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Cabe destacar, que en una publicación de la revista Fortune del año de 1999, se presentó
un estudio realizado por los Sres. Ram Charam y Geoffrey Colvin, en el cual se señala que
9 de cada 10 estrategias no son ejecutadas efectivamente y que en la mayoría de los
casos el problema real no es una mala estrategia, sino una mala ejecución.
La segunda barrera nos indica que la alta gerencia está dedicando mucho tiempo a los
temas operativos, al día a día. Tal vez se dedican a estar resolviendo crisis y muy poco al
futuro y las estrategias de la organización.
La cuarta barrera nos indica que deben revisarse los sistemas de incentivo muy
orientados a los resultados del corto plazo y no a la creación del futuro de la organización.
El sistema de gestión de seis etapas desarrollado por Kaplan y Norton es una metodología
muy poderosa para ayudar a las organizaciones a implementar sus estrategias y alcanzar
sus objetivos de manera efectiva y así superar estas barreras.
Plantearon que era posible alcanzar los resultados financieros esperados a expensas de no
hacer mantenimiento, no mejorar los procesos, no capacitar al talento humano.
A manera de ejemplo, veamos qué nos dicen los estados financieros del cliente.
Básicamente si los ingresos están logrando cumplir con el presupuesto. Pero poco nos
dicen de aspectos tales como: participación de mercado, satisfacción del cliente,
lanzamiento de nuevos productos por parte de los competidores.
La conclusión a la que llegaron Kaplan y Norton, es que había que balancear la gestión
mirando simultáneamente las 4 perspectivas. De esto nace el Balanced Scorecard.
Miremos ahora a la organización desde la perspectiva del cliente, éste desea satisfacción
de sus necesidades y expectativas, calidad, precio y servicio. Pudiera suceder que una
organización tenga unos resultados financieros muy buenos, pero ¿está el cliente
satisfecho?, ¿están los competidores lanzando nuevos productos o ganando participación
de mercado?
Por otra parte, imaginemos que tenemos un cliente satisfecho y unos resultados
financieros muy buenos, pero los procesos de negocio se están volviendo obsoletos,
ineficientes, ineficaces, poco productivos.
Si se analiza esta situación las consecuencias en el mediano plazo serán que la satisfacción
de cliente se verá afectada y no se lograrán los resultados financieros.
Una primera reflexión es que si queremos lograr rentabilidad y tener un cliente satisfecho
hay que trabajar en la mejora de los procesos.
Finalmente, podríamos tener las 3 perspectivas anteriores funcionando muy bien pero los
colaboradores no tienen sentido de pertenencia, no existe compromiso, no existe un buen
clima laboral, el personal no tiene las competencias para gestionar sus procesos de
manera efectiva.
¿Dónde cree que se va a reflejar? Sin duda en los procesos, éstos ya no operarán de
manera eficiente ni productiva, como consecuencia el cliente se sentirá insatisfecho y
obviamente no se alcanzarán los resultados financieros.
Al mirar a nuestras organizaciones bajo estas perspectivas del cliente tenemos que
hacernos las siguientes preguntas: ¿Cómo nos ven nuestros accionistas, qué debemos
hacer para satisfacer sus expectativas? Las medidas del desempeño financiero indican si la
estrategia de una empresa, su puesta en práctica y ejecución, están contribuyendo con los
resultados esperados.
Con respecto a la perspectiva de los Procesos internos nos preguntamos ¿cuáles son
los procesos críticos internos en los que la organización debe ser excelente para lograr sus
objetivos? Entregar las propuestas de valor que atraerán y retendrán a los clientes y que
contribuirán a satisfacer las expectativas de los rendimientos financieros de los accionistas.
“Para satisfacer a nuestros clientes y accionistas, ¿en qué procesos internos de nuestra
cadena de valor debemos ser excelentes?”
Para alcanzar nuestros objetivos, ¿con qué recursos (personas, tecnología, activos fijos y
alianzas) cuenta? y ¿cómo debemos aprender, innovar y crecer?”
Cada una de las perspectivas debe medirse a través de unos objetivos estratégicos y estos
a su vez con un conjunto de indicadores.
Tiempo de Entrega” con lo cual se estarían desarrollando los tableros o cuadros de mando
(Dashboard) que nos permitirán medir la gestión.
• Descubrir y desarrollar
• Exitosamente comercializar
• Productos Innovadores
• Prevenir y curar enfermedades
• Mejorar la calidad de vida
• Rentabilidad
• Rendimiento excepcional (Precio por Acción)
• Recompensar
Ahora vamos a asociar los objetivos estratégicos derivados de la visión de Novartis a las
perspectivas del Balanced Scorecard con lo cual estaríamos “balanceando” la gestión
(Tenemos objetivos para cada perspectiva).
¿Qué nos estaría faltando para poder realizar el control de gestión? La medición de dichos
objetivos a través de los indicadores de gestión, elementos que trabajaremos en la Unidad
4.
Por otra parte, al identificar las principales barreras que impiden una ejecución exitosa de
la estrategia, se podrán implementar las medidas necesarias para superarlas.