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La imagen ejerce una gran influencia en el mundo ya que se mantiene presente y trasciende a

través de tiempo. La imagen, dentro de la cultura, abarca una gran variedad de aspectos, tales
como símbolos, significados, valores, conductas; que caracterizan a un individuo o una
población, generando una identidad y una distinción con sus semejantes. Desde hace unas
décadas, los diferentes avances en la tecnología y la comunicación, han dado paso a la
creación de una nueva cultura visual. De igual manera, apoyados en la anterior premisa, la
expansión en los medios como la fotografía, los videojuegos, el cine, las redes sociales, los
formatos de video, la televisión, entre muchos otros; proponen diferentes formas de percibir
la realidad y a su vez, mantienen una apropiación ideológica. Con esto último, hacemos
referencia a las campañas publicitarias (Miranda, 2017). Bajo este panorama, se habla que el
dominio cultural recae sobres los diferentes sistemas de comunicación, al tiempo que se va
relacionando con las industrias culturales y la experimentación tecnológica. La imagen, más
allá de una percepción meramente artística, ocupa un lugar preferente en la revolución del
conocimiento y la información (Miranda, 2017). Este proceso de aprendizaje asociado a la
digitalización de la distribución y el consumo de las “imágenes”. En este ensayo queremos
hacer un análisis general de cómo los estereotipos afectan a las personas desde los roles de
género, la imagen y la publicidad.
Un estereotipo es una imagen aceptada comúnmente por un grupo o sociedad, categorizando
al mundo, ya que la imagen tiene el poder de transformar las conductas de las personas y
manipular la realidad. Estos pueden ser de género, éticos, sociales, religiosos y corporales.
Además, es posible afirmar que estos estereotipos son creados por la misma sociedad. Por
otro lado, se encuentran los medios de comunicación quienes juegan un papel fundamental ya
que son los encargados de trasmitirlos. A partir de esto se afecta la imagen que se tiene de
una manera positiva o negativa según el contexto.
En nuestra opinión estos comportamientos existen desde hace muchas décadas atrás,
estableciendo ciertos valores y capacidades para el hombre como la fuerza, la autonomía,
entre otras, mientras que a la mujer en muchas ocasiones solo se le asignan tareas de cuidado
y oficios del hogar mostrándola como el sexo débil, sensible y sumiso. Aquí, es donde se
habla de los roles de género, el cual según Lamas (2002) señala que el papel (rol) de género
se configura con el conjunto de normas y prescripciones que dictan la sociedad y la cultura
sobre el comportamiento femenino o masculino. Con esto se puede afirmar, que las
sociedades son las encargadas de determinar las actividades o roles de las mujeres y los
hombres, basadas en los estereotipos, sin embargo es algo que puede modificarse ya que son
tareas que la misma sociedad espera que realice una persona por el sexo al cual pertenece o se
siente identificado.
Pero no solamente existe este tipo de discriminación, en cuanto a las capacidades y valores
que tienen ambos géneros, somos conscientes que en nuestra actual sociedad la publicidad, la
fotografía y los medios de comunicación se han encargado de utilizar estereotipos sexistas
para la promoción y venta de sus productos y servicios, diseñando estrategias para llegar a los
consumidores, captando la atención no solo de los niños y adolescentes, si no de la mayoría
de la población en general, haciendo que tengan una forma diferente de percibir el mundo,
generando expectativas y deseos por verse de la mejor manera y ser aceptados, por su
vestimenta, ideología, grupo social, apariencia física etc. Influyendo al momento de tomar
una decisión de nosotros mismos y a su vez, creando una nueva imagen e identidad.
Santiso (2001) dice que la publicidad se ha convertido para las mujeres y para todos, en un
espejo distorsionado de la realidad. El mensaje publicitario es un reflejo de una sociedad
ideal que está sesgado, pero que va quedando grabado en el imaginario colectivo. Desde este
punto, vale la pena detenerse y reflexionar que, tanto hombres y mujeres, retoman dichos
discursos y, en más de una ocasión, se apropian de los valores expuestos en las piezas
publicitarias, a tal punto de identificarse con ellas.
En conclusión, consideramos que es importante derribar estos estereotipos ya que determinan
la manera de cómo una sociedad debe actuar o pensar, así como tiene el poder de generar
desigualdad y excluir a las personas que no pertenecen a ese grupo. Creemos que actualmente
nos encontramos en un ambiente saturado de imágenes, las cuales generan un mayor
dinamismo en los mercados y una mayor influencia dentro del proceso de compra de un
producto o servicio. No obstante, como se hacía mención al principio, cada imagen plantea
una realidad diferente. Hablando desde la óptica de las empresas, se torna de manera positiva.
Sin embargo, para las personas se encuentran en una búsqueda continua de la identidad y la
superación al rechazo.
Por esto es necesario saber quiénes somos, darnos sentido, valor y aceptación ya que los seres
humanos podemos ser semejantes, pero nunca iguales, somos un conjunto de elementos que
nos definen como individuos, tenemos las mismas capacidades, sin importar nuestra biología
así lograremos prevenir estos comportamientos negativos que hemos creado desde hace
tantos años.

Bibliografía
Mejía, D. (20 de Marzo de 2020). Tu Espacio. Obtenido de Tu Espacio :
https://tuespacioujmd.com/2020/03/20/los-estereotipos-en-la-publicidad-una-
reflexion-de-genero/
MIRANDA, M. G. (28 de Febrero de 2017). Congresos de GKA, Congreso Internacional de
Cultura Visual. Obtenido de Congresos de GKA, Congreso Internacional de Cultura
Visual: https://conferences.eagora.org/index.php/imagen/cv2017/paper/view/1973/0
Lamas, Marta (2002), “La antropología feminista y la categoría género”, en Cuerpo,
Diferencia Sexual y Género. Taurus: México

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