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Rosendo Radilla Pacheco

Rosendo Radilla Pacheco nació en Las Clavellinas, un pequeño rancho a tres


kilómetros del municipio de Atoyac de Álvarez, en el estado de Guerrero, México,
el 1 de mayo de 1914. Desde joven, Rosendo Cuando tenía 28 años se casó con
Victoria Martínez Neri, con quien tuvo once hijas y un hijo. fue un defensor de los
derechos de su comunidad y luchó por la justicia social. Fue un hombre dedicado
a su familia y su comunidad, trabajando como agricultor y líder comunitario.
Hombre de congruencia con cada acto apuntaló ideales y acciones
solidarias. Cantautor, sus corridos ―sobre la realidad de México, Lucio Cabañas,
Genaro Vázquez o el Partido de los Pobres, entre más― comenzaron a pasar de
boca en boca, de guitarrero a guitarrero, de casa en casa: las personas
encontraban en su palabra hecha canto y ritmo ecos de su realidad, motivos para
su luchar, su organizarse para la defensa de sus derechos humanos. A
Rosendo, el cantar la cabal memoria histórica, los abusos, la indignación ante la
injusticia, y las condiciones de su pueblo lo llevó a la presidencia municipal de
Atoyac, ocupó esa función entre 1955 y 1956. Durante su gestión construyó los
primeros cuatro puestos del mercado municipal, adquirió el primer recolector de
basura e irónicamente construyó el primer cuartel militar en Atoyac. Cuentan que
ha sido el único presidente municipal que ha salido más pobre de cómo entró,
pues en muchas ocasiones tuvo que poner de su dinero para terminar las obras
que se había propuesto. También participó en la organización del Congreso
Campesino en Atoyac, con la Liga Agraria del Sur “Emiliano Zapata”, promoviendo
la autonomía colectiva y cuestionando la tenencia y repartición de la tierra.
Sin embargo, el 25 de agosto de 1974, Rosendo fue detenido ilegalmente por
miembros del ejército mexicano en un retén militar. Desde entonces, nunca más
se supo de su paradero. A pesar de los esfuerzos de su familia y de la sociedad
civil para buscarlo, las autoridades negaron cualquier responsabilidad en su
desaparición forzada.
Sus acciones y cuestionamientos lo colocaron en la mira del Gobierno, por lo cual
fue desaparecido por los militares. Eran los tiempos de la Guerra Sucia. Rosendo
viajaba en autobús con su hijo, desde Chilpancingo hacia Atoyac. Entre Cacalutla
y Alcholoa, un retén militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA)
detuvo al camión. Uno de los militares lo reconoció y no le permitió continuar su
viaje. Cuando Rosendo les preguntó de qué se le acusaba, los militares le
respondieron “De componer corridos a Lucio Cabañas”. Se lo llevaron preso al ex
Cuartel Militar de Atoyac de Álvarez… donde fue visto por última vez. Víctima de
desaparición forzada, nada se sabe aún de su paradero.
La familia de Rosendo Padilla era y es tan combativa como él. Desde el momento
de la desaparición forzada, inició su búsqueda por el ex cuartel, las oficinas de los
gobiernos locales y las cárceles del estado de Guerrero y la Ciudad de México.
Hasta la década de 1990, el contexto de Guerra Sucia hizo imposible la denuncia
formal. Desde entonces hasta ahora, 2020, han tramitado seis denuncias penales
ante distintas instancias, pero todavía no obtienen resultados por parte del Estado
mexicano.
Si bien en 2001, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la
Recomendación 26/2001, reconociendo la práctica de desaparición forzada como
política de Estado, los familiares de Rosendo y de otras víctimas de desaparición
forzada y ejecución extrajudicial presentaron, el 15 de noviembre del 2001, el caso
ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como un ejemplo
paradigmático de lo sucedido a cientos de familias durante la Guerra Sucia.

En 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una sentencia


histórica en la que se limita que el Estado mexicano fue responsable de la
desaparición forzada de Rosendo Radilla Pacheco. La sentencia fundamentada al
Estado mexicano investigar y sancionar a los responsables de la desaparición y
establecer mecanismos para garantizar la no repetición de casos similares.
En 2015 los archivos de la guerra sucia fueron clasificados como reservados en lo
que se considera un intento de borrar la memoria histórica oficial. El delito de
desaparición forzada se ha convertido en uno de los temas de mayor relevancia
en los últimos años dentro de la agenda pública, debido al número creciente de
casos presentados ante las autoridades correspondientes, hechos públicos y su
difusión en medios de comunicación.
A Rosendo Radilla el Estado mexicano aún no le ha hecho justicia, no ha
desenredado la trama de la desmemoria histórica, todavía no ha investigado a
fondo hasta el mínimo detalle. En cumplimiento a la sentencia de la CIDH, en 2002
publicó las letras de los corridos de Rosendo Radilla, y la historia de su vida, en el
libro Voces acalladas (vidas truncadas): perfil biográfico de Rosendo Radilla
Pacheco, de Andrea Radilla Martínez, una de sus hijas, pero nada más. Es la
Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos A.C.
(CMDPDH) el organismo que ha seguido y sigue más de cerca el caso de nuestro
cantor de Atoyac, y en 2019 convocó al Concurso de Reinterpretación de Corridos
de Rosendo Padilla Pacheco, peculiar conmemoración mantenerlo vivo en la
memoria histórica a los 45 años de su desaparición forzada.
La desaparición forzada de Rosendo es un crimen de lesa humanidad y debe ser
castigado. Además, es fundamental que se establezcan medidas efectivas para
prevenir y erradicar la desaparición forzada en México.
Rosendo Radilla Pacheco es un ejemplo de lucha por los derechos humanos y la
justicia social. Su memoria nos inspira para seguir trabajando por un mundo más
justo y libre de violencia.
Siendo el caso Radilla la primera sentencia por violaciones a derechos humanos
en contra del Estado mexicano esta resultó un gran avance en cuanto a las
garantías de no repetición. De igual forma tuvo un gran impacto en el sistema
jurídico mexicano propiciando así avances significativos en materia de derechos
humanos. Como ejemplo tenemos que:
● Promovió la fijación de criterios de interpretación en materia de derechos
humanos, que culminaron con la aprobación de una reforma constitucional
en el 2011.
● Impulsó la adecuada tipificación del delito de desaparición forzada de
personas.

● La reforma constitucional de 2011 otorgó estatus constitucional a los


derechos humanos contenidos en tratados internacionales, lo que ha
ampliado y fortalecido la exigibilidad de los derechos humanos, potenciando
así las herramientas y capacidades de la sociedad civil para la defensa de
sus intereses y la denuncia de los actos y omisiones de funcionarios
públicos en México.

● Es un fundamento para exigir a la Fiscalía General de la República la


expedición de copias de las averiguaciones previas a favor de las víctimas.

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