CIUDADANOS

CELESTIALES
VERSÍCULO A
MEMORIZAR
“Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece”.
Filipenses 4:13
 ◦“Mi hogar está en el cielo. Solo
Para pensar: voy de pasada en este mundo”
(Billy Graham)
 Buscando una patria
• Leer Hebreos 11:13-16

• ¿Qué estaban buscando según el versículo 14?

• ¿Dónde está esa patria según el versículo 16?
 Ciudadanos del cielo
• ¿Dónde está nuestra ciudadanía según Fil 3:20-21?
• ¿Qué nos espera en el cielo según 1 Co 2:9, 2 Co 12:2-4?
• ¿Cómo será el cielo según 2 Pe 3:13?
• ¿Qué más habrá en el cielo según Jn 14:2-3?
• ¿Cómo seremos cuando estemos allí según Mr 12:25?
 La nueva Jerusalén (Ap 21-22)
• ¿Quiénes vivirán allí? (21:3, 22:3)
• ¿Cómo será la iluminación? (21:23,25; 22:5)
• ¿Qué forma tiene? (21:26)
• ¿Cuáles son sus medidas?
• ¿Qué tiene alrededor? (21:12)
• ¿Qué tiene en su interior? (21:21, 22:1-2)
• ¿Quiénes pueden entrar allí? (21:8,24,27; 22:14-15)
 La nueva Jerusalén
• Es una ciudad santa.
• Dios vivirá con nosotros.
• Seremos Su pueblo.
• Él secará toda lágrima.
• No habrá muerte, ni pesar, ni llanto, ni dolor.
• Jesús hará todo nuevo.
• La ciudad santa brilla con la gloria de Dios.
• No hay templo porque Dios es nuestro templo.
• No hay sol ni luna porque la gloria de Dios lo ilumina.
• Ningún mal será permitido.
 Conclusiones
• La tierra está llena de atardeceres sensacionales. Montañas majestuosas y bosques
fascinantes son solo un poco de lo que podemos admirar. Aun así, la tierra es
nuestra residencia temporal y no el lugar en el que viviremos para siempre.
• En algún momento todos partiremos de este globo en donde residimos en este
momento. Nuestra ciudadanía como seguidores de Cristo está en el cielo.
• Así que, cuando las cosas no van como queremos y experimentamos decepción en
el aquí y ahora, podemos llenar nuestra mente y corazón con esperanza al
recordar esta verdad. Cuando el dolor es muy grande y nos preguntamos si
podremos soportarlo, sólo necesitamos recordar que este problema es temporal.
• La Biblia dice que nuestra vida es una niebla que aparece por un ratito y después
nos vamos. Nuestra corta existencia en forma humana es diminuta comparada con
la eternidad en el cielo, pues es para siempre.