Control de lectura de la Divina Comedia

Beltran Trinidad Cielo 22030185

Comparación entre el canto VI del Purgatorio y el canto XXVIII del Paraíso

El canto VI del Purgatorio narra el viaje de Dante a través del monte del
Purgatorio, donde las almas se purgan de sus pecados antes de ascender al Paraíso. En
este canto, Dante y Virgilio llegan al segundo nivel del Purgatorio, dedicado a los
pecadores que han caído en la lujuria, se nombra a diversos personajes tales como
Aretino, el conde Orso, entre otros. También se centra en la historia de Sordello y su
reacción al ver a Dante.
En cuanto al ambiente se describe como un jardín hermoso y bien cuidado, con
un río que representa el arrepentimiento y la purificación. Las almas penitentes se
encuentran allí, sometidas a pruebas y sufrimientos relacionados con su pecado. El
canto se centra en el arrepentimiento, la redención y el camino hacia la salvación.
Asimismo, enfatiza la importancia de reconocer los errores y enmendarlos para alcanzar
la redención. Acto que Dante realiza puesto que muestra compasión hacia los orgullosos
y reflexiona sobre su propia vanidad y arrepentimiento.
En el canto XXVIII del Paraíso Dante llega al Empíreo, el reino celestial, y es
testigo de la visión de Dios. El ambiente que se describe es de paz, luz y armonía,
propio del Paraíso. Los ángeles se encuentran en las nueve esferas giratorias descritas
por Beatriz que emiten una luz radiante simbolizando su conexión con la divinidad.
Aquí Dante experimenta la esencia divina y la plenitud de la salvación.
Es por ello que el canto se centra en la contemplación de la gloria celestial, en la
unión del individuo con Dios y, por ende, en la salvación eterna. El canto cierra el viaje
espiritual de Dante con un mensaje de esperanza y la recompensa de los justos.
En resumen, el canto XXVIII del Paraíso y el canto VI del Purgatorio
representan momentos cruciales en la Divina Comedia. Mientras que el canto del
Paraíso se centra en la visión divina y la plenitud de la salvación, el canto del Purgatorio
destaca el arrepentimiento y la purificación como parte del camino hacia la redención.
Ambos cantos ofrecen reflexiones sobre la relación del individuo con lo divino.
Comparación del canto VI del Purgatorio y el canto XXVIII del Paraíso con el
Infierno
Como se mencionó anteriormente, el ambiente de los primeros cantos es descrito
de una manera celestial, naturalmente más el Paraíso que el Purgatorio, a comparación
del Infierno presentado en nueve círculos de ambiente oscuro, violento y caótico puesto
que es ahí donde se castigan a los pecadores de acuerdo con la gravedad de sus pecados.
Las almas condenadas sufren eternamente atormentados por demonios, cabe resaltar que
los condenados no muestran ningún signo de arrepentimiento en su accionar.
El énfasis en la descripción del Infierno es un claro reflejo de la visión y misión
medieval pues buscaban generar terror y advertir sobre las consecuencias de los
pecados, generando así una especie de control religioso donde la única salvación es
Dios.
 En resumen, el canto VI del Purgatorio, el canto XXVIII del Paraíso y el
Infierno representan diferentes aspectos del viaje espiritual de Dante. Cada uno de estos
cantos tiene su propio ambiente, temas y objetivos narrativos: mientras que el canto del
Purgatorio se centra en la purificación y el arrepentimiento como paso previo a la
salvación, el canto del Paraíso representa la visión divina y la plenitud de la salvación.
El Infierno, por otro lado, muestra el castigo y la condenación de los pecadores
mediante la justicia divina.