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BALLERO:erguido y tieso caballero

de madera rústica, el balero, que con

frecuente cortesía se pone y se quita su

sombrero. Mi mano torpe, sin maestría,

de niño inexperto pero necio golpea

dejando un gran morete.

Adquirir esta destreza tiene un precio:

¡de un balerazo golpearse los cachetes! «Si no lo

meto en tres intentos, muero», digo en voz alta, y la

abuela me regaña:

«Con la muerte no se juega, ella es huraña.

No sé qué chiste le hallas al juguete: tuerce narices y

siembra moretes.

A ver cuándo te quitas esa maña».

Pero mi abue ignora este secreto:

cada vez que entra el sombrero en su cabeza el sol sale

otro día y no hay tristeza. La cuerda y el palo ahora

sujeto, impulso hacia arriba su sombrero para que logre

su anhelo este balero: cazador, coleccionista de agujeros.


Yoyo:El yoyo es un pájaro cautivo hace equilibrio en la cuerda floja, apaga la
atado por un cordel al cuello que le impide ser un
flama de un quinqué, silba una canción sin
fugitivo
lengua roja
y desaparecer en un destello. Su hábito no es andar en

tierra, prefiere en el viento columpiarse como un niño o práctica maromas como


chimpancé.
que al vuelo se aferra,
La mirada se enreda como un hilo en el
centro de este yoyo audaz que vuelve a
como las hojas secas de los arces que se balancean en
poner mi alma en vilo
el otoño y habitan el aéreo territorio. al lanzarse al
vacío una vez más.

El yoyo se comporta cual retoño cuyo único interés es

el jolgorio. Si se queda quieto se entristece como un

niño al que dejan sin recreo. Moverse en línea recta o

haciendo eses le da dicha y cumple su deseo. No

moverse es quedarse prisionero, ser una piedra, morir

de aburrimiento, tener vida de estatua en un sendero,

que el tiempo, viejo, ande a paso lento.

Es feliz si alegre se desliza:

camina cual perrito por el suelo, hace tantas piruetas

que dan risa, se eleva sin alas hacia el cielo,


Trompo: Gran bailarín que da vueltas infinitas
con garbo varonil y mucha gracia, desplegando sus formas

exquisitas.

Maestro de peligrosas acrobacias. La cuerda es

compañera y su ropaje que se enreda alrededor

de su cintura. Después lo lanza al aire con coraje

y cae bailando al suelo con soltura. A pesar de

su barriga de elefante, del equilibrio prefiere

hacer alarde. Al filo del abismo es elegante

y no tiene costumbres de cobarde. Sobre un

dedo, sin miedo al precipicio, se desliza, valiente,

hacia la nada. Girar como el mundo es su gran

vicio y al dar vueltas se enreda la mirada.


Canicas: Yo tuve una canica azul
que era mi leal escudero. Me Descansaba en mi bolsillo de sus

acompañó a mil batallas en terrenos feroces hazañas y una lista

polvorientos o en el fango rojiblanca le atravesaba la entraña.

traicionero. Su corazón de cristal Aprisionada en mis dedos, era un

nunca fue anzuelo del miedo. Su planeta inmóvil, un frágil globo

envidiable puntería logró salvar terráqueo lentamente envejecido.

muchas vidas. Fue hasta prisiones Una legión de canicas liberadas,

lejanas, a sacar de sus mazmorras hoy se inclina ante la monarca de

circulares a los reos. Su catapulta: vidrio, que, como todos los héroes,

mi dedo rollizo pero certero, cuyo regresó de sus combates cubierta

impulso la arrojaba como una flecha de cicatrices.

al blanco. Desde el dorso de mi

mano o la torre de un castillo se

lanzaba hacia el vacío. Los gandallas

peyotones o las canicas más jóvenes

no pudieron derrotarla.
Avión de papel:Con sus manos torpes
pudo, al fin,construir su propio avión Caín, hecho de material eterno:

papel de hojas de su cuaderno cada vez más flaco y


El avión de papel que lanzó un
solitario. Lo lanza con sus dedos temerarios hacia
día viajará entre las nubes,
arriba, para ver si sube y navega orondo entre las
soberano, y habitará otros
nubes. Pero ese avión le teme al vuelo y prefiere la
cielos más lejanos; de ese
paz que brinda el suelo. Al aire arroja diez
profundo azul no se despeña
aeroplanos que al salir se desploman de sus manos.
solo porque aquí Caín lo sueña.
Esos aviones acorazados a sus pies hoy yacen
Pocas veces
derrotados. Con el último avión que lanza se agota
comprendemos este guiño:
su postrera esperanza. Una lágrima resbala, franca, y
un pájaro vive en cada niño.
cae, solitaria, en la hoja blanca. Decidido, el avión

arroja hacia el cielo de la tarde roja. Este se monta

sobre el viento y, al hacerlo, ha recobrado aliento

emprendiendo, por fin, su travesía.


Resortera:Para Rito la escuela es un castigo que debe
cumplir cada mañana. Se divierte más rascándose el Los gorilas y monstruos, poco a poco,

ombligo o mirando una mosca en la ventana. Además, le han dado su respeto y su palabra.
Con su resortera en el bolsillo
siempre pasa de panzazo las materias de Aritmética o
no le teme ni a un ogro ni a una bruja.
Historia.
Pasa un grano en medio de un anillo
Si hace la tarea, muere su brazo.
o le saca un chichón a algún granuja.
El timbre de salida sabe a gloria. Prefiere las
Por sus arterias corre sangre fría,
costumbres de las aves que suelen viajar, estar en
ya ha descalabrado a tres
vuelo, cruzar el aire como piedra o nave, ser una
canallas.
oronda nube sobre el cielo. Su mejor amiga es la
Emplea su justiciera puntería para
resortera, que solo le es fiel a su mirada: su puntería
emprender cualquier batalla. Rito libre es
es fría y tan certera que al mosquito aplasta de una
como un guijarro
pedrada. Puede a un cerillo pelirrojo quitarle de un
que atraviesa el corazón del viento.
tiro la cabeza, tumbar gárgolas o mangos a su antojo
Luego cae con gozo sobre el barro y se pone
con su pulso letal o sutileza. sucio y muy contento.

Despanzurra botellas o hasta focos que suelen

esculpir sombras macabras.

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