradujo el traductor.

A diferencia de la traducción de equivalencia formal, el traduc-


tor al griego del original hebreo del libro del Eclesiástico (que se
perdió), sí está preocupado de traspasar no la letra, sino los sen-
tidos del libro que traduce a sus lectores. Por esto parte consta-
tando que «las cosas dichas en hebreo no tienen la misma fuerza
cuando se dicen en otra lengua. Y esto no sucede sólo aquí, sino que
la misma Ley y los Profetas y los demás libros presentan diferen-
cias no pequeñas cuando se leen en el original». En razón de esta
constatación, invita a leer su traducción «con benevolencia y aten-
ción» y, desde ya, se excusa por aquellas traducciones de pasajes
del Eclesiástico que, al no ser las más adecuadas, se pueden com- 77
prender mal: «Perdonen cuando parece que no hemos acertado
con la expresión correcta, a pesar del empeño que hemos puesto en
medellín 180 / enero - abril (2021)

este trabajo de traducción». Queda en evidencia que este traductor


—nieto del autor de la obra— no solo pensaba en traducir con fide-
lidad el texto hebreo del Eclesiástico, sino también le preocupaba la
adecuada recepción y comprensión de su traducción por parte de
sus lectores.

El mismo interés de explicar la Palabra para que se comprenda


ocurrió cuando se leyó la Ley a los israelitas congregados en la
plaza en tiempos de Esdras, sacerdote y escriba: los levitas «leían

traduce) y el de llegada (al que se traduce) tienen el mismo valor a cierto nivel y respecto
a ciertos pasajes, valor que se puede expresar en más de un modo. De aquí que se pueda
hablar de distintos tipos de equivalencia.
Santiago Silva Retamales

detenidamente el libro de la Ley de Dios y establecían su signifi-


cado, de modo que comprendieran lo que se estaba leyendo… Y
todo el pueblo fue a comer y a beber, a compartir porciones y a
regocijarse con gran alegría, porque comprendieron las palabras
que les habían transmitido» (Neh 8,8.12).

El traductor que sólo tenga en cuenta la literalidad de la Escri-


tura, puede fácilmente transformar su empeño en una Biblia lite-
ralista con el peligro de fomentar lecturas fundamentalistas de la
misma (VD, nº 44)12. Entonces, el lector de hoy y debido al deficiente
servicio del traductor, queda lejos de alcanzar gracias a los logoi
(o «palabras») al Logos (o «Jesucristo», la Verdad salvífica), pues la
traducción empaña su acceso a los sentidos del escrito bíblico y a su
comprensión. Entre otras razones, esto ocurre cuando el traductor
se ha preocupado por ofrecer conceptos que el actual lector cree
entender, según su educación y cultura, pero en realidad los autores
del siglo I las expresaron con matices semánticos y con un impacto
comunicacional e interpelador que sí captaban sus lectores origina-
les, lo que el intérprete y traductor no representó en su traducción.

Sin duda que el tipo y la calidad de la traducción variará si en


el proceso de la traducción se busca un resultado que sea auténtica
78 mediación de comunicación y relación entre el actual lector cre-
yente de la Escritura y Dios, que sale a su encuentro.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Cuando el traductor busca que el lector actual acceda al miste-


rio de Dios, experimentándolo como fuente de vida y misericordia,
debe emplear el código de signos propio del lector contemporáneo,
código que no se reduce sólo a su «lengua», sino a su lenguaje y uso
concreto (lo que justifica la Biblia para el niño, el joven, la fami-
lia…). De esta forma podrá acceder al encuentro con un Dios perso-
nal y, convertido en interlocutor, experimentar el diálogo salvífico

Sobre la labor del traductor y los riesgos más importante al interpretar y traducir, cfr.
12

Silva Retamales y Junco Garza, «Historia y principios hermenéuticos en la nueva


traducción Biblia de la Iglesia en América (BIA)», en Guijarro y Hernández (coords.),
Los ecos de la Escritura, 208-212; también Nida y Reyburn, Significado y diversidad
cultural, 103-121.
Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

con Él. Este tipo de traducción recibe el nombre «de equivalencia


dinámica», está relacionada con el modelo de lectura socio–cul-
tural y pone el énfasis en trasladar «significados» o «sentidos» de
las Escrituras para que el lector de hoy, que no los conoce, se haga
cargo de ellos (2 Cor 3,6).

En este caso, más que traducir por «identidad de vocablos»,


se traduce por «identidad de significados», es decir, se trasladan
los sentidos genuinos de la lengua madre consignados por el autor
bíblico a idénticos o análogos sentidos en la lengua receptora.
Esto significa, por ejemplo, que un término o sintagma bíblico en
hebreo o griego puede ser traducido por palabras y frases diver-
sas en castellano en razón de que puede variar su significado o sus
matices conforme al contexto literario, socio-cultural y religioso en
que se encuentren.

Mientras que en «la teoría de la equivalencia», la traducción de


«equivalencia formal» está orientada a reproducir la estructura del
texto original o lenguaje de salida (léxico, sintaxis…), la de «equi-
valencia dinámica» está orientada a que el lenguaje de llegada dé a
conocer los significados y replique los efectos que tuvo en el lector
el texto original, considerando sus posibilidades de comprensión.
79
La traducción de equivalencia dinámica parte de la base que
los niveles de comprensión y comunicación entre emisores origina-
medellín 180 / enero - abril (2021)

les y lectores de hoy son desiguales. Mientras que en la comunica-


ción mediante textos escritos en el siglo I 13, los autores o emisores
tienen lectores que los entienden sin dificultad, pues comparten los
significados en sus propios contextos, en la comunicación actual
aquellos mismos emisores no encuentran en los lectores de hoy

13
Los textos en la antigüedad se componían, más que para ser leídos, para ser recitados
por uno a diversos grupos (lectura colectiva) y se concebían sólo como un apoyo para
la comunicación oral, forma primaria de comunicación. Por tanto, se escribían para
ser escuchados (cfr. Jn 12,34), pues, entre otras razones, un gran número de gente no
sabía leer ni escribir (se calcula que el 90% de la población del siglo I era analfabeta).
Cfr. S. Guijarro, Los Cuatro Evangelios (Ed. Sígueme), Salamanca 2010, 106-110 y
147‑149; en p. 149: «Los textos escritos, lo mismo que los orales, estaban destinados a la
representación oral, que con frecuencia exigía la actualización y la interpretación».
Santiago Silva Retamales

interlocutores preparados, pues gran número de éstos difícilmente


entienden idioma y significados expresados en los escritos de
aquellos autores. Tarea del intérprete y traductor es, mediante una
buena traducción, acortar lo más posible esta brecha.

Además de «la teoría de la equivalencia» y sus posibilidades,


hay otras varias teorías contemporáneas de traducción como la de
«finalidad», la de «localización», la de «traducción cultural», la de
«relevancia», «las indeterministas» y «descriptivistas»14.

«La teoría de la finalidad», «del skopos» («propósito» en


griego) o la Skopostheory se emplea ya hace un tiempo en la tra-
ducción de libros y pasajes bíblicos. Planteada por K. Reiss y H. Ver-
meer a finales de los años 70, sostiene que el acto de comunicación
depende esencialmente de la «situación» (tiempo y lugar) en que
se encuadra y, por lo mismo, los textos se producen con propósitos
determinados; de aquí que el principio fundamental en la traduc-
ción de un texto sea precisamente su skopos o intencionalidad.

De igual modo, se viene aplicando para la traducción de tex-


tos bíblicos la «teoría de la relevancia» (Relevance theory), desa-
rrollada por D. Sperber y D. Wilson en la década del noventa. Esta
80 plantea la importancia de los componentes extralingüísticos o cog-
nitivos en la relación de comunicación, pues la «relevancia» de un
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

enunciado en un acto comunicativo, dependerá del oyente o lector,


de la información compartida con el enunciante y del conocimiento
de su contexto.

Estas teorías no son excluyentes y no es raro que los traducto-


res empleen aspectos de una y otra en sus trabajos de interpretación
y traducción.

Algunos teóricos de la traducción distinguen tres tipos de traducciones con sus


14

respectivas teorías: la fiel a la estructura (equivalencia formal), a los significados


(traducción mixta o concordante) y al efecto en el lector (equivalencia dinámica). No es
la única clasificación, pues otros prefieren hablar de perspectivas o enfoques para dividir
las teorías: el enfoque sociolingüístico, el comunicativo, el hermenéutico, el lingüístico,
el literario y el semiótico. La denominación va a depender del autor del que se trate.
Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

2.2. La «Voz» de la Palabra: la escritura o texto bíblico


El Mensaje de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de
los Obispos acerca de la Palabra de Dios de octubre del 2008, pre-
senta varias imágenes para referirse a ella y a su función en la vida
de la Iglesia15. Rescatamos algunas de estas imágenes para hablar
de los tres criterios que rigieron la traducción de la Biblia de la Igle-
sia en América.

La única Palabra de Dios, Jesucristo, requiere de «un canto a


varias voces», de una sinfonía de voces para expresarse (DV, nº 7),
pues así lo pide la insondable riqueza de su misterio (Ef 3,8-9)16. La
«voz» de la Palabra son los textos bíblicos o logoi (grafías, palabras,
frases…) que conforman la Sagrada Escritura inspirada por Dios17 y
que revelan al Logos o a Jesús, ya sea como promesa en virtud de la
alianza de Dios con su pueblo Israel (Antiguo Testamento), ya como
realidad para un nuevo pueblo, la Iglesia (Nuevo Testamento). Hay,
pues, que saber comprender los logoi, para acceder al conocimiento
y encuentro con el Logos que salva.

Así como el Verbo eterno de Dios se hizo hombre, así tam-


bién se hizo literatura, haciendo posible que la Palabra de Dios se
nos proponga «a través de palabras humanas (cfr. 1 Tes 2,13)» y
81
15
Las imágenes son: la Voz de la Palabra: la revelación; el Rostro de la Palabra: Jesucristo;
medellín 180 / enero - abril (2021)
la Casa de la Palabra: la Iglesia, y los Caminos de la Palabra: la misión; cfr. N. Eterovic
(ed), La Parola di Dios nella vita e nella missione della Chiesa (Lateran University Press),
Città del Vaticano 2011, 669-687. También en L´Osservatore Romano, 25 de octubre del
2008, 4-5.
16
Instrumentum laboris del Sínodo de la Palabra (2008), nº 9, en Eterovic (ed), La Parola
di Dios nella vita e nella missione della Chiesa, 988-989; A. Giménez G.: «La Sinfonía
de la Palabra», en: L. Sánchez Navarro, Escudriñar las Escrituras. Verbum Domini y la
interpretación bíblica (Ed. Universidad San Dámaso), Madrid 2012, 31-46.
17
Sobre la «inspiración» y «verdad» de la Sagrada Escritura, tres son las reflexiones
actuales: a) como el Verbo se encarnó por la acción del Espíritu, así se encarna en el
lenguaje humano, gracias al Espíritu, sin perder su condición de realidad divina (teoría
analógica; P. Benoit); b) como la Escritura contiene la historia de la salvación y la Iglesia
nace de ella y está a su servicio, el don de la inspiración bíblica radica en la Iglesia y
no primeramente en cada autor (teoría eclesiológica; K. Rahner); c) como cada autor
es verdadero autor, contó con la inspiración bíblica para fijar la verdad querida por
Dios en su escrito, pues su servicio es vital para el don de la salvación (teoría literaria;
L. Alonso Schökel).
Santiago Silva Retamales

mediante estas voces literarias, sale a nuestro encuentro (VD, nº 29;


cfr. DV, nº 12)18. Por tanto, como «en la Palabra bíblica, Dios está en
camino hacia nosotros y nosotros hacia Él, hace falta aprender a
penetrar en el misterio de la lengua, comprenderla en su estructura
y en el modo de expresarse”» (VD, nº 32). La «voz» o la literatura
bíblica consigna sentidos que hay que comprender según los con-
textos histórico-culturales del tiempo bíblico. La interpretación y la
traducción tiene que ser tal, que el lector de hoy debe «escuchar» la
voz que le revela la Palabra y abrirse al diálogo con ella.

Como Dios habla en la Escritura por medio de hombres y en


lenguaje humano (DV, nº 12), el primer criterio de traducción de
la BIA fue la fidelidad a la «Voz» o a la Sagrada Escritura en cuanto
obra literaria19.

Una vez fijado el texto bíblico gracias a la crítica textual20, el


intérprete y traductor tiene que ser fiel a los sentidos literales que
los autores bíblicos expresaron. Se entiende por «sentido literal»
los significados objetivos y expresivos manifestados por el autor
bíblico en su obra literaria, comprendidos según los contextos
socio-culturales y religiosos de aquellos autores que comunicaban
las cosas de Dios a sus comunidades originales de lectura21. De aquí
la importancia de aquellas ciencias humanas y de sus métodos de
82
18
Para «la analogía desarrollada por los padres de la Iglesia entre el Verbo de Dios que se
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

hace “carne” y la Palabra que se hace “libro”», cfr. VD, nº 18. Para el carácter sacramental
de la Palabra, cfr. VD, nº 56; Silva Retamales, La Palabra de Dios en la vida y pastoral de
la Iglesia (Ed. Verbo Divino), Estella – Navarra 2014, 208-216.
19
Cfr. C. Aparicio V.: «L´ermeneutica della Sacra Scrittura nella Chiesa. Verbum Domini,
nn. 29-49», en: Aparicio V. y Pié-Ninot (dirs.), Commento alla Verbum Domini,
(Ed. Gregoriana & Biblical Press), Roma 2012, 75-84; A. J. Levoratti: «Cómo interpretar la
Biblia», W. R. Farmer (dir.), Comentario Bíblico Internacional (Ed. Verbo Divino) Estella –
Navarra 42005, 18-28.
20
Lo que hoy no constituye un trabajo tan arduo gracias a la bibliografía y al material
audiovisual (Paratext; Bible Works, software for Biblical Exegesis & Research, entre otros)
con el que se cuenta. El Textus receptus del Nuevo Testamento es actualmente la edición
28 del Novum Testamentum Graece, basado en el trabajo de Eberhard y Erwin Nestle y
editado por Barbara y Kurt Aland, J. Karavidopoulos, C. M Martini y B. M. Metzger,
Stuttgart 2012. Esta edición cuenta con un amplio aparato crítico con una gran gama de
opciones textuales.
21
La Pontificia Comisión Bíblica afirma que no es solamente legítimo, «sino indispensable,
procurar definir el sentido preciso de los textos tal y como han sido producidos por
Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

investigación que nos abren el camino hacia los significados conte-


nidos en «las voces» de la Palabra, es decir, en cada uno de los libros
de la Sagrada Escritura (cfr. VD, nº 32).

2.3. El «Rostro» de la Palabra: Jesucristo salvador


La «Voz» tiene un «Rostro» que es Jesucristo. Él, en cuanto
«rostro humano de Dios y rostro divino del hombre» (DA, n° 392) y
en cuanto en Él «habita corporalmente toda la plenitud de la divi-
nidad» (Col 2,9) es el centro de la revelación divina y la fuente de la
salvación: Cristo, el Dios–con–nosotros, «el Dios de rostro humano,
es nuestro verdadero y único salvador» (DA, n° 22).

El Antiguo Testamento afirma que cuando alguien ve el rostro


de Dios o se presenta ante Él sin la debida purificación muere. Según
el testimonio bíblico, el Rostro divino lo contemplan sólo los ánge-
les (Mt 18,10) y ningún hombre puede verlo sin morir (Ex 33,19-
20; Dt 5,25; Is 6,5). Sólo en contadas excepciones queda con vida
quien ve a Dios cara a cara (Gn 32,31)22.

Según el Nuevo Testamento, Jesucristo es el Hijo del hombre


que, en los caminos de la Palestina, habla y escucha, lo ven, tocan,
apretujan, golpean y matan. Su rostro, su cuerpo y las extensiones 83
de este según el siglo I («manos», «vestidos» y «manto», por ejem-
plo) están al alcance de sus contemporáneos y muchos lo siguen
medellín 180 / enero - abril (2021)

para escucharlo y verse favorecido por sus milagros, lo que comen-


tan profusamente, incrementando así el honor o fama del Nazareno
(Lc 4,14.37; 5,15), valor central en el mundo social del siglo I entre
los pueblos de la cuenca del Mediterráneo. De este modo, Jesucristo
es realidad humana y corporal del Hijo de Dios, revelando así el

sus autores, sentido llamado “literal” […] El sentido literal no se debe confundir con el
sentido “literalista” al cual se adhieren los fundamentalistas. No basta traducir un texto
palabra por palabra para obtener su sentido literal. Es necesario comprenderlo según las
convenciones literarias de su tiempo», Pontificia Comisión Bíblica, La interpretación
de la Biblia en la Iglesia, II B 1.
22
Cfr. A. S van der Woude: «panim Rostro», en: E. Jenny y C. Westermann, Diccionario
Teológico Manual del Antiguo Testamento (Ed. Cristiandad), 2 Vols., Madrid 1978, Vol. II,
564-581.
Santiago Silva Retamales

«rostro de mi Padre que está en los cielos» y que los ángeles conti-
nuamente ven (Mt 18,10). Ahora Jesús es el Rostro del Padre y, por
Él, se puede escuchar su voz, contemplar su misterio y conocer su
voluntad (cfr. Jn 5,37). En Él, en Cristo, brilla «el glorioso conoci-
miento de Dios» reflejado en su Rostro (2 Cor 4,6).

La comunicación y relación con Dios es posible porque Jesu-


cristo se pone en medio nuestro con su encarnación y «se hace
Rostro» visible y, hablando nuestro lenguaje, nos da a conocer a su
Padre. El acontecimiento de la revelación humana y corporal del
Hijo de Dios como Rostro visible y glorioso del Padre corre el velo
que nos ocultaba el Misterio de Dios, revelándonos su gloria, lo
que Moisés no pudo (2 Cor 2,12-18)23. Así Dios invisible (Col 1,15;
1 Tim 1,17) se hace escuchar y, «movido por su gran amor (Éx 33,11;
Jn 15,14-15)», trata y habla a los hombres como amigos (DV, nº 2).
Porque «en la Palabra de Dios proclamada y escuchada […], Jesús
dice hoy, aquí y ahora a cada uno: “Yo soy tuyo, me entrego a ti”,
para que el hombre pueda recibir y responder y decir a la vez: “Yo
soy tuyo”» (VD, nº 51), la revelación no es en primer lugar un arti-
culado de doctrinas que aprender o normas que practicar. Porque
Jesucristo es el Rostro visible de Dios, la Biblia contiene la invita-
ción divina a entrar en relación y comunión con Dios.

84 Si los autores bíblicos son generadores de sentidos queridos


por Dios y éstos delinean el Rostro glorioso de Jesucristo que nos
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

lleva al Padre, entonces la Escritura es mediación de encuentro con


un Rostro que invita a recrear nuestros rostros como espejos que
revelen la santidad y gloria del Resucitado. No basta, pues, conocer
lo que el texto bíblico dice o practicar su enseñanza, olvidando la
relación de comunión con quién lo dice. Siempre resulta más fácil
ocuparse de los mandamientos de Dios que hacerse cargo del Dios
de los mandamientos y de su voluntad.

La aproximación teológica, eclesial y espiritual de la Escritura


permite alcanzar la realidad de fe que los textos bíblicos expresan,

Cfr. J. C. Inostroza L.: «El rostro glorioso de Moisés. Interpretación de 2Cor 2,14-3,11»,
23

Anales de Teología 4.1 (2002) 28-30.


Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

realidad revelada que sólo es posible conocerla gracias al sentido


literario y teniendo en cuenta el segmento temporal y teológico de
la historia de la salvación de la que forma parte24.

Cuando se considera la Sagrada Escritura como Palabra


revelada de Dios de carácter única y unitaria, su traducción tiene
necesariamente que tener en cuenta cada pasaje como parte de
una gran y armoniosa sinfonía de voces (VD, nº 38). A la vez, por-
que el lector tiene derecho a que no se le reste nada a la Escri-
tura en cuanto acontecimiento salvífico, la traducción tiene que
ser la más adecuada al lector de hoy, pues hay que ofrecerle los
significados del texto bíblico «como Palabra actual de Dios» (VD,
nº 33)25. Si sólo al traductor se le exigiera la fidelidad a la Biblia
como literatura, la Escritura corre el peligro de transformarse en
un texto fragmentado y del pasado, en una pieza de museo que
nada tiene que aportar a la vida y al caminar de la Iglesia y del ser
humano de hoy, porque es incapaz de ofrecer el Rostro del resuci-
tado y su obra de salvación de modo comprensible y pertinente al
lector de hoy.

De aquí el segundo criterio de traducción puesto en prác-


tica en la BIA: ser fieles a Dios que envió su Palabra como Rostro
humano del misterio divino, para que el creyente de hoy viviera 85
en comunión con Él y tuviera vida nueva. En concreto, este criterio
exige darle la debida importancia a la historia de la salvación como
medellín 180 / enero - abril (2021)

lugar de alianza o de encuentro de Dios con el hombre. Hay, pues,


que guardar en una correcta interpretación y una buena traducción
las múltiples concordancias de la historia de la salvación presen-
tes en las dos grandes unidades de la Sagrada Escritura, el Anti-
guo y el Nuevo Testamento, y en la relación de uno con el otro. Esta

24
Se define el «sentido espiritual» como aquellos sentidos que se descubren cuando se
leen los textos bíblicos «bajo la influencia del Espíritu Santo en el contexto del misterio
pascual de Cristo y de la vida nueva que proviene de Él […] Es, pues, normal releer las
Escrituras a la luz de este nuevo contexto, que es el de la vida en el Espíritu», Pontificia
Comisión Bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, II B 2, también citado en VD,
nº 37.
25
Pontificia Comisión Bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, III C 1, también
citado en VD, nº 33.
Santiago Silva Retamales

relación está expresada en múltiples pasajes explícitos e implícitos


del Nuevo Testamento respecto al Nuevo26.

Se trata, pues, de cuidar de tal modo la traducción que exprese


con fidelidad la revelación que la Escritura contiene y, además, la
haga patente en tu íntima unidad como obra de salvación que Dios
proyecta, conduce, realiza y lleva a plenitud. Porque Jesucristo es
quien hace que esta historia sea salvífica, toda traducción adecuada
de la Escritura debe ser finalmente cristológica (cfr. Lc 24,27).

2.4. La «Casa» de la Palabra: la Iglesia y sus comunidades


«Casa» es un término frecuente en el Antiguo y Nuevo Tes-
tamento que tiene que ver con espacios personalizados donde la
familia extensa vive, comparte y celebra27. En Marcos tiene, por lo
menos, tres ámbitos de empleo28: donde se reúne la nueva familia
de Jesús, esto es, aquellos que «se sientan» a sus pies (posición del
discípulo en el siglo I) para escuchar su palabra y así cumplir la
voluntad de Dios (Mc 3,31-35); donde Jesús realiza acciones que
liberan de espíritus impuros, sanan de enfermedades y limpian los
pecados (1,29-31) y el lugar donde el Maestro aclara a los suyos la
enseñanza que poco antes ha sido para todos (9,28-29; 10,10‑12).
Así, para los primeros discípulos, la casa se convierte en un espa-
86 cio salvífico de gran importancia que les permite constituirse y
formarse como la comunidad de Jesús, pues allí los hace «familia»
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

en torno al Padre, los libera de espíritus impuros y les comunica el

26
Cfr. F. Belli y otros, Vetus in Novo. El recurso a la Escritura en el Nuevo Testamento
(Ed. Encuentro), Madrid 2006, 25-67, con amplia bibliografía; E. Earle Ellis: «La
interpretación de la Biblia en la propia Biblia», en Farmer (dir.), Comentario Bíblico
Internacional, 49-58.
27
Cfr. E. Jenni, «báyit Casa», en: Jenny y Westermann, Diccionario Teológico Manual
del Antiguo Testamento, Vol I, 449-457; J. Goetzmenn, «Casa (oikos)», en: L.  Coenen,
E.  Beyreuther y H.  Bietenhard, Diccionario Teológico del Nuevo Testamento (Ed.
Sígueme), 4 Vols., Salamanca 1980, Vol. I, 233-237.
28
Cfr. X. Pikaza, Pan, Casa, Palabra. La Iglesia en Marcos (Ed. Sígueme), Salamanca 1998,
87-103; P. Aranda, La casa, espacio de memoria e identidad en el evangelio según Marcos
(Ed. Verbo Divino), Estella – Navarra 2012; M. Recio, La famiglia alternativa di Gesù.
Discepolato e strategie di trasformazione sociale nel Vangelo di Marco (Ed. Morcelliana),
Brescia 2012, 124-144; L. E. Vaage, «En otra casa: el discipulado en Marcos como
ascetismo doméstico», EstBibl 63 (2005) 21-42.
Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

misterio de Dios. En la casa, por tanto, pueden contemplar el Rostro


de Jesús, para que sus propios rostros reflejen el amor del Padre y
la comunión con Él.

La «casa» de la Palabra de Dios es la Iglesia29. A ella, Dios le


confió la Sagrada Escritura por lo que ésta se interpreta y es fuente
de comunión en el seno de la casa de Dios que es el Pueblo de la
nueva alianza, el Pueblo de los redimidos por Cristo.

En la naturaleza misma de la Biblia está el hecho de haber sido


escrita por el Pueblo de Dios y para el Pueblo de Dios bajo la ins-
piración del Espíritu Santo. Por tanto, únicamente «la fe eclesial»
(VD, nº 29) y un «profundo espíritu eclesial» (nº 47) hacen posi-
ble la imprescindible «eclesialidad» para comprender el mensaje
de la Biblia (nº 30). Sólo en este «nosotros eclesial», es decir, en
esta comunión con el Pueblo de Dios, podemos entrar realmente
«en el núcleo de la verdad que Dios mismo quiere comunicarnos»
(DV, nsº 29-30).

Porque la Biblia es el libro de la Iglesia, «el lugar originario de


la interpretación escriturística es la vida de la Iglesia» (nº 29) y, a su
vez, la lectura de la Escritura impulsada y conducida por la fe ecle-
sial, nutre la pertenencia al Pueblo de Dios, aportando identidad. 87
Desde esta perspectiva, más que en un destinatario, la comunidad
creyente se transforma en «interlocutor» a quien Dios busca con
medellín 180 / enero - abril (2021)

ansia para dialogar con él y ofrecerle a Jesucristo, su Palabra eterna


hecha Rostro salvífico30.

29
No sólo la Iglesia es «casa» de la Palabra, sino también la Palabra de Dios es «casa» de
la Madre del Verbo en razón de su familiaridad con la Palabra de la que sale y entra con
toda naturalidad; así Benedicto XVI en VD, nº 28. Por esto, María es para la Iglesia —en
cuanto «modelo y arquetipo» de fe— de importancia capital para lograr un cambio de
paradigma en la relación de la Iglesia con la Palabra, Propositio 55, Sínodo de la Palabra
(2008), en: Eterovic (ed.), La Parola di Dios nella vita e nella missione della Chiesa, 661.
30
En la liturgia queda claro que «la Biblia es el libro de un pueblo y para un pueblo; una
herencia, un testamento entregado a los lectores, para que actualicen en sus vidas la
historia de la salvación testimoniada en lo escrito. Existe, por tanto, una relación de
recíproca y vital pertenencia entre pueblo y Libro: la Biblia es un Libro vivo con el pueblo
que es su sujeto, que lo lee; el pueblo no subsiste sin el Libro, porque en él encuentra su
razón de ser, su vocación, su identidad», Homilía del Papa Benedicto XVI con motivo
Santiago Silva Retamales

En esta Casa, donde habita la Palabra eterna hecha Rostro sal-


vífico, se lee y actualiza la Sagrada Escritura con toda su increíble
capacidad de diálogo con las esperanzas y dificultades que el cre-
yente afronta en la vida cotidiana. Jesús se presenta precisamente
«como Aquel que ha venido para que tengamos vida en abundan-
cia (cfr. Jn 10,10). Por eso, debemos hacer cualquier esfuerzo para
mostrar la Palabra de Dios como una apertura a los propios proble-
mas, una respuesta a nuestros interrogantes, un ensanchamiento
de los propios valores y, a la vez, como una satisfacción de las pro-
pias aspiraciones. La pastoral de la Iglesia debe saber mostrar que
Dios escucha la necesidad del hombre y su clamor» (VD, nº 23)31.

Frente a la debilidad del ser humano, al reconocimiento de su


maldad y a su ansia de plenitud se desvela la importancia del Pueblo
de Dios como heraldo y mediador de salvación, cuya única fuente es
«su Cabeza» o Rostro que lo conduce y da vida (Ef 1,22‑23). Rega-
lada a la Iglesia como lugar de encuentro con Jesucristo, la Iglesia
no puede prescindir de la Sagrada Escritura, pues prescindiría del
mismo Jesús que interpela la vida, la conduce y salva32. La fuerza

de la conclusión del Sínodo sobre la Palabra (2008), en: Eterovic (ed.), La Parola di
Dios nella vita e nella missione della Chiesa, 728. Cfr. W. Henn, «Parola di Dio e Chiesa.
Verbum Domini, nn. 50-51, 72-85», 97-104, y S. Pié-Ninot, «Liturgia, luogo privilegiato
88 della Parola di Dios. Verbum Domini, nn. 52-71», 105-111, en: Aparicio V. y Pié-Ninot
(dirs.), Commento alla Verbum Domini.
31
L. Alonso Schökel afirma: «La Sagrada Escritura es un libro antiguo que pretende ser
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

actual; encarnado en el tiempo, pretende hablar a todas las generaciones; limitada en


lenguaje y horizonte cultural, aspira a ser universal. No podemos destruir esas tensiones,
porque únicamente desde su concreción nos habla y busca, en su concreción nos alcanza,
solamente en un contacto personal nos mueve. Y no basta apelar a la omnipotencia,
omnipresencia y eficacia divinas, porque el camino de Dios es la encarnación»,
Hermenéutica de la palabra, 3 vols., Madrid 1986, vol. I, 97. Y J. A. Bengel escribe en
su introducción a la traducción del Nuevo Testamento de 1734: «Te totum applica ad
textum; rem tota applica ad te. Aplícate todo tú al texto; todo su material aplícatelo a
ti», en: J. M. Martínez, Hermenéutica bíblica, Barcelona 1984, 560. Sobre lectura
popular de la Biblia y su actualización, cfr. R. Huning, Aprendiendo de Carlos Mesters:
hacia una teoría de lectura bíblica (Ed. Verbo Divino; Evangelio y Cultura 4), Estella –
Navarra 2007, con amplia bibliografía; J. Cortés Cortés: «Lectura popular de la Biblia:
Oportunidades, desafíos y riesgos asociados a la comprensión bíblica», Cuadernos de
Teología - Universidad Católica del Norte 2 (1) 76-98; P. Uribe Ulloa: «¿Lectura popular
de la Biblia hoy? Caracterización y ensayo», Cuadernos judaicos 37 (2020) 20-39.
32
San Jerónimo, «Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo», cfr. Francisco, «Scripturae
Sacrae affectus, en el XVI Centenario de la muerte de san Jerónimo», 30 de septiembre
del 2020: «Amor por la Sagrada Escritura». Lo que Jerónimo escribió sobre su amigo
Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

salvadora de la Palabra contenida en la Escritura y leída en su Casa


es fuerza performativa que hace posible la conversión personal,
comunitaria y pastoral33.

De estas consideraciones brota el tercer criterio puesto en


práctica en la traducción de la BIA y consiste en ser fieles a la voca-
ción y misión de la Iglesia, «Casa» de la Palabra. Y la Iglesia existe
para evangelizar, es decir, para anunciar a Jesucristo, Rostro del
Padre (EG, nsº 111-134)34. Por tanto, si la revelación que Dios le
confió a la Iglesia consignada en la Sagrada Escritura es para servi-
cio de la evangelización de todo ser humano, la fidelidad a la Igle-
sia se transforma necesariamente en fidelidad a todo aquel que no
puede ser evangelizado por no comprender lo que lee, pues se sirve
de traducciones defectuosas (cfr. Hch 8,30-31)35. La fidelidad a la
misión de la Iglesia es fidelidad a la evangelización de los lectores
de la Sagrada Escritura, evangelización que no se da por el hecho
de tener una Biblia, sino por hacer del lector un interlocutor en el
encuentro personal con Jesucristo, rostro humano de Dios y ros-
tro divino del hombre. En la práctica, la interpretación y traducción
de la Sagrada Escritura deben comunicar con la máxima calidad y
claridad que permita el canal de comunicación que Dios le habla al
hombre de hoy y que éste puede tomarla en sus manos, pues sí va a

Nepociano se puede decir de él mismo: «Por la asidua lectura y la meditación prolongada,


89
había hecho de su corazón una biblioteca de Cristo», Ídem, Scripturae Sacrae affectus:
medellín 180 / enero - abril (2021)
«Amar lo que Jerónimo amó».
33
Sobre la «performatividad» de la Palabra de Dios, cfr. Silva Retamales, La Palabra de
Dios en la vida y pastoral de la Iglesia, 216-220; A. J. Levoratti, «El poder de la Palabra
de Dios», en: Farmer (dir.), Comentario Bíblico Internacional, 3-8.
34
Cfr. G. Whelan: «La missione della Chiesa, proclamare la Parola di Dio al mondo. Verbum
Domini, nn. 90-98, 121-124», en: Aparicio V. y Pié-Ninot (dirs.), Commento alla Verbum
Domini, 127-134.
35
«Las páginas bíblicas no siempre son accesibles de inmediato. Como se dice en Isaías
(29,11), incluso para aquellos que saben “leer” —es decir, que han tenido una formación
intelectual suficiente— el libro sagrado aparece “sellado”, cerrado herméticamente a
la interpretación. Por tanto, es necesario que intervenga un testigo competente para
proporcionar la llave liberadora, la de Cristo Señor, único capaz de desatar los sellos y abrir
el libro (cfr. Ap 5,1-10), para revelar la prodigiosa efusión de la gracia (cfr. Lc 4,17-21).
Muchos […] no están preparados para el lenguaje bíblico, sus modos expresivos y las
tradiciones culturales antiguas, por lo que el texto bíblico resulta indescifrable, como
si estuviera escrito en un alfabeto desconocido y en una lengua poco comprensible»,
Francisco, Scripturae Sacrae affectus: «El estudio de la Sagrada Escritura».
Santiago Silva Retamales

comprender lo que Dios comunica y sí va a experimentar que Dios


sale a su encuentro para hacerlo partícipe de la salvación.

Traducciones que no son fieles a la dimensión eclesio-pastoral


que exige la vocación y misión de la Iglesia en cuanto Casa de la
Palabra le restan a la Sagrada Escritura su condición de lugar de
encuentro con el Señor y, por lo mismo, su fuerza performativa y
salvífica. Entonces, fácilmente se convierte en un manual de doc-
trina a aprender y normas a practicar. De aquí que una de las fun-
ciones principales del intérprete y traductor sea «su función “dia-
conal”», para ponerse

al servicio de quienes no pueden comprender el sentido


de lo escrito proféticamente. La imagen que se puede evo-
car, a este respecto, es la del diácono Felipe, impulsado por
el Señor para ir en ayuda del eunuco que está leyendo un
pasaje de Isaías en su carroza (Is 53,7-8), pero sin poder
comprender su significado: “¿Crees entender lo que está
leyendo?”, pregunta Felipe; y el eunuco responde: “¿Cómo
voy a entender si nadie me lo explica?” (Hch 8,30,31)36.

Gracias a traducciones de la Biblia que, al menos, cuiden estos


tres criterios (fidelidad a la Voz, al Rostro y a la Casa) va a flore-
90 cer «una nueva etapa de mayor amor a la Sagrada Escritura por
parte de todos los miembros del Pueblo de Dios, de manera que,
mediante su lectura orante y fiel a lo largo del tiempo, se profundice
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

la relación con la persona misma de Jesús»37.

3. CONCLUSIÓN
La estricta aplicación de la teoría de la equivalencia formal nos
hubiera llevado a una Biblia de la Iglesia en América respetuosa del
literalismo de los textos originales, pues los códigos lingüísticos
hebreos, arameos y griegos hubieran sido traspasados al castellano,

36
Francisco, Scripturae Sacrae affectus: «El estudio de la Sagrada Escritura». Cfr. Silva
Retamales, «“¿Entiendes lo que estás leyendo?” (Hch 8,30). *
37
Propositio nº 9, Sínodo de la Palabra (2008), en: Eterovic (ed.), La Parola di Dios nella
vita e nella missione della Chiesa, 632, también citado en VD, nº 72.
Criterios de traducción para la Biblia de la Iglesia en América (BIA)

el código lingüístico de recepción, tal como estaban. Sin embargo,


este criterio que podría parecer acertado en un primer momento,
no satisface la naturaleza y función de la Sagrada Escritura, descrita
con las imágenes de Voz, Rostro y Casa.

La Escritura en cuanto Voz o en su condición de obra literaria,


transmisora de mensajes, sí la entendieron las primeras generacio-
nes de discípulos, entre los que se contaban los lectores originales,
pues no tenían gran dificultad en comprender el relato acerca de
Jesús según Mateo o Marcos o los contenidos de las cartas de Pablo,
aunque algunas de éstas presentaran puntos difíciles de entender
(2  Pe 3,15-16). Esas generaciones, particularmente la segunda
(70‑110 d. C.), que escuchaban el kerigma y se abría al don de la fe
gracias a los misioneros y a los primeros pasajes bíblicos emplea-
dos en catequesis y liturgias comunitarias, sí conseguían un gradual
conocimiento del Rostro de Jesús y una creciente ruptura con dio-
ses, cultos y conductas antiguas; su fe viva en Jesucristo, cuyo Ros-
tro trazan las Escrituras, provocaba una progresiva resocialización
que tanto llamaba la atención de sus contemporáneos en el mundo
grecorromano. Pero nada de esto hubiera acontecido sin contar
con una Casa (la Iglesia o comunidad) que fuera para ellos lugar
teológico y espiritual de interpretación y celebración de la Palabra
de Dios; más aún, su comunidad les designaba un «padrino» para
acompañarlos en su catecumenado en la debida comprensión de
la Sagrada Escritura y en el camino de su nueva fe, del testimonio
91
cristiano y de la caridad solidaria38.
medellín 180 / enero - abril (2021)

A la luz de la experiencia de las primeras generaciones de dis-


cípulos, la vocación de ayer y hoy de la Sagrada Escritura es pro-
vocar aquel mismo acontecimiento de comunicación y comunión
vivido por aquellas comunidades gracias a los misioneros y textos
bíblicos compartidos en catequesis y liturgias. Y el centro de la
evangelización estaba puesto en el encuentro con Jesucristo, que se
acompañaba con la conversión y el testimonio39.

38
Cfr. A. Kreider, La Paciencia. El sorprendente fermento del cristianismo en el imperio
romano (Ed. Sígueme), Salamanca 2017, 181-223.
39
«Si no se entiende lo escrito por los autores inspirados, la misma Palabra de Dios carece
de eficacia (cfr. Mt 13,19) y el amor a Dios no puede surgir», Francisco, Scripturae
Sacrae affectus: «El estudio de la Sagrada Escritura».
Santiago Silva Retamales

Al final y de acuerdo a la vocación de la Sagrada Escritura, el


camino a seguir para traducciones adecuadas lo fija la sabiduría con
que se aplican los criterios de traducción para evitar la literalidad
en la que puede hundirse una traducción de equivalencia formal
y la inventiva en la que puede caer una de equivalencia dinámica.
Para superar el dilema, todo lo sintetizamos en hacerse sistemáti-
camente la pregunta acerca de qué entendería el lector medio de
América Latina por lo que estoy traduciendo.

Esta pregunta se transformó de inmediato en una certeza, en


un esfuerzo y en un propósito. La certeza de que la Palabra de Dios
«precede y excede la Biblia»40 por lo que hay que ir más allá de la
letra de la Sagrada Escritura, porque «la Palabra de Dios nunca
está presente en la simple literalidad del texto» (VD, nº 69). En el
esfuerzo de vivir nuestra labor de intérprete y traductores como
una «función “diaconal”» o de servicio para los lectores de hoy, pues
a muchos les resulta indescifrable el pasaje bíblico al no poder com-
prender el sentido de lo escrito por no estar preparados para el
lenguaje bíblico, sus modos expresivos y las tradiciones culturales
antiguas41. Y en el propósito de lograr, empeñando todas nuestras
posibilidades, una traducción exacta y adaptada (DV, nº 22: ut aptae
ac rectae) que permitiera al discípulo misionero de Jesús acceder
con facilidad a la Biblia, no sólo por contar con una, sino porque al
92 leerla, la comprendería de forma adecuada.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

El ideal de toda buena traducción de la Biblia es contribuir a la


vocación de hacerse oyente del Verbo por parte del discípulo misio-
nero y «de estar como “dentro de” la Palabra, para dejarse proteger
y alimentar como en un regazo materno»42.

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo

40
«Mensaje» del Sínodo sobre la Palabra (2008), en: N. Eterovic (ed.), La Parola di Dios
nella vita e nella missione della Chiesa, nº 3 (pp. 671-672).
41
Francisco, Scripturae Sacrae affectus: «El estudio de la Sagrada Escritura».
42
Juan Pablo II, Pastores gregis, nº 15, también citado en VD, nº 79.
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 93-113 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

Un modelo latinoamericano
de traducción
La Biblia de la Iglesia en América - BIA

Ramón Alfredo Dus*

Resumen
BIA es una versión del texto de las Sagradas Escrituras
a partir de sus lenguas originales, fruto de la actitud
dialógica de sus traductores y con una identidad pastoral
para facilitar el encuentro personal con Dios. Traducir
implica traspasar un texto de una estructura lingüística
a otra; y esta traducción integra el análisis textual, la
percepción de las formas literarias originales, la intuición
y la interpretación de los traductores. Es un modelo de
traducción en su forma y en su estilo garantizado por el
consenso, el control y corrección del equipo traductor. 93
medellín 180 / enero - abril (2021)
Palabras clave: traducción - texto, análisis textual -
estructura lingüística - actitud dialógica, diálogo -
identidad pastoral.

*
Doctor en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico. Arzobispo de Resistencia
(Argentina). Presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica de la
Conferencia Episcopal de Argentina. Correo electrónico: arzobrcia@gmail.com.
A Latin American model
of translation
Biblia de la Iglesia en América - BIA

Summary
BIA represents a version of the Sacred Scripture’s
Text based on its original languages, with the help of
a dialogical approach on the part of the translators
and with a pastoral identity oriented to facilitate the
personal encounter with God. Translating supposes the
action of transferring a text from a linguistic structure
into another; that action involves the textual analysis,
the identification of the original literary forms, apart
from the right intuition and interpretation on the part
of the translators. It is a translating model secured by
consensus, control and corrective measures put in action
by the translating team.

Key words: Translation – Text, Textual Analysis –


Linguistic Structure – Dialogical Approach, Dialog –
Pastoral Identity.

94
medellín 180 / Enero - Abril (2021)
L
a traducción de las Escrituras comenzó ya en los tiempos
del Antiguo Testamento, cuando se tradujo oralmente el
texto hebreo de la Biblia en arameo (Ne 8,8.12) y más tarde,
por escrito, en griego. Una traducción es siempre más que
una simple transcripción del texto original. El pasaje de una lengua
a otra comporta un cambio de contexto cultural: los conceptos no
son idénticos y el alcance de los símbolos, diferente; ellos ponen en
relación diversas tradiciones de pensamiento y distintas maneras
de vivir1.

En las Sagradas Escrituras Dios se revela a sí mismo en la


comunicación de su Palabra (Jn 1,14; Heb 1,2). Mediante su Palabra
hecha carne sale de sí mismo para ofrecer su intimidad y revelarnos
su misterio (Jn 1,18: exegéomai). El misterio de la encarnación que 95
es un acontecimiento de comunicación, es también un paradigma medellín 180 / enero - abril (2021)
de comprensión para entender la naturaleza y función de una tra-
ducción de la Biblia. Traducir resulta una encarnación del decir de
Dios que debe ser comprensible para su destinatario. Es un ejerci-
cio lingüístico y literario busca provocar un encuentro personal con
la Palabra revelada.

La traducción bíblica testimonia que la palabra divina es


capaz de penetrar y de expresarse en culturas y lenguas diversas
de nuestros pueblos, alargando el acontecimiento de Pentecostés
(cf. Hch 2,1-13). Pero igualmente ofrece la Palabra que transfigura

1
Cf. Pontificia Comisión Bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia (15 abril
1993), IV, B; cf. Benedicto XVI, Verbum Domini (VD), 30 de septiembre de 2010, n. 115.
Ramón Alfredo Dus

los límites de una cultura, para crear comunión entre culturas dife-
rentes. A través de ella

Salimos de la limitación de nuestras experiencias y entramos


en la realidad que es verdaderamente universal. Es salir de los
límites de cada cultura para entrar en la universalidad que
nos relaciona a todos, que une a todos, que nos hace a todos
hermanos 2.

Por tanto, traducir la Palabra de Dios resulta una vocación y


también una misión. Exige emprender un éxodo: posponer nues-
tros criterios y competencias, siempre limitadas, para entrar en
ese ámbito de comunión donde el conocimiento personal encuen-
tra su espacio de libertad y la expresión lingüística su creatividad
enriquecedora.

El equipo conformado para la traducción de la Biblia de la Igle-


sia en América transitó por ese modelo de intercambio recíproco y
soluciones de convergencias. El trabajo es el resultado de la aten-
ción al medio literario de las Sagradas Escrituras, de una perseve-
rante actitud dialógica para realizarlo, y con el propósito pastoral
de disponer al encuentro inmediato con la Palabra de Dios.
96
1. EL MEDIO LITERARIO: EL ELEMENTO QUE TRASMITE
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

LA “PALABRA DE DIOS”
a) El texto en su complejidad y organización
Un texto es un medio comunicativo. Traducirlo implica tras-
pasar el texto de una estructura lingüística a otra; y se necesita,
en primer lugar, captar su complejidad y organización. Tener pre-
sente quién es el emisor de esa comunicación, quién o quiénes su
destinatario o interlocutor, y examinar el código lingüístico que se
intercambian. Estas tres instancias puestas en relación hacen posi-
ble comprender la unidad de un texto. Para ofrecer una versión no


2
Benedicto XVI, Homilía durante la Hora Tercia de la primera Congregación general del
Sínodo de los Obispos (6 octubre 2008): AAS (2008) 760.
Un modelo latinoamericano de traducción

sirve solo entender las correspondencias de las palabras entre un


idioma y otro, ni concatenar frases yuxtapuestas; palabras y frases
son elementos integrantes de un tejido —texto— que relacionadas
sintácticamente constituyen una unidad de sentido, con mensaje
propio. Esta operación necesaria en la lengua original es el presu-
puesto para recrear el texto en la lengua receptora.

El verbo recrear no implica una invención arbitraria de la uni-


dad recibida, sino subraya una característica que surge del pasaje
de una lengua a otra. Ningún idioma es unívoco en sus términos,
conceptos o giros lingüísticos; la equivalencia de una expresión o
de un estilo nunca es unívoca. Además el modo de retratar la rea-
lidad a través del lenguaje implica el punto de vista del redactor
y su tradición; pero también juega un rol necesario el punto de
vista propio del traductor: éste traduce para alguien. Su actividad,
nunca es mecánica o abstracta. Además enlaza la comprensión de
la sintaxis de la lengua original, para transportarla, según su propia
riqueza al universo lingüístico de la propia.

Esta condición, que se presupone general para toda traducción,


se experimenta muy presente en contacto con los textos bíblicos.
Interpretar la Sagrada Escritura, y por lo tanto también traducirla,
se sintetiza en un principio generalmente aceptado: el elemento 97
que trasmite la “Palabra de Dios”, no está constituido por palabras
aisladas, ni siquiera por frases fuera del contexto, sino más bien por
medellín 180 / enero - abril (2021)

textos considerados como unidad3. Queda así iluminado el aspecto


comunicativo de los textos bíblicos con relación a su interpretación
y su traducción.

La Biblia es la literatura religiosa de un pueblo y el análisis


literario es determinante en la labor de su traducción, porque “La
palabra divina se expresa verdaderamente con palabras humanas”
(VD 11)4. Comprender el texto bíblico como Palabra de Dios exige

3
Cf. Simian-Yofre, H., “Emeneutica e Pragmática”, en: Metodologia dell’Antico Testamento,
a cura di Simian-Yofre, H.; EDB studi biblici, Bologna 1995, p. 184.
4
Cf. VD 18: “puede ser útil recordar la analogía desarrollada por los Padres de la Iglesia
entre el Verbo de Dios que se hace “carne” y la Palabra que se hace “libro”.
Ramón Alfredo Dus

apelar a la sintaxis de la lengua original, a la semántica de las pala-


bras, al estilo y al aspecto comunicativo integral.

Por su cualidad de obra inspirada, las traducciones de la


Biblia buscan de modo exclusivo asegurar el mensaje o el conte-
nido del texto, y desmerecen o se resta interés a su forma literaria.
Sin embargo, fondo y forma constituyen el acto significante de una
comunicación escrita; por eso también esta relación es indispensa-
ble para comprender la palabra inspirada.

De manera muy sencilla se puede notar que para los mismos


autores bíblicos ambas dimensiones no eran indiferentes. Los pro-
fetas, al proclamar sus mensajes de denuncia o de esperanza, bus-
caban el recurso literario apropiado para golpear la atención de
sus destinatarios. Entre los muchos ejemplos cabe el de Jr 23, 29:
“¿Acaso no es mi palabra como fuego, como un martillo que pulveriza
la roca? —oráculo del Señor”.

Igualmente los salmos en general no se entenderían correcta-


mente si no pensáramos que sus autores cincelaban su estilo y retó-
rica para atrapar la mente y el corazón de sus destinatarios orantes:
“…Tranquilizo y acallo mis deseos, como un niño saciado en los bra-
98 zos de su madre, como un niño saciado, así está mi alma” (Sal 131,2).

En el ámbito lingüístico en general como en la Biblia en parti-


medellín 180 / Enero - Abril (2021)

cular, la comunicación acontece en un contexto amplio de relacio-


nes interpersonales. La palabra de la Escritura tiene una función
objetiva insoslayable porque trasmite datos de información histó-
rica, de contenido doctrinal y de enseñanzas morales. Elementos
que son fundamentales en la revelación bíblica.

Pero todos ellos están dados en un contexto, que tiene como


finalidad entablar una comunión de vida y de vínculos interperso-
nales, con comunidades determinadas o con el entero pueblo de
Dios. Por lo cual, no es indiferente obviar el modo de expresión
de un autor sagrado que dialoga o narra, omitiendo o eludiendo
las circunstancias en que se efectúan esos actos comunicativos.
Siempre al comunicar algo, su emisor se expresa a sí mismo, o revela
Un modelo latinoamericano de traducción

su interioridad; y a través de sus palabras sitúa a su interlocutor en


un rol determinado. Estos elementos, necesarios para comprender
una unidad literaria, urgen abordarlos en textos culturalmente ale-
jados como los bíblicos, para traducirlos de modo más apropiado.

Las diversas formas de comunicación resaltan la función


expresiva de la palabra. Hay formulaciones lingüísticas determi-
nadas que esa función se resalta en sí mismas, como un grito de
denuncia, o las confesiones de un creyente, o la poesía de un orante.
Sin embargo, está presente en toda comunicación escrita u oral,
aun la que vehicula solo algo objetivo o impersonal, porque es una
cualidad inherente al lenguaje5.

b) El traductor como sujeto interpretante


El traductor es un sujeto interpretante que se aproxima al texto
con su propio mundo y cultura. Pensar que la obra de un traduc-
tor o de traductores, es el resultado de una versión pura y simple
de información o interpretación objetiva, en sentido positivista, o
materialista, es una utopía6. La comprensión de los textos y su inter-
pretación integra también el punto de vista del sujeto que lo analiza,
que lo comprende y que lo traduce. No se puede omitir la mediación
cultural del traductor. Exigir una interpretación aséptica de los tex- 99
tos originales, implicaría un docetismo o un monofisismo implícito.
Con estos desafíos comunes de hermenéutica en general se plantea
medellín 180 / enero - abril (2021)

y se confronta también el traductor de la Biblia, porque “La Palabra


de Dios, expresada en lenguas humanas, se hace semejante al lenguaje
humano, como la Palabra del eterno Padre, asumiendo nuestra débil
condición humana, se hizo semejante a los hombres» (DV 13)7.

Un traductor, al tratar de un texto inspirado y normativo,


puede invocar que le interesa ofrecer el mensaje, sin la forma

5
Cf. Mannucci, V., Bibbia come Parola di Dio. Introduzione generale alla sacra Scrittura,
Ed. Queriniana, Brescia, 199313, 13-21.
6
Cf. Alonso Schökel, L. – Zurro E., La Traducción Bíblica. Lingüística y Estilística,
Ed. Cristiandad, S. L., Madrid, 1977, p. 22.
7
Cf. VD 18.
Ramón Alfredo Dus

literaria textual. Esta posibilidad, la de una traducción meramente


literal, o literalista, empobrecerá la función expresiva de la versión.
Así lo evidencia un reconocido traductor:

El que tiene un conocimiento limitado de la lengua original


y un dominio restringido de los recursos de la lengua recep-
tora se siente estrecho y solo puede atenerse a un literalismo
como garantía personal. El que posee recurso y alternativas
puede libremente buscar, escoger, y acertar 8.

Una traducción que apunte solo al contenido, o que se atenga


a una mera correspondencia literal de los textos, no es garantía de
dar con la solución acertada del sentido de los textos. Se requiere
cuidado por la fidelidad al mensaje y la forma literaria; pero tam-
bién un espacio de libertad, que es legítima; justamente porque se
trata de correspondencias no exactas y muchas veces ni siquiera
evidentes. Este trabajo se hace posible y es fructífero afinando el
discernimiento, el gusto literario, el entrenamiento y la práctica.
En este aspecto, el diálogo y la confrontación en el trabajo con
otros traductores ha sido una experiencia única y original en el
proyecto BIA.

En la búsqueda de una identidad literaria en la traducción de


100 la BIA se hizo práctico recorrer caminos complementarios: el aná-
lisis de los textos, pero también la intuición de los traductores. Los
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

textos bíblicos son referentes con una larga historia de redacción


y trasmisión; sus productores inmediatos y originales han desapa-
recido; por lo cual esta tarea ha tenido como referencia esencial
a los mismos textos, que nos han llegado por tradición; en ellos y
a través de ellos caminó nuestra investigación y la búsqueda de
mayores precisiones.

La intuición del traductor se concibe aquí como esa aptitud


y capacitación propias para la percepción de la forma literaria
del original; esta capacidad es fruto del estudio del lenguaje y su
sentido, para acertar lo mejor posible con sus correspondencias.

Cf. Schökel – Zurro, La Traducción Bíblica, p. 24.


8
Un modelo latinoamericano de traducción

Entre este ideal y su práctica se desarrolló un itinerario de trabajo


y familiaridad con los textos a traducir. Intuiciones parciales, per-
cepciones ocasionales, fueron posibles para todos como experien-
cia, y produjeron muchas veces aciertos evidentes, que resaltan en
determinados pasajes9.

Un ejemplo puede iluminar: Lc 17,10: οὕτως καὶ ὑμεῖς, ὅταν


ποιήσητε πάντα τὰ διαταχθέντα ὑμῖν, λέγετε ὅτι δοῦλοι ἀχρεῖοί
ἐσμεν, ὃ ὠφείλομεν ποιῆσαι πεποιήκαμεν.

El adjetivo: ἀχρεῖοί, literalmente “inútiles”, indica no la condi-


ción de incapacidad de los servidores, sino la actitud de humildad y
sencillez desinteresada que los debe distinguir (cf. 2Sam 6,22 LXX).
Las versiones lo expresaron así:

NBE (Nueva Biblia Española 1975): Pues vosotros, lo mismo,


cuando hayáis hecho todo lo mandado decid: No somos más que
unos pobres criados, hemos hecho lo que teníamos que hacer.

BP (Biblia del Peregrino NT III 1997): Lo mismo vosotros:


cuando hayáis hecho cuanto os han mandado, decid: somos siervos
inútiles, hemos cumplido nuestro deber.

BJ (Biblia de Jerusalén 1998): De igual modo vosotros, cuando


101
hayáis hecho todo lo que os mandaron, decid: No somos más que
medellín 180 / enero - abril (2021)

unos pobres siervos. Solo hemos hecho lo que teníamos que hacer.

BL (Biblia Latinoamericana 2005): Así también ustedes,


cuando hayan hecho todo lo que les ha sido mandado, digan:
“Somos servidores que no hacíamos falta, hemos hecho lo que
era nuestro deber”.

LPD (Libro del Pueblo de Dios 2015): Así también ustedes,


cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: «Somos simples
servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber».

9
Estas consideraciones reflejan la experiencia de traductores: cf. Alonso – Zurro, La
traducción de la Biblia, p. 414.
Ramón Alfredo Dus

BIA (Biblia de la Iglesia en América 2019): También ustedes,


cuando hayan hecho todo lo que Dios les manda, digan: “Somos ser-
vidores a los que nada hay que agradecer, porque no hicimos más
que cumplir con nuestra obligación”.

El conocimiento y la familiaridad con los textos al interpretar-


los y expresarlos en la propia lengua, suplen muchas veces la falta
de intuiciones definitivas; pero también crea el clima para que sur-
jan10. Con textos antiguos como los de la Biblia, con una larga tra-
dición e historia, a veces no hay lugar para la intuición, y también
profundizar un mayor conocimiento tiene sus límites. Por lo cual,
el traductor necesitará controlar la intuición, y buscar una reso-
lución concreta para esos textos abordados. Estas circunstancias
hacen volver una y otra vez al análisis textual, que es el referente
definitivo, firme, tenaz, con el que hay que confrontarse. El análi-
sis de los textos en su lengua original suple la falta de intuición, y
compensa la escasez de los datos literarios más precisos. Este aná-
lisis asegura siempre la organización y las correspondencias lite-
rarias y sintácticas para interpretar. “El adecuado conocimiento del
texto bíblico es accesible a quien tiene una afinidad viva con lo que
dice el texto”11.

102 El análisis textual preciso hace caer en la cuenta de los múlti-


ples factores que la lectura aún entrenada, a veces no percibe, o que
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

se ha eludido tanto al leer como al traducir. Descubrir elementos


que parecen suspendidos, o repeticiones obviadas aunque integran
un escrito, dan muchas veces claves significativas para entender su
trama, y su coherencia. Esa unidad literaria se vuelve más intere-
sante o sus matices hacen nueva su traducción.

10
Un traductor familiarizado con traducir poesía se encuentra en una situación favorable
para traducir textos poéticos. Otro familiarizado con el lenguaje jurídico o proverbial
desplegará su aptitud en textos análogos de otra lengua. Con estas aptitudes se posee un
lenguaje propio y un potencial de correspondencias que hace al estilo y a su formulación.
Igual consideración sirve para el que atesora una cultura para la oratoria religiosa, las
oraciones o la narración.
11
Pontificia Comisión Bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, Librería Editrice
Vaticana, Citta del Vaticano, 1993, II, A, 1, p. 70; cf. Benedicto XVI, Verbum Domini, 30 de
septiembre de 2010, 30, p. 55.
Un modelo latinoamericano de traducción

Siempre el análisis textual determina la intuición y afianza la


pericia del traductor sea con textos de campos semánticos análo-
gos, o compensando sus propios límites. Este ejercicio de lectura,
conocimiento, intercambio e interpretación empuja hacia adelante
el trato y la familiaridad con la Palabra de Dios. Todos somos deudo-
res de la propia época, y se traduce según el nivel alcanzado. Toda
traducción es perfectible; también en este contexto se puede acep-
tar de modo pertinente la conocida frase de san León Magno: “Las
palabras divinas crecen con quien las lee”12. El traductor es un tam-
bién lector, con un servicio especial, nunca clausurado.

2. ACTITUD DIALÓGICA: CON EL MODO DE PENSAR —“NOUS”—


DE CRISTO (1 Cor 2,16)
“Actitud dialógica” distingue e integra dos operaciones pre-
sentes en la traducción de la BIA: a) el ejercicio mismo de la tra-
ducción entendido y realizado con una modalidad dialógica; b) la
forma y el estilo de esta traducción que desafía y dispone al diálogo
con su interlocutor.

a) El modo dialógico de la traducción


El trabajo de equipo de traducción representó un itinerario de
entrenamiento y de colaboración recíproca durante varios años; 103
en total alrededor de doce. Representó un ejercicio y una dinámica
medellín 180 / enero - abril (2021)

ascética de sincera comunión en la tarea. Cada uno de los traduc-


tores, en su campo de investigación y de competencia, se esmeró
en trabajar de modo personal, y junto a ello se atuvo a una norma
pautada. Las versiones debían ser recibidas y puestas a juicio de
los responsables de las áreas, pasar por una evaluación sobre la
fidelidad a la lengua original; y luego por un examen sobre estilo
y expresión de los mismos textos. Además el equipo de “correcto-
res lingüísticos” ayudó a discernir las formas más adecuadas de la
lengua castellana, en las diversas regiones de LA. Las sugerencias
compartidas, la recepción y aceptación de las correcciones signifi-
caron un modo concreto de pulir la traducción. Además ayudaron

12
Homilia in Ezechielem 1, 7, 8: PL 76, 843 D.
Ramón Alfredo Dus

a iluminar el pensamiento y la labor de los mismos traductores con


los aciertos ofrecidos, y adoptar matices desde la intuición de un
colega. La familiaridad del campo lingüístico y literario de cada tra-
ductor favoreció el intercambio general y embelleció el trabajo.

Con una mirada retrospectiva podemos decir que fuimos con-


ducidos por un camino sapiencial, dado por el trato y el estudio de
los mismos textos bíblicos. La familiaridad con la Palabra ayudó
muchas veces a lograr un discernimiento inspirado. No resulta ina-
propiado pensar, que aún de modo tácito, esta modalidad nos situó
en esa dirección que Pablo proponía a los corintios al aseverarles
que todos ellos detentaban la sabiduría revelada: “Nosotros posee-
mos el modo de pensar de Cristo” (1Cor 2,16)13.

En América Latina hubo varias experiencias de traducción, lle-


vadas a cabo por personas muy competentes, y también por equi-
pos preparados a nivel de naciones14. Pero transitar una hoja de ruta
que privilegiaba la convergencia en este estilo de trabajo, siempre
de manera respetuosa y libre, es una característica de la traducción
de la BIA, que le da identidad y originalidad como traducción. Como
obra colectiva resulta igualmente siempre perfectible, pero el tra-
bajo expresa la fidelidad a un espíritu de cuerpo. Siempre es un pla-
104 cer pegarse al original en una traducción, y más en relación con la
Sagrada Escritura, donde se quiere y se siente mucho respeto por las
lenguas originales. Por esto mismo resultó una garantía de control de
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

distinción hacer una traducción con actitud de servicio y comunión.

Alcanzar con los traductores de distinta nacionalidades y


regiones de LA una meta inclusiva a nivel de todo el continente,

13
En una clase sobre traducción de sus textos, J. L. Borges, interrogado por un alumno
sobre la dificultad de ser fieles al original cuando se trabaja en colaboración, el escritor
argentino respondió, incluyendo a su mismo traductor: “No nos pensamos como dos
hombres cuando trabajamos juntos. Somos dos mentes intentando un mismo objetivo”:
Borges, J. L., El aprendizaje del escritor, Bogotá, Colombia: Sudamericana, 2015: “Tercera
parte: Traducción”, p. 110.
14
Cf. A. L. Levoratti, “La traducción y las traducciones de la Biblia. Introducción”, en:
Comentario Bíblico Latinoamericano Vol. 2, Ed. Verbo Divino, Estella 2003; 115-120,
especialmente 118-119.
Un modelo latinoamericano de traducción

integrando también la representación de América del norte, fue


todo un desafío. Pero afrontado y acabado este proyecto, queda en
todos, una memoria agradecida.

b) Disponer al diálogo
Este segundo aspecto pone en evidencia la intencionalidad
pastoral de la versión, que pone en evidencia la cualidad religiosa
de los textos. Porque se ha tenido en cuenta que estos puedan ser
leídos en el espíritu con el cual nacieron y se trasmitieron15. El tra-
ductor es fundamentalmente un lector que quiere comunicarse con
su destinatario o interlocutor. Esta traducción:

Se dirige ante todo a discípulos misioneros que tengan cierta


formación cultural y religiosa, presten o no servicio pastoral
en sus comunidades. (…) Aunque los recursos de la Biblia
fueron preparados para aquellos que poseen cierto bagaje
religioso y cultural, la traducción del texto no fue hecha
solo para agentes de pastoral, sino para todos los cristianos,
incluso alejados de la Iglesia a quienes se ofrecen los funda-
mentos de la esperanza que anima nuestro seguimiento del
Señor (1Pe 3,15)16.

Con esta actitud y objetivo se ha procurado que la versión 105


alcance un cuidado nivel literario y teológico17. medellín 180 / enero - abril (2021)

En el proceso de la traducción, el primer paso fue comprender


el texto en su lengua original y pasarlo al castellano. El resultado,
al principio, es bastante literal y provisional; aún comprendido el
texto y las intenciones de su autor, queda margen para las indeci-
siones sobre términos o frases alternativas para elegir. A esta labor
lingüística siguió el trabajo más fino, y arduo quizás: corroborar el

15
Cf. DV 12: “La Escritura se ha de leer con el mismo Espíritu con que fue escrita; por
lo tanto, para descubrir el verdadero sentido del texto sagrado hay que tener muy en
cuenta el contenido y la unidad de toda la Escritura, la Tradición viva de toda la Iglesia, y
la analogía de la fe”.
16
BIA (2019), “3. A quien se dirige la nueva traducción”, p. 17.
17
Cf. Ibídem.
Ramón Alfredo Dus

ritmo, el énfasis, el estilo. Luego, paradójicamente olvidarse de la


lengua original y evaluar como si el texto hubiera sido escrito solo
en castellano.

No se trata nunca de reescribir un texto, pero a veces el lector


no entiende el alcance de nombres, referencias, situaciones claras
para el lector implícito; y esas circunstancias y referencias pueden
ser equívocas o ilógicas para el interlocutor actual. Entonces el tra-
ductor debe explicitar o especificar el o los distintos elementos; en
este proceso se justifica su creatividad y libertad para el discerni-
miento sobre las correspondencias no exactas y muchas veces ni
siquiera evidentes.

En las traducciones las correspondencias literales suenan en


general muy extrañas; aunque igualmente pueden ser sugestivas y
tener su propia belleza. En la Biblia se pueden encontrar ejemplos
que justifiquen una traducción literal; pero también necesitan de
la mediación de un estudio o de soportes explicativos para el lec-
tor, que sirven generalmente para la exégesis del texto. Tres ejem-
plos sencillos explicitan la labor creativa y de discernimiento de un
traductor:

106 a) Jn 10, 11: Ἐγώ εἰμι ὁ ποιμὴν ὁ καλός. Literalmente “Yo soy
el pastor, el bello”; o “Yo soy el pastor bello”; o “Yo soy el bello
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

pastor”. Esta traducción literal es sugestiva estéticamente. Sin


embargo las traducciones han optado por el adjetivo: “buen” o
“bueno”, que literalmente corresponde al adjetivo: “agathos”,
ausente en el texto. Puede haber una influencia de la Vulgata:
“Pastor bonus”. Todas las traducciones en castellano y también
la BIA adoptan: “Yo soy el buen Pastor”. La versión justifica la
valencia ética por sobre la estética.

b) Univocidad para la traducción de los términos: λόγος (Jn 1,1):


logos; y ῥῆμά (Lc 1,37.38); rema. Aunque cada término encie-
rra una riqueza conceptual que no es unívoca, las versiones
traducen ambos con “palabra”, a veces con variantes en ese
campo semántico para ῥῆμά (cf. Lc 1,65; 2,15.17.19, etc.).
Un modelo latinoamericano de traducción

c) Un ejemplo donde el traductor recrea el original para dar el


sentido, y dota a la frase de algo no se encuentra en el original,
es la particular pregunta de Jesús a su madre en Jn 2,4: τί ἐμοὶ
καὶ σοί, γύναι; Literalmente: “¿Qué a mí y a ti, mujer?”.

NBE: “¿Quién te mete a ti en esto, mujer?”.


BP: “¿Qué quieres de mí, mujer?”.
BJ: “¿Que tengo yo contigo, mujer?”.
BL: “Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos?”.
LPD: “Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros?”.
BIA: “Mujer, ¿qué tiene que ver esto con nosotros?”.

e) El Sal 73,17 con la frase: ‫י־אל‬


ֵ֑ ֵׁ ֵׁ‫ל־מקְ ְדש‬
ִ ‫ ֶא‬, literalmente en plu-
ral: “a los santuarios de Dios”, “en las mansiones divinas”, “en
los lugares santos”. Como correspondencia histórica literal-
mente es equívoca; hubo un único templo de Jerusalén; desde
el punto de vista lírico o poético, por el sentido las versiones
consignan:

NBE: “Hasta que entré en el misterio de Dios y comprendí el


destino de ellos”.
107
BP: “Hasta que entré en el misterio de Dios y comprendí el des- medellín 180 / enero - abril (2021)
tino de ellos”.
BJ: “Hasta que entré en el santuario de Dios y acabé enten-
diendo su destino”.
BL: “Pero un día penetré en los secretos de Dios, y me di cuenta
de cuál será su fin”.
LPD: “Hasta que entré en el Santuario de Dios y comprendí el
fin que les espera”.
BIA: “Hasta que entré en el santuario de Dios y comprendí el
destino de ellos”.

En una expresión propia de una lengua, a veces intraducible, el


biblista tiene derecho a parafrasear lo que expresa el texto original.
Ramón Alfredo Dus

Ese ejercicio de la traducción, igualmente lo literal puede produ-


cir extrañeza o belleza18. Aunque propensos al lenguaje tradicional,
litúrgico, sagrado o canónico se busca evitar ser acartonado y for-
mal. Por esta razón la función del equipo de los correctores lingüís-
ticos de la BIA ha sido una tarea de particular valor y esfuerzo, para
evidenciar una lectura correcta y bella en el marco de las grandes
regiones culturales de América Latina y El Caribe. Así se ha bus-
cado que no sean necesarias otras mediaciones o soportes que la
claridad que exprese la lengua receptora. De este modo, esta nueva
versión bíblica en su forma y en estilo intenta interpelar al lector
para disponerlo al diálogo.

3. IDENTIDAD PASTORAL
a) La Palabra crea el “nosotros”
En toda traducción es importante cuidar el mensaje, el estilo y
la forma del texto para el destinatario. Es verdad también que hay
oyentes que gozan escuchar la traducción del original y comprobar
la pericia que la distingue, porque conocen el referente lingüístico
de base. Pero de ordinario se traduce para los que no dominan el
idioma de los textos. Aunque se invoque la condición simple o poco
culta del pueblo, no es justo sin embargo simplificar o rebajar el
108 estilo de los originales o prescindir de ellos. El oyente o el lector
deberían encontrar la traducción agradable, inteligible y estimu-
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

lante como si su contacto fuera el original. Al mismo tiempo en


razón de fidelidad a la obra, todo receptor debería sentir que se
comunica con un libro escrito en otra lengua, y perteneciente a otra
cultura. La obra del traductor es así una consciente labor artesanal,
que reclama una fidelidad activa al texto, su mensaje, con una ade-
cuada forma literaria, como a su destinatario o interlocutor.

En la expresión oral o en un texto escrito emerge una cuali-


dad propia de la palabra que es oportuno destacar aquí: su función

“Yo creo que hay dos maneras legítimas de traducir. Una manera es intentar una traducción
18

literal, la otra manera es tratar de hacer una recreación. La paradoja es que si uno busca
lo extraño, si quieren, digamos sorprender al lector, uno puede hacer eso siendo literal”,
Borges, El aprendizaje del escritor, p. 107.
Un modelo latinoamericano de traducción

apelativa o vocativa. La palabra humana establece siempre un vín-


culo. Busca un interlocutor; tiende un puente de comunicación con
otro ser, para establecer una relación, un vínculo. De tal modo que
si alguien habla, siempre habla para alguien. La referencia bíblica
en este fenómeno es Adán en el jardín del Edén. Después de dar
nombre a plantas y animales, él no encuentra un vínculo adecuado;
ese ejercicio de nombrar deja abierta una instancia incompleta.
Busca un “tú” con el cual vincularse libremente y en la igualdad
(cf. Gn 2,18). Esta función vocativa apelativa de la palabra, está pre-
sente siempre en toda forma comunicativa del ser humano, a veces
tácita o escondida; incluso el rechazo a toda comunicación encierra
la nostalgia de un vínculo auténtico.

A través de la palabra, el ser humano manifiesta su bús-


queda de trascendencia y lo define existencialmente. Al compren-
derse como un “yo” frente a un “tú”, se revela a sí mismo. Como el
mismo Adán, descubre su identidad cuando declara ante la mujer:
“Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gn 2,23). En
esa reciprocidad del yo y del tú, la palabra crea el “nosotros”, una
comunión que hace posible el futuro y la comunión en la historia
humana (cf. Gn 2,24). Esta función comunicativa de la palabra se
cumple modo pleno en el lenguaje de la amistad y del amor. Un
ámbito en el que la expresión alcanza su plenitud y el conoci- 109
miento personal encuentra su espacio de libertad. En el amor y en medellín 180 / enero - abril (2021)

la amistad reciprocas los participantes de la comunicación pue-


den recibirse en la confianza que expulsa el temor para conformar
el “nosotros”19.

También la Biblia de la Iglesia de América, come Palabra de


Dios, con su mensaje, con su modo de expresión, y con su función
vocativa, busca existencialmente ser medio de comunión. Ella des-
cubre al ser humano en su capacidad de ser un “tú” en relación con
el Ser trascendente, y en este vínculo fundante iluminar el presente
y la historia de nuestros pueblos latinoamericanos.

19
Cf. Mannucci, Bibbia come Parola di Dio, pp. 17-19.
Ramón Alfredo Dus

b) ¿El libro sagrado o la Palabra de Dios?


La fe cristiana se ha definido que “no es una religión del Libro”,
sino la “religión de la Palabra de Dios”20. Cabe preguntarse entonces
¿qué función tiene el texto sagrado, que creemos, nos comunica la
Palabra de Dios? Una cuestión fundamental que nos confronta con
el uso analógico de la expresión Palabra de Dios21, y para compren-
der el valor de las traducciones.

El concepto Palabra de Dios, entendido de modo analógico,


expresa que esa misma verdad se aplica de modo diverso, aun-
que no unívoca, a distintas realidades. Una comunidad de ser que
se comparte o participa de modo diferente y en distintas formas.
Referencias de la misma Sagrada Escritura hacen comprender el
alcance que tiene afirmar que “algo” o “alguien” es Palabra de Dios.

1. Palabra de Dios es la Palabra que está en Dios, como revela


Jn 1,1-2: “Al principio existía la Palabra. La Palabra estaba junto
a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio ella estaba junto a
Dios”. La Palabra indica al Hijo Unigénito del Padre, que vive en
comunión y en comunicación de amor, en la Trinidad. Palabra
de Dios es Jesucristo que habita en la Trinidad.

2. Palabra de Dios es también esa misma Palabra que “se hizo


110 carne y puso su Morada entre nosotros” (Jn 1,14). La Palabra
es Jesucristo, con todo el arco de su vida histórico-terrena, con
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

su muerte y resurrección. Palabra de Dios es el Hijo de Dios


nacido hijo de Hombre.

3. Palabra de Dios es también todo lo que el Señor predicó y rea-


lizó en su ministerio histórico. Jesús, “la Palabra de Dios”, se
expresó de modo múltiple, en signos y discursos. Así Él comu-
nicó las Palabras de Dios.

4. El mensaje que los apóstoles anunciaron por mandato del


mismo Jesús es también Palabra de Dios.

20
VD 7: La fe cristiana no es una «religión del Libro»: el cristianismo es la «religión de la
Palabra de Dios», no de «una palabra escrita y muda, sino del Verbo encarnado y vivo».
21
En cuanto a la reflexión sobre el uso analógico de la Palabra de Dios, cf. VD 7-18.
Un modelo latinoamericano de traducción

5. El Antiguo Testamento y los escritos de los profetas son Pala-


bras de Dios, como afirma la carta a los hebreos: Dios nos habló
de muchas maneras; en el tiempo final nos habló por medio de
su Hijo (cf. Hb 1,1s.).

6. En fin, las palabras escritas de la Biblia son Palabra de Dios,


porque refieren lo que anunciaron y escribieron los profetas,
los evangelistas y otros muchos autores sagrados inspirados
por el Espíritu Santo. La Sagrada Escritura nos conserva así
el testimonio de la vida y de la predicación de los actores de
la salvación en la historia, cuyo centro y culmen es Jesucristo,
plenitud de la Revelación del Dios. Las palabras escritas de la
Biblia son Palabra de Dios.

7. Palabra de Dios es también la palabra de la predicación cris-


tiana viva. Cuando se anuncia la fe, la conversión a Jesucristo,
se da en la Iglesia un acontecimiento que es esencialmente
“Palabra de Dios”. En la Iglesia, Palabra de Dios es la Palabra
que escuchamos en la liturgia; es la que leemos de modo per-
sonal, con fe y guiados por el Espíritu Santo cuando abrimos
la Biblia. Además esa Palabra se despliega en la historia por
la vida y el testimonio de los santos que se dejaron modelar
por esa Palabra de Dios (como Francisco de Asís, Madre Teresa 111
de Calcuta, Rosa de Lima, Martín de Porres, el santo Cura medellín 180 / enero - abril (2021)
Brochero, etc...).

La Palabra de Dios escrita tiene un valor sacramental22 porque


hace posible que todo creyente comulgue con la misma y única his-
toria de la salvación: desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento, y
lo actualice en su vida.

Por medio del texto sagrado de la Biblia, “imagen canónica de


la revelación” (von Balthasar), comulgamos con la Palabra de Dios
hecha carne, que es Jesucristo; y Él nos sitúa en la intimidad de
Dios, en la comunión con el Padre en el Espíritu (cf. Jn 1,18).

22
Cf. VD 56: “Sacramentalidad de la Palabra”.
Ramón Alfredo Dus

Es la Sagrada Escritura proclamada, escuchada, leída, acogida


y vivida como Palabra de Dios, en la Iglesia (cf. DV 10) la que anima
la tradición que nos identifica: en ella somos conducidos y a la cual
también hacemos actual y viva. Así lo expresaba Benedicto XVI:

La Biblia es el libro de un pueblo y para un pueblo; una


herencia, un testamento entregado a los lectores, para que
actualicen en sus vidas la historia de la salvación testimo-
niada en lo escrito. Existe por tanto una relación de recí-
proca y vital pertenencia entre pueblo y Libro: la Biblia es
un Libro vivo con el pueblo, su sujeto, que lo lee; el pueblo
no subsiste sin el Libro, porque en él encuentra su razón de
ser, su vocación, su identidad23.

4. TODOS SOMOS DESTINATARIOS DE LA PALABRA DE DIOS


La esperanza puesta en la traducción de la BIA tuvo el objetivo
de ofrecer una contribución importante a la evangelización incul-
turada en nuestras Iglesias. Una versión que facilite el encuentro
personal con el Señor, porque: Encontramos a Jesús en la Sagrada
Escritura, leída en la Iglesia24. Un encuentro con Jesucristo que
sea camino de auténtica conversión y de renovada comunión
y solidaridad 25.
112
La Sagrada Escritura en el contexto comunicativo apropiado
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

libera del individualismo devocional que caracteriza la religiosidad


de muchos, aún practicantes, congrega, resucita la fraternidad y
abre nuevos horizontes. Un encuentro con la Palabra viva y eficaz es
alma de toda espiritualidad y del anuncio, forma a la interpretación
y al conocimiento sapiencial de la revelación (cf. Jn 1,18).

Pueda la BIA servir a una familiaridad con las Sagradas Escri-


turas no sólo de modo intelectual o instrumental, sino existen-

23
Documento de Aparecida, 247; cf. Benedicto XVI, “La Palabra de Dios debe traducirse
en gestos de amor”, L’Osservatore Romano, Ed. Lengua española, n. 44; 31 de octubre de
2008, 6.
24
Cf. Juan Pablo II, Ecclesia in America, 12.
25
Documento de Aparecida, 248.
Un modelo latinoamericano de traducción

cial y cordial. Y así como sucedió con la Samaritana, en el diálogo


abierto y sincero, en ella el mismo Jesús se nos revele en persona
(cf. Jn 4,26); o que en medio de las crisis o desafíos que experimenta
todo discípulo, podamos exclamar como Pedro, con coraje y con-
fianza: “¡Tú tienes palabra de vida eterna!” (Jn 6,68).

Todos somos destinatarios de la Palabra de Dios. Todo traduc-


tor también es un lector que busca ser un mediador al servicio de
esa Palabra. La BIA muestra que Dios se da a conocer en el diálogo
que desea tener con nosotros; diálogo que se hace experiencia
por su amistad y en su amor (cf. DV 2). Actualizando la novedad
de la revelación bíblica, por medio de la Palabra nuestra comunión
abraza toda la historia de la salvación que culmina situándonos “en
el seno de Padre” (Jn 1,18). Jesucristo es fuente y plenitud del Don,
y en su Espíritu, la Iglesia en América aspira a servir a los pueblos
de esta tierra, iluminada por esa misma Palabra que le dio origen
(cf. Jn 1,3.9).

113
medellín 180 / enero - abril (2021)

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo
Ramón Alfredo Dus

NOVEDAD EDITORIAL CELAM

PASTORAL URBANA

Autores: Varios
Edición: 1.a edición Editorial CELAM, 2021
Páginas: 168
Colección: Documentos Celam
Valor: USD $ 9 - COP $ 30.000

En las últimas décadas el Consejo Episcopal Latinoamericano, se


ha preocupado por la pastoral urbana entorno a su opción, marcando
importantes rutas de cara a su acción evangelizadora.

En Aparecida, los Obispos de nuestro continente acentuaron que “la


fe nos enseña que Dios vive en la ciudad, en medio de sus alegrías,
anhelos y esperanzas, como también de sus dolores y sufrimientos”.
Sin desconocer las sombras que hacen parte del paisaje cotidiano de
las ciudades —como la violencia, la pobreza, el individualismo y la
exclusión—.

Aún más anticipándose a la carta encíclica Fratelli tutti, afirmaron que “en
las ciudades es posible experimentar vínculos de fraternidad, solidaridad
y universalidad”, pues “en ellas el ser humano está llamado a caminar
siempre más al encuentro del otro, convivir con el diferente, aceptarlo y
ser aceptado por él”.

CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO - CELAM


Tel. (57 1) 5879710, ext. 307 - 351
Email: eventas@celam.org
WhatsApp: +57 311 557 3257
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 115-128 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

Biblia de la Iglesia en América (BIA)


“Un proyecto latinoamericano inédito”

Adolfo Miguel Castaño Fonseca*

Resumen
La traducción de la BIA ha sido una experiencia inédita
en Latinoamérica. Un trabajo complejo, pero a la vez
enriquecedor y gratificante. Con este servicio deseamos
hacer más asequible la Palabra de Dios a lectores
hispanos del Continente, en apoyo a la evangelización.
La BIA busca favorecer una buena interpretación del
texto bíblico, así como ofrecer pistas para la oración y
el testimonio. Sus notas poseen sentido catequético
para interpelar y ayudar a la formación del discípulo
misionero. Apuesta por la comprensión, pero cuidando 115
el buen nivel del lenguaje y del estilo literario. La opción
de la BIA es la fidelidad al texto, al lector, a Dios y
medellín 180 / enero - abril (2021)

a su Iglesia.

Palabras clave: Traductor, lector, latinoamericano,


interpretación, evangelización, lenguaje accesible, BIA.

*
Licenciado en Teología Bíblica por la Universidad Pontificia de México; Doctor en
Teología Bíblica por la Pontificia Universidad Gregoriana. Entre otras tareas pastorales
y docentes, ha ocupado distintos cargos en los Seminarios Menor y Mayor de Toluca, y
ha sido profesor invitado en el Instituto Regina Mundi de Roma y profesor de Exégesis
y Teología Bíblica en la Universidad Pontificia de México (2001-2005). Azcapotzalco,
México. Coordinador para la traducción del NT de la BIA. Obispo auxiliar de la
Arquidiócesis Primada de México. Correo electrónico: secretariogeneral@cem.org.mx.
Biblia de la Iglesia en América
(BIA)
“An unprecedented
Latin American project”

Summary
The BIA Translation has been an original experience
in Latin America. It has been really challenging, but it
was an enriching and rewarding task at the same time.
With this service, we want to make the Word of God
more accessible to Hispanic readers in the Continent,
in support of Evangelization. The BIA Translation seeks
to encourage a good interpretation of the biblical text,
as well as to offer clues for prayer and testimony. The
footnotes have a catechetical meaning to challenge
and help the practice of the missionary disciple. The
Translation seeks to offer a comprehensible text, but
taking care of a good level of language and literary style
as well. The option of the BIA Translation is fidelity to the
text, to the reader, to God and to his Church.

Key words: Translator, reader, Latin America, interpre-


116 tation, evangelization, language accessible, BIA.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)
INTRODUCCIÓN

T
raducir implica siempre entrar a explorar en terrenos
complejos, en virtud de la naturaleza del fenómeno del
lenguaje y de la comunicación humana. El traductor no es
un simple intermediario entre un texto y un lector, separa-
dos ambos por la barrera de una lengua desconocida. Él es también,
aunque en sentido lato, autor y emitente. En los oídos resuena con
frecuencia aquel dicho italiano, poco optimista y nada halagador:
“Traduttore, traditore” (“traductor, traidor”). Por eso el traductor
debe tener en la fidelidad, al texto y al lector, el principio fundamen-
tal de su tarea.

A principios de noviembre de 2004, en la Capital colombiana,


iniciaba una aventura desconocida para un pequeño grupo de lati-
117
noamericanos, no sólo estudiosos, habría que decir apasionados
medellín 180 / enero - abril (2021)

por la Sagrada Escritura. Nos encontrábamos allí, convocados por


el CELAM, a través del Obispo Santiago Silva, uno de los “cuatro
aventureros” y el único que, años atrás, había tenido experiencia
en la traducción bíblica. Sin un camino trazado, ni un método defi-
nido, con más dudas que certezas, pero con deseos de colaborar en
una empresa que desde el inicio sabíamos que valdría la pena. Los
tres restantes del grupo, Carlos Junco, Ramón Alfredo Dus y quien
escribe el presente artículo, éramos totalmente ajenos a cualquier
ejercicio de esa índole.

Lo único claro era que estábamos frente a un servicio a la Pala-


bra de Dios escrita en la Biblia, buscando hacerla más asequible a lec-
tores hispanos de nuestro continente. Llevar a cabo esta traducción
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

representaba una empresa complicada. No sólo había que lanzar las


redes en el proceloso mar de los textos bíblicos hebreos, arameos y
griegos, sino de intentar verterlos en los “variados recipientes” de
la lengua castellana, con sus distintos giros, modismos y términos
usados en los distintos países de América Latina.

Era evidente que ya existían diversas traducciones al caste-


llano latinoamericano, versiones a las que se dedica otro espacio
en esta misma publicación; sin embargo una tarea como la que, aún
en lontananza se vislumbraba, habría de representar un camino
inédito, nada simple.

A pesar de los temores e incertidumbres, prevaleció la espe-


ranza de llegar a buen puerto, por lo que elevamos anclas para
hacernos a la mar y navegar entre las procelosas aguas de la traduc-
ción bíblica. Las largas, pero a la vez interesantes y amigables con-
versaciones, así como los acuerdos iniciales fueron fundamentales.
Se discutieron diversos temas y se plantearon una serie de pregun-
tas que fue preciso responder, entre ellas: ¿qué debíamos entender
por traducir?, ¿qué tipo de traducción queríamos ofrecer a nuestras
comunidades?, ¿con qué criterios?, ¿quiénes habrían de participar
en la traducción?, ¿cuál debía ser el perfil del traductor?, ¿cómo
118 diseñar una logística adecuada que nos permitiera dar los pasos
correctos?... Las respuestas se fueron dilucidando paulatinamente.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

En la medida en que fuimos avanzando en el diseño de la ruta


a seguir, pudimos constatar que además de las oportunidades de
aprender siempre algo nuevo, había numerosos retos y dificultades
que asumir y derroteros por donde caminar, para llevar adelante
una labor como la que teníamos delante de nosotros.

1. PRIMER PASO: ENTENDER NUESTRA TAREA


COMO TRADUCTORES
Desde el inicio fuimos comprendiendo el triple quehacer del
traductor: como “intérprete”, para analizar el texto a traducir, bus-
cando comprensión orgánica; como “autor” al transferir el men-
saje consignado en las estructuras literarias de la lengua fuente, a
Biblia de la Iglesia en América (BIA)

estructuras literarias análogas de la lengua receptora; como “emi-


tente”, al reformular un sistema literario apto, de modo que los lec-
tores actuales pudiesen reproducir el acontecimiento de comunica-
ción para el cual el texto fue escrito.

Fuimos comprendiendo que una función importante en la


labor del traductor era analizar bien los sistemas lingüísticos y
estilísticos (cuerpos literarios orgánicos en sí y entre sí) para trans-
ferir el mensaje a un equivalente sistema lingüístico y estilístico y
reestructurar un código de comunicación escrito apropiado para
los destinatarios actuales, es decir los lectores de nuestras comuni-
dades en América Latina.

a) Como intérpretes, debíamos estudiar los registros lingüístico


del texto, buscando discernir la intención del autor (lo que que-
ría al producir su obra) y la intención del texto (la capacidad
del texto de influir en los receptores); descubrir los contextos
socio-culturales del emisor del texto original y de los destina-
tarios originales; era importante conocer bien la lengua de la
cual traducir, como parte de una cultura que la ha producido;
analizar el texto para fijar los sentidos genuinos intentados
por los autores en lenguaje humano y según sus épocas.
119
b) Como autores, entendimos que debíamos conocer bien, ade-
más de la lengua de origen, también la lengua receptora;
medellín 180 / enero - abril (2021)

debíamos transferir el mensaje del texto (denotaciones-con-


notaciones) a estructuras literarias de la lengua receptora
análogas a la lengua fuente (por ejemplo, que una metáfora
siga siendo metáfora). Dicho de otro modo, se opera según un
sistema literario de justa equivalencia, transfiriendo pieza y
valor literario de la lengua fuente por pieza y valor literario de
la lengua receptora.

c) Como emitentes, debíamos comprender la cultura y los usos


de la lengua de los receptores actuales del mensaje del
texto original; entendimos que una buena traducción tiene
en cuenta la cultura local y posibilita la comprensión del
mensaje en diálogo con la misma, da paso un verdadero diálogo
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

intercultural; que los lectores actuales también expresan sus


componentes racionales y afectivos por sus propias vías (cultura
de la imagen).

Al concebir el texto como hecho literario al servicio de la comu-


nicación, el intérprete / traductor se convierte en un artesano de la
palabra que media entre el emisor original y el receptor actual.

2. SEGUNDO PASO: ASUMIR LOS DESAFÍOS DE TRADUCIR


TEXTOS BÍBLICOS
El trabajo de la traducción inició con la conciencia clara de que
no se trataba sólo de traducir “ciertos textos antiguos” (hebreos,
arameos o griegos), sino de unos muy especiales, con característi-
cas tan particulares como delicadas, por su repercusión en la vida
de las comunidades creyentes.

Por una parte, se trataba de traducir textos heterogéneos de


diversas épocas, con distancias geografías y culturas, lo cual repre-
sentaba una empresa, de suyo, complicada. Por otra parte, para
los creyentes, la Biblia es “Palabra de Dios en lenguaje humano”
(cf. DV 12). Esto le otorga un carácter altamente relevante, que exige
120 del lector una actitud también extraordinaria y única, de apertura,
escucha, respeto... Los libros de la Sagrada Escritura han nacidos en
el ámbito de comunidades de fe y son también muchas comunida-
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

des creyentes las que se han acercado a ellos, para leerlos y releer-
los, a lo largo del tiempo, desde situaciones y perspectivas diversas,
tratando de encontrar en ellos el mensaje de Dios y sus designios
de salvación para los seres humanos, buscando luz para iluminar
situaciones concretas y determinadas.

La necesidad y deseo de buscar la Palabra de Dios que guía


y orienta la vida, han hecho que la Biblia haya sido leída con asi-
duidad en muchos lugares y tiempos y, al mismo tiempo, haya sido
interpretada de formas variadas. De aquí surge entonces la cues-
tión: ¿Cuál es la forma o cuáles son las formas adecuadas para
interpretar correctamente estos libros tan particulares, por sus
mismas características?
Biblia de la Iglesia en América (BIA)

Si bien, por una parte es inevitable acercarse a un texto sin


una postura subjetiva, ya que quien lee e interpreta es siempre un
sujeto, en una situación determinada, puesto que somos personas
que vivimos en un tiempo y en un espacio determinados, en situa-
ciones que marcan nuestros sentimientos, actitudes, opciones, etc.,
también es necesario el esfuerzo por el respeto a la objetividad del
texto y a la intención del autor.

3. TERCER PASO: COMPRENDER LA FUNCIÓN DE LA


TRADUCCIÓN AL SERVICIO DE UNA ADECUADA LECTURA
DE LOS TEXTOS BÍBLICOS

Para lograr el objetivo y conseguir una traducción adecuada,


debimos tener en cuenta algunos aspectos fundamentales:

a) La distancia entre el lector y el texto. Nos fuimos convenciendo


de que ésta no puede superarse de manera exclusivamente
objetiva, como si se pudiera prescindir en forma absoluta de la
subjetividad del lector, lo cual no es posible.

b) El esfuerzo de acercarse al texto no vale la pena sólo para


explicarlo bien y que quede claro su sentido, sino también y
sobre todo para buscar en él una luz que aclare el presente. 121
medellín 180 / enero - abril (2021)

c) La conciencia simultánea de que existen lazos de continuidad


entre los textos antiguos de la Biblia y los lectores creyentes
latinoamericanos actuales, por lo que puede y debe existir la
posibilidad de un diálogo entre ambos.

Todo lo señalado nos ha llevado a descubrir que no es tan sim-


ple encontrar el sentido del texto, por no hablar de la complicación
que supone el buscar la intención del autor, la mayoría de las veces
anónimo y poco preciso.

De la traducción se exige siempre la calidad que garantice


fidelidad al lector. La exigencia es todavía mayor cuando se trata de
acercarse a textos tan antiguos y variados, pero resulta todavía más
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

imprescindible y rigurosa si éstos son precisamente textos bíblicos,


en virtud de las razones que antes hemos mencionado.

Desde el inicio fue quedando claro que intentar una nueva tra-
ducción de los textos sagrados implicaba una tarea compleja pero,
al mismo tiempo útil y necesaria en afán de acercar la Palabra de
Dios escrita en la Biblia a las comunidades creyentes.

4. CUARTO PASO: JALONES EN EL CAMINO


DE LA TRADUCCIÓN DE LA BIA

Del 16 al 19 de enero de 2007, nos reunimos en Bogotá,


Colombia, para nuestro primer seminario de traductores del Anti-
guo y Nuevo Testamento, por separado. Intercambiamos opiniones,
presentamos propuestas y tomamos acuerdos en torno a la traduc-
ción de la BIA. Esta reunión tuvo como objetivo centrarnos en la
epístolas paulinas.

Al iniciar el camino hacia la traducción de la Biblia de la Igle-


sia en América vislumbramos por lo menos tres tareas, mismas que
pueden ser enunciadas con tres sustantivos: “análisis”, “transferen-
cia” y “emisión”. Estas tres tareas representaban desafíos variados
122 que ya desde aquel momento se podían enunciar con tres verbos
que enunciaban las acciones que había que ejecutar: “proponer”,
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

“buscar” e “intentar.

a) Para el análisis, nos propusimos:

• Determinar con claridad los problemas textuales del texto


fuente.

• Distinguir las estructuras literarias de superficie, de las


estructuras profundas. Cada oración o emisión portadora
de significado posee una estructura profunda y una de
superficie. En esta última se encuentran las palabras y los
elementos de la oración tal y como se dicen e interpretan.
En la profunda, las palabras y los elementos de la oración
Biblia de la Iglesia en América (BIA)

se estructuran gramaticalmente. En este nivel, la estructura


de la oración es ambigua

b) Para la transferencia, buscamos:

• Elaborar “campos semánticos” de significados nucleares


propios de la lengua fuente y de la receptora, y no confor-
marse únicamente con uno o dos significados; de manera
que se pudieran captar los matices que un mismo tér-
mino puede tener en la misma obra (micro-estructuras
lingüísticas).
• Reformular en la lengua receptora sintagmas análogos
a la lengua fuente donde debe primar la comprensión
del sentido.

c) Para la emisión, intentamos:

• Tener en cuenta el estilo literario del autor (u obra) y los


recursos pertinentes y análogos en la lengua receptora.
• No temer la emisión de un texto literariamente bello; de
lo contrario se parte del presupuesto que todos los recep-
tores son gente “analfabeta funcional” por lo que hay que
simplificar y explicar todo.
123
medellín 180 / enero - abril (2021)

d) El resultado esperado era lograr un texto bíblico “bien tradu-


cido”, en lo que podemos llamar un castellano “exacto y adap-
tado”, que le permita al creyente ser un valioso instrumento
para su fe. Un texto exacto es un “tejido literario” uniforme y
coherente que expone los sentidos genuinos que el emisor ins-
pirado consignó en su obra, y un texto adaptado es aquel que
el lector común entiende con facilidad y goza con su lectura
por lo apropiado de su vocabulario y la belleza de su estilo. Se
trata, pues, de un texto bíblico para favorecer el uso teológico,
litúrgico y misional.

La traducción tenía que ser hecha a partir de los textos en


su lengua original, sabiendo que traducir es reproducir el acto de
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

comunicación original del autor con sus destinatarios mediante un


texto. En este proceso, la confrontación con otras traducciones es
siempre muy provechosa, pero no determinante.

Para la traducción de un libro se debía poner la atención


debida a los problemas textuales, exegéticos y lingüísticos. De la
misma forma, tratamos de estar atentos a la modernización y posi-
bles anacronismos de los términos que se escogen para traducir.
Sin embargo, también tratamos de respetar el vocabulario bíblico
consolidado en el ámbito litúrgico y/o en el lenguaje religioso tra-
dicional, lo que llamamos de manera convencional: “castellano cris-
tiano”. Esto trató de responder a la realidad incuestionable de que
existen ciertos términos ya acuñados en el lenguaje de las comuni-
dades de fe.

Otros propósitos fueron:

• Interpretar para traducir correctamente. De aquí surgió la


necesidad de que algunas cuestiones exigieran una profun-
dización exegética antes de traducir los pasajes bíblicos. Ya
que la traducción no es una mera transposición de pala-
bras, resultó imprescindible por tanto, formarse una idea
124 clara de la sintaxis, semántica y pragmática del texto como
acontecimiento de comunicación, lo mismo que del estilo
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

del autor, para recién buscar caminos de transferencia


al castellano.

• Asumir la rica tradición de la Iglesia en la interpretación


de los textos y su traducción. A veces fue necesario con-
siderar la “historia de traducción del texto” o “historia
de su influencia”.

• Individuar, antes de traducir, lexemas y sintagmas que


piden opciones concretas a lo largo de la traducción. Lo
mismo, hubo que considerar las tensiones literarias del
texto y saber si se repiten o no. Esto se hizo especialmente
para la traducción de los Evangelios Sinópticos.
Biblia de la Iglesia en América (BIA)

• Estudiar los campos semánticos en los que se mueve el


autor del libro. De aquí surgió la necesidad de emplear con
frecuencia concordancias no sólo para los lexemas, sino
también para los sintagmas similares.

• Poner atención a las metáforas y a las expresiones, muchas


de las cuales tiene un origen oriental-semítico; algunas las
dejamos tal como están, pues se entienden; para otras fue
necesario buscar metáforas o expresiones análogas; lo ideal
es no perder ni el significado ni la metáfora o la expresión.

• Respetar la progresividad temporal de las acciones que


manifiestan los verbos, lo mismo que los diversos estados
anímicos que adjetivos y verbos se encargan de reflejar.

• Reflejar en la traducción los diversos tipos de texto: no son


lo mismo las denotaciones y connotaciones de un texto
jurídico que de uno profético, narrativo, poético o de otro
género literario.

• Evitar en la medida de lo posible los adverbios terminados


en “mente” que hacen pesada la lectura y la proclamación
del texto.

• Cuando el texto lo permitió, optamos por emplear frases 125


cortas. medellín 180 / enero - abril (2021)

• Se consideró lícito, por razones de claridad, sustituir el pro-


nombre por el nombre del personaje de quien se trate.

• Buscamos que las introducciones pudieran ayudar al lector


a situar el texto bíblico en sus contextos (histórico y litera-
rio) y ofrecieran las principales líneas teológicas.

• Se procuró claridad en las notas, tanto en las que corres-


ponden a las secciones, como a las perícopas. Que éstas
pudieran guiar al lector para una mejor comprensión,
pero al mismo tiempo que le ofrecieran pistas pastorales
e invitación a la oración. Sólo en pocos casos se optó por
notas puntuales.
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

5. LA EXPERIENCIA DE LA TRADUCCIÓN
DEL NUEVO TESTAMENTO
Para el trabajo de traducción del Nuevo Testamento opta-
mos por seguir una dinámica que a la postre resultó bastante
enriquecedora, a saber:

• Se formaron tres grupos de traductores: el primero com-


puesto por los traductores de cada uno de los evangelios y
Hechos de los Apóstoles; el segundo integrado por los que
se habrían de ocupar de la traducción de las cartas pauli-
nas; el tercero por el grupo de traductores de los restantes
escritos neotestamentarios.

• Cada traductor, de cada uno de los grupos, fue llevando a


cabo su tarea, de manera paulatina. La traducción, junto
con la propuesta para las notas, constituía el material que
era enviado al coordinador, el cual a su vez se encargaba de
revisarlo, hacer observaciones al traductor y reenviarlo al
resto del equipo.

• En cierto momento, el equipo en pleno se reunía física-


mente para estudiar, analizar y debatir lo presentado por
126 cada traductor, con la meta de alcanzar los consensos
necesarios.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

• En los pocos casos en que no se pudo llegar a los consensos


deseados, el coordinador asumió la decisión y la respon-
sabilidad acerca de la traducción final, que era enviada a
los coordinadores lingüísticos, quienes a su vez revisaban y
ofrecían sus aportaciones y sugerencias.

• Al final de todo ese camino, el equipo de la coordinación


general y responsable de toda la traducción, integrado por
Santiago Silva, Carlos Junco, Ramón Alfredo Dus y quien
suscribe el presente artículo, tuvo oportunidad de revi-
sar el trabajo realizado por los distintos traductores, con
la ayuda de algunas otras personas que se encargaron de
controlar las citas y revisar el tema estilístico.
Biblia de la Iglesia en América (BIA)

CONCLUSIÓN
Durante la tarea de la traducción de la Biblia de la Iglesia
en América, encontramos una gran oportunidad de estar en con-
tacto con la Palabra de Dios en la Biblia, en su lengua original y en
sus circunstancias particulares. Al mismo tiempo descubrimos lo
complejo que es llevar a cabo una empresa de esta magnitud: la
traducción de una nueva Biblia para el continente Americano, tan
rico en expresiones culturales y lingüísticas.

Intentamos lograr un texto accesible a la gente tanto en len-


guaje como en su adquisición e insertar la traducción en la línea
de una evangelización inculturada, en el proyecto de la Iglesia de
Latinoamérica y del Caribe y de la pastoral hispana en USA.

Una preocupación constante fueron siempre los destinatarios:


los agentes de pastoral y el lector “medio” en lo cultural y en la fe,
dispuesto a superarse, los hispanos parlantes del Continente ame-
ricano. Los desafíos fueron muchos, en virtud de la diversidad de
ambientes y culturas de Latinoamérica.

Nuestro deseo ha sido llegar a tener una Biblia con posibilida-


des de ofrecer a nuestros lectores una buena interpretación y pis-
tas para el diálogo o comunión con Dios (oración) y el testimonio
127
mediante la evangelización, la conversión y la transformación de
medellín 180 / enero - abril (2021)

nuestra realidad. Buscamos un texto que puede favorecer la misión


evangelizadora: un texto catequético, que interpele y que sirva para
orar y ser proclamado en las reuniones comunitarias.

Tratamos de usar un lenguaje “estándar”, de nivel digno en


cuanto estilo literario y de nivel intermedio en cuanto a la semán-
tica de palabras y sintagmas (que lo entiende la mayoría). La fide-
lidad al destinatario exige reestructurar en lenguaje nuevo y com-
prensible el mensaje original.

Cuando iniciamos este trabajo, la mayoría de nosotros ni


siquiera alcanzaba a imaginar la magnitud de esta empresa, inte-
resante y a la vez compleja. Las experiencias fueron por demás
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

enriquecedoras. Fue básicamente un espacio privilegiado para


conocernos personalmente y sobre todo para intercambiar de viva
voz propuestas e inquietudes que atañen a la traducción.

En algún momento, para nuestro trabajo, llegamos a pensar


en invitar a un “experto” en traducción (quizás algún traductor
español de la Biblia de América o colaborador para la edición caste-
llana de la Biblia de Jerusalén), pero, después de discutir el punto,
se decidió que era mejor no involucrar a alguien ajeno al camino ya
recorrido de este “proyecto inédito en América Latina”. Esta misión
ha sido una excelente oportunidad para impregnarnos más de los
textos sagrados de la Biblia y también para ofrecerlos en una ver-
sión “amable y provechosa” a nuestras comunidades creyentes de
América Latina.

128
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 129-141 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

Experiencias en el equipo
de revisión lingüística del Antiguo
y Nuevo Testamento

Francisco Nieto Rentería*

Resumen
Toda traducción de las Sagradas Escrituras tiene dos
polos de atención que siempre hay que cuidar: la
fidelidad al texto, considerando las lenguas de origen, y
la fidelidad al lector, teniendo en cuenta los destinatarios.
El proyecto de traducción que dio como fruto la Biblia de
Iglesia en América recorrió caminos considerando esos
elementos. La revisión lingüística tuvo que explorar
caminos concretos con tal de cumplir con su tarea
específica, en el contexto del proyecto general. Esos
trabajos de revisión quedan repasados a través de la 129
mirada de uno de los participantes en el equipo. medellín 180 / enero - abril (2021)

Palabras clave: traducción; revisión lingüística;


fidelidad al texto; fidelidad al lector; Proyecto BIA.

*
Sacerdote diocesano de la Diócesis de Matamoros, Tamaulipas (México). Licenciado en
Teología Bíblica por la Universidad Pontificia de México (UPM); Doctor en Teología Bíblica
por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Responsabilidad en el NT de la BIA:
coordinador lingüístico por México, Centroamérica y El Caribe. Actualmente es profesor
de Biblia en la Universidad Pontificia de México. Es también coordinador de la Sección
de Biblia de la Facultad de Teología de la UPM y coordinador de la Revista de Estudios
Bíblicos “QOL”, también de la UPM. Correo electrónico: franietorent@icloud.com.
Experiences in the team
of linguistic revision
of the Old and New Testament

Summary
Every translation of the Holy Scriptures requires special
attention put on two chief elements: fidelity to the text,
considering the original languages, and fidelity to the
reader, thinking about the addressees. The Translation
Project which produced the Biblia de la Iglesia en América
has gone through that path. The linguistic reviewing
experienced its own ways in order to achieve its goals,
as a part of the general project. These experiences are
reviewed through the eyes of one of its team members.

Key words: translation; linguistic review; fidelity to the


text; loyalty to the reader; BIA project.

130
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

D
iga!”. El timbre era de una llamada entrante, no del

–¡ despertador. —“¿Es usted Francisco Nieto?”. —“Sí.


A sus órdenes”. —“Mi nombre es Santiago Silva, soy
obispo chileno y llamo para invitarlo a participar en
una traducción de las Escrituras”. La voz se oía con claridad, pero a
esa hora yo no alcanzaba todavía a acomodar bien los datos. ¿Una
traducción? ¿Que si puedo participar en ella? ¿Disponibilidad para
participar en una reunión en algún momento del año? Una indica-
ción más me dio la clave para saber que la cosa iba en serio: “Pón-
gase de acuerdo con Carlos Junco. Él lo pondrá al tanto del asunto”.
Y así fue: pronto tuve las indicaciones necesarias, lo mismo que la
anuencia de mi obispo para participar en el proyecto BIA.

Y en poco tiempo empezaron las idas a Bogotá, las reuniones 131


de planeación y los trabajos para introducirnos a la mística de la medellín 180 / enero - abril (2021)

BIA; vieron la luz los primeros esfuerzos de traducción y se fueron


dando las variadas sesiones de corrección y búsqueda de perfiles
más definidos en ese proyecto de alcance continental.

LA TAREA DE TRADUCCIÓN (FIDELIDAD AL TEXTO)

La fase primera resultaba clara: el reto consistía en traducir


el texto indicado, asegurándonos de que la traducción cumpliera
una condición fundamental: la fidelidad al texto. Había que volver
a las lenguas originales, poner atención de nuevo a las gramáticas,
los diccionarios y demás herramientas, para estar seguros de que
la traducción reflejaba lo más clara y precisamente posible el texto
sagrado, puesto en nuestra lengua.
Francisco Nieto Rentería

Este ejercicio nos ocupó bastante tiempo. No era asunto menor


saber que había mucho en juego, que de este esfuerzo dependerían
muchos, al leer con las Escrituras. Es diferente escribir algo para
uno mismo, que puede quedar expresado de cualquier manera,
porque la comprensión de lo escrito ya está dada y así se mantiene,
a escribir algo para que lo lean otros, porque ahí entran en juego
otros elementos: hay que tener claro lo que se quiere expresar y
asegurarse de haber expresado exactamente eso y no otra cosa; es
necesario asegurarse de que lo escrito exprese lo que ya se ha pen-
sado, pero también de que quien lee lo que ha sido escrito, entienda
en el mismo sentido pretendido al escribir. Así que el ejercicio resul-
taba grandioso, por el reto que eso significaba, pero sobre todo por
el elemento que condicionaba todo: no era nuestra palabra, nues-
tras ideas, nuestros proyectos, sino la Palabra de Dios lo que había
que leer y entender para traducirla y hacerla llegar a muchos, así
como Dios la había querido.

En esas circunstancias, resonaba en mí de modo constante una


advertencia de la propia Palabra de Dios: “No añadan ni supriman
nada a lo que yo les mando para que observen los mandatos del
Señor, su Dios, que yo les ordeno” (Dt 4,2). Una imagen usada por el
profeta Ezequiel adquiría relevancia, aunque fuera a nivel de com-
prensión del texto bíblico solamente: la tarea que teníamos frente a
132 nosotros se parecía a aquella de empezar comprendiendo el men-
saje divino (“Come este libro y habla al pueblo de Israel”, Ez 3,1),
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

porque había que transmitirlo con fidelidad al pueblo de Dios (“Hijo


de hombre, irás al pueblo de Israel para anunciarle mis palabras”,
v. 4). Ciertamente nuestra tarea de traducción estaba en ese plano,
solamente, y no en el del ministerio profético en forma, pero el ele-
mento que estaba en juego sí que era el mismo: el mensaje divino,
la Palabra de Dios, que debe resonar con fuerza y claridad en la
humanidad, empezando con el pueblo de Dios. A su nivel, pero la
tarea de traducción se imponía como un ejercicio de fidelidad a la
palabra de Dios, que pedía que todo lo que Dios dice pudiera llegar
a muchos, y así como Dios lo dice. En todo caso, este ejercicio debía
ser una ocasión de bendición y no de maldición: “Si alguien agrega
alguna cosa, Dios a él le agregará las plagas descritas en este libro.
Y si alguien se atreve a quitar alguna cosa a las palabras de este
Experiencias en el equipo de revisión lingüística del Antiguo y Nuevo Testamento

libro profético, Dios le quitará su parte en el árbol de la vida y de la


Ciudad santa que se describe en este libro” (Ap 22,18-19). También
en la traducción se imponía el criterio de fidelidad.

La tarea era, pues, grandiosa y demandante; suponía traducir


con atención porque el contenido, que es precioso, lo ameritaba;
suponía leer y releer cada frase, traducir en una y otra forma hasta
saber que habíamos llegado a la expresión más acertada en nuestra
lengua. Y, sin embargo, en muchos casos quedaba la duda de haber
expresado correctamente en castellano aquello que encontramos
en las lenguas sagradas, considerando la diferencia de tiempos,
lugares y modos de pensar y decir entre los escritores sagrados y
los lectores actuales, a través del equipo que ahora emprendía la
tarea de traducir.

Ese aspecto comprometedor tenía, sin embargo, factores ate-


nuantes, entre los cuales destacaba el trabajo en equipo: la traduc-
ción empieza como esfuerzo individual, no hay duda, pero sigue
caminos marcados por la colaboración de muchos. El proceso de
revisión desde variados ángulos apenas empezaba, al entregar el
texto traducido. Y a la conciencia de haber hecho lo más posible
para traducir, se sumaba la certeza de que habría más ojos, más
mentes, más hermanos buscando lo mismo: que el texto traducido 133
reflejara con fidelidad en nuestra lengua los textos sagrados en sus
lenguas originales.
medellín 180 / enero - abril (2021)

Además, la traducción, cuidada desde el esfuerzo de cada uno,


reforzada por los diversos “filtros” por los que tenía que pasar,
debía ser sometida luego a uno más: la fidelidad al lector.

LA TAREA DE REVISIÓN LINGÜÍSTICA (FIDELIDAD AL LECTOR)


Desde el ejercicio individual de traducción resultaba claro algo
que resonaba en las reuniones: no basta con decir bien en nuestro
idioma, asegurando la fidelidad al texto; se requiere, también, usar
las palabras apropiadas que hagan que el lector del texto traducido
entienda lo que está leyendo. Y esa tarea representaba, de entrada,
un reto enorme, por el contenido de la traducción (la Palabra de
Francisco Nieto Rentería

Dios) y por los destinatarios pensados en el proyecto (pueblos


enteros del continente americano que hablamos la misma lengua).
Cierto que los lectores pensados en primer lugar eran los herma-
nos de cultura cristiana media, pero la traducción está, en realidad,
abierta a todos.

Un reto enorme
Ya desde los primeros intentos de traducción, a nivel indi-
vidual, resultaba evidente el esfuerzo por asegurar la fidelidad
al texto sagrado, junto con la preocupación por cuidar los modos
de decir, pensando en los destinatarios. Sin embargo, debido a su
importancia fundamental, ese factor necesitaba instancias que die-
ran mayor certeza de que tal cosa iba a suceder. Por eso, con el paso
de no mucho tiempo llegó el momento de formar un equipo para
atender el tema, recorriendo todos los libros de la Escritura.

Desde el punto de vista de la fidelidad al lector, el reto era


enorme porque el proyecto era ambicioso: ofrecer un texto que
pudiera ser entendido apropiadamente por todos los que hablamos
castellano en el continente americano.

A lo largo de miles de kilómetros, muchos hablamos el mismo


134 idioma, lo cual ofrece grandes posibilidades de comunicación. En
principio, lo que alguien dice en Costa Rica puede ser entendido
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

en Ecuador; las transmisiones desde México pueden ser seguidas


en Colombia; un video subido a las redes en Argentina es repro-
ducido muchas veces entre los hispanos de Estados Unidos. Com-
partimos un mismo idioma y eso constituye una ventaja poten-
cial desde muchos puntos de vista. Pero también es cierto que
muchas veces, al momento de comunicarnos, hace falta un esfuerzo
de clarificación, para asegurarnos de que estamos entendiendo
lo mismo.

Aunque hablamos el mismo idioma, cada país conserva sus


modos propios de decir; más aún, en un mismo país, cada región
produce sus propios giros de lenguaje, generando enorme riqueza
expresiva, aunque también eso ofrece no pocos retos al momento
Experiencias en el equipo de revisión lingüística del Antiguo y Nuevo Testamento

de la comprensión de lo que decimos o escribimos, escuchamos o


leemos. Ante ese panorama, surgía evidente hacernos preguntas:
¿Resultaba viable pensar en una traducción para todo un conti-
nente? ¿No sería más sencillo pensar, más bien, en traducciones
locales, para atender mejor a los modos propios de decir de cada
lugar? El nombre dado desde muy pronto a la futura traducción
indicaba lo que estaba en la mira: el contenido: la Biblia; los des-
tinatarios: la Iglesia en América. La tarea estaba propuesta; su
alcance ofrecía retos enormes.

La tarea de revisión lingüística suponía, de este modo, tener


en cuenta la gran extensión de pueblos y culturas entre quienes
compartimos el mismo idioma; ¿cómo lograr algo así? Había que
pensar en regiones que, aun con sus variadas características inter-
nas, tuvieran elementos comunes que ayudaran a la comprensión a
la hora de comunicarse. Empezamos con cuatro grandes regiones:
un chileno sería el representante del Cono Sur; los pueblos de la
región andina estarían representados por un peruano; un mexi-
cano sería el responsable para México y los países de Centroamé-
rica y El Caribe, y un español que ha vivido gran parte de su vida en
la Unión Americana se haría cargo de los muchos hispanoparlan-
tes que ahí viven. Al final hubo que reacomodar las tareas para el
encargado del Cono Sur, extendiendo el alcance a la región andina. 135
Gran parte del proceso, pues, lo recorrimos tres: Juan Alfaro, Jorge
Ramírez y yo.
medellín 180 / enero - abril (2021)

Al inicio, el dato de estar al pendiente de una gran región resul-


taba algo vago: ¿qué significa eso? ¿Cómo lograr algo así? Pero con
el paso del tiempo los caminos se fueron abriendo. Especialmente la
publicación de los cuatro Evangelios, el año 2011, permitió encon-
trar modos concretos de hacer llegar la traducción, en su expresión
inicial, a hermanos de diversas iglesias, con variados elementos cul-
turales, en general, y de cultura religiosa, en particular; ese ejercicio
hizo posible percibir ecos de la traducción desde diversas regiones
y variados lugares a donde habían llegado los ejemplares distribui-
dos; ya había más elementos al alcance, desde cuestiones mera-
mente técnicas (el tamaño de la letra, la facilidad o complicación
para aprovechar los signos gráficos elegidos por la BIA, etc.) hasta
Francisco Nieto Rentería

asuntos de sentido de los textos (claridad o confusión al leer un


pasaje concreto, asuntos de comprensión de algunas expresiones, o
de algunos pasajes con traducciones “poco comunes”). Recibir los
comentarios de los lectores a lo largo del continente fue, sin duda,
una experiencia iluminadora para orientar mejor los esfuerzos.

Otro elemento importante en la tarea de revisión lingüística


estuvo constituido, desde el principio, por la extensión y las carac-
terísticas particulares del texto bíblico.

Un texto extenso
En cuanto a la extensión del texto, sabíamos desde el principio
que la tarea que teníamos frente a nosotros era grande: recorrer
con atención cada versículo de cada libro, releer cada perícopa para
asegurarnos de que su sentido era claro, cada libro tanto del Anti-
guo Testamento como del Nuevo. Cuando nos reuníamos y llegába-
mos al final de una semana de revisión, era gratificante constatar
que ya habíamos recorrido un libro más, que ya nada más faltaban
70, o 60 o 30; pero el reto seguía siendo grande. Tuvieron que pasar
varios años para empezar a decir con esperanza “ya nada más nos
faltan estos pocos”.
136 Una vez que hubo suficientes textos traducidos, empezamos
el trabajo de revisión lingüística. Y empezamos con los textos del
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Nuevo Testamento, que constituían el bloque que mostraba más


avance en cuanto a número de libros traducidos. Quizá la menor
extensión de los textos, en comparación con los libros del Antiguo
Testamento, o las mejores posibilidades que ofrecen los textos grie-
gos en orden a la traducción, por tratarse de una lengua mucho más
precisa, en comparación con la lengua hebrea; o tal vez la canti-
dad más controlable de traductores, en comparación con los que
se requerían para los libros del Antiguo Testamento, pero el hecho
fue claro: el primer bloque que estuvo listo para ser sometido a
la revisión lingüística fue el del Nuevo Testamento. Sin duda, el
equipo de traductores se empeñó en sacar adelante el trabajo con
calidad y prontitud. Y el trabajo de coordinación de ese bloque tuvo
papel decisivo.
Experiencias en el equipo de revisión lingüística del Antiguo y Nuevo Testamento

El trabajo de traducción y revisión de los libros del Nuevo Tes-


tamento, especialmente el relacionado con los cuatro evangelios,
ofreció la posibilidad de una primera impresión de los evangelios.
La revisión de esa edición, por parte de muchos que tuvieron acceso
al texto impreso y que ofrecieron una retroalimentación de su lec-
tura, fue de gran ayuda para afinar criterios que nos sirvieron para
avanzar en la revisión lingüística. Ya teníamos idea de qué tanto la
traducción era comprensible, qué cosas había que mantener, qué
había que cuidar.

Conforme iban completándose los textos traducidos del


Nuevo Testamento, empezaban a llegar también del Antiguo. Así
que fuimos alternando la lectura de textos de ambos testamen-
tos, hasta que los textos del Nuevo estuvieron completos (tradu-
cidos y revisados) y nos quedaban pendientes solamente los del
Antiguo Testamento.

Ya teníamos cierto entrenamiento con los textos del Nuevo


Testamento, pero el reto seguía siendo enorme con los del Anti-
guo: 50 capítulos del Génesis, 40 del Éxodo, 66 del profeta Isaías,
52 de Jeremías, 42 de Job, …. Las ocasiones de revisión dependían
de los tiempos en que coincidíamos, en medio de los compromisos
y tareas de cada uno. El verano (del hemisferio norte) era el lapso 137
más apropiado para coincidir y hacer avanzar los trabajos de revi-
sión. Pero con el paso de no mucho tiempo nos quedó claro que
medellín 180 / enero - abril (2021)

no era suficiente dedicar unas semanas durante el verano, así que


empezamos a buscar otros tiempos durante el año para reunirnos
y avanzar en la tarea de revisión. Esa modalidad funcionó hasta el
final de nuestro compromiso de revisión lingüística: los tiempos de
reunión, lo mismo que los lugares, podían variar, pero necesitába-
mos reunirnos para hacer avanzar la tarea pendiente.

Un texto particular
En cuanto a las características de los textos, la revisión requería
poner atención a elementos ulteriores, no necesariamente visibles
en el ejercicio individual de traducción. Sin duda los traductores, al
realizar su tarea, habían considerado factores externos al libro que
Francisco Nieto Rentería

tenían que traducir, pero no era ese el momento de definir detalles,


porque cada uno trabajaba por su cuenta. Ahora, cuando los textos
quedaban sometidos a revisión, por parte del equipo de revisión
lingüística, era el momento de cotejar las traducciones entre sí, con-
siderando de modo particular asuntos como, por ejemplo, la pre-
sencia de textos paralelos (como en el caso de los relatos acerca de
la monarquía israelita, en la versión de los libros de Samuel y Reyes
o en los libros de las Crónicas, o como en el caso del decálogo, pre-
sente tanto en el Éxodo como en el Deuteronomio); había que aten-
der casos de lenguaje común (como el lenguaje de Deuteronomio,
presente también en los libros de Josué, Jueces, Samuel y Reyes, o
en algunos pasajes del profeta Jeremías), o de fórmulas con identi-
dad propia: ¿qué hacer cuando en el texto hebreo aparece el yaré’
adonai? ¿Qué hacer al constatar que un traductor lo expresó en cas-
tellano como “temer al Señor”, otro como “respetar al Señor”, y otro
más como “obedecer a Dios”? ¿Que quede en cada libro de modo
diferente? ¿Que quede unificado bajo una misma fórmula, para que
el lector perciba su presencia constante a lo largo de las Escrituras
y aproveche ese dato para encontrar nuevos elementos?

En el tema de textos comunes, los evangelios constituyeron un


espacio de atención particular, especialmente los tres primeros; la
138 presencia de textos de doble o triple tradición, e incluso algunos de
cuádruple tradición, pedían ir más allá de asegurarse de haberse
mantenido fieles al texto de modo individual. El ejercicio impres-
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

cindible consistía, en un segundo momento, en recorrer los textos


de doble o triple o cuádruple tradición, para unificar traducciones
cuando se trataba del mismo texto en griego, o para puntualizar
matices de traducción cuando los propios textos lo indicaban en la
lengua del Nuevo Testamento.

Una constatación favorable, en el caso de los evangelios, fue el


excelente trabajo de revisión de textos paralelos, realizado por sus
correspondientes traductores, reunidos ahora como equipo: sus
reuniones de revisión de textos comunes dieron frutos evidentes
muy pronto, de modo que el equipo de revisión lingüística pudo
avanzar sin dificultades ante una revisión previa hecha con rigor y
minuciosidad. El trabajo de los traductores de los evangelios fue lo
Experiencias en el equipo de revisión lingüística del Antiguo y Nuevo Testamento

primero que quedó plasmado en una obra impresa, dando lugar a la


primera evidencia de lo que luego sería la traducción del Nuevo Tes-
tamento, y eventualmente de toda la Biblia de la Iglesia en América.

Los retos del equipo de revisión lingüística


En general, aunque contábamos con que el texto en castellano
reflejaba con fidelidad el texto sagrado en sus lenguas originales,
porque ya otros se habían encargado de esa fase de revisión, había
ocasiones en que teníamos que detenernos un poco y buscar clari-
dad, recurriendo a los textos hebreos y griegos, porque la traduc-
ción daba señales de complicaciones resueltas con dificultad. En
cualquier caso, el objetivo ya estaba trazado: asegurarnos de que el
texto resultara claro, fluido y comprensible.

Cada lengua tiene sus modos de decir, y las lenguas sagradas


no son la excepción; un ejercicio siempre necesario, al traducir los
textos bíblicos, consiste en asegurarnos de que el sentido querido
por los escritores sagrados queda debidamente reflejado en la len-
gua de destino. Aunque alguna frase nos parezca suelta y sin sen-
tido, habrá que buscar su conexión con el texto del que forma parte.
Y eso debe quedar luego reflejado en la traducción. Aunque a veces
se convierte en un reto difícil de satisfacer, la claridad en un ele-
mento importante para que quien lee pueda entender lo que lee.
139
medellín 180 / enero - abril (2021)

Además de la claridad, hay que considerar la belleza de las


Escrituras. No se trata de un texto sin más, sino de la Palabra de
Dios, escrita con intención. Muchos textos, tanto del Antiguo Testa-
mento como del Nuevo, manifiestan rasgos poéticos; muchos otros,
identificados como narración o discurso, recurren a técnicas pro-
pias de sus contextos culturales: repeticiones, paralelismos, estruc-
turas concéntricas, etc. La revisión lingüística cuidó de mantener,
siempre que fue posible, esos rasgos que lo traductores habían per-
cibido y expresado en sus trabajos. La verdad salvífica requería ser
expresada con fluidez y belleza.

Pero por encima de todas las cosas, sabíamos que nuestro


trabajo estaba orientado a garantizar que el texto resultante fuera
Francisco Nieto Rentería

comprensible para los lectores. Ese elemento definió, en muchos


momentos, las decisiones que fue necesario tomar en determi-
nados textos. Había ocasiones en que el texto estaba dicho con
gran belleza, pero con colorido local, propio del lenguaje de algún
punto del continente, que no podría ser entendido por lecto-
res de otras latitudes. Y entonces había que buscar expresiones
menos impactantes, pero más comprensibles. La tarea no era fácil,
pero creemos haber colaborado para presentar un texto claro,
bello y comprensible.

LA EXPERIENCIA DE CREYENTES
La participación en el proyecto de traducción de la Biblia de
la Iglesia en América fue, de principio a fin, una experiencia gran-
diosa. Fue experiencia grande por el hecho de poner a disposición
los recursos que antes habíamos recibido, en el ámbito de las cien-
cias bíblicas. Pero iba mucho más allá: fue experiencia grande por
tratarse de una actividad marcada por la fe, orientada a hermanos
en la fe.

Lo sabíamos: nos reuníamos en torno a la Palabra de Dios; era


ella la que nos convocaba y era por ella que destinábamos tiempos
que bien podríamos haber dedicado a otros asuntos, quizá más pla-
140 centeros; pero esos tiempos adquirían sentido completo a la luz de
la Palabra de Dios. Los que nos reuníamos habíamos recibido una
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

invitación de alguien concreto para participar; pero sabíamos que,


desde el inicio de todo el proceso, estaba la convocatoria de Dios,
que con su Palabra ya desde antes nos había cautivado y orientado
en diversas actividades en torno a la Palabra de Dios misma.

Los que nos reunimos a lo largo de varios años para el proyecto


BIA compartíamos el gusto por escudriñar las Escrituras, junto con
ciertos elementos de preparación para estudiarla desde diversos
ángulos. Siempre supimos que estábamos revisando un texto que
podía ser abordado desde criterios comunes a cualquier otro texto
escrito, pero que al mismo tiempo era mucho más: Palabra de Dios
que podía llegar a muchos, pero que por lo pronto era riqueza para
nosotros mismos.
Experiencias en el equipo de revisión lingüística del Antiguo y Nuevo Testamento

Siempre fue grandioso escuchar la Palabra, en cuanto discípu-


los, en la Misa diaria, cuando nos reuníamos para hacer avanzar
la traducción. Más allá de algunos momentos en que, al escuchar
los textos sagrados, afloraban las manías propias de biblistas, pen-
sando algo así como “quizá eso podría decirse mejor si le añadié-
ramos la preposición tal”, o “que tal si mejor dijera ‘entró a la sina-
goga’ en lugar de ‘se presentó en la sinagoga’”, o cosas por el estilo;
más allá de esas manías momentáneas prevalecía la conciencia de
ser parte del pueblo de Dios, oyentes todos de la Palabra sagrada.

El proyecto de traducción, que comenzó con la iniciativa de


los obispos de Estados Unidos, pero pronto fue asumido también
por la Conferencia Episcopal Latinoamericana, queda a disposición
de la iglesia de todo el continente como señal de trabajo eclesial
y recurso para avanzar juntos al encuentro con Cristo, Palabra
definitiva del Padre celestial.

141
medellín 180 / enero - abril (2021)

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo
Francisco Nieto Rentería

NOVEDAD EDITORIAL CELAM

LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL
Notas para la formación
en el acompañamiento espiritual

Autor: Diego Elías Arfuch, PSS


Edición: 1.a edición Editorial CELAM, 2021
Páginas: 292
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Este texto es una herramienta de ayuda para quienes se dedican a prestar


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la vez ofrecer un apoyo seguro.

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Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 143-148 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

ejemplos de traducción
BIA: Gn 1,1-3a.
Análisis sintáctico y traducción

Ramón Alfredo Dus

E
n el hebreo, el orden de las palabras en las frases tiene
valor sintáctico y lingüístico1. Para la traducción y el aná-
lisis sintáctico de Gn 1,1-3ª adoptamos los principios de
la lingüística textual elaborados por H. Weinrich2 que A.
Nicacci ha aplicado al sistema verbal del hebreo bíblico3. El análisis

1
Para el valor sintáctico, cf. Shlonsky, U., Clause Structure and Word Order in Hebrew and
Arabic. An Essay in comparative Semitic Syntax (New York - Oxford 1997); Gianto, A.,
Word Order Variation in the Akkadian of Biblos (StP 15; Roma 1990); Rosenbaum, M.,
Word - Order Variation in Isaiah 40-55. A Functional Perspective (SSN 36; Assen, The
Netherlands 1997). Niccacci, A., Lettura sintattica della prosa ebraico - biblica. Principi e 143
applicazioni (SBF An 31; Jerusalem 1991), § 2.1: «L’ordine delle parole in ebraico è rigido,
non facoltativo, e ha valore sintattico e linguistico»; en la misma línea Goldfajn, T., Word
medellín 180 / enero - abril (2021)

Order and Time in Biblical Hebrew Narrative (Oxford 1998), 90-104.


2
Weinrich, H., Tempus. Besprochene und erzählte Welt (Stuttgart - Berlin - Köln - Mainz
4
1985); la traducción en italiano de la segunda edición 1971: Tempus. Le funzione
dei tempi nel testo (Bologna 1978). «Weinrich, particularly his distinctions between
narrative vs. discourse and his views on perspective, had a major impact on the study
of the Biblical Hebrew verbal system», van der Merwe, C.H.J., «An Overview of Hebrew
Narrative Syntax», Narrative Syntax & the Hebrew Bible. Papers of the Tilburg Conference
1996 ([Van Wolde E., ed.] Leiden - New York - Köln 1997), 17.
3
Continúa la dirección abierta por Schneider, W., Grammatik des biblischen Hebräisch
(München 1976). En esta presentación nos remitimos a las obras fundamentales de
Niccacci, A., The Syntax of the Verb in Classical Hebrew Prose (JSOTSS 86; Sheffield
1990); ID., Lettura sintattica della prosa ebraico - biblica. Principi e applicazioni (SBF
An 31; Jerusalem 1991); ID, «Basic Facts and Theory of the Biblical Hebrew Verb
System in Prose», Narrative Syntax & the Hebrew Bible. Papers of the Tilburg Conference
1996 ([Van Wolde, E., ed.] Leiden - New York - Köln 1997) 167-202. Van Wolde, E.,
ed., Narrative Syntax & the Hebrew Bible. Papers of the Tilburg Conference 1996
Ramón Alfredo Dus

del texto comprende el nivel gramatical (diferentes tipos de propo-


siciones), el nivel sintáctico (relación entre los diferentes tipos de
proposiciones) y finalmente el nivel textual.

1. Este análisis no inicia con la semántica del texto, ni con su


interpretación, sino con su morfología y el funcionamiento
interno de sus elementos; la semántica, aunque muy impor-
tante, siempre es y será consecutiva a la sintaxis4. Se privilegia
la relación entre los diferentes tipos de proposiciones: las que
inician una unidad textual, las que son parte de su desarrollo,
y las que indican su conclusión.

1.1. Se afirma también que en el hebreo bíblico, el aspecto y el


valor temporal del verbo están indicados sintácticamente.
La ubicación de las formas verbales distingue entre una
narración y un discurso directo. El valor temporal del
verbo es indicado cuando éste ocupa la primera posición;
esta ubicación establece también la línea principal de
la comunicación (pasado, presente o futuro). El aspecto
verbal se deduce del verbo situado en segunda posición
en la frase5.

144 1.2. La ubicación del verbo establece la jerarquía entre las pro-
posiciones. Una frase con un verbo en la primera posición
es sintácticamente una proposición verbal; una frase cuyo
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

verbo está en la segunda posición, es sintácticamente una


proposición nominal.
a) Sintácticamente las proposiciones verbales son prin-
cipales e independientes; dan el factor temporal del

([Leiden - New York - Köln 1997) ofrece una panorámica del estudio sobre la sintaxis de
la prosa hebrea, explicada por sus mismos investigadores.
4
Cf. Niccacci, Syntax, § 128s.
5
Cf. Niccacci, «Basic Facts and Theory of the Biblical Hebrew», 197-198. Denz,  A., Die
Verbalsyntax des Neuarabischen Dialektes von Kwaryš (Irak) mit einer einleitenden
allgemeinen Tempus - und Aspektkehre (Wiesbaden 1971), 7-48, presenta la sintaxis
verbal de un dialecto árabe con un pormenorizado estudio sobre el tiempo y el aspecto,
que ha orientado investigaciones sobre el sistema verbal del hebreo bíblico.
BIA: Gn 1,1-3a. Análisis sintáctico y traducción

texto e indican el primer plano y la línea principal de la


comunicación, sea en la narración como en el discurso
directo.

b) Las proposiciones nominales son sintácticamente


dependientes, y están subordinadas a una proposición
verbal. Ellas señalan el trasfondo de la información
principal dada.

El presente artículo aborda solo el análisis sintáctico de


Gn 1,1-3ª. El wayyiqtol del v. 3, ubicado en primera posi-
ción ofrece el valor temporal de la frase y establece la
línea principal de la comunicación.

1.3. En relación al wayyiqtol, de Gn 1,3, las frases de los vv. 1-2


son frases subordinadas. En teoría, estas formas subordi-
nadas pueden ser antecedente o consecutiva a la acción
principal: a) Se considera una forma antecedente la
secuencia: (w e)x-qatal > wayyiqtol, que indica una subor-
dinación de la primera frase (qatal) a la forma verbal prin-
cipal (wayyitol). b) Se considera una forma consecutiva
la secuencia: wayyiqtol < (w e)x-qatal). Las proposiciones
de los vv. 1-2 son frases subordinadas sintácticamente al
verbo del v. 3, de carácter antecedente6. 145
medellín 180 / enero - abril (2021)

1.4. Niveles lingüísticos en el texto. Todo texto comunica


informaciones de niveles distintos: hay informaciones
centrales sobre hechos o sucesos, y otras de circunstan-
cias (ej.: datos del lugar, tiempo o modo). El hebreo bíblico
también distingue esos niveles lingüísticos en el texto con
el uso recurrente de determinadas formas verbales, pro-
pias para la narración y otras para el discurso.

a) En la narración, la acción que se cuenta tratará de


personas o sucesos del pasado, expuestos en tercera

6
En un texto narrativo la coordinación sintáctica de las frases se efectúa con una forma
verbal del mismo nivel: wayyiqtol.
Ramón Alfredo Dus

persona, y usará wayyiqtol, y (w)-x-qatal. El discurso


directo, expresará su acción lingüística orientada a un
receptor y en segunda persona, con formas verbales
volitivas, yiqtol; w eqatal o frases nominales. Esta dis-
tinciones diferencian sintácticamente dos géneros de
textos: narración y / o discurso. La lingüística textual
denomina a este primer nivel: “actitud lingüística”.
b) Un segundo nivel lingüístico, dentro de la narración
o el discurso directo, distingue las informaciones que
son de primer plano, de otras que son secundarias o
de trasfondo; este nivel se denomina: puesta de relieve
(PR). En la narración, las informaciones de primer
plano se ofrecen con wayyiqtol; las informaciones de
trasfondo con las proposiciones nominales simples o
complejas (x-qatal, w-x-qatal, y también w eqtal).
c) Un tercer nivel lingüístico denominado perspectiva
lingüística (PLg) distingue tres fases: a) una propo-
sición puede dar una información antecedente a la
línea principal (b) o grade cero de la narración o del
discurso; c) y también puede ofrecer informaciones
anticipadas o previsiones. En la narración, una infor-
146 mación antecedente se ofrece con w-x-qatal; la línea
principal (o grado cero), la establece el wayyiqtol;
y las previsiones o informaciones anticipadas con la
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

forma: yiqtol.

2. Análisis textual. Gn 1,1-3ª es un conjunto de proposiciones


combinadas entre sí desde el punto de vista sintáctico, con
niveles lingüísticos distintos; sobre esta base se ve el alcance
semántico de las palabras, las afirmaciones y se deduce su
interpretación. Como unidad lingüística puede ser definirla
como un texto7. Solo se diferenciará de otros textos o unidades
literarias por la amplitud.

Un texto es una sucesión lógica de signos lingüísticos ubicada entre dos interrupciones
7

notables de la comunicación; cf. Weinrich, Tempus, 14; Niccacci, Lettura sintattica,


§ 3.1; § 7.1; § 7.3.
base Análisis
sí2.desde textual.
se veelelpunto de Gn
alcance 1,1-3ª
semántico
vista es
deun
sintáctico, conjunto
lascon
palabras,
niveles delas proposiciones
afirmaciones
lingüísticos combinadas
y se deduce
distintos; sobre
2. Análisis
enterpretación.
sí desde textual. Gn 1,1-3ª es un conjunto de proposiciones combinadas
base se veelelpunto
Comode
alcance vista
semántico
unidad sintáctico, con
de laspuede
lingüística niveles
palabras,ser las lingüísticos comodistintos;
afirmaciones
definirla uny texto
7sobre
se deduce. Solo
Análisis

base desde
se vetextual.
el punto
el Gn
alcance 1,1-3ªsintáctico,
de vista
semántico es unde conjunto
lascon de
niveles
palabras,
BIA: proposiciones
lingüísticos
las
Gn 1,1-3a. afirmaciones
Análisis combinadas
distintos;
sintáctico y se
y traducción sobre
deduce
7
iferenciará deComo
terpretación. otros unidad
textos olingüística
unidades puede
literarias
serpor la amplitud.
definirla como un texto . Solo
desde
base seelvepunto
terpretación. de vista
el alcance sintáctico,
semántico de con niveles
laspuede
palabras, lingüísticos
las afirmaciones distintos; sesobre
uny texto deduce
7
ferenciará de Como unidad
otros textos o lingüística
unidades literarias ser
pordefinirla
la amplitud. como . Solo
e se veAnálisis
2.1. el alcance
erpretación.
ferenciará deComo
otrossemántico
textosde
2.1. Análisis
sintáctico
unidad de 1,1-3ª:
Gn las palabras,
sintáctico
olingüística
unidades de
puede ser
literarias las
Gn 1,1-3ª: afirmaciones
definirla
por como yun
la amplitud. setexto
deduce7
. Solo
Gn
i) lingüística
1,1 7
2.1. Análisis
retación.
erenciará Como unidad
sintáctico
decomienza
otros textos de
ounaGncomienza
1,1-3ª:
unidades puede con
literarias seruna forma
definirla
por la amplitud. sintáctica
como unretrospec- texto . Solo
i) Gn 1,1 con forma
tiva: x-qatal. sintáctica retrospectiva: x-qatal.
2.1. Análisis
nciará de otrossintáctico de Gn 1,1-3ª:
textos o unidades literarias por la amplitud.
i) Gn 1,1 comienza con una forma‫ץ׃‬sintáctica ַ‫ֱֹלהים ֵ֥את ה‬
‫שָּ ַ ַ֖מים וְ ֵ֥את הָּ ָּ ָֽא ֶר‬retrospectiva: ִ֑ ‫ית בָּ ָּ ָ֣רא א‬ x-qatal. ‫אש‬
ִׁ֖ ‫( בְּ ֵר‬v.1) (v. 1)
2.1. Análisis sintáctico de Gn 1,1-3ª:
i)ii)Gn 1,1 comienza
Sigue Gn 1,2 concon tresuna forma
formas ‫ ֶר‬sintáctica
‫הַ שָּ ַ ַ֖מים וְ ֵ֥את הָּ ָּ ָֽא‬retrospectiva:
‫ץ׃‬sintácticas también
‫ֱֹלהים ֵ֥את‬ ‫ית בָּ ָּ ָ֣רא‬x-qatal.
ִ֑ ‫ א‬retrospectivas: ‫אש‬
ִׁ֖ ‫( בְּ ֵר‬v.1)
1. Análisis sintáctico de Gn 1,1-3ª:
ii) Sigue Gn 1,2 con tres formas sintácticas también
i) Gna)1,1 comienza con una forma‫ץ׃‬sintáctica
w-x-qatal: ‫שָּ ַ ַ֖מים וְ ֵ֥את הָּ ָּ ָֽא ֶר‬retrospectiva:
ַ‫ים ֵ֥את ה‬ ‫ֱֹלהָּבהו‬
ִֹ֑֔ ‫הוּ֙א ו‬ ‫ית ָּ ֵ֥תבָּ ָּהָ֣ר ֹ֙את‬ ְ‫י‬x-qatal.
ָּ‫אש ה‬ ‫( וְ בְּהָּ ֵ ָ֗ ָּרא ֶר ִׁ֖ץ‬v.1)
ii) Sigue Gn 1,2 con tres formas sintácticas
retrospectivas: también retrospectivas: (v.2a)
Gnii)1,1 comienza
Sigue Gn 1,2 con
con una
tres forma
formas sintáctica
‫ים וְ ֵ֥את הָּ ָּ ָֽא ֶר‬retrospectiva:
‫ץ׃‬sintácticas ‫ֱֹלהים ֵ֥את‬
‫הַ שָּ ַ ַ֖מ‬también ִ֑ ‫ָ֣י ָּ ָ֣ר ְתא ִ֑ א‬x-qatal.
ָּ‫אשית ב‬ ִׁ֖ ‫( בְּ ֵר‬v.1)
b)w-x-qatal:
a) w-proposición nominal
a) simple:
w-x-qatal: ‫ההוֹּ֙וםו ָֹּ֔בהו‬retrospectivas:
‫ַל־פְ ָּ ֵ֥תנה ֹ֙ת‬ ְ‫(וְ וְ ַ֖חהָּשֶ ָ֗ ָּא ְֶךרץע הָּ י‬v.2a) (v.2b) (v. 2a)
ii) Sigue
a) Gn 1,2 con tres formas
‫ץ׃‬‫ר‬ֶ ‫א‬
ָֽ sintácticas ‫ים‬también
ָּ ָּ‫ה‬ ‫ת‬‫א‬ֵ֥ ְ‫ו‬ ‫ם‬ ‫י‬‫מ‬ַ֖ ַ ָּ‫ש‬ ַ‫ה‬ ‫ת‬‫א‬ ֵ֥ ‫ים‬ ‫ֱֹלה‬
ִ֑ ‫א‬ ‫א‬ ‫ר‬ ָ֣ ָּ ָּ‫ב‬
retrospectivas: ‫ית‬ ‫אש‬ ִׁ֖ ‫ר‬ ֵ ְּ‫ב‬ (v.1)
b) w-x-qatal:
c)w-proposición
w-proposición nominal
nominal
b) simple:
simple:
w-proposición nominal‫ ָּ ָֽמ‬simple:
‫ֹום ֹ֔עָּבהו‬
ַ‫ַל־פְ נֵ֥י ה‬ ‫הוּ֙הֶת ו‬ ִ֑ ‫תְמ ַנהרָ֣י ֶ ֹ֙ ַ֖ח ְתתפ‬
ְ‫ַל־פ‬ ֵ֥ ָּ ‫ים‬ ְ‫ֹלהעהָּ י‬ ֹ֔ ‫וחַח ָ֗ ָּאשֶ ֶ ֱארְךץ‬
ַ֖ ָּ‫(רוְ וְה‬v.2b)
ָ֣(v.2a)
ְ‫(ו‬v.2c)
Sigue
iii)a)
b) Gn 1,2 wayyiqtol
con tres
w-x-qatal:
w-proposición formas
nominal sintácticas
simple: también ֽ ‫ָּב‬retrospectivas:
‫י־אהו‬ֹ֔ ‫הוּ֙ ִ ו‬ ‫ַל־פְי ָּ ֵ֥תנ ָ֑֣יאה ְ ֹ֙תת‬ ‫ֹלהיְהָּ ִ ִ֣יְה‬ ‫(וְ וְ ֱ ַ֖אחהָּשֶ ָ֗ ָּ ִאִ֖ ֶרץ‬v.2a)
Gn
c) 1,3ª:
w-proposición de grado
nominal simple: cero: ‫ֹור׃ֵ֥י הַ ָּ ָֽמים‬
‫ַל־פְ נ‬ ‫ֹוםהע‬ ‫ֹורח ִ֑הופַֽֽיְֶת‬ַ֖ ֶ ‫ים ְמ ַר‬ ֹ֔‫ֹלה ְֱךאיםע‬ ַ‫(ר ָ֣רוח‬v. 2b) ְ‫(ו‬v.2b)
‫( ו ֹּ֥יאמ‬v.3a)
(v.2c)
a) b)
iii)w-x-qatal:
c)w-proposición
Gn w-proposición nominal
nominal
1,3ª: wayyiqtol de simple:
simple:
c) grado ‫הו ָּ ָֽמים‬
cero: nominal
w-proposición ‫י־או ֹ֔נָּבֵ֥י‬
ַ‫ֹור׃ה‬
simple: ְ‫ַל־פ‬
ֽ ‫ה‬
ּ֙‫ֹוםעתהו‬ֹ֙ ‫ַל־פְְמ ַנהָּרָ֣ייְ ֶ ַ֖ח ְָּ ֵ֥תפ ִ֑הה‬
ִ ְ‫ֶתַֽֽי‬
‫ים ִ ִ֣הי ֑אֹור ו‬
‫ֹלה ָ֗ ָּעא ֶרץ‬ ָּ‫(שֶ ֱאוְְךה‬v.2a)
ְ‫ֹלה ֹ֔ים י‬ ִ֖ ִ ‫וחַאח‬
ַ֖ ֱ ְ‫(רר ו‬v.2b)
ָ֣ ‫אמ‬
ְ‫(ו‬v.2c)
‫( ו ֹּ֥י‬v.3a)
b)iii)c)Gn
2.2. w-proposición
w-proposición
Traducción denominal
nominal
1,3ª: wayyiqtol

Gn simple:
simple:
de1,1-3ª:
grado cero: ‫ֹור׃ֵ֥י הַ ָּ ָֽמים‬‫י־אֹום‬
‫ַל־פְ נ‬ ֽ ‫התעִ֑ה‬ְ ִ‫ֹורח נופַֽֽיְָ֣יֶת‬
ְ‫ַל־פ‬
ַ֖ ֶ ‫יםי ְע ֑מאַר‬ ‫ֹלהיְ ִ ְִ֣ךה‬
ֶ‫ים ֹ֔ש‬
‫ֹלהֱא ַ֖ח‬
ְ‫( ִ ִ֖ ו‬v.2b)
ַ‫(וְר ָ֣ר ֱאוח‬v.2c)‫( ו ֹּ֥יאמ‬v.3a)
(v. 2c)
iii)w-proposición
c) Gn 1,3ª: wayyiqtol
nominaldeGngrado
simple: cero: ‫ם‬de
wayyiqtol ‫הַ ָּ ָֽמי‬grado
‫ַל־פְ נֵ֥י‬‫ע‬cero:
‫ֹור׃‬ ‫ֶת‬
ֽ ‫ר ֶ ִ ַ֖חהפ‬
‫י־א‬ ְ‫ֹורמ ַוַֽֽי‬
ְ ‫ים‬ ‫ֹלהוחַים ֱיְא ִ ִ֣ה ֹ֔י‬
‫ֹלה ֑א‬ ִ֖‫אוְ ָ֣ ִר‬ֱ ‫( ו ֹּ֥יאמר‬v.3a)
(v.2c)
El v.1
2.2. es una de
Traducción iii)
proposición
Gn 1,3ª:temporal
1,1-3ª: que funciona como prótasis8: “En el
) Gn
2.2.1,3ª: wayyiqtoldedeGn
Traducción grado
cero:
1,1-3ª: ‫י־אֹור׃‬ ֽ ‫ֹלהים יְ ִ ִ֣הי ֑אֹור וַֽֽיְ ִה‬ ִ֖ ִ ‫( ו ֹּ֥יאמר ֱא‬v. 3 (v.38aa))
cipio,
El cuando
v.1 Diosproposición
es una creó el cielo y la tierra,…”
temporal que funciona El v.2 (apódosis): como prótasis “…,: la“En tierra
el
2.2. Traducción
El cuando
v.1 es una de Gn 1,1-3ª:temporal que funciona como prótasis8: “En el
ipio, Diosproposición
creó el cielo de
2.2. Traducción y Gn tierra,…” El v.2 (apódosis): “…, la tierra
la 1,1-3ª:
2. Traducción
El v.1 es de
una Gn 1,1-3ª:
proposición temporal que funciona
ipio, cuando Dios creó el cielo y la tierra,…” como prótasis
El v.2 (apódosis):
8
“…,: la“En el
tierra
texto es una sucesión lógica
El v. 1 es unalingüísticos
de signos proposición temporal
ubicada entreque
dosfunciona como notables
interrupciones 8
v.1 cuando
pio, es unaDios
comunicación; proposición
cf. W EINRICH temporal
creóprótasis
,elTempus,
cielo
8 y14;la
: “En que funciona
tierra,…”
elNprincipio,
ICCACCI El v.2
cuando
, Lettura como
(apódosis):
Dios prótasis
creó
sintattica, § “…,
el cielo
§ 3.1; : y“En
7.1; el
la7.3.
§la tierra
exto es una sucesión lógica
,Para
cuando Dios creó
de signos
eltierra,…”.
cielo
lingüísticos
y Ella14;
v. 2 (apódosis):
tierra,…”
ubicada
El “…, laentre
tierra
v.2asintattica,
dos
(apódosis):
interrupciones
estaba desierta ynotables
“…, la tierra
147
comunicación;
indicar cf.
cuales W de las
EINRICH
exto es una sucesión lógica ,
proposiciones
Tempus,
vacía, había oscuridad
de signos N
está
ICCACCI
lingüísticossobre,
subordinadaLettura
ubicada la otra,
la superficie
entre dos delse§ 3.1;
ofrece§ como
abismo7.1; y§ el
interrupciones 7.3.
posibilidad
notables
esentación de un esquema sintáctico de dos miembros: prótasis - apódosis.
3.1; § 7.1; § 7.3. solo
No se refiere
medellín 180 / enero - abril (2021)
comunicación; cf. W EINRICH soplo divino
, Tempus, se
14; movía
NICCACCI sobre la
, Lettura superficie
sintattica, del §agua”.
aexto
Para es una cuales
indicar
proposición sucesión de lógica
condicional, detiene
signos
las proposiciones
sino un lingüísticos
está subordinada
sentido ubicada
amplio. Enaelentre
laprimer
otra,dosse interrupciones
ofrece como
miembro notables
posibilidad
– prótasis- puede
sentación
omunicación;
rse
Para una de un
cf.
proposición
indicar esquema
W
cualeslógica sintáctico
, Tempus,
condicional,
EINRICH

de lasde Los o
vv. 1-2
proposiciones de
14; dos
temporal,N miembros:
constituyeno
ICCACCI , Lettura
causal,
está subordinada una prótasis
o una -
sintattica, apódosis.
§
proposición
proposición
a lados 3.1; §No
nominalse
7.1;
independiente,
otra,interrupciones
se ofrece como §refiere
7.3. solo
(w-x-qatal).
posibilidad
es una sucesión
proposición condicional, sino signos
tiene lingüísticos
un sentido ubicadaEn
amplio. entre
el primer miembro – notables
prótasis- puede
sentación cf.
unicación; de WunEINRICH
esquema sintáctico
subordinada,
, Tempus, de dos
a la miembros:
forma prótasis
sintáctica - §apódosis.
propia de§la7.1;No§ se
narración, refiere solo
ara
se indicar
una cuales
proposición
proposición
decondicional,
condicional,
las proposiciones
sino tieneo14; NICCACCI
temporal,
un
,causal,
Lettura
está subordinada
sentidoo amplio. osintattica,
En
a la otra,
una se3.1;
proposición
el v. 3ª;
primer
ofrece
miembro
como
nominal
– la
7.3.posibilidad
(w-x-qatal).
prótasis- puede
entación de un esquema que es
sintáctico la proposición
de dos miembros: verbal del
prótasis esta indica
- apódosis.nominal línea
No se refiere solo
se unacuales
indicar proposición
de las condicional,
proposiciones
principal o temporal,
está o causal,
subordinada
desentido
la narración, a o
la una
otra, proposición
se ofrece como (w-x-qatal).
posibilidad
proposición condicional, sino tiene un amplio.con Ensu el valor
primertemporal:
miembro “Entonces
– prótasis- puede
ación
se unade un esquema
proposición sintáctico odetemporal,
Dios dijo:..”.
condicional, dos miembros:o causal, prótasis
o una- proposición
apódosis. No se refiere
nominal solo
(w-x-qatal).
posición condicional, sino tiene un sentido amplio. En el primer miembro – prótasis- puede
na proposición condicional, o temporal, o causal, o una proposición nominal (w-x-qatal).
8
Para indicar cuales de las proposiciones está subordinada a la otra, se ofrece como
posibilidad la presentación de un esquema sintáctico de dos miembros: prótasis -
apódosis. No se refiere solo a una proposición condicional, sino tiene un sentido amplio.
En el primer miembro —prótasis— puede ubicarse una proposición condicional, o
temporal, o causal, o una proposición nominal (w-x-qatal). Aquí la semántica de las
frases es un indicador necesario; cf. Nicacci, A., Sintassi del verbo ebraico nella prosa
bíblica clásica, SBF, Analecta 23., Jerusalén 1996, pp. 83-91.
Ramón Alfredo Dus

La secuencia sintactica (antecedente – inicio de la narra-


ción) de Gn 1.1-3a se verifica también en: Gn 2,5-6: antece-
dente: w-x-terem-yiqtol; 2,7: inicio de la narración: wayyi-
qtol; Gn 2,10-14 (antecedente); 2,15 (inicio narrativo).
Gn 3,1a (antecedente: w-x-qatal); 3,1b (inicio narrativo:
wayyiqtol)9.

2.3. Interpretación. La afirmación central y de primer plano de


Gn 1,1-3ª es la acción divina de su palabra. Su trasfondo
son los orígenes del cielo y la tierra, el caos, las tinieblas,
y el soplo divino que aletea sobre las aguas. En ese marco
primordial la acción divina es ya sugerida con el verbo
crear (v. 1). Sugerencia antecedente en el esquema tem-
poral del texto, porque esa acción aún no cumplida. La
realiza la palabra de Dios (v. 3ª), victoria sobre el caos, y
origen de un designio de bendición para el universo y el
ser humano (cf. 1,27; 2,3).

3. Conclusión. Gn 1-11 es un gran antecedente textual a otra


intervención divina. Sobre el trasfondo de la maldición que
acarrea el pecado de la humanidad, la palabra divina convo-
cará a Abrahán en Gn 12,1-3s., para introducir en la histo-
148 ria, con él y por medio de él, su designio de bendición. Esta
misma bendición alcanza a todos en y por Cristo (cf. Ef 1,3):
la Palabra que “al principio existía (…), por medio de la cual
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

todo fue hecho”, porque desde “el principio estaba junto a Dios”
(cf. Jn 1,1-3).

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo

Cf. Nicacci, Sintassi del verbo ebraico, pp. 25-26.


9
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 149-154 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

¿Una o dos águilas?


Análisis sintáctico y semántico
de Ez 17,7

Ramón Alfredo Dus

T
1. exto y lenguaje figurativo. Ez 17,1-8 cuenta en
modo figurativo que El águila grande, de grandes
alas, de amplio vuelo, de abigarrado plumaje multico-
lor, vino al Líbano y cortó la copa del cedro (v. 3), y la
colocó en la tierra de Canaán; luego ella sembró una vid, en
un terreno irrigado que orientada hacia el cedro, creció y dio
frutos (cf. vv. 4-6).

El v. 7 nombra de nuevo al ave jardinera; y el calificativo que


acompaña al sustantivo águila es literalmente una o única. Sin 149
embargo traductores y comentadores de libro de Ezequiel,
casi en forma unánime, han interpretado: “otra águila”1.
medellín 180 / enero - abril (2021)

La única excepción es Simian-Yofre, quien defiende la lectura


del TM y demuestra que en la larga tradición interpretativa se
busca justificar un elemento correspondiente a Egipto (v. 15),
la potencia alternativa Babilonia, representada por el águila

1
Desde la LXX: aveto.j e[teroj; Vulgata: “aquila altera”; igualmente en NBE 1975; LPD
1990; BJ 1998; BL 2005. Comentaristas como: Keil, C.F., Biblischer Kommentar über den
Propheten Ezechiel ([Keil, C. F. und Delitzsch, F., ed.] BCAT III 3; Leipzig 1882), p. 171:
“Der andere Adler (v. 7) ist nach v.15 der König Ägyptens”; Zimmerli, W., Ezekiel 1. A
Commentary on the Book of the Prophet Ezekiel, Chapters 1-24 (Hermeneia; Philadelphia
1979), p. 374; Lang, B., Kein Aufstand in Jerusalem (Stuttgart 1981), p. 29; Block, D. I.,
The Book of Ezekiel. Chapters 1-24 (NICOT; Grand Rapids - Cambrige 1997), p. 528.
Ramón Alfredo Dus

del v. 32. Este dato es significativo para la interpretación y tra-


ducción de Ez 17,1-10.

En la lógica y sentido del relato no parece oportuno suponer


la presencia de una “segunda águila” (v. 7). Al sujeto del v. 7:
hc’An-br;w> ~yIp;n”K. lAdG> lAdG” dx’a,-rv,n<; le faltan dos atributos del águila
descrita en el v. 3; son: rb,aeh’ %r,a,, “de largo vuelo” y hm’q.rih’, “mul-
ticolor”. El v. 7 no dice “otra” águila (rxa, ’aher = otra) sino de
“una sola” (dx’a,, ’ehad = una, única)3.

El sentido de dx’a (uno; único) se debe entender aquí de


modo intensivo; como lo resalta Ez 37,22: las promesas del
Señor incluyen la formación de una sola – única nación bajo
el mandato de un solo - único - rey. Análogo uso del término
aparece en Dt 17,6 donde se prohíbe condenar a muerte bajo
el testimonio de un solo - único – testigo. Pero sobre todo su
importancia se relaciona con Dt 6,4: “Escucha, Israel, el Señor,
nuestro Dios, es (dx’a,) el único Señor”, que resume la profesión
de fe de Israel.

Esta lectura semánticamente fundamentada es la que asumió


la BIA: el águila grande (v. 3) es una sola, es única (v. 7).
150
2. Interpretaciones. Ez 17,1-10 es una unidad textual4. En este
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

ámbito cada elemento constituye esa unidad y la variante u


omisión de uno de ellos, determina su contenido y su inter-
pretación. Por lo tanto no sería lo mismo, hablar de una única
águila o de dos.


2
Simian-Yofre, H., “Ez 17,1-10 como enigma y parábola”, Bib 65 (1984), pp. 27-43,
especialmente pp. 34-35.
3
Como ejemplo de argumentación Zimmerli, Ezechiel, p. 374: recurre a Ez 19,5 y 37,16
para fundamentar la correlación dxa- dxa. Pero la mención aislada del término en 17,7 no
establece una alternativa o sucesión. “Aunque la confusión gráfica sea posible, mientras
dx’a,, sea explicable debe ser preferido”, Simian-Yofre, “Ez 17,1-10”, p. 34.
4
“El elemento que trasmite la Palabra de Dios, no está constituido por palabras aisladas,
ni siquiera por frases fuera del contexto, sino más bien por textos considerados como
unidad”, Simian-Yofre, H., “Emeneutica e Pragmática”, en: Metodologia dell’Antico
Testamento, a cura di Simian-Yofre, H.; EDB studi biblici, Bologna 1995, p. 184.
¿Una o dos águilas? Análisis sintáctico y semántico de Ez 17,7

a) La presencia de otra águila ha hecho interpretar el


oráculo figurativo (17,3-8) como una alegoría histórica, de
las vicisitudes políticas monárquicas vividas en el reino
de Judá en tiempos cercanos al exilio en Babilonia del año
587 a. C. Esta alegoría política se apoya en una lectura his-
tórica de los sucesos aludidos más que en los elementos
lingüísticos precisos del texto5.

b) Retener la lectura textual que presenta una sola única


águila, es elemento clave para entender el relato como
una parábola, cuya naturaleza no es afirmar correspon-
dencias externas de referencia de sus elementos narrati-
vos, sino evidenciar la trama de relaciones intrínsecas que
figurativamente se combinan.

La fábula del águila que planta un ramo de cedro en Canaán y


que siembra una vid en un campo irrigado tiene un desenlace
extravagante, propio de una parábola. Esa vid, al apartar sus
raíces y sus ramas del lugar previsto, se desliga de las condi-
ciones que le garantizan vida y futuro (17,3-8). Su conducta
es objeto de reflexión: ¿no la extirpará el águila que la plantó?
¿No se secará el viento del desierto? (vv. 9-10)6.
151
La opción de la vid ejemplifica el ejercicio de la libertad, que
medellín 180 / enero - abril (2021)

proyecta su propio destino más allá de los límites de su condi-


ción natural. Ez 17,2-10 es un oráculo profético, y la parábola
que lo constituye está enmarcada en un diálogo entre Dios y

5
Lind, M. L., Ezekiel (BChBC; Scottdale - Waterloo 1996), pp. 140-141, muestra el modo

habitual de interpretar la fábula (vv. 3-8): “The eagle personifying the Babylonian
emperor as gardener, carried the topmost shoot of the cedar to a city of merchants,
Babylon (17,4). This shoot represents king Jehoiachin, brought to Babylon (...). A seed
from the land of Judah and placed it in fertile soil: Nebuchadnezzar made Zedekiah king
(17,5). A second eagle (17,7), this may be have been Psametik II (...)”. Sobre el estado
de la cuestión exegética, Dus, R. A., Las parábolas del Reino de Judá. Lingüística textual y
comunicación (Ez 17; 19; 21), UCA Paraná, Argentina, 2003, “1. Ez 17. ¿Una alegoría con
su interpretación?”, pp. 51-56.
6
Cf. BIA, nota a Ez 17,1-10.
Ramón Alfredo Dus

la “casa de Israel”; en el nivel comunicativo textual refleja el


estado de relación entre estos participantes de la comunica-
ción; la situación planteada es que el reino de Judá ha roto sus
vínculos con el Señor.

3. Función de la parábola en Ez 17. Ez 17,1-10 es una unidad


sintáctica y semánticamente coherente. Describe una breve
trama (vv. 3-8): la conducta extravagante de la vid (v. 7) que
suscita interrogantes y reflexiones (vv. 9-10). Trama (plot) y
paradoja (extravagance) son características semánticas cons-
titutivas de la parábola7. Ésta no es un discurso ornamentado,
un buen decir de cosas que ya se saben, ni un simple medio
didáctico que el emisor usa para ilustrar a un destinatario
ignorante. Como la metáfora, la parábola es un modelo cog-
noscitivo de la realidad8. Y a diferencia de la alegoría es irre-
ductible a la explicación de los elementos que la componen. Si
significación está en el conjunto, en la trama que desarrolla, la
cual tiene una potencialidad semántica ilimitada, de tal modo
que no se puede prescindir de ella a precio de eludir su pecu-
liaridad. Su función evocativa emerge del entramado paradó-
jico de relaciones que expone9. Por lo cual, la propiedad de la
parábola (oddness) es poner de manifiesto una contradicción
152 significativa, que es el trampolín del pensamiento para intro-
ducirse en un orden más profundo de la realidad donde las
cosas se combinan y comunican10.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

7
Cf. Ricoeur, P., “Metaphorical Process”, pp. 75-88; “the mode of discourse which applies
to a narrative form a metaphoric process”. Define la parábola a partir de la metáfora,
precisando que ésta no reside en las palabras sino en las afirmaciones (metaphorical
statement), p. 88.
8
Para Ricoeur, “Metaphorical Process”, p. 85, la metáfora es un “theoretical model…
constructing an imaginary object more accessible to description and in transposing the
properties of this object onto a domain of more complex reality”.
9
La alegoría, en cambio, establece una correspondencia término a término entre un evocante
y un evocado, cf. Simian-Yofre, “Ez 17,1-10”, p. 29 n. 4; Bousoño, C., El irracionalismo
poético. El Símbolo (Madrid 1981), p. 69. Interpretar Ez 17,1-10 como una alegoría tiene
una tradición ininterrumpida; así Fusco, V., Oltre la Parabola. Introduzione alle parabole
di Gesù (Roma 1983), pp. 101-102, define Ez 17,1-10 “allegoria”; Allen, L. C., Ezekiel
1-19 (WBC 28; Dallas, 1994), pp. 254-255 denomina alternativamente “allegory; fable”.
10
Cf. Simian-Yofre, “Ez 17,1-10”, p. 31 n. 7.
¿Una o dos águilas? Análisis sintáctico y semántico de Ez 17,7

a) La función cognoscitiva específica de la parábola de


Ez 17,3-8 a nivel textual está aplicada a una situación con-
creta entre Israel y su Dios. Ilumina los sucesos consuma-
dos en Jerusalén que alude el oráculo de 17,12-18. El rey
Sedecías, con su rebelión obtuvo la autonomía para Judá,
pero también rompió la alianza con el Señor. El reino de
Judá se liberó momentáneamente del poder de Babilonia,
pero le significó romper la alianza con su Dios (vv. 19-21).
Se rebeló y así cortó con las condiciones que le posibili-
taban vida y futuro, tanto de la nación, como de misma
dinastía davídica (2 Sm 7,13-16). Esta situación religiosa
responde a la trama que describe la parábola de Ez 17,5‑8:
el reino de Judá, como aquella vid, se liberó de las cláusu-
las de la alianza y determinó su propio fin11.

b) Función cognoscitiva “ad extra”. Pero como toda parábola,


también ésta es susceptible de abrirse a nuevos contex-
tos; la trama que describe es irreductible a una sola apli-
cación. Como unidad autónoma, tiene posibilidad situarse
en un nivel comunicativo fuera de la unidad textual donde
se está inserta, es decir, en el nivel comunicativo oyente /
lector, que lee y actualiza el texto. Abstraída de su con-
texto inmediato gana en universalidad y se abre a posibles 153
referentes globales implícitos. Una parábola en otros con- medellín 180 / enero - abril (2021)
textos, espiritual, cultural, interpersonal, podrá desplegar
siempre nuevas virtualidades. Esto da posibilidad de una
lectura estética, antropológico existencial, feminista, etc.,
de una parábola, a condición de que ninguna se presente
como una perspectiva excluyente12. Porque desde el punto
de vista exegético, serán siempre relativas al texto y la
acción lingüística fijada en él13.

11
Cf. BIA, nota a Ez 17,11-21.
12
Así reconoce Fusco, Oltre la parabola, 148: “Di fatto è possibile sia una lettura puramente
estetica, sia una lettura puramente antropologico – esistenziale”.
13
Fusco, Oltre la parabola, 81, la parábola “continua a funzionare sempre, come una
vignetta ben fatta fa ridere di nuovo anche a quelli che l’hanno già vista”.
Ramón Alfredo Dus

4. Conclusión. Toda parábola es paradigmática puede integrar


situaciones comunicativas, reales o ficticias, en cuyo contexto
libera virtualidades semánticas nuevas. Pero también toda
parábola es dialógica; no solo en cuanto signo lingüístico cons-
titutivo de un oráculo profético, sino en modo absoluto, por
su estructura formal de relato ficticio cuyo término de refe-
rencia (terminus ad quem) se debe determinar. Así sucede con
el relato del que se sirve el profeta Natán (2Sa 12,1b-4), o del
drama que sintéticamente expone Ez 17,3-10.

¿Cómo no descubrir también aquí un espejo del drama de los


orígenes (cf. Gn 3) y el de las opciones libres de ayer y de hoy
que paradójicamente se hacen aún en contra de los intereses
más profundos y definitivos?

154
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 155-162 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

Traducción de ∆ΙΚΑΙΟΣΥΝΗ
en Mateo

Adolfo Miguel Castaño Fonseca

INTRODUCCIÓN

E
l inicio de la traducción de la Biblia para la Iglesia en Amé-
rica (BIA), en noviembre de 2004, planteaba muchas inte-
rrogantes. El camino era incierto. Entre las decisiones más
relevantes que era preciso tomar, se contaban los criterios
que debía asumir dicha traducción (tema que aborda con ampli-
tud Mons. Santiago Silva en esta misma publicación). Una pregunta
fundamental fue aquella si debían prevalecer los criterios “litera- 155
les” o habría que decantarse por los “dinámicos”. Se acordó buscar
un equilibrio entre ambos criterios, buscando siempre la fidelidad,
medellín 180 / enero - abril (2021)

al texto y al lector, además de la fidelidad a Dios, en la dinámica


de la historia de la salvación y la fidelidad a la vocación y misión
de la Iglesia.

Solo en ese intento de equilibrio entre “literalidad” y “dina-


micidad” es como es posible entender algunas opciones de tra-
ducción de la BIA poco o nada comunes en otras versiones de la
Biblia, en lengua castellana. Un ejemplo de ellas es la traducción
del término griego δικαιοσύνη en el evangelio de san Mateo, el
cual es traducido invariablemente como “justicia”. Esta traduc-
ción aunque inexacta no es incorrecta del todo. En razón del signi-
ficado tan amplio que de suyo tiene el término “justicia”, propicia
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

interpretaciones variadas, diversas y divergentes, algunas de las


cuales son ajenas a lo que el evangelista quiso trasmitir.

LOS SIETE TEXTOS DONDE APARECE δικαιοσύνη


EN EL EVANGELIO DE MATEO
No puede ser fortuito que Mateo, el evangelista “más hebreo”,
o por lo menos con rasgos más semíticos haya incluido en su obra
“siete” veces el término δικαιοσύνη, teniendo en cuenta que el
número siete en el pensamiento hebreo posee en varias ocasio-
nes el simbolismo de algo pleno (cf. Gn 4,15; Lv 4,6.17; 8,11; 14,7
Núm 19,4; 2 Re 5,10; Jb 42,8). Como quiera que sea, dicho tér-
mino tiene un contenido muy importante, incluso esencial en la
“Obra mateana”.

Tampoco es irrelevante que cinco de esos siete textos se


encuentren precisamente en lo que se ha considerado como el
corazón del evangelio, es decir, el Sermón de la Montaña (5,6.10.20;
6,1.33). Los dos textos restantes se encuentran, uno al inicio (3,15)
y el otro, casi al final, antes del relato de la pasión, muerte y resu-
rrección del Señor (21,32)1. Como se pondrá de manifiesto, ambos
tienen que ver directamente con Juan el Bautista, un personaje de
156 capital importancia en el evangelio de Mateo.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

LOS CINCO TEXTOS SOBRE LA δικαιοσύνη


EN EL SERMÓN DE LA MONTAÑA
El término δικαιοσύνη tiene lugar en el Sermón de la Montaña
en cinco ocasiones, dos de ellas aparecen en las bienaventuran-
zas correspondientes. Los otros tres están distribuidos en el resto
del Sermón.


1
Mt 3,15 podría funcionar muy bien como texto programático, al inicio de la redacción
mateana, propiamente dicha, una vez terminados los dos capítulos sobre la infancia de
Jesús. Por su parte Mt 21,32, antes de abrir el telón que apunta a la pasión, muerte y
resurrección, representa un momento crucial y muy propicio para lanzar una mirada
retrospectiva, capaz de recapitular lo presentado en la narración evangélica.
Traducción de ∆ΙΚΑΙΟΣΥΝΗ en Mateo

1. Mt 5,6: Dichosos los que tienen hambre y sed de δικαιοσύνη


porque él los saciará.

2. Mt 5,10: Dichosos los perseguidos por causa de la δικαιοσύνη


porque de ellos es el Reino de los cielos.

3. Mt 5,20: Por eso les digo que si no superan a los maestros de la


Ley en vivir conforme a la δικαιοσύνη, ustedes no entrarán el
Reino de los cielos.

4. Mt 6,1: Cuídense de no presumir frente a la gente de practicar


su δικαιοσύνη, de lo contrario el Padre que está en los cielos no
los recompensará.

5. Mt 6,33: Busquen primero el Reino de Dios y su δικαιοσύνη, y


él les añadirá todo lo demás.

Como hemos señalado, la gran mayoría de las biblias tradu-


cen invariablemente δικαιοσύνη como “justicia”. Este concepto con
frecuencia suele ser identificado, casi de inmediato, con la “justi-
cia social” (a veces con la “justicia conmutativa”, incluso, aunque
menos común, con la “justicia distributiva”). Aunque ciertamente
tal interpretación no es del todo equivocada o ajena al sentido 157
de los textos evangélicos, sin embargo resulta muy parcial, pues medellín 180 / enero - abril (2021)

pierde gran parte de su densidad teológica y de su contenido


más profundo completo, el cual está en la mente del evangelista
san Mateo.

Traducir δικαιοσύνη simplemente como “justicia” repre-


senta la “solución” más fácil, sencilla y cómoda para el traductor,
sin embargo al lector le queda una ardua y muy complicada labor,
pues queda frente a la enorme, compleja y comprometedora tarea
de interpretar por sí solo el texto. De aquí derivan las divergentes y
hasta las erróneas maneras en las que se ha entendido.

Al llevar a cabo la traducción de la BIA, después de examinar y


discutir este tópico, se optó por traducir δικαιοσύνη como “Plan
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

de Dios”, por las razones que expondremos más adelante2 y que


sólo pueden ser bien entendido si antes se comprende el contenido
de los dos textos que enmarcan las presentes en el Sermón de la
Montaña: 3,15 y 21,32.

LOS DOS TEXTOS SOBRE LA δικαιοσύνη.


SU RELACIÓN CON EL BAUTISTA

No es exagerado afirmar que los dos textos donde dikaiosu,nh


tiene que ver con Juan el Bautista son fundamentales, no sólo para
entender el Sermón de la Montaña, sino incluso para la compren-
sión de todo el evangelio de Mateo. Dichos textos son los siguientes:

1. Mt 3,15: “Déjalo así, pues ahora conviene que cumplamos toda


δικαιοσύνη”. Entonces lo dejó.

2. Mt 21,32: “Porque Juan vino a ustedes por el camino de la


δικαιοσύνη y no le creyeron, pero los recaudadores de impues-
tos y las prostitutas sí le creyeron”.

La pregunta fundamental es: ¿qué significa δικαιοσύνη en


cada uno de estos textos?
158
Mt 3,15: avpokriqei.j de. o` VIhsou/j ei=pen pro.j auvto,n\ a;fej a;r-ti(
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

ou[twj ga.r pre,pon evsti.n h`mi/n plhrw/sai pa/san dikaiosu,nhnÅ

Terminado el relato de la Infancia, Mateo abre un nuevo epi-


sodio con la presencia del Bautista. Éste prepara e introduce la lle-
gada y la proclamación solemne de Jesús como el Mesías de Dios. La
presentación inicial de Juan es corta y concisa, pero contundente,
con dos elementos fundamentales: su lugar en el desierto y su pre-
dicación, exhortando a la conversión. Es muy relevante que la pre-
dicación inicial de Juan contenga exactamente las mismas palabras
que usará Jesús: “Conviértanse, porque se acerca el Reino de los

El estudio completo en Castaño A. M., δικαιοσυνη, en Mateo. Una interpretación


2

teológica, a partir de 3,15 y 21,32, Roma 1997.


Traducción de ∆ΙΚΑΙΟΣΥΝΗ en Mateo

cielos” (3,2 y 4,17). Desde aquí se puede ya empezar a descubrir la


importancia del Bautista y su mensaje en el relato mateano por su
estrecha vinculación con el Mesías. Es una especie de eslabón entre
el “Camino” representado por Juan y el “Cumplimiento” presente
en Jesús.

Antes de iniciar su ministerio, Jesús acude a ser bautizado por


Juan, lo que concuerda con toda la tradición evangélica sinóptica y
juánica, sin embargo en Mateo este momento cobra una relevancia
única. Jesús se acerca para ser bautizado, mientras que Juan intenta
impedirlo. Entonces tiene lugar el diálogo, en el que destaca la res-
puesta de Jesús “Déjalo así, pues ahora conviene que cumplamos
toda δικαιοσύνην”. Esta respuesta no es fortuita. Tiene connota-
ciones teológicas que trascienden el pasaje del bautismo y adquiere
un carácter programático, pues revela todo lo que implica su
misión mesiánica.

“Cumplir toda δικαιοσύνην” sólo se puede entender desde


la completa misión que el Padre ha encomendado a Jesús: llevar a
cabo su plan de salvación, que inició en Israel y abarca toda la Ley
y los Profetas, de los cuales Juan no es sólo el último, sino que es el
mismo Elías que ha regresado (como lo demuestra Mt 11,14, con-
trario a Jn 1,21). Elías ha vuelto para dar cumplimiento a las expec- 159
tativas mesiánicas. Y si Elías ha vuelto, el Mesías ya puede venir. medellín 180 / enero - abril (2021)

Por otro lado, es innegable que el completo evangelio de


Mateo se ubica en la dinámica del “cumplimiento”, como queda evi-
denciado en muchos momentos, de manera particular por la canti-
dad de citas del Antiguo Testamento, que usan el verbo “cumplir”
(cf. 1,23; 2,15.18; 4,15-16; 8,17;12,17-21; 13,14-15) y por su sen-
tido de “plenitud” (cf. 5,17-46).

En conclusión, la δικαιοσύνη que viene a cumplir el Mesías,


no se limita al bautismo como acto aislado, sino que expresa todo
el programa que debe realizar en su misión mesiánica, es decir, eje-
cutar el “Plan de Dios”. El bautismo constituye el punto de partida
del “cumplimiento de toda δικαιοσύνη”, ya que aquí tiene lugar el
encuentro entre las dos grandes etapas de la historia de salvación.
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

Juan el Bautista, en su calidad de Elías que ha regresado, representa


las esperanzas profético-escatológicas de Israel, mientras que el
Mesías representa el cumplimiento de las mismas, recogiendo,
revalorizando y dándoles plenitud. El Mesías y su Precursor esta-
blecen una conexión esencial, pues efectúan la interacción entre los
dos momentos de la única historia de la salvación, que se encuen-
tran y enlazan, el “camino” y el “cumplimiento”, conforme al Pro-
yecto salvador de Dios.

Mt 21,32: h=lqen ga.r VIwa,nnhj pro.j u`ma/j evn o`dw/| dikaiosu,nhj

Este texto recoge y sintetiza la misión del Precursor del


Mesías. El contexto es “la parábola de los dos hijos”, en la presen-
tación mateana del aumento en la tensión entre Jesús y los líderes
judíos y la urgencia de la fe en los discípulos. La entrada en Jerusa-
lén (Mt 21,1-1) marca un momento crucial, al ser Jesús reconocido
y aclamado como el Hijo de David. Llega a la Ciudad Santa para cul-
minar su misión mesiánica acontece en la dinámica del cumpli-
miento (cf. Mt 21,5). En el contraste más fuerte entre fe e incredu-
lidad tiene lugar la llamada parábola de los dos hijos, en la que se
evidencia que la genuina fe se expresa en cumplir de la voluntad de
Dios, conforme a su Plan de salvación.
160
Que Juan venga “por el camino de la δικαιοσύνη” es suma-
mente importante para Mateo, porque este evangelio contempla
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

toda la historia de salvación, como una sola, dinámica y creciente,


con dos etapas: el camino y su cumplimiento. Esta historia, con-
forme al plan salvador de Dios, dio inicio con las promesas hechas
a Israel, en el Antiguo Testamento. El camino abarca todo el reco-
rrido efectuado por el pueblo hebreo, acompañado por la Ley y los
Profetas. Esta primera etapa del camino llega hasta la aparición del
Mesías, quien viene a dar cumplimiento a todo. Ahora bien, esos
dos momentos de la única historia salvífica, “camino y cumpli-
miento”, aunque se distinguen y el más importante es desde luego
el cumplimiento, no se separaran abruptamente. Por el contrario,
ellos se encuentran y se fusionan de manera asombrosa, de manera
que el cumplimiento no se entiende sin el camino, pero a su vez éste
carece de sentido sin el cumplimiento.
Traducción de ∆ΙΚΑΙΟΣΥΝΗ en Mateo

CONCLUSIÓN

Mateo ha tejido su evangelio con un hilo conductor teológico


fundamental: la historia de la salvación, conforme al plan de Dios,
es una sola, en una línea continua y creciente, que parte desde la
“génesis” (cf. 1,1) y apunta hasta la “consumación de los siglos”
(cf. 28,20), con dos etapas básicas: “camino y cumplimiento”, las
cuales se encuentran, se engarzan y se funden.

El momento central de todo acontece con la llegada del Mesías,


cuya misión es definida como “cumplimiento de toda δικαιοσύνη.
Con esta expresión programática, Mateo sintetiza el su objetivo
principal: llevar a cabo el plan salvífico divino, asumiendo y reali-
zando todo lo querido por el Padre, a través de la historia, sin can-
celar los pasos del camino. Antes bien, los recoge, los asume y los
lleva a su plenitud, en una dinámica de “continuidad-superación”.

Para Mateo los pasos del camino no se anulan ni cance-


lan, sino se continúan, se superan y llegan a plenitud. Por eso, la
misión del Mesías se encuentra y se conecta perfectamente con
al Antiguo Testamento, siendo Juan el Bautista un eslabón funda-
mental. Él es la figura que representa al resto fiel de Israel, pero
sobre todo, siendo Elías que ha regresado, recapitula las esperan- 161
zas proféticas y escatológicas. Para Mateo, donde llega a su punto medellín 180 / enero - abril (2021)
más alto el camino de la δικαιοσύνη, allí mismo da inicio el cum-
plimiento de toda δικαιοσύνη. Jesús es el Mesías esperado, “el
que había de venir, el que viene y el que vendrá con poder y glo-
ria”, mientras que el Bautista, es Elías quien “viene en el camino
de la δικαιοσύνη”.

La llegada de la plenitud exige también un nuevo modo de


existir para la comunidad mesiánica. Por eso la vida de los discípu-
los no puede ser distinta a la del Maestro y en total consonancia con
la δικαιοσύνη que ha venido a cumplir, como Mesías prometido.
De aquí la importancia de que los discípulos vivan conforme a ella,
a partir de lo exigido a Israel, pero ahora con una mayor plenitud,
tal como es enseñada por él, en el Sermón de la Montaña.
Adolfo Miguel Castaño Fonseca

La nueva δικαιοσύνη asume las exigencias de Dios al pueblo


judío, pero las supera y les otorga un sentido más pleno. De este
modo, la δικαιοσύνη de los discípulos sólo puede ser compren-
dida desde el cumplimiento que ejecuta el Mesías, llevando a pleni-
tud todo lo querido por el Padre en su Plan de salvación.

162
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 163-168 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

La traducción de Mc 9,11-13

Santiago Silva Retamales

1. TEXTUS RECEPTUS Y TRADUCCIONES DE Mc 9,11-13

E
l textus receptus («recibido como original») en castellano
de Mc 9,11-13 lo representan traducciones tanto como la
de Bover – O´Callaghan como la Biblia de América, es decir,
Biblias que se inclinan más por la traducción de equivalen-
cia formal como la primera o más por la de equivalencia dinámica o
funcional como la segunda:

Bover - O´Callaghan Biblia de América

911 Y le preguntaban diciendo: 911 Y le preguntaron:


¿Cómo dicen los escribas que Elías
163
¿Por qué dicen los maestros de la
ha de venir primero? ley que primero tiene que venir
medellín 180 / enero - abril (2021)

Elías?

Él les dijo: Elías ciertamente,


12  12 
Jesús les respondió: Es cierto
viniendo primero, restaurará todas que Elías debe venir primero y que
las cosas; ¿y cómo está escrito del restaurará todo, pero ¿no dicen las
Hijo del hombre que ha de padecer Escrituras que el Hijo del hombre
muchas cosas y ser menospreciado? tiene que padecer mucho y ser
despreciado?

Pues bien, os digo que sí ha venido


13 
Les digo que Elías ha venido ya
13 

Elías y que hicieron con él cuanto y han hecho con él lo que han que-
quisieron, según está escrito de él. rido, como estaba escrito de él.

Se trata, pues, de una traducción común, representada por


variadas Biblias.
Santiago Silva Retamales

Sin embargo, la respuesta de Jesús según Mc 9,12 presenta


evidentes dificultades de comprensión1, que Marcus sintetiza del
modo siguiente: «Si Elías hubiera ya restaurado todo antes de que
el mesías viniera, si el desastre de las relaciones humanas hubiera
sido ya eliminado, como se prometía en Mal 4,5-6, ¿qué necesidad
habría de que sufriera el Hijo del Hombre?»2.

Por tanto, ¿no habrá otra posibilidad de traducir el texto


de un modo comprensible con su contexto, siempre basados en
manuscritos y versiones griegas del NT? Es decir, ¿cómo evitar
una traducción literalista en textos como Mc 9,11-13, trasladando
al lector de hoy los sentidos del texto, haciéndolos comprensibles
para él?3.

De aquí la traducción de la Biblia de la Iglesia en América


(o BIA; ed. 2019):

911 Le preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los maestros de la Ley que
primero tiene que venir Elías?».
12
Él les contesto: «¿Así que dicen que tiene que venir primero Elías a
restaurarlo todo? Entonces, ¿por qué afirman las Escrituras que el Hijo
164 del hombre sufrirá mucho y será despreciado?
13
Les aseguro que de todas formas Elías ya vino e hicieron con él lo que
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

quisieron, tal como afirman las Escrituras acerca de él».


1
Así ya I Quattro Vangeli, publicado en 1957 por la Biblioteca Universale Rizzoli, afirmaba
que la respuesta de Jesús, tal como está transmitida por Mc 9,12, «presenta dificultades
de interpretación». Así también varios otros, entre ellos X. Pikaza: la vuelta de Elías
(Mc 9,11-13) «aparece en un texto complejo, de difícil lectura y comprensión, que aquí
sólo podemos presentar de un modo esquemático, sin tener la certeza de entenderlo
en sus detalles más pequeños», Lectura de Marcos (Ed. Verbo Divino: Para vivir el
Evangelio), Estella – Navarra 1995, 128.
2
J. Marcus, El Evangelio según Marcos, 2 vols. (Ed. Sígueme), Salamanca 2011, Vol. II, 738.
3
«Si no se entiende lo escrito por los autores inspirados, la misma Palabra de Dios carece
de eficacia (cfr. Mt 13,19) y el amor a Dios no puede surgir», Francisco: «Scripturae
Sacrae affectus, en el XVI Centenario de la muerte de san Jerónimo», 30 de septiembre
del 2020: «El estudio de la Sagrada Escritura».
La traducción de Mc 9,11-13

2. PROPUESTA DE TRADUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN

La traducción de la BIA tiene en cuenta tres razones:

• La primera es la dificultad de entender «restaurar»


(apokathístemi)4 en traducciones como la de Bover –
O´Callaghan, Biblia de Jerusalén y muchas otras, pues si
Elías viene antes de Jesús a «restaurarlo todo» (Mc 9,12) o
hacer que Israel salga de su estado de desgracia que lo llevó
su rebeldía contra Dios y sea restablecido según la voluntad
de su Señor (lenguaje de «redención» en la tradición profé-
tica del AT), ¿a qué viene el Hijo del hombre cuando sabe-
mos que restaurar o restablecer es precisamente la obra
del Mesías? ¿Cuál es, entonces, el propósito del sufrimiento
y desprecio de Jesús ya anunciado por Dios en la Escritura?
(Mc 9,12). ¿Quién en realidad es el que restablece todo?,
¿Elías o el Hijo del hombre y su misterio pascual?
• La segunda razón es entender como pregunta con
algunas Biblias5, con varios comentaristas del pasaje6 y con

4
Apokathístemi aparece 8 veces en el NT: Mt  12,13 y 17,11; Mc  3,5; 8,25 y 9,12;

Lc  6,10; Hch  1,6; Heb 13,19. Los verbos griegos apokathistáo / apokatastéso, ambos
de apokathístemi, significan «poner todo en su estado primitivo, donde estaba o
165
como estaba antes; traer de vuelta; restaurar; restablecer; restituir». Cfr. W. Bauer,
medellín 180 / enero - abril (2021)
A Greek–English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian literature (The
University of Chicago press), Chicago – London 1979, in locus; L. Coenen, E. Beyreuther
y H. Bietenhard, Diccionario teológico del Nuevo Testamento (Ed. Sígueme), Salamanca
1984, Vol. IV, 36-38; H. Balz y G. Schneider, Diccionario exegético del Nuevo Testamento
(Ed. Sígueme), Salamanca 1996, Vol II, in locus.
5
Ver, por ejemplo, Mc 9,11-12 en Nueva Biblia Española (1975); Nuevo Testamento de
Mateos – Alonso Schökel (21987); Nuevo Testamento de Juan Mateos (2010). Algunas
otras traducciones en vez de «restaurar» traen otros verbos para la misión de Elías,
identificado con Juan el Bautista, más en consonancia con la función que le corresponde
a un «precursor».
6
Según M. Zerwick, la partícula hóti de Mc 9,11 podría estar en lugar de tí (= día tí)
con el significado de «así que…», «entonces por qué…» (como pregunta), El Griego
del Nuevo Testamento (Ed. Verbo Divino), Estella – Navarra 2009, nº 222. Cfr. R. G.
Bratcher y E. A. Nida, The Gospel of Mark (UBS Handbook Series), New York 1961, 279-
281; J. Gnilka, El Evangelio según san Marcos (Ed. Sígueme), 2 vols., Salamanca 1986,
Vol.  II 45-49; V. Taylor, Evangelio según san Marcos (Ed. Cristiandad), Madrid 1979,
467-470; E.  Trocmé, L´Évangile selon saint Marc (Ed. Labor et Fides), Genève 2000,
Santiago Silva Retamales

el Códice Beza y otros manuscritos (cfr. más abajo), no sólo


la segunda parte de Mc 9,12: «Entonces, ¿por qué afirman
las Escrituras que el Hijo del hombre…?», sino también su
primera parte: «¿Así que dicen que tiene que venir primero
Elías…?». Al extender la pregunta a la primera parte del
versículo 12, se resuelven las dificultades de comprensión
del texto.

Los maestros de la Ley, siguiendo antiguas tradiciones


sobre Elías7 e interpretando las Escrituras (texto de Mala-
quías), afirman que este gran profeta tenía que venir pri-
mero a restaurarlo todo. Es probable que los discípulos
de Jesús escucharan esta opinión común en su tiempo e
incluso, en contexto de controversia, se enfrentaran con
algunos maestros de la Ley respecto a la identidad y fun-
ción de Jesús como Mesías, altercados que le hacían saber a
Jesús (Mc 9,11).

Por lo demás, el hecho que tenía que venir primero Elías o


alguno de los grandes profetas antes del Mesías o Ungido de
Dios pertenecía a la conciencia religiosa común del pueblo
de Israel en tiempos de Cristo. Jesús se hace eco de lo que
166 afirmaban contemporáneos y escribas y, con referencias
implícitas a las Escrituras (Is 53,3; Sal 22,7; 1 Re 19,2.10),
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

pone las cosas en su lugar respecto a la función de Elías.


Quien tiene que venir a restaurarlo todo no es el profeta
Elías, sino el Mesías, y lo hará mediante el sufrimiento, tal
como se revela en el plan de Dios contenido en el Antiguo
Testamento, plan que Jesús recuerda con insistencia camino
a Jerusalén (Mc 8,31-32a; 9,30-31; 10,32-34).

238-241; J. Mateos y F. Camacho, El Evangelio de Marcos. Análisis lingüístico y comentario


exegético (Ed. El Almendro), 3 vols., Madrid 1993 y 2008, Vol. II, 305-306; 325-329;
Marcus, El Evangelio según Marcos, Vol. II, 737-740.
7
Tres tradiciones sobre Elías se sostenían en el judaísmo del NT: a)- procede de la tribu
de Gad, preparará el camino de Dios y al final de los tiempos será el salvador de Israel;
b)- procede de la tribu de Benjamín y será el precursor del Mesías, y c)- procede de la
tribu de Leví y será el sumo sacerdote de la época mesiánica.
La traducción de Mc 9,11-13

En efecto, el verbo apokathístemi («restaurar») tiene por


sujeto a Jesucristo (Hch 1,6: «Señor, ¿éste es el tiempo en
que restaurarás el reino a Israel?»; cfr. Lc 24,21). Jesucristo
es el designado «para reprender a los hombres del futuro,
para calmar la ira de Dios antes de que estalle, para hacer
volver (epistréfo) los corazones de los padres a los hijos y
restablecer (kathístemi) las tribus de Jacob» (Eclo 48,10).
Por lo demás, la Escritura ya se cumplió acerca de la venida
de Elías, pues éste vino (Juan Bautista) y los dirigentes
de Israel han hecho con él lo que quisieron (Mt 17,13; sin
embargo, ver Jn 1,21).
• La tercera razón es la opción textual que presenta, entre
otros manuscritos y códices, el de Beza (D), del siglo V, que
lee en Mc 9,12: «Si (ei en griego) cuando venga Elías pri-
mero restaurará todas las cosas, entonces, ¿cómo es que se
ha escrito del Hijo del hombre…». Por su parte, manuscri-
tos concernientes al texto paralelo de Mt 17,11 presentan
una puntuación distinta, haciendo pregunta lo que para
otros manuscritos es una afirmación de Jesús: «Él [Jesús]
respondió así: ¿Entonces Elías viene a restaurarlo todo?»8.
Incluso en vez del verbo «restaurar» (apokatastéso) ver-
siones del Códice Beza traen el verbo «informar, contar, 167
proclamar» (apaggéllo), pues debió extrañarles que Juan el
Bautista venga a restaurarlo todo, poniendo en entredicho
medellín 180 / enero - abril (2021)

la función de Jesús, el único Mesías.

Estas variantes, atestiguadas por manuscritos antiguos, bus-


can resolver la cuestión de fondo: ¿quién realmente viene a restau-
rarlo todo?

La pregunta de Jesús en Mc 9,12 es retórica y, al traducirla, así


tiene que ser entendida por el lector de hoy, pues en contexto de
controversia prueba que, según la Escritura o voluntad del Padre, su

8
Además del aparato crítico a Mt 17,11 del Novum Testamentum Graece de Nestle – Aland,
ed. 26 y 28, cfr. R. L. Omanson, A Textual Guide to the Greek New Testament (Deutsche
Bibelgesellschaft), Stuttgart 2006, 28.
Santiago Silva Retamales

función de Mesías en Israel es «restaurar» o «restablecer» su con-


dición de pueblo elegido de Dios, lo que lo hará, según la Escritura,
mediante la entrega de su vida y su sufrimiento, como el Siervo de
Yahveh, para hacer volver a la familia de Jacob, para reunir a Israel
(Is 49,6; 52,13-53,12).

3. CONCLUSIÓN
Como la pregunta retórica lleva en su mismo enunciado la
respuesta positiva o negativa, Jesús enseña —según Mc 9,11-13—
que Juan Bautista «no viene a restaurarlo todo», como afirman los
maestros de la Ley, sino a preparar la venida del Ungido de Dios.

Por tanto, queda claro también que la función de Elías fue ya


realizada por Juan el Bautista a quien, por no creerle, hicieron con él
lo que quisieron (Mt 17,13; Mc 9,13). A Juan no hay que confundirlo
con el Mesías (Jn 1,6-8.15; 3,27-30), pues el Ungido que restaurará
todo, lo hará mediante el sufrimiento y el desprecio, cumpliendo así
lo dispuesto por Dios precisamente para su Mesías (cfr. Is 53,2-3;
Sal 22,7; 118,22-23).

168
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Artículo recibido: 23 de febrero


Artículo aprobado: 24 de marzo
notas
 La Palabra de Dios como realidad fontal
en el Directorio para la Catequesis 2020
César Buitrago López

SECCIÓN
Med. / Vol. XLVII / N.° 180 / Enero - Abril (2021) / pp. 171-192 - ISSN 0121-4977 / Bogotá-Colombia

La Palabra de Dios
como realidad fontal en el
Directorio para la Catequesis 2020

César Buitrago López*

Resumen
El artículo presenta una mirada del nuevo Directorio de
Catequesis (2020) desde la centralidad de la Palabra de
Dios. El autor se detiene en los numerales que ponen de
manifiesto la fontalidad de la Palabra de Dios en la acción
evangelizadora, resaltando la importancia que se le da a
la Sagrada Escritura como alma o savia de una auténtica
catequesis. El autor en su desarrollo emplea términos
e imágenes que la Iglesia en los últimos años ha venido
recordando desde el paradigma de la Animación Bíblica
de la Pastoral. Dos preguntas fundamentales recorren 171
el presente artículo: La catequesis, ¿desde dónde está
llamada a fundamentar su tarea? ¿Es la Palabra de Dios
medellín 180 / enero - abril (2021)

su fuente?

Palabras clave: Palabra de Dios; Animación Bíblica de


la Pastoral; Catequesis; Catecismo de la Iglesia Católica,
2020.

*
Presbítero. Doctor en teología por la Facultad de Teología del Uruguay (Mons. Mariano
Soler). Titular de la Cátedra de Introducción a la Sagrada Escritura en la Facultad de
Teología del Uruguay. Secretario Ejecutivo del Sector Palabra de Dios de la Conferencia
Episcopal del Uruguay.
The Word of God
as fontal reality in the
Directory for Catechesis 2020

Summary
.

Key words: .

172
medellín 180 / Enero - Abril (2021)
INTRODUCCIÓN

E
n la mañana del jueves, 25 junio 2020, a las 11.30 hrs, en
el Aula "Juan Pablo II" de la Oficina de Prensa de la Santa
Sede, se presentaba el nuevo Directorio de Catequesis (en
adelante DC) elaborado por el Pontificio Consejo para la
Promoción de la Nueva Evangelización con el objetivo de que el
Evangelio permanezca siempre actual en la cultura del encuentro.

Desde el Concilio Vaticano II1, éste viene a ser el tercer direc-


torio. Todos han estado motivados por la necesidad de hacer que
la catequesis responda a los nuevos escenarios culturales que van
caracterizando cada época.
173
Por lo tanto, en el espíritu de que la catequesis responda a las
nuevas exigencias que hoy plantea la evangelización, es que se sitúa
medellín 180 / enero - abril (2021)

este nuevo DC. La globalización, el mundo digital, el lenguaje ade-


cuado para anunciar hoy los contenidos de la fe. El DC de modo
particular señala: el fenómeno de la cultura digital y la globalización
de la cultura.

Así pues, el DC busca responder a los nuevos desafíos de la


evangelización y es en este sentido, que resulta fundamental pre-
guntarnos por el lugar que se le da en él a la Sagrada Escritura, a la
Palabra de Dios, como realidad Fontal, esta visión ha sido marcada
con insistencia en la Iglesia en estos últimos años.

1
El primero en 1971 y el segundo en 1997.
César Buitrago López

Nos planteamos pues, como objetivo, hacer un estudio del DC


señalando la centralidad de la Palabra de Dios. ¿Cómo aparece la
Palabra de Dios en el DC? ¿Qué lugar ocupa? ¿Se plantea la cateque-
sis en la conciencia fontal del Logos?

No es un estudio del DC, ni una breve presentación de este; aquí


nos limitamos fundamentalmente, —como ya se ha dicho—, a valo-
rar el lugar que se le ha dado a la Palabra de Dios en este nuevo DC.

DESARROLLO
Acoger lo antiguo y lo nuevo
Me ha sorprendido gratamente la lectura y el estudio del
nuevo DC descubrirlo permeado desde el inicio hasta el final por
la Palabra de Dios. Ya en la presentación encontramos una primera
referencia a la Palabra de Dios, cuando señala la necesidad de una
formación atenta a las circunstancias de cada persona y al peligro
de una homologación de ser de los individuos. Se afirma que la fe
se transmite por el encuentro interpersonal y se alimenta en la esfera
de la comunidad. Señala con contundencia que ella (la fe) encuentra
su fundamento en la Palabra de Dios, anunciada y transmitida por la
Iglesia, con una Tradición viva que sabe acoger lo antiguo y lo nuevo
174 (cf. Mt 13,52) de las generaciones de creyentes dispersos por todo el
mundo.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

La cita de Mt 13, 52 se constituye en la primera cita bíblica


del DC, aunque sea en la presentación del directorio, reviste gran
importancia, pues se invita a saber valorar lo que se tiene y a buscar
nuevos caminos para seguir adelante. A no anclarse en el pasado ni
asumir la queja como slogan de la Iglesia.

Es importante señalar que el contexto literario de Mt 13,52 es


el discurso de Jesús sobre las notas particulares del Reino de los
cielos y sobre el Dios que en su Hijo Jesús desea reinar2.

Todo el capítulo 13 se conoce como el tercer discurso de Jesús sobre el Reino de Dios,
2

según Mateo.
La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

En el capítulo 13 de Mt encontramos 7 parábolas, siendo las 3


últimas: el tesoro escondido, la perla comprada y la red repleta de
peces (cf. Mt 13,44-50). Nos encontrarnos al final con la conclusión
a todo el discurso (cf. Mt 13,51-52)3; es decir, que la primera cita
del DC corresponde a la conclusión, donde Jesús ha puesto como
ejemplo a un maestro de la ley4.

Aquí se nos revela una clave primordial en la catequesis y ésta


es, que no basta con ser maestro de la ley (de las Escrituras) para
evangelizar, es necesario hacerse discípulo del Señor. Y el discípulo
es el que vive una relación personal con el que es la Palabra por
excelencia. Es el que ha hecho de la Palabra de Dios su fuente, su
savia, su centro de vida.

El DC propone ya de entrada la centralidad de la Palabra de


Dios, pero a su vez interpela a los agentes de la pastoral para que
seamos esos nuevos escribas5 que presentemos toda la riqueza
de la Sagrada Escritura en el lenguaje accesible al pueblo de Dios
para favorecer el encuentro con la Persona de Jesús. El anuncio del

3

Las actitudes que Jesús propone aquí reflejan los criterios que ha seguido Mateo en la
composición de su Evangelio, en donde se busca relacionar lo nuevo con la vida y la
predicación de Jesús y lo viejo con el cumplimiento de las promesas del AT (cf. Guijarro
Oporto: “Evangelio de san Mateo”, en: Guijarro Oporto y García (eds.), Comentario al
175
Nuevo Testamento, 73; cf. Aguirre y Rodríguez, Evangelios sinópticos y Hechos de los
medellín 180 / enero - abril (2021)
Apóstoles, 247-248.
4
«Entonces Jesús les dijo: por eso, todo maestro de la Ley que se ha convertido en
discípulo del Reino de los cielos se parece al dueño de una casa que saca de su tesoro
cosas nuevas y antiguas» (Mt 13,52).
Maestro de la Ley o escriba era una persona entrenada en técnicas de escritura y usado
para registrar eventos y decisiones (cf. Je 36,26; 1Cro 24,6; Est 3,12). Durante el exilio en
Babilonia (533 a. C), todos los que se dedicaban al estudio, interpretación y enseñanza
de la Ley de Moisés eran llamados escribas, maestros o doctores de la Ley. Esdras era un
escriba en este sentido y, por lo tanto, experto en la enseñanza de la Ley (Esd 7,6). Un
grupo profesional de tales escribas se desarrollaron en los tiempos del NT, la mayoría
siendo fariseos (cf. Mc 2,16). (Cf. Nuevo Testamento BIA, 803).
5
La imagen del escriba instruido en el Reino de los cielos es evocadora. El escriba
cristiano es el depositario de un tesoro que incluye lo nuevo y lo viejo; de ese tesoro el
escriba cristiano saca lo nuevo y lo viejo, porque actualiza esa tradición a fin de mostrar
su relevancia en situaciones siempre cambiantes. Este esfuerzo de actualización es sin
duda prioritario, ya que la sentencia, rompiendo el orden lógico, menciona primero lo
nuevo y después lo viejo (cf. Levoratti: “Evangelio según san Mateo”, en: CBL NT, 347).
César Buitrago López

Evangelio es el testimonio de un encuentro que permite tener los


ojos fijos en Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado en la historia de los
hombres, para dar cumplimiento a la revelación del amor salvífico
del Padre.

En la introducción al DC encontramos la referencia a Mt 28,19


donde nuevamente se plantea la necesidad de la renovación de la
Iglesia, señalando que la catequesis ocupa un rol fundamental en
esta tarea, pues del Señor ha recibido el mandato de ir a la misión,
bajo la guía del Espíritu Santo. Es pues, la Palabra misma la que
envía, la que acompaña y realiza la misión. El Verbo encarnado pre-
sente en toda la acción evangelizadora sigue siendo lo fundamental
para superar toda contraposición entre contenido y método, entre
fe y vida.

Encontramos en la presentación e introducción del DC dos


referencias bíblicas, ambas del NT y del Evangelio de Mateo.
En la primera con la invitación a renovación, al discernimiento
(cf. Mt 13,52) y la segunda recordándonos la naturaleza del envío
(cf. Mt 28,19).

Jesucristo, fundamento último de lo que la Iglesia es y hace


176 La primera parte del DC consta de 4 capítulos. Aquí propia-
mente empieza el contenido del DC y su primer capítulo ya pone las
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

bases de lo que será todo el contenido. Se parte de una cita bíblica


que hace referencia al misterio de la elección gratuita por parte de
Dios (cf. Ef 1, 4-5). Éste es el fundamento de lo que la Iglesia es y
hace. Dios Padre en su Hijo Jesús nos ha elegido, ha querido revelar
el misterio de su voluntad, se ha acercado y se ha comunicado con
sus hijos. El DC ya en el primer párrafo nos dice que Jesucristo es el
fundamento, que la Iglesia encuentra sólo en Él su identidad y en Él
puede discernir cada día su misión y la forma de llevarla adelante.

Deteniéndose en el misterio de la revelación divina y citando


fundamentalmente la DV 2, pone de manifiesto que este salir de
Dios al encuentro del hombre tiene una nota distintiva: sale como
amigo, quiere entablar un trato amical con todos, no es el Dios que
La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

dicta verdades y espera indiferente que el hombre las lleve a cabo.


Aquí tenemos una nota fundamental de la centralidad de la Palabra
de Dios en el DC y que resulta imprescindible en esta época para la
evangelización: proponer los contenidos de la fe en clave positiva,
dialogal, en clave de encuentro. Al respecto, en este punto el DC se
vale de varias citas tanto del AT como del NT (cf. Ex 33,1; Bar 3,38;
Jn  15, 14-15; Col 1,15; 1 Tim 1,17). Así, indicando que la revela-
ción divina es por pura y gratuita iniciativa de Dios, la Iglesia debe
anunciar al mundo: Él se ha revelado. Él personalmente. Y ahora está
abierto el camino hacia Él.

El numeral 12 del DC, ya finalizando señala el poder perfor-


mativo de la Palabra de Dios. Viviendo como hombre entre los hom-
bres, Jesús no sólo muestra los planes de Dios, sino que lleva a cum-
plimiento la obra de salvación. Lo que dice lo hace. Su hablar genera
siempre una nueva realidad en todos6.

El DC partiendo de la revelación divina (y esa revelación en


definitiva es Jesucristo), en el numeral 15 y sirviéndose de tres refe-
rencias bíblicas (cf. Lc 4,18; Mc 1,15; 1Jn 4,8) afirma: Jesucristo, con
su vida, es la plenitud de la Revelación: es la manifestación plena de
la misericordia de Dios y, al mismo tiempo, de la llamada al amor
que está en el corazón de la persona. Seguidamente señala que es 177
de Él que ha muerto y resucitado y, además, ha dado el don del medellín 180 / enero - abril (2021)
Espíritu Santo, desde donde brotan los verbos de la evangelización:

6
El DC hace notar el giro tan importante que sucedió con el Concilio Vaticano II, pues
supo dar un giro elocuente en cuanto al modo de comprender la revelación de Dios, es
decir, del Dios que acontece. Los padres conciliares introducen un tema fundamental: el
de la comunicación y el del don. No se trata de una simple comunicación de verdades,
sino de la auto comunicación y la auto donación personal de Dios a los hombres. No sólo
es importante escuchar sino también el ver y tocar. No sólo es revelación de palabras,
sino también revelación de acontecimientos. El Concilio repite que Dios se manifiesta en
palabras y obras que se ilustran mutuamente (cf. DV 2). Dicere Dei est facere, en palabras
de santo Tomás de Aquino. De esta forma se indica el sentido original del término hebreo
dabar, que corresponde tanto al decir y al hacer. (Cf. Tomás de Aquino, Super II and
Conrintthios 1, lectio 2).
Dabar deriva de dbr que significa hablar. En el Antiguo Testamento, se usa para designar
la comunicación de Dios con los hombres, su autorrevelación. La totalidad de esa
Revelación se denomina Torá.
César Buitrago López

proclamen (Mc 16,15), hagan discípulos, bautícenlos y enséñenles,


(cf. Mt 28, 19-20), sean mis testigos (Hch 1,8), hagan esto en memo-
ria mía (Lc 22, 19), ámense los unos a los otros (Jn 15, 12).

Con esta secuencia de textos bíblicos el DC deja claro que la


fuente de la catequesis es la Palabra de Dios, que su contenido es
Jesucristo y la identidad del de pueblo de Dios, el mandamiento
nuevo del amor al estilo de Jesús. No es pues, en el DC la Palabra de
Dios un apéndice, sino su realidad fontal. Constatar estas verdades
y ponerlas en práctica en los diferentes ambientes donde somos
agentes de la pastoral significará llevar adelante una evangeliza-
ción con Espíritu, con vida, con entusiasmo de resucitados.

Sólo desde esta experiencia es que se puede esperar una res-


puesta positiva del hombre de hoy. Desde el numeral 17 al 21, el
DC indica la respuesta que se espera del Dios que se revela: la fe
en Jesucristo. Aquí también, se recurre a textos bíblicos (cf. Hch
20,24; Jn 14,10; 20,31), para constatar cómo en la familiaridad con
Él (el hombre) experimenta que camina por senderos verdaderos.
La Palabra de Dios manifiesta la naturaleza relacional de cada per-
sona y su vocación filial, llamada a configurarse con Cristo, de esta
manera, ve colmadas sus aspiraciones más hondas: encuentra lo
178 que siempre buscó y además de manera sobreabundante. La Pala-
bra como realidad fontal se revela como la única que tiene capa-
cidad de llenar de sentido la vida de todo creyente, pero, además,
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

queda claro que se requiere de la respuesta positiva de cada uno:


“Creemos a” Jesús cuando aceptamos su Palabra, su testimonio, por-
que él es veraz (cf. Jn 6,30). “Creemos en” Jesús cuando lo acogemos
personalmente en nuestra vida y nos confiamos a él, uniéndonos a
él mediante el amor y siguiéndolo a lo largo del camino (cf. Jn 2,11;
6,47; 12,44).

Al desarrollar el tema de la transmisión de la revelación en la


fe de la Iglesia, se hace hincapié que la misma es para toda la huma-
nidad. Se recurre a 1Tim 2,4 para recordar el deseo manifiesto
por la revelación de que todo hombre se salve y llegue a la verdad
plena. Es decir, nuevamente se recuerda que la Palabra de Dios que
es Jesucristo llegue a todos; pero, además, se recuerda otra nota
La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

esencial en la fontalidad de la Palabra de Dios y ésta es, su dimen-


sión eclesial. La Iglesia vive con la certeza de que su Señor, que habló
en el pasado, no cesa de comunicar hoy su Palabra en la Tradición
viva de la Iglesia y en la Sagrada Escritura (n. 27). En la centralidad
de la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia, no se puede
prescindir de la Iglesia como casa de la Palabra de Dios.

A su vez, al referirse a la revelación y evangelización se vuelve


a poner el acento que es, ante todo, hacer presente y anunciar a
Jesucristo. Citando a EN 22, se afirma: no hay evangelización ver-
dadera, mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las
promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret Hijo de Dios. En
pocas palabras el DC está afirmando que sólo si comunicamos el
Evangelio como tal, se puede evangelizar, sólo si el Verbo es la savia,
se puede dar la evangelización. Evangelización que el mismo DC
exhorta que se lleve a cabo mediante la pedagogía del diálogo y el
encuentro, a ejemplo de Jesús: Él se detiene a dialogar con cada per-
sona para conducirla suavemente al descubrimiento del agua viva
(cf. Jn 4, 5-42).

En el momento de tratar el tema de la identidad de la cate-


quesis (capítulo 2 de la primera parte), el DC tiene una afirmación
que no es menor: la catequesis al servicio de la Palabra de Dios 179
(cf. n. 55). Ya no es la Palabra, con citas extraídas de la Biblia, despo- medellín 180 / enero - abril (2021)
jándola de sus contextos literarios y de toda su trama redaccional,
la que está al servicio de la catequesis. Lo que se nos dice ahora es
que, la catequesis es tal, cuando le da la primacía al Verbo encar-
nado7. Cuando su ser y hacer es Jesucristo. Aquí está la identidad de
la catequesis con capacidad de responder a los desafíos más varia-
dos del mundo de hoy. En el anuncio del kerigma el sujeto que actúa
es el Señor Jesús.

7
Verbum Domini 74 señala: El encuentro de los discípulos de Emaús con Jesús, descrito
por el evangelista Lucas (cf. Lc 24,13-35), representa en cierto sentido el modelo de una
catequesis en cuyo centro está la «explicación de las Escrituras», que sólo Cristo es capaz
de dar (cf. Lc 24,27-28), mostrando en sí mismo su cumplimiento. De este modo, renace
la esperanza más fuerte que cualquier fracaso, y hace de aquellos discípulos testigos
convencidos y creíbles del Resucitado.
César Buitrago López

En la base de todo envío está la Palabra de Dios (cf. Mc 16,15;


Mt 28,19). El catequista es enviado por la Palabra, confiado a la Pala-
bra, espejo de las palabras y obras del que lo ha enviado. Cuando el
DC se refiere al tema de la catequesis y la formación permanente en
la vida cristiana (cf. nn. 73-74), expresa con total claridad que es la
Sagrada Escritura realidad esencial para el progreso en la vida de
fe. Su centralidad en la catequesis permite transmitir de una manera
vital la historia de la salvación y «fomentar, pues, el conocimiento
de las figuras, de los hechos y las expresiones fundamentales del
texto sagrado.

La finalidad de la catequesis (cf. nn. 75-78) es poner no sólo


en contacto sino en comunión, en intimidad con Jesucristo: sólo Él
puede conducirnos al amor del Padre. Es decir, la finalidad de la cate-
quesis es poner en el corazón de todo creyente la Palabra de Dios,
que es Jesucristo. Que se llegue a compartir sus mismo anhelos,
deseos y estilo de vida (cf. Flp 2,5). El encuentro con Cristo invo-
lucra a la persona en su totalidad, conduciéndolo a un nuevo naci-
miento (cf. Ef 4,24; Rom 12,2). Tarea de toda catequesis es formar
en el estilo y la vida en Cristo. Educa en el seguimiento del Señor,
de acuerdo con las disposiciones descritas en las Bienaventuranzas
(Mt 5,1-12), que hacen manifiesta su propia vida. «Jesús explicó con
180 toda sencillez qué es ser santos, y lo hizo cuando nos dejó las Bien-
aventuranzas (cf. Mt 5,3-12; Lc 6,20-23). Son como el carnet de iden-
tidad del cristiano.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Es muy importante la conciencia que manifiesta la Iglesia en


el DC en el momento de indicar la tarea de la catequesis. Se deja
totalmente claro que es poner al creyente en íntima relación con
el Logos. Todo gira en torno a un centro del cual no se puede pres-
cindir: Dios Padre que se ha revelado en su Hijo Jesús y que, por
la acción del Espíritu Santo, sus palabras y sus obras han quedado
consignadas en la santas Escrituras y ellas son hoy, para el creyente
la única fuente de vida verdadera.

La centralidad de la Palabra de Dios también resuena en la


oración (cf. n. 86). El Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos inefables (Rom 8,26). Es necesario educar para orar con
La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

Jesucristo y como Él: Aprender a orar con Jesús es orar con los mis-
mos sentimientos con que se dirigía al Padre: adoración, alabanza,
acción de gracias, confianza filial, súplica, admiración por su gloria.
El DC apuesta por una espiritualidad bíblica, que el creyente sea
aprehendido, sumergido en la fuente de la Palabra. De esta forma,
el DC va introduce ya los numerales siguientes en los cuales se va
a detener en presentar la Palabra de Dios como la fuente principal
de la catequesis.

La Sagrada Escritura, fuente primordial de la catequesis


Con tres numerales (90-92) el DC abarcará el tema: Fuentes de
la catequesis, expresando toda la preeminencia a la Palabra de Dios.
Es más, es ella la única fuente y todas las demás sólo adquieren vali-
dez en la medida en que derivan de la Sagrada Escritura (cf. nn. 27
y 90). Cuando se llega a este punto en el estudio del DC un lector
amante de la Palabra de Dios, no puede más que agradecer y afian-
zar la certeza de que el Espíritu Santo es quien reconduce a la Igle-
sia a una primavera cuyo fundamento es la Palabra Santa. Poner en
el centro del ser y hacer, de la vida y misión de la Iglesia la Palabra
de Dios, es volver al principio fundante de todo cuanto existe. Por
eso, es fundamental que la Palabra revelada fecunde radicalmente la
catequesis y todos los esfuerzos por transmitir la fe (EG 175).
181
El numeral 91 del DC se presenta como el alma, fuente y savia medellín 180 / enero - abril (2021)
de la Palabra de Dios en la acción catequética de la Iglesia. Con 13
referencias a las Escrituras, tanto del AT como del NT, se presenta
(como) la matriz de una catequesis animada por la Palabra de Dios
desde el primer encuentro hasta el final de la existencia humana.

La Sagrada Escritura, que Dios ha inspirado, toca profun-


damente el alma humana, más que cualquier otra palabra.
La Palabra de Dios no se agota en la Sagrada Escritura, por-
que es una realidad viva, operante y eficaz (cf. Is 55,10-11;
Hb 4,12-13). Dios habla y su Palabra se manifiesta en la crea-
ción (cf. Gn 1,3ss; Sal 33,6.9; Sab 9,1) y en la historia. En los
últimos tiempos, «nos habló por su Hijo» (Heb 1,2). El Uni-
génito del Padre es la Palabra definitiva de Dios, que estaba
en el principio junto a Dios, era Dios, presidió la creación
César Buitrago López

(cf. Jn 1,1ss) y se hizo carne (cf. Jn 1,14), naciendo de mujer


(cf. Gál 4,4) por el poder del Espíritu Santo (cf. Lc 1,35)
para morar entre los suyos (cf. Jn 1,14). Al regresar al Padre
(cf. Hch 1,9), lleva consigo la creación redimida por Él, que
fue creada en Él y para Él (cf. Col 1,18-20).

Las dos primeras referencias bíblicas en este numeral (91),


están orientadas a demostrar la eficacia de la Palabra de Dios y a su
vez, afirmar que la Palabra de Dios no se agota en la Sagrada Escri-
tura, pues ella es una realidad viva (cf. Is 55,10-11; Hb 4,12-13). Con
dos imágenes, la primera agrícola (cf. Is 55,11) y la segunda antro-
pológica (cf. Hb 4,12), el DC marca un cuadro completo, tanto ad
intra como ad extra. De esta forma se está expresando de manera
clara la fuerza y el dinamismo de la Palabra de Dios, a la vez que
expresa de manera concreta lo que está llamado a generar una
catequesis cuya fuente sea la Palabra de Dios. Cuando la Palabra de
Dios contenida en la Escritura sirve para alimentar la identidad del
discípulo y su misión; entonces la catequesis tiene la fuerza para
vincular vitalmente al creyente con Jesucristo8.

Con 3 citas bíblicas (cf. Gn 1,3ss; Sal 33,6.9; Sab 9,1), el DC


recuerda que el hablar de Dios, tiene poder para decir y hacer, sin
182 que este hablar que se quede sólo en un ruido. La creación se revela
como una muestra del poder creador de Dios por medio de su Pala-
bra, la historia está signada por los acontecimientos salvíficos de
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Dios. Dios acontece en hechos concretos que marcan la historia


humana. Existe en sus Palabras una desproporción evidente entre
el signo verbal y la realidad que éste produce. En las Palabras de la
Escritura hay algo que actúa más allá de toda explicación9.

8
Deseo sobre todo subrayar que la catequesis «ha de estar totalmente impregnada por
el pensamiento, el espíritu y las actitudes bíblicas y evangélicas, a través de un contacto
asiduo con los mismos textos; y recordar también que la catequesis será tanto más rica y
eficaz cuanto más lea los textos con la inteligencia y el corazón de la Iglesia… La actividad
catequética comporta un acercamiento a las Escrituras en la fe y en la Tradición de la
Iglesia, de modo que se perciban esas palabras como vivas, al igual que Cristo está vivo
hoy donde dos o tres se reúnen en su nombre (cf. Mt 18,20). (VD 74).
9
Buitrago López, César. Fontalidad de la Palabra de Dios en vista a la nueva evangelización.
T. I. CELAM, Bogotá 2019, 96-97.
La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

Seguidamente presenta la plenitud del hablar de Dios en su


Hijo (cf. Hb 1,2). Palabra definitiva de Dios, que estaba en el prin-
cipio junto a Dios, era Dios, presidió la creación (cf. Jn 1,1ss) y
se hizo carne (cf. Jn 1,14), naciendo de mujer (cf. Gál 4,4) por el
poder del Espíritu Santo (cf. Lc 1,35). A continuación, las refe-
rencias al NT acentúan la solidaridad de Dios que por medio de
su Hijo que se ha hecho Hombre (cf. Jn 1,1.14), ha compartido en
todo, la realidad humana hasta morir y resucitar, para ser ahora el
Viviente (cf. Ap 1,18), el único que tiene Palabras de vida eterna
(cf. Jn 6,68). Por eso, al regresar al Padre (cf. Hch 1,9), lleva con-
sigo la creación redimida por Él, que fue creada en Él y para Él
(cf. Col 1,18-20).

Como ya lo he señalado, el numeral 91 es, en cuanto a la fon-


talidad de la Palabra de Dios en el DC el más sustancial y decisivo,
ya que a través de una serie de referencias bíblicas recorre como en
una película la historia de Israel y la historia propiamente del pue-
blo del NT. Desarrolla de tal forma, las referencias del ser y hacer
de la Palabra de Dios que la muestra con toda su acción poderosa
y a su vez en el misterio humano y frágil de su pasión y muerte.
Recuerda que Dios en su Hijo ha vencido la muerte y que hoy es
para toda la humanidad el Viviente. Desde esta óptica, el DC plantea
una catequesis cuya fuente es la Palabra de Dios que sabe acompa- 183
ñar todas las vicisitudes humanas, las asume, redime y transforma
otorgándonos el don de la vida nueva.
medellín 180 / enero - abril (2021)

Una catequesis con estas características será siempre propo-


sitiva, con voluntad operativa que exhala la frescura del Resuci-
tado. Me anima a afirmar, será una catequesis con futuro, porque
estará cimentada en la Palabra que hace nuevas todas las cosas
(cf. Ap 21,5).

El mismo DC (93) recuerda la promesa del Resucitado de asis-


tir siempre con su Espíritu toda la acción catequética de la Iglesia
(cf. Mt 28,20; Mc 16,15; Jn 20,21-22; Hch 1,8), así mismo, que los
haría maestros de la humanidad en relación con la salvación, trans-
mitiendo la Palabra de Dios oralmente (Tradición) y por escrito
(Sagrada Escritura).
César Buitrago López

Hacia el final del capítulo II, el DC refiriéndose a otra de las


fuentes de la catequesis, habla de la “belleza” (cf. nn. 106-109), y
resulta muy iluminador que todo el desarrollo de estos numerales
estén todos centrados en la Sagrada Escritura. Recurriendo al tes-
timonio consignado en los libros sagrados, afirma que la fuente de
toda belleza y esplendor es Dios. En sintonía con nuestro estudio
podemos afirmar que toda belleza y esplendor está en la Palabra,
la misma que se hizo carne, hueso, don y posibilidad de vida nueva
para la humanidad.

Con dos citas del AT y siete del NT el numeral 107 profundiza el


sustantivo belleza en dos direcciones: por un lado, la belleza que se ha
hecho visible en Jesucristo: toda la belleza se concentra en la persona
de Jesucristo, revelador de Dios y «resplandor de su gloria, semejanza
perfecta de su ser» (Heb 1,3), y por otra, la belleza que representa el
mensaje de Jesucristo para la humanidad: su Evangelio es fascinante
porque es una noticia hermosa, buena, alegre, llena de esperanza. Él,
«lleno de gracia y verdad» (Jn 1,14). Ha dicho bellas palabras que con
su eficacia sanan las profundidades del alma: Tus pecados quedan
perdonados (Mc 2,5), Tampoco yo te condeno» (Jn 8,11), tanto amó
Dios amó al mundo» (Jn 3,16), Vengan a mí todos los cansados y abru-
mados por cargas, y yo los haré descansar (Mt 11,28).
184
De esta manera, el DC recuerda la importancia de que la cate-
quesis tenga presente la vía de la belleza, porque toda belleza puede
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

ser un sendero que ayuda al encuentro con Dios. Para presentar la


Via pulchritudinis se tiene que estar siempre fundamentados en la
Sagrada Escritura. Cuando la catequesis se aparta de la Palabra de
Dios, corre el riesgo de transformarse no en espacio de evangeliza-
ción sino de adoctrinamiento.

En el numeral 127, al referirse el DC a la contribución de las


mujeres en la catequesis, se vuelve a presentar una serie de refe-
rencial bíblicas (siete en total), todas del NT para resaltar el papel
valioso de las mujeres en la tarea catequética.

Jesús con sus palabras y gestos enseñó a reconocer el valor


de la mujer. De hecho, las quiso con él como discípulas
La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

(cf. Mc 15,40‑41) y confió a María Magdalena y a otras muje-


res la alegría de llevar a los Apóstoles el anuncio de su resu-
rrección (cf. Mt  28,9‑10; Mc  16,9‑10; Lc 24,8-9; Jn 20,18).
De igual manera, la primera comunidad, sintió la necesidad
de hacer suya la enseñanza de Jesús y acogió como un don
precioso la presencia de las mujeres en la obra de la evange-
lización (cf. Lc 8,1-3; Jn 4,28-29).

La Sagrada Escritura, fuente de la pedagogía en la catequesis


La segunda parte del DC se titula: el proceso de la catequesis
y comienza con el capítulo V del Directorio que se titula: la peda-
gogía de la fe (cf. nn. 157-181). Este capítulo es desarrollado desde
la lógica de la pedagogía divina que se ha revelado en la Sagrada
Escritura. La Revelación es la gran obra educativa de Dios. De hecho,
también puede interpretarse en clave pedagógica. En ella encontra-
mos los elementos característicos que pueden conducir a identificar
una pedagogía divina, capaz de inspirar profundamente la acción
educativa de la Iglesia. La catequesis también sigue las huellas de la
pedagogía de Dios.

Un capítulo rico en referencias bíblicas: 34 en total. Cita al AT


13 veces y al NT 21 veces. Por medio de estos pasajes bíblicos el
DC presenta la pedagogía que hoy debe asumir la catequesis. Su 185
modelo es el mismo que encontramos en toda la historia de la sal- medellín 180 / enero - abril (2021)
vación y su objetivo la salvación del género humano que se realiza a
través de una original y eficaz pedagogía de Dios a lo largo de la his-
toria. Dios en la Sagrada Escritura se revela como un Padre miseri-
cordioso, un maestro, un sabio (cf. Dt 8,5; Os 11,3-4; Prov 3,11-12),
que encuentra al hombre en la condición propia y lo libera del mal,
atrayéndolo hacia Él con lazos de amor.

La Palabra de Dios, contenida en los libros sagrados se pre-


senta, por lo tanto, en este capítulo como el medio más eficaz para
la catequesis. Así, la Palabra de Dios, que es fuente de la catequesis,
es también su contenido y su pedagogía. Claramente el DC mani-
fiesta muy bien la conciencia de una Iglesia que ama, vive y propone
la Palabra de Dios, no sólo como el alma de la teología sino como
brújula en la vida del ser y hacer de la Iglesia que conduce a sus
César Buitrago López

hijos a buen puerto. Asumir la pedagogía que nos revela la Palabra


de Dios no es otra cosa que darle toda la primacía a su acción eficaz
y transformante. Es la certeza que en todo proceso evangelizador el
alma de todo cambio auténtico es el Espíritu Santo.

Al ser la Palabra de Dios el modelo de la pedagogía catequética,


se comprende la importancia que tiene el primer anuncio, el primer
contacto, el respecto por el otro. No se llega al otro para imponer
un modo de pensar sino para compartir una experiencia de vida.
Como Jesús sabrá formular preguntas que afecten en lo concreto la
existencia (cf. n. 160). Él ha enseñado la verdad a lo largo de su vida.
Les planteó preguntas (cf. Mc 8,14-21.27). Les explicó con mayor
profundidad lo que proclamó a la multitud (cf. Mc 4,34; Lc 12, 41).
Les enseñó a orar (cf. Lc 11,1-2). Los envió a una misión no solos, sino
como una pequeña comunidad (cf. Lc 10,1-20).

También el DC recuerda la importancia de la respuesta posi-


tiva que cada persona está llamada a dar como consecuencia de
haber sido renovado y hecho hijo (cf. Is 59,19), lo cual suscita en él,
el querer como el actuar (Flp 2,13). Interesante que en este tiempo
el Directorio recuerde que en toda acción catequética o evangeli-
zadora no es propiamente iniciativa humana como tal, sino conse-
186 cuencia de haber sido alcanzado por el amor y la misericordia de
Dios. Es decir, la fuente o el origen de todo misionero está en una
iniciativa gratuita de Dios. Recordar esta verdad nos hace bien para
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

no caer en la tentación de pensar que en algún momento tenemos


derecho de pasarle factura a Dios por todo lo bueno que hemos sido
(cf. Lc 18, 10-14)10.

Como el modelo pedagógico de la catequesis es el ser y hacer


de Dios tal y como ha quedado consignado en la Sagrada Escri-
tura, se entiende por qué el DC en el numeral 168 sea explícito
al afirmar: sin un mensaje claramente trinitario del Evangelio,

La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha


10

primereado en el amor (cf. 1Jn 4,10); y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa
sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para
invitar a los excluidos (EG 24)
La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

por Cristo al Padre en el Espíritu Santo, la catequesis traicionaría


su peculiaridad.

En esta fontalidad de la Sagrada Escritura en la catequesis, tal


y como lo plantea el DC, el corazón de ella será Jesucristo vivo y
operante. El anuncio del Evangelio es presentar a Cristo y todo lo
demás en referencia a Él (cf. n. 169). Finaliza el numeral 169 de una
manera hermosa: el mensaje del Evangelio no proviene del hombre,
sino que es Palabra de Dios. Resaltar la centralidad de Cristo anun-
ciándolo, favorece el seguimiento de Él y la comunión con Él. Ahora el
DC nos dice que la Palabra de Dios, además de ser la fuente perenne
de la catequesis, es también el corazón de ella.

La catequesis es ofrecer el alimento de la Palabra de Dios


El DC en el capítulo IX titulado: la comunidad cristiana sujeto
de la catequesis (nn. 283-318), afirma que Dios ha querido reunir
a su Iglesia alrededor de su Palabra y con esa misma Palabra que
se hace Carne y Sangre, alimenta a sus hijos (cf. n. 283). Es decir, su
centro, su polo magnético donde la Iglesia se mueve es la Palabra
de Dios y por eso no puede ni debe ofrecer otro alimento a sus hijos
congregados en ella. Al alimentar a todos los creyentes con la Pala-
bra de Dios engendra hijos para Dios no de un germen corruptible
187
sino incorruptible (cf. 1 Pe 1,23). medellín 180 / enero - abril (2021)

La Iglesia vive y se alimenta de la Palabra de Dios. La Palabra


de Dios es el pan cotidiano que regenera y alimenta continuamente
el camino eclesial. La Iglesia se funda sobre la Palabra de Dios, nace
y vive de ella, con el Cuerpo y la Sangre de su Hijo. Quienes creen
en Cristo han renacido no de un germen corruptible, sino de uno
incorruptible gracias a la Palabra del Dios vivo (cf. 1 Pe 1,23). El DC
citando la DV 1, introduce un tema fundamental para que la Palabra
de Dios sea de verdad la fuente de toda la vida eclesial: la escucha.

María es modelo del Pueblo de Dios, la Virgen de la escu-


cha, que «conservaba todas estas cosas y las meditaba en su
corazón» (Lc 2,19). Así pues, el ministerio de la Palabra nace
de la escucha y se educa en ese arte de escuchar, ya que sólo
César Buitrago López

el que escucha puede anunciar. «Toda la evangelización está


fundada [sobre la Palabra de Dios], escuchada, meditada,
vivida, celebrada y testimoniada. Las Sagradas Escrituras
son fuente de la evangelización».

Me parece fundamental que al tratarse el tema de la Comu-


nidad cristiana sujeto de la catequesis, se ponga el acento en la
escucha de la Palabra. Una catequesis que nace de la escucha de la
Palabra, que hace de la Palabra su fuente, convierte toda la comu-
nidad en una sinfonía de la Palabra. Se escucha, se medita, se vive,
se celebra y anuncia. Es necesario que la escucha de la Palabra se
convierta en un encuentro vital, que permite encontrar en el texto
bíblico la Palabra Viva que interpela, orienta y modela la existencia.

La escucha en la Biblia es la palabra clave de la relación del


hombre con Dios. Antes que “ver” el hombre bíblico debe
aprender a “escuchar” (cf. 1Sam 3,1-10; Dt 4,1;18). El mismo
Jesús invitaba constantemente a la escucha (cf. Mc 4,3). El
Padre desde el cielo ordena escuchar a su Hijo: «En esto, una
nube los cubrió con su sombra y una voz salió de ella: este es
mi Hijo amado: ¡escúchenlo!» (Mc 9,7). Jesús declara ante la
pregunta del fariseo que el primer mandamiento es: «Escu-
cha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor. Amarás
188 al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con
toda tu mente y con todas tus fuerzas» (Mc 12,29-30)11.
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

Los agentes de pastoral ofrecerán el pan de la Palabra si pri-


mero la saben escuchar y acoger en su interior, ésta es la insistencia
del DC ya que sólo el que escucha puede anunciar.

En esta misma sintonía el Directorio se refiere a la Pala-


bra de Dios en el numeral 284, pero ahora destacando la liber-
tad inenarrable que la caracteriza, su dinamicidad y potenciali-
dad que ella guarda. Acude a dos citas, una de los Hechos de los

Buitrago López, César. Fontalidad de la Palabra de Dios en vista a la nueva evangelización.


11

T. II. CELAM, Bogotá 2019, 28-29. Cf. También los siguientes textos donde se insiste en la
importancia de la escucha en la Sagrada Escritura: (Dt 18;30,15-20; Neh 1,6; Núm 12,6;
Jos 3,9; Sal 34,12).
La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

Apóstoles (cf. Hch 12,24) y la otra cita de Marcos (cf. Mc 4, 26-29).


Como María, la Iglesia también debe profesar: «Hágase en mí según
tu palabra» (Lc 1,38). La Palabra de Dios es pues el origen de la
misión de la Iglesia.

En este sentido, el DC afirma que la Iglesia desarrolla su minis-


terio como una tarea de mediación: anunciándola en todo tiempo y
lugar; custodiándola, transmitiéndola íntegramente a las diversas
generaciones (cf. 2 Tim 1,14). Y desde la centralidad de la Palabra
de Dios, en la que la Iglesia vive, se pone de manifiesto el nosotros
de la comunidad, donde todos son parte fundamental de la misión.
Gracias a la escucha de la Palabra y a su puesta en práctica todos
se verán involucrados en la evangelización. La unción del Espíritu
(cf. 1Jn 2,20) lo hace partícipe del oficio profético de Cristo y le da
los dones. «Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban
la Palabra de Dios con valentía (parresía)» (Hch 4, 31). Así como la
evangelización, también la catequesis es una acción de la que toda la
Iglesia se siente responsable (n. 287).

Cuando el DC habla de la catequesis y la opción por los pobres


(cf. 385-388) vuelve a fundamentar esta opción con una referen-
cia explícita a la Persona de Jesús. Jesucristo es la motivación pri-
mera de la Iglesia para ocuparse de los pobres. Lo hace acudiendo 189
a cinco citas bíblicas del NT (cf. Flp 2,6-8; Lc 4,18-19; Mt 11,5;
Lc  6,20‑21; Mt 25,40). El encuentro con Cristo, finalidad de todo
medellín 180 / enero - abril (2021)

camino de fe, se realiza de modo especial en el encuentro con los


pobres (n. 387).

La comunión con Jesucristo fin último de la catequesis


La conclusión del DC consta de tres numerales (426-428) y
tienen tres referencias bíblicas, todas del capítulo 15 de 1 Corintios
(cf. 1Cor 15,3-5. 14. 19). Es una conclusión marcada por la Palabra
de Dios, por el Dios que vence, es decir, marcada por el Misterio
Pascual. El Misterio Pascual nos revela toda la belleza de la Palabra
de Dios, es el mismo Logos, vencedor de toda realidad que quiera
arruinar al hombre y el mismo que en la catequesis se propone
como fin último. La comunión con Jesucristo, muerto y resucitado,
César Buitrago López

vivo y siempre presente, es el fin último de toda acción eclesial, y


también de la catequesis (n. 426).

Si en la catequesis se pone desde el inicio el acento en el Mis-


terio Pascual, se logra plantear la vida cristiana en clave positiva, en
clave de vida, de amor y gratuidad. Desde el inicio el horizonte es la
vida y no una serie de normas que es necesario cumplir. La cateque-
sis, por tanto, sería presentar la vida en abundancia que reside en
Jesucristo y que quiere otorgar a todos sus hijos. La Pascua es fiesta,
es victoria, es la luz que vence las tinieblas. Cristianos de Pascua,
cristianos alegres. Como afirma el mismo DC en su conclusión: De
la Pascua de Cristo, testimonio supremo de su Evangelio, surge una
esperanza que va más allá de los horizontes visibles de lo inma-
nente, para fijarse en la eternidad: «Si lo que esperamos de Cristo
se reduce solo a esta vida, somos los más desdichados de todos los
seres humanos» (1Cor 15,19). La catequesis, eco de la Pascua en el
corazón de la persona, invita incesantemente a salir de sí mismo
para encontrarse con el Viviente, Aquel que da la vida en plenitud.

CONCLUSIÓN
El recorrido realizado por el DC desde la perspectiva de la cen-
tralidad de la Palabra de Dios nos ha permitido constatar que cier-
190 tamente la Palabra de Dios se ha asumido desde una realidad fontal.
Permanentemente hemos visto cómo el DC afirma que su origen y
medellín 180 / Enero - Abril (2021)

fin es poner en relación, en comunión con la Persona de Jesús. Tam-


bién es manifiesta e insistente la conciencia expresada en el DC que
toda la misión que realiza la Iglesia tiene como punto de partida el
mandato divino (cf. nn. 1.16.24.25.28.55.92.93.409).

La Palabra de Dios se asume en este Directorio como el alma


y contenido de la catequesis. Su fuente primerísima es el Logos. Es
más, es Él, la única fuente y todas las demás sólo adquieren vali-
dez en la medida en que derivan de la Sagrada Escritura (cf. nn.
27 y 90). La catequesis extrae su mensaje de la Palabra de Dios,
que es su fuente principal. Por eso, es fundamental que la Palabra
revelada fecunde radicalmente la catequesis y todos los esfuerzos por
transmitir la fe (n. 91).
La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

Que el DC se fundamente y proponga la Sagrada Escritura


como realidad fontal para la catequesis, está expresando el grado
tan alto de toma de conciencia que ha llegado a ocupar en los últi-
mos años la Palabra de Dios en toda la Iglesia. Toda la evangeliza-
ción está fundada sobre la Palabra de Dios, escuchada, meditada,
vivida, celebrada y testimoniada.

Proponer la catequesis y toda la acción evangelizadora desde


el Misterio Pascual, ayudará al hombre de hoy, al hombre de la cul-
tura digital a encontrarse con la belleza de la Palabra de Dios, con el
Logos vencedor de la muerte. Desde el Misterio Pascual, el Evange-
lio libera toda la potencialidad de verdadera humanidad, paz, justi-
cia, cultura del encuentro. Estas energías que están en la base de la
cultura cristiana hacen a la fe más comprensible y deseable.

BIBLIOGRAFÍA
Aguirre, Rafael y Antonio Rodríguez, Evangelios sinópticos y
Hechos de los Apóstoles, Estella-Navarra 1992.

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Nota recibida: 23 de febrero


Nota aprobada: 24 de marzo
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La Palabra de Dios como realidad fontal en el Directorio para la Catequesis 2020

dos años. Eventualmente publicaremos elencos bibliográficos rela-


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siva, ciudad, editorial y año de publicación, cantidad de páginas,
colección a la cual pertenece la obra entre paréntesis indicando el
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Castilho Pereira, William César. Sufrimiento psíquico de los


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Ej. DUNN, James. Jesús recordado. El cristianismo en sus comien-


zos. Estella: Verbo Divino, 2009, pp. 25-31.

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(Apellidos en mayúscula seguido del nombre); título del artículo;
nombre de la revista precedido por la preposición En: ciudad de
publicación, datos periódicos (v., n.); datos cronológicos (mes(es)
abreviados; año); páginas que se citan.

Ej. BÜRKLE, Horst. La esperanza en otras religiones. En: Selec-


ciones de Teología, v. 36, n. 144 (oct-dic. 1997), pp. 339-348.

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Medellín 155 Iglesia y ciudad
Medellín 156 Liturgia y catequesis
Medellín 157 Memoria, Gratitud y Palabra
Medellín 158 La alegría del Evangelio
Medellín 159 El discipulado misionero en la vida religiosa consagrada
Medellín 160 Temas 1975-2014 y tesis de investigación
La alegría de acompañar la evangelización de las
Medellín 161
familias
Medellín 162 Evangelización liberadora y comunión
Medellín 163 América Latina y El Caribe cantan Laudato si’
Medellín 164 La misericordia se hace. Hacia una pastoral misericordiosa
Amoris Laetitia. Comentarios pastorales
Medellín 165
latinoamericanos
Medellín 166 Iniciación Cristiana y Animación Bíblica de la Pastoral
Formación presbiteral - Nueva etapa del Equipo de
Medellín 167
Reflexión Teológica Pastoral
Medellín 168 Francisco ¡Tú eres Pedro!
Diálogo ecuménico y experiencias de inculturación:
Medellín 169
hacia una cultura del encuentro
Los dos ejes para la conversión pastoral desde el
magisterio del Papa Francisco: misericordia y ternura.
Medellín 170
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desde y para los jóvenes
Segunda Conferencia General del Episcopado
Medellín 171
Latinoamericano. Las Ponencias en Medellín
Medellín 172 La dimensión social de la evangelización
Medellín 50 años: Profecía, Comunión y Participación
Medellín 173
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Cristo vive en medio de los jóvenes de América Latina y
Medellín 174
El Caribe. Comentarios a Christus Vivit
Una Iglesia con rostro propio: reflexiones en torno al
Medellín 175
Sínodo Panamazónico
Perspectivas de la realidad socio-pastoral en América
Medellín 176
Latina y El Caribe: claves de lectura
La nueva realidad: Reflexiones en tiempos de pandemia
Medellín 177
y postpandemia
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Medellín 178 Teología del Pueblo y Pastoral Popular. Una propuesta
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