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GUIÓN DE TEATRO

Armando relajo en la escuelita… ¿O Armando Hoyos en la escuelita?

Personajes (por orden de aparición en escena)

 Eugenia (inteligente)  Adolfo (enfadoso)


 Lizzy (fresa)  Atlantis (pacífico)
 Isela (fresa)  William (galán)
 Rosa (chismosa)  Director
 Intromisión (chismosa)  Profesor Armando Hoyos
 Hanna (vanidosa)  Claudio (distraído)

Escena 1

*Los niños van llegando, el salón se va llenando, llega el profesor a parar el relajo, pero
ellos sólo quieren sus regalos.*

(En el salón sólo se encuentra; llegan las fresas)

Eugenia: (Revisando por segunda vez si tiene todos sus trabajos) Excelente, no podrían
estar mejor las cosas, seguro saco cien este semestre, y así, sacaré el primer lugar
nuevamente y así seguro quedo en la carrera de matemáticas. A esperar a que llegue la
maestra y mis compañeros para exponer mi tema y deslumbrar a todos. ¡Qué emoción!
Ahora, a leer antes de que lleguen los demás (sonríe muy emocionada mientras lee su libro)

(Llegan las fresas haciendo relajo; Eugenia las ve y las escucha con disgusto)

Lizzy: O sea, no manches amigui, te juro que la nueva App de mi iPhone está bien chida,
¡te permite saber qué fruta eres!

Isela: ¿Neta? ¡No manches! Que padre, amiguis, a ver, ¿puede intentarlo?

Lizzy: Hay claro, amiga, a ver, te llamas Isela, tienes 16 años, ¿cuál es tu inclinación?

Isela: Ay, pues ésta, amigui (se inclina hacia el frente; casi se cae)

Lizzy: No seas tonta, cariño, o sea, ¿te gustan los hombres o las mujeres?

Isela: Ay pues obvio que los hombres, amigui.

Lizzy: Bueno, perfecto, a ver… ¡Ya tengo el resultado!

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GUIÓN DE TEATRO

Isela: ¿En serio, amigui? Ay ya no aguanto, o sea, dime por favor, ¡ please tell me!

Lizzy: Aquí dice que… ¡Qué eres una fresa!

(Se ríen y se van a sus asientos; llegan Intromisión y Rosa, las chismosas)

Rosa: En serio, te lo juro, se la pasa leyendo todo el día, dicen que ya hasta escribió el
Código de Da Vinci, y que ella descifró el código.

Intromisión: Ay ya sé, y fíjate (Se acerca para susurrarle y que no escuche Eugenia), dicen
que va a salir con cien.

Rosa: ¿Y eso qué tiene?

Intromisión: Ay mujer, ¡pues yo con un hombre ya no aguanto! ¡Son más delicados que tú
y yo juntas!

Rosa: Tienes toda la razón, Intromisión, pero oye, no entiendo como Lizzy va a pasar con
80, ni hace nada.

Intromisión: Ya sé, pero dicen que se va seguido a estudiar a la peluquería de hombres.

Rosa: ¿A la peluquería? ¿Por qué iría a estudiar a la peluquería de hombres?

Intromisión: Pues para aprender a hacerle la barba al profe para pasar con ochenta.

Rosa: Sí es cierto, verdad, no, pero si te contara de Juan… (Se van platicando a sus
asientos, bajan la voz)

(Entra al salón Hanna la vanidosa, barre a todas y se dirige a su asiento; entra Adolfo el
enfadoso)

Adolfo: Qué hondón, ¿cómo les va? ¿Cómo está el clima allá abajo? Jajaja es que están
sentadas jajaja no, en serio, ¿están nerviosas? Lo bueno es que YO expuse la clase pasada,
así que todo tranquilo jaja órale (se dirige a Eugenia, observa que está leyendo y se pone a
la leer; se acerca poco a poco)

(Enfadada se voltea; Adolfo se dirige a leer de nuevo; Eugenia cambia de lugar de nuevo;
se regresa Adolfo)

Eugenia: (Se enoja) ¿Qué estás haciendo, Adolfo?

Adolfo: Estoy leyendo el libro, es que está bien chido jajaja (intenta agarrar el libro)

Eugenia: ¿Ah sí? ¿Quieres seguir leyendo, verdad?

Adolfo: Sí jajaja

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GUIÓN DE TEATRO

Eugenia: ¡Pues cómpratelo! (se voltea enojada)

Adolfo: ¡Ay tenías que ser nerd! ¡Te llamarás Eugenia y serás una genio, pero ah, que
genio te cargas!

Eugenia: Oh pues muy mi personalidad y mi nombre, ¿no? Adolfo el enfadoso.

Las demás: Golpéalo, ¡dale con todo! Pelea, pelea, pelea…

(Comienza el relajo; entra el pacífico, Atlantis, a calmar a todos)

Atlantis: (grita) ¡A ver, a ver, a ver! ¡Dirección! ¡Calmen a estos muchachos! (se callan
todos y se tranquilizan) A ver, tranquilos todos, todos somos compañeros y merecemos
estar en paz con los demás.

Eugenia: Ay, ¿ya vas a empezar?

Atlantis: Jajaja ay Eugenia, tu siempre tan chistosita (le echa ojos de “te mataré”)
busquemos la paz interior, y así podremos gozar de la tranquilidad de estos últimos días
como compañeros. Así que hagamos que nuestro ambiente sea pasivo y complaciente para
todos, venga, respiren conmigo. (Comienza a respirar hondo) inhalen, exhalen, inhalen,
exhalen… (Adolfo se hace el dormido; Atlantis se da cuenta y se calla)

Adolfo: (Roncando) Ah, ¿ya? Ya terminaste. Que ensayo, bobo, que pedazo de ensayo te
echaste.

(Comienzan a oler a algo feo)

Atlantis: Perdón, el pedazo fue porque aquí afuera me eché unos tacos de canasta
requeteartos de frijoles.

Todos: ¡Guácala! (se van a sus asientos; Atlantis, apenado, se disculpa; entra William, el
galán, en cámara lenta, mira hacia un lado, luego hacia otro lentamente; sonríe al público)

Isela: O-M-G, o sea, ¡ese chavo sí que aleja el mal olor!

William: (Olfatea) ¿What? ¿Qué es ese olor? Se interpone ante el olor de mi seguridad y
confianza. (Voltea por todos lados, ve a Hanna, la vanidosa que se está maquillando; se
acerca con una sonrisa, muy confiado) hola, guapa, ¿cómo te llamas?

Hanna: (Lo ve y lo barre) Para ti, Nati.

William: Oh, Nati, que bonito nombre, de ¿dónde proviene?

Hanna: No, no entendiste, me llamo Nati, ¡Nati-importa!

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GUIÓN DE TEATRO

William: (Se pone sentimental) Oye, no tienes motivo alguno para tratarme así, yo sólo
venía a invitarte al cine o al parque, a dónde quieras, el lugar es lo de menos si estaré
contigo, nena.

Hanna: ¿Oh sí? Y si vamos al cine, ¿cuál película veremos?

William: La nueva, Buscando a Nemo, pero la versión en la que su mamá lo busca.

Hanna: ¿Ah sí? ¿Y cuál es la diferencia?

William: Que dura cinco minutos porque lo buscó su mamá, las mamás te encuentran
porque te encuentran (ríen juntos)

Lizzy: (A Isela) Ay no manches, we, ese chiste me aparece a cada rato en mi Facebook, o
sea, súper naco, ¡hello!

Rosa: Ay no sé qué le mira a Hanna, ha de pesar unos 2000 kilos.

Intromisión: Oye, amiga, ¿pero por qué tanto? Ni siquiera está grande.

Rosa: Ay no, pero con tanto maquillaje así ha de pesar.

Adolfo: Ya dale un beso, no te hagas menso, William (le avienta una hoja)

William: (Se para enfurecido) Ey, bájale a tu jueguito, ya me tienes harto, enfadosito.

Adolfo: Ah sí, ¿cómo me dijiste?

(Se encaran a punto de pelear)

Hanna: Dale fuerte en la cara, ¡Willy!

Atlantis: Tranquilos, amigos míos, no peleen, hay que relajarnos y respirar, venga…

Todos: ¡Cállate!

William: ¡Ahora si te golpeo Adolfo!

(Todos gritando; entra el director)

Director: Cállense (lo ignoran). Que se callen (de nuevo). ¡Silencio!

Adolfo: (grita en cuanto se callan todos) ¡Que al cabo el director cara de simio está tan
tonto que no nos expulsará!

Director: (Enojado) ¿Qué dijiste?

Adolfo: Nada, nada.

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GUIÓN DE TEATRO

Director: Así me gusta. Tomen asiento. (Se sientan) Como ustedes sabrán, hoy se califican
los trabajos finales. Desafortunadamente su profesora no podrá asistir el día de hoy a la
clase.

(Todos celebran y hacen escándalo)

Director: ¡Cállense! ¿Qué, Adolfo? ¿No vas a decir nada?

Adolfo: Ah sí: ¡El Director tiene cara de perrita en celo! Ya, discúlpeme, no vuelve a pasar.

Director: (Muy enojado) ¡Ya! Pues no se emocionen, porque aprovechamos el día de hoy
la visita de un gran Maestro y Filósofo que nos hará el favor de calificar sus trabajos finales
y compartir algo de su cultura con ustedes.

Eugenia: ¿En serio? ¿De quién se trata? (emocionada)

Director: Se trata de nada más y nada menos que un poseedor de uno de los diccionarios
más gustosos de la última década, El DiccionaЯio de la Яeal Epidemia de la Lengua.

Lizzy: No manches, qué emocionante, o sea, pero díganos quien es.

Director: Él es… un hijo de su mamá y papá. Su papá no podía pagar su educación


primaria, que sin duda quiso darle; en la madre recayó el futuro de esta gran figura.

Adolfo: Ay ya no se haga menso y díganos.

Director: ¡Ah que mal criado! Bueno, sin más ni menos, ¡el Profesor Armando Hoyos!

(Aplaude el director; entra Armando, le aplaude y lo saluda eufóricamente)

Director: Oh maestro que privilegio tenerlo aquí, me llena de alegría saber que viene a
compartir con nosotros su conocimiento.

Armando: Cá-cállese, no sea barbero.

Director: Perdóneme, maestro, pero es que me emociona tenerlo aquí, es algo bizarro de
verdad.

Armando: Bizarro. Expresión del dentista cuando vio que no te habías lavado los dientes.
Bizarro.

Director: Qué sabiduría, maestro, ¡jamás había visto las cosas así!

Armando: (A los alumnos) Qué barbero es éste, ¿verdad? Váyase a trabajar, yo me


encargo.

Director: Claro, maestro, yo me retiro, lo tratan bien, muchachos, no sean mal educados.

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GUIÓN DE TEATRO

William: (continúa su plática con Hanna) Ándale, Hanna, acepta ir.

Armando: A ver, ¿qué pasa ahí?

William: Es que Hanna no acepta ir al cine conmigo.

Armando: Si la dirección en una película está mal… ¿nunca llegas al cine? O, una muestra
de cine… ¿es un pedazo de película?

Adolfo: Pedazo el que se volvió a echar Atlantis.

(Todos ponen cara de “guácala”; Atlantis apenado)

Armando: ¡Qué desagradable! A ver, muchachos, ¿qué les dejaron de tarea?

Eugenia: (se para y dice) Nos dejaron un ensayo de 20 cuartillas, las preguntas del libro de
la página 20 a la 130, el cuestionario de ayer, de antier, de hace dos semanas, la lotería de
matemáticos griegos, un crucigrama, la entrevista a un empresario y donar al Teletón.

Todos: ¡Ay para qué dices! (le avientan hojas de papel; se sienta toda triste)

Armando: ¡Cállense!

(Llega tropezándose Claudio; se para)

Claudio: Profesor suplente, aquí Claudio presentándose para la última clase del bimestre.

Adolfo: Para qué vienes si sólo viniste a dos clases, vas a sacar cinco.

Claudio: Ah pues por eso, si sumo los dos cincos de cada clase, saco diez, ¿no?

Todos: ¡Ay menso!

Armando: A ver, compañero, ¿trajo su tarea?

Claudio: Claro que sí, fui a entrevistar a mi tío a su empresa hotelera.

Armando: Hotelera. Telera very caliente. Hot-telera.

Hanna: (Avienta a William) En serio, ¿dónde está esa empresa? Quiero ir, ¿me llevas?

Claudio: Claro, te llevo y me regreso. Es en Veracruz, mi tío es jarocho.

Armando: Jarocho. Jar, jar, jar, jar, jar, jar, jar, jar. Jarocho. Pase a sentarse compañero.
Amigo (apunta a William) ¿usted sobre qué hizo su ensayo?

William: Yo lo hice sobre el cantar de gesto anónimo que relata hazañas heroicas de los
caballeros del tiempo antiguo; el cantar de mio Cid.

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GUIÓN DE TEATRO

Armando: Si el Mío Cid… ¿el tuyo Nod? Muy bien, y usted, ¿por qué le ruega tanto a la
niña? No sea barbero. A ver, niña, ¿resolvió algunos problemas del cuestionario?

Hanna: La verdad profesor, no hice nada.

Atlantis: Pero, ¿por qué no, amiga?

Hanna: Ay, es que me pedían que buscara a x, pues que la busque su mamá, yo que la voy
a andar buscando.

Lizzy: Ay, o sea, me choca que se bajen los posts del Face, publicaré lo indignada que
estoy.

Isela: Ay, ya sé, amiguis, yo te apoyo, yo posteo en el Twitter.

Armando: Cállense allá atrás, no interrumpan. A ver, fresitas, ¿hicieron su tarea?

Adolfo: Jajaja ¿fresas? Parecen peras, bien flacas de arriba y entre más bajas, van
engordando. Jajaja

Armando: Hablando de peras, si tienes paperas… ¿tienes pamanzanas?

Claudio: Yo una vez tuve paperas, pero fue hace mucho, tenía la cara más redonda que la
panza del “Piojo” Herrera. Jajaja

Lizzy: Ay, shut up, nos preguntó a nosotras si hicimos la tarea. Sí, profe, sí la hicimos,
fuimos a entrevistar un taquero.

Eugenia: Pero una taquería no es una empresa necesariamente.

Isela: O sea, hello, no has ido a esa taquería, porque una vez que empresas, ya no dejas de
comer tacos.

Rosa: Míralas, tan finas y van a comer tacos, así son en estos tiempos.

Intromisión: Ya sé, si supieras, pa’ mí que sus novios en lugar de llevarles ramos de rosas,
les llevan ramos de cilantro para sus tacos.

Armando: A ver, ¿quién está hablando? (mira a las chismosas) a ver, ustedes dos, ¿de qué
trato su ensayo?

Intromisión: Bueno, nuestro ensayo es sobre algunos elementos físicos, como el yodo.

Eugenia: Los elementos físicos no tienen nada que ver con lo que vimos este semestre,
menos el yodo.

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GUIÓN DE TEATRO

Rosa: Uy, Eugenia, entrometida, pues fíjate que sí, porque yodo de tdisteza porque voy a
reprobar. (Llorando)

Armando: Yodo. Cuando me salen lágdimas pod los ojos. Yodo. Y no nomás a mí, miren
a la compañera. Bueno, Eugenia, ¿verdad? Usted parece tener diez. Puede explicarnos su
tarea.

Eugenia: Claro que sí, estoy ansiosa por exponer. Bueno, mi ensayo trató sobre… (Suena
el timbre, es hora de la salida, todos salen corriendo) no, no, no puede ser, no (empaca sus
cosas y sale frustrada del salón)

(Entra el director)

Director: Órale, maestro, ¿cómo le fue?

Armando: Muy desagradable.

Director: Pero, ¿cómo? Si los muchachos son tan tranquilos en esta escuela, ni pelean ni
discuten. Sumando a los maestros y directivos somos como una familia que comparten
compasión y amor.

Armando: El amor en familia… ¿se da en el padre, o se da en la madre?

Director: Es increíble su sabiduría, maestro, me empapa de toda su estrecha capacidad


mental.

Armando: Cállese, no sea barbero, ya mejor me voy. Adiós. (Hace mutis)

Director: No, espéreme maestro, no me deje solo con estos escuincles (sale tras de él)

FIN

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