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DIEZ LECTURAS Y UN CAFÉ

JORGE MORALES ALISTUM

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-Entiendo vuestro entusiasmo por el café. En ese local lo sirven de
tal manera que levanta el espíritu de todos los que lo toman.
Montesquieu a Voltaire en: Un café con Voltaire. Conversaciones con los
grandes espíritus de la Ilustración.

Foto de portada: Dominio público

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LISTA DE ARTÍCULOS
PRÓLOGO

1. EL GRAN MERCADO

2. PROTECCIÓN Y BIENESTAR ANIMAL

3. COVID Y OTRAS TRIBULACIONES DE LA VIDA

4. SOBRE LA VEJEZ

5. ROBUSTEZ BIOLÓGICA Y LAS AMENAZAS A LA VIDA

6. LA EDUCACIÓN EL MAESTRO Y LA SOCIEDAD

7. LAS DOS CARAS DE LA TORTILLA

8. EL JARDÍN BOTÁNICO EN SU CENTENARIO

9. NOS SOBRAN LOS MOTIVOS

10 ELOGIO DE LA APERTURA

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PRÓLOGO
Esta publicación es una segunda versión
recortada, de Veinte Lecturas y un café. Acá se
han retirado los artículos de contenido más
técnico, para dejar aquellos con carácter de
artículos y ensayos, con excepción del primero
que es un relato. Cada uno, está referido
principalmente al contexto nacional. Se trata de
escritos que han sido elaborados a lo largo de los
últimos años hasta 2022.
En lo esencial, los distintos artículos se
presentan tal como fueron escritos en su inicial
momento, pero cuando se estimó conveniente,
se realizaron las modificaciones necesarias para
adecuar su contenido al paso del tiempo.
Esta publicación se ofrece al amable lector que
decida tomar un espacio de su tiempo en leerla.
A la información y a la reflexión consiguiente que
pueda resultarle de utilidad, ojalá se agregue el
ocasional deleite que pueda encontrar en la
lectura de estas páginas.

J.M.A.

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EL GRAN MERCADO

Durante siete días y siete noches, comerciantes, agricultores,


productores y artesanos, procedentes de todas las partes del
país, reunidos en un gran terreno, ofrecían sus productos a
un público inmenso, conformado por compradores, curiosos,
turistas y estudiosos. Ni viento, ni frío, ni lluvia. Hasta la
naturaleza se había puesto de acuerdo para favorecer la
realización del Gran Mercado, puesto que, frutas, flores y
verduras que no eran de la época, se encontraban ahora
disponibles, y en grandes cantidades.
Se trataba de un evento que no solo era un mercado, era la
verdadera feria nacional; más aún, era la más representativa
exposición cultural, si por cultura se entiende el conjunto de
elementos materiales, intelectuales y espirituales que
comprenden los conocimientos, las creencias, el arte,
costumbres, aptitudes y actitudes compartidos por los
miembros de una sociedad.
Era curiosa la segregación que se practicaba por género,
para vender determinada clase de artículos. Así, cierta clase
de productos era ofrecida sólo por hombres o sólo por
mujeres, en tanto que otros productos eran vendidos
indistintamente por hombres o por mujeres.

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Las unidades de medida variaban según la clase de producto.
Se utilizaba la red, el bulto, el ciento, la docena, la mano, el
manojo, el quintal, la libra, la onza, la yarda, la vara y el pie.
Prevalecía el sistema de medida inglés. También se utilizaba
el tamaño: las sandías grandes, por ejemplo, tenían un
precio, las pequeñas otro, en tanto que las de tamaño
intermedio quedaban para el regateo. Algunos productos
utilizaban sus propias unidades de medida, como la panela
que se vendía por carga de 32 pantes, cada uno de los
cuales constaba de 8 marquetas.
En el área de frutas, las más grandes, dispuestas en
promontorios; las pequeñas, dispuestas en redes, costales,
cajas o canastos. Melones de cáscara lisa o reticulada.
Cocos tiernos o sazones.
Manzanas de Chichicastenango; ciruelas, melocotones de
Salcajá y membrillos de San Juan el Obispo, que se
consumen para el día de Corpus.
Naranjas amarillas de Rabinal y verdes de Escuintla. También
casi toda la variedad de cítricos como limón, naranja agria
para el salpicón; toronjas de pulpa rosada, mandarinas y
limas de delicado aroma por el aceite esencial que se
desprende cuando se exprime la cáscara.
Anonas, sincuyas, guanábanas, chirimoyas y papauces de
Santa Rosa. Sunzas y canisteles, injertos y chicos. También
caimitos y sapotes de grandes semillas llamadas sapuyules
generosas en aceite.

Mameyes de tres pepitas. Matasanos de Panajachel, donde


los llaman ajacheles. Aguacates de tierra caliente que se

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distinguen por su cáscara delgada y por la pulpa amarilla, y
aguacates del altiplano de cáscara gruesa y rugosa. Algunos
aguacates aguanosos, dulzones, otros con argeño y otros sin
ningún defecto.
Peruleros de Palencia; güisquiles espinudos o sin espinas,
redondos, o piriformes. Se vendían crudos o cocidos.
Algunos compradores se los comían poco después de
comprarlos; aprovechaban hasta la semilla después de
remover el retículo fibroso que la envuelve.
Bananos de todas clases: guineo criollo y morado, de seda y
de oro, guineo de pájaro de Cobán y guineo de San Antonio
de Huehuetenango y guineo manzano y majunche. Plátano
de Ocós y de La Blanca; algunos plátanos cuaches que la
gente rehúsa por temores infundados.
Mango colorado como cachete de muchachito; mango de
coche, mango pitudo y de amatillo con lágrimas de resina
coagulada en la superficie; también mangos verdes para
comer con limón y sal.
Jocote de corona, jocote jobo y amarillo; carambolas ácidas
para frescos o para decoración en tajadas transversales por
su forma de estrella de cinco picos; tamarindos con vaina
para hacer fresco o para hacer bolas azucaradas; higos por
ciento y guayabas para elaborar colochos.
Nance, granadillas, papayas, marañones y uvas de
Usumatlán. Fresas de Zaragoza y de Santa Cruz Balanyá.
Drupas de cerezo silvestre de Huitán y frutillas de sauco para
hacer jaleas; piñas y pitahayas de El Jocotillo. Manzanas de
agua, frutos de patashte y melocotón de olor de frutos

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elipsoidales rojizos usados para decoración o para aromatizar
recintos.
Ayotes para cabecera, esféricos o con forma de corneta;
paternas o cushines y vainas de guapinol de semillas
envueltas en un arilo pulverulento de sabor y olor
característico.
Las frutas jugosas, con sus respectivas tajadas para muestra,
que las vendedoras proporcionaban gratuitamente a los
clientes para que constataran por ellos mismos, la calidad del
producto que se les ofrecía.
En el área de raíces, bulbos y tubérculos: papa de
Concepción Chiquirichapa; ichíntales, camote blanco y
morado; yuca cruda o cocida; malangas y jícamas con forma
de trompo; manitas de jengibre, así como cebolla y ajo de
Aguacatán.
Verduras de Almolonga y verduras orgánicas de Santa María
Cauqué; chufles, huisnayes y macuy. Amaranto para los
alborotos de San Martín Jilotepeque y harina y atol de
amaranto de San José Poaquil; pepita para el mazapán de
cajeta, la chancaca, los ejotes en iguashte y el boxbol a base
de maíz con hojas de ayote de Salamá.
Pacayas tepejilote de Cobán. Hojas de chipilín, flor de izote,
loroco y flor de pito. Manías de Huehuetenango, horneadas
en horno de leña; habas y arvejas peladas o con vaina;
semilla de marañón, nueces de macadamia, ajonjolí, que
también lo llaman ajonjolín. Coyoles, nísperos y manzanillas,
llamadas tejocotes en México, para hacer en dulce o para
elaborar rosarios de Nochebuena.

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Una gran variedad de chiles frescos y secos, picantes y semi
picantes, amarillos, verdes, anaranjados y rojos. Chile
chamborote, guaque, pasa, tolito, chile amarillo, chile verde,
jalapeño, chiltepe, chiltepillo, habanero, cobanero,
cahabonero, pico de paloma, pico de gallina, siete caldos,
serrano, Santo Domingo, pimiento, diente de perro, chocolate,
lengua de gallina, cola de alacrán, chile de relleno, sambo,
chile chiquito, sapillo, muco, huixtla, ululté, chulín, campana,
piquín, mulato, pasilla, chihuacle, cascabel, de árbol.
Tomate rojo y verde para chirmol; también tomate de árbol de
Todos Santos. Miltomate con cáscara escariosa. Berenjenas
moradas con forma de huevo. Anacates, hongos de cajeto y
hongos silvestres de El Petén para hacer las empanadas de
Xiquinché.
Maíz blanco, amarillo y negro en grano. Elotes que los
compradores inspeccionan para establecer si son aptos para
cocer o para asar. Tuzas para envolver tamalitos, para
elaborar muñecas de tuza de Uaxactún y para elaborar los
rosarios de feria.
También se ofrecían diversos alimentos elaborados a base de
maíz, arroz o trigo, como para despertar el apetito de los
compradores: tortillas, pishtones, totopostes, cambrayes,
tamalitos de elote, chepes, tayuyos con frijol camagüe y
tzupinbiles o tamalitos de Lanquín. Atol de elote y niguas de
Palencia con queso y frijol. Salporitas de maíz y arroz;
panito de Comalapa; biriñacas de salpor de Zacapa; pan de
maxtate de Patulul sin levadura; pan batido y pan de yemas,
quesadilla y marquesote de Zacapa.
Frijol negro, blanco y colorado; frijol de rienda y de suelo, frijol
pacho y pocajul, perome y chaján, siete caldos y piloy, piligüe
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y tereso, aluvia de Totonicapán y chamborote, mamaquén de
Cobán y frijol luna, vellano y talete de Jocotán, así como frijol
bolonilla de El Quiché.
Achiote en grano o en masa para darle color y sabor al tobic y
al caldo casho en escudilla de barro de Totonicapán. Café
molido a la vista, de primera, de regiones, de Cobán, de
Antigua, de Fraijanes, de Barillas, de El Chuvá; café de
segunda y hasta de tercera mezclado con maíz chonete
tostado. Chocolate en almendra que las compradoras
adquirían para tostar y moler y elaborar las tortas de
chocolate de una libra.
Cibaque en rollo para amarrar tamales y para elaborar los
sopladores de San Andrés Sajcabajá; hoja de mashán; sal
negra de Sacapulas; cal de Cabricán; teteretas amarillas para
adornar los sombreros de Esquipulas; pashtes de
Chiquimulilla, para ser usados como esponjas de baño.
Corozo, manojos de ocote, que los compradores examinan
minuciosamente antes de comprar para verificar que las
astillas reúnan las características deseadas de combustión;
carbón por red, por libra o en bote doblado para que le quepa
menos; tapas y bolas de rapadura para las melcochas cafés;
puros de tabaco elaborados en la aldea Loma del Viento de
Zacapa; miel de abejas en botella con tapón de olote; caña de
azúcar para chupar o para hacer guarapo; queso de Zacapa
con sabor a orégano silvestre; crema de Taxisco, mantequilla
de Pinula y queso chancol de Joyabaj; leche al pie de la
cabra.
Plantas ornamentales que se venden como flores de corte por
manojo o por docena sin esperar las tres fechas del año de
mayores ventas: el día de San Valentín, el día de la Madre y
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el día de los Santos: rosas y gladiolas, crisantemos y
cinerarias, delfinias y azucenas, lirios y agapantos,
siemprevivas y nardos, cartuchos y alhelíes, malvas y
estaticias, dalias y margaritas, gipsofilias y ambrosías,
caléndulas y girasoles.
Plantas ornamentales de flor o follaje, en maceta o en bolsa,
listas para su trasplante: azaleas y buganvileas, violetas y
pensamientos, begonias y fucsias, gloxinias y anturios,
espatifilos y aglonemas, gardenias y hortensias, prímulas y
cartuchos, petunias y clavelinas, choreque y capuchinas.
Plantas medicinales y especias frescas o deshidratadas:
manzanilla y sanalotodo, anís de chucho y milenrama, cola de
caballo y altamisa, hierba luisa y borraja, hierba del cáncer y
romero, citronela y té de limón, ruda y llantén, albahaca y
apazote, verbena y amargón, hierba buena y mejorana,
tomillo y timboco, sábila y calaguala, caulote y valeriana,
eneldo y pericón.
En el área de pescados y mariscos, especies de ríos, de
estuarios y de mar, del Atlántico y del Pacífico: guachinangas
y juilines, mojarras y dorados, meros y lenguados, curvinas y
bonitos, barracudas y bagres, róbalos y pargos, cangrejos y
jutes, almejas y caracoles, camarones y mejillones, sin faltar
el pescado seco de Semana Santa, el camaroncillo salado y
el pescadito plateado y seco de Atitlán.
Además, otros animales vivos o beneficiados, pero ninguno
que estuviera en peligro de extinción, por ejemplo,
destacaban junto a las bulliciosas palomas de Castilla, las
aparentemente pusilánimes palomas espumuy.
Artículos para el hogar; herramientas, utensilios de uso diario,
adornos, juguetes y artesanías. Muebles de pita, de mimbre,
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de bambú y de ratán; muebles de teca de Retalhuleu;
candelas de sebo y de cera vegetal de Cobán; bucules de
calabaza para guardar tortillas; jícaras de Rabinal, cofres o
arcones de Nahualá; tecomates para ser usados como
cantimploras; chalchigüites o collares con dijes de ojo de
venado, frijoles rojos y lágrimas de San Pedro; bolas de jabón
de coche; guacales de morro y de calabaza; mecapales de
cuero o pita, cacaxtles para transportar artículos delicados;
petates de tul, lazos, muñecas de trapo de Sacatepéquez;
canastos de caña de carrizo y caña de vara de Santa Clara
La Laguna; sombreros de El Jícaro; hamacas de pita de
Guastatoya; suyates para poner de colchón debajo de las
sillas de montar; vajillas de barro vidriado de Jalapa;
escudillas, floreros, ollas, apastes y candeleros; papeleros y
lámparas de bambú de San Carlos Alzatate; frutas y verduras
de arcilla barnizada; tecolotes de alcancía de San Felipe de
Jesús.
Hierro forjado de Antigua; vidrio soplado de Cantel; botas de
piel de lagarto, de mantarraya, de pitón, de anguila, de iguana
y de toro de las zapaterías de Pastores; sillas para montar y
fundas para machete de Taxisco; marimbas de tecomates y
marimbas de teclas de hormigo y cajones de cedro de San
Pedro Carchá; escobas y cepillos de palma de Camotán;
morrales y matates de pita de maguey; canastos y paneras
de hoja de pino de San Pedro Pinula; lana de oveja de Canillá
para hacer los ponchos de Momostenango.
Hondas de hule canche con cuerpo de madera con figura de
quetzal; escudillas de barro de Comitancillo; platería de
Cobán y artículos de bronce de Chiantla. Escapularios y
adornos de Esquipulas; figurillas mayas y figuras de
barrigones olmecas de La Democracia y El Asintal; vasos
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polícromos de barro; pitos de pajarito hechos de barro
llamados xules; flautas de caña y chirimías; macetas de chipe
con figura de mono; piedras de moler y morteros de roca
volcánica; máscaras de jade de Antigua; paletas y molinillos
de madera; pelotas de tripa de coche que en realidad son de
hule natural; antigüedades de verdad y artículos sólo con
apariencia de antiguos; barro de Chinautla en polvo por libra
para tratamientos faciales.
Productos de las morerías de San Cristóbal Totonicapán y de
Sumpango: trajes de satín, máscaras de papel maché y
máscaras de madera de venados, monos y jaguares,
fantasías y espejos utilizados en bailes de El Costeño de
Purulhá, Los Sacatunes de San Miguel Uspantán, del
Venado, del Torito, El Toro Somatón, baile de Moros, La
Conquista, La Vieja, La Negra, La Pedida, La Chavona,
danza El Animalito, el Paabank, Xibalbá, baile de los 24
Diablos, Los Tantuques de Cunén, el baile de los Tirijupas de
Santa María de Jesús, el Tabal de Sololá y el baile El
Chiclero y El Caballito de Tata Vicente de San Francisco
Petén.
Lociones y pócimas mágicas: siete hierbas, siete machos,
quiero trabajo pronto, agua espiritual del poderoso rey San
Pascual, poderosa loción del duende, loción de San Alejo,
chuparrosa y loción de San Judas Tadeo. Copal para quemar
y para masticar. Maximones sentados con traje negro y
santos de madera como San Antonio y San Pascual Bailón.
Pinturas naïf de Comalapa, de Patzún, de Tecpán, de
Santiago Atitlán, y de San Pedro La Laguna; algunos cuadros
originales, otros pintados en serie. Textiles y prendas de
vestir: huipiles, capixayes, sutes, chalinas, tocoyales, gorros,
sacos y camisas. Collares, brazaletes, dijes y aretes de
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Antigua elaborados con ópalo, plata, coral, piedraluna, citrino
y amatista.
El último día del Gran Mercado en el cielo, globos de
Comalapa y barriletes de Sumpango y Santiago; cohetes de
vara, olor de incienso y de corozo; adorno de hojas de pacaya
y pino regado; palo volador, cascarones y confeti de carnaval;
chicharras de plumas pintadas, vendedores de algodones de
azúcar, chupetes y hojuelas con miel; pajaritos que con su
pico levantan el papelito de la suerte. Música de marimba y
sonidos de silbatos de barro, tortugas y teponascles y sonajas
se confundían con las plegarias de las Rezadoras de Taxisco,
las Curanderas de San Lucas Tolimán y con los Contadores
de cuentos y anécdotas de Zacapa. Alfombras de aserrín
pintado sobre las que desfilaban fieros y gigantes y también
los vendedores de remedios para cien males.
Junto a las torteadoras que no dejaban de dar vuelta a las
tortillas en los enormes comales, se percibían los aromas de
los cocimientos, provenientes de los apastes, las ollas y las
pailas. Mientras tanto, la gente saboreaba algunos de los
muchos platos regionales disponibles: subanique en tortera
de San Martín Jilotepeque; pepián mestizo de tres carnes de
Palín; cocido de res con ichintal, güisquil y trozos de elote
amarillo; chojín chichicasteco, mutas envueltas en huevo de
Camotán; piloyada antigüeña, guiso de hongos de cajeto de
Patulul; kakic de Cobán, caldo casho con achiote; tasajo de
Alta Verapaz, revolcado de Suchitepéquez; frijoles con
apazote de Santa Lucía Utatlán; carne guisada con
miltomate; hilachas, caldo de pata, sopa de yuca, cecina, tiras
de panza, pico de gallo, frijol blanco con espinazo; pulique de
gallina criolla; frijoles colorados con chipilín; huevo chimbo;
chancletas de güisquil; manita de marrano en chirmol de
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chiltepe; carne adobada, sopa caldosa con macuy; tapado de
Livingston y Puerto Barrios, mojarra frita, sopa de arroz con
camaroncillo y olla podrida de Chiquimula, preparada en olla
de barro enterrada y cocinada con fuego de leña de encino.
Dulce de bodoque con ralladura de limón; torrejas, buñuelos y
turrón cocido a punto de bolita. Refrescos de horchata,
súchiles, rosa de jamaica, chan, agua de rapadura y agua de
chilacayote; atol blanco, atol shuco, atol negro de día de
difuntos.
Cuál otro ámbito que no fuese un gran mercado, para
apreciar el mayor número de elementos de cultura, puesto
que ahí se exhibían los productos agrícolas producidos por
los hombres, que los suelos y climas permiten producir; la
amplitud de variedades y formas de plantas cultivadas; el tipo
de alimentos, la manera en que estos se preparan, se
adornan, se presentan, se ofrecen y se consumen; las plantas
utilizadas como adorno, en ceremonias, como medicinas y
para otros usos; el tipo de artículos de uso cotidiano
elaborados artesanalmente, utilizados en la cocina, en
decoración, como instrumentos de trabajo o como utensilios
de uso diario; la conducta exhibida por compradores y
vendedores; el trato de los vendedores hacia los
compradores y viceversa; el sistema de regatear los precios
de los productos; la forma de disponer los artículos para su
venta; el sistema de pesos y medidas y tantos otros
elementos humanos que sólo un mercado puede mostrar.
Las luces y la algarabía del Gran Mercado fueron
consumiéndose lentamente. Un anciano que se encontraba
sentado fumando un puro, viendo a un joven que observaba
algunos artículos que se ofrecían en venta, le dijo: para

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conocer la cultura viva de un país, se debe visitar, no sus
grandes ciudades, sino sus mercados.

Enero 2006

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PROTECCIÓN Y BIENESTAR ANIMAL.


UNA VISIÓN ANALÍTICA

Introducción
Hace poco fue aprobada por el Congreso de la República, la
Ley de Protección y Bienestar Animal, Decreto No. 05-2017,
que tiene como finalidad, regular la relación de los humanos
con los animales, al menos, con algunos de ellos.
La aprobación de leyes que velan por la protección animal
resulta viable hoy, porque es una tendencia mundial, como lo
demuestra el hecho de que diversos países han aprobado
recientemente leyes al respecto, tal es el caso de Perú y
Costa Rica, por citar sólo dos casos.
Hombre-animal: una complicada relación
Los humanos han mantenido históricamente con los
animales, relaciones múltiples y contradictorias. Los animales
han significado para los humanos distintos roles: divinidades,
alimento, diversión, compañía, estorbo, amenaza, maravilla,
sujetos de experimentación científica o auxiliares en el
trabajo.
Un aspecto particularmente conflictivo de la relación histórica
de los humanos con los animales, lo constituye el proceso de
domesticación que inició hace unos 10,000 años.
En la actualidad, el mundo alberga miles de millones de
cerdos, vacas y sobre todo gallinas. Esta magnitud de
poblaciones jamás hubiera sido posible en la naturaleza, sin
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mediación humana, por lo que, desde esta perspectiva
estricta, la domesticación fue un auténtico éxito para dichas
especies. Sin embargo, muchas de ellas, pagaron por su
éxito colectivo, con un sufrimiento individual nunca visto.
La avicultura es, la rama de la ganadería donde el desprecio
de los animales y la desnaturalización de sus condiciones de
vida, ha llegado más lejos (J. Mosterín: El triunfo de la
compasión. Nuestra relación con los otros animales. Alianza
Editorial. 2014). Otro tanto ocurre en la producción industrial
de cerdos y vacas, mamíferos con un sistema nervioso y
cerebral bien desarrollado, capaces de experimentar dolor y
sufrimiento, que han de pasar su vida en recintos confinados,
reducidos a máquinas vivientes de producción.
Consideraciones éticas en el trato hacia los animales
El abordar la naturaleza de la relación de humanos con
animales es un asunto difícil, no exento de controversia; ha
sido abordado en un debate no concluido, en el que ha
participado la filosofía (a través de la ética), la ciencia (a
través de la biología, y las neurociencias), la religión y el
derecho.
Que si los animales tienen alma o no la tienen, que si sienten
o no, que si tienen inteligencia o no, que si tienen conciencia
o no, que si merecen respeto o no, que si son entidades fines
en sí mismas o sólo medios para fines utilitarios.
Existe en la actualidad una discusión sobre si los animales
tienen o no derechos. Quizá sea más conveniente, tal como
lo señala Carlos Goñi Zubieta, reservar el concepto de
derechos (subjetivos) para los humanos, entendiendo por
tales, a la potestad moral de la persona ante los demás sobre
algo que se tiene como propio y que es determinado por la
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ley o los tratados y hablar, en cambio, de obligaciones de
nosotros para con los animales.
Aspectos relevantes que contiene la ley
La Ley de Protección y Bienestar Animal, viene a sustituir la
Ley Protectora de Animales, Decreto No 870-1952.
Reconoce a los animales como seres vivos capaces de sentir
y de experimentar dolor y sufrimiento, así como capaces de
percibir el bienestar. Establece normas para la protección,
tenencia, trato y comercialización. Tipifica los actos de
crueldad. Vincula la crueldad para con los animales con una
condición que lesiona la dignidad humana. Vincula el buen
trato, respeto y la compasión por los animales con la ética y lo
identifica como una manifestación deseable a ser extendida
en la sociedad. Establece la necesidad de la educación para
desarrollar la identificación con los animales. Limita y regula
la experimentación con animales en investigación. Regula o
prohíbe, según el caso, el empleo de animales utilizados en
espectáculos públicos destinados a entretenimiento humano
como circos, desfiles y ferias.

Se crea una nueva unidad administrativa encargada dentro


del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, la
Unidad de Bienestar Animal.
La ley categoriza las inobservancias y omisiones sólo como
infracciones, no como delitos, por lo que las sanciones son
pecuniarias en todos los casos y no privativas de libertad.
Debilidades de la Ley
Al igual que la anterior Ley Protectora de animales, la
principal limitación que tiene la presente Ley radica en su falta
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de referencia a animales domésticos de producción industrial
y que para el caso del país son, principalmente gallinas,
cerdos y vacas, que constituyen, con mucho, el mayor
volumen poblacional de animales, siendo estos, los animales
que más sufren dadas las condiciones en las que puede
transcurrir su vida.
Tomando en cuenta el papel que juega la producción animal
en la economía y alimentación humana, no se esperaría que
la Ley contemplara significativas regulaciones, pero, en el
presente caso, no se aborda en absoluto.
No quedan prohibidas las peleas de gallos, pero sí las de
perros.
La Unidad de Bienestar Animal queda adscrita al Ministerio
de Agricultura, Ganadería y Alimentación y varias de sus
funciones están relacionadas con animales de compañía, en
donde el MAGA no parece ser la entidad más apropiada.
El artículo 59, inciso b) considera infracción grave la venta de
animales de compañía en sitios públicos, como las vías
públicas, mercados u otros establecimientos no autorizados,
disposición que, según se ha podido constatar, no ha sido
atendida. Habrá que considerar que varios mercados
tradicionales en el interior de la república, tienen como
tradición, la venta de animales de compañía, junto con
animales para consumo humano.
Conclusiones
Si esta Ley expresa en uno de sus considerandos “Que es
necesario regular el trato con los animales en cuanto a
atención y servicio proporcionados a los mismos, para
garantizar el bienestar animal”, debe valorarse junto con otras

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normas jurídicas en el país tales como la Ley de Áreas
Protegidas en lo que se refiere a los derechos de caza de
especies silvestres (Artículos 37 y 39) y la Ley General de
Pesca y Acuicultura Decreto 80-2002, por ejemplo en lo que
respecta a la pesca deportiva del pez vela (Artículo 28), con
el objeto de mantener coherencia en cuanto al compromiso
moral hacia los animales.
Finalmente, cabe decir que la presente Ley es legítima, por
cuanto hay una tendencia mundial hacia una mayor
preocupación social por el bienestar de los animales y,
además, porque al reivindicar las obligaciones de los seres
humanos para con los animales, se está fomentando una
mayor conciencia moral de la población.

Mayo 2017

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COVID Y OTRAS TRIBULACIONES DE LA VIDA

Escribir sobre la pandemia de COVID en un momento en que


prevalece la incertidumbre, es dejar constancia histórica de
esta experiencia que no nos imaginamos llegar a tener y que
ha impactado en muchos aspectos de la vida individual y de
la sociedad.
La Edad Media fue una larga etapa de nada menos que diez
siglos en la historia humana, en la que la teología triunfa
sobre la filosofía y la fe prevalece sobre la razón como
doctrina única de pensamiento con estancamiento de la
ciencia y de las humanidades.
Luego vino la Ilustración, movimiento intelectual y cultural,
primordialmente europeo, que tuvo como declarada finalidad
“el disipar las tinieblas de la ignorancia mediante las luces del
conocimiento y la razón”, hermoso propósito que se resume
en la frase de Inmanuel Kant: “Atrévete a saber”.
Lo anterior puede relacionarse con tres asuntos que ocupan
nuestras prioridades de preocupación: uno tiene qué ver con
la satisfacción material que hace posible la sobrevivencia
diaria, otro es lo inevitable de la muerte y un tercer asunto,
que se refiere a la salud.
Nos referiremos al segundo y tercero de los problemas
señalados. Vladimir Nabokov dijo que la vida humana es “una
breve rendija de luz entre dos eternidades de tinieblas”. Los
remedios simbólicos para enfrentar la muerte no han variado
desde principios de la humanidad; en el fondo, no los
asimilamos bien, ya en la Odisea de Homero, Aquiles le
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confiesa a Ulises que preferiría ser el último porquerizo en el
mundo de los vivos, que rey en las orillas de la muerte.
Para la tercera materia, la enfermedad, y de manera
particular, la actual pandemia de coronavirus, tratándose de
un asunto que puede afectar a cualquiera, puede ser
encarada únicamente por la práctica de la medicina, la
ciencia y la investigación.
Los actores principales son hoy los médicos, los trabajadores
de salud y los hombres y mujeres de ciencia en los centros de
investigación. Se trata de un retorno temporal de la
Ilustración, en que, superada la tribulación, las voces
arrogantes propias de la Edad Media volverán a resonar.
La actual pandemia es un evento inédito para esta
generación. Ha afectado, además de la salud pública y la
economía, el comportamiento y la psiquis individual y
colectiva. Acá lo que interesa no solo es descartar teorías
conspirativas, sino destacar que se trata de un evento natural,
biológico; es un tema de ciencia pura, de biología pura.
Los humanos somos organismos multicelulares expuestos a
la permanente invasión de formas ubicuas de vida como son
las bacterias, así como de partículas sub celulares
denominadas virus, viroides y priones.
Si no nos aniquilan estas entidades, es porque nuestro
sistema inmunológico trabaja en jornada continua los 365
días del año, protegiéndonos de bio agresiones sin que nos
percatemos siquiera de ello. De cuando en cuando, sin
embargo, algunas de esas minúsculas entidades vulneran
nuestro sistema corpóreo, encaminándonos hacia la
enfermedad y eventualmente hacia la muerte.

23
Este mundo que habitamos está hecho de lo pequeño: el
átomo es la unidad de la materia y la célula es la unidad
funcional de la vida.
El Premio Nobel de Física 1979, Sheldon Lee Glashov dijo
que los humanos estamos a mitad de camino porque somos
demasiado pequeños para ver las galaxias y demasiado
grandes para ver lo minúsculo. Y entre lo minúsculo, están
ciertamente los virus.

Mayo 2020

24
4
SOBRE LA VEJEZ

Vivir es transformar el azar en una elección del propio destino,


pero un destino flexible hasta el final. Pascal Bruckner

No celebramos la vejez sino el haber vivido y el seguir


viviendo.
Viejos son los que ya no tienen proyectos y nosotros los
tenemos.
Celebramos la vida como la mayor y principal riqueza que nos
fue dada.
Así como la gran Violeta de los Andes que, desde Atacama a
la Patagonia, le cantó a la vida por haberle dado tanto, así
nosotros también le damos gracias a la vida, por habernos
entregado más de lo que pudo habernos dado.
¿Que los jóvenes no nos envidian? La juventud es belleza, es
fuerza, es potencia, pero también tiene su carencia. Nosotros
ya estamos acá y ellos no saben si llegarán a donde nosotros
hemos llegado.
Los jóvenes inmersos en sus expectativas miran más hacia el
futuro. Los mayores miran más hacia el pasado en sus
recuerdos. Nosotros, como el dios Jano, miramos hacia
ambos lados, iluminando el futuro con la luz del pasado.
Dificultades superadas de una infancia dura, sin huellas de
reclamo. Memoria que excede los recuerdos de vivencias que
no se agotan. Veladas con amigos que elegimos,

25
prolongadas a veces hasta el amanecer, conversando en
interminables tertulias sin tratar de convencer ni de vencer.
No hace falta acá una lista de virtudes ni reales ni supuestas,
ni de defectos o carencias. La perfección no forma parte de la
aventura de vivir. Nos sabemos exitosos, porque hemos
resistido en el duro deseo de durar, por haber trascendido
dejando huella genética en el mundo.
A la vejez que nos acerca al final, le diremos como
Montaigne: Alargaremos los oficios de la vida todo lo que sea
posible, para que la muerte nos encuentre plantando flores en
nuestro imperfecto jardín. O leyendo, o escribiendo o
enseñando, que es lo que aprendimos a hacer.
Saludar esta vida, interesante, tan llena de misterio. Saludar
la verdad eterna del hecho eterno, de haber participado en la
experiencia de esta vida breve. Celebrar que fuimos y somos
cuando pudimos no haber sido.
Nosotros, que hemos llegado a donde estamos aún
reconocemos que no dejamos de aprender a vivir y a pensar,
no para pasar el tiempo, no para lucirnos ni tan solo para
entretenernos, sino para salvarnos a nosotros mismos, para
que la alegría, la lucidez y la tranquilidad nos acompañen
siempre.
Levantaremos nuestras diáfanas y pletóricas copas, pero esta
vez lo haremos para contemplar la noche de Camus cargada
de presagios y de estrellas, para escuchar el silencio roto sólo
por algo mejor: la sonata Claro de Luna y para decir como el
poeta de Tepic: vida nada me debes, vida estamos en paz.

Octubre 2020.
26
5
ROBUSTEZ BIOLÓGICA Y LAS AMENAZAS A LA VIDA

Pequeños para ser conocidos


Cuando el holandés Antonie van Leeuwenhoek con la ayuda
de microscopios fabricados por él mismo descubre allá por
1860 en una gota de agua, todo un mundo de seres
pequeños, invisibles a simple vista, que viven, nadan y que se
mueven de manera imprevisible, se encuentra con que el
pensamiento de la época no sabe qué hacer con todo ese
mundo nuevo.
Incapaz de atribuir una función a esos seres microscópicos y
de relacionarlos con el resto del mundo vivo, la sociedad los
incorpora como un tema de conversación, de distracción y de
maravilla, pero también, como tema de escándalo, para
aquellos que veían en estos seres microscópicos una especie
de ultraje a todos los seres vivientes y, en particular, al más
noble de entre ellos (F. Jacob. La lógica de lo viviente.
Tusquets. Metatemas 59. p. 27).
El descubrimiento de los microorganismos dio paso a la teoría
microbiana de las enfermedades infecciosas, formulada por
Louis Pasteur y Robert koch según la cual, toda enfermedad
infecciosa tiene su causa en un germen con capacidad de
propagarse entre las personas o a través del aire o material
contaminado. Dicha teoría rompió con los viejos modelos
mentales que atribuían las enfermedades a causas

27
sobrenaturales o a un desequilibrio de los humores del propio
cuerpo.
La teoría de Pasteur y Koch se fundamentó en la observación
experimental y abrió la era del concepto moderno de
causalidad de algo que no solo produce un efecto, sino que
es necesario y suficiente para que el efecto se produzca (Ch.
Volcy. Historia de los conceptos de causa y enfermedad.
2007).
Ahora estamos en plena edad de oro de la microbiología: es
posible secuenciar genomas completos de bacterias y virus;
se conoce bastante sobre la genética molecular y el
metabolismo de microorganismos, sobre la historia evolutiva y
la ecología microbiana, sobre las relaciones hospedador-
parásito y las bases moleculares de enfermedades, sobre
inmunología, diagnóstico y epidemiología y sobre
microbiología sanitaria (Brock Biología de los
microorganismos. 1997).

Ubicuidad de los microorganismos


Los microorganismos están presentes en grandes cantidades
en todas partes, ocupando cualquier espacio del suelo, del
aire, del agua, de los alimentos, del exterior e interior de otros
organismos, así como en la superficie de cualquier objeto
inerte. A esto se le llama ubicuidad de los microorganismos.
Se ha dicho que la carga bacteriana que soporta nuestro
cuerpo es diez veces más bacterias que células humanas.
Sea exacto o no este dato, lo cierto es que muchas partes de
nuestro cuerpo rebosan de bacterias: el colon, la boca, el

28
intestino delgado, la piel y el estómago, en ese orden.
(microbium.blogspot.com/2016/).
Este microcosmos resulta afortunadamente invisible porque el
panorama no sería muy agradable a nuestra vista y además,
es afortunado que sólo unas cuantas de todas esas formas
microscópicas nos afecten, pues de lo contrario nuestra
existencia no sería posible.

Actividades de contagio
Estando los microorganismos presentes en cualquier sitio, no
sólo es fácil, sino inevitable, que entremos en contacto con
ellos, al tocar cualquier superficie u objeto, al manipular
alimentos, al saludar a personas con las formas
convencionales, al hablar con alguien, al estar próximos a
personas, o simplemente al inhalar aire en cualquier sitio.
La mascarilla es un objeto que, cuando no se está
acostumbrado a usarlo de manera continua, resulta
incómodo, pero ya en países asiáticos como Japón, China,
Corea del Sur, Tailandia, y Singapur, la mascarilla había
venido siendo utilizada antes de la pandemia de COVID 19,
para protegerse contra alergias, contaminación y
enfermedades.
En el resto de países, la mascarilla había sido un objeto
utilizado casi únicamente por personal sanitario y, si alguien
que no fuera trabajador del sector salud hubiera salido a la
calle con un tal dispositivo, sin duda habría sido objeto de
sorpresa, cuando no de burla.
Era normal acá con nosotros, expeler flemas, toser y
estornudar a veces estrepitosamente, en espacios abiertos e
29
incluso cerrados y, en el mejor de los casos, cubrirse la boca
con la mano para contener la espiración violenta, para luego
saludar a la siguiente persona con esa misma mano.
Estando acostumbrados a malas prácticas, no las veíamos
como tales, como aquella de soplar sobre las velas del pastel,
cuando que una práctica común en el laboratorio de
microbiología, justamente es la siembra de microorganismos
mediante exhalación hacia el interior de medios de cultivo.
Muchas de nuestras actuaciones en materia de relacionarnos
con las personas, con los alimentos y con los objetos,
cambiarán para bien; así nos contagiaremos menos, no sólo
de patógenos del sistema respiratorio sino de otros tipos, al
costo de ciertos sacrificios iniciales los que, al volverse
habituales, terminarán por ser incorporados en la rutina diaria.

Robustos y vulnerables
Los seres vivos somos sistemas robustos, entendida la
robustez, como la capacidad del sistema a través de sus
procesos, mecanismos y funciones, de soportar
perturbaciones sin ser destruido o alterado significativamente
(Robustez biológica. M. Bertolaso y M. Cerezo, 2017).
¿Cómo es entonces posible que, siendo sistemas robustos,
seamos vulnerables a entidades tan pequeñas como las
bacterias y los virus? Para el caso de los virus se cree que, al
ser partículas que descienden de microorganismos con
organización celular, en el pasado habrían desarrollado una
forma de parasitismo intracelular. Estos parásitos habrían
evolucionado hacia una simplicidad cada vez mayor,
liberándose de estructuras celulares y abandonando procesos

30
metabólicos que les resultaban superfluos en el medio
intracelular. Las últimas etapas de este proceso consistirían
en la pérdida total de una maquinaria bioquímica y un
metabolismo energético propios, que les serían
proporcionados por la célula hospedadora (A. Porto Andión.
Curso de Biología.Bionova.org.es).

Una amenaza entre muchas


COVID 19 es la enfermedad infecciosa más significativa que
ha sobrellevado la actual población del mundo. No es ni la
primera, ni la única enfermedad respiratoria grave. En lo que
va de este siglo han aparecido otras como el SARS y la Gripe
porcina, enfermedades estas, de las vías respiratorias
producidas por coronavirus, a las que hay que agregar las
aparecidas en la década de los noventas y que aún persisten,
como el síndrome pulmonar por Hantanvirus de 1993 en los
EEUU y la influenza aviar de 1997 en Hong Kong.
Hoy la muerte por COVID 19 si sitúa en quinto lugar de
causas de muerte en el mundo. Si esta enfermedad nos tiene
abrumados es por su carácter de pandemia, por su
naturaleza infecciosa y por su tasa de letalidad. Sin embargo,
no hay que pasar por alto que, si bien el año pasado, según
datos de Wikipedia, murieron en el mundo 1.9 millones de
personas por COVID 19, en 2015 (último año con datos
disponibles por la OMS) murieron en el mundo 17.7 millones
de personas por enfermedades cardiovasculares.
Las dos principales causas de muerte a nivel mundial, son la
cardiopatía isquémica y el accidente cerebro vascular, y en
tercero y cuarto lugar figuran dos enfermedades que tienen
que ver con el sistema respiratorio: las infecciones de las vías
31
respiratorias inferiores y la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica. (https://news.un.org/es/story/2020/12/1485362).
Por su parte, en la Clasificación Estadística Internacional de
Enfermedades y Problemas relacionados con la Salud
humana de la Organización Mundial de la Salud -CIE 10-
publicada en junio 2018 (próximamente CIE 11) se presenta
la clasificación y codificación de todas las enfermedades,
daños, accidentes, causas y circunstancias internas y
externas, agrupadas en categorías y sub categorías para un
total de 14,400 causas naturales o provocadas que pueden
perturbar en algún grado el organismo humano. Entre otras,
se mencionan las genéticas, infecciosas, parasitarias,
endocrinas, metabólicas, de los sistemas nervioso,
circulatorio, digestivo, osteomuscular, inmunológico, del
embarazo, parto y puerperio, de la piel, envenenamientos,
traumatismos, problemas ambientales, laborales, sociales,
domésticos etc.
Únicamente para enfermedades infecciosas y parasitarias
ocasionadas por bacterias, hongos, protozoos, helmintos y
virus, el número es mayor al que uno podría suponer. En
cuanto a enfermedades relacionadas con el sistema
respiratorio se tienen registradas 167 sub categorías, de ellas
muchas provocadas por microorganismos y, como se dijo,
están entre las cuatro principales causas de muerte en el
mundo. Somos sistemas robustos, como lo prueba el hecho
de que estamos acá, pero al mismo tiempo nos vemos
sometidos a diversas amenazas de las que los
microorganismos son sólo una parte.

Enero 2021
32
6
LA EDUCACIÓN, EL MAESTRO Y LA SOCIEDAD

La originalidad consiste en decir lo que ya se dijo, solo que de


otra manera

Pájaros feos que cantan es el título de un libro de


conversaciones en las que el protagonista, un escritor y
sociólogo guatemalteco, advierte que detrás del acto de
escribir hay un motor de vanidad y que quien escribe lo hace
para que lo lean y de esa manera hacerse constar en el
mundo. Puede que lo anterior sea cierto, en todo caso, se
trataría de una vanidad precedida por el coraje de pensar.
Este año, al haber llegado a un recorrido de cuarenta años de
ejercicio docente en la División de Ciencia y Tecnología del
Centro Universitario de Occidente, escribo acerca del tema
educativo, a manera de retiro anticipado, reflexionando sobre
el significado de ser maestro, sobre el empeño de enseñar y
de aprender que concierne a todos y en sí, sobre la
trascendencia del hecho educativo como evento social. Las
siguientes líneas recogen entonces, reflexiones que se
ofrecen a quienes en algún momento de la historia recorrieron
junto a nosotros, los caminos de la educación.

33
Enseñar y aprender
Recogiendo lo que diversos pensadores han expresado en
torno al tema educativo, nos aventuramos a plasmar las
siguientes ideas.
En cierta ocasión un intelectual latinoamericano al ser
preguntado qué lo había motivado a seguir la Carrera que
eligió, respondió que había sido el influjo de su profesor de
filosofía en la secundaria, cuando el primer día de clases les
dijo que los temas a tratar en el curso quizá no iban a ser del
interés de ninguno, tomando en cuenta que eran jóvenes con
apegos propios de su edad y que por tanto, quien deseara
podía retirarse, prometiéndoles que no habría sanción
académica alguna para quien tomara tal decisión: nadie
abandonó el salón.
Muchos tuvimos, en alguno de los niveles educativos, algún
maestro que marcó diferencia, que dejó huella en nuestro
intelecto y en nuestro espíritu, maestros a quienes
recordamos con especial agradecimiento, al habernos
proporcionado útiles saberes y habernos fortalecido con su
ejemplo.
Es posible que en esta época sea menos frecuente
encontrarnos con maestros eximios. La mayoría de
profesores transitamos en la medianía y, conscientes de
nuestras limitaciones, no aspiramos a convertirnos en
referentes, sino, en todo caso, a participar de la emoción del
saber, propiciando estilos de comunicación que transmitan la
trascendencia de lo que vale la pena ser conocido.
El maestro enfrenta hoy la apuesta de desplegar su actividad
de mediación, ahí donde la información está al alcance de
cualquiera con solo oprimir un botón. En este océano del
34
saber disponible, en donde todo está mezclado: lo falso y lo
verdadero, lo trivial y lo importante, lo superfluo y lo relevante,
el maestro se asume como orientador y ordenador de ese
caos de información, para que sea el propio estudiante quien
instale los contenidos que recibe en un horizonte de
significado.
La educación de hoy tiene que competir, además, con
alternativas que acaparan la atención e interés de los
educandos, en el mundo de la imagen, de la inmediatez y de
la búsqueda de respuestas fáciles.
Es una ventaja, en las actuales circunstancias, disponer de
facilidades que hacen posible la educación virtual, pero la
tecnología aún con todas sus cualidades, no desplazará
nunca a la figura del maestro, insustituible como facilitador de
aprendizajes y fuente de inspiración de valores por medio del
ejemplo y de la palabra viva.
Los maestros representan el dualismo que significa el ser
productores y productos de la educación. Como productor,
asume el compromiso de establecer vinculación con otras
conciencias, interactuando con potencialidades creativas que
aguardan la oportunidad para encauzarse por medio del
proceso educativo.
Como producto de la educación, el maestro debió haber
vivido previamente el conocimiento que pretendía transmitir:
si eso ocurrió mucho tiempo atrás, lo acompaña la
experiencia acumulada, pero ello a su vez implica, que el
núcleo de la educación que recibió, tuvo que haberse dado en
el contexto de un sistema educativo antiguo y en un mundo
distinto del actual.

35
La educación no es sólo transmisión de conocimientos,
información y habilidades prácticas, si así fuera, sería
suficiente con la capacitación y con la instrucción. La
educación es la transmisión de lo que se considera lo mejor y
más útil: saberes, habilidades, reglas, valores, ideales y
reflexiones. La educación es integración a la cultura, a la
civilización, es desarrollo de la humanidad, a pesar de que se
la quiera reducir a la sola preparación para el trabajo en este
mundo de la producción y el mercado.
Sociedad, cultura, civilización y educación se ordenan en un
bucle de retroalimentación positiva, de manera que una
sociedad que no se interese por la educación de sus
miembros, se perfila en el mejor de los casos hacia una
incierta permanencia, y en el peor, hacia su autodestrucción.
Los dos infortunios sociales que más menoscaban a la
persona en la vida relacional con otros seres humanos, son la
pobreza y la ignorancia. La educación no sólo es el medio
para reparar dichos males, que por lo demás están
relacionados, sino que representa la transformación de seres
biológicos hombres y mujeres, en seres civilizados.
Es la educación el camino por el cual nos procuramos el
conocimiento científico y tecnológico, no meramente empírico
o tradicional; la vía por la que nos vinculamos al progreso de
la humanidad; el cauce por el que nos informamos acerca de
los tesoros de las culturas de siempre; el medio por el que
podemos discernir sobre modelos alternativos de
interpretación del mundo; el espacio en el que cuestionamos
a las ideologías para saber al servicio de qué están; la
manera por la que podemos asumir como propios los
problemas de nuestro tiempo; el canal de búsqueda de la
información relevante; el instrumento que nos abre la
36
posibilidad de acertar con las mejores decisiones; el ámbito
en el que cobra vigencia el ejercicio pleno de la libertad
intelectual.
Quizá la más fértil y emancipadora potencia de la educación
sea la propuesta a desarrollar y ejercer el pensamiento
crítico, a desmontar las certezas y someterlas al tribunal de la
razón, a interrogar las narraciones que se asumen como
verdades para ver qué esconden.
Libertas perfundet omnia luce, -la libertad ilumina todas las
cosas-, dice el lema de dos universidades europeas que
datan del siglo XV, aludiendo a la libertad que el pensamiento
y el juicio crítico confieren al ser humano.
Reconocemos el esfuerzo individual del maestro que a diario
suscribe con responsabilidad, la importante misión que le ha
sido encomendada, emplazando su eventual talento para
lograr que los alumnos compartan con él la emoción y la
riqueza del saber.
Feliz día del maestro, es la frase que suele enunciarse en
esta fecha, reduciendo así su significado a la satisfacción del
deseo humano de felicidad, cuando que, además de esta
necesidad legítima, hay mucho más por reivindicar.
Saludamos también a los estudiantes que asumen su
compromiso educativo con seriedad, esfuerzo y autonomía,
buscando encontrar satisfacción en cada tarea acometida,
trabajada y superada.
Celebramos a la educación que tiene lugar no sólo en la
escuela, sino en cualquier espacio de la sociedad, cada vez
que se piensa, se actúa, se habla o se escribe con rigor, más

37
allá de la simple opinión en la construcción de gobernanza y
ciudadanía.
Id y enseñad a todos es la consigna universitaria que asume
la dialéctica de aprender y de enseñar, que apela a la
vocación pedagógica de cada egresado, cuando se le pide
información y propuestas de solución en los eventos en los
que es requerido.
Se ha dicho que como ciudadanos podemos ver las cosas del
color que queramos, pero que como educadores no tenemos
más remedio que acoger el optimismo. Es preciso reconocer,
no obstante, que el camino de la educación, aquella que
privilegia el discernimiento, está plagado de escollos:
dogmatismo, integrismo, post verdad, falsa información,
entretenimiento y manipulación.
Ojalá que esta nuestra cara patria, como en el mito de Dédalo
e Ícaro, emprenda el vuelo del desarrollo que ha de iniciar
con la educación. Vuelo no tan bajo que la brisa del mar moje
sus alas, pero sí tan alto como se pueda, que el Sol estando
demasiado lejos, no alcance a derretir la cera de sus alas y
en cambio la ilumine con la fuerza de su resplandor, hoy y
más aún mañana, en el complejo y cambiante mundo por
venir.

Junio 2021

38
7
LAS DOS CARAS DE LA TORTILLA

Cada civilización, cada cultura, se ha desarrollado sobre la


base alimentaria de algún cereal: en el Oriente Próximo el
trigo, la avena y el centeno; en Asia el arroz; en África el mijo
y el sorgo y en Mesoamérica el maíz. La importancia del maíz
para los mayas trascendía lo alimentario y ha formado parte
de su origen historia, espiritualidad y religiosidad.
En la actualidad, el maíz continúa teniendo una gran
importancia en la alimentación del guatemalteco; es la
principal fuente de energía al proporcionar más de la mitad de
sus requerimientos de carbohidratos y un significativo aporte
de proteínas, las cuales sumadas a las proteínas
proporcionadas por el frijol, crean un complemento proteico
indispensable para la actividad vital. Muchas familias
guatemaltecas consumen tortillas los tres tiempos de comida.
Se estima que el consumo promedio por familia es de 2.5
quintales de maíz por año y que las 800,000-900,000
hectáreas cultivadas al año no alcanza a cubrir el consumo
nacional por lo cual se debe recurrir a la importación,
principalmente de México.
Literalmente la tortilla tiene dos caras. Utilizada como
metáfora, una cara es generosa y noble, es el alimento.
Luis Cardoza y Aragón describió la parte generosa de la
tortilla en el libro Guatemala: las líneas de su mano.
Reconfigurando lo que dijo podríamos dejarlo así:

39
Por toda América india
el maíz reparte su bondad
sacia la sed
y nutre el cuerpo cansado

Batir de palmas
para que surja su forma solar
sobre el barro que lo ha nutrido
cae a dorarse en el comal

Aroma de maíz que se cuece


cunde delicado por la estancia
pan nuestro de cada día
espera a la comunión familiar

La otra cara de la tortilla, es la cara lacerante: es el proceso


urbano de su elaboración, como a continuación se señala.
La elaboración de tortillas es una tarea cultural que se ha
definido como exclusivamente realizada por mujeres.
Las tortillerías gestionadas por personas que contratan a
mujeres para que se encarguen de dicha labor, son hoy la
modalidad que hace posible que en las ciudades del país, las
tortillas estén disponibles para las familias guatemaltecas
principalmente a la hora del almuerzo, en donde resulta
infaltable el canasto de tortillas en el centro de la mesa.
Se han realizado diversos reportajes publicados en medios
escritos y televisivos del país, advirtiendo y denunciando
sobre la explotación laboral de niñas y adolescentes en las
tortillerías, de manera que la sociedad no puede argumentar
desconocimiento al respecto.
40
Una reciente investigación de julio 2021 titulada: Desigualdad
los 3 tiempos: Investigación sobre las condiciones de vida y
de trabajo de niñas y adolescentes indígenas que trabajan en
tortillerías en los departamentos de Huehuetenango,
Quetzaltenango, Guatemala, El Progreso y Jalapa, realizada
por la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) y
la Agencia Internacional de Desarrollo de los Estados Unidos
(USAID), pone en el centro de la conciencia nacional un tema
que nos dibuja como sociedad en deuda consigo misma.
Siendo la tortilla un emblema culinario e identitario de la
familia guatemalteca, es una paradoja que su disfrute sea a
expensas -en buena medida- de la explotación laboral de
niñas, adolescentes y mujeres que trabajan en las tortillerías
de las ciudades del país.
No sólo se trata de explotación laboral con salarios por
debajo del mínimo, con jornadas diarias de más de ocho
horas durante seis o siete días a la semana. También se trata
de las condiciones físicas en las que transcurre el día a día:
un espacio reducido con hacinamiento en donde se vive, se
sobrevive y se trabaja.
La investigación citada arriba nos abre los ojos a esta nueva
modalidad de marginalidad en el país, una atribulada realidad
que contrasta con los derechos humanos de los que deberían
gozar la niñez y adolescencia. ¿A qué están renunciando
estas niñas y adolescentes en nuestro país? Están
renunciando a todo: a la familia, a la vivienda, a la salud física
y mental, a la educación, a la recreación, al descanso, a la
alimentación sana. Están renunciando a una parte irreversible
y fundamental de su ciclo de vida, donde se forma el carácter
y se nutre el espíritu. Se las está privando de su potencialidad
y de su dignidad.
41
La sociedad en su conjunto está ignorando, normalizando, o
peor aún, justificando esta realidad. Un porcentaje
considerable de ciudadanos justifica el trabajo infantil sobre la
base de que se trata de un trabajo honrado, que se debe a
falta de oportunidades, que con ello contribuyen al
sostenimiento del hogar, que constituye una experiencia de
aprendizaje. Inquietante moral la de una sociedad que
prefiere mirar hacia otro lado.
Si la tortillería es un espacio simbólico de la perpetuación de
las desigualdades sociales en la Guatemala de hoy, el
espacio a donde acudimos para procurarnos la provisión
diaria de tortillas, el grupo de investigadores finaliza su
informe formulándonos una desafiante pregunta: ¿Cómo
seguir garantizando la alimentación de la población urbana
sin que sea a costa de anular las posibilidades de desarrollo y
vida digna de las mujeres, niñas y adolescentes?

Noviembre 2021

42
8
EL JARDÍN BOTÁNICO EN SU CENTENARIO

El 29 de diciembre de 1922 fue inaugurado el Jardín Botánico


de Guatemala en un terreno de 17,600 metros cuadrados en
avenida Reforma y calle Mariscal Cruz zona 10 de la ciudad
de Guatemala.
Anteriormente en ese lugar funcionó la Escuela Práctica para
Varones que los terremotos de 1917-1918 destruyeron por lo
que el presidente Carlos Herrera decidió conceder dicho
terreno al Ministerio de Agricultura y luego a la Universidad de
San Carlos con la finalidad de crear ahí un jardín botánico.
Este año el Jardín Botánico de Guatemala, conocido también
como Jardín Botánico de la Universidad de San Carlos de
Guatemala arriba a sus 100 años de creación.
De conformidad con el Decreto Legislativo 26-97 Ley para la
protección del Patrimonio Cultural de la Nación, este espacio
es Monumento Histórico y forma parte del patrimonio cultural,
sitio de interés público en tanto que es producto de un
ordenamiento humano a través de la composición vegetal con
importancia desde un punto de vista histórico, educativo,
cultural, investigativo, turístico y recreativo.
Representa un oasis verde en la ciudad de Guatemala,
enfocado actualmente en la reproducción y mantenimiento de
especies vegetales endémicas procedentes de distintas
zonas ecológicas del país. Es, además, un sitio de
conservación y de disfrute. Depende administrativamente del
Centro de Estudios Conservacionistas -CECON- de la
43
Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad
de San Carlos de Guatemala.
Cuenta el Jardín con especies vegetales tanto nativas como
introducidas, distribuidas estéticamente en arriates,
contándose con plantas herbáceas, lianas, epífitas, arbustos
y árboles, sobresaliendo entre estos últimos, las añejas
palmas reales y palmas de guano. También se tiene un
estanque para plantas acuáticas arraigadas y flotantes, un
invernadero para orquídeas, numerosos senderos rectos y
serpenteantes recorren el espacio. Estatuas de mármol en
alguna esquina o rincón forman parte del patrimonio cultural y
de cuando en cuando, alguna banca invita al paseante a
detenerse a descansar. En el extremo oriente, el busto de
Carlos Linneo, a quien se debe el sistema binomial de
nomenclatura científica.
Mi acercamiento con el Jardín Botánico ocurrió en 1973,
cuando siendo entonces estudiante de segundo semestre en
la Facultad de Agronomía de la USAC, me correspondía
llevar el curso de Taxonomía Vegetal.
El primer día de clases el ingeniero Carlos Estrada Castillo,
profesor del curso, nos sorprendió a todos al decirnos que no
utilizaría ni el salón de clases ni el pizarrón, y que las clases y
los exámenes serían a cielo abierto en los senderos del
Jardín Botánico.
En efecto, en ese espacio verde transcurrieron las clases y
desde entonces en mi mente y en mi espíritu quedaron
inolvidables y gratos recuerdos del Jardín Botánico y quizá
también, fue ahí donde se encendió mi seducción por la
botánica.

44
Al ingeniero Estrada Castillo (quien tenía una prodigiosa
memoria no sólo para los nombres científicos de las plantas
sino para recordar los nombres de cada uno de los
estudiantes de aquellas numerosas secciones), muchos le
guardaron un especial aprecio.

El Jardín Botánico de Guatemala ha tenido desde su inicio


seguidores y simpatizantes. Desde el connotado Dr. Ulises
Rojas quien fue su primer director, hasta ciudadanos como
don Miguel Contreras, quien dejó plasmado su sentimiento
con respecto a este recinto, en un artículo que escribió en la
página 1 del Diario de Centroamérica del 15 de mayo de
1925:
“En el solar donde Estrada Cabrera hiciera construir el edificio
para escuela práctica de varones y que los terremotos de
1917 echaran por tierra, se va convirtiendo lentamente en el
más precioso jardín en su género que llegue a poseer
Guatemala. A la vera, del sur a oriente, los paseantes se
extasían ante el follaje verde de las ramazones. En el interior
el botánico exigente encuentra las especies todas reunidas
diligentemente, conocidas por la ciencia botánica europea. La
simetría de los arriates con su correspondiente rótulo al pie
de cada mata, da la idea de lo que este jardín botánico
llegará a ser en lo venidero.
Al pasar frente al Jardín Botánico se nos ha prendido en el
alma una grande ilusión: que Guatemala ostente en cada uno
de sus extremos un monumento pintoresco de ciencia y
cultura”.
Ojalá que permanezca por siempre este bello e histórico
Jardín, patrimonio de la Universidad de San Carlos y
45
Monumento histórico nacional. Que surjan otros jardines
como este, como ya lo auguraba don Miguel Contreras. Que
Guatemala, teniendo distintas zonas ecológicas de vida,
cuente con un Jardín Botánico por cada una de ellas, y que
entre los elementos vivos de cada Jardín se incluyan, además
de plantas ornamentales, parientes silvestres de las plantas
cultivadas nativas del país, como una efectiva estrategia de
conservación para la seguridad y soberanía alimentarias. Que
estos espacios constituyan áreas públicas verdes en los
territorios en donde cada vez, son más escasos, a pesar de
su importancia para la salud mental de los habitantes.
El poeta Mario Benedetti se inspiró en un jardín botánico y
escribió el poema A la izquierda del roble; un fragmento del
mismo, ligeramente modificado por el autor de este ensayo,
únicamente con propósitos de adaptación, expresa:

El Jardín Botánico es un parque dormido


en el que uno puede sentirse árbol o enredadera.
El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír en el aire el lenguaje de las plantas

El Jardín Botánico es un parque dormido


que sólo despierta con la lluvia.
Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres paseantes

46
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse, yo me quedo.

Febrero 2022

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NOS SOBRAN LOS MOTIVOS

Panorama mundial
Se dice que nunca se miente tanto como durante la guerra y
antes de las elecciones. La hegemonía unipolar ha convertido
a la civilización occidental en una sociedad orweliana en
donde la realidad exterior prácticamente no existe, sólo
existen las ideas que residen en la mente humana, ideas que
son puestas por quien controla la información.
Como en el mito de la caverna de Platón, estamos relegados,
viendo sólo sombras y cuando por fin alguien salga a ver la
luz de la verdad y regrese para anunciarla, nos habremos
acostumbrado tanto a las sombras que ya no tendremos ni
oídos ni voluntad para escuchar. Al mismo tiempo, quien
regrese encontrará falta de fuego interior para intentar
convencer a nadie.
Si aún al interior de la gran potencia mundial, el poder
económico y financiero es el que gobierna por sobre la
política y la democracia, el margen de maniobra para la
democracia en los países del llamado tercer mundo, es muy
limitado: se les dicta lo que está permitido y lo que está
prohibido, así como las sanciones aplicables en caso de
disentimiento.
Este es el actual mundo unipolar que desde 1992 prevalece
de manera casi absoluta. Un mundo, sin embargo, que se
encamina hacia la tripolaridad o hacia la bipolaridad regional,
derrotero que estará implicado de costosas batallas
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geopolíticas en todos los ámbitos: económicos, financieros,
propagandísticos y militares. El desenlace nadie lo sabe, pero
ojalá la humanidad logre salir adelante, antes de que la
naturaleza desbocada, los microbios o una conflagración
nuclear decreten el final.
Si alguien confiaba en la racionalidad humana, no hay qué
abultarla o al menos no en el terreno de los fenómenos
colectivos. El optimismo de la Ilustración que proclamaba
una gran confianza en la capacidad del hombre para la
construcción de un mundo mejor, en donde la razón sería la
luz que iluminaría a la humanidad, no podía haber previsto un
escenario como el de los siglos XX y XXI.
Debemos reconocer, no obstante, que el desencanto ha
significado la constante a lo largo de los siglos, a tal grado
que la insatisfacción es la respuesta humana espontánea
respecto a lo que en cada momento histórico constituía el
presente.

Panorama nacional
En el ámbito nacional, disponemos de una democracia vacía
de contenido, restringida a elecciones cada cuatro años sin
ningún horizonte de país por elegir. Sin líderes de estatura, ni
instituciones de derecho público mediadores entre la
ciudadanía y el poder político. Una democracia que no ofrece
alternativas de desempeño que, como péndulo, oscile entre la
libertad de mercado y el estado de bienestar para conciliar
intereses e ideologías.
Sin esperar que la política armonice todos los intereses ni que
los políticos conformen una estirpe de virtuosos, nos

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encontramos en una tesitura en la que se ha tocado fondo.
Pero cuidado, si bien los políticos son el rostro visible del
desconcierto, también figuran los grupos obscuros del poder.
Además, ni la élite dirigente del sector privado, ni el capital
transnacional, ni el sistema nacional de justicia, ni la prensa
dependiente y ni siquiera la academia están eximidos de este
clima social.
La corrupción ya no es el problema preeminente, lo ha
sobrepasado la desfiguración del sistema de gobierno, la
ausencia de Estado de derecho, ese orden por el cual todos
los miembros de la sociedad se consideran igualmente
sujetos a la ley, así como la desnaturalización de diversas
instituciones estatales.
Inmanuel Kant en La Paz perpetua dijo que hasta un pueblo
de demonios preferiría formar un Estado de derecho, en el
que los individuos fueran protegidos por las leyes, que quedar
desamparados en un Estado sin leyes, en el que cualquiera
les puede quitar la libertad de decidir el propio futuro.
Hay, además, un gran déficit de profesionales al servicio de
buenos fines. Los profesionales excelentes son ignorados,
marginados, despedidos o exiliados; al tiempo que los pícaros
son absueltos, reinstalados e indemnizados.
Se recurre a la cada vez más usual estrategia de acicalar la
imagen pública, mediante la obtención de títulos fraudulentos,
atribuirse trabajos ajenos de investigación, o a matricularse
en programas de poca exigencia para aumentar de manera
fácil, las credenciales académicas a exhibir, para aumentar el
punteo en procesos de selección para ocupar cargos.
Es nuestro mundo el que está construido de forma que los
hombres virtuosos se encuentran en desventaja con respecto
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a seres inferiores que los dominan en detrimento de la
sociedad. Tal es lo que señala el filósofo húngaro Laszlo
Versenyi al mostrar el destino de Sócrates, cuya sabiduría y
virtud adquirieron una dimensión trágica al hacerlo incapaz de
luchar contra la ignorancia y la maldad de quienes lo
condenaron a escoger entre el exilio y la muerte.
La mentira se ha vuelto común en el espacio público,
pronunciándose con osadía, con alarde, sin remordimiento,
con impunidad mental. Se necesita saber falsificar y al mismo
tiempo creer que no se falsifica.
La inusitada frecuencia con que la audacia se ha puesto al
servicio del descaro, ha venido a devaluar más la ya
desacreditada función política.
Algunos personajes en el ejercicio de su función pública se
rodean de allegados que indiscriminadamente les otorgan la
razón. El aplauso desorienta, no permite distinguir entre el
acierto y el error. Nos recuerda, por contraposición, aquel
emperador que a las alabanzas de sus cortesanos decía:
me llenarían de orgullo de buen grado vuestras alabanzas si
viniesen de personas que se atrevieran a censurar mis
actos dignos de reproche.
La aspiración de posesión individual de riqueza y
suntuosidad material, abominable en el caso de servidores
públicos en ejercicio de su cargo, ha permeado tanto, que ha
llegado a convertirse en un paradigma o modelo a alcanzar
por sobre cualquier otro anhelo. Se trata, no obstante, de un
fenómeno tan antiguo como perpetuo.
La certidumbre es que las ominosas actuaciones de los
actores que hoy presumen su omnímodo poder, no
prescriben en la conciencia colectiva. Desde ya, o más
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temprano o más tarde, se verán expuestos a la condena
moral o legal o a ambas, así como al ostracismo nacional e
internacional.

Panorama universitario
Existe un proceso de deterioro de la Universidad pública cuyo
origen, como se sabe, se ubica en los últimos años de la
década de los setentas y principios de los ochentas, después
de que muchos ilustres universitarios dejaron la universidad,
sea porque fueron asesinados, sea porque se vieron
obligados a recurrir al exilio. El reemplazo de esta generación
intelectual tendría que haber llevado mucho tiempo y acá no
sólo no se logró, sino más bien, muchos de los espacios que
quedaron, fueron ocupados, sobre todo en algunas Carreras
sociales por profesionales que no tenían la preparación
suficiente o la propensión de servicio.
A lo anterior hay que agregar que la nueva Constitución
Política de 1985, le otorgó a la Universidad el derecho de
participar en esferas de dirección tanto públicas como
descentralizadas, así como en comisiones de postulación de
importantes cargos públicos. Varias leyes creadas con
posterioridad, aumentaron la representación de la universidad
pública en distintas entidades, todo lo cual la convirtió en un
codiciado espacio de poder (para más detalles de este tema
ver: Mapa de poder y representaciones de la USAC ante
cuerpos colegiados en el statu quo de Guatemala a mayo
2014. Dirección General de Investigación. Jorge Luis de León
Arana y Rodrigo Alfonso Ponce Chavarría. USAC. Dirección
General de Investigación).

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Desde una perspectiva histórica, cabe mencionar que la
universidad surge en la época medieval en la Europa del siglo
XII, en el contexto de sociedades teocráticas que
evolucionaron hacia la secularización. La misión distintiva de
la universidad ha sido la creación, resguardo, aplicación y
reproducción de saberes, así como la integración de un
espacio privilegiado de discusión de las ideas, al tiempo de
ser un eje de desarrollo social.
Debido a la trascendencia del rol que la universidad cumple
en la sociedad, a los funcionarios que se desempeñan como
autoridades de la misma, se les demanda un perfil destacado
con una excelente reputación, una actuación pública
relevante, así como haber realizado aportes a la ciencia, a la
tecnología, a la cultura o al desarrollo social.
Una fecunda trayectoria académica es el resultado de una
vida de esfuerzo que prioriza el conocimiento, la ciencia y la
investigación. Un académico consagrado puede orientar
temporalmente su experiencia y prestigio hacia la
administración decorosa de su universidad, para luego
retornar a su actividad académica.
Muy distinto es cuando lo que se prioriza es la mala política
asociada a estructuras de poder para allanar el camino en la
búsqueda de puestos relevantes de administración que se
vuelven medios para otros fines. En ese caso, no se pueden
avenir trayectorias académicas como las que aquí se han
caracterizado, con historias personales egoístas persuadidas
de su propia inocencia.
La universidad pública en América Latina requiere de
autoridades idóneas para enfrentar los grandes desafíos en el
actual siglo XXI. Pero no únicamente se trata de autoridades,
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también es responsabilidad de la agrupación de espíritus
libres y cultos que, por antonomasia, es la Academia.
A algunos universitarios no les quedará otra cosa que
recrearse en la nostalgia de épocas pasadas, recordando a
egregios académicos que brillaron con luz propia en el
momento histórico que les correspondió actuar.
Nos encontramos con la dicotomía optimismo-pesimismo. El
aforismo principal del optimismo dice que todo sucede para
bien en el mejor de los mundos posibles, lo cual equivale a
creer que todo está providencialmente dispuesto para que el
bien triunfe sobre el mal.
La virtud del pesimista, en cambio, es tener la capacidad de
no mentirse. Para el pesimismo, nos sobran los motivos.
El filósofo Oriol Quintana lo dijo de esta manera: exiliados en
un mundo de ilusiones, quizá nos falten energías para el
esfuerzo mental que significa el diseñar utopías.
Abril 2022

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ELOGIO DE LA APERTURA

Victoria Camps escribió Elogio de la duda, en que destaca el


valor de someter las ideas a examen, destacando el
escepticismo y los matices por sobre la comodidad del
pensamiento dicotómico.
Quizá sea preferible destacar la apertura, esa disposición a
dejar abiertas las ventanas del pensamiento, permitiendo que
al cerebro arriben nuevas ideas.
La apertura es la actitud de transigencia en lo científico,
ideológico, político, religioso, o incluso en la interacción diaria
con el otro. Contrasta con la rigidez de pensamiento, y con el
oligopolio de ideas adquiridas en la inercia de la cotidianidad,
sin que para su consecución medie la intención ni el esfuerzo
deliberado, o en las ideas contenidas en los relatos o
ficciones del orden imaginado, que edifican la identidad, la
patria, la religiosidad y la ideología, de arraigo profundo.
A la apertura del pensamiento se agrega el conocimiento
relevante, entendiendo por tal, aquel pensamiento destacado
que requiere rigor y búsqueda, y que se aparta de la mera
ocurrencia u opinión que está al alcance de cualquiera.
El conocimiento relevante tiene proximidad con el
conocimiento científico sin ser siempre lo mismo. La ciencia
acepta en la naturaleza, la presencia de los principios de
relatividad e incertidumbre, pero ello no implica que el mundo
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no sea comprensible ni que dejen de reconocerse principios
ordenadores, regulares o consistentes que los convierte en
predecibles.
No es necesario ser persona de ciencia, basta con tener una
actitud científica. Disposición no espontánea, que se adquiere
y se desarrolla mediante la buena educación o la buena
voluntad. Implica ser cauto, mesurado en lo que se afirma.
Significa no imponer ni tratar de convencer más allá de lo
prudente. Estar dispuesto a mostrar las evidencias y
argumentos que sean necesarios, sin pretensiones de
posesión de la verdad.
El conocimiento relevante y científico son elegantes porque
tienen la virtud de ser robustos pero sujetos a revisión, con el
resultado de una mejora continua.
Por su parte, no siempre se está dispuesto a la apertura, a
cambiar de pensamiento, a someter a escrutinio las propias
convicciones, aun cuando las evidencias nos sugieran
hacerlo. Es más cómodo recurrir al cobijo y la seguridad que
proporcionan las ideas ya depositadas en el cerebro.
Persuadir y ser persuadido es ese delicado equilibrio de la
vida en sociedad.
Un hermoso ejemplo de apertura y pensamiento relevante es
el siguiente. Charles Darwin siendo estudiante en la
Universidad de Cambridge, tuvo la ocasión de leer la
Teología Natural de William Paley. Más tarde dejó constancia
en su autobiografía, que la lógica de los argumentos
planteados en esa obra, explicando el aparente diseño de las
estructuras de los seres vivos, le había causado tanto deleite,
que entonces no se le planteó dificultad alguna para aceptar
las premisas con las que el autor basaba sus argumentos y,
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aceptándolas con plena confianza, se había quedado
convencido de la veracidad de los criterios que sustentaban
las deducciones.
Años más tarde, Charles Darwin acometía, el mismo
problema, arribando a conclusiones diferentes, y lo hacía
mediante los razonamientos contenidos en su teoría de la
Selección Natural, a la que llegó después de años de
laboriosidad, en lo que constituye uno de los más destacados
ejemplos de empresa científica en la historia universal de las
ideas. El propio Darwin alentó a otros investigadores a que
encontraran evidencias contrarias a las suyas, en cuyo caso,
anunció, sería el primero en descartar su teoría.
Otro ejemplo de pensamiento relevante es el del historiador
guatemalteco Severo Martínez Peláez. Además de haber
materializado sus escritos mediante el recurso de una
exquisita prosa y de haber demostrado una gran honestidad
intelectual en la búsqueda de elementos argumentativos para
elaborar sus teorías, dejó claro en el prólogo de su Patria del
criollo, que la finalidad del libro no era rendir informe de
hechos históricos, lo cual hubiera sido relativamente fácil,
sino dar un paso en la labor interpretativa del pasado colonial
de Guatemala. Lo dejó también expresado en Motines de
indios: “Fracasaría aquel historiador que se atuviera
estrictamente a lo que dicen los papeles, porque en estos se
hace preciso leer lo que no dicen, moderar lo que exageran,
destacar lo que disimulan, descubrir la verdadera intención
bajo la aparente, aplicar en todo momento un delicado
instrumental lógico para extraer el significado profundo del
texto”.
Emerson dijo que admiramos al poeta, al científico, al
inventor, al pensador, que de algún modo nos proporcionan
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un pensamiento nuevo que rompe nuestras cadenas ya que
todo pensamiento asentado en el cerebro es también una
prisión. Admiramos a aquel que socava las convenciones y
creencias, para estimular la reflexión profunda.
La ideología, en tanto conjunto de contenidos de conciencia
que configuran la identidad de un ser humano, es de difícil
mutabilidad. Precaución ideológica, la llamó Jaume Casals, a
la actitud de mantener la atención para no dejarse arrastrar
más allá de lo razonable, por la inercia de nuestras ideas, que
suelen llevar, cuando uno se abandona a ellas, a los parajes
más horrendos de la historia de la humanidad.
Citemos acá las palabras de André Comte-Sponville: “en
materia de certeza política, de buena conciencia o de
radicalidad, ya di bastantes pruebas en mi juventud. Ahora las
cedo, tranquilamente a los demás. La inteligencia, los matices
y la complejidad me atraen más”.
La apertura y el pensamiento relevante también tienen su
lugar en la vida cotidiana. Se supone que el paso de los años
nos acerca a esa madurez mental tan deseada, en que
habremos moderado la exigencia de opinar sobre cualquier
asunto, sobre todo cuando nuestro influjo no va más allá del
limitado círculo de compañeros, amigos o familiares.
Ernesto Sábato dijo que una de las ventajas de ser mayor es
que ya no tenemos necesidad de convencer: o se nos cree o
no. Valorar el lenguaje del silencio, ese reposo del espíritu, a
veces necesario para desempeñar el papel de interlocutores
pasivos en el diálogo con el mundo, e interrumpirlo sólo
cuando lo estimemos necesario.
Octubre 2022

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