Cambio en el número de pobladores de una región geográfica determinada en un
cierto plazo. Se suele utilizar este término para hablar de humanos, pero también puede emplearse en el estudio de poblaciones animales (por parte de la ecología y la biología).
El crecimiento poblacional es, entonces, el incremento (o decrecimiento, si es
negativo) en el número total de individuos a lo largo de un lapso de tiempo establecido.
La población humana mundial es un perfecto ejemplo de crecimiento poblacional
sostenido, especialmente durante el último siglo. De ser 2.600 millones en 1950 (cuando la ONU era joven aún), en 1987 la cifra de humanos en el planeta alcanzó los 5.000 millones, en 1999 los 6.000 millones y en 2015 los 7.300 millones. Se prevé que para el 2030 esta cifra mundial alcance los 8.500 millones y en 2100 los 11.200 millones, si se mantuvieran las condiciones actuales
Tipos de crecimiento poblacional:
En principio existen dos tipos de crecimiento poblacional, uno positivo y uno
negativo. Se habla de crecimiento positivo cuando la población de la región analizada ha aumentado durante el período observado, es decir, hay más pobladores. Y, lógicamente, el crecimiento será negativo cuando la población haya perdido pobladores, es decir, se haya achicado.
Fenómenos Antrópicos:
La capacidad humana para transformar la Naturaleza se ha incrementado con
rapidez, tanto en términos cuantitativos como cualitativos. El proceso de industrialización contemporáneo ha acentuado la presión sobre los ecosistemas en algunas regiones de la Tierra hasta superar sus límites de tolerancia. Se debe tener en cuenta que:
En primer lugar, el aumento de la demanda de alimentos y productos elaborados
que ha tenido lugar en el siglo XX. La población mundial se ha multiplicado casi por cuatro, pero el consumo de energía se ha multiplicado por quince, y la producción industrial, por treinta.
Al mismo tiempo, ha aumentado la fabricación y el uso de sustancias
contaminantes difícilmente controlables. Así ocurre con la contaminación del suelo y del agua, provocada por el uso de abonos químicos, pesticidas y herbicidas en la agricultura.
Además, algunas actividades conllevan riesgos tecnológicos, como incendios,
explosiones, fugas radiactivas, desechos tóxicos, entre otras, las cuales exigen medidas preventivas.
Medidas de Carácter:
Es necesario plantear medidas internacionales para corregir los efectos más
graves, entre los que destacan:
El efecto invernadero. Producido por el aumento de las emisiones de
dióxido de carbono a la atmósfera, derivado de la utilización de combustibles fósiles y los grandes incendios que han ocurrido en el planeta. La lluvia ácida. Provocada por la emisión a la atmósfera de dióxido de nitrógeno y otros gases que producen algunas industrias y centrales térmicas. La deforestación. Producida por incendios, talas masivas de árboles de las industrias madereras y de papel, y la expansión de las explotaciones agrarias de monocultivos. La desertificación. Provocada por la erosión y destrucción de suelos fértiles. Impacto Ambiental. El impacto ambiental es la modificación del ambiente causada por el ser humano y la Naturaleza. La actividad humana tiene efectos positivos y negativos para las personas y para el entorno. El impacto resultante de estos efectos negativos, poco a poco han ido ampliándose, desde situaciones locales hasta problemas que afectan a países y continentes.
Los impactos ambientales son de dos tipos:
Causados por la utilización de los recursos naturales Ocasionados por la contaminación.
Los que destacan son:
Efecto Invernadero. La expansión del agujero de la capa de ozono. Lluvia ácida. Deforestación. Desertificación.