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ANTOLOGÍA

DE
BASES DEL DERECHO DEL TRABAJO

SERGIO CARMELO DOMÍNGUEZ MOTA

UNIDAD DIDÁCTICA 1
DELIMITACIÓN CONCEPTUAL E HISTORIA DEL DERECHO DEL
TRABAJO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES


COMISIÓN EDITORIAL DEL PORTAL JURÍDICO THEMIS

U.M.S.N.H.

SEPTIEMBRE 2021
Antología del Derecho del Trabajo I

Editado
Septiembre de 2021

Título
Antología Bases del Derecho del Trabajo
1ª. Edición

Colección
“Manuales de Derecho”
4ª. Serie
No. 2

Coordinadores de la Colección
Hill Arturo del Río Ramírez
Teresa M. G. Da Cunha Lopes
María Teresa Vizcaíno López

Coordinador de la Edición y Diseño Gráfico


Sergio Carmelo Dominguez Mota

Copyright ©: Sergio Carmelo Domínguez Mota


Impreso por: Lulu.com | 3101 Hillsborough St | Raleigh, NC 27607-5436
Impreso por: Lulu.com | 3101 Hillsborough St | Raleigh, NC 27607-5436

II
Antología Bases del Derecho del Trabajo

DIRECTORIO

Universidad Michoacana de Facultad de Derecho


San Nicolás de Hidalgo y Ciencias Sociales

Dr. Raúl Cárdenas Navarro Mtra. Tania Haidée Torres Chávez


Rector Directora

M.C. Pedro Mata Vázquez Dr. Miguel Mendoza Barajas


Secretario General Sub-Director

Dr. Orépani García Rodríguez Mtra. Elisa Díaz Gómez


Secretario Académico Secretaria Académica

ME en M.F. Silvia Hernández Capi Lic. Juan Carlos García Álvarez


Secretaría Administrativa Secretario Administrativo

Dr. Rodrigo Gómez Monge Mtro. Julian Robles Jacuinde


Tesorero Secretario de Desarrollo Estudiantil

Dr. Juan Carlos Gómez Revuelta Mtro. José Luis Patlán Chávez
Secretario Auxiliar Coordinador General de Licenciatura

Dr. Héctor Pérez Pintor Dra. Rocío Beatriz Meraz García


Secretaria de Difusión Cultural Coordinadora de la Licenciatura en
y Extensión Universitaria Derecho, Sistema Abierto

Dra. Karla Teresa Piña Martínez


Coordinadora de la Licenciatura en
Derecho, Sistema a Distancia

Dr. Francisco Ramos Quiróz


Coordinador de la División de Estudios de
Posgrado

www.umich.mx www.themis.umich.mx

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Antología del Derecho del Trabajo I

IV
Antología Bases del Derecho del Trabajo

OBJETIVO PARTICULAR: Al concluir la unidad el alumno:

Al concluir el curso, el alumno:

▪ Explicará, a partir de la evolución de los acontecimientos históricos en México y en el mundo, el


escenario actual del Derecho del Trabajo en nuestro país.

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Antología del Derecho del Trabajo I

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Antología Bases del Derecho del Trabajo

Índice.

UNIDAD DIDÁCTICA 1 ................................................................................................................................................ 1


DELIMITACIÓN CONCEPTUAL E HISTORIA DEL DERECHO DEL TRABAJO. .............................................. 1
1.1. DENOMINACIÓN. ............................................................................................................................................................ 1
1.2 SÍNTESIS DEL ORIGEN Y DESARROLLO DEL DERECHO DEL TRABAJO EN EUROPA. ........................................................... 1
1.2.1- Época Antigua. .......................................................................................................................................................... 1
1.2.1.1.- Los Griegos. ...................................................................................................................................................................... 1
1.2.1.2.- Los Romanos. .................................................................................................................................................................... 2
1.2.2.- La Edad Media. ....................................................................................................................................................... 2
1.2.3.- Época Contemporánea. ................................................................................................................................................ 3
1.3.- FACTORES DETERMINANTES EN EL NACIMIENTO Y EVOLUCIÓN DEL DERECHO DEL TRABAJO. ..................................... 5
1.4.- ETAPAS HISTÓRICAS DE LA EVOLUCIÓN DEL DERECHO DEL TRABAJO. .......................................................................... 7
1.4.1.- La Edad Heroica....................................................................................................................................................... 7
1.4.2.- La Era de la Tolerancia. ............................................................................................................................................. 8
1.4.3.- El Reconocimiento de las Instituciones y de los Principios Fundamentales por la Legislación Ordinaria. .................................... 9
1.5.- LA HISTORIA DEL DERECHO DEL TRABAJO EN MÉXICO............................................................................................... 10
1.5.1.- Época Precolonial. .................................................................................................................................................... 10
1.5.2.- Época Colonial. ....................................................................................................................................................... 10
1.5.3.- Época Independiente. ................................................................................................................................................ 11
1.5.4.- Época Revolucionaria. ............................................................................................................................................... 11
1.5.5.- Época Contemporánea. La Constitución de 1917. .......................................................................................................... 13
BIBLIOGRAFÍA. ........................................................................................................................................................... 21

VII
Antología del Derecho del Trabajo I

VIII
Antología Bases del Derecho del Trabajo

UNIDAD DIDÁCTICA 1

DELIMITACIÓN CONCEPTUAL E HISTORIA DEL DERECHO


DEL TRABAJO.

OBJETIVO PARTICULAR: Al concluir la unidad el alumno:

▪ Explicará, a partir de la evolución de los acontecimientos históricos en México y en el


mundo, el escenario actual del Derecho del Trabajo en nuestro país.

1.1. Denominación.

Diversos nombres se han dado a esta rama del derecho. La época, las corrientes políticas y una
serie de circunstancias especiales que ocurren en un momento dado en cada país, ha determinado que se
utilicen denominaciones diversas. Pero no es el nombre lo que le da importancia a una rama del derecho o
lo que delimita su contenido. Por esta razón puede resultar intrascendente cualquier discusión que se
realice sobre el particular, quedando reducido el comentario de este tema a la identificación de su
contenido y fines, y a señalar sus diferencias con otras ramas del derecho, discusión que tendrá lugar en el
desarrollo de la segunda unidad.

En México se ha generalizado el nombre de Derecho del Trabajo, pero no están fuera de uso los
nombres de Derecho Obrero y Derecho Laboral, raramente se utiliza Derecho Industrial o Legislación Industrial. En
época más reciente, se ha venido utilizando la denominación Derecho Social que, para algunos es un
pleonasmo jurídico pues todo el derecho es por naturaleza social. Quienes aceptan la última denominación
le dan una connotación más profunda, pues estiman que es a través de sus normas como podrá resolverse
la “cuestión social” de la clase trabajadora1.

En ese sentido y para fines prácticos del desarrollo de esta materia le denominaremos a nuestra
rama de estudio, Derecho del Trabajo.

1.2 Síntesis del origen y desarrollo del Derecho del Trabajo en Europa.
1.2.1- Época Antigua.
1.2.1.1.- Los Griegos.

Doctrinas económicas.- Los griegos preferían la agricultura y desdeñaban las actividades artesanales y del
comercio, sobre todo el que se realizaba con países extranjeros, ya que consideraban que los extranjeros
introducían elementos extraños y nocivos para la población. Los griegos justificaban la existencia de la

1 DELGADO, Moya Rubén, El derecho social del presente, México, Porrúa, 1977.
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Antología del Derecho del Trabajo I

esclavitud, institución que es contraria a los principios en que se sustenta el Derecho Laboral.

Aspectos sociales.- La población, en la Grecia antigua, se encontraba dividida fundamentalmente entre


hombres libres y esclavos. Los primeros, a su vez, se subdividían en las siguientes clases: sacerdotes,
nobles, militares, marinos, mercaderes y otros. Entre esas clases sociales los principales problemas se
provocaban con los prestamistas y entre los propietarios y apareceros.

Las principales codificaciones legislativas fueron las leyes de Licurgo y de Solón.

1.2.1.2.- Los Romanos.

Aspectos económicos.- Al igual que los griegos, daban preponderancia a la agricultura, la cual afirmaron
con instituciones jurídicas sobre la propiedad individual.

Aspectos sociales.- Las múltiples conquistas de vastos territorios y pueblos, dieron a los romanos
características muy especiales para su economía y para sus múltiples problemas sociales. Graves fueron los
conflictos entre patricios y plebeyos o entre los esclavos y los hombres libres, y mucha atención se debió
de dar a los problemas provocados entre los ciudadanos romanos y los extranjeros.

Quizás ese cúmulo de problemas, haya sido una de las razones por las que los romanos crearon una
infinidad de instituciones jurídicas que pretendían prever todas las situaciones y buscar la solución para las
mismas. Muchas de ellas aún perduran en su esencia y forman parte del Derecho Positivo vigente en los
países, que han tenido como modelo, el sistema jurídico romano-canónico como sucede en nuestro país.

Parte de esas instituciones jurídicas son las normas que regulaban las asociaciones de artesanos, pero en
lugar de proteger a quien prestaba el servicio, protegían al dueño del taller. La locatio conductio operis y la
locatio conductio operarum, como modalidades del arrendamiento en donde el objeto del mismo eran los
servicios de una persona, fueron instituciones que en los albores del Derecho del Trabajo se utilizaron para
equiparar la relación individual de trabajo con esos contratos de Derecho Civil, que a la fecha, se
identifican con el contrato de obra y contrato de prestación de servicios. Las normas reguladoras de la
locatio conductio operis o de la locatio conductio operarum, carecían de las características y no tenían las
finalidades que ahora tienen las normas del Derecho del Trabajo; por lo tanto las instituciones jurídicas de
los romanos no se pueden considerar como antecedentes inmediatos de las normas de Derecho del
Trabajo.

1.2.2.- La Edad Media.

Esta época se extiende desde la caída del imperio Romano de Occidente, a causa de la invasión de los
bárbaros de Atila, en el año 476, hasta la caída del Imperio Romano de Oriente por las huestes de Otomán
II, en el año 1453. Casi diez siglos en que se conjugan multitud de acontecimientos sociales, políticos y
económicos que dan un cariz especial a esta época y en donde ideologías de muy diversa índole conforman
una sociedad con caracteres muy propios.

En esta época, el cristianismo aporta conceptos sobre el trabajo humano y su justa remuneración,
predicando que el trabajo es noble, se realiza por disposición divina y tiene como fin el mantenimiento de
la vida en los aspectos físico y moral del hombre. Por lo tanto el trabajo debe de tener un precio justo, es
decir, debe remunerarse con un salario justo.

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Antología Bases del Derecho del Trabajo

En la Edad Media surge la Teoría del mercantilismo, que propone el enriquecimiento de las naciones
mediante la acumulación de metales preciosos. Tres siglos imperaría esta teoría (1450 - 1750), que en la
palabra crisohedonismo conjuga las ideas de una mejor organización industrial, un exclusivismo marítimo
con ideas colonialistas, conservación de una balanza comercial favorable y un estatismo reglamentario muy
acendrado.2

Para otros, la Edad Media es una época de transición entre la Época Antigua y la Moderna, en donde las
clases sociales se dividen claramente en religiosos, nobles (servidores del Estado) y artesanos.

Los aspectos económicos se desarrollan a través de dos instituciones clásicas de esta época: la servidumbre
y la corporación.

La servidumbre es la institución que se utiliza por unas (los siervos), para tener la seguridad que tanto se
necesita en la época, y para otros (los dueños), para tener mano de obra gratis o barata que les permita la
explotación de sus propiedades, forma sutil de esclavizar al individuo a cambio de ofrecerle la garantía de
la seguridad integral para él y sus familiares. Por esta razón, la servidumbre y su correspondiente
reglamentación no es el antecedente de la relación obrero patronal.

Tampoco la corporación es el antecedente. El régimen corporativo surge, no para dar protección a quien
prestaba el servicio, sino al dueño del taller donde el servicio se prestaba. Las ordenanzas dictadas por el
rey o el señor feudal autorizaban a un gremio determinado (zapateros, herreros, carpinteros, etc.) a realizar
su actividad. Esa autorización implicaba una cerrada clasificación de las personas que laboraban en el taller:
maestro, compañeros y aprendices, estos, inclusive, tenían que pagar porque les enseñaran el arte u oficio
de que se tratara. Para abrir un nuevo taller en una especialidad se necesitaba la autorización del gremio.
Un compañero sólo tenía esperanzas de abrir su propio taller obteniendo esa autorización o disputándose
el privilegio de sustituir al maestro que muriera, mismo procedimiento que debían seguir los aprendices
para llegar a tener la categoría de compañeros y sólo la muerte de alguno de ellos representaba esperanzas
para los aprendices para ascender a la categoría de compañeros, que las más de las veces nunca llegaban a
tener. Por lo tanto las reglamentaciones de los gremios a través de la ordenanzas dadas por el rey o señor
feudal no pueden proporcionarnos los antecedentes de las normas del Derecho del Trabajo como
reguladoras de una relación en donde el centro importante de las mismas es el hombre que trabaja,
considerando este en toda su dignidad y al trabajo como un elemento fuera de toda concepción
mercantilista al que se debe considerar como el elemento a través del cual el trabajador alcanza la
satisfacción digna de sus necesidades y las de su familia.

1.2.3.- Época Contemporánea.

Concluye la Edad Media y se inicia la Edad Moderna, época de grandes transformaciones en los aspectos
económico, político y filosófico. Época de revoluciones. Una de tipo industrial que origina cambios
trascendentales en el orden económico; otra de tipo político, que genera nuevas formas en el ejercicio del
poder estatal y en el comportamiento del individuo hacia el Estado. La Revolución Industrial y la
Revolución Francesa coinciden en el tiempo y esa coincidencia produce un mundo nuevo y la Época
Contemporánea.

La Revolución Industrial.- El término se aplicó primero por Toynbee designando al periodo de la


historia económica de Inglaterra, que va de los años 1760 a 1880. Fundamentalmente se refiere a la
evolución rápida de la industria, principalmente la textil del algodón mediante la aplicación de los inventos

2 GONNARD, René. Historia de las Doctrinas Económicas, Madrid, Ed. Aguilar, 1956, p.47.
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Antología del Derecho del Trabajo I

de Watt y Corwrigh con su máquina de vapor.3

Consecuencias de la Revolución Industrial.- Una consecuencia inevitable de la Revolución Industrial


fue, entre otros hechos, la concentración de grandes masas de trabajadores que emigraban, en gran escala,
del campo hacia los centros urbanos; esto, a su vez originó un acelerado desarrollo de las regiones
industriales con la correspondiente creación de desigualdades en los grupos sociales. Con mayor
producción se produce también una expansión en el comercio exterior.

Desarrollo de la Revolución Industrial.- La Revolución Industrial trae aparejada la implantación de la


máquina en la industria lo que produce un cambio en el concepto de utilización del hombre. Antes se
contrataba al trabajador por su energía de trabajo, ahora, se utiliza para cuidar y alimentar a la máquina. El
artesano era el artista de la Edad Media que laboraba en los talleres y deja de serlo para convertirse en un
asalariado. En lugar de que la máquina viniera a liberar al obrero, lo esclaviza más.

Si a lo anterior se agrega la aplicación de la doctrina liberal imperante en la época, que dejaba en libertad al
individuo, pretendiendo que al usar su libertad se le protegía de la tiranía y la opresión. La realidad vino a
demostrar todo lo contrario.

Consecuencias de la gran industria.- La gran industria nacida por la influencia de la Revolución


Industrial transforma el régimen económico ya que produce una gran concentración de individuos en las
ciudades; los que son sometidos a los abusos de los propietarios de las fábricas quienes cuentan con una
mano de obra abundante. Esta circunstancia sólo produce una competencia entre los mismos trabajadores
para tener una ocupación. El Estado se abstiene de intervenir. Es la época del Capitalismo Industrial que
influye en lo económico con el desarrollo de la oferta y la demanda y la Ley de Gresham, en lo político,
con el establecimiento del Estado liberal, y en lo filosófico, con el individualismo.

La Revolución Francesa.- Este movimiento es consecuencia de las ideas sostenidas por los pensadores
de la ilustración: Voltaire, Rousseau, Montesquieu, entre otros. Derrocaron el régimen monárquico
existente y lo sustituyeron por un nuevo régimen en el que el ejercicio del poder se basa en la democracia,
predica la libertad y la igualdad entre los individuos. Una de las primeras consecuencias de este
movimiento es la promulgación de la Ley de Chapelier, en marzo de 1791, que proclamó la libertad de
trabajo y abolió el régimen corporativo, pretendiendo independizar al individuo política y
económicamente, pero logrando tan sólo que el trabajo quedara sujeto al libre juego de la oferta y la
demanda, circunstancia que es agravada con el imperante maquinismo que coincide en el tiempo con la
aplicación de la ideología de la Revolución Francesa. La Teoría de la Libre Competencia origina una
reducción en el precio de los salarios, aumentando la duración de la jornada, debido a que el dueño de la
fábrica pretende producir más barato para aumentar su margen de utilidad.

Hacia la primera mitad del siglo XIX, la conciencia de la ideología que produjo la Revolución Francesa y
las transformaciones económicas que sufrían las sociedades por la intervención de la Revolución Industrial,
originaron una grave explotación de los trabajadores, principalmente en Inglaterra, Francia, Holanda y
Alemania. La burguesía de esos países no sólo explotó a los hombres, sino también a las mujeres y hasta a
los niños, exigiéndoles jornadas de 17 horas diarias con mínimos pagos4. Las condiciones de higiene de las
fábricas eran sólo comparables a las de las cárceles que existían en la misma época. Los trabajadores, que

3 Relación de inventos; 1733, John Kay inventa la lanzadera mecánica para los telares; 1770 Jamex Hargreaves patentó la Spining Jenny; 1771
Richard Arkright logra mover una máquina con la fuerza del agua; 1779 Samuel Crompton da nueva aplicación al vapor (?); 1785 Edmundo
Carwright, Párroco de Ken, desarrolla la utilización del vapor; 1782 Watt desarrolla el sistema de rotación. Antes de la Revolución Industrial la
máquina auxiliaba al hombre, después y debido a la energía utilizada para mover a la máquina, es el hombre el que se convierte en auxiliar de
las máquinas.
4 PORRAS, Alberto, Derecho Mexicano del Trabajo, México, Textos Universitarios, S.A, 1975, p. 14.

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Antología Bases del Derecho del Trabajo

sufrían el mismo trato que los delincuentes, necesariamente buscaron la solución. La conciencia de clase
despierta y se fortalece ante la injusticia; se inician movimientos de franca rebeldía, se realizan huelgas, y se
llega inclusive a la destrucción de las máquinas, cometiendo actos de violencia contra los propietarios de
las fábricas.

El Estado “gendarme”.- El Estado Liberal, el Estado que bajo la consigna de Quesnay “dejaba hacer y
dejaba pasar” ante la gran cantidad de conflictos obrero patronales que amenazaban con su existencia,
abandona su conducta de no intervención y se convierte en un Estado Intervencionista, al dictar leyes
que pretendían regular las relaciones entre los obreros y patrones; se dictan leyes en Inglaterra, en Francia y
en Alemania5 que buscan mejorar la situación económica y social de la clase trabajadora. La burguesía y el
estado creado por ella, ceden ante las reclamaciones de los obreros y dan una inicial satisfacción a la justicia
que reclamaba la clase trabajadora.

El Derecho del Trabajo nace así en la época del Capitalismo Industrial, ante los medios de producción. El
Derecho del Trabajo no es una concesión graciosa del poder estatal, es la respuesta que la clase trabajadora
arrancó al estado burgués y que éste concedió para evitar que fuera, a través de la violencia, como se
obtuviera un orden más justo y humano para los trabajadores.

1.3.- Factores determinantes en el nacimiento y evolución del Derecho del Trabajo.

Son muchos los factores que influyeron para la iniciación de la lucha: Marx puso de relieve que uno de los
primeros efectos de la Revolución Industrial fue el tránsito del taller a la fábrica, de la producción llevada a
cabo en una unidad económica pequeña formada por el maestro-propietario de los útiles de trabajo —
recuérdese el taller del zapatero Hans Sachs en Nürenberg— y un número limitado de compañeros u
oficiales y de aprendices, a la producción en la fábrica, en donde se amontonaban decenas o centenares de
obreros.* Fue ahí, en esas grandes aglomeraciones de hombres, donde se gestó la rebeldía contra la
injusticia como consecuencia de un murmullo, de las conversaciones y de la contemplación de los
accidentes, cuya causa eran las máquinas. Fueron esas nuevas circunstancias las que trajeron a la memoria
la idea de la unión de los hombres para luchar por condiciones más humanas para la prestación de los
servicios.

El segundo de los factores, consumación del anterior, es la aparición y el crecimiento del movimiento
obrero. Sin duda alguna el factor fundamental. Fueron muchas las cuestiones a las que tuvieron que
enfrentarse los sindicatos: la estructura hermética del sistema político y jurídico de la burguesía, que no
mostraba ninguna fisura en los comienzos del siglo pasado, la actitud abstencionista del estado expresada
en la fórmula laisser-faire, laisser-passer, que había sido impuesta por la burguesía y cuya consecuencia
inmediata consistía en la imposibilidad jurídica de preparar una legislación para las relaciones entre el
trabajo y el capital; la fuerza y la soberbia de la burguesía que vivía y vive todavía un mundo impenetrable
para los hombres del trabajo.

Desde su origen, el movimiento obrero, conocedor de la existencia de la ley fundamental de la historia,


entendió que se trataba de una lucha total en la que nada tenía que esperar de su enemigo, que era la
burguesía y de su cómplice, que era el estado. La batalla del trabajo de aquellos primeros años se propuso
un doble objetivo: un fin inmediato, condición indispensable para el triunfo, la conquista de los bastiones
que tenían como lemas la negación de las libertades de coalición, de sindicación y de huelga. La toma de

5 Francia; en 1851, la Ley de Aprendizaje; Alemania: en 1869, Ley sobre la inembargabilidad del salario; en el mismo año, el Seguro
Obligatorio; Inglaterra: 1824, la Ley sobre coalición, en 1871, la Ley sobre Higiene y Seguridad; Austria: en 1873, Ley sobre Coalición, en
1871, la Ley sobre Profesionales, 1884, Ley sobre la Higiene en el Trabajo, 1888 Ley sobre Accidentes de Trabajo; 1898, Ley sobre el Trabajo
de Menores y Mujeres, 1907, Ley sobre el Descanso Semanal.
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Antología del Derecho del Trabajo I

esos bastiones abriría el camino a la finalidad mediata y suprema, la lucha para imponer a la burguesía la
negociación y contratación colectiva de las condiciones de prestación de los servicios. Fue difícil la lucha
de los sindicatos y aún su misma existencia y fueron muchas las escaramuzas perdidas y muchos también
los obreros que purgaron largas condenas, tal vez en la celda de Papillon, sentenciados en nombre de esos
antepasados de los delitos de disolución social en materia de huelga, que inexplicablemente defendieron los
diputados de la C.T.M. ante el Congreso de la Unión en 1941.

A ciento cincuenta años de distancia, la contemplación de aquellos acontecimientos confirma la frase de


Marx: “El proletariado vivía en un mundo sin corazón, en una sociedad en la que el único móvil de la
burguesía conquistadora consistía en el acaparamiento de la riqueza para conducir la vida del lujo y de la
ostentación, según la fórmula clásica de Werner Sombart”. De ahí que sea verdad que la clase social que
enterró el ideal ético de la vida y lo sustituyó por la persecución implacable del afán de riqueza y de dinero,
móvil de la historia de los dos últimos siglos, sea precisamente la burguesía.

En oposición a la crueldad y a la deshumanización de la sociedad burguesa, irrumpió un tercer factor en la


lucha, al que podría llamarse la Rebelión del Pensamiento. Vinieron los escritores y polemistas de los más
diversos sectores y de pueblos distintos, de las clases medias en su inmensa mayoría, y sustentaron ideas
disímbolas pero poseían una concepción ética común frente a la vida y coincidieron en la idea de que era
imprescindible modificar el sistema cruel de la propiedad privada y transformar el orden económico, a fin
de evitar que la injusticia se perpetuara como la soberana de los hombres y de los pueblos.

Un primer grupo estuvo formado por los expositores de las doctrinas a las que Marx llamó el Socialismo
Utópico y Sombart el Socialismo Racionalista. Entre ellos se menciona al Conde de Saint-Simón, de cuyas
ideas surgió una corriente más cercana al socialismo, que se conoce con el nombre de los Saint-
Simonianos; su punto de partida fue una apelación a los hombres de ciencia para la creación de una ciencia
nueva destinada a procurar el bienestar humano. El director industrial Roberto Owen llegó a la conclusión,
en los establecimientos de New Lanark, de los mayores de la Gran Bretaña, de que todos los males y vicios
de la clase obrera eran consecuencia de su miseria, de donde la urgencia, que él mismo practicó, de elevar
sus condiciones de vida. Con esas ideas y con su acción, contribuyó al desarrollo del movimiento
cooperativo y al del Trade-Unionismo, primera organización sindical importante de Europa y América.
Charles Fourier pugnó porque el trabajo se hiciera agradable a los hombres, a cuyo efecto debían
organizarse comunidades libres de trabajadores para la producción de los bienes adecuados a las
necesidades de los hombres, a las que dio el nombre de Falansterios. Sismonde de Sismondi, de quien
dicen Marx y Engels, en el Manifiesto Comunista, que era el jefe del socialismo pequeño-burgués, fue uno
de los iniciadores de la crítica al Liberalismo Económico, una doctrina mentirosa, porque no es exacto que
existan leyes naturales fatales. El Liberalismo corresponde a una idea determinada de la propiedad privada,
pero si se modifican sus bases, la economía sufrirá transformaciones fundamentales, por otra parte; y en
contra de Adam Smith, afirmó que la verdadera riqueza de las naciones consiste en la extensión de los
beneficios a todos, a cuyo fin convenía adoptar algunas medidas concretas para una regulación de las
relaciones de trabajo como la protección a los niños, la limitación de la jornada, pensiones de vejez e
invalidez y libertad de coalición. Etienne Cabet es el prototipo de los utopistas de principios del siglo, en
su viaje a Icaria se declaró partidario de una sociedad plenamente comunista, en la que todos los hombres
serían iguales y desaparecería la propiedad privada; pero sentía horror por la revolución violenta, creía en
cambio, que sería posible convencer a los ricos y a los gobiernos de los beneficios de la transformación
social y económica.

Louis Auguste Blanqui ocupa un lugar especial en la historia de las luchas y de las ideas sociales, pues en
abierta oposición con el socialismo utópico, no solamente fue un pensador, sino también un luchador,
actitud que adoptó desde los dieciséis años, cuando entró en la secta de los Carbonari. Una y otra vez
intervino en los disturbios que se sucedieron en Francia y pasó varios años en las cárceles. Fue partidario
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Antología Bases del Derecho del Trabajo

de la acción revolucionaria, creía que el tránsito a la sociedad nueva se operaría a través de la dictadura del
proletariado cuya misión consistiría en procurar la desaparición del Estado y una forma nueva de
organización industrial, tal vez mediante asociaciones cooperativas.

1.4.- Etapas históricas de la evolución del Derecho del Trabajo.

El Derecho del Trabajo tiene su propia y esta se puede dividir en tres grandes etapas: La Edad heroica, la
Época de Tolerancia y la Etapa del Reconocimiento de las Instituciones y de la Legislación Ordinaria.

1.4.1.- La Edad Heroica.

Los primeros cincuenta años del siglo XIX, integran lo que hemos llamado en diversas ocasiones la Edad
Heroica del movimiento obrero y del Derecho del Trabajo. Esta denominación corresponde primeramente
a la lucha sindical pero pertenece también al derecho del trabajo, porque se luchaba por su idea, pues las
libertades sindical, de huelga y de negociación y contratación colectivas, son su finalidad inmediata, la
condición para que pudiera nacer el Derecho Sustantivo en una sociedad en la que su estado era impotente
frente a la fórmula del laisser-faire, laisser-passer de los fisiócratas. La lucha tuvo a Inglaterra como primer
escenario y fue en ese país donde se conquistaron las libertades colectivas. Francis Place logró en el año de
1824, que el parlamento aprobara una ley que derogaba las prohibiciones de las leyes de 1799 y 1800.

Poco después, en la primera acción democrático-revolucionaria de los trabajadores, conocida como la


Guerra Carlista, en virtud de la carta-petición en la que solicitaban del parlamento una estructura
democrática que permitiera al trabajador hablar en aquella tribuna, inspirados en el pensamiento de
Roberto Owen, iniciaron una marcha hacia Londres que fue disuelta cruelmente por la policía y e! ejército,
sin embargo, la Ley de 1824 provocó una curiosa paradoja, pues si el Estado individualista y liberal se
limitó al simple papel de espectador frente a los fenómenos económicos, actitud que le fue impuesta por la
burguesía como premisa indispensable para que pudiera ejecutarse libremente la explotación del
proletariado, una vez que se conquistaran las libertades colectivas, serían los trabajadores quienes exigirían
del Estado que continuara cumpliendo el papel de espectador y se concretara a contemplar la organización
de los trabajadores y su lucha para conseguir, a través de la negociación y contratación colectivas, y de la
huelga, las condiciones de trabajo que el Estado no podía ni quería imponer.

En los años finales del período que consideramos aquí, se produjeron dos grandes acontecimientos que
provocaron el tránsito a la Era de la Tolerancia: la entrada del marxismo a la lucha de clases como el
pensamiento básico de los trabajadores y las revoluciones europeas de mediados del siglo. En el mes de
febrero de 1848 se publicó en Londres el Manifiesto Comunista, al que pertenece el título del documento del
siglo, porque como escribió Labriola en su cincuentenario, “Ninguna de las obras anteriores ni posteriores
publicadas por los autores del Manifiesto, con tener una importancia científica mucho mayor, puede
sustituirlo, ni encierra su fuerza específica de acción”, porque es la palabra que despertó de su sueño al
proletariado y porque su publicación determinó el curso de la historia. No obstante su profundidad, el
Manifiesto contiene un lenguaje claro y sencillo, al alcance de las grandes masas trabajadoras y se compone
de numerosos principios e ideas:

− En primer término, la explicación materialista de la historia de la que fluye la ley fundamental de la


lucha de clases.
− En segundo lugar, la tesis de que en el sistema de la propiedad privada, la contradicción entre las
clases es inevitable.

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Antología del Derecho del Trabajo I

− En tercer término, la Teoría de la Revolución, que enseñó a los trabajadores que solamente a través
de ella podría ponerse fin a la lucha, así como también que la clase trabajadora, estaba destinada
por la historia a llevarla al cabo.
− En cuarto lugar, la visión de la sociedad socialista del futuro, en la que desaparecerían la propiedad
privada sobre los instrumentos de la producción y la posibilidad de la explotación del hombre por
el hombre.
− En quinto término, la idea de que en esa misma sociedad del mañana moriría el Estado,
organización creada por las clases poseedoras para mantener a los trabajadores bajo su dominio.
− Finalmente, el Manifiesto concluye con la conocida invitación: “Proletarios de todos los pueblos,
uníos”, que era también un llamado en favor de la acción sindical.

En el mismo mes de febrero estalló en París la revolución, de la que fue genio y espíritu vivo Alphonse de
Lamartine, uno de la pléyade de poetas excelsos de la tierra de Juana de Arco. Convencido de que la
monarquía pertenecía a un pasado glorioso que concluyó con Luís XIV. Amó una república democrática
en la que reviviera la idea de la soberanía del pueblo. En un banquete célebre del mes de febrero, su
palabra inclinó la balanza en favor de la caída del rey y frente al pueblo sublevado, a la abdicación de Luís
Felipe, en favor de su hijo y en presencia de éste y de su madre, la ex reina; el poeta, en otro discurso
célebre, decidió a los diputados por la forma republicana. En el gobierno provisional estuvieron a su lado
Louis Blane y el obrero Albert. La euforia republicana, la influencia del socialismo utópico y sobre todo, la
fuerza de convicción del Manifiesto Comunista llevaron al movimiento obrero a proponer un conjunto de
principios en los que se plasmó, en todo su esplendor, la idea del derecho del trabajo. Si el Liberalismo
Económico facilitó la explotación del proletariado, el Derecho del Trabajo sería la barrera puesta por la
clase trabajadora para atemperarla.

El gobierno provisional creó la “Comisión de Luxemburgo” para que preparara una legislación del trabajo,
pero los acontecimientos posteriores, que desembocaron en el imperio de Napoleón III, dieron una vez
más el triunfo al sistema capitalista de la burguesía.

Frecuentemente se ha citado el artículo 20 de la Constitución Belga de 1831, según el cual: “Los belgas
tienen el derecho de asociarse sin someterse a ninguna medida preventiva”, esto fue un precedente de la
libertad sindical, pero cualquiera que fuese el alcance de la disposición, no se utilizó pues los primeros
sindicatos se constituyeron en los últimos años del siglo pasado.

Tampoco se encuentran datos fundamentales en los estados alemanes y en Austria, pues si bien se
produjeron algunos desórdenes, principalmente en Viena y en Berlín, los gobiernos se impusieron
fácilmente, los únicos cambios sociales se relacionan con la supresión de las corporaciones y de la
servidumbre de los campesinos.

1.4.2.- La Era de la Tolerancia.

La Edad Heroica concluyó con el reconocimiento de las libertades de coalición y asociación sindical, pero
no puede fijarse una fecha aproximada porque varía de país a país, pues mientras el Parlamento inglés
reconoció la libertad de asociación en 1824, Francia esperó hasta el año de 1864 la derogación de las
normas penales que sancionaban la formación de los sindicatos y las huelgas. La evolución alemana fue
más compleja, ya que, si bien, algunos estados levantaron las prohibiciones entre 1841 y 1859, fue hasta el
año de 1872 cuando una ley del recién formado imperio generalizó las libertades. Denominamos a este
segundo periodo la Era de la Tolerancia.

8
Antología Bases del Derecho del Trabajo

Los trabajadores pudieron asociarse libremente, sin temor a ser perseguidos y sin que el Estado pudiera
estorbar su formación, pero las reformas a las leyes penales y la consecuente libertad de sindicación, no
trajeron consigo su reconocimiento legal como personas jurídicas, fueron asociaciones; razón por la cual
los empresarios no estaban obligados a negociar o contratar colectivamente las condiciones de trabajo.
Podían también los trabajadores suspender su trabajo pero no podían paralizar las actividades de la
empresa, antes bien, la ley y la fuerza pública acudían en auxilio del patrono a fin de que pudiera contratar
nuevos trabajadores y continuar las actividades de la negociación. Por otra parte, si la huelga dejó de
constituir un delito, era un ilícito civil, cuya sanción consistía en la facultad otorgada al empresario para
declarar rescindidos los contratos de arrendamiento de servicios en vista del incumplimiento de las
obligaciones del arrendador.

1.4.3.- El Reconocimiento de las Instituciones y de los Principios Fundamentales


por la Legislación Ordinaria.

La Era de la Tolerancia evolucionó en el mismo siglo XIX hacia una nueva etapa que puede denominarse
El Reconocimiento de las Instituciones y de los Principios Fundamentales del Derecho del Trabajo por la
Legislación Ordinaria. Tampoco pueden precisarse las fechas de la transformación; es una evolución lenta
y gradual, cuyos perfiles principiaron a definirse claramente al consumarse el tránsito de los siglos. En los
primeros años del siglo XIX, Prusia y más tarde el Imperio de 1870, presenciaron un desarrollo
considerable de la legislación laboral. Bismarck comprendió la misión que desempeñaba la burguesía y se
puso a su servicio para que se lanzara a la lucha económica y a la conquista de los mercados
internacionales; pero se dio cuenta de que la prosperidad de la economía no podía fincarse sobre la miseria
de las masas.

Por otra parte, la idea socialista cobraba fuerza día con día y condujo a la organización de la Internacional
Comunista y a la formación por Fernando Lassalle, ya separado de Marx, del Partido Obrero Social
Demócrata. En el congreso que celebró en Eisenach en 1869, que constituyó una prueba de la fuerza del
movimiento sindical y de la libertad que principiaba a disfrutarse, se aprobó un programa con una hermosa
y amplia reivindicación de los beneficios que deberían corresponder a los trabajadores en el proceso de la
producción.

El Canciller de Hierro recogió el guante y adelantándose a su tiempo, inició la llamada Política Social,
primer apartamiento general de los principios de la Escuela Económica Liberal. Se convirtió en una
política que llevaría a una nueva actitud del poder público: el Intervencionismo de Estado y contribuiría a
la corriente de los profesores alemanes que integró el Socialismo de Cátedra. La esencia de la Política
Social consistió en la promoción del bienestar de los trabajadores, cuyo fin se promulgó en 1869, en Die
Gewerbeordnung, primera ley reglamentaria de las relaciones de trabajo del siglo XIX. El movimiento
obrero, guiado por una honda convicción socialista, crecía continuamente; en el año de 1875, un ala
importante del marxismo ortodoxo, representada por Bebel y Liebknecht, en unión de los Lassallianos,
aprobó el famoso Programa de Gotha, al que Marx criticó en una carta a Brake. No obstante esto
constituyó un segundo esfuerzo en defensa de los derechos del trabajo. En vista de estos acontecimientos,
Bismarck lanzó la ley Antisocialista de 1878, que prohibió la formación de asociaciones que tendieran a la
transformación del régimen social, económico y político, pero al contemplar la inquietud obrera, en un
mensaje del emperador Guillermo I de 1881, anunció la Institución de los Seguros Sociales. Años más
tarde, después del Congreso Internacional de Derecho del Trabajo de Berlín, el Reichstag revisó la ley de
1869, cuyo resultado constituye la legislación más progresista de su tiempo.

Después de la derrota de los ejércitos franceses por los prusianos, Blanqui intentó en 1870, el
establecimiento de un gobierno socialista, y en 1871 ocurrió el episodio de la Comuna de París. Una vez
9
Antología del Derecho del Trabajo I

que retornó la paz y en el marco de las estructuras políticas democráticas, Francia penetró en el terreno de
la legislación social. En el año de 1884, una ley del parlamento reconoció a las Asociaciones Sindicales, la
personalidad jurídica; y en 1898, se expidió la Ley de accidentes de trabajo, introductora de la Teoría del
Riesgo Profesional.

La acción del Ministerio Waldeck-Rousseau, tuvo gran importancia a finales del siglo XIX. El jefe del
partido socialista, Millerand, fue parte de este Ministerio en el que se crearon varias normas legislativas,
entre las que destaca, la reducción de la jornada de trabajo a diez horas; pero por encima de estas normas,
el gabinete aprobó decididamente una política de apoyo a los sindicatos en su lucha por la celebración de
los contratos colectivos.

1.5.- La historia del Derecho del Trabajo en México.

1.5.1.- Época Precolonial.

Antes de que el conquistador español llegara a las tierras de lo que posteriormente fuera La Nueva España,
existían asentados, en dicho territorio, un gran número de imperios indígenas con características muy
peculiares que los diferenciaban entre sí. Para este curso tomaremos como modelo el Imperio Azteca, por
ser el más representativo y con el cual, el conquistador español, tuvo que luchar con más tenacidad.

La población del Impero Azteca estaba dividida en dos grandes clases: los nobles, que se integraban por
sacerdotes, guerreros y los nobles propiamente dichos; por otro lado, se encontraba la gran masa popular,
“el pueblo”.

La economía era muy cerrada, sin descartar el comercio con otros imperios. La agricultura y el comercio
fueron las actividades principales de los aztecas y en dichas actividades tenían una importante intervención
los esclavos, los siervos o mayeques y los tamemes, clase social que era de la más ínfima categoría. No
podemos señalar entre las instituciones sociales que regulaban la prestación de los servicios por parte de
los esclavos, los siervos o los tamemes, ningún antecedente del Derecho del Trabajo ya que el trabajo de
esas personas se asimilaba al que realizaban las bestias de carga.

1.5.2.- Época Colonial.

Se extiende desde el año de 1519, cuando Hernán Cortés y sus hombres desembarcan en el Puerto de la
Vera-Cruz y constituyen el primer Ayuntamiento e inician la conquista de México. Concluye en esta época
después del movimiento de independencia iniciado en 1810, en septiembre de 1821, al firmarse el Acta de
Independencia.

Con relación a los antecedentes de nuestra materia, es conveniente señalar que durante este período se
impuso el régimen de las corporaciones en el trabajo urbano pero en el campo se utilizaba la mano de obra
indígena a través de la “encomienda” o definitivamente en calidad de esclavos o siervos.

Las Leyes de Indias6, cuya vigencia inicio Carlos II de España hacia el año de 1680 son un importante

6Las Leyes de Indias fueron puestas en vigor para proteger a los indígenas naturales de las diversas tierras conquistadas por los españoles,
protección que se hacía necesaria dado el comportamiento observado por los encomenderos. Una relación muy completa de estas leyes en
10
Antología Bases del Derecho del Trabajo

documento en el que, si bien no con las características y finalidades que ahora tienen las normas del
Derecho del Trabajo, se reglamentó la prestación de los servicios por parte de los indios en todos los
territorios conquistados por España y se pusieron en vigor disposiciones sobre el trabajo de las mujeres y
de los menores, el régimen de los salarios, jornada de trabajo y descansos y las contingencias que sufrían
los indígenas al prestar los servicios.

1.5.3.- Época Independiente.

A partir del 15 de septiembre de 1810 y durante los cien años siguientes, México atravesó por la difícil
época de su nacimiento como país independiente. Creció en sus primeros años buscando la consolidación
de su independencia y lo logró el 28 de septiembre de 1821, fecha en que se nombra el primer gobierno
independiente. En adelante, México avanzó buscando el mejor camino para realizar los fines de toda
nación independiente: progreso y bienestar para la comunidad social. Muchos son los ensayos en cuanto a
la forma de gobierno y muchos los hombres que pretenden ser lideres; diversas son también las doctrinas e
ideologías que se ensayaron para buscar la identidad nacional. Se establece un Imperio, el de Agustín de
Iturbide, se piensa en una República y se ensaya la República Central y Federal. Las ideologías liberales se
alían y los conservadores también pretenden imponer su forma de pensar y de gobernar. Así transcurre la
Historia de México hasta el año de 1857 en que se discute y pone en vigencia una Constitución.

Cuando se considera que la Constitución, recién promulgada, iniciará la estabilidad nacional; nuevamente
las facciones ideológicas muestran su inconformidad. Liberales y conservadores vuelven a las armas
motivando, años más tarde, el establecimiento del segundo Imperio, el de Maximiliano, que concluye en
Querétaro el 19 de junio de 1867, con su fusilamiento. Benito Juárez se consolida en el mando del poder
republicano y su muerte lleva a la presidencia de la República a Porfirio Díaz (1877-1880), después al
General Manuel González (1880-1884) y nuevamente a Porfirio Díaz en 1884, quien prolonga su estancia
en el poder presidencial hasta 1911, cuando abandona el país en el barco Ipiranga rumbo al destierro.

1.5.4.- Época Revolucionaria.

El 20 de noviembre de 1910, con la muerte de Carmen y Aquiles Serdán, se desencadena el movimiento


revolucionario, que a todo lo largo y lo ancho de la República Mexicana se manifiesta en multitud de
movimientos armados y con una gran cantidad de jefes y líderes que pretenden alcanzar el poder. Este
movimiento concluye con el Congreso Constituyente realizado en Querétaro a fines del año 1916 y
principios de 1917, del cual surge, como una fuerza aglutinadora de las diferentes facciones y jefes
revolucionarios, una ideología que en lo social, político, jurídico y filosófico, se plasma en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos que, promulgada el 5 de febrero de 1917, inicia su vigencia el 1ª
de Mayo del mismo año, salvo en aquellas disposiciones que era necesario aplicar de inmediato para
conformar a la mayor brevedad los poderes federales.

Es a fines de esta época en donde podemos señalar que se dieron las circunstancias de coincidencia entre
los aspectos políticos, sociales y económicos que determinaron la creación de normas que regularan la
prestación de los servicios de los trabajadores, encontrando también en esta época antecedentes
importantes de la legislación laboral vigente.

Antecedentes remotos e inmediatos de las normas laborales en el Derecho Mexicano.- Don Miguel

materia laboral, hace el Dr. Guillermo Cabanellas en el Capítulo II, p. 125 y siguientes del tomo I de su Introducción al Derecho Laboral,
Bibliográfica Omeba, Buenos Aires, 1960.
11
Antología del Derecho del Trabajo I

Hidalgo y Costilla emitió el 19 de octubre de 1810, su decreto, aboliendo la esclavitud. En la ciudad, los
trabajadores urbanos continúan supeditados a las ordenanzas que regulaban los gremios, entre estos se
encuentran los relativos a los panaderos y a los tocineros con las variantes propias de un país
independiente; que no puede, en pocos años, formar todas las estructuras para su propia regulación y se
concretan a adaptar las anteriores. En la época independiente se aplicaron los principios derivados de las
Leyes de Indias al trabajo del campo.

Mención importante merece el decreto expedido y publicado el 1º de noviembre de 1865, durante el


gobierno imperial de Maximiliano. En el aspecto jurídico y por lo que hace a la reglamentación del trabajo,
se buscó la protección de los trabajadores, entre ellos los menores de edad y en general, mejores
condiciones de trabajo.

Las primeras agrupaciones de trabajadores que se organizaron y funcionaron fueron la Sociedad Particular
de Socorros Mutuos, organizada el 5 de junio de 1853 y el Círculo de Obreros, nacido el 16 de septiembre
de 1872. Se integraron como asociaciones mutualistas, pero no sólo buscaban una ayuda mutua para las
necesidades comunes, sino también la mejoría de esos intereses y la defensa de los mismos. En esa época
aún no se dictaban las normas jurídicas que reconocían la Constitución y la actualización de estas
agrupaciones como sindicatos; por el contrario, se reprimía la organización y funcionamiento de
asociaciones con la característica de sindicatos.

El régimen porfirista, al adoptar implícitamente el lema positivista de “El orden como medio, el progreso
como fin”, acepta la falsa noción de que el individuo no debe nada a la sociedad en su conjunto y que la
misión del Estado no es resolver los problemas colectivos sino crear condiciones propicias para que los
empresarios desarrollen el país.

Al amparo de esta teoría se sientan las bases para una gran inversión, principalmente de extranjeros; se
desarrolla la industria textil, la minera, la ferrocarrilera y con ella la concentración de una gran cantidad de
trabajadores atraídos desde las labores del campo hacia las fábricas, minas o ferrocarriles, que prometen
una remuneración, que aunque era poca, garantizaba su seguridad. No es un secreto para nadie la forma y
circunstancias en que, durante esta época, trabajaron los obreros mexicanos. Patrones y capataces les
daban un trato despectivo y muchas veces brutal. Sólo se les consideraba capaces de hacer el trabajo
ordenado y dirigido por otros sin la menor compasión humana, buscando tan sólo sacar ganancias
óptimas. Salarios ínfimos, jornadas extremadamente prolongadas y condiciones de higiene y seguridad
inexistentes, tuvieron que formar una conciencia en la gran masa trabajadora, conciencia que tiene como
lógico resultando la unión de quienes se encontraban en las mismas condiciones de trabajo, reclamación
que –entonces como hoy-, se apoyó en el único medio que los trabajadores tienen para forzar la concesión
de esas condiciones: la huelga. La huelga estaba prohibida y tipificada como delito 7, pero era la única arma
posible contra el patrón y contra el gobierno; éste, fiel al principio de “El orden como medio, el progreso
como fin”, reaccionó reprimiendo los movimientos huelguísticos que surgen en Cananea(Mayo 28 de
1906), y en la industria textil, a fines de ese mismo año, que paralizaron varias fábricas: ocho en el Estado
de México, treinta y dos en Puebla, trece en Veracruz, cuatro en Querétaro, once en el Distrito Federal,
una en Oaxaca, dos en Colima, siete en Coahuila, una en Chiapas, tres en Chihuahua, ocho en Durango,
seis en Guanajuato, nueve en Tlaxcala, una en Sinaloa, dos en Guerrero, tres en hidalgo, cinco en Jalisco,
cuatro en Michoacán, cuatro en Nuevo León y en otros lugares más. La represión, en algunos casos, no
tuvo mayores consecuencias pero sí se produjeron de manera drástica, en Cananea, Sonora y en Río
Blanco, Veracruz.8

7 Artículo 925 del Código Penal de 1871


8 LÓPEZ Aparicio, Alfonso, El Movimiento Obrero en México, Segunda Edición; México, Ed. Jus, 1958, pp. 143 y ss.
12
Antología Bases del Derecho del Trabajo

Se siente ya la inconformidad de los trabajadores y se busca su solución. Algunos gobernantes la entienden


y dictan normas que dan satisfacción a los reclamos de esos trabajadores, como la Ley de Riesgos
Profesionales de 1904, de José Vicente Villeda, en el Estado de México, la Ley de Bernardo Reyes en 1906,
en el Estado de Nuevo León, también sobre accidentes de trabajo.

Por otra parte, las facciones políticas inconformes que aspiraban a detentar el poder, postulan también
principios a favor de los trabajadores, y ofrecen que de llegar al poder legislarán para ellos. Muestra de
esto, antes del estallamiento revolucionario, es el contenido del Programa del Partido Liberal dado en San
Luís Missouri, USA., el 1º de julio de 1906.

El movimiento armado de 1910 llegó con el 20 de noviembre de ese año. Ya expresamos que son muchos
los líderes y facciones que aspiraban a detentar el poder, todos ellos dan a conocer sus “planes” y en varios
de estos se introducen reformas para legislar a favor de los trabajadores. Así tenemos el Plan Político
Social proclamado por los Estados de Guerrero, Michoacán, Tlaxcala, Campeche, Puebla y el Distrito
Federal en la Sierra de Guerrero, el 18 de Marzo de 1911; puntos X, XI y XII del pacto de la empacadora
de Pascual Orozco, cabe destacar el punto 34 en Chihuahua, Chihuahua, el 25 de marzo de 1912. La
cuestión obrera del Programa de Reformas Político-Sociales de la Revolución, aprobado por la Soberana
Convención Revolucionaria, en Jojutla, Estado de Morelos, el 18 de abril de 1916, en sus artículos del 6 al
9.

La sensibilidad de algunos gobernantes logró que en este período, se expidieran varias leyes y decretos en
materia laboral. A continuación citamos algunas de ellas:

• El 18 de diciembre de 1911, el Presidente Madero creó el Departamento de Trabajo dentro de su


gobierno.
• En 1912 se dictó la Ley del Trabajo en el Estado de Coahuila. En Veracruz se hizo lo mismo por el
Gobernador Cándido Aguilar en 1914.
• Con fecha 8 de agosto de 1914, el Gobernador y Comandante Militar del Estado de Chihuahua,
dictó un decreto creando el descanso semanal obligatorio y fijando la duración máxima de trabajo
en 9 horas.
• En Puebla, el General Pablo González, con fecha 3 de septiembre de 1914, dicta un Decreto sobre
el proletariado rural-
• El 9 de enero de 1915 se dictó en Chihuahua, un Decreto sobre el salario mínimo; en el mismo
año, el 9 de abril, el General Álvaro Obregón en la Ciudad de Celaya, Guanajuato., establece
también el salario mínimo con la misma finalidad.
• Eulalio Gutiérrez dictó un decreto en San Luís Potosí, el 15 de septiembre de 1914.
• Es importante señalar la legislación en materia de trabajo del Gobernador de Yucatán, Salvador
Alvarado en el año de 1915,
• En el año de 1916, se dictaron leyes también en Hidalgo, Zacatecas y nuevamente en el Estado de
Coahuila.

1.5.5.- Época Contemporánea. La Constitución de 1917.

Con este mosaico de antecedentes, aunque sólo eran propósitos los que se contenían en los planes, ya eran
realidad los establecidos en leyes y decretos, se llegó al Congreso Constituyente 1916-1917, en donde
diputados como Victoria Gracidas, Baca, Múgica, Jara y otros más, recogen todos esos antecedentes e
imponen su criterio de que sea en la propia Constitución en donde se consignen los derechos
fundamentales de los trabajadores y no en leyes secundarias, que son susceptibles de una fácil modificación
13
Antología del Derecho del Trabajo I

y derogación. Así quedan protegidos los derechos laborales en el artículo 123 Constitucional, nacido del
seno de los debates y dándoles a los trabajadores mexicanos la respuesta que durante muchos años
estuvieron pidiendo. México se convirtió así en el primer país del mundo que incluye dentro del texto de
las leyes constitucionales las normas básicas que deben regular las relaciones obrero-patronales.

Al promulgarse solemnemente nuestra Constitución, el 5 de febrero de 1917 y al entrar en vigencia el 1º de


mayo del mismo año, los Estados federados deben de cumplir la obligación de que, con base en el artículo
123 Constitucional, se legisle en cada Estado sobre la materia laboral. Los Estados federados lo hacen pero
no se consigue ni la uniformidad ni la generalidad de condiciones para los trabajadores de México. Esto
determinó una reforma constitucional en el año de 19299, con la finalidad de federalizar las facultades del
Estado para legislar la materia laboral.

Esta reforma generó la primera Ley Federal del Trabajo que se puso en vigor el 18 de agosto de 1931, y
que con las reformas necesarias continuó aplicándose hasta el 30 de abril de 1970, año en que se substituyó
por una nueva ley, que entró en vigor el 1º de mayo la cual, con las múltiples y necesarias reformas, es la
que actualmente se encuentra vigente.

Por estar íntimamente ligada a la legislación laboral, es conveniente señalar que atendiendo a las
disposiciones que sobre seguros sociales se contienen en la fracción XXIX del artículo 123 constitucional,
el 15 de enero de 1943, se pone en vigor la primera Ley del Seguro Social en México, la cual es sustituida
por la Ley del Seguro Social del 1º de abril de 1972, Ley que fue derogada por la Ley del Seguro Social
vigente a partir del 1º de julio de 1997.

Adicionalmente a la Ley Federal del Trabajo y a la Ley del Seguro Social, se han dictado diversas
disposiciones legales que complementan e integran la legislación laboral. En los capítulos posteriores se irá
haciendo mención especial de cada una de esas disposiciones legales.

9 En agosto 29 de 1929 se reforma la fracción X del artículo 73 y el párrafo introductorio del Artículo 123 de la Constitución.
14
Antología Bases del Derecho del Trabajo

Resumen.

En México, se ha generalizado el nombre de Derecho del Trabajo pero no se encuentran fuera de uso los
nombres de Derecho Obrero y Derecho Laboral; no obstante, para fines de nuestro curso, nos quedaremos con
la denominación de Derecho del Trabajo.

El Derecho del Trabajo es el producto de una serie de profundas luchas sociales entre los poseedores de
los medios de producción y los desposeídos.

La historia, desde un punto de vista didáctico, se ha dividido en tres etapas básicas: la Época Antigua, la
Edad Media y la Época Contemporánea. Sin duda alguna, en las dos primeras etapas de la historia de la
humanidad, no encontramos un referente claro del Derecho del Trabajo propiamente dicho, sólo algunas
instituciones que se asemejan.

Es hasta la Época Contemporánea, en donde las condiciones que se vivían en esos momentos, en los que
la lucha de clases es la ley de la historia de las sociedades, que viven en el sistema de la propiedad privada y
en la consecuente explotación del hombre por el hombre; aparecen dos formas más generales de
manifestación: una es la era de la lucha latente, que explota en los momentos en que la vida del hombre
llega a estar por debajo de la vida de los animales de carga y la otra es la que arranca en la Revolución
Francesa que consiste en que la lucha del proletariado se vuelve consiente, permanente y planeada para la
consecución de un fin. Condición que es tan cierta que si se analizan las informaciones y las estadísticas, se
comprueba que no transcurre ningún solo día sin que estallen uno o más conflictos obrero-patronales.

Pues bien, la historia del Derecho del Trabajo, es uno de los episodios más dramáticos de la lucha de clases
por su profundo sentido de reivindicación de los valores humanos, tal vez el más hondo de todos, porque
es la lucha por la liberación y dignificación del trabajo, lo que es lo mismo que decir la liberación y
dignificación del hombre en su integridad; pues si bien es cierto que el espíritu humano encerrado en las
cárceles de la dictadura puede ser libre, no lo es plenamente, porque su libertad es puramente interna, pero
no puede el hombre hacer uso de ella ni volcarla en bien de él mismo, de su familia, de su pueblo y de la
humanidad.

La burguesía triunfante disponía de armas poderosas para defenderse en contra de cualquier propósito de
creación de un ordenamiento jurídico, que regulara las relaciones entre el trabajo y el capital, unas de
naturaleza teórica, otras derivadas de la fuerza del poder político. Entre las primeras se contaban los
postulados del liberalismo económico y del político. Prohibían cualquier intervención en los problemas de
la economía, porque era una barrera artificial para el desarrollo de las fuerzas económicas naturales. Por
otra parte, la burguesía había logrado elevar el principio de la libertad de industria a la categoría de los
Derechos Naturales del hombre, por lo que ni el estado, ni los particulares, podían ejecutar acto alguno
que pudiera vulnerarlo; además, el Derecho Civil hacía imposible cualquier presión sobre una persona para
la celebración de un acto jurídico de la trascendencia de un arrendamiento de servicios. El arma segunda
era el poder del Estado, ese aparato al que Engels definió como los ejércitos y las cárceles de la burguesía
para mantener su dominio sobre la clase trabajadora.

El Derecho del Trabajo tuvo que romper el embrujo del pensamiento individualista y liberal (en el siglo
XIX en Europa y en los Estados Unidos de Norteamérica, y en 1917 en México, en la Asamblea
15
Antología del Derecho del Trabajo I

Constituyente de Querétaro) a fin de imponerse a la burguesía y a su estado. Tuvo que luchar con las
armas que le permitían el Estado y el Derecho: la manifestación pública pacífica y las peticiones a la
autoridad. Usó también otras armas que eran consideradas ilícitas, como la Asociación Sindical no
autorizada y la huelga. Fue una batalla que persiguió tres metas fundamentales:

− La libertad sindical, de negociación y contratación colectivas y de huelga.


− Un derecho individual del trabajo que propiciara un mínimo de justicia social.
− Una previsión social que defendiera a los hombres contra las consecuencias de los infortunios del
trabajo.

El Derecho del Trabajo, no obstante de la explicación que se hace de acontecimientos históricos que han
dado su origen, desde su propia historia se puede dividir en tres grandes etapas históricas: la Edad Heroica,
la Época de Tolerancia y la Etapa del Reconocimiento de las Instituciones y de la Legislación Ordinaria. Es
en la última etapa en la que se cristalizaron todos los derechos sustantivos del trabajo que hoy en día
disfrutamos.

16
Antología Bases del Derecho del Trabajo

Ejercicios de autocomprobación.

Preguntas de opción múltiple:

1.- Etapas históricas del Derecho del Trabajo:

a) La Edad Heroica, la Era de la Tolerancia y la Edad Media.


b) La Edad Heroica, la Era de la Tolerancia y el Reconocimiento de las Instituciones y de los
Principios Fundamentales en la Legislación Ordinaria.
c) La Edad Heroica, la Era del Socialismo Utópico y el Reconocimiento de las Instituciones y de los
Principios Fundamentales en la Legislación Ordinaria.

2.- Factores determinantes en el nacimiento y evolución del Derecho del Trabajo:

a) El cambio de las relaciones sociales de producción, la aparición del movimiento obrero, el


liberalismo económico como pensamiento de la época y el socialismo científico.
b) El cambio de las relaciones sociales de producción, la aparición de trabajadores en el mundo, el
liberalismo económico como pensamiento de la época y el socialismo científico.
c) El cambio de las relaciones sociales de producción, la aparición del movimiento obrero, el
mercantilismo económico como pensamiento de la época y el socialismo científico.

3.- Edad que abarca los primeros 50 años del siglo XIX, se caracteriza por la inexistencia de derechos para
los trabajadores y el inicio del movimiento obrero:

a) La Era de la Tolerancia.
b) El Reconocimiento de las Instituciones y de los Principios Fundamentales en la legislación
Ordinaria.
c) La Edad Heroica.

4.- Era en la que el Estado reconoce la libertad de asociación profesional, aunque más bien como una
situación de hecho que de derecho, ya que sus agrupaciones no tienen personalidad jurídica propia y sólo
pueden parar los obreros sus actividades sin paralizar las actividades de la empresa.

a) La Era de la Tolerancia.
b) El Reconocimiento de las Instituciones y de los Principios Fundamentales en la Legislación
Ordinaria.
c) La Edad Heroica.

5.- Etapa en la que existe el reconocimiento pleno a la libre asociación profesional y se reconocen los
principios de Derecho del Trabajo por el Estado:

a) La Era de la Tolerancia.
b) El Reconocimiento de las Instituciones y de los Principios Fundamentales en la Legislación
Ordinaria.
c) La Edad Heroica.

17
Antología del Derecho del Trabajo I

6.- ¿En qué año se reformó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para federalizar las
normas del trabajo?

a) 1857.
b) 1970.
c) 1929.

7.- Fecha en que entra en vigor la primer Ley Federal del Trabajo:

a) 1968.
b) 1973.
c) 1931.

8.- Fecha en que entra en vigor la Ley Federal del Trabajo actual:

a) 1968.
b) 1970.
c) 1931.

18
Antología Bases del Derecho del Trabajo

Respuestas a los ejercicios:

Respuestas:

1. b)
2. a)
3. c)
4. a)
5. b)
6. c)
7. c)
8. b)

19
Antología del Derecho del Trabajo I

20
Antología Bases del Derecho del Trabajo

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Antología del Derecho del Trabajo I

SITIOS RELACIONADOS EN INTERNET

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Antología Bases del Derecho del Trabajo

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