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antillanismo

El antillanismo, también llamado panantillanismo fue un movimiento libertador


quese dio en todo el Caribe. El mismo trata sobre la proyectada unificación de las
Antillas(Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo). Se plantea que el movimiento surge
en Puerto Ricocon Betances y Hostos en el 1868, sin embargo, según Emilio
Cordero dice que la cuna delantillanismo en República Dominicana surge en el
1864 con el proceso de la Guerra de laRestauración. El movimiento se desprende
como un fruto natural y lógico del pensamiento y laacción revolucionaria de Matías
Ramón Mella, Ulises Francisco Espaillat, Pedro FranciscoBonó, Benigno Filomeno
de Rojas, Máximo Grullón, Manuel Rodríguez Objío yparticularmente, Gregorio
Luperón. Fueron los primeros en pensar en la confederación delas Antillas (primero
la unión dominico haitiana y más adelante la confederación antillana.) El
pensamiento del antillanismo surge debido a que los líderes restauradores
seencontraban en una lucha desigual en contra de una España Colonista y la
sombra de lasintenciones expansionistas de América. Por tanto surge primero la
idea de unión haitiano-dominicano para garantizar la libertad y soberanía de Santo
Domingo, y luego, laconfederación Antillana como contrapeso a la política
expansionista de Estados Unidos. Con esto, el movimiento del antillanismo se
expande a Cuba y a PuertoRicoconBetances y Martí, debido a sus similitudes
(Puerto Rico como colonia española yCuba con la invasión norteamericana ) y se
vuelve entonces el antillanismo como tal, unmovimiento que surge como
mecanismo de defensa contra la política expansionista de losEstados Unidos, para
mantener la soberanía de las Antillas.

Las circunstancias actuales exigen, cada vez más, la integración de los pueblos
como vía para enfrentar las pretensiones de las potencias mundiales. Un
imperativo fundamental para los pueblos de “nuestra América” es la urgente
integración. Muchos factores así lo condicionan. Hasta el clima conspira contra el
equilibrio mundial, y los Estados Unidos gastan anualmente 700 millones en la
confección de armas nucleares e insisten en convertir los alimentos en
biocombustibles, ideas que comparten otros países desarrollados sin atender al
daño que le hacen a las naciones del Tercer Mundo, incapaces de sostener esta
empresa. Si a esto le agregamos la crisis alimentaria, pudiéramos afirmar que más
de 3000 mil millones de personas están condenadas al hambre y la miseria.
Acentuando esta situación los altos precios del petróleo en el mercado mundial. Es
por tanto inminente que se creen convenios de cooperación y ayuda mutua entre
los diferentes países de América Latina y el Caribe para imponernos en este
mundo cada vez más neoliberal. Uno de los más importantes convenios creados
para el fortalecimiento del logro de una base económica sólida entre los países de
América Latina es precisamente el ALBA, que aunque brinda beneficios a los
países integrantes en la misma todavía no se encuentran la mayoría de los países
latinoamericanos y principalmente los del Caribe. Esta última con características
singulares si se toma en cuenta su propio desarrollo histórico así como sus
relaciones políticas y económicas que mantienen con sus antiguas metrópolis.
 
En medio de esta coyuntura siempre es necesario acudir de manera priorizada al
ideario de los grandes próceres latinoamericanos del siglo XIX, entre los cuales se
destaca José Martí, quien en su época se interesó por los problemas más
acuciantes de la región. En este sentido planteó la idea de unificación del mundo
antillano, como método de defensa de nuestros territorios. Pero también como
forma de garantizarles a estas islas el logro de sus aspiraciones independentistas.
Es necesario aclarar que la idea de confederación antillana no siempre estuvo
vinculada al objetivo independentista. En este sentido autores como el político
Emilio Castelar, el editor del periódico Las Antillas, Feliciano Herreros de Tejada,
establecieron propuestas de ligas y confederaciones, sin embargo dichas ideas
unionistas no rompían el marco de la dependencia y de la discriminación en estas
colonias antillanas[1]  , cuestión no compartida por el Apóstol, para quien era
imprescindible alcanzar la libertad y de ahí dar los primeros pasos como repúblicas
independientes hacia la integración.
José Martí es uno de los hombres que integra la vanguardia antillana de la segunda
mitad del siglo XIX. Fueron varios los factores que contribuyeron al desarrollo de su
pensamiento político y social, en aras de elaborar una estrategia revolucionaria
continental:
1     Su nacimiento en Cuba a mediados del siglo XIX en el seno de una humilde
familia de la pequeña burguesía urbana.
2     Su temprano descubrimiento de la existencia de la esclavitud en su país.
3     La asimilación de la herencia patriótica de su país a través de las enseñanzas
de su querido maestro Rafael Maria de Mendive.
4     La condición colonial de Cuba y el inicio de la guerra independentista en 1868,
fecha en la que a pesar de tener sólo quince años participa en ella de manera
indirecta.
5     La experiencia terrible en la adolescencia, del presidio político, que le revela
los horrores del colonialismo y termina de forjar su carácter.
6     El conocimiento de la estructura y funcionamiento político de los diversos
países a los que visitó. Martí desde muy joven tomó partido con el sector más
oprimido y explotado de las sociedades antillanas y su profundo conocimiento
sobre los problemas del continente americano le hizo tomar conciencia de la
necesidad de una unión defensiva de los países de nuestra región amenazados por
las potencias extranjeras.
Es válido aclarar que el control de las riquezas del Caribe desde la época de la
conquista ha sido objeto de codicia por parte de naciones como Francia, Inglaterra,
luego Estados Unidos, sólo por mencionar algunos y por tanto crear una liga
antillana constituye un muro capaz de detener la intromisión foránea.
La radicalización del pensamiento martiano se evidencia a partir de sus viajes a
países de Latinoamérica, y sobre todo después de 1889. En tal sentido coloca en
un primer plano las complejidades socioeconómicas de la región. Sin embargo se
suele considerar que hasta los años 1885, 1886 o 1887, Martí se adhiere a los
ideales del liberalismo. Después de estas fechas sus concepciones sobre la
problemática política y social del continente van radicalizándose cada vez más a la
luz de las experiencias vividas, es decir, sus estancias en México, Guatemala y
Venezuela, anterior a 1882, le llevan ya a una toma de conciencia crítica acerca de
los regímenes “liberales” latinoamericanos.[2]  
Otros momentos importantes en la vida de José Martí fueron su estancia en los
Estados Unidos, donde reside quince años, y su presencia en las dos conferencias
panamericanas celebradas en Washington entre 1889 y 1891. Ratificando en estos
cónclaves que los imperialistas estadounidenses se aprestan a lanzarse sobre las
Antillas, y más tarde sobre el resto del subcontinente. Martí había hurgado en las
raíces históricas de la amenaza imperial; en tal sentido se compromete a la lucha
por la unidad continental. Su tarea es muy amplia debido a que centra su atención
no sólo en los problemas de Cuba sino en los del continente, para lo cual pone en
evidencia su enorme capacidad de trabajar constantemente por la unión de los
pueblos de la región.
Historia del antillanismo
La historia de la independencia de Cuba es la historia del Antillanismo.
Por todo el trayecto del siglo XIX, un movimiento libertador
internacionalista encendió a toda América del Sur y el Caribe. Puerto Rico fue
para este tiempo, progenitora de cientos
dec o m b a t i e n t e s   i n t e r n a c i o n a l i s t a s ,   j u g a n d o   u n   p a p e l   p r o t a g ó n i c o  
en este movimiento.P a r t i c u l a r m e n t e   e l   m o v i m i e n t o   i n d e p e n d e
n t i s t a   c u b a n o ,   l e   d e b e   m u c h í s i m o   a   l o s valientes patriotas
puertorriqueños.P a r a   p o d e r   h a c e r   u n   a c e r c a m i e n t o   a   l o s   r o l
e s   q u e   c u m p l i e r o n   a l g u n o s puertorriqueños en la guerra de
independencia de Cuba, es importante ir más atrás
haciaS u r a m é r i c a .   E l   g r a n   L i b e r t a d o r   d e   A m é r i c a ,   S i m ó n   B o l í v a r ,   j e
f e   m i l i t a r   y   p o l í t i c o responsable de la independencia de la mayor parte de
América Latina, tuvo siempre como su mano derecha a Antonio Valero de
Bernabé. Natural de Fajardo, Bernabé ingresó al ejercito libertador con el
ideal, como Bolívar, de la creación de una independiente y unida L a t i n o a m é r i c a ;
incluyendo a Cuba y a Puerto Rico. Así que podríamos decir que
l a hermandad revolucionaria de los puertorriqueños y los cubanos
comenzó con Antonio Valero.(1)El movimiento Antillanista es uno forjado
en el destierro. Particularmente en la ciudad de Nueva York. El
movimiento Antillanista se fundamentaba en la creación de una
confederación de Antillas independientes, especialmente Cuba, Dominicana y
Puerto Rico. El mayor propulsor de este ideal es nuestro padre de la patria, Dr.
Ramón Emeterio Betances. 
Estados Unidos a los pocos años de obtener su independencia de Inglaterra, ya
mostraba las bases de sus tres objetivos a seguir como nación.
El Antillanismo, también llamado panantillanismo fue un movimiento libertador que
se dio en todo el Caribe. El mismo trata sobre la proyectada unificación de las
Antillas (Cuba, Puerto Rico, y Santo Domingo).
Se plantea que el movimiento surge en Puerto Rico con Betances y Hostos en el
1868. Sin embargo el documento CLIO, República Dominicana cuna del
Antillanismo, su autor Emilio Cordera dice que el mismo surge en este país en el
1864 con el proceso de la guerra de la Restauración.

Antiimperialismo en la isla del caribe


El anti-imperialismo es una posición política surgida a finales del siglo XIX que se
caracteriza por una categórica oposición al imperialismo.

El cubano José Martí puede considerarse como el primer formulador de un


pensamiento anti-imperialista en América Latina.

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