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Diccionario de Psicologia Social y Grupa
Diccionario de Psicologia Social y Grupa
ACATAMIENTO
Acatamiento en ausencia de presión externa.- ¿Qué pasa cuando no hay una presión
directa para acatar una norma? O cuando se ejerce poca o ninguna presión para que la
gente haga lo que se le dice?
Técnica de la imposición gradual.- El acatamiento genera acatamiento. Si alguien
induce a una persona a acatar una demanda inicial pequeña, tiene grandes posibilidades
de conseguir que acate más adelante una demanda mayor. Es la técnica de los
vendedores de ‘empezar por lo bajo’. Estos estudios sugieren que empezar por lo bajo
genera un sentido de obligación hacia el que realiza la demanda.
Efectos del sentimiento de culpa en el acatamiento.- Se hicieron experimentos para
mostrar que cuando nos equivocamos nos sentimos culpables y buscamos remediar la
situación haciendo una buena acción, o sea, haciendo algo deseado por los demás. Al
causar daño a los demás, disminuye nuestra autoestima y buscamos aumentarla
participando en actividades meritorias.
Otros factores que influyen sobre la conformidad y el acatamiento.- Son los siguientes:
1) tamaño del grupo (la conformidad aumenta hasta un tamaño de cuatro personas, y
desde allí se equilibra); 2) cohesión (a mayor cohesión grupal, mayor acatamiento); 3)
status (un muy alto status o uno muy bajo disminuye el acatamiento, porque mientras la
última persona no tiene nada que perder, la primera no verá amenazada su situación
privilegiada); 4) publicidad y vigilancia (cuanto más pública y vigilada esté una
conducta, mayor es la conformidad del sujeto que la realiza); 5) dificultad y ambigüedad
(la conformidad aumenta con la dificultad de la tarea y la ambigüedad del estímulo: si la
tarea es difícil, buscamos preguntar a los demás como se hace); 6) temor y ansiedad (la
conformidad aumenta con el temor: en la desdicha se busca compañía); 7) asignación de
los recursos (un reparto equitativo o justo de tareas favorece el acatamiento).
Obligación de devolver favores.- Este principio de reciprocidad rige gran parte de las
interacciones sociales. Es más probable que aceptemos una demanda de colaboración o
ayuda de alguien que nos ha hecho un favor.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicología social. Barcelona:
Paidós. Capítulo 7.
ACCIÓN SOCIAL
El concepto de acción social en Weber.- 1) La acción social se orienta por las acciones
de otros, las cuales pueden ser pasadas, presentes o futuras. Los ‘otros’ pueden ser
sujetos individualizados o una pluralidad de individuos indeterminados y desconocidos.
2) No toda acción es social, como por ejemplo la acción exterior producida por la
expectativa de determinados reacciones de objetos materiales. 3) No toda clase de
contacto entre los hombres tiene carácter social, sino sólo una acción con sentido propio
dirigida a la acción de los otros. 4) La acción social no es idéntica ni a una acción
homogénea de muchos, ni a la acción de alguien influido por conductas de otros
(comportamiento de masas).
La acción social, como toda acción, puede ser: a) racional con arreglo a fines:
determinada por expectativas en el comportamiento tanto de objetos del mundo exterior
como de otros hombres, y utilizando esas expectativas como ‘condiciones’ o ‘medios’
para el logro de fines propios racionalmente sopesados y perseguidos; b) racional con
arreglo a valores: determinada por la creencia conciente en el valor –ético, estético,
religioso u otro- propio y absoluto de una determinada conducta, sin relación alguna con
el resultado, o sea puramente en méritos de ese valor; c) afectiva, especialmente
emotiva, determinada por afectos y estados sentimentales actuales; y d) tradicional:
determinada por una costumbre arraigada.
Condensado de Weber M (1987), Economía y sociedad. México: Fondo de Cultura
económica, páginas 18-20.
ACTITUD
Definición.- Una actitud puede ser definida como una predisposición adquirida y
sistemática de la conducta hacia determinados objetos del mundo social (personas,
situaciones, etc.). Integra lo social y lo individual, pues sintetiza en una persona
determinada el proceso de influencia social sobre ella.
Las actitudes no son conductas sino tendencias, predisposiciones a conducirse de
determinada manera, predisposiciones aprendidas en el seno social.
La actitud es un constructo, o sea un concepto explicativo de la realidad humana Como
tal presenta 4 características básicas:
a) Direccionalidad: la actitud implica un dirigirse hacia un objeto, lo que la diferencia
del rasgo de carácter y del hábito.
b) Adquirida: se aprenden conviviendo.
c) Más o menos durables: son estables, aunque pueden modificarse por influencia
externa.
d) Polaridad afectiva: la actitud está teñida de afectos de aceptación, rechazo, o una
mezcla de ambas.
Toda actitud tiene un componente cognitivo (se basa en creencias o información que el
sujeto adquiere en el medio social), un componente afectivo (aceptación-rechazo), un
componente normativo (como "debe" el sujeto comportarse), y un componente
comportamental (se manifiesta en las conductas).
Consideramos a la actitud como el producto final del proceso de socialización, que
condicionará las respuestas del sujeto hacia productos culturales, personas, situaciones,
hacia sí mismo, y hacia otros grupos.
Condensado de Muchinik E y Frydman M (1986) La noción de actitud: unidad de
análisis de la psicología social (artículo).
Teorías sobre el cambio de actitudes.- A pesar de ser bastante estables, las actitudes
pueden sufrir cambios, y hay varias teorías que explican cómo y porqué ocurren estos
cambios actitudinales. Básicamente hay tres grandes grupos de teorías de este tipo:
A) Teorías del aprendizaje y refuerzo: fundadas en la psicología experimental.
B) Teorías del aprendizaje social y teorías del equilibrio: fundadas en la Gestalt y la
teoría del Campo.
C) Teoría funcional: fundada sobre todo en el psicoanálisis.
P
P
+ + - +
- -
Apoyo aborto Amigo
Apoyo aborto Amigo
Teoría de la resistencia de las actitudes.- Osgood sostiene aquí que las personas tienen
actitudes coherentes y también incoherentes, pero estas últimas no molestan si están en
otro contexto. Las actitudes tienen una cierta resistencia a ser cambiadas o modificadas,
y cuanto más fuerte esté establecida la actitud menos probabilidades de cambiarla hay.
Teoría de la disonancia cognitiva.- Aquí Festinger reemplaza el equilibrio por la
consonancia y el desequilibrio por la disonancia. Existe una tendencia a producir
relaciones consonantes entre las cogniciones y a evitar la disonancia. Por cognición se
entiende un conocimiento (‘hoy hace cero grado centígrados’), de creencia (‘con cero
grados me puedo engripar’), o de opinión (‘me molesta que haya cero grados’), que la
gente tiene sobre el ambiente o sobre sí misma. Por ejemplo, para reducir la disonancia
entre la creencia o temor a catástrofes y el hecho objetivo que la catástrofe no existe, la
gente crea profecías sobre catástrofes para justificar sus temores.
Compromiso y volición.- Algunos autores piensan que la teoría de Festinger es válida
solo en situaciones de compromiso y volición. El compromiso significa que cuando una
persona asume una actitud determinada, debe seguir adoptándola siempre, convivir con
esa decisión que ha tomado para no ser disonante. La volición alude al grado de libertad
que las personas creen tener al tomar una decisión. Sólo hay disonancia si sus acciones
son voluntarias; si no lo son, no experimentan disonancia.
Reactancia.- Respuesta que damos cuando alguien nos obliga a actuar en contra de
nuestros deseos, y que consiste en hacer exactamente lo contrario a lo que nos están
obligando a hacer (rebeldía).
Recompensa y disonancia.- La teoría de la disonancia permite predecir que cuanto
menor sea la recompensa por una conducta contraria a la actitud, mayor será el cambio
actitudinal consecuente (lo que contradice el sentido común). Se siente la recompensa
como una obligación a hacer algo.
Concepto de sí y disonancia.- Según Aronson, la disonancia no es entre dos
cogniciones, sino entre una conducta y el concepto positivo que el individuo tiene de sí.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicología social. Barcelona:
Paidós. Capítulo 6.
Influencias sobre las actitudes.- Las actitudes reciben tres tipos de influencia:
proximal (el sí mismo) nivel intermedio (grupo de referencia), y la influencia distal.
Esta última apunta a factores culturales, colectivos, por ejemplo, las actitudes hacia el
“loco”, hacia la enfermedad mental. Esto es bien descrito por Foucault, quien dice que
al final es con Charcot (Siglo XIX) que la locura queda legitimada desde el discurso
médico.
Actitud hacia sí mismo o influencia proximal: Mead dice que el sujeto asume actitudes
hacia sí mismo: yo soy un objeto para mí y en base a ello construyo mi autoimagen, mi
autoestima, la cual puede ser positiva o negativa. El sujeto tiene de sí una imagen
valorizada que intenta confirmar permanentemente. Las actitudes hacia sí mismo no son
fáciles de cambiar, y son las que en gran parte determinan sus actitudes hacia el mundo
externo. Varias personas ante el mismo estímulo dan distintas respuestas pues cada una
interpreta y decide distinto según su autoimagen. Según Erickson en este proceso de
interacción con los otros se va construyendo una identidad, y se la trata de preservar
siempre como una coherencia cognitiva, afectiva y conductal. Actitudes fuertes son las
que resisten todo cambio, y dependen de su implicación o compromiso afectivo. Por
ello el yo genera defensas ante situaciones conflictivas.
Las actitudes cumplen ciertas funciones, por ejemplo expresar valores. Nunca están
aisladas, siempre conforman un sistema (de actitudes). Otra función es el conocimiento,
pues permite al sujeto organizar coherentemente una explicación del mundo. Otra
función es la ego-defensiva, pues preservan la propia imagen de sí, como algo valioso.
Esto último se ve sobre todo en los prejuicios. Por último hay una función utilitaria,
pues permite integrarse a un grupo.
Grupos de referencia y cambio de actitudes. Influencia de nivel intermedio.- Un estudio
de Newcomb mostró que la mayoría de los alumnos de un lugar parecía seguir las
actitudes políticas de sus padres. Luego de algunos años, ciertos grupos que pasaron a
ser populares, adoptaron las actitudes de la ideología de la universidad, y otros,
disidentes, siguieron aferrados a la tradición familiar. 25 años más tarde las cosas
seguían más o menos igual, lo que muestra la importancia de la influencia del grupo de
referencia (populares o disidentes).
Condensado de Muchinik E y otros (1987) Temas de psicología social. Buenos Aires:
Tekné.
ADAPTACIÓN SOCIAL
APOYO SOCIAL
Apoyo social, autoestima y depresión.- Según los resultados obtenidos en un artículo
de la revista “Health Psychology” del mes de Marzo, las personas diagnosticadas de un
trastorno depresivo salen beneficiadas si obtienen apoyo social en su entorno habitual.
Este estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses se centra en el
mecanismo por el que se prevé que la ayuda y el apoyo social afecta al ajuste
psicológico en los trastornos mentales, más en concreto, en el trastorno depresivo. Se
evaluaron mediante escalas los grados de autoestima, optimismo y apoyo social
pudiendo llegar a las siguientes conclusiones: La ayuda social fue asociada a una alta
autoestima, que a su vez aumentaba el grado de optimismo y se relacionaba con una
disminución de los síntomas característicos de la depresión.
Petra Symister and Ronald Friend. El apoyo social aumenta la autoestima y disminuye
los síntomas de la depresión. Health Psychology. 2003 Mar; 22(2)
Apoyo social, estrés laboral y consumo de alcohol.- Estudios anteriores implican que
ciertas combinaciones de estresores laborales, de apoyo social, y otras condiciones se
podrían dirigir a incrementar y disminuir el consumo de alcohol. Así, se evaluaron las
influencias tanto positivas como negativas del apoyo social en la relación entre el estrés
laboral y el consumo de alcohol en una población en general. El diseño del estudio fue
un examen seccionado transversalmente. De una muestra de probabilidad de personas
de 25 años de edad o mayores y que vivían en los Estados Unidos (n = 3617), los
sujetos que bebieron fueron analizados (n = 967 o 94).
Desde que los estudios anteriores han sugerido la necesidad de adoptar la hipótesis de la
sensibilidad (es decir diversos estresores requieren diversas ayudas sociales), los
análisis de regresión jerárquicos fueron realizados para probar los efectos de las
interacciones entre dos tipos de ayuda social (e.j. ayuda social familiar o ayuda social
fuera de la familia) y dos tipos de estresores laborales (e.j. demanda psicológica del
trabajo, latitud de la decisión del trabajo) en el consumo de alcohol.
El análisis verificó que (1) el apoyo social tiene efectos positivos y negativos en la
relación entre el estrés laboral y el consumo de alcohol. Específicamente, (2) las
interacciones entre la actividad física y la latitud de la decisión, y entre la ayuda del
niño y la demanda del trabajo psicológico fueron relacionados con la disminución en el
consumo de alcohol. Sin embargo, (3) las interacciones entre la ayuda del cónyuge y la
latitud de la decisión, y entre la integración social informal y la demanda de trabajo
psicológico, fueron relacionadas con el consumo creciente de alcohol.
Se sugiere que la ayuda social no es de beneficio universal en la reducción de beber en
exceso y puede a veces ser un factor de refuerzo. Puesto que la validez externa de estos
resultados pueden ser limitados debido al pequeño tamaño de la muestra en algunos
análisis, son necesarios estudios adicionales.
Hagihara A, Miller A, Tarumi K y Nobutomo K, El apoyo social tiene efectos positivos
y negativos en la relación entre el estrés laboral y el consumo de alcohol. Stress and
health. 2003 Oct;19(4):205 - 215.
AUTOCONCEPTO
AUTOPERCEPCIÓN
Generalidades.- Construimos concepciones sobre nosotros mismos que nos sirven para
volver estable, predecible y manejable la visión que tenemos de nosotros. Podemos así
sentirnos más capaces de comprendernos y de planear acciones futuras.
Autoatribución: a partir de los datos de los sentidos sobre nosotros mismos extraemos
siempre muchas inferencias; pero inferimos nuestras actitudes más o menos como
inferimos las actitudes de los otros. Muchas veces nos atribuimos ciertos rasgos no por
autopercepción directa sino por indicadores externos, por ejemplo, lo que piensan los
demás de nosotros.
Percepción de sí y estados emocionales: generalmente nos percatamos de nosotros
mismos y que algo nos sucede cuando estados emocionales como la cólera o la angustia
nos invaden. A pesar que en esos momentos podemos sentir diversas sensaciones
corporales (latidos cardíacos, etc) cuando nos piden describir la emoción nos referimos
a la causa o motivo de la misma.
En un experimento donde se administró a sujetos sustancias que producían síntomas
corporales de emoción y sustancias inocuas a otro grupo, se llegó a la conclusión que
las personas, cuando sienten algún estado corporal, una emoción indiferenciada o
imprecisa, recurren a recuerdos de sus propias experiencias pasadas y a la percepción de
la situación actual para resolver qué es lo que experimentan: amor, ira, temor, etc.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicología social. Barcelona:
Paidós. Capítulo 5.
AUTORITARISMO
CLASE SOCIAL
COMUNICACIÓN
Principios generales.- Existe comunicación cada vez que un organismo vivo modifica
a otro organismo porque le transmite una información. Este problema puede encararse
recurriendo a la teoría de la información y a la cibernética.
Lasswell dice que la comunicación tiene cinco elementos: emisor (quien dice), mensaje
(qué dice), medio (a través de qué dice), receptor (a quien dice), e impacto (con qué
efecto). Shannon planteó un esquema similar, donde incluyó un proceso de codificación
y otro de desciframiento de la información. Luego Wiener incluyó la idea de feedback,
según la cual el receptor a su vez influye sobre el emisor para que este reajuste su
mensaje a partir de esa información. Habló también de canal (vía por donde circula el
mensaje: visual, sonoro, etc), y de rumor (fenómenos parasitarios que dificultan la
comprensión del mensaje).
Condensado de Amado G y Guittet A (1983) La comunicación en los grupos. Buenos
Aires: El Ateneo.
Comunicación y rituales.- En todo grupo animal donde las relaciones sociales están
diferenciadas hay un sistema de rituales que permite a cada uno establecer y mantener
relaciones sociales con miembros del mismo grupo evitando así conflictos y
agresividad. Erizar el pelo es mostrarse amenazante, tocar al otro es necesidad de
asegurarse, etc. En hombres adultos esos ritos se disfrazan con lenguaje verbal, pero en
los niños se ven más desnudos: morderse, amenazar con un brazo, etc.
Condensado de Amado G y Guittet A (1983) La comunicación en los grupos. Buenos
Aires: El Ateneo.
A E
D
E C
A E
E G F
D
Círculo: Cada persona sólo puede comunicarse con otras dos: la de su izquierda
y su derecha. No hay líder y el grupo es errático y desorganizado, aunque luego
va emergiendo un líder y se organiza. Las personas están gratificadas porque
tienen amplio grado de participación. Un grupo de discusión tratará de armar un
círculo e ir reconociendo liderazgos emergentes para formar un círculo
multiconectado (y no lineal como se ve en el esquema).
Cadena: Si A y E quieren comunicarse, deben hacerlo a través de los demás
miembros, con lo cual el mensaje se puede distorsionar.
Red en Y: El señor C es figura central y puede pasar a ser el líder. Casi todos se
comunican con él directamente, los que a su vez sólo pueden comunicarse con el
líder. Al haber un liderazgo, hay menos errores y se resuelven las tareas más
rápidamente.
Rueda: Grupo menos activo, más estable y con un líder definido. Eficaz al
comienzo, puede generar insatisfacción por la poca participación de los
miembros.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 1.
CONFLICTO
Conflicto en los grupos.- El conflicto es el núcleo de todo grupo, pues en todo grupo
hay “más de un grupo”. El conflicto lo veremos en el interjuego del grupo interno (o sea
en las mutuas representaciones de los miembros de sí entre sí) con el grupo externo o
real, y su relación con la cohesión grupal y la fantasmática correspondiente. El
‘conflicto’ es el motor del acontecer grupal y, según Thelen, no es externo al grupo, no
es generado desde fuera sino desde dentro.
El conflicto como conflicto de grupos superpuestos.- Dice Thelen (autor inspirado en
Lewin y en la psicología del yo) que el conflicto surge en todo grupo porque hay
‘grupos superpuestos’. Si bien no reales, tienen, como el psiquismo, materialidad en sus
efectos. Tales grupos son de pertenencia y de referencia positivas simultáneamente, y en
total son cinco:
1) Grupo efectivo de pertenencia: subgrupo formado por pocas personas con mucha
afinidad o amistad entre sí. Se los ve como que pueden influir en los demás.
2) Grupo ‘que representamos’: tendemos a actuar en el grupo de aquí y ahora como
representantes de otros grupos, y se espera que hablemos bien de él.
3) Grupo fantaseado: imagen, generalmente preconciente, que tenemos del grupo. Por
ejemplo tratar a los del grupo como si tuvieran otra profesión o característica.
4) Grupo de arrastre (hang over): grupo que se viene arrastrando desde la infancia. Se ve
en lo transferencial. Suele aparecer en el grupo actual como repetición de vínculos
aprendidos en la familia de origen, gratificantes o frustrantes.
5) Grupo reliquia: son las normas sociales internalizadas. Mediante él se arrastran
situaciones ideológicas e institucionales, o sea a través de él se introduciría la ideología
en forma no conciente.
Estos cinco grupos superpuestos son cinco fuentes de posibles conflictos, pero el
problema no es el conflicto sino el conflicto no resuelto. El conflicto dinamiza, pero el
no resuelto paraliza, lleva a la estereotipia. Síntomas de conflicto no resuelto son los
roles individuales y, a nivel grupal, los intentos de cohesionarse a ultranza (pues el
conflicto dispersa, separa).
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 6.
CONFORMIDAD
CONSTRUCCIONISMO SOCIAL
COOPERACIÓN
En ambos casos hay reglas de juego, pero en la mayoría de los casos las reglas de
cooperación son más adecuadas que las reglas de competitividad.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 4.
COORDINACIÓN
Coordinación de grupos.- Una de las funciones más importantes del coordinador será
ayudar a discernir los roles que necesita un grupo en una determinada etapa a fin de
lograr sus objetivos.
Coordinación, fases, roles.- Tomando las seis fases de Bales, cada fase tiene sus roles, y
si los miembros no los ejecutan bien, no se puede pasar a la fase siguiente. Por ejemplo,
en la primera fase deben ejecutarse los roles de dar opiniones, pedir información, etc y
así sucesivamente en las demás fases, donde deben ejecutarse roles mínimos
indispensables. Según Thelen, el coordinador ha de cumplir aquí cuatro funciones: a)
mantener la discusión centrada en el grupo para que todos participen, b) permitir que
todos digan lo que piensan (libertad de expresión), c) mantener la discusión a un nivel
entendible por todos, y d) organizar las actividades para facilitar un autoaprendizaje.
Actitud del coordinador: criterio de complementariedad, función plástica, método
experimental.- El coordinador debe actuar con un criterio de complementariedad: por un
lado debe señalar el conflicto o problema a resolver, y si los demás no saben resolverlo,
el mismo coordinador dramatiza la solución, muestra como resolverlo. O sea, primero
señala los requerimientos de roles, y si ello no funciona, él mismo los dramatiza. Los
señalamientos deben ir aumentando progresivamente hasta que por fin el grupo se
regule por sí mismo.
Para todo ello hay que trazarse un plan, un método experimental que va probando las
distintas ideas. Para ello se realiza una estrategia, una táctica y una logística (Pichon
Rivière).
Otras consideraciones sobre técnicas de coordinación.- Cada nivel requiere distintas
técnicas de coordinación: nivel manifiesto o fenoménico, nivel intermedio, y nivel
profundo. En el nivel manifiesto trabajamos con grupos de discusión y se usan técnicas
de coordinación que aparecen en Bales, Benne y Sheats, y Thelen. En el nivel
intermedio trabajamos con las técnicas de grupos operativos de P. Riviere. En el nivel
profundo, operamos según Bion, Ezriel, Sutherland y Anzieu en los grupos terapéuticos.
Para Romero, el objetivo del grupo es sacar adelante la tarea, mientras que el objetivo
del coordinador es la autorregulación grupal que vaya resolviendo los conflictos a
medida que surgen y que reconozca a estos como el motor del cambio.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 5.
DINÁMICA DE GRUPOS
DISCRIMINACIÓN
DISONANCIA COGNITIVA
ESTEREOTIPO
Generalidades.- Un estereotipo es una modalidad estable de actitud, y tiene que ver con
atributos fijos mediante los cuales clasificamos grupos. Los estereotipos suponen
identificación de categorías de personas, como judíos, mujeres, punks, etc., y suponen
acuerdos sobre rasgos de cada grupo y consiguientemente de cada persona del grupo.
Condensado de Muchinik E y otros (1987) Temas de psicología social. Buenos Aires:
Tekné.
ETNOPSICOLOGÍA
EXOGRUPO
GRUPO
Definición.- “Conjunto de dos o más personas que se relaciona e influyen entre sí por
un tiempo determinado, normalmente de amplia duración. Los componentes del grupo
señalan una serie de normas que limitan las relaciones y actividades que realizan todos
sus integrantes. Estas actividades son dinamizadas por el reparto de papeles (roles) que
se establece entre los miembros. Durante el desarrollo de la actividad grupal surgen
siempre atracciones y/o rechazos entre sus componentes, que marcan diferentes niveles
de funcionamiento, de comunicación y de influencia”.
Farré Martí J (1999) Diccionario de psicología. Barcelona: Océano.
Grupo terapéutico.- Grupos que incluyen un terapeuta coordinador, pero puede haber
coterapeutas y observadores (estos últimos del otro lado del espejo en la cámara Gesell).
El coordinador no controla o maneja el grupo, buscando solo que se mantenga dentro de
los objetivos fijados. Hay grupo terapéuticos heterogéneos con mucha variabilidad de
edad, sexo, nivel social, personalidad, y otros más homogéneos. El funcionamiento
grupal óptimo se consigue cuando hay entre 5 y 9 miembros.
Fernández Álvarez H (1998), Clases de Métodos y técnicas psicoterapéuticas. Cátedra
de Métodos y técnicas psicoterapéuticas. Buenos Aires, Universidad de Belgrano.
Grupo cara a cara.- Designa a un grupo compuesto por dos o más individuos cuya
proximidad física posibilita que cada miembro emita respuestas ante estímulos
sensoriales o señales de cualquier índole provenientes de los otros integrantes del grupo,
sean estas intencionadas o no. Lo contrario de multitud y de grupo primario. Sinónimo:
grupo de contacto directo.
Székely B (2000) Diccionario de Psicología. Buenos Aires: Editorial Claridad.
Grupo primario.- Forma de organización cooperativa para ciertos fines comunes a los
individuos que la componen, quienes además comparten ideales y conductas, y se
profesan confianza y afectos recíprocos en grado variable, con conocimiento de sus
vínculos y similitudes, por ejemplo: una familia. Freud acota que un grupo primario está
integrado por miembros subordinados a un mismo líder, en el que depositan sus ideales.
Székely B (2000) Diccionario de Psicología. Buenos Aires: Editorial Claridad.
Condensado de Romero R (1987) Grupo, objeto y teoría, Tomo I. Buenos Aires: Lugar
Editorial.
Funciones de los grupos.- Desde un punto de vista psicológico, los grupos humanos
cumplen tres funciones básicas: a) son un campo de aprendizaje de roles; b) crean una
atmósfera para que ese aprendizaje pueda realizarse con un cierto nivel de ansiedad que
no lo perturbe y al mismo tiempo lo facilite; y c) son un ámbito socializador por
excelencia, apto para el desarrollo de la personalidad. Los grupos son esencialmente un
mecanismo de socialización, además de ser mediadores entre el individuo y la sociedad.
Condensado de Romero R (1987) Grupo, objeto y teoría, Tomo I. Buenos Aires: Lugar
Editorial.
Condensado de Romero R (1987) Grupo, objeto y teoría, Tomo I. Buenos Aires: Lugar
Editorial.
Perspectivas de estudio de los grupos.- El grupo puede ser estudiado desde dos
perspectivas: la americana y la psicoanalítica. La primera es adaptativa, ve al grupo
como algo que tiene como fin producir algo, una tarea, satisfacer necesidades, volver a
un equilibrio adaptativo. Sus objetivos son generalmente concientes (o inconcientes
pero no en el sentido psicoanalítico). Reconocen conflictos, pero ninguno es más
determinante que otro: se dan entre fines opcionales, entre medios para alcanzar el
mismo fin, entre roles, entre medios y fines, entre necesidades personales y grupales, en
un rol, etc.
En cambio el psicoanálisis enfatiza las relaciones grupales, se centra menos en la tarea u
objetivo del grupo y más en la procuración del placer (principio de placer) o su
evitación. Atiende a las defensas contra la angustia. Los conflictos son entendidos por
ejemplo entre deseo y angustia, pulsión y defensa, principio de placer y de realidad,
fantasía inconciente y pensamiento, narcisismo y amor objetal, repetición y recuerdo,
amor y odio, identificación (ideopática y heteropática) y relación objetal.
Sea cual sea la producción grupal en la ‘escena uno’ (Romero la llama el orden de lo
determinado) interesa la ‘escena dos’ (lo determinante) de compulsivas repeticiones de
dispositivos evocadores del placer.
Ambas concepciones del grupo no son excluyentes. Bion y Pichon Riviere son ejemplos
de intentos de articulación de ambas concepciones. En Bion por la distinción entre
grupo de trabajo y grupo de supuestos básico, y en Pichon por la distinción entre grupo
de tarea y nivel de afecto. Boholavsky plantea articular ambos sentidos: el grupo está
sobredeterminado por exigencias de adaptación (escuela americana) y de deseo (escuela
psicoanalítica).
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 6.
Cultura grupal.- Todos los grupos parten de algún ‘evento originario’. Por ejemplo
una catástrofe que obliga a unirse a varias personas, un líder que convoca personas para
una tarea en común, un evento público que traiga a cierto número de personas. Los
grupos de capacitación o de taller suelen comenzar con este último evento. A partir de
allí, el grupo va a ir evolucionando a lo largo de cuatro estadios, como se ve en el
siguiente esquema:
¿Podemos afirmar que si un grupo de capacitación pasó estas cuatro etapas posee ya una
cultura? Sí, en la medida en que por cultura grupal entendamos el conjunto de
presunciones o supuestos que tiene el grupo sobre sí mismo y su entorno, y que se
transmiten a los nuevos miembros del grupo como el modo correcto de ver el mundo.
Un miembro que viene de afuera puede percibir mejor que hay una ‘cultura grupal’,
pues se encuentra con nuevas reglas y formas de ver las cosas que debe respetar y
cumplir.
Cada grupo tiene su propia cultura, diferente a la de otros grupos. La diferencia entre las
culturas está dada por aspectos externos (relacionados con el entrono) e internos (del
grupo consigo mismo). En el primer caso la cultura resulta de qué actitud toman los
miembros respecto a la tarea primaria, a las metas grupales, al proceso que se sigue para
aprender, al sistema para evaluar progresos, y a los mecanismos de corrección creados
por el mismo grupo. Por ejemplo, algunos grupos analizan detalladamente como deben
aprender, y otros se sumergen en la tarea y dan el aprendizaje por sentado,
implícitamente. En el segundo caso (aspectos internos) la cultura está dada por las
reglas de juego dentro del grupo, los roles, etc.
Resumen de Schein Edgar (1989) La cultura empresarial y el liderazgo. Barcelona:
Plaza&Janes. Segunda parte: Cómo comienza y se desarrolla la cultura. Capítulo 8.
Algunas teorías sobre grupos.- Todo grupo es una puesta en común: de energías y
entusiasmo según el sentido común, de representaciones, sentimientos y voliciones
según Durkheim, de pasiones según Fourier, de imitaciones según Tarde. Freud habló
de identificaciones de los miembros con el líder.
Para Mayo, el grupo es una mentalidad común, con normas internas propias, y para
Lewin es la interdependencia entre sus miembros. Bales enfatiza el aspecto de
comunicación entre los miembros, y los psicólogos sociales hablan de afinidades entre
sus miembros, y de un sentimiento de pertenencia.
Jaques estudió las angustias persecutoria y depresiva en los grupos e instituciones, y
señaló que ellos montan defensas colectivas contra estas angustias. Cuando el grupo
funciona en la posición paranoide, se siente amenazado por un peligro exterior y cree
que hay un espía, contra el cual lucha. Esta intrusión se vivida como destructiva.
Además, esta intrusión o enemigo hace peligrar su integridad, y el grupo puede sentirse
desvalorizado, con lo cual entra en la posición depresiva.
Freud destacó el Ideal del Yo como instancia organizadora y cohesionadora de los
grupos humanos (masas). Lewin, por su parte, señaló que para un funcionamiento eficaz
y democrático de los grupos, deben subordinarse los yoes individuales a un Yo
conciente del grupo.
Anzieu D (1986) El grupo y el inconciente. Madrid: Biblioteca Nueva. 2da. edición.
Los grupos según Bion.- La teoría grupal de Bion puede condensarse en dos
enunciados: 1) Todo grupo funciona en dos niveles: el de la tarea común y el de las
emociones comunes. En este último predominan los procesos primarios, y está regido
por los llamados supuestos básicos. 2) El grupo se somete alternativamente a tres
supuestos básicos, que son inconcientes: a) Dependencia: el grupo se siente cuidado y
protegido por el líder, lo que representa una regresión a la infancia. b) Ataque-fuga: si el
monitor rechaza cuidarlos, el grupo se siente atacado, y entonces ataca al monitor o bien
emprende la huída. c) Emparejamiento: A veces, esta huída desemboca en la formación
de una pareja dentro del grupo, la que supuestamente engendrará un hijo o producto que
salvará al grupo (esperanza mesiánica). Los tres supuestos básicos no aparecen al
mismo tiempo: uno predomina y oculta a los otros que permanecen en potencia,
formando el sistema 'protomental'.
Anzieu D (1986) El grupo y el inconciente. Madrid: Biblioteca Nueva. 2da. edición.
Los grupos según Kaes.- Kaes estudió los grupos como realidades fantasmáticas e
imaginarias, introduciendo la noción de 'organizador' grupal, de protogrupo y de
protofantasías grupales. Explicó que hay una analogía entre el grupo y el cuerpo físico:
todo grupo se organiza como metáfora o metonimia del cuerpo o partes de él, y el
espacio grupal es vivido con un espacio corporal. Los miembros proyectan sobre el
grupo su propia imagen corporal. Kaes introdujo también la idea de 'aparato psíquico
grupal', mediante el cual el grupo se protege del exterior y de las cargas pulsionales de
sus miembros. El APG se construye desde los aparatos psíquicos individuales de los
miembros, y desde la cultura circundante. Está dotado de las mismas instancias que el
aparato psíquico individual, aunque con diferentes principios de funcionamiento: son
aparatos homólogos pero no isomorfos.
Estableció que entre el aparato psíquico individual y el grupal puede haber relaciones de
isomorfia (el aparato psíquico individual tiende a confundirse con el grupal, y se funda
en la identidad de percepción) y homomorfia (el individual tiende a diferenciarse del
grupal, y se funda en la identidad de pensamiento).
La isomorfia implica un conflicto entre una tendencia a realizar la identidad entre los
grupal y lo individual, y la homomorfia es una tendencia del psiquismo grupal a
diferenciarse del psiquismo individual.
Anzieu D (1986) El grupo y el inconciente. Madrid: Biblioteca Nueva. 2da. edición.
Teorías sobre grupos.- Los grupos pueden ser estudiados desde dos perspectivas:
interaccional y psicoanalítica.
1. La perspectiva interaccional concibe al grupo como un sistema objetivo y
objetivable, de energías y fuerzas orientadas hacia la realización de una tarea o el logro
de objetivos concientes comunes cuya consecución brinda satisfacción o respuesta a
necesidades comunes (y compartidas, por la conciencia de necesidad) de sus
integrantes.
Se ocupa de la estructura y la dinámica manifiestas de los grupos, o sea son un abordaje
descriptivo y empírico de los grupos pequeños, y abarca las siguientes escuelas: a)
Escuela de dinámica de Grupos de Lewin, que estudia las fuerzas operantes en los
grupos; b) La Escuela factorialista de Cattell, que estudia las conductas observables en
los grupos; c) La Escuela interaccionista de Homans y Bales, que estudian la interacción
concebida como unidad de acción del sujeto que estimula la actividad del otro u otros; y
d) La Escuela sociométrica de Moreno, centrada en las relaciones interpersonales dentro
del grupo.
2. El psicoanálisis propone al grupo como un efecto subjetivo, lugar y forma de
procesos psíquicos inconcientes, objeto de investiduras pulsionales a la vez que
representaciones.
En la historia de toda ciencia hay dos etapas: la precientífica o ideológica, y la científica
propiamente dicha donde se cuestiona lo precientífico y se propone una nueva forma de
abordaje de lo real. Esta nueva forma es la construcción de un ‘objeto formal abstracto’
que permitirá, por su aplicación a una materia prima determinada, el conocimiento de
un ‘objeto formal concreto’. Entre la primera y la segunda etapa se produjo un ‘corte
epistemológico’.
Las teorías interaccionales están en un estadio precientífico pues surgieron de dar
respuesta a necesidades prácticas (guerras, etc), pero como aspecto positivo permitieron
sistematizar muchos fenómenos grupales, antes inconexos. El enfoque psicoanalítico
produjo un corte, permitiendo discriminar en todo grupo lo ‘determinante’ (procesos
inconcientes) y lo ‘determinado’ (efectos observables).
En suma, en dinámica de grupos las perspectivas psicoanalíticas se ocupan del nivel
latente, y las perspectivas interaccionistas, del nivel manifiesto. Las psicoanalíticas
están en la escuela francesa (Anzieu), en la escuela inglesa (Bion, Ezriel, Pichon
Riviere) y en la escuela americana (Thelen). Las interaccionistas están representadas por
Lewin, Bales y Watzlawick. Algunos se ocuparon de la estructura (Watzlawick en
comunicación, y Lewin en liderazgo), y otros de la dinámica (Bales en interacción).
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Introducción.
Teorías sobre grupos.- En el capítulo 10, Romero y Sauane exponen diversas teorías
sobre dinámica inconciente grupal.
JOHN RICKMAN.- Colega de Bion, Rickman habla de una psicología unipersonal (que
toma al individuo en forma aislada en el laboratorio), una psicología bipersonal (madre-
hijo, analista-paciente, etc, relación esta última bicorporal narcisista pero donde puede
advertirse que aparecerá en forma explícita o implícita un vínculo tripersonal edípico
debido a la transferencia), una psicología tripersonal (cuya base es el triángulo edípico)
y una psicología multipersonal (grupos humanos).
Rickman se planteará como ocurre la transferencia en los grupos, ya que sus miembros
no tienen una historia infantil única en común a la cual remitir lo transferencial. Money
Kyrle y Ezriel aportarán nuevas perspectivas sobre la cuestión.
Bion, Money-Kyrle y Ezriel iniciaron con los grupos terapéuticos de orientación
analítica de la Tavistock Clinic un camino luego retomado por la escuela francesa y sus
'grupos de formación'.
MONEY-KYRLE.- Este autor plantea que en los grupos se repiten experiencias pasadas
porque cada miembro lleva al grupo las imagos parentales de su familia interna
fantaseada (no real), y las disocia sobre el líder, el terapeuta o el mismo grupo. Las
imagos buenas cohesionan al grupo, las malas lo disgregan.
Para Freud las imagos resultan de las primeras experiencias infantiles distorsionadas por
la percepción, y para Klein son estructuras arcaicas, como por ejemplo el superyo
sádico. Entre ambas concepciones oscila Money-Kyrle.
Si un miembro disocia el padre malo y la madre mala sobre el grupo vivirá a este
persecutoriamente y le será difícil mantenerse en el grupo.
La misma situación grupal favorece un estado regresivo y, con ello, los mecanismos de
disociación descritos: depositar la imago del padre bueno o malo en el líder y la imago
de la madre buena o mala en el grupo, o viceversa. El primer rol de líder correspondería
a la madre, por ser esta la experiencia más temprana. Los mecanismos de disociación,
así como los de identificación proyectiva e introyectiva, permiten controlar las
ansiedades derivadas de la situación grupal, y poder permanecer en él.
EZRIEL.- La transferencia no se entiende sólo en relación al terapeuta, sino que se
establece en relación a un "común denominador" (o "tensión común del grupo") de las
fantasías individuales en cuya construcción participan todos los integrantes.
Cada miembro asume un rol frente a ese común denominador en función de sus
conflictos internos: uno se someterá, otro será agresivo, otro será silencioso, etc. Hay
transferencia, dice Ezriel, porque cada sujeto vuelca en el aquí y ahora grupal su
conflictiva interna, no siendo imprescindible remontarse a las experiencias infantiles.
SUTHERLAND agrega que el cambio se produce cuando se hacen concientes esos roles
asumidos frente al común denominador.
Para BION, el común denominador es la escena primaria, pues todos, aunque cada cual
a su manera, han pasado por la situación edípica.
Para RICKMAN el grupo carece de infancia, y para EZRIEL no tiene infancia vivida
pero sí una infancia construida sobre una base de experiencias comunes. Residuos de
conflictos infantiles no resueltos configuran fantasías inconcientes que se buscan
actualizar en los vínculos actuales. Los miembros del grupo buscan maniobrar para que
los vínculos expresen aquellas fantasías y al mismo tiempo respondan a los
requerimientos ambientales, hasta que siente que está cómodo, que encontró un lugar en
el grupo. Ezriel se anticipa a Anzieu al postular que una fantasía debe prender en el
grupo.
La interpretación, para Ezriel, debe señalar la relación 'requerida' mostrándola como
forma de evitar la situación deseada e interpretando luego, de ser posible, los roles
asumidos por los miembros frente al común denominador. Para todo ello, desde luego,
el terapeuta debe detectar primero cual es la tensión común grupal, y en función de ello
interpretará.
BEJARANO.- Integrante de la escuela francesa, plantea 4 objetos transferenciales en el
grupo sobre los cuales la transferencia se clivará: líder o coordinador (transferencia
central), los otros miembros (transferencias laterales), el grupo mismo (transferencia
grupal) y el mundo exterior.
Predomina la posición persecutoria si el objeto del mundo interno fue depositado sobre
el objeto malo (coordinador, chivo emisario, el grupo mismo) y el bueno sobre el
mundo externo o sobre el grupo mismo.
Predomina la posición depresiva cuando los otros y/o el grupo reciben la transferencia
negativa mientras que el objeto bueno es el líder o coordinador, o el mundo externo.
Si predominan defensas maníacas o la negación de la posición depresiva o persecutoria,
lo malo se proyecta fuera del grupo y lo bueno adentro (similar a la ilusión grupal, de
Anzieu).
Si predominan defensas histéricas, los otros son objetos buenos con los que se establece
transferencia positiva, y el mundo externo es ambivalente: tendrá partes buenas o malas.
Algunos de estos objetos será necesario seducir.
Cualquiera de los 4 objetos transferenciales puede ocupar una posición central en el
grupo, y en función de ello se jugarán las relaciones deseadas, evitadas y requeridas de
Ezriel. Luego, el clivaje de la transferencia sobre estos objetos llevará a la configuración
de una estructura defensiva de tipo dual especular (estableciéndose algún supuesto
básico de Bion).
Condensado de Romero R y Sauane S (1995) Grupo, objeto y teoría, Tomo III. Buenos
Aires: Lugar Editorial.
Grupo, objeto y teoría. Tomo I.- El autor comienza diferenciando al grupo como
hecho, noción y concepto. El grupo como hecho es la existencia del grupo como
situación ‘real’, concreta, en la cual todos participamos. Al participar de dichos grupos
empezamos a tener una concepción ideológica, una idea acerca de lo que es un grupo:
adquirimos la noción de grupo. Pero cuando queremos abordar al grupo científicamente
mediante una teoría y una técnica específica, configuramos entonces el concepto de
grupo.
Cartwright y Zander distinguen dos periodos en el estudio de los grupos: un primer
periodo puramente teórico (Durkheim, MacDougall, Le Bon, Freud) y un segundo
periodo más empírico, que sobreviene cuando desde 1930 la psicología social abordó el
grupo como un hecho que se puede investigar correlacionando variables, lo que no
implicó descartar la teoría. En este periodo interesó sobre todo la dinámica e
interdependencia de los fenómenos observables.
Cuatro son las fuentes a partir de las cuales surgieron los estudios sistemáticos de los
fenómenos grupales: la encuesta Hawthorne, la psicoterapia de grupos, la sociometría
de Moreno, y la obra de Kurt Lewin.
Continúa el autor especificando las principales características de los grupos pequeños:
totalidad, dinámica, energía, fuerzas contradictorias, interacciones, normas, roles,
objetivos, emocionalidad compartida e ilusión grupal.
Al construir nuestro conocimiento sobre los grupos, podemos hacer dos tipos de lectura:
literal y sintomal. La primera es precientífica, empírica, y se limita a la descripción de
las meras apariencias mientras que la segunda es científica, psicoanalítica, trasciende la
apariencia del grupo como algo dado y remite a su estructura y organización latente. Así
podemos construir un objeto formal abstracto mediante el cual poder comprender todos
los grupos en cuanto objetos formales concretos.
Desde un punto de vista psicológico, los grupos humanos cumplen tres funciones
básicas: a) son un campo de aprendizaje de roles; b) crean una atmósfera para que ese
aprendizaje pueda realizarse con un cierto nivel de ansiedad que no lo perturbe y al
mismo tiempo lo facilite; y c) son un ámbito socializador por excelencia, apto para el
desarrollo de la personalidad. Los grupos son esencialmente un mecanismo de
socialización, además de ser mediadores entre el individuo y la sociedad.
Para poder definir el grupo como objeto de estudio, debemos previamente explicitar y
luego articular entre sí tres criterios: desde un criterio interaccional, un grupo es un
conjunto de individuos en interacción regulada por normas establecidas en un espacio y
tiempo dados, y que poseen un objetivo en común que responde a necesidades
compartidas. Desde un criterio intersubjetivo, grupo es un conjunto de miembros que
tienen ‘autodefinición de pertenencia’ (comparten un sentimiento de lealtad hacia el
grupo y expectativas comunes) y una ‘altero-definición de pertenencia’ (quienes no
pertenecen al grupo deben verlos como integrantes de un grupo). Desde un criterio
intrasubjetivo, se puede decir que hay grupo allí donde hay ‘representación de grupo’.
El grupo surge como una unidad ilusoria de tipo narcisista, o sea, se constituye como
grupo-representación, lo cual ocurre cuando el conjunto de todos sus integrantes es
catectizado narcisísticamente por cada uno de ellos.
El grupo no es la mera suma de miembros, sino algo más: es una estructura emergente
que introduce cambios en la conducta de cada miembro, es decir es una estructura
dinámica. Por ello el grupo como objeto teórico se define a partir de ‘estructura’ y
‘dinámica’.
La estructura implica un sistema de relaciones –y de relaciones entre relaciones- regido
por leyes. Además, toda estructura tiende siempre hacia un equilibrio que no es estático,
rígido.
La dinámica significa cambios, y puede referirse a tres cuestiones: cambios observables
o manifiestos (dinámica manifiesta), causas que producen esos cambios observables, y
dinámica dialéctica, donde las varias causas entran en contradicción o conflicto.
El grupo, en cuanto objeto formal abstracto, es un sistema y como tal, posee una
estructura y una dinámica como dos caras de la misma moneda. La estructura genera
una dinámica y ésta a su vez influirá sobre la estructura. La estructura determina la
dinámica y esta a su vez, dialécticamente, sobredetermina la estructura. También
entenderemos como lo determinante a la estructura y la dinámica latentes o
inconcientes, y como lo determinado a la estructura y la dinámica manifiestas.
Sinopsis de Romero R (1987) Grupo, objeto y teoría, Tomo I. Buenos Aires: Lugar
Editorial.
Notas para pensar lo grupal.- Este texto consta de dos partes. En la primera parte se
introduce al lector en el pensamiento grupalista en la Argentina y en algunos de sus
problemas actuales. Señala el autor que existieron en nuestro país dos corrientes del
grupalismo. El autor a una la llama tendencia de aplicación, y a la otra tendencia de
ruptura o desvío. La tendencia de aplicación se origina en la década del 50, y estuvo
integrada por psicoanalistas que intentaron aplicar la teoría psicoanalítica a las
situaciones grupales. Pensaron, así, el trabajo en grupos como un psicoanálisis aplicado,
y de ahí el nombre de 'tendencia de aplicación': de aplicación del psicoanálisis a los
grupos, en vez de a individuos como se venía haciendo desde Freud. En realidad, el
psicoanálisis de grupo encierra un equívoco: algunos todavía hoy siguen esforzándose
por demostrar que en la situación de grupo se observa la emergencia de formaciones del
inconciente equivalentes a las que se estudian en la situación analítica. A esta tendencia
siguió la tendencia de ruptura o desvío. Ella apuntó a la ruptura con el encierro
unificante dentro de la institución psicoanalítica oficial, y desvío del modelo anterior de
aplicación.
El autor continúa su primera parte refiriéndose a las transformaciones de la subjetividad
en los años ochenta y encrucijadas de lo grupal. En esta última década, indica,
predomina un particular proyecto intelectual marcado por una actitud profesionalista,
más que en la función social. Parece perderse así una intención transformadora de la
sociedad, y afirmarse una actitud de vacilación antes que de afirmación. No hay ideas
firmes, rectoras: se ensaya, se explora. En este contexto, lo grupal comienza a ser
declaradamente utópico, algo que está más allá del horizonte de posibilidades al que
remiten los grupos conocidos hasta el momento.
El desafío que tenemos es pensar una situación grupal que no aplane las diferencias,
niegue la singularidad o reduzca la diversidad. La multiplicación de opiniones invita a la
soledad y al silencio, pero esa misma diversidad exige que debamos comunicarnos.
La segunda parte lleva por título GRUPOS, IDENTIFICACIONES, MIRADA Y
AMOR. Aquí comienza hablando de los procesos identificatorios en la clínica grupal.
El yo es un conjunto de identificaciones, es una máscara, y el grupo terapéutico es un
sitio propicio para el trabajo de cada participante con su propia máscara. Jugando roles
se actualizan y producen las identificaciones. El trabajo clínico, en situación de grupo,
interroga roles y conjetura identificaciones. El espacio de un grupo terapéutico intenta
crear condiciones para que los movimientos identificatorios sean interrogados. Cuando
un integrante insiste en un rol, es el modo como aparece implicado en un proceso de
identificación.
Esta segunda parte continúa con algunos apuntes para una escucha analítica en situación
de grupo (variaciones sobre un recurso dramático). Aquí el autor da un ejemplo para
mostrar como se produce la escucha analítica en un grupo. El último punto del libro
trata los Problemas del diálogo amoroso (Notas clínicas).
Sinopsis de Percia Marcelo, Notas para pensar lo grupal. Buenos aires: Lugar Editorial,
1997, 4° edición.
Un modelo teórico del grupo.- Romero presenta aquí un modelo de objeto teórico
formal abstracto para intentar comprender a los grupos como objetos formales
concretos. Partimos de la base que el conflicto es el núcleo, el motor de todo grupo. Y
lo mismo pasa con la persona individual: el conflicto es la base y el motor de sus
conductas.
En los grupos, el conflicto se puede analizar en tres niveles:
1) Intrapsíquico: cada miembro tiene su propio conflicto.
2) Intersubjetivo: cuando alguno cuenta un conflicto intrapsíquico, los otros pueden
quedar involucrados o sentirse involucrados en el mismo, generándose un conflicto
intersubjetivo (‘María habla de su conflicto con su madre, y otro integrante asume el
rol de madre entrando en un conflicto intersubjetivo’). Es una situación
transferencial, pues se transfiere lo intrapsíquico a lo intersubjetivo.
3) Conflicto entre metas, o entre medios para llegar a la meta. Este tercer nivel es más
observable o manifiesto, y se estudia en psicología social o sociología. El nivel
intrapsíquico es el más latente.
En el centro del modelo teórico ubicaremos el conflicto. Este modelo se aplica a grupos
pequeños, como por ejemplo un grupo terapéutico. Allí se desarrolla una transferencia
central (de los miembros hacia el terapeuta) y transferencias laterales (entre los
miembros). También el mundo externo puede ser objeto de transferencia (cambios de
gobierno, etc). Un cuarto objeto transferencial es la representación-grupo, el grupo
mismo como unidad.
Hay dos sentidos que dio Freud del yo: el yo-función (centro de funciones como
percepción, memoria, etc), y el yo-instancia, el que aquí interesa, y que es un yo que
posee una representación de sí-mismo como algo unitario, aunque ello es engañoso
porque está escindido en conciente-inconciente.
Del mismo modo las personas en un grupo se representan como unidad, también en
forma engañosa. En el mero agregado no hay representación unitaria, pero en un grupo
sí, y recién entonces podemos tomarlo como objeto de estudio, como objeto formal
concreto para aplicarle el modelo teórico.
Esta representación unitaria, engañosa pues muestra al grupo como unidad cuando no es
así, es también objeto de transferencia. El conflicto es quien desencadena la situación
transferencial, y a partir de esta dinámica transferencial se constituyen según Bion los
supuestos básicos. Esto a su vez determina cómo se comportará el grupo en el nivel
manifiesto, o sea, está el orden de lo determinante (inconciente) y de lo determinado
(observable).
En todo grupo tenemos tres vertientes de significación: a) lo inconciente, singular de
cada uno, b) el funcionamiento inconciente del grupo como tal, y b) lo institucional
donde todo grupo está inserto. Por ejemplo un grupo terapéutico en un hospital, el que a
su vez está inmerso en un orden social, político, etc.
En un grupo habrá para Anzieu resonancias fantasmáticas: los fantasmas del
inconciente individual resuenan en el grupo, las protofantasías o escenas de origen se
manifiestan a nivel grupal.
La cohesión se puede definir desde lo observable como fuerzas que operan o disgregan
a partir de variables como mayor o menor gratificación, etc. Romero propone entender
la cohesión desde lo fantasmático, y entonces ella dependerá de la resonancia que en el
grupo obtengan los fantasmas individuales, las imagos y la escenas de origen. Mediante
esta resonancia como eco podemos explicar la cohesión grupal como hecho observable,
o sea como objeto formal concreto. Se trata de una ‘lectura sintomal’ del grupo, no de
una ‘lectura literal’ que se daría si nos atenemos solamente a variables observables sin
tratar de explicarlas desde procesos inconcientes. Al introducirse este nuevo tipo de
enfoque se hizo una ruptura epistemológica, se instauró un nuevo objeto formal
abstracto. La ciencia progresa por rupturas, por cortes y no por acumulación cuantitativa
tal como se acumulan los intereses del capital (concepción ‘bancaria’ de la ciencia).
En el modelo de objeto teórico, Romero distingue una estructura y una dinámica. Un
grupo es un sistema, o sea un lugar de estructuras dinámicas. También encontraremos lo
determinante (lo inconciente) y lo determinado (lo manifiesto). Por lo tanto habrá una
estructura determinante y otra determinada, y una dinámica determinante y otra
determinada. Por ejemplo la resonancia fantasmática (determinante) sobredetermina la
cohesión grupal (determinado). También, los supuestos básicos determinan el liderazgo
y la comunicación, y las transferencias determinan los roles y la interacción.
En los grupos terapéuticos las técnicas se dirigen a lo inconciente, y en los grupos
operativos se dirigen a aspectos manifiestos y latentes. En los grupos de discusión sólo
se centran en lo manifiesto. En síntesis, el siguiente esquema expresa el modelo de
objeto teórico.
Además de las técnicas de observación y coordinación, debemos mencionar los
recursos, que son por ejemplo los talleres expresivos, las dramatizaciones, los juegos,
etc.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 8.
Los grupos según Anzieu.- Didier Anzieu abordó el problema de la cohesión grupal,
desde el punto de vista de los organizadores grupales.
Los deseos realizados en grupos, como en los sueños, son a menudo deseos infantiles
reprimidos. Si el juego infantil imita a los adultos, al revés también ocurre que las
actividades adultas expresan deseos infantiles.
Anzieu critica las teorías ‘precientíficas’ de los grupos, que ven en los grupos ámbitos
de realización no de deseos sino de libertades individuales, o sea estas teorías buscan
filtrar la ideología en los grupos para utilizarlos en su provecho. Por ejemplo un grupo
puede ser manipulado como medio para explorar y denunciar el creciente poder del
estado, etc.
Desde el psicoanálisis, el grupo, como el síntoma o el sueño, tiene como núcleo un
conflicto entre un deseo y una defensa. La situación grupal favorece la emergencia de
deseos y fantasías que forman a su vez un campo imaginario que se manifiesta como
ilusión grupal. Esta implica el deseo de seguridad ante la amenaza de perder la identidad
yoica.
La ilusión grupal se relaciona con el estadio del espejo de Lacan. El grupo es tomado
como la imagen especular entera, no fragmentada. La ilusión grupal funciona como
defensa frente a esta fragmentación. Pero como hay muchas visiones distintas (tantas
como integrantes hay) surge el peligro de una fragmentación, con la consecuente
angustia. Los miembros entonces perciben su fragilidad y buscan recomponer la unidad
estableciendo relaciones duales, especulares o narcisistas con otros miembros o
directamente con el grupo en su conjunto (ilusión grupal). La ilusión grupal funciona
como un objeto transicional (Winnicott), ya que es una transición entre la realidad
externa y la interna. Desde esta ‘escena dos’ se explica entonces la cohesión grupal.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 6.
Problemas que enfrentan los grupos.- Según Thelen todo grupo enfrenta siempre: 1)
Problemas de proceso: sus propios conflictos como grupo. 2) Problemas de logro: que
hacen al logro de los objetivos grupales. Estos últimos solo pueden ser encarados una
vez resueltos los problemas de proceso, los cuales deben resolverse a partir de grupos
superpuestos en conflicto, y no mediante seudointegraciones ante el peligro de
dispersión. Esto explica porqué los grupos pasan por periodos de intensa emocionalidad
no productiva. El problema básico del grupo es tener un criterio para encarar al mismo
tiempo problemas de proceso y problemas de logro.
Grupos orientados hacia sus objetivos o por sus procedimientos.- A medida que el
grupo resuelve sus problemas de proceso va siendo un grupo orientado por sus
objetivos, pero si estos problemas de proceso no los resuelve aparece estereotipia,
pasando a ser un grupo orientado por el procedimiento.
Estos últimos parecen buscar mantener ideas preconcebidas: preservan su estructura de
poder con rituales, etc. Dependen generalmente de un líder místico. Hay roles rígidos y
no se aceptan ideas ajenas. No tienen conductas adaptativas ante nuevas situaciones. No
pueden incorporar la experiencia grupal como creadora y modificadora de actitudes.
Desde Bion, el grupo de procedimiento opera como grupo de supuesto básico, y el
grupo orientado por el objetivo como un grupo de trabajo. En el primero hay conflictos
no resueltos.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 6.
Grupo focal.- “El Focus Group o Grupo Focal, también conocida como Sesiones de
Grupo, es una de las formas de los Estudios Cualitativos en el que se reúne a un grupo
de personas para indagar acerca de actitudes y reacciones frente a un Producto, Servicio,
concepto, Publicidad, idea o Empaque. Las preguntas son respondidas por la interacción
del grupo en una dinámica donde los participantes se sienten cómodos y libres de hablar
y comentar sus opiniones”.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Grupo_Focal.
GRUPO DE TRABAJO
Niveles de organización.- Según Thelen, el grupo de trabajo pasa por cuatro niveles de
creatividad creciente:
1) Hay roles funcionales pero también todavía disfuncionales o individuales que pueden
obstaculizar la tarea.
2) Predominan roles funcionales como el de ‘seguidor’, que sigue pasivamente la trea
que otros hacen activamente. Hay rutina, poca movilidad.
3) Se diferencian más roles, se visualizan e instrumentan nuevos métodos de trabajo.
Todos participan más.
4) Aparece aquí el ‘coordinador emergente’ a través del cual el grupo puede, por estar
integrado, resolver, explicar y replantear nuevos problemas.
Pueden aparecer indicios de dispersión, es decir que el grupo puede funcionar como más
guiado por el procedimiento (grupo de supuesto básico). Por ejemplo ‘todavía no
estamos listos’, o ‘me pregunto la validez de todo esto’ (bloqueo del grupo),
satisfacciones narcisistas de un miembro o varios, seducción entre miembros (grupo de
emparejamiento), etc.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 6.
GRUPO PEQUEÑO
Clasificación.- Los grupos pequeños pueden ser de tres tipos: primario, asociacional (o
propiamente dicho) y artificial (terapéutico, experimental, etc).
En los primarios hay fuertes lazos afectivos y personales, y son cara a cara. Son
primarios porque dan al sujeto su primera experiencia social, la familia. El sujeto
obtiene aquí su identidad a partir de una estructura grupal internalizada: el complejo de
Edipo. Esto en el caso de una familia, pero otro grupo primario puede ser un grupo de
amigos.
Los grupos asociacionales tienen también bastante permanencia y se dan cuando varias
personas realizan en común una actividad (recreación, trabajo, etc).
Los grupos artificiales también implican relaciones cara a cara, como todo grupo
pequeño, pero son más especializados, se reúnen en tiempo y lugar determinados y
satisfacen necesidades secundarias. Puede haber fuerte interacción emocional pero ella
no surge naturalmente sino que es controlada y creada exteriormente: grupos
terapéuticos, grupos de laboratorio, grupos de discusión, etc. Las normas son explícitas
(encuadre) y el grupo no es un fin en sí mismo, como los anteriores, sino un medio o
instrumento para lograr un determinado objetivo.
Los grupos grandes son aquellos que tienen más de veinte miembros. Después de esta
cifra ya deja de haber un cara a cara y empiezan a formarse subgrupos a los cuales ya no
se puede reunificar en un solo grupo.
Condensado de Romero R (1987) Grupo, objeto y teoría, Tomo I. Buenos Aires: Lugar
Editorial.
GRUPOS T
Generalidades.- Los Grupos T nacen en EEUU en 1946, como consecuencia de un plan
de investigaciones dirigido por Kurt Lewin. A partir de 1947 los grupos T y el método
de laboratorio se difundieron rápidamente como importantes métodos educacionales en
muchos países de Occidente, y hoy se siguen utilizando sobre todo en capacitación
administrativa y desarrollo organizacional. Los grupos T son una tecnología educativa
que refleja los valores y aspiraciones democráticas de la cultura norteamericana donde
aquellos nacieron.
1. Cuál es el objetivo de los grupos T.- Los grupos T son instrumentos para el cambio
esencialmente controlados, que brindan oportunidades para el autoconocimiento y el
autodesarrollo. Aumentan la conciencia de sí mismo y la percepción de la influencia de
la conducta propia sobre los demás.
Smith indica tres metas principales: aumentar la capacidad para apreciar cómo los
demás reaccionan ante nuestra conducta; para calibrar las relaciones entre terceros; y
para actuar hábilmente según cada situación.
Los grupos T ayudan al individuo a concientizar y comprender los diversos aspectos de
la conducta propia, para luego introducir cambios en ella. Esos diversos aspectos de la
conducta se pueden graficar en la "ventana de Johari", donde aparecen cuatro tipos de
conducta:
1) Pública: conocida por uno mísmo y por los demás; 2) Ciega: desconocida por uno
mísmo pero que ejerce influencia sobre los demás; 3) Oculta: hechos y emociones de
los que la persona tiene conciencia pero que decidió no compartir con los demás; 4)
Conductas desconocidas por uno mismo y por los demás. Estas conductas llamadas
"inconcientes", no son estudiadas por los grupos T.
Los grupos T implican un proceso de aprendizaje, expresable como un cambio de
conducta. Cada miembro puede usar a los demás como espejo de la conducta propia
para modificarla, mediante un proceso de realimentación. El aspecto positivo es que
aumenta el autoconocimiento y posibilita el desarrollo personal, y el negativo es que el
proceso puede despertar emociones dolorosas, al tener que explorar conductas pasadas y
considerar nuevas formas de comportarse. Las emociones se agudizan en los grupos T
porque estos tienen una relativa corta duración, donde debe aprenderse mucho en poco
tiempo.
Los grupos T pueden tener otros objetivos, como el entrenamiento y desarrollo en
administración, donde se crean situaciones que hacen al manejo y la vida de las
organizaciones. Los problemas de autoridad, liderazgo y cooperación se tratan con la
misma importancia que las relativas a las conductas individuales.
IDENTIDAD
IMAGINARIO
Imaginario social.- “Creo que tenemos que considerar al imaginario social como una
construcción colectiva, más o menos arraigada en vastos sectores sociales pero no en
todos, y dentro del cual tienen un lugar preponderante los prejuicios… Aunque la
estructura del imaginario social es siempre la misma, la forma que éste adquiere en
relación con las distintas temáticas estará determinada por los elementos subjetivos que
se ponen en juego frente a estas últimas”.
Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) La vejez: una mirada gerontológica actual, Paidós,
Buenos Aires, pág. 28.
INDIVIDUALISMO
INTERACCIÓN
Interacción en los grupos.- Cuando un grupo debe realizar una tarea sus miembros
deben interactuar, proceso que puede ser facilitado por un coordinador. Hay dos
modelos que describen este proceso de interacción: a) El modelo de Bales, descrito en
términos de fases o etapas, y b) El modelo de Benne y Sheats, descrito en términos de
roles.
Según Bales, se supone que todo grupo debe hacer una tarea, y para ello sigue una serie
de fases o etapas. En un grupo de discusión hay tres fases, donde hay tres tipos
diferentes de interacción:
1- Proacciones: corriente de palabras y gestos entre los miembros.
2- Reacciones propiamente dichas: reacciones ante dichas palabras o gestos.
3- Reacciones ante dichas reacciones.
Análisis del proceso de interacción: condiciones externas e internas según Bales.- Un
grupo pasa por fases para resolver su problema de la forma más efectiva posible
(efectividad en tanto eficacia como eficiencia). ‘Fases’ son los subperiodos
cualitativamente diferentes en función de un periodo total y continuo de interacción
donde el grupo va desde la iniciación de la tarea hasta su fin.
Un grupo pasa por las siguientes fases: problemas de orientación, problemas de
evaluación, y problemas de control (mientras tanto se suscitan reacciones emocionales
positivas o negativas). Para pasar de una fase a otra deben cumplirse dos tipos de
condiciones: externas e internas. Las externas son anteriores.
Condiciones anteriores o externas:
a- Personalidad de los miembros (deben ser normales, no psicóticos ni con déficits
intelectuales).
b- Subcultura grupal previa (debe ser adecuada, no, por ejemplo, saboteadora).
c- Expectativas de los miembros entre sí (en función de ellas habrá distintas posiciones:
líder de locomoción, líder de mantenimiento, etc).
Bales propone tres fases: orientación, evaluación y control, pero Romero propone seis
fases en vez de tres. Cuando un grupo recibe una tarea para hacer, se dan las siguientes
fases:
1- Pedir y dar orientación.- A alguien del grupo, a un coordinador, a alguien de fuera
del grupo. Empiezan a enfrentar y resolver sus problemas de comunicación interna: se
va formando la estructura de comunicación, de manera que en esta primera fase el
problema fundamental a resolver la comunicación. Además, se busca definir cuál es la
tarea a resolver.
2- Pedir y dar opinión.- Definida la tarea, se piden y dan opiniones para ver qué medios
se pueden seguir para cumplirla. El problema fundamental es evaluar las opiniones.
3- Pedir y dar sugerencias.- Los miembros intercambian información relacionada con la
tarea a resolver, y buscan vincular su propia experiencia con dicha tarea. Entre las fases
2 y 3 se va definiendo la estructura de liderazgo. En la fase 3 pueden surgir
desavenencias, rivalidades, y es la que más tiempo y esfuerzo lleva al grupo. Por ello el
problema a resolver acá es el control o regulación de los aportes que hacen los
miembros.
En las tres sub-fases mencionadas (que constituyen una primera fase) predominan (en
un 70% contra un 30%) los roles de locomoción o tarea, pero a partir de la segunda fase
que viene ahora, dicha relación va invirtiéndose poco a poco.
4- A partir de las sugerencias (sub-fase 3) empiezan ahora a surgir los primeros
acuerdos (aceptar, comprender pasivamente, acceder) o también desacuerdos (rechazo
pasivo, no ayuda, formalidad, etc). Acá el problema central es la toma de decisiones:
cómo se resolverá la tarea.
5- Modificación de las tensiones endogrupales: disminuyen si hay acuerdos, aumentan
si no los hay. El problema central es la reducción de las tensiones.
6- Modificación del nivel de solidaridad endogrupal: aumentará si se relajan las
tensiones, y bajará si aumentan. El problema fundamental es la reintegración (volver a
estar unidos).
En la primera fase predomina el área de tarea (preguntas, respuestas, neutralidad
emocional). En la segunda fase predomina el área socioemocional (reacciones positivas
o negativas). Tarea y emoción se coimplican, así como se coimplican eficacia (tarea)
con eficiencia (emoción).
Si no se cumplen las condiciones externas o anteriores, estas sub-fases pueden alterarse,
saltearse o invertirse. En síntesis:
INTERACCIONISMO SIMBÓLICO
INTERSUBJETIVIDAD
Generalidades.- Categoría en la cual importan tanto el objeto como el sujeto. Husserl
plantea la intersubjetividad como aquello que concierne a la comprensión
(entendimiento) de dos subjetividades: por lo tanto el objeto es en rigor otro sujeto. La
tesis subyacente es el idealismo fenomenológico, el descriptivismo, el esencialismo y el
comprensivismo de Dilthey (empatía). No se busca explicar sino describir, pudiendo ser
esa descripción eidética (esencialismo), empírica (describir lo dado) o intelectual
(intelectualismo). No confundir la descripción con la observación: ésta se enmarca
dentro de la explicación como su primer paso.
Yáñez Cortés R (1985). Clases de Metodología de la Investigación psicológica. Buenos
Aires. Universidad de Belgrano.
JUSTICIA SOCIAL
LIDERAZGO
Características.- Los miembros aceptan ser dirigidos por uno o varios miembros
(líderes) porque ellos son la vía más adecuada para lograr los objetivos del grupo
(objetivos que satisfacen sus necesidades). Del líder no interesa lo que es o lo que sabe,
sino lo que hace para satisfacer las necesidades grupales: es la concepción funcional del
líder. Por ejemplo, fijar metas, alentar, resumir lo hecho, etc. Al variar las necesidades
varían las características exigidas al líder. O sea, el liderazgo como función, es móvil.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 2.
Fuentes de poder del liderazgo.- El liderazgo implica una posición diferenciada, una
función móvil y una relación de influencia, así como una cierta persistencia. Lo que
funda la persistencia es lo que French y Raven llaman las ‘fuentes del poder’, las cuales
son cinco (alguna predominará sobre otra, pero están siempre todas. Por ejemplo, en un
maestro):
1- Poder de recompensas y castigos (el líder gratifica o frustra)
2- Poder de coerción (el líder es capaz de obligar)
3- Poder legítimo (en tanto representa las imagos parentales)
4- Poder referido (basado en el afecto, amistad o prestigio. Ejemplo: Los Beatles)
5. Poder experto (el líder es alguien que sabe. Debe estar en el liderazgo democrático).
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 2.
Clasificación del liderazgo.- En todo grupo hay una actividad intelectual y
comportamientos afectivos. En función de ellas, los liderazgos pueden ser:
1- Instrumental (de tarea, de locomoción o de fines). Dirige las actividades intelectuales
o racionales.
2- Expresivo (o de persistencia del grupo). Mantiene afectivamente el grupo en tanto tal.
El liderazgo instrumental encarará problemas de logro, mientras que el liderazgo
expresivo problemas de proceso (rivalidades, tendencias autodestructivas,
conspiraciones, etc, todos problemas que requieren un mayor gasto energético). Estos
últimos problemas tienen relación con los supuestos básicos de Bion.
Ambos tipos de liderazgo coexisten y casi siempre están en una misma persona. El
liderazgo instrumental puede a su vez ser: a) centrado en el líder (centralizado,
enérgico), o b) centrado en el grupo (relajado, disperso, con mucha comunicación
interna). Predomina el primer tipo cuando hay que dar una rápida solución a problemas,
y el segundo en casos de discusión y decisiones grupales.
Sobre esta base, Lewin y seguidores indicaron tres tipos de estilos de liderazgo según su
grado de influencia sobre el grupo:
1- Autoritario: asigna tareas, designa grupos de trabajo, dicta pasos a seguir, no da
razones y premia o castiga casi arbitrariamente. Se compromete con el grupo.
2- Democrático: favorece las discusiones grupales, orienta las decisiones, bosqueja
pasos a seguir, no asigna ni designa sino que propone, y decide el consenso. Se
compromete emocionalmente, participa.
3- Laissez-faire: es pasivo y si es líder lo es por ser experto, por prestigio o por
legalidad psicológica. No participa ni se compromete, y está por si el grupo requiere
auxilio.
El grupo autoritario puede provocar dos reacciones excluyentes: agresiva y apática, lo
que dependerá de la dependencia de los miembros y la actitud represiva del líder. La
agresiva implica rebeldía y unión entre los miembros, lo que falta en la reacción apática.
En esta última encontramos frustración, que puede transformarse en agresión. Esta
agresión puede ir contra el líder, el exogrupo o algún miembro tomado como chivo
emisario. En el apático hay menos satisfacción, menos responsabilidad y compromiso,
pero también lo hay en el agresivo si lo comparamos con el liderazgo democrático. En
el liderazgo autoritario hay más rapidez de reacción, pero a la larga aumenta la agresión
y la frustración. El liderazgo democrático es el más efectivo, pues crea vínculos
positivos, da sentido de pertenencia, y el más eficaz para cumplir con la tarea.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 2.
Líder y persona central.- Redl prefiere hablar de ‘persona central’ y no de líder porque
la persona central no es, como el jefe de la masa freudiana, impuesto sino es un
emergente natural del grupo.
La relación entre la persona central (PC) y los demás se da de tres maneras: a) La PC es
objeto de identificación (amor u odio) para los demás. b) Es objeto de impulsos
amorosos y/o hostiles. c) La PC puede actuar como soporte del yo, reforzando el yo de
los demás miembros. Esto último explica porqué en momentos de gran ansiedad
(debilidad yoica) se busca un líder en el cual apoyarse, lo que aumenta la cohesión
grupal.
Redl enumera diez maneras de formación de un grupo, según diez roles que asuma la
PC:
1- El soberano patriarcal: niños que forman un grupo porque incorporan su superyo
a la PC. Hay emociones compartidas.
2- El líder: incorporan el Ideal del Yo, y también hay emociones mutuas.
Coincidencia con Freud.
3- El tirano: los niños incorporan a su propio superyo el superyo de la PC. Se dan
emociones compartidas por un sentimiento de temor al agresor.
4- La PC como objeto de amor: por ejemplo algún músico entre los adolescentes.
5- La PC como objeto de odio: es el chivo expiatorio. También aquí hay emociones
compartidas porque todos odian a la misma persona.
6- El organizador: la PC es útil a los yoes pues les da medios para satisfacer sus
impulsos indeseables, impidiendo que aparezca culpa.
7- El seductor: La PC es útil a los yoes porque los inicia, impidiendo también la
aparición de culpa y ansiedad.
8- El héroe: igual que el anterior sólo que el acto de iniciación se orienta hacia la
contradicción entre valores morales y la autoprotección cobarde (ansiedad
persecutoria). Con ello es posible dominar las tendencias indeseables hacia la
sumisión cobarde.
9- La mala influencia: La PC es útil al yo de los integrantes potenciales por “la
influencia del carácter infeccioso del área no conflictiva del yo respecto de la
conflictiva”, con lo cual se ahorran conflictos y ansiedades y el consecuente desgaste
emocional.
10- El buen ejemplo: La PC es útil a los yoes igual que en el caso anterior, sólo que
en el caso 9 la solución conducía a impulsos indeseables, y aquí lleva a valores
morales, o sea, los niños pueden reprimir lo indeseable por un mandato superyoico.
En las diez formaciones siempre hay emociones grupales compartidas.
Según Redl, el líder proporciona un clima al grupo (o una ‘cultura’ en los términos de
Stock y Liberman). Por ejemplo una maestra puede generar una cultura de rigor al
imponer premios y castigos. Otro ejemplo es la cultura del chantaje (‘estos chicos me
hacen sentir mal’). Otra tercera forma de manejar el clima es apelando al prestigio (los
buenos tienen prestigio, dentro del grupo ocupan una posición importante y el que no,
queda afuera como forma de castigo).
Sintetizamos en el siguiente esquema los diez tipos de persona central (o roles que esta
puede jugar), en relación con las tres características o modos de formación grupal antes
expuestas:
MARGINACIÓN
MARGINALIDAD
Familias marginales.- Es claro que la conducta marginal implica una trasgresión a una
norma o ley social y también a una ley, pacto o mandato familiar. La trasgresión
consiste en efectuar un acto que no coincide con lo consensuado a través de la palabra:
aparece una incongruencia entre la palabra y el acto. Y como consecuencia, la palabra
pierde valor y credibilidad, y por lo tanto el tema de la verdad se convierte en una
verdadera cruzada para la familia. En cierta forma, la familia viene a la terapia
queriendo saber cuál es la verdad, acusando al paciente identificado por sus actos
delictivos, pero sin entender el porqué, ni las circunstancias que lo llevaron a cometer
estos actos. Los padres se preguntan en dónde fallaron, qué es lo que faltó –pregunta
que podemos entender según el doble significado de la palabra falta, el de la falta de
algo y el de la trasgresión-.
Así buscan un juez que los alivie en esta constante culpa de no entender, le piden al
terapeuta que diga cuál es la verdad, que ponga palabras que sentencie el acto delictivo:
culpables o inocentes. Se lanzan a bucear en la historia buscando el porqué incansable
de los hechos, para nunca creerlo –sin entender que de cualquier manera que se defina la
verdad, ésta implica el acuerdo del sujeto con los otros.
Si volvemos a la idea de trasgresión, el desafío es pensar en cómo se ha instalado la ley,
cómo han construido los miembros de esa familia, a partir de sus mutuas relaciones e
interacciones, la significación de conceptos tales como “mentira”, “traición”,
“trasgresión”, “soledad”, “estafa”, “dolor”, etc.
Las familias en las cuales aparecen uno o más miembros con conductas marginales
tienden a establecer un estilo de relación basado en la confusión. Las jerarquías (que
implican la posibilidad de hacer respetar y cumplir la ley) son difusas, poco claras, y
están puestas al servicio de la incertidumbre. Lo que está bien y lo que está mal, lo que
está permitido y lo que está prohibido, no ya desde lo social, sino desde lo familiar,
variará según quién lo proponga, a quién y delante de quién.
Siguiendo esta línea, entonces, hablamos de familias marginales pensando en el modo
en que se instalan los diálogos y el tipo de relación a que dan origen: diálogos que se
dan al margen de otros diálogos o al margen de alguien y relaciones que se dan al
margen de otras relaciones o dejando en el margen a otras. Este enfoque se aparta del
uso habitual y social del término ya que la familia como grupo no comete el acto
marginal, sino que lo hacen uno o varios de sus miembros.
Lo importante en estos casos será conocer qué es lo que se coloca al margen y de qué o
de quienes, pues esta dinámica da lugar a los juegos de exclusión–inclusión
característicos de estas relaciones. La confusión que se da en estos casos puede ser leída
como “fusión con”, es decir, estar pegado a algo: a un mandato a un miembro de la
familia o a un lugar. Pero si miramos más detenidamente nos damos cuenta que el
sujeto marginal no se encuentra “pegado” estrictamente al entorno familia –porque de
ser así acataría el mandato de los padres, especialmente el del padre- pero es un hecho
que tampoco puede salir, y por eso decimos que se encuentra al margen.
Serebrinsky. H, Familias marginales. INTERPSIQUIS. 2006; (2006).
MEAD, GEORGE
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
MIGRACIÓN
Migración y trastornos del estado de ánimo.- Antecedentes: La migración es un
factor de riesgo para el desarrollo de la esquizofrenia. Objetivos: Examinar si la
migración es también un factor de riesgo para el trastorno afectivo bipolar, el trastorno
depresivo unipolar y los trastornos del estado anímico en general. Método: En Medline
se buscaron estudios de incidencia poblacional referentes a los trastornos del estado
anímico en migrantes y se computarizaron los riesgos relativos principales utilizando un
modelo estadístico de efectos mixtos. Resultados: Se encontraron solamente algunos
estudios relacionados con el trastorno depresivo unipolar. El riesgo relativo principal
para desarrollar el trastorno afectivo bipolar entre migrantes fue del 2.47 (95% CI 1.33-
4.59). Sin embargo, después de excluir a las personas de origen Africano-Caribeño en el
Reino Unido, este riesgo ya no fue significativamente creciente. El riesgo relativo
principal de los trastornos del estado anímico de una polaridad no específica fue del
1.25 (95% CI 1.04-1.49) y para cualquier trastorno del estado anímico fue del 1.38
(95% CI 1.17-1.62). Conclusiones: No existe ninguna evidencia concluyente para un
incremento mayor en el riesgo de los trastornos del estado anímico asociados a la
migración.
Sanne G. H. A. Swinnen and Jean-Paul Selten, Trastornos del estado de ánimo y
migración. BRITISH JOURNAL OF PSYCHIATRY. 2007 ENE; 190(1).
Migración y psicosis.- “Se invoca con frecuencia las experiencias sociales adversas
para explicar la tasa más alta de psicosis entre los grupos emigrantes. El propósito del
presente estudio era establecer los factores socioambientales que distinguen a los
pacientes psicóticos emigrantes de los pacientes autóctonos. Realizamos una encuesta
transversal que involucró a 341 psicóticos emigrantes emparejados en cuanto a la edad y
el género con 341 pacientes psicóticos autóctonos. Los pacientes emigrantes vivían más
a menudo con su familia de origen, estaban inscritos con menos frecuencia con un
psiquiatra de derivación y presentaban una tasa más baja de empleo y un porcentaje más
bajo de uso inadecuado de alcohol y de intentos de suicidio. Nuestros hallazgos
aumentan el conjunto creciente de resultados que muestran que es preciso centrar más
atención en las variables socioambientales en la investigación de la psicosis. Sin
embargo, hay que tener en cuenta varias limitaciones, particularmente con respecto a los
sesgos de selección y la edad de comienzo de la enfermedad psicótica. Nuestros
resultados son compatibles con la hipótesis de que el desempleo es un factor
parcialmente responsable en el riesgo para la psicosis entre los grupos emigrantes. Las
familias de los emigrantes son una piedra angular importante en el proceso de atención
sanitaria mental de sus familiares enfermos. Es preciso adaptar nuestros modelos de
servicio con el propósito de hacer más fácil el tratamiento para los pacientes
emigrantes”.
Fossion P y otros, Psicosis, migración y ambiente social: un estudio con control de la
edad y el género. EUROPEAN PSYCHIATRY. 2004; 19(6):338-343.
MINORÍA
NORMA
Definición.- Las normas son “patrones de conducta compartidos por los miembros de
un grupo social, a los que se prevé que ellos han de ajustarse, y que son puestos en
vigencia mediante sanciones positivas y negativas”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág. 623.
ORDEN SOCIAL
OTRO GENERALIZADO
PERSUASIÓN
Persuasión y cambio actitudinal.- La persuasión es el intento deliberado de influir en
las actitudes o en las conductas de otros, para alcanzar algún fin. Para estudiar este
proceso debemos ver qué pasa con el comunicador (que pretende persuadir), con el
mensaje, y con el destinatario (el que será persuadido).
El comunicador.- Debe reunir ciertas cualidades. Primero, ser sincero; segundo, ser
experto en el tema en que se quiere persuadir; tercero, debe ser agradable como persona;
cuarto, debe ser lo más parecido al persuadido, pues las personas no se dejan persuadir
tan fácilmente por alguien muy distinto a ellos; y quinto, la persuasión es mayor si son
varios o muchos los comunicadores que persuaden sobre lo mismo.
El mensaje.- Es persuasivo si reúne ciertas características, como por ejemplo si hace una
apelación al temor (si no hace esto le pasará esto otro), si tiene conclusiones no
explicitadas (si el orador no enuncia su conclusión puede hacerse más creíble pues son
los mismos oyentes los que sacan la conclusión), si son comunicaciones parciales (la
comunicación parcial, o sea indicar los argumentos en contra y criticarlos, suele ser más
efectiva en públicos poco instruidos o informados), y por último si incluyen una
involucración personal (en general es más persuasivo el mensaje que admite la libre
discusión del público, donde este interviene en los argumentos y las discusiones).
El destinatario.- La relación entre la personalidad del destinatario y su persuadibilidad
depende de la naturaleza y la fuente del mensaje. Investigaciones hechas revelan que
cuanto más arraigada sea la actitud, menos persuadible será la persona porque esa
actitud está conectada con otras creencias también sólidas. Adoptar roles también
influye (teatralizar ser enfermo de cáncer influyó para que la gente fumara menos). Otra
investigación mostró que si una persona da a conocer públicamente su posición en un
tema y luego es muy atacada, se resiste más a la propaganda contraria y se aplica más a
la causa que defiende. En otros estudios, se vio que si una persona es alertada que le
dirán algo con lo que no está de acuerdo, aumentan sus resistencias a dejarse persuadir
por esa nueva idea.
Otro punto es que en general buscamos información acorde con nuestras creencias, pero
puede ocurrir que tomemos contacto con ideas distintas por una cuestión de novedad, o
por una cuestión de equidad intelectual que nos obliga a conocer el punto de vista
opuesto. Pero las personas recuerdan mejor la información que está más de acuerdo con
sus propias actitudes y creencias.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicología social. Barcelona:
Paidós. Capítulo 6.
PODER
Poder en las organizaciones.- Un actor o grupo de actores tiene poder cuando tiene la
capacidad de hacer prevalecer su posición en la vida institucional, de influir en la toma
de decisiones, obtener reconocimiento, espacios, recursos, beneficios, cargos o
cualquier otro objetivo que se proponga.
El poder no siempre está en la cúpula, ya que hay vínculos informales, y siempre se
manifiesta a través de relaciones asimétricas. Las instituciones están atravesadas por
diferentes clivajes o zonas de ruptura o fractura, por ejemplo, puede haber una ruptura
entre los agentes (directivos de la institución) y los usuarios (actores a quienes se intenta
imponer disciplina). A su vez, dentro del grupo de agentes o de usuarios hay nuevos
clivajes: las relaciones de poder están marcadas por estos clivajes o zonas de fractura.
Las fuentes del poder son: el conocimiento de la normativa, la posesión de medios de
sanción, recursos económicos, acceso a la información, el control de la circulación de la
información, la legitimidad de la autoridad formal, la condición de experto, etc.
Condensado de Frigerio, Poggi, Tiramonti y otros (1991) Las instituciones educativas:
cara y ceca.
Poder, dispositivo del.- El dispositivo de poder está constituído por tres elementos
básicos que hacen que el poder funcione: la fuerza o violencia, el discurso del orden, y
el imaginario social. La fuerza en sí misma no tendría efecto si no cuenta con los otros
dos elementos, pues el discurso del orden y el imaginario social reactualizan la fuerza
transformándola verdaderamente en poder, aún estando ella ausente.
El discurso del orden está conformado desde las representaciones racionales, y es el
que, por ejemplo desde el derecho, legitima las instituciones mediante enunciados
normativos y reglas de justificación. Es el espacio de la ley.
Respecto del imaginario social, el dispositivo del poder exige como condición de
funcionamiento y reproducción del poder, que la fuerza y el discurso del orden estén
insertos en prácticas extradiscursivas y soportes mitológicos que hablan a las pasiones y
los deseos.
Mari E, El dispositivo de poder.
PRESENTACIÓN
PROBLEMA PSICOSOCIAL
PROXEMIA
PSICOANÁLISIS GRUPAL
PSICOLOGÍA GRUPAL
PSICOLOGÍA SOCIAL
Teoría del campo.- El principal representante es Kurt Lewin y, entre sus discípulos,
León Festinger es quien más influencia ejerció en la psicología social, aunque hay
también otros autores como Deutsch, y Cartwright y French.
Lewin: Originalmente ligado a la Gestalt, luego de apartó de los clásicos problemas de
la percepción para empezar a estudiar las motivaciones y las metas de la conducta. Entre
las conceptualizaciones importantes de Lewin encontramos las siguientes:
a) Conceptos dinámicos: siempre que hay una necesidad o una intención, hay un
sistema en tensión, tensión que desaparece cuando se satisface la necesidad o la
intención. En psicología social se aplica esta idea al estudio de las necesidades e
intenciones socialmente derivadas.
b) Conceptos estructurales: el 'espacio hodológico' es cómo la persona considera su
ambiente desde el punto de vista de sus posibilidades de comportarse según ciertas
metas (estructura medio-fin). Este espacio estará más estructurado cuanto más y mejor
sepa la persona qué conductas conducen a qué metas. En este contexto pueden darse tres
tipos de conflictos: entre dos metas positivas o deseadas, entre dos metas negativas o no
deseadas, y una sola meta al mismo tiempo positiva y negativa (por ejemplo la
ambivalencia, en términos psicoanalíticos).
c) Cambios socialmente inducidos: la motivación no depende simplemente de un déficit
fisiológico, sino que puede ser provocada socialmente, 'impuesta' desde el medio. Por
tanto hay dos clases de fuerzas: las propias y las inducidas.
d) Nivel de aspiración: es el grado de dificultad de la meta que una persona trata de
alcanzar. Lewin da una fórmula donde explica de qué factores depende el nivel de
aspiración, como por ejemplo la probabilidad subjetiva de éxito, la valencia del fracaso,
etc.
e) Conceptos de dinámica grupal: un grupo es un todo dinámico, interdependiente,
donde la modificación de una parte modifica al resto. En los grupos hay una tendencia a
la cohesión, que se opone a las también existentes fuerzas desintegradoras.
Festinger: Entre sus trabajos teóricos más recientes encontramos su teoría sobre la
comparación social, y su teoría de la disonancia cognitiva. Respecto de la primera, el
supuesto básico es que la gente tiende a averiguar si sus opiniones son correctas. Tal
tendencia hace también que la gente se comporte para apreciar exactamente sus
capacidades, para lo cual se compara con otra gente de capacidades muy parecidas, no
muy distintas: ello da exactitud en la apreciación. Otro supuesto de la teoría es que la
gente busca criterios objetivos, 'no sociales' para autoevaluar sus opiniones y
capacidades, pero cuando no dispone de ellos lo hace por comparación social, es decir
comparándose con los demás.
Si la teoría anterior supone en la gente una 'necesidad de conocer', la teoría de la
disonancia cognitiva supone una necesidad de conocer en forma 'congruente', no
contradictoria. Si entre los elementos cognitivos hay disonancia, se genera una presión
para reducir la disonancia y evitar su aumento. Tal tendencia se ve en cambios en el
comportamiento, en el conocimiento y en la permeabilidad a nuevas informaciones y
opiniones.
Teoría del rol.- Son citados aquí especialmente tres pensadores: George Mead, Robert
Merton y Ervin Goffman.
Mead: En oposición al conductismo y fundándose en el evolucionismo de Darwin y el
pragmatismo, Mead describió en forma detallada y sistemática el proceso por el cual el
sí-mismo se desarrolla como parte de la secuencia de maduración del organismo.
El sí-mismo surge recién como consecuencia de la interacción con el ambiente, y Mead
identifica dos etapas: el juego (donde el niño desempeña roles duales, el propio y algún
otro, lo que le permite explorar las actitudes de los otros hacia él), y el otro generalizado
(donde el niño aprende las actitudes generalizadas de la comunidad de la que forma
parte). La interacción que forma el sí-mismo se realiza fundamentalmente a través del
lenguaje. El lenguaje va atravesando distintas etapas: la conversación gestual, el gesto
significante y finalmente el gesto verbal (sonido). Por este último el hombre puede
adquirir autoconciencia de sus gestos. El significado de un gesto es la respuesta por la
cual otros se adaptan a ese gesto. Así, para comunicar (es decir para usar gestos o
lenguajes simbólicos), debemos estar capacitados para anticipar la respuesta que nuestro
acto suscitará en el otro. Esto se hace, afirmó Mead, 'asumiendo el rol del otro',
viéndose uno a sí mismo desde el punto de vista de otra persona.
Merton: Entre sus importantes contribuciones a la psicología social está la teoría del rol
y los grupos de referencia. Toda persona tiene un grupo de pertenencia (al cual
pertenece) y otro de referencia (que puede o no ser al que pertenece, pero que le sirve
para usar sus normas de comportamiento, o bien para rechazarlas: son los grupos de
referencia positiva o negativa, respectivamente).
Dos problemas centrales son: 1) qué factores hacen que un individuo elija su grupo de
referencia entre los grupos a los cuales pertenece, o no. Menciona cuatro factores,
siendo uno de ellos por ejemplo el que elegirá un grupo como marco de referencia
cuanto mayor sea el poder del grupo de no-pertenencia de otorgar prestigio al individuo,
en comparación con el poder de sus grupos de pertenencia. 2) Otro problema es qué
determina en cada caso cuál de los diversos grupos pertinentes se seleccionará como
grupo de referencia. Merton señaló que esto depende de ciertas propiedades (mencionó
26) que diferencian unos grupos de otros.
Merton se ocupó también de los comportamientos desviados, e intentó buscar los
mismos en algunas estructuras sociales que ejercen presión sobre ciertas personas para
que sean no conformistas. Lo que se puede aceptar o no son dos cosas: las metas
culturales (fines valorados como bienestar material, espiritual, etc., que dependerán de
cada cultura), y los medios institucionalizados para lograr aquellas metas. El
conformista acepta metas y medios, el innovador metas pero cambia los medios, el
ritualista acepta medios pero no metas, etc. Son todos distintos modos de adaptación al
medio social. Estas conductas adaptativas son función de si la sociedad está o no bien
integrada (integración significa congruencia entre medios y fines). Cuando la sociedad
no está bien integrada se habla de 'anomia'.
Goffman: Analizó la interacción social por analogía con una representación teatral. Parte
del hecho de que, para que la interacción ocurra, se necesita información acerca de
aquellos con quienes se interactuará. Hay varias fuentes de información, pero la más
importante es la que suministra la misma persona a través de lo que dice o hace,
importante porque esta información puede ser controlada o regulada por el sujeto (da la
'imagen' de sí que quiere dar). Por ello Goffman analiza las técnicas que usan las
personas para presentarse ante los demás, para mostrar su rol. El 'actor' realiza entonces
un 'desempeño' o sea una actividad que puede, en una situación dada, influir sobre los
demás. Pero el desempeño no es una simple extensión del carácter del actor: su función
en la interacción social es más profunda, ya que los desempeños de distintas personas se
combinan entre sí dando 'equipos de desempeño', que son conjuntos de individuos que
cooperan en la ejecución de una rutina. Los desempeños apuntan a lo que la persona
aparenta ser, y el sí-mismo a lo que la persona es realmente.
Condensado de Deutsch M y Krauss R (1988) Teorías en psicología social.
Para las teorías del aprendizaje el comportamiento social se aprende. Desde Watson a
Skinner el acento se pone en cómo se fortalece el vínculo E-R (estímulo-respuesta).
Surge de aquí el condicionamiento clásico de Pavlov y el condicionamiento operante de
Thorndike. El impacto en estas teorías, no muy grande, abrió varias líneas: Miller y
Dollard ponen el acento en el lenguaje como respuesta productora de señales. El
enfoque socio-comportamental de Bandura y Walters estudian varias variables y
diversos campos, como el experimental y la psicología infantil. Hay otras teorías que
también derivaron de la teoría del aprendizaje, como la de Homans o teoría del
intercambio social.
Si el conductismo tradicional ve al sujeto como pasivo receptor de estímulos, la Gestalt
lo ve como sujeto activo: organizador de estímulos. Este proceso se llama cognición.
Las teorías cognitivistas están entonces fuertemente influidas por la Gestalt.
K. Lewin, con su concepto de ‘campo psicológico’, intenta comprender la conducta del
sujeto en base a la experiencia pasada, la situación actual, y sus experiencias futuras.
Consideró que el psicólogo no solo investiga, sino que también actúa, como agente de
cambio.
El Interaccionismo simbólico de G. Mead se basa según Blumer es tres postulados: 1)
las personas actúan hacia los sujetos según el significado que estos tengan para ellas; 2)
dicho significado surge de la interacción social; y 3) esos significados son manejados y
modificados mediante un proceso interpretativo del sujeto frente a la realidad, la cual es
siempre entonces una realidad ‘interpretada’. Cuando interactuamos compartimos
‘definiciones’ de la situación que nos permiten saber qué expectativas tenemos de los
demás, y ellos de nosotros.
La etnometodología estudia las reglas y técnicas usadas por la gente para hacer
inteligible la vida social, o sea cómo la gente explica y justifica sus propias conductas.
El interaccionismo simbólico pone énfasis en la definición de la situación, y el planteo
etnometodologista, en el método por el cual cada sujeto construye la interacción.
Respecto de la teoría psicoanalítica, en artículos como ‘Psicología de las masas y
análisis del yo’, ‘Totem y tabú’, ‘El malestar en la cultura’ y ‘El porvenir de una
ilusión’, Freud se interesó por los procesos inconcientes que intervienen en los vínculos
sociales y la interacción con la sociedad y la cultura. El vínculo con lo social los
planteará Freud en términos conflictivos: allí no hay adaptación total como podrían
pensar conductistas y culturalistas.
Condensado de Muchinik E y otros (1987) Temas de psicología social. Buenos Aires:
Tekné.
Reseña histórica.- La psicología social tiene 100 años de historia, que comienzan con
un acercamiento al modelo positivista de las ciencias naturales, que estableció una
psicología social psicológica basada en el método experimental, junto a la vigencia del
conductismo en EEUU en la primera mitad del siglo 20.
Luego se desarrolla la psicología social sociológica que acentuó la importancia de lo
social, llegando finalmente a fines del siglo XX con una epistemología posobjetiva,
constructivista, que enfatiza la importancia de los significados –aspectos cognitivos- de
la experiencia humana, que se manifestó como interpretativismo, hermenéutica,
fenomenología, constructivismo. Destacan la importancia de comprender la conducta
humana desde un contexto histórico, político, ideológico y cultural.
PRECURSORES
Tarde – Durkheim – Le Bon (Francia) PSICOLOGIA SOCIAL
Wundt (Alemania) SOCIOLOGICA
CONDUCTISMO
Pavlov (precursor)
Thorndike (1903, Teoría del refuerzo)
Watson (1913, fundador)
Tolman (Conductismo intencional o cognitivo)
Miller y Dollard (1940-50, Teoría de la
imitación)
Skinner (1948, Teoría del refuerzo) > Homans PSICOLOGIA
(1961, Teoría del intercambio) SOCIAL
Hovland (1950) PSICOLOGICA
Bandura (1962-82, Teoría social cognitiva o
conductismo sociocognitivo)
Rotter (1966, Teoría del locus de control)
Bem (1967, Teoría de la autopercepción)
Seligman (1975, Teoría de la indefensión
adquirida)
Abramson (1978)
PSICOLOGIA
F Allport (1924) – Sheriff – Newcomb
SOCIAL – G Allport – Hollander, Asch -
AMERICANA Festinger – etc
Milgram
DESARROLLOS COGNITIVOS
Lewin (T del campo) – Heider (T del equilibrio y t de la atribución) – Festinger (T de la
disonancia cognitiva) – Cognición social – Bruner (Psicología cultural)
INTERACCIONISMO SIMBOLICO
Mead – Dewey – Thomas – Blumer – Goffman – Mereton –
PSICOLOGIA SOCIAL
Condensado de Seidmann Susana, Historia de la psicología social (artículo).
Publicación interna de la cátedra de psicología social de la carrera de Psicología de la
Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 2001.
Psicología social europea.- Esta psicología se interesa más por lo social, y en Francia
hunde sus raíces en la sociología de Durkheim, y por ello es más social y menos
individualista como lo fue la psicología social americana.
La psicología social europea incluye aportes de Moscovici respecto del concepto de
representación social y de la influencia de las minorías activas. Moscovici cuestiona el
modelo de conformidad social: el grupo conformado a la norma no es siempre el más
eficaz, planteando entonces un modelo de cambio social desde la minorías activas. Pasa
del control social al cambio social. Para influir, las minorías deben tener visibilidad y
reconocimiento social, y su poder radica en su fuerza, persistencia y sobre todo en la
consistencia cognitiva. La innovación es el recurso usado para ejercer su influencia
social.
Tajfel enfatiza la percepción de semejanzas y diferencias para construir categorías
sociales y estereotipos. Esto permite explicar las relaciones intra e intergrupales y
comprender la formación de la identidad social.
La Escuela de Ginebra estudió el desarrollo sociocognitivo desde la infancia, y la
construcción de la inteligencia tomando ideas de Piaget. Su concepción socio-
constructivista enfatiza la influencia de lo social en las coordinaciones cognitivas.
Doise, por caso, desarrolla la dinámica de los sistemas colectivos, la diferenciación e
integración y la autonomía de los grupos sociales así como el sí mismo y la identidad
social.
Otras perspectivas son el análisis del discurso y la psicología retórica, que indagan
como las personas construyen su mundo mediante el habla. Estos y otros autores
estudiaron a la memoria como un proceso construido socioculturalmente en un grupo
social (memoria “compartida”), y el recuerdo y el olvido como fenómenos vinculados al
ejercicio del poder.
Michel Foucault (Francia, 1926-1984) vincula conocimiento con poder, desde donde se
interesa por la ética, la libertad y la constitución del sujeto. El saber genera poder y el
poder a su vez crea saberes cíclicamente, proporcionando ambos los mecanismos de
subjetivación por los cuales el poder constituye la subjetividad. El poder, entonces,
constituye al sujeto.
Los aportes a la psicología social son básicamente europeos y provienen en primer lugar
de S Freud, explicando los fenómenos de masas. Las ideas psicoanalíticas influyeron
sobre T Adorno (1950), que estudió el proceso de socialización temprana de personas
autoritarias y prejuiciosas, y en la Escuela de Frankfurt buscaron explicar las
condiciones psicosociales del fascismo.
Las ideas psicoanalíticas influyeron también sobre quienes destacaron la influencia de la
cultura en la personalidad, como K Horney, E Fromm, E Erikson y A Kardiner. En
Francia, el psicoanálisis influyó sobre el estudio de grupos e instituciones: D Anzieu, R
Kaes, G Lapassade, R Lourau, C Castoriadis, y otros.
Condensado de Seidmann Susana, Historia de la psicología social (artículo).
Publicación interna de la cátedra de psicología social de la carrera de Psicología de la
Universidad de Belgrano. Buenos Aires, 2001.
REALITY SHOW
Su 'elenco' no está conformado por actores, sino por gente común y corriente.
Se pueden clasificar en dos tipos: los "Talk shows" y los Seudo-documentales.
Los primeros, un panel formado por personas que exponen alguna problemática
ante un moderador y su audiencia, para que esta última juzgue sus acciones. En
los segundos, se trata de retratar de manera omnipresente la vida cotidiana de un
grupo de personas que se encuentran en una situación fuera de lo normal, por lo
general, los participantes de ambos están involucrados en una especie de
concurso en el que el premio es de gran relevancia para su vida personal; dicho
premio puede ir desde lo material (una fuerte suma monetaria) hasta lo
sentimental (contraer matrimonio con su pareja ideal).
Existe un espacio para que los participantes puedan desahogar sus inquietudes
frente a las cámaras.
Por lo regular, su transmisión no es tiempo en real. Todo está editado y
estructurado para adaptarse a los requerimientos de la televisión comercial.
Descripción del programa “Gran Hermano”.- Hay dos novelas que han sido tomadas
como iconos – representaciones- de lo que ocurre en la sociedad de la información
(Lunt, 1999). Una de ellas es “Un mundo Feliz” de A. Huxley y la otra “1984” de
George Orwell. En la novela de Orwell un gran lente -ojo- vigila, ve, percibe todo lo
que pasa en la sociedad, las cámaras vigilan incesantemente al individuo. En el contexto
del cine la película protagonizada por Jim Carrey, The Truman Show, sugiere la misma
metáfora. Recientemente en su Novela La Caverna el Nobel de literatura José Saramago
hace la metáfora de la sociedad Post–Industrial con el centro Comercial, y que es
justamente un centro comercial sino el lugar donde nos encontramos atrapados sin
ventanas al exterior y lleno de cámaras que nos registran permanentemente.
Inspirados en esta novela de Orwell los creativos de la Compañía Holandesa Endemol,
diseñaron el formato del programa Big Brother que ha tenido versiones en varios países.
Este producto que se constituye en una autentica explotación del Placer Voyeur, ha
diseñado paralelamente un merchandising con libros, revistas, camisetas y portales en
Internet.
La serie "Gran Hermano", creada en Holanda, en 1999, con el nombre de "Big Brother",
muestra la vida en común de seis hombres y seis mujeres, de 23 a 35 años, con ansias de
exhibicionismo y de ganar 200.000 pesos, que durante casi cuatro meses comparten una
casa sin televisor, sin radio, sin computadora, sin teléfonos, vigilados por 30 cámaras y
60 micrófonos que lo registran todo durante las 24 horas (Molero, 2001).
En España durante el año 2000 el programa Gran Hermano (Big Brother) fue un gran
éxito. Un concurso en el cual se le pide a un grupo de participantes que conviva durante
un periodo de tres meses en una casa. No podían llevar mas que un libro, su ropa y
objetos personales. No estaba permitida ninguna comunicación con el mundo exterior,
se les aislaba de todo tipo de información de actualidad. Estas condiciones se creaban
para generar mayores lazos de convivencia entre los participantes y para que surgieran
los conflictos propios de las reacciones primarias, en la convivencia humana (Molero,
2001).
Por supuesto con unas semanas de convivencia comenzaban a surgir los problemas, las
desavenencias, los desacuerdos, las pasiones, las atracciones físicas, las reacciones
inmediatas del instinto humano. Y las cámaras dispuestas por toda la casa se encargaban
de captar los diversos momentos vividos entre los concursantes. Se creó un canal
exclusivo de pago por ver (pay per view) donde se transmitía las 24 horas del día todo
lo que sucedía al interior de la casa. Un servicio para los voyeur más ansiosos.
Igualmente existía la página web, con las imágenes digitalizadas de los mejores
momentos (Molero, 2001).
Además el formato del programa entronizaba al espectador como el gran juez, porque se
le pedía una votación a la audiencia para ir sacando de la casa a los concursantes de
acuerdo con su forma de ser, con la manera como se comportaba con los demás, con la
capacidad de resolver los conflictos o simplemente por el agrado que su imagen
causaba.
El programa Gran Hermano establece unas condiciones generales, sin duda artificiosas,
para la convivencia de un grupo de personas durante cien días. En virtud de estas
condiciones, quienes las aceptan, comienzan a vivir un tipo de vida que, no por
artificioso, deja de ser análogo al tipo de vida propio de otras muchas personas en la
vida real, particularmente al de las personas que viven la vida característica de la “clase
ociosa”.
Mientras que en la novela de George Orwell la experiencia de ser observado es
totalitaria y ominosa, en este caso El Gran Hermano se hace cola para poder ser
observado y hay un riguroso proceso de casting para seleccionar algunos entre una
multitud de entusiastas. Así, la pasión por hacerse ver es mayor que la pasión por ver.
Al revés de lo que podría suponerse, es un triunfo de los que son observados por sobre
los que observan. En una extraña inversión de la esclavitud del experimento, los
millones de televidentes son los esclavos y los pocos observados son los que gozan
(Reinoso, 2001).
En suma, cabe decir que el Gran Hermano es el típico producto de la era digital. La era
digital potencia en la sociedad el consumo de imágenes que le permitan verse a ella
misma en los efectos que producen las pasiones humanas, los odios, las rivalidades
familiares, las diversas practicas sexuales, el feminismo, el machismo, el incesto, la
hipocresía moral, la falsedad y el engaño, la infidelidad matrimonial, las rivalidades
políticas e ideológicas (Imber-black, 1999).
Podemos afirmar que en la era digital el placer de mirar, oír, leer, saber de la vida
privada se ha desplazado de los famosos hacia la gente de lo cotidiano, a la posible
historia que puede llevar oculta cualquier ciudadano del común. Hemos ido pasando de
la curiosidad por la vida íntima de los famosos a la curiosidad por el mundo privado de
cualquier ciudadano que empieza a ser famoso porque sale en la televisión para hacer
pública su vida, su modo de pensar, sus actos, sus reacciones. El ciudadano que se
atreve a exponer su mundo psíquico ante la pantalla de la televisión se hace celebre
(Imber-Black, 1999).
Cazau P y col (2002) Vocabulario de Psicología. Buenos Aires: Redpsicología.
Bibliografía consultada
Imber-Black E (1999) La vida Secreta de las Familias. Barcelona: Gedisa.
Lunt, Peter (1999) (Psicosociólogo de la Universidad de Londres), entrevistado en
http://www.ucm.es/info/eurotheo/d-bmunoz2.htm
Molero, Miriam (2001), “El Fenómeno de los Reality Shows: Un género en pleno
apogeo”, Buenos Aires, Diario La Nación, 11 de abril de 2001.
Reinoso, Susana (2001), “Gran Hermano”, Nota publicada en La Nación el 19/03/01-
Suplemento Cultura.
El Reality Show como fenómeno atractivo.- Respecto de qué es lo que atrae al mirar
un Reality Show, y una manera es determinar a quienes interesa especialmente este tipo
de espectáculo. Según la empresa de mediciones de audiencia Ibope, en los tres casos
(Gran Hermano, Expedición Robinson y El Bar) el público que los sigue está
conformado mayoritariamente por mujeres (alcanzan el 60 por ciento de la audiencia).
De los hombres, el porcentaje mayor se sitúa en “El bar” (Molero, 2001).
Consideramos que la preferencia masculina por “El Bar” está relacionada con que este
ámbito social es aquel con el cual más se identifica el hombre. Por tradición el hombre
es el que sale de la casa y puede pasar mucho tiempo en los bares con sus amigos, por lo
que resulta más probable una identificación con ellos. Nos basamos para ello en el
concepto freudiano de identificación, en la medida en que este puede implicar que una
persona se identifica con otra por algún rasgo en común, como cuando nos
identificamos con otros estudiantes si también lo somos, o con docentes si también lo
somos, etc.
Respecto de las preferencias según la clase social, "Gran hermano" es el programa
preferido de la clase baja, que compone el 54,5 por ciento de su audiencia. En tanto que
"El bar” es el favorito de la clase alta. La audiencia de clase alta que mira "El bar" es
mayor que la de "Gran hermano". Finalmente, "Expedición Robinson 2", es seguida con
fruición por las clases media y alta (Molero, 2001).
Como interpretar estos resultados estadísticos? Al respecto podría arriesgarse la
siguiente hipótesis, entre otras posibles: si partimos de la base que las clases más bajas
tienen aspiraciones de ascenso a niveles sociales superiores, es posible que tiendan a
identificarse con ciertos valores que, como la competencia y la lucha por la
supervivencia, aparecen precisamente en “Gran Hermano”. Esta identificación tomaría
como referencia el Ideal del Yo, es decir, las personas de esa clase se identifican con
algún rasgo que quisieran tener, bajo el supuesto que de esa manera podrían acceder a
las clases más altas. Incluso, aún cuando las clases más bajas no tengan estas
aspiraciones, su vida cotidiana está signada por la lucha por la supervivencia, con lo
cual tenderán más fácilmente a identificarse con tales actitudes.
Casi la mitad del público de "El bar" tiene más de 50 años (el 44 por ciento de su
público). Luego, le siguen los que tienen entre 35 y 49. La cifra va decreciendo en la
misma medida que las edades y, de todos los segmentos etarios, quienes menos
consumen "El bar" son los jóvenes de entre 18 y 24 años. Las edades del público de
"Gran hermano" están repartidas entre los distintos segmentos etarios. Se podría decir
que los cortes: 18 a 24 años, 25 a 34 años, 35 a 49 años y 50 a 54 años, tienen un 25 por
ciento del público para cada uno. "Expedición Robinson 2" es el ciclo que ha
conseguido atrapar a la gente de 25 a 49 años. Los números decaen tanto entre los
jóvenes de 18 a 24 como en los mayores de 50 (Molero, 2001).
Estos resultados revelan que el “Gran Hermano” satisface las expectativas de todas las
edades. Evidentemente no hay una identificación etaria, pues los participantes de este
Reality Show tienen aproximadamente entre 20 y 35 años. Considero que el alcance del
mismo es tan masivo en cuanto a edades porque lo que plantea es una conflictiva
universal y común a todas las personas: el eterno problema de la convivencia con otros
seres humanos, y la fantasía de estar siendo espiado por una cámara, fantasía que puede
estar al servicio de un deseo (satisfaciendo impulsos exhibicionistas) o de un temor (de
estar controlado y espiado en todos sus actos, aún los más íntimos).
Gran hermano cuenta sin narrar la banalidad de la existencia del ser humano: “Lo banal,
etimológicamente alude a lo sin originalidad o a lo trivial, entonces ¿qué será lo que
torna interesante algo tan trivial como ver comer, cocinar, defecar, pelearse, tener
relaciones sexuales a otros que se nos exponen a nuestras miradas? (Espiño G, 2001).
Es posible responder a este otro interrogante planteado por Espiño desde el
psicoanálisis. Existe una tendencia humana ligada al placer de mirar, el voyeurismo.
Este impulso escoptofílico está presente en mayor o menor medida, y bajo ciertas
circunstancias llega a constituirse en una perversión sexual “donde la forma preferida de
actividad sexual del sujeto es mirar a las partes o actividades sexuales de otros. Desde el
planteo clásico, el voyeurismo deriva de la escoptofilia infantil, uno de los componentes
del instinto infantil (Rycroft, 1976:120).
Señala Fenichel al respecto que sucede con frecuencia que los voyeur quedan fijados a
experiencias que provocaron su angustia de castración, ya se trate de escenas primarias
o de la contemplación de genitales adultos. El paciente intenta negar el fundamento de
este miedo repitiendo, con algunas alteraciones, las escenas temidas (Fenichel,
1966:393).
Espiño, sin embargo, intenta ampliar la explicación voyeurista, al indicar que en el
“Gran Hermano” habría algo más que aquel impulso que buscar satisfacer la libido
mirando el acto sexual de otros. “Antes de estrenarse Gran hermano se esperaba que la
mayor atención de los espectadores rondara por las secuencias de los desnudos o los
entresijos del cuerpo pero al final aquello que más atención ha despertado ha sido la
pornografía del espíritu, la dramaturgia del carácter, el psicodrama en sesión continua.
La Pornografía carnal se encuentra ya en Internet, en las tiendas de video ahora el
público prefiere la peripecia del enredo personal, y el público entrometido mas allá de
su función de voyeurista, se interesa no sólo por lo que les pasa a estos sujetos del
televisor sino lo que sucede por homotecia en la propia vida.” (Espiño G, 2001). Nos
reencontramos aquí nuevamente en presencia de un proceso de identificación con
aquellos rasgos que los protagonistas tienen en común con el espectador.
Considero que el voyeurismo crece en un terreno fértil como es el terreno del
espectáculo visual, característico de los Reality Shows. El espectáculo, indica González
Requena, es “la realización de la operación de seducción. Pero la seducción es a su vez
el ejercicio de un determinado poder: el poder sobre el deseo del otro. Esta es la causa
de que todo poder deba, necesariamente, espectacularizarse…. Por esto el nazismo
alcanzó tan asombroso dominio en lo escenográfico” (González Requena, 1992:60).
Pienso que otra posible razón por la cual la gente se interesa por estos espectáculos
puede ser la identificación con el agresor. La Roma antigua era fanática de un
espectáculo que ofrecía ver la muerte en directo: la lucha de gladiadores. Cansados de
asistir a las presentaciones de atletas, los romanos habían desarrollado un gusto atípico
por las luchas violentas. Los hombres peleaban hasta la muerte para el delirio de un
público que más aplaudía cuanto más violento era el combate, que llegó a incluir
animales feroces. Los Reality Shows son entretenimientos que juegan a mostrar la vida
en directo y no la muerte de nadie. Pero tanto aquel Coliseo como la actual pantalla de
TV tienen algo en común: el público. Aquellos juegos romanos atraían a pobres y ricos,
a aristócratas y gobernantes (Molero, 2001). Podríamos discrepar con esta opinión. El
“Gran Hermano” no muestra necesariamente una muerte física, pero muestra una
muerte simbólica: las votaciones que determinan la eliminación de algún participante
representan una situación tan dramática como la misma muerte: la exclusión social, y en
este sentido, los participantes, al contar con el poder de eliminar participantes, están
empleando el mecanismo de la identificación con el agresor, que es una defensa contra
la angustia que puede crear la exclusión social (“si soy yo quien excluyo, no podré ser
excluido”).
Identificarse con el agresor es, a nuestro entender, una forma de compensar un déficit de
la misma persona, la que, al identificarse con el agresor, ocupa el lugar de un poder que
no tiene. El mecanismo de fuga que refuerza la televisión es en la búsqueda del poder a
través de la identificación con personajes arribistas que constituyen una compensación a
la propia carencia de poder. "Rambo", "Superman" y otros personajes míticos, buscan,
entre otras cosas, crear en los televidentes esas falsas actitudes evasionistas y de
compensación. El verdadero desarrollo de la personalidad implica ese paso del estado
de "simbiosis" al estado de "identidad". Cuando el individuo ha desarrollado
suficientemente su identidad, se percibe como un ser autónomo y diferenciado de los
demás. El proceso de individualización implica, por lo tanto, la conquista progresiva de
la propia identidad personal y social (Iriarte y Orsini, 1995).
Finalmente, y respecto del sexo de los espectadores, las niñas tienden a «mirar» más los
prototipos femeninos y a analizarlos, y los niños su referente masculino, en la actividad
de ver el programa y establecer comparaciones con sus propias familias (Morley, 1986).
Estas afirmaciones pueden respaldarse recurriendo también al concepto de
identificación, que en este caso es una identificación con el género. Recordemos que el
género designa el conjunto de conductas aprendidas que la propia cultura asocia con ser
un hombre o una mujer, y cada cultura instruye a hombres y mujeres sobre
determinados ideales de masculinidad y feminidad (Pearson, Turner y Todd Mancillas,
1993).
El análisis precedente permite concluir que los motivos que llevan a interesarse por los
Reality Shows son variados, y, entre ellos, cabría mencionar la necesidad de
identificarse con aquello que es familiar o habitual en la propia vida del televidente (por
ejemplo los hombres prefieren ver “El Bar”, las niñas tienden a fijarse en los prototipos
femeninos, etc.), la necesidad de satisfacer impulsos escoptofílicos (voyeurismo), y la
necesidad de identificarse con personajes que hacen lo que los televidentes no se
animan o no pueden hacer en su vida cotidiana, encontrando estos así una posibilidad de
realizar sus más íntimas fantasías a través de los personajes que observan. El hecho de
que estos personajes son en realidad ‘personas’, por cuanto se representan en rigor a sí
mismos, podría agregar cierta certidumbre en el televidente de la realización efectiva de
las fantasías, puesto que es como si dijesen “si una persona común y corriente puede
hacerlo, yo también podría hacerlo”. La identificación con el agresor es otra posible
explicación de la preferencia por estos espectáculos.
No debemos entonces subestimar el papel de los procesos identificatorios cuando se
trata de establecer las preferencias del público espectador, por cuanto, como indica
Ginsberg, los medios masivos de comunicación le dicen al hombre de masa quién es: le
prestan una identidad; le dicen qué quiere ser: le dan aspiraciones; y le dicen como
lograrlo: le dan una técnica (Ginsberg, 1988).
Consignemos, finalmente, las consecuencias que puede aparejar este interés por los
espectáculos de Reality Shows, siendo la más importante una fuerte dependencia de los
mismos. Señala al respecto Hanna que el hombre actual mantiene una relación de
dependencia con los medios. Su deseo y necesidad de fama, poder y su interés por
observar la intimidad de los demás hombres, favorecen esta relación (Hanna S y otros,
2001).
Cazau P y col (2002) Vocabulario de Psicología. Buenos Aires: Redpsicología.
Bibliografía consultada
Espiño, Gabriel (2001), El gran Hermano de la banalidad. “En Tiempos del Mundo”.
Bogotá, 15 Marzo 2001.
Ginsberg, Enrique (1988) Control de los medios, control del hombre. “Medios masivos
y formación psicosocial”, 2a.ed., Pangea/UAM-Xochimilco.
González Requena Jesús (1992) El Discurso televisivo, espectáculo de la
postmodernidad. Madrid: Ediciones Cátedra.
Hanna Susana J y otros, (2001) “Los medios y las audiencias”, incluído en
http://www.intelectiva.com.ar
Iriarte G y Orsini M (1995) Conciencia crítica y medios de comunicación. México:
Ediciones Dabar.
Molero, Miriam (2001), “El Fenómeno de los Reality Shows: Un género en pleno
apogeo”, Buenos Aires, Diario La Nación, 11 de abril de 2001.
Morley, D. (1986) “Family Television.Cultural Power and Domestic Leisure”, London:
Comedia.
Pearson, Turner y Todd Mancillas (1993) Comunicación y género. Barcelona: Paidós.
Rycroft Ch, (1976) Diccionario de Psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.
RED SOCIAL
Red social.- “Una red es el campo total de relaciones de una persona o una familia... es
un grupo de personas: miembros de la familia, vecinos, amigos y otros capaces de
aportar una ayuda y un apoyo tan reales como duraderos a un individuo o a una
familia. Es en síntesis un capullo alrededor de una unidad familiar que sirve de
almohadilla entre ésta y la sociedad. Es lo que subsiste del aspecto tribal de las
sociedades primitivas”.
Speck J y R, “Las prácticas de la terapia de red”, Gedisa, Barcelona, 1989, capítulo 1.
REPRESENTACIÓN SOCIAL
Generalidades.- Jodelet (pág. 474) propone la siguiente definición de representación
social: “designa una forma de conocimiento específico, el saber del sentido común,
cuyos contenidos manifiestan la operación de procesos generativos y funcionalmente
caracterizados. En el sentido más amplio designa una forma de pensamiento social”.
Las representaciones sociales pueden adoptar distintas formas (pág. 476), imágenes
que condensan un conjunto de significados, sistemas de referencia para interpretar lo
que nos sucede, categorías para clasificar las circunstancias, fenómenos e individuos
con quienes debemos tratar, teorías para establecer hechos sobre ellos, etc. La noción
de representación social se sitúa en el punto donde se articula lo psicológico con lo
social.
Según el mismo autor, las representaciones sociales constituyen modalidades de
pensamiento práctico orientados hacia la comunicación, la comprensión y el dominio
del entorno social, material e ideal. En tanto que tales, presentan características
específicas a nivel de organización de los contenidos, las operaciones mentales y la
lógica (pág. 476).
La caracterización social de los contenidos o de los procesos de representación han de
referirse a las condiciones y a los contextos en los que surgen las representaciones, a
las comunicaciones mediante las que circulan y a las funciones a las que sirven dentro
de la interacción con el mundo y los demás.
La representación social se define por su contenido (informaciones, imágenes,
opiniones, actitudes, etc). Dicho contenido se relaciona con un fin, un trabajo a realizar
por ejemplo. Pero también se define como una relación entre sujetos: es la
representación que se forma un sujeto de otro sujeto. La representación social no es un
duplicado de lo real o de lo ideal, ni la parte subjetiva del objeto, ni la parte objetiva
del sujeto: es la relación del hombre con las cosas y los demás hombres.
La representación social, en la caracterización de Jodelet, tiene cinco características
fundamentales, que es posible sintetizar de la siguiente manera:
1. Siempre es la representación de un objeto, persona, acontecimiento, idea, etc. Para
eso se llama representación.
2. Tiene un carácter de imagen y la propiedad de poder intercambiar lo sensible y la
idea, la percepción y el concepto. La forma de representarnos el objeto, la persona,
etc., es mediante una imagen de ella.
3. Tiene un carácter simbólico y significante. La representación como imagen,
concepto, etc., no es una mera reproducción del objeto ausente, sino que es una
construcción, donde el sujeto aporta algo creativo. Es decir:
4. Tiene un carácter constructivo.
5. Tiene un carácter autónomo y creativo.
Las categorías que estructuran y expresan las representaciones sociales son categorías
del lenguaje.
Jodelet Denise (1989) La Representación social: fenómenos, concepto y teoría. Buenos
Aires: Paidós.
RITUAL
ROL
Rol social.- “Patrón de comportamiento que se espera de una persona que ocupa un
status particular; actividad de codificación compleja, que controla la creación y la
organización de significaciones específicas y las condiciones para su transmisión y
recepción. Los roles son producto del proceso de socialización, a través del cual es
interiorizado algo que es exterior al individuo” (pág. 155).
Berstein Basil (1990), Poder, educación y conciencia. Sociología de la transmisión
cultural. Barcelona: El Roure.
La naturaleza de los roles.- Gran parte de la vida social se asemeja al teatro, donde las
personas asumen y actúan ciertos papeles o roles, con la diferencia que el teatro es una
ficción, y además los libretos son muy fijos.
Los roles establecen quien debe hacer cierta cosa, y cuando y donde debe hacerla.
Sabemos qué esperar de ciertas personas porque las hemos categorizado dentro de cierto
rol. Un rol es un conjunto de actividades, claramente mezcladas con las actividades de
otras personas, e implican normas recíprocas: tengo tales obligaciones y de los demás
tengo determinada expectativas.
La naturaleza recíproca de los roles.- No hay profesor sin alumno, ni trasgresor sin
policía, ni marido sin mujer. Los roles definen tanto nuestras obligaciones como
nuestras expectativas, o sea lo que haremos y lo que harán los demás. Estamos ligados
unos a otros por relaciones de roles: las obligaciones de uno son las expectativas de
otro.
La reciprocidad se ve en la mismidad.- Nos situamos en la otra persona para ver qué
espera ella de nosotros, anticipando así nuestras obligaciones. Con el rol no se nace,
sino que lo vamos construyendo a medida que interactuamos con los demás.
Asunción del rol.- Al traducir los roles en acciones, comprobamos que en cada caso
necesitamos crear la acción de nuevo; de allí que toda interacción tenga un carácter
tentativo y nunca definitivo.
Elaboración del rol.- En algunos aspectos, cada acción es singular y única, y cada
interacción envuelve un elemento de improvisación: de aquí de la asunción de un rol
implique siempre una elaboración del rol. Elaborar roles significa distribuir, ajustar y
equilibrar sus requisitos, procurando crear y descubrir totalidades congruentes.
Tensión del rol.- El carácter fluido e indeterminado de la vida humana obliga a
modificar de continuo nuestra conducta y a definir y redefinir nuestros roles. En esta
tarea surgen a veces dificultades, creándose así una tensión del rol. Una fuente de esta
tensión son los conflictos de roles, cuando deben asumirse conductas contrarias entre sí.
Por ejemplo algunas personas esperan de nosotros que actuemos de tal manera por el
sólo hecho de ser de tal raza o religión, pero quizás eso que se espera de nosotros no es
compatible con nuestra personalidad. Para resolver estos conflictos recurrimos a varios
mecanismos, por ejemplo la compartimentación: actuamos en cierto contexto de una
forma y en otro de otra; otro mecanismo es la jerarquía de obligaciones: ‘me gustaría
hacer tal cosa pero antes está esto otro’. Otro origen del conflicto puede ser la
ambigüedad del rol, que es cuando hay roles tan novedosos que no hay claridad sobre
ellos.
Distancia del rol y fusión del rol con la persona.- Hay casos de plena adhesión a un rol
(el director técnico que gesticula en un partido de fútbol). Los roles no sólo se actúan
sino que también pueden ‘hacerse como que se los actúa’. En otras circunstancias,
podemos esforzarnos por mantener nuestra distancia respecto de ciertos roles pues
contradicen el concepto que tenemos de nosotros mismos.
Condensado de Vander Zanden J (1986) Manual de psicología social. Barcelona:
Paidós. Capítulo 8.
Roles funcionales (son 18) De locomoción (son 11). Roles para la tarea, roles para
la producción, roles de progresión.
De mantenimiento (son 7). Roles de mantenimiento y
constitución del grupo. Pueden ser:
-De facilitación: organizar
-De regulación: unir.
Roles disfuncionales (son 8) Roles individuales
Interjuego grupal de roles.- Analizar este interjuego supone considerar los siguientes
puntos:
Fijeza o movilidad.- Cuanto más móviles son los roles más posibilidades de resolver
conflictos hay y mejor es la situación de aprendizaje. Roles fijos hablan de una situación
estereotipada de conflicto no resuelto.
Roles complementarios o suplementarios.- El interjuego de roles complementarios
implica cooperación, mientras que los suplementarios una situación de competitividad
que obstaculiza la tarea a cumplir. Según Arsenian y otros, los roles disfuncionales
puede llegar a estar al servicio del grupo, pues hay momentos donde la conducta está
dirigida hacia las satisfacciones individuales.
Racimo de roles (Arsenian y otros).- La unidad del proceso grupal no está dada
generalmente por un individuo y ru rol sino por un par de roles o más (racimo).
Generalmente asociados a sentimientos ambivalentes (afectivos positivos y negativos)
buscan ‘suspender’ el proceso grupal para neutralizar la excesiva integración o la
excesiva dispersión, al mismo tiempo que mantienen abiertos los canales de
comunicación y las funciones de locomoción.
Los racimos de roles ambivalentes buscan sublimar, neutralizar lo que produce mucha
cohesión (que aumenta la tensión) o lo que dispersa mucho (la agresión, por ejemplo)
logrando así mantener al grupo unido.
También hay racimos de roles para expresar y descargar solamente afectos positivos, y
solamente negativos. Cualquier rol individual puede insertarse al servicio de cualquiera
de esos tres racimos.
Ejemplos de racimo son el bromista, el burlado, el que estimula y festeja al bromista. El
chivo emisario, el expiador que castiga al chivo, etc. Si un racimo es ejercido por una
sola persona, puede dejar inactivos a los demás. Los racimos también interjuegan entre
sí: si hay un bromista capaz de expresar la hostilidad grupal, no será necesario un chivo
expiatorio.
En suma, ningún rol es aislado: está integrado en el conjunto, interjuega con los demás
según complementariedad o suplementariedad, fijeza o movilidad, o dentro de un
racimo de roles. Estos últimos buscan mantener la cohesión grupal para resolver el
conflicto.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 4.
La dinámica de roles y el conflicto grupal.- El aporte de Benne y Sheats es haber
descrito las conductas grupales y clasificarlas en fases. Lo que falta, en cambio, es una
teoría del conflicto. Desde estos autores, parecería que el conflicto surge a partir de la
aparición de roles disfuncionales, pero Romero postula que es al revés: el conflicto es
constitutivo del grupo, y la existencia de roles disfuncionales indican que existe un
conflicto sin resolver, afectando tanto la eficacia como la eficiencia del grupo. Además,
el conflicto el motor del cambio grupal.
Las funciones de locomoción pueden ser encaradas como el equivalente grupal de los
procesos de producción, mientras los procesos de mantenimiento como el equivalente
de los procesos de reproducción y producción de las condiciones de producción.
Los procesos de mantenimiento entonces reproducirían las fuerzas productivas
(motivaciones y esfuerzos de los miembros para hacer la tarea) y las relaciones de
producción (cuya reproducción se ve en las estereotipias y conductas evitativas del
conflicto, que se expresa con la aparición de roles individuales).
Así, todo grupo funciona como una unidad de producción: hay recursos o materias
primas (problemas, obstáculos, conflictos a resolver), hay instrumentos (interacción
cooperativa, interpretaciones o señalamientos del coordinador), hay personas, etc. Así,
en todo grupo hay tres niveles:
(a) General (compartido por todos los integrantes).
(b) Particular (asunción y adjudicación de roles orientados a resolver conflictos
que impidan realizar la tarea: el grupo es un campo de aprendizaje de roles).
(c) Individual (dado por la problemática personal de cada miembro).
Si en los grupos de discusión se reproducen las condiciones de producción social, en los
grupos terapéuticos se reproducen las condiciones de producción del sujeto, pues prima
lo inconciente. Estamos en el nivel (c), donde el sujeto transfiere al grupo su historia
personal.
¿Pero el grupo como unidad tiene también una historia que reproduce? En el grupo
terapéutico se reproducen las condiciones de producción del sujeto en cuanto tal, como
sujeto sujetado al discurso social ideológico, por un lado, y a las formaciones del
inconciente, por otro. O sea, todo miembro está sobredeterminado por estas dos últimas
cosas: lo inconciente y lo social. Ambos tienen que ver con el grupo primario, la
familia, donde predomina el mantenimiento (afectos, cohesión) más que la locomoción
(tarea). Los grupos secundarios pueden primarizarse al predominar en ellos el
mantenimiento.
Las fantasías a nivel individual y la ideología a nivel social, se articulan en lo
imaginario a nivel grupal. Gracias a ello el grupo es libidinizado y puede mantenerse
como tal.
Condensado de Romero R (1992) Grupo, objeto y teoría, Tomo 2. Buenos Aires: Lugar
Editorial. Capítulo 4.
Teorías sobre el rol.- Hay distintas concepciones sobre el rol. Tradicionalmente suele
oponerse un yo individual a un yo social. Según esta concepción dualista el yo social es
resultado de un largo proceso de socialización donde el yo individual aprende a
controlar tensiones y adaptarse a la vida en común. Pero más nos interesan las
concepciones contemporáneas. En este sentido, el rol puede entenderse de tres maneras:
a) El rol es un conjunto de exigencias (normas, expectativas, tabúes, responsabilidades,
etc.) que provienen desde afuera, o sea, desde la estructura social, y entonces dependen
de cada sociedad.
b) Rol también se entendió como el conjunto de conductas que realiza un individuo de
acuerdo a qué lugar ocupa dentro de la estructura social. Aquí no se pone el acento en lo
exterior sino en el mismo sujeto, en sus conductas.
c) El rol es finalmente aquella concepción o idea que el individuo tiene de sí mismo
dentro de una estructura social. Es una definición “desde lo interior” del hombre, pues
apunta a la forma en que el actor piensa su rol. Así visto, el rol es una estructura
cognoscitiva.
¿Qué semejanzas podemos encontrar entre estas teorías del rol y la teoría de Lewin? En
primer lugar, para Lewin la persona no es una unidad homogénea, sino un campo
diferenciado. Cada zona no es: una el pensamiento, otra la afectividad, etc., sino que
cada zona contiene todos esos aspectos. Por tanto, los roles podrían darnos las bases de
estos recortes del espacio vital de los individuos. En segundo lugar, las regiones
periféricas y central, no se corresponden con el yo social y el individual, o con el yo de
los afectos y el yo de las normas sociales. La zona social no es la más afectiva, ni la
zona más profunda, como si fuera el inconciente, sino que la zona central, es decir, la
que se comunica mejor -por su ubicación en el centro- con todas las demás zonas. Esto
ayuda a esclarecer la noción de rol.
Montmollin G (1984) La noción de interacción y las teorías de la personalidad, artículo
incluido en Lagache D y otros, “Los modelos de la personalidad”.
SECTA
SÍ MISMO
SISTEMA SOCIAL
Noción de sistema social y rol social.- La noción de sistema implica según Kuhn, un
nuevo paradigma en las ciencias. Nos sirve a nosotros para poder para poder estudiar
psicología social y hacer análisis simultáneos y complejos de diferentes variables, ya
que la psicología social está articulada con otras muchas disciplinas.
Nuestra unidad de análisis es una unidad de interacción, y cada interacción es un sub-
sistema dentro del sistema de las relaciones sociales. En este ámbito los sistemas buscan
un equilibrio superior, y no como los sistemas físicos donde se retorna a un equilibrio
anterior.
Se puede empezar el estudio viendo las llamadas influencias ‘distales’, o sea las
influencias más lejanas del sujeto: el mundo organizado donde nace, el orden al cual se
incorpora. Pero este mundo organizado puede ser entendido desde diferentes modelos
sistemáticos: el de Weber (variable central: el poder), el de Marx, etc., pero tomaremos
aquí el modelo de Gerth y Mills).
La misma interacción social va definiendo y redefiniendo los roles. El rol es muy
importante, porque define al hombre que lo tiene, pues muestra como se articula
sociedad y sujeto en función del concepto de ‘rol’.
Esquemáticamente, el ROL resulta de la interacción entre la estructura de carácter y el
sistema social.
El rol es una prescripción fuera del campo psicológico del sujeto, pero puede
internalizarse: el rol articula lo individual y lo social. Se puede distinguir el rol
desempeñado (comportamiento manifiesto) del rol subjetivo (cómo el sujeto percibe su
propio rol). El rol desempeñado (comportamiento manifiesto) del rol subjetivo (cómo el
sujeto percibe su propio rol). El rol desempeñado dependerá de este último. Puede haber
también conflictos de roles (por ejemplo: ser a la vez madre y profesional exitosa).
Con estructura de carácter Gerth y Mills quieren decir atributos que se hacen parte
estable de la personalidad como consecuencia del rol que deben asumir: por ejemplo: la
formalidad del abogado.
El sistema social a su vez se compone de sub-sistemas como la familia, la religión, etc.
que son todos los sistemas de normas y valores que rigen determinadas cosas. Por
ejemplo: la familia regula las relaciones sexuales y la crianza infantil, el orden
económico regula la producción y distribución de bienes escasos (sistema económico),
el sistema militar regula la violencia, el sistema político regula quién obedece y tiene
relación con la legitimación de la organización social, el sistema religioso regula el
vínculo del hombre con una divinidad. Todos los sistemas dentro del sistema social, que
es lo más amplio. Todos ellos generan normas, o sea expectativas de conducta (lo que
espero del otro como conducta). Hay normas tácitas y otras escritas, pero siempre son
habitualmente inconcientes. Lo que uno hará de acuerdo a la norma depende de la
posición que ocupe en el sistema social, y a esto y a esto lo llamamos ‘rol’: qué se debe
hacer según el lugar que ocupe. Todas las sociedades poseen sistemas de roles; de
hecho, institución no es más que un sistema de roles garantizados por una autoridad
(Gerth y Mills).
La misma interacción social va definiendo y redefiniendo los roles. El rol es muy
importante, porque define al hombre que lo tiene. Si todos asignan un rol a x, x se
terminará comportando como ese rol: esto se llama profecía autocumplidora. En suma,
desde un enfoque distal podemos entender cómo la sociedad influye sobre el objeto a
partir del modelo del rol. El sujeto ’asume’ su rol, o sea incorpora inconscientemente un
sistema de representaciones sociales.
Condensado de Muchinik E y otros (1987) Temas de psicología social. Buenos Aires:
Tekné.
SOCIALIZACIÓN
Definición.- “Proceso por el cual los individuos, en su interacción con otros, desarrollan
las maneras de pensar, sentir y actuar que son esenciales para su participación eficaz en
la sociedad”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág. 626.
SOCIEDAD
Generalidades.- Hay tres aspectos para considerar la sociedad partiendo siempre del
hombre: “a) tener al hombre por perfecto en sí mismo de suerte que sólo se asocie por
razones de oportunidad (ventajas de la división del trabajo, etc.). El individuo es todo; la
sociedad se reduce a un medio sin valor propio (individualismo). b) Considerarle, por el
contrario como algo inacabado y dependiente que únicamente como miembro de la
comunidad recibe un sentido esencial y un fin para su existencia. Aquella lo es todo, el
individuo como tal carece de valor, vive y muere exclusivamente en gracia a la
comunidad (colectivismo). c) El hombre individual posee el valor irrenunciable de su
personalidad moral que no le permite ser nunca puro medio para un fin, miembro
escueto de un todo situado por encima de él. Sin embargo, no es un ser acabado en sí,
sino dotado de esencial relación con la comunidad. Esta totalidad, por otra parte, existe
únicamente en sus miembros y en la mutua vinculación de los mismos. De esta manera
no queda espacio para una colocación del individuo sobre la comunidad o para una
subordinación del primero a la segunda, dándose, más bien, un esencial intercambio de
relaciones (solidarismo)”. (Neil-Breuning).
Székely B (2000) Diccionario de Psicología. Buenos Aires: Editorial Claridad.
En cada nivel tenemos dos tipos de hipótesis, con lo que resultan 8 (ocho) hipótesis en
total. Veamos cada nivel:
a) Hipótesis ontológicas.- Son aquellas que se ocupan de la esencia misma del
fenómeno que se estudia. Este fenómeno puede entenderse como objetivo, o sea, es
una realidad externa al individuo, o bien como subjetivo, es producto de la conciencia
o actividad cognitiva del sujeto.
Las hipótesis posibles son el nominalismo, que cree que el mundo social externo es
solo un conjunto de nombres y conceptos útiles para describirlo, y el realismo, que
sostiene que el mundo social externo es un mundo real hecho de estructuras concretas
y tangibles, tal como la del mundo natural.
b) Hipótesis epistemológicas.- Se refieren al conocimiento del fenómeno en sí. Este
conocimiento podrá ser verdadero o falso.
La hipótesis positivista dice que el mundo social puede conocerse mediante leyes y
regularidades, desde afuera de él. Las que pueden ser verificadas. Las hipótesis anti-
positivista dice que lo social solo se puede comprender desde la posición relativa de
las personas involucradas en el mismo sistema social, o sea desde dentro. Es más un
conocimiento subjetivo.
c) Hipótesis sobre la naturaleza humana.- Toda ciencia social presupone cierta
hipótesis sobre el hombre y sus relaciones mutuas y con el medio. Según el
voluntarismo, el hombre tendría libre albedrío, es creador de su medio, es activo y es
controlador. En el polo opuesto, el determinismo dice que el hombre está determinado
de un modo mecanicista, es pasivo como una marioneta.
d) Hipótesis metodológicas.- Estas, determinadas por las tres hipótesis anteriores. Son
hipótesis acerca de la metodología usada para estudiar las ciencias sociales. La
hipótesis nomotética propone como método la búsqueda de leyes y regularidades
universales, y la hipótesis ideográfica dice que el método es comprender como el
individuo crea, modifica e interpreta el mundo, lo cual no es ya universal sino propio
de cada uno.
Si bien en la práctica existe una estrecha relación entre las 8 posiciones adoptadas en
los cuatros ejes vistos, cada una de esas hipótesis pueden variar considerablemente.
Las hipótesis de aproximación objetiva (derecha del cuadro) están basadas en la
tradición intelectual llamada positivismo sociológico, que siguen el modo de
investigación propio de las ciencias naturales. Las hipótesis subjetivistas siguen más
bien la tradición del idealismo germánico, para quienes hay que basarse no en la
percepción sensorial, sino en la idea, en el espíritu.
Estas distinciones las hizo Darendorf, pero adolecen de algunos errores. Por ejemplo,
en un modelo de orden social puede haber coerción de sus miembros sobre otros.
También, pueden existir roles disfuncionales en una sociedad ordenada.
Cohen intentó reducir los dos modelos a una base común, con lo cual ignoró las
diferencias fundamentales que hay entre ellos.
Los autores (Burell y Morgan) proponen una nueva distinción entre los dos modelos
que a) no los aglutinen, como hace Cohen, y b) no caigan en los errores de Darendorf.
Para ello la distinción deberá hacerse entre modelos de regulación y modelos de
cambio radical.
Regulación y cambio radical.- Por un lado la sociología de la regulación intenta
explicar porqué la sociedad busca mantenerse unida en ves de desintegrarse (por
ejemplo, Durkheim). En cambio la sociología del cambio radical, se preocupa más
bien por la emancipación del hombre de las estructuras, delimitan su desarrollo
potencial, por ejemplo Marx.
Ofrecemos esta distinción regulación / cambio radical como la segunda dimensión
principal para el análisis de las teorías sociales (la primera dimensión fue vista en el
capítulo anterior, y era la distinción subjetivo/objetivo).
Sintetizando, las diferencias son las siguientes:
Privación significa que el cambio radical entiende que el statu quo priva al hombre de
su desarrollo potencial, y por tanto debe hacerse un cambio radical. Satisfacción de
necesidades significa que el statu quo satisface bien las necesidades individuales y del
sistema. Ambos modelos son sustancialmente diferentes, y no pueden ser entendidos
como variaciones del mismo tema.
Dos dimensiones: cuatro paradigmas.- Si ahora cruzamos entre sí las dos dimensiones
vistas (subjetivo/objetivo por un lado, regulación/cambio radical por el otro),
obtendremos cuatro paradigmas distintos para el análisis de la teoría social. Un
paradigma tiene una unidad teórica subyacente, aunque dentro de él puede haber
divergencias de un autor a otro. Gráficamente, los cuatro paradigmas ordenados según
las dos dimensiones cambio radical/regulación y subjetivo/objetivo, son:
Cambio Radical
HUMANISMO ESTRUCTURALISMO
RADICAL RADICAL
-Existencialismo -Marxismo mediterráneo
francés contemporáneo
-Individualismo -Teoría social rusa
anarquista -Teoría del conflicto
-Teoría crítica
Subjetivo Objetivo
SOCIOLOGÍA SOCIOLOGÍA
INTERPRETATIVA FUNCIONALISTA
-Fenomenología -Teoría Integrativa
-Hermenéutica -Teoría de los sistemas
-Sociología -Objetivismo
fenomenológica -Interaccionismo y teoría
de la acción social
Regulación
Estos cuatro paradigmas son mutuamente excluyentes, son cuatro formas totalmente
distintas de ver la sociedad, aun cuando puede haber ‘viajes intelectuales’ como
cuando un pensador pasa de uno a otro. Las hipótesis meta-teóricas de cada paradigma
son las siguientes:
Paradigma funcionalista.- Busca dar explicaciones racionales y objetivas de los
asuntos sociales, y busca resolver cuestiones prácticas. Enfatiza el orden, el equilibrio
y la estabilidad. Es un modelo positivista, que busca aplicar los métodos de las
ciencias naturales a las ciencias sociales: los pioneros son Comte, Spencer, Durkheim
y Pareto. Por ello usan metáforas biológicas y mecánicas del mundo social.
Sin embargo desde comienzos del Siglo XX este paradigma se fue acercando más
hacia el anti-positivismo del idealismo germánico por obra de M. Weber, G. Simmel y
H. Mead. Ellos rechazaron las analogías biológicas y mecánicas y buscaron
comprender la sociedad desde sus actores, los hombres. Desde la década del 40
influyó también sobre el paradigma funcionalista la sociología marxista.
Paradigma interpretativo.- Busca comprender el mundo social, es a partir de una
experiencia subjetiva, y de la conciencia individual. Es o tiende a ser nominalista,
antipositivista, voluntarista e ideográfico. Buscan comprender la esencia del mundo de
todos los días, y es un producto directo del idealismo germánico. Comenzando por
Kant, desarrollaron este paradigma Dilthey, Weber, Husserl y Schutz.
Paradigma del humanismo radical.- Considera que la conciencia del hombre está
dominada por superestructuras ideológicas con las que interactúa, lo que introduce una
cuña cognitiva entre el hombre y su propia conciencia. Esa cuña es la alienación o
falsa conciencia, y por tanto el hombre debe liberarse de ese orden ideológico. Critican
el statu quo. Representantes de la escuela de Franfurt, y también Lukas y Gramsci que
se acercaron a este paradigma desde Marx. También están Sartre, Illich, etc. que se
preocuparon por liberar la conciencia de la ideología del statu quo.
Paradigma del estructuralismo radical.- Se concentra en las relaciones estructurales
dentro de un mundo social realista. El cambio radical, dicen, está metido dentro de la
estructura y de la naturaleza misma de la sociedad contemporánea. El cambio se
produce por choque de fuerzas sociales opuestas. Ejemplos: Marx, Althusser, y la
teoría del conflicto de Darendorf.
Por último, estas teorías sociales fueron la base desde donde surgieron teorías sobre las
organizaciones: del humanismo radical salió la teoría antiorganización, del
estructuralismo radical, la teoría de la organización radical, de la sociología
interpretativa, el interaccionismo simbólico, y del funcionalismo, el pluralismo y otras.
Resumen de Burrel y Morgan (1993) Análisis organizacional y paradigmas
sociológicos. London: Heinemann. Capítulo 1-2-3.
Sociedad basada en la información.- Con la primera máquina de vapor nació la era del
universo mecánico, y en 1945, con el primer ordenador, nace una nueva era que es la de
la información, lo que implica sentar las bases de una nueva civilización, sobre todo por
su impacto social. Este impacto se ve por ejemplo en la proliferación de
Entrepreneurship, o pequeños empresarios que montan sus empresas en base a la
innovación y la creatividad.
Una primera oleada fue la revolución comercial a partir del siglo 17, luego vino la
revolución industrial, la tercera vino hacia 1870 con la creación de nuevas industrias
con nuevas fuentes de energía: electricidad, teléfono, etc. La cuarta oleada está basada
en la información y la biología.
Otro aspecto del impacto social es que las ciudades ya no estarán organizadas para
llevar gente a sus lugares de trabajo (obreros) sino para conectar a la gente entre sí
mediante computadoras, porque lo que más pesa es el conocimiento y la información.
La gente trabajará desde su casa.
Antes era importante crecer, ser grande como empresa. Hoy en día no se aplica este
criterio: como ocurre con los animales, estos serán más grandes si cumplen funciones
más complejas, si no, se quedan en su tamaño, donde su función la cumplen muy bien.
"Más grande" solo será "mejor" si la tarea a realizar no puede realizarse de otra manera.
La tecnología, al ser un producto humano, expresa nuestra visión del mundo y, al
mismo tiempo al ir cambiando la tecnología, cambia dicha cosmovisión. Es lo que pasa
hoy con la tecnología informática, que está cambiando nuestra visión del mundo.
Estamos pasando del análisis mecánico del ordenador a la percepción, y esto sólo puede
hacerlo el hombre: el ordenador no puede comprender significados que no estén
programados de antemano. El hombre puede pensar guestálticamente, considerando
totalidades y viendo nuevos significados en esas totalidades emergentes. Resumen: P.
Cazau
Resumen de Drucker Meter (1995) Las nuevas realidades. Conclusiones.
+ significa aceptación
- significa rechazo
= significa rechazo de valores vigentes y sustitución por nuevos valores.
Las personas pueden pasar de una modalidad a otra cuando se ocupan de diferentes
actividades sociales. Las modalidades no describen tipos de personalidad, sino tipos de
comportamiento social.
I. Conformidad.- En una sociedad estable, las personas conformes con las metas
culturales y los medios institucionalizados es lo más común de encontrar.
II. Innovación.- Una gran importancia cultural concedida a la meta-éxito invita a este
modo de adaptación mediante el uso de medios institucionalizados proscriptos, pero con
frecuencia eficaces, de alcanzar por lo menos el simulacro de éxito: riqueza y poder.
Tiene lugar esta reacción cuando el individuo asimiló la importancia cultural de la meta
sin interiorizar igualmente las normas institucionales para alcanzarla.
Estos tipos se encuentran especialmente en las clases bajas. Se trata de conductas
desviadas en el sentido que se apartan de los medios institucionalizados. Esto ocurre
cuando un sistema de valores exalta ciertas metas-éxito comunes para la población en
general, mientras que la estructura social restringe o cierra por completo el acceso a los
modos aprobados de alcanzar esas metas a una parte considerable de la misma
población. Aparecen así medios alternativos no institucionalizados de alcanzar riqueza y
poder, como por ejemplo la delincuencia. En una sociedad que padece anomia las
virtudes de la diligencia, honradez y bondad parecen ser de poco provecho.
En sociedades como la nuestra, pues (se refiere a la norteamericana), la gran
importancia cultural dada al éxito pecuniario para todos y una estructura social que
limita en forma indebida la posibilidad de recurrir prácticamente a todos los medios
aprobados, producen en muchos una tensión hacia prácticas innovadoras que se apartan
de las normas institucionales. Pero esta forma de adaptación presupone que los
individuos fueron imperfectamente socializados, de modo que abandonan los medios
institucionales mientras conservan las aspiraciones al éxito.
III. Ritualismo.- Este tipo de adaptación implica el abandono o la reducción de los altos
objetivos culturales de éxito pecuniario. Pero aunque rechace la obligación cultural de
procurar "salir adelante", sigue respondiendo mecánicamente en forma casi compulsiva
las normas institucionales, mediante rituales.
Se trata de un modo de adaptación para buscar en forma individual un escape privado a
los peligros y las frustraciones inherentes a la competencia para alcanzar metas
culturales importantes, abandonando esas metas y aferrándose lo más estrechamente
posible a las seguras rutinas de las normas institucionales. Aparece en las clases medias
bajas norteamericanas.
IV. Retraimiento.- Es el tipo de adaptación menos común, donde se rechazan tanto las
metas culturales como los medios institucionalizados para alcanzarlas. Son personas que
están en la sociedad pero no pertenecen a ella. Por ejemplo los psicóticos, los egotistas,
los parias, los proscriptos, los vagabundos, vagos y borrachos. Renunciaron a las metas
culturales y su conducta no se ajusta a normas establecidas. Se trata de un modo de
adaptación privado, no colectivo.
Es muy probable que este modo de adaptación ocurra cuando tanto las metas como las
prácticas institucionales han sido completamente asimiladas por el individuo e
impregnadas de afecto, pero las vías institucionales accesibles no conducen al éxito. De
esto resulta un doble conflicto: la obligación moral interiorizada de adoptar los medios
institucionales entran en conflicto con las presiones para recurrir a medios ilícitos, y el
individuo no puede entonces acudir a medios que sean a la vez legítimos y eficaces. Se
mantiene el sistema competitivo, pero los individuos frustrados u obstaculizados que no
pueden luchar contra dicho sistema se retraen. El derrotismo, el quietismo y la
resignación se manifiestan en mecanismos de escape que en última instancia lo llevan a
escapar de la exigencia de la sociedad. Este proceso tiene lugar mientras no se renuncia
al valor supremo de la meta-éxito: el conflicto se resuelve abandonando ambos
elementos precipitantes: metas y medios, y el individuo queda asocializado.
V. Rebelión.- Esta adaptación lleva a los individuos que están fuera de la estructura
social a pensar y tratar de crear una nueva estructura social, muy modificada. Supone el
extrañamiento de las metas y las normas existentes, consideradas puramente arbitrarias.
No debe confundirse rebelión con resentimiento: el resentimiento no implica un
verdadero cambio de valores, sino insatisfacción por no haberlos alcanzado. La rebelión
implica una verdadera trasvaloración, la búsqueda de nuevos valores que reemplacen a
los anteriores, que demostraron ser frustrantes. En este modo de adaptación se
construyen mitos que sitúan la fuente de las frustraciones en los valores vigentes y
pintan una nueva estructura social. Se ve típicamente en individuos de clases en
ascenso, quienes organizan a los rebeldes y resentidos en grupos revolucionarios.
La tendencia a la anomia.- La estructura social examinada produce una tendencia hacia
la anomia y la conducta divergente. Cuando la importancia cultural pasa de las
satisfacciones derivadas de la competencia misma a un interés casi exclusivo por el
resultado, la tendencia resultante favorece la destrucción de la estructura reguladora. El
excesivo interés por una meta pecuniaria obliga a buscar medios alternativos, se rompen
las normas institucionalizadas y se da paso a la anomia (falta de normas). La anomia
significa dificultad para poder predecir las relaciones sociales, ya que no hay reglas, o
estas se destruyeron.
El papel de la familia.- La familia es la principal cadena de transmisión para la difusión
de las normas culturales a las nuevas generaciones. Sin embargo, transmite en gran
parte solo aquello que es accesible al estrato social de los padres. No pocas veces, por
otra parte, los niños son capaces de descubrir y asimilar uniformidades culturales aún
cuando estén implícitas y no hayan sido enseñadas como reglas.
El niño está también laboriosamente ocupado en descubrir y actuar de acuerdo con los
paradigmas de valoración cultural, de jerarquización de las personas y las cosas, y de
concepción de objetivos estimables. La proyección de las ambiciones de los padres en el
niño tiene también fundamental importancia.
Resumen de Merton Robert (1987) Estudios sobre estructura social y cultural. Parte II:
Capítulo 4.
SOCIOBIOLOGÍA
SOCIOCENTRISMO
SOCIOGRAMA
Definición.- Gráfico o diagrama que muestra los criterios que rigen las elecciones
mutuas de los miembros de un grupo en un momento dado.
Vander Zanden J., Manual de psicología social, Barcelona, Paidós, 1995.
Definición.- Diagrama que consta de círculos que representan a los individuos de un
grupo, con líneas que se trazan para indicar qué personas se eligen (aceptan) entre sí y
qué personas no se eligen (rechazan) entre sí. Los términos usados al referirse a los
elementos particulares de un sociograma son estrella, pandilla, aislado y sociedad de
admiración mutua.
Aiken L (2003) Tests psicológicos y evaluación. México: Pearson. 11ª edición (página
458).
SOCIOLINGUISTICA
Definición.- “Dominio de la lingüística que estudia las relaciones entre el lenguaje y los
comportamientos sociales. En este sentido, se ocupa de la descripción de las normas
sociales que determinan el comportamiento lingüístico. Otro de sus temas
fundamentales es el estudio de las variaciones linguísticas vinculadas con
comportamientos sociales y la relación del lenguaje con los diferentes contextos
comunicacionales”.
Marín Marta (1997) Conceptos claves. Gramática, lingüística, literatura. Buenos Aires:
Aiqué, pág. 205.
SOCIOMETRÍA
Definición.- Como método, “es un medio para presentar de modo sencillo y gráfico
toda la estructura de relaciones que existen en un momento dado, entre los componentes
de un determinado grupo. Las principales líneas de comunicación, o la pauta de
atracción o rechazo, se hacen fácilmente comprensibles en una sola ojeada, en toda su
amplitud”.
Jennings Helen, “Sociometry in Group Relations”, in American Council of Education,
Washington, 1948.
Definición.- “Gráfico o diagrama que muestra los criterios que rigen las elecciones
mutuas de los miembros de un grupo en un momento dado”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág. 626.
TRANSUBJETIVIDAD
UNIVERSO SIMBÓLICO
VÍNCULO
Definición.- “Relación que se establece entre las personas. Así se habla de vínculos
familiares entre personas de una misma familia, o vínculos afectivos entre personas que
mantienen una relación en sus sentimientos positivos mutuos. Entre los orígenes del
vínculo infantil, deben considerarse una serie de elementos: el contacto corporal, la
familiaridad, el temperamento, etc. La vinculación segura promueve la competencia
social, la confianza y, en parte, la autoestima. La ausencia de vinculación, el
aislamiento, pueden provocar trastornos del desarrollo, de la personalidad y ser el caldo
de cultivo de posibles alteraciones psicopatológicas”.
Farré Martí J (1999) Diccionario de psicología. Barcelona: Océano.
XENOFOBIA