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¿Qué significa la parábola del tesoro escondido?

La parábola del tesoro escondido es una breve parábola de Jesús que se encuentra en el
capítulo 13 del Evangelio de Mateo. Esta parábola no se registra en ningún otro evangelio y
será objeto de estudio en el presente artículo, así que, acompáñanos en la lectura.

También podemos decir que la parábola del tesoro escondido esta registrada en el llamado
evangelio apócrifo de Tomás que se encontró en Nat Amarí, la parábola aparece en el Logión
109.

La Parábola del tesoro escondido tiene como significado encontrar en el mundo el tesoro que
está escondido el cual es Jesucristo y por consiguiente pagar el precio, es decir, dejar todo lo
que se tiene por cooperar con la causa del Señor Jesús al más alto nivel.

¿Cuál es el contexto de la parábola del tesoro escondido de Mateo 13:44?

Antes de entrar en la parábola misma, veamos el contexto de la parábola en Mateo 13. El


Señor Jesús empieza diciendo en Mateo 13:1 «Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto
al mar….» es decir, que esta parábola y las siguientes inmediatas, fueron dichas a una gran
multitud.

De hecho, Mateo 13 recoge siete parábolas, las primeras cuatro parábolas (El Sembrador, La
Cizaña y el Trigo, La Semilla de Mostaza y La Levadura) fueron pronunciadas a la multitud
(Mateo 13:1,2,36), sin embargo, (El Tesoro Escondido, La Perla de Gran Precio y La Red) fueron
habladas solo a los discípulos.

El verso 36 dice: «Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus
discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo…». Entonces a partir de
ese momento, el Señor comenzó a explicarles las parábolas expuestas a la multitud y
declararles el verdadero sentido oculto de esas parábolas.

Sin embargo, al declararles tres parábolas exclusivamente en la casa, el Señor tenía como
objetivo llegar al corazón de sus discípulos más cercanos, de la misma forma que hoy en día
quiere manifestarse a los discípulos que realmente quieren hacer su voluntad.

Explicación de Mateo 13:44

Jesús cuenta la historia de un hombre que, encontró un tesoro en un campo. Lógicamente que
si hay un tesoro escondido en un campo es porque alguien lo escondió y vemos que una
persona lo encontró, y debemos fijarnos que este hombre no era un cazador de tesoros, sino
que, él simplemente estaba en el campo y encontró el tesoro.

Debemos tener en cuenta que para entender esta parábola debemos conocer las leyes del
medio oriente de la época. En Israel había el año del Jubileo y además había el período en que
se alquilaban campos, entonces las personas podían estar en un campo de otra persona.

De hecho, había una ley que gracias a un rabino llamado Hely al que le sucedió este asunto, y
que por eso se conoce esa costumbre que había entre los israelitas, que quien se encontrara
un tesoro, el tesoro le correspondía a quien fuera el dueño del campo.

La parábola muestra la honestidad de aquel hombre que, al encontrar el tesoro, en lugar de


huir con el tesoro encontrado, lo volvió a enterrar para adquirir legalmente el derecho sobre él
comprando el campo.
¿Qué enseña la parábola del tesoro escondido?

La parábola nos enseña que hay un tesoro escondido en el mundo, Dios escondió un tesoro
en un campo; en la Biblia en otras parábolas nos dice que el campo es el mundo y en el
mundo hay muchas cosas que hacer.

En el mundo las personas se dedican a labrar; a pescar, a sembrar, a apacentar vacas, ovejas y
muchas cosas más, pero en medio de todo lo que haya en el mundo, hay algo escondido de
parte de Dios en un campo.

Las personas pueden pasar toda la vida y no encontrarse con eso, pero este hombre tuvo muy
buena suerte, halló un tesoro y para poder conservarlo, él tuvo que pagar un precio, tuvo que
dejar todo lo que tenía.

Para adquirir el campo, el hombre tuvo que vender todo lo que tenía, sin embargo, no le
importó, pues la alegría de poseer el tesoro era mucho mayor, esto nos enseña que como hijos
de Dios debemos desear el reino de nuestro Señor Jesucristo por encima de todas las cosas
que tenemos.

¿Qué significa vender todo lo que tenía y comprar el campo?

La Biblia dice que aquel hombre de manera «gozosa» vendió todo lo que tenía, casa, animales,
ropa, todo y compró ese campo. No le importó perder todo lo que para él era valioso, sino
que pagó el precio por conseguir ese tesoro que valía mucho más.

Podemos ver de esta forma como el Señor está buscando entre sus hijos, hijos que no se
contenten solamente con la salvación, hijos que se conforman con estar en el último puesto
con tal de no irse al infierno.

Hoy en día hay creyentes que dicen: «a mi no me importa trabajar para el reino, con tal de que
no me vaya al infierno, en un rinconcito allá yo estoy contento», dejame decirte querido
lector, que esto no debe ser así, no debemos apuntar tan bajo, el mismo Señor dice que
debemos buscar los dones mejores, es decir, debemos procurar estar cerca al Señor.

Comprar el campo significa pagar el precio y pagar el precio no es algo pequeño, es un precio
que cuesta todo, necesitamos vender todo para comprar el campo, no el tesoro, el tesoro es la
salvación, esa nunca se puede pagar, pero el campo hay que comprarlo, hay que pagar el
precio para recibir las bendiciones del Señor, para ser un vencedor y reinar con Cristo en el
milenio (Apocalipsis 22:12) .

Reflexión sobre Mateo 13:44 la parábola del tesoro escondido

Como hijos de Dios, hemos tenido el privilegio de encontrar en el campo, es decir, en el mundo
un tesoro incalculable. En la parábola, el hombre que encontró ese tesoro, fue capaz de vender
todo sin importar lo que dijeran su familia y amigos, solo le importó el tesoro.

Ahora nos corresponde a nosotros tomar la decisión de pagar el precio al igual que este
hombre, o conformarnos simplemente con no irnos al infierno.

El deseo del Señor, al contar la parábola a sus los discípulos es que ellos pagaran el precio por
el reino de los cielos, a la multitud solamente le interesaban los milagros y la comida que daba
el Señor, pero los discípulos no querian los milagros, querian a Jesús.
De esta forma la parábola nos enseña que debemos pagar el precio para estar cerca del tesoro
que es cristo y su reino. La parábola no está enseñando que hay que comprar la salvación, al
contrario, el recurso utilizado por Jesucristo pretende mostrar la preciosidad y el valor
incalculable en la vida de quien la encuentra sin siquiera haberla buscado, hasta el punto de
renunciar a todo lo que posee para poseer la verdadera riqueza eterna.

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