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Revelación 3

A los Ángeles de las Iglesias de Sardis, Filadelfia y


Laodicea Escribe

A la iglesia de hoy es enviado este mensaje. Pido a nuestros miembros de


iglesia que lean completamente el tercer capítulo de Revelación, y que hagan
aplicación práctica del mismo. El mensaje a la iglesia de los laodicenses se
aplica especialmente al pueblo de Dios hoy. Es un mensaje a los cristianos
profesos quienes han llegado a parecerse tanto al mundo que ninguna diferen-
cia se puede ver [versículos 14-18 citado]. ---RH 20 de agosto, 1903.

Versículo 1. ---“Escribe al ángel de la iglesia de Sardis: "El que tiene los siete
Espíritus de Dios y las siete estrellas, dice: Conozco tus obras, que tienes
nombre que vives, pero estás muerto.”

§ PVGM 84-85. ---El Espíritu Santo, enviado desde los cielos por la
benevolencia del amor infinito toma las cosas de Dios y las revela a cada
alma que tiene una fe implícita en Cristo. Por su poder, las verdades vitales
de las cuales depende la salvación del alma son impresas en la mente, y el
camino de la vida es hecho tan claro que nadie necesita errar en él. Mientras
estudiamos las Escrituras, debemos orar para que la luz del 85 Espíritu Santo
brille sobre la Palabra, a fin de que veamos y apreciemos sus tesoros.

RH 15 de noviembre, 1892. ---¿Cómo podremos soportar el día de la prueba


si no entendemos las palabras de Cristo? Él dijo: “Estas cosas os he hablado,
estando aun presente con vosotros. Pero el Consolador, el cual es el Espíritu
Santo, el cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y
traerá todas las cosas a vuestra memoria, todo lo que os he dicho.” Es el
Espíritu Santo quien ha de traer a nuestra memoria las palabras de
Cristo. El tema sobre el cual Cristo prefirió dialogar en su último discurso
era el oficio del Espíritu Santo. Él abrió ante ellos un amplio camino de
verdad. Ellos habrían de recibir sus palabras por fe, y el Consolador, el
Espíritu Santo, habría de traer todas las cosas a su memoria. La
consolación dada por Cristo en esta promesa fue encontrada en el hecho de
que la influencia divina habría de estar con sus seguidores hasta el fin. Pero
esta promesa no es aceptada y recibida por el pueblo de hoy, y por tanto no es
apreciada por ellos, ni su cumplimiento es visto en la experiencia de la iglesia.
La promesa del don del Espíritu de Dios, es dejado como un asunto que
ha de recibir poca consideración de parte de la iglesia. Su importancia no
es enfatizada sobre el pueblo, y el resultado es sólo lo que se pudiera
esperar,---sequía espiritual, tinieblas, y declinación y muerte espiritual.
Asuntos de menor importancia ocupan la mente y el alma, pero poder divino
que es necesario para el crecimiento y prosperidad de la iglesia, el cual, si
poseído, traería todas las otras bendiciones en su estela, está faltando, aunque
nos es ofrecido en plenitud infinita. Al par que la iglesia está satisfecha con
asuntos pequeños, queda descalificada para recibir las cosas grandes de Dios.
¿Pero por qué no añoramos con vehemencia el don del Espíritu Santo,
siendo que es el medio por el cual el corazón puede ser mantenido puro?
El Señor se propone que el poder divino coopere con el esfuerzo humano.
Es sumamente esencial para el cristiano el entender el significado de la
promesa del Espíritu Santo justo antes de la venida del Señor Jesús por
segunda vez. Hablad de él, orad por él, predicad concerniente a él; pues el
Señor está más dispuesto a dar el Espíritu Santo que los padres dar
buenas dádivas a sus hijos.

RH 7 de febrero, 1857. ---En tiempos del pasado hombres santos del pasado
hablaron siendo movidos por el Espíritu Santo. En la antigüedad los profetas
escudriñaron lo que el Espíritu de Dios, que estaba en ellos, quería decir. El
Espíritu aun no había sido enviado con poder porque Jesús aun no había sido
glorificado. Partiendo desde el día de Pentecostés, el Espíritu Santo habría de
ser derramado sobre hijos e hijas, sobre siervos y siervas. En toda colina, todo
llano, todo valle, obreros humildes del Señor han de ser reclutados. La divina,
sagrada influencia del Espíritu Santo obrando en nuestro mundo ha de
ser como señales y maravillas, porque el pueblo de Dios es un pueblo
peculiar, nación santa, resplandeciendo e medio de las tinieblas morales
como piedras vivientes en el edificio del Señor. Los más débiles y
enfermos, si ejercitan fe en Dios, y mejoran las facultades encomendadas,
elevarán, refinarán y perfeccionarán en carácter bajo la obra del Espíritu
Santo. Con humildad y contrición se someten al moldeo y disciplina del
Espíritu, y sabrán lo que significa su eterna plenitud.

[PH154] 4-5. ---Hemos de orar por el derramamiento del Espíritu como


remedio para las almas enfermas del pecado. La iglesia necesita ser
convertida, ¿y por qué no habremos de postrarnos ante el trono de gracia,
como representantes de la iglesia, y de un corazón quebrantado y espíritu
contrito hacer sincera súplica que el Espíritu Santo sea derramado sobre
nosotros de lo alto? Oremos que cuando por gracia nos sea concedido,
nuestros fríos corazones sean reavivados, y tengamos discernimiento para
entender que viene de Dios, y lo recibamos con gozo. Algunos han tratado al
Espíritu como visita no bien recibida, rehusando recibir el rico don, dejando
de reconocerlo, apartándose de él, y condenándolo como fanatismo. Cuando
el Espíritu Santo obra sobre el agente humano, no nos pregunta en qué
forma habrá de operar. A menudo se mueve en forma insospechada.
Cristo no vino como lo esperaban los judíos. Él no vino de manera para
glorificarlos como nación. Su precursor vino para preparar el camino para él,
llamando al pueblo al arrepentimiento, la conversión, y el bautismo. El
mensaje de Cristo fue: “El reino de Dios ha llegado: arrepentíos, y creed el
evangelio.” Los judíos se negaron en recibir a Cristo, porque él no vino de
acuerdo a sus expectaciones. Las ideas de hombres finitos eran sostenidas
como infalibles, por tantísimo tiempo haber sido sostenidas. Este es el peligro
al cual la iglesia ahora está expuesta,---que las invenciones de hombres
finitos indiquen la precisa forma en que vendrá el Espíritu Santo. Aunque
ellos no desearían reconocerlo, algunos ya lo han hecho. Y porque este
Espíritu ha de venir, no para alabar a los hombres o apoyar sus erróneas
teorías, sino para reprender al mundo de pecado, de justicia, y de juicio,
muchos se apartan de él. No están dispuestos a que se les prive de sus
propias ropas de justicia propia. No están dispuestos a cambiar su propia
justicia, la cual es injusticia, por la justicia de Cristo, la cual es verdad pura,
no adulterada. El Espíritu Santo a nadie halaga, tampoco obra según los
designios del hombre. Hombres finitos y pecadores, no habrán de
manejar al Espíritu Santo. Cuando él venga para reprender, mediante
cualquier agente humano que Dios escoja, le corresponde al hombre
escuchar y obedecer su voz.

ST 17 de abril, 1893. ---El Espíritu Santo implantado en los discípulos, los


capacitó para estar firmes contra la idolatría, y exaltar sólo al Señor. El
Espíritu Santo guió los lapiceros de los historiadores sagrados para el registro
de las preciosas palabras y obras de Cristo pudieran ser presentadas al mundo.
El Espíritu Santo está constantemente trabaja procurando atraer la atención de
hombres al gran sacrificio hecho en la cruz del Calvario, para explicar al
mundo el amor de Dios al hombre, y abrir al corazón compungido las
preciosas promesas en las Escrituras. Es el Espíritu Santo que trae a las mentes
anubladas los lucientes rayos del Sol de Justicia. Es el Espíritu Santo quien
hace que el corazón del hombre arda con una inteligencia despertada tocante a
las verdades eternas. Es el Espíritu Santo quien presenta ante las mentes la
norma moral de justicia y convence de pecado. Es el Espíritu Santo quien
produce tristeza divina que obra el arrepentimiento del cual no necesitamos
arrepentirnos, e inspira fe en Aquél que únicamente puede salvar de todo
pecado. Es el Espíritu Santo quien obra para transformar el carácter al apartar
los afectos del hombre de aquellas cosas que son temporales y perecederas,
fijándolos sobre la herencia inmortal, la substancia eterna que no perece. El
Espíritu Santo recrea, refina, y santifica al agente humano, para que sean
hechos miembros de la familia real, hijos del Rey Celestial.

§ Y LAS SIETE ESTRELLAS.---Véase EGW sobre 1:16 y 2:1.

§ BTS 1 de noviembre, 1916. ---¡Cuántos se encuentran en esta misma


posición! En su ignorancia se encuentran en una condición deplorable y
egoísta. Son como sal sin sabor. Están separados del Señor Jesús, en quien está
centrada su esperanza de vida eterna, no obstante está satisfechos con el
conocimiento de su habilidad, pensando ser sabios. Pero su vista está cegada;
ellos no disciernen su miseria. No guardan la ley de Dios, y fracasan en
hacer aquello que es agradable a Su vista. “Yo conozco tus obras,”
declara Cristo. Ellos son una ofensa a Dios. Su justicia no se encuentra en
ellos. No han guardado sus vestiduras de la contaminación mundanal. No
guardan elevada ante sí la correcta norma de carácter.

YO CONOZCO TUS OBRAS.---Véase también EGW sobre 2:2, 9, 13.

§ 4CBA 1187. --- El Espíritu de Dios, con su poder vivificante, debe estar
en cada agente humano para que pueda entrar en acción cada músculo y
tendón espiritual. Sin el Espíritu Santo, sin el aliento de Dios, hay
embotamiento de conciencia, pérdida de vida espiritual. Muchos que carecen
de vida espiritual tienen sus nombres en los registros de la iglesia; pero no
están escritos en el libro de la vida del Cordero. Pueden estar acoplados a
la iglesia pero no están unidos con el Señor. Pueden ser diligentes en el
cumplimiento de determinados deberes, y pueden ser considerados como
seres vivientes; pero muchos están entre los que tienen "nombres de que"
viven, y están muertos.
A menos que haya una conversión genuina del alma a Dios; a menos que el
aliento vital de Dios vivifique el alma a la vida espiritual; a menos que los
catedráticos de la verdad sean movidos por principios emanados del cielo, no
han nacido de la simiente incorruptible que vive y permanece para siempre. A
menos que confíen en la justicia de Cristo como su única garantía; a menos
que copien el carácter de Cristo y procedan con el espíritu de él, están
desnudos, no tienen el manto de su justicia. Los muertos a menudo se hacen
pasar como si estuvieran vivos, pues los que se esfuerzan en lo que, según sus
ideas, llaman salvación, no tienen a Dios obrando en sus vidas tanto "el querer
como el hacer, por su buena voluntad".

CS 354-355. ---Cuando el Salvador dirigió la atención de sus discípulos


hacia las señales de su regreso, predijo el estado de apostasía que existiría
precisamente antes de su segundo advenimiento. Habría, como en los días de
Noé, actividad febril en los negocios mundanos y sed de placeres, y los seres
humanos iban a comprar, vender, sembrar, edificar, casarse y darse en
matrimonio, olvidándose entre tanto de Dios y de la vida futura. La
amonestación de Cristo para los que vivieran en aquel tiempo es: "Mirad,
pues, por vosotros mismos, no sea que vuestros corazones sean entorpecidos
con la glotonería, y la embriaguez, y los cuidados de esta vida, y así os
sobrevenga de improviso aquel día." "Velad, pues, en todo tiempo, y orad, a
fin de que logréis evitar todas estas cosas que van a suceder, y estar en pie
delante del Hijo del hombre." (S. Lucas 21: 34, 36, V.M.)
La condición en que se hallaría entonces la iglesia está descrita en las
palabras del Salvador en el Apocalipsis: "Tienes nombre que vives, y estás
muerto." Y a los que no quieren dejar su indolente descuido, se les dirige el
solemne aviso: "Si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué
hora vendré a ti." (Apocalipsis 3: 1, 3.)

HH 87. ---Todos los que lleven dignamente el nombre de cristianos, que


significa semejante a Cristo, estarán llenos de piedad y pureza, de amor y
reverencia por Dios y Jesucristo a quien envió; su espíritu, sus palabras y sus
actos llevarán la impronta del cielo. Los demás verán que ha estado con Jesús
y aprendido de él. Sus oraciones serán sencillas y fervientes, y ascenderán al
cielo en alas de la fe. Al aprender en la escuela de Cristo, tendrá una opinión
humilde de sí mismo; y aunque sea pobre en bienes de este mundo, será rico
en las gracias del Espíritu de Dios, y podrá bendecir y enriquecer a los demás
mediante su espíritu y su influencia, porque Cristo es en él una fuente de agua
que surge para vida eterna. Esparcirá a su alrededor una atmósfera de
esperanza, valor y fortaleza, que avergonzará a los mundanos, egoístas,
que sólo tienen profesión de fe, que tienen nombre que viven y están
muertos.- (YI 22-6-1893)
1T 276. ---Los que profesan ser cristianos en medio de los peligros de los
últimos días, y no imitan al humilde y abnegado Patrón, se ubican en las filas
del enemigo. Él los considera sus súbditos, y ellos sirven tan importante
propósito como lo hace cualquiera de sus súbditos, pues ellos tienen
Nombre que representar, pero están muertos. Otros los toman como
ejemplos a seguir, y siguiendo a ellos pierden la salvación, cuando, si estos no
hubieran profesado ser cristianos, su ejemplo no hubiera sido seguido. Estos
supuestos profesos cristianos no están concientes del peso de su influencia.
Ellos hacen mucho más severo el conflicto para los que son el pueblo peculiar
de Dios. Pablo, en Tito 2:15, se refiere al pueblo que está esperando la
aparición de Cristo. Él dice: “Estas cosas habla, y exhorta, y reprende con toda
autoridad. Que nadie te tenga en poco.”

2T 175-176. ---La influencia de los jóvenes en ________ se extiende tan


lejos como son conocidos, y sus modos impíos son proverbial; y nadie ha
tenido más influencia en la senda equivocada como ustedes. Ustedes han
deshonrado su profesión y han sido miserables representantes de la verdad.
Dice el Testigo Fiel: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente: ojalá
fueras frío o caliente. Pero porque eres tibio, y ni frío o caliente, te vomitaré
de mi boca.” Si fuerais fríos, habría alguna esperanza que fuerais convertidos;
pero donde la justicia propia lo envuelve a uno, en lugar de la justicia de
Cristo, el engaño es tan difícil de ver, y la justicia propia tan difícil de
desechar, que el caso es el más difícil de alcanzar. Un pecador impío e
inconverso se encuentra en condición más favorable que tal persona.
Ustedes son piedra de tropiezo para pecadores. Su falta de consagración
es obvia. Está desparramando de Cristo en lugar de recoger con él. Si
Dios me ayudara a romper sus vestimentas de justicia propia, tendré
esperanza que usted aun pueda redimir el tiempo y llevar vidas
ejemplares. Habéis sido frecuentemente despertados, pero al igual os
habéis vuelto a vuestra vida de condición inactiva y de justicia propia,
teniendo un nombre que vive mientras se encuentra muerto. Su orgullo
amenaza con ser su ruina. Dios le ha hablado a usted sobre este punto. Si no
hacer alguna reforma, la aflicción le sobrevendrá, y su gozo se tornará en
pesadumbre, hasta que humilléis vuestros corazones bajo la mano de Dios.
Vuestras oraciones Dios no acepta. Provienen de corazones llenos de orgullo y
egoísmo. Usted, mi querida hermana, es vana; usted ha vivido una vida sin
rumbo, cuando, si hubiera sido humilde y vivido para bendecir a otros, hubiera
sido una bendición para usted misma y para todos los que la rodeaban. Que
Dios perdone a sus padres y hermanas por la parte que han desempeñado en
hacer de usted quien usted hoy es---justo lo que Dios no puede aceptar, justo
lo que, si usted permanece igual, será paja para ser consumida por el fuego en
el día de Dios.

TM 152-153. ---Habéis descuidado tristemente leer las Escrituras e


investigarlas con corazón humilde por vosotros mismos. No aceptéis la
explicación que ningún hombre haga de las Escrituras, cualquiera sea su
posición, sino id a la Biblia e investigad la verdad por vosotros mismos.
Después de escuchar a Jesús, los samaritanos dijeron: "Ya no creemos por tu
dicho; porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente
éste es el Salvador del mundo, el Cristo". existe la mina de la verdad.
Profundizadla y poseeréis el conocimiento que es de más valor para vosotros.
Muchos se han vuelto perezosos y han caído en un criminal descuido del
escudriñamiento de las Escrituras, y están destituidos del Espíritu de Dios así
como del conocimiento de su Palabra. Leemos, en la Revelación que le fue
hecha a Juan, acerca de algunos que tenían nombre que vivían aunque
estaban muertos. Sí, hay muchas personas tales entre nosotros como
pueblo, muchos que pretenden estar vivos, y sin embargo están muertos.
Hermanos míos, a menos que el Espíritu Santo esté obrando en vosotros como
un principio vital, a menos que obedezcáis sus impulsos, y dependáis de sus
influencias, trabajando con la fuerza divina, mi mensaje de Dios para vosotros
es: "Estáis bajo un engaño que resultará fatal para vuestras almas. Debéis
convertiros. Debéis recibir luz antes de dar luz. Colocaos a vosotros mismos
bajo los brillantes rayos del Sol de Justicia". Entonces podéis decir con Isaías:
"Levántate, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha
nacido sobre ti". Debéis cultivar la fe y el amor. "No se ha acortado la mano
de Jehová para salvar, ni hace agravado su oído para no oír". Buscad al Señor.
No descanséis antes que sepáis que Cristo es vuestro Salvador.

Ev 237. ---Muchos aceptan la verdad sin cavar hondo para comprender sus
principios fundamentales; y cuando ella encuentra oposición, se olvidan de los
argumentos y pruebas que lo sostienen. Han sido inducidos a creer la verdad,
pero no han sido plenamente instruidos acerca de lo que es, ni han sido
llevados de un punto a otro en el conocimiento de Cristo. Demasiado a
menudo su piedad de vuelve formal, y cuando dejan de oír los
llamamientos que los despertaron, se quedan espiritualmente muertos.

1T 492. ---Me fue mostrado que no existe falta de recursos entre


adventistas del séptimo día. Al presente su mayor peligro está en la
acumulación de propiedad. Algunos están continuamente aumentando sus
afanes y trabajos; están sobrecargados. El resultado es que Dios y las
necesidades de su causa están casi olvidadas por ellos; están
espiritualmente muertos. Se requiere de ellos que hagan un sacrificio a Dios,
una ofrenda. Un sacrificio no aumenta, sino hace decrecer y consume. Aquí,
me fue mostrado, había una noble empresa para ser puesta a trabajar por el
pueblo de Dios, una en la cual pueden invertir recursos para su gloria y el
avance de su causa. Muchos de los recursos entre nuestro pueblo sólo están
probando ser perjudicial para los que no desean soltarlos.

5T 73. ---Muchos tienen nombre de que viven mientras han llegado ser
espiritualmente muertos. Estos un día dirán: “Señor, Señor, ¿no hemos
profetizado en tu nombre? ¿Y en tu nombre hemos echado fuera
demonios. Y en tu nombre hemos hecho muchas maravillas? Y entonces
les diré: ‘nunca os conocí: apartaos, obradores de iniquidad.’” Un ay será
pronunciado contra usted, si se detiene y dilata hasta que el Sol de
Justicia se oculte. ¡O, que el frío, y formal corazón sea derretido! Cristo no
sólo derramó lágrimas por nosotros, sino su propia sangre. ¿Acaso estas
manifestaciones de su amor no nos despertarán a una profunda humillación
ante Dios? Es humildad y abnegación lo que necesitamos para ser aprobados
por Dios.

RH 10 de julio, 1879. ---Como pueblo, estamos apartándonos de Dios.


Los corazones de sus profesos hijos se están separando de él. Mientras
tienen nombre de que viven, las reales vitales energías del alma se han
tornado en muerte espiritual. A los tales, Jesús dice: “¡Si hubierais
conocido, tú, a lo menos en este tu día, las cosas que pertenecían a tu paz!
Cristo no dice días, sino “día,”—“este tu día.” Esa última reunión pudiera ser
el último día de la especial visitación de Cristo,--un día de raros privilegios y
bendiciones que ellos tanto necesitan.

7CBA 998. ---El mundo espera algo de vosotros. Si no resplandecéis como


luces en el mundo, alguien se levantará en el juicio y os culpará de la sangre
de su alma. Se verá que tú fuiste un agente en las manos del enemigo de Dios
y del hombre para extraviar y engañar por medio de tu falsa profesión de
cristianismo. No condujiste las almas a la piedad y a la consagración. Tuviste
nombre de que vivías; pero estabas espiritualmente muerto. No tuviste la
influencia vitalizadora del Espíritu de Dios, que se da abundantemente a
todos los que la piden con fe (RH 16-8-1898).

7CBA 969. ---[Se cita Apocalipsis 3: 1.] Cristo exhorta a esta iglesia para
que haga un cambio. Tenían, ¡O, cuántos han caído porque confiaron en
su profesión para la salvación! ¡Cuántos se pierden por su esfuerzo de
mantener su reputación! Si uno tiene la reputación de ser un evangelista
de talento, un predicador bien dotado, un hombre de oración, un hombre
de fe, un hombre especialmente consagrado, hay un positivo peligro de
que naufrague en la fe cuando sea puesto a prueba por las pequeñas
vicisitudes que Dios permite que sobrevengan. Con frecuencia su gran
empeño será mantener su reputación.
El que vive temiendo que otros no aprecien su valor, está perdiendo de vista a
Aquel que es el único que nos hace dignos de glorificar a Dios. Seamos fieles
mayordomos de nosotros mismos. Desviemos nuestra vista del yo y fijémosla
en Cristo. Entonces no habrá la más mínima dificultad. Toda la obra hecha,
no importa cuán excelente parezca, no tiene valor si no se hace en el amor de
Jesús. Uno puede pasar por todo el ciclo de la actividad religiosa; pero a
menos que Cristo esté entretejido en todo lo que dice y hace, estará traba ando
para su propia gloria (Carta 48, 1903).

7CBA 970. ---"Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y
estás muerto". Delante de Dios de nada vale la apariencia exterior. Las
ceremonias externas de la religión son absolutamente inútiles si falta el amor
de Dios en el alma.

[PH007] 4. ---Hoy día existen pocos que están sirviendo a Dios de


corazón. La mayoría de aquellos que componen nuestras congregaciones
están espiritualmente muertos en transgresiones y pecados. Van y viene
como la puerta sobre sus bisagras. Por años han escuchado en
complacencia las verdades más solemnes y agitadoras, pero no las han
practicado. Están menos y menos sensibles de los precioso y valioso de la
verdad, porque son negligentes en cuanto a la práctica de aquellas cosas
que son agradables en la presencia de Dios. Los fuertes testimonios de
reprensión y advertencia no los despierta. Las melodías más dulces que
vienen de Dios mediante labios humanos—justificación por fe, y la
justicia de Cristo—no sacan de ellos un responso de amor y gratitud.
Aunque el Mercader Celestial despliega ante ellos las más ricas joyas de fe y
amor; aunque su voz los invita a comprar de él “oro probado en el fuego,” y
“vestiduras blancas para que sean vestidos,” y “colirio para que puedan ver,”
endurecen sus corazones contra él, y fracasan en cambiar su tibieza por amor y
celo; y cruzan sus brazos complacientes, haciendo profesión pero negando el
poder de la verdadera piedad. Si continúan en este estado, Dios los rechazará
con aborrecimiento. Alabar al mundo y a Dios al mismo tiempo, en ninguna
forma es aceptable para con Dios.¡Despertad, despertad, antes que sea para
siempre demasiado tarde!

RH 12 de marzo, 1901. ---Para despertar a los espiritualmente muertos,


crear nuevos gustos, y nuevos motivos, se requiere tan grande uso de
poder como para levantar a uno de la muerte física. Ciertamente es como
dar vida al muerto cuando se convierte el pecador del error de sus caminos;
pero nuestro Libertador es capaz de hacer esto; pues él vino para destruir las
obras del enemigo. ¿Y acaso no cumplirá aquello que él mismo ha prometido
cumplir?

RH 6 de mayo, 1890. ---El Señor nos ha hecho como pueblo los


depositarios de su verdad; esta verdad está cargada con intereses eternos,
y no obstante nos encontramos espiritualmente muertos. No reconocemos
la situación en la cual somos puestos. Hemos de ser portadores de luz al
mundo, y sin embargo existen decenas en nuestras iglesias grandes a quienes
nada importa tocante a al salvación de los pecadores. ¿Somos nosotros los
hombres y mujeres a quienes la luz de las Escrituras ha sido revelada, luz que
hemos de dejar brillar al mundo en rayos claros y consistentes? ¿Al daros la
verdad, y mandando que la hagáis conocer a los que están en tinieblas, ha
cometido Dios un error?

RH 1 de enero, 1890. ---Existe demasiado formalismo en la iglesia. Almas


están pereciendo por falta de luz y conocimiento. Debemos estar tan
conectados con la Fuente de toda luz que podamos ser canales de luz para el
mundo. El Señor desearía que sus ministros que predican la palabra fueran
vitalizados por su Espíritu Santo. Y la gente que la escucha no debe
permanecer en estupefacta indiferencia o quedarse mirando como si en un
sueño, sin hacer ningún responso a lo que se está diciendo. El espíritu del
mundo ha paralizado la espiritualidad de los tales, y no están despiertos para
con el precioso tema de la redención. La verdad de la palabra de Dios es
hablada a oídos sordos, y a corazones duros y no impresionables. La
impresión que recibe el incrédulo de estos cristianos profesos es nada
favorable para la religión de Cristo. Estos descuidados y de corazón opaco
muestran ambición y celo cuando envueltos en el negocio del mundo, pero
asuntos de importancia eterna no llenan la mente e interés como lo hacen
las cosas del mundo. La voz de Dios mediante sus mensajeros es una canto
placentero; pero sus sagradas advertencias, reprensiones, y alicientes
quedan todos en la nada. Cosas eternas y sagradas son puestas en el
mismo nivel con las comunes. El Espíritu Santo es entristecido. Dijo
Cristo: “Cuidad, pues, de cómo oís.” Los que profesa adorar a Cristo
mientras que de corazón no está en la obra, están espiritualmente
muertos. Debiera verse una iglesia activa y bien despierta para animar y
sostener los brazos de los ministros de Cristo Jesús.

[SpTA12] 6. ---Necesitamos estudiar el mensaje dado a la iglesia de Sardis.


“Escribe al ángel de la iglesia de Sardis: "El que tiene los siete Espíritus de
Dios y las siete estrellas, dice: Conozco tus obras, que tienes nombre que
vives, pero estás muerto. Sé vigilante, y reanima lo que queda y está por
morir; porque no hallé tus obras perfectas ante Dios. Acuérdate de lo que has
recibido y oído. Guárdalo, y arrepiéntete. Si no velas, vendré como ladrón, Y
no sabrás a qué hora vendré sobre ti.” Muertos, y teniendo el nombre de que
están vivos—¡qué terrible condición!
De aquel que ha estado trabajando con intenso esfuerzo para sostener
sólo un nombre, Dios dice: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de
que está vivo, y estás muerto.” Él ha estado tan ocupado con mantener un
buen nombre, que ha omitido responsabilidades del más solemne
carácter. Dios ve al nombre tal como muerto, en lo que corresponde a una
correcta influencia. Aquellos que siguen sus pisadas quedarán muertos,
destruidos por falsas representaciones. Nada hay tan peligroso para un
cristiano profeso que el tener meramente un “nombre.”

[SpTa12] 7. ---Es un triste engaño el tener un nombre, y sin embargo estar


sin una conexión con Dios, sin vida espiritual, sin Cristo, sin un sentido de la
presencia de Dios en el corazón. “Tienes nombre de que vives, y estás
muerto.”

Versículo 2. ---“Sé vigilante, y reanima lo que queda y está por morir; porque
no hallé tus obras perfectas ante Dios.”

§ PC 393. ---“Escribe al ángel de la iglesia de Sardis: "El que tiene los siete
Espíritus de Dios y las siete estrellas, dice: Conozco tus obras, que tienes
nombre que vives, pero estás muerto. Sé vigilante, y reanima lo que queda y
está por morir; porque no hallé tus obras perfectas ante Dios. Acuérdate de lo
que has recibido y oído. Guárdalo, y arrepiéntete. Si no velas, vendré como
ladrón, Y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.” O cuántas veces fracasa el
agente humano y, cuando suscita la urgencia, está totalmente desprovisto
para hacer el servicio del Señor. Si hubiera velado, hubiera quedado
ciertamente como amigo, y como embajador de Jesús. Pero el Espíritu de
Cristo no está en él, es otro Espíritu.

Ev 296. ---Pero a cada paso hay que velar y orar, porque muchas cosas
ocurrirán para confundir y enredar a los obreros. Hermanos míos, se me
ha ordenado que os diga: "Velad y orad". Velad a fin de no poneros en el
camino de la obra de Dios, realizando una impresión que dañe la verdad.
Revestid vuestra profesión con una conducta honesta. Apreciad la gracia del
Espíritu Santo a fin de no llegar a ser estorbos en el camino de la obra de Dios.
Enderezad las sendas que recorren vuestros pies, no sea que el cojo sea
desviado del camino (Manuscrito 105, 1902).

2T 511. ---Se me ha mostrado que muchos están en el mayor peligro de no


alcanzar la perfección en santidad en el temor del Señor. Los ministros se
encuentran en peligro de perder sus propias almas. Algunos que han predicado
a otros serán ellos mismos rechazados porque no han perfeccionado un
carácter cristiano. En su obra ellos no salvan almas, y fracasan aun en salvar
sus propias almas. No ven la importancia de conocerse a sí mismos y tener
dominio propio. Ellos no velan y oran para no entrar en tentación. Si
velaran, llegarían a estar familiarizados con sus propias debilidades, los
puntos donde hay mayor probabilidad de ser asaltados por la tentación.
Con precaución y oración sus puntos más débiles pueden ser guardados
de tal forma como para llegar a ser sus puntos más fuertes, y pueden
afrontar la tentación sin ser vencidos.

SC 134. ---Hay tres consignas en la vida cristiana que deben ser observadas
si deseamos evitar que Satanás nos gane la delantera; a saber: Velar, orar y
trabajar.

Mar 56. ---Al exhortarnos a vigilar y orar, Jesús nos señala la única conducta
segura. Necesitamos vigilar. Nuestros corazones son engañosos; estamos
rodeados por las debilidades y fragilidades de la humanidad, y el propósito de
Satanás es destruirnos. Aunque nosotros bajemos la guardia, nuestro
adversario jamás estará ocioso. Puesto que estamos informados acerca de su
incansable vigilancia, no durmamos, como los demás, sino "velemos y seamos
sobrios". Tenemos que enfrentar el espíritu y la influencia del mundo, pero no
debemos permitir que tome posesión de nuestra mente y nuestro corazón.

1MS 474. ---Cuando el yo se entreteje en nuestras labores, entonces la


verdad que llevamos a otros no santifica, refina ni ennoblece nuestro propio
corazón. No testificará de que somos vasos adecuados para el uso del Maestro.
Sólo mediante la oración ferviente podemos tener una dulce comunión con
Jesús, y mediante esa bendita comunión las palabras y el espíritu reciben la
fragancia del espíritu de Cristo. No hay un corazón que no se beneficie al
velar. Jesús el precioso Salvador, nos ordenó velar. La vigilancia del yo no
debe ser descuidada ni por un momento. Debe cuidarse diligentemente el
corazón, porque de él mana la vida. Vigilad y disciplinad los
pensamientos para que no pequéis con vuestros labios.

PR 61. ---La vigilancia y la oración son la salvaguardia de la pureza.

§ 5T 610-611. ---La amonestación del Testigo fiel a la iglesia de Sardis es:


"Tienes nombre que vives, y estás muerto. Sé vigilante y confirma las otras
cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante
de Dios. Acuérdate pues de lo que has recibido y has oído, y guárdalo, y
arrepiéntete." (Apocalipsis 3: 1-3-) El pecado especialmente imputado a esa
iglesia es que sus miembros no habían fortalecido las cosas que quedaban,
que estaban por perecer. ¿Se aplica esta amonestación a nosotros?
Examinemos individualmente nuestro corazón a la luz de la Palabra de
Dios, y sea nuestra primera obra poner nuestro corazón en orden por la
ayuda de Cristo.
Dios ha hecho su parte en la obra de salvar a los hombres, y ahora pide la
cooperación de la iglesia. Allí está la sangre de Cristo, la Palabra de verdad, el
Espíritu Santo, por un lado, y por el otro las almas que perecen. Cada uno de
los que siguen a Cristo tiene que hacer una parte para inducir a los hombres a
aceptar las bendiciones que el ciclo ha provisto. Examinémonos
detenidamente a nosotros mismos y veamos si hemos hecho esta obra.
Indaguemos nuestros motivos y cada acción de nuestra vida. ¿No hay muchos
cuadros desagradables grabados en la memoria? Con frecuencia habéis
necesitado el perdón de Jesús. Habéis dependido constantemente de su
compasión y amor. Sin embargo, ¿no habéis dejado de manifestar hacia otros
el espíritu que Cristo manifestó hacia vosotros? ¿Habéis sentido preocupación
por aquel a quien visteis aventurarse por sendas prohibidas? ¿Le habéis
amonestado bondadosamente? ¿Habéis llorado y orado por él y con él?
¿Habéis demostrado por vuestras palabras de ternura y actos bondadosos que
le amabais y deseabais salvarle? Mientras tratabais a aquellos que vacilaban y
se tambaleaban bajo la carga de sus propias flaquezas de disposición y de sus
hábitos defectuosos, ¿los habéis dejado pelear sus batallas solos, cuando
podríais haberles ayudado? ¿No habéis pasado de un lado del camino frente a
estas almas fieramente tentadas, mientras que el mundo estaba listo para
manifestarles simpatía y para atraerlas a las redes de Satanás? ¿No habéis
estado con Caín listos para decir: "¿Soy yo guarda de mi hermano?" (Génesis
4: 9.) ¿Cómo debe considerar la obra de vuestra vida la gran Cabeza de la
iglesia? ¿Cómo mira vuestra indiferencia para con los que se extravían del
buen camino, Aquel para quien toda alma es preciosa, como comprada por su
sangre? ¿No teméis que él os deje como los habéis dejado a ellos? Tened por
seguro que el verdadero Centinela de la casa del Señor ha notado toda
negligencia.

8T 99-100. ---Estamos viendo el cumplimiento de estas advertencias.


Nunca se han cumplido tan fielmente las Escrituras como lo han sido
estas.
Los hombres pueden lo mejor posible y con el mayor cuidado, construir
edificios a prueba de fuego, pero un solo toque de la mano de Dios, una chispa
del cielo, destruirá por completo todo refugio.
Se ha preguntado si tengo algún consejo que Dios me ha dado, esperando
prevenir la llegada de la espada de fuego que estaba encima de Battle Creek.
Ahora aquello que yo temía ha llegado—la noticias del incendio del edificio
de la Review & Herald. Cuando esta noticia llegó, no quedé sorprendida, y no
tuve palabras para decir. Lo que he tenido que decir de tiempo en tiempo en
advertencias, no ha surtido efecto excepto para endurecer a los que oyeron, y
ahora sólo puedo decir: ‘Lo siento, lo siento mucho, que era necesario que este
golpe llegara. Suficiente luz ha sido dada. Si se hubiera puesto en práctica, no
se habría necesitado más luz.
A nuestro pueblo, ministros y laicos, se me ha instruido que diga: “Buscad al
Eterno mientras puede ser hallado, llamadlo en tanto que está cerca. Deje el
impío su camino, y el hombre malo sus pensamientos; y vuélvase al Señor,
quien tendrá de él misericordia, y a nuestro Dios, que es amplio en perdonar.”

Que cada alma está alerta. El adversario os sigue las huellas. Sed vigilantes,
velando diligentemente no sea que alguna trampa maestra y cuidadosamente
escondida os coja de sorpresa. Sean atentos los descuidados e indiferentes, no
sea que el día del Señor venga sobre ustedes como ladrón en la noche. Muchos
se apartarán del camino de la humildad, y, echando de sí el yugo de Cristo,
caminarán por veredas extrañas. Enceguecidos y embelesados, dejarán la
senda angosta que lleva a la ciudad de Dios.

TM 358-359. ---"Y escribe al ángel de la iglesia en SARDIS: El que tiene


los siete Espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo conozco
tus obras, que tienes nombre que vives, y estás muerto. Sé vigilante y
confirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras
perfectas delante de Dios". Aquí el problema está resuelto. Las personas que
aquí se describen han tenido la luz que los habría inducido a realizar
obras completamente diferentes, si hubieran seguido la luz, y habrían
fortalecido las cosas que quedaban y que estaban por morir. La luz que
brillaba en sus propios corazones cuando Jesús habló a sus almas, diciendo:
"Tus pecados te son perdonados", debían haberla mantenido viva ayudando a
los que necesitaban auxilio.
Se especifica claramente la obra que ha de ser hecha.- "Sé vigilante y
confirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus
obras perfectas delante de Dios. Acuérdate pues de lo que has recibido y has
oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no
sabrás en qué hora vendré a ti". Muchos han oído y recibido la Palabra de
vida, y han sido poderosamente conmovidos por la verdad, pero han permitido
que sus almas se volvieran frías, su le oscura, por su justicia propia, por su
espíritu de creerse importantes, por el orgullo debido a la posesión de un
conocimiento de la verdad que dejan de practicar. La verdad que no se pone
en práctica, pierde su poder. El corazón es cerrado a su divina influencia, y
los que debieron ser obreros para Cristo están ociosos, y las almas a quienes
debieran ayudar son dejadas en el desaliento, en las tinieblas y en la
desesperación.

7CBA 969-970. ---Se da una advertencia acerca de un tiempo cuando


penetrarían errores como un ladrón para robar la fe del pueblo de Dios, cuando
los hijos de Dios debían velar diligentemente y estar constantemente en
guardia contra los engaños del enemigo.
En Sardis muchos se habían convertido por la predicación de los apóstoles.
La verdad había sido recibida como una luz brillante y resplandeciente; pero
algunos habían olvidado la forma maravillosa en que habían recibido la
verdad, y Jesús creyó necesario enviar un reproche.
Los antiguos portaestandartes habían caído uno tras otro, y algunos se habían
cansado de la frecuente repetición de las verdades. Deseaban una doctrina
novedosa, más agradable para muchas mentes. Pensaban que necesitaban un
cambio maravilloso, y en su ceguera espiritual no discernían que sus
sofisterías desarraigarían todas las experiencias del pasado.
Pero el Señor Jesús podía ver el fin desde el principio. Por medio de Juan les
envió la advertencia: "Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y
guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón" (MS
34, 1905).
(2 Tim. 2: 23-26.) Peligros de sutilizar.-
[Se cita Apoc. 3: 1-3.] Entre aquellos a quienes fue enviado este mensaje
algunos habían oído la predicación de Juan el Bautista y habían sido
convencidos por ella; pero perdieron la fe en la cual una vez se regocijaron.
Otros habían recibido la verdad de las enseñanzas de Cristo y fueron creyentes
fervorosos; pero habían perdido su primer amor y no tenían vigor espiritual.
No habían mantenido el principio de su confianza firme hasta el fin. Tenían
nombre de que vivían; pero estaban muertos en lo que se refiere a ejercer una
influencia salvadora. Tenían apariencia de piedad sin el poder
correspondiente. Sutilizaban en cuanto a asuntos sin importancia especial, no
dados por el Señor como pruebas, hasta que esos asuntos se transformaron en
montañas que los separaban de Cristo y también entre sí...
"Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto".
Delante de Dios de nada vale la apariencia exterior. Las ceremonias externas
de la religión son absolutamente inútiles si falta el amor de Dios en el alma.
"Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir". Esta es
nuestra obra. Hay muchos que están a punto de morir espiritualmente, y
el Señor nos exhorta para que los fortalezcamos. Los hijos de Dios deben
estar firmemente unidos con los vínculos de la comunión cristiana, y deben ser
fortalecidos en la fe hablando con frecuencia mutuamente acerca de las
preciosas verdades confiadas a ellos. Nunca deben pasar su tiempo acusando
y condenando el uno al otro (RH 10-81905).

7CBA 970. ---[Se cita Apocalipsis 3:1-3.] El discernimiento manifestado por


Cristo al pesar los caracteres de los que ostentan el nombre del Señor en su
carácter de cristianos, nos induce a comprender más plenamente que cada
individuo está bajo la supervisión del Señor. El conoce íntimamente los
pensamientos y las intenciones del corazón, así como también cada palabra y
acto. Conoce todo lo que se refiere a nuestra experiencia religiosa; sabe a
quién amamos y servimos (MS 81, 1900).

NB 101. ---En años ulteriores se me mostró que todavía no se han


abandonado las falsas teorías expuestas en lo pasado. Resurgirán en cuanto
hallen circunstancias favorables. No olvidemos que será sacudido todo cuanto
pueda ser sacudido. El enemigo logrará quebrantar la fe de algunos, pero
quienes se mantengan fieles a los principios no serán conmovidos.
Permanecerán firmes entre las pruebas y las tentaciones. El Señor ha
señalado los errores, y quienes no disciernan dónde se ha introducido
Satanás, continuarán extraviados por falsos senderos. Jesús nos manda
velar y fortalecer las cosas que quedan y que están por morir.
No debemos entrar en controversia con quienes sustentan teorías falsas. La
controversia es inútil. Cristo nunca entró en discusiones. El arma empleada
por el Redentor del mundo fue: "Escrito está". Adhirámonos a la palabra.
Dejemos que el Señor Jesús y sus mensajeros den testimonio. Sabemos que su
testimonio es verdadero.

2T 104-105. ---Como el incrédulo Tomás, usted ha considerado ser una


virtud el dudar hasta poder tener clara evidencia, quitando de su mente toda
razón para dudar. ¿Dio encomio Jesús al incrédulo Tomás al concederle la
evidencia que él dijo que tendría antes de creer? Jesús le dijo: “No seáis
incrédulo sino creed.” Tomás contestó: “Mi Señor, mi Dios.” No le queda otra
sino la de creer; no hay lugar para dudar. Jesús entonces dijo: “Tomás, porque
me has visto, has creído: bienaventurados los que no vieron, y han creído.”
Usted me fue presentado como uniéndose con el líder rebelde y su hueste para
angustiar, confundir, desanimar, y hacer tropezar a los que están luchando por
el bien, los que se encuentran bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe
Emanuel. Su influencia, me fue mostrado, ha hecho que almas se aparten
del sábado del cuarto mandamiento. Usted ha empleado sus talentos y su
habilidad para fabricar armas y ponerlas en las manos de los enemigos de
Dios, para que luchen en contra de los que están procurando obedecer a
Dios al guardar sus mandamientos. Mientras que ángeles han sido
comisionados para fortalecer las cosas que quedan, para resistir y
contrarrestar su influencia, ellos han visto con la más profunda tristeza su
obra de descorazonar y destruir. Usted ha hecho que lloren los ángeles
puros y sin pecado.

2T 649. ---No son únicamente predicadores, yendo a las iglesias y orando y


exhortando ocasionalmente, lo Vermont necesita. Un clamor por obreros
pudiera consistentemente elevarse entre el pueblo de Dios en Vermont.
Obreros sinceros y celosos se necesitan para fortalecer las cosas que
quedan al ministrar a las necesidades espirituales de la gente. La causa de
Dios por doquier, especialmente en Vermont, necesita hombres que lleven
responsabilidades. Los hombres cubren vez tras vez el mismo terreno, pero
logran muy poco, si algo. Tienen buenas visitas con los hermanos, y esto es
frecuentemente lo único que se hace; y sin embargo esperan que se les
remunere por su tiempo.

8T 135-136. ---Debe ponerse un límite a la expansión de nuestras


instituciones en Battle Creek. El campo es el mundo, y Dios tiene un interés
en otras partes de su gran viña. Existen iglesias e instituciones que están
estrechando cada nervio para establecerse, para poder vivir. Que nuestras
instituciones se responsabilicen en fortalecer las cosas que quedan y están
por morir. ¡Cuán fácilmente pudiera la gran iglesia en Battle Creek
proporcionar algunos de sus recursos para la ayuda de las iglesias más pobres,
que casi están dobladas bajo el peso de la deuda! ¿Por qué es que estas iglesias
hermanas son dejadas de año en año para luchar con la pobreza y la deuda? El
egoísmo trae la muerte espiritual. ¡Cuán grande bien pudieran lograr nuestras
iglesias más capaces si ayudaran a sus iglesias hermanas, llevándolas a una
condición de prosperidad!

TM 363-364. ---Representará el carácter sagrado de la obra, magnificará la


verdad, y siempre presentará delante de los hombres y de los ángeles el
perfume santo del carácter de Cristo. Este es el fuego sagrado encendido por
Dios. Cualquier cosa fuera de esto es fuego extraño, que Dios aborrece, y
tanto más ofensivo cuanto mayores sean las responsabilidades envueltas en la
posición del obrero.
Tengo un mensaje de Dios para los pecadores en Sión, aquellos a los
cuales Cristo se dirigió: "Sé vigilante y confirma las otras cosas que están
para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios".
Necesitáis ofrecer siempre el fuego sagrado; pues entonces las obras de
Cristo, su amor, su misericordia, su justicia, ascenderán delante de Dios,
como una nube de fragante y santo incienso, plenamente aceptables.
Pero el fuego extraño ha sido ofrecido en el empleo de palabras rudas, en la
importancia propia, la exaltación del yo, en la justicia propia, en la autoridad
arbitraria, en el espíritu dominante, en la opresión, en la restricción de la
libertad del pueblo de Dios, atando a los hijos de Dios con planes y reglas que
Dios no ha dictado, ni han surgido en su mente. Todas estas cosas son fuego
extraño, no reconocido por Dios, y son una permanente representación falsa
de su carácter.

RH 24 de mayo, 1892. ---Se necesitan ministros que sienten la necesidad e


ser obreros colaborando con Dios, quienes saldrán para edificar la gente en
conocimiento espiritual hasta la medida plena en Cristo. Se necesitan
ministros que se eduquen mediante la solemne, y reverencial comunión con
Dios en la cámara de oración, para poder ser hombres de poder en la oración.
La piedad se ha degenerado en formalismo, y es necesario fortalecer las
cosas que quedan y que están por morir. La obra del ministerio ha sido
olvidada y la obra está menguando por haber sido sabiamente atendida.
¿Cómo sabréis que la palabra hablada desde el púlpito ha sido de
beneficio a los que escuchan, si no visitáis las familias, orando con ellos, y
conociendo el verdadero estado mental y la verdadera condición de su
experiencia, para poder llevarlos hacia el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo? Se necesita que el hálito divino se haga sentir sobre ellos,
y les proporcione vida espiritual. Las iglesias necesitan ser iluminadas
respecto a la religión práctica en la vida hogareña. Vez tras vez la necesidad de
vivir una vida virtuosa, de tener un corazón santificado, de revelar una
creciente conformidad a la imagen de Cristo, deber ser presentada al pueblo.
¿Reconocen que la obra de santificación ha de ser una obra de toda la vida?

RH 4 de marzo, 1890. ---cuando salgáis de esta reunión, debe ser para


enseñar la verdad a otros, deber ser para ir a estas iglesias para destellar luz,
no del cerebro de otro hombre, sino de la luz que ustedes han recibido
mediante la diligente búsqueda en la palabra de Dios. Debéis saber que
vuestra lámpara está alumbrada en el altar divino, y que podéis emanar
rayos brillantes en el camino de los que están en tinieblas. Cuando salís de
aquí, debe ser para confirmar a los débiles, para fortalecer los brazos que
están débiles, para decir a los que son de corazón tembloroso, “Sed
fuertes, no temáis: he aquí vuestro Dios vendrá con venganza, sí, vendrá
con recompensa; él vendrá y os salvará.” Debéis salir para fortalecer las
cosas que quedan y que están por morir, de modo que haya un testimonio
viviente reavivado entre nuestras filas, y los hombres digan: “Escuchad lo
que el Señor ha hecho por mi alma.”

§ SpM 367. ---A todo obrero médico conectado con la causa de Dios son
dirigidas las palabras dichas por Pablo a Timoteo: “Cuida de ti y de la
doctrina.” Necesitamos examinarnos de cerca, y renunciar todo plan o
principio que nos lleve a representar mal al Señor. La experiencia del pasado
ha de ser revisada cercanamente. Cada motivo ha de ser examinado con
exactitud. Todo proyecto ambicioso que es contrario a la Palabra de Dios ha
de puesto a un lado. La palabra que me es dada para hablarles es: “No he
encontrado tus obras perfectas delante de Dios.” El Señor no aceptará el
servicio más espléndido que significa el abandono del yugo más liviano de
parte de su pueblo. No hemos de fraguar yugo alguno para nuestro
prójimo. La palabra de Dios a nosotros es que hemos de romper todo
yugo.

TM 363-364. --- Tengo un mensaje de Dios para los pecadores en Sión,


aquellos a los cuales Cristo se dirigió: "Sé vigilante y confirma las otras cosas
que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de
Dios". Necesitáis ofrecer siempre el fuego sagrado; pues entonces las
obras de Cristo, su amor, su misericordia, su justicia, ascenderán delante
de Dios, como una nube de fragante y santo incienso, plenamente
aceptables.

Versículo 3. ---“Acuérdate de lo que has recibido y oído. Guárdalo, y


arrepiéntete. Si no velas, vendré como ladrón, Y no sabrás a qué hora vendré
sobre ti.”

§ CS 544. --- Estamos viviendo ahora en el gran día de la expiación.


Cuando en el servicio simbólico el sumo sacerdote hacia la propiciación
por Israel, todos debían afligir sus almas arrepintiéndose de sus pecados y
humillándose ante el Señor, si no querían verse separados del pueblo. De
la misma manera, todos los que desean que sus nombres sean conservados
en el libro de la vida, deben ahora, en los pocos días que les quedan de
este tiempo de gracia, afligir sus almas ante Dios con verdadero
arrepentimiento y dolor por sus pecados. Hay que escudriñar honda y
sinceramente el corazón. Hay que deponer el espíritu liviano y frívolo al que
se entregan tantos cristianos de profesión. Empeñada lucha espera a todos
aquellos que quieran subyugar las malas inclinaciones que tratan de
dominarlos. La obra de preparación es obra individual. No somos salvados
en grupos. La pureza y la devoción de uno no suplirá la falta de estas
cualidades en otro. Si bien todas las naciones deben pasar en juicio ante Dios,
sin embargo él examinará el caso de cada individuo de un modo tan rígido y
minucioso como si no hubiese otro ser en la tierra. Cada cual tiene que ser
probado y encontrado sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante.

7CBA 970-971. --- Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y


guárdalo y arrepiéntete". Los que han nacido de nuevo recuerdan con qué
gozo y alegría recibieron la luz del cielo y cuán deseosos estaban de contar a
todos acerca de su felicidad...
"Guárdalo". No significa, guarda tus pecados, sino guarda el consuelo, la
fe, la esperanza que Dios te ha dado en su Palabra. Nunca te desanimes.
Un hombre desanimado no puede hacer nada. Satanás está procurando
desanimaros diciéndoos que es inútil servir a Dios, que no vale la pena, y que
da lo mismo buscar los placeres y gozos de este mundo. Pero "¿qué
aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" Podéis
disfrutar de placeres mundanos a expensas del mundo futuro; pero ¿podréis
permitiros pagar tal precio?
Debemos "guardar" toda la luz que recibimos del cielo y vivir a la altura
de ella. ¿Por qué? Porque Dios quiere que nos aferremos a la verdad
eterna y actuemos como la mano ayudadora del Señor, comunicando la
luz a aquellos que no conocen su amor hacia ellos. Cuando os entregasteis
a Cristo hicisteis una promesa en la presencia del Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo: los tres grandes Dignatarios personales del cielo. "Guardad"
firmemente esa promesa.
"Y arrepiéntete". Nuestra vida debe ser una vida de arrepentimiento y
humildad continuos. Necesitamos arrepentirnos constantemente para
que podamos ser constantemente victoriosos. Cuando tenemos verdadera
humildad logramos la victoria. El enemigo nunca puede arrancar de la mano
de Cristo a aquel que sencillamente confía en las promesas del Señor. Si la
persona confía y procede con obediencia, la mente será sensible a las
impresiones divinas y la luz de Dios resplandecerá para alumbrar el
entendimiento. ¡Qué privilegios tenemos en Cristo Jesús!
Un verdadero sentimiento de arrepentimiento delante de Dios no nos mantiene
en servidumbre haciéndonos sentir como las personas en un cortejo fúnebre.
Debemos estar alegres y no tristes; pero todo el tiempo debemos estar tristes
porque después de que Cristo dio su preciosa vida por nosotros entregamos
tantos años de nuestra vida a las potestades de las tinieblas. Debemos sentir
pesar en el corazón cuando recordamos que después de que Cristo dio todo lo
suyo por nuestra redención, usamos en el servicio del enemigo algo del tiempo
y de las capacidades que el Señor nos confió como talentos para usar para la
gloria de su nombre. Debemos arrepentirnos porque no nos hemos esforzado
en toda forma posible para familiarizarnos con la preciosa verdad que nos
capacita para emplear aquella fe que obra por el amor y purifica el alma.
Cuando vemos almas alejadas de Cristo debemos ponernos en su lugar y sentir
arrepentimiento en su favor delante de Dios, y no descansar hasta que las
llevemos al arrepentimiento. Si hacemos todo lo que podamos y sin embargo
no se arrepienten, el pecado está a la puerta de ellas; pero todavía debemos
sentir dolor de corazón debido a su condición, mostrándoles cómo arrepentirse
y tratando de guiarlas paso tras paso a Jesucristo (MS 92, 190l).

PE 60. ---Pronto llegará ese tiempo, y habremos de asirnos firmemente


del fuerte brazo de Jehová, porque todos los prodigios y las grandes
señales del diablo tienen por finalidad engañar y vencer al pueblo de Dios.
Nuestra mente debe estar fija en Dios, y no debemos experimentar el temor
que tienen los impíos; es decir, no hemos de temer lo que ellos temen, ni
reverenciar lo que ellos reverencian, sino ser esforzados y valientes en pro de
la verdad.
RETÉN LO QUE TIENES, Y ARREPIÉNTETE.—Véase también EGW sobre
Revelación 2:25.

§ DTG 589. --- El mal siervo dice en su corazón: "Mi señor se tarda en
venir." No dice que Cristo no vendrá. No se burla de la idea de su segunda
venida. Pero en su corazón y por sus acciones y palabras, declara que la
venida de su Señor tarda. Destierra del ánimo ajeno la convicción de que el
Señor va a venir prestamente. Su influencia induce a los hombres a una
demora presuntuosa y negligente. Los confirma en su mundanalidad y estupor.
Las pasiones terrenales y los pensamientos corruptos se posesionan de su
mente. El mal siervo come y bebe con los borrachos, y se une con el mundo en
la búsqueda de placeres. Hiere a sus consiervos acusando y condenando a los
que son fieles a su Maestro. Se asocia con el mundo. Siendo semejantes,
participan juntos en la transgresión. Es una asimilación temible. Juntamente
con el mundo, queda entrampado. Se nos advierte: "Vendrá el Señor de aquel
siervo . . . a la hora que no sabe, y le cortará por medio, y pondrá su parte con
los hipócritas.
"Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré
a ti." El advenimiento de Cristo sorprenderá a los falsos maestros. Están
diciendo: "Paz y seguridad." Como los sacerdotes y doctores antes de la caída
de Jerusalén, esperan que la iglesia disfrute de prosperidad terrenal y gloria.
Interpretan las señales de los tiempos como indicios de esto. Pero qué dice la
Palabra inspirada? "Vendrá sobre ellos destrucción de repente."* El día de
Dios vendrá como ladrón sobre todos los que moran en la faz de la tierra, que
hacen de este mundo su hogar. Viene para ellos como ladrón furtivo.

CS 354-355. --- Cuando el Salvador dirigió la atención de sus discípulos


hacia las señales de su regreso, predijo el estado de apostasía 355 que existiría
precisamente antes de su segundo advenimiento. Habría, como en los días de
Noé, actividad febril en los negocios mundanos y sed de placeres, y los seres
humanos iban a comprar, vender, sembrar, edificar, casarse y darse en
matrimonio, olvidándose entre tanto de Dios y de la vida futura. La
amonestación de Cristo para los que vivieran en aquel tiempo es: "Mirad,
pues, por vosotros mismos, no sea que vuestros corazones sean entorpecidos
con la glotonería, y la embriaguez, y los cuidados de esta vida, y así os
sobrevenga de improviso aquel día." "Velad, pues, en todo tiempo, y orad, a
fin de que logréis evitar todas estas cosas que van a suceder, y estar en pie
delante del Hijo del hombre." (S. Lucas 21: 34, 36, V.M.)
La condición en que se hallaría entonces la iglesia está descrita en las palabras
del Salvador en el Apocalipsis: "Tienes nombre que vives, y estás muerto." Y
a los que no quieren dejar su indolente descuido, se les dirige el solemne
aviso: "Si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora
vendré a ti." (Apocalipsis 3: 1, 3.)

Mar 268. --- Durante la noche pasó ante mi una escena sumamente
impresionante. Parecía haber gran confusión y lucha de ejércitos. Un
mensajero del Señor se paró ante mí y dijo: "Llama a tu familia. Yo os
conduciré, seguidme". Me llevó por un oscuro pasaje a través de un bosque;
luego por un desfiladero de las montañas, y dijo "Aquí estarás segura ". Había
otros que habían sido llevados a aquel retiro. El mensajero celestial dijo: "El
tiempo de prueba vendrá como ladrón en la noche, como el señor anunció que
vendría".

RH 22 de noviembre, 1906. ---El Señor pide a los que creen en él que sean
obreros junto con él. Mientras dure la vida, no han de sentir que su obra está
cumplida. ¿Permitiremos que se cumplan las señales del fin sin decir a la
gente lo que viene sobre la tierra? ¿Los veremos bajar a las tinieblas sin
haberles impresionado tocante a la necesidad de hacer preparación para
encontrarse con el Señor? A menos que nosotros mismos cumplamos
nuestro deber para con los que nos rodean, el día de Dios vendrá sobre
nosotros como ladrón. La confusión llena al mundo y un gran terror
pronto ha de venir sobre los seres humanos. El fin está muy cerca.
Nosotros que conocemos la verdad debemos estar preparándonos para lo
que pronto ha de romper sobre el mundo como sorpresa sobrecogedora.

14MR 97. ---El mundo lleno de revueltas, lleno de placer impío, está
dormido, dormido en seguridad carnal, poniendo a lejos la venida del
Señor, burlándose de las advertencias, llamando fanáticos entusiastas y
locos a los que procuran llamarles la atención. Los amantes del placer
más que de Dios son tomados por sorpresa. Este es el orgulloso alarde que
se hace: “Todo permanece como era desde el principio. Mañana será
como este día, o mucho más mejor. Nos profundizaremos más en el placer
desenfrenado.” Pero, dice Cristo: “He aquí yo vengo como ladrón.”
Cuando el burlador, el que rechaza la verdad, se ha hecho presuntuoso,
cuando la rutina del trabajo en las diferentes líneas comerciales se está
llevando a cabo sin respeto a principio, cuando el estudiante está
plenamente envuelto en fines ambiciosos para obtener todo excepto
conocimiento de la Biblia, Cristo viene como ladrón. La advertencia ha sido
dada: “Por tanto velad: pues no sabéis a qué hora vuestro Señor viene. Pero
saber esto, que si el esposo de al casa hubiera sabido en qué vela el ladrón
vendría, él hubiera velado, y no hubiera permitido que su casa fuera saqueada”
[Mateo 24:42-43]. Cada hora que pasa es una hora menos para que hagáis
preparación de carácter para este gran evento.—MS 7ª, 1896.

PM 312-313. ---Los juicios de Dios se ven sobre la tierra. Permitiremos que


estas cosas vengan sobre el mundo sin decir a la gente el significado de estas
terribles calamidades, y cómo todos pueden evadir la ira que viene?
Dejaremos que nuestros vecinos permanezcan en tinieblas sin hacer
preparación para la vida futura? A menos que nosotros mismos reconozcamos
dónde es que estamos situados, el día de Dios vendrá sobre nosotros como
ladrón...

4SP 443-444. ---A todos, el tiempo de prueba llegará. Mediante el zarandeo


de la tentación, el cristiano genuino será revelado. ¿Está el pueblo de Dios
ahora establecido tan firmemente sobre su palabra que no cederían a las
evidencias de sus sentidos? ¿En tal crisis, se apegarían a la Biblia, y sólo a la
Biblia? Satanás, si fuera posible, no permitiría que obtuvieran una preparación
para estar de pie en ese día. Él arreglará los asuntos de tal forma como
para poner barreras, enmarañarlos con tesoros mundanales, hacerlos
llevar una pesada, y agobiadora carga, de modo que sus corazones sean
sobrecargados con los afanes de esta vida, y el día de prueba venga sobre
ellos como ladrón.

VENDRÉ SOBRE TI COMO LADRÓN.---Véase también EGW sobre


Revelación 16:15.

Versículo 4. ---"Con todo, tienes unas pocas personas en Sardis que no han
manchado su ropa, y andarán conmigo vestidas de blanco, porque son dignas.”

§ 7CBA 996-997. ---La iglesia es la desposada, la esposa del Cordero.


Debe conservarse pura, santificada, santa. Nunca debe complacerse en
ninguna necedad, pues es la novia de un Rey; sin embargo, no comprende su
excelsa posición. 997 Si lo entendiera, internamente estaría llena de toda
gloria (Carta 177, 1901).

PE 216. ---Así se valió Satanás de la resurrección en provecho de sus


propósitos. El y sus ángeles se congratularon de que los errores por ellos
preparados fuesen aceptados tan favorablemente entre quienes se llamaban
amigos de Cristo. Lo que uno consideraba con religioso horror, lo admitía
otro, y así fueron celosamente acogidos y defendidos diferentes errores. La
voluntad de Dios, tan claramente revelada en su Palabra, fue encubierta con
errores y tradiciones que eran enseñados como mandamientos de Dios.
Aunque este engaño que desafía al cielo será tolerado hasta la segunda
venida de Jesús, no ha quedado Dios sin testigos durante todo ese tiempo
de error y engaño. En medio de las tinieblas y persecuciones contra la
iglesia, siempre hubo cristianos que guardaron fielmente todos los
mandamientos de Dios.

7CBA 970. ---Se presenta a la iglesia de Sardis como que tuviera en ella
unas pocas personas fieles entre las muchas que, por así decirlo, se habían
vuelto descuidadas e insensibles a sus obligaciones para con Dios. "Tienes
unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y
andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas". ¿Quién es
tan favorecido como para ser contado entre esas pocas personas en Sardis?
¿Eres tú? ¿Soy yo? ¿Quiénes están entre ese número? ¿No es mejor para
nosotros que averigüemos este asunto para que podamos saber a quiénes se
refiere el Señor cuando dice que unas pocas personas no han manchado sus
ropas blancas del carácter? (MS 81, 1900).

TM 454. ---Dios me ha mostrado que en el mismo tiempo en que se estén


cumpliendo en torno a nosotros las señales de los tiempos, cuando oigamos,
por así decirlo, el paso -de las huestes del cielo que cumplen su mis n,
hombres inteligentes, hombres que ocupen puestos de responsabilidad, estarán
colocando materiales podridos en el edificio de su carácter: material que será
consumible en el día de Dios, y que decidirá que son inaptos para entrar en las
mansiones de arriba. Han rehusado despojarse de los vestidos sucios; sé han
aferrado á ellos como si fueran de precioso valor. Perderán el cielo y una
eternidad de bendición a causa de ello.

§ H Ap 417. ---Es correcto amar lo bello y desearlo; pero Dios desea que
primero amemos y busquemos las bellezas superiores, que son imperecederas.
Ningún adorno exterior puede ser comparado en valor o belleza con aquel
"espíritu agradable y pacífico," el "lino finísimo, blanco y limpio" (Apoc.
19: 14) que todos los santos de la tierra usarán. Estas ropas los harán
hermosos y deseables aquí, y en el futuro serán su distintivo de admisión
en el palacio del Rey. Su promesa es: "Y andarán conmigo en vestiduras
blancas; porque son dignos." (Apocalipsis 3: 4.)

7CBA 937. ---Cuando contemplamos a Cristo con los ojos de la fe, vemos la
necesidad de llegar a ser puros de pensamiento y santos de carácter. Cristo
nos invita a que nos acerquemos a él, y él promete que se acercará a nosotros.
Al contemplarlo vemos al Dios invisible que revistió su divinidad con
humanidad para que por medio de la humanidad pudiera exhalar una gloria
discreta y moderada, de modo que nuestros Ojos pudieran descansar en él y
nuestras almas no fueran destruidas por su resplandor en toda su plenitud.
Contemplamos a Dios a través de Cristo, nuestro Creador y Redentor.
Tenemos el privilegio de contemplar a Jesús por fe, y de verlo de pie entre la
humanidad y el trono eterno. Es nuestro Abogado que presenta nuestras
oraciones y ofrendas como sacrificios espirituales ante Dios. Jesús es la gran
propiciación impecable y por sus méritos Dios y el hombre pueden dialogar.
Cristo penetró en la eternidad llevando su humanidad. Está delante de
Dios como representante de nuestra raza. Cuando estamos vestidos con el
traje de bodas de su justicia, llegamos a ser uno con él, y dice de nosotros:
"Andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignos". Sus
santos lo contemplarán en su gloria, sin que se interponga un velo que lo
opaque (Yl 28-10- 1897).

7CBA 971. ---"Tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado
sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas".
Se les confiere este honor debido a su fe. En esta vida no se jactaron ni su
alma se envaneció. Con intenso deseo, con fe pura y santa se aferraron a la
promesa de riquezas eternas. Su único deseo era ser como Cristo. Siempre
mantuvieron en alto la norma de justicia. Les es dado un eterno peso de
gloria porque en la tierra anduvieron con Dios guardándose sin mancha
en el mundo, revelando a sus prójimos la justicia de Cristo. De esas
personas declara el Salvador: "Andarán conmigo en vestiduras blancas,
en el mundo que he preparado para ellas" [se cita Apocalipsis 3:5] (RH 10-
8-1905).

7CBA 971-972. ---[Se cita Apoc. 3: 4-5.] Estas palabras se dan para las
personas que aún están relacionadas con el mundo, sujetas a tentaciones e
influencias que son engañosas y alucinantes. Mientras mantengan fija su
atención en Aquel que es su sol y su escudo, las tinieblas y la oscuridad que
las rodean no dejarán una mancha ni una mácula en sus vestiduras.
Caminarán con Cristo; orarán, creerán y trabajarán para salvar a las almas que
están a punto de perecer. Están tratando de romper las ataduras con que
Satanás las ha ligado, y no serán avergonzadas si por fe hacen de Cristo su
compañero. El gran engañador presentará constantemente tentaciones y
engaños para echar a perder la obra del ser humano; pero si éste confía en
Dios, si es manso, humilde y dócil de corazón, si persevera en el camino del
Señor, el cielo se regocijará porque ganará la victoria. Dios dice: "Andará
conmigo de blanco, con vestiduras inmaculadas, porque es digno" (MS 97,
1898).

CsS 359. ---Siempre está abierta la vía de acceso al trono de Dios. No


siempre podemos orar de rodillas, pero nuestras peticiones silenciosas pueden
ascender constantemente hacia Dios a fin de solicitar poder y dirección.
Cuando seamos tentados, como lo seremos, podemos correr hacia el lugar
secreto del Altísimo. Sus brazos eternos nos sostendrán. Que estas
palabras nos llenen de gozo: "Pero tienes unas pocas personas en Sardis
que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras
blancas, porque son dignas" (Apocalipsis 3: 4).

CsS 421. ---Si permitimos que el exceso de trabajo nos aleje de nuestro
propósito de buscar diariamente al Señor, cometeremos los mayores errores;
incurriremos en pérdidas, porque el Señor no está con nosotros; así hemos
cerrado la puerta para que él no tenga acceso a nuestras almas. Pero si oramos
aun cuando tenemos las manos ocupadas, los oídos del Salvador están abiertos
para escuchar nuestras peticiones. Si estamos decididos a no separarnos de la
fuente de nuestra fortaleza, Jesús se pondrá decididamente a nuestra mano
derecha para ayudarnos, a fin de que nuestros enemigos no nos avergüencen.
La gracia de Cristo puede cumplir por nosotros todo lo que nuestros esfuerzos
fallarán en hacer. Los que aman y temen a Dios pueden estar rodeados por
una multitud de cuidados, y sin embargo no fallar ni hacer sendas torcidas
para sus pies. Dios se ocupa de vosotros en el lugar donde desempeñáis
vuestro deber. Pero aseguraos de ir con frecuencia al lugar donde se
acostumbra a orar. El Salvador dice: "Pero tienes una pocas personas en
Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en
vestiduras blancas, porque son dignas" (Apocalipsis 3: 4). Estas almas
vencieron por medio de la sangre del Cordero y la palabra de su
testimonio. En medio de la contaminación moral que prevalecía en todas
partes, se mantuvieron firmes en su integridad, ¿y por qué? Porque
participaban de la naturaleza divina, y así escaparon de la corrupción que se
encuentra en el mundo a causa de la concupiscencia. Se hicieron ricos en fe,
herederos de un patrimonio de más valor que el oro de Ofir. Solamente una
vida que depende constantemente del Salvador es una vida de santidad.

DTG 298-299. ---Los que aceptan la palabra de Cristo al pie de la letra, y


entregan su alma a su custodia, y su vida para que él la ordene, hallarán paz y
quietud. Ninguna cosa del mundo puede entristecerlos cuando Jesús los alegra
con su presencia. En la perfecta aquiescencia hay descanso perfecto. El Señor
dice: "Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera;
porque en ti se ha confiado." Nuestra vida puede parecer enredada, pero al
confiarnos al sabio Artífice Maestro, él desentrañará el modelo de vida y
carácter que sea para su propia gloria. Y ese carácter que expresa la
gloria -o carácter- de Cristo, será recibido en el Paraíso de Dios Los
miembros de una raza renovada andarán con él en vestiduras blancas
porque son dignos.
A medida que entramos por Jesús en el descanso, empezamos aquí a disfrutar
del cielo. Respondemos a su invitación: Venid, aprended de mí, y al venir así
comenzamos la vida eterna. El cielo consiste en acercarse incesantemente a
Dios por Cristo. Cuanto más tiempo estemos en el cielo de la felicidad, tanto
más de la gloria se abrirá ante nosotros; y cuanto más conozcamos a Dios,
tanto más intensa será nuestra felicidad. A medida que andamos con Jesús en
esta vida, podemos estar llenos de su amor, satisfechos con su presencia.
Podemos recibir aquí todo lo que la naturaleza humana puede soportar. Pero,
¿qué es esto comparado con lo que nos espera más allá? Allí "están delante del
trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo: y el que está sentado en el
trono tenderá su pabellón sobre ellos. No tendrán más hambre, ni sed, y el sol
no caerá más sobre ellos, ni otro ningún calor. Porque el Cordero que está en
medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes vivas de aguas: y Dios
limpiará toda lágrima de los ojos de ellos."

Ed 249. ---Es justo amar la belleza y desearla; pero Dios desea que primero
amemos y busquemos la belleza superior, imperecedera. Las producciones
más descollantes del ingenio humano no poseen belleza alguna que pueda
compararse a la hermosura de carácter que a su vista es de "gran precio".
Enséñese a los jóvenes y niños a escoger para sí la vestidura real tejida en
el telar del cielo, el "lino fino, limpio... resplandeciente" que usarán todos
los santos de la tierra. Se ofrece gratuitamente a todo ser humano esta
vestidura, el carácter inmaculado de Cristo. Pero todos los que la reciban
la han de recibir y usar aquí.
Enséñese a los niños que al abrir la mente a los pensamientos puros y amantes,
y al hacer algo útil y amable, se visten con el hermoso atuendo del carácter de
Cristo. Ese traje les dará hermosura e influirá para que sean amados
aquí, y más adelante será su título de admisión al palacio del Rey. Su
promesa es: "Andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son
dignos"
5T 368. ---Los más fuertes incentivos a la fidelidad son puestos ante
nosotros, los motivos más altos, las recompensas más gloriosas. Los cristianos
ha de ser los representantes de Cristo, hijos e hijas de Dios. Ellos son sus
joyas, su peculiar tesoro. A todos los que mantengan su fidelidad él declara:
“Caminarán conmigo en blanco: pues son dignos.” Aquellos que lleguen a
los portales de eterna gloria no considerarán que hayan hecho algún
sacrificio demasiado grande.
Que Dios os ayude a soportar la prueba y preservar vuestra integridad.
Aferraos por la fe a Jesús. No descorazonéis a vuestro Redentor. St. Helena,
California, 13 de febrero, 1885.

5T 481-482. ---Dentro de poco habremos de encontrarnos con nuestro


Señor; ¿y cómo le daremos cuenta del uso que hemos hecho de nuestro
tiempo, nuestros talentos de influencia, y nuestras posesiones? Nuestro gozo
debe estar en la obra de ganar almas. Solemnemente pregunto a la iglesia de
Healdsburg: ¿Se encuentra de verdad Dios entre ustedes? Dice el Testigo Fiel:
“Con todo, tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado su
ropa, y andarán conmigo vestidas de blanco, porque son dignas.”
¿Pertenecéis vosotros a este número? ¿Habéis sostenido con firmeza
vuestra integridad? Como hombres que se están ahogando, os habéis
aferrado a Jesús, quien es vuestro refugio? ¿Le estáis obedeciendo,
viviendo para él, amándole? ¿Es cada miembro puro y santo y sin mancha,
como aquel en cuya boca no hay engaño? Si es así, sois los más felices; pues
sois, a la vista de Dios, “más preciosos que el oro fino; aun...que el oro fino de
Ofir.” Mientras multitudes adoran al hombre, y no sirven al Santo de Israel,
existen unos pocos que no han manchado sus vestiduras, sino que las han
mantenido limpias de la corrupción del mundo; y estos pocos serán un poder.
Esta clase tendrá esa fe que obra por el amor y purifica el alma.
Ejemplificarán los altos principios cristianos. Procurarán una conexión
personal con la Fuente de luz y tratarán de hacer una constante mejoría,
cultivando cada facultad a su máximo. Dios desearía que introduzcáis a
vuestra vida la rectitud e integridad más férrea; y esto os distinguirá ante el
mundo como hijos del Dios Altísimo. Jesús fue calmado y tranquilo, no
perdiendo su dominio propio, aun cuando en tormentoso conflicto, en medio
de los más fieros elementos de oposición.

9T 115. ---El compasivo Redentor ordena a sus siervos que den tanto a ricos
como a pobres la invitación a la cena. Salid a los caminos y vallados, y por
vuestros esfuerzos perseverantes y resueltos, forzadlos a entrar. Echen mano
los ministros del Evangelio a estos hombres pudientes del mundo, y tráiganlos
al banquete de la verdad que Cristo ha preparado para ellos. El que dio su
vida preciosa para ellos, dice: "Hacedlos, entrar, y sentar a mi mesa, y les
serviré."
Ministros de Cristo, uníos con esta clase. No la paséis por alto como si no
hubiese esperanza para ella. Trabajad con toda la persuasión posible, y
como fruto de vuestros esfuerzos fieles, veréis en el reino de los cielos a
hombres y mujeres que serán coronados como vencedores y cantarán el
himno triunfante del vencedor. "Andarán conmigo en vestiduras blancas
-dice el Primero y el Postrero;-porque son dignos." Se ha realizado
demasiado poco esfuerzo en favor de los hombres que ocupan posiciones de
responsabilidad en el mundo. Muchos de ellos poseen calificaciones
superiores; tienen recursos e influencia. Estos son dones preciosos que el
Señor les confió para que los desarrollen y empleen para bien de otros.

Versículo 5. ---"El que venza, será vestido de ropa blanca. No borraré su


nombre del Libro de la Vida, y confesaré su nombre ante mi padre y ante sus
ángeles.”

§ HC 104. ---Hermano mío, hermana mía, abrid la puerta del corazón para
recibir a Jesús. Invitadle a entrar en el templo del alma. Ayudaos
mutuamente a vencer los obstáculos que se encuentran en la vida
matrimonial de todos. Arrostraréis un fiero combate para vencer a
vuestro adversario el diablo, y si queréis que Dios os ayude en la batalla,
debéis estar unidos en la decisión de vencer y de mantener los labios
sellados para no decir mal alguno, aun cuando hayáis de caer de rodillas y
clamar: "Señor, reprime al adversario de mi alma."

BTS 1 de mayo, 1915. ---Todo el cielo se regocija sobre el alma débil y


con defectos que se entrega a Jesús, y vive una vida de pureza. Los que
vencen consistentemente, aman más a Jesús, y son puestos al lado de
Cristo, al lado de gran trono blanco, dentro del círculo cerrado; sí, muy
honrados. “Con todo, tienes unas pocas personas en Sardis que no han
manchado su ropa, y andarán conmigo vestidas de blanco, porque son dignas.
El que venza, será vestido de ropa blanca. No borraré su nombre del Libro de
la Vida, y confesaré su nombre ante mi padre y ante sus ángeles.”

RH 9 de julio, 1908. ---La expresión: “El que venciere,” indica que existe
algo que cada uno necesita vencer. El vencedor ha de ser vestido en la
vestidura blanca de la justicia de Cristo, y de él está escrito: “No borraré
su nombre del libro de la vida, sino que confesaré su nombre delante de
mi Padre, y delante de los ángeles.” ¡O, qué privilegio es llegar a ser un
vencedor, y que nuestros nombres sean presentados delante del Padre por el
mismo Salvador! Y cuando, como vencedores, seamos “vestidos con
vestiduras blancas,” el Señor reconocerá nuestra fidelidad tan
ciertamente como cuando en los días de la iglesia cristiana primitiva
reconoció los “pocos nombres aun en Sardis” que no habían “manchado
sus vestiduras;” y caminaremos con él en blanco, pues mediante su
sacrificio expiatorio seremos tenidos por dignos.

3MS 331. ---Pero no es un asunto fácil vencer las tendencias heredadas y


cultivadas. El yo es dominante, y lucha por la victoria. Pero las promesas
son para "el que venciere". El Señor presenta el camino correcto, pero él no
obliga a nadie a obedecer. Él deja al arbitrio de quienes ha concedido la luz,
recibirla o despreciarla; pero la conducta de los tales es seguida por seguros
resultados. La causa debe producir efectos...

ST 4 de agosto, 1890. ---Adán cayó cuando cedió al apetito. El hombre


nunca pudiera haber vencido el poder del apetito a menos que Cristo
hubiera vencido a su favor; pero ahora el hombre puede obtener la
victoria. Cristo vino para unir el poder divino con el esfuerzo humano,
para que a pesar de que hemos quedado abatidos por el apetito
pervertido, podemos coger ánimo, pues somos prisioneros de esperanza.
No se nos exige que seamos vencedores en nuestra propia fuerza;
mediante una fe viviente podemos aferrarnos de la manos del Poder
Infinito, y cuando Satanás viene con sus tentaciones, podemos apuntar a
la cruz del Calvario, y decir: “Cristo murió por mí; en su nombre yo
puedo, y voy a vencer. Yo deseo llegar al hogar edénico que Adán perdió. Yo
debo, y así haré, pelearé las batallas del Señor, y seré un vencedor, y tendré un
lugar en el reino de gloria.”

9T 151. ---Cristo es el Redentor que simpatiza con nuestro pesar y que


abunda en compasión. En su poder sustentador, hombres y mujeres se hacen
fuertes para resistir el mal. Al ver el pecador culpable al pecado, le llega a
ser muy aborrecible. Se maravilla de por qué no hubo venido antes a
Cristo. Él ve que sus defectos deben ser vencidos y que sus apetitos y
pasiones deben ser sujetados a la voluntad de Dios, que debe ser
participante de la naturaleza divina, habiendo vencido la corrupción que
está en el mundo mediante la lascivia. Habiéndose arrepentido de su
transgresión de la ley de Dios, se esfuerza sinceramente para vencer el
pecado. Él procura revelar el poder de la gracia de Cristo, y es llevado a una
relación personal con el Salvador. Constantemente guarda a Cristo delante de
sí. Orando, creyendo, y recibiendo las bendiciones que necesita, se acerca más
y más a la norma divina.

YI 7 de septiembre, 1893. ---Nadie diga: “Yo no puedo vencer mis


defectos de carácter;” pues si esta es su decisión, entonces no lograréis la
vida eterna. La imposibilidad estriba completamente en vuestra voluntad.
Si usted no desea, eso constituye el por qué. La real dificultad es la
corrupción de un corazón no santificado, y un corazón indispuesto a
someterse a la voluntad de Dios. Cuando en el corazón nace un
determinado propósito para vencer, tendréis una disposición para vencer,
y cultivaréis esos rasgos de carácter que son deseables, y entraréis en el
conflicto con un esfuerzo perseverante y consistente. Ejercitaréis una
vigilancia continua sobre vuestros defectos de carácter; y cultivaréis prácticas
correctas en las cosas pequeñas. La dificultad en vencer disminuirá en
proporción a la santificación del corazón mediante la gracia de Cristo.
Esfuerzo sincero y perseverante os pondrá sobre el terreno ventajoso de la
victoria; pues aquel que se esfuerza para vencer en y mediante la gracia de
Cristo, tendrá iluminación divina, y entenderá cómo las grandes verdades
pueden ser introducidas a las cosas pequeñas, y la religión puede ser llevada a
lo pequeño tanto como a lo grande de la vida.

§ 7CBA 981. ---Las palmas significan que han ganado la victoria, y los
mantos blancos que han sido revestidos con la justicia de Cristo. Gracias a
Dios porque se ha abierto una fuente para lavar los mantos de nuestro carácter
y hacerlos tan blancos como la nieve (MS 23, sin fecha).

PVGM 133-134. ---No obstante los defectos del pueblo de Dios, Cristo no
se aparta de los objetos de su cuidado. Tiene poder para cambiar sus
vestiduras. Saca sus ropas contaminadas, y pone sobre los que se arrepienten y
creen, su propio manto de justicia, y escribe "Perdonado" frente a sus nombres
en los registros del cielo. Los confiesa como suyos ante el universo celestial.
Su adversario Satanás queda desenmascarado como acusador y engañador.
Dios hará justicia a sus elegidos.

PVGM 252-254. ---El vestido de boda de la parábola representa el


carácter puro y sin mancha que poseerán los verdaderos seguidores de
Cristo. A la iglesia "le fue dado que se vista de lino fino, limpio y
brillante", "que no tuviese mancha, ni arruga, ni cosa semejante". El lino
fino, dice la Escritura, "son las justificaciones de los santos". Es la justicia
de Cristo, su propio carácter sin mancha, que por la fe se imparte a todos los
que lo reciben como Salvador personal.
La ropa blanca de la inocencia era llevada por nuestros primeros padres
cuando fueron colocados por Dios en el santo Edén. Ellos vivían en
perfecta conformidad con la voluntad de Dios. Toda la fuerza de sus afectos
era dada a su Padre celestial. Una hermosa y suave luz, la luz de Dios,
envolvía a la santa pareja. Este manto de luz era un símbolo de sus vestiduras
espirituales de celestial inocencia. Si hubieran permanecido fieles a Dios,
habría continuado envolviéndolos. Pero cuando entró el pecado, rompieron su
relación con Dios, y la luz que los había circuido se apartó. Desnudos y
avergonzados, procuraron suplir la falta de los mantos celestiales cosiendo
hojas de higuera para cubrirse.
Esto es lo que los transgresores de la ley de Dios han hecho desde el día en
que Adán y Eva desobedecieron. Han cosido hojas de higuera para cubrir la
desnudez causada por la transgresión. Han usado los mantos de su propia
invención; mediante sus propias obras han tratado de cubrir sus pecados y
hacerse aceptables a Dios.
Pero esto no pueden lograrlo jamás. El hombre no puede idear nada que pueda
ocupar el lugar de su perdido manto de inocencia. Ningún manto hecho de
hojas de higuera, ningún vestido común a la usanza mundana, podrán emplear
aquellos que se sienten con Cristo y los ángeles en la cena de las bodas del
Cordero.
Únicamente el manto que Cristo mismo ha provisto puede hacernos dignos de
aparecer ante la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su
propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente. "Yo te amonesto -dice
él- que de mí compres... vestiduras blancas, para que no se descubra la
vergüenza de tu desnudez".
Este manto, tejido en el telar del cielo, no tiene un solo hilo de invención
humana. Cristo, en su humanidad, desarrolló un carácter perfecto, y ofrece
impartirnos a nosotros este carácter. "Como trapos asquerosos son todas
nuestras justicias". Todo cuanto podamos hacer por nosotros mismos está
manchado por el pecado. Pero el Hijo de Dios "apareció para quitar nuestros
pecados, y no hay pecado en él". Se define el pecado como "la transgresión de
la ley". Pero Cristo fue obediente a todo requerimiento de la ley. El dijo de sí
mismo: "Me complazco en hacer tu voluntad, o Dios mío, y tu ley está en
medio de mi corazón". Cuando estaba en la tierra dijo a sus discípulos: "He
guardado los mandamientos de mi Padre". Por su perfecta obediencia ha
hecho posible que cada ser humano obedezca los mandamientos de Dios.
Cuando nos sometemos a Cristo, el corazón se une con su corazón, la
voluntad se fusiona con su voluntad, la mente llega a ser una con su
mente, los pensamientos se sujetan a él; vivimos su vida. Esto es lo que
significa estar vestidos con el manto de su justicia. Entonces, cuando el
Señor nos contempla, él ve no el vestido de hojas de higuera, no la desnudez y
deformidad del pecado, sino su propia ropa de justicia, que es la perfecta
obediencia a la ley de Jehová.

§ CS 537-538. ---A todos los que se hayan arrepentido verdaderamente


de su pecado, y que hayan aceptado con fe la sangre de Cristo como su
sacrificio expiatorio, se les ha inscrito el perdón frente a sus nombres en
los libros del cielo; como llegaron a ser partícipes de la justicia de Cristo y
su carácter está en armonía con la ley de Dios, sus pecados serán
borrados, y ellos mismos serán juzgados dignos de la vida eterna. El Señor
declara por el profeta Isaías: "Yo, yo soy aquel que borro tus transgresiones a
causa de mí mismo, y no me acordaré más de tus pecados." (Isaías 43: 25,
V.M.) Jesús dijo: "El que venciere, será así revestido de ropas blancas; y no
borraré su nombre del libro de la vida, sino confesaré su nombre delante de mi
Padre, y delante de sus santos ángeles." "A todo aquel, pues, que me confesare
delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está
en los cielos. Pero a cualquiera que me negare delante de los hombres, le
negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos." (Apocalipsis 3:
5; S. Mateo 10: 32, 33, V.M.)
Todo el más profundo interés manifestado entre los hombres por los fallos de
los tribunales terrenales no representa sino débilmente el interés manifestado
en los atrios celestiales cuando los nombres inscritos en el libro de la vida
desfilen ante el Juez de toda la tierra. El divino Intercesor aboga por que a
todos los que han vencido por la fe en su sangre se les perdonen sus
transgresiones, a fin de que sean restablecidos en su morada edénica y
coronados con él coherederos del "señorío primero." (Miqueas 4: 8.) Con sus
esfuerzos para engañar y tentar a nuestra raza, Satanás había pensado frustrar
el plan que Dios tenía al crear al hombre, pero Cristo pide ahora que este plan
sea llevado a cabo como si el hombre no hubiese caído jamás. Pide para su
pueblo, no sólo el perdón y la justificación, plenos y completos, sino además
participación en su gloria y un asiento en su trono.
Mientras Jesús intercede por los súbditos de su gracia, Satanás los acusa ante
Dios como transgresores. El gran seductor procuró arrastrarlos al
escepticismo, hacerles perder la confianza en Dios, separarse de su amor y
transgredir su ley. Ahora él señala la historia de sus vidas, los defectos de
carácter, la falta de semejanza con Cristo, lo que deshonró a su Redentor,
todos los pecados que les indujo a cometer, y a causa de éstos los reclama
como sus súbditos.
Jesús no disculpa sus pecados, pero muestra su arrepentimiento y su fe, y,
reclamando el perdón para ellos, levanta sus manos heridas ante el Padre y los
santos ángeles, diciendo: Los conozco por sus nombres. Los he grabado en las
palmas de mis manos. "Los sacrificios de Dios son el espíritu Quebrantado: al
corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios." (Salmo 51: 17.) Y
al acusador de su pueblo le dice: "Jehová te reprenda, oh Satán; Jehová, que
ha escogido a Jerusalem, te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del
incendio?" (Zacarías 3: 2.) Cristo revestirá a sus fieles con su propia justicia,
para presentarlos a su Padre como una "Iglesia gloriosa, no teniendo mancha,
ni arruga, ni otra cosa semejante." (Efesios 5: 27, V.M.) Sus nombres están
inscritos en el libro de la vida, y de estos escogidos está escrito: "Andarán
conmigo en vestiduras blancas; porque son dignos." (Apocalipsis 3: 4.)

HH 370- .--- Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han
manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque
son dignas. Apocalipsis 3: 4.
En vista de estas animadoras promesas, ¡cuán fervientemente deberíamos
esforzarnos por conformar un carácter que nos capacite para estar de pie ante
el Hijo de Dios. Sólo aquellos que estén vestidos con el manto de su justicia
podrán soportar la gloria de su presencia cuando él aparezca con "grande
poder y gloria".
Significa mucho ser vencedor. Deben ser firmemente resistidas las
asechanzas del enemigo y de todos sus malignos instrumentos. Debemos
estar en guardia a cada momento. Ni por un instante debemos perder de
vista a Cristo y su poder para salvar en la hora de prueba. Debemos
colocar nuestra manos en la suya, para que podamos ser sostenidos por el
poder de su fortaleza.-RH 9-7-1908.
Si queréis sentaros junto a la mesa de Cristo, y participar de los alimentos
que él ha provisto para la cena de las bodas del Cordero, debéis poseer un
vestido especial, llamado el vestido de bodas, que es el manto blanco de
justicia de Cristo. Todo aquel que lo tenga está autorizado para entrar en la
ciudad de Dios; y si Jesús no hubiese estado tan deseoso de que tuvieseis un
lugar en las mansiones que ha ido a preparar para aquellos que le aman, no
habría hecho, a un costo tan grande para sí, todos esos preparativos,
efectuados únicamente para que podáis ser felices y sentaros junto a su mesa y
disfrutar del hogar que fue a preparar para toda la familia de los redimidos.-Yl
11-8-1886.
El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del
libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus
ángeles. Apoc. 3: 5.
La expresión "el que venciere", revela que hay algo que cada uno de
nosotros debe vencer. El vencedor será cubierto con el manto blanco de
la justicia de Cristo, y se dice de él: "Y no borraré su nombre del libro de
la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus
ángeles". ¡Oh, qué privilegio ser vencedores, y que nuestros nombres sean
presentados ante el Padre por el mismo Salvador!-RH 9-71908.
¡Qué preciosa seguridad está contenida en esta promesa! ¿Qué mayor aliciente
podría presentársenos para llegar a ser hijos e hijas de Dios? ¿Quién se
colocará toda la armadura? ¿Quién se alistará bajo el estandarte ensangrentado
del Príncipe Emmanuel?. . . A todo hijo de Dios que está luchando y sufriendo
tentaciones puede llegar la iluminación divina a fin de que no necesite caer en
la contienda contra las potestades de las tinieblas, sino que en cada batalla sea
vencedor.-YI 6-9-1894.
Se pone sobre los tentados, probados, pero fieles hijos de Dios, el manto
sin mancha de la justicia de Cristo . . . Sus nombres permanecen en el
libro de la vida del Cordero, registrados entre los fieles de todos los siglos.
Han resistido los lazos del engañador; no han sido apartados de su lealtad
por el rugido del dragón. Ahora están eternamente seguros de los
designios del tentador . . . Y ese residuo no sólo es perdonado y aceptado,
sino honrado. Una "mitra limpia" es puesta sobre su cabeza. Han de ser
reyes y sacerdotes para Dios. Mientras Satanás estaba insistiendo en sus
acusaciones y tratando de destruir esta hueste, los ángeles santos, invisibles,
iban de un lado a otro poniendo sobre ellos el sello del Dios viviente. Ellos
han de estar sobre el monte de Sión con el Cordero, teniendo el nombre del
Padre escrito en sus frentes.-JT 3, 178, 179.

5T 692-693. ---Varias veces durante el pasado invierno de 1888-1889, he


visto la noticia de que, durante la conferencia en Minneapolis, “A la hermana
White se le mostró que el juicio, que desde 1844 había estado realizándose
para con los justos muertos, ahora había empezado sobre los vivientes.” Este
reporte es falso. Un rumor similar, que se ha visto entre el pueblo como por
dos años, se originó así: En una carta escrita desde Basel, Swiza, a un ministro
en California, hice un comentario substancialmente así: “el juicio se ha estado
realizando por más de cuarenta años sobre los casos de los muertos, y no
sabemos cuán pronto pasará a los casos de los vivientes.” La carta fue leída a
varias personas, y oyentes descuidados dijeron lo que ellos pensaron haber
oído. Así empezó el asunto. El reporte de Minneapolis de el malentendido de
alguien tocante a una declaración igual a la que fue citada de la carta. No
existe otro fundamento para ningún reporte que no sea el que ya fue dicho.
En segundo lugar, se ha oído que un ministro que ahora está viviendo ha sido
visto por mí en visión como salvado en el reino de Dios, representando así que
su final salvación está asegurada. No existe verdad alguna en esta declaración.
La palabra de Dios establece las condiciones para nuestra salvación, y
descansa enteramente sobre nosotros mismos si estaremos o no, en acuerdo
con las mismas.
Dice el revelador: [Revelación 3:4, 5]....
Aquí tenemos claramente dicha la elección bíblica. Aquí está especificado
quién será coronado en la ciudad de Dios, y quién no tendrá parte con los
justos. “Bienaventurados son los que guardan sus mandamientos, para
que tengan derecho al árbol de vida, y entren por los portales de la
ciudad.”

7CBA 971-972. ---[Se cita Apocalipsis 3:4-5.] Esta es la recompensa que


será dada a los que han obtenido un carácter puro e intachable, quienes
ante el mundo se han aferrado a la fe. Jesucristo confesará sus nombres
delante del Padre y delante de sus ángeles. Han sido verdaderos, leales y
fieles. En medio de acusaciones y de buenos informes han practicado y
enseñado la verdad (MS 26, 1905).
"Tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus
vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son
dignas". Se les confiere este honor debido a su fe. En esta vida no se
jactaron ni su alma se envaneció. Con intenso deseo, con fe pura y santa
se aferraron a la promesa de riquezas eternas. Su único deseo era ser
como Cristo. Siempre mantuvieron en alto la norma de justicia. Les es dado
un eterno peso de gloria porque en la tierra anduvieron con Dios guardándose
sin mancha en el mundo, revelando a sus prójimos la justicia de Cristo. De
esas personas declara el Salvador: "Andarán conmigo en vestiduras blancas,
en el mundo que he preparado para ellas" [se cita Apocalipsis 3:5] (RH 10-8-
1905).
[Se cita Apocalipsis 3: 4-5.] Estas palabras se dan para las personas que
aún están relacionadas con el mundo, sujetas a tentaciones e influencias
que son engañosas y alucinantes. Mientras mantengan fija su atención en
Aquel que es su sol y su escudo, las tinieblas y la oscuridad que las rodean no
dejarán una mancha ni una mácula en sus vestiduras. Caminarán con Cristo;
orarán, creerán y trabajarán para salvar a las almas que están a punto de
perecer. Están tratando de romper las ataduras con que Satanás las ha ligado,
y no serán avergonzadas si por fe hacen de Cristo su compañero. El gran
engañador presentará constantemente tentaciones y engaños para echar a
perder la obra del ser humano; pero si éste confía en Dios, si es manso,
humilde y dócil de corazón, si persevera en el camino del Señor, el cielo se
regocijará porque ganará la victoria. Dios dice: "Andará conmigo de blanco,
con vestiduras inmaculadas, porque es digno" (MS 97, 1898).

H Ap 124. ---"El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, y


los defiende." (Sal. 34: 7.) Dios envía a sus ángeles a salvar a sus escogidos
de la calamidad, a protegerlos de "pestilencia que ande en obscuridad," y de
"mortandad que en medio del día destruya." (Sal. 91: 6.) Repetidas veces los
ángeles han hablado con los hombres como un hombre habla con su
amigo, y los han guiado a lugares seguros. Vez tras vez las palabras
alentadoras de los ángeles han renovado los espíritus abatidos de los
fieles, elevando sus mentes por encima de las cosas de la tierra, y los han
inducido a contemplar por la fe las ropas blancas, las coronas y las
palmas de victoria, que los vencedores recibirán cuando circunden el gran
trono blanco.

H Ap 470. ---Y para todos los fieles que están luchando contra el mal, Juan
oyó hacer las promesas: "Al que venciere, daré a comer del árbol de la vida, el
cual está en medio del paraíso de Dios." "El que venciere, será vestido de
vestiduras blancas: y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su
nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles." "Al que venciere, yo le
daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he
sentado con mi Padre en su trono." (Apocalipsis 2: 7; 3: 5, 21.)
Juan vio la misericordia, la ternura y el amor de Dios mezclados con su
santidad, justicia y poder. Vio a los pecadores hallar un Padre en Aquel a
quien sus pecados les habían hecho temer. Y mirando más allá de la
culminación del gran conflicto, contempló en Sión a "los que habían
alcanzado la victoria . . . estar sobre el mar de vidrio, teniendo las arpas
de Dios," y cantando el cántico de Moisés y del Cordero. (Apocalipsis 15:
2, 3.)

7CBA 998. --- En los libros del cielo se registran con exactitud las burlas
y las observaciones triviales de los pecadores que no prestan atención a
las invitaciones de la misericordia que se les hacen, cuando Cristo les es
presentado por sus ministros. Así como el artista reproduce en el vidrio
pulido un cuadro verdadero del rostro humano, así también los ángeles de
Dios cada día registran minuciosamente en los libros del cielo una
representación exacta del carácter de cada ser humano (ST 11-21903).
Todos los que son participantes de esta gran salvación obrada por Jesucristo,
están bajo la obligación de trabajar como colaboradores de Dios. En las
cortes celestiales se pasa lista, donde está registrado cada nombre, y los
seres celestiales responden al llamado. Allí se anota el servicio prestado
por cada ser humano en la tierra. Si son negligentes, se registra; si son
diligentes, se anota; o si son ociosos, ese hecho queda registrado contra
sus nombres. En toda la gran masa de la humanidad ninguno pasa
inadvertido. Que cada uno esté listo para responder al llamado, diciendo:
"Heme aquí, Señor, listo para la acción".
El mundo espera algo de vosotros. Si no resplandecéis como luces en el
mundo, alguien se levantará en el juicio y os culpará de la sangre de su alma.
Se verá que tú fuiste un agente en las manos del enemigo de Dios y del
hombre para extraviar y engañar por medio de tu falsa profesión de
cristianismo. No condujiste las almas a la piedad y a la consagración. Tuviste
nombre de que vivías; pero estabas espiritualmente muerto. No tuviste la
influencia vitalizante del Espíritu de Dios, que se da abundantemente a todos
los que la piden con fe (RH 16-8-1898).
Dios juzga a cada hombre de acuerdo con su obra. No sólo juzga, sino que
resume día tras día y hora tras hora nuestro progreso en el bien hacer (RH 16-
5-1899).
Cuando nos convertimos en hijos de Dios, nuestros nombres se escriben
en el libro de la vida del Cordero, y allí permanecen hasta el tiempo del
juicio investigador. Entonces el nombre de cada individuo será llamado y su
registro será examinado por Aquel que declara: "Yo conozco tus obras". Si en
aquel día aparece que no nos hemos arrepentido plenamente de todas nuestras
malas acciones, nuestros nombres serán borrados del libro de la vida y
nuestros pecados permanecerán en contra de nosotros (ST 6-8-1885).
(Exo. 32:30-33; ver EGW com. Mat. 12:31-32.) Un castigo justo para los
pecadores.-
Moisés manifestó su gran amor por Israel al interceder ante el Señor para que
perdonara el pecado del pueblo o borrara su nombre del libro que él había
escrito. Sus intercesiones ilustran el amor y la mediación de Cristo por la raza
pecadora. Pero el Señor se negó a dejar que Moisés sufriera por los pecados
de su pueblo apóstata; le dijo que aquellos que habían pecado contra él serían
borrados de su libro que había escrito, porque los justos no deben sufrir por la
culpa de los pecadores.
El libro al cual se hace referencia aquí es el libro de los registros del cielo,
en el cual está inscrito cada nombre y están registrados fielmente los actos
de todos, sus pecados y su obediencia. Cuando los individuos cometen
pecados que son demasiado atroces para que el Señor los perdone, sus
nombres son borrados del libro y quedan destinados a la destrucción (ST 27-5-
1880).

CN 377-378. ---La única forma en que alguien puede estar seguro contra el
poder de la intemperancia es absteniéndose completamente de vino, cerveza y
bebidas fuertes. Debemos enseñar a nuestros hijos que deben abandonar esas
cosas a fin de ser varoniles. Dios nos ha mostrado lo que constituye la
verdadera virilidad. El que vence será honrado y su nombre no será
borrado del libro de la vida (Id., pág. 37).
Mediante fervientes y perseverantes esfuerzos, que no sean desviados por las
prácticas de la vida social, los padres pueden edificar un baluarte moral en
torno de sus hijos que los defenderá de las desgracias y crímenes causados por
la intemperancia. No se debiera dejar que los hijos actúen a su capricho,
desarrollando indebidamente rasgos que debieran ser cortados en flor; sino
que debieran ser cuidadosamente disciplinados y educados para que se alisten
de parte de lo correcto, de la reforma y la abstinencia. Entonces tendrán
independencia moral en cada crisis para hacer frente a la tormenta de
oposición que seguramente asaltará a los que se colocan del lado de la
verdadera reforma (Temperance, págs. 214, 215).

CN 392. ---Hay un vestido que cada niño y cada joven puede buscar
inocentemente. Es la justicia de los santos. Si tan sólo fueran tan dispuestos y
perseverantes en obtener esto, como son en arreglar sus vestidos de acuerdo
con las modas de sociedad mundana, pronto estarían revestidos con la justicia
de Cristo y sus nombres no serían borrados del libro de la vidas. Las madres,
tanto como las jóvenes y niñas, necesitan orar: "Crea en mí, oh Dios, un
corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mi" (Salmo 51: 10).
Esta pureza de corazón y gracia del espíritu son más preciosas que el oro,
tanto para este tiempo como para la eternidad. Solo los puros de corazón
verán a Dios.

CsS 282. ---Los hombres deben actuar concienzudamente y sentir que están
haciendo la obra de Dios. Deben determinar en sus corazones corregir todos
los engaños de Satanás que podrían apartarlos del camino recto, para que no
elijan la senda del Señor, sino que sigan los impulsos de su propio carácter
indisciplinado. Cuando el corazón está santificado y guiado por el Espíritu
Santo, la persona no correrá riesgos, sino que se asegurará en todo lo que
emprende para llevar a cabo la buena obra de Jesús; y al hacer su obra
rectamente se afirma con seguridad en esta vida aferrándose firmemente de
arriba, y será guiada en todo camino bueno y santo. Estas personas
obedecerán constantemente los principios. Harán su obra, no para asegurar un
gran nombre o salarios elevados, no tendrán el propósito de mezclar el yo en
todas sus obras, y no aparentarán ser alguien en el mundo, sino que procurarán
actuar correctamente en todo ante la vista de Dios. No manifestarán ni la
mitad de la ansiedad para hacer una obra grandiosa como para realizar
cualquier cosa que tengan que llevar a cabo con fidelidad y tomando en
cuenta la gloria de Dios. Estos hombres son grandes ante la vista de Dios.
Sus nombres quedan registrados en el libro de vida del Cordero como
siervos fieles del Altísimo. Estos son los hombres que son más preciosos ante
la vista de Dios que el oro fino, y aún más preciosos que el oro de Ofir.

PVGM 240-241. ---El Señor desea que apreciemos el gran plan de la


redención, que comprendamos nuestro elevado privilegio como hijos de Dios,
y que caminemos delante de él en obediencia y agradecimiento. Desea que le
sirvamos en novedad de vida, con alegría cada día. Anhela que la gratitud
brote de nuestro corazón porque nuestro nombre está escrito en el libro
de la vida del Cordero, porque podemos poner todos nuestros cuidados
sobre Aquel que cuida de nosotros. El nos ordena que nos regocijemos
porque somos la herencia del Señor, porque la justicia de Cristo es el manto
blanco de sus santos, porque tenemos la bendita esperanza de la pronta venida
de nuestro Salvador.

1T 405 ---En estos tiempos, no se conocen casi las persecuciones y el


oprobio por amor de Cristo. Muy poca abnegación y sacrificio son
necesarios para asumir una forma de piedad y hacer inscribir el nombre
de uno en los registros de la iglesia; pero el vivir de tal manera que
nuestros caminos agraden a Dios y nuestros nombres estén registrados en
el libro de la vida, requerirá vigilancia y oración, abnegación y sacrificio
de nuestra parte. Los que profesan ser cristianos no son ejemplo para la
juventud, sino tan sólo en la medida en que sigan a Cristo. Las buenas
acciones son inequívocos frutos de la verdadera piedad. El Juez de toda la
tierra dará a cada uno conforme a sus obras. Los niños que siguen a Cristo
tienen una lucha delante de si; tienen que llevar diariamente una cruz para
salir del mundo, mantenerse separados e imitar la vida de Cristo.

5T 331. ---Querido hermano y hermana H: Respecto a sus actuales


relaciones con la iglesia sugiero que hagan todo lo posible de su parte para
estar en armonía con sus hermanos. Cultívese un espíritu amable y
conciliatorio, y ningún sentimiento de represalia entre en la mente y el
corazón. Tenemos sino poco tiempo en este mundo, por tanto trabajemos
aprovechando el tiempo, y, para la eternidad. Sed diligentes en asegurar
vuestro llamamiento y vuestra elección. Asegúrense en no cometer error
alguno tocante al título de vuestro hogar en el reino de Cristo. Si vuestro
nombre está registrado en el libro de vida del Cordero, entonces todo
saldrá bien. Estén dispuestos y prestos a confesar vuestras faltas y
abandonarlas, que vuestros errores y pecados vayan delante hacia el
juicio y quede escrito ‘perdón’ al lado de vuestro nombre.

5T 333. ---“El hombre ve la apariencia, pero el Señor ve el corazón,”—el


corazón humano, con sus conflictivas emociones de gozo y tristeza,--el
corazón distraído y errante, que es la habitación de tanto impureza y engaño.
Él conoce sus motivos, sus mismas intenciones y propósitos. Id a él con
vuestro corazón todo manchado como lo es. Como el salmista, abrid sus
cámaras al Ojo que todo lo ve, exclamando: “Sondéame , o Dios, y conoce mi
corazón: pruébame, y conoce mis pensamientos: y mira si hay en mí impiedad,
y guíame en el camino eterno.” Sométase el corazón para ser refinado y
purificado; entonces seréis participantes de la naturaleza divina,
habiendo escapado la corrupción que está en el mundo mediante la
lascivia. Entonces estaréis “siempre listos para dar respuesta a todo
hombre que os pide razón de vuestra fe que hay en vosotros con
mansedumbre y reverencia.” La paz de Cristo será vuestra. Vuestro
nombre estará registrado en el libro de vida; vuestro título a la herencia
celestial será la señal real, que nadie en la tierra se atreva a cuestionar.
Nadie podrá obstruir vuestro camino hacia los portales de la ciudad de Dios,
sino que tendréis libre acceso a la presencia del Rey y al templo de Dios en el
cielo.

PR 434. ---Mientras el pueblo de Dios aflige su alma delante de él,


suplicando pureza de corazón, se da la orden: "Quitadle esas vestimentas
viles," y se pronuncian las alentadoras palabras: "Mira que he hecho pasar tu
pecado de ti, y te he hecho vestir de ropas de gala." Se pone sobre los tentados
y probados, pero fieles, hijos de Dios, el manto sin mancha de la justicia de
Cristo. El remanente despreciado queda vestido de gloriosos atavíos, que
nunca han de ser ya contaminados por las corrupciones del mundo. Sus
nombres permanecen en el libro de la vida del Cordero, registrados entre
los de los fieles de todos los siglos. Han resistido los lazos del engañador; no
han sido apartados de su lealtad por el rugido del dragón. Tienen ahora eterna
y segura protección contra los designios del tentador. Sus pecados han sido
transferidos al que los instigara. Una "mitra limpia" es puesta sobre su cabeza.

Te 166. ---El único camino en el que cualquiera puede estar protegido contra
el poder de la intemperancia, es absteniéndose totalmente de vino, cerveza y
bebidas fuertes. Debemos enseñar a nuestros hijos que a fin de ser viriles no
deben tocar estas cosas. Dios nos ha mostrado qué constituye la verdadera
virilidad. El que venciere será honrado, y su nombre no será borrado del libro
de vida (Christian Temperance and Bible Hygiene, pág. 37).

Te 250-251. ---En el desierto de la tentación, Cristo pasó por el terreno


donde cayó Adán. Comenzó la obra donde comenzó la ruina, y en lugar de
nosotros venció el poder del maligno en el punto del apetito. Satanás
abandonó el campo como un enemigo vencido y nadie está eximido de entrar
en la batalla del lado del Señor, pues no hay razón para que no podamos ser
vencedores si confiamos en Cristo. "Al que venciere, le daré que se siente
conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre
en su trono". Mediante los méritos de Cristo, hemos de ser purificados,
refinados, redimidos y se nos dará un lugar con Cristo en su trono. ¿Se podría
conferir al hombre un honor mayor que éste? ¿Podríamos aspirar a algo
mayor? Si somos vencedores, Cristo declara: "No borraré su nombre del
libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de
sus ángeles" (Signs of the Times, 22, 29-6 y 6-7-1891).

Te 258-259. ---El Señor ordenó que la esposa de Manos siguiera estrictos


hábitos de temperancia. "A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo:
He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a
luz un hijo. Ahora, pues, no bebas ni vino ni sidra, ni comas cosa inmunda".
El ángel que apareció a Zacarías y a Elisabet dijo: "Tu oración ha sido oída, y
tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás
gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande
delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo".
Aquí se toma en cuenta al niño antes de su nacimiento y después. Vosotras,
madres, debéis dar valor a estas cosas. Los apetitos de la madre se transmiten
a los hijos. Muchas de vosotras que os complacéis en algunas cosas para
satisfacer el apetito, estáis retirando el apuntalamiento de la base de vuestra
casa. Hay hombres que podrían haber tenido un registro tan limpio como
el de Daniel. Satanás está jugando sus cartas en procura de vuestra alma.
Necesitamos quedar libres y puros de las degradaciones de este mundo.
"El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su
nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y
delante de sus ángeles". Cristo venció en nuestro lugar. Podemos vencer
por el nombre de Jesucristo de Nazaret.

TM 452-453. ---Los que vencen el mundo, la carne y el diablo, serán los


favorecidos que reciban el sello del Dios vivo. Aquellos cuyas manos no
estén limpias, cuyos corazones no sean puros, no tendrán el sello del Dios
vivo. Los que están planeando pecados y ejecutándolos serán pasados por
alto. Sólo los que, en su actitud ante Dios, ocupan la posición de quienes se
arrepienten y confiesan sus pecados en el gran día de la verdadera expiación,
serán reconocidos y señalados como merecedores de la protección de Dios.
Los nombres de aquellos que firmemente anhelan y esperan la aparición de su
Salvador y velan por ella más ferviente y anhelosamente que los que esperan
la mañana- estarán en el número de los que son sellados. Aquellos que,
mientras tienen toda la luz de la verdad que brilla sobre sus almas, y
debieran tener obras correspondientes a su fe reconocida, son sin
embargo hechizados por el pecado, implantan ídolos en su corazón,
corrompen sus almas delante de Dios, y mancillan a los que se unen con
ellos en el pecado, verán sus nombres borrados del libro de la vida, y
serán dejados en la oscuridad de la medianoche, carentes de aceite en las
vasijas de sus lámparas. "A vosotros los que teméis mí nombre, nacerá el
Sol de Justicia, y en sus alas traerá salud".

7CBA 972. ---Cristo dice de los vencedores: "No borraré su nombre del
libro de la vida". Los nombres de todos los que alguna vez se entregaron
a Dios, están escritos en el libro de la vida y sus caracteres están
desfilando ahora delante de él. Los ángeles de Dios están pesando el valor
moral; están observando el desarrollo del carácter en aquellos que ahora viven,
para ver si sus nombres pueden ser conservados en el libro de la vida. Se nos
concede un tiempo de gracia para lavar las ropas de nuestro carácter y
emblanquecerlas en la sangre del Cordero. ¿Quién está haciendo esta obra?
¿Quién se está separando del pecado y del egoísmo? (HS 138).

§ GCB 6 de abril, 1903. ---“El que venciere, el mismo será vestido de


vestiduras blancas; y no”---¡O, cuán precioso es ese “no”! –“Y no borraré
su nombre del libro de vida, sino confesaré su nombre ante mi Padre, y
delante de sus ángeles.” Cuando los portales de la ciudad de Dios se abran
sobre sus lucientes bisagras, y las naciones que han guardado la verdad
lleguen a entrar, Cristo estará allí para recibirnos, para llamarnos los
benditos del Padre, porque hemos vencido. Él nos dará la bienvenida
delante del Padre, y delante de sus ángeles. Al entrar en el reino de Dios
para allí pasar la eternidad, entonces las pruebas, dificultades y perplejidades
que aquí hemos tenido, se hundirán en la insignificancia. Nuestra vida se
medirá con la vida de Dios.

GCB 6 de junio, 1909. ---¡Qué palabra de precaución es esta! ¿Cuántos de


nosotros podemos comprender lo que significa? A través de toda la palabra de
Dios se dan advertencias e instrucciones que indican cuál es el Camino, la
Verdad, y la Vida. “Tienes unos pocos nombres en Sardis,” dice la Palabra,
“los cuales no han manchado sus vestiduras; y caminarán conmigo en blanco:
pues ellos son dignos.” ¿Cuáles de esta compañía reunida hoy aquí estarán
entre los “pocos nombres”? Aquí se nos muestra una compañía pequeña
que se dice estar ante el trono de Dios como siendo “dignos.” Ellos no han
tenido una religión a tientas, sino una experiencia que los ha probado
como leales a los principios, así como lo es la brújula al polo. De los tales
el Señor declara: “Los mismos serán vestidos en vestidura blanca; y no borraré
sus nombres del libro de vida; sino confesaré sus nombres delante de mi
Padre, y delante de sus ángeles.”

HS 139. ---Los nombres de algunos serán borrados del libro de la vida.


¿Quiénes serán? Examinémonos cuidadosamente para ver si estamos en la fe;
seamos diligentes en realizar una obra afincada para la eternidad. Jesús dice
que él confesará el nombre del vencedor delante de su Padre, y delante de
los santos ángeles. Si nuestros nombres fueran honrados delante de la
hueste celestial en el día de Dios, debemos obtener la vestidura blanca
ahora. Debemos arroparnos con la vestidura de humildad. Cada paso hacia el
cielo debe ser un paso de humildad.

ML 322. ---[Revelación 3:11 citado] Decisiones pueden ser hechas en un


momento que fijen nuestra condición para siempre...Pero recordad, se llevaría
una obra de toda una vida para recobrar lo que malogra un momento de ceder
a la tentación y la necedad...
Por un acto rápido de la voluntad podéis poneros bajo el poder de Satanás,
pero se requerirá más que un acto rápido para romper los lazos y os esforzéis
hacia una vida más alta y santa. El hombre que deliberadamente se aparta de
Dios mientras se encuentra en el pleno fulgor de la luz, encontrará cuando
desea fijar su rostro para regresar, que espinas y cardos han crecido en su
camino, y no debe sorprenderse si es obligado a viajar mucho con pies
sangrantes y heridos. La evidencia más temible y que más hay que evitar; la
cual indica la caída del hombre de un estado mejor, es el hecho de que cuesta
mucho para poderse recobrar. El camino de regreso podrá alcanzarse sólo
mediante dura lucha, centímetro por centímetro, a cada hora....
Los que alcanzan el cielo ejercerán sus más nobles esfuerzos y trabajarán con
toda paciencia para poder cosechar el fruto de su trabajo. Hay un brazo que
abrirá de par en par los portales del Paraíso a los que han soportado la
prueba de la tentación y por el amor de Cristo han guardado buena
conciencia al renunciar el mundo, sus honores y su aplauso, confesándole
así ante los hombres y esperando con toda paciencia para que Él los
represente delante del Padre y los santos ángeles.

OHC 368. ---¿Podéis vosotros, queridos jóvenes, ver hacia delante con
gozosa esperanza y expectativa a la hora cuando el Señor, vuestro justo
Juez, confiese vuestro nombre delante del Padre y delante de los santos
ángeles? La mejor preparación que podéis tener para la segunda aparición de
Cristo es el poder descansar con firme fe en la gran salvación que nos fue
traída en su primer advenimiento. Debéis creer en Cristo como vuestro
Salvador personal.

RC 49. ---Cristo dejó todo para salvar a los hombres de la consecuencia y la


penalidad de la transgresión de la ley. El camino del pesebre al Calvario fue
marcado con sangre. El Hijo de Dios no se desvió del camino de una
obediencia inconmovible, aun hasta la muerte de cruz. Sufrió todas las
penurias del pecado del hombre . . . Les ruego en el nombre de Cristo que
confiesen sus pecados y reformen sus caminos, para que sus nombres no
sean quitados del libro de la vida, sino que sean confesados ante el Padre
y sus ángeles. Jesús está intercediendo con su sangre ante el Padre, y
ahora, mientras la misericordia se extiende y se prolonga la prueba,
busquen la aprobación del Cielo. -Review and Herald, 29 de junio de 1911.

HH 371. ---La expresión "el que venciere", revela que hay algo que cada
uno de nosotros debe vencer. El vencedor será cubierto con el manto blanco
de la justicia de Cristo, y se dice de él: "Y no borraré su nombre del libro de
la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles".
¡Oh, qué privilegio ser vencedores, y que nuestros nombres sean
presentados ante el Padre por el mismo Salvador!-RH 9-71908.

2MS 189. ---Hay una mano que abrirá de par en par las puertas del Paraíso
para que entren los que hayan soportado la prueba de la tentación y hayan
mantenido una buena conciencia abandonando el mundo, sus honores y su
aprobación, por amor a Cristo, confesándolo así delante de los hombres, y
esperando pacientemente que él confesara sus nombres delante del Padre y de
los santos ángeles.

Versículo 6. ---“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias".

§ RH 7 de junio, 1887. ---Aquellos que siempre están acercándose más y


más al mundo, y pareciéndose más a él en sentimientos, en planes y en
ideas, han dejado un espacio entre ellos y el Salvador, y Satanás ha
impuesto su presencia en este espacio; y he aquí, planes mundanos y
egoístas llegan a entretejerse en su experiencia. La voz de Dios se está
dirigiendo a esta clase que no es pequeña: “El que tiene oído, oiga lo que
el Espíritu dice a las iglesias.” Es de consecuencia que escuchéis
atentamente y obedezcáis. Procurad una estrecha relación con Cristo.
Manténgase la mente en constante contacto con el mundo, y sus costumbres
llegarán a ser vuestras costumbres como también las cosas las veréis, oiréis,
sentiréis y las actuaréis así como ellos.

ST 27 de enero, 1898. ---Cristo nos pide que oigamos sus palabras para
que le conozcamos. “El que tenga oídos para oír oiga.” No hemos de oír
como hicieron quienes menciona el apóstol: “La Palabra dicha no les
aprovechó, no estando mezclada con fe en los que oyeron, no sea que
alguna cosa les causara tropiezo.”

EL QUE TIENE OÍDO, OIGA---Véase también EGW sobre Revelación 2:7,


11, 17, 29.

Versículo 7. ---“Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia: "Esto dice el


Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno
cierra, y cierra y ninguno abre:”

BEcho 23 de julio, 1900. ---Cuando Dios dio a Jesús a nuestro mundo, nos
dio todo el cielo. Este don ha asegurado para nosotros la adopción en la
familia de Dios. La promesa del Padre es Sí y Amen en Cristo Jesús. Nunca
nos mentirá. Nunca cambiará lo que ha salido de su boca. Las nubes de
incertidumbre e incredulidad se desvanecieron al exclamar Cristo en la cruz:
“Consumado es.” Nunca más tuvo el enemigo poder para molestarlo y
angustiarlo. La santidad y la justicia se unieron para completar la gran
obra de la redención. En la cruz se encontraron la verdad y la
misericordia, y se besaron la justicia y la paz. Jesús había atestiguado que
Dios es leal. La fe no demanda más.

§ BTS 1 de marzo, 1909. ---Estoy segura que Satanás, y sus infernales


agentes, está haciendo todo lo posible para desanimaros, no debemos
desalentarnos, tampoco necesitamos fracasar. Debemos sufrir pérdida y ser
objeto de injuria; nos levantarán falso testimonio, y lo afrontaremos con
paciencia por amor a Cristo. Una cosa es segura,--Dios no se puede negarse
a sí mismo. Podemos afianzarnos totalmente en él, y no quedaremos
trastornados en medio de la Confusión de voces.

DTG 655. ---Todo lo que llevaba el sacerdote había de ser entero y sin
defecto. Estas hermosas vestiduras oficiales representaban el carácter del gran
prototipo, Jesucristo. Nada que no fuese perfecto, en la vestidura y la
actitud, en las palabras y el espíritu, podía ser aceptable para Dios. Él es
santo, y su gloria y perfección deben ser representadas por el servicio
terrenal. Nada que no fuese la perfección podía representar debidamente el
carácter sagrado del servicio celestial.

RH 19 de noviembre, 1895. ---Las promesas de Dios son como flores


dispersadas en un jardín. El Señor desearía que nos espaciemos en ellas,
viéndolas de cerca, absorbiendo su hermosura, y apreciando el favor que Dios
nos ha dado al hacer provisiones tan ricas para nuestra necesidad. Si no fuera
por nuestra contemplación de las promesas de Dios, no pudiéramos entender
su inmerecido amor y compasión hacia nosotros, ni reconocer cuán ricos son
los tesoros preparados para aquellos que le aman. Él desearía que el corazón
reposara en fe sobre Él, la única suficiencia del agente humano. Hemos de
enviar nuestras peticiones a través de las nubes más oscuras que Satanás
pueda echar sobre nosotros; y permitir que nuestra fe atraviese hasta el
trono de Dios rodeado por el arco iris de la promesa, la seguridad de que
Dios es verdadero, que en él no hay variación ni sombra de cambio.

1SAT 17-18. ---Pudiéramos ir a los paganos y decirles que amamos la


verdad y servimos al Dios verdadero; y ellos os dirán que ellos son
quienes adoran al Dios verdadero y viviente. No tenemos otra forma de
distinguir quién es el Dios verdadero y viviente, sólo al tornarnos a su
mandamiento. Ese Dios que creó los altos árboles y todo lo que es amable y
bello bajo los cielos, Aquel que establece las montañas con sus balanzas---ese
es el Dios verdadero y viviente; él creó el universo entero. Y estos
mandamientos nos indican quién es el verdadero Dios. Si Satanás pudiera
sacar este cuarto mandamiento del decálogo, entonces no podréis
distinguir quién fuera el Dios verdadero y viviente.

ST 18 de marzo, 1897. ---“Pero el Señor es el verdadero Dios, él es el Dios


viviente, y un Rey eterno; a su ira el mundo temblará, y las naciones no serán
capaces de soportar su indignación. Así dirán a ellos: “Los dioses que no han
hecho los cielos y la tierra, aun ellos perecerán de la tierra, y de debajo de los
cielos. Él ha hecho la tierra por su poder, él ha establecido el mundo por su
sabiduría, y ha estrechado los cielos por su discreción. Cuando él hace oír su
voz, es como una multitud de aguas en los cielos, y él hace que ascienda la
neblina de los confines de la tierra; él hace los relámpagos con lluvia, y saca el
viento de sus depósitos.” Los paganos en su ceguera se inclinan a los ídolos
de madera y piedra. “Sean estos nuestros dioses,” dicen ellos. Pero en el
cuarto mandamiento tenemos prueba de que nuestro Dios es el Dios
verdadero y viviente.

ST 7 de abril, 1898. ---Dios es verdadero. Él reina, y reinará a pesar de


que la iglesia y el mundo han entrado en una confederación para abolir su
ley. Época tras época Satanás ha estado cegando al hombre mediante sus
engaños. Él ha cooperado con agentes humanos en un esfuerzo para hacer
falso lo verdadero. Ha obrado con intensidad para desafiar al Dios del cielo
haciendo de ningún efecto Su ley. Pero esto no lo ha logrado; pues en el arca
de Dios en el cielo se encuentran las tablas de piedra sobre las cuales están
escritos los preceptos que son el fundamento de su gobierno. Y el sábado, que
Dios declara ser la señal de la lealtad de su pueblo, está puesto en el seno del
decálogo. Su santidad alcanza hasta la eternidad; pues Dios declara que de
luna nueva a luna nueva, de sábado en sábado, sus súbditos vendrán a adorar
delante de él en la tierra renovada.

§ H Ap 185-186. ---Por tres sábados sucesivos Pablo predicó a los


tesalonicenses, razonando con ellos de las Escrituras en cuanto a la vida, 186
muerte, resurrección, mediación, y gloria futura de Cristo, el Cordero "muerto
desde el principio del mundo." (Apoc. 13: 8.) Ensalzó a Cristo, el debido
entendimiento de cuyo ministerio es la llave que abre las Escrituras del
Antiguo Testamento y da acceso a sus ricos tesoros.

PVGM 103. ---El significado del sistema de culto judaico todavía no se


entiende plenamente. Verdades vastas y profundas son bosquejadas por
sus ritos y símbolos. El Evangelio es la llave que abre sus misterios. Por
medio de un conocimiento del plan de redención, sus verdades son abiertas al
entendimiento. Es nuestro privilegio entender estos maravillosos temas en un
grado mucho mayor de lo que los entendemos. Hemos de comprender las
cosas profundas de Dios. Los ángeles desean contemplar las verdades
reveladas a las personas que con corazón contrito están investigando la
Palabra de Dios, y están orando para alcanzar más de la longitud y la anchura,
la profundidad y la altura del conocimiento que sólo él puede dar.

CM 36. ---El conocimiento de Dios y de Jesucristo expresado en el


carácter es la más alta de todas las educaciones. Es la llave que abrirá los
portales de la ciudad celestial. Es propósito de Dios que todos los que se
visten de Cristo posean este conocimiento.

DTG 558. ---Millares se vuelven incrédulos porque sus mentes finitas no


pueden comprender los misterios de Dios. No pueden explicar la maravillosa
manifestación del poder divino en sus providencias, y por lo tanto rechazan
las evidencias de un poder tal, atribuyéndolas a los agentes naturales que les
son aun más difíciles de comprender. La única clave de los misterios que nos
rodean consiste en reconocer en todos ellos la presencia y el poder de
Dios. Los hombres necesitan reconocer a Dios como el Creador del
universo, el que ordena y ejecuta todas las cosas. Necesitan una visión
más amplia de su carácter y del misterio de sus agentes.

DTG 675. ---Cristo afirmó que su palabra era en si misma una llave que
abriría el misterio para aquellos que estuviesen preparados para
recibirlo. Esta palabra tenía un poder que la recomendaba, y en ello estribaba
el secreto de la difusión de su reino de verdad. Deseaba que Pilato
comprendiese que únicamente si recibía y aceptaba la verdad podría
reconstruirse su naturaleza arruinada.

LHU 31. ---Es imposible que la mente humana entienda las meditaciones del
Hijo de Dios cuando contempló con interés el Templo por primera vez. Al
caminar en sus cortes, y discernir su vista la obra del sacerdote que ministraba,
el altar con su sangrante víctima, el incienso santo elevándose hacia Dios, y
los misterios del lugar Santísimo detrás del velo; y comprender la realidad que
estas ceremonias prefiguraban, no podemos comprender qué pensamientos
fueron despertados en su corazón. Cristo mismo era la clave para abrir
todos estos sagrados misterios que José y María entendían parcialmente.
Todos estos fueron instituidos para representar a Cristo, y se cumplieron
en su muerte.

ML 301. ---“Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.” Un


conocimiento de este misterio nos da la llave para entender todo otro
misterio. Abre para el alma los tesoros del universo, las posibilidades de
crecimiento infinito.

RH 15 de marzo, 1892. ---No hay necesidad que andemos con hambre; no


hay necesidad de tener sed mientras el almacén del cielo está abierto para
nosotros, y la llave es puesta en nuestra mano. ¿En qué consiste la llave?
—Fe, la cual es el don de Dios. Abrid el almacén; tomad de sus ricos
tesoros. Que Dios nos ayude a aferrarnos de las realidades eternas, y “cuando
Cristo, quien es nuestra vida, aparezca, entonces vosotros también os
presentaréis con él en gloria.”

§ 1MS 71-72. ---Se pretende que esas expresiones demuestran la doctrina


de la puerta cerrada, y que ésa es la razón para su omisión en ediciones
posteriores. Pero en realidad sólo enseñan lo que ha sido sostenido por
nosotros como pueblo, y todavía lo es, como lo demostraré.
Por un tiempo después del chasco de 1844, sostuve junto con el conjunto
de adventistas que la puerta de la gracia quedó entonces cerrada para
siempre para el mundo. Tomé esa posición antes de que se me diera mi
primera visión. Fue la luz que me dio Dios la que corrigió nuestro error y nos
capacitó para ver la verdadera situación.
Todavía creo en la teoría de la puerta cerrada, pero no en el sentido en
que se empleó el término al principio o en el que es empleado por mis
oponentes.
Hubo una puerta cerrada en los días de Noé. Entonces fue retirado el
Espíritu de Dios de la raza pecaminosa que pereció en las aguas del
diluvio. Dios mismo dio a Noé el mensaje de la puerta cerrada:
"No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él
es carne; mas serán sus días ciento veinte años" (Gén. 6: 3).
Hubo una puerta cerrada en los días de Abrahán.
La misericordia dejó de interceder por los habitantes de Sodoma, y todos, con
excepción de Lot, su esposa y dos hijas, fueron consumidos por el fuego que
descendió del cielo.
Hubo una puerta cerrada en los días de Cristo. El Hijo de Dios declaró a los
judíos incrédulos de esa generación: "Vuestra casa os es dejada desierta" (Mat.
23: 38).
Mirando hacia la corriente del tiempo en los últimos días, el mismo poder
infinito proclamó mediante Juan:
"Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y
ninguno cierra, y cierra y ninguno abre" (Apoc. 3: 7).
Se me mostró en visión, y todavía lo creo, que hubo una puerta cerrada en
1844. Todos los que vieron la luz de los mensajes del primero y segundo
ángeles y rechazaron esa luz, fueron dejados en tinieblas. Y los que la
aceptaron y recibieron el Espíritu Santo que acompañó a la proclamación del
mensaje celestial, y que después renunciaron a su fe y declararon que su
experiencia había sido un engaño, de ese modo rechazaron al Espíritu de Dios,
y éste no intercedió más por ellos.
Los que no vieron la luz, no fueron culpables de rechazarla. Los únicos a los
cuales el Espíritu de Dios no podía alcanzar eran los que habían despreciado la
luz celestial. Y en esa clase estaban incluidos, como lo he dicho, tanto los que
rehusaron aceptar el mensaje cuando les fue presentado, como los que,
habiéndolo recibido, después renunciaron a su fe. Estos podrían tener una
forma de piedad y profesar ser seguidores de Cristo. Pero no teniendo una
comunicación viviente con Dios, eran llevados cautivos por los engaños de
Satanás. Se presentan esas dos clases en la visión los que declararon que era
un engaño la luz que habían seguido, y los impíos del mundo que, habiendo
rechazado la luz, habían sido rechazados por Dios. No se hace referencia a los
que no habían visto la luz y, por lo tanto, no eran culpables de su rechazo.

PE 42-43. ---El sábado 24 de marzo de 1849 tuvimos con los hermanos de


Topsham, Maine, una reunión muy agradable e interesante. El Espíritu Santo
fue derramado sobre nosotros y fui arrebatada en Espíritu a la ciudad del Dios
viviente. Luego se me mostró que los mandamientos de Dios y el
testimonio de Jesucristo acerca de la puerta cerrada no pueden separarse,
y que el tiempo en que los mandamientos de Dios habían de resplandecer
en toda su importancia y cuando el pueblo de Dios había de ser probado
acerca de la verdad del sábado era cuando se abriese la puerta en el lugar
santísimo del santuario celestial, donde está el arca que contiene los diez
mandamientos. Esta puerta no se abrió hasta que hubo terminado la
mediación de Jesús en el lugar santo del santuario en 1844. Entonces Jesús
se levantó, cerró la puerta del lugar santo, abrió la que da al santísimo y pasó
detrás del segundo velo, donde está ahora al lado del arca y adonde llega la fe
de Israel ahora.
Vi que Jesús había cerrado la puerta del lugar santo, y nadie podía
abrirla; y que había abierto la puerta que da acceso al lugar santísimo, y
nadie puede cerrarla. (Apoc 3: 7, 8); y que desde que Jesús abrió la puerta
que da al lugar santísimo, que contiene el arca, los mandamientos han estado
brillando hacia los hijos de Dios, y éstos son probados acerca de la cuestión
del sábado.
Vi que la prueba actual acerca del sábado no podía producirse antes que
terminase la mediación de Cristo en el lugar santo y él hubiese pasado al
interior del segundo velo. Por lo tanto, los cristianos que durmieron antes que
se abriese la puerta de acceso al santísimo cuando terminó el clamor de
medianoche, el séptimo mes, en 1844, sin haber guardado el verdadero día de
reposo, descansan ahora en esperanza; porque no tuvieron la luz ni la prueba
acerca del sábado que tenemos ahora desde que la puerta se abrió. Vi que
Satanás estaba tentando acerca de este punto a algunos de los hijos de Dios.
Debido a que tantos buenos cristianos se durmieron en los triunfos de la fe sin
haber guardado el verdadero día de reposo, dudaban de que éste fuese una
prueba para nosotros ahora.
Los enemigos de la verdad presente han estado tratando de abrir la
puerta del lugar santo, que Jesús cerró, y de cerrar la puerta del lugar
santísimo, que él abrió en 1844, donde está el arca que contiene las dos
tablas de piedra en las cuales fueron escritos por el dedo de Jehová los
diez mandamientos.

PE 86. ---La visión de "La Puerta Abierta y la Puerta Cerrada," de las


páginas 42-45, fue dada en 1849. La aplicación de Apocalipsis 3:7, 8 al
santuario celestial y al ministerio de Cristo me resultaba enteramente nueva.
Nunca había oído esa idea expresada por alguien. Ahora que se comprende
claramente el tema del santuario, la aplicación se desprende con toda su fuerza
y belleza.

PE 250-251. ---Se me mostró el amargo chasco que sufrió el pueblo de Dios


por no ver a Jesús en la fecha en que lo esperaba. No sabían por qué el
Salvador no había venido, pues no veían prueba alguna de que no hubiese
terminado el tiempo profético. Dijo el ángel: "¿Ha fallado la palabra de Dios?
¿Ha faltado Dios en cumplir sus promesas? No; ha cumplido cuanto
prometió. Jesús se ha levantado a cerrar la puerta del lugar santo del
santuario celestial, y ha abierto una puerta en el lugar santísimo y ha
entrado a purificar el santuario. Todos los que esperan pacientemente
comprenderán el misterio. El hombre se ha equivocado; pero no ha habido
fracaso por parte de Dios. Todo cuanto Dios prometió se ha cumplido; pero el
hombre creía equivocadamente que la tierra era el santuario que debía ser
purificado al fin de los períodos proféticos. Lo que ha fracasado fue la
expectación del hombre, no la promesa de Dios."
Jesús envió sus ángeles a dirigir la atención de los desalentados hacia el lugar
santísimo adonde él había ido para purificar el santuario y hacer expiación
especial por Israel. Jesús dijo a los ángeles que todos cuantos lo hallaran
comprenderían la obra que iba a efectuar. Vi que mientras Jesús estuviera en
el santuario se desposaría con la nueva Jerusalén, y una vez cumplida su obra
en el lugar santísimo descendería a la tierra con regio poder para llevarse
consigo las preciosas almas que hubiesen aguardado pacientemente su regreso.
Se me mostró lo que había ocurrido en el cielo al terminar en 1844 los
períodos proféticos. Cuando Jesús concluyó su ministerio en el lugar
santo y cerró la puerta de ese departamento, densas tinieblas envolvieron
a quienes habían oído y rechazado el mensaje de su advenimiento y lo
habían perdido de vista a él. Jesús se revistió entonces de preciosas
vestiduras. Alrededor de la orla inferior de su manto ostentaba en alternada
sucesión una campanilla y una granada. De sus hombros colgaba un pectoral
de curiosa labor. Cuando él andaba, el pectoral refulgía como diamantes y se
ampliaban unas letras que parecían nombres escritos o grabados en el pectoral.
En la cabeza llevaba algo que parecía una corona. Una vez que estuvo
completamente ataviado, le rodearon los ángeles y en un flamígero carro
penetró tras el segundo velo.

PE 254-255. ---Cuando cesó el ministerio de Jesús en el lugar santo y


pasó él al santísimo para estar de pie delante del arca que contenía la ley
de Dios, envió otro poderoso ángel con un tercer mensaje para el mundo.
Un pergamino fue puesto en la mano del ángel, y mientras descendía a la tierra
con poder y majestad, proclamaba una terrible amonestación, acompañada de
las más tremendas amenazas que jamás se dirigieron contra el hombre. Tenía
por objeto aquel mensaje poner en guardia a los hijos de Dios revelándoles la
hora de tentación y angustia que los aguardaba. Dijo el ángel: "Tendrán que
combatir tesoneramente contra la bestia y su imagen. Su única esperanza de
vida eterna consiste en permanecer firmes. Aunque se vean en peligro de
muerte, deben sostener firmemente la verdad." El tercer ángel concluye así su
mensaje: "Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús." Al repetir el ángel estas palabras,
señalaba al santuario celestial. La atención de cuantos aceptan este mensaje se
dirige hacia el lugar santísimo, donde Jesús está de pie delante del arca,
realizando su intercesión final por todos aquellos para quienes hay todavía
misericordia, y por los que hayan violado ignorantemente la ley de Dios. Esta
expiación es hecha tanto para los justos muertos como para los justos vivos.
Incluye a todos los que murieron confiando en Cristo, aunque, por no haber
recibido luz acerca de los mandamientos de Dios, hubiesen pecado
ignorantemente al transgredir sus preceptos.
Después que Jesús abrió la puerta del lugar santísimo, vióse la luz del
sábado, y el pueblo de Dios fue probado, como antiguamente lo fueron los
hijos de Israel, para ver si quería guardar la ley de Dios. Vi que el tercer
ángel señalaba hacia lo alto, indicando a los que habían sido chasqueados el
camino al lugar santísimo del santuario celestial. Los que por fe entraban al
lugar santísimo, hallaban a Jesús, y resurgían en ellos la esperanza y el júbilo.
Vi que volvían los ojos hacia atrás, recapitulando el pasado, desde la
proclamación del segundo advenimiento de Jesús hasta la experiencia sufrida
al transcurrir la fecha de 1844. Vieron la explicación de su chasco, y de nuevo
los alentó una gozosa certidumbre. El tercer ángel había esclarecido el
pasado, el presente y el porvenir, y ellos sabían que en efecto Dios los había
guiado con su misteriosa providencia.

CS 481- ---En el servicio del santuario terrenal que, como ya lo vimos, es


una figura del servicio que se efectúa en el santuario celestial, cuando el sumo
sacerdote entraba el día de la expiación en el lugar santísimo terminaba el
servicio del primer departamento. Dios mandó: "No ha de haber hombre
alguno en el Tabernáculo de Reunión cuando él entrare para hacer expiación
dentro del Santuario, hasta que salga." (Levítico 16: 17, V.M.) Así que
cuando Cristo entró en el lugar santísimo para consumar la obra final de
la expiación, cesó su ministerio en el primer departamento. Pero cuando
terminó el servicio que se realizaba en el primer departamento, se inició el
ministerio en el segundo departamento. Cuando en el servicio típico el
sumo sacerdote salía del lugar santo el día de la expiación, se presentaba ante
Dios, para ofrecer la sangre de la víctima ofrecida por el pecado de todos los
israelitas que se arrepentían verdaderamente. Así también Cristo sólo había
terminado una parte de su obra como intercesor nuestro para empezar otra, y
sigue aún ofreciendo su sangre ante el Padre en favor de los pecadores.
Este asunto no lo entendieron los adventistas de 1844. Después que
transcurriera la fecha en que se esperaba al Salvador, siguieron creyendo que
su venida estaba cercana; sostenían que habían llegado a una crisis importante
y que había cesado la obra de Cristo como intercesor del hombre ante Dios.
Les parecía que la Biblia enseñaba que el tiempo de gracia concedido al
hombre terminaría poco antes de la venida misma del Señor en las nubes del
cielo. Eso parecía desprenderse de los pasajes bíblicos que indican un tiempo
en que los hombres buscarán, golpearán y llamarán a la puerta de la
misericordia, sin que ésta se abra. Y se preguntaban si la fecha en que habían
estado esperando la venida de Cristo no señalaba más bien el comienzo de ese
período que debía preceder inmediatamente a su venida. Habiendo
proclamado la proximidad del juicio, consideraban que habían terminado su
labor para el mundo, y no sentían más la obligación de trabajar por la
salvación de los pecadores, en tanto que las mofas atrevidas y blasfemas de los
impíos les parecían una evidencia adicional de que el Espíritu de Dios se había
retirado de los que rechazaran su misericordia. Todo esto les confirmaba en la
creencia de que el tiempo de gracia había terminado, o, como decían ellos
entonces, que "la puerta de la misericordia estaba cerrada."
Pero una luz más viva surgió del estudio de la cuestión del santuario. Vieron
entonces que tenían razón al creer que el fin de los 2.300 días, en 1844, había
marcado una crisis importante. Pero si bien era cierto que se había cerrado la
puerta de esperanza y de gracia por la cual los hombres habían encontrado
durante mil ochocientos años acceso a Dios, otra puerta se les abría, y el
perdón de los pecados era ofrecido a los hombres por la intercesión de Cristo
en el lugar santísimo. Una parte de su obra había terminado tan sólo para dar
lugar a otra. Había aún una "puerta abierta" para entrar en el santuario celestial
donde Cristo oficiaba en favor del pecador.
Entonces comprendieron la aplicación de las palabras que Cristo dirigió en el
Apocalipsis a la iglesia correspondiente al tiempo en que ellos mismos vivían:
"Estas cosas dice el que es santo, el que es veraz, el que tiene la llave de
David, el que abre, y ninguno cierra, y cierra, y ninguno abre: Yo conozco tus
obras: he aquí he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie podrá
cerrar." (Apocalipsis 3: 7, 8, V.M.)
Son los que por fe siguen a Jesús en su gran obra de expiación, quienes
reciben los beneficios de su mediación por ellos, mientras que a los que
rechazan la luz que pone a la vista este ministerio, no les beneficia. Los judíos
que rechazaron la luz concedida en el tiempo del primer advenimiento de
Cristo, y se negaron a creer en él como Salvador del mundo, no podían ser
perdonados por intermedio de él. Cuando en la ascensión Jesús entró por su
propia sangre en el santuario celestial para derramar sobre sus discípulos las
bendiciones de su mediación, los judíos fueron dejados en oscuridad completa
y siguieron con sus sacrificios y ofrendas inútiles. Había cesado el ministerio
de símbolos y sombras. La puerta por la cual los hombres habían encontrado
antes acceso cerca de Dios, no estaba más abierta. Los judíos se habían
negado a buscarle de la sola manera en que podía ser encontrado entonces, por
el sacerdocio en el santuario del cielo. No encontraban por consiguiente
comunión con Dios. La puerta estaba cerrada para ellos. No conocían a Cristo
como verdadero sacrificio y único mediador ante Dios; de ahí que no pudiesen
recibir los beneficios de su mediación.
La condición de los judíos incrédulos ilustra desconocen voluntariamente la
obra de nuestro misericordioso Sumo Sacerdote. En el servicio típico, cuando
el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo, todos los hijos de Israel
debían reunirse cerca del santuario y humillar sus almas del modo más
solemne ante Dios, a fin de recibir el perdón de sus pecados y no ser separados
de la congregación. ¡Cuánto más esencial es que en nuestra época antitípica de
la expiación comprendamos la obra de nuestro Sumo Sacerdote, y sepamos
qué deberes nos incumben!
Los hombres no pueden rechazar impunemente los avisos que Dios les envía
en su misericordia. Un mensaje fue enviado del cielo al mundo en tiempo de
Noé, y la salvación de los hombres dependía de la manera en que aceptaran
ese mensaje. Por el hecho de que ella había rechazado la amonestación, el
Espíritu de Dios se retiró de la raza pecadora que pereció en las aguas del
diluvio. En tiempo de Abrahán la misericordia dejó de alegar con los culpables
vecinos de Sodoma, y todos, excepto Lot con su mujer y dos hijas, fueron
consumidos por el fuego que descendió del cielo. Otro tanto sucedió en días
de Cristo. El Hijo de Dios declaró a los judíos incrédulos de aquella
generación: "He aquí vuestra casa os es dejada desierta." (S. Mateo 23: 38.)
Considerando los últimos días, el mismo- Poder Infinito declara respecto de
los que "no recibieron el amor de la verdad para ser salvos:" "Por lo tanto, les
envía Dios operación de error, para que crean a la mentira; para que sean
condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes consintieron a la
iniquidad." (2 Tesalonicenses 2: 10-12.) A medida que se rechazan las
enseñanzas de su Palabra, Dios retira su Espíritu y deja a los hombres en
brazos del engaño que tanto les gusta.
Pero Cristo intercede aún por el hombre, y se otorgará luz a los que la buscan.
Aunque esto no lo comprendieron al principio los adventistas, les resultó claro
después, a medida que los pasajes bíblicos que definen la verdadera posición
de ellos empezaron a hacerse inteligibles.
Cuando pasó la fecha fijada para 1844, hubo un tiempo de gran prueba para
los que conservaban aún la fe adventista. Su único alivio en lo concerniente a
determinar su verdadera situación, fue la luz que dirigió su espíritu hacia el
santuario celestial. Algunos dejaron de creer en la manera en que habían
calculado antes los períodos proféticos, y atribuyeron a factores humanos o
satánicos la poderosa influencia del Espíritu Santo que había acompañado al
movimiento adventista. Otros creyeron firmemente que el Señor los había
conducido en su vida pasada; y mientras esperaban, velaban y oraban para
conocer la voluntad de Dios, llegaron a comprender que su gran Sumo
Sacerdote había empezado a desempeñar otro ministerio y, siguiéndole con fe,
fueron inducidos a ver además la obra final de la iglesia. Obtuvieron un
conocimiento más claro de los mensajes de los primeros ángeles, y quedaron
preparados para recibir y dar al mundo la solemne amonestación del tercer
ángel de Apocalipsis 14.

CS 488. ---Se hizo cuanto se pudo por conmover su fe. Nadie podía dejar de
ver que si el santuario terrenal era una figura o modelo del celestial, la ley
depositada en el arca en la tierra era exacto trasunto de la ley encerrada en el
arca del cielo; y que aceptar la verdad relativa al santuario celestial envolvía el
reconocimiento de las exigencias de la ley de Dios y la obligación de guardar
el sábado del cuarto mandamiento. En esto estribaba el secreto de la oposición
violenta y resuelta que se le hizo a la exposición armoniosa de las Escrituras
que revelaban el servicio desempeñado por Cristo en el santuario celestial.
Los hombres trataron de cerrar la puerta que Dios había abierto y de
abrir la que él había cerrado. Pero "el que abre, y ninguno cierra; y
cierra, y ninguno abre," había declarado: "He aquí, he puesto delante de
ti una puerta abierta, la cual nadie podrá cerrar." (Apocalipsis 3: 7, 8,
V.M.) Cristo había abierto la puerta, o ministerio, del lugar santísimo, la
luz brillaba desde la puerta abierta del santuario celestial, y se vio que el
cuarto mandamiento estaba incluido en la ley allí encerrada; lo que Dios
había establecido, nadie podía derribarlo.

Versículo 8. ---“Conozco tus obras. He abierto ante ti una puerta que nadie
puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi Palabra, y no
has negado mi Nombre.”

§ RH 10 de septiembre, 1905. ---El Señor queda muy deshonrado cuando


prácticas erradas son llevadas a cabo por los miembros de su iglesia.
Estas malas prácticas despiertan un espíritu de hostilidad, lucha y crítica.
Dios ve debajo de la superficie. Él lee el corazón de cada uno, y él conoce
los que están siguiendo el camino errado. Dice a todos: “Yo conozco tus
obras.” Cuántas veces han leído estas palabras los que están abusando de los
preciosos dones del cielo, y sin embargo no hacen cambio alguno en sus vidas.
Debemos despertar del letargo espiritual. Debemos nacer de nuevo. Existe un
lamentable decaimiento en la experiencia cristiana. Rara vez se ve una vida
realmente piadosa.

Y CONOZCO TUS OBRAS.---Véase también EGW sobre 2:2, 13.


§ PVGM 88. ---La salvación es un don gratuito, y sin embargo ha de ser
comprado y vendido. En el mercado administrado por la misericordia divina,
la perla preciosa se representa vendiéndose sin dinero y sin precio. En este
mercado, todos pueden obtener las mercancías del cielo. La tesorería que
guarda las joyas de la verdad está abierta para todos. "He aquí he dado una
puerta abierta delante de ti declara el Señor, la cual ninguno puede
cerrar". Ninguna espada guarda el paso por esa puerta. Las voces que
provienen de los que están adentro y de los que están a la puerta dicen: Ven.
La voz del Salvador nos invita con amor fervoroso: "Yo te amonesto que de
mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico"

Ed 282. ---Amados maestros, cuando consideréis vuestra necesidad de


fuerza y dirección, necesidad que ninguna fuente humana puede suplir, os
ruego que penséis en las promesas de Aquel que es un maravilloso
Consejero.
"He aquí -dice- he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie
podrá cerrar".
"Clama a mí, y yo te responderé". "Te haré entender, y te enseñaré el camino
en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos".*
"He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".*
Como la preparación más elevada para vuestro trabajo os aconsejo las
palabras, la vida y los métodos del Príncipe de los maestros. Os ruego que lo
consideréis. Él es vuestro verdadero ideal. Contempladlo, meditad en él, hasta
que el Espíritu del Maestro divino tome posesión de vuestro corazón y
vuestra vida.

CS 481. ---Cuando haya terminado este examen, cuando se haya fallado


respecto de los que en todos los siglos han profesado ser discípulos de
Cristo, entonces y no antes habrá terminado el tiempo de gracia, y será
cerrada la puerta de misericordia. Así que las palabras: "Las que estaban
preparadas entraron con él a las bodas, y fue cerrada la puerta," nos conducen
a través del ministerio final del Salvador, hasta el momento en que quedará
terminada la gran obra de la salvación del hombre.

RH 25 de agosto, 1885. ---Cristo dice: “Yo conozco tus obras, he puesto


delante de ti una puerta abierta, y ningún hombre puede cerrarla.” Cuán
duro trabajan los hombres para cerrar esa puerta, pero no son capaces.
El testimonio de Juan es: “Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y fue
visto en su templo el arca de su testamento.” Debajo del propiciatorio,
dentro del arca, estaban las dos tablas de piedra, que contenían la ley de
Jehová. Los fieles de Dios vieron la luz que brilló desde la ley, la ley a ser
dada al mundo. Y ahora la intensa actividad de Satanás es la de cerrar esa
puerta de luz; pero Jesús dice que ningún hombre la puede cerrar. Los
hombres se apartarán de la luz, la denunciarán, la despreciarán, pero aun
brilla en rayos claros y distintos para alegrar y bendecir a todo el que la
quiera ver.

HH 21. ---No es la manifestación de su gracia, terrible majestad y poder sin


parangón lo que nos dejará sin excusa si le rehusamos nuestro amor y nuestra
obediencia. Es el amor, la compasión, la paciencia, la longanimidad que ha
manifestado lo que testificará en contra de aquellos que no han ofrecido el
servicio voluntario de sus vidas. Los que se convierten a Dios con corazón,
alma y mente, encontrarán en él apacible seguridad . . .
Él conoce justamente lo que necesitamos, justamente lo que podemos
soportar, y nos dará gracia para soportar toda prueba que sobrevenga. Mi
oración constante es que nos acerquemos más a Dios.-MS 20, 32-34, 1892.

1MS 84. ---Fue en mi primer viaje al este, al ir a relatar mis visiones,


cuando la preciosa luz acerca del santuario celestial fue expuesta delante
de mí, y se me mostró la puerta abierta y cerrada. Creíamos que el Señor
vendría pronto en las nubes del cielo. Se me mostró que había una gran obra
que hacer en el mundo para los que no habiendo tenido la luz, no la habían
rechazado. Nuestros hermanos no podían entender esto debido a nuestra fe en
la inmediata aparición de Cristo. Algunos me acusaron de decir que el Señor
se tardaba en venir, especialmente los fanáticos. Vi que en 1844 Dios había
abierto una puerta que ningún hombre podía cerrar, y cerrado una puerta que
ningún hombre podía abrir. Los que rechazaron la luz que fue dada al mundo
por el mensaje del segundo ángel quedaron en tinieblas, y cuán grandes eran
esas tinieblas.

6T 467. ---Las sencillas oraciones movidas por el Espíritu Santo ascenderán


hasta atravesar los portales, por la puerta abierta que Cristo ha declarado: ‘Yo
he abierto, y ningún hombre puede cerrar.’ Estas oraciones, mezcladas con el
incienso de la perfección de Cristo, ascenderán como fragancia hasta llegar al
Padre, y respuestas vendrán.

9T 182. ---Hermanos, os exhorto a acudir a Cristo y a beber en abundancia


de las aguas de salud. No apeléis a vuestros propios sentimientos. No
confundáis el sentimentalismo con la religión. Dejad todo apoyo humano y
confiad por completo en Cristo. Necesitáis recibir una nueva preparación
antes de poder trabajar en la salvación de las almas. Vuestras palabras y
vuestras acciones ejercen una influencia sobre otros, y en el día de Dios
deberéis dar cuenta de esa influencia. Jesús dice: "He dado una puerta
abierta delante de ti, la cual ninguno puede cerrar." (Apoc. 3: 8.) De esa
puerta brota luz, y si queremos podemos recibirla. Miremos hacia esa
puerta abierta, y procuremos recibir todo lo que Cristo quiere
otorgarnos.

TM 104. ---Nadie debe pretender que tiene toda la luz que existe para el
pueblo de Dios. El Señor no tolerará esta condición. El ha dicho: "He aquí,
he dado una puerta abierta delante de ti, la cual ninguno puede cerrar". Aun
cuando nuestros hombres dirigentes rechacen la luz y la verdad, esa puerta
permanecerá aún abierta. El Señor suscitará a hombres que den al pueblo el
mensaje para este tiempo.

7CBA 972. ---El Testigo fiel y verdadero declara: "He aquí, he puesto
delante de ú una puerta abierta". Agradezcamos a Dios con corazón,
alma y voz; y aprendamos a acercarnos a él como por una puerta abierta,
creyendo que podemos ir a él libremente con nuestras peticiones, y que él
oirá y contestará. Mediante una fe viviente en su poder para ayudar,
recibiremos fortaleza para reñir las batallas del Señor con la confiada
seguridad de la victoria (RH 9-7-1908).
El testigo fiel nos ha dado la seguridad de que ha puesto ante nosotros
una puerta abierta que nadie puede cerrar. Muchos de los privilegios del
mundo se les pueden negar a los que están procurando ser fieles a Dios; su
camino puede ser obstruido y su obra estorbada por los enemigos de la verdad,
pero no hay poder capaz de cerrar la puerta de comunicación entre Dios y sus
almas. El cristiano puede cerrar esa puerta complaciéndose en el pecado o
rechazando la luz del cielo; puede apartar sus oídos para no escuchar el
mensaje de verdad, y así puede cortar la conexión entre Dios y su alma... Ni el
hombre ni Satanás pueden cerrar la puerta que Cristo ha abierto para nosotros
(RH 26-3-1889).

[Se cita Apoc. 3: 8-9.) Cada vez que seamos tentados, tenemos esta puerta
abierta para contemplar. Ningún poder puede ocultar de nosotros la luz de la
gloria que brilla procedente de los umbrales del cielo a lo largo de toda la
escalera que debemos subir, pues el Señor nos ha dado fortaleza en su
fortaleza, valor en su valor, luz en su luz. Cuando los poderes de las tinieblas
sean vencidos, cuando la luz de la gloria de Dios inunde el mundo, veremos y
entenderemos más claramente de lo que lo hacemos hoy. Si sólo
comprendiéramos que la gloria de Dios nos rodea, que el cielo está más cerca
de la tierra de lo que suponemos, tendríamos un cielo en nuestros hogares
mientras nos preparamos para el cielo de lo alto (MS 92, 1901).

§ CS 453. --- Entre todos los grandes movimientos religiosos habidos desde
los días de los apóstoles, ninguno resultó más libre de imperfecciones
humanas y engaños de Satanás que el del otoño de 1844. Ahora mismo,
después del transcurso de muchos años, todos los que tomaron parte en aquel
movimiento y han permanecido firmes en la verdad, sienten aún la santa
influencia de tan bendita obra y dan testimonio de que ella era de Dios.

§ CS 444-445. --- Se comprendía que la venida de Cristo, anunciada por el


mensaje del primer ángel, estaba representada por la venida del esposo. La
extensa obra de reforma que produjo la proclamación de su próxima venida,
correspondía a la salida de las vírgenes. Tanto en esta parábola como en la de
S. Mateo 24, se representan dos clases de personas. Unas y otras habían
tomado sus lámparas, la Biblia, y a su luz salieron a recibir al Esposo.
Pero mientras que "las insensatas, cuando tomaron sus lámparas, no
tomaron aceite consigo," "las prudentes tomaron aceite en sus vasijas,
juntamente con sus lámparas." Estas últimas habían recibido la gracia de
Dios, el poder regenerador e iluminador del Espíritu Santo, que convertía
su Palabra en una antorcha para los pies y una luz en la senda. A fin de
conocer la verdad, habían estudiado las Escrituras en el temor de Dios, y
habían procurado con ardor que hubiese pureza en su corazón y su vida.
Tenían experiencia personal, fe en Dios y en su Palabra, y esto no podían
borrarlo el desengaño y la dilación.

§ CE 194. ---No obstante hombres de ciencia piensan que pueden


comprender la sabiduría de Dios, aquello que él ha hecho o puede hacer.
Prevalece mucho la idea que él es restringido por sus propias leyes. Los
hombres niegan o ignoran su existencia, o piensan explicarlo todo, aun la
operación de su Espíritu sobre el corazón humano; y ya no reverencian su
nombre, ni temen su poder. No creen en lo sobrenatural, no entendiendo las
leyes de Dios, o su poder infinito trabajando por medio de ellos. Como suele
usarse, el término “leyes de la naturaleza” compone lo que el hombre ha sido
capaz de descubrir respecto a las leyes que gobiernan el mundo físico; pero
cuán limitado es su conocimiento, y ¡cuán amplio el campo en el cual el
Creador puede trabajar en armonía con sus propias leyes, y no obstante
totalmente más allá de la comprensión de seres finitos!
DTG 324. ---El que quiera confesar a Cristo debe tener a Cristo en sí. No
puede comunicar lo que no recibió. Los discípulos podían hablar fácilmente de
las doctrinas, podían repetir las palabras de Cristo mismo; pero a menos que
poseyeran una mansedumbre y un amor como los de Cristo, no le estaban
confesando. Un espíritu contrario al espíritu de Cristo le negaría,
cualquiera que fuese la profesión de fe. Los hombres pueden negar a
Cristo calumniando, hablando insensatamente y profiriendo palabras
falsas o hirientes. Pueden negarle rehuyendo las cargas de la vida,
persiguiendo el placer pecaminoso. Pueden negarle conformándose con el
mundo, siguiendo una conducta descortés, amando sus propias opiniones,
justificando al yo, albergando dudas, buscando dificultades y morando en
tinieblas. De todas estas maneras, declaran que Cristo no está en ellos. Y
"cualquiera que me negare delante de los hombres --dice él,-- le negaré yo
también delante de mi Padre que está en los cielos."

RH 28 de noviembre, 1899. ---Nunca hubo un tiempo cuando esta


advertencia fuera más apropiada que en el tiempo presente. Un número
demasiado grande de profesos cristianos lo son sólo de nombre. No tienen
raíz en sí. Sus corazones están llenos de orgullo, impureza, ambición no
santificada, auto importancia, y el amor a la supremacía. Podrán tener un
conocimiento inteligente de la verdad, y podrán comprobar que sus
doctrinas son bíblicas y que tienen fundamento, pero sostienen la verdad
sólo en lo exterior. Por su curso de acción niegan al Salvador. Sus
corazones no están santificados mediante la verdad. No tienen santidad de
corazón pues su conducta así lo muestra. A menos que el espíritu y los
principios que caracterizaron la vida de Cristo, sean implantados en el
corazón, la vida de los tales no tiene rienda. La ley de Dios debe estar escrita
en el corazón, y la verdad divina debe iluminar el alma. Santidad,
misericordia, verdad y amor, deben ser introducidos en la vida. A menos que
sea limpiado de su contaminación el templo del alma, a menos que haya
pureza de corazón, y a menos que se hagan sinceros esfuerzos para subir a la
norma de la palabra de Dios, nunca estarán preparados para ser compañeros de
los puros y los santos; nunca vestirán el lino blanco que es la justicia de los
santos.

ST 4 de julio, 1895. ---Juan escribe: “No os he escrito porque no conocéis la


verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira proviene de la
verdad. ¿Quién es mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? El tal es
el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.” Existen aquellos que pretenden
tener gran luz, quienes dicen que tienen comunicación con los espíritus de
los muertos, quienes niegan la divinidad de Cristo, y haciendo así, niegan
al Padre, a quien Cristo representó en la tierra.

Versículo 9. ---"Yo te entrego de la sinagoga de Satanás, a los que dicen ser


judíos y no lo son, sino que mienten. Los obligaré a que vengan y se postren a
tus pies, y sepan que yo te he amado.”

§ MPJ 274. ---Los libros que habéis estado leyendo han sido ideados por los
agentes de Satanás, para embrujar la mente con teorías formadas en la
sinagoga de Satanás, para mostraros cómo podéis servir al maligno con
dignidad satánica. ¡Cuán numerosos son los libros de tendencias incrédulas,
producidos con la intención de perturbar la mente mediante dudas espaciosas!
Satanás los ha envuelto en su aliento ponzoñoso, y una mortífera malaria
espiritual afecta al alma que los lee.

MPJ 275-276. ---Quisiera preguntar, ¿deben ser quemados los libros de


magia? En la sinagoga de Satanás hay lugares de atracción donde se
fomenta y permite el libertinaje, pero allí está el testigo, y un visitante
invisible testifica de los actos realizados en las tinieblas. Satanás preside
las reuniones de los vanos, orgullosos, alegres, y es el animador de las
escenas de algazara. Allí está disfrazado. A nuestro alrededor se desarrolla
la hechicería, y el mundo y la iglesia están bajo la influencia d aquel que los
inducirá a hacer cosas que jamás soñaron hacer. Si se los enterase de las cosas
que van a hacer, estarían tan asombrados como Hazael cuando el profeta le
habló de su conducta futura. .

RH 13 de marzo, 1894. ---El círculo familiar ha de ser un círculo educativo.


Padre y madre han de ser maestros, y unidos bajo el mando de Cristo Jesús,
han de llevar sus responsabilidades. No pueden dar su tiempo a la visitación,
al cultivo de hábitos mundanos, al entretenimiento de visitas que les hagan
olvidarse de atender sus niños. Han de dedicar su tiempo a enseñar sus niños
cómo ser útiles, cómo ser una bendición para otros. Donde esto es olvidado,
Satanás temprano lleva a estos niños a su escuela, y les enseña sus
infernales artimañas. Jesús habló de la sinagoga de Satanás. Él (Satanás)
tiene una religión que él enseña, y aquellos que aprenden en su escuela
pronto revelan que él es su maestro. Satanás está velando para apresar los
niños cuyos padres son negligentes en cuidar. Un niño desobediente hará
mucho daño a aquellos con quienes se asocia; pues él moldeará a otros
niños tras su propio patrón.
RH 14 de abril, 1896. ---Aquellos que aman y guardan los mandamientos
de Dios son muy odiados por la sinagoga de Satanás, y los poderes del mal
manifestarán su odio hacia ellos a lo máximo. Juan previó el conflicto entre
la iglesia remanente y el poder del mal, y dijo: “El dragón fue airado con la
mujer, y se fue a hacer guerra con el remanente de su simiente, los que
guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Cristo Jesús.”
Las potestades de las tinieblas se unirán con agentes humanos que se han
entregado al control de Satanás, y las mismas escenas que fueron
mostradas en el juicio y la crucifixión de Cristo serán reavivadas. Al ceder
a las influencias satánicas, los hombres serán transformados en alimañas;
y aquellos que fueron creados a la imagen de Dios, quienes fueron
formados para honrar y glorificar a su Creador, llegarán a ser la
habitación de dragones, y Satanás verá en una raza apóstata su obra
maestra de engaño,--hombres que reflejan su propia imagen.

RH 4 de junio, 1901. ---La ley de Dios y la ley de Cesar han entrado en


conflicto, y entrarán nuevamente en conflicto. La pregunta que nos toca
contestar es: ¿Obedeceremos a Dios, o a Cesar? Un gran movimiento está
ahora en pie para poner al primer día de la semana en el lugar del día que
Dios ha santificado y bendecido. Satanás obra bajo el manto de religión, y
guiado por él, el profeso mundo cristiano será muy celoso en obrar contra
la ley de Dios. Satanás está guiando a hombres y mujeres a completar la
ruina que él empezó en el cielo. Él desea que el mundo declare que la
calamidad por tierra, y mar, y la destrucción por inundación y fuego, son
porque el día domingo es hecho un sacrilegio. En esto estriba su engaño. Le
agrada mucho cuando hombres y mujeres exaltan el domingo; pues él ha
estado obrando por siglos para poner al primer día de la semana donde el
séptimo debe estar. De aquellos que tan celosamente llevan a cabo los
designios del enemigo, Dios inquirirá: “¿Quién ha pedido esto de vuestra
mano?” “Obedecer es mejor que sacrificio, acatar mejor que el cebo de
carneros.”

5CBA 1090. ---Los mensajeros celestiales despertaron toda la furia de la


sinagoga de Satanás. Este seguía los pasos de quienes cuidaban al niño
Jesús. Oyó la profecía de Simeón en los atrios del templo, el hombre que
había esperado por mucho tiempo la consolación de Israel. El Espíritu
Santo estaba sobre él, y fue al templo llevado por el Espíritu. Tomando al
Salvador-niño en sus brazos, bendijo a Dios y dijo: "Ahora, Señor, despides a
tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu
salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz para
revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel". Satanás se llenó de
furia cuando vio que el anciano Simeón reconocía la divinidad de Cristo
(RH 29-10-1895).

ST 26 de marzo, 1894. ---¿Si Satanás habría podido hacer que el Hijo del
infinito Dios llegara a ser, en el grado más ínfimo, participante de sus
propios atributos infernales, entonces Satanás hubiera herido la cabeza
de Cristo, y en gozo infernal hubiera triunfado sobre él; y el mundo
hubiera permanecido su dominio, la familia humana sus esclavos. La
sinagoga de Satanás hubiera sido victoriosa y el hombre hubiera perecido
sin Dios y sin esperanza. Satanás causaría dolor al Hijo de Dios, pero no
podía obligarlo a trangredir la ley de Dios. Podía causarle sufrimiento, pero no
podía contaminarlo. Sí hizo de la vida del Salvador una de tristeza y aflicción;
pero Jesús pacientemente soportó el dolor, pues él sabía que mediante su
conflicto con las potestades de las tinieblas, las cadenas de Satanás podían ser
rotas de la familia humana, y los pondría en terreno ventajoso delante de Dios.

§ H Ap 310. ---Sustituir la santidad del corazón y la vida por las formas


exteriores de la religión, es tan agradable para la naturaleza no renovada
hoy como en los días de esos maestros judíos. Hoy, como entonces, hay
falsos guías espirituales, a cuyas doctrinas muchos prestan atención
ansiosamente. El esfuerzo premeditado de Satanás procura apartar las mentes
de la esperanza de salvación mediante la fe en Cristo y la obediencia a la ley
de Dios. En toda época el gran enemigo adapta sus tentaciones a los prejuicios
e inclinaciones de aquellos a quienes trata de engañar. En los tiempos
apostólicos inducía a los judíos a exaltar la ley ceremonial y a rechazar a
Cristo; y actualmente induce a muchos profesos cristianos, con el pretexto
de honrar a Cristo, a menospreciar la ley moral y a enseñar que sus
preceptos pueden ser transgredidos impunemente.

BEcho 20 de febrero, 1899. ---El pecado de los judíos fue la incredulidad. El


poder del destructor había llevado a Israel muy lejos. Cuando debían haber
magnificado a Dios y hablando de su bondad y poder, fueron encontrados
rebeldes y descontentos. Todo medio que el engañador pudo inventar, usó para
sembrar en sus corazones las semillas de envidia, discordia, y odio contra
Dios. De esa forma, cuando Cristo vino a la tierra Satanás había
introducido una religión para los judíos que le agradaba a él. La nación se
había apartado de Dios, y otro dirigente los estaba guiando.

§ PE 124. ---Vi que los sacerdotes que conducían a su grey a la muerte


serán pronto detenidos en su terrible carrera. Se acercan las plagas de Dios,
pero no bastará que los falsos pastores sean atormentados por una o dos de
esas plagas. En aquel tiempo la mano de Dios será extendida con ira y
justicia y no se retirará hasta que los propósitos de él se hayan cumplido
plenamente, hasta que los sacerdotes asalariados sean inducidos a adorar
a los pies de los santos, y a reconocer que Dios los amó porque se
aferraron a la verdad y guardaron los mandamientos de Dios, y hasta que
todos los injustos sean destruidos de la tierra.

LOS CUALES SE DICEN SER JUDÍOS, Y NO LO SON, SINO


MIENTEN.---Véase también EGW sobre Revelación 2:9.

§ CS 713. ---Los ministros y el pueblo ven que no sostuvieron la debida


relación con Dios. Ven que se rebelaron contra el Autor de toda ley justa y
recta. El rechazamiento de los preceptos divinos dio origen a miles de fuentes
de mal, discordia, odio e iniquidad, hasta que la tierra se convirtió en un vasto
campo de luchas, en un abismo de corrupción. Tal es el cuadro que se presenta
ahora ante la vista de los que rechazaron la verdad y prefirieron el error.
Ningún lenguaje puede expresar la vehemencia con que los desobedientes
y desleales desean lo que perdieron para siempre: la vida eterna. Los
hombres a quienes el mundo idolatró por sus talentos y elocuencia, ven
ahora las cosas en su luz verdadera. Se dan cuenta de lo que perdieron
por la transgresión, y caen a los pies de aquellos a quienes despreciaron y
ridiculizaron a causa de su fidelidad, y confiesan que Dios los amaba.

2SG 32. ---Los 144.000 estaban todos sellados y perfectamente unidos. En


su frente llevaban escritas estas palabras: "Dios, Nueva Jerusalén", y además
una gloriosa estrella con el nuevo nombre de Jesús. Los malvados se
enfurecieron al vernos en aquel estado santo y feliz, y querían apoderarse de
nosotros para encarcelarnos, cuando extendimos la mano en el nombre del
Señor y cayeron rendidos en el suelo. Entonces conoció la sinagoga de
Satanás que Dios nos había amado, a nosotros que podíamos lavarnos los
pies unos a otros y saludarnos fraternalmente con ósculo santo, y ellos
adoraron a nuestras plantas.

2T 41-42. ---Aquellos que prefieren hacer excusas y continúan en pecado y


conformidad al mundo, serán dejados a sus ídolos. Habrá un día en el cual no
pedirán que se les excuse, cuando ni uno sólo desearía ser excusado. Cuando
Cristo venga en su gloria y la gloria de su Padre, con todos los santos ángeles
rodeándole, escoltándole en su camino con voces de triunfo, mientras acordes
de la música más encantadora caen sobre el oído, todos entonces se
interesarán; no habrá allí ningún espectador indiferente. Las especulaciones no
envolverán el alma. Los montones de oro del tacaño, que han festejado la
vista, ya no son atractivos. Los palacios que los hombres orgullosos de la
tierra han erigido, y los cuales han sido sus ídolos, son despreciados con
aborrecimiento y disgusto.. Nadie ahora antepone sus tierras, sus bueyes, o su
esposa con quien recién contrajo nupcias, como razón por la cual ser excusado
de compartir la gloria que irrumpe sobre su atónita visión. Todos desean
compartirla, pero saben que esto no es para ellos.
En sincera y agonizante oración piden a Dios que por favor no los pase. Los
reyes, los hombres poderosos, los altaneros, los orgullosos y el hombre malo,
todos juntos se inclinan bajo la presión de asombro, desolación y miseria
inexpresable; oraciones de profunda angustia salen de sus labios.
¡Misericordia, misericordia! ¡Sálvennos de la ira de un Dios ofendido! Una
voz les contesta con terrible distinción, austeridad, y majestad: “Porque he
llamado, y rehusasteis; he estrechado mi brazo, y ningún hombre respondió;
sino que habéis pasado de alto todo mi consejo, y deseasteis ninguna de mis
reprensiones: yo también me reiré de vuestra calamidad; me burlaré cuando
llegue lo que teméis.”
Entonces reyes y nobles, el hombre poderoso, y el hombre pobre, y el
hombre malo, juntos se lamentan con gran angustia. Aquellos que en días
de prosperidad rechazaron a Cristo y a los humildes que siguieron en sus
pisadas, aquellos hombres que no humillaron su dignidad para inclinarse
ante Cristo, quienes odiaron su despreciada cruz, ahora están postrados
en el fango de la tierra. Su grandeza de pronto los dejó, y no vacilan en
postrarse sobre la tierra a los pies de los santos. Entonces reconocen con
terrible angustia que están comiendo del fruto de sus propios caminos, y
están hastiados de sus propias maldades. En su supuesta sabiduría se
apartaron de la recompensa eterna y preciosa, rechazaron la atracción de lo
celestial por la ganancia terrenal. El brillo y el metal de la tierra los fascinó, y
en su supuesta sabiduría se hicieron necios. Se hincharon en su prosperidad
mundanal como si sus ventajas terrenales fueran tan grandes para que
mediante ellas pudieran recibir mérito con Dios, y así ganarse el cielo.

WLF 12. ---Usted piensa que los que adoran a los pies de los santos serán
salvos al fin (Revelación 3:9). Aquí debo estar en desacuerdo con usted; pues
Dios me he mostrado que esta clase se componía de profesos adventistas,
quienes habían apostatado, y “crucificado de nuevo al Hijo de Dios,
poniéndolo en abierta ignominia.” Y en “la hora de la tentación,” que habrá
de venir, mostrando el carácter de cada uno, ellos sabrán que están
eternamente perdidos, y sobrecogidos con angustia de espíritu se
postrarán a los pies de los santos.

Versículo 10. --- "Por cuanto has guardado mi Palabra de perseverar con
paciencia, yo también te guardaré de la hora de prueba que ha de venir en todo
el mundo, para probar a los que habitan en la tierra.”

§ 6 de abril, 1903. ---“He aquí, yo haré que los de la sinagoga de Satanás,


que se dicen ser judíos, y no lo son, sino mienten; he aquí, yo haré que vengan
y adoren a tus pies, y conozcan que te he amado. Porque has guardado la
Palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la
tentación, la cual vendrá sobre todo el mundo para probar a los que están
sobre la tierra.” Dios nos ha hablado de las pruebas que han de venir
sobre nosotros, nos ha dicho que nos guardará por su poder. ¿No
aceptaremos su promesa?

CS 694. ---Los hijos de Dios oyen una voz clara y melodiosa que dice:
"Enderezaos," y, al levantar la vista al cielo, contemplan el arco de la promesa.
Las nubes negras y amenazadoras que cubrían el firmamento se han
desvanecido, y como Esteban, clavan la mirada en el cielo, y ven la gloria de
Dios y al Hijo del hombre sentado en su trono. En su divina forma distinguen
los rastros de su humillación, y oyen brotar de sus labios la oración dirigida a
su Padre y a los santos ángeles: "Yo quiero que aquellos también que me has
dado, estén conmigo en donde yo estoy." (S. Juan 17:24, V.M.) Luego se oye
una voz armoniosa y triunfante, que dice: "¡Helos aquí! ¡Helos aquí! santos,
inocentes e inmaculados. Guardaron la palabra de mi paciencia y andarán
entre los ángeles;" y de los labios pálidos y trémulos de los que guardaron
firmemente la fe, sube una aclamación de victoria.

CS 616-617. ---Muchos tendrán que vérselas con espíritus de demonios que


personificarán a parientes o amigos queridos y que proclamarán las herejías
más peligrosas. Estos espíritus apelarán a nuestros más tiernos sentimientos de
simpatía y harán milagros con el fin de sostener sus asertos. Debemos estar
listos para resistirles con la verdad bíblica de que los muertos no saben nada y
de que los que aparecen como tales son espíritus de demonios.
Es inminente "la hora de la tentación que ha de venir en todo el mundo,
para probar a los que moran en la tierra." (Apocalipsis 3: 10.) Todos
aquellos cuya fe no esté firmemente cimentada en la Palabra de Dios
serán engañados y vencidos. La operación de Satanás es "con todo el
artificio de la injusticia" a fin de alcanzar dominio sobre los hijos de los
hombres; y sus engaños seguirán aumentando. Pero sólo puede lograr sus
fines cuando los hombres ceden voluntariamente a sus tentaciones. Los que
busquen sinceramente el conocimiento de la verdad, y se esfuercen en
purificar sus almas mediante la obediencia, haciendo así lo que pueden en
preparación para el conflicto, encontrarán; seguro refugio en el Dios de
verdad. "Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te
guardaré" (Ver. 10), es la promesa del Salvador. El enviarla a todos los
ángeles del cielo para proteger a su pueblo antes que permitir que una sola
alma que confíe en él sea vencida por Satanás.

CS 675-676. ---Satanás había acusado a Jacob ante los ángeles de Dios y


pretendía tener derecho a destruirle por causa de su pecado; había inducido a
Esaú a que marchase contra él, y durante la larga noche de lucha del patriarca,
Satanás procuró embargarle con el sentimiento de su culpabilidad para
desanimarlo y apartarlo de Dios. Jacob fue casi empujado a la desesperación;
pero sabía que sin la ayuda de Dios perecería. Se había arrepentido
sinceramente de su gran pecado, y apelaba a la misericordia de Dios. No se
dejó desviar de su propósito, sino que se adhirió firmemente al ángel e hizo su
petición con ardientes clamores de agonía, hasta que prevaleció.
Así como Satanás influyó en Esaú para que marchase contra Jacob, así
también instigará a los malos para que destruyan al pueblo de Dios en el
tiempo de angustia. Como acusó a Jacob, acusará también al pueblo de Dios.
Cuenta a las multitudes del mundo entre sus súbditos, pero la pequeña
compañía de los que guardan los mandamientos de Dios resiste a su pretensión
a la supremacía. Si pudiese hacerlos desaparecer de la tierra, su triunfo sería
completo. Ve que los ángeles protegen a los que guardan los mandamientos e
infiere que sus pecados les han sido perdonados; pero no sabe que la suerte de
cada uno de ellos ha sido resuelta en el santuario celestial. Tiene conocimiento
exacto de los pecados que les ha hecho cometer y los presenta ante Dios con la
mayor exageración y asegurando que esa gente es tan merecedora como él
mismo de ser excluida del favor de Dios. Declara que en justicia el Señor no
puede perdonar los pecados de ellos y destruirle al mismo tiempo a él y a sus
ángeles. Los reclama como presa suya y pide que le sean entregados para
destruirlos.
Mientras Satanás acusa al pueblo de Dios haciendo hincapié en sus
pecados, el Señor le permite probarlos hasta el extremo. La confianza de
ellos en Dios, su fe y su firmeza serán rigurosamente probadas. El
recuerdo de su pasado hará decaer sus esperanzas; pues es poco el bien
que pueden ver en toda su vida. Reconocen plenamente su debilidad e
indignidad. Satanás trata de aterrorizarlos con la idea de que su caso es
desesperado, de que las manchas de su impureza no serán jamás lavadas.
Espera así aniquilar su fe, hacerles ceder a sus tentaciones y alejarlos de
Dios.

RH 19 de junio, 1900. ---“Porque has guardado la palabra de mi


paciencia.” ¿Se aplica esto a los hombres que persiguen a los que a
conciencia guardan los mandamientos de Dios, que rehúsan postrarse a
un sábado idolátrico, y rehúsan adorar una institución del papado?
¿Quién está guardando la palabra de la paciencia de Dios? Esta es una
pregunta de intenso interés,--una pregunta que ninguno de nosotros puede
darse el lujo de ignorar; porque Dios ha dicho de aquellos que sí guardan la
palabra de su paciencia: “Yo también te guardaré de la hora de la tentación.”

RH 9 de julio, 1908. “Porque has guardado la palabra de mi paciencia,


yo también te guardaré de la hora de la tentación, la cual vendrá sobre
todo el mundo para probar a los que moran sobre la tierra.” En esta
Escritura se pone de manifiesto la hora de la tentación que ha de probar a
los que moran sobre la tierra. Nosotros estamos ahora viviendo en esta
hora de prueba. No hay escapatoria para ninguno, de este conflicto. Si en
su vida hay rasgos defectuosos de carácter que usted no está luchando
para vencer, tenga por cierto que el enemigo procurará tomar ventaja de
ello; pues él está vigilando, tratando de arruinar la fe de todos. Para poder
obtener la victoria sobre cada asalto del enemigo, debemos aferrarnos de un
poder que está fuera de, y más allá de nosotros mismos. Debemos mantener
una constante y viviente conexión con Cristo, el cual tiene poder para dar la
victoria a cada alma que mantenga una actitud de fe y humildad. Si somos
auto suficientes, y pensamos que podemos seguir como nos place, y así
esperar que finalmente saldremos del lado correcto, veremos que hemos
cometido un grave error. Como aquellos que esperan recibir la recompensa del
vencedor, debemos marchar hacia delante en la guerra cristiana, aunque a cada
avance encontremos oposición.

5T 297. ---Entre más aprendemos tocante a los tempranos días de la iglesia


cristiana, y vemos con qué sutileza Satanás obró para debilitar y destruir,
mejor estaremos preparados para resistir sus engaños y confrontar los peligros
que amenazan. Estamos en el tiempo cuando tribulaciones tales como el
mundo nunca ha visto prevalecerán. “¡Ay de los habitantes de la tierra y del
mar! Porque el diablo ha descendido sobre vosotros, teniendo grande ira,
porque él sabe que tiene poco tiempo.” Pero Dios ha puesto límites que
Satanás no puede pasar. Nuestra santísima fe es esta barrera; y si
edificamos en esta fe, estaremos a salvo en la protección del Poderoso.
“Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te
guardaré de la hora de la tentación, la cual vendrá sobre todo el mundo,
para probar a los que moran en la tierra.”

6T 404. ---LA GRAN Crisis está por sobrecogernos. Para hacer frente a sus
pruebas y tentaciones, para cumplir sus deberes, se necesitará una fe
perseverante. Pero Podemos triunfar gloriosamente; nadie que vele, ore y crea
será entrampado por el enemigo.
En el tiempo de prueba que nos espera, Dios pondrá garantía de
seguridad sobre todos aquellos que hayan guardado la palabra de su
paciencia. Cristo dirá a sus fieles: "Anda, pueblo mío, éntrate en tus
aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en
tanto que pasa la ira." (Isa. 26: 20.) El León de Judá, tan temible para los que
rechazan su gracia, será el Cordero de Dios para los obedientes y fieles. La
columna de nube que significa ira y terror para el transgresor de la ley de
Dios, será luz, misericordia y liberación para los que hayan guardado sus
mandamientos. El fuerte brazo que hiera a los rebeldes, será fuerte para librar
a los leales. Cada fiel será ciertamente recogido. "Y enviará sus ángeles con
gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un
cabo del cielo hasta el otro."

9T 17. ---Temibles pruebas y tentaciones esperan al pueblo de Dios. El


espíritu de guerra está agitando las naciones desde un cabo de la tierra hasta el
otro. Pero en medio del tiempo de angustia que viene,--un tiempo de angustia
como nunca se ha visto desde que hubo nación,--el pueblo escogido de Dios
será inconmovible. Satanás y su hueste no puede destruirlos, pues ángeles
poderosos en fortaleza los protegerán.

Versículo 11. --- "Yo vengo pronto. Retén lo que tienes, para que ninguno
tome tu corona.”

§ CS 344. ---UNA de las verdades más solemnes y más gloriosas que


revela la Biblia, es la de la segunda venida de Cristo para completar la
gran obra de la redención. Al pueblo peregrino de Dios, que por tanto
tiempo hubo de morar "en región y sombra de muerte," le es dada una
valiosa esperanza inspiradora de alegría con la promesa de la venida de
Aquel que es "la resurrección y la vida" para hacer "volver a su propio
desterrado." La doctrina del segundo advenimiento es verdaderamente la
nota tónica de las Sagradas Escrituras. Desde el día en que la primera
pareja se alejara apesadumbrada del Edén, los hijos de la fe han esperado la
venida del Prometido que había de aniquilar el poder destructor de Satanás y
volverlos a llevar al paraíso perdido. Hubo santos desde los antiguos tiempos
que miraban hacia el tiempo del advenimiento glorioso del Mesías como hacia
la consumación de sus esperanzas.

FE 137. ---¿Estudiarán, los alumnos de nuestras escuelas, y procurarán


copiar la vida y carácter de Aquel que descendió del cielo para mostrarles lo
que deben ser, si es que entrarían al reino de Dios? Les he presentado un
mensaje de la pronta venida del Hijo de Dios en las nubes del cielo con
poder y gran gloria. No he presentado ante ustedes algún tiempo definido,
sino que os he repetido la palabra de Cristo mismo, la de velar en oración,
“Pues en la hora en que no pensáis, el Hijo del hombre viene.” La
advertencia ha venido retumbando por las edades de nuestro tiempo, “He
aquí, vengo presto; y mi recompensa está conmigo, para dar a cada
hombre según haya sido su obra. Yo soy el Alfa y Omega, el principio y el
fin, el primero y el último. Bienaventurados son los que guardan sus
mandamientos, para que tengan derecho al árbol de vida, y entren por los
portales de la ciudad de Dios.”—RH 21 de agosto, 1888.

Mar 75. ---Jesús dice: “He aquí, yo vengo presto.” Debemos tener estas
palabras siempre en mente, y actuar como si ciertamente creemos que la
venida del Señor está cerca, y que somos peregrinos y extranjeros sobre la
tierra.

RC 250. ---Idéntica objeción podría levantarse contra las palabras de Cristo


mismo. Él dijo por boca de su discípulo amado: "Ciertamente vengo en
breve", y Juan responde: "Amén; sí, ven, Señor Jesús" (Apocalipsis 22:
20, 21). Jesús pronunció estas palabras como un mensaje de advertencia
y aliento para su pueblo, ¿ y por qué no las tendremos en cuenta? El
Señor ha dicho que será el siervo fiel y prudente quien será encontrado
velando y esperándolo. Fue el siervo malo quien dijo: "Mi señor tarda en
venir", y comenzó a golpear a sus consiervos, y a comer y a beber con los
borrachos.

RH 9 de julio, 1908. ---“He aquí, vengo presto: guarda lo que tienes, que
nadie tome tu corona.” Aquí nuevamente se nos amonesta a ser fieles, en
vista del conflicto. No debemos ceder ningún punto que ya hemos
alcanzado. Desde ahora en adelante hasta que Jesús venga, la batalla se
tornará más y más fiera. Tendremos que afrontar y resistir hombres que son
considerados como muy sabios y doctos, pero que no son espiritualmente
sabios para la salvación. Nuestra única esperanza de salvar nuestras propias
almas y de ayudar a salvar a otros, es recibiendo la justicia de Cristo Jesús.
Estamos buscando una corona, una corona de gloria que no se corrompe.
Como vencedores hemos de reinar con Cristo en las cortes celestiales; y
hemos de vencer mediante la sangre del Cordero y la palabra de nuestro
testimonio.

ST 24 de junio, 1889. ---Debemos despertar y discernir las señales de los


tiempos, y dar advertencias al pueblo. Existen muchos en el mundo que
procuran calmar la alarma de la gente, quienes dicen: “Paz, paz; cuando no
hay paz;” pero debemos tomar un curso opuesto a este. Hay muchos que dicen
al pueblo despertado: “No os preocupéis, seguid en vuestra impiedad,
continuad glorificándoos, y viviendo en el placer. El día del Señor no está a
la mano.” ¿No tenía Cristo un propósito en mente cuando dijo: “He aquí,
vengo presto”? ¿No vio él que su iglesia procuraría guardar este solemne
acontecimiento en mente? ¿Diremos nosotros con los burladores de los
últimos días: “¿Dónde esta la promesa de su venida?, pues desde que
nuestros padres durmieron, todas las cosas continúan como eran desde el
principio de la creación”? Yo no deseo estar con esta clase. Deseo
despertar a hombres y mujeres con este mensaje de la pronta venida de
Cristo.

ST 24 de julio, 1901. ---Recordemos que no habrá una segunda ocasión


probatoria. Algunos se halagan con el pensamiento que el Señor les dará otra
oportunidad. ¡Engaño fatal! Justo ahora, día por día, nos estamos
preparando para el juicio. Estamos negociando con los bienes de nuestro
Señor, y en su venida él hará cuentas con nosotros. Y de cada uno él esperará
una ganancia. Hagamos trabajo fiel y abnegado. Nuestra recompensa será en
proporción a la obra que hemos hecho. “He aquí, vengo presto,” dice Cristo;
“y mi recompensa traigo conmigo, para dar a cada hombre según sus obras.”
El Maestro pide que cada hombre haga la obra encomendada según su
capacidad. En el amor del Salvador levántense los cristianos y trabajen por
aquellos que se encuentran cerca y lejos.

CS 443-444. ---Los que esperaban se regocijaron en la creencia de que


Aquel que conoce el fin desde el principio había mirado a través de los siglos,
y previendo su contrariedad, les había dado palabras de valor y esperanza. De
no haber sido por esos pasajes de las Santas Escrituras, que los exhortaban a
esperar con paciencia y firme confianza en la Palabra de Dios, su fe habría
cejado en la hora de prueba.

1MS 243. ---Mensajes de toda especie han sido presentados a los adventistas
del séptimo día para ocupar el lugar de la verdad que, punto por punto, ha sido
descubierta mediante estudio con oración, y testificada mediante el poder del
Señor que obra milagros. Pero los hitos que nos han hecho lo que somos,
han de ser preservados y serán preservados, como Dios lo ha manifestado
mediante su Palabra y el testimonio de su Espíritu. Él nos insta a
aferrarnos firmemente, con el vigor de la fe, a los principios
fundamentales que están basados sobre una autoridad incuestionable.

5T 501-502. ---Vi a uno que se le acercaba con paso firme y rostro


agraviado. Él dijo: “Que nadie tome tu corona.” ¿Ha usted olvidado la
humillación que soportó el Hijo de Dios al venir a nuestro mundo, cómo sufrió
abuso, reproche, insulto, odio, burla, y traición, cómo soportó el vergonzoso
juicio en la corte después de haber sufrido los sobrehumanos asaltos de
Satanás en el Getsemaní? ¿Ha usted olvidado el loco clamor de la turba,
“Crucifícale, crucifícale,” y cómo murió como malhechor? ¿Es el siervo
mayor que su Señor? Los seguidores de Jesús no serán populares, mas bien
serán como su Maestro, mansos y humildes de corazón. Ustedes están
procurando escalar hasta el asiento más alto, pero os encontraréis al fin en el
más bajo. Si procuráis tratar con justicia, amar misericordia, y caminar
humildemente con Dios, seréis participantes con Cristo en sus sufrimientos y
compartiréis con él su gloria en su reino. El Señor os ha bendecido, ¡pero
cuán poco habéis apreciado su gran bondad! ¡Cuán poca alabanza ha recibido
él de vuestros labios! Podréis hacer una buena obra por el Maestro, pero no
con vuestras ideas como supremas. Debéis aprender en la escuela de Cristo, de
otra forma nunca podéis calificar para entrar en el grado superior, recibir el
sello del Dios viviente, entrar por las puertas de la ciudad de Dios, y ser
coronados con gloria, honor, e inmortalidad.

2MCP 714. ---Es nuestro privilegio como hijos de Dios mantenernos firmes
en la profesión de nuestra fe, sin ser conmovidos. A veces el engañoso poder
de la tentación parece exigir hasta el máximo nuestra fuerza de voluntad, y
ejercer fe parece completamente contrario a todas las evidencias del sentido o
la emoción; pero nuestra voluntad debe mantenerse del lado de Dios.
Debemos creer que en Jesucristo se encuentran la fuerza y la eficiencia
duraderas. . . Hora a hora debemos mantener triunfante nuestra posición en
Dios, poderosa en su fuerza. NEV 126 (1890).

CL 64. ---Guardad lo que tenéis, la preciosa y santificadora verdad. Estáis


entonces en la mejor compañía, y las inteligencias más altas están
contemplando vuestro curso de acción. Vosotros sois espectáculo al mundo, a
los ángeles, y a los hombres. Bajo provocación, vuestra obra ha de mantener la
fe y buena conciencia, “La cual algunos habiendo abandonado tocante a la fe,
han hecho naufragio.”—Carta 17, 1897 (7 de abril, 1897).

Versículo 12. ---"Al que venza, lo haré columna en el Santuario de mi Dios, y


nunca más saldrá fuera. Escribiré sobre él el Nombre de mi Dios- el nombre
de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo enviada
por mi Dios-, y mi nuevo Nombre.”

§ HH 372. ---A fin de obtener la victoria sobre todos los ardides del
enemigo, debemos aferrarnos a un poder que está fuera y más allá de nosotros
mismos. Debemos mantener una relación constante y viviente con Cristo, que
tiene poder para otorgar la victoria a toda alma que se mantenga en actitud de
fe y humildad . . . Como los que esperamos recibir la recompensa del
vencedor, debemos avanzar en la lucha cristiana aunque en cada avance
hallemos oposición . . . No debemos ceder en ninguno de los puntos sobre
los cuales ya hemos obtenido la victoria . . . Como vencedores,
reinaremos con Cristo en las cortes celestiales; y debemos vencer
mediante la sangre del Cordero y la Palabra de nuestro testimonio. "Al
que venciere, yo le haré columna en el templo de mi Dios".-RH 19-7-1908.

4T 356. ---No tenéis tiempo que perder, debéis realizar diligentes


esfuerzos para vencer los marcados rasgos en vuestro carácter, los cuales,
si complacidos, cerrarán las puertas de gloria a vosotros. No podéis daros
el lujo de perder el cielo. Vosotros debéis ahora hacer un cambio decidido
en vuestras palabras y hechos, vencer el espíritu avaro, y volcar vuestros
pensamientos hacia el canal de verdad santificada. En pocas palabras,
necesitáis ser transformados. Entonces Dios aceptará vuestras labores en su
causa. Usted necesita ser un hombre de tal veracidad invariable que el amor a
la ganancia no le seducirá y ninguna tentación le vencerá. El Señor requiere un
estricto apego a la verdad de todo el que profesa su nombre. Esto será como la
sal que no ha perdido su sabor, como luz en medio de las tinieblas morales y el
engaño de este mundo.
§ 8RED 78. ---Las preciosas piedras representan los más perfectos
cristianos que han sido refinados y acicalados por la gracia de Dios, y por
la aflicción que han soportado con mucha oración y paciencia. Su
obediencia y amor se asemejan al gran Patrón. Sus vidas son embellecidas
y ennoblecidas mediante la abnegación. Soportarán la prueba del día de
la ira, pues son piedras vivientes. No debéis sorprenderos si con martillo y
cincel Dios corta las ásperas esquinas de vuestro carácter hasta que estéis
preparados para ocupar el lugar que él tiene para vosotros. Ningún ser humano
puede lograr este trabajo. Sólo Dios puede hacerlo. Cada golpe de Él es dado
en amor, para vuestra eterna felicidad. Él conoce vuestras debilidades y obra
para restaurar, no para destruir.

§ PR 434-435. ---Mientras Satanás ha estado insistiendo en sus


acusaciones los ángeles santos, invisibles, han ido de un lado a otro
poniendo sobre los fieles el sello del Dios viviente. Estos son los que están
sobre el monte de Sión con el Cordero, teniendo el nombre del Padre
escrito en sus frentes. Cantan el nuevo himno delante del trono, ese himno
que nadie puede aprender sino los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron
redimidos de la tierra. "Estos, los que siguen al Cordero por donde quiera que
fuere. Estos fueron comprados de entre los hombres por primicias para Dios y
para el Cordero. Y en sus bocas no ha sido hallado engaño; porque ellos son
sin mácula delante del trono de Dios." (Apoc. 14: 4, 5.)

HH 372. ---Todos los que entraren allí poseerán el manto de la justicia


de Cristo, y sobre sus frentes se verá el nombre de Dios. Este nombre es
el símbolo que el apóstol vio en visión, y significa la sumisión de la mente
a una obediencia inteligente y leal a todos los mandamientos de Dios.-YI
18-8-1886.

TM 453-454. ---El mismo ángel que visitó a Sodoma está haciendo resonar
la nota de amonestación: "Escapa por tu vida". Los vasos de la ira de Dios no
pueden ser derramados ni destruidos los impíos y sus obras, hasta que todo el
pueblo de Dios haya sido juzgado, y los casos de los vivos así como los de los
muertos estén decididos. Y aun después que los santos han sido sellados
con el sello del Dios vivo, sus elegidos pasarán individualmente por
pruebas. Vendrán aflicciones personales; pero el horno es estrechamente
vigilado por un ojo que no permitirá que el oro sea consumido. La
indeleble, marca de Dios está sobre ellos. Dios puede alegar que su propio
nombre está escrito allí, El Señor los ha sellado. Su destino está escrito:
"DIOS, LA NUEVA JERUSALÉN". Son la propiedad de Dios, su posesión.
¿Será puesto este sello sobre los que tienen impura la mente, sobre el
fornicario, el adúltero, el hombre que codicia la mujer de su prójimo? Que
vuestras almas contesten la pregunta: ¿Corresponde mi carácter a las
calificaciones esenciales para que pueda recibir un pasaporte a las mansiones.
que Cristo ha ido a preparar para los que estén listos para ellas? La santidad
debe estar impresa en nuestro carácter.

Versículo 13. ---"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias".

§ BEcho 14 de agosto, 1899. ---Dios desea que prestemos atención a las


palabras de verdad. Hemos de escucharlas y practicarlas; pues la verdad
es un mensaje del cielo para los que la acatan. El a menudo repetido
mando del Señor es: “El que tiene oídos para oír, oiga.” De los israelitas el
apóstol dice: “La palabra predicada no les aprovechó, no estando mezclada
con fe en los que la oyeron.” Esto abre ante nosotros el motivo por el cual tan
poco se logra por los muchos discursos dados. Las palabras pueden ser
movidas por el Espíritu Santo, pero si los que oyen lo hacen con ningún deseo
de ser beneficiados, las palabras dichas no les aprovecha.

LC 22. ---Los que no sólo oyen sino que hacen las palabras de Cristo
ponen de manifiesto en el carácter la operación del Espíritu Santo. El
resultado de la obra interna del Espíritu Santo se demuestra en la
conducta externa. La vida del cristiano se oculta con Cristo en Dios, y Dios
reconoce a los que son suyos declarando: "Vosotros sois mis testigos". Ellos
testifican que el poder divino está influyendo en su corazón y dando forma a
su conducta. Sus obras dan evidencia de que el Espíritu está actuando en el
hombre interior; los que se relacionan con ellos están convencidos de que
tienen a Cristo como su modelo.

LC 277. ---Deseo repetir una y otra vez de nuevo, hasta que sea
indeleblemente grabada en el corazón, la bendita invitación: Permaneced en
mí. Leed la Palabra, y a la luz de un así dice Jehová, meditad en ella. Orad
hasta que la lección y el significado de permanecer en sea completamente
aprendido, acompañado con sus demandas y promesas. El Espíritu Santo, el
representante de Cristo, está ahora en nuestro mundo para recordarnos todas
las cosas, a fin de que no sean olvidados ni descuidados sus derechos. Leed la
Palabra y orad. Meditad en las Escrituras hasta que el entendimiento. . . se
abra para comprender sus requerimientos y nuestra dependencia. Aquellos
que deseen escuchar lo que el Espíritu les diga no escucharán en vano.
Fijad los ojos únicamente en Cristo, dependiendo quedamente de él para
escuchar su voz diciendo: "Permaneced en mí, y yo en vosotros". .

2MR 45. ---La predicación más poderosa de la Palabra de nada valdrá a


menos que el Espíritu enseñe e ilumine a los que oyen. Si el Espíritu no
trabaja con y por medio del agente humano, almas no se salvarán, ni
caracteres serán transformados por la lectura de las Escrituras. El
planificar y el idear que es hecho en conexión con la obra no debiera ser de tal
carácter como para llamar la atención al yo. La Palabra es un poder, una
espada en la mano del agente humano. Pero el Espíritu Santo es su eficiencia,
su poder vital que impresiona la mente.

TM 62. ---Este es el peligro al cual la iglesia se halla expuesta ahora, es a


saber, que las invenciones del hombre finitos determinen la forma precisa en
que debe venir el Espíritu Santo. Aunque no quieran reconocerlo, algunos ya
han hecho esto. Y porque el Espíritu ha de venir, no para alabar a los hombres
o para construir sus erróneas teorías, sino para reprobar al mundo de pecado,
de justicia y de juicio, muchos se apartan de el. No están dispuestos a ser
despojados de su justicia propia. No están dispuestos a cambiar su justicia,
que es injusticia, por la justicia de Cristo, que es la verdad pura no adulterada.
El Espíritu Santo no adula a ningún hombre, ni trabaja de acuerdo con el
designio de algún hombre. Los hombres finitos, pecadores, no han de
manejar al Espíritu Santo. Cuando éste venga como un reprobador, por
medio de cualquier agente humano a quien Dios escoja, le toca al hombre
oír y obedecer su voz.

Versículo 14. ---“Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: "Así dice el


Amén, el Testigo Fiel y Verdadero, el origen de la creación de Dios:”

§ 7CBA 970. ---Este mensaje se envía a la iglesia de la actualidad. Exhorto


a nuestros miembros de iglesia que lean todo el tercer capítulo de Apocalipsis,
y que le den una aplicación. El mensaje a la iglesia de Laodicea se aplica
especialmente al pueblo de Dios de hoy día. Es un mensaje para los
cristianos de nombre que han llegado a parecerse tanto al mundo que no
se puede ver diferencia [se citan los vers. 14-18] (RH 208-1903).

7CBA 972-973. ---El mensaje para la iglesia laodicense revela nuestra


condición como pueblo [de Dios] (RH 15-12- 1904).
Se envía el mensaje laodicense a los ociosos en la viña del Señor (MS 26,
1905).
El mensaje para la iglesia laodicense es aplicable para todos los que han
tenido gran luz y muchas oportunidades, y sin embargo no las han
apreciado (RH 11-3-1902).
El mensaje para la iglesia de Laodicea es aplicable a nuestra condición.
Cuán claramente se describe la condición de los que piensan que tienen
toda la verdad, que se enorgullecen de su conocimiento de la Palabra de
Dios, pero cuyo poder santificador no ha sido sentido en sus vidas. Falta
en sus corazones el fervor del amor de Dios; pero este fervor del amor es
precisamente lo que hace del pueblo de Dios la luz del mundo (RH 23-7-
1889).
El mensaje para la iglesia de Laodicea es sumamente aplicable para
nosotros como pueblo. Ha sido presentado delante de nosotros durante
mucho tiempo; pero no se le ha prestado la debida atención. Cuando la
obra de arrepentimiento sea ferviente y profunda, los miembros de la iglesia
comprarán individualmente las ricas mercaderías del cielo. [Se cita Apoc. 3:
18.] Oh, cuántos contemplan las cosas de una manera distorsionada, en la
forma en que Satanás quiere que las vean.
Podéis manifestar gran celo en el esfuerzo misionero, y sin embargo debido a
que ese esfuerzo está contaminado con egoísmo y tiene un pronunciado sabor
al yo, no es nada a la vista de Dios, pues es una ofrenda manchada y corrupta.
A menos que la puerta del corazón esté abierta para Jesús, a menos que él
ocupe el templo del alma, a menos que el corazón esté lleno de sus atributos
divinos, cuando las acciones humanas sean pesadas en las balanzas del cielo
serán declaradas "faltas". El amor de Cristo os haría ricos; pero muchos no
comprenden el valor de su amor. Muchos no se dan cuenta de que el espíritu
que albergan está destituido de la humildad y la mansedumbre de Cristo,
destituido del amor que los convertiría en canales de luz (MS 33, 1894).
El mensaje a Laodicea se aplica a la iglesia de este tiempo. ¿Creéis este
mensaje? ¿Es éste el sentir de vuestros corazones? ¿O estáis diciendo
constantemente: Nosotros somos ricos y enriquecidos, y no tenemos
necesidad de ninguna cosa? ¿Es en vano que la declaración de verdad eterna
haya sido dada a esta nación para ser llevada a todas las naciones del mundo?
Dios tiene un pueblo escogido y lo hace depositario de una verdad llena de
resultados eternos; se le ha dado la luz que debe iluminar el mundo. ¿Ha
cometido Dios un error? ¿Somos ciertamente sus instrumentos escogidos?
¿Somos los hombres y las mujeres que deben llevar al mundo los mensajes de
Apocalipsis catorce, para proclamar el mensaje de salvación a los que están al
borde de la ruina? ¿Procedemos como si lo fuéramos? (MS 51, 1901).
El mensaje a Laodicea se aplica a todos los que dicen guardar la ley de
Dios, pero no son hacedores de ella. No debemos ser egoístas en nada.
Cada aspecto de la vida cristiana debe ser una ejemplificación de la vida de
Cristo. Si no lo es, oiremos las terribles palabras: "No os conozco" (RH 17-
10-1899).
El mensaje a la iglesia de Laodicea se aplica más decididamente a
aquellos cuya experiencia religiosa es insípida, que no dan un decidido
testimonio en favor de la verdad (Carta 98, 1901),
Os digo en el nombre del Señor que los que han tenido gran luz están hoy día
en el estado descrito por Cristo en su mensaje a la iglesia laodicense. Piensan
ser ricos y que están enriquecidos, y creen que no tienen necesidad de nada.
Cristo os habla. Escuchad, oh, escuchad -si es que tenéis algún aprecio por
vuestras almas- las palabras del gran Consejero, y proceded de acuerdo con
ellas [se cita Apoc. 3:18] (Carta 5, 1897).
El propósito del mensaje a los laodicenses fue para eliminar de la iglesia...
influencias fanáticas; pero el esfuerzo de Satanás ha sido corromper el
mensaje y destruir su influencia. A él le agradaría que personas fanáticas
recibieran el testimonio y lo usaran en la causa de él antes que tenerlos
siempre en un estado de tibieza. He visto que no era el propósito del mensaje
hacer que un hermano se erigiera como juez de su hermano para decirle qué
debe hacer y hasta dónde debe ir, sino para que cada individuo escudriñe su
propio corazón y se ocupe de su propia obra individual (2SG 223).

7CBA 975. ---Ha estado resonando el mensaje a Laodicea. Tomad este


mensaje en todas sus fases y propagadlo a la gente doquiera la
Providencia abra el camino. La justificación por la fe y la justicia de
Cristo son los temas que deben presentarse a un mundo que perece (Carta
24, 1892).
[Se cita Apoc. 3: 15-22.] Este es el testimonio dado acerca de la iglesia de
Laodicea. Esta iglesia había sido fielmente instruida. En su carta a los
colosenses, Pablo escribió: "Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros,
siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus
oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios
quiere. Porque de él doy testimonio de que tiene gran solicitud por vosotros, y
por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis".
La obra hecha en la iglesia de Laodicea fue amplia y excelente. A sus
miembros se les dio la exhortación: "Sed, pues, vosotros perfectos, como
vuestro Padre que está en los cielos es perfecto". Pero la iglesia no continuó
en la obra que comenzaron los mensajeros de Dios. Los laodicenses
escuchaban; pero se apropiaron de la verdad y no llevaron a cabo la
instrucción que se les dio. El resultado que siguió es el que con seguridad
siempre ocurre cuando se rechazan las advertencias y los ruegos del Señor
(MS 128, 1903).
Cristo ve lo que el hombre no ve. Ve los pecados en los que debe haber
arrepentimiento, pues de lo contrario agotarán la paciencia de un Dios
magnánimo. Cristo no puede admitir los nombres de aquellos que están
satisfechos con su suficiencia propia. No puede suplicar en favor de gente que
no siente necesidad de su ayuda, pues piensan que saben y poseen todo (RH
23-7-1889).

6T 77. ---La advertencia para la última iglesia también debe ser


proclamada a todo el que pretende ser cristiano. El mensaje laodicense,
como espada aguda de dos filos, debe ir a todas las iglesias: [Revelación
15-19]. Es nuestra obra proclamar este mensaje. ¿Estamos ejerciendo todo
esfuerzo para que las iglesias sean advertidas?

1MS 229. ---En este tiempo ha de darse el mensaje de Laodicea a fin de


despertar a una iglesia somnolienta. Que el pensamiento de la brevedad
del tiempo os estimule a un esfuerzo ferviente e incansable. Recordad que
Satanás ha descendido con gran poder para trabajar con todo engaño de
iniquidad en los que se pierden.
Durante años se ha instruido a nuestros médicos para que crean que no deben
expresar opiniones que difieran de las de su jefe. ¡Ojalá hubieran quebrantado
ese yugo! ¡Ojalá hubieran llamado al pecado por el nombre que tiene!
Entonces no habrían sido considerados en las cortes celestiales como hombres
que, aunque llevan pesadas responsabilidades, han fallado en hablar la verdad,
en reprochar aquello que significa desobediencia a la Palabra de Dios.
Médicos, ¿habéis estado ocupados en los negocios del Maestro al escuchar
interpretaciones fantásticas y espiritualistas de las Escrituras, interpretaciones
que socavan los fundamentos de nuestra fe, y habéis quedado en paz? Dice
Dios: "Tampoco estaré más con vosotros, a menos que despertéis y vindiquéis
a vuestro Redentor".

§ CM 66. ---El Espíritu Santo viene al mundo como el representante de


Cristo. No solamente habla la verdad, sino que es la verdad, el Testigo fiel
y verdadero. Es el gran escrutador de los corazones y conoce el carácter de
todos.

4T 336. ---Falsedad y engaño de toda clase es pecado contra el Dios de


verdad y entereza. La palabra de Dios es clara sobre estos puntos. No “tratarás
falsamente, ni mentiréis el uno al otro.” “Todo mentiroso tendrá su parte en el
lago que arde con fuego y azufre: la cual es la muerte segunda. La palabra de
Dios es un libro de verdad, Jesús es un testigo fiel y verdadero. La iglesia
es el testigo y el terreno de la verdad. Todos los preceptos del Altísimo son
verdaderos y justos. ¿Cómo, entonces, aparece la prevaricación y cualquier
exageración o engaño ante su vista? Por el falso que dijo al codiciar los
regalos que el profeta rehusó, el siervo de Eliseo fue castigado con lepra, la
cual terminó sólo en muerte.

§ 1T 194-195. ---El mayor pecado que ahora existe en la iglesia es la


codicia. A Dios le desagrada que su pueblo sea egoísta. Sus siervos han
sacrificado su tiempo y energía para llevarles la palabra de vida, y muchos han
mostrado por sus obras que aprecian eso sino en forma ligera. Si ellos
pudieran ayudar al siervo de Dios o no, lo mismo les da; pero a menudo lo
dejan pasar, y hacen muy poco por él. Si emplean a un peón, debe pagársele su
jornal. Pero no es así con el abnegado siervo de Dios. Él trabaja por ellos en
palabra y doctrina, él lleva en su alma la pesada carga de la obra;
pacientemente muestra de la palabra de Dios los peligrosos errores que
destruyen el alma; hace hincapié sobre la necesidad de inmediatamente
desarraigar la cizaña que ahoga la buena semilla que se sembró; él saca de
depósito de la palabra de Dios cosas viejas y nuevas para alimentar la grey.
Todos reconocen que han sido beneficiados; pero la hierba venenosa, la
codicia, está tan profundamente arraigada que permiten que el siervo de Dios
se vaya sin ministrarle de sus bienes materiales. Ellos han valorado su
pesada labor tanto como lo demuestran sus hechos. Dice el Testigo Fiel:
“Yo conozco tus obras.”
Vi que los siervos de Dios no son puestos más allá de las tentaciones de
Satanás. A menudo son fieramente asaltados por el enemigo, y tienen una dura
batalla que pelear. Si se les pudiera relevar de su comisión, gozosamente
trabajarían con sus manos. Su trabajo es necesitado por sus hermanos; pero lo
ven tan ligeramente valorado, quedan deprimidos. Verdad, ellos esperan el día
final para su recompensa, y esto los anima; pero sus familias deben tener
alimento y ropa. Su tiempo pertenece a la iglesia de Dios; no está para ser
dispuesto por ellos mismos. Ellos sacrifican la sociedad de sus familias para
beneficiar a otros; y no obstante, algunos que son beneficiados por sus labores
son indiferentes a sus necesidades. Vi que se está haciendo una injusticia a los
tales cuando no se les llama la atención. Ellos piensan que tienen la
aprobación de Dios, cuando realmente él aborrece su egoísmo. No sólo serán
estos egoístas llamados a rendir a Dios por el uso que han hecho del dinero del
Señor, sino que toda la depresión y angustia que han traído sobre los siervos
de Dios, y que ha paralizado sus esfuerzos, será puesto a la cuenta de los
mayordomos infieles.
El Testigo Verdadero declara: “Yo conozco tus obras.” El egoísta, y
codicioso corazón será probado. Algunos no están dispuestos a dedicar a
Dios una muy pequeña porción del aumento de su tesoro terrenal. Ellos
nos verían con horror si uno hablase del diezmo. ¿Qué han sacrificado por
Dios? Nada. Ellos profesan creer que Jesús viene; pero sus obras niegan su fe.
Cada persona será reconocida por la forma en que practica la fe que profesa.
Tú que sólo pretendes falsamente una profesión, Jesús conoce tus obras. Él
aborrece tus mezquinas ofrendas, tus sacrificios cojos.

1MS 454. ---La iglesia remanente está llamada a atravesar una


experiencia similar a aquélla de los judíos; y el Testigo fiel, que anda en
medio de los siete candeleros de oro, tiene un solemne mensaje que
mostrar a su pueblo. Él dice: "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer
amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las
primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su
lugar, si no te hubieres arrepentido" (Apoc. 2: 4, 5). El amor de Dios se ha
estado desvaneciendo en la iglesia y, como resultado, el amor del yo ha
surgido con renovado vigor. Con la pérdida del amor de Dios, ha venido la
pérdida del amor por los hermanos. La iglesia puede corresponder con toda la
descripción que se da de la Iglesia de Efeso, y sin embargo faltarle la piedad
vital. De ella dice Jesús: "Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia;
y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser
apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido y has tenido
paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has
desmayado. Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor" (Apoc. 2: 2-
4).

HC 397-398. ---Padres y madres, esposos y esposas, hermanos y hermanas,


no os acostumbréis a ser bajos en vuestras acciones, palabras o pensamientos.
Los dichos groseros, las bromas viles, la falta de urbanidad y verdadera
cortesía en la vida familiar llegarán a ser una segunda naturaleza para
vosotros y os incapacitarán para formar parte de la sociedad de aquellos a
quienes la verdad está santificando. El hogar es un lugar demasiado
sagrado para ser contaminado por la indecencia, la sensualidad, las
recriminaciones y el escándalo. Acallad las malas palabras; desechad el
pensamiento profano porque el Testigo verdadero pesa cada palabra,
valora cada acción y declara: "Conozco tus obras."
La conversación baja y vulgar no debe hallar cabida en la familia. Cuando el
corazón sea puro, fluirán ricos tesoros de sabiduría.
No pronunciéis insensateces en vuestra casa. Aun los niños muy tiernos serán
beneficiados por "la forma de las sanas palabras," mientras que las palabras
ociosas e insensatas que intercambien el padre y la madre provocarán la
misma clase de palabras entre los hijos. Por otra parte, las expresiones
correctas, sinceras, veraces y serias inducirán a toda la familia a usar esa
misma clase de palabras y también a ejecutar buenas acciones.

7CBA 998. ---Cuando nos convertimos en hijos de Dios, nuestros


nombres se escriben en el libro de la vida del Cordero, y allí permanecen
hasta el tiempo del juicio investigador Entonces el nombre de cada
individuo será llamado y su registro será examinado por Aquel que
declara: "Yo conozco tus obras". Si en aquel día aparece que no nos hemos
arrepentido plenamente de todas nuestras malas acciones, nuestros nombres
serán borrados del libro de la vida y nuestros pecados permanecerán en contra
de nosotros (ST 6-8-1885).

CN 140. ---Dios quiere que los hombres que están a su servicio, bajo su
estandarte, sean estrictamente honrados, de carácter irreprochable, que sus
lenguas no pronuncien nada que se parezca a la mentira. La lengua debe ser
veraz, los ojos deben ser veraces, las acciones deben ser íntegras como las que
Dios puede encomiar. Estamos viviendo ante la presencia de un Dios
santo, quien declara solemnemente: "Yo conozco tus obras". El ojo
divino nos contempla continuamente. No podemos ocultar un solo acto
ofensivo para Dios. Muy pocos comprenden la verdad de que Dios es testigo
de cada una de nuestras acciones (Ibid.).
Los que comprendan su dependencia de Dios, sentirán que deben ser honrados
con sus semejantes y, sobre todo, deben serlo con Dios, de quien proceden
todas las bendiciones de la vida.
La evasión del mandamiento positivo dado por Dios concerniente a los
diezmos y las ofrendas se registra en los libros del cielo como un robo hecho
contra él (Counsels on Stewardship, págs. 77, 78)

CN 518-519. --- En la juventud de este siglo se necesita mucho la


reverencia. Estoy alarmada cuando veo a los niños y jóvenes de padres
religiosos tan descuidados en cuanto al orden y decoro que debieran
observarse en la casa de Dios. Mientras los siervos de Dios están presentando
las palabras de vida a la congregación, algunos leen, otros murmuran y ríen.
Sus ojos están pecando al distraer la atención de los que los rodean. Este
hábito crecerá e influirá en otros, si se permite que continúe sin ser frenado.
Los niños y jóvenes nunca debieran sentir que es algo para enorgullecerse
el ser indiferentes y descuidados en las reuniones donde se adora a Dios.
Dios ve cada pensamiento o acción irreverente, y se registra en los libros
del cielo. Él dice: "Conozco tus obras". Nada está oculto de su ojo que
todo lo escudriña. Si habéis formado, en cualquier grado que fuera, el hábito
de no prestar atención y de ser indiferentes en la casa de Dios, ejerced las
facultades que tenéis para corregirlo, y mostrad que tenéis dominio propio.
Practicad la reverencia hasta que se convierta en una parte de vosotros mismos
(Youth's Instructor. 8-10-1896).

7CBA 974. --- Si cada persona que tiene influencia pudiera ascender a algún
monte [para recibir una] visión desde donde pudiera contemplar todas sus
obras como Cristo las contempla cuando declara: "Conozco tus obras"; si el
obrero pudiera rastrear de causa a efecto cada palabra y acto objetable, el
espectáculo le resultaría insoportable (MS 128, 1903)

2SG 230-231. ---El plan de Benevolencia Sistemática le es placentero al


Señor. Fui llevada a los días de los apóstoles, y vi que Dios ideó el plan
mediante el descenso del Espíritu Santo, y mediante el don de profecía
aconsejó a su pueblo respecto al sistema de benevolencia. Todos habrían de
participar en esta obra de impartir sus cosas materiales a los que les
ministraban en asuntos espirituales. También se les enseñó que las viudas y los
huérfanos tenían pretensión a su caridad. La religión pura y sin mácula es
definida, el visitar las viudas y los huérfanos en sus aflicciones, y mantenerse
sin la mancha de este mundo. Vi que no sólo se trataba de simpatizar con ellos
en sus aflicciones mediante palabras de consolación, sino ayudarles, si se
amerita, con su sustancia. Dios ha dado salud a hombres y mujeres, y pueden
recibir una gran bendición ayudando a las viudas y huérfanos en sus
aflicciones. Vi que Dios requería a los jóvenes sacrificar más por el bien de
otros. Él demanda más de ellos que lo que están dispuestos a realizar. Si se
mantienen sin la mancha del mundo, dejan de seguir sus modas, y
apartan aquello que los amadores del placer gastan en artículos inútiles
para gratificar el orgullo, y lo entregan a los pobres que lo necesitan, y
para sostener la causa, tendrán la aprobación de Aquel que dice: “Yo
conozco tus obras.”

5T 627-628. ---Mantened siempre en mente esta verdad: “Dondequiera


que yo estoy, todo lo que haga, Tú, Dios, me ves.” No hay forma en que el
punto más ínfimo de nuestra conducta escape la observación de Aquel
que dice: “Yo conozco tus obras.” Las profundidades de cada corazón están
abiertas a la inspección divina. Cada acción, cada propósito, cada palabra, está
tan distintamente marcada como hubiera sólo un individuo en todo el universo
y toda la vigilancia y escudriñamiento de Dios fueran empleados en evaluar la
conducta. ¿Violaremos entonces un solo precepto de su ley y enseñaremos a
otros a hacer lo mismo, mediante evasivas, asertos, falsedades, e la misma
vista del Legislador? ¿Afrontaremos la sentencia en la misma cara de Juez? En
esto vemos una dureza que parece sobrepasar la peor presunción humana. Y
sé, mi hermano, a quien espero ver en el juicio, que usted no tendrá palabra
alguna de excusa por su apostasía.

TM 471-472. --- Los que están empleados en cualquier departamento de la


obra por la cual el mundo ha de ser transformado, no deben entrar en alianza
con los que no conocen la verdad. El mundo no conoce al Padre ni al Hijo, y
no tiene discernimiento espiritual en cuanto al carácter de nuestra obra, en
cuanto a lo que haremos o lo que dejaremos de hacer. Debemos obedecer las
órdenes que vienen de arriba. No hemos de escuchar el consejo o seguir los
planes sugeridos por los no creyentes. Las sugestiones hechas por los que no
conocen la obra que Dios está realizando para este tiempo serán tales que
debilitarán el poder de los instrumentos de Dios. Aceptando tales sugerencias,
el consejo de Cristo es anulado. . . .
El ojo del Señor está sobre toda la obra, todos los planes, todas las
imaginaciones de toda mente; él ve debajo de la superficie de las cosas,
discierne los pensamientos y las Intenciones del corazón. No hay un hecho
de tinieblas, no hay un plan, no hay una imaginación del corazón, no hay
un pensamiento de la mente, que él no lea como un libro abierto. Todo
hecho, toda palabra, todo motivo, es fielmente registrado en los libros por
el gran Escudriñador del corazón que dijo: "Yo conozco tus obras"

1T 480. ---Muchos guardadores del sábado que son ricos, son culpables de
amolar la cara de los pobres. ¿Piensan los tales que Dios no toma nota de sus
pequeños actos de maldad? Si sus ojos fueran abiertos verían un ángel
siguiéndolos por todas partes, tomando fiel registro de todas sus acciones en el
hogar y en su lugar de negocio. El Testigo Fiel les sigue la huella,
declarando: “Yo conozco tus obras.” Al ver este espíritu de engaño,
cobrar de más, de insensibilidad, aun entre algunos profesos sabatistas,
exclamé con espíritu angustiado. Este gran mal, esta terrible maldición, está
envolviéndose alrededor de algunos del Israel de Dios en estos últimos días,
haciendo de ellos una mancha aun para algunos nobles no creyentes. Este es el
pueblo que profesamente está esperando la venida del Señor.

2T 125. ---Mucho del profeso y peculiar pueblo de Dios está tan conformado
al mundo que su peculiar carácter no es discernido, y es difícil distinguir
“entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.” Dios haría grandes cosas por
su pueblo si saldrían del mundo y fueran distintos. Si se sometieran para
ser guiados por él, Dios haría de ellos una alabanza en todo el mundo.
Dice el Testigo Fiel: “Yo conozco tus obras.” Los ángeles de Dios que
ministran a los que serán herederos de la salvación están familiarizados con la
condición de todos, y entienden la precisa medida de fe que cada individuo
posee. La incredulidad, el orgullo, la codicia, y el amor al mundo, que ha
existido en los corazones del profeso pueblo de Dios, han entristecido a los
ángeles no caídos. Al ver ellos que pecados graves y presuntuosos existen en
los corazones de muchos de los profesos seguidores de Cristo, y que Dios ha
sido deshonrado por su curso torcido e inconsistente, se les ha hecho llorar. Y
no obstante, aquellos que más culpa tienen, que causan la mayor debilidad a la
iglesia y traen mancha sobre su sagrada profesión, no parecen estar alarmados
o sentir culpa, sino que parecen sentir que están floreciendo en el Señor.

4T 51. ---Ahora, querido hermano, usted debe realizar un muy ferviente y


perseverante esfuerzo para desalojar al enemigo y acertar su libertad; pues él
ha hecho de usted un esclavo para este mundo hasta que su amor por lo
material ha llegado a ser la pasión dominante. Su ejemplo para otros ha sido
mala; intereses egoístas han tomado la delantera. Por su profesión usted dice
al mundo: Mi ciudadanía no está aquí, sino arriba; mientras que sus obras
decididamente declaran que usted es sólo un ser terráqueo. Como trampa
vendrá el día del juicio sobre todos los que moran en la tierra. Su profesión es
sólo un tropiezo para las almas. Usted no tiene obras correspondientes.
“Yo conozco tus obras” (no tu profesión), dice el Testigo Fiel. Dios ahora
está zarandeando a su pueblo, probando sus propósitos y sus motivos. Muchos
serán sino como paja—nada de trigo, ningún valor en ellos.

§ 4SG-b 34. ---Dios guía a su pueblo paso a paso. Él los lleva a diferentes
puntos que están calculados para manifestar lo que hay en el corazón. Algunos
soportan en un punto, pero fracasan en el siguiente. A cada punto de avanzada,
el corazón es probado y un poco más. Si el profeso pueblo de Dios encuentra
el corazón opuesto a la estricta obra de Dios, lo debiera convencer que tienen
una obra que hacer para vencer, o ser vomitados de la boca del Señor. Dijo el
ángel: “Dios hará que su obra los pruebe más y más, y pondrá a prueba a cada
uno de sus hijos.” Algunos están dispuestos a recibir disciplina en un punto,
pero cuando Dios los trae a otro punto de prueba, se retraen del mismo y se
apartan, porque encuentran que golpea contra algún ídolo acariciado. Aquí
tienen oportunidad de ver lo que hay en el corazón que está dejando a Jesús
afuera. Ellos valoran otra cosa más que a la verdad, y sus corazones no están
preparados para recibir a Jesús. Individuos son probados por cierto tiempo
para ver si sacrificarán sus ídolos, y acatan el consejo del Testigo Fiel. Si
se niegan a ser purificados mediante la obediencia a la verdad, y vencen
su egoísmo, su orgullo, y malas pasiones, los ángeles de Dios tienen su
encomienda,---“Están unidos a sus ídolos, déjalos,”—“y continúan
realizando su obra, dejándolos con sus malos rasgos sin ser subyugados,
al control de malos ángeles. Aquellos que se miden con cada punto, y
soportan cada prueba, y vencen, sea lo que fuera el precio, han acatado el
consejo del Testigo, y serán preparados mediante la lluvia tardía para ser
trasladados.

DTG 497. --- En este concilio, convocado para planear la muerte de


Cristo, estaba presente el Testigo que oyó las palabras jactanciosas de
Nabucodonosor, que presenció la fiesta idólatra de Belsasar, que estaba
presente cuando Cristo en Nazaret se proclamó a sí mismo el Ungido. Este
Testigo estaba ahora haciendo sentir a los gobernantes qué clase de obra
estaban haciendo. Los sucesos de la vida de Cristo surgieron ante ellos con
una claridad que los alarmó. Recordaron la escena del templo, cuando Jesús,
entonces de doce años, de pie ante los sabios doctores de la ley, les hacía
preguntas que los asombraban. El milagro recién realizado daba testimonio de
que Jesús no era sino el Hijo de Dios. Las Escrituras del Antiguo Testamento
concernientes al Cristo resplandecían ante su mente con su verdadero
significado. Perplejos y turbados, los gobernantes preguntaron: "¿Qué
hacemos?" Había división en el concilio. Bajo la impresión del Espíritu Santo,
los sacerdotes y gobernantes no podían desterrar el sentimiento de que estaban
luchando contra Dios.

FE 526. ---El Espíritu Santo se necesita con urgencia en nuestras escuelas.


Este agente divino viene al mundo como representante de Cristo. No es
únicamente el fiel y verdadero testigo de la Palabra de Dios, sino que es el que
escudriña los pensamientos y propósitos del corazón. Es la fuente a la cual
debemos ir en busca de eficiencia para la restauración de la imagen moral de
Dios en el hombre. El Espíritu Santo fue buscado con fervor en las escuelas
de los profetas; su influencia trasformadora traería aun los pensamientos en
armonía con la voluntad de Dios, y establecería una conexión viviente entre la
tierra y el cielo.

§ AUCR 15 de abril, 1903. ---¡Cuán hermosa era la tierra cuando salió


de la mano del Creador! Dios presentó ante el universo un mundo en el
cual aun su omnipresente ojo no pudo encontrar mancha o
contaminación, ningún defecto ni torcedura. Cada parte de su creación
ocupaba el lugar asignado, y respondía al propósito por el cual era creada.
Como las partes de una gran máquina, parte se entretejía con parte, y todo
estaba en perfecta armonía. La paz y un santo gozo llenaba la tierra. No había
confusión, ninguna contienda. No había enfermedad que afligiera al hombre o
al animal, y el reino vegetal estaba sin mancha de corrupción. Dios contempló
la obra de sus manos, llevada a cabo por Cristo, y la pronunció “muy
buena.” Él contempló un mundo perfecto, en el cual no había rastro de
pecado, ninguna imperfección.

BEcho 21 de mayo, 1900. ---Cuando esta tierra fue creada por Cristo,
era santa y hermosa. Dios la pronunció “muy buena.” Cada flor, cada
arbusto, cada árbol, contestaba al propósito de su Creador. Todo aquello
sobre lo cual descansaba la vista era bello, y llenaba la mente con
pensamientos de amor hacia el Creador. Cada sonido era música, en armonía
perfecta con la voz de Dios.

DTG 11-12. ---Al principio, Dios se revelaba en todas las obras de la


creación. Fue Cristo quien extendió los cielos y echó los cimientos de la
tierra. Fue su mano la que colgó los mundos en el espacio, y modeló las
flores del campo. Él "asienta las montañas con su fortaleza," "suyo es el mar,
pues que él lo hizo." Fue él quien llenó la tierra de hermosura y el aire con
cantos. Y sobre todas las cosas de la tierra, del aire y el cielo, escribió el
mensaje del amor del Padre.

CS 547. ---Antes de la aparición del pecado había paz y gozo en todo el


universo. Todo guardaba perfecta armonía con la voluntad del Creador. El
amor a Dios estaba por encima de todo, y el amor de unos a otros era
imparcial. Cristo el Verbo, el Unigénito de Dios, era uno con el Padre
Eterno: uno en naturaleza, en carácter y en designios; era el único ser en
todo el universo que podía entrar en todos los consejos y designios de
Dios. Fue por intermedio de Cristo por quien el Padre efectuó la creación
de todos los seres celestiales. "Por él fueron creadas todas las cosas, en los
cielos, ... ora sean tronos, o dominios, o principados, o poderes" (Colosenses
1: 16, V.M.); y todo el cielo rendía homenaje tanto a Cristo como al Padre.

RH 18 de agosto, 1910. ---Todas las cosas fueron creadas por el Hijo de


Dios. “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios...Todas las
cosas por él fueron creadas; y sin él nada fue hecho que fue hecho.” Juan 1:1-
3. Y siendo que el sábado es un memorial de la obra de la creación, es un
emblema del amor y poder de Cristo.

8T 264. ---Mediante Cristo, un Dios personal creó al hombre y lo dotó con


inteligencia y poder.

Versículo 15. ---"Conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses
frío o caliente!”

§ RH 8 de abril, 1880. ---Jóvenes y ancianos, Dios ahora os está probando.


Ahora estáis decidiendo vuestro destino eterno. El orgullo, la moda, la vana
conversación, y el egoísmo son males que, si acariciados, crecerán, y ahogarán
la buena semilla sembrada en vuestros corazones, hasta que pronto la palabra
será dicha de vosotros, como fue dicha de la casa de Elí, que vuestros pecados
no serán purgados con sacrificios ni ofrendas jamás. ¡O, que todo tibio
creyente pudiera reconocer lo que se requerirá de él, para poder aprobar el
examen cerrado y escrutador del Juicio. Apreciables lectores, no os engañéis
respecto a vuestra condición. No podéis engañar a Dios. Dice el Testigo Fiel:
“Yo conozco tus obras.”

TSA 34. ---Si estamos ocupados en contiendas y críticas cuando debiéramos


estar haciendo lo mejor para el Maestro, ¿cómo podemos esperar que Dios
traiga las almas a la verdad, y confiarlas a nuestra dirección infiel y
desemejante a Cristo? Buscad al Señor de todo corazón; muérase al yo. El
pueblo de Dios debe ser una unidad, y la obra debe empezar en nuestros
corazones. La obra debe empezar en nuestras propias familias. El testigo
fiel dice: “Yo conozco tus obras.” Podéis constantemente estar bebiendo
del Espíritu de Cristo.

TSB. 194-195. ---Esto está escrito en los libros del cielo, y dentro de poco
vuestro caso será decidido, si vuestro nombre será borrado del Libro de la
Vida o no. Ciertamente lo será a menos que usted sea un hombre convertido,
y humille su corazón delante de Dios, y confiese sus pecados, y aparte de
usted todo pensamiento impuro y acción corrupta. Dice el Testigo Fiel: “Yo
conozco tus obras.” No procure usted enseñar la gente hasta que sea usted
un hombre transformado, hasta que usted haya en humilde penitencia
buscado al Señor con verdadera contrición del alma, y tenga un nuevo
corazón.

§ 6CBA 1101. ---El plan de Cristo es el único seguro. Él declara: "He aquí,
yo hago nuevas todas las cosas". "Si alguno está en Cristo, nueva criatura es".
Cristo no anima al hombre para que piense que él aceptará un carácter
remendado, constituido mayormente del yo con un poco de Cristo. Esta es la
condición de la iglesia laodicense. Al principio parece haber algo del yo y
algo de Cristo; pero pronto todo es del yo, y nada es de Cristo. Se revela
la raíz del egoísmo. Continúa creciendo, echando sus raíces más y más
profundamente, hasta que sus ramas están cubiertas con frutos indeseables.
Cristo considera con ternura compasiva a todos los que tienen caracteres
híbridos. La relación con Cristo de los que tienen un carácter tal, es tan frágil
que es completamente inservible (Carta 105, 1893).

DMJ 34. ---Al escuchar las palabras de Cristo, la gente podía ver la sal,
blanca y reluciente, arrojada en los senderos porque había perdido el sabor y
resultaba, por lo tanto, inútil. Simbolizaba muy bien la condición de los
fariseos y el efecto de su religión en la sociedad. Representa la vida de toda
alma de la cual se ha separado el poder de la gracia de Dios, dejándola
fría y sin Cristo. No importa lo que esa alma profese, es considerada
insípida y desagradable por los ángeles y por los hombres. A tales
personas dice Cristo: "¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres
tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca".

2SG 262. ---Dice el Testigo fiel: "Ojalá fueses frío o caliente. Mas
porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca." (Apoc. 3:
15, 16.) Satanás acepta que seáis cristianos de nombre, porque así
resultáis más convenientes para sus fines. Si tenéis una forma de piedad y
no la verdadera, puede usaros como señuelo para atraer a otros al mismo
estado de engaño propio. Algunas pobres almas os mirarán a vosotros en vez
de recurrir a la norma de la Biblia; y no se elevarán más alto. Serán tan
buenas como vosotros, y se quedarán satisfechas.
A los jóvenes se los insta a menudo a cumplir con su deber, a hablar u orar en
las reuniones; se les insta a que mueran al orgullo. Se les insta a cada paso.
Una religión tal no vale nada. Si cambia el corazón carnal, no habrá tal obra
rutinaria, ni personas de corazón frío que profesen servir a Dios. Todo el amor
al vestido y a las apariencias habrá desaparecido. El tiempo que pasáis delante
del espejo, arreglando vuestro cabello para que agrade al ojo, será dedicado a
la oración y al escudriñamiento del corazón. En el corazón santificado no
habrá cabida para el atavío exterior, sino una búsqueda ferviente y ansiosa del
adorno interior: las gracias cristianas y los frutos del Espíritu de Dios.
Comentario Bíblico Adventista:

1.
Ángel.
Ver com. cap. 1:20.
Sardis.
Una ciudad importante a poca distancia al sur de Tiatira. Sardis gozaba como
Tiatíra de una ubicación comercial favorable. Estrabón, el antiguo geógrafo,
la llamaba "una gran ciudad" (Geografia xiii. 4. 5), aunque en los días de Juan
no rivalizaba en importancia ni con Efeso ni con Pérgamo. Hay más
información acerca de Sardis en las pp. 102-104. El significado del nombre es
incierto; sin embargo, algunos sugieren "canción de gozo", o "lo que queda", o
"algo nuevo".
Siete espíritus.
Ver com. cap. 1:4.
Siete estrellas.
Esta figura, como las que dan comienzo a los mensajes a cada una de las otras
iglesias, deriva de la descripción de Cristo glorificado en el cap. 1 (ver com.
vers. 16, 20).
Tus obras.
Ver com. cap. 2:2.
Nombre.
Aquí "reputación". Esta iglesia se caracterizó por la hipocresía: no era lo que
pretendía ser. Las iglesias de la Reforma afirmaban que habían descubierto lo
que significaba vivir por la fe en Jesucristo, pero cayeron finalmente en un
estado que se parecía, en ciertos sentidos, al de la organización de la cual se
habían apartado (cf. 2 Tim. 3:5). Su nombre -protestante- implicaba oposición
a los abusos, los errores y el formalismo de la Iglesia Católica Romana, y el
nombre Reforma daba a entender que ninguna de estas faltas se hallaba dentro
del redil protestante. Ver pp. 44-69.
Estás muerto.
Este punzante comentario da comienzo a un mensaje que consiste mayormente
de reprensiones. El pecado de la hipocresía mereció las condenaciones más
penetrantes de Jesús contra los dirigentes religiosos de sus días (Mat. 23:13-
33). El Cristo glorificado envía ahora a la iglesia hipócrita de Sardis su más
directa reprensión. En vez de estar viva en Cristo (cf. Efe. 2:5; Col. 2:13;
Gál. 2:20), como lo pretendía esta iglesia, en verdad estaba "muerta" (cf. 2
Tim. 3:5). Este mensaje aplicado a Sardis, puede considerarse como dirigido
al período de la iglesia que existió hacia fines de la época de la Reforma, de
1517 a 1755; sin embargo, ver Nota Adicional de Apoc. 2.
Algunas décadas después del comienzo de la Reforma, las nuevas iglesias
experimentaron un período de violenta controversia doctrinal. Finalmente se
zanjaron las diferencias de opinión adoptando credos definidos que tendían a
desalentar la búsqueda de nuevas verdades. Por un proceso similar la Iglesia
Católica Romana, en los primeros siglos de su historia, había estereotipado su
teología. Protegidas por el poder y el prestigio del Estado y resguardadas al
abrigo de rígidas confesiones de credos, las iglesias nacionales del mundo
protestante por lo general llegaron a contentarse con una forma de piedad
carente de su poder. Otro factor importante que contribuyó a la apatía hacia
las cosas espirituales fue el surgimiento del racionalismo en los siglos XVII y
XVIII. Ante el impacto de los descubrimientos científicos, muchos eruditos
llegaron a creer que la ley natural era suficiente para explicar el
funcionamiento del universo. A menudo concluyeron que la principal función
de Dios con relación a este mundo sólo era la de una primera causa, y que a
partir de ese acto inicial de creación, el mundo marchaba más o menos
independientemente de Dios. Hombres pensadores que creían que eran
impedidos en su pensamiento teológico independiente por las rígidas fórmulas
de la ortodoxia protestante, en algunos casos se volvieron al nuevo
racionalismo filosófico. Aunque el racionalismo produjo un elevado
idealismo y suscitó reflexiones dignas de alabanza en la ciencia política y el
humanitarismo, cuando sus postulados fueron aplicados a la religión influían
mucho para fomentar la frialdad espiritual que caracterizó al protestantismo en
los siglos que siguieron a la Reforma.
2.
Sé vigilante.
Respecto a la vigilancia como deber cristiano, ver com. Mat. 24:42; cf. Mat.
25:13.
Las otras cosas.
En el protestantismo en decadencia aún había ciertas características dignas de
ser conservadas aunque representara un esfuerzo. No todo se había perdido.
La vida espiritual del protestantismo estaba moribunda, pero aún no estaba
muerto el sistema. La "supervivencia" puede considerarse como la nota
predominante del período de la historia de la iglesia correspondiente a Sardis.
Tus obras perfectas.
El ardor del protestantismo durante sus primeros años prometía un avance
hacia la perfección en la comprensión de la verdad revelada y en su aplicación
a la vida; pero con el transcurso de los años, el celo y la piedad decayeron, y la
iglesia se cansó del esfuerzo por alcanzar la meta que se había propuesto.
3.
Acuérdate, pues.
Cf. cap. 2:5. 773
Has recibido.
La flexión del verbo griego no sólo indica que la iglesia de Sardis había
recibido la verdad, sino especifica que aún la tenía; no se había perdido todo.
El hecho de que aún hubiera esperanza, se destaca en la amonestación
"guárdalo", en griego, "continúa guardando". Algunos cristianos de Sardis no
habían apostatado; esto aparece más claramente en el vers. 4.
Arrepiéntete.
Gr. metanoéÇ (ver com. Mat. 3:2).
Ladrón.
Cf. Mat. 24:43, donde se hace referencia a la segunda venida de Cristo. Esta
amonestación puede incluir no sólo el segundo advenimiento sino una
visitación divina más inmediata (cf. Apoc. 2:5). Cualquier venida sería
inesperada para los que dejaban de arrepentirse y velar. Cf. CS 544- 545.
4.
Manchado sus vestiduras.
Una figura de lenguaje para indicar la contaminación moral en la cual había
caído la mayor parte de la iglesia de Sardis. Ver com. Mat. 22: 11; cf. Apoc.
16:15; cf. com. Isa. 63:6.
Vestiduras blancas.
En contraste con los que habían caído moralmente y contaminado sus
"vestiduras", los que permanecieron fieles son representados como dignos de
llevar "vestiduras blancas". Que estas "vestiduras blancas" simbolizan su
pureza, lo indica la frase "porque son dignos" y además el uso del mismo
símbolo en el cap. 7:13-14. Este último pasaje aclara que tal justicia no les
pertenece a los fieles; es el resultado de lavar sus vestiduras y blanquearlas en
la sangre del Cordero. Han recibido la justicia de Cristo.
Las vestiduras blancas también son características de los seres celestiales
(Dan. 7: 9; Apoc. 4: 4; 6: 11; 19: 14), y de esta manera son para los santos una
figura de su "cuerpo espiritual" (1 Cor. 15:40-44; cf. vers. 51-54).
5.
El que venciere.
Ver com. cap. 2:7.
Vestido.
Es decir, con inmortalidad en la vida venidera.
Vestiduras blancas.
Ver com. vers. 4.
No borraré.
Ver com. Hech. 3: 1 9. La promesa "no borraré" le asegura al pecador
arrepentido que sus pecados han sido perdonados. Por otra parte advierte al
impenitente que su nombre será eliminado del libro de la vida. Dejará de
existir su identidad como persona; ya no tendrá lugar entre los seres creados.
Cf. CS 544-545.
Libro de la vida.
Ver com. Fil. 4:3; cf. Apoc. 13:8; 20:15.
Confesaré su nombre.
Es decir, lo reconocerá como un seguidor leal y consagrado. Cristo es el
abogado e intercesor, el gran Sumo Sacerdote de todos los que invocan su
justicia (ver 1 Juan 2:1-2; cf. Mat. 10:32-33; Heb. 8:1-6).
Delante de sus ángeles.
"Pero el plan de salvación tenía todavía un propósito más amplio y profundo
que el de salvar al hombre. Cristo... vino para vindicar el carácter de Dios
ante el universo" (PP 55; DTG 11). Cuando Cristo como intercesor y sumo
sacerdote presenta a su pueblo redimido delante del trono de Dios, ofrece así a
las huestes angelicales un testimonio convincente de que los caminos de Dios
son justos y verdaderos. Ven la justicia de Dios vindicada tanto en su "extraña
obra" (Isa. 28: 2 l) de entregar al impenitente a la destrucción como en su
perdón de los pecadores que, por fe, aceptan su gracia salvadora. Sin la
intercesión de Cristo como sumo sacerdote, ese misterioso proceder de Dios
de otra manera podría parecer ante las inteligencias del universo como
arbitrario e injustificado.
6.
Que tiene oído.
Ver com. cap. 2:7.
7.
Ángel.
Ver com. cap. 1:20.
Filadelfia.
Palabra que significa "amor fraternal", Esta ciudad fue fundada antes del año
138 a. C. y recibió su nombre de Atalo II Filadelfo, de Pérgamo, en homenaje
a su lealtad hacia su hermano mayor Eumenes II, que le había precedido en el
trono. Después de un destructor terremoto en el año 17 d. C., fue reconstruida
por el emperador romano Tiberio, pero siguió siendo relativamente pequeña.
Estaba situada a unos 50 km al sudeste de Sardis.
Cuando se hace la aplicación histórica, se considera que el mensaje a
Filadelfia es apropiado para los diversos movimientos que sucedieron dentro
del protestantismo durante los últimos años del siglo XVIII y la primera mitad
del XIX, cuyo objeto fue hacer de la religión un asunto vital y personal (ver
com. vers. 2; Nota Adicional del cap. 2). Especialmente los grandes
movimientos evangélicos y el movimiento adventista de Europa y Estados
Unidos, restauraron el espíritu del amor fraternal destacando la piedad práctica
en contraste con las formas vacías de religión. Una fe renovada en la gracia
salvadora de Cristo y en la proximidad de su regreso dieron como resultado un
espíritu más profundo de fraternidad cristiana que el que había experimentado
la iglesia desde los primeros 774 días de la Reforma. Hay más comentarios
sobre el desarrollo histórico de este período en las pp. 70-73.
El Santo.
Este título es equivalente a "el Santo" aplicado a Dios en el AT (Isa. 40:25;
Hab. 3:3). En el NT una denominación similar se aplica repetidas veces a
Cristo, para indicar su deidad (Luc. 1: 35; Hech. 4: 27, 30; cf. com. Juan 6:
69).
Verdadero.
Gr. al'thinós, "genuino", "real", en contraste con los dioses falsos.
Llave de David.
Este versículo aplica a Cristo la profecía de Isaías acerca de Eliaquim (Isa. 22:
20-22; ver 2 Rey. 18: 18). Eliaquim fue nombrado para supervisar "la casa de
David", como lo demuestra el hecho de que se le" daría "la llave de la casa de
David". El hecho de que Cristo tenga la "llave" representa su autoridad sobre
la iglesia y sobre el propósito divino que debía ser cumplido por ella (ver Mat.
28:18; Efe. 1:22). Cf Apoc. 5:5; 22:16; ver com. Mat.1: 1.
El que abre.
Es decir, con "la llave de David". Cristo tiene plena autoridad para abrir y
cerrar, para hacer triunfar el plan de la redención.
8.
Tus.
En cuanto al énfasis del singular, ver com. cap. 2:2.
Obras.
Ver com. cap. 2:2.
Una puerta abierta.
En el versículo anterior se dice que Cristo tiene "la llave de David", y en el
vers. 8 puede sugerir que con esa "llave" abre ante la iglesia de Filadelfia una
"puerta" de oportunidades limitadas para la victoria personal en la lucha con el
pecado y para dar el testimonio de la verdad salvadora del Evangelio. De
manera similar se usa una "puerta" como símbolo de oportunidad en Hech. 14:
27; 1Cor. 16: 9; 2 Cor. 2: 12; Col. 4: 3.
Los adventistas del séptimo día sostienen que el fin del período de Filadelfia
(1 844) señala el comienzo del juicio investigador descrito en Dan. 7: 10;
Apoc. 14: 6-7 (ver los comentarios respectivos). Cristo es nuestro gran Sumo
Sacerdote (Heb. 4: 14-15; 8: l) que ministra en el santuario celestial, "aquel
verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre" (Heb. 8: 2, 61
Exo. 25: 8-9). Ahora bien, el ritual del santuario terrenal consistía
esencialmente en dos partes: el lugar santo, el servicio de ministración diaria
por el pecado; y en el lugar santísimo, el servicio anual en el día de la
expiación, que era considerado como un día de juicio (ver Heb.9: 1, 6-7; com.
Dan .8: 11, 14). En vista de que el santuario terrenal servía como "figura y
sombra de las cosas celestiales" (Heb. 8: 5), es razonable concluir que los
servicios diarios y anuales de este santuario tienen su equivalencia en el
ministerio de Cristo en el santuario celestial. Hablando en términos del
simbolismo del santuario terrenal -"figura del verdadero" (Heb. 9: 24)-, puede
afirmarse que en el día de la verdadera expiación que comenzó en 1844,
nuestro gran Sumo Sacerdote dejó el lugar santo del santuario celestial y entró
en el lugar santísimo. Por lo tanto, la "puerta cerrada" sería la del lugar santo
del santuario celestial, y la "puerta abierta" la del lugar santísimo, donde
Cristo desde ese tiempo ha estado ministrando en la obra del gran día de la
verdadera expiación (ver CS 483-484, 488; PE 42). En otras palabras: la
"puerta cerrada" indica la terminación de la primera fase del ministerio
celestial de Cristo, y la "puerta abierta", el comienzo de la segunda fase. Se
ocupa de este tema de "la puerta cerrada" en las enseñanzas de los primeros
adventistas, L. E. Froom en The Prophetic Faith of Our Fathers, t. 4, pp. 829-
842; F.D. Nichol en Ellen G. White and her Critics, pp. 161-252. Hay un
resumen de la doctrina del santuario en la Nota Adicional de Heb.10.
Nadie puede cerrar.
Cristo proseguirá con la obra de la redención hasta terminarla. Los hombres
no pueden hacer nada para estorbar su ministerio en las cortes celestiales ni su
jurisdicción y dominio sobre los asuntos terrenales (ver com. Dan. 4:17).
Poca fuerza.
No es claro si Cristo está reprendiendo a la iglesia de Filadelfia por tener tan
poca fuerza, o si la alaba por tener algo de fuerza. Aparte de los "pocos" de
Sardis, esa iglesia estaba casi "muerta", y puede ser que la "poca fuerza" de
Filadelfia represente una situación más animadora que la de Sardis. El hecho
de que la "poca fuerza" esté tan íntimamente relacionada con la alabanza por
guardar la Palabra de Cristo y no negar su nombre, tiende a confirmar esta
conclusión. La "puerta abierta" puede también considerarse como una
invitación a participar de una experiencia de una fuerza aún mayor. La iglesia
de la antigua Filadelfia sin duda no era grande ni influyente, pero era pura y
fiel. El período de la historia de la iglesia que corresponde a Filadelfia con su
creciente dedicación a la Palabra de Dios, particularmente a las profecías de
Daniel y Apocalipsis y a 775 la piedad personal, presentaba un cuadro mucho
más animador que el del período anterior.
Mi palabra.
La palabra de Dios expresa su voluntad. Dios ha revelado su voluntad
mediante la naturaleza, también mediante sus profetas y apóstoles, por el
testimonio directo del Espíritu Santo al corazón humano, por las vicisitudes de
la vida, mediante el curso de la historia humana y especialmente, por medio de
Cristo.
Nombre.
Ver com. cap. 2:3.
9.
Yo entrego.
La declaración del vers. 9 puede entenderse gramaticalmente como que Dios
"haría" que algunos miembros de la "sinagoga de Satanás" vinieran y adoraran
impenitentes a los pies de los cristianos de Filadelfia, o que Dios "daría" a los
cristianos de Filadelfia algunos de los judíos como conversos al cristianismo.
El contexto no es concluyente.
De la sinagoga.
O "algunos de la sinagoga" (ver com. cap. 2: 9).
Se dicen ser judíos.
Ver com. cap. 2: 9.
Vengan y se postren.
La secuencia del pensamiento: "vengan.,., se postren..., reconozcan", parece
indicar más el triunfo final y público de los cristianos de la antigua Filadelfia
sobre sus opositores judíos. Que los cristianos, como los vencedores paganos,
se regocijaran por la perspectiva de que sus acusadores finalmente quedarían
postrados a sus pies, no parece reflejar el espíritu del verdadero cristianismo.
Estas palabras pueden referirse mejor a la conversación de algunos de los
judíos de Filadelfia (cf. 1 Cor. 14: 24-25), quienes aprenderían el amor de
Dios por experiencia personal. Ese crecimiento en feligresía podría provenir
de la "puerta abierta" de Apoc. 3: 8 y de la lealtad de la iglesia "palabra" de
Cristo. Esta lealtad a menudo ha llevado la convicción aun a los corazones de
los mismos perseguidores.
Esta expresión aplicada al período de la historia de la iglesia correspondiente a
Filadelfia, puede considerarse que se refiere a los que no se mantienen a tono
con el avance de la verdad y se oponen a los cristianos que sí lo hacen.
Entendida de esta manera puede referirse a un tiempo cuando los que han
rechazado la verdad confesarán su error públicamente (CS 713).
La frase "vengan y se postren a tus pies" es de Isa. 60: 14 (LXX) (cf. cap. 49:
23). Así como los extranjeros vendrían al Israel literal de la antigüedad para
aprender de Dios (ver t. IV, pp. 28-32), así también los que no eran cristianos
vendrían a la luz del Evangelio para hallar la salvación (ver t. IV, pp. 37-38).
Apoc. 3: 9 también se ha aplicado a los que persisten en su oposición a la
verdad, particularmente al tiempo cuando las circunstancias los obligarán,
aunque sean impenitentes, a reconocer que los que se han mantenido leales a
la verdad son ciertamente el pueblo de Dios. No hay nada que excluya la
posibilidad de que la declaración de este versículo pueda incluir a los
opositores de la verdad ya arrepentidos y también a los que no quieren
arrepentirse. Un grupo expresaría ese reconocimiento con sinceridad; el otro,
sólo porque las circunstancias lo obligan a hacerlo. Te he amado. Estas
palabras son tomadas probablemente de Isa. 43: 04.
10.
La palabra de mi paciencia.
Algunos interpretan esta frase dándole el significado de "mi palabra de
paciencia", es decir, mi orden de que tengas paciencia. Otros creen que se
refiere a la enseñanza respecto a la paciencia de Cristo (cf. 2 Tes. 3: 5). Las
dos ideas se combinan en el pensamiento de que Cristo nos anima a ser
pacientes como él fue paciente en la prueba.
De.
Gr. ek, "que sale de", lo que indica que los vencedores soportarán con éxito el
período de tribulación, y no que no serán afectados por él (ver com. Dan. 12:
1 Mat. 24:2 1 22, 29-31).
Hora de la prueba.
No se trata de un período específico literal o profético, sino de una
"temporada" o "tiempo". "Hora" se usa aquí en el mismo sentido que en el
cap. 3:3. En armonía con las repetidas referencias en el Apocalipsis a la
inminencia del regreso de Cristo (ver com. cap. 1: 1), la "hora de la prueba"
sin duda se refiere a un gran período de prueba que antecede al segundo
advenimiento.
Los que moran.
Esta y otras expresiones similares (cap. 6: 10; 8: 13; 11: 10; 13: 8, 14; 17: 2, 8)
se usan vez tras vez en el Apocalipsis para referirse a los impíos, sobre los
cuales serán derramados los castigos divinos.
11.
Corona.
Ver com. cap. 2: 10.
12.
Columna en el templo.
Una "columna" en sentido metafórico es, por supuesto, parte de un "templo"
metafórico, figurado. En el NT la palabra que se traduce "templo" (naós)
generalmente se refiere al santuario interior, que comprende los lugares santo
y santísimo 776 y no a todo el conjunto de edificios que constituían el antiguo
templo. Por lo tanto, esta promesa significa que el vencedor ocupará un lugar
permanente e importante en la presencia de Dios. También se usa la palabra
"columna" en sentido metafórico en Gál. 2:9; 1 Tim. 3:15.
Nunca más saldrá de allí.
Esto es, será permanente. En armonía con la figura, "salir de allí" sería dejar
la presencia de Dios deliberadamente como lo hizo Lucifer (PP 15). Una
promesa como ésta sólo se podría hacer a los que vencen permanentemente.
En esta vida aún queda la posibilidad de "salir fuera", pero en la vida futura
nadie querrá salir.
Nombre de mi Dios.
Ver com. Hech. 3:16; Apoc. 2:3; cf. Apoc. 2:17; 14: l; 22:4. Continúa el
lenguaje simbólico que comienza con la columna, y por lo tanto debe tomarse
figuradamente. Puesto que un "nombre" refleja la personalidad y el carácter,
esta promesa "significa que los que venzan recibirán la huella o impresión
permanente del carácter de Dios"; la imagen de su Creador será plenamente
restaurada en ellos. Este lenguaje figurado también puede entenderse como
que implica que los santos victoriosos serán plenamente la propiedad de Dios
como lo manifiesta el nombre divino, como señal de propiedad que se les
aplica.
Nombre de la ciudad.
La columna tiene grabado en ella no sólo el nombre divino sino también el de
la nueva Jerusalén. Puede entenderse que el cristiano victorioso es ciudadano
de la nueva Jerusalén y que tiene derechos a vivir en ella (cap. 22:14).
Nueva Jerusalén.
No "nueva" en el sentido de ser una réplica de la ciudad literal que llevaba el
mismo nombre, sino en contraste sobrenatural con su equivalente terrenal. El
propósito era que la antigua Jerusalén llegase a ser la metrópoli de esta tierra y
permaneciera para siempre (ver t. IV, pp. 31-32). Como fracasó en llevar a
cabo la tarea que se le encomendó, ese papel será concedido a la nueva
Jerusalén. La expresión nueva Jerusalén es exclusiva del Apocalipsis, pero el
pensamiento se anticipa en Gál. 4:26; Heb. 12:22. En cuanto al significado
del nombre Jerusalén, ver com. Jos. 10: 1.
La cual desciende.
Ver com. cap. 21:2.
Mi nombre nuevo.
El tercer nombre escrito en la columna simbólica es el de Cristo. Por medio
de Cristo, el vencedor recibe el carácter divino representado por el nombre
(ver com. Hech. 3:16). Sólo en virtud de que Dios se hizo hombre en
Jesucristo, puede el hombre ser restaurado nuevamente a la imagen de Dios.
Esto se lleva a cabo por el don de la vida y el carácter de Cristo que se
imparten al creyente (ver Gál. 2:20; DTG 352). Recibir el nombre de Cristo
es recibir la confirmación de que es nuestro dueño (ver com. 2 Cor. 1:22).
13.
El que tiene oído.
Ver com. cap. 2:7.
14.
Ángel.
Ver com. cap. 1:20.
Laodicea.
Este nombre se ha definido como "juicio del pueblo", o "un pueblo juzgado".
Lo último parece preferible. La distancia que hay desde Filadelfia hasta la
ciudad de Laodicea es de unos 65 km (ver t. VI, mapa frente a p. 33).
Laodicea fue fundada por el rey seléucida Antíoco II Teos (261246 a. C.), y
recibió su nombre en honor de Laodice, la esposa del rey. La ciudad se
hallaba situada en el valle del río Licos. En los días de Juan era un centro
comercial próspero que se especializaba en la producción de tejidos de lana.
Estaba a pocos kilómetros de las ciudades de Colosas y Hierápolis, y muy
pronto hubo cristianos en cada una de esas ciudades (cf. Col. 4:13). La
iglesia de Laodicea quizá tenía ya unos 40 años de fundada cuando Juan
escribió el Apocalipsis. Pablo se interesó mucho en esa congregación y
encargó a los colosenses que hicieran un intercambio de epístolas con los
laodicenses (Col. 4:16). Hay información acerca de la antigua ciudad de
Laodicea en la pp. 105-106.
Amén.
La unión de este título con "el testigo fiel y verdadero" lo identifica como un
título de Cristo (cap. 1:5), el autor de las cartas a las siete iglesias. En cuanto
al significado de "amén", ver com. Deut. 7:9; Mat. 5:18. La aplicación de
este término a Cristo puede compararse con Isa. 65:16, donde en hebreo el
Señor recibe el nombre de 'Elohe 'amen, "el Dios del amén". En el pasaje que
consideramos, puede entenderse este título como una declaración de que
Cristo es la verdad Juan 14:6), y por lo tanto, su mensaje a la iglesia de
Laodicea debe ser aceptado sin vacilación.
El testigo fiel y verdadero.
Ver com. cap. 1:5.
Principio.
Gr. arjé, palabra que tiene sentido pasivo y también activo. En sentido pasivo
se refiere a lo que recibe la acción en el principio. Si así se interpreta aquí,
significaría que Cristo fue el primer ser creado; pero es evidente que ésta no
puede ser la traducción 777 correcta, pues Cristo no es un ser creado. En
sentido activo se refiere a lo que comienza una acción, la primera causa o
motor. Si así se entiende entonces se afirma que Cristo es el Creador. Este es,
sin duda alguna, el significado de este pasaje, porque en otros versículos se
describe a Cristo repetidas veces desempeñando ese mismo oficio (ver t. V, p.
894; com. Juan 1:3; Heb. 1:2). La declaración notablemente similar de Col.
1: 15-16 había sido leída por la iglesia de Laodicea muchos años antes (cf.
Col. 4:16).
15.
Tus.
En cuanto al énfasis del singular, ver com. cap. 2:2.
Obras.
Ver com. cap. 2:2.
Ni eres frío ni caliente.
Se ha sugerido que esta expresión figurada debe haber tenido un significado
especial para los cristianos de Laodicea. Uno de los principales lugares de
interés de esa comarca es una serie de cascadas de agua salobre proveniente de
las termas de Hierápolis. Las cascadas forman piletas naturales de agua tibia,
muy apreciadas por los turistas. Los informes históricos y las ruinas de
Hierápolis no dejan duda de que el agua termal fluía en el primer siglo d. C. El
agua tibia era, pues, algo familiar para los laodicenses; describía
adecuadamente su condición espiritual.
La tibia condición espiritual de la iglesia de Laodicea era más peligrosa que si
hubiera estado fría. El cristianismo tibio retiene la forma y hasta el contenido
del Evangelio en cantidad suficiente para adormecer las facultades de
percepción del espíritu. Esto hace que los creyentes olviden el esfuerzo
diligente que es necesario hacer para alcanzar el alto ideal de una vida
victoriosa en Cristo. El típico cristiano laodicense está contento con el
rutinario transcurrir de las cosas y se enorgullece del poco progreso que hace.
Es casi imposible convencerlo de su gran necesidad y de cuán lejos se
encuentra de la meta de la perfección.
Puesto que los mensajes a las siete iglesias reflejan el curso completo de la
historia de la iglesia cristiana (ver com. cap. 1: 11; 2: 1), el séptimo mensaje
debe representar la experiencia de la iglesia durante el período final de la
historia de este mundo. El nombre Laodicea sugiere el último paso en el
proceso espiritual del cristiano: la perfección de "un pueblo juzgado" (ver
com. cap. 3:14) y hallado justo. Además, implica que la preparación de este
pueblo y el procedimiento divino de determinar que son justos, concluirán al
final del período (ver com. Dan. 8:13-14; Apoc. 3:8; 14:6-7). Por lo tanto, el
mensaje para Laodicea se aplica en un sentido especial a la iglesia desde 1844
hasta el fin del tiempo (ver Nota Adicional al final del capítulo). Este lapso
puede describirse como el período del juicio.
El mensaje de Laodicea se aplica a todos los que afirman que son cristianos
(ver 6T 77). Los adventistas del séptimo día han reconocido por más de un
siglo que el mensaje a los laodicenses también tiene una aplicación especial
para ellos (ver Jaime White, RH 16-10-1856; cf. 1JT 41-44). El
reconocimiento de esta aplicación es una constante reprensión contra el
engreimiento y un estímulo para vivir íntegramente de acuerdo con el modelo
de una vida perfecta en Cristo Jesús (ver com. cap. 3: 18).
Ojalá.
Un estado espiritual de tibieza produce una disminución de la vigilancia,
lentitud en las reacciones e indecisión. Si la iglesia de Laodicea fuese fría, el
Espíritu de Dios tal vez podría convencerla más fácilmente de su peligrosa
condición.
¿Por qué es preferible una condición de frialdad a una de tibieza? Las
siguientes palabras proyectan luz al respecto: "Al Señor le agradaría que los
tibios, que creen que son religiosos, nunca hubieran mencionado su nombre.
Son una carga continua para los que anhelan ser fieles seguidores de Jesús.
Son una piedra de tropiezo para los incrédulos" (IT 188).
16.
No frío ni caliente.
Ver com. vers. 15; cf. IT 188- 2T 175-176.
Te vomitaré.
La figura del agua tibia prosigue hasta su lógica conclusión. Nuevamente,
conviene recordar el agua de Hierápolis, que además de ser tibia, tiene mal
gusto por su contenido mineral. Esta agua desagrada, produce náuseas; el que
la bebe casi involuntariamente vomita. Ver 3JT 15.
17.
Yo soy rico.
Puede entenderse literal o espiritualmente. Laodicea era una ciudad próspera,
y sin duda algunos de los cristianos que vivían allí tenían recursos. En el año
60 d. C., cuando toda la región sufrió un devastador terremoto, Laodicea se
negó a aceptar la ayuda que Roma ofreció para la reconstrucción. Sus
ciudadanos se sintieron suficientemente ricos como para hacer frente a los
gastos de levantar los edificios caídos.
Esta iglesia evidentemente no había 778 sufrido ninguna grave persecución.
El orgullo producido por su prosperidad llevaba naturalmente a la
complacencia espiritual. La riqueza no es mala en sí misma; lo que sucede es
que las riquezas hacen que su poseedor se sienta tentado a ceder al orgullo y a
la complacencia propia. Contra esos males la única protección segura es la
humildad espiritual.
Los cristianos pobres en bienes terrenales se sienten ricos y colmados de
bienes espirituales; sin embargo, se parecen a un antiguo filósofo que
orgullosamente proclamaba su "humildad" usando un vestido desgarrado. El
orgullo que les produce su pretendida espiritualidad, brilla a través de los
agujeros de sus vestiduras. El conocimiento de importantes verdades que sólo
se han albergado intelectualmente, pero que no se permite que impregnen el
alma, lleva al orgullo espiritual y a la intolerancia religiosa. Hasta la iglesia
de Dios, poderosa en la estructura de su organización y rica con las joyas de la
verdad, fácilmente puede llegar a ser intolerante en doctrina e inmoralmente
orgullosa de sus riquezas de verdad. "El pecado más incurable es el orgullo y
la presunción. Estos defectos impiden todo crecimiento" (3JT 183-184).
Enriquecido.
La iglesia de Laodicea no sólo afirma que es rica, sino que también comete el
error fatal de considerar que estas riquezas son el resultado de sus propios
esfuerzos (cf. Ose. 12:8).
De ninguna cosa tengo necesidad.
El colmo de la jactancia de los laodicenses es que pretenden que su situación
no puede ser mejorada. Este engreimiento es fatal porque el Espíritu de Dios
nunca entra donde no se siente necesidad de su presencia; pero sin esa
presencia es imposible que haya novedad de vida.
No sabes.
El que no sabe, y no sabe que no sabe, casi no tiene esperanza. La ignorancia
de su verdadera condición, que caracteriza a los cristianos de Laodicea, es un
agudo contraste con el certero conocimiento que Cristo tiene de la verdadera
condición de sus iglesias, como lo refleja su categórica afirmación a cada una
de ellas: "Yo conozco tus obras" (cap. 2:2, 9, 13, 19; 3:1, 8, 15).
Tú eres.
El pronombre es enfático en griego. El énfasis de la oración es: "No sabes que
eres tú el desventurado y miserable".
Desventurado... desnudo.
El cuadro que aquí se presenta es diametralmente opuesto a la jactancia de la
iglesia de Laodicea. No es rica ni necesita nada; en realidad es tan pobre que
hasta le faltan ropas.
18.
De mí compres.
La "iglesia" de Laodicea no puede sin este esfuerzo llegar a la altura que
Cristo desea que alcance. Las cosas que él le ofrece tienen su precio aunque la
salvación es siempre gratuita. Debe abandonar su vieja manera de vivir para
que sea verdaderamente rica, para que sea sana y para que esté vestida; para
que aunque no tenga nada de dinero, pueda comprar (cf. Isa. 55:1).
Oro.
Representa las riquezas espirituales que se ofrecen como el remedio de Cristo
para la pobreza espiritual de los laodicenses. Este "oro" simbólico representa
la "fe que obra por el amor" (Gál. 5:6; Sant. 2:5; cf. PVGM 123) y las obras
que resultan de la fe (1 Tim. 6:18).
Refinado en fuego.
Es decir el oro que ha salido de¡ fuego después de consumirse toda su escoria.
Sin duda se refiere a la fe que ha sido probada y purificada por el fuego de la
aflicción (ver com. Sant. 1:2-5; cf. Job 23: 10).
Vestiduras blancas.
Se ofrecen como un contraste con la desnudez de los laodicenses, la cual se
destacaba tan horriblemente frente a su jactancia de que no tenían necesidad
de nada (vers. 17). Las vestiduras blancas son la justicia de Cristo (Gál. 3:27;
ver com. Mat. 22:11; Apoc. 3:4; cf. 1JT 479; PVGM 252-254; com. Apoc.
19:8). Esta figura debe haber tenido un significado especial para los cristianos
de Laodicea, porque su ciudad era famosa por su tela de lana negra.
Vergüenza de tu desnudez.
Cf. Exo. 20:26; Lam. 1:8; Eze. 16:36-, 23:29; Nah. 3:5.
Colirio.
Gr. kollúrion, "rollito". El colirio antiguo era conocido por la forma del
paquete en el cual se envolvía. Cerca de Laodicea había un templo al dios
frígido, Men Karou. Surgió una famosa escuela de medicina dependiente de
ese templo, y allí podía conseguirse un polvo para los ojos. Este hecho puede
ser la base histórica de la figura del colirio.
El colirio simbólico que se le ofrece a los laodicenses es el antídoto celestial
para su ceguera espiritual. Su propósito es abrirles los ojos a su verdadera
condición. Esta es la obra del Espíritu Santo Juan 16:8-1 l); sólo por medio de
su obra convincente en el corazón puede eliminarse la ceguera espiritual.
También puede considerarse que este colirio 779 representa la gracia espiritual
que capacita al cristiano para distinguir entre la verdad y el error, entre el bien
y el mal. Ver 1JT 479.
Que veas.
Es decir, veas el pecado como lo ve Dios y comprendas tu verdadera
condición, como requisito previo para el arrepentimiento.
19.
Yo reprendo.
El propósito de toda verdadera disciplina correctora es hacer comprender su
culpa al que yerra y animarlo a un nuevo proceder.
Castigo.
Gr. paidéuÇ, "educar a niños", "disciplinar", "castigar", particularmente como
un padre castiga a un hijo con el propósito de encaminarlo y educarlo. El
castigo le llega al cristiano cuando no presta atención a la reprensión de
Cristo; pero ni su castigo ni su reprensión son una expresión de ira -como
cuando una persona pierde el dominio propio- sino de un gran amor, cuyo
propósito es llevar a los pecadores al arrepentimiento.
Parece que la iglesia de Laodicea no había sufrido aún persecución como sus
iglesias hermanas, porque no se menciona que hubiera padecido sufrimientos.
Pero Cristo amonesta a la iglesia que no puede continuar en su proceder
indiferente sin encontrar una disciplina correctivo. Más de medio siglo
después de los días de Juan, parece que la iglesia de la antigua Laodicea sufrió
persecución (ver- Eusebio, Historia eclesiástica iv. 26; v. 24).
Los que amo.
Gr. filéÇ, "amar", "tener afecto", "tratar como amigo". Compárese con el
amor de Cristo como se expresa para la iglesia e Filadelfia mediante la palabra
agapáÇ (vers. 9). En cuanto a la diferencia entre estas palabras, ver com.
Mat. 5:43-44; Juan 11:3; 21:15. Esta seguridad del favor de Cristo muestra
que los laodicenses no están sin esperanza (ver Nota Adicional al final de este
capítulo). En realidad, son el objeto especial de la atención divina. El amor
de Dios por ellos se expresa en el castigo por cuyo medio espera inducirlos al
arrepentimiento (ver Prov. 3:12).
Sé, pues, celoso.
Gr. z'lóÇ, de la misma raíz que zestós, "caliente", condición que la iglesia de
Laodicea no había alcanzado (vers. 15). Se invita a los laodicenses a que
disfruten del calor y el entusiasmo que propicia el verdadero arrepentimiento,
la consagración y la entrega a Cristo.
Arrepiéntete.
Gr. metanoéÇ (ver com. Mat. 3:2). El verbo en singular destaca la naturaleza
personal e individual de esta admonición. El arrepentimiento, como la
salvación, nunca suceden en masa. La vida espiritual de un pariente o un
amigo sólo puede tener valor de salvación para esa persona. Este nuevo dolor
por la vida del pasado y el celo con sabiduría por el futuro, es lo que Cristo
quiere que experimente la iglesia de Laodicea. Ver Nota Adicional al final del
capítulo.
20.
Estoy.
La flexión del verbo sugiere que Cristo se ha detenido junto a la puerta y allí
permanece. Nunca se cansa de ofrecer su bendita presencia a todos los que
quieren recibirlo.
La puerta.
No es la puerta de la oportunidad que se ofrece en el vers. 8, ni la puerta de la
salvación (cf. Mat. 25: 10; Luc. 13:25). Esas puertas las abre y cierra
únicamente Dios. Pero esta puerta está bajo el control individual y cada uno
puede abrirla o cerrarla según su voluntad. Cristo aguarda la decisión de cada
persona porque es la puerta del alma. Cristo llama a la puerta de las
emociones por medio de su amor, su palabra y sus providencias; llama a la
puerta de la mente por medio de su sabiduría; llama a la puerta de la
conciencia por medio de su autoridad; llama a la puerta de las esperanzas
humanas por medio de sus infalibles promesas.
También puede considerarse que este pasaje se refiere a Cristo que está a la
puerta de la vida humana, y en verdad de la historia humana, listo para entrar
y bendecir con su presencia a su pueblo que espera (cf. Mat. 24:33; Luc.
12:36; Sant. 5:9).
Cenaré.
Gr. deipnéÇ, "comer", "cenar"; participar de la comida principal (ver com.
Luc. 14:12). Esta palabra indica que el versículo se aplica a la gran cena de
las bodas de Apoc. 19:9. Generalmente los judíos comparaban los goces de la
vida futura con un festín (ver com. Luc. 14:15-16).
Con él.
Pocos actos revelan mayor amistad y compañerismo que el compartir juntos
los alimentos. Cristo promete compartir nuestras experiencias y nos invita a
participar de las suyas (cf. Gál. 2:20; Heb. 2:14-17).
21.
Al que venciere.
Ver com. cap. 2:7.
Le daré que se siente.
Ver Mat. 19:28; Luc. 22:30; cf. 1 Cor. 6:2; com. Mat. 25:31.
En mi trono.
El vencedor compartirá la gloria y el poder de Cristo, así como él comparte la
gloria y el poder de su Padre.
Como yo he vencido.
Ver com. Juan 16:33. El ser humano puede vencer únicamente 780 con la
fuerza de la victoria de Cristo.
Con mi Padre.
Ver Mar. 16:19; Efe. 1:20; Heb. l: 3; 8: l; 12:2.
22.
Tiene oído.
Ver com. cap. 2:7.
NOTA ADICIONAL DEL CAPÍTULO 3
El tono severo e inflexible del mensaje a la iglesia de Laodicea ha hecho que
algunos concluyan que no hay esperanza para los cristianos de esta "iglesia" a
menos que transfieran su feligresía a la "iglesia" de Filadelfia; pero esa
conclusión no concuerda ni con el contexto ni con los principios de una
correcta interpretación. Ver com. cap. 1: 11, y nótese lo siguiente:
1. Esta hipótesis supone que la "iglesia" de Filadelfia existe simultáneamente
con la de Laodicea; pero si hay razón para entender que Filadelfia es
simultánea con Laodicea, hay igual razón para pensar lo mismo de cualquiera
o de todas las demás iglesias. Si se considera que es posible emigrar
espiritualmente de Laodicea a Filadelfia, no hay ninguna razón válida para que
no sea igualmente posible -y deseable- emigrar, por ejemplo, de Laodicea a
Efeso, o de Sardis a Esmirna. Además, si se consideran coexistentes dos o
más períodos, se interrumpe el esquema consecutivo. Los mensajes
individuales dejarían de tener una relación específica y cronológica con la
historia, y no habría ninguna base válida para creer que el mensaje de
Laodicea tiene una mayor y específica importancia para nuestro tiempo que
para cualquier otro.
El mensaje que se envía a cada una de las siete "iglesias" se aplicará
específicamente a la iglesia cristiana en un determinado tiempo de la historia,
sólo si se acepta que las siete "iglesias" representan siete períodos
consecutivos que abarcan la era cristiana, y que cada mensaje tiene una
aplicación específica sólo en un período específico. Sólo así puede
considerarse a los cristianos de cualquier período como pertenecientes a una
"iglesia" en particular, y únicamente así el mensaje de Laodicea puede
aplicarse de una manera especial a la "iglesia" de nuestro tiempo. Por lo tanto,
cuando se consideran cronológicamente las siete "iglesias", o se afirma que
representan períodos específicos de la historia, no es posible que los cristianos
de un período puedan emigrar espiritualmente a otro.
2. La hipótesis de que los laodicenses deben dejar su "iglesia" para unirse con
la de Filadelfia para ser salvos, se basa en la idea de que cada "iglesia"
representa únicamente un estado o condición espiritual particular. Es cierto
que cada una de las siete tiene sus problemas característicos y que los
consejos, las amonestaciones y las promesas que se dirigen a cada una son
apropiados para todas. Pero es igualmente cierto que algunas de las "iglesias"
reflejan un estado o condición espiritual más deseable que otras.
Ahora bien, es bueno que el cristiano diligente de cualquier período de la
historia haya aspirado y aspire a reflejar las características deseables de todas
las "iglesias" y a ser digno de recibir las diferentes promesas hechas a ellas.
Así también debe procurar evitar sus características indeseables y prestar
atención a las amenazas y amonestaciones que se les dirige. Pero cuando los
mensajes se consideran desde este punto de vista, son intemporales en su
naturaleza; el lector diligente los aplica a su propio caso pues considera que
pueden suplir sus necesidades personales, sin pensar en que vive en un
determinado tiempo. No tiene necesidad de pasar simbólicamente su
feligresía de una a otra iglesia.
3. Hablando en términos generales, se dirigen palabras de alabanza a todas las
"iglesias", excepto a Sardis y a Laodicea; palabras de reprensión a todas, salvo
a Esmirna y Filadelfia, y palabras de promesa a las siete, y por esta razón se ve
que las "iglesias" tenían miembros deseables e indeseables. Pero en ningún
caso aconseja Cristo a los miembros leales de una "iglesia" que se supone que
es desleal, que transfieran su feligresía espiritual a otra cuya condición
espiritual parece preferible. Si este fuera su propósito, tendríamos derecho a
esperar una clara exhortación a salir de Sardis o Laodicea, similar, por
ejemplo, a la exhortación para salir de Babilonia (cap. 18:4). Pero la
Inspiración no ha registrado ninguna exhortación al respecto a Laodicea ni a
ninguna de las otras "iglesias". En cada caso el remedio para el mal
prevaleciente ha sido un sencillo y enfático: "Arrepiéntete". A los cristianos
leales de la "iglesia" de Efeso que habían caído y "dejado" 781 su "primer
amor", no se les aconsejó que emigrasen a Esmirna (cf. cap. 2:4-5). A los del
período de Pérgamo que albergaban las doctrinas de Balaam y de los
nicolaítas (vers. 14-15), no se les dijo que transfiriesen su feligresía a Efeso o
a Esmirna. La "iglesia" de Sardis estaba casi muerta (cap. 3:2), pero a sus
miembros fieles no se les ordenó que se mudaran a Filadelfia. Similarmente, a
los cristianos leales del período de Laodicea no se les ordena que se hagan
miembros de Filadelfia; por lo menos no lo hace Cristo, el testigo verdadero al
dirigirse a los de Laodicea. Pero se les dice, como laodicenses, que se
arrepientan y hallen en Cristo el remedio para todos sus defectos de carácter
(vers. 18-20).
La idea de que el cristiano puede mejorar sus perspectivas de salvación
recurriendo al escapismo de una emigración espiritual y practicando una
forma de justicia que cree que es superior a la de otros cristianos, está
claramente en desacuerdo con las enseñanzas de nuestro Señor (cf. Luc. 18:9-
14). En la parábola de la cizaña (Mat. 13:24-30, 37-43) el dueño del campo
ordenó que el trigo y la cizaña debían "crecer juntamente lo uno y lo otro hasta
la siega" (vers. 30). La cizaña no debía ser desarraigada por manos humanas,
ni tampoco trasplantarse el trigo a otra parte. Sólo cuando los ángeles
segadores junten el trigo en el alfolí del Dueño y quemen la cizaña, habrá una
separación general de justos e impíos (vers. 30, 39-42).
Los miembros de la antigua iglesia de Laodicea no habrían mejorado su
condición espiritual con mudarse a la ciudad de Filadelfia. El propósito de
Dios para la "iglesia" de Laodicea no incluye un plan de emigración espiritual
a alguna de las otras "iglesias" del Apocalipsis, sino más bien una
transformación completa del corazón y de la vida (ver com. Apoc. 3:18-20).
Cualquier otra solución que se proponga para los males de Laodicea sólo hará
de la persona un hipócrita.
4. Es verdad que a ninguna otra "iglesia" se le dirige una reprensión tan
incisiva como a la "iglesia" de Laodicea; pero también es cierto que a ninguna
otra se le ofrece una evidencia más tierna del amor de Cristo, una comunión
más íntima con él, o una recompensa más gloriosa (vers. 19-21). El mensaje
para Laodicea no significa un rechazo incondicional, como tampoco lo son los
que se dirigen a las otras "iglesias". Si la pobreza espiritual de los laodicenses
fuese irremediable, el Testigo verdadero no les ofrecería "oro"; si su vista
espiritual no tuviese cura, no les ofrecería el "colirio" celestial; si su desnudez
"espiritual" no tuviese esperanza, no les ofrecería sus propias "vestiduras
blancas" (ver com. vers. 17-18).
Es evidente que hay vencedores en Laodicea (vers. 2 l) como en cada uno de
los períodos anteriores de la historia de la iglesia, y a estos vencedores de
Laodicea es a quienes se les da la promesa de sentarse con Cristo en su trono.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1 CS 355; 2T 176; 5T 73; TM 155
1-3 2J 253; 6T 77; 8T 98; TM 352
1-6 8T 302
2 CE(1967)68; HAp 469; 2T 649; 8T 136; TM 357
3 CS 355, 421, 545; DTG 589
4 CH 362, 424; CS 538; Ed 243; HAd 486; HAp 418; 2JT 125, 175; 5T
481; 9T 115
4-5 5T 692
5 CS 537; DMJ 13; HAp 470; 5T 333; Te 166, 251, 259
7-8 CS 483, 488; DTG 88; PE 429 86
7-12 8T 303
7-13 PE 30
8 CM 18; Ed 273; HAp 469; 3JT 381; PVGM 88; 6T 467; TM 107
9 PE 34, 272; 1T 59; 2T 42; 3T 355
10 CS 616, 677; 3JT 11; 5T 297
10-11 HAp 469
11 2JT 99; MeM 332; 5T 501
12 DTG 503; MC 413; IT 59
14-15 HAp 398; 1JT 66; 1T 195,480,485; 2T 125
4-16 2T 175
14-17 1JT 327
14-20 PE 107, 270
14-21 1JT 327-338; IT 186-195; TM 22- 23; 3TS 143-153
14-22 8T 304
15 CN 140, 519; 1JT 332; NB 354; 4T 51; 5T 485, 627; TM 464; 3TS 151
15-16 DMJ 34; 1JT 27, 55, 478; 9T 140; TM 130
15-17 1JT 62
15-18 CW 99 782
15-19 3T 42; 4T 227; 6T 77
16 3JT 15
16-17 5T 484
17 CS 439; CW 33, 36; DMJ 12; DTG 267;
IJ-I 158, 330; 2JT 14, 292; IT 59 l; 21, 141, 489; 3T 201, 210, 451; 51,484; 6T
82; OE 325; PE 118
17-18 DTG 246; 1JT 478-479; 2JT 69, 98; 3JT 254; PVGM 88, 122-123; IT
331; 8T 104
18 CM 42; 1JT 329, 479; 2 T 18, 75; MeM 321; PE 107; PVGM 2J53; IT
166,485; 2T 36; 3T 536; 4T 559; 6T 426; TM 149
18-19 1JT 42; 3JT 33
18-21 1JT 332; RC 52
19 DMJ 15; 1JT 41, 331, 333; 2JT 293; IT
153, 569; 3TS 149, 151
19-20 ST 105
20 DMJ 21, 127; DTG 133, 454; HAd 318;
HAp 469; 1JT 43, 86,428; 2JT 500; MC 412; PVGM 187; IT 188; 2T 224; 5T
484
20-21 3TS 151
21 CS 468; DMJ 20; DTG 503; ECFP 124; HH 156; HAp 433, 470; 1JT
43, 102, 116,408; MJ 113; OE 40; PVGM 89; IT 680; 3T 380; 4T 39, 215,
346; 5T 511; 6T 298; Te 73, 169, 250

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