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Cinco actitudes para permanecer firmes en la fe

Es posible permanecer firmes en nuestra fe, tomados de la mano de Dios

La historia de este amoroso padre impacta por tres elementos que cito
nuevamente: convencimiento, compromiso y perseverancia.

Son los mismos principios que debemos asumir como cristianos y que toman
fundamento en un conocido texto del apóstol Pablo en 1 Corintios 9. Comparto
esos cuatro sencillos y prácticos cimientos que le ayudarán en su crecimiento
personal y espiritual:

1. La Perseverancia

Las circunstancias adversas y más cuando hemos emprendido un proceso de


cambio, nos amenazan con sacarnos del camino. Los obstáculos salen al paso
cuando menos lo esperamos.

¿Quiénes resultan vencedores? Aquellos que perseveran. Muchos lo intentan y


es posible que emprendan bien la carrera, pero a infinidad de quienes he visto
creerse súper espirituales, se dan por vencidos fácilmente.

El apóstol Pablo abordó la situación de la siguiente manera: “ ¿No se dan


cuenta de que en una carrera todos corren, pero sólo una persona se
lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! ” (1 Corintios 9:24, 25.
Nueva Traducción Viviente)

Los ganadores en una competencia, aun cuando lleguen últimos, son aquellos
que perseveran; que no se dan por vencidos a pesar de tener todo en contra.
Trasladado a la vida cristiana, aquellos que siguen creyendo y fieles a Cristo
aun cuando el mundo se les venga encima.

2. Ponga la mirada en Cristo

Los líderes cristianos fallamos, las denominaciones cristianas fallan, las pautas
que proclamamos como infalibles terminan fallando. ¿La razón? El cuerpo de
Cristo lo componemos seres humanos; pero más allá: nos asiste el
convencimiento de que somos súper espirituales y nos desprendemos de la
mano del Salvador.

El problema es que como consecuencia de nuestros errores, muchas personas


terminan yéndose de la Iglesia y esto no es justo delante de nuestro amado
Señor porque terminamos enlodando con el mal testimonio, la obra del Reino.

¿Cuál es el consejo? Si alguien yerra allí donde usted se congrega, no se deje


arrastrar por la situación porque quizá el más perjudicado al apartarse de la
vida cristiana, será usted mismo. Debe seguir adelante, puesta la mirada en
Cristo como dicen las Escrituras: “ Todos los atletas se entrenan con
disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero
nosotros lo hacemos por un premio eterno. ” (1 Corintios 9:25. Nueva
Traducción Viviente)

Ore por quienes han caído en error y usted, prendido de la mano de Jesucristo,
sin apartarse ni a derecha ni a izquierda.

3. Nuestra meta: llegar al final

Es probable que en el andar cristiano experimentemos ataques, burlas,


oposición y la consecuencia será el desánimo; pero no nos podemos dejar
vencer como recomienda el apóstol Pablo: “ Por eso yo corro cada paso con
propósito. No solo doy golpes al aire.” (1 Corintios 9:26. Nueva
Traducción Viviente)

Conozco a una joven mujer cuyo esposo se burlaba cuando ella llegaba de la
iglesia. “Miren a la santurrona”, solía decirle. Varias veces estuvo tentada a no
seguir adelante; no obstante, perseveró. Incluso, oraba por la conversión de su
cónyuge. ¡Hoy él es diácono de la congregación!

Aun cuando nos cuestionen por nuestra fe, es necesario seguir adelante como
lo enseña el teólogo alemán, Alsem Grün, señala:

“…desde mi experiencia con la gente considero que el principal clamor es la


búsqueda de algo que le dé sentido a la vida. Otro clamor tiene que ver con el
miedo, la presión que se siente con respecto al trabajo, a la familia, a la forma
como vivimos; el miedo a sentir que la vida no es exitosa. Y el tercer clamor
podrían ser las relaciones interpersonales en la vida de la pareja, en el trabajo
y con los hijos” (“Espiritualidad y sabiduría cristiana en tiempos de búsqueda
de sentido”. Revista Nueva Vida. Edición 52. Junio 2012. Colombia. Pg. 41)

4. Asuma nuevos principios de vida

La vida cristiana se fundamenta en nuevos principios. Debemos asimilarlos en


nuestra mente, interiorizarlos, y reflejarlos en cuanto hacemos.

El apóstol Pablo –utilizando la figura de la preparación a la que se somete un


atleta— instruye la importancia de darnos a esa tarea: “ Disciplino mi
cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe
hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo
mismo quede descalificado. ” (1 Corintios 9:27. Nueva Traducción
Viviente)

Predicamos y ponemos en práctica. Coherencia. Obrar en consonancia con lo


que decimos.

5. Decídase a cambiar

Probablemente sienta que se le dificulta cambiar o seguir adelante. No se de


por vencido fácilmente. Vuelva su mirada a Dios en oración, pida su guía y
espere en Él, hasta que le muestre el camino. Sin duda escuchará la voz de
Dios y no se equivocará, como enseña la conferencista internacional, Mary
Ruth Swope:

“Dios en su sabiduría ha proveído maneras para que nosotros probemos si


realmente hemos oído la voz de Dios. No se apresure en su orgullo o
presunción con una palabra que quizá sea de “otro pastor” y no de Dios.
Esperando y probando, le ayudará a evitar errores. Recuerde: Dios nunca está
de prisa” (Mary Ruth Swope. “Escuchando en la oración”. Swope Enterprise.
Ee.Uu. 1987. Pgs. 76, 77)
Dios hará algo especial en su existencia, si depende de Él y sigue avanzando,
fundamentado en los principios que aprendemos cada día en la Biblia. Puedo
asegurarle que su crecimiento personal y espiritual será una maravillosa
realidad.

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