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Introducción
Definición de Adversidad:
Contenido
Resumen:
Favoritismo de Jacob
José: Informante y delator de sus hermanos
El mal testimonio de sus hermanos
o Los hijos de Bilha y Zilpa (Dan, Neftalí, Gad y Aser)
o Simeón y Leví contra Siquem
o Rubén y la concubina de Jacob, la pérdida de su primogenitura
o Judá y la prometida de su hijo (Tamar)
La ingenuidad de José
Los sueños y el plan de Dios
El pensamiento de José:
“En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno
como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él” (Ec 7:14).
“Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. Que se siente solo y calle, porque es
Dios quien se lo impuso… Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus
misericordias; porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres”
“Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí… Yo Jehová, y ninguno más que yo,
que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que
hago todo esto” (Is 45:5-7)
2) Un deseo de santidad
A la mujer de Potifar: “¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”
(Gn 39:9)
“Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová” (Salmo 41:1).
No se puede pensar en 2 cosas a la vez. Si nos enfocamos en las necesidades de los demás y en
cómo suplirlas tenemos menos tiempo para pensar en nuestra propia adversidad y menos
probabilidad de caer en la autocompasión.
“Porque fui hurtado de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me
pusiesen en la cárcel” (Gn 40:15)
A veces uno tiende a negar los problemas, a negar la realidad como mecanismo de defensa.
Pero debemos reconocer la adversidad y mirar a la cara, llamar al pecado por su nombre y
perdonar a quien debamos perdonar. Pero si no reconocemos la ofensa del otro, ¿cómo lo
perdonaremos?
“Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que
haciendo el mal” (1 Pe 3:17)
“Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de
misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa” (Gn 40:14)
Consejos finales
• No sorprendernos
o “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como
si alguna cosa extraña os aconteciese” (1 Pe 4:12)
• Presentar la situación a Dios
o “sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios” (Fil 4:6-7)
o “los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel
Creador, y hagan el bien” (1 Pe 4:19)
• Confiar en sus propósitos
o “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Ro
8:28)
• Regocijarnos
o “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Stg 1:2)
o “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21)