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THEOLOGICAL SEMINARY
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in2016
https://archive.org/details/venezuelamisione11 1 9cath
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JAN 22 1988
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Mons. Constantino Gómez Vi j a
l^AO|0 APOGT'-' orí '-APON
OFICINA DE ADMINISTRACION DE CASAS DE ALQUILER
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PAPELERIA
ALMACEN DE VIVERES
SOCIEDAD A CAMEJO 14
Ofi ¿ce Aceite de Linaza doble c,o- c
TELEFONO 4335
cido, Blanco de Zinc, Almagre,
= Lavamanos de pedestal, Videlf
P A N A I) E R I A Y PASTELERIA
PEDRO OTTATI
SALV. DE LEON A COLISEO N° — TELEFONOS
22. 81.37 - 8832
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noué
Pág.
En el Pórtico 3
Honrosa distinción 7
Declaración Oficial 19
Viñeta Misional 23
Cartas y Donativos 25
Crónica Misional 30
K . K
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DIFICULTADES Q NOS FUE DE TODO PUNTO IMPOSIBLE VEN-
CER IMPIDIERON \R NUESTRA REVISTA CON EL COMIENZO
DEL AÑO. POR i^F-MOS AÑADIDO AL PRIMER NUMERO AL-
E-
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¡ATENCION!
para lasFunciones de la Iglesia con acompañamiento de
\
|
armonio por Fr. Miguel de Mauth, Capuchino.
|
Obra que recomendamos como muy y sumamente prác-
útil
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tica para las Iglesias Parroquiales y filiales, para organistas, i
cantores y aficionados a la música religiosa.
|
Contiene todo el ordinario de la misa en canto gregoriano, t
misa de difuntos, mas otras dos en canto polifónico, variados 5
Pues aun hay algo más interesante para la Nación venezolayia : Las
Misiones Católicas establecidas en el Alto Orinoco y en el Caroní, enco-
mendadas a los Padres Capuchinos y Salesianos. La historia misional
de Venezuela en tiempos pasados tiene fases muy bellas y revistió en occi-
siones dadas, caracteres de epopeya, a veces sencilla y humilde, como las
aguas de un manso arrogúelo. {
Misiones en general.
2^ Misiones en Venezuela.
a) Antiguas:
Fundación de pueblos.
Grayides Misioneros.
otras obras de antiguos misioneros.
b) Modernas:
Misión del Caroní especialmente.
Viajes y excursioyies.
Costumbres de los indígenas.
Cuentos, leyendas, tradiciones.
Lingüística, cantos, música.
Folklore. Fiestas.
3^ Crónica Misioyial.
4" Correspondencia del día.
5° Donativos y Patrocinadores de las misiones.
6” Sociales y personales. Necrología.
s VENEZUELA MISIONERA
LA REDACCION.
VENEZUELA MISIONERA 6
<11üniüsa
VistUidén
EL ADIOS DEL
Bañado en mi corazón se 7tiira,
triste llanto
con acerba surcando la mar voy;
tni aflicción
el baque en que navego salpicase de espuma, s,
POETICA
OOOOOOOO^Q OOOOOOOOOOOOOO OOOOOOOOOOOOOOOOOOCCOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO 0^ OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO QOO
MISIONERO
Del Crucifijo al lado, cual un blasón de gloria,
me sigue su bandera de fuego y arrebol;
su, enseña, que es cascada de vividos colores,
de rayos de oro y grana de vida mcubadores,
bandera que ha. vencido en su carrera al sol.
En
medio de las selvas, en medio de los bosques,
allá, en las lejanías de perennal verdor;
como un dosel divino, mi choza silenciosa,
cobijará en sus pliegues, amable y cariñosa,
onecida por los vientos con ritmo arrullador.
Ya no veré
tus montes, do el aura vaga inquieta.,
ni ciudades mágicas de esjdéndido lucir;
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i R. P. Santos de i4áeiga$ §
lo mejor que pudiere y supiere, para lo y datos para su vida, lo único que ha
cual tiene mi bendición y también la de podido salir de mi modesta pluma.
Dios y la de nuestro Padre San Fran-
cisco”.
La familia del P. Santos tenía una por costumbre dar largos paseos por la
posición económica muy desahogada, y orilla de los ríos, llevando por único com-
un pariente suyo cercano, habiendo ido pañero un libro piadoso o instructivo,,
de niño a los Estados Unidos, después y entablando conversaciones con los an-
de naturalizarse allí, llegó a ocupar pues- cianos que tenían fincas por aquellos
tos elevados en el gobierno de aquel país. lugares amenos y solitarios. Diríase que
Aunque son muy escasas las noticias estas infantiles excursiones eran el pre-
que hemos podido obtener sobre los pri- ludio y ensayo de las muchas que en su
meros años de nuestro biografiado, cons- larga vida de misionero había de prac-
ta que desde muy niño se observaron ticar con el noble y piadoso objeto de
en él algunas señales de su futura vir- atraer las ovejas descarriadas al redil
tud: era piadoso y retraído de las co- evangélico.
sas mundo, y jamás alternaba en
del
P. Cayetano de Carrocera-
los juegos y diversiones de los demás
O. M. Cap.
muchachos; los domingos y días festivos,
lo mismo que en las vacaciones, tenía (Continuará)
15 VENEZUELA MISIONERA
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VENEZUELA MISIONERA
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ingleses estaban llevando los niños un bojote o haz de leña para qui-
y entraban a bautizar cosas que
; tar el frío de la noche a falta de
comprobé no pasaban de fábulas vestido; más allá un rallo para la
y dichos de la gente ociosa. Dos yuca arriba, colgando, unos cuan-
;
remanocon seringanocon nere, to- cho punto, donde tenemos una ca-
dos a rezar y a cantar. Y al pun- pilla sin altar ni santos. Por el ca-
to, sentados en el único banco que mino pasamos un arroyo tan cre-
había, que era el duro suelo, em- cido que me tuve que quitar los
pezamos por hacer la señal de la pantalones y pasar detrás de los
Cruz y luego a rezar y cantar en indios, pisando donde ellos pisa-
naxire o taurepán, que es la lengua ban, de lo contrario corría el peli-
que ellos hablan. No soy muy pe- gro de encontrar un hoyito que me
rito en la lengua de los indios, pe- refrescara hasta la garganta. Po-
ro, gracias a mis apuntes, nos en- co después llegamos al río Cuque-
tendimos. Recé y canté con ellos, nán y lo pasamos en una pequeña
les instruí en las cosas más elemen- canoa en la que teníamos que ir
tales de la Religión y, después de tiesos como una estatua, porque el
un buen rato hice mis oraciones y inclinarse a la derecha o a la iz-
colgué la hamaca, dispuesto a des- quierda era lo mismo que ir al fon-
cansar de las fatigas del día. do, y no tenía yo ganas para tales
mz («
Al fin, sobrevino el sueño, pero, chanzas. Un día, no completo, me
a eso de las once, una deshecha detuve en Cuquenán casando, bau-
tormenta nos despertó con sus tizando y entreniendo con cánticos,
truenos pavorosos. El techo co- rezos e instrucciones a sus mora-
menzó a gotear, sobre los chincho- dores. Me ofrecieron por comida
rros y hamacas y por la puerta dos peces más secos que un espar-
entraba un reguero de agua, pol- to pero, como a buen hambre no
;
lo que no tuve más remedio que hay pan duro, pasaron bien. Nos
levantarme para proteger mi mos- dijeron que los caminos estaban
quitero y hamaca del diluvio que muy malos y que las caballerías no
comenzaba. A Dios gracias duró podían caminar por ellos, por lo
poco tiempo el chubasco y tras la que nos resignamos a dejar allí el
tempestad vino la calma, pudiendo caballo, cargando nosotros con lo
de nuevo entregarnos al reposo. Pol- que él llevaba.
la mañana, tempranito, acomodé Reanudamos el viaje, y bien
fuera de la casa un pequeño altar pronto dimos con un nuevo arroyo
donde celebré el Santo Sacrificio que era forzozo atravesar. Pase —
de la Misa, e hice que antes y des- por el puente, me dijeron los in-
pués de ella, los indios rezasen y
cantaran lo que les había enseñado
dios. — ¿Por qué puente?, les res-
pondí, pues yo no lo veía por nin-
la noche anterior. guna parte. —
Por aquí, me repli-
Llamé a los indios José y Libri- caron. Entonces divisé un palo
llo y les dije; Airenacon Cuque- como a medio metro debajo del
nán guae, vámonos a Cuquenán, y, agua, y tanteando, tanteando, no
como lospreparativos que había sin peligro de darme un baño de
que hacer para el viaje eran bien cuerpo entero, pasé al otro lado.
pocos, nos pusimos en seguida en Aquí tenemos que aprender, que-
marcha y llegamos a las diez a di- ramos o no, el oficio de titiriteros.
VENEZUELA MISIONERA 1S
remonia que en todas las casas de que apenas era posible respirar.
los indios presentan a los que lle- Ventanas no había ninguna, y la
gan a. sus moradas y
se puede decir única puerta estaba cerrada fi- ; ¡
DECLARACION OFICIAL
NUESTRA REVISTA ES DECLARADA ORGANO OFICIAL DE LAS OBRAS
MISIONALES PONTIFICIAS EN VENEZUELA
Ciudad.
Rvdos. Padres:
En vista de la necesidad
de que las Obras Misionales
Pontificias de las cuales soy
Director en Venezuela, ten-
gan un órgano oficial, y ha-
biéndome enterado que Uds.
piensan dar a la publicidad
una Revista con el carácter
misional, cuyo título es “I'e-
nezuela Misionera” de acuer-
do con Uds. la declaramos
órgano oficial de dichas
Obras Misionales pontificias,
esperando que ella sea el por-
tavoz y la mensajera de
nuestros trabajos y empre- PBRO. DR. .JULIAN FUENTES FIGUEROA,
sas en este sentido. De ese Director Nacional de las Obras Pontificias Misionales.
modo y por este medio po-
dremos ponernos en comunicación de una clámente se la recomendamos, rogándoles
manera oficial con los distintos Directo- la propaguen entre los fieles, ya que,^
res Diocesanos a los que muy encarecí- además de ser una obra religiosa la que
VENEZ'.'ELA MISIONERA
realízala, por ella conoceremos todos los sino que muy de veras agradecemos al
venezolanos los trabajos que nuestros entusiasta Pbro. Dr. Julián Fuentes Fi-
Misineros están realizando en esta gueroa la distinción que hace a nues-
Patria. tra Revista.
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De apÓAte^eA miíicia ^eande
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Ij tóda fíientinencia
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Vi. C. í4ijaia D.
llfanóS ievantad, Ih^ós de 6>Af¡aña !
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Hablar en público, aunque sólo sean hermanos, redimidos con la misma san-
•dos palabras, es para mí una verdadera gre de nuestro Señor.
crucifixión. Pero con algo debo probar La gente llanera suele cantar en sus
a los Padres Capuchinos la gratitud que belenes la siguiente copla:
les adeudo. Nobleza obliga.
“Quítenle la paja
Dios no se olvida de nadie, me he di-
“al Niño, de encima,
cho al contejnplar este cuadro de luz y
“que si el Niño llora
pesia, cuya belleza contrasta con la feal-
“algo le lastima”.
dad de lo que nos ofrece a cada i>tiso la
vida moderna. Algo lastimará a los huérfanitos del
Dios no se olvida de nadie; y por eso, Caroní, cuando también gimen y lloran...
sin duda, en el nuevo Vicario Apostólico Benditas sean, pues, las manos gene-
del Caroní, ha devuelto a los pobrecitos rosas, que,secundando la acción del Go-
indios el padre amoroso, que perdieron, bierno Nacional y del pueblo venezolano,
el pastor suave y manso, a quien no arre-
a favor de la Misión del Caroní, se ocu-
draban las inclemeircias de los malos pan en suavizar las espinas de nuestros
tiempos, iri el flagelo de las enfermeda- hermanitos, los niños indios, confeccio-
des, ni el hambre ni la sed, y que, como nando estos aguinaldos de ornamentos
la mística Esposa del Cantar de los Can-
y joyas, juguetes y vestidos pintorescos,
tares, dormía a veces, era tan miste-
si
que los indios han de recibir como llo-
rioso en su dormir, que, al mismo tiempo
vidos del cielo. Ojalá almas tan buenas
¡
P. Dionisio de cibirse del peligro qre tienen a dos pasos. A la tenue luz
Curillas. de la linterna buscan el paso. Aquello es un verdadero
mar. No obstante se lanzan, el P. Dionisio delante; detrás
su compañero.
Dos pasos habían dado y grita el P, Dionisio;
—¡Cuidado, Padre!, que el caballo va nadando.
Y no se oyó más. No vió más.
La lluvia continuaba cayendo a torrentes; el viento soplaba y soplaba; la
quebrada como una furia se precipitaba arrasando cuanto encontraba al paso.
Momentos después el P. Maximino sintióse sumergido en el agua, húnde-
se el caballo, cáese el foco, pierde en el forcejeo los lentes, y se V3 en inmi-
nente peligro de perder la vida. Por instinto da conservación se agarra de-
sesperadamente a la rienda del caballo y mal que bien puede ganar la orilla.
Repuesto del susto, mira por todas partes en busca del compañero. Y es
una soledad glacial la que le rodea.
— ¡PadreDionisio, Padre Dionisio!
Ante aquel silencio de muerte se dió cuenta de la tragedia. El padre Dio-
nisio había perecido ahogado. Momento verdaderamente angustioso aquel.
VENEZMELA MISIONERA 24 .
Como pudo tanteando y tropezando dió con el camino y pudo llegar a una
casa perdida en medio de aquellas soledades, donde refirió el caso y la des-
gracia.
Grita con todas sus fuerzas. Que si quieres. Pasan por allí unos viaje-
ros; los llama.Ni oyen, ni ven, ni entienden; ellos están también a salir de
su apuro.
En un supremo esfuerzo les grita de nuevo: “Pero, hijos, ¿no me véis?
Ayudad por caridad a este pobre viejo”.
Aterrados los gúayaneses al ver al pobre Padre, echan pie a tierra y con
no poco trabajo, lograron sacarlo; porque, dicho sea de paso, la humanidad
del P. Luis sí era un poqo respetable.
Desde aquel día de marras, llamóse aqu'el lugar “La Bomba del Capuchino”.
FR. GASPAR DE PENILLA.
,
Mis. Apost. Capuchino.
25 VENEZUELA MISIONERA
Canias ^
Ooooooooo >oOOOOOOOOOOOO 3000 0000000000 00 0000000000 00 OOOOOOOOOOOOOO OOOOOOOOOOOOOO oo'
Daremos cabida en esta sección a una Sr. Vicario Apostólico del Caroní: Yo
serie de cartas quehan ido llegando de he sabido que es Ud. el nuevo Vicario
algunos niños amantes de nuestra Mi- Apostólico del Caroní, y le digo que yo
sión del Caroní, así como también se pu- quiero ser Misionera; pero no quiero se-
blicarán los donativos que para dicha pararme de mi mamá, porque yo amo
Misión se hagan. mucho a mamá. Ud. ¿qué me dice y
qué debo hacer para ser Misionera? Yo
En poder de Mons. Constantino Gómez quiero mucho a los indiecitos del Caroní,
Villa, Vicario Apostólico, reposaban al- porque la Hermana del Colegio me dice
gunas de estas cartitas, que le llegaron que son mis hermanos.
últimamente y a las cuales le fué impo-
sible contestar. El nos encargó que con- Echeme la bendición
testásemos en su nombre, y ninguna
Isabelita Villasmil.
oportunidad mejor que ésta, haciéndolo
desde las columnas de nuesra Revista. Maracaibo 6 de enero de 19.39.
íTT>
C Cónica níisió nal
Estadística en 1938 .
— Según los últi- frescas risas y, sobre todo, mucha ca-
mos datos la estadística de los Misio- ridad reinó en aquel ambiente.
neros católicos en el año que acaba de El pensamiento de todas se dirigía a
pasar es como sigue nuestros hermanos, los índiecitos del Ca-
roní; pues para ellos almas generosas
Misioneros extranjeros 14.239 habían trabajado durante el año y para
Sacerdotes indígenas 6.973 ellos, almas buenas trabajaban ahora.
Seminaristas 15.979 El acto fué presidido por los Excmos.
Hermanos extranjeros e indí- Sres. Obispo de Calabozo y Vicario
genas 10.055 Apostólico del Caroní. Mons. Arturo C.
Hermanas extranjeras e indí- Alvarez abrió el acto con muy acerta-
genas 55.349 das reflexiones sobre la oportunidad de
Catequistas 163.430 la fiesta. En otro luar de nuestra Re-
vista aparece el discurso por él pronun-
Total 266.025 ciado.
Como final de la fiesta habló Mons.
Nota en verdad consoladora, que prue- Constantino Gómez Villa, Vicario Apos-
ba la vitalidad de la Iglesia. Pero... tólico del Caroní, para agradecer en
si miramos al número de infieles que nombre propio, en nombre de los Misio-
hay que convertir, tendremos que repe- neros y en nombre de los indios aquellas
tir las palabras del Divino Salvador labores y esta fiesta; exhortando al pú-
La mies es mucha, los obreros, pocos; blico a continuar trabajando por el bien
rogad al Dueño de la mies que envíe de la Misión. A continuación ponemos
nuevos operarios a su mies. la lista de los objetos de la Exposición;
Una simpática
Fiesta Lo fué, en .
i M . A . C' A lí lí K RA
Ate.
ESQUINA DE VEROES A
CARACAS VENEZUELA
4
i MEDICINAS IMPORTADAS Alfc
D A
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TELEFONOS Nos. 7334 - 7041
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«CASA MONTEMAYOR» 9
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9 9
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9 9
f)
€ SE COMPLACE EN OFRECER AL PUBLICO EN GENERAL UN COM- 9
€
5.000 MISAS
celebradas cada año, exclusivamente por Vd. y cuantas
personas ayuden al sostenimiento de las Misiones Ca-
puchinas entre infieles. Obra bendecida con indulgen-
cias por los Sumos PP. Pío X, Benedicto XV y Pío XI.
Diríjase al Sr. Delegado de la O. S. de Misas, Igle-
sia de la Merced, Caracas. También puede escribir a
cualquier casa de la Orden Capuchina.
CONDICIONES
l.OS VIVOS, pairarán la cuota de 2.t bolívare.s, si quieren participar
en vida y en muerte. Pagarán un bolívar para participar por un año.
Quien pague el bolívar anual basta la muerte, seguirá participando des-
pués de difunto.
LOS DIFUNTOS se hacen partici])antes pcrpétuos, pagando, por cada
uno, la cuota de seis bolívares; con la excepción de que siendo los propios
padres de quien da la limosna, bastan los seis bolivares para los dos.
Para hacerlos participantes por un año se da un bolivar por cada uno.
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