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TUTELA

REPORTE DE CONSULTA

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN CIVIL Y AGRARIA


ID : 535589
M. PONENTE : MARGARITA CABELLO BLANCO
NÚMERO DE PROCESO : T 7300122130002017-00020-01
NÚMERO DE PROVIDENCIA : STC3433-2017
PROCEDENCIA : Tribunal Superior Sala Civil - Familia de
Ibagué
CLASE DE ACTUACIÓN : ACCIÓN DE TUTELA - SEGUNDA
INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 10/03/2017
DECISIÓN : CONFIRMA NIEGA TUTELA
ACCIONADO : JUZGADO TERCERO CIVIL DEL
CIRCUITO DE IBAGUÉ
ACCIONANTE : GUILLERMO GIRALDO CUELLAR
VINCULADOS : JUZGADO TERCERO CIVIL MUNICIPAL
DE IBAGUÉ, PEDRO NEL SÁENZ
GUASCA Y LUIS MARÍA SÁENZ
MONROY
FUENTE FORMAL : Código Civil art. 1766

ASUNTO:
PROBLEMA JURÍDICO: ¿La sentencia de segunda instancia que revoca la
orden de cancelar la compraventa celebrada con posterioridad al contrato
simulado cuya buena fe no fue desvirtuada, vulnera los derechos
fundamentales del accionante?
TEMA: ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL -
Procedencia excepcional ante vía de hecho

ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL - Requisitos


generales y específicos de procedibilidad: reiteración

Tesis:
«Reiteradamente se ha explicado que tratándose de actuaciones judiciales
este amparo no es la senda idónea para censurar las decisiones que se
adopten y únicamente, de manera excepcional, puede acudirse a esa
herramienta cuando el funcionario proceda "con ostensible desviación del
sendero normado, sin ecuanimidad y apoyado en el capricho o en la
subjetividad, a tal punto que estructure ‘vía de hecho’"; bajo los supuestos
de que el afectado concurra dentro de un término razonable a formular la
queja, y de que "no disponga de medios ordinarios y efectivos para
lograrlo" (ver entre otras, CSJ STC, 3 de mar. 2011, rad. 00329-00).

El concepto de vía de hecho fue fruto de una evolución pretoriana por


parte de la Corte Constitucional, en razón de la necesidad de que todo el
ordenamiento jurídico respete los derechos fundamentales como base de la
noción de "Estado Social de Derecho" y la disposición contemplada en el
artículo 4 de la Carta Política. Así, bajo la aceptación de la probabilidad de
que las sentencias judiciales pueden desconocer las prerrogativas
esenciales, se admite por excepción la posibilidad de amparar esa
afectación siempre y cuando se cumplan los siguientes presupuestos: l.
Generales: "a) Que la cuestión que se discuta resulte de evidente
relevancia constitucional; b) Que se hayan agotado todos los medios
ordinarios y extraordinarios de defensa judicial al alcance de la persona
afectada, salvo que se trate de evitar la consumación de un perjuicio
iusfundamental irremediable; c) Que se cumpla el requisito de la
inmediatez; d) Cuando se trate de una irregularidad procesal; e) Que la
parte actora identifique de manera razonable tanto los hechos que
generaron la vulneración como los derechos vulnerados y que hubiere
alegado tal vulneración en el proceso judicial siempre que esto hubiere
sido posible y f) Que no se trate de sentencia de tutela" y, 2. Especiales: "a)
Defecto orgánico; b) Defecto procedimental absoluto; c) Defecto fáctico; d)
Defecto material o sustantivo; e) Error inducido; f) Decisión sin motivación;
g) Desconocimiento del precedente y h) Violación directa de la
constitución" (C-590/2005, reiterada, entre otras, SU-913/2009 y T-
125/2012)».

DERECHO CIVIL / OBLIGACIONES - Simulación - Protección de los


derechos del tercero adquirente de buena fe (c. j.)

Tesis:
«"(…) cuando un tercero ha adquirido el derecho de dominio sobre un
inmueble de manos de un sujeto de derecho que ha sido participe de una
relación negocial simulada, el ordenamiento positivo le brinda protección,
al disponer el artículo 1766 del Código Civil que “las escrituras privadas,
hechas por los contratantes para alterar lo pactado en la escritura pública,
no producirán efectos contra terceros”, pues los terceros de buena fe que
depositaron su confianza en la veracidad de una apariencia negocial que
en un futuro resulte desvirtuada, no pueden ser asaltados en ese principio
fundamental (el de la buena fe)" (CSJ, STC12 dic. 2005, rad. 1997-20853-
02)».

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de simulación: razonabilidad


de la sentencia de segunda instancia que revoca la cancelación de la
compraventa realizada con posterioridad al negocio declarado simulado, al
no haberse desvirtuado la presunción de buena fe que cobija al comprador

Tesis:
«En este caso el juzgador reprochado, luego de especificar que el debate
debía girar en torno a verificar si el "tercero era un adquirente de buena fe"
que ignoraba la farsa de los anteriores propietarios, precisó que el
demandante no se había ocupado de desacreditar, justamente, la
«presunción de buena fe», para lo cual señalo que ningún elemento
probatorio la desvirtuaba.

[...]

Aunque en este aspecto el actor extraña una valoración pormenorizada de


los medios demostrativos en los que él supone anidan los indicios claros
de que el segundo contrato también es ficticio, la realidad es que el
operador judicial censurado no tenía como llevar a cabo tal laborío, pues,
como viene de verse, el promotor únicamente enfocó sus esfuerzos en
demeritar el contrato que celebró con Pedro Nel Sáenz Guasca, quizá
persuadido de que con esto bastaba para «dejar sin base» la posterior
negociación, como lo expresó en sus alegatos en segunda instancia.

6. En realidad, el gestor no aportó ninguna evidencia de que Sáenz Monroy


conocía del verdadero entramado ocultó en la tradición de su antecesor,
tampoco se ocupó de comprobar que la subsiguiente compraventa no fuere
sincera.

6.1. Nótese que los testimonios recibidos hablan de la retención de la


posesión por parte del accionante y de que este seguía siendo el verdadero
dueño. Sin embargo, ninguna de esas narraciones da pie para creer que el
actual propietario era consciente de esa situación.
6.2. Las copias del proceso de «entrega del tradente al adquirente», aunque
indican que el allí demandado, Pedro Nel Sáenz, no resistió las
pretensiones, de ninguna forma apuntan a que el último comprador sabía
de la simulación anterior.

6.3. De las supuestas contradicciones entre las versiones de los


demandados, la única que se detecta no reviste la gravedad que el
accionante imagina. Porque si bien Pedro Nel Sáenz afirmó que recibió
dineros del préstamo que le hizo Luis María Sáenz Monroy en la
Universidad Cooperativa y en las residencias de ambos, al tiempo que este
último refirió que entregó parte del capital en su licorera, ello en ningún
momento basta para creer que el nuevo propietario conocía de la puesta en
escena desplegada por sus antecesores.

6.4. Y contrario a lo dicho, los dos coincidieron en que el monto del


empréstito fue de $55’000.000, al tiempo que en los interrogatorios sólo el
vendedor, Sáenz Guasca, mencionó fechas, por lo que existe el
contrasentido que denuncia el quejoso, el cual, por demás, tampoco
tendría la trascendencia necesaria para convertir en desacertadas las
conclusiones del sentenciador.

7. Por tanto, como lo concluyó el Tribunal a-quo, debe negarse el amparo,


puesto que la determinación del acusado no se refleja arbitraria, a la luz
de las pruebas recopiladas y las normas aplicables, lo que descarta la
intromisión de la jurisdicción constitucional en sus criterios, dada su
autonomía, también consagrada en el texto Superior (artículo 230 de la
Carta Política)».

ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PRVIDENCIA JUDICIAL - Improcedencia


de la acción para reabrir debates jurídicos ya resueltos

Tesis:
«(...) advierte la Sala que el amparo invocado no tiene vocación de
prosperidad, toda vez que el fallador constitucional no está llamado a
revisar las determinaciones proferidas por las autoridades naturales,
premisa bajo la cual sólo se permite su intervención para corregir
pronunciamientos que sean caprichosos o abiertamente contraevidentes,
comoquiera que esta salvaguarda no es una instancia adicional o una
oportunidad para reabrir las discusiones dirimidas por los sentenciadores
competentes mientras sus determinaciones no resulten abiertamente
contraevidentes o contrarias al ordenamiento positivo».

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de simulación: la


discrepancia en la interpretación normativa o en la valoración probatoria
no constituye vía de hecho (c. j.)
Tesis:
«"(…) independientemente de que se comparta o no la hermenéutica del
juzgador ello no descalifica su decisión ni la convierte en caprichosa y con
entidad suficiente de configurar vía de hecho, pues para llegar a este
estado se requiere que la determinación judicial sea el resultado de una
actuación subjetiva y arbitraria del accionado, contraria a la normatividad
jurídica aplicable y violatoria de los derechos fundamentales” (CSJ; STC 20
sep. 2012, rad. 00245-01, citada en STC139-2017, 19 en., rad. 2016-
01985-01).

Como ha dicho insistentemente la Sala, "al juez de tutela le está vedado


examinar si los funcionarios realizaron la más convincente o adecuada de
las interpretaciones, pues, tal tarea está por fuera de sus facultades" (CSJ,
STC2713-2015, 12 mar., rad.00502-00, citada en STC1946-2016, 18 feb.,
rad. 2015-03001-01). Máxime cuando se busca discutir la valoración
probatoria, dado que en ese aspecto es aún más notoria la independencia
del juzgador de instancia.

Al respecto se ha dicho que:

"(…) el campo en donde fluye la independencia del juez con mayor vigor, es
en cuanto a la valoración de las pruebas. Ello por cuanto el administrador
de justicia es quien puede apreciar y valorar, de la manera más certera, el
material probatorio que obra dentro de un proceso, inspirándose en los
principios científicos de la sana crítica; por lo tanto, a juicio de la Corte, la
regla general de que la figura de la vía de hecho solamente puede tener
una aplicación en situaciones extremas debe ser manejada con un criterio
restrictivo (...) de forma que sólo es factible fundar una acción de tutela,
cuando se observa en el caso concreto, que de manera manifiesta el
operador jurídico ejecuta un juicio irrazonable o arbitrario sobre la
valoración probatoria por fuera de las reglas básicas de realización,
práctica y apreciación, las cuales se reflejan en la correspondiente
providencia. El error en el juicio valorativo, ha dicho esta Corte, debe ser
de tal entidad que debe ser ostensible, flagrante, manifiesto y el mismo
debe poseer una incidencia directa en la decisión". (CSJ SC 24 Jun. 2004,
rad. 00142-01; 27 Jun. 2007, rad. 00911-00; 3 Nov. 2009, rad. 01371-01;
16 Jun. 2011, rad. 01192-00; 25 Ene. 2012, rad. 00001-00, y más
recientemente en STC7572-2016, 9 jun., rad. 00358-00)».

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