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Tema 02: El Modernismo en España

El momento más importante de máximo desarrollo para la publicidad es el art-nouveau. Periodo de


transición que tiene lugar en Europa principalmente que se adapta a los diferentes países y que recibió
un nombre en cada uno de ellos.

2.1 Concurso de carteles y marcas

Uno de los factores que más impulsó el desarrollo de la publicidad y diseño gráfico en el art-nouveau
europeo fue la convocatoria de concursos y carteles y el diseño de marcas.
Sin duda el más conocido y primero de estos concursos fue el que convocó un industrial catalán,
Vicente Bosch para anunciar en 1897 su famoso productor de anís del mono. Pero para entender el
fenómeno hay que remontarse un poco más atrás. Unos años antes, Bosch había mandado rediseñar el
packaging del producto de la botella de anís. Se inspiró en los botes de perfume que tanto le gustaban
y ahora quería hacer un lanzamiento del producto a nivel general. Junto a esa botella característica, el
otro elemento básico es la etiqueta.
La etiqueta está fechada en 1870 y se debe a un pintor poco conocido, con apellido Sala, y parece
que era el suegro de Vicente Bosch. Las primeras etiquetas no son obras de profesionales, sino que
están vinculadas al diseño de la marca, si no es el mismo. Tampoco son artistas renombrados, pero la
etiqueta es un hito de la historia española. Representa a un extraño personaje en proceso de
metamorfosis ya que más que un mono parece un simio y es más que probable que haga alusión a la
teoría de la evolución de Darwin. Hay quien incluso quiere ver en el rostro del simio un propio retrato
de Darwin. Lo más sorprendente es el contexto de la época, la España de fin de siglo xix, católica y
puritana que rechazaba la teoría de la evolución por ser contraria a la de la biblia. Este sugerente
personaje además tiene connotaciones en la historia de la iglesia que empeoraría más su significado.
Es símbolo de lujuria, avaricia y gula. Resulta todavía más sorprendente que la etiqueta se afectara
sino que hubiera tenido tanto éxito. Desde el punto de vista técnico es extraordinaria, una litografía a
varias tintas con abundante uso de oro, impresa sobre papel couché blanco brillante y de una calidad
excepcional. La explicación es que hay una intención de crítica y tono irónico, detalle de que el simio
obtiene un pergamino que dice «es el mejor, la ciencia lo dijo y yo no miento».
Declaración y apuesta por la ciencia, anteponiendo la verdad científica a la teológica. Lo que
también es cierto es que si hubo esa intención de provocar, nadie la percibió, no solo porque nadie se
ofendió sino porque en 1888 la propia etiqueta y producto recibieron la medalla de oro de diseño.
Además fue considerada elegida como producto consumido por sus majestades los reyes de España.
Una obra maestra con un mensaje «escondido» que pasó desapercibido, y su calidad ya que casi un
siglo después sigue exactamente igual. Ha pasado al mundo del arte, formando parte de esta
iconografía, como el bodegón cubista de 1914 por Juan Gris. Además dió lugar a infinidad de etiquetas
y nombres de productos y de diseño consideradas secuelas e influencias, como el anís del topo, del
orangután, etc. Otra prueba de su calidad, no solo que se haya mantenido intacta hasta hoy, sino que
diera lugar a una gran cantidad de plagios.

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Es el primer eslabón de la cadena ya que el concurso de carteles fue todo un éxito. Concurrieron a
él los mejores diseñadores e ilustradores y se hizo una exposición en la sala parés con 172 carteles.
Cantidad de artistas en el sector, segundo la influencia y popularidad e importancia que tiene entre el
público el arte publicitarios y tercero, la cuantía de los premios. Algo insólito en el panorama con lo
sustancioso de los premios; 1 premio de 1000 pesetas, 2 premio de 500 pesetas y un 3 de 250 pesetas.
Los ganadores de esos tres premios son los mejores ilustradores de la época.
Ramón Casa i Carbó, fue el ganador del primer premio de carteles de Anís del Mono. Conocido
pintor, dibujante e ilustrador catalán que es uno de los principales miembros de un amplio grupo de
artistas que representan la vanguardia. Entre ellos están Santiago Rusiñol, Pablo Ruiz Picasso, y
algunos otros artistas. Ramón Casa fue sobre todo un extraordinario dibujante con un trazo ágil,
rápido y nervioso. Con una habilidad para el retrato.
Había nacido en Barcelona en el seno de una familia burguesa, su padre había hecho fortuna en
Cuba y no tuvo problema con la vocación artística de su hijo pero le insistió en su formación. Dispuso
de que su hijo entrara a aprender en un taller del pintor Joean Vincent. Otro dato fundamental en su
biografía en que con 15 años viaja a parís y está en una estancia larga y empieza a interesarse por la
obra de los grandes pintores españoles que estaban en el museo del Luvre.Cuando regresa a españa
vive un tiempo en granada, pintando cuadros de carácter costumbrista y empezó a colaborar con
algunas revistas y periódicos donde ilustra unos artículos y cartas de viaje y recorrido por españa.
Desde mi carro fui el primero. El segundo desde mi bicicleta. La idea principal era la de recorrer
España desde distintos medios de transporte.
En 1890 se instala en París el moulin de la galette (pintado por Renoir). Tenía un espacio utilizado
como residencia de artistas y donde pintores tenían su taller. En todo este contexto y en Barcelona, en
1897 se presenta al concurso de anís del mono.
Su cartel será el ganador y tiene todas las cualidades para ser considerado uno de los mejores y
más representativos carteles del modernismo español. Contraste de color entre un intenso azul de
fondo con el amarillo de la tipografía y del mantón de manila. formato vertical alargado, con una
composición protagonizada por una figura femenina arquetipo de belleza al estilo de cheret o mucha.
Pero, con un toque muy español, siendo morena, sonriente, con una flor en el pelo y que se cubre con
un mantón de manila. Ramón casa representa la españolización y visión castiza de los arquetipos de
belleza femenina del art nouveau. También hay un elemento diferenciador; la tipografía. Frente a los
ritmos ondulantes, usa una a palo seco para anís del mono y una romana para la parte inferior. Lo que
para otros artistas era el toque exótico, para Ramón es el mono. Una curiosa mascota que incluye
acompañado a la modelo. El cartel fue un éxito, no solo ganó el primer premio sino que se vendieron
200 ejemplares de la primera tirada, lo que demuestra el éxito y afán de coleccionismo.
Presentó cuatro bocetos distintos. sobre la misma estructura y protagonizados con modelos
femeninas. La mayor diferencia era la pose y actitud y el juego con los colores. En uno de ellos fue el
rojo y verde, invertidos el azul y el amarillo. En los otros tres incluye en el mantón bordado el anís del
mono. La diferencia entre el boceto presentado y el ganador es que se invierte la posición de la
tipografía, en el definitivo el anís del mono se encuentra arriba. En la versión definitiva el mono lleva
bajo el brazo la botella de anís. Lo presentó con un pseudónimo, Mono y mona. Por eso se conoce a la
modelo comúnmente como la mona.

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Se convirtió en un personaje muy popular y saltó del cartel a infinidad de anuncios en los que se
mezclaba con personajes de la vida cotidiana, como el de 1898 donde ofrece a jugadores de fútbol un
chupito de anís. Esto se debe a que las bebidas alcohólicas se han vinculado al deporte, siendo una
connotación de virilidad y masculinidad. Estuvo participando en anuncios en prensas hasta bien
entrado el siglo xx, como el de 1930.
Ramón Casas ya estaba en Barcelona y era un artista conocido y enseguida participó en un
proyecto que era abrir una cervecería bar que se convertiría en lugar de reunión de estos artistas
donde además también celebraban exposiciones. Los cuatro gatos. Una cervecería y lugar de reunión y
exposiciones del que es copropietario uno de los mejores amigos de Ramón Casas que frecuentemente
va a ser uno de sus modelos, Pere Romeu. Este local tiene mucho paralelismo con el Chat Noir para el
que el famoso Steinlen pintó los carteles.
Ramón Casas hizo lo propio para los cuatro gatos. Del mismo año del concurso, 1897, es el cartel
que anunciaba el espectáculo de sombras que tenía lugar en el local. Buen ejemplo de la intención que
tuvieron algunos de sus creadores que habían conocido en parís estos espectáculos y querían
reproducirlos y trasladarlos a Barcelona. Llama la atención por tener dos firmas ya que lo pintaron
entre Ramón Casas y Miguel Utrillo. Está protagonizado en la izquierda por una figura femenina
cubierta por un mantón de manila y parece la parte que hizo miguel utrillo y el resto de personajes
más desdibujados son los habituales del local y a la derecha Pere Romeu, el gerente que está delante
de la pantalla donde se proyectarán la pantalla.
También se le debe otro cartel para el teatro de Polichinelas de 1888. Era un espectáculo infantil de
marionetas inspirado en un personaje jorobado muy satírico que procedía de la comedia italiana del
arte. Ramón Casas crea un cartel singular fundamentalmente por dos razones, la composición que
para romper usa una línea diagonal que lo parte en dos y es un argumento de la trama. Cierto tono de
broma, ironía y sátira, incluso en el propio retrato de pere romeu que se personifica en la marioneta
de la izquierda.
Cartel de 1900 en el que retrata al gerente del local, romeu. Está dentro de la barra, casi de
espaldas y girándose para mirarnos con una mirada burlesca. Con barca y pipa que forman parte de su
personalidad. Tras la barra también muy del estilo de loutrec, los clientes habituales abocetados que
levantan sus jarras de cerveza representando el jaleo y alegría del local.
La producción de Ramón Casas es enorme. De 1900 es un cartel muy singular por muchas razones.
Cartel sífilis que anuncia un sanatorio para la curación de la enfermedad que era una de las más
comunes de la época. Ramón presenta un cartel modernista para la publicidad de un sanatorio.
Protagonizado por una mujer ajustada a la estructura de un cartel art nouveau, y con un mantón de
manila. Es decir, un ejemplo de cómo se adapta un esquema compositivo para casi cualquier tema,
hasta anunciar un licor como una clínica. Riqueza iconográfica y valor simbólico que tenía la obra y
sobre todo la cultura de ramón. Dos símbolos fundamentales, la mujer sostiene en la mano un lirio,
una flor que es un tema frecuente en el art nouveau, pero en este caso simboliza la vida y de tentación
ya que con la otra mano sostiene una culebra, símbolo de muerte y vicios. Una simbología con
elementos naturalistas propios del modernismo pero cuyo significado trasciende. La ornamentación
se convierte en símbolo. La tentación y la enfermedad. Otro elemento destacado es como representa a
la mujer, sigue siendo una mujer con estereotipo de belleza, pero muy peculiar ya que es delgada,

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ajada, enferma y despeinada, que representa la propia enfermedad y sorprendentemente es un
desnudo. Ramón prácticamente deja ver su pecho, lo cual acentúa más en carácter dramático, siendo
la enfermedad que tienta a los hombres, pero personificada en una mujer fatal. Encarna en la
personificacion de la sifilis el arquetipo de la femme fatalle. Tipografía también es un alarde de diseño
con un guiño en el que todas las S se convierten en esa culebra.
Del año 1898, los dueños del local de los cuatro gatos habían publicado una revista que hacía
referencia a todas las actividades del local. Se informaba de las actuaciones, y espectáculos y estaba
ilustrada por todos estos artistas. En el primer número la portada la realiza Ramón Casas, con un
retrato femenino fiel a su estilo. Con esa capacidad para el retrato y que tanto lo hace comparable a
lautrec. Dos de los mejores dibujantes del momento, con ese don para captar la fugaz expresión de
una sonrisa que al mismo tiempo se convierte en melancolía. Esa popularidad va a traspasar las
fronteras y le va a hacer trabajar en encargos como el de 1900, para la publicidad del papel de liar
JOB, para la que el propio Alphonse Mucha había hecho algunos carteles. Casas presenta un
estereotipo femenino distinto, frente a esa fantasía decorativa, muestra un contenido muy elegante
con una modelo seductora que presenta un modelo de belleza diferente.
En 1898, se presenta a otro concurso, el de Codorniu. El dueño de la marca era Manuel Raventós
que también se apuntó a la moda de programar concursos de carteles. Un primer premio de 1500
pesetas y un segundo premio de 500. Ramón Casas no quedó ganador, quedando el segundo, y es
interesante por varias razones. Formato apaisado y cambia el tipo de modelo femenina. Frente a esa
mona castiza, ahora opta por un tipo de mujer más europeísta que encarna el estereotipo femenino de
mujer burguesa catalana. Líneas curvas que dibuja, como el respaldo y los brazos de la chaise longue o
el contorno de su figura. Fondo lejos de ser la habitual tinta plana, aparece un decorado en una
estampación vegetal de ritmos curvos y ondulados muy de estilo art nouveau. El lema fue lola plumet,
nombre de la modelo. Tipografía muy alejada del estilo europeo. El ganador fue un cartel
sorprendente y llamativo protagonizado por un hombre obra de un artista menos conocido llamado
Julio Tubilla, madrileño que presentó un cartel singular. Fondo decorativo en el que hay una especie
de juego de transparencias en los que los velados desnudos femeninos se superponen en una temática
vegetal. Desde el punto de vista del color, está en los tonos cálidos tan propios del modernismo
europeo.
Para la revista Pel & Ploma, no sólo diseñó la cabecera sino que en su contraportada se ilustraba
siempre con retratos, todos realizados por Ramón Casas. Primeros fueron retratos de personajes
catalanes, queriendo hacer una galería, y después abriendo el foco a personajes españoles. Se les
reconoce por su indumentaria, como el del guardia civil a caballo. 1899. En el año 1906 Ramón Casas
había hecho un retrato del rey Alfonso XIII y eso le dio un gran prestigio y el encargo de más de 200
retratos para personajes ilustres de la sociedad madrileña, políticos o gente de cultura. Conoció así a
Charles Deering, millonario norteamericano, con el que trabó una gran amistad y terminó
convirtiéndose en su mecenas artístico. Los dos viajaron y estuvieron en EEUU, recorrieron países
europeos y cultivaron su afición hacia el arte. Ramón Casas le aconsejaba para la colección de obra de
arte e incluso pintó para él, y dirigió las obras de restauración de algunos edificios históricos que
Deering compró en la ciudad de Sitges y que terminaron convirtiéndose en la sede de una fundación
que exhibía su colección.

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En 1922, diez años antes de su muerte, Ramón se casó con la que había sido su modelo, llamada
Julia Peraire y había trabajado durante muchos años como vendedora de lotería en Barcelona.
Ganó el primer premio de concursos de carteles de anís del mono, el segundo fue el cartel también
típico art nouveau obra de otro artista llamado Alexandre de Riquer Inglada. Ramón Casas y
Alexandre Riquer representan las dos tendencias principales que confluyen en el modernismo
español.

2.2 Principales representantes

Por un lado, la más sintética, orientalistas que sería la que representa Ramón Casas y en la en algunas
ocasiones hay que subrayar la temática cotidiana y el gusto por lo burgués y tendencia hacia lo
bohemio. La otra tendencia, más europeizante y retórica con clara ascendencia al gusto prerrafaelista
a veces recargado y sublimador que la representa Alexandre de Riquer. Se considera tradicionalmente
que el primer cartel modernista catalán corresponde a Riquer.
Este cartel fue hecho en Barcelona en 1885, con él establece un esquema compositivo del que no se
va a salir salvo en alguna excepción. Formato vertical de caso 50cm de alto, con una protagonista
mujer cuya inspiración recuerda a algún modelo medievalista del pasado e incluso a las propias
modelos de Laphonse Mucha. También destaca la orla con una decoración floral en este caso, propia
del art nouveau. El cartel anuncia un estudio fotográfico de Napoleón. Otro elemento destacado es la
paleta cromática cálida con abundantes colores ocres y fondo rojo llamativo, todo dentro de una
armonía tonal que es una de sus principales cualidades. Se trata de un taller de Barcelona que
regentaban dos hermanos o un matrimonio, Fermando y Anaís Napoleón, de ascendencia francesa.
Para su publicidad usa una imagen retórica y casi poética que roza lo sublime y que es una
personificación de la técnica fotográfica. Una joven que sostiene con su mano una lente y un papel
fotográfico por el que pasa la luz y crea una imagen fotográfica. Un elemento clave es la estilización y
suave curva en S abierta que dibuja la figura femenina. Ese tratamiento de la figura bebe de la
inspiración prerrafaelista que tanto gustaba a Riquer. Los pintores que fueron motivos de inspiración
para su obra y que en este caso podría parecer un contrasentido ya que para representar una técnica
moderna frita de la revolución industrial se usa una imagen con inspiración medieval. Iniciador del
modernismo catalán y muy definitorio de su estilo.
Si hay una característica que define la personalidad de Riquer, es que es un hombre de gran cultura
aficionado a viajar, muy polifacético en el ámbito de la creación que se dedicaba al interiorismo,
grabador, pintor, poeta, artista gráfico, etc. También fue el responsable del primer texto publicado en
España sobre beardsley. Todas esas pistas hablan de la procedencia de muchos de sus temas
decorativos y su afición por el arte inglés.
De 1896 es el cartel que anuncia una fábrica de salchichón en la ciudad de Vich. De riquer es capaz
de convertir lo más prosaico y corriente en el argumento de una fábula medieval o de un cuento de
hadas. De lo vulgar, lo sublime. Todo eso es consecuencia de la cultura, imaginación y retórica literaria
que define todo su trabajo. En esta pieza se tiene un testimonio de cómo era su conocimiento de la
historia del arte y la pintura, de donde extrae mucha de sus fuentes de inspiración.

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Alexandre de Riquer durante un tiempo fue propietario del cuadro de José de Ribera, el
españoleto, que desarrolló casi toda su carrera en Nápoles. El cuadro representa el martirio de san
bartolomé, la iconografía se fija en el momento en el que san bartolomé está siendo desollado. El
cuadro está vinculado con otro lienzo de un pintor napolitano llamado Salvador Rosa, cuyo personaje
principal parece que inspiró al protagonista del cartel del salchichón de Vich. La pose, el gesto e
incluso la anécdota de estar tirando de las cuerdas está directamente traduciéndose en el matarife que
ajusta las cuerdas a las patas del cerdo antes de la matanza. Buscar la inspiración en un cuadro de
temática religiosa para traducirla en un cartel modernista. Sobre todo pone de manifiesto la cultura
que subyace detrás de su inspiración artística. Crea una composición ajustada a su propio esquema;
formato vertical, el esfuerzo y tensión subrayada por la diagonal que dibuja los brazos del protagonista
y una orla vegetal.
Es el más internacional de los artistas del modernismo por esa afición a viajar y su conocimiento de
los movimientos artísticos europeos del momento. Otro ejemplo es el cartel de 1899, mosaicos escofet
tejera y compañía. Fábrica de cerámica con establecimiento en Barcelona y Sevilla. En este caso hay
dos modelos femeninas de inspiración histórica, dos damas de la corte vestidas con ricos trajes
adornados con decoración floral adamascados y con vistosos tocados de flores en el pelo. Las dos están
practicando el arte de la decoración cerámica, y sus vestidos, el fondo, el panel de azulejo, todos los
elementos que intervienen en la composición se convierten en un repertorio de temas decorativos de
la cerámica. La tipografía de trazo rectilíneo no tiene nada que ver con los ritmos curvos de otros
artistas europeos.
Dentro de su trabajo, a pesar de la estabilidad del modelo, hay algunos carteles diferentes. Uno de
ellos fue para la antigua casa Franch de 1899. Se trata de una tienda de tejidos y tapicerías en
Barcelona. La antigua casa Franch lo diferencia el formato horizontal. Por un lado, las modelos
femeninas cuya inspiración nos remite a otros mundos, ya que no tienen esa calidez de alfons mucha,
sino a los artistas del contexto británico o a los centroeuropeos, los simbolistas y especialmente
Gustav Klimt. Son unas mujeres de tez muy pálida de aspecto lánguido y delicado que parecen evocar
otros mundos. Carecen de estas fortalezas de los otros modelos de su trabajo. Son como dos clientas
que comparan algunos de los tejidos de la firma. Sus propios vestidos también se convierten en
ejemplo del repertorio decorativo vegetal modernista y que es un complemento perfecto de la
elegancia de la dama. Todo el cartel tiene un fondo de tema floral orgánico en el que solo nos
sorprende la tipografía, aunque cuidada y medida, no encaja con la temática.
El cartel que quedó en segundo lugar en el concurso de Anís del mono en 1897, sirve para
demostrar ese carácter de riquer de ser el responsable de modernizar el panorama del diseño gráfico
catalan de finales de siglo. Está muy en la línea historicista, con una modelo femenina que está más
cerca de la Sarah Bernhardt de Alphonse Mucha, que de la mona. Tiene una cabellera ondulante con
una corona floral, y una variedad cromática más alegre y primaveral que enriquece toda la iconografía
floral del fondo. Interesante la orla que rodea y enmarca el cartel en la que hay varios monos que van
encadenando sus acciones con una serie de medallas que son los diferentes premios que ha ganado el
licor.
Otro cartel deseable es el de 1897, del Salón Pedal, un ejemplo de la variedad temática de sus
carteles y de estar atento a la actualidad y al momento histórico vivido. Anuncia un velódromo en

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Madrid que se inauguró en ese año. Se ajusta al esquema compositivo que desde el principio marcó.
Abundancia de la temática floral, en la orla, en el fondo, en la estampación del vestido y en las tres
flores naranjas que salen del fondo y se ponen en primer plano. La modelo es una protagonista
femenina que a diferencia de las demás, está vestida a la moda del momento. Eso obedece a la razón
de que se trata de ilustrar uno de los medios de locomoción más modernos y progresistas y que casi se
presenta con un tono reivindicativo ya que la conduce una mujer moderna actual y activa, que
representa un arquetipo nuevo. Contrastes cromáticos, un vestido negro sobre el que destacan fondos
anaranjados. Parecería que el cartel formará parte de un subgénero de los carteles de bicicleta
protagonizados por mujeres.
Quizás el más directo continuador de riquer fue Adriá Gual. Nacido en Barcelona, fue diseñador
gráfico pero más conocido en su época como autor teatral. También se dedicó a la dirección de escena.
Estudió en la escuela de bellas artes de barcelona y dirigió un taller litográfico que había fundado su
padre y allí entra en contacto con el mundo del cartel en el que se va a ir labrando una carrera
interesante y sobre todo en constante evolución. Su estilo irá desde el modernismo más clásico hasta
tendencias que se califican de eléctricas o heterodoxas.
También es uno de los que abordan el subgénero en el que se anuncian bicicletas. Del año 1900
para cosmópolis. Cartel que se vincula y compara con el de Steilen. Hay criticos que lo han calificado
dentro del estilo de vidriera, un estilo en el que la figura está contorneada con un trazo negro. Hay
varios elementos claves, primero la temática y abundante inspiración floral que encaja plenamente
con el art nouveau de la época. Segundo, compositivamente tiene una línea que dibuja el camino, que
recorre en zig zag y en diagonal todo el cartel. Eso aporta movimiento y dinamismo a la composición y
evita la excesiva estabilidad y nos sugiere la movilidad del medio de locomoción. La protagonista es
una mujer bella de la que no se resaltan los aspectos más sensuales, que es más recatada alegre y
jovial. El tercer elemntos que destaca es el contraate de los coloores con abundancia de rojo y verde
que trasmite alegría sin perder de vista el contorno negro. La tipografía, enmarcando arriba y abajo,
no deja de ser discreta.
Otro de los continuadores es Ricardo Opisso i Sala, más de la línea de Ramón Casas. Su trabajo
fundamental lo desarrolló en el campo editorial y la ilustración dentro de las revistas locales en el
género de humor gráfico. En su juventud había empezado sus estudios de arquitectura y fue aprendiz
junto a Antonio Gaudí. Llegó a posar para él, siendo uno de los ángeles de la fachada de nacimiento de
la sagrada familia.
De 1905 es uno de sus mejores carteles para el Gran Café restaurante Tibidabo. Es una de sus
primeras obras, y sin embargo se presenta ya como un artista maduro con un estilo definido. Tiene un
dibujo seguro con gran maestría para el retrato y la herencia aprendida de Ramón Casas. Un hombre,
Pere Romeu, y una dama que encarna ese arquetipo de belleza femenina joven y europeísta. A todo
eso, tiene una gran maestría en el uso del color, con una tipografía acertada.
El modelo masculino posó también para Ramón Casas, Ricardo Opisso y en el propio local de los
cuatro gatos hay un enorme lienzo que se convirtió en motivo de inspiración para un cartel en el que
se autorretrata a él y a Romeu.
Ricardo Opisso es un artista cuyo estilo va evolucionando y es testimonio de la evolución del diseño
gráfico catalán y español. Felicitación de navidad de 1920, donde se comprueba como se va alejando

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del art nouveau para apostar por un estilo nuevo y diferente; el art-deco. Nos muestra a una joven
costurera, la aprendiz, que lleva por la calle un pedido.
El modernismo fue un estilo delicado, fluido, decorativista y sugerente que a veces tiene un cierto
aire decadente o con una inclinación hacia un componente más social, y más vinculables al socialismo
utópico. Está claro que el modernismo fue un motor de cambio en el que la belleza se admiraba como
algo fundamental para la creación artística. Dentro de toda la corriente europea, algunos de sus
representantes se pueden incluir en la versión que defiende otros valores, que en nuestro país se ha
etiquetado con el término de costumbrista. Uno de los que se pueden encajar en esa línea es el trabajo
de Pere Casas Abarca.
Estudió derecho y empezó a aficionarse al arte y a formarse en la escuela de la lonja en barcelona.
Se dedicó en gran medida al mundo de la fotografía y como muchos otros artistas del momento usó la
fotografía como modelo para cuadros posteriores. Llegó a publicar series como las que se inspiran en
el mundo de la danza. Imagen de 1903. En esa temática, es donde él inserta ese ingrediente
orientalista, musulman e historicista que mezcla la sensualidad, la música y el movimiento y recrea un
ambiente de gusto romántico. Fue director de la revista mercurio y publicó muchas fotografías de
tendencia europea y pictorialista.
En el diseño gráfico su obra más conocida es la publicidad del aceite Carbonell de 1915. Una joven
guapa cordobesa nos traslada a ese paisaje andaluz de olivos, origen del aceite que parece inundar de
sus tonalidades al cartel. Modelo castiza de ramón casas y sobre todo es capaz de recrear un ambiente
idílico costumbrista que atrajo la atención de los viajeros del exterior. El sentido comercial es
irreprochable. Llegó a ser presidente del círculo de bellas artes de barcelona

2.3 Otros representantes del Modernismo

Eulogio Varela, fue un pintor que también destacó en el ambito de la ilustración, tanto en cartelería
como en diseño editorial, ligando la mayor parte de su carrera a la revista Blanco y Negro. Fue
también diseñador de producto, y por eso se convierte en un caso excepcional, fiel al estilo
modernista, diseño muebles, joyas, piezas de decoración, y otro aspecto de su carrera y es la labor
docente. Fue profesor en la antigua escuela de arte en Madrid. Otro capítulo interesante que lo
diferencia de los demás fue su aportación teórica. Escribió varios libros y especialmente dentro del
tema de la tipografía, lo que lo hace más singular. Fue el que ganó el tercer premio del concurso de
Anís del Mono.
Nacido en el puerto de Santa María, siendo muy joven se fue a vivir con sus padres a Madrid. Tuvo
una breve estancia en Valladolid donde inició su carrera en bellas artes y en 1896 toda la familia se
instaló en Madrid. Allí empieza a presentarse a algunos concursos de carteles y despierta su vocación
docente. Empieza como profesor emérito y después como profesor titular. En la escuela de artes y
oficios dará clase hasta su jubilación.
El capítulo más importante dentro de su producción está ligado a la revista blanco y negro.
Empieza a trabajar con ellos en 1898. Su trabajo le va a servir como lugar de formación junto a otros
compañeros y además pues el lugar donde va a desarrollar los aspectos prácticos de su trabajo. Fue su
plataforma de despegue y el mejor impulso para agilizar la destreza de su dominio del dibujo. Su estilo

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experimenta una evolución. En los primeros momentos se califica de afín al costumbrismo de la
época, aunque en seguida se decantan por el estilo del art-nouveau. Seguirá muy de cerca la forma de
trabajar el dibujo, colorido y demás aspectos formales de Alphonse Mucha. En cuanto a la temática
también hay paralelismos evidentes. La mujer como imagen de la modernidad o símbolo, tema
alegórico, etc. Desde luego también la naturaleza bajo todos sus posibles aspectos. Especialmente el
tema floral. Es un dibujo de 1900 para Blanco y Negro, una viñeta de sagitario.
Del año 1902 portada para la revista blanco y negro. Protagonizada por una mujer, que dibuja esas
suaves curvas que tanto gustan al art-nouveau. Un aspecto llamativo es el magnífico uso del color, con
tonos contrastados, apostando por los fondos dorados y la elegancia de las formas y sensualidad de las
poses femeninas, el decorativismo son los elementos que definen su trabajo y lo sitúan en el mismo
nivel de los artistas internacionales. La tipografía corrobora que es uno de los pocos y mejores artistas
españoles en el diseño de la tipografía. Forma sutil y elegante de enlazar letras con otras, y en la
ampliación de trazos.
También se encuentra inspiración en el mundo oriental, en el arte geranico, vienés, e influencia de
los simbolistas como klimt, los prerrafaelistas, de la iconografía del mundo vagueriano. La temática no
puede ser más amplia, con los temas básicos del art nouveau pero interesado por los exóticos, lo
religioso, etc. Siempre la mujer y la naturaleza. Viñeta para blanco y negro de 1903 con la alegoría del
sacrificio. Formato adecuado a la maquetación de páginas y textos a dos columnas. Desde luego una
de sus mayores aportaciones por lo novedoso es el estudio de la fotografía. E capital de 1900. Hace un
viaje a París para visitar la exposición universal, y lo que le hizo enriquecerse de todas las novedades
que pudo contemplar, y cuando vuelve a España lo traslada a su trabajo.
De 1901 es el cartel para el concurso de carnaval del ciclo de bellas artes de Madrid. Sorprende el
formato vertical alargado en consonancia con los grandes encargos de Alphonse Mucha. Obliga a
hacer un lento recorrido vertical. Destaca también el marco, perfilando un marco sinuoso que
combina elementos naturales y que se recorta sobre un fondo verde intenso. Ese es el otro elementos
destacado, su habilidad para el contraste cromático, destacando el amarillo oro que srive a su vez de
fondo para la figura, permite que se silueten muy bien los cuerpo, aportando luminosidad. El cartel
está protagonizado por tres figuras alegóricas, dos femeninas y una masculina, que están cargadas de
movimiento, sensualidad, etc. teniendo una admirable capacidad para la composición elegante,
dinámica y con el contrapunto perfecto del magnífico tratamiento de la tipografía.
El éxito de estos trabajos, le propicia otros encargos como el de pintar el telón del teatro español de
Madrid. Fue un encargo facilitado por Madrid guerrero de la que fue muy amigo. El éxito de estos
trabajos lo introdujo en los círculos artísticos de Madrid y desde el punto de vista pictórico desarrolló
su maestría, pintando al fresco el salón del baile del casino de madrid al mismo tiempo que trabajaba
en los carteles de distintas instituciones culturales. En los primeros años del 1900 conoce a Pablo Ruiz
Picasso y las inquietudes, influencia y el interés de los dos por el mundo artístico fue notable.
Poco después vuelve a presentarse al concurso de carteles del Círculo de Bellas Artes en 1904.
Presenta una pieza de auténtica madurez, con poesía y sensualidad con una gama cromática más
sobria de tonos tierra y produciendo contrastes y con abundancia de plata. Todas las figuras y
tipografía están contorneados con tonos plata que sirven para destacar su habilidad en la tipografía.

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Experto a la altura de cualquier cartelista europeo. Superposición y enlace entre los glifos. Buen
ejemplo de la extraordinaria calidad de su trabajo.
1906, viñeta Soñemos para blanco y negro. Hizo todo tipo de trabajos, orlas, grecas, viñetas, para la
maquetación de las paginas, y las tematicas son infinitas ya que hay influencia de repertorio celtas,
anglosajones, imitación de la técnica del mosaico, senefas de tema animalistico y floras, algunas areas
en intenso negro que destaca la figura. Cualquiera de sus trabajos sirve de ejemplo para su capacidad
de absorción de influencias. Todos los viajes a Madrid le sirvieron para ampliar conocimientos y
adquirir revistas extranjeras. Se convirtió en uno de los mejores diseñadores de los talleres de Luca de
Tena. Allí conoció a mútliples diseñadores gráficso y artistas, uno de ellos fue el pintor juan gris que
tambien inició su carrera en blanco y negro.
También hizo interesantes diseños de productos, como la peineta de 1900. Es uno de los mejores
ejemplos del carácter multidisciplinar. Abarca todo el campo posible de las artes decorativas. Podría
parecer que son diseños menores pero cualquiera de estas pequeñas piezas se pueden convertir en una
obra maestra. Calidad de figura femenina que sigue las mismas curvas de la peineta. También, además
del arte gráfico, hizo diseño mobiliar como el aparador de 1901.
No solo es uno de los mejores en el art nouveau sino que supo no estancarse y su trayectoria
también se puede considerar como una evolución hacia las nuevas tendencias. Portada de 1919, de los
ideales modernistas a un nuevo prototipo femenino y forma de interpretar la belleza que se empieza a
llamar art decó. Es una buena prueba de su dominio de cualquier tipo de técnica. Dominaba el dibujo,
el wash y la acuarela. Cualquier cambio en la técnica era para él un reto. Los últimos veinte años de su
vida los dedicó al trabajo teórico, destacando dos títulos fundamentales, como «temas de composición
decorativa» que es un manual de composición. Este libro fue traducido al inglés y al francés. El
segundo tratado fue «La letra y su teoría constructiva» que también da idea de la importancia que
siempre concedió a la tipografía. Se publicó después de su muerte.
Elementos decorativos, aparte del protagonismo femenino destacan el broche y las figuras del
apoyabrazos del sillón. Esto era un ejemplo de su capacidad para diseñar cualquier tipo de objeto.
El gran maestro del cubismo español, José Victoriano Gonzales, mucho más conocido por el
pseudónimo Juan Gris. Con él, el mundo de la ilustración y el dibujo se adentran en unos caminos que
evolucionan desde el modernismo al cubismo. Obra incial para las páginas de blanco y negro de 1906,
y demuestra el dominio que tiene del dibujo pero ademas en ua estetica todavia muy de art nouveau.
La conquista del pan. Era el encabezamiento de un relato publicado en las páginas de blanco y negro.
En esta época estaba en plena etapa de formación en la Escuela de Arte y manufactura de Madrid,
aunque ocasionalmente satisfacía algún encargo.
En los talleres de blanco y negro conoce a Varela. Los estilos personales de los dos se dejan influir y
se enriquecen y animan. Se puede decir que el estilo de Juan Gris es más sobrio y europeísta con un
dibujo más calmado y no tan curvado. Destaca también la tipografía enlazada y hay una interesante
interpretación del tema floral que decoran el jarrón que nos recuerdan a las de la escuela de
Mackintosh. Demuestra las conexiones internacionales de los artistas que verían los trabajos
ilustrados de unos y otros.
Julio Romero de Torres, fue un conocido pintor cordobés. Su trabajo se incluye en la línea del
simbolismo europeo y en más de una ocasión muy cercano a los presupuestos estéticos del

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modernismo. Uno de los aspectos más desconocidos es que también fue un prolífico diseñador de
carteles. Vivió durante una temporada en Madrid y allí enseguida entró en los círculos artísticos,
especialmente en las tertulias literarias madrileñas y se hizo amigo de Ramon del Valle Inclán.
La pintura de Julio Romero de Torres además de ser abundante se distingue por haber sido capaz
de crear un canon de belleza reconocible que ha llegado a convertirse en un tópico. Además de la
pintura, es autor de algunos carteles como el de Córdoba de 1912. Protagonizado por una figura
femenina que representa ese estereotipo de mujer atractiva y sensual, pero misteriosa. Con una
mirada ineludible que nos recuerda a algunos de los modelos de los pintores simbolistas franceses y
austriacos. Tiene el toque español, es la encarnación de la belleza femenina cordobesa y se ha
convertido en un auténtico mito. El otro elemento es su interpretación del paisaje. Dentro de él
destaca el punto de vista con un horizonte bajo que permite desplegar el azul del cielo que sirve de
fondo y destaca la figura femenina. Reina una especie de calma tensa que llena de misterio e inunda
de atractivo que rodea la pieza. Decorativismo del vestido, con bordados y tocados con un trabajo casi
hiperrealista.
De 1913 el cartel para anunciar las ferias, con un tono más festivo. Esta vez está protagonizado por
dos figuras femeninas, una ataviada con mantón y la otra con mantilla, dualidad entre lo profano y
sagrado, lo civil y lo religioso. Las dos caras de una misma moneda. Tema recurrente en su trabajo,
solo que en los cuadros le sirve como excusa para desarrollar el desnudo femenino que no usa en los
carteles. Tras la figura femenina está el paisaje, la ciudad, con una línea de horizonte ahora altísima
como pretexto para que el verde agua sirva de fondo para las figuras femeninas. Estos farolillos de la
parte superior sirven de referencia para la iconografía.

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