Está en la página 1de 173

DEONTOLOGÍA JURÍDICA

MÓDULO ÚNICO
CARRERA: ABOGACÍA
Curso: 5º AÑO
PROFESOR: Dr. IMERIO JORGE CATENACCI
SALTA

1
2
Educación
A DISTANCIA

AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD

CANCILLER
Su Excelencia Reverendísima

Mons. MARIO ANTONIO CARGNELLO


Arzobispo de Salta

Vice-Canciller
Monseñor OSCAR MARIO MOYA

RECTOR
Dr. PATRICIO COLOMBO MURUA

VICE-RECTOR ADMINISTRATIVO
Ing. MANUEL CORNEJO TORINO

SECRETARIA GENERAL
Prof. CONSTANZA DIEDRICH

DIRECTOR del I.E.A.D.


Pbro. CARLOS ERNESTO ESCOBAR SARAVIA

SUB-DIRECTOR del I.E.A.D.


Cnl. (Re.) JORGE MAINOLI

3
4
Indice General

PUNTO Nº 1: Programa de la asignatura ..... 13 EL ORIGEN DE LA CONCIENCIA MORAL 40


PUNTO Nº 2: Bibliografía Básica .................. 15 Tesis de Kohlberg ......................................... 40
PUNTO Nº 3: Caracterización de la Materia . 16 Tesis de Kant ................................................ 41
PUNTO Nº 4: Guía de Estudios.................... 21 EL CONCEPTO DE LIBERTAD ................... 41
DETERMINISMO E INDETERMINISMO .... 42
UNIDAD I LIBERTAD COMO ELECCIÓN Y
DECISIÓN ................................................ 43
DIVERSOS SENTIDOS DE LA
DIAGRAMA DE CONTENIDOS ................... 19
EXPRESIÓN LIBERTAD ......................... 43
ÉTICA ........................................................... 21
La Virtud ........................................................ 45
NOCIÓN DE ÉTICA, MORAL Y
Las virtudes morales ..................................... 46
DEONTOLOGÍA ...................................... 21
El hábito de la virtud ...................................... 46
ETIMOLOGÍA ............................................... 23
OBJETO Y MÉTODO................................... 24
EL OBJETO MATERIALY OBJETO UNIDAD III
FORMAL DE LA ÉTICA ........................... 24 DIAGRAMA DE CONTENIDOS ................... 53
Objeto material .............................................. 24 LA JUSTICIA ................................................ 55
Objeto formal ................................................. 25 NOCIÓN ....................................................... 55
LA ACCIÓN MORAL .................................... 25 Acepciones ................................................... 56
LOS MÉTODOS DE LA ÉTICA .................... 25 Etimología ..................................................... 56
LA EXPERIENCIA DEL HECHO MORAL ... 26 JUSTICIA COMO VIRTUD .......................... 56
UBICACIÓN EPISTEMOLÓGICA ................ 26 JUSTICIA EN ARISTÓTELES ..................... 57
DECISIONES MORALMENTE CICERÓN Y EL CASO DE LA LEY
PRUDENTES Y DECISIONES INJUSTA .................................................. 58
MORALMENTE JUSTAS ........................ 27 LA JUSTICIA EN SANTO TOMÁS .............. 59
Tomar decisiones prudentes ......................... 27 LA EQUIDAD ................................................ 60
Tomar decisiones moralmente justas ........... 27 EL BIEN COMÚN ......................................... 61
FUNDAMENTACIÓN DE LA ÉTICA ............ 28
TEORÍA DE LOS VALORES ....................... 28 UNIDAD IV
DERECHO Y MORAL .................................. 29
IUSNATURALISMO Y IUSPOSITIVISMO ... 30 DIAGRAMA DE CONTENIDOS ................... 65
SISTEMA NORMATIVO JURÍDICO Y DEONTOLOGÍA DE LAS PROFESIONES
SISTEMA NORMATIVO MORAL ............ 30 LIBERALES .............................................. 67
LAS CRÍTICAS A LA TESIS DE LA CONCEPTO ................................................. 67
SEPARACIÓN ......................................... 32 LA VOCACIÓN ............................................. 67
LA VINCULACIÓN ENTRE LOS LAS PROFESIONES ................................... 68
FENÓMENOS JURÍDICOS Y LOS
Características generales de las
VALORES MORALES ............................. 32
profesiones ............................................... 68
Su carácter universal, científico y
UNIDAD II humanista ................................................. 68
MORAL DE LAS CONVICCIONES Y
DIAGRAMA DE CONTENIDOS ................... 37 MORAL DE LA RESPONSABILIDAD ..... 70
CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE
LA DEONTOLOGIA ................................. 39 UNIDAD V
LA CONCIENCIA MORAL ........................... 39 DIAGRAMA DE CONTENIDOS ................... 75
LA SINDÉRESIS .......................................... 40 DEONTOLOGÍA DE LAS PROFESIONES

5
JURÍDICAS .............................................. 77 DEBER DE INFORMACIÓN ...................... 100
DEONTOLOGÍA DE LA FUNCIÓN OPOSICIÓN DE INTERESES DEL
JUDICIAL ................................................. 77 CLIENTE Y DEL ABOGADO ................. 100
Trascendencia ética. ..................................... 77
DEONTOLOGÍA DE LA PROFESIÓN UNIDAD VIII
DE ABOGADO ........................................ 77
La abogacía como profesión ......................... 77 DIAGRAMA DE CONTENIDOS ................. 103
La función del abogado ................................. 78 DERECHO DISCIPLINARIO ..................... 105
La misión del abogado................................... 79 LOS CÓDIGOS DE ÉTICA ........................ 105
Requisitos para el ejercicio profesional ......... 79 TRIBUNAL DE DISCIPLINA ...................... 105
DEBERES PROFESIONALES COMPETENCIA ......................................... 105
GENERALES ........................................... 80
SANCIONES DISCIPLINARIAS ............... 106
DERECHOS DE LOS ABOGADOS ............ 81
RECURSOS ............................................... 107
Incompatibilidad ............................................. 82
PLAZO DE PRESCRIPCIÓN ..................... 107
Secretos profesionales ................................. 86
REHABILITACIÓN ..................................... 107
PRINCIPIOS DE DEONTOLOGÍA
MEMORIAS Y MANDAMIENTOS .............. 109
FORENSE ................................................ 87
1. MANDAMIENTOS DEL ABOGADO ...... 109
Principio de degnidad .................................... 87
Eduardo Couture ......................................... 109
Principio de probidad ..................................... 88
2. DECÁLOGO DEL ABOGADO ............... 109
Principio de libertad ....................................... 88
Ángel Osorio y Gallardo ............................. 109
Principio de lealtad ........................................ 89
ANEXO I ..................................................... 113
Principio de independencia ........................... 89
LEY 23.187 ................................................. 113
Principio de diligencia .................................... 89
EJERCICIO DE LA ABOGACÍA DE LA
CAPITAL FEDERAL .............................. 113
UNIDAD VI

DIAGRAMA DE CONTENIDOS ................... 91


ANEXO II
DEBERES ÉTICOS FRENTE AL
COLEGIO Y DEMÁS COLEGAS ............ 93
LEY DE HONORARIOS DE ABOGADOS Y
CONSULTORIO JURÍDICO GRATUITO .... 93
PROCURADORES -CAPITAL
RELACIONES ENTRE ABOGADOS .......... 94 FEDERAL- 21.839 .................................. 125
CAUSAS TRAMITADAS POR OTROS
ABOGADOS ............................................ 94
OBSERVANCIA DE ACUERDOS ............... 94
ANEXO III
NATURALEZA CONTRADICTORIA DE
LOS DEBATES. ....................................... 95
RELACIONES CON LOS MAGISTRADOS 95 LEY DE EJERCICIO DE LA PROFESIÓN
DE ABOGADOS Y PROCURADORES
DE LA PROVINCIA DE
UNIDAD VII BUENOS AIRES .................................... 137
Decreto-Ley 8904/77 .................................. 156
DIAGRAMA DE CONTENIDOS ................... 97 ARANCEL DE LA PROVICIA DE
DEBERES ÉTICOS RESPECTO DEL BUESOS AIRES .................................... 156
CLIENTE .................................................. 99
RELACIONES CON LOS CLIENTES .......... 99
DEBER DE DILIGENCIA PROFESIONAL .. 99
DEBER DE FIDELIDAD ............................. 100

6
CURRICULUM VITAE

a) Datos Personales
Apellido y Nombres: Imerio Jorge CATENACCI
Nacionalidad: Argentino
Lugar de Nacimiento: Catania (Italia).
Documento de Identidad: DNI 7823497
Domicilio real: Avda. Callao 626, piso 1º, Departamento “2”, de la Ciudad de Bs. As.
Domicilio especial: Avda. Callao 626, piso 1º, Departamento “2”, de la Ciudad de Bs. As.
Estado Civil: casado.

b) Título Universitario
1. ABOGADO.
Universidad Nacional de Buenos Aires, 1970.

2. ESCRIBANO.
Universidad Nacional de Buenos Aires, 1976.

c) Estudios de Posgrado
1. DOCTORADO EN CIENCIAS JURIDICAS
Universidad Nacional de Buenos Aires.
Departamento de Coordinación Académica y Doctorado.
Orientación Derecho Comercial. Tesis pendiente.
2. EL DERECHO Y LA JUSTICIA EN LOS DOCUMENTOS PONTIFICIOS
Universidad del Salvador.
Facultad de Ciencias Jurídicas.
Departamento de Extensión Universitaria.
3. REGISTRO PUBLICO DE COMERCIO
Universidad Nacional de Buenos Aires
Instituto de Derecho Comercial.
4. TEORIA Y PRACTICA DE LA ORATORIA JURIDICA
Universidad Nacional de Buenos Aires.
Departamento de Graduados.
5. VALORES JURIDICOS
Universidad Nacional de Buenos Aires.
Departamento de Graduados.
6. TECNICAS DE EVALUACION
Universidad de Morón.
7. CURSO GRADUADOS SOBRE EL MENOR Y EL DELITO
Dirección de la Minoridad y la Familia.
Dictado en el Instituto de Seguridad Dr. Luis Agote.

7
8. MEDIACION. EL ROL DEL ABOGADO EN LAS RESOLUCIONES
ALTERNATIVAS DE CONFLICTOS
Asociación de Abogados de Buenos Aires.
9. DERECHO COMUNITARIO Y MERCOSUR
Universidad Notarial Argentina.
10. MERCOSUR Y SU VINCULACION CON LA UNION EUROPEA Y CHILE
Universidad Notarial Argentina.
11. CONCILIACION Y ARBITRAJE
Universidad Nacional de Buenos Aires
Colegio de Escribanos de la Capital Federal.
12. COMERCIO EXTERIOR
Asociación de Abogados de la Capital Federal

d) Antecedentes docentes Universitarios


A). Universidad Nacional de Buenos Aires
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
1. 1971 CARRERA DOCENTE
MATERIA: INTRODUCCION AL DERECHO
CATEDRA: Dr. Federico TORRES LACROZE
PROFESOR HABILITADO
2. 1974/85 PROFESOR ADJUNTO INTERINO
3 1985/99 PROFESOR REGULAR ADJUNTO
MATERIA: TEORIA GENERAL Y FILOSOFIA DEL DERECHO

B). Universidad del Salvador


1. 1975 PROFESOR ADJUNTO
MATERIA: INTRODUCCION AL DERECHO
2. 1976 PROFESOR ADJUNTO ORDINARIO
MATERIA: INTRODUCCION AL DERECHO
3. 1977 PROFESOR ASOCIADO INTERINO
MATERIA: INTRODUCCION AL DERECHO
4. 1978 PROFESOR EXTRAORDINARIO ASOCIADO
MATERIA: INTRODUCCION AL DERECHO
5. 1979/86 PROFESOR ORDINARIO ASOCIADO
MATERIA: INTRODUCCION AL DERECHO

C). Universidad del Museo Social Argentino


1. CARRERA DE ABOGACIA
1.1.- 1979/81 PROFESOR ADJUNTO INTERINO
MATERIA: INTRODUCCION AL DERECHO
1.2.- 1987/89 PROFESOR ADJUNTO ORDINARIO
MATERIA: FILOSOFIA DEL DERECHO
2. CARRERA DE SERVICIO SOCIAL
1.2.- 1985 PROFESOR ADJUNTO A CARGO DE CATEDRA
MATERIA: ETICA

8
2.2.- 1986/89 PROFESOR TITULAR
MATERIA: ETICA.

D). Universidad de Belgrano


Facultad de Ciencias Jurídicas
1996/99 PROFESOR ADJUNTO
MATERIA: ETICA Y POLITICA

e) Actividades docentes a la fecha


A) Universidad Nacional de Buenos Aires
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

PROFESOR REGULAR ADJUNTO EN LA MATERIA: TEORIA GENERAL Y FILO-


SOFIA DEL DERECHO.

B) Universidad de Belgrano
Facultad de Ciencias Jurídicas

PROFESOR ADJUNTO, MATERIA: ETICA Y POLITICA.

f) Obras y Publicaciones Científicas y Técnicas


A) JEFE DE INVESTIGACION
INSTITUTO DE FILOSOFIA DEL DERECHO
Dictado de cursos de Investigación de Institutos.

B) UNIVERSIDAD DEL SALVADOR FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS INST. DE


INVESTIGACIONES EN CIENCIAS JURIDICAS

COORDINADOR CURSO DE POSGRADO «Cursillo de reflexión sobre Metodología


de la Investigación Jurídica».

COORDINADOR CURSO DE POSGRADO «Primer Curso de Metodología de la In-


vestigación Jurídica».

CORREDACTOR «Programa de Investigación Institucional para evaluar información


empírica sobre Instituciones de la sociedad. Area Jurídica».

Programa presentado y aprobado por la Secretaría de Ciencias y Técnica del Minis-


terio de Educación de la Nación.

COORDINADOR «Programa de Investigación Institucional...» Grupo de Trabajo: «VA-


LORES JURIDICOS»

9
g) Participación en Congresos y pertenencia a Asociaciones de
Nivel Académico
1. Miembro fundador de la ASOCIACION ARGENTINA DE FILOSOFIA DEL DE-
RECHO, Sección Nacional Argentina de la I.V.R.
2. Miembro Activo de la SOCIEDAD ARGENTINA DE ANALISIS FILOSOFICO.
3. Miembro Activo del INSTITUTO ARGENTINO DE INVESTIGACIONES ETICAS.
4. Miembro activo del INSTITUTO DE FILOSOFIA DEL DERECHO Y SOCIOLO-
GIA JURIDICA del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal.
5. Concurrencia y participación en aquellos Eventos y Congresos realizados por
tales instituciones, particularmente:
6. EXPOSITOR en las «PRIMERAS JORNADAS ARGENTINAS DE FILOSOFIA
JURIDICA Y SOCIAL»
Organizadas por la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho, en la Ciudad
de La Plata, 1984.
7. EXPOSITOR en las "SEGUNDAS JORNADAS ARGENTINAS DE FILOSOFIA
JURIDICA Y SOCIAL"
Organizadas por la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho, en la Ciudad
de Buenos Aires, 1985.
8. EXPOSITOR en el "PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE FILOSOFIA DEL
DERECHO" Organizado por la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho, en
Vaquerías, Córdoba, 1986.
9. MIEMBRO titular de las “PRIMERAS JORNADAS NACIONALES DE DERECHO
INFORMATICO”
Organizado por la Asociación de Abogados de Buenos Aires, 1986
10. EXPOSITOR en el «SEGUNDO CONGRESO INTERNACIONAL DE FILOSOFIA
DEL DERECHO»
Organizado por la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho, en la ciudad de
La Plata, 1987.
11. PARTICIPANTE del «CONGRESO MUNDIAL DE LA ASOCIACION INTERNA-
CIONAL DE FILOSOFIA DEL DERECHO Y DE LA FILOSOFIA SOCIAL»
Organizado por la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho, en la Ciudad de
Buenos Aires y La Plata, 1997.

h) Publicaciones, Trabajos inéditos y aportes originales


1. IHERING Y EL METODO TELEOLOGICO DE INTERPRETACION. Tesina corres-
pondiente a la culminación de la Carrera Docente. U.B.A.
2. LA EMPRESA MULTINACIONAL Y LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ- EL CASO AR-
GENTINO. Tesina correspondiente a la culminación del Plan Teórico del Doctorado
en Derecho Comercial. U.B.A.
3. CRITICA DE LA CONCEPCION JUSFILOSOFICA DE MICHEL FOUCAULT. Co-
municación presentada en las Primeras Jornadas Argentinas de Filosofía Jurídica
y Social.

10
4. EL SENTIDO DE LA LIBERTAD
Comunicación presentada en las Segundas Jornadas Argentinas de Filosofía Ju-
rídica y Social.
5. DEMOCRACIA Y DESOBEDIENCIA CIVIL
Publicado por la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho, 1986.
6. DISENSO DEMOCRATICO
Publicado por la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho. Segundo Congreso
Internacional de Filosofía del Derecho-Comunicaciones”. Vol. I, 1987, pág. 103/111.
7. TRANSGRESION VERBAL, DISENSO Y DESACATO
Publicado por La Ley del 06/10/88, Tomo 1988-E- 53/89
8. ACOMETIMIENTO RECIPROCO Y LEGITIMA DEFENSA
Publicado por Revista Jurídica Ley del 18/11/93.

11
12
Carrera: ABOGACÍA
Curso: 5º AÑO
Materia: DEONTOLOGÍA JURÍDICA
Profesor: Dr. IMERIO JORGE CATENACCI

PUNTO Nº 1: Programa de la asignatura


UNIDAD 1: ÉTICA

1. NOCIÓN DE ÉTICA, MORAL Y DEONTOLOGÍA.


2. ETIMOLOGIA
3. OBJETO Y MÉTODO.
4. EL OBJETO MATERIAL Y OBJETO FORMAL DE LA ÉTICA
5. LA ACCIÓN MORAL
6. LOS MÉTODOS DE LA ÉTICA
7. LA EXPERIENCIA DEL HECHO MORAL.
8. UBICACIÓN EPISTEMOLÓGICA
9. DECISIONES MORALMENTE PRUDENTESY DECISIONES MORALMENTE JUSTAS
10. FUNDAMENTACIÓN DE LA ÉTICA
11. TEORÍA DE LOS VALORES
12. DERECHO Y MORAL.
13. IUSNATURALISMO Y IUSPOSITIVISMO
14. SISTEMA NORMATIVO JURÍDICO Y SISTEMA NORMATIVO MORAL
15. CRITERIO DE LA VINCULACIÓN
16. CRITERIO DE LA SEPARACIÓN
17. LAS CRÍTICAS A LA TESIS DE LA SEPARACIÓN
18. LA VINCULACIÓN ENTRE LOS FENOMENOS JURÍDICOS Y LOS VALORES
MORALES

UNIDAD 2: CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LA DEONTOLOGÍA

1. LA CONCIENCIA MORAL
2. LA CONCIENCIA DE LA RESPONSABILIDAD.
3. LA SINDÉRESIS.
4. EL ORIGEN DE LA CONCIENCIA MORAL
5. Tesis de Kohlberg
6. Tesis de Kant
7. EL CONCEPTO DE LIBERTAD
8. DETERMINISMO E INDETERMINISMO
9. LIBERTAD COMO ELECCIÓN Y DECISIÓN
10. DIVERSOS SENTIDOS DE LA EXPRESIÓN LIBERTAD
11. LA VIRTUD.
12. LAS VIRTUDES MORALES
13. EL HÁBITO DE LA VIRTUD
14. LA PRUDENCIA.

13
UNIDAD 3: LA JUSTICIA

1. NOCIÓN
2. ACEPCIONES
3. ETIMOLOGÍA
4. JUSTICIA COMO VIRTUD.
5. JUSTICIA EN ARISTÓTELES
6. CICERÓN Y EL CASO DE LA LEY INJUSTA
7. LA JUSTICIA EN SANTO TOMÁS.
8. LA EQUIDAD
9. EL BIEN COMÚN

UNIDAD 4: DEONTOLOGÍA DE LAS PROFESIONES LIBERALES

1. CONCEPTO
2. LA VOCACIÓN
3. LAS PROFESIONES
4. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS PROFESIONES
5. SU CARÁCTER UNIVERSAL, CIENTÍFICO Y HUMANISTA.
6. SU CLARA VOCACIÓN
7. SU INDEPENDENCIA
8. OTROS CARACTERES
9. MORAL DE LAS CONVICCIONES Y MORAL DE LA RESPONSABILIDAD

UNIDAD 5: DEONTOLOGIA DE LAS PROFESIONES JURÍDICAS

1. DEONTOLOGÍA DE LA FUNCIÓN JUDICIAL


2. DEONTOLOGIA DE LA PROFESIÓN DE ABOGADO
3. LA ABOGACIA COMO PROFESIÓN
4. LA FUNCIÓN DEL ABOGADO
5. SERVICIO A LA JUSTICIA Y AL ORDEN JURÍDICO INSTITUCIONAL
6. LA MISIÓN DEL ABOGADO
7. REQUISITOS PARA EL EJERCICIO PROFESIONAL
8. DEBERES PROFESIONALES GENERALES
9. DERECHOS DE LOS ABOGADOS
10. INCOMPATIBILIDADES
11. HONORARIOS
a. Bases para la estimación de honorarios
b. Convenio de honorarios
c. Pacto de cuota litis.
d. Provisiones de fondos y anticipo de gastos
e. Sumas y bienes propiedad del cliente
12. SECRETO PROFESIONAL
13. PRINCIPIOS DE DEONTOLOGIA FORENSE
14. PRINCIPIO DE DIGNIDAD
15. PRINCIPIO DE PROBIDAD

14
16. PRINCIPIO DE LIBERTAD
17. PRINCIPIO DE LEALTAD
18. PRINCIPIO DE INDEPENDENCIA
19. PRINCIPIO DE DILIGENCIA

UNIDAD 6: DEBERES ETICOS FRENTE AL COLEGIO Y DEMAS COLEGAS

1. CONSULTORIO JURÍDICO GRATUITO


2. RELACIONES ENTRE ABOGADOS
3. CAUSAS TRAMITADAS POR OTROS ABOGADOS
4. OBSERVANCIA DE ACUERDOS
5. RELACIONES CON LOS MAGISTRADOS

UNIDAD 7: DEBERES ETICOS RESPECTO DEL CLIENTE

1. RELACIONES CON LOS CLIENTES


2. DEBER DE DILIGENCIA PROFESIONAL
3. DEBER DE FIDELIDAD
4. DEBER DE INFORMACIÓN
5. OPOSICIÓN DE INTERESES DEL CLIENTE Y DEL ABOGADO

UNIDAD 8: DERECHO DISCIPLINARIO

1. LOS CÓDIGOS DE ÉTICA


2. TRIBUNAL DE DISCIPLINA
3. COMPETENCIA
4. SANCIONES DISCIPLINARIAS
5. RECURSOS
6. PLAZO DE PRESCRIPCIÓN
7. REHABILITACION
8. MEMORIAS Y MANDAMIENTOS

PUNTO Nº 2: Bibliografía Básica


- PARMA, Marcelo Fernando: “Vademécum de Ética Jurídica”, Ediciones Jurídicas
de Cuyo, Mendoza, 2000. Unidades cuatro a ocho.

- Catenacci, Imerio Jorge, “Introducción al Derecho·”, Editorial Astrea, 2001. Unida-


des uno a tres..

15
PUNTO Nº 3: Caracterización de la Materia
PLANIFICACIÓN PARA EL FORO ACADÉMICO

1. CONDICIONES PARA REGULARIZAR LA MATERIA:

a. Habrá UN examen parcial y UN examen recuperatorio.


b. Las fechas de uno y otro serán fijadas por la Facultad.
c. El alumno deberá realizar un INFORME de desarrollo personal que versará sobre
el contenido de las unidades UNO A CINCO y respecto del TEMARIO que se
consignará en el foro académico antes del día 30 de agosto de 2003.
d. El informe tendrá una extensión mínima de dos carillas y máxima de tres, en
soporte de papel, sin carátulas, folios o carpetas. No deberá presentarse en dis-
quete de PC ni remitirse por correo electrónico ni pegarse en el foro académico ni
en el de prácticos. .Los casos de presunta copia serán sancionados con la exclu-
sión de los alumnos cuyos trabajos tengan- a criterio del profesor- contenidos
similares.
e. El informe, indicando nombre , apellido, documentos de identidad y unidad de
gestión será presentado por el alumno el día y hora fijado para el examen parcial,
y entregado al Responsable de la Unidad de Gestión conjuntamente con la hoja de
examen parcial a fin de que se remitan ambas evaluaciones JUNTAS para su
corrección.

Temario de las Clases Satelitales

1. Primera Clase

Temario:
La Ética y la Deontología
Es esencial que tengas leídos las unidades uno, tres y cuatro del módulo.

2. Segunda Clase:

Temario:
Deberes del abogado
Es esencial que leas los capítulos cinco seis y siete del módulo y capítulos uno
a cinco del libro de texto (Parma: “Vademecumn del Etica Jurídica”) del libro de
texto.

3. Tercera Clase:

Códigos de Ética
Responsabilidad del Abogado
Es esencial que leas el capítulo ocho del módulo y la ley de ejercicio profesional
del abogado de tu jurisdicción y el código de ética del colegio de abogados.

16
Pronto serás abogado...

Estimado Alumno:

La abogacía es una de las más nobles profesiones que se han conce-


bido. Su misión es la de luchar por la justicia la equidad y la verdad. La
del abogado es la de conocer los principios, la ley, la doctrina y la juris-
prudencia para defender a sus clientes, el orden jurídico, la democracia
y el Estado de Derecho.

Pronto serás abogado. Y juntos - alumnos y profesor- recorreremos en


esta asignatura los senderos para que seas -a la par que un buen abo-
gado- un abogado bueno.

17
18
DIAGRAMA DE CONTENIDOS - UNIDAD I

Ética

Nociones

Ética Moral Deontología

Método Etimología

Fundamentación Acción Moral

Decisiones

Moralmente Moralmente
prudente justa

Derecho y Moral

Normativo Normativo
Jurídico Moral

Fenómenos Valores
Jurídicos Morales

19
20
PUNTO Nº 4: Guía de Estudios
UNIDAD I

ÉTICA

NOCIÓN DE ÉTICA, MORAL Y DEONTOLOGÍA

El estudio de las cuestiones morales se desenvuelve en el campo de la filosofía.


Particularmente en el campo de la filosofía moral. En sus orígenes la Ética no se
hallaba subordinada a la filosofía sino a la Política. Para el hombre griego de la época
clásica, la Polis constituía una estructura ético-jurídica donde la ley no es sentida
como una limitación de la libertad sino como su presupuesto de orden natural. La
moralidad pertenece primero a la polis, y en segundo lugar a los individuos. La ética de
Sócrates y de Platón era una Ética Social, una Ética Política. Es la polis y no el indivi-
duo el sujeto de la moral.

El hombre es un zoon politikon, un animal social, en el sentido de que las formas


primarias de vida social- familia y aldea- resultan insuficientes y necesita de la polis
que es la sociedad perfecta y autosuficiente. La Política prescribe como debe actuar el
individuo, y para éste, seguir sus dictados lo constituyen en un ser virtuoso. Aristóteles
ligaba lo ético peculiarmente al carácter del agente, a una determinada calidad de vida.

La ética, en cambio estudia los conceptos básicos de la moralidad, el deber, la


obligación, lo bueno, lo malo, etc.

La cuestión ética, está ligada al problema de la elección, al problema práctico de


decidir qué hacer en una situación dada. Elegir es optar por uno entre varios actos
alternativos, cada uno de los cuales pudo haber sido realizado por el sujeto agente de
haberlo así decidido.

Los juicios que contemplan tales decisiones se expresan naturalmente mediante


expresiones como bueno, malo, correcto, incorrecto, acertado, equivocado, deber, etc.

Precisamente la Ética se ocupa del estudio y reflexión de los términos, expresiones


y conceptos de que se vale el lenguaje de la moral.

De los distintos saberes la Ética se ocupa de las cuestiones filosóficas que hacen a
la conducta humana. La Ética no es un saber teórico sino que preocupada por las
razones y consecuencias de la conducta humana constituye un saber práctico.

Los problemas éticos están vinculados al problema de la elección, al problema prác-


tico de decidir qué hacer en una situación determinada.

21
Ética

Axiología Deontología

lo bueno lo malo

Como saber práctico la Ética consta de dos partes. Una de ellas se denomina axiología,
y trata la cuestión filosófica acerca de lo bueno y de lo malo. La otra rama de la Ética
es la deontología o problema de la obligación, con la conducta que debe ser cumplida.

La Ética es la rama de la filosofía moral que estudia los conceptos, cuestiones y


problemas relacionados con la acción moral.

Los conceptos de ética y deontología pueden generar confusión pues son emplea-
dos de manera imprecisa e indistinta.

La Ética se centra ante todo, en el tema del bien. Responde a preguntas tales como:

¿ Qué es bueno hacer?


¿Al servicio de qué bienes se debe actuar?
¿Qué tipos de bienes se debe buscar como finalidad?

La ética moderna utiliza el término deontología para aplicarlo a la vida profesional


señalando el conjunto de deberes exigidos por la existencia de principios y deberes
propios de la profesión. Así la deontología profesional se ocupa de los deberes y
obligaciones exigibles a todos los que ejercen una misma profesión , y facilita la
formulación de un conjunto de normas , códigos deontológico, que permiten aunar ac-
tuaciones en sentido ético.

Si la ética se desarrolla en espacios abiertos y plurales e incide sobre la conciencia


individual y la voluntad personal , la deontología lo hace en espacios determinados e
incide sobre la conciencia colectiva y la voluntad grupal. Sin embargo sin la perspecti-
va ética la deontología quedaría sin su marco de referencia y perdería el sentido
hacia el que apuntan sus normas o el bien que se trata de conseguir.

Existe una jerarquía de razonamiento que conecta la teoría ética con un juicio o
actuación concretos. Así cualquier acción o juicio ético que queramos hacer tendrá que
ser el resultado de la aplicación de una normativa que deberá ser fundamentada en una
serie de principios sobre los que se sustenta la teoría ética.

Por lo tanto:

La ética, estudia los conceptos básicos:

a) de la moralidad,
b) el deber,
c) la obligación,

22
d) lo bueno,
e) lo malo, etc.

El término moral se reserva para el estudio de los comportamientos sociales de


orden moral.

La deontología, que es parte de la ética es la ciencia que estudia el conjunto de


deberes morales y jurídicos con que debe ejercerse una profesión determinada.

- Aclarar qué es la moral.


- Fundamentar la moral. Averiguar cuales son las razones que
Funciones de la determinan que los hombres se comporten moralmente. , y
Ética - Aplicar sus criterios a los distintos ámbitos de la socie-
dad. La ética es un tipo de saber que pretende orientar la
acción humana en un sentido racional.

La Ética es el saber que dirige la acción. El saber que pretende que obremos
racionalmente. La ética es un saber para actuar en forma racional

ETIMOLOGÍA

Los autores denominan a esta rama de la filosofía con los nombres de Ética y Moral,
o en este último caso, como Filosofía Moral.

El término ética proviene del griego ethos que significa alternativamente tres cosas:

Hábito o costumbre, sentido más generalizado para el mundo griego;

Residencia o morada, o lugar habitual donde se vive.

El carácter de la persona, el lugar que el hombre porta en sí mismo, su actitud


interior, su referencia a sí mismo y al mundo. Este tercer sentido, utilizado por Aristóte-
les significa, el modo de ser, el carácter del hombre. En Aristóteles, la ética constituía
un adjetivo (étikos) que calificaba a las costumbres.

En latín, no existe una palabra para traducir los dos sentidos de éthos, como morada
exterior y como carácter o modo de ser, sino que ambas se expresan con la palabra
mos (en plural, mores), que significa costumbre, hábito. Los romanos destacaron la
importancia de la mos majorum (costumbres mayores). Las costumbres mayores, Fa-
milia, Ejército y Estado, se mantuvieron en pie durante siglos gracias a los mores. Por
lo tanto, el origen de los términos ética o moral se identifica con una cualidad de los
actos humanos. Con un carácter o hábito de la conducta. Para Cicerón la moral rige el
modo de conducir la vida. Con la filosofía escolástica el término adquiere objetividad y
sustantividad indistintamente como Ética o Moral.

23
OBJETO Y MÉTODO

Aristóteles plantea por primera vez los problemas de la ética. Se pregunta acerca de
las características que diferenciaban al hombre de los animales. Consideraba que el
hombre tenía al mismo tiempo un alma animal, que lo identificaba con los demás seres
vivos, y un alma racional, que lo distinguía precisamente de ellos.

Esta alma racional determinaba la naturaleza de lo humano, característica privativa


del hombre. Cuando se preguntaba acerca del cómo vive el hombre la respuesta la
hallaba en el plano de la naturaleza. Pero cuando se pregunta para qué vive el hombre
sus reflexiones se proyectan a los fines de lo humano. Aristóteles responde que el
hombre vive para ser feliz.

La ética aristotélica se denomina por tal razón Eudemonismo, término que proviene
del griego y que significa felicidad.

Esta afirmación de Aristóteles nos remite a nuevos interrogantes:

Si el hombre vive para ser feliz. ¿Cómo debe vivir para lograrlo?, ¿Qué hace falta
para ser feliz?. Respecto a su relación con otros hombres. ¿Cómo ser feliz con los
demás? ¿Cómo actuar para ser feliz?.

Para Aristóteles había tres formas de felicidad:

Felicidad

De los De la De la
Sentidos Polis Filosofía

la felicidad de la de vivir como felicidad de la


vida de placeres ciudadanos libres vida intelectual
y comodidades y responsables

EL OBJETO MATERIALY OBJETO FORMAL DE LA ÉTICA


Objeto material

La Ética es la parte de la filosofía que estudia los actos morales. Su objeto material
será entonces el estudio de los actos humanos en cuanto tales.

Es decir el estudio de los actos humanos en cuanto actos libres y deliberados. Actos
humanos que se traducen en hábitos y que forjan el carácter. La Ética estudia el com-

24
portamiento moral. Esta expresión proviene de la expresión latina mores, que significa
costumbre, de hábito. La filosofía dio diferentes respuestas acerca de la naturaleza de
los actos humanos.

Para Aristóteles el objeto material de la Ética es la praxis, el obrar, es decir: la conducta


del hombre.

En la Edad Media- la filosofía distinguía entre: (1) Los actos hominus, actos del
hombre en cuanto ser natural, y (2) Los actos humanis, actos del hombre en cuanto a
ser humano, actos dotados de voluntad y libertad. Sólo estos últimos, los actos humanis,
son el objeto material de la Ética.

Para Manuel Kant, filósofo alemán del siglo diecinueve el objeto material de la Ética
es la voluntad. Es la acción en cuanto sometida a la razón.

Objeto formal

El objeto formal de la Ética, por otra parte, es el estudio de tales actos humanos en
cuanto reglados o normados.

El estudio de los actos y hábitos, en cuanto buenos o malos, correctos e incorrectos.


El objeto formal de la ética es el estudio reflexivo del comportamiento humano, de la
acción moral.

LA ACCIÓN MORAL

La acción moral da lugar a numerosos comportamientos o hechos morales, que


interesan tanto al psicólogo, como al sociólogo como al filósofo moral. El hecho moral
sólo es explicable por su derivación de la humana capacidad de razonar. La acción
moral es un hecho de razón que es posible por la libertad y sólo por ella. El primer
principio de la acción moral es actúa según tu razón.

LOS MÉTODOS DE LA ÉTICA

La Ética es una ciencia normativa. Existen dos clases de ciencias: las ciencias descrip-
tivas que describen su objeto. Es el caso de la sociología y la sicología. Existen por otra
parte las ciencias normativas, que no se agotan con describir su objeto sino que además y
esencialmente establecen normas de acción. Es el caso del Derecho y de la Ética.

Como ciencia normativa, la Ética utilizará necesariamente un método mixto. Aplica-


rá el método experimental o inductivo a los fines de describir el fenómeno moral y aplicará el
método racional o deductivo a los fines de formular las leyes de la actividad moral.

25
Por el método experimental conocerá la naturaleza del hombre, y de este conoci-
miento, a través del método racional irá deduciendo los principios más generales de la
conducta humana.

El método implica el recurso a la Metafísica, ya que el conocimiento del hombre


debe ser de su profunda realidad, de su esencia, y de su naturaleza, de su origen y de
su destino.

LA EXPERIENCIA DEL HECHO MORAL

Arthur Fridolin Hutz, expresa que se designa a la ética como la ciencia que se ocupa
de las acciones morales. Que en nuestra conciencia experimentamos que nuestras
acciones van acompañadas de una sensación de responsabilidad sobre cada una de
las cosas que hacemos. Tanto antes como después de la acción vemos que estamos
en ella comprometidos como personas. De alguna forma nos sentimos responsables,
obligados. Nos sentimos responsables de lo que elegimos y hacemos libremente. Es
decir, que dentro de nosotros, hay algo más que la mera apreciación de un valor. Es
una percepción de valores, pero va acompañado de un carácter imperativo en el que se
expresa que debemos hacer el bien y evitar el mal. Cuando estamos convencidos de
haber obrado bien, nos sentimos satisfechos de nuestra acción. Pero si nuestra con-
ciencia nos dice que hemos obrado mal, nos vemos a nosotros mismos como malos y
despreciables.

UBICACIÓN EPISTEMOLÓGICA

La epistemología es la rama de la filosofía que se plantea los problemas del conoci-


miento, y como tal nos orienta a determinar qué tipo de saberes son los que nos
suministra la Ética. Que conocimientos adquirimos a través de ella.

La Ética constituye la reflexión acerca de su objeto material. Es una ciencia


argumentativa, no demostrativa. Para Aristóteles la Ética no pertenece al saber teórico,
sino al saber práctico, en que es esencial la madurez de la experiencia de las acciones
de la vida, y poseer una razón práctica y deliberadora (lógos practikós) para versar
sobre ella.

El objeto formal de la Ética es lo que guía la acción. Estudia las reglas que guían la
acción y prueban su fundamentación. Estudia las nociones de bien y mal, de deber, de
obligación, de responsabilidad. Estudia los juicios de valor, hacer el bien y evitar el mal,
dar a cada uno lo suyo, etc.

26
DECISIONES MORALMENTE PRUDENTES Y
DECISIONES MORALMENTE JUSTAS

A esta altura debemos formularnos una serie de preguntas: ¿Cómo se debe orientar
la acción para que esta sea racional? ¿Cómo se debe orientar racionalmente la acción?

La respuesta a éstos interrogantes puede hallarse en la medida en que distingamos


los dos modos del saber ético: el modo que lleva a tomar decisiones prudentes, y el
modo que lleva a tomar decisiones moralmente justas.

Veamos cada una de ellas.

Tomar decisiones prudentes

Obrar significa actuar. Y actuar implica tener que elegir entre por lo menos dos
cursos de acción. La libertad humana reside precisamente en poder elegir un curso de
acción y de ser responsables de nuestra elección. Pero el hecho de que seamos libre
de elegir, el hecho de que podamos elegir, el hecho de que hayamos elegido no significa
que hayamos elegido racionalmente o que hayamos elegido bien.

Obrar racionalmente significa saber deliberar bien antes de tomar decisiones, con la
finalidad de tomar la decisión más adecuada y actuar de acuerdo a lo que hayamos
elegido.

La ética, -en principio- nos muestra cómo deliberar con la finalidad de tomar buenas
decisiones. La ética no se propone que tomemos una buena decisión en un caso con-
creto, sino siempre, a lo largo de nuestra vida. La virtud no reside en adoptar
esporádicamente decisiones racionales, sino que reside en adquirir el hábito, la cos-
tumbre de hacerlo. Tratar de educar nuestro carácter, para que el obrar bien y racional
se nos haga costumbre. Precisamente, la ética en su acepción etimológica, de ethos y
mores significa, recíprocamente carácter y costumbre.

De allí que se hable de valores y virtudes morales.

Tomar decisiones moralmente justas

La necesidad de tomar decisiones moralmente justas hace a la moral social. Actuar


con respeto a los derechos de los demás, con respeto de los derechos humanos. Las
decisiones moralmente justas se adoptan desde una moral crítica universal, es decir
desde criterios morales de justicia.

27
FUNDAMENTACIÓN DE LA ÉTICA

Ahora debemos formularnos la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que determina la co-


rrección o incorrección de un acto? O dicho de otra manera: ¿Qué hace que nos com-
portemos moralmente?

Existen distintas respuestas a estos interrogantes:

El eudemonismo. La expresión proviene de la afirmación de Aristóteles de que el


hombre tiende naturalmente a la felicidad. Y tiende a la felicidad como ser racional.
Aristóteles concluye que se comporta racionalmente aquel que aprende a deliberar
bien sobre los medios adecuados para lograr ser feliz. La ética aristotélica se funda en
el buen vivir. La felicidad en el ámbito de la acción es el bien supremo, y así, vivir bien
y comportarse bien, son junto al ser felices, una sola cosa.

El hedonismo. Esta concepción nace en Grecia con Epicuro y sostienen que el


hombre busca el placer y evita el dolor.

El utilitarismo. Esta concepción sostiene que el fundamento de la moral es perse-


guir la mayor felicidad para el mayor número como criterio para elegir entre dos cursos
de acción. Dos son las objeciones más fuertes al utilitarismo: (1) No es posible univer-
salizar la felicidad, a menos que se la considere vacía de contenido. La felicidad para
uno es la posibilidad de derrochar el dinero, y para otro el atesorarlo, para uno llenarse
de actividades manuales, para otro sumergirse en la lectura. (2) El utilitarismo se
ocupa de la mayoría, pero no de todos. El utilitarismo no se ocupa de la minoría que no
es feliz. Modernamente se ha desarrollado la concepción del denominado utilitarismo
negativo, que aspira a la mayor disminución posible de la miseria para el mayor número
de personas. El utilitarismo negativo trata de impedir, en la medida de lo factible la
infelicidad de la mayor cantidad posible de hombres.

TEORÍA DE LOS VALORES

Desde sus orígenes los filósofos reflexionaron acerca del orden y la seguridad, el
poder y la paz, la cooperación y la solidaridad. Pero es a partir de la segunda mitad del
siglo XIX que la denominada filosofía de los valores genera una corriente de pensa-
miento que considera a los valores como entes ideales susceptibles de ser conocidos
mediante intuición emocional. Los principales exponentes de esta escuela fueron Max
Scheller y Nicolai Hartmann. La teoría de los valores afirma que el hombre al enfrentar-
se a la realidad, no sólo la conoce sino que la estima o valora. El hombre siente la
realidad como bella o fea, como buena o mala, como útil o perniciosa. Esto genera en el
hombre una actitud de aceptación o rechazo. La vida del hombre, por lo tanto está
determinada por valoraciones y valores. Pero estos valores no se confunden con las
cosas en sí, por ejemplo, la belleza de la flor no está en la flor, sino en el hombre que la
aprecia. La belleza es una cualidad de la flor que hace que el hombre la juzgue bella.

28
Esta cualidad que hace que la flor sea valiosa, es precisamente- el valor. Lo mismo
acontece cuando apreciamos la conducta humana: consideramos valiosa la conducta
de ayudar al prójimo, y consideramos disvaliosa la conducta contraria. Pues bien estos
valores pueden ser valores estéticos, respecto de lo bello y lo feo, valores morales,
respecto de lo bueno y lo malo, y valores jurídicos, respecto de lo justo e injusto.

Los valores son criterios intelectuales en base a los que juzgamos las conductas y
objetos y cuando esas conductas o cosas son conformes a los valores decimos que
“valen”, es decir que tiene valor. Los valores son modos de preferencias conscientes a
través de los cuales los seres humanos satisfacen sus exigencias o necesidades.

Polaridad de los valores

Los valores se dan siempre en una gradación bipolar, entre un polo positivo y un polo
negativo, donde el valor se da en mayor o menor grado. Así podemos hablar de una
buena o una mala película, de una buena o mala acción, admitiendo que podrían esti-
marse puntos intermedios, como más o menos buena, regular, etc. La polaridad de los
valores hace que estos se den en algún punto de la gradación. Esta polaridad de los
valores aplicada a los valores jurídicos determina que a los valores jurídicos positivos:
el orden y la seguridad, el poder y la paz, la cooperación y la solidaridad, y la justicia, le
correspondan sus respectivos disvalores. A la falta de orden implica desorden, la falta
de seguridad implica inseguridad, la falta de poder implica anarquía, la falta de paz
implica discordia, la falta de cooperación implica aislamiento, la falta de solidaridad la
ajenidad, y la falta de justicia, implica la injusticia.

Jerarquía

Los valores se presentan en una cierta gradación o jerarquía conformando así una
escala de valores, donde algunos valores son preferidos a otros. Por ejemplo, los valo-
res morales están por encima de los valores estéticos. La teoría de los valores nos
reenvía a la problemática de los fines del derecho Estos son: el orden y la seguridad, el
poder y la paz, la cooperación y la solidaridad, y la justicia. Los fines mencionados son
valores jurídicos. Que se presentan como un plexo valorativo, que requiere su equilibrio
y convergencia, es decir, el bien común.

DERECHO Y MORAL

El derecho constituye una realidad que determina nuestro comportamiento en rela-


ción con los demás. Es un imperativo de conducta, a mérito del cual las normas jurídi-
cas se imponen independientemente de la voluntad de los sujetos. Genera la existen-
cia de deberes y obligaciones y sus correspondientes derechos y facultades garantiza-
das por el poder coactivo del Estado. A su vez la coactividad del Estado permite crear
un orden presidido por un criterio de justicia. Desde sus orígenes el pensamiento jurídi-
co ha tratado de hallar el fundamento de ese deber ser del derecho: hallar la
fundamentación del derecho.

29
IUSNATURALISMO Y IUSPOSITIVISMO

Los autores adoptan dos posiciones respecto de la vinculación entre derecho y


moral. Aquellos que consideran que el fundamento del derecho es la ley humana o
positiva, y aquellos que consideran que el fundamento del derecho se halla en la ley
natural preexistente a cualquier legislador humano.

Los autores que consideran que el fundamento del derecho es el derecho natural
son los iusnaturalistas.

Aquellos otros que consideran que el fundamento del derecho es el derecho positivo,
son los iuspositivistas, o lisa y llanamente positivistas, para quienes no existe otro
derecho que el derecho positivo.

Con el propósito de distinguirse y diferenciarse de los autores iusnaturalistas, los


positivistas afirman que los iusnaturalistas son dualistas en el sentido de que para
ellos existen dos derechos: el derecho natural y el derecho positivo.

Conciben así la distinción entre monismo y pluralismo. Los iusnaturalistas, serían


así dualistas, pues consideran que existe un derecho natural jerárquicamente superior
al derecho positivo y que éste ultimo debe ajustarse a los dictados del primero. Los
positivistas, en cambio son monistas, ya que sólo reconocen la existencia de un único
derecho, el derecho positivo.

SISTEMA NORMATIVO JURÍDICO Y


SISTEMA NORMATIVO MORAL

El derecho no es el único sistema de normas. También lo es la moral Por lo tanto:


existe un sistema normativo jurídico y un sistema normativo moral. Existe una íntima
relación entre el derecho y la moral. La tarea de los juristas, legisladores y jueces es
determinar en qué medida debe basarse el derecho en la ética. El progreso del derecho
consiste precisamente en ampliar su radio de acción incorporando deberes morales al
campo jurídico.

CRITERIO DE LA VINCULACIÓN

La moral se halla estrechamente vinculada con el derecho.

Santo Tomás observaba un criterio distintivo de lo jurídico respecto de lo moral,


caracterizando el derecho por una referencia ad alterum (referencia a otro), señalando
como esfera propia de lo jurídico las relaciones sociales. Las leyes humanas se limitan
en su contenido a aquello verdaderamente esencial para la subsistencia de la sociedad
y del bien común.

30
Las leyes humanas no se refieren a los actos virtuosos, que en nada se relacionen con la
vida de convivencia. Esta distinción para la escolástica no implicaba separación entre
ambos órdenes, sino por el contrario, el Derecho quedaba vinculado a los principios éticos.

CRITERIO DELA SEPARACIÓN

Christian Tomasio propugnó la separación absoluta entre la Política, la Moral y el


Derecho. Según este autor la conducta humana está regida por tres ordenamientos,
cada uno de los cuales está presidido por un principio supremo:

La política está presidida por el decorum;


La Moral por lo honestum y
El Derecho por lo iustum.

A su vez, cada orden se expresa por un precepto fundamental:

- Precepto de la Política: «Obra con los demás como querrías que los demás obra-
ran contigo».

- Precepto de la Ética: «Obra contigo mismo como quisieras que los demás obraran
consigo».

- Precepto del Derecho: «No obres con los demás como no querrías que se obrase
contigo».

Con relación, al Derecho y la Moral, Tomasio confiere a la Moral un carácter interno


y al Derecho un carácter externo. Existen tara este autor actos exteriores, regidos por
el Derecho, y actos interiores regidos por la Moral.

La tesis de la separación absoluta entre Derecho y Moral de Tomasio, fue recogida


posteriormente por Kant, para quien ambas normas son partes independientes de la
Ética. El Derecho es la parte de la Ética que se ocupa de las acciones externas, y la
Moral es la parte dela Ética que se ocupa de las acciones internas.

El Derecho asegura la libertad exterior. La moral la libertad interior. Los deberes


morales son incoercibles, no se pueden imponer por la fuerza, mientras que los debe-
res jurídicos pueden exigirse de modo coactivo. Para Kant la razón tiene dos modos de
aplicarse: en el campo teórico, razón pura, y en el campo práctico, razón práctica.

La razón práctica origina la metafísica de las costumbres, que se divide en dos


disciplinas: la Moral y el Derecho.

Para Kant el Derecho y Moral que tienen las siguientes diferencias:

El derecho rige actos exteriores sin atender a los motivos. La moral se dirige a
nuestra libertad interior, exigiendo que la intención del acto sea buena. Kant la denomi-
na la buena voluntad.

31
El derecho es heterónomo, procede de un orden exterior a cada individuo, en el que
el legislador y el obligado son dos personas distintas. La moral, en cambio es autóno-
ma, emana de un mandato interior, el imperativo categórico, en el que somos, a la vez
legisladores y obligados por la norma.

El derecho puede imponer sus normas mediante la coacción, la moral no.

LAS CRÍTICAS A LA TESIS DE LA SEPARACIÓN

La crítica central se centra respecto de la errónea afirmación de que en el hombre


existe un fuero interno y un fuero externo separados y autónomos entre sí. En el hom-
bre existe efectivamente un elemento interno o anímico y un elemento externo, pero
ambos están unidos en forma sustancial. Esta unidad es la que permite hablar del
hombre como sujeto único de todas sus acciones. No se puede hablar de actos exclu-
sivamente internos o exclusivamente externos. Aún los actos externos considerados
por el Derecho tiene sus elementos internos, como el dolo, la culpa, la buena o mala fe, etc.

También es equivocada la afirmación de que el derecho es heterónomo y que la


moral es autónoma. La ética surge de nuestra conciencia pero también procede de un
orden objetivo exterior. Tanto el derecho como la moral tiene elementos de heteronomía.

La distinción entre el Derecho y la Moral se reduce al hecho de que el Derecho se


impone coercitivamente mientras que la norma moral carece de coercibilidad. Sólo es
coercible una conducta cuando la misma es exteriorizada. El derecho es un orden de
convivencia, un orden de alteridad, donde otro puede exigirme coercitivamente una
conducta determinada. Tratándose de acciones morales, en cambio, como no se da en
ellas referencia a otro, nadie puede

LA VINCULACIÓN ENTRE LOS FENÓMENOS


JURÍDICOS Y LOS VALORES MORALES

Carlos Nino (1984, 16) formula un pormenorizado análisis acerca de las tesis de la
vinculación entre el derecho y la moral.

Estas tesis de la vinculación sostienen:

Que las normas de todo sistema jurídico reflejan de hecho los valores y aspiracio-
nes morales de la sociedad o del grupo de poder que participa en el dictado de dichas
normas,

Que las normas de un sistema jurídico deben ajustarse aciertos principios morales y
de justicia que son universalmente válidos, con independencia de su aceptación por la
sociedad en que se aplican,

32
Las normas de un sistema jurídico deben reconocer y hacer efectivas las pautas
morales vigentes en la sociedad,

Los jueces aplican de hecho en sus decisiones no sólo normas jurídicas sino tam-
bién normas y principios morales,

Los jueces deben recurrir a normas y principios morales para resolver cuestiones
que no están claramente resueltas por las normas jurídicas,

Los jueces deben negarse a aplicar aquellas normas jurídicas que contradicen radi-
calmente principios morales o de justicia fundamentales,

La ciencia jurídica debe asumir la tarea de formular principios de justicia aplicables a


distintas situaciones jurídicas relevantes.

Para que sigas leyendo...

"La diferencia esencial entre el Derecho y la moral estriba en que el Derecho


tiene por objeto las relaciones entre personas, mientras que la moral recae sobre el
hombre en cuanto individuo. De aquí que los deberes jurídicos sean siempre deberes
de un sujeto de Derecho para con otro. A todo deber jurídico corresponde un derecho
subjetivo: uno de los sujetos se halla jurídicamente obligado por el simple hecho de que
el otro ostenta una facultad. El deber jurídico implica además, una obligación; no así el
deber moral, que es un deber puro y simple, pues no aparece frente a él nadie que
pueda reclamar su cumplimiento. El derecho, tiene, pues, carácter imperativo-atributi-
vo, la moral por el contrario, es puramente imperativa. De la naturaleza del derecho en
cuando ordenamiento de la convivencia humana parece desprenderse, ante todo, la
exterioridad del derecho por oposición a la interioridad de la moral, ya que sólo con su
conducta externa participa el hombre en la convivencia. Ahora bien, las ordenes jurídi-
cas solo pueden elevarse a deberes de conciencia porque ellas mismas persiguen
fines morales, porque tienden a la realización de la moral. La validez del derecho se
basa en la moral, porque el fin del derecho se endereza hacia una meta moral. El
Derecho no puede realizar directamente la moral, puesto que esta es, necesariamente
obra de la libertad, sí puede hacerla posible; el derecho es la posibilidad de la moral,
por lo cual es también la posibilidad de lo inmoral, con lo que se distingue de la moral
por su contenido. Esto es precisamente lo que mueve a Ihering a mantener su teoría de
que la lucha por el derecho es, en el hombre, la lucha por la afirmación moral de sí
mismo, la lucha por la libertad exterior, premisa necesaria para la libertad interior o
libertad moral; a sostener que la lucha por el derecho representa, por lo tanto un deber
moral. El derecho, distinto de la moral por su contenido se halla consiguientemente
unido a ella por un doble vínculo: la moral es el fundamento sobre el que descansa la
validez del Derecho, porque el hacer posible la moral constituye una meta del orden
jurídico". Gustav Radbrusch: "Introducción a la Filosofía del Derecho", Breviarios, FCE,
1965, pág. 53/56

Antonio Enrique Pérez Luño en su "Teoría del Derecho", Tecnos, Madrid, 1997,
formula un riguroso estudio de las relaciones entre el derecho, la moral y la política.

33
Distingue cuatro modelos de articulación de las relaciones entre dichas disciplinas.
Ellos son: (1) El modelo de la separación radical; (2) El modelo de la separación relati-
va; (3) El modelo de la integración absoluta; y (4) El modelo de la integración relativa.
Corresponde al modelo de la separación radical la teoría pura de Kelsen, con su refe-
rencia a la distinción kantiana del ser y del deber ser. El derecho pertenece al mundo
del deber ser, pero como un deber ser de naturaleza lógico-normativa, no de un deber
ser ético. Al segundo modelo de la separación relativa ha sido sostenido por el jurista
británico Herbert Hart quien pese a su posición positivista no desconoce que la
fundamentación última del derecho contiene un mínimo ético. En su teoría de los dere-
chos humanos, Hart admite la existencia de un derecho natural universal, que se tradu-
ce en el derecho igual de todos los hombres a ser libres. El tercer modelo de la integra-
ción absoluta corresponde a las doctrinas iusnaturalistas o neotomistas contemporá-
neas. El derecho natural entendido como derecho objetivo justo se identifica con la
noción misma de derecho. En esta posición Radbrusch consideraba al derecho natural
como un derecho superior a la ley, un derecho supralegal, "aquel rasero con el que
medir las mismas leyes positivas y considerarlas como actos contrarios a derecho,
como desafueros bajo forma legal". Finalmente el cuarto modelo de la integración rela-
tiva corresponde a las posiciones de un iusnaturalismo moderado que propugna la
independencia y autonomía relativa entre derecho y moral en algunos aspectos y su
coincidencia necesaria en otros. Esta es la posición de Ronald Dworkin, para quien
todo ordenamiento jurídico se halla integrado por un conjunto de principios (principles),
medidas o programas políticos (policies), y reglas o disposiciones específicas (rules).
Las medidas o programas políticos constituyen normas genéricas que establecen fines
a alcanzarse en el terreno económico, político y social para la comunidad. Y los princi-
pios son prescripciones genéricas que entrañan un imperativo de justicia y de impar-
cialidad. Son los principios, en cuanto implican los fundamentos morales del orden
jurídicos, los que aseguran la coherencia y plenitud del sistema de normas que hacen
posible el imperio del derecho.

"Siendo de dos especies la virtud: Intelectual y moral, la intelectual debe sobre


todo al magisterio su nacimiento y desarrollo, y por eso es menester de experiencia y
de tiempo, en tanto que la virtud moral es fruto de la costumbre de la cual ha tomado su
nombre. Ninguna de las virtudes morales germina en nosotros naturalmente, las virtu-
des las adquirimos ejercitándonos primero en ellas, como pasa también con las artes y
oficios. Todo lo que hemos de hacer después de haberlo aprendido, lo aprendemos
haciéndolo, como por ejemplo llegamos a ser arquitectos construyendo y citaristas
tañendo la citara. Y de igual manera nos hacemos justos practicando actos de justicia,
y temperantes haciendo actos de templanza, y valientes ejerciendo actos de valentía.
En una palabra, de los actos semejantes nacen los hábitos. Es preciso por lo tanto,
realizar determinados actos, ya que los hábitos se conformaran a su diferente condi-
ción. No es de poca importancia contraer prontamente desde la adolescencia estos o
aquellos hábitos, sino que la tiene muchísima, o por mejor decir, es el todo". ARISTÓ-
TELES, "Ética a Nicómaco", Libro II, I.

34
Actividad Nº 1

1. Distinga someramente los campos de aplicación de la Etica, la Moral y la Deonto-


logía.

2. ¿Qué es el derecho supralegal?

3. Ordene los conceptos referidos al significado del término ética:

morada –costumbre- carácter

El término ética proviene del griego ethos que significa alternativamente tres cosas:

a. Hábito o................., sentido más generalizado para el mundo griego;

b. Residencia o................., o lugar habitual donde se vive.

c. El de la persona, el lugar que el hombre porta en sí mismo, su actitud interior, su


referencia a sí mismo y al mundo.

3. Lea detenidamente el texto de Aristóteles “Etica a Nicómaco y responda:

a. ¿Las virtudes morales afloran naturalmente?


b. Las virtudes intelectuales y morales se adqueren de la misma forma?

35
36
DIAGRAMA DE CONTENIDOS - UNIDAD II

Conceptos Fundamentales de la Deontología

Tesis de Kohlberg
La ciencia moral Origen
Tesis de Kant
Concepto
de libertad
Conciencia de la
responsabilidad Sentido de
la expresión

Virtudes morales
La virtud
El hábito de la virtud

La prudencia

37
38
UNIDAD II
CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LA DEONTOLOGIA

LA CONCIENCIA MORAL

Se ha definido el hecho moral como hecho de razón. Pero la moralidad no es pura-


mente razón. Interviene otra instancia de mi capacidad de entendimiento que es la que
en definitiva da el íntimo consentimiento a los dictados de la razón, la conciencia. La
conciencia moral constituye el segundo principio de la acción moral: sigue los dictados
de tu conciencia. La conciencia moral es una voz, una llamada interior, un decir callan-
do que se hace el hombre para sí, a fin de decidir si lo que ha pensado hacer merece su
aprobación.

La conciencia es una voz interior, es un íntimo asentimiento a los dictados de la


razón. Manifiesta la capacidad de reflexión. Gómez Pérez (1999,191) expresa que en lo
más profundo de su conciencia descubre el hombre la existencia de una ley que no se
dicta a sí mismo pero a la cual debe obedecer y que le advierte que debe practicar el
bien y evitar el mal. Cuanto mayor es el predominio de la recta conciencia tanto mayor
seguridad tienen las personas de someterse a las normas objetivas de la moralidad.

Existe una conciencia psicológica y una conciencia moral. La conciencia psicológi-


ca es una reflexión respecto de nuestro obrar, una reflexión sobre nosotros mismos. La
conciencia moral es la seguridad que cada uno tiene de la corrección de las propias
acciones.

LA CONCIENCIA DE LA RESPONSABILIDAD

Cuando el sujeto no ha cumplido con su deber de conciencia aparece ese senti-


miento de culpa o cargo de conciencia. Cuando se lo ha cumplido, se siente la tranqui-
lidad de conciencia. Lo mejor que puede ocurrir al individuo es actuar de acuerdo con
su conciencia, lo peor es haber actuado, con la misma libertad, en contra de su con-
ciencia. Esta voz interior manifiesta al máximo, al igual que la razón, la capacidad de
reflexión del hombre. Los empiristas identifican la conciencia moral con un mero sexto
sentido.

Esta voz interior acerca de nuestros actos, es la conciencia de la responsabilidad.


La conciencia del deber de hacer el bien y evitar el mal. La conciencia de la responsa-
bilidad nos persigue insistentemente haciendo valer sus exigencias, sin otra exigencia
que ella misma, como un a priori o un imperativo absoluto, como un fenómeno ético
primario. Un imperativo espontáneo de nuestra razón práctica, dirigido a nuestra liber-
tad que nos manda hacer el bien y evitar el mal.

La conciencia es una voz o llamada interior que se hace el hombre para sí a fin de
determinar si lo que ha decidido hacer merece su propia aprobación o reprobación.

39
Cuando el individuo no ha cumplido con su deber de conciencia aparece este hondo
sentimiento de culpa o cargo de conciencia. Para Kant la conciencia es nuestro juez
interior, para Santo Tomás es una voz que se pronuncia sobre actos pasados o que
advierte sobre la sanción de actos futuros.

Cuando el sujeto no ha cumplido con su deber aparece ese sentimiento de culpa o


cargo de conciencia. La conciencia de la responsabilidad nos persigue insistentemente
como un imperativo absoluto.

LA SINDÉRESIS

La Escolástica distinguió entre conciencia y sindiéresis. La sindiéresis, del griego


synderesis que significa el hábito natural de reconocer los primeros principios del
obrar: hacer el bien y evitar el mal.

La conciencia, del latín conscientia, constituye el acto inmediato de toda acción


moral por el que aplican aquellos principios.

La sindéresis es el hábito natural de reconocer los primeros principios del obrar:


hacer el bien y evitar el mal.

EL ORIGEN DE LA CONCIENCIA MORAL

Pero, ¿cuál es el origen de esta voz interior? ¿Cuál es el origen de la conciencia?


Existen dos respuestas posibles: (1) La conciencia es innata, o bien (2) la conciencia
es adquirida. Para los autores citados, Kant y Santo Tomás de Aquino la conciencia es
innata. Para los empiristas la conciencia es adquirida.

Tesis de Kohlberg

Para el psicólogo Lawrens Kohlberg la conciencia es a la vez una facultad adquirida


y autónoma en su funcionamiento. Sostiene una tesis constructivista mediante la cual
la conciencia moral, tomada como tribunal interior se forma a través de sucesivas
etapas del conocimiento a fases de aprendizaje social. Cada nueva etapa representa
una nueva estructura de reconocimiento que reequilibra la suma de momentos anterio-
res.

Menciona seis etapas en la evolución de la conciencia moral. En la primera lo justo o


correcto es la obediencia de las normas paternas, y el motivo o razón para actuar de
este modo es evitar el castigo de los padres. En la segunda etapa lo justo surge de lo
que coincide con el propio grupo de referencia, y el motivo o razón es el deseo de
pertenencia al grupo. La tercera etapa, se abre con la comprensión de sus semejantes.

40
Se identifica aquí lo correcto con las expectativas de los demás, y el motivo o razón es
el de aprobarse a sí mismo y el ser aprobado por los demás. En este estadio la con-
ciencia nos plantea por primera vez la regla de oro de la conducta social: no quieras
para los demás lo que no quieras para ti, es decir ser capaces de adoptar el punto de
vista de los demás. La cuarta etapa identifica lo justo con el cumplimiento de los
deberes que nos impone el grupo, pero nos obligamos porque aceptamos que obedecer
lo justo mantiene el funcionamiento del grupo. En la quinta etapa se admite que la
conducta correcta es la que se corresponde con el apoyo de los valores, derechos y
pactos legales de una sociedad global, aunque ello entre en colisión con nuestros
propios intereses y los del grupo. En esta etapa se desarrolla la idea de contrato social,
como fórmula esencial del libre acuerdo común para la convivencia política. En esta
etapa el individuo comienza a actuar por sus principios sin esperar una normativa
preestablecida. En el sexto y último estado, lo correcto es lo que coincide con los
principios éticos que cada uno es capaz de razonar por sí mismo. Nos sentimos obliga-
dos a hacer lo justo, porque como personas racionales que somos, capaces de pensar
y afirmar principios, admitimos ante la condición de universalidad el sentido de com-
promiso personal con estos principios asumidos.

Estas etapas son evolutivas, formando parte la conciencia moral de un proceso


cognitivo en que el inconsciente, no tiene función alguna al final de este proceso.
Habermas ha admitido para su ética discursiva la teoría de Kohlberg.

Tesis de Kant

Manuel Kant identifica la conciencia moral con una predisposición innata del indivi-
duo. La conciencia moral es innata y nuestro deber es cultivarla. La conciencia moral
se presenta como una suerte de debate de dos personas en su interior. Tras este
debate interior el hombre se verá obligado a actuar como si fuera por orden de otra
persona: su juez interior. La conciencia moral, como juez interior determina los senti-
mientos de tranquilidad interior si seguimos sus dictados y de culpa si actuamos
contra sus mandatos. La elección moral proviene para Kant del juicio de la razón prác-
tica, presidida de la conciencia moral. La primera legisla, la segunda da su consenti-
miento.

EL CONCEPTO DE LIBERTAD

Libertad es poder elegir. Poder elegir dentro de lo posible. Libertad es poder optar por
lo que es bueno y convincente, frente a lo malo e inconveniente.

Libertad es decidir. Pero también darse cuenta de que se está eligiendo. El concepto
de libertad plantea diversas cuestiones: La expresión libertad es polivalente, es decir
tiene más de un sentido:

41
- Como libertad de elección o sicológica. Es la libertad que nos permite escoger
entre distintas opciones.

- Como libertad moral. Es la facultad del individuo de elegir sus planes de vida.

- Como libertad social, política y jurídica. Es la libertad entendida como medio para
crear la vida social, política y jurídica por medio del derecho y que permitan que el
hombre, desde la libertad de elección ejerza su libertad moral.

La libertad puede entenderse también como:

- Libertad en sentido positivo y

- Libertad en sentido negativo.

Se entiende por libertad en sentido positivo la facultad de actuar, de hacer.

Se entiende por libertad en sentido negativo la libertad exterior en cuanto ausencia


de presiones o limitaciones exteriores.

DETERMINISMO E INDETERMINISMO

El problema de la libertad genera la discusión entre quienes afirman y quienes nie-


gan su existencia.

La posición que afirma la existencia de la libertad de elección se denomina


indeterminismo. El indeterminismo afirma la libertad, como voluntad de elección. La
libertad equivale a libre albedrío,es decir afirma que existe la libre elección. San Agustín
entendió la libertad como voluntad de elección, como la libertad de elegir, de decidir, en
una situación determinada, en total libertad a favor de una u otra cosa. En Santo Tomás
la libertad constituye la faculta de elegir a discreción. Libertad equivale a libre albedrío.
Este concepto de libertad se corresponde con la etimología de la palabra griega autarkeia,
como sentido de autodeterminación espiritual.

Aquellos que niegan la libertad de elección se denominan deterministas. El


determinismo niega la libertad. Afirma que nuestra voluntad está inequívocamente de-
terminada por las circunstancias que rodean la acción y por el estado psíquico del
momento. Esta posición considera todas las direcciones de nuestra voluntad están
inequívocamente determinadas por las circunstancias que rodean la acción y por el
estado psíquico del momento

42
LIBERTAD COMO ELECCIÓN Y DECISIÓN

Con relación al concepto de libertad conviene hacer algunas aclaraciones previas:

No somos libres de elegir los que nos sucede, lo que nos pasa: ser hombre o mujer,
alto o bajo, asmático o hipertenso. Sólo somos libres para responder a lo que nos pasa
de tal o cual modo. Frente a lo que nos pasa podemos ser prudentes o temerarios,
cautelosos o indiferentes.

Al afirmar que somos libres para intentar algo, no queremos significar que podamos
lograrlo indefectiblemente. Libertad no significa omnipotencia, sino elegir dentro de lo
posible. Por lo tanto cuanta mayor capacidad de actuar tengamos, mejores resultados
podrán lograrse del ejercicio de la libertad. Soy libre de escuchar música o leer un libro,
pero no soy libre de subir al Himalaya descalzo, desafiando leyes estrictas de la natu-
raleza. Soy libre en las cosas que dependen de mi voluntad.

Libertad es decidir, pero también darse cuenta de que se está decidiendo. Esto
quiere decir que nunca una acción es buena sólo por ser una orden, una costumbre o
un capricho. Los animales no tienen más remedio que ser tal como son y hacer lo que
están programados naturalmente para hacer. Dice Savater que no se les puede repro-
char que lo hagan ni aplaudirles por ello porque no saben comportarse de otro modo. El
hombre, en cambio, a diferencia de otros seres puede elegir actuar de otro modo, ser
artífice de su propio modelo de vida. Puede optar por lo que le parece bueno y conve-
niente, frente a lo malo e inconveniente. Puede acertar o equivocarse, por la libertad de
decidir es el artífice de su propia vida. Libertad por lo tanto es decidir, pero también es
darse cuenta de que se está decidiendo.

Los individuos por lo tanto tienen la facultad de decidir, y por lo tanto, pueden ajustar
o no su conducta a los modelos de los distintos modelos normativos como lo son la
moral y el derecho. El hombre tiene facultad de decidir actuar en contra del orden
normativo jurídico, como decidir en contra del orden normativo moral, o decidir actuar
en contra del orden normativo religioso.

No ocurre lo mismo con el ámbito regulado por las leyes de la naturaleza, ámbito este
constituido por una sucesión de acontecimientos resultantes de una cadena de causas y
efectos, ámbito en el cual el hombre no puede decidir liberarse de las leyes de la naturaleza.
El ámbito de lo humano es el ámbito de la libertad, de la decisión y de la voluntad.

DIVERSOS SENTIDOS DE LA EXPRESIÓN LIBERTAD

La expresión libertad es un término polivalente, es decir que tiene más de un sentido


y se utiliza para designar distintas realidades. Es asimismo un término análogo ya que
las distintas realidades a las que se refiere están conectadas y vinculadas entre sí. Los
sentidos de la expresión libertad que nos interesan son aquellos vinculados a lo social,

43
a lo político y a lo jurídico, Es en el ámbito de estos tres sentidos de libertad que
podemos hablar de libertad de elección o libertad psicológica y de libertad moral.

Libertad de elección o libertad psicológica

Es la libertad que nos permite escoger entre diversos cursos de acción y es la base
y condición de la libertad moral. Si el hombre no tuviese libertad de elección, si no
pudiese escoger actuar de otra manera, no existiría la moralidad privada. El hombre no
sería libre, sus actos estarían predeterminados, programados.

Libertad moral

Es la facultad del individuo de elegir sus planes de vida y escoger el camino de la


virtud y del bien, de la felicidad y la salvación. La libertad de elección y la libertad moral
se co-implican y relacionan La libertad de elección es la condición de la libertad moral,
y la libertad moral es la meta de la libertad de elección.

Libertad social, política y jurídica

El individuo convive con los demás, vive en un contexto socio económico y cultural
determinado, viven en una sociedad de riesgo, donde día a día debe enfrentarse con la
dificultad de vivir. En este contexto, la libertad se presenta como el valor central de la
ética privada y ética pública, libertad como medio e instrumento para crear la vida
social, política y jurídica a través del derecho, a los fines de que se establezcan, las
condiciones que faciliten a cada individuo la plena realización de la dignidad humana.

Libertad en sentido positivo y libertad en sentido negativo

Se entiende por libertad en sentido positivo, la autonomía de la razón pura práctica


que legisla originariamente y es causa determinante de la voluntad. Es la facultad de
actuar, de poder hacer. Es la libertad de poder satisfacer las necesidades radicales,
Satisfacer las necesidades de supervivencia, desarrollo, progreso físico, económico,
social, y cultural. Es el fundamento de la autodeterminación moral.

Se entiende por libertad en sentido negativo la libertad exterior en tanto ausencia de


presiones o condiciones exteriores. Es lo que se denomina libertad protectora o liber-
tad de no interferencia. Es el ámbito de actuación inmune para el individuo, en que
nadie puede entrar o ejercer presiones o condicionamientos. Protege la capacidad de
elección y de decisión. Es el ámbito de la libertad de pensamiento, la libertad de con-
ciencia, la libertad de expresión, la inviolabilidad de las comunicaciones y de la privacidad.

Libertad como principio de autonomía

Para Kant, la libertad consiste en que la voluntad es únicamente determinada por la


razón pura, con independencia de las tendencias sensibles. la voluntad como tal, sigue
el imperativo categórico, siendo por ello, voluntad moral. Para Kant, entonces la liber-
tad es autonomía.

44
La Virtud

Para Aristóteles la virtud es el justo medio entre dos vicios extremos. La justicia es
la virtud más alta, la virtud perfecta. La justicia es la virtud de una persona cuando la
consideramos con relación a otras personas. medio, no es mediocridad sino equilibrio y
armonía. No debemos ser cobardes ni temerarios, sino valientes. Ser temerario no es
ser virtuoso, la virtud exige un justo medio, la valentía. Asimismo no debemos ser ni
tacaños ni pródigos, sino generosos.

La virtud para Aristóteles constituye el equilibrio, la moderación y la armonía que


hacen que una persona sea feliz. La justicia es la virtud más alta, la virtud perfecta. Es
la virtud de una persona cuando la consideramos con relación a otras personas.

La palabra virtud deriva de virtus, y ésta del vocablo griego vis, que significa fuerza,
vigor. En un principio significo fuerza física, luego fortaleza o valor y finalmente, por
virtud se entiende todo hábito moral bueno. Los sistemas éticos clásicos difieren entre
sí por poner en sumo bien en el placer, la virtud o en la divinidad, pero todos ellos,
constituyen un sistema de virtudes.

La obra de moral más importante de la antigüedad fue la Ética Nicomaquea de


Aristóteles y la más importante de la Edad Media fue la Summa Theológica de Tomás
de Aquino. Ambas constituyen sistemas de virtudes Para Santo Tomas de Aquino todo
acto humano tiene una finalidad, se dirige a algo que es aprehendido como bueno. La
voluntad humana está necesariamente orientada hacia el bien último del hombre, el
perfeccionamiento pleno de su naturaleza.

Adquirir el hábito de la virtud consiste en formar el carácter en la elección racional.


Debemos plantearnos primero cuál es la meta, cuál es el fin al que queremos llegar con
nuestros actos. Desde el fin podemos fijar los modos de actuar que nos permitirán
alcanzarlo. Nos permitirá fijar las metas intermedias y los valores que es preciso en-
carnar para llegar tanto a los objetivos intermedios como al fin ultimo. Si descubrimos
todo esto, lo inteligente es orientarse en la acción por esos valores e incorporar a
nuestra conducta esos modos de actuar, de forma que no nos veamos obligados a
hacer un esfuerzo cada vez que queramos obrar en ese sentido, sino que "nos salga"
sin apenas esfuerzo y forme ya parte de nuestro carácter.

Ese modo de actuar, es lo que regularmente se llaman "hábitos".

Cuando los hábitos están bien orientados se llaman virtudes, cuando están mal
orientados se llama vicios. Por lo tanto, la ética, es un tipo de saber práctico, que
indaga cual es el fin de nuestra acción, para poder decidir que hábitos hemos de
asumir, cuales son los valores por lo que hemos de orientarnos, que modo de ser o
carácter hemos de incorporar, con objeto de obrar con prudencia, es decir con el objeto
de tomar decisiones acertadas.

45
Las virtudes morales

Los conceptos de ética y de saberes teórico, técnico y práctico, están relacionados


con el concepto de virtud que fue desarrollado originariamente por Aristóteles, para
quien las virtudes se dividen en virtudes morales o éticas y virtudes intelectuales o
dianoéticas, división establecida por Aristóteles en su Ética a Nicómaco, fue tomada
por Santo Tomás al afirmar: toda virtud humana es o intelectual o moral».

La virtud intelectual más importante es la prudencia. La virtud práctica principal es


la justicia. La virtud, para Aristóteles era el hábito para lo bueno. Los actos humanos;
sus condiciones y condicionamientos. Determinación de la moralidad de un acto: obje-
to, circunstancias y finalidad subjetiva.

La Escolástica destaca entre todas las virtudes la cuatro denominadas cardinales.


La tabla de las virtudes cardinales procede de Platón, y se llaman así porque son
consideradas como las virtudes goznes sobre las que se basan y giran todas las
virtudes. Santo Tomás ve en ellas las virtudes tipo que realizan los cuatro modos
generales de la virtud: (1) determinación racional del bien, o prudencia, (2) institución o
establecimiento del bien, o justicia, (3) firmeza para adherir a él, o fortaleza; y (4)
moderación para no dejarse arrastrar a su contrario, el mal, o templanza.

El hábito de la virtud

Adquirir el hábito de la virtud consiste en formar el carácter en la elección racional.


Con carácter previo a toda acción debemos plantearnos primero cuál es la meta, cual
es el fin al que queremos llegar con nuestros actos. Desde el fin podemos fijar los
modos de actuar que nos permitirán alcanzarlo. Nos permitirá fijar las metas interme-
dias y los valores que es preciso encarnar para llegar tanto a los objetivos intermedios
como al fin ultimo. Adela Cortina expresa que si descubrimos todo esto lo inteligente es
orientarse en la acción por esos valores e incorporar a nuestra conducta esos modos
de actuar, de forma que no nos veamos obligados a hacer un esfuerzo cada vez que
queramos obrar en ese sentido, sino que "nos salga" sin apenas esfuerzo y forme ya
parte de nuestro carácter. Precisamente ese modo de actuar, esa predisposición a
actuar en el modo deseado, y que hemos incorporado a nuestro carácter por repetición
de actos, es lo que regularmente se llama «hábitos». Cuando los hábitos están bien
orientados se llaman virtudes, cuando están mal orientados se llama vicios. Por lo
tanto, la ética, en un primer sentido, es un tipo de saber práctico, que indaga cuál es el
fin de nuestra acción, para poder decidir qué hábitos hemos de asumir, cuáles son los
valores por lo que hemos de orientarnos, qué modo de ser o carácter hemos de incor-
porar, con objeto de obrar con prudencia, es decir con el objeto de tomar decisiones
acertadas.

46
LA PRUDENCIA

Es la capacidad de reconocer el bien en cuanto bien y el mal en cuanto mal y obrar


de acuerdo a esa comprensión. La prudencia es la virtud de la realidad. Lo prudente es
lo conforme con la realidad. La prudencia por lo tanto, es lo que señala en cada circuns-
tancia concreta cómo debe ejercerse la acción moral que pueda ser calificada de vir-
tuosa.

La ética aristotélica se fundaba en el principio del buen vivir, y a la realización del


buen vivir sirven las virtudes, siendo la primera de ellas la prudencia. Y prudencia,
según San Agustín, es la capacidad de reconocer el bien en cuanto bien, y el mal en
cuanto mal, y obrar de acuerdo a tal comprensión.

Para Joseph Pieper la prudencia es la virtud de la realidad, y lo prudente es lo


conforme con la realidad. Para Aranguren la prudencia es el plegamiento a la realidad,
el uso concreto y primario de la inteligencia para adaptarse a las nuevas situaciones.
La prudencia nos proporciona el sentido de la realidad para actuar en concreto, día tras
día, aquí y ahora. Santo Tomás, siguiendo a Aristóteles y Cicerón distingue como par-
tes integrantes de la prudencia, la memoria, en el sentido de la experiencia, el intelecto,
en el sentido de la clara visión intelectual, la docilidad para seguir el buen consejo, la
solertia o prontitud en la ejecución, la razón en el sentido de ser juicioso y razonable,
la providencia que incluye la previsión, la circunspección que constituyen la atenta
consideración y la caución que es la precaución o cautela.

La prudencia, por lo tanto, es la que señala y prescribe, en cada circunstancia con-


creta, cómo debe ejercerse la acción moral que pueda ser calificada de virtuosa. Es la
que define el término medio de Aristóteles.

Para que sigas leyendo...

ARISTÓTELES: Ética a Nicómaco, libro II, caps. 1-5

Capítulo 1. La virtud ética. Existen, pues, dos clases de virtud, la dianoética y la


ética. La dianoética se origina y crece principalmente por la enseñanza, y por ello
requiere experiencia y tiempo; la ética, en cambio, procede de la costumbre, como lo
indica el nombre que varía ligeramente del de «costumbre». De este hecho resulta
claro que ninguna de las virtudes éticas se produce en nosotros por naturaleza, puesto
que ninguna cosa que existe por naturaleza se modifica por costumbre. Así, la piedra
que se mueve por naturaleza hacia abajo, no podría ser acostumbrada a moverse hacia
arriba, aunque se intentara acostumbrarla lanzándola hacia arriba innumerables veces;
ni el fuego, hacia abajo; ni ninguna otra cosa, de cierta naturaleza, podría acostumbrar-
se a ser de otra manera. De ahí que las virtudes no se produzcan ni por naturaleza ni
contra naturaleza, sino que nuestro natural puede recibirlas y perfeccionarlas mediante
la costumbre. Además, de todas las disposiciones naturales, adquirimos primero la
capacidad y luego ejercemos las actividades. Esto es evidente en el caso de los senti-
dos; pues no por ver muchas veces u oír muchas veces adquirimos los sentidos, sino
al revés: los usamos porque los tenemos, no los tenemos por haberlos usado. En

47
cambio, adquirimos las virtudes como resultado de actividades anteriores. Y éste es el
caso de las demás artes, pues lo que hay que hacer después de haber aprendido, lo
aprendemos haciéndolo. Así nos hacemos constructores construyendo casas, y citaristas
tocando la cítara. De un modo semejante, practicando la justicia nos hacemos justos;
practicando la moderación, moderados, y practicando la virilidad, viriles. Esto viene
confirmado por lo que ocurre en las ciudades: los legisladores hacen buenos a los
ciudadanos haciéndolos adquirir ciertos hábitos, y ésta es la voluntad de todo legisla-
dor; pero los legisladores que no lo hacen bien yerran y con esto se distingue el buen
régimen del malo. Además, las mismas causas y los mismos medios producen y des-
truyen toda virtud, lo mismo que las artes; pues tocando la cítara se hacen tanto los
buenos como los malos citaristas, y de manera análoga los constructores de casas y
todos los demás: pues construyendo bien serán buenos constructores, y construyendo
mal, malos. Si no fuera así, no habría necesidad de maestros, sino que todos serían de
nacimiento buenos o malos. Y éste es el caso también de las virtudes: pues por nuestra
actuación en las transacciones con los demás hombres nos hacemos justos o injustos,
y nuestra actuación en los peligros acostumbrándonos a tener miedo o coraje nos hace
valientes y cobardes; y lo mismo ocurre con los apetitos y la ira: unos se vuelven
moderados y mansos, otros licenciosos e iracundos, los unos por haberse comportado
así en estas materias, y los otros de otro modo. En una palabra, los modos de ser
surgen de las operaciones semejantes. De ahí la necesidad de efectuar cierta clase de
actividades, pues los modos de ser siguen las correspondientes diferencias en estas
actividades. Así, el adquirir un modo de ser de tal o cual manera desde la juventud tiene
no poca importancia, sino muchísima, o mejor, total.

Capítulo 2. La recta acción y la moderación. Así pues, puesto que el presente


estudio no es teórico como los otros (pues investigamos no para saber qué es la virtud,
sino para ser buenos, ya que de otro modo ningún beneficio sacaríamos de ella),
debemos examinar lo relativo a las acciones, cómo hay que realizarlas, pues ellas son
las principales causas de la formación de los diversos modos se ser, como hemos
dicho. Ahora bien, que hemos de actuar de acuerdo con la recta razón es comúnmente
aceptado y lo damos por supuesto (luego se hablará de ello, y de qué es la recta razón
y cómo se relaciona con las otras virtudes). Pero convengamos, primero, en que todo
lo que se diga de las acciones debe decirse en esquema y no con precisión, pues ya
dijimos al principio que nuestra investigación ha de estar de acuerdo con la materia, y
en lo relativo a las acciones y a la conveniencia no hay nada establecido, como tampo-
co en lo que atañe a la salud. Y si tal es la naturaleza de una exposición general, con
mayor razón la concerniente a lo particular será menos precisa; pues esto no cae bajo
el dominio de ningún arte ni precepto, sino que los que actúan deben considerar siem-
pre lo que es oportuno, como ocurre en el arte de la medicina y de la navegación. Pero
aun siendo nuestro presente estudio de tal naturaleza, debemos intentar ser de alguna
ayuda.Primeramente, entonces, hemos de observar que está en la naturaleza de tales
cosas el destruirse por defecto o por excesos, como lo observamos en el caso de la
robustez y la salud (debemos, en efecto, servirnos de ejemplos manifiestos para acla-
rar las cosas oscuras); así el exceso y la falta de ejercicio destruyen la robustez;
igualmente, cuando comemos o bebemos en exceso, o insuficientemente, dañamos la
salud, mientras que si la cantidad es proporcionada la produce, aumenta y conserva.
Así sucede también con la moderación, virilidad y demás virtudes: pues el que huye de

48
todo y tiene miedo y no resiste nada se vuelve cobarde; el que no teme absolutamente
a nada y se lanza a todos los peligros, temerario; asimismo, el que disfruta de todos los
placeres y no se abstiene de ninguno, se hace licencioso, y el que los evita todos como
los rústicos, una persona insensible. Así pues, la moderación y la virilidad se destru-
yen por el exceso y por el defecto, pero se conservan por el término medio. Pero no
sólo su génesis, crecimiento y destrucción proceden de las mismas cosas y por las
mismas, sino que las actividades dependerán también de lo mismo; pues tal es el caso
de las otras cosas más manifiestas, como el vigor: se origina por tomar mucho alimen-
to y soportar muchas fatigas, y el que mejor puede hacer esto es el vigoroso. Así,
también, ocurre con las virtudes: pues apartándonos de los placeres nos hacemos
moderados, y una vez que lo somos, podemos mejor apartarnos de ellos; y lo mismo
respecto de la valentía: acostumbrados a despreciar los peligros y a resistirlos, nos
hacemos valientes y una vez que lo somos, seremos más capaces de hacer frente al
peligro.(...)

Capítulo 4. Las acciones y la virtud. Uno podría preguntarse cómo decimos que los
hombres han de hacerse justos practicando la justicia, y moderados practicando la
moderación, puesto que si practican la justicia y la moderación son ya justos y mode-
rados, del mismo modo que si practican la gramática y la música son gramáticos y
músicos. Pero ni siquiera éste es el caso de las artes. Pues es posible hacer algo
gramatical, o por casualidad o por sugerencia de otro. Así pues, uno será gramático si
hace algo gramatical o gramaticalmente, es decir, de acuerdo con los conocimientos
gramaticales que posee. Además, no son semejantes el caso de las artes y el de las
virtudes, pues las cosas producidas por las artes tienen su bien en sí mismas; basta,
en efecto, que, una vez realizadas, tengan ciertas condiciones; en cambio, las accio-
nes de acuerdo con las virtudes, no están hechas justa o sobriamente si ellas mismas
son de cierta manera, sino si también el que las hace está en cierta disposición al
hacerlas, es decir, en primer lugar, si sabe lo que hace; luego, si las elige, y las elige
por ellas mismas; y, en tercer lugar, si las hace con firmeza e inquebrantablemente.
Estas condiciones no cuentan para la posesión de las demás artes, excepto el conoci-
miento mismo; en cambio, para la de las virtudes el conocimiento tiene poco o ningún
peso, mientras que las demás condiciones no lo tienen pequeño, sino total, ya que
surgen, precisamente, de realizar muchas veces actos justos y moderados. Así las
acciones se llaman justas y moderadas cuando son tales que el hombre justo y mode-
rado las haría; y es justo y moderado no el que las hace, sino el que las hace como las
hacen los justos y moderados. Se dice bien, pues, que realizando acciones justas y
moderadas se hace uno justo y moderado, respectivamente; y sin hacerlas, nadie
podría llegar a ser bueno. Pero la mayoría no ejerce estas cosas, sino que, refugiándo-
se en la teoría, creen filosofar y poder, así, ser hombres virtuosos; se comportan como
los enfermos que escuchan con atención a los médicos, pero no hacen nada de lo que
les prescriben. Y, así como estos pacientes no sanarán del cuerpo con tal tratamiento,
tampoco aquéllos sanarán el alma con tal filosofía.

Capítulo 5. La virtud como modo de ser. Vamos ahora e investigar qué es la virtud.
Puesto que son tres las cosas que suceden en el alma, pasiones, facultades y modos
de ser, la virtud ha de pertenecer a una de ellas. Entiendo por pasiones, apetencia, ira,
miedo, coraje, envidia, alegría, amor, odio, deseo, celos, compasión y, en general, todo

49
lo que va acompañado de placer o dolor. Por facultades, aquellas capacidades en virtud
de las cuales se dice que estamos afectados por estas pasiones, por ejemplo, aquello
por lo que somos capaces de airarnos, entristecernos o compadecernos; y por modos
de ser, aquello en virtud de lo cual nos comportamos bien o mal respecto de las
pasiones; por ejemplo, en cuanto a encolerizarnos, nos comportamos mal si nuestra
actitud es desmesurada o débil, y bien, si obramos moderadamente; y lo mismo con las
demás.

Por tanto, ni las virtudes ni los vicios son pasiones, porque no se nos llama buenos o
malos por nuestras pasiones, sino por nuestras virtudes y nuestros vicios; y se nos
elogia o censura no por nuestras pasiones (pues no se elogia al que se encoleriza sin
más, sino al que lo hacer de cierta manera), sino por nuestras virtudes y vicios. Ade-
más, nos encolerizamos o tememos sin elección deliberada, mientras que las virtudes
son una especie de elecciones o no se dan sin elección. Finalmente, por lo que respec-
ta a las pasiones se dice que nos mueven, pero en cuanto a las virtudes y vicios se
dice no que nos mueven, sino que nos disponen de cierta manera.

Por estas razones, tampoco son facultades; pues, ni se nos llama buenos o malos
por ser simplemente capaces de sentir las pasiones, ni se nos elogia o censura. Ade-
más, es por naturaleza como tenemos esta facultad, pero no somos buenos o malos
por naturaleza (y hemos hablado antes de esto). Así pues, si las virtudes no son ni
pasiones ni facultades, sólo resta que sean modos de ser. Hemos expuesto, pues, la
naturaleza genérica de la virtud.

LA PRUDENCIA: "Lo propio del prudente parece ser el poder deliberar acertada-
mente sobre las cosas buenas y provechosas para él, no parcialmente, como cuales
son buenas para la salud o el vigor corporal, sino cuales lo son para el vivir bien en
general. Ahora bien, nadie delibera sobre cosas que no pueden ser de otra manera, ni
sobre las que no puede el mismo hacer. No queda pues, sino que la prudencia sea un
hábito práctico verdadero, acompañado de razón, sobre las cosas buenas y malas para
el hombre. La prudencia es necesariamente un hábito práctico verdadero, acompañado
de razón, con relación a los bienes humanos". ARISTOTELES, "Ética a Nicómaco",
Libro VI, V.

50
Actividad Nº 2

1. ¿Qué es la conciencia?

2. ¿Es innata o adquirida?

3. Lea detenidamente el texto de Aristóteles y responda:

a. ¿Cuáles de las virtudes procede de la enseñanza y cuál procede de la cos-


tumbre?
b. ¿Qué relación existe entre la prudencia y la razón?
c. ¿Qué distinción existe entre virtud, vicios y pasiones?

51
52
DIAGRAMA DE CONTENIDOS - UNIDAD III

Como virtud En Aristóteles

Justicia en
Noción La justicia
Santo Tomás

Acepciones
Etimología

Cicerón - la
La equidad
ley injusta

El bien común

53
54
UNIDAD III
LA JUSTICIA

NOCIÓN

La noción de justicia puede analizarse desde lo jurídico y desde lo ético. Aquí intere-
sa la noción de justicia proveniente de la ética, y por lo tanto estudiaremos la justicia en
su concepto genérico: como virtud.

Esta noción genérica de justicia como virtud también tiene su origen en Aristóteles,
que la considera como paradigma de la rectitud moral. El hombre justo es el que cum-
ple con todos sus deberes en forma cabal.

En Aristóteles la justicia en general equivale a perfección moral. Equivale a perfec-


ción ética.

Aristóteles define a la justicia como el hábito que dispone a obrar lo justo, con el cual
se realizan y quieren las cosas justas.

Este concepto de justicia como virtud se conserva en el pensamiento de Cicerón,


San Agustín y Ulpiano, cuya definición se hará clásica: "justicia es la perpetua y cons-
tante voluntad de dar a cada uno lo suyo". Este concepto de justicia como virtud será
posteriormente desarrollado por Santo Tomás, manteniéndose la noción de hábito en
todo el pensamiento de la Escolástica posterior.

La justicia es el valor que permite diferenciar lo justo de lo injusto La justicia es un


valor esencialmente humano y social. Es humano porque solo puede predicarse res-
pecto de las acciones de los hombres. Sólo el hombre vive la tensión entre el ser y el
deber ser. La justicia es un valor, un ideal de comportamiento a las que las personas
deben atender, sin que ello implique, que todas las acciones humanas sean necesaria-
mente justas. La justicia es además, un valor social, pues se refiere a actos o compor-
tamientos de una persona que afectan a otras personas.

¿QUÉ ES LA JUSTICIA? "Pocas ideas despiertan tantas pasiones, consumen tan-


tas energías, provocan tantas controversias, y tienen tanto impacto en todo lo que los
seres humanos valoran como la idea de justicia. Sócrates a través de Platón sostenía
que la justicia es una cosa más preciosa que el oro y Aristóteles, citando a Eurípides,
afirmaba que ni la estrella vespertina ni la matutina son tan maravillosas como la
justicia. ¿Qué es la justicia? ¿Una virtud de las personas? ¿La primera de las cualida-
des de las instituciones políticas y sociales? ¿El medio entre dos extremos, La ley de
la clase dominante? ¿El resultado de un procedimiento equitativo? ¿Lo que surge de un
proceso histórico en el que no se violan derechos fundamentales? ¿Un ideal irracional?
Estas y muchas otras respuestas extremadamente divergentes entre sí fueron dadas
por filósofos serios a lo largo de una extensa historia del pensamiento dedicado a
develar la incógnita". NINO, 1996, 467.

55
Acepciones

El hombre justo es aquel que cumple con sus deberes. Este concepto de justicia
como rectitud moral podemos hallarlo en Aristóteles, en el Antiguo y Nuevo Testamen-
to, en los autores de la Patrística. Por ejemplo, San Juan Crisóstomo define la justicia
como «mandatorium observatio». San Ambrosio la define como la «madre fecunda de
las demás virtudes». San Anselmo expresa que «iustituia est rectitudo». San Agustín –
a su vez- define a la justicia como «justus ordo naturae».

Confucio refiere a la «justicia que da a cada individuo lo que le es debido sin favore-
cer a uno sobre otro». Para Ulpiano la justicia es la «perpetua y constante voluntad de
dar a cada uno lo suyo». Otra concepción considera a la justicia como una cualidad
intrínseca del acto. La teoría de los valores ve en la justicia una cualidad que se
descubre en el acto y que lo convierte en justo o injusto.

Etimología

La palabra griega que primero se refirió a la justicia fue díke, expresión que primiti-
vamente designó tanto el proceso como la sentencia del juez. Pero la expresión díke
fue usada también por los filósofos griegos para designar el orden, ya sea el orden
cósmico, como el orden social, como el orden de los seres. La expresión díke significó,
por lo tanto, orden o armonía, orden objetivo y virtud.

Posteriormente justicia en general se denominó dikaiosyne, término derivado de


díke, reservándose para esta última expresión el sentido de virtud particular. Por lo
tanto, dikaiosyne es la justicia en general y díke es la virtud de la justicia en particular.

Al orden justo se le aplica la expresión dikaiosyne, al hombre justo, por ejemplo al


juez, se le aplica la expresión díke. Roma acuñó la expresión iustitia para referirse a
ambas formas de justicia. Aparece la expresión dar a cada uno lo suyo y la definición
de Ulpiano de que la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo
suyo.

JUSTICIA COMO VIRTUD

Para Sócrates, Platón y Aristóteles la justicia era una virtud. Para los griegos lo
importante era la justicia y no la ley. Los griegos no poseyeron en ningún momento de
su historia un sistema jurídico adaptado a su realidad histórica. La primitiva filosofía
griega fue casi exclusivamente una filosofía de la naturaleza, donde el sujeto no era
tenido en cuenta, hallándose dominado por la naturaleza cósmica. Es significativo el
pasaje de Antígona, tragedia de Sófocles, que al rebelarse contra las injusticias del
tirano que prohibía la sepultura de su hermano le dice “tus decretos no tiene fuerza
para prevalecer contra las leyes no escritas, obra de los dioses”.

56
Para Sócrates, lo justo es lo legal, el respeto y obediencia a las leyes, tanto las
escritas, como las no escritas, es decir tanto las leyes humanas como las divinas. La
fórmula de la justicia es dar a cada uno lo suyo. Para Platón la justicia más que la virtud
de dar a cada uno lo suyo, la virtud de lo justo legal, la idea de justicia es la de la
armonía de la polis, el orden entre las clases y los ciudadanos, cuando se consigue
que cada uno- filósofos, guerreros y labriegos, cumple en la polis su propio cometido.
La fórmula de la justicia pasa a ser hacer cada uno lo suyo.

JUSTICIA COMO VIRTUD. “La justicia es la virtud del orden justo y, por lo tanto, del
orden social. En este sentido, es una virtud con finalidad social. ¿Qué se quiere decir
con esto? Fundamentalmente se quiere decir que, aunque es una virtud personal, su
objetivo directo -y por lo tanto la raíz de su carácter virtuoso- es la correcta relación
de cada persona o institución con lo suyo. El término de la acción de la virtud de la
justicia no es la subjetividad del yo o del otro, sino la objetividad del orden justo. Si la
justicia es virtud, lo es en tanto que el orden justo es un bien humano, es decir que
corresponde la orden de la persona humana y al orden de la sociedad, la cual es
expansión natural de la dimensión de la persona humana: consecuentemente el or-
den justo pertenece a la esfera de la realización -perfeccionamiento personal- de la
persona. De lo dicho se desprende que la intencionalidad de la justicia -aquello lo
que se dirige no reside en el bien subjetivo propio o ajeno, sino en el bien objetivo
que representa el orden justo-” (Hervada, 1995, 142).

JUSTICIA EN ARISTÓTELES

Para Aristóteles el hombre es un animal político, esencialmente sociable, inclinado


por su propia naturaleza a convivir con sus semejantes. La Justicia es tratada por
Aristóteles, y por primera vez en el pensamiento griego, como algo específico del
derecho y de la ley, apartándose así del criterio platónico que la consideraba única-
mente como una virtud interior y general, tal como lo había enseñado Sócrates. desa-
rrolla su teoría de la justicia en su Ética a Nicómaco.

En primer lugar, para Aristóteles, la justicia es una virtud. Y como la virtud es una
cualidad que consiste en una disposición o hábito. La justicia es el hábito de practicar lo
justo. En segundo lugar distingue la justicia en general y la justicia en particular. La
noción de Justicia en general se corresponde al concepto platónico de justicia: una
virtud total o perfecta. El conjunto de todas las virtudes. La noción de justicia en parti-
cular constituye el concepto particular de lo jurídico. La justicia en general es la suma
de las virtudes. Es la virtud de cumplir las leyes. La justicia en particular no es la suma
de las virtudes, no es la virtud total o perfecta. Es la justicia del caso particular. La
justicia particular la divide en (1) justicia distributiva que procede según el mérito de
las personas, y (2) justicia conmutativa, que se aplica a las relaciones de los particula-
res entre sí, como por ejemplo, a los contratos, y tiene en cuenta el valor de las cosas
o las contraprestaciones prometidas, prescindiendo del mérito de los contratantes. La
justicia distributiva es llamada proporcional y se cumple para que cada uno reciba
cargas, bienes, honores o recompensas según sus méritos. Aristóteles lo compara con

57
una proporción geométrica. La justicia distributiva supone: (a) la existencia de lo
repartible, entre los miembros de la comunidad; (b) la de la autoridad encargada de
hacer la distribución; y (3) la del criterio que de ser observado, determinará la rectitud
del acto de distribución.

La justicia conmutativa es llamada rectificadora o correctiva, y es la que se refiere a


las transacciones entre particulares, tanto voluntarias como involuntarias. Son
sinalagmáticas y reguladoras de las relaciones de cambio. Aristóteles la compara con
una proporción aritmética. Aquí no se toman los méritos u honores, sino que cada parte
se halla en un pie de igualdad. El caso de las relaciones involuntarias es el de los
delitos y corresponde al derecho penal.

En tercer lugar distingue la justicia legal y la justicia natural. Es justicia legal la


establecida por los hombres. Es natural la que tiene en todas partes la misma fuerza y
no depende de la aprobación de los hombres. Aristóteles no contrapone una ley natural
a una ley positiva, sino lo que es justo por sí mismo o por naturaleza y lo que es
establecido por mandato o convención entre los hombres. El centro de la idea de justi-
cia es la igualdad. La igualdad no es una relación numérica, sino una relación de digni-
dad.

Aristóteles distingue con claridad entre justicia como virtud y lo justo, el resultado
del obrar del hombre. Lo justo como el objeto de la justicia.

CICERÓN Y EL CASO DE LA LEY INJUSTA

Marcos Tulio Cicerón (106-43 a.C.) fue un notable jurisconsulto, estadista y orador
romano. Su pensamiento constituyó la armonía entre el pensamiento especulativo grie-
go y el genio práctico romano. Se había preocupado por indagar la base ética de las
leyes romanas, su justicia y equidad. Habiendo asumido los principios del estoicismo
expresaba que el objetivo supremo de la conciencia humana es alcanzar el bien, y que
para ello no había otro camino que obrar conforme a la naturaleza, esto es con la justa
razón. Afirmó que lo justo existe por sí mismo, que hay un derecho natural que no es
producto del arbitrio humano sino que se encuentra en el orden natural de las cosas.
Cicerón definió la justicia como dar a cada uno según su mérito y dar a cada uno lo
suyo.

Se plantea Cicerón el caso de la ley injusta. La ley de la autoridad que se aparta del
derecho natural. Responde que sólo tiene carácter de verdadero derecho positivo el
que se funda en la ley natural y realiza la justicia. Afirma el principio de que la ley
injusta no es ley, no obliga en conciencia. Afirmaba que si una norma humana se
hallaba en contradicción con el derecho natural o directamente con la ley divina no
poseía ninguna validez y debía ser considerada lex corrupta.

58
LA JUSTICIA EN SANTO TOMÁS

Su concepción de la justicia parte de Aristóteles, pero no concibe a la justicia como


algo distinto del derecho, sino que el derecho es el objeto de la justicia. Es decir, la
virtud de la justicia, contiene en su esencia al derecho. Por lo tanto, al igual que San
Agustín, para Santo Tomás, el derecho injusto no es derecho. Define al derecho inspi-
rándose en Ulpiano como «el hábito por el cual, por la perpetua y constante voluntad,
es dado a cada uno su derecho». La justicia no reside en el entendimiento, sino en la
voluntad.

Santo Tomás distingue la justicia general, que es una virtud, de la justicia particular.
La justicia particular puede ser justicia distributiva y justicia conmutativa. A su vez,
junto a ambas ubica la justicia legal.

Su concepción se grafica en el siguiente esquema:

1. Justicia general

2. Justicia particular

a) Conmutativa
b) Distributiva

3. Justicia legal.

Justicia en general

Al igual que en Aristóteles es la justicia considerada como virtud. Esta justicia orde-
na al bien común, y como la ordenación al bien común pertenece a la ley , la denomina
justicia legal. La justicia legal preside las relaciones del hombre, persona singular, con
la comunidad.

Justicia en Particular

Se da entre particulares y regula las relaciones de igualdad. Esta justicia ordena al


hombre acerca de las cosas que se refieren a otra persona singular. La justicia
conmutativa es la justicia de los desiguales por naturaleza pero iguales ante la ley.
Significa la igualdad absoluta de las prestaciones. Los particulares están puestos en
igual posición ante la ley. En una compraventa, a la entrega de una cosa determinada
corresponde el pago de su precio. Es la relación del hombre singular con el hombre
singular. La justicia distributiva en cambio, atiende a los merecimientos y no a la estric-
ta relación de igualdad ante la ley. Es la justicia del todo a la parte, la justicia de la
comunidad con relación a la persona singular.

59
Justicia legal.

Pone de relieve el deber del individuo frente a la comunidad. La justicia distributiva


es propia de lo que hoy denominamos derecho público. La justicia conmutativa es
propia del derecho privado. La justicia legal penetra a ambos, los vincula e interrelaciona,
y corresponde al derecho social. La justicia legal es lo que los individuos deben a la
comunidad. La meta de la justicia legal es el bien común.

LA EQUIDAD

Aristóteles percibió los problemas que genera la aplicación de la ley como regla
general. Las normas regulan supuestos genéricos, pero se aplica siempre a situacio-
nes particulares, singulares; y en este tránsito de lo general a lo particular puede
fracasar la función primordial del derecho que es la realización de la justicia. Podría
suceder que al aplicar una regla general se consagrara la injusticia en el caso particu-
lar. A esta situación los romanos le identificaban con el adagio summun ius, summa
iniuria.

A fin de evitar esta situación, Aristóteles colocaba junto a la justicia la noción de


equidad, bajo la denominación de epiqueia. La epiqueia aristotélica no es un correctivo
de la ley, ni un procedimiento de modificación de la misma, sino un complemento
necesario de la norma, pues solo aplicando ésta a las particularidades del supuesto de
hecho concreto se consigue una autentica justicia. La epiqueia es la «justicia del caso
particular». Pues la justicia no debe ser rígida sino flexible como la vara lesbia, que por
ser de plomo se adaptaba con exactitud a las sinuosidades del objeto que mide.

La aequitas romana se corresponde con el concepto de la justicia primaria. En Gre-


cia, el concepto de equidad, tenía un sentido puramente práctico, el de corregir la
excesiva generalidad de la ley, permitiendo así la justicia del caso particular. No se
vinculaba la equidad a la justicia natural. En Roma, en cambio, su función fue mas
completa: por un lado tenía esa misión práctica, de raíz sociológica en el pretor, de ir
acomodando y ajustando la ley general al caso particular. Y por otro lado servía de
noción ideal para el derecho natural. Derecho y equidad pasan a ser sinónimos. El
jurista Ulpiano definió la justicia como la perpetua y constante voluntad de dar a cada
uno lo suyo. De dar a cada uno su derecho.

La equidad fue también conocida por los romanos en dos sentidos distintos: en la
época clásica la aequitas se identificaba con iustitia, lo equitativo es lo justo. Así define
Celso el Derecho como ars boni et aequi. Pero no se trata de la justicia del caso real,
sino una suerte de justicia o derecho ideal. En el derecho justineaneo ya no se identifi-
ca equidad y justicia, pues se concibe a aquella como algo que mitiga o dulcifica el
rigor de la justicia.

En el derecho canónico: la aequitas se identifica con pietas, benignitas, bonitas,


humanitas.

60
Un cuarto sentido es el que le dio Santo Tomas y que conservó la escolástica poste-
rior. Equidad es la corrección del derecho escrito por la atención al sentido o intención
contenida en la norma. La equidad se aleja de la interpretación aristotélica para llegar a
significar un criterio de interpretación del derecho. El problema de equidad es de políti-
ca legislativa y lo resolverá aquel ordenamiento que establezca una sistema de normas
no rígidas pero con una elasticidad que termine allí donde comience a ser peligrosa por
excesiva aplicación la equidad.

EQUIDAD. ”La equidad se presenta a sí misma como distinta de la justicia, opuesta


a ella y hasta superior a ella, sin dejar de integrarla de algún modo, como la coartada
para un desliz ético que, paradójicamente, permanece en el campo de lo justo... La
equidad no es distinta de la justicia (cualquiera que sea el contenido que se atribuya
a este término), ni opuesta ni mejor que ella; sólo es distinta de la ley, a la que
contribuye a atemperar (es decir, a interpretar o modificar para un caso, en conso-
nancia con la justicia. Es la confusión entre la justicia y la ley la que ha provocado-
entre otros inconvenientes mayores- la embarazosa posición de la equidad; y tam-
bién la que ha generado la idea de definir la equidad como la justicia del caso parti-
cular, ya que es en los casos individuales de aplicación de la ley donde se ejerce,
más allá de la ley o aún contra ella, el poder normativo de los jueces”. GUIBOURG,
Ricardo (1996,191/2).|

EL BIEN COMÚN

Santo Tomás agrega a la justicia conmutativa y a la justicia distributiva, una tercera


especie: la justicia general o legal. La tercera especie, la justicia general o legal es
aquello que todos los miembros deben a la comunidad. Cuando el otro no es concebido
individualmente sino como integrante de la comunidad, nace la noción de justicia gene-
ral, que es la que ordena los actos que por los particulares son debidos al bien común.
Esta forma de justicia se llama general porque ordena los actos de todas las virtudes
en cuando sean necesarios a la comunidad y recibe también el nombre de legal porque
a la ley corresponde determinar y ordenar aquellos actos. Junto a la justicia general
aparece la justicia particular que es la que ordena al hombre en relación con otro,
considerado este otro como individuo. La justicia particular comprende dos especies
similares a las señaladas por Aristóteles: la justicia conmutativa que es la que regula
las relaciones entre particulares dentro del grupo social. Para Santo Tomás la justicia
distributiva es aquella que es debida por la comunidad a sus miembros. La distributiva
regula las relaciones del todo comunitario con sus partes. La justicia conmutativa es la
que se deben los particulares entre sí.

Existen dos dimensiones del bien común:

La primera dimensión se identifica con el concepto de bien, que abarca tanto el


bienestar material de la sociedad, cuanto el de sus miembros.

61
La segunda dimensión, el bien común es una meta ideal hacia la que debe tender lo
mismo la sociedad como quienes la forman. El bien común es punto de orientación y
medida del obrar social y especialmente de la ordenación jurídica de los vínculos
interhumanos.

BIEN COMÚN. “El bien común se alcanza cuando todos los miembros de una socie-
dad disponen de los medios indispensables para la satisfacción de sus necesidades
materiales y espirituales, lo mismo que para el desarrollo y perfeccionamiento de
sus aptitudes. Tal meta es, sin duda, difícilmente asequible y, en esta desbrujulada
época nuestra, su plena realización parece cada vez más distante. En un mundo
cuyos destinos dependen en gran parte de relaciones de poder y no de propósitos de
justicia; en que las grandes potencias juzgan que su fuerza las autoriza a intervenir
en los asuntos de los países débiles o a apoyar dictaduras que a cambio de tal apoyo
velen por los intereses económicos de esas potencias; en una época en que hay
todavía discriminaciones, analfabetismo, pobreza y hambre, el bien común resulta
tanto en el orden interno de muchos países, como en el internacional, un sueño o
una quimera. Quizá se objete que el bienestar, la educación la existencia de institu-
ciones de cultura o la posibilidad de obtener los beneficios de éstas, no son bienes
jurídicos, sino de otra índole; mas no hay duda de que pueden encontrarse medios
legales para asegurar o fomentar esos bienes, y que el derecho a disfrutar de los
mismos es una exigencia de la justicia distributiva, pese a que dicha exigencia úni-
camente puede cumplirse, a veces, a través de una legislación protectora o merced
a diversas formas de ayuda o cooperación, nacional e internacionales”. GARCÍA
MÁYNEZ (1999,488)

62
Actividad Nº 3

1. Realice dos esquemas :

a. El primero con la clasificación de justicia para Aristóteles.


b. El segundo con la clasificación de justicia pata Santo Tomás
c. Identifique las semejanzas y diferencias.

2. ¿Es el bien común un sueño o una quimera?

3. ¿Cuáles son los dos conceptos de equidad?

4. ¿La equidad es igual a la justicia?

5. ¿La equidad es igual al derecho?

63
64
DIAGRAMA DE CONTENIDOS - UNIDAD IV

Deontología de las profesiones liberales

Conceptos Moral de las convicciones

La Vocación Moral de la responsabilidad

Caracteristicas
Las Profesiones
de las profesiones

Carácter
Universal
Cientifico
Humanista

65
66
UNIDAD IV
DEONTOLOGÍA DE LAS PROFESIONES LIBERALES

CONCEPTO

La deontología es la parte de la filosofía que trata del origen, la naturaleza y el fin


del deber, en contraposición de la ontología que trata de la naturaleza, el origen y el fin
del ser. Es la ciencia del deber, y se refiere en particular a los deberes que corresponden a
determinadas situaciones sociales. El término deontología asumió un significado filosófico
por obra de Jeremías Bentham (1748-1832), economista, jurista y filósofo inglés que elabo-
ró una doctrina de los deberes concebidos sobre una base utilitarista en la obra Deontología
o Ciencia de la Moralidad» publicada después de su muerte en Londres en 1834.

LA VOCACIÓN

La abogacía es una profesión que implica una constante exteriorización de la propia


personalidad. En el ejercicio de la profesión se pone en ella la vida entera, su total
modo de ser. Por eso la abogacía es una profesión y no una ocupación. Las profesiones
sólo pueden ejercerse bajo una condición esencial: la vocación. La palabra vocación
proviene del vocablo «vocare» que significa llamado. Con esta expresión se intenta
significar que el hombre se siente llamado para un cierto trabajo para el que tiene
condiciones naturales o especiales aptitudes.

La palabra vocación, contiene demasiadas resonancias platónicas. En el mito de Er,


al final de la República, cada alma durante su preexistencia podía elegir, pero solamen-
te entre los patrones de vida previamente dados. De este modo, nuestro destino, per-
fectamente trazado antes de venir a la existencia, sería el copo de lana hilado y tejido
por las Parcas. Posteriormente, los dioses, en vez de movernos como marionetas, nos
llaman o nos vocan.

Pero tanto en un caso como en otro, el sentido de nuestra vida nos vendría dado y
nuestra tarea, en el mejor de los casos se limitaría a escuchar o no, a seguir o no la
llamada. Para Aranguren la vocación no consiste en esto. La vocación se va forjando en
la realidad, a través del ejercicio de la prudencia. Lo que el hombre va a ser se va a
determinar en concreto, a través de cada una de sus situaciones, en la praxis. Consti-
tuye la respuesta a ese don de saber preguntar la realidad, saber escuchar su respues-
ta, saber seguir lo que nos propone.

La abogacía requiere tenacidad y lucha, pero una verdadera y persistente vocación


intelectual. Lo racional debe siempre privar sobre lo agonal, sobre la lucha y la confron-
tación. La vocación intelectual permitirá vencer las dificultades de conocer y probar los
hechos, de conocer la inmensa gama de recursos del derecho, de saber interpretarlo y
saber aplicarlo al caso concreto.

67
LAS PROFESIONES

La palabra profesión proviene de professio -acción y efecto de profesar- pero tam-


bién significa “empleo, facultad y oficio que cada uno tiene y ejerce públicamente". El
término profesor tiene la misma raíz: es la persona que profesa una ciencia y la enseña
públicamente.

De esta manera el profesional lleva a cabo una tarea de carácter público. Cumple una
tarea reconocida, pública y reglamentada. Al recibir su título el profesional formula el
juramento de comportarse bajo ciertas normas éticas en su actuación profesional y en
su vida privada.

El profesional es quien posee un amplio conocimiento teórico aplicable a la solución


de problemas vitales y que se siente en la obligación de realizar su trabajo al máximo
de sus competencias, al tiempo que se siente identificado con los demás profesionales
de su actividad.

Características generales de las profesiones

Los rasgos que distinguen a las profesiones liberales de otras actividades son las
siguientes:

- Su carácter universal, científico y humanista.


- Su clara vocación
- Su independencia.

Veamos cada una de estas características.

Su carácter universal, científico y humanista

Las profesiones liberales se distinguen de aquellas que no lo son por su esfuerzo


intelectual constante por aprender y estudiar. En casi todas ellas se requiere una sólida
formación universitaria de cinco o seis años y otros más de práctica.

No puede hablarse de un profesional sin hablar al mismo tiempo de los estudios


universitarios que por prolongados y exhaustivos generan regularmente en el estudian-
te de la carrera de grado su amor al estudio y al conocimiento de las ciencias.

El método universitario consiste en enseñar a aprender. A consultar libros y revistas


científicas. A mirar con espíritu crítico la realidad a descubrir soluciones prácticas e
investigar a fondo las cuestiones de interés profesional.

68
El carácter intelectual de los profesionales no abarca sólo las cuestiones de orden
científico y técnico. Comprende también, y de manera especial el ámbito humanista en
que se desarrolla su actividad. La vida profesional se desarrolla en un marco axiológico
donde la práctica de valores es la constante: libertad, justicia , armonía social.

Gracias al humanismo las profesiones liberales prestan un servicio social.

La profesión se apoya en conocimientos y técnicas intelectuales que obliga a un


tiempo prolongado de formación inicial y la renovación permanente de conocimientos.

SU CLARA VOCACIÓN

Hemos hablado de la vocación como llamado a abrazar una profesión determinada.


La vocación se presenta como una compleja red de motivaciones, aspiraciones y deci-
siones de tipo social, cultural y económico claramente marcadas por las aptitudes para
el desempeño de una profesión determinada. La vocación implica dedicación e identifi-
cación.

SU INDEPENDENCIA

Una de las características distintivas de las profesiones es la independencia de


criterio que aportan la experiencia y el dominio de una materia. El ejercicio criterioso de
una profesión, el estudio cuidadoso de los casos tratados, y la experiencia crean un
estilo, una forma personal de visualizar los problemas y ejecutar las acciones adecua-
das para resolverlos.

El ejercicio de la profesión exige cierta autonomía para el desarrollo de las tareas.

OTROS CARACTERES

Otros caracteres distinguen al profesional como ser humano y complementan la


actividad que desarrollan:

- Dignidad: Debe sentirse portador de la dignidad de su profesión mediante la cuidadosa


aplicación de una conducta ejemplar guiada por una conciencia recta y responsable.

- Verdad: Como receptor de una formación intelectual y moral amplia y sólida, debe conducir-
se, en todo momento y bajo cualquier circunstancia, con honradez y veracidad.

- Servicio: Como corresponde a la esencia de su profesión debe manifestar y poner


en práctica un real y honesto espíritu de servicio, no sólo en cuanto a dedicar
tiempo y atención a los problemas y necesidades de los clientes, sino también a
resolver adecuada y oportunamente dichas expectativas, sin comprometer en ello
su libertad de criterio. Es un servicio único y esencial.

69
- Sociabilidad: Como miembro de un cuerpo social en el cual cumple un rol de
relevancia , el profesional debe actuar siempre en función de los intereses sociales
por sobre los intereses individuales.

- Compañerismo. Debe general y mantener relaciones de afecto y solidaridad con


sus compañeros de profesión , así como acatar con disciplina y sencillez las medi-
das que adopte el colegio profesional que los comprende.

- Lealtad: Respecto del cliente, del tribunal y de la comunidad. La lealtad es la virtud


más excelsa de la personal humana.

- Respeto a otras profesiones: La libertad de criterio del profesional no inhibe el


respeto de los principios y métodos de otras disciplinas así como a las conclusio-
nes a que arriban.

- Secreto profesional: Constituye uno de los pilares de la vida profesional. Reserva


de cuanto se conoce en ocasión del ejercicio profesional.

- Remuneración: La retribución del profesional debe ceñirse a las normas legales o


colegiales que determina los honorarios a percibir del cliente o de terceros.

- Colegiación: Los colegios profesionales han cumplido desde su creación tres fun-
ciones esenciales: (1) Generar ámbitos de convivencia entre sus colegiados, (2)
Constituirse en el órgano de la defensa de legítimos intereses profesionales, y (3)
Como instrumento de protección , asesoría y confianza a favor de la sociedad en
general.

LA PROFESION IMPLICA VOCACIÓN Marines Val, José María: «Abogacía y


Abogados», Bosch, Barcelona, 1990, pág. 26: « La profesión implica vocación, es
decir docilidad a una llamada superior y misteriosa, muchas veces difícil de cap-
tar con precisión, porque exige el holocausto más grande que un hombre pueda
hacer en esta vida: el sacrificio de su propia intimidad. Porque la abogacía es por
esencia lucha. El abogado es un constante combatiente de incruentas, pero reales
batallas. La discusión es su propio ambiente y su razón de ser. La abogacía
desaparecería sin la libertad de discusión. Por otra parte la abogacía se ejerce en
un ámbito esencialmente inexacto y borroso: el de las leyes humanas, eternamen-
te cambiantes; el de los intereses, sin cesar debatidos; y sobre todo el de las
pasiones, mas aun, el de las almas, siempre oscuras, tenebrosas, llenas de mis-
terios e incógnitas»

MORAL DE LAS CONVICCIONES Y


MORAL DE LA RESPONSABILIDAD

Desde el momento en que la sociedad asume las diferentes profesiones como agru-
paciones de personas que ejecutan tareas específicas, la relación persona-trabajo ha

70
pasado de la moral de las convicciones, según el modelo trabajo-vocación a la moral
de la responsabilidad según el modelo trabajo-función.

Según el modelo trabajo-función el profesional es evaluado por desempeñar una


función con eficacia, con competencia técnica y moralidad profesional.

El conjunto de tareas propias de cada profesión pasan a ser las funciones que debe
desempeñar el profesional. Y el ejercicio correcto de tales tareas pasa a constituir el
mejor criterio para decidir quien es un buen o mal profesional en el ejercicio correcto de
su actividad.

Los deberes propios de la profesión pertenecen al terreno ético en cuanto hace


referencia a la actitud personal con que se ejecutan las funciones encomendadas.

Las mayorías de las profesiones se han concebido a sí mismas con una fuere carga
moral y han querido recurrir a la reflexión ética y a las pautas morales más elevadas
para dignificar su trabajo y garantizar así un mejor servicio social y humano.

La vertiente moral de una profesión gira a través de tres ejes fundamentales de toda
ética:

- Las virtudes, adquiridas a través de la práctica.


- Los valores e ideales sociales y culturales.
- Los derechos y deberes exigibles a quienes desarrollan una profesión.

71
Actividad Nº 4

1. Ordene los conceptos que se listan con relación a los caracteres de la profesión:

I. Verdad
II. Compañerismo
III. Secreto profesional
IV. Colegiación.
V. Servicio
VI. Lealtad:
VII. Respeto a otras profesiones
VIII. Sociabilidad:
IX. Dignidad
X Remuneración

b. .........................: Debe sentirse portador de la dignidad de su profesión mediante


la cuidadosa aplicación de una conducta ejemplar guiada por una conciencia recta
y responsable.

c. ...........................: Como receptor de una formación intelectual y moral amplia y


sólida, debe conducirse, en todo momento y bajo cualquier circunstancia, con
honradez y veracidad.

d. ...........................: Como corresponde a la esencia de su profesión debe manifes-


tar y poner en práctica un real y honesto espíritu de servicio, no sólo en cuanto a
dedicar tiempo y atención a los problemas y necesidades de los clientes, sino
también a resolver adecuada y oportunamente dichas expectativas, sin compro-
meter en ello su libertad de criterio. Es un servicio único y esencial.

e. ..............................: Como miembro de un cuerpo social en el cual cumple un rol


de relevancia , el profesional debe actuar siempre en función de los intereses
sociales por sobre los intereses individuales.

f. ..............................: Debe general y mantener relaciones de afecto y solidaridad


con sus compañeros de profesión , así como acatar con disciplina y sencillez las
medidas que adopte el colegio profesional que los comprende.

g. ............................... Respecto del cliente, del tribunal y de la comunidad. La leal-


tad es la virtud más excelsa de la personal humana.

h. ..................................: La libertad de criterio del profesional no inhibe el respeto


de los principios y métodos de otras disciplinas así como a las conclusiones a
que arriban.

72
i. .....................................: Constituye uno de los pilares de la vida profesional.
Reserva de cuanto se conoce en ocasión del ejercicio profesional.

j. ......................................: La retribución del profesional debe ceñirse a las nor-


mas legales o colegiales que determina los honorarios a percibir del cliente o de
terceros.

k. ........................................: Los colegios profesionales han cumplido desde su


creación tres funciones esenciales: (1) Generar ámbitos de convivencia entre sus co-
legiados, (2) Constituirse en el órgano de la defensa de legítimos intereses profesiona-
les, y (3) Como instrumento de protección, asesoría y confianza a favor de la sociedad
en general.

2. ¿Cuál es la distinción entre la moral de la convicción y la moral de la responsabi-


lidad?

73
74
DIAGRAMA DE CONTENIDOS - UNIDAD V

De la función judicial

Deontologías de las Profesiones Jurídicas

De la profesión de Abogado

La abogacía como protección

La misión Requisitos
La función del Abogado
del Abogado para el ejercicio

Deberes Profesionales
Incompatibilidad Honorarios
Derechos de los Abogados

Principios De denteología forense


De dignidad
Probidad
Libertad
Otros

75
76
UNIDAD V
DEONTOLOGÍA DE LAS PROFESIONES JURÍDICAS

DEONTOLOGÍA DE LA FUNCIÓN JUDICIAL


Trascendencia ética.

Corresponde al Poder Judicial resolver los conflictos humanos. Son los jueces los
encargados de decir el derecho a través de sus pronunciamientos o sentencias. Estos
pronunciamiento tiene carácter de cosa juzgada, y por lo tanto, resuelven definitiva-
mente el conflicto. Esto hace que la función judicial tenga un fuerte contenido ético.
Sólo él ha conocido la realidad de caso concreto. El legislador, al crear la norma gene-
ral sólo creó la norma general y abstracta de que se vale el juez para resolver su caso
particular.

No se requiere certeza absoluta para que el juez pueda dictar éticamente la senten-
cia, sino una certeza moral que excluya toda duda razonable acerca del hecho invoca-
do y su imputabilidad. Esta certeza moral tiene que estar fundada en razones objetivas.
En la certeza absoluta se excluye toda posibilidad de duda sobre la existencia de un
hecho, mientras que en el caso de la certeza moral persiste la duda acerca de la
existencia de un hecho, pero existe un alto grado de probabilidad de su existencia.

Esta responsabilidad ética del juez se sostiene en tres principios básicos: su inde-
pendencia su imparcialidad, y en el deber de diligencia.

Por el deber de independencia el juez no debe estar condicionado en el ejercicio de


su función judicial por la injerencia de los otros poderes del Estado, ni por las partes.

Por el deber de imparcialidad el Juez debe ser equidistante respecto de los intereses
de las partes.

Por el deber de diligencia el juez debe procurar su actualización permanente y la


puesta al día de la ciencia jurídica.

DEONTOLOGÍA DE LA PROFESIÓN DE ABOGADO


La abogacía como profesión

La abogacía nace como defensa de la vida, el honor y el patrimonio de las personas


en forma honoraria y gratuita. El antecedente más remoto que se conoce es la defensa
de una mujer acusada de delito grave en Sumeria, tres mil años antes de nuestra era.

El ejercicio de la abogacía era una actividad noble-ejercida por ciudadanos ejempla-


res. En Grecia fue ejercida por ciudadanos libres y honorables, y en Roma la magistra-

77
tura y la abogacía formaban parte del cursus honorum y sólo era ejercida por los
patricios, personajes ricos y poderosos que sólo obtenían honor y consideración por su
patrocinio o defensa.

El ejercicio dela abogacía no se remuneraba. El cliente no tenía obligación de pagar.


Pero si el cliente daba algo al abogado, y éste lo recibía se lo consideraba un pago de
honor, de allí la expresión actual de honorario con que se designa el salario del abogado.

Con el tiempo, en Roma, surgen pensadores del derecho y de la justicia que pasan a
denominarse jurisconsultos, pues su función no era ya defender a los particulares en el
foro sino responder con autoridad consultas de contenido jurídico.

También registra la historia uno de los primeros casos de sanción disciplinaria a


abogados. Isócrates -uno de los más famosos oradores romanos- fue condenado por
prevaricato debido a que había revelado al contrario los medios de su defensa.

La abogacía se convirtió en profesión en Roma en épocas del emperador Justino,


quien creó el primer Colegio y obligó a registrarse en él a todos aquellos que pretendie-
ran abogar ante sus tribunales.

La función del abogado

Piero Calamandrei publicó en 1920 su libro “Demasiados abogados”. Destaca allí el


carácter público de la función del abogado. Este es un colaborador del juez y un auxiliar
de la justicia. Es un garante de la actividad del Estado en la aplicación de la ley y la
defensa en juicio. Fayt destaca que la función del abogado es necesaria para el Estado,
a la par de la función del juez: La actividad de ambos genera un recíproco control que
resulta beneficioso para la administración de justicia

SERVICIO A LA JUSTICIA Y AL ORDEN JURÍDICO INSTITUCIONAL

El sistema judicial no podría funcionar sin profesionales del derecho. Su intervención


es garantía de ciencia y probidad, de dominio del procedimiento técnico forense, de
precisión y sobriedad en la exposición de los hechos, en la fundamentación del derecho
y en la clara determinación del objeto de su defensa.

La profesión legal tiene una función eminente: la de servir al derecho. A ella está
confiada la defensa en juicio de los litigantes y la de auxiliar con la justicia en la
protección de la dignidad humana Tiene la jerarquía de un verdadero ministerio público.
Influyen en el mejoramiento de la función judicial. Participa en la creación del derecho
judicial. Gravita en el cambio del orden social.

El abogado es un servidor de la justicia y un colaborador de su administración. La


esencia de su deber profesional es defender empeñosamente, apego a las normas
jurídicas y morales, los derechos de su cliente.

78
La misión del abogado

Una sociedad bien organizada se funda en el respeto a la justicia y en el sometimien-


to de los poderes del estado a la Ley. En el Estado de Derecho el abogado cumple un rol
esencial. Su misión no se agota con ejecutar fielmente su profesión en el marco de la
ley. En una sociedad bien organizada en el marco del Estado de Derecho el abogado es
factor indispensable para la Justicia y los particulares, porque sumisión es defender
los derechos y libertades. Si misión le impone distintos deberes y obligaciones. Debe-
res y obligaciones hacia su propio cliente: deberes y obligaciones hacia los Tribunales
y demás Poderes y Organismos ente los cuales asiste o patrocina o representa a su
cliente. Deberes y obligaciones hacia su colegio profesional, hacia los demás aboga-
dos y hacia los ciudadanos en general.

EL OFICIO DEL JURISTA Hervada (1995,72) destaca la importancia de precisar


la perspectiva desde la cual se va a contemplar filosóficamente la realidad jurídi-
ca. Precisar la perspectiva desde la cual se abordará el derecho conlleva una
precisión metodológica, una forma rigurosa de contemplar el objeto, y que deter-
mina, a su vez, una forma propia de conceptualizar y definir el derecho. En este
sentido, Hervada, asume la perspectiva de analizar como realidad fundamental de
objeto de reflexión, la vida jurídica, la vida del foro, de los tribunales. Limita así la
reflexión filosófica a una parcela de la vida humana, sobre un sector de la activi-
dad de los hombres. Expresa así, que el derecho sobre el que se debe reflexionar,
no es una idea, una abstracción, sino una realidad dentro del tráfico de la vida de
los hombres: el mundo del derecho. El mundo del derecho es a su vez -aclara- el
mundo de los juristas, particularmente el juez, jurista por antonomasia. Limita el
campo de la filosofía del derecho a la praxis que se desarrolla en los tribunales,
expresando que los juristas académicos, los juristas teóricos, no pertenecen al
mundo del derecho por excelencia. Manifiesta que esa actividad teórica es de
gran importancia y utilidad, pero que es una actividad subsidiaria de la praxis
jurídica.

Requisitos para el ejercicio profesional

El ejercicio de la profesión de abogados se halla regida por las distintas legislacio-


nes provinciales. En el ámbito de la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires es
de aplicación la Ley de Ejercicio de la Abogacía publicada en el Boletín Oficial el 28-6-
85 y subsidiariamente por las normas de los códigos de procedimientos nacionales y
demás leyes que no resulten derogadas por ella.

La finalidad de la ley es la protección de la libertad y dignidad de la profesión de


abogado y ninguna de sus disposiciones podrán entenderse en un sentido que las
menoscabe o restrinja.

Establece en su artículo 2º, que para ejercer la profesión de abogado en jurisdicción


de la Capital Federal se requiere:

79
1. Poseer título habilitante expedido por autoridad competente;

2. Hallarse inscripto en la matrícula que llevará el Colegio Público de Abogados de la


Capital Federal No será exigible este requisito al profesional que litigue ante la
Corte Suprema de Justicia de la Nación o ante tribunales o instancias administra-
tivas, por causas originadas en tribunales federales o locales en las provincias.

El Artículo 11º establece que para inscribirse en la matrícula del Colegio Público de
Abogados se requiere:

1. Acreditar la identidad personal.


2. Presentar título de abogado expedido y/o reconocido por autoridad nacional y
competente.
3. Denunciar el domicilio real y constituir uno especial en la Capital Federal.
4. Declarar bajo juramento no estar afectado por ninguna de las incompatibilidades o
impedimentos referidos en el artículo 3 de la presente ley.
5. Prestar juramento profesional.
6. Abonar las sumas que establezca la reglamentación.

Por el Artículo 16 de la ley el abogado, una vez aprobada su inscripción en la matrí-


cula, en formal acto público ante el Colegio prestará juramento de fidelidad en el ejerci-
cio de su profesión a la Constitución Nacional y a las reglas de ética profesional.
Cumplido el juramento de ley se le hace entrega de la credencial o certificado respec-
tivo, comunicándose su inscripción a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

DEBERES PROFESIONALES GENERALES

Son deberes específicos de los abogados, sin perjuicio de otros que se señalen en
leyes especiales, los siguientes.

1. Observar fielmente la Constitución Nacional y la legislación que en consecuencia


se dicte.
2. Aceptar y ejercer los nombramientos de oficio que por sorteo efectúen las autori-
dades del Colegio para asesorar, defender o patrocinar jurídicamente en forma
gratuita, a litigantes carentes de suficientes recursos.
3. Tener estudio o domicilio especial dentro del radio de la Capital Federal.
4. Comunicar al Colegio todo cambio de domicilio que efectúen así como también la
cesación o reanudación de sus actividades profesionales.
5. Comportarse con lealtad, probidad y buena fe en el desempeño profesional
6. Observar con fidelidad el secreto profesional, salvo autorización fehaciente del
interesado.
7. Respeto a la deontología de otros colegios.

80
DERECHOS DE LOS ABOGADOS

La Ley 23.187 en sus Artículos 7º y 8º, establece:

Artículo 7. Son derechos específicos de los abogados, sin perjuicio de los acorda-
dos por otras disposiciones legales, los siguientes:

1. Evacuar consultas jurídicas y percibir remuneración no inferior a la que rijan las


leyes arancelarias.
2. Defender, patrocinar y/o representar judicialmente o extrajudicialmente a sus clien-
tes.
3. Guardar el secreto profesional.
4. Comunicarse libremente con sus clientes respecto de los intereses jurídicos de
éstos, cuando se hallaren privados de libertad.
5. La inviolabilidad de su estudio profesional, en resguardo de la garantía constitu-
cional de la defensa en juicio. En caso de allanamiento, la autoridad competente
que hubiere dispuesto la medida deberá dar aviso de ella al Colegio al realizarla, y
el abogado podrá solicitar la presencia de un miembro del consejo directivo duran-
te el procedimiento, sin que ello implique suspenderlo.

Artículo 8. Sin perjuicio de los demás derechos que les acuerdan las leyes, es
facultad de los abogados en el ejercicio de su profesión requerir a las entidades públi-
cas información concerniente a las cuestiones que se les hayan encomendado y, asi-
mismo, tener libre acceso personal a archivos y demás dependencias administrativas
en las que existan registros de antecedentes. Se exceptúan de esta disposición aque-
llas informaciones de carácter estrictamente privado y aquellos registros y archivos
cuyas constancias se declaren reservadas por disposición legal. En estos casos el
abogado deberá requerir el informe por intermedio del juez de la causa.

La ley dispone en su Artículo 5º. que el abogado, en el ejercicio profesional, estará


equiparado a los magistrados en cuanto a la consideración y respeto que se le debe.
Sin perjuicio de las sanciones que pudieran corresponder a quien no observare esta
norma, el abogado afectado tendrá derecho a efectuar una reclamación ante el superior
jerárquico del infractor, que deberá tramitarse sumariamente. Además, el afectado de-
berá comunicar de inmediato al Colegio cualquier violación de la presente norma, quien
podrá constituirse en parte en dichas actuaciones.

Por el Artículo 9º en dependencias policiales, penitenciarias o de organismos de


seguridad, deberán proporcionarse al abogado los informes que éste requiera respecto
de los motivos de detención de cualquier persona y el nombre del juez a cuyo cargo se
hallare la causa Dicho informe deberá ser proporcionado por escrito y por intermedio
del funcionario de mayor jerarquía existente al momento del requerimiento. No podrán
establecerse horarios para evacuar tales pedidos, a cuyo efecto se consideran hábiles
las veinticuatro horas del día. La sola exhibición de la credencial otorgada por el Cole-
gio es requisito suficiente para acreditar la condición de abogado.

81
Incompatibilidad

Con el objeto de permitir al Abogado el ejercicio de sus funciones con la indepen-


dencia necesaria y de una manera conforme a su deber de participación en la Adminis-
tración de Justicia, son incompatibles con la Abogacía el ejercicio de ciertas profesio-
nes o funciones.

El Artículo 3 de la LEY 23.187 establece que no se podrá ejercer la profesión de


abogado en la Capital Federal en los siguientes casos:

1. Por incompatibilidad:

- El Presidente y vicepresidente de la Nación, los ministros, secretarios y subse-


cretarios del Poder Ejecutivo de la Nación, el procurador y subprocurador del
Tesoro de la Nación, el intendente municipal de la ciudad de Buenos Aires y los
secretarios de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.
- Los legisladores nacionales y concejales de la Capital Federal, mientras dure el
ejercicio de su mandato, en causas judiciales y gestiones de carácter administra-
tivo, en que particulares tengan intereses encontrados con el Estado nacional, la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, sus respectivos entes autárquicos y/
o empresas del Estado, excepto en las causas penales y correccionales.
- Los magistrados, funcionarios y empleados judiciales de cualquier fuero y juris-
dicción, los que se desempeñen en el ministerio público, Fiscalía Nacional de
Investigaciones Administrativas, los integrantes de tribunales administrativos ex-
cepto cuando el ejercicio profesional resulte una obligación legal, representando o
patrocinando al Estado nacional, provincial o municipal.
- Los miembros de las fuerzas armadas e integrantes de sus tribunales, de sus
cuadros u organizaciones y los funcionarios y autoridades integrantes de los cuer-
pos de Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina, Poli-
cía Nacional Aeronáutica, Servicio Penitenciario Federal, policías provinciales,
cuando las normas que regulen a dichas instituciones así lo dispongan. No se
podrá ejercer la profesión de abogado en la Capital Federal en los siguientes
casos:
- Los magistrados y funcionarios de los tribunales municipales de faltas de la ciu-
dad de Buenos Aires.
- Los abogados, jubilados como tales, cualquiera sea la jurisdicción donde hayan
obtenido la jubilación, en la medida dispuesta por la legislación previsional vigente
en la fecha en que se obtuvo la jubilación.
- Los abogados que ejerzan la profesión de escribano público.
- Los abogados que ejerzan las profesiones de contador público, martillero o cual-
quier otra considerada auxiliar de la justicia, limitándose la incompatibilidad a la
actuación ante el tribunal o juzgado en que hayan sido designados como auxilia-
res de la justicia y mientras duren sus funciones.
- Los magistrados y funcionarios judiciales jubilados como tales, limitándose la
incompatibilidad a la actuación ante el fuero al que hubieran pertenecido y por el
término de dos (2) años a partir de su cese.

82
2. Por especial impedimento:

- Los suspendidos en el ejercicio profesional por el Colegio que crea esta ley.
- Los excluidos de la matrícula profesional, tanto de la Capital Federal como de
cualquier otra de la República, por sanción disciplinaria aplicada por el Colegio o
por los organismos competentes de las provincias y mientras no sean objeto de
rehabilitación.

PROHIBICIONES

El Artículo 10º de la LEY 23.187 establece que queda expresamente prohibido a


los abogados:

1. Representar, patrocinar y/o asesorar simultánea o sucesivamente en una mis-


ma causa, intereses opuestos.
2. Ejercer la profesión en procesos en cuya tramitación hubiera intervenido ante-
riormente como juez de cualquier instancia, secretario o representante del mi-
nisterio público.
3. Autorizar el uso de su firma o nombre a personas que, sin ser abogados, ejer-
zan actividades propias de la profesión.
4. Disponer la distribución o participación de honorarios con personas que carez-
can de título habilitante para el ejercicio profesional.
5. Publicar avisos que induzcan a engaño u ofrecer ventajas que resulten violatorias
de las leyes en vigor, o que atenten contra la ética profesional.
6. Recurrir directamente, o por terceras personas, a intermediarios remunerados
para obtener asuntos.

PUBLICIDAD

El Abogado no deberá hacer ni directa ni indirectamente ningún tipo de publicidad


personal allí donde esté prohibida. Tampoco el Abogado deberá hacer ningún tipo de
publicidad personal, ni directa ni indirectamente, más que en la medida en que las
normas del Colegio en que esté inscrito se lo autoricen. La publicidad personal y espe-
cialmente la que se hace a través de los medios de comunicación se considerará
realizada en el lugar donde fue autorizada desde el momento en que el Abogado de-
muestre que ha sido realizada para ser dirigida a clientes existentes o potenciales
establecidos en un territorio en el que dicha publicidad esté permitida y que su difusión
en otro lugar ha sido incidental.

Para la formación decorosa de clientela, el abogado debe cimentar una reputación de


capacidad profesional y honradez, y evitar escrupulosamente la solicitación directa o
indirecta de la clientela. Sin embargo, será permitida la publicación o el reparto de
tarjetas meramente enunciativas del nombre, domicilio y especialidad.

Toda publicidad provocada directa o indirectamente por el abogado con fines de lucro
en elogio de su propia situación, menoscaba la tradicional dignidad de la profesión.

83
El abogado no debe dar a conocer por ningún medio de publicidad escritos o informa-
ciones sobre un litigio pendiente salvo por orden judicial. Una vez concluido el proceso
podrá publicar los escritos y constancias de autos y comentarios en forma respetuosa
y ponderada.

Se omitirán los nombres si la publicación puede perjudicar a una persona, como


cuando se tratan cuestiones de estado civil que afectan a la honra.

HONORARIOS

Como norma general en materia de honorarios, el abogado tendrá presente que el


objeto esencial de la profesión es servir la justicia y colaborar en su administración. El
provecho o retribución nunca debe constituir el móvil determinante de los actos profe-
sionales.

Bases para la estimación de honorarios

Los honorarios del abogado deben estar relacionados con la importancia de los
servicios prestados, el monto o cuantía del asunto y la trascendencia del caso. Tam-
bién deben tenerse presente otras circunstancias:

- La capacidad económica del cliente que obliga éticamente al abogado a tener


presente la eventual pobreza del cliente a los fines de cobrar menos y aún a no
cobrar nada.
- El mayor tiempo o dedicación que puede reclamar el asunto.
- La responsabilidad que se deriva para el abogado de la atención del asunto.
- Si el abogado actuó como letrado patrocinante o si también lo hizo como apoderado.

Convenio de honorarios

El abogado debe informar al cliente la estimación de sus honorarios antes de inter-


venir en la causa. y el importe de los mismos deberá ser equitativo y estar justificado.
También es buena práctica celebrar con el cliente un convenio escrito de honorarios.
Su celebración será en beneficio de ambas y brindará seguridad al cliente que desco-
noce las contingencias judiciales.

El convenio no será considerado pacto de «quota litis» si prevé la determinación de


los honorarios en función del valor del litigio y en la medida en que dicho valor se fije de
conformidad con el Arancel fijado por ley o disposición del Colegio del que dependa el
abogado.

A excepción de aquellos casos en que se firme legalmente un convenio en sentido


contrario por el Abogado y por su cliente, la forma de calcular los honorarios deberá ser
conforme a las normas de la ley de Arancel o disposiciones del Colegio del que sea
miembro el Abogado. Si fuera miembro de mas de un Colegio, las normas aplicables
serán las del Colegio con el que las relaciones entre el Abogado y el cliente tengan el
vínculo más estrecho.

84
Pacto de cuota litis.

El pacto de «quota litis» es un convenio suscrito por el Abogado y su cliente antes de


la conclusión definitiva de un asunto en el que el cliente es parte y en virtud del cual el
cliente se compromete a pagar al Abogado una parte del resultado del asunto, pudiendo
ésta consistir en una suma de dinero o en cualquier otro tipo de beneficio, bien o valor.

El pacto de cuota litis sólo puede celebrase en los términos autorizados en cada
jurisdicción. Le son aplicables las siguientes reglas:

1º.- La participación del abogado nunca será mayor que el tope o porcentaje autori-
zado por ley. En algunas reglamentaciones el tope llega al 35% y en otras al 40 %.

2º.- Es buena práctica que el abogado se reserve el derecho de rescindir el pacto y


separarse del patrocinio o del mandato en cualquier momento y que del mismo
modo pueda hacerlo el cliente para retirar el asunto y confiarlo a otros profesio-
nales en idénticas circunstancias. En ambos casos el abogado tendrá derecho a
cobrar una cantidad proporcionada por sus servicios y con la participación origi-
nariamente convenida, siempre que sobrevengan beneficios económicos a con-
secuencia de su actividad profesional. Cuando las pretensiones litigiosas resul-
ten anuladas por desistimiento o renuncia del cliente o reducidas por transac-
ción, el abogado tendrá derecho a liquidar y exigir el pago de los honorarios
correspondientes a los servicios prestados.

3º.- Si el asunto es resuelto en forma negativa, el abogado no debe cobrar honorarios


o gasto alguno, a menos que se haya estipulado expresamente a su favor ese
derecho.

El abogado debe evitar toda controversia con el cliente acerca de sus honorarios,
hasta donde esto sea compatible con su dignidad profesional y con su derecho a recibir
adecuada retribución por sus servicios. En caso de verse obligado a demandar al
cliente, es preferible que se haga representar por un colega.

Provisiones de fondos y anticipo de gastos

Cuando el Abogado solicite la entrega de una provisión de fondos a cuenta de los


gastos y/o los honorarios, ésta no podrá exceder de una estimación razonable de los
honorarios y los desembolsos probables que conllevará el asunto. En caso de que no
se produzca el pago de la provisión solicitada, el Abogado podrá renunciar a ocuparse
de un asunto o bien retirarse del mismo, sin perjuicio del respeto debido a las disposi-
ciones del articulo

Sumas y bienes propiedad del cliente

El abogado dará aviso inmediato a su cliente de los bienes y dinero que reciba para
él; y se los entregará tan pronto aquél lo solicite. Falta a la ética profesional el abogado
que disponga de fondos de su cliente.

85
El Abogado que maneje Fondos de Clientes en el marco de una actividad profesional
deberá observar las reglas sobre el deposito y la contabilidad de los Fondos de Clien-
tes aplicadas por el Colegio de Abogados del que sea miembro.

Secretos profesionales

La actividad del abogado debe estar presidida por los principios de reserva y secreto
profesional. La reserva es uno de los atributos esenciales del abogado. La reserva es
más que la guarda de un secreto: es prudencia, medida, ponderación, cuidado, conoci-
miento profundo de los hechos Incluso de los actos ilícitos. El abogado no está autori-
zado sin más a divulgarlos ni siquiera durante en proceso, salvo mandato expreso del
cliente. Sólo puede revelar lo que conoce sin autorización del cliente cuando no existe
otra manera de evitar un daño grave. El abogado que es objeto de una acusación de
parte de su cliente o de otro abogado, puede revelar el secreto profesional que el
acusador o terceros le hubieren confiado, si mira directamente a su defensa.

Los autores se plantean el siguiente problema:

¿Es lícito que el abogado revele el secreto de su cliente cuando éste piensa atentar
gravemente contra la vida de otras personas o contra la seguridad del estado?

Gómez Pérez opina que sí en el supuesto de que la amenaza de daño afectare a


terceras personas inocentes. Cuando un cliente comunica a su abogado la intención de
cometer un delito, tal confidencia no queda amparada por el secreto profesional. El
abogado debe hacer las revelaciones necesarias para prevenir un acto delictuoso o
proteger a personas en peligro

El secreto profesional forma parte de la naturaleza misma de la misión del Abogado.


El se constituye en depositario de los secretos de su cliente y destinatario de comuni-
caciones confidenciales. Sin la garantía de la confidencialidad no puede haber confian-
za. El secreto profesional está, pues, reconocido como derecho y deber fundamental y
primordial del Abogado.

El Abogado debe respetar el secreto de cualquier información confidencial transmitida a


él por su cliente que se refiera al propio cliente o a terceros en el marco de los asuntos de su
cliente. Esta obligación no esta limitada en el tiempo. El Abogado hará respetar el secreto profe-
sional a su personal y a cualquier persona que colabore con él en su actividad profesional.

Guardar el secreto profesional constituye un deber y un derecho del abogado. Hacia


los clientes es un deber que perdura aún después de que haya dejado de prestar sus
servicios al cliente. Y es un derecho del abogado ante los jueces, pues no podría
aceptar que se le hagan confidencias, si supiese que podría ser obligado a revelarlas.
Llamado a declarar como testigo, debe el letrado concurrir a la citación, y con toda
independencia de criterio, negarse o contestar las preguntas que lo lleven a violar el
secreto profesional o lo expongan a ello.

86
La obligación de guardar el secreto profesional abarca las confidencias hechas por
terceros al abogado, como consecuencia de las vicisitudes del pleito o con motivo de
las negociaciones mantenidas con el letrado de la contraparte.

El secreto cubre también las confidencias de los colegas. El abogado, sin consenti-
miento previo del confidente, no puede aceptar ningún asunto relativo a un secreto que
se le confió por motivo de su profesión, ni utilizarlo en su propio beneficio.

PRINCIPIOS DE DEONTOLOGÍA FORENSE

La deontología designa el conjunto de reglas y principios de carácter ético que rigen


determinadas conductas profesionales. Tres son los principios esenciales de la deonto-
logía forense. El primero es el principio de dignidad. El segundo es el principio de
lealtad. El tercero es el principio de libertad.

Principio de degnidad

El abogado debe mantener el honor y la dignidad profesionales. No solamente es un


derecho, sino un deber, combatir, por todos los medios lícitos, la conducta moralmente
censurable de jueces y colegas.

Por el principio de dignidad, el abogado debe ser un profesional probo, obrar siempre
de acuerdo a ciencia y conciencia, comportarse con decoro personal aún en su vida
privada, regir siempre sus actos por los principios de honorabilidad y rectitud de con-
ciencia. Ser prudente y mesurado. Estudiar constantemente y actualizar sus conoci-
mientos con un imperativo de autor responsabilidad. Asumir que el derecho es un
eterno y constante aprendizaje. Ser tenaz en el acrecentamiento de sus conocimientos
y en la defensa de los intereses del cliente.

El principio de dignidad tiende a orientar al abogado en su conducta profesional y


profesional con el fin de que no resulte dañada su reputación personal y el prestigio de
la profesión. considerada en forma abstracta.

Cualquier inmoralidad privada daña la imagen de la profesión

La protección de la libertad y dignidad de la profesión de abogado forma parte de las


finalidades de esta ley y ninguna de sus disposiciones podrán entenderse en un sentido
que las menoscabe o restrinja.

87
Principio de probidad

El abogado debe obrar con honradez y buena fe. No ha de aconsejar actos fraudulen-
tos, afirmar o negar con falsedad, hacer citas inexactas o tendenciosas, ni realizar acto
alguno que estorbe la buena y expedita administración de justicia. El abogado que en el
ejercicio de su profesión cohecha a un empleado o funcionario público, falta gravemen-
te al honor y a la ética profesionales. El abogado que se entera de un hecho de esta
naturaleza, realizado por un colega, está facultado para denunciarlo a quien correspon-
da. El abogado debe abstenerse del empleo de recursos y formalidades legales innece-
sarias, de toda gestión puramente dilatoria que entorpezca injustamente el normal
desarrollo del procedimiento y de causar perjuicios innecesarios.

Principio de libertad

Pero: ¿debe el abogado aceptar todas las causas que se le presenten?. A excepción
del caso de los defensores públicos o los abogados de oficio, los principios de dignidad,
libertad e independencia profesional, permiten al abogado rehusarse a actuar en aque-
llos asuntos donde se presenta una colisión entre sus convicciones personales y los
intereses del cliente o la causa a intervenir. Esta colisión puede presentarse cuando el
cliente es de mala fe, o se trata de causas injustas. Pero si el abogado, aún existiendo
causales de colisión, decide asumir la defensa o intervenir en la causa, está obligado a
actuar con lealtad y probidad con los alcances y responsabilidades mencionados. La
protección de la libertad y dignidad de la profesión de abogado forma parte de las
finalidades de esta ley y ninguna de sus disposiciones podrán entenderse en un sentido
que las menoscabe o restrinja.

El abogado tiene la libertad para aceptar o rechazar los asuntos en que se solicite su
patrocinio, sin necesidad de expresar los motivos de su resolución, salvo en el caso de
nombramiento de oficio, en que la declinación debe ser justificada. Al resolver, debe
prescindir de su interés personal y cuidar de que no influyan en su ánimo el monto
pecuniario, ni el poder o la fortuna del adversario. No aceptará un asunto en que haya
de sostener tesis contrarias a sus convicciones, inclusives las políticas o religiosas,
con mayor razón si antes las ha defendido; y cuando no esté de acuerdo con el cliente
en la forma de plantearlo o desarrollarlo, o en caso de que pudiera ver menoscabada su
independencia por motivos de amistad, parentesco u otros. En suma, no deberá hacer-
se cargo de un asunto si no cuando tenga libertad moral para dirigirlo.

El Abogado es libre para hacerse cargo de la defensa de un acusado, cualquiera que


sea su opinión personal sobre la culpabilidad de éste; pero habiéndola aceptado, debe
emplear en ella todos los medios lícitos. Artículo 9º: Acusaciones Penales. El abogado
que tenga a su cargo la acusación de un delincuente, ha de considerar que su deber
primordial es no tanto obtener su condenación como conseguir que se haga justicia.

88
Principio de lealtad

El principio de lealtad rige respecto del cliente, de la administración de justicia y de


los demás abogados. El abogado debe ser leal a su cliente. No anteponer sus intereses
personales a la defensa asumida. Presidir sus actos por los principio de diligencia,
desinterés, corrección, veracidad y respeto del secreto profesional. Con relación a la
administración de justicia debe respetar los principios de lealtad procesal. No valerse
de medios deshonestos, ni pruebas falsas. Respecto de los demás abogados debe respetar
y cumplir las obligaciones y deberes que le imponen los colegios profesionales de las
jurisdicciones donde debe actuar, bajo pena de fuertes sanciones aplicadas por los Tribuna-
les de Ética Forense, las que pueden llegar a la exclusión de la matrícula de abogado.

Sin perjuicio de las reglas legales y deontológicas, el Abogado tiene la obligación de


defender lo mejor posible los intereses de su cliente, incluso en contraposición a los
suyos propios, a los de un colega o a aquellos de la profesión en general.

Principio de independencia

La profesión legal siempre ha reclamado independencia en el ejercicio profesional.


En su aspecto subjetivo el principio de independencia implica su libertad frente al
poder. La fuerza interior que proporciona la escala de valores incorporada por el aboga-
do. En el aspecto objetivo implica. Además la existencia de una norma positiva que
marque los límites del poder.

Principio de diligencia

Es deber del abogado para con su cliente servirlo con eficacia y empeño para que
haga valer sus derechos sin temor a la antipatía del juzgador, ni a la impopularidad. No
debe, empero supeditar su libertad ni su conciencia ni puede exculparse de un acto
ilícito atribuyéndolo a instrucciones de su cliente.

No debe el abogado asegurar a su cliente que su asunto tendrá buen éxito, ya que
influyen en la decisión de un caso numerosas circunstancias imprevisibles; sino sólo opinar
según su criterio sobre el derecho que le asiste. Debe siempre favorecer una justa transacción.

Las relaciones del abogado con su cliente deben ser personales, por lo que no ha de
aceptar el patrocinio de clientes por medio de agentes, excepto cuando se trate de
instituciones altruistas para ayuda de pobres. El patrocinio de personas morales no
obliga al abogado a patrocinar a las personas físicas que actúan por ellas.

Responsabilidad relativa a la conducción del asunto. El abogado debe adelantarse a


reconocer la responsabilidad que le resulte por su negligencia, error inexcusable o
dolo, allanándose a indemnizar por los daños y perjuicios ocasionados al cliente.

89
Actividad Nº 5

1. Obtenga copia de los textos que conforman el marco normativo del ejercicio de la
profesión de abogados de su jurisdicción. Y formule un cuadro comparativo con
las disposiciones del orden nacional respecto de los siguientes items:

a. Requisitos para el ejercicio de la profesión de abogados.


b. Prohibiciones
c. Incompatibilidades
d. Deberes del abogado
e. Derechos del abogado.

2. Confecciones un esquema con los principios de deontología forense.

90
DIAGRAMA DE CONTENIDOS - UNIDAD VI

Deberes Éticos frente al Colegio y demás colegas

Consultorios Observancia
Jurídicos Gratuito de acuerdo

Relaciones Causas tramitadas


entre abogado por otros profesiones

Relaciones con los magisterios

91
92
UNIDAD VI

DEBERES ÉTICOS FRENTE AL COLEGIO Y DEMÁS COLEGAS

Los Colegios Públicos de Abogados controlan el ejercicio de la profesión de abogado


y tienen a su cargo el gobierno de la matrícula respectiva en el ámbito geográfico de
cada provincia o jurisdicción y con referencia a las actuaciones profesionales que allí
se lleven a cabo ajustándose a las disposiciones de las leyes de ejerció profesional.

Los Colegios ejercen además el poder disciplinario sobre el inscripto y el acatamien-


to de éste al cumplimiento de los deberes y obligaciones fijados por la ley de ejercicio
profesional.

Las funciones de los Colegios Profesionales de Abogados son las siguientes:

1. Defender a sus matriculados para asegurarles el libre ejercicio de la profesión


conforme a las leyes, velar por la dignidad y el decoro profesional de los abogados
y afianzar la armonía entre ellos.

2. La promoción y organización de la asistencia y defensa jurídica de las personas


que carezcan de recursos económicos y la cooperación con los poderes públicos
para el logro integral de esta finalidad.

3. La contribución al mejoramiento de la administración de justicia haciendo conocer


y señalando las deficiencias e irregularidades que se observaren en su funciona-
miento.

4. Evacuar las consultas que le sean requeridas en cuanto a la designación de los


magistrados.

5. El dictado de las normas de ética profesional, que inexcusablemente deberán


observar los abogados, y la aplicación de las sanciones que aseguren su cumpli-
miento.

6. La colaboración con los poderes públicos en la elaboración de la legislación en


general.

CONSULTORIO JURÍDICO GRATUITO

La profesión de abogado impone defender gratuitamente a los pobres, tanto cuando


éstos se los soliciten como cuando recaiga nombramiento de oficio. No cumplir con
este deber, desvirtúa la esencia misma de la abogacía.

93
No rige esta obligación donde las leyes provean a la defensa gratuita de los pobres.

Los distintos Colegios establecen un consultorio gratuito para quienes carecen de


recursos y organizan la defensa y asistencia jurídica de los mismos. A tales efectos
deben admitir como practicantes a los estudiantes de Derecho que lo soliciten, en el
número, modo y condiciones que fija en el consejo directivo.

RELACIONES ENTRE ABOGADOS

Los abogados deben mantener entre sí relaciones de cortesía y confraternidad. La


confraternidad exige la existencia de relaciones de confianza entre los Abogados en
interés del cliente y con el fin de evitar procedimientos judiciales inútiles.

No deberán los Abogados oponer sus intereses a los intereses de la Justicia y de los
justiciables.

Un Abogado no podrá suceder a otro en la defensa de los intereses de un cliente en


un asunto determinado más que después de haber advertido a su compañero de ello y
de haberse asegurado de que se han tomado medidas para el pago de los honorarios
debidos al primer Abogado. Este deber no hace personalmente responsable al Abogado
del pago de los honorarios y gastos debidos a su predecesor.

CAUSAS TRAMITADAS POR OTROS ABOGADOS

El abogado no debe intervenir en favor de persona patrocinada en el mismo asunto


por un colega, sin dar previamente aviso a éste, salvo el caso de renuncia expresa o de
imposibilidad del mismo. Si sólo llegare a conocer la intervención del colega después
de haber aceptado el patrocinio, deberá hacérselo saber de inmediato.

En cualquier caso, el abogado que sustituya a otro en el patrocinio de un asunto,


deberá cuidar que su cliente solucione los honorarios del colega sustituido. Esta obliga-
ción se entenderá cumplida si el cliente, en caso de desacuerdo con el abogado ante-
rior, solicita del Colegio o de la Justicia Ordinaria la regulación de honorarios dentro de
un plazo razonable.

OBSERVANCIA DE ACUERDOS

Los convenios celebrados entre abogados deben ser estrictamente cumplidos, aun-
que no se hayan ajustado a las formas legales. Los que fueren importantes para el
cliente deberán ser escritos; pero el honor profesional exige que, aún no habiéndolo
sido, se cumplan como si constaran de instrumento público.

94
NATURALEZA CONTRADICTORIA DE LOS DEBATES.

El Abogado deberá en toda circunstancia respetar el carácter contradictorio de los


debates. No podrá ponerse en contacto con un Juez en relación con un asunto sin
informar de ello previamente al Abogado de la parte contraria. No podrá entregar prue-
bas, notas u otros documentos a un Juez sin que sean comunicados en tiempo útil al
Abogado de la parte contraria.

RELACIONES CON LOS MAGISTRADOS

El abogado deberá siempre actuar con respeto al Tribunal. El Abogado no podrá en


ningún momento facilitar, conscientemente, al Juez una información falsa o que pueda
inducirle a error. Deberá estar en todo momento dispuesto a prestar su apoyo a la
magistratura, cuya alta función social lo requiere de la opinión forense; su actitud ha de
ser de deferente independencia, manteniendo siempre la más plena autonomía en aras
de libre ejercicio de su ministerio. Es el deber del abogado luchar por todos los medios
lícitos para que el nombramiento de Magistrados no se deba a consideraciones políti-
cas, sino exclusivamente a su aptitud para el cargo; y también para que ellos no se
dediquen a otras actividades distintas de la judicatura que impliquen riesgo de verse
privados de su imparcialidad.

Acusación de Magistrados.

Cuando haya fundamento serio de queja en contra de un Magistrado el abogado


podrá presentar acusación ante las autoridades o ante su Colegio de Abogados. Sola-
mente en este caso tales acusaciones serán alentadas y los abogados que las formu-
len, apoyados por sus colegas.

Cuando un abogado deje de desempeñar la magistratura o algún otro cargo público,


no debe aceptar el patrocinio de asunto del cual conoció su carácter oficial; tampoco
patrocinará asunto semejante a otro en el cual expresó opinión adversa con ocasión del
desempeño de su cargo, mientras no justifique su cambio de doctrina.

Es deber del abogado no tratar de ejercer influencia sobre un juzgador, apelando a


vinculaciones políticas o de amistad, o recurriendo a cualquier otro medio que no sea el
convencer con razonamientos. Es falta grave intentar o hacer alegaciones al juzgador
fuera del tribunal sobre un litigio pendiente.

95
Actividad Nº 6

1. Obtenga copia del Código de Ética correspondiente al Colegio de Abogados de su


Jurisdicción y responda los siguientes items:

a. Deberes éticos del abogado respecto de su colegio

b. Deberes éticos del abogado respecto de los demás abogados

c. Deberes éticos del abogado respecto de lols magistrados judiciales.

96
DIAGRAMA DE CONTENIDOS - UNIDAD VII

Deberes Éticos respectos al cliente

Relaciones

Deberes

De diligencia De fidelidad De información

Oposición de intereses

97
98
UNIDAD VII

DEBERES ÉTICOS RESPECTO DEL CLIENTE

RELACIONES CON LOS CLIENTES

El abogado sólo debe actuar profesionalmente si tiene mandato o instrucciones de


su cliente o de su apoderado.

Debe hacerlo con rapidez y diligencia aplicando toda su ciencia y empeño profesio-
nal en la defensa de los intereses que le han sido confiados.

El cliente debe ser permanentemente informado de la evolución del proceso y de sus


contingencias. El aquellos Departamentos Judiciales que se hallen informatizados es
de buena práctica suministrar al cliente los datos necesarios para la consulta del expe-
diente en red.

El Abogado no deberá aceptar un asunto profesional si sabe que no posee la compe-


tencia necesaria para ocuparse de él. Tampoco deberá aceptar el mandato si sabe que
no podrá ocuparse de él con la debida diligencia y rapidez.

Cuando el abogado deba dejar de intervenir en el asunto deberá asegurarse que el


cliente se haya bajo asistencia letrada o que podrá hallarla sin dificultad.

El Abogado no deberá aceptar el asunto de un nuevo cliente si existe el riesgo de


violación del secreto de las informaciones dadas por un antiguo cliente o si el conoci-
miento de los asuntos de su antiguo cliente pueden favorecer al nuevo cliente de forma
injustificada.

Cuando los Abogados ejerzan en grupo serán de aplicación al grupo en su conjunto y


a todos sus miembros.

DEBER DE DILIGENCIA PROFESIONAL

El abogado debe estudiar los asuntos que se le confiaron con la máxima diligencia y
proceder con la prudencia debida, evitando dilaciones dañosas a los clientes. La falta
de diligencia deriva ordinariamente en daños económicos y morales para las personas.
Los litigios interminables son causa de inseguridad jurídica

99
DEBER DE FIDELIDAD

Desde el momento en que el abogado acepta el encargo se debe al cliente y debe


mantener respecto a él el deber de fidelidad. Fidelidad que persiste una vez que ha
cesado la relación contractual.

DEBER DE INFORMACIÓN

Debe advertir al cliente las probabilidades que a su criterio tiene de ganar el juicio. Informar
acerca de la marcha del proceso. Informar al nuevo colega en la sustitución del poder.

La información que se obtiene del colega de la contraparte no puede utilizarse en el


proceso.

Ejemplo: un abogado mantiene con su contrario una gestión tendiente a procurar una
conciliación: No es ético que la otra parte la exteriorice en el proceso.

OPOSICIÓN DE INTERESES DEL CLIENTE Y DEL ABOGADO

El abogado jamás debe entrar en conflicto de intereses con el cliente. El Abogado no


deberá ser ni el asesor, ni el representante, ni el defensor de más de un cliente en un
mismo asunto si existe un conflicto entre los intereses de estos clientes o un grave
riesgo de que sobrevenga un conflicto semejante.

El Abogado deberá abstenerse de ocuparse de los asuntos de todos los clientes


afectados cuando surja un conflicto de intereses, cuando exista riesgo de violación del
secreto profesional o en caso de que peligre la integridad de su independencia.

Tan pronto como un cliente solicite para cierto asunto los servicios de un abogado, si
éste tuviere interés en él o algunas relaciones con las partes, o se encontrare sujeto a
influencias adversas a los intereses de dicho cliente, lo deberá revelar a éste, para
que, si insiste en su solicitud de servicios, lo haga con pleno conocimiento de esas
circunstancias.

Una vez aceptado el patrocinio de un asunto, el abogado no podrá renunciarlo sino


por causa justificada sobreviniente que afecte su honor, su dignidad o su conciencia, o
implique incumplimiento de las obligaciones morales o materiales del cliente hacia el
abogado o haga necesaria la intervención exclusiva de profesional especializado. con-
ducta incorrecta del cliente. El abogado ha de velar porque su cliente guarde respeto a
los magistrados y funcionarios, cuanto a la contraparte, a sus abogados y a los terce-
ros que intervengan en el asunto; y porque no haga actos indebidos. Si el cliente
persiste en su actitud reprobable, el abogado debe renunciar al patrocinio.

100
Actividad Nº 7

1. ¿Cómo regula el Código de Ética del Colegio de Abogados de su Jurisdicción las


relaciones entre el abogado y su cliente?

2. Consultando los antecedentes del Tribunal de Ética de su Colegio de Abogados


averigue si existen pronunciamientos respecto de conflictos de intereses entre el
abogado y su cliente.

101
102
DIAGRAMA DE CONTENIDOS - UNIDAD VIII

Derecho Disciplinario

Los Códigos de Ética Tribunal de disciplina Comentario

Recursos Sanciones disciplinarias

Plazos de prescripción Rehabilitación

Memorias y Mandamientos

103
104
UNIDAD VIII

DERECHO DISCIPLINARIO

LOS CÓDIGOS DE ÉTICA

Las reglas deontológicas están destinadas a garantizar, por su aceptación libremen-


te consentida, la buena ejecución por parte del Abogado de su misión reconocida como
indispensable para el buen funcionamiento de toda sociedad humana. La no observa-
ción de estas reglas por el Abogado tendrá como consecuencia, en última instancia,
una sanción disciplinaria.

Cada Colegio tiene sus normas especificas debidas a sus propias tradiciones. Di-
chas normas se adaptan a la organización y al ámbito de la profesión de Abogado en
cada Estado miembro; así como a los procedimientos judiciales y administrativos y a la
legislación nacional. No es ni posible, ni aconsejable, desenraizarlas ni intentar genera-
lizar normas que no son susceptibles de generalización.

Las normas particulares de cada Colegio se refieren, a pesar de ello, a los mismos
valores y tienen su origen frecuentemente en una base común.

TRIBUNAL DE DISCIPLINA

En el Colegio Público de Abogados la Capital Federal el tribunal de disciplina está


compuesto por quince (15) miembros titulares y quince (15) miembros suplentes, dura-
rán dos (2) años en el ejercicio de sus funciones y podrán ser reelectos. Funcionarán
divididos en tres (3) salas de cinco (5) miembros cada una salvo en el supuesto de
aplicación de la sanción de exclusión de la matrícula de abogados, en cuyo caso debe-
rán constituirse en tribunal plenario, con el recurso de la totalidad de sus integrantes.

COMPETENCIA

Artículo 39. Es de competencia del tribunal de disciplina:

a) Sustanciar los sumarios por violación a las normas éticas, sancionadas por la
asamblea de delegados.
b) Aplicar las sanciones para las que esté facultado.
c) Dictaminar, opinar e informar, cuando de ello le sea requerido.
d) Llevar un registro de penalidades de los matriculados.
e) Rendir a la asamblea ordinaria de delegados, anualmente y por medio del consejo
directivo, un informe detallado de las causas sustanciadas y sus resultados.

105
SANCIONES DISCIPLINARIAS

Artículo 43. Es atribución exclusiva del Colegio fiscalizar el correcto ejercicio de la


profesión de abogado. A tales efectos ejercitará el poder disciplinario con independen-
cia de la responsabilidad civil, penal o administrativa que puede imputarse a los matri-
culados.

Artículo 44. Los abogados matriculados quedarán sujetos a las sanciones previstas
en esta ley, por las siguientes causas

a) Condena judicial por delito doloso a pena privativa de la libertad, cuando de las
circunstancias del caso se desprendiera que el hecho afecta al decoro y ética
profesionales; o condena que comporte la inhabilitación profesional.
b) Calificación de conducta fraudulenta en el concurso comercial o civil, mientras no
sean rehabilitados.
c) Violación de las prohibiciones y limitaciones establecidas por el artículo 3 de la
presente ley.
d) Retención indebida de documentos o bienes pertenecientes a sus mandantes,
representados o asistidos.
e) Retardo o negligencia frecuente, o ineptitud manifiesta, u omisiones graves, en el
cumplimiento de sus deberes profesionales.
f) Infracción manifiesta o encubierta a lo dispuesto por la ley arancelaria.
g) Incumplimiento de las normas de ética profesional sancionadas por el Colegio.
h) Todo incumplimiento de las obligaciones o deberes establecidos por esta ley.

Artículo 45. Las sanciones disciplinarias serán:

a) Llamado de atención.
b) Advertencia en presencia del consejo directivo.
c) Multa cuyo importe no podrá exceder a la retribución mensual de un juez nacional
de primera instancia en lo civil de la Capital Federal.
d) Suspensión de hasta un (1) año en el ejercicio de la profesión.
e) Exclusión de la matrícula, que sólo podrá aplicarse:
a. Por haber sido suspendido el imputado cinco (5) o más veces con anterioridad
dentro de los últimos diez (10) años.
b. Por haber sido condenado por la comisión de un delito doloso a pena privativa
de la libertad y siempre que de las circunstancias del caso se desprendiera que
el hecho afecta al decoro y ética profesionales. A los efectos de la aplicación de
las sanciones, el tribunal deberá tener en cuenta los antecedentes del imputado.

Artículo 46. En todos los casos en que recaiga sentencia condenatoria a un aboga-
do, será obligación del tribunal o juzgado interviniente comunicar al Colegio la pena
aplicada, con remisión de copia íntegra del fallo recaído y la certificación de que la
misma se encuentra firme. La comunicación deberá efectuarse al presidente del conse-
jo directivo dentro del término de cinco (5) días de quedar firme la sentencia.

106
Artículo 47. Las sanciones de los incisos a), b) y c) del artículo 45 se aplicarán por
decisión de simple mayoría de los miembros de la sala del tribunal que prevenga.

La sanción del inciso d) del citado artículo requerirá el voto de dos tercios (2/3) de
los miembros de la sala del tribunal que prevenga

La sanción del inciso e) del artículo 45 requerirá el voto de los dos tercios (2/3) de
los miembros del tribunal en pleno. Todas las sanciones aplicadas por el tribunal de
disciplina serán apelables con efecto suspensivo.

RECURSOS

El recurso deberá interponerse dentro de los diez (10) días hábiles de notificada la
respectiva resolución, en forma fundada, ante la sala o tribunal en pleno que aplicó la
sanción.

El recurso será resuelto por la sala de la Cámara Federal de Apelaciones en lo


Contencioso Administrativo que corresponda. El consejo directivo del Colegio será
parte en la sustanciación del recurso.

Recibido el recurso, la Cámara dará traslado al consejo directivo del Colegio, por el
término de diez (10) días y, evacuado el mismo, deberá resolver en el término de treinta
(30) días.

Cuando se impongan sanciones de suspensión, las mismas se harán efectivas a


partir de los treinta (30) días de quedar firmes.

PLAZO DE PRESCRIPCIÓN

Artículo 48. Las acciones disciplinarias prescribirán a los dos (2) años de produci-
dos los hechos que autoricen su ejercicio y siempre que quienes tuvieren interés en
promoverlas hubieran pedido razonablemente tener conocimiento de los mismos. Cuando
hubiere condena penal, el plazo de prescripción de las acciones disciplinarias de esta
ley será de seis (6) meses a contar desde la notificación al Colegio.

REHABILITACIÓN

Artículo 49. El tribunal de disciplina, por resolución fundada, podrá acordar la reha-
bilitación del abogado excluido de la matrícula, siempre que hayan transcurrido dos (2)
años como mínimo del fallo disciplinario firme y hayan cesado las consecuencias de la
condena penal, si la hubo.

107
Artículo 50. Las sanciones aplicadas por este tribunal serán anotadas en el legajo
correspondiente del profesional sancionado.

La renuncia a la inscripción no impedirá el juzgamiento del renunciante.

108
MEMORIAS Y MANDAMIENTOS

1. MANDAMIENTOS DEL ABOGADO


Eduardo Couture

- ESTUDIA. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos,


serás cada día un poco menos abogado.

- PIENSA. El Derecho se aprende estudiando pero se ejerce pensando.

- TRABAJA. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.

- LUCHA. Tu deber es luchar por el Derecho; pero el día que encuentres en conflicto
el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.

- SE LEAL. Leal para tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas
que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando el sea desleal contigo.
Leal para con el Juez que ignora los hechos y debe confiar en lo que tu le dices; y que
en cuanto al Derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que tu le invocas.

- TOLERA. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea
tolerada la tuya.

- TEN PACIENCIA. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.

- TEN FE. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia


humana, en la Justicia, como destino normal del Derecho; en la paz, como susti-
tutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo ten fe en la Libertad, sin la cual no
hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.

- OLVIDA. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargan-


do tu alma de rencor, llegará el día en que la vida será imposible para ti. Concluido
el combate, olvida tu victoria como tu derrota.

- AMA A TU PROFESIÓN. Trata de considera la Abogacía de tal manera que el día


en que tu hijo te pida consejo por su destino, consideres un honor para ti proponer-
le que se haga Abogado.

2. DECÁLOGO DEL ABOGADO


Ángel Osorio y Gallardo

- No pases por encima de un estado de tu conciencia.


- No afectes una convicción que no tengas.

109
- No te rindas ante la popularidad ni adules a la tiranía.
- Piensa siempre que tú eres para tu cliente y no el cliente para ti.
- No procures nunca en los Tribunales ser más que los Magistrados, pero no con-
sientas ser menos.
- Ten fé en la razón que es lo que en general prevalece.
- Pon la moral por encima de las leyes.
- Aprecia como el mejor de los textos el sentido común.
- Procura la paz como el mayor de los triunfos.
- Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que las
de tu saber.

110
Actividad Nº 8

Concurra al Colegio de Abogados de su Jurisdicción y releve la siguiente información:

1. Normas de procedimiento del Tribunal de Ética

2. Faltas de ética más comunes de los abogados respecto de su Colegio

3. Faltas de ética más comunes de los abogados respecto de sus clientes

4. Respecto de otros abogados

5. Respecto de la Administración de justicia

6. ¿Existen en dicho Colegio abogados excluidos de la matrícula?. En caso afir-


mativo averigüe las causas y razones de dicha sanción.

111
112
ANEXO I

LEY 23.187
EJERCICIO DE LA ABOGACÍA DE LA CAPITAL FEDERAL

Boletín Oficial: 28-6-85.


Capítulo I - De los abogados
Sección I - Requisitos para el ejercicio profesional

Artículo 1. El ejercicio de la profesión de abogado en la Capital Federal se regirá por


las prescripciones de la presente ley y subsidiariamente por las normas de los códigos
de procedimientos nacionales y demás leyes que no resulten derogadas por ésta. La
protección de la libertad y dignidad de la profesión de abogado forma parte de las
finalidades de esta ley y ninguna de sus disposiciones podrán entenderse en un sentido
que las menoscabe o restrinja.

Artículo 2. Para ejercer la profesión de abogado en jurisdicción de la Capital Federal


se requiere:

a) Poseer título habilitante expedido por autoridad competente;

b) Hallarse inscripto en la matrícula que llevará el Colegio Público de Abogados de la


Capital Federal que por esta ley se crea. No será exigible este requisito al profesional
que litigue ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación o ante tribunales o instancias
administrativas, por causas originadas en tribunales federales o locales en las provincias.

c) No encontrarse incurso en las incompatibilidades o impedimentos previstos en el


artículo siguiente.

Artículo 3. No se podrá ejercer la profesión de abogado en la Capital Federal en los


siguientes casos:

a) Por incompatibilidad:

- El Presidente y vicepresidente de la Nación, los ministros, secretarios y subse-


cretarios del Poder Ejecutivo de la Nación, el procurador y subprocurador del
Tesoro de la Nación, el intendente municipal de la ciudad de Buenos Aires y los
secretarios de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.
- Los legisladores nacionales y concejales de la Capital Federal, mientras dure el
ejercicio de su mandato, en causas judiciales y gestiones de carácter administra-
tivo, en que particulares tengan intereses encontrados con el Estado nacional, la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, sus respectivos entes autárquicos y/
o empresas del Estado, excepto en las causas penales y correccionales.

113
- Los magistrados, funcionarios y empleados judiciales de cualquier fuero y juris-
dicción, los que se desempeñen en el ministerio público, Fiscalía Nacional de
Investigaciones Administrativas, los integrantes de tribunales administrativos ex-
cepto cuando el ejercicio profesional resulte una obligación legal, representando o
patrocinando al Estado nacional, provincial o municipal.
- Los miembros de las fuerzas armadas e integrantes de sus tribunales, de sus
cuadros u organizaciones y los funcionarios y autoridades integrantes de los cuer-
pos de Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina, Poli-
cía Nacional Aeronáutica, Servicio Penitenciario Federal, policías provinciales,
cuando las normas que regulen a dichas instituciones así lo dispongan.
No se podrá ejercer la profesión de abogado en la Capital Federal en los siguien-
tes casos:
- Los magistrados y funcionarios de los tribunales municipales de faltas de la ciu-
dad de Buenos Aires.
- Los abogados, jubilados como tales, cualquiera sea la jurisdicción donde hayan
obtenido la jubilación, en la medida dispuesta por la legislación previsional vigente
en la fecha en que se obtuvo la jubilación.
- Los abogados que ejerzan la profesión de escribano público.
- Los abogados que ejerzan las profesiones de contador público, martillero o cual-
quier otra considerada auxiliar de la justicia, limitándose la incompatibilidad a la
actuación ante el tribunal o juzgado en que hayan sido designados como auxilia-
res de la justicia y mientras duren sus funciones.
- Los magistrados y funcionarios judiciales jubilados como tales, limitándose la
incompatibilidad a la actuación ante el fuero al que hubieran pertenecido y por el
término de dos (2) años a partir de su cese.

b) Por especial impedimento:

- Los suspendidos en el ejercicio profesional por el Colegio que crea esta ley.
- Los excluidos de la matrícula profesional, tanto de la Capital Federal como de
cualquier otra de la República, por sanción disciplinaria aplicada por el Colegio o
por los organismos competentes de las provincias y mientras no sean objeto de
rehabilitación.

Artículo 4. Los abogados comprendidos en las incompatibilidades del artículo ante-


rior deberán comunicar fehacientemente en tiempo hábil tal circunstancia al consejo
directivo, denunciando la causal y el lapso de su duración, de lo que se tomará debida
nota en la matrícula.

La omisión de la denuncia mencionada lo hará pasible de la sanción prevista en la


presente ley.

No obstante, podrán actuar en causa propia o en la de su cónyuge, ascendiente o


descendiente consanguíneo en línea recta, pupilo o adoptado, así como también en las
que sean inherentes a su cargo o empleo, pudiendo devengar honorarios conforme a
las leyes.

114
Sección II - Jerarquía del abogado. Deberes y derechos

Artículo 5. El abogado, en el ejercicio profesional, estará equiparado a los magistra-


dos en cuanto a la consideración y respeto que se le debe. Sin perjuicio de las sancio-
nes que pudieran corresponder a quien no observare esta norma, el abogado afectado
tendrá derecho a efectuar una reclamación ante el superior jerárquico del infractor, que
deberá tramitarse sumariamente. Además, el afectado deberá comunicar de inmediato
al Colegio cualquier violación de la presente norma, quien podrá constituirse en parte
en dichas actuaciones.

Artículo 6. Son deberes específicos de los abogados, sin perjuicio de otros que se
señalen en leyes especiales, los siguientes.

a) Observar fielmente la Constitución Nacional y la legislación que en consecuencia


se dicte.

b) Aceptar y ejercer los nombramientos de oficio que por sorteo efectúen las autori-
dades del Colegio para asesorar, defender o patrocinar jurídicamente en forma
gratuita, a litigantes carentes de suficientes recursos.

c) Tener estudio o domicilio especial dentro del radio de la Capital Federal.

d) Comunicar al Colegio todo cambio de domicilio que efectúen así como también la
cesación o reanudación de sus actividades profesionales.

e) Comportarse con lealtad, probidad y buena fe en el desempeño profesional.

f) Observar con fidelidad el secreto profesional, salvo autorización fehaciente del


interesado.

Artículo 7. Son derechos específicos de los abogados, sin perjuicio de los acorda-
dos por otras disposiciones legales, los siguientes:

a) Evacuar consultas jurídicas y percibir remuneración no inferior a la que rijan las


leyes arancelarias.

b) Defender, patrocinar y/o representar judicialmente o extrajudicialmente a sus clientes.

c) Guardar el secreto profesional.

d) Comunicarse libremente con sus clientes respecto de los intereses jurídicos de


éstos, cuando se hallaren privados de libertad.

e) La inviolabilidad de su estudio profesional, en resguardo de la garantía constitu-


cional de la defensa en juicio. En caso de allanamiento, la autoridad competente

115
que hubiere dispuesto la medida deberá dar aviso de ella al Colegio al realizarla, y
el abogado podrá solicitar la presencia de un miembro del consejo directivo duran-
te el procedimiento, sin que ello implique suspenderlo.

Artículo 8. Sin perjuicio de los demás derechos que les acuerdan las leyes, es
facultad de los abogados en el ejercicio de su profesión requerir a las entidades públi-
cas información concerniente a las cuestiones que se les hayan encomendado y, asi-
mismo, tener libre acceso personal a archivos y demás dependencias administrativas
en las que existan registros de antecedentes. Se exceptúan de esta disposición aque-
llas informaciones de carácter estrictamente privado y aquellos registros y archivos
cuyas constancias se declaren reservadas por disposición legal. En estos casos el
abogado deberá requerir el informe por intermedio del juez de la causa.

Artículo 9. En dependencias policiales, penitenciarias o de organismos de seguri-


dad, deberán proporcionarse al abogado los informes que éste requiera respecto de los
motivos de detención de cualquier persona y el nombre del juez a cuyo cargo se hallare
la causa.

Dicho informe deberá ser proporcionado por escrito y por intermedio del funcionario
de mayor jerarquía existente al momento del requerimiento.

No podrán establecerse horarios para evacuar tales pedidos, a cuyo efecto se consi-
deran hábiles las veinticuatro horas del día. La sola exhibición de la credencial otorga-
da por el Colegio es requisito suficiente para acreditar la condición de abogado.

Artículo 10. Queda expresamente prohibido a los abogados:

a) Representar, patrocinar y/o asesorar simultánea o sucesivamente en una misma


causa, intereses opuestos.

b) Ejercer la profesión en procesos en cuya tramitación hubiera intervenido anteriormen-


te como juez de cualquier instancia, secretario o representante del ministerio público.

c) Autorizar el uso de su firma o nombre a personas que, sin ser abogados, ejerzan
actividades propias de la profesión.

d) Disponer la distribución o participación de honorarios con personas que carezcan


de título habilitante para el ejercicio profesional.

e) Publicar avisos que induzcan a engaño u ofrecer ventajas que resulten violatorias
de las leyes en vigor, o que atenten contra la ética profesional.

f) Recurrir directamente, o por terceras personas, a intermediarios remunerados


para obtener asuntos.

116
Capítulo II - Inscripción de la matrícula
Sección Unica - Matrícula de abogados

Artículo 11. Para inscribirse en la matrícula del Colegio que por esta ley se crea, se
requiere:

a) Acreditar la identidad personal.


b) Presentar título de abogado expedido y/o reconocido por autoridad nacional y
competente.
c) Denunciar el domicilio real y constituir uno especial en la Capital Federal.
d) Declarar bajo juramento no estar afectado por ninguna de las incompatibilidades o
impedimentos referidos en el artículo 3 de la presente ley.
e) Prestar juramento profesional.
f) Abonar las sumas que establezca la reglamentación.

Artículo 12. El consejo directivo del Colegio verificará si el peticionante reúne los
requisitos exigidos por el artículo 11 de la presente ley y deberá expedirse dentro de
los diez (10) días hábiles posteriores a la fecha de la solicitud. La falta de resolución
dentro del mencionado plazo de diez (10) días hábiles implicará tener por aceptada la
solicitud del peticionante.

Artículo 13. El rechazo del pedido de inscripción sólo podrá fundarse en el incumpli-
miento de alguno de los requisitos previstos en el artículo 11 y deberá ser decidido por
el voto como mínimo de los dos tercios (2/3) de los miembros del consejo. En caso de
denegatoria, el peticionante interesado podrá interponer recurso de apelación ante la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal de la Capi-
tal Federal, el que deberá ser deducido y fundado dentro de los diez (10) días hábiles
siguientes a la correspondiente notificación. El recurso se concederá al solo efecto
devolutivo. La Cámara dará traslado por cinco (5) días hábiles al Colegio. Vencido este
plazo, el tribunal resolverá la apertura a prueba por veinte (20) días, si hubiera sido
solicitada por el apelante y considerara procedente la misma. En caso contrario, llama-
rá autos para resolver.

La resolución deberá producirse dentro de los veinte (20) días hábiles e improrrogables
del llamamiento de autos para resolver. El Colegio al contestar el traslado no podrá
invocar, aludir o referirse a hechos que no hayan sido objeto de mención o de conside-
ración, en la resolución denegatoria. De no observarse este requisito, la Cámara, a
pedido de parte o de oficio, dispondrá el desglose del escrito teniéndose por no presen-
tado.

Para la sustanciación del recurso se aplicarán supletoriamente las normas del Códi-
go Procesal Civil y Comercial de la Nación, referentes al recurso de apelación.

117
Artículo 14. El Colegio tendrá a su cargo la actualización y depuración de la matrí-
cula de los abogados, debiendo comunicar las modificaciones que se operen en la
misma a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Artículo 15. Los abogados matriculados que, con posterioridad a la inscripción,


estén incursos en alguna de las incompatibilidades especificadas en los apartados 1,
2, 3, 4, 5, 6 y 7 del inciso a) del artículo 3 podrán reincorporarse a la matrícula al cesar
las causas de incompatibilidad allí enunciadas.

Artículo 16. El abogado, una vez aprobada su inscripción en la matrícula, en formal


acto público ante el Colegio prestará juramento de fidelidad en el ejercicio de su profe-
sión a la Constitución Nacional y a las reglas de ética profesional. Prestado que sea el
juramento se le hará entrega de la credencial o certificado respectivo, comunicándose
su inscripción a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Capítulo III - Colegiación de abogados


Sección I - Creación del Colegio. Matriculación. Personería

Artículo 17. Créase el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, que con-
trolará el ejercicio de la profesión de abogado y tendrá a su cargo el gobierno de la
matrícula respectiva en el ámbito geográfico de la Capital Federal y con referencia a las
actuaciones profesionales en tal jurisdicción, ajustándose a las disposiciones de esta ley.

El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal funcionará con el carácter,


derechos y obligaciones de las personas jurídicas de derecho público.
Sin perjuicio de las remisiones especiales, la actuación del Colegio que se refiere al
ejercicio del cometido administrativo que esta ley le habilita, se regirá observando
supletoriamente la ley 19549 de procedimientos administrativos. Prohíbese el uso por
asociaciones o entidades particulares que se constituyan en lo sucesivo de la denomi-
nación Colegio Público de Abogados de la Capital Federal u otras que por su semejan-
za puedan inducir a confusiones.

Artículo 18. Serán matriculados al Colegio Público de Abogados de la Capital Fede-


ral los abogados actualmente inscriptos en la matrícula llevada por la Subsecretaría de
Matrícula de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y los abogados que en el futuro
se matriculen en el Colegio conforme las disposiciones de esta ley. Declárase obligato-
ria la matriculación prevista, no pudiendo ejercerse la profesión en caso de no estar
efectuada la matriculación dispuesta.

Artículo 19. La matriculación en el Colegio implicará el ejercicio del poder disciplina-


rio sobre el inscripto y el acatamiento de éste al cumplimiento de los deberes y obliga-
ciones fijados por esta ley.

118
Sección II - Finalidad. Funciones. Deberes y facultades

Artículo 20. El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal tendrá las siguien-
tes finalidades generales:

a) El gobierno de la matrícula de los abogados que ejerzan su profesión en la Capital


Federal, sea habitual o esporádicamente, salvo el caso previsto por el artículo 2,
inciso b) de la presente ley.

b) El ejercicio del poder disciplinario sobre los matriculados.

c) Defender a los miembros del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal


para asegurarles el libre ejercicio de la profesión conforme a las leyes, velar por la
dignidad y el decoro profesional de los abogados y afianzar la armonía entre ellos.

d) La promoción y organización de la asistencia y defensa jurídica de las personas


que carezcan de recursos económicos y la cooperación con los poderes públicos
para el logro integral de esta finalidad.

e) La contribución al mejoramiento de la administración de justicia haciendo conocer


y señalando las deficiencias e irregularidades que se observaren en su funciona-
miento.

f) Evacuar las consultas que le sean requeridas en cuanto a la designación de los


magistrados.

g) El dictado de las normas de ética profesional, que inexcusablemente deberán obser-


var los abogados, y la aplicación de las sanciones que aseguren su cumplimiento.

h) La colaboración con los poderes públicos en la elaboración de la legislación en


general.

Artículo 21. Para el cumplimiento de sus finalidades, ajustará su funcionamiento a


las siguientes funciones, deberes y facultades:

a) Tendrá el gobierno y contralor de la matrícula de abogados, ejerciendo el poder disci-


plinario sobre los mismos a través del tribunal de disciplina y conforme a las normas
establecidas en la presente ley y reglamento que dicte la asamblea de delegados.

b) Vigilará y controlará que la abogacía no sea ejercida por personas carentes de


título habilitante, o que no se encuentren matriculados. A estos fines, estará en-
cargada específicamente de ello una comisión de vigilancia que estará integrada
por miembros del consejo directivo.

c) Aplicará las normas de ética profesional que sancione la asamblea de delegados,


como también toda otra disposición que haga al funcionamiento del Colegio.

119
d) Controlará el efectivo cumplimiento de las sanciones disciplinarias impuestas a
los abogados matriculados.

e) Administrará los bienes y fondos del Colegio de conformidad a la presente ley, al


reglamento interno que sancione la asamblea de delegados y, en especial, confor-
me al presupuesto de gastos y cálculos de recursos que anualmente apruebe la
asamblea de delegados.

f) Cooperará en los estudios de planes académicos y/o universitarios de la aboga-


cía, el doctorado y de cursos jurídicos especiales, realizando o participando en
trabajos, congresos, reuniones y conferencias, y destacando estudiosos y espe-
cialistas de entre sus matriculados.

Para el cumplimiento de sus finalidades, ajustará su funcionamiento a las siguientes


funciones, deberes y facultades:

g) Fundará y sostendrá una biblioteca pública, especialmente jurídica y establecerá


becas y premios que estimulen y propicien la profundización del estudio y espe-
cializaciones en las ciencias jurídicas.

h) Dictará por iniciativa del consejo directivo y aprobación de la asamblea de delega-


dos, el reglamento interno del Colegio y sus modificaciones.

i) Intervendrá como árbitro en las causas que le sean sometidas, tanto en cuestio-
nes en que sea parte el Estado, las particulares o las que se susciten entre
profesionales, o entre éstos y sus clientes.

j) Tutelará la inviolabilidad del ejercicio profesional en todos sus órdenes estando


investido a esos efectos de legitimación procesal para ejercitar la acción pública.

k) A los fines previstos en el inciso e) del artículo anterior, el Colegio estará facultado
para solicitar el enjuiciamiento de magistrados siempre que en la decisión concu-
rra el voto de dos tercios (2/3) de los integrantes del consejo directivo.

Sección III - Organos del Colegio. Modo de constitución. Competencia

Artículo 23. El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal se compondrá de


los siguientes órganos:

a) Asamblea de Delegados.

b) El Consejo Directivo.

c) El Tribunal de Disciplina.

120
Artículo 29. El tribunal de disciplina estará compuesto por quince (15) miembros
suplentes. Para ser miembro del mismo se requerirá tener una antiguedad de diez (10)
años de inscripción en la matrícula como mínimo.

Artículo 30. Los miembros del tribunal de disciplina serán elegidos por el voto direc-
to, secreto y obligatorio de los matriculados, por el mismo sistema previsto para la
asamblea de delegados.

Artículo 31. Los miembros del tribunal de disciplina durarán dos (2) años en el
ejercicio de sus funciones y podrán ser reelectos. Funcionarán divididos en tres (3)
salas de cinco (5) miembros cada una salvo en el supuesto de aplicación de la sanción
de exclusión de la matrícula de abogados, en cuyo caso deberán constituirse en tribu-
nal plenario, con el recurso de la totalidad de sus integrantes.

Artículo 39. Es de competencia del tribunal de disciplina:

a) Sustanciar los sumarios por violación a las normas éticas, sancionadas por la
asamblea de delegados.

b) Aplicar las sanciones para las que esté facultado.

c) Dictaminar, opinar e informar, cuando de ello le sea requerido.

d) Llevar un registro de penalidades de los matriculados.

e) Rendir a la asamblea ordinaria de delegados, anualmente y por medio del consejo


directivo, un informe detallado de las causas sustanciadas y sus resultados.

Artículo 40. Los miembros del tribunal de disciplina serán recusables por las cau-
sas establecidas para los jueces en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación,
no admitiéndose la recusación sin causa.

Artículo 41. La asamblea de delegados reglamentará el procedimiento a que se


ajustará el tribunal de disciplina como también su modo de actuación por sala en pleno.
Dicha reglamentación hará aplicación de los siguientes principios:

a) Juicio oral.

b) Derecho a la defensa asegurando en su caso el sistema de defensa oficial, obliga-


toria y gratuita.

c) Plazos procesales.

121
d) Impulso de oficio del procedimiento.

e) Normas supletorias aplicables, observando en primer término las prescripciones


del Código de Procedimientos en Materia Penal.

f) Término máximo de duración del proceso.

Artículo 42. El tribunal de disciplina podrá disponer la comparecencia de los testi-


gos; realizar inspecciones; verificar expedientes y realizar todo tipo de diligencias. A
tales efectos podrá valerse del auxilio de la fuerza pública, cuyo concurso podrá ser
requerido a cualquier juez nacional, el que examinadas las fundamentaciones del pedi-
do resolverá sin otro trámite, en el termino de cuarenta y ocho (48) horas.

Capítulo IV - De los poderes disciplinarios


Sección Única - Competencia. Causas. Sanciones. Recursos. Rehabilitación

Artículo 43. Es atribución exclusiva del Colegio fiscalizar el correcto ejercicio de la


profesión de abogado. A tales efectos ejercitará el poder disciplinario con independencia de
la responsabilidad civil, penal o administrativa que puede imputarse a los matriculados.

Artículo 44. Los abogados matriculados quedarán sujetos a las sanciones previstas
en esta ley, por las siguientes causas:

a) Condena judicial por delito doloso a pena privativa de la libertad, cuando de las
circunstancias del caso se desprendiera que el hecho afecta al decoro y ética
profesionales; o condena que comporte la inhabilitación profesional.

b) Calificación de conducta fraudulenta en el concurso comercial o civil, mientras no


sean rehabilitados.

c) Violación de las prohibiciones y limitaciones establecidas por el artículo 3 de la


presente ley.

d) Retención indebida de documentos o bienes pertenecientes a sus mandantes,


representados o asistidos.

e) Retardo o negligencia frecuente, o ineptitud manifiesta, u omisiones graves, en el


cumplimiento de sus deberes profesionales.

f) Infracción manifiesta o encubierta a lo dispuesto por la ley arancelaria.

g) Incumplimiento de las normas de ética profesional sancionadas por el Colegio.

h) Todo incumplimiento de las obligaciones o deberes establecidos por esta ley.

122
Artículo 45. Las sanciones disciplinarias serán:

a) Llamado de atención.

b) Advertencia en presencia del consejo directivo.

c) Multa cuyo importe no podrá exceder a la retribución mensual de un juez nacional


de primera instancia en lo civil de la Capital Federal.

d) Suspensión de hasta un (1) año en el ejercicio de la profesión.

e) Exclusión de la matrícula, que sólo podrá aplicarse:

- Por haber sido suspendido el imputado cinco (5) o más veces con anterioridad
dentro de los últimos diez (10) años.
- Por haber sido condenado por la comisión de un delito doloso a pena privativa
de la libertad y siempre que de las circunstancias del caso se desprendiera que
el hecho afecta al decoro y ética profesionales. A los efectos de la aplicación de
las sanciones, el tribunal deberá tener en cuenta los antecedentes del imputado.

Artículo 46. En todos los casos en que recaiga sentencia condenatoria a un aboga-
do, será obligación del tribunal o juzgado interviniente comunicar al Colegio la pena
aplicada, con remisión de copia íntegra del fallo recaído y la certificación de que la
misma se encuentra firme. La comunicación deberá efectuarse al presidente del conse-
jo directivo dentro del término de cinco (5) días de quedar firme la sentencia.

Artículo 47. Las sanciones de los incisos a), b) y c) del artículo 45 se aplicarán por
decisión de simple mayoría de los miembros de la sala del tribunal que prevenga.
La sanción del inciso d) del citado artículo requerirá el voto de dos tercios (2/3) de los
miembros de la sala del tribunal que prevenga.

La sanción del inciso e) del artículo 45 requerirá el voto de los dos tercios (2/3) de
los miembros del tribunal en pleno. Todas las sanciones aplicadas por el tribunal de
disciplina serán apelables con efecto suspensivo. El recurso deberá interponerse den-
tro de los diez (10) días hábiles de notificada la respectiva resolución, en forma funda-
da, ante la sala o tribunal en pleno que aplicó la sanción.

El recurso será resuelto por la sala de la Cámara Federal de Apelaciones en lo


Contencioso Administrativo que corresponda. El consejo directivo del Colegio será
parte en la sustanciación del recurso.

Recibido el recurso, la Cámara dará traslado al consejo directivo del Colegio, por el
término de diez (10) días y, evacuado el mismo, deberá resolver en el término de treinta
(30) días.

123
Cuando se impongan sanciones de suspensión, las mismas se harán efectivas a
partir de los treinta (30) días de quedar firmes.

Artículo 48. Las acciones disciplinarias prescribirán a los dos (2) años de produci-
dos los hechos que autoricen su ejercicio y siempre que quienes tuvieren interés en
promoverlas hubieran pedido razonablemente tener conocimiento de los mismos. Cuando
hubiere condena penal, el plazo de prescripción de las acciones disciplinarias de esta
ley será de seis (6) meses a contar desde la notificación al Colegio.

Artículo 49. El tribunal de disciplina, por resolución fundada, podrá acordar la reha-
bilitación del abogado excluido de la matrícula, siempre que hayan transcurrido dos (2)
años como mínimo del fallo disciplinario firme y hayan cesado las consecuencias de la
condena penal, si la hubo.

Artículo 50. Las sanciones aplicadas por este tribunal serán anotadas en el legajo
correspondiente del profesional sancionado.

La renuncia a la inscripción no impedirá el juzgamiento del renunciante.

Capítulo VI - Patrocinio y representación gratuitos

Artículo 55. El Colegio establecerá un consultorio gratuito para quienes carecieren


de recursos y organizará la defensa y asistencia jurídica de los mismos. A tales efec-
tos deberá admitirse como practicantes a los estudiantes de Derecho que lo soliciten,
en el número, modo y condiciones que fijará el consejo directivo.

Artículo 56. El consejo directivo, dentro de los treinta (30) días de constituido el
Colegio, deberá dictar el reglamento correspondiente al funcionamiento del consultorio,
representación y patrocinio jurídico gratuitos, determinando los requisitos que deberán
reunir los solicitantes de este servicio y el modo de designación de los abogados que
intervendrán, y las sanciones por su incumplimiento.

Artículo 57. El otorgamiento de poder al abogado designado se hará gratuitamente


ante el secretario del juzgado o tribunal que corresponde, en forma de acta.
Las actuaciones de los abogados que cumplan con este servicio estarán exentas de
todo tributo.

124
ANEXO II

LEY DE HONORARIOS DE ABOGADOS Y PROCURADORES


-CAPITAL FEDERAL- 21.839

Boletín Oficial 20-7-78


Capítulo I - Disposiciones generales
Sección I - Ámbito y presunción - Ámbito de aplicación

Artículo 1. Los honorarios de los abogados y procuradores por su actividad judicial


o extrajudicial, cuando la competencia correspondiere a los tribunales nacionales de la
Capital Federal y los tribunales nacionales con asiento en las provincias y Territorio
Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, se regularán de
acuerdo con esta ley.

Artículo 2. Los profesionales que actuaren para su cliente con asignación fija, perió-
dica, por un monto global o en relación de dependencia, no están comprendidos en la
presente ley, excepto respecto de los asuntos cuya materia fuere ajena a aquella rela-
ción, o cuando mediare condena en costas a cargo de otras de las partes intervinientes
en el proceso. (según ley 24.432)

Artículo 3. La actividad profesional de los abogados y procuradores se presume de


carácter oneroso, en la medida de su oficiosidad, salvo en los casos en que conforme
excepciones legales, pudieren o debieren actuar gratuitamente.

Se presume gratuito el patrocinio o representación de los ascendientes, descendien-


tes o cónyuges del profesional.

Las disposiciones de la presente ley se aplicarán supletoriamente a falta de acuerdo


expreso en contrario. (según ley 24.432)

Sección II - Pactos

Artículo 4. Los profesionales podrán pactar con sus clientes que los honorarios por
su actividad en uno o más asuntos o procesos consistirán en participar en el resultado
de éstos.

En estos casos, los honorarios del abogado y del procurador, en conjunto y por todo
concepto, no podrán exceder del cuarenta por ciento (40 %) del resultado económico
obtenido, sin perjuicio del derecho de los profesionales a percibir los honorarios que se
declaren a cargo de la parte contraria.

125
Cuando la participación del profesional en el resultado de pleito, sea superior al
veinte por ciento (20 %), los gastos que correspondieren a la defensa del cliente y la
responsabilidad de éste por las costas, estarán a cargo del profesional, excepto con-
vención en contrario.

Los asuntos o procesos previsionales, alimentarios y de familia, no podrán se objeto


de pactos. Tampoco podrán pactarse honorarios exclusivamente con relación a la dura-
ción del asunto o proceso.

Artículo 5. (derogado por la ley 24.432)

Capítulo II - Labor judicial


Sección I - Principios - Pautas para fijar el monto del honorario

Artículo 6. Para fijar el monto del honorario, se tendrán en cuenta las siguientes
pautas, sin perjuicio de otras que se adecuaren mejor a las circunstancias particulares
de los asuntos o procesos:

a) el monto del asunto o proceso, si fuere susceptible de apreciación pecuniaria;

b) la naturaleza y complejidad del asunto o proceso;

c) el resultado que se hubiere obtenido y la relación entre la gestión profesional y la


probabilidad de efectiva satisfacción de la pretensión reclamada en el juicio por el
vencido. (según ley 24.432)

d) el mérito de la labor profesional apreciada por la calidad, eficacia y extensión del


trabajo;

e) la actuación profesional con respecto a la aplicación del principio de celeridad


procesal;

f) la trascendencia jurídica, moral y económica que tuviere el asunto o proceso para


casos futuros, para el cliente y para la situación económica de las partes.

Artículo 7. Los honorarios de los abogados, por su actividad durante la tramitación


del asunto o proceso en primera instancia, cuando se tratare de sumas de dinero o
bienes susceptibles de apreciación pecuniaria, serán fijados entre el once por ciento
(11 %) y el veinte por ciento (20 %) del monto del proceso.

Los honorarios del abogado de la parte vencida serán fijados entre el siete por ciento
(7 %) y el diecisiete por ciento (17 %) del monto del proceso.

126
Artículo 8. Salvo pacto en contrario, los honorarios de los abogados no podrán ser
regulados en sumas inferiores a quinientos pesos ($500.-) en los procesos de conoci-
miento, trescientos pesos ($300.-) en los procesos de ejecución y doscientos ($200.-)
en los procesos voluntarios. Cuando se tratare de procesos correccionales, los hono-
rarios mínimos serán de quinientos pesos ($500), y en los demás procesos penales,
serán de un mil pesos ($1.000.-).

Las regulaciones mínimas previstas deberán adecuarse, en su caso, a lo dispuesto


en el artículo 10 y en el capítulo III de la presente ley. (según ley 24.432)

Artículo 9. Los honorarios de los procuradores serán fijados entre un treinta por
ciento (30 %) y un cuarenta por ciento (40 %) de lo que correspondiere a los abogados.
Cuando los abogados también actuaren como procuradores, percibirán los honorarios
que correspondiere fijar si actuaren por separado abogados y procuradores.
(según ley 24.432)

Artículo 10. Cuando actuaren conjuntamente varios abogados o procuradores por


una misma parte, a fin de regular honorarios se considerará que ha existido un solo
patrocinio o una sola representación, según fuere el caso.

Cuando actuaren sucesivamente, el honorario correspondiente se distribuirá en pro-


porción a la importancia jurídica de la respectiva actuación y a la labor desarrollada por
cada uno.

Artículo 11. En los casos de litis consorcio, activo o pasivo, en que actuaren diferen-
tes profesionales al servicio de cualesquiera de las partes, los honorarios de cada uno
de ellos se regularán atendiendo a la respectiva actuación cumplida, al interés de cada
litis consorte y a las pautas del artículo 6, sin que el total excediere en el cuarenta por
ciento (40 %) de los honorarios que correspondieren por la aplicación del artículo 7,
primera parte.

Artículo 12. Los profesionales que actuaren en asuntos o procesos propios, percibi-
rán sus honorarios de las partes contrarias, si éstas fueren condenadas a pagar las
costas.

Artículo 13. Al solo efecto de regular honorarios, la firma del abogado patrocinante
en un escrito implicará el mantenimiento de su intervención profesional en las actua-
ciones posteriores, aunque éstas no fueren firmadas por él. La intervención profesional
cesará por renuncia del abogado, o cuando así lo manifestare en forma expresa el
cliente o su apoderado.

127
Artículo 14. Por las actuaciones correspondientes a segunda o ulterior instancia, se
regulará en cada una de ellas del veinticinco por ciento (25 %) al treinta y cinco por
ciento (35 %) de la cantidad que deba fijarse para los honorarios de primera instancia.
Si la sentencia apelada fuere revocada en todas sus partes en favor del apelante, el
honorario de su letrado se fijará en el treinta y cinco por ciento (35 %).

Artículo 15. Si el profesional actuare como administrador judicial en proceso volun-


tario, contencioso o universal, en principio serán aplicadas las pautas del artículo 7,
primera parte, sobre el monto de las utilidades realizadas durante su desempeño. En
circunstancias especiales, cuando el honorario resultante fuere un monto excesiva-
mente elevado o reducido, podrá aplicarse el criterio de tener en cuenta, total o parcial-
mente, además de las pautas del artículo 6, el valor del caudal administrado o ingresos
producidos y el lapso de actuación.

Artículo 16. Si el profesional actuare como interventor el honorario se fijará en el


cincuenta por ciento (50 %) de lo que correspondería al administrador; si actuare como
veedor, en el treinta por ciento (30 %).

Artículo 17. Si el profesional actuare como partidor, el honorario se fijará en el


veinte por ciento (20 %) del que correspondiere por aplicación del artículo 7, primera
parte.

Artículo 18. En los procesos arbitrales y contravencionales, se aplicarán los artícu-


los precedentes y los siguientes, en cuanto fueren compatibles con la naturaleza de
dichos procesos.

Sección II - Monto del proceso y de los honorarios

Artículo 19. Se considerará monto del proceso la suma que resultare de la senten-
cia o transacción.

Artículo 20. Cuando el honorario debiere regularse sin que se hubiere dictado sen-
tencia ni sobrevenido transacción, se considerará monto del proceso la suma que,
razonablemente, y por resolución fundada, hubiera correspondido a criterio del tribunal,
en caso de haber prosperado el reclamo del pretensor. Dicho monto no podrá ser en
ningún caso superior a la mitad de la suma reclamada en la demanda y reconvención,
cuando ésta se hubiere deducido. (según ley 24.432)

Artículo 21. Si después de fijado el honorario se dictare sentencia, se incluirá en la


misma una nueva regulación, de acuerdo con los resultados del proceso.

128
Artículo 22. A los efectos de la regulación de honorarios la depreciación monetaria
integrará el monto del juicio.

Artículo 23. Cuando para la determinación del monto del proceso debiera estable-
cerse el valor de bienes muebles o inmuebles, el tribunal correrá vista al profesional y
al obligado al pago del honorario, para que en el plazo de tres (3) días estimen dichos
valores.

Procedimiento en la tasación judicial:

Si no hubiere conformidad, el tribunal, previo dictamen de un perito tasador designa-


do de oficio, determinará el valor del bien y establecerá a cargo de quién quedará el
pago del honorario de dicho perito, de acuerdo con las posiciones sustentadas respec-
tivamente por las partes.

Artículo 24. En los procesos sucesorios, el monto será el valor del patrimonio que
se transmitiere y el honorario será el que resultare del artículo 7, primera parte, reduci-
do en un veinticinco por ciento (25 %). Sobre los gananciales, que correspondieren al
cónyuge supérstite, se aplicará el cincuenta por ciento (50 %) del honorario que
correspondiere por la aplicación del artículo 7, primera parte, reducido en un veinticin-
co por ciento (25 %). Deberán computarse los bienes existentes en otras jurisdiccio-
nes, dentro del país.

En el caso de tramitarse más de una sucesión en un mismo proceso el monto será el


del patrimonio transmitido en cada una de ellas.

Actuación de más de un profesional: Si actuare más de un abogado en tareas que


importaren el progreso del proceso sucesorio, los honorarios se fijarán de acuerdo con
las bases precedentes, teniendo en cuenta el monto total del patrimonio transmitido, la
calidad y utilidad de la tarea y su extensión; todos esos honorarios se reputarán comu-
nes y quedarán a cargo de la sucesión.

Actuación en el interés particular de alguna de las partes: Las actuaciones profesio-


nales que se realizaren dentro del proceso sucesorio en el solo interés particular de
alguna de las partes, se regularán separadamente y quedarán a cargo exclusivo de
dicha parte.

Albaceas: Los honorarios de los profesionales que actuaren como albacea, o que los
asistieren, se fijarán de acuerdo con las pautas precedentes, respecto de las actuacio-
nes de iniciación o prosecución del proceso.

Si la actuación del profesional albacea se hubiere limitado a lograr el cumplimiento


de las mandas dispuestas en el testamento, los honorarios se fijarán atendiendo a su
valor económico y a la extensión de las actuaciones cumplidas.

129
Artículo 25. En los procesos por alimentos, el monto será el importe correspondien-
te a un (1) año de la cuota que se fijare por la sentencia, o la diferencia durante igual
lapso en caso de una posterior reclamación de aumento.

Artículo 26. En los procesos por desalojo, el monto será el importe de un (1) año de
alquiler.

En los procesos por consignación de alquileres, el monto será el total que se


consignare.

Artículo 27. En las medidas cautelares, el monto será el valor que se asegurare y se
aplicará el treinta y tres por ciento (33 %) de las pautas del artículo 7, primera parte.

Artículo 28. En los procesos por expropiación, el monto será el de la diferencia que
existiere entre el importe depositado en oportunidad de la desposesión y el valor de la
indemnización que fijare la sentencia o se acordare en la transacción, comparados en
valores constantes. (según ley 24.432)

Artículo 29. En los procesos por retrocesión, el monto será la diferencia entre el
valor del bien al tiempo de la sentencia que hiciere lugar a aquella y el importe de la
indemnización que hubiere percibido el expropiado o, en su caso, el de la transacción
todos ellos comparados en valores constantes. (según ley 24.432)

Artículo 30. En los procesos sobre derecho de familia, no susceptibles de aprecia-


ción pecuniaria, se aplicarán las pautas del artículo 6.

Cuando hubieren bienes sobre los cuales tuviere incidencia la decisión a que se
llegare, con relación al derecho alimentario, la vocación hereditaria y la revocación de
donaciones prenupciales, se tendrá en cuenta el valor de ellos, determinado de acuer-
do a lo dispuesto por el artículo 23.

En los divorcios por presentación conjunta de los cónyuges, los honorarios mínimos
serán de quinientos pesos ($ 500.-) para el patrocinante de cada cónyuge, salvo pacto
por monto inferior. (según ley 24.432)

Artículo 31. En los concursos civiles, quiebras y concursos preventivos, los hono-
rarios serán regulados conforme a las pautas del artículo 6 y de la legislación específi-
ca.

El honorario del abogado patrocinante de cada acreedor se fijará aplicando las pau-
tas del artículo 7, primera parte, sobre:

130
a) la suma líquida que debiere pagarse al patrocinado en los casos de acuerdo pre-
ventivo homologado;

b) el valor de los bienes que se adjudicare, o la suma que se liquidare al acreedor, en


los concursos civiles o quiebras;

c) el monto del crédito verificado en el pertinente incidente.

Artículo 32. En las acciones posesorias, interdictos, mensuras, deslindes, división


de cosas comunes y por escrituración, el monto del proceso será el valor de los bienes
objeto del mismo, determinado de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 23, si la actua-
ción hubiere sido en beneficio general, y con relación a la cuota parte defendida, si la
actuación sólo hubiere sido en beneficio del patrocinado.

Artículo 33. En los incidentes, el honorario se regulará entre el dos por ciento (2 %)
y el veinte por ciento (20 %) de lo que correspondieren al proceso principal, atendiendo
a la vinculación mediata o inmediata que pudieren tener con la solución definitiva del
proceso principal, no pudiendo el honorario, salvo pacto en contrario, ser inferior a la
suma de cincuenta pesos ($50). (según ley 24.432)

Artículo 34. En las tercerías, el monto será del cincuenta por ciento (50 %) al
setenta por ciento (70 %) del que se reclame en el principal o en la tercería si el de ésta
fuere menor.

Artículo 35. En la liquidación de la sociedad conyugal, excepto cuando se disolviere


por muerte de uno de los cónyuges, se regulará al patrocinante de cada parte el cin-
cuenta por ciento (50 %) de lo que correspondiere por aplicación del artículo 7, primera
parte, sobre el cincuenta por ciento (50 %) de la totalidad del activo de la sociedad
conyugal. Los cálculos se harán sobre el monto de los bienes existentes al momento de
la disolución de la sociedad conyugal y sus incrementos durante el proceso, si se
produjeren.

Artículo 36. En los procesos por habeas corpus, amparo y extradición, el honorario
no podrá ser inferior a la suma de quinientos pesos ($500.-), salvo pacto en contrario.
(según ley 24.432)

Sección III - Etapas procesales - División en etapas

Artículo 37. Para la regulación de honorarios, los procesos, según su naturaleza, se


considerarán divididos en etapas.

131
Artículo 38. Los procesos ordinarios, se considerarán divididos en tres (3) etapas.
La primera, comprenderá la demanda o escrito de promoción, la reconvención y sus
respectivas contestaciones; la segunda, las actuaciones sobre la prueba; y la tercera,
los alegatos y cualquier actuación posterior hasta la sentencia definitiva.

Artículo 39. Los procesos sumarios, sumarísimos, laborales ordinarios e inciden-


tes, se considerarán divididos en dos (2) etapas. La primera comprenderá la demanda,
la reconvención, sus respectivas contestaciones y el ofrecimiento de la prueba; la
segunda, las actuaciones sobre producción de la prueba y demás diligencias hasta la
sentencia definitiva.

Artículo 40. Los procesos de ejecución, se considerarán divididos en dos (2) eta-
pas. La primera, comprenderá el escrito inicial y las actuaciones hasta la sentencia; la
segunda, las actuaciones posteriores hasta el cumplimiento de la sentencia definitiva.
Si hubiere excepciones, el honorario será el que se resultare de la aplicación del artícu-
lo 7, primera parte, con una reducción del diez por ciento (10 %). Si no hubiere excep-
ciones, la reducción será del treinta por ciento (30 %).

Artículo 41. Los interdictos, procesos por incapacidad, inhabilitación o rehabilita-


ción, alimentos, rendición de cuentas, mensura y deslinde, expropiación y demás pro-
cesos especiales que no tramitaren por el procedimiento ordinario, se considerarán
divididos en dos (2) etapas.

La primera, comprenderá el escrito inicial y su contestación; la segunda, las actua-


ciones posteriores hasta la sentencia definitiva.

Artículo 42. Los concursos civiles, quiebras o concursos preventivos, se considera-


rán divididos en dos (2) etapas. La primera, comprenderá los trámites cumplidos hasta
la declaración de quiebra o apertura del concurso; la segunda, los trámites posteriores
hasta la clausura del proceso.

Artículo 43. Los procesos sucesorios se considerarán divididos en tres (3) etapas.
La primera, comprenderá el escrito inicial; la segunda, las actuaciones posteriores
hasta la declaratoria de herederos o la aprobación de testamento; la tercera, los trámi-
tes posteriores hasta la terminación del proceso.

Artículo 44. Los procesos arbitrales se considerarán divididos en las etapas corres-
pondientes al procedimiento que se hubiere dispuesto seguir.

132
Artículo 45. Los procesos penales, se considerarán divididos en tres (3) etapas. La
primera, comprenderá hasta el dictado de los autos de sobreseimiento o de prisión
preventiva; la segunda, hasta el traslado de la defensa; y la tercera, hasta la sentencia
definitiva.

Artículo 46. Los procesos correccionales, se considerarán divididos en dos (2)


etapas. La primera, comprenderá hasta la acusación y defensa; la segunda, hasta la
sentencia definitiva.

Sección IV - Procedimiento regulatorio y cobro

Artículo 47. Al dictarse sentencia, se regulará el honorario de los profesionales de


ambas partes, aunque no mediare petición expresa.

El juez deberá fundar el auto regulatorio. Cuando para proceder a la regulación fuere
necesario establecer el valor de los bienes, y con anterioridad a la sentencia no se
hubiere producido la determinación conforme el artículo 23, el juez diferirá el auto
regulatorio, dejando constancia de ello en la sentencia definitiva.

Cuando las sumas correspondientes a depreciación monetaria no se encontraren


determinadas al momento de la sentencia, el juez regulará honorarios sobre la base de
las sumas líquidas existentes, sin perjuicio del derecho del profesional, a solicitar su
ampliación, una vez establecido el monto definitivo de la depreciación monetaria.

Artículo 48. Los profesionales podrán solicitar la regulación de sus honorarios y


cobrarla de su cliente, al cesar en su actuación.

En los juicios contenciosos deberá regularse el mínimo del arancel que correspondiere,
sin perjuicio del derecho a posterior reajuste, una vez que se determine el resultado del
pleito.

Sección V - Protección del honorario - Acción judicial

Artículo 49. Todo honorario regulado judicialmente deberá pagarse por la parte con-
denada en costas, dentro de los treinta (30) días de notificado el auto regulatorio firme,
si no se fijare un plazo menor.

En el supuesto que dicho pago no se efectuare, el profesional podrá reclamar el pago


al cliente.

Artículo 50. En el caso del último párrafo del artículo precedente, el cliente no
condenado en costas deberá pagar los honorarios dentro de los treinta (30) días, con-

133
tados a partir de la notificación del reclamo del profesional. La acción para el cobro de
los honorarios tramitará por la vía de ejecución de sentencia.

Artículo 51. Los profesionales que fueren designados de oficio, no podrán pactar
honorarios, ni percibir importe alguno a título de adelanto, excepto cuando se tratare de
gastos, con cargo de oportuna rendición de cuentas y previo auto fundado.

Artículo 52. Los profesionales que violaren las prohibiciones establecidas en el


artículo 51, serán sancionados con una multa equivalente a la suma que pactaren o
percibieren, además de ser eliminados de la matrícula respectiva y de prohibírseles el
ejercicio de la profesión por el término de un (1) año a diez (10) años.

Competencia y trámite: Las sanciones se impondrán por el juez que efectuó la desig-
nación, por el trámite previsto para los incidentes en el Código Procesal Civil y Comer-
cial de la Nación.

Artículo 53. Los importes de las multas constituirán recursos específicos del Poder
Judicial de la Nación de conformidad a lo previsto en el artículo 3 de la ley 23.853.
(según ley 24.432)

Artículo 54. La sentencia que impusiere la sanción, podrá apelarse ante el tribunal
de alzada del juez que la hubiere impuesto. El representante del ministerio público
fiscal será parte necesaria en todas las instancias.

Artículo 55. Los tribunales, antes de los dos (2) años de la última intervención
profesional, al dar por terminado un juicio o expediente, disponer su archivo, aprobar
transacción, admitir desistimiento, subrogación o cesión, ordenar el levantamiento de
medidas cautelares y entrega de fondos, deberán hacerlo con citación de los profesio-
nales cuyos honorarios no resulte de autos haber sido pagados y siempre que aquéllos
hubieren constituido domicilio legal a los efectos del presente artículo. Citación de los
profesionales: La citación no corresponderá en los casos en que existiere regulación de
honorarios de los profesionales intervinientes.

Artículo 56. Ninguna persona, fuere de existencia visible o ideal, podrá usar las
denominaciones de estudio jurídico, consultorio jurídico, oficina jurídica, asesoría jurí-
dica u otras similares, sin mencionar los abogados que tuvieren a cargo su dirección.
Sin perjuicio de la sanción penal que correspondiere, podrá disponerse la clausura del
local a simple requerimiento de las asociaciones profesionales de abogados y procura-
dores, o de oficio, y una multa de un mil pesos ($1.000.-) solidariamente a los infractores.
(según ley 24.432)

134
Autoridad de aplicación: A los efectos de la aplicación de las sanciones previstas en
este artículo, será competente la Justicia Nacional en lo Correccional.

Capítulo III - Labor extrajudicial - Gestiones extrajudiciales

Artículo 57. Cuando se tratare de gestiones extrajudiciales en general, los honora-


rios se fijarán de acuerdo con las pautas del artículo 6. En ningún caso los honorarios
serán inferiores al cincuenta por ciento (50 %) de lo que correspondería si la gestión
fuere judicial.

Artículo 58. Los honorarios de los abogados por su labor extrajudicial, podrán con-
venirse con el cliente, pudiendo observarse las siguientes pautas:

a) por consulta oral, no menos de veinte pesos ($20.-)

b) por consulta evacuada por escrito, no menos de cincuenta pesos ($50.-);

c) por estudio de títulos de dominio respecto de inmuebles, no menos de sesenta


pesos ($60.-);

d) por proyecto de estatuto o contrato de sociedad, del uno por ciento (1 %) al tres
por ciento (3 %) del capital social, y no menos de quinientos pesos ($500.-);

e) por redacción de contratos que no fueren de sociedad, y de otros documentos, del


uno por ciento (1 %) al cinco por ciento (5 %) del valor de los mismos, y no menos
de cien pesos ($100.-);

f) por la partición de herencia o bienes comunes por escritura pública o instrumen-


tos privados, se fijará sobre el caudal a dividir de acuerdo con la siguiente escala:

f1) hasta doce mil quinientos pesos ($12.500.-), el cuatro por ciento (4 %);

f2) de doce mil quinientos un pesos ($12.501.-) a setenta y cinco mil pesos ($
75.000.-), el tres por ciento (3 %);

f3) de setenta y cinco mil un pesos ($75.001.-) en adelante, el dos por ciento (2 %);

g) por redacción de testamento, el uno por ciento (1 %) del valor de los bienes y no
menos de trescientos pesos ($300.-).

El abogado podrá pedir la correspondiente regulación judicial, mediante el procedi-


miento establecido para los incidentes en el Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación. (según ley 24.432)

135
Artículo 59. Cuando se tratare de gestiones administrativas que constaren en ac-
tuaciones escritas, los honorarios se fijarán de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
7, primera parte.

Capítulo IV - Disposiciones complementarias y transitorias

Artículo 60. (derogado por ley 24432)

Artículo 61. Las deudas de honorarios, pactados o por regulación judicial firme,
cuando hubiere mora del deudor, serán actualizadas hasta la fecha de entrada en vi-
gencia de la ley de convertibilidad 23928, de acuerdo con el índice de precios al por
mayor, nivel general, que publicare el Instituto Nacional de Estadística y Censos. Las
sumas actualizadas devengarán un interés del seis por ciento (6 %) anual. A partir de
la fecha antes indicada, esas deudas devengarán intereses equivalentes a la tasa pasi-
va promedio que publique el Banco Central de la República Argentina. (según ley 24.432)

Artículo 62. Toda notificación al cliente, deberá realizarse en el domicilio real de


éste, o en el que especialmente hubiere constituido a estos efectos, en el expediente o
en otro instrumento público.

Artículo 63. Esta ley se aplicará a todos los asuntos o procesos pendientes en los
cuales no hubiere recaído resolución firme regulando honorarios, al tiempo de su entra-
da en vigencia.

Normas de aplicación supletoria: En todo lo no previsto en esta ley, se aplicarán


supletoriamente las disposiciones del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.

Disposiciones arancelarias especiales: Esta ley no modifica disposiciones arancela-


rias especiales contenidas en otras leyes, ni sus respectivas disposiciones procesa-
les.

Artículo 64. Derógase el decreto ley 30.439/44, ratificado por ley 12.997 y la ley 14.170.

136
ANEXO III

LEY DE EJERCICIO DE LA PROFESIÓN DE ABOGADOS Y


PROCURADORES DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Texto actualizado según texto ordenado por Decreto 180/87, B.O. 20/03/87 y las
modificaciones establecidas por la Ley 12.277.

(Con las modificaciones introducidas por la leyes 5.445, 6.627, 7.193 y 8.480 y los
Decretos-Leyes 3.610/55, 7.916/72 y 8.904/77. Asimismo tiene en cuenta las disposi-
ciones de las leyes 6.716 y del Decreto-Ley 7.425/68 que la afectan).

LIBRO PRIMERO
TÍTULO I DE LOS ABOGADOS
CAPÍTULO I

ARTÍCULO 1: (Texto Ley 12.277) - Para ejercer la profesión de abogado en el territo-


rio de la Provincia de Buenos Aires se requiere:

1- Tener título de abogado expedido por Universidad Nacional o privada reconocida,


o por universidad extranjera cuando las leyes nacionales le otorguen validez o
estuviese revalidado por Universidad Nacional.

2- Estar inscripto en la matrícula de uno de los Colegios de Abogados departamenta-


les creados por la presente Ley.

La profesión deberá acreditarse con el diploma original debidamente inscripto y lega-


lizado, no pudiendo suplirse por ningún otro certificado o constancia. Excepcionalmen-
te, en el caso de que no fuere posible su presentación, el Colegio podrá aceptar un
certificado emitido por la propia universidad que expidió el diploma, en el que deberá
constar la fecha de su emisión y la de su legalización en los Ministerios de Cultura y
Educación y del Interior, ambos de la Nación, respectivamente.

ARTÍCULO 2: (Texto Ley 12.177) - No podrán inscribirse en la matrícula y corres-


ponderá la exclusión de la misma de:

1- Los condenados a cualquier pena por la comisión de delito doloso, con sentencia
firme, hasta el término de la condena.

2- Los procesados por delitos dolosos de acción pública o privada, salvo que por las
circunstancias del caso, el Colegio, con el voto de los dos tercios de los miembros
del Consejo Directivo, entendiere que no existen evidencias de una conducta im-
propia que justifique negarles la matriculación o su exclusión de la matrícula. (*)
Vetado por Decreto de Promulgación 793/99.

137
3- Los fallidos, hasta su rehabilitación. No obstante, cuando de las constancias de la
causa no surgieran evidencias de una conducta impropia que impidiese su admi-
sión con anterioridad, el fallido sólo podrá actuar como patrocinante, hasta tanto
se resuelva su situación.

4- Los sancionados con la pena prevista en el artículo 28 inciso 4) de la presente.

ARTÍCULO 3: (Texto Ley 12.277) - No podrán ejercer la profesión de abogados por


incompatibilidad:

Absoluta:

a) El Presidente y Vicepresidente de la Nación, el Jefe de Gabinete, los Ministros,


Secretarios y Subsecretarios nacionales y Defensor del Pueblo.

b) Los Gobernadores y Vicegobernadores de las provincias.

c) Los Ministros, Secretarios y Subsecretarios del Poder Ejecutivo Provincial, el


Fiscal de Estado y el Asesor General de Gobierno, al igual que sus reemplazantes
legales, el Presidente y vocales del Tribunal de Cuentas y los miembros del Tribu-
nal Fiscal.

d) Los magistrados, funcionarios y empleados judiciales.

e) Los abogados y procuradores que no cancelen su inscripción como escribanos


públicos, doctores en ciencias económicas, contadores públicos, martilleros pú-
blicos, o cualquier otra profesión o título que se considere auxiliar de la justicia.

f) Los abogados y procuradores, jubilados en ese carácter, y los escribanos que


hubieren ejercido como procuradores de conformidad lo dispuesto en el artículo
63o inciso 1) y se hubieren jubilado como tales.

Relativa:

g) Los abogados funcionarios de servicios policiales, penitenciarios y de todo orga-


nismo de seguridad, en materia criminal y correccional.

h) Los abogados, para intervenir en procesos judiciales que tramiten ante el tribunal
en que se hayan desempeñado como magistrados o funcionarios, antes de haber
transcurrido dos (2) años desde que cesaron en el cargo. En tal supuesto, el
tribunal, a pedido del profesional alcanzado por la prohibición o de alguna de las
partes, deberá remitir las actuaciones al que le sigue en orden de turno.

i) Los legisladores nacionales y/o provinciales, mientras dure el ejercicio de sus


mandatos, en causas judiciales o gestiones de carácter administrativo en las que
particulares tengan intereses encontrados con el fisco.

138
j) Los intendentes y concejales municipales, mientras dure el ejercicio de su manda-
to, en causas judiciales y gestiones de carácter administrativo, en que particula-
res tengan intereses encontrados con el municipio.

En el caso previsto en el inciso f), si el profesional optase por ejercer la profesión


previamente deberá pedir la suspensión del beneficio previsional de que gozare.

ARTÍCULO 4: Los funcionarios de orden administrativo, en actividad, diplomados en


Derecho sólo podrán ejercer la profesión de abogados cuando las respectivas leyes o
reglamentos no lo prohiban.

ARTÍCULO 5: Los abogados afectados por las incompatibilidades y prohibiciones de


los artículos anteriores, podrán litigar en causa propia o de su cónyuge, padres e hijos,
pudiendo devengar honorarios, con arreglo a las leyes, cuando hubiese condenación en
costas a la parte contraria.

CAPÍTULO II
DE LA INSCRIPCIÓN EN LA MATRÍCULA

ARTÍCULO 6: (Texto Ley 12.277)- El abogado que quiera ejercer la profesión presen-
tará su pedido de inscripción al Colegio Departamental del que formará parte. Para la
inscripción se exigirá:

1- Acreditar identidad personal.

2- Presentar el diploma universitario original.

3- Manifestar si le afectan las causales de inhabilidad o incompatibilidad estableci-


das en los artículos 2o, 3o y 4o.

4- Declarar su domicilio real, y el domicilio legal en que constituirá su estudio y


servirá a los efectos de sus relaciones con la Justicia y el Colegio.

5- Acreditar buena conducta y concepto público. La buena conducta se acreditará


mediante certificado expedido por el Registro Nacional de Reincidencias y Esta-
dística Criminal o el organismo que en el futuro cumpla sus funciones. El concep-
to público y el domicilio se acreditará en la forma que se determine en la regla-
mentación.

ARTÍCULO 7: (Texto Ley 12.277)- El Colegio verificará si el peticionante reúne los


requisitos exigidos para el ejercicio de la profesión y se expedirá dentro de los quince
(15) días de presentada la solicitud.

139
Ordenada la inscripción, el Colegio extenderá a favor del matriculado una credencial
o certificado habilitante en el que constará la identidad del abogado, su domicilio legal y
registro de inscripción, y la comunicará a la Suprema Corte de Justicia, a los Tribuna-
les del respectivo Departamento Judicial, al Consejo Superior del Colegio de Abogados
de la Provincia y a la Caja de Previsión Social para Abogados. Dicha credencial será de
uso obligatorio y constituirá el único modo de acreditar la condición de abogado habili-
tado ante las autoridades a las que se presente.

En caso de existir alguna causa de incompatibilidad absoluta o relativa, de acuerdo a


lo normado en el artículo 3, se hará constar dicha circunstancia en el carnet.

ARTÍCULO 8: El matriculado prestará juramento ante el Consejo Directivo, de des-


empeñar lealmente la profesión de abogado, observando la Constitución y las leyes,
así de la Nación como la de la Provincia; de no aconsejar ni defender causa que no sea
justa, según su conciencia, y de patrocinar gratuitamente a los pobres.

ARTÍCULO 9: (Texto Ley 12.277)- Podrá denegarse la inscripción cuando el abogado


solicitante estuviese afectado por alguna de las causales de inhabilidad del artículo 2o.
A estos efectos, los Colegios estarán facultados para solicitar, de oficio, los informes
que se consideren indispensables.

También podrá denegarse la inscripción cuando se invocase contra ella la existencia


de una sentencia judicial definitiva que, a juicio de dos tercios de los miembros del
Consejo Directivo, haga inconveniente la incorporación del abogado a la matrícula.

En todos los casos, la decisión denegatoria será apelable por ante el Consejo Supe-
rior del Colegio de Abogados de la Provincia, dentro de los diez (10) días hábiles de
producida su notificación, y deberá hacerse por escrito y en forma fundada. La resolu-
ción del Consejo Superior podrá ser recurrida por ante los tribunales contencioso admi-
nistrativos, conforme a lo establecido en el artículo 74 de la Ley 12.008.

ARTÍCULO 10: (Texto Ley 12.277) El abogado cuya inscripción fuera rechazada,
podrá presentar nueva solicitud, probando ante el Colegio Departamental la desapari-
ción de las causales que fundaron la denegatoria.

En todos los casos, la denegatoria deberá ser comunicada a los restantes Colegios
Departamentales.

ARTÍCULO 11: (Texto Ley 12.277) Corresponde a los Colegios de Abogados aten-
der, conservar y depurar la matrícula de los abogados en ejercicio, dentro de su Depar-
tamento, debiendo comunicar inmediatamente a la Suprema Corte de Justicia, Tribuna-
les del Departamento Judicial, Colegio de Abogados de la Provincia y Caja de Previ-
sión Social para Abogados, cualquier modificación que sufran las listas pertinentes, de
acuerdo con la presente Ley.

140
CAPÍTULO III
CLASIFICACIÓN DE LOS REGISTROS DE MATRICULADOS

ARTÍCULO 12: (Texto Ley 12.277) Los Colegios de Abogados Departamentales y el


Consejo Superior del Colegio de Abogados de la provincia, en su caso, clasificarán a
los inscriptos en la matrícula en la siguiente forma:

1- Matriculados en ejercicio activo con domicilio real en el Departamento Judicial.

2- Matriculados en ejercicio activo, con domicilio real fuera del Departamento Judi-
cial.

3- Matriculados en funciones o empleos incompatibles con el ejercicio de la aboga-


cía.

4- Matriculados en pasividad.

5- Matriculados que se encuentran inhabilitados, suspendidos, excluidos o dados de


baja para el ejercicio profesional, cualquiera fuere su causa.

6- Abogados fallecidos.

ARTÍCULO 13: De cada abogado se llevará un legajo especial donde se anotarán


sus circunstancias personales, títulos profesionales, empleo o función que desempe-
ñe, domicilio y sus traslados, todo cambio que pueda provocar una alteración en la lista
pertinente de la matrícula, así como las sanciones impuestas y méritos acreditados en
el ejercicio de su actividad.

ARTÍCULO 14: (Texto Ley 12.277) Es obligación de los Secretarios de la Suprema


Corte de Justicia, Procuración General, Tribunal de Casación, Cámara de Garantía,
Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial, Tribunales en lo Contencioso Administra-
tivo, Tribunales de Trabajo, Tribunales de Familia, Juzgados de Primera Instancia y
Juzgados de Paz Letrada, conservar siempre visible en sus respectivas oficinas una
nómina de los abogados inscriptos en el Departamento Judicial.

Las listas estarán depuradas y actualizadas antes de realizar cada sorteo o desig-
nación de oficio, de acuerdo a las comunicaciones del Colegio de Abogados bajo pena
de nulidad del sorteo o designación.

141
TÍTULO II
DE LOS COLEGIOS DE ABOGADOS DEPARTAMENTALES
CAPÍTULO I
COMPETENCIA, PERSONERÍA

ARTÍCULO 15: En cada Departamento Judicial funcionará un Colegio de Abogados


para los objetos de interés general que se especifican en la presente ley.

ARTÍCULO 16: Cada Colegio tendrá su asiento en el lugar donde funcionan los
Tribunales a que corresponda; se designará con el aditamento del Departamento Judi-
cial respectivo y serán sus miembros los abogados que ejerzan la profesión en el
mismo.

ARTÍCULO 17: (Texto Ley 12.277) - No se admitirá la inscripción de un abogado en


mas de un (1) Colegio Departamental.

Cuando un abogado o procurador ejerciere su actividad en más de un Departamento


Judicial, pertenecerá al Colegio de aquél donde tenga, además, su domicilio real. En
todo los casos los actos profesionales serán juzgados por el Colegio de Abogados que
correspondiere al Departamento Judicial donde se produjese.

Los actos cumplidos ante el Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Provin-
cia de Buenos Aires y la Caja de Previsión Social para Abogados, serán juzgados por el
Colegio Departamental a cuya matrícula pertenezca el profesional involucrado.

ARTÍCULO 18: (Texto Ley 12.277) Los Colegios de Abogados Departamentales fun-
cionarán con el carácter, derechos y obligaciones de las personas jurídicas de derecho
público no estatal, para el mejor cumplimiento de sus fines.

CAPÍTULO II
FUNCIONES, ATRIBUCIONES Y DEBERES DE LOS COLEGIOS

ARTÍCULO 19: (Texto Ley 12.277) Los Colegios de Abogados Departamentales,


tendrán las siguientes funciones:

1- El gobierno de la matrícula de los abogados y de los procuradores.


2- La defensa y asistencia jurídica de las personas que carezcan de recursos.
3- El poder disciplinario sobre los abogados y procuradores que actúen en su De-
partamento.
4- Asistir y defender a los miembros del Colegio, ejerciendo las acciones pertinen-
tes, administrativas y/o judiciales, para asegurarles el libre ejercicio de la profe-
sión. Velar por el decoro de los matriculados y afianzar la armonía entre éstos.
5- Fundar y sostener una biblioteca pública de preferente contenido jurídico.

142
6- Participar en estudios, informes, dictámenes, proyectos y demás trabajos que
estimen convenientes y oportunos o que los poderes públicos les encomienden,
sean o no a condición gratuita, que se refieran a la profesión, a la ciencia del
derecho, a la investigación de instituciones jurídicas y sociales, al funciona-
miento de la administración de justicia y a la legislación en general.
7- Promover y participar en congresos o conferencias, por medio de Delegados.
8- Suscribir convenios con el Poder Judicial, a los efectos de facilitar la consulta y
transmisión por medios informáticos de los datos referidos a expedientes judi-
ciales.
9- Cumplir y hacer cumplir el mandato ético superior de la abogacía, de defender la
justicia, la democracia, el estado de derecho y las instituciones republicanas en
toda situación en la que estos valores se encuentren comprometidos, conforme
a los derechos y garantías constitucionales.
10- Hacer conocer a los matriculados, a las autoridades públicas y a la comunidad,
las irregularidades y deficiencias que se advirtieren en el funcionamiento de los
organismos públicos, y las situaciones en las que se requiera la defensa del
valor justicia para el aseguramiento de los derechos constitucionales.
11- Acusar a los funcionarios y magistrados de la Administración de Justicia, por las
causales establecidas en la legislación vigente. Para ejercer esta atribución,
deberá concurrir el voto de dos tercios de miembros que integran el Consejo
Directivo.
12- Oponerse al ejercicio ilegal de la abogacía y de la procuración y denunciar a
quien lo hiciere.
13- Fijar las bases para un sistema de ayuda judicial que, con la participación activa
de todos los Colegios Departamentales, brinde cobertura de acceso a la justicia
en el territorio de la Provincia.
14- Otorgar poderes generales o especiales, cuando así fuere necesario, para asu-
mir la defensa de los intereses de la Institución.
15- Dictar los reglamentos inherentes al funcionamiento interno de la Institución y
proponer al Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Provincia, los pro-
yectos de reglamentación que entienda útiles para el mejor funcionamiento de
los Colegios.
16- Adquirir bienes y derechos y disponer de los mismos, con las limitaciones esta-
blecidas en la presente ley; contraer obligaciones y gravar aquéllos con el pro-
pósito exclusivo de cumplir los fines de la Institución; aceptar y rechazar
donaciones y legados.
17- Instituir becas, subsidios, aportes y premios de estímulo, con preferente destino
a especialización en estudios de derecho.
18- Promover la creación de institutos para la formación de los abogados en nuevas
especialidades y su perfeccionamiento en el conocimiento del derecho; propiciar
el establecimiento de centros de mediación, conciliación y tribunales de arbitra-
je; y celebrar convenios con organismos municipales o entidades privadas para
contribuir al mejoramiento del servicio de justicia o prestar asistencia a los
abogados y procuradores en el ejercicio de su ministerio.
19- Informar al Consejo de la Magistratura sobre el estado de matrícula y antece-
dentes disciplinarios de los inscriptos en aquél.

143
20- Participar de las funciones que le corresponden en el Consejo de la Magistratura.
21- Representar, en calidad de agente natural, a la Caja de Previsión Social para
Abogados, en el ámbito departamental.
22- Participar en la obra del Patronato de Liberados en la forma que se determine por
Ley.
23- Propender, en general, al mejoramiento y atención del bienestar del matriculado
y su familia, en relación a sus necesidades y recreación física y espiritual,
dentro del marco de confraternidad que emana de esta Ley.

Las facultades enunciadas en los incisos precedentes, no se entenderán como ne-


gación de otras atribuciones que correspondan a la capacidad reconocida por la ley a
las personas jurídicas, o se relacionen con el ejercicio de la abogacía y procuración
considerado como problema provincial o nacional, con la institución de la justicia, con
el estudio y progreso de la legislación y la jurisprudencia su actualización, perfecciona-
miento y especialización de los conocimientos cientifíco-jurídicos de los profesionales.

ARTÍCULO 20: (Texto Ley 12.277) Cuando un Colegio de Abogados Departamental


intervenga en cuestiones notoriamente ajenas a las específicas y exclusivas previstas
que la presente ley le asigna o no hace cumplir las mismas, podrá ser intervenido por
el Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Provincia a los efectos de su reor-
ganización, mediante resolución fundada debidamente documentada. El cargo de inter-
ventor recaerá en el Presidente del Colegio de Abogados Departamental más cercano.

La reorganización deberá cumplirse dentro del término de cuatro (4) meses de co-
menzada la intervención. El interventor tendrá las mismas atribuciones reconocidas
por esta Ley al Consejo Directivo, pudiendo designar como colaboradores a abogados
colegiados en ejercicio activo de la profesión. Si no se cumpliere la reorganización
dentro del plazo establecido, cualquier abogado de la matrícula del Colegio intervenido
podrá recurrir a la Suprema Corte de Justicia de la Provincia para que esta disponga la
reorganización dentro del término de treinta (30) días.

Las disposiciones previstas en los párrafos anteriores serán aplicables al Consejo


Superior del Colegio de Abogados de la Provincia cuando deje de observar lo dispuesto
en la presente ley, con la salvedad de que en este caso la intervención podrá alcanzar
también a los Colegios Departamentales cuyos representantes ante el Consejo Supe-
rior se hubieran apartado de lo previsto en esta Ley, con la salvedad de que la interven-
ción recaerá en el funcionario que al efecto designe el Poder Ejecutivo. La resolución
que disponga la intervención, en todos los casos, deberá ser fundada y hacer mérito de
las actas y demás documentación de los Colegios, previa certificación de su autentici-
dad en caso necesario.

ARTÍCULO 21: Sin perjuicio de lo dispuesto en este capítulo, los abogados podrán
ejercer libremente el derecho de asociación y agremiación, con fines útiles.

144
CAPÍTULO III
DE LA DEFENSA DE LOS POBRES

ARTÍCULO 22: (Texto LEY 12.277) Cada Colegio Departamental establecerá en su


sede un consultorio jurídico gratuito para personas carentes de recursos y asegurará
la asistencia gratuita en las localidades del respectivo departamento que por el número
de habitantes y su importancia así lo justifiquen, de acuerdo con el reglamento que al
efecto se dicte. La consultoría y asistencia jurídica gratuita son carga pública.

ARTÍCULO 23: (Texto LEY 12.277) En el consultorio jurídico gratuito, así como en la
asistencia de los carentes de recursos ante los tribunales, podrá admitirse como prac-
ticantes a los estudiantes de derecho que lo soliciten en el número, modo y condiciones
que establezca el Consejo Directivo de cada Colegio Departamental. No obstante lo
expresado, en todos los casos, los practicantes serán conducidos por un matriculado
que será el responsable directo de su actuación.

CAPÍTULO IV
PODERES DISCIPLINARIOS

ARTÍCULO 24: Es obligación del Colegio Departamental fiscalizar el correcto ejerci-


cio de la función de abogado y el decoro profesional; a esos efectos se le confiere el
poder disciplinario, que ejercitará sin perjuicio de las responsabilidades civiles y pena-
les y de las medidas que puedan aplicar los magistrados judiciales.

ARTÍCULO 25: (Texto Ley 12.277) Los abogados y procuradores matriculados en el


Colegio quedan sujetos a las sanciones disciplinarias del mismo, por las causas si-
guientes:

1- Pérdida de la ciudadanía, cuando la causa que la determinare importe indignidad.


2- Condena criminal.
3- Violación de las prohibiciones establecidas en el artículo 61.
4- Retención indebida de fondos o efectos pertenecientes a sus mandantes, repre-
sentados, asistidos o patrocinados.
5- Infracción manifiesta o encubierta a lo dispuesto en materia de aranceles y
honorarios en la ley que regula la materia.
6- Retardos o negligencias frecuentes o ineptitud manifiesta y omisiones en el
cumplimiento de las obligaciones y deberes profesionales.
7- Violación del régimen de incompatibilidades establecidas en el artículo 3o.Violación
a las normas de ética profesional establecidas en el Código respectivo, sancionado
por el Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Provincia.
8- Abandono del ejercicio de la profesión o traslado de su domicilio profesional
fuera del Departamento Judicial, sin dar aviso dentro de los treinta días al Cole-
gio de Abogados Departamental, cuando se deviene perjuicio a terceros.

145
9 - Inasistencia por parte de los miembros del Consejo Superior, Consejo Directivo
y Tribunal de Disciplina a tres (3) sesiones consecutivas o cinco (5) alternadas
en el curso de un año, sin causa justificada.
10 -Toda contravención a las disposiciones de esta Ley y del Decreto Reglamentario.

ARTÍCULO 26: (Texto Ley 12.277) Sin perjuicio de las facultades disciplinarias que
se le otorgan al Tribunal de Disciplina, el Consejo Directivo podrá decretar la suspen-
sión provisoria en la matrícula aquellos profesionales que se encuentren imputados por
delito doloso. Dicha suspensión sólo podrá decretarse con el voto de las dos terceras
partes de los miembros del Consejo cuando la gravedad del delito y la verosimilitud de
las pruebas así lo acrediten, y por simple mayoría cuando exista acusación fiscal.

ARTÍCULO 27: Sin perjuicio de la medida disciplinaria, el abogado culpable podrá


ser inhabilitado para formar parte del Consejo Superior o del Consejo Directivo hasta
por cinco años.

ARTÍCULO 28 : (Texto Ley 12.277) Las sanciones disciplinarias son:

1- Advertencia individual o en presencia del Consejo Directivo, según la importancia


de la falta.
2- Multa, hasta un importe equivalente a cien (100) jus arancelario.
3- Suspensión en la matrícula profesional, hasta dos (2) años.
4- Exclusión de la matrícula profesional.

ARTÍCULO 29: (Texto Ley 12.277) La sanción prevista en el inciso 1 del artículo
anterior se aplicará por el Tribunal de Disciplina con el voto de la mayoría de los miem-
bros que lo componen. Las previstas en los incisos 2), 3) y 4), del mismo artículo, se
aplicarán por el voto de dos tercios de los miembros del Tribunal.

En todos los casos, la sanción será apelable por ante el Consejo Superior del Cole-
gio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, recurso que se interpondrá por
escrito y fundado ante el Tribunal de Disciplina, (*) dentro del plazo de diez (10) días
desde la fecha de la notificación, ampliable en razón de la distancia. (*) Subrayado
observado por Decreto de Promulgación 793/99.

La resolución que dicte el Consejo Superior, que determine la aplicación de las


sanciones previstas en los incisos 2), 3) y 4) del artículo 28, podrá recurrirse, dentro
de los diez (10) días hábiles de practicada la notificación, ante los tribunales contencio-
so administrativo, conforme a lo establecido en el artículo 74 de la Ley 12.008.

La sanción prevista en el inciso 1) sólo será apelable cuando se alegue haberse


operado la prescripción.

146
ARTÍCULO 30: (Texto Ley 12.277) La sanción del artículo 28, inciso 4), sólo podrá
ser resuelta:

1- Por haber sido suspendido el profesional inculpado, tres o más veces, por un
período total no inferior al plazo máximo establecido para la suspensión.

2- Por la comisión de delitos de acción pública y/o privada y siempre que de las
circunstancias del caso, cuyo juzgamiento compete al Tribunal de Disciplina, se
desprendiere con evidencia la conducta dolosa del profesional.

ARTÍCULO 31: (Texto Ley 12.277) Los trámites disciplinarios podrán iniciarse por
denuncia formulada por el presunto damnificado, por comunicación de los magistrados,
por denuncias del Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Provincia o de las
autoridades de la Caja de Previsión Social para Abogados, de funcionarios de reparti-
ciones públicas, de oficio por el propio Consejo Directivo y por cualquier otra persona
física o jurídica.

Las denuncias presentadas por el presunto damnificado y por cualquier otra persona
física o jurídica deberán ser ratificadas. La citación a tal efecto, deberá formularse
dentro de los quince (15) días contados a partir de la primera reunión que se celebre
con posterioridad a la recepción de la denuncia.

El Consejo Directivo requerirá explicaciones al profesional denunciado, quién deberá


brindarlas dentro de los diez (10) días de recepcionada la notificación. El traslado
deberá ser conferido dentro del plazo de treinta (30) días, los cuales, en los casos del
párrafo anterior, se computarán a partir de la fecha de la ratificación.

Recibidas las explicaciones o vencido el plazo conferido para ello, el Consejo Direc-
tivo resolverá en un plazo no mayor a sesenta (60) días si hay o no lugar a la formación
de causa disciplinaria, desestimándose aquellos casos en que la denuncia resultare
manifiestamente improcedente o notoriamente infundada.

Si hubiere lugar a la iniciación de la causa, la resolución expresará el motivo y se


giraran las actuaciones al Tribunal de Disciplina. De igual forma se procederá si el
Consejo no se expidiere dentro del plazo previsto en el párrafo anterior.

El Tribunal dará conocimiento de las mismas al imputado, emplazándolo para que


presente pruebas y defensa dentro de los quince (15) días hábiles.

El Tribunal no estará limitado en sus facultades con relación a lo que surja exclusiva-
mente del contenido de la denuncia. Si de la instrucción de la causa resultare la exis-
tencia de otros hechos violatorios de las normas de ética profesional, vinculados a la
que le dio origen, se dispondrá la formación de una nueva causa disciplinaria para
juzgar los mismos.

147
Sin perjuicio de la obligación del denunciado de hacer comparecer los testigos, y de
la obligación de éstos de asistir ante las citaciones que se les cursen, el tribunal podrá
requerir del auxilio de la fuerza pública para asegurar la concurrencia de los mismos.

Producidas las pruebas, el Tribunal resolverá la causa dentro de los treinta (30) días,
comunicando la decisión al Consejo Directivo para su conocimiento.

La resolución del Tribunal será siempre fundada.

ARTÍCULO 32: (Texto Ley 12.277) Las acciones disciplinarias prescriben a los dos
(2) años, computables desde la fecha en que se produjo el hecho que autoriza el
ejercicio de la acción o desde la fecha que el agraviado tomó conocimiento del hecho
que motiva la denuncia, salvo las que den lugar a la exclusión de la matrícula profesio-
nal que prescriben a los cuatro (4) años.

El plazo de prescripción de la acción se interrumpirá por la interposición de la de-


nuncia o acto equivalente que origine la actuación de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 31, y por la secuela regular del procedimiento. Sin embargo, la acción caducará
sino se hubiere dictado sentencia en el plazo de dos (2) años de recibidas las actuacio-
nes por el Tribunal de Disciplina Departamental.

Cuando la denuncia fuese presentada ante órgano incompetente, su sola presenta-


ción suspenderá el término de la prescripción por el lapso de noventa (90) días corri-
dos.

Los plazos de prescripción y caducidad se suspenderán cuando el inicio de la causa


disciplinaria o su sentencia dependieran del dictado de un fallo en sede judicial y hasta
tanto este último adquiera firmeza.

La prescripción podrá ser declarada de oficio por el Tribunal de Disciplina, cuando de


las actuaciones surja el transcurso de los plazos establecidos en el presente artículo.

ARTÍCULO 33: (Texto Ley 12.277) El proceso disciplinario no es susceptible de


renuncia ni de desistimiento. La suspensión del imputado o su exclusión de la matrícula
no paralizan ni extinguen el proceso. Solo se extingue la acción disciplinaria por falleci-
miento del imputado o por prescripción.

El abogado excluido de la matrícula profesional, por sanción disciplinaria, podrá ser


admitido en la actividad cuando hubieren transcurrido cinco (5) años de la resolución
firme respectiva.

148
CAPÍTULO V
AUTORIDADES DEL COLEGIO DEPARTAMENTAL

ARTÍCULO 34: Son órganos directivos de la institución:

a) La Asamblea.
b) Consejo Directivo.
c) El Tribunal de Disciplina.

El Consejo Directivo y el tribunal de Disciplina serán elegidos por Asamblea, y sus


miembros durarán cuatro años, renovándose por mitades cada bienio.

ARTÍCULO 35: (Texto Ley 12.277) Se declara carga pública las funciones de miem-
bros del Consejo Superior, Consejo Directivo y Tribunal de Disciplina. Podrán excusar-
se los mayores de setenta años, y los que hayan desempeñado, en el período inmedia-
to anterior, alguno de dichos cargos.

ARTÍCULO 36: (Texto Ley 12.277) No serán elegibles ni pueden ser electores, en
ningún caso, los abogados inscriptos en la matrícula que adeuden la cuota anual esta-
blecida en el artículo diecinueve, ni los que se encuentren suspendidos o excluidos de
la matrícula por sanción disciplinaria, a la fecha del acto eleccionario.

El voto es obligatorio y quién, sin causa justificada comprobada, no emitiese su voto


sufrirá una multa de cinco jus que le aplicará el Tribunal de Disciplina.

ARTÍCULO 37: (Texto Ley 12.277) El Consejo Directivo deberá adoptar las medidas
que estime pertinentes de modo de facilitar el voto a los matriculados que no tengan
domicilio en la ciudad asiento del Colegio. Al efecto, la autoridad electoral podrá dispo-
ner que el presidente de la mesa correspondiente al elector reciba el voto en forma
anticipada durante los cinco días previos al comicio, como así también la instalación de
urnas en las localidades que por su importancia así lo justifiquen, dentro del ámbito del
respectivo Departamento Judicial.

(...)

CAPÍTULO VIII
DEL TRIBUNAL DE DISCIPLINA

ARTÍCULO 45: (Texto Ley 12.277)El Tribunal de Disciplina se compondrá de cinco


(5) miembros titulares e igual número de suplentes, elegidos en la forma establecida en
el artículo 34. Para ser miembro se requieren las mismas condiciones que para integrar
el Consejo Directivo y, además, diez (10) años de ejercicio profesional.

149
Los miembros del Consejo Directivo no podrán formar parte de este Tribunal.

El Organismo designará, al entrar en funciones un Presidente, un Vicepresidente y


un Secretario.

En ningún caso los procuradores integrarán el Tribunal de Disciplina.

ARTÍCULO 46: (Texto Ley 12.277)Para la recusación y excusación de los miembros


del Tribunal se aplicarán las mismas causales que las establecidas para los Jueces en
el Código de Procedimiento Criminal y Correccional.

(...)

CAPÍTULO XI
DE LOS MIEMBROS

ARTÍCULO 57: (Texto Ley 12.277) El ejercicio de la profesión de abogado compren-


de las siguientes funciones:

a) Defender, patrocinar o representar causas propias o ajenas, en juicio o proceso o


fuera de ellos, en el ámbito judicial o administrativo y en cualquier otro donde se
controviertan derechos o intereses legítimos.

b) Evacuar consultas y prestar todo tipo de asesoramiento en cuestiones en que se


encuentren involucrados problemas jurídicos. Dichas funciones le son propias y exclu-
sivas, salvo lo dispuesto en relación al ejercicio de la procuración.

En el desempeño de su profesión, el abogado será asimilado a los magistrados en


cuanto atañe al respeto y consideración que debe guardársele. Cometerá falta grave
quién no respete esta disposición, y su violación podrá dar lugar a la pertinente denun-
cia ante el superior jerárquico del infractor, debiendo ser sustanciada de inmediato. El
profesional afectado se encuentra legitimado para la radicación e impulso de los trámi-
tes respectivos.

ARTÍCULO 58: (Texto Ley 12.277) Es facultad de los abogados y procuradores, en


ejercicio de su función, recabar directamente de las oficinas públicas, bancos oficiales
o particulares y empresas privadas o mixtas, informes y antecedentes, como así tam-
bién solicitar certificados sobre hechos concretos atinentes a las causas en que inter-
vengan. Estos pedidos deberán ser evacuados por las oficinas y entidades aludidas
dentro del término de quince días. En las solicitudes, el profesional hará constar su
nombre, domicilio, carátula del juicio, juzgado y secretaría de actuación. Las contesta-
ciones serán entregadas personalmente al profesional, o bien remitidas a su domicilio,
según lo haya solicitado; no habiendo realizado ninguna solicitud en tal sentido, serán
remitidas al Juzgado de la causa.

150
Con la sola exhibición de la credencial profesional, el abogado o procurador podrá
examinar y compulsar actuaciones judiciales y administrativas, provinciales y munici-
pales y registros notariales. Cuando un funcionario o empleado de cualquier manera
impidiera o trabare el ejercicio de este derecho, el Colegio Departamental pertinente, a
instancia del afectado, pondrá el hecho en conocimiento del superior jerárquico de
aquéllos, a los efectos que correspondan, conforme a lo dispuesto en el artículo 57 y
sin perjuicio de otras medidas a que hubiere lugar.

CAPÍTULO XII
OBLIGACIONES DEL ABOGADO

ARTÍCULO 59: (Texto Ley 12.277) Son obligaciones de los abogados y procuradores:

1 - Prestar su asistencia profesional como colaborador del Juez y al servicio de la


justicia. La inobservancia de esta regla podrá dar lugar a la formación de causa
disciplinaria.

2 - Patrocinar o representar a los declarados pobres en los casos que la ley determi-
ne y atender el consultorio gratuito del Colegio en la forma que establezca el
reglamento interno.

3 - Aceptar los nombramientos que le hicieren los jueces o tribunales con arreglo a
la ley, y las misiones que le encomiende el Colegio, pudiendo excusarse solo por
causas debidamente fundadas.

4 - Tener estudio dentro del Departamento Judicial en el que se encuentre matricula-


do, sin perjuicio de su ejercicio profesional en otros Departamentos Judiciales.

5 - Dar aviso al Colegio Departamental de todo cambio de domicilio, como así del
cese o reanudación del ejercicio profesional.

6 - Guardar secreto profesional respecto de los hechos que ha conocido con motivo
del asunto que se le hubiere encomendado o consultado, con las salvedades
establecidas por la Ley.

7 - No abandonar los juicios mientras dure el patrocinio.

8 - Ajustarse a las disposiciones del artículo 90, cuando actuare en calidad de apo-
derado.

ARTÍCULO 60: Aceptado el poder conferido, el abogado asume toda la responsabili-


dad que las leyes imponen a los mandatarios, sujetándose a las reglas establecidas en
el Código Civil sobre los contratos de esta clase. Estarán obligados a ejercer la repre-
sentación, hasta que hayan cesado legalmente en su cargo.

151
Las simples consultas se considerarán como locación de servicio.(*) A partir de
este artículo se remunera el articulado por derogación del artículo 60 por el Decreto-
Ley 8.904/77.

CAPÍTULO XIII
PROHIBICIONES

ARTÍCULO 61: (Texto Ley 12.277) Sin perjuicio de lo que disponen las leyes genera-
les, está prohibido a los abogados:

1 - Patrocinar o asesorar a ambos litigantes en un juicio, simultáneamente o sucesi-


vamente, o aceptar la defensa de una parte, si ya hubiere asesorado a la otra.

2 - Patrocinar y representar individual y simultáneamente a partes contrarias, los


abogados asociados entre sí.

3 - Ejercer su profesión en un conflicto en cuya tramitación hubiere intervenido


como magistrado, funcionario judicial o administrativo.

4 - Aceptar el patrocinio o representación en asuntos en que haya intervenido un


colega, sin dar previamente aviso a éste, excepto en casos de extrema urgencia
y con cargo de comunicárselo inmediatamente.

5 - Sustituir a abogado o procurador en el apoderamiento o patrocinio de un litigan-


te, cuando ello provoque la separación de juez de la causa por algún motivo
legal.

6 - Procurarse clientela por medios incompatibles con la dignidad profesional.

7 - Publicar avisos o realizar propaganda, por cualquier medio de difusión que pue-
da inducir a engaño a los clientes u ofrecer servicios contrarios o violatorios de
las leyes. La publicidad profesional se habrá de limitar a su nombre, dirección
del estudio, títulos científicos, horario de atención al público, fuero, materia o
asuntos a los que especialmente se dedique.

8 - Requerir directamente o por terceras personas o intermediarios remunerados


para obtener asuntos.

9 - Celebrar contratos de sociedad profesional con personas que no sean abogados


o procuradores.

10- Celebrar contrato de sociedad con quienes no posean título de abogado o procu-
rador, o integrar asociación o sociedad comercial que pueda tener por objeto
exclusivo el ofrecimiento de servicios jurídicos. Sin embargo, el abogado o pro-
curador podrá establecer formas asociativas no comerciales con otros profesio-
nales universitarios, a través de la prestación de servicios con sentido

152
interdisciplinario, siempre que ello no altere la independencia funcional e indivi-
dualidad de la profesión y preserve la responsabilidad inherente a su calidad de
profesional del derecho. En todos los casos deberá declarar la existencia de esa
relación ante el Colegio Departamental respectivo.

11- Constituir domicilio en oficinas públicas, excepto cuando se trate de funciona-


rios o empleados públicos que litiguen en calidad de tales y específicamente con
motivo de su función.

(...)

LIBRO QUINTO
TÍTULO ÚNICO
INFRACCIONES AL EJERCICIO DE LAS PROFESIONES DE ABOGADO Y PRO-
CURADOR

Art. 134 - Será penado con multa de hasta doscientos (200) jus:

a) El que en causa judicial, sin tener título que para ello lo habilite y/o inscripción en
la matrícula, patrocine, defienda, tramite o de cualquier manera tome intervención o
participación directa no autorizada por la Ley.

b) El que sin tener título habilitante y/o inscripción en la matrícula evacue, a título
oneroso o gratuito, consultas sobre cuestiones o negocios jurídicos que estén reserva-
das a los profesionales del derecho. Exceptúase de esta prohibición a los abogados
excluidos del ejercicio profesional por jubilación y a los abogados con título extranjero
cuando la consulta sea promovida por un profesional de la matrícula de abogado.

c) El abogado o procurador que, como consecuencia de una sanción disciplinaria o


alguna medida dispuesta por el Consejo Directivo, se encuentre temporariamente inha-
bilitado o excluido de la matrícula y no obstante ello continúa en el ejercicio profesional.

d) El funcionario, empleado, practicante, o auxiliar de la Justicia o del proceso que,


sin encontrarse habilitado para ejercer la abogacía o la procuración, realice gestiones
directas o indirectas vinculadas a dichas profesiones, aún en el caso de que fueren
propias o conexas de las que podría desempeñar de acuerdo con los títulos que pose-
yera.

e) El que encomiende por sí o por otro, encubra o favorezca las actividades que se
reprimen en los presentes incisos.

f) El que anuncie o haga anunciar actividades de abogado, doctor en Jurisprudencia,


doctor en Derecho y Ciencias Sociales, escribano, notario o procurador, sin publicar en
forma clara e inequívoca el nombre, apellido y título de quien las realice.

153
g) El que anuncie o haga anunciar actividades de las referidas en el inciso anterior
con informaciones inexactas, capciosas, ambiguas o subrepticias que, de algún modo,
tiendan a provocar confusiones sobre el profesional, su título o sus actividades.

h) La persona o los componentes de una sociedad, corporación o entidad, que use


denominaciones que permitan referir o atribuir a una o más personas la idea del ejerci-
cio de la profesión, tales como: «Estudio»; «Asesoría»; «Bufete»; «Oficina»; «Consulto-
rio Jurídico»; u otras semejantes, sin tener y mencionar el abogado encargado en
forma directa y personal de las tareas. En este caso, sin perjuicio de la aplicación de la
multa prevista en el presente artículo, la autoridad judicial podrá ordenar la clausura del
local a simple requerimiento de los representantes de los Colegios Profesionales.

Art. 135 - Cuando el infractor sea funcionario, empleado o auxiliar de la Administra-


ción de Justicia, el mínimo de la multa establecida en el artículo anterior, será equiva-
lente a cien (100) jus, adicionándose a la pena pecuniaria la suspensión de uno a seis
meses en el cargo, matrícula, inscripción, registro o empleo.

La reincidencia será penada con exoneración del empleo o cargo y/o exclusión de la
matrícula.

Art. 137 - En los casos de los incisos f), g) y h) del artículo 134, el Juez ordenará
una publicación aclaratoria análoga a la utilizada por el infractor y adecuada a ese fin,
que deberá ser costeada por dicho infractor dentro del término perentorio de tres (3)
días, a contar de la notificación de la sentencia, debiendo certificarse por el Secretario
sobre el cumplimiento de esa orden. Vencido ese término y siempre que el infractor no
acreditase el pago, el Secretario dará cuenta del hecho, informando cual es la suma
que juzga necesaria para cubrir el precio de la publicación ordenada y, en tal caso, el
Juez, sin intimación previa ni otro trámite, mandará anotar la inhibición del condenado y
su levantamiento solo podrá disponerse después de cumplida la publicación.

Si se conociera o denunciaren bienes del deudor, el Juez designará de oficio un


letrado de la matrícula para que persiga el cobro de la cantidad fijada, mediante los
trámites de la Ley de Apremio.

Art. 138 - El conocimiento de las causas que se promovieren con respecto a las
infracciones comprendidas en este Título corresponderá, sin perjuicio de las facultades
disciplinarias atribuidas a los Colegios de Abogados por esta Ley:

1 - Al Juez o Tribunal ante el cual fueron cometidas.


2 - Al Juez en lo Criminal y Correccional en turno en los demás casos.

Las causas serán promovidas de oficio por el propio Juez, por denuncia de los
secretarios, jefes de oficina o archivo y por los representantes de los colegios profesio-
nales.

154
Art. 139: Los representantes legales de las entidades profesionales podrán tomar
intervención coadyuvante en el curso del respectivo proceso, con las siguientes facul-
tades:

1. Solicitar las diligencias útiles para comprobar la infracción y descubrir a los res-
ponsables.

2. Asistir a la declaración del inculpado y a las audiencias de testigos con facultad


para tachar y repreguntar a éstos.

3. Activar el procedimiento y pedir el pronto despacho de la causa.

4. Denunciar bienes a embargo para asegurar el pago de las multas y costas.

Art. 140: Las denuncias deberán contener la mención total de las pruebas del hecho
en infracción de esta ley.

El Juez o Tribunal tendrá amplias facultades para ordenar las comprobaciones que
juzgue necesarias, pudiendo desestimar la denuncia por insuficiente.

Art. 141: Sólo habrá una instancia que substanciará por el procedimiento fijado par
las causas correccionales en cuanto no resulte modificado por las normas de éste
Título.

Si el infractor citado en forma no concurriere al llamado para su declaración y des-


cargo, se le citará nuevamente bajo apercibimiento de que su simple inasistencia auto-
rizará a la prosecución del juicio en su rebeldía sin necesidad de otra notificación.

El agente fiscal en turno deberá en todo caso proseguir la acción hasta que se dicte
sentencia, sin poder desistir de ella.

ARTÍCULO 142: Las multas deberán oblarse dentro de los diez días posteriores a la
intimación.

En defecto del pago, el infractor sufrirá arresto a razón de un día por cada veinte
pesos de multa.

ARTÍCULO 143: En caso de detención de un abogado, ordenada por los jueces y con
motivo de las disposiciones de la presente ley, aquélla será cumplida en el domicilio del
letrado, salvo que por la gravedad de la infracción el Juez ordenare fundadamente la
detención en lugar distinto.

155
Decreto-Ley 8904/77

ARANCEL DE LA PROVICIA DE BUESOS AIRES

TÍTULO I - DISPOSICIONES GENERALES

ARTÍCULO 1: Los honorarios profesionales de abogados y procuradores devengados


en juicios, gestiones administrativas y prestaciones extrajudiciales, deben considerar-
se como remuneraciones al trabajo personal del profesional y se regirán por las dispo-
siciones de la presente ley.

ARTÍCULO 2: En defecto de contrato escrito, los honorarios que deban percibir los
abogados y procuradores por su labor por prestaciones extrajudiciales, serán fijados
en la forma que determina la presente ley.

Será nulo todo pacto o convenio que tienda a reducir las proporciones establecidas
en el arancel fijado por esta ley, así como toda renuncia anticipada total o parcial de los
honorarios. No obstante, el profesional que hubiere renunciado celebrando el convenio,
quedará sujeto a los términos del mismo; en tal caso, el Colegio de Abogados o de
Procuradores Departamental, tendrá acción para reclamar del deudor del honorario, la
diferencia que resulte por aplicación de esta ley.

TÍTULO II - DE LOS CONTRATOS Y PACTOS SOBRE HONORARIOS

ARTÍCULO 3: Los abogados y procuradores podrán fijar por contrato el monto de


sus honorarios sin otra sujeción que a esta ley y al Código Civil, pero el contrato será
redactado por escrito bajo pena de nulidad y no admitirá otra prueba de su existencia
que la exhibición del documento o la confesión de la parte obligada al pago de honora-
rios, de haber suscripto el mismo.

ARTÍCULO 4: Los abogados y procuradores matriculados podrán celebrar con sus


clientes pacto de cuota litis, con sujeción a las siguientes reglas:

Se redactarán en doble ejemplar, antes o después de iniciado el juicio. No podrán


exceder de la tercera parte del resultado líquido del juicio, cualquiera fuese el número
de pactos celebrados.

El profesional podrá tomar a su cargo los gastos correspondientes a la defensa del


cliente y la obligación de responder por las costas causídicas del adversario, en cuyo
caso el pacto podrá extenderse hasta la mitad del resultado líquido del juicio. Los
honorarios que se declaren a cargo de la parte contraria corresponderán exclusiva-
mente a los profesionales.

156
El pacto podrá ser presentado por el profesional o por el cliente en el juicio a que el
mismo se refiere, en cualquier momento. No podrán ser objeto de pactos de cuota litis
los casos de trámites y procesos previsionales y aquéllos que versen sobre derechos
de sustancia alimenticia.

ARTÍCULO 5: Será nulo todo contrato sobre honorarios profesionales que no sea
celebrado por abogados o procuradores inscriptos en la matrícula respectiva al tiempo
de convenirlo.

ARTÍCULO 6: La revocación del poder no anulará el contrato sobre honorarios, salvo


que ella hubiese sido motivada por culpa del abogado o procurador, en cuyo caso éste
será reembolsado por regulación judicial, si correspondiere.

ARTÍCULO 7: El profesional que hubiere celebrado contrato de honorarios y comen-


zado sus gestiones, puede separarse del juicio en cualquier momento. En tal caso
quedará sin efecto el contrato y sus honorarios se regularán judicialmente.

ARTÍCULO 8: El abogado o procurador podrá pedir regulación por los trabajos efec-
tuados en cualquier estado del proceso. En este caso queda ipso iure anulado el con-
trato o pacto.

TÍTULO III - DE LA UNIDAD DE MEDIDA ARANCELARIA

ARTÍCULO 9: Institúyese con la denominación de «Jus» la unidad de honorario


profesional de Abogado o Procurador, que representará el uno (1) por ciento de la
remuneración total asignada al cargo de Juez Letrado de Primera Instancia de la Pro-
vincia de Buenos Aires, entendiéndose por tal la suma de todos aquellos rubros, sea
cual fuere su denominación, -incluida la bonificación por antigüedad por el tiempo exigi-
do por el artículo 178 de la Constitución Provincial-, cuya determinación no dependa de
la situación particular del Magistrado. La Suprema Corte de Justicia suministrará men-
sualmente el valor resultante, eliminando las fracciones decimales. (Párrafo incorpora-
do por la ley 11.593).

Sin perjuicio del sistema porcentual establecido en las disposiciones siguientes, los
honorarios mínimos que corresponde percibir a los Abogados y Procuradores por su
actividad profesional resultarán del número de «Jus» que a continuación se detalla:

157
I - HONORARIOS MINIMOS EN ASUNTOS JUDICIALES NO SUPCEPTIBLES DE
APRECIACION PECUNIARIA

- Divorcios: 60 "Jus"
- Divorcios por presentación conjunta: 30 "Jus"
- Adopciones: 20 "Jus"
- Tutela y Curatela:15 "Jus"
- Insania y Filiación:30 "Jus"
- Tenencia y régimen de visitas: 10 "Jus"
- Informaciones sumarias: 10 "Jus"
- Inscripción en la matrícula de comerciante: 15 "Jus"
- Autorización para ejercer el comercio y trámites similares ante el Registro Público
de Comercio: 8 "Jus"
- Rubrica de Libros de Comercio: 4 "Jus"

Presentación de denuncias penales con firma de letrado: 10 "Jus"

- Pedido de excarcelación: 10 "Jus"


- Excarcelación concedida: 12 "Jus"
- Pedido de eximición de prisión: 10 "Jus"
- Eximición de prisión concedida: 10 "Jus"

Defensas penales :

a) Sumario Contravenciones o faltas administrativas: defensa 12 Jus; con pruebas


producidas 20 Jus; resolución favorable 25 Jus;

Juicios correccionales: defensa 22 Jus; con pruebas producidas 25 Jus; sobreseimiento


provisorio 30 Jus; definitivo 40 Jus;

Juicios criminales: defensa 30 Jus; con pruebas producidas 35 Jus; sobreseimiento


provisorio 50 Jus; definitivo 60 Jus.

b) Plenario (absorbe honorarios del sumario)

Juicios correccionales: defensa 25 Jus; con pruebas producidas 35 Jus; sentencia


absolutoria 55 Jus.

Juicios criminales: defensa 30 Jus; con pruebas producidas 45 Jus; sentencia


absolutoria 60 Jus.

Actuación de particular damnificado.

a) Embargo e inhibiciones: como en los juicios civil y comercial.


b) Revocación de libertad provisoria 12 Jus; con pruebas producidas 22 Jus.
c) Obtención de prisión preventiva o revocación de sobreseimiento provisorios 25
Jus; con pruebas producidas 30 Jus.

158
d) Obtención de condena o revocación de sobreseimiento definitivo 30 Jus; con pruebas
producidas 50 Jus.

Actor civil en material penal: como en materia civil y comercial;

a) Querellas 30 Jus; con producción de pruebas 50 Jus; con éxito 60 Jus.


b) Patrocinio de defensores: como en material civil y comercial.

II - HONORARIOS MINIMOS POR LA LABOR EXTRAJUDICIAL

- Consultas verbales: 0,5 "Jus".


- Consultas evacuadas por escrito: 1 "Jus".
- Estudio o información de actuaciones judiciales o administrativas: 2 "Jus".
- Asistencia y asesoramiento del cliente en la realización de actos jurídicos: 2,5
"Jus".
- Por la redacción de contratos de locación, del 1 al 5% del valor del contrato con un
mínimo de: 6 "Jus".
- Redacción de boleto de compraventa del 1 al 5% del valor de los bienes con un
mínimo de 10 "Jus".
- Por la redacción de testamentos el 1% del valor de los bienes con un mínimo de
10 "Jus".
- Por la redacción de contratos o estatutos de sociedades comerciales, o de aso-
ciaciones, fundaciones y constitución de personas jurídicas en general del 1 al
3% del capital social con un mínimo de 20 "Jus".
- Por la redacción de contratos no comprendidos en los incisos anteriores del 1 al
5% del valor de los mismos con un mínimo de 6 "Jus".
- Arreglos extrajudiciales: mínimo el 50% de las escalas fijadas para los mismos
asuntos judiciales establecidasen la presente ley.
- Por gastos administrativos de estudio para iniciación de juicios (fotocopias, abrir,
aportes de colegio, etc.) 1 "Jus".
- Redacción de denuncias penales (sin firma del letrado) 8 "Jus".

TÍTULO IV - PRINCIPIOS GENERALES SOBRE HONORARIOS

ARTÍCULO 10: El honorario devengado o regulado es de propiedad exclusiva del


profesional que hubiere hecho los trámites pertinentes.

ARTÍCULO 11: No será lícito contratar el honorario con arreglo al tiempo que dure el
asunto.

ARTÍCULO 12: El abogado o procurador en causa propia podrá cobrar sus honora-
rios y gastos cuando su contrario hubiere sido condenado en costas.

159
ARTÍCULO 13: Cuando en un juicio intervenga más de un abogado o procurador por
una misma parte se considerará, a los efectos arancelarios, como un solo patrocinio o
representación y se regularán los honorarios individualmente en proporción a la tarea
cumplida por cada uno.

Si el abogado se hiciere patrocinar por otro abogado, el honorario se regulará consi-


derando al patrocinado como procurador y al patrocinante como abogado.

ARTÍCULO 14: Los honorarios de los procuradores se fijarán en un cincuenta (50)


por ciento de los que por esta ley corresponda fijar a los abogados patrocinantes.
Cuando el abogado actuare en carácter de apoderado sin patrocinio, percibirá la asig-
nación total que hubiere correspondido a ambos. Cuando solamente patrocine a la
parte interesada, percibirá el noventa (90) por ciento de la asignación total que hubiere
correspondido a ambos.

ARTÍCULO 15: Toda regulación judicial de honorarios profesionales debe hacerse


con citación de la disposición legal aplicada bajo pena de nulidad.

ARTÍCULO 16: Para regular los honorarios, se tendrá en cuenta:

El monto del asunto, si fuera susceptible de apreciación pecuniaria.

El valor, motivo y calidad jurídica de la labor desarrollada.

La complejidad y novedad de la cuestión planteada.

La responsabilidad que de las particularidades del caso pudiera haberse derivado


para el profesional.

El resultado obtenido.

El cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 59, inciso 1•‹ de la Ley 5177.

La probable transcendencia de la resolución a que se llegare, para casos futuros.

Las actuaciones esenciales establecidas por la ley para el desarrollo del proceso.

Las actuaciones de mero trámite.

La trascendencia económica y moral que para el interesado revista la cuestión en


debate.

La posición económica y social de las partes.

160
El tiempo empleado en la solución del litigio, siempre que la tardanza no fuera impu-
table al profesional.

ARTÍCULO 17: A pedido de los profesionales, los jueces deberán practicar en rela-
ción a las tareas realizadas, regulaciones parciales y provisionales cuando se hubieran
cumplido cada una de las etapas establecidas en el ar tículo 28.
El pago de los honorarios regulados estará a cargo de la parte a quien el profesional
peticionante representa o patrocina.

La regulación se efectuará en el mínimo del honorario que le hubiere podido corres-


ponder al peticionante, sin perjuicio que al dictarse la sentencia el juez se pronuncie
determinando la regulación definitiva por toda la actuación del profesional.

ARTÍCULO18: Sin perjuicio de la acción directa de los profesionales de una parte


contra otra vencida en costas, no son ejecutables los honorarios regulados contra el
litigante patrocinado o representado, cuando los servicios profesionales de sus aboga-
dos o procuradores hubieran sido contratados en forma permanente, mediante una
retribución periódica.

El contrato deberá redactarse por escrito y registrarse bajo responsabilidad del pro-
fesional dentro del término de quince (15) días de su otorgamiento en el Colegio Profe-
sional Departamental donde estuviere inscripto aquél.

El Colegio Departamental inscribirá el contrato si de los términos del mismo surge


una remuneración adecuada al monto de los trabajos, a la importancia de las tareas, a
la extensión y al tiempo que requiera su atención. En caso de denegatoria de la inscrip-
ción, el profesional será remunerado por regulación judicial.

ARTÍCULO 19: Cada vez que el profesional reciba en forma directa dinero u otros
bienes, que deban ser imputados a honorarios o cualquier otro concepto, por parte de
su cliente, deberá extender recibo que contendrá las siguientes enunciaciones esen-
ciales:

- Apellido, nombre, dirección y matrícula respectiva del profesional otorgante.


- Apellido, nombre o razón social de quienes efectúan el pago o a nombre de quien
se efectúa el pago.
- Carátula, Juzgado y Departamento Judicial de radicación de la litis, objeto del
pago, o enunciación del asunto extrajudicial que motivó la intervención del profe-
sional.
- Rubro al que se imputa el pago (honorarios, capital, intereses, gastos de estudio,
gastos causídicos, gastos por diligenciamientos extrajudiciales).
- Fecha y monto de pago, con aclaración de si es parcial o total y si debe imputarse
al cumplimiento de un pacto sobre honorarios o de cuota litis.
- Firma y sello aclaratorio del profesional.

161
ARTÍCULO 20: En los casos de transmisión de bienes por tracto abreviado, el Re-
gistro de la Propiedad no procederá a la inscripción si no se acredita haberse abonado
los honorarios por la labor judicial de los abogados y procuradores intervinientes, o
encontrarse suficientemente garantizado su pago.

TÍTULO V - DE LOS HONORARIOS POR LA LABOR JUDICIAL

ARTÍCULO 21: En todos los procesos susceptibles de apreciación pecuniaria, por


las actuaciones de primera instancia o en Tribunales Colegiados de Instancia Unica,
hasta la sentencia, el honorario del abogado será fijado entre el ocho (8) y el veinticinco
(25) por ciento de su monto.

Cuando haya litis consorcio la regulación se hará con relación al interés de cada litis
consorte. Las regulaciones no superarán, en total, el cuarenta (40) por ciento que
resulte de la aplicación de la respectiva escalada arancelaria.

En los procesos de jurisdicción voluntaria, a los fines de la regulación, se considera-


rá que hay una sola parte.

ARTÍCULO 22: (Texto según Ley 10.310) En ningún caso, la regulación podrá ser
inferior a cuatro (4) «Jus», cualquiera sea el Tribunal donde el profesional haya actuado.

ARTÍCULO 23: En los juicios por cobro de sumas de dinero, la cuantía del asunto a
los fines de la regulación de honorarios, será el monto de la demanda o reconvención; o
si fuere mayor, el de la liquidación que resulte de la sentencia, por capital -actualizado
si correspondiere- intereses y gastos.

Cuando fuere íntegramente desestimada la demanda o reconvención, se tendrá como


valor del pleito el importe de la misma, actualizado al momento de la sentencia en base
a los índices de depreciación monetaria, si ello fuere pertinente.

ARTÍCULO 24: La determinación de la depreciación monetaria a los efectos de la


aplicación de la presente ley, se realizará de acuerdo con la variación de los índices de
precios al consumidor, suministrada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos u
organismo nacional que haga sus veces. Los índices mencionados, serán suministra-
dos mensualmente a cada uno de los Tribunales de Justicia por la Suprema Corte.

ARTÍCULO 25: En los casos de transacción, la regulación de honorarios se practi-


cará sobre el monto total que resulte de la misma.

162
ARTÍCULO 26: Si en el pleito se hubieren acumulado acciones o deducido reconven-
ción, se regularán por separado los honorarios que correspondan a cada una.
Los honorarios de la parte que pierda el pleito totalmente, se fijarán tomando como
mínimo el setenta (70) por ciento de la escala del artículo 21 y como máximo el monto
de dicha escala.

ARTÍCULO 27: El monto de los juicios se determinará:

Cuando se trate de juicios sobre bienes inmuebles o derechos sobre los mismos, si
no han sido tasados en autos, se tendrá como cuantía del asunto la valuación fiscal al
momento en que se practique la regulación incrementada en el veinte (20) por ciento.
No obstante, reputándose a ésta inadecuada al valor real del inmueble, el profesional
estimará el valor que le asigne de lo que se dará traslado por cédula a quienes se
encuentren obligados al pago de honorarios a regularse. En caso de oposición el juez
designará perito de la lista oficial. La pericia se pondrá de manifiesto por cinco (5) días,
por auto que se notificará a las partes. Si el valor que asigne el juez fuera más próximo
al propuesto por el profesional, que el fiscal o el que hubiere propuesto el obligado, las
costas de la pericia serán soportadas por este último; de lo contrario, serán a cargo del
profesional. Este procedimiento no impedirá que se dicte sentencia en lo principal,
difiriéndose la regulación de honorarios.

Cuando se trate de juicios sobre muebles, semovientes o automotores, se tomará


como cuantía del asunto el valor que surja de autos, sin perjuicio de efectuarse la
determinación establecida en el inciso anterior y por el mismo procedimiento.

En juicios de cobro de sumas de dinero, si el reclamo se ampliare con posterioridad


a la sentencia, por haber vencido nuevos plazos, o cuotas de la obligación en cuya
virtud se procede, se tendrá como valor del pleito el total de la reclamado.

Derechos creditorios: el valor consignado en las escrituras o documentos respecti-


vos, deducidas las amortizaciones normales previstas en los mismos, o las extraordi-
narias que justifique el interesado.

Títulos de renta y acciones de entidades privadas: el valor de cotización de la Bolsa


de Comercio de la Provincia de Buenos Aires o de la Capital Federal. Si no cotizaren en
Bolsa, el valor que informe cualquier Entidad Bancaria oficial. Si por esta vía fuere
imposible lograr la determinación, se estará a la estimación que efectúe la parte.

Establecimientos comerciales, industriales o mineros: se evaluará el activo confor-


me las normas de este artículo. Se descontará el pasivo justificado por certificación
contable u otro medio idóneo cuando no se lleve contabilidad en legal forma, y al líquido
que resulte se le sumará un diez (10) por ciento que será computado como valor llave.

Dinero, créditos u obligaciones expresados en moneda extranjera: se estará al valor


de plaza conforme al tipo de cambio más elevado que establezcan las autoridades
pertinentes.

163
Usufructo: se determinará el valor de los bienes conforme las normas de este artícu-
lo, disminuyéndoselo en un cincuenta (50) por ciento. Nuda propiedad: se adoptarán las
mismas pautas del inciso anterior.

Uso y habitación: será evaluado en el doce (12) por ciento anual del valor del bien
respectivo, justipreciado según las reglas de este artículo, y el resultado se multiplica-
rá por el número de años por el que se tramite el derecho, no pudiendo exceder en
ningún caso del cien (100) por ciento de aquél.

Bienes sujetos a agotamiento, minas, canteras y similares: se determinará el valor


por el procedimiento previsto en el inciso b) del presente artículo.

Concesiones, derechos, marcas y privilegios: se seguirán las mismas normas del


inciso anterior.

ARTÍCULO 28: A los efectos de la regulación de honorarios, los escritos se clasifi-


carán del modo siguiente:

a) Procesos ordinarios.

Demanda, reconvención y sus contestaciones.


Actuaciones de prueba.
Diligencias y trámites posteriores hasta la terminación del juicio en primera instan-
cia.

b) Procesos sumarios y sumarísimos.

1. Demanda, reconvención, sus contestaciones y ofrecimiento de prueba.


2. Actuaciones de prueba y trámites posteriores hasta la terminación del juicio en
primera instancia.

c) Sucesiones intestadas o testamentarias.

1. Actuación completa de iniciación.


2. Actuaciones hasta la declaratoria de herederos o hasta la aprobación del testa-
mento.
3. Diligencias y trámites hasta la inscripción de la declaratoria de herederos o del
testamento.

d) Concursos.

1. Actuación completa de iniciación.


2. Actuación hasta la junta de acreedores.
3. Actuaciones hasta la finalización.

164
e) Causas penales.

1. Actuaciones en sumario.
2. Defensa y ofrecimiento de prueba.
3. Actuaciones posteriores hasta la sentencia.

f) Procesos orales ante los tribunales colegiados.

1. Demanda, reconvención, contestaciones y segundos traslados.


2. Actuaciones de prueba anteriores a la vista de la causa.
3. Audiencia de vista de la causa.

Los trabajos profesionales individualizados en cada uno de los apartados preceden-


tes, serán remunerados y considerados como una tercera parte, o la mitad en su caso,
del juicio pertinente. Todo trabajo complementario o posterior a las etapas judiciales
enumeradas precedentemente deberá regularse en forma independiente y hasta una
tercera parte de la regulación principal.

ARTÍCULO 29: A los efectos de la regulación de honorarios, la firma del abogado


patrocinante en los escritos presentados en juicios implicará su dirección profesional
en las actuaciones posteriores que no lleven su firma mientras no lo sustituya en el
patrocinio otro abogado que declare en forma expresa que ha quedado excluido el
anterior. Esta regla no se aplicará en los juicios en que el interesado intervenga directa-
mente sin procurador.

ARTÍCULO 30: Los trabajos y escritos notoriamente inoficiosos no serán considera-


dos a los efectos de la regulación de honorarios.

ARTÍCULO 31: Por las actuaciones correspondientes a la segunda o ulterior instan-


cia, se regulará en cada una de ellas del veinte (20) al treinta y cinco (35) por ciento de
la cantidad que se fije para honorarios en primera instancia.

Si la sentencia recurrida fuera revocada o modificada, el Tribunal de Alzada deberá


adecuar de oficio las regulaciones por los trabajos de primera instancia, teniendo en
cuenta el nuevo resultado del pleito y regulará seguidamente los honorarios que corres-
pondan por las tareas cumplidas en la alzada, aunque no hubiese mediado apelación
del profesional beneficiario por los honorarios.

Si la sentencia recurrida fuera revocada en todas sus partes en favor del apelante,
los honorarios de sus profesionales, por los trabajos en esa instancia de apelación, se
fijarán entre el veintisiete (27) y el treinta y cinco (35) por ciento de los correspondien-
tes a primera instancia.

165
ARTÍCULO 32: Para la regulación de los honorarios del administrador judicial desig-
nado en juicios voluntarios, contenciosos y universales, se aplicará la escala del artí-
culo 21 sobre el monto de los ingresos obtenidos durante la administración, con pres-
cindencia del valor de los bienes.

TÍTULO VI - DE LOS HONORARIOS EN LOS JUICIOS Y PROCEDIMIENTOS ES-


PECIALES

ARTÍCULO 33: En las causas penales cuyo monto pueda apreciarse pecuniariamente,
los honorarios profesionales se fijarán de acuerdo con la escala del artículo 21.

En todos los casos, a los efectos de las regulaciones, deberá tenerse en cuenta:

- Las reglas generales del artículo 16.


- La naturaleza del caso y la pena aplicable por el delito materia del proceso.
- La influencia que la sentencia tenga o pueda tener por sí o con relación al derecho
de las partes ulteriormente.
- La actuación profesional en las diligencias probatorias de sumario y plenario, así
como la importancia, calidad y complejidad de las pruebas ofrecidas o produci-
das.

En los juicios sobre faltas, la escala del artículo 21•‹, se reducirá de un tercio a la
mitad. La acción indemnizatoria que se promoviere en el proceso penal se regulará
como si se tratara de un proceso sumario en sede civil, reduciéndose el monto del
honorario hasta un treinta (30) por ciento.

ARTÍCULO 34: En los juicios ejecutivos y ejecuciones especiales, no oponiéndose


excepciones, por lo actuado desde su iniciación hasta la sentencia de remate inclusive,
el honorario del abogado o procurador será calculado de acuerdo con la escala del
artículo 21•‹, reduciéndose el monto hasta un treinta (30) por ciento. Habiendo excep-
ciones, se reducirá un diez (10) por ciento.

ARTÍCULO 35: En el proceso sucesorio cuando un solo abogado patrocine o repre-


sente a todos los herederos o interesados, su honorario se regulará sobre el monto del
acervo, inclusive los gananciales, aplicando una escala del seis (6) al veinte (20) por
ciento del total, y de acuerdo con las siguientes pautas:

Inmuebles: el valor se tomará sobre la valuación fiscal vigente al momento de la


regulación.

Otros bienes: para establecer el valor se seguirán las pautas reglamentarias en el


artículo 27, incisos b) al l).

166
Cuando constare en el proceso un valor por tasación, estimación o venta superior a
la valuación fiscal, dicho valor será considerado a los efectos de la regulación.

Cuando el haber sucesorio se integre con un solo bien inmueble que hubiere consti-
tuido el hogar conyugal, cuya valuación no exceda el límite establecido en la Provincia
para su afectación al régimen del bien de familia, y el mismo se destine a vivienda
familiar, siendo los herederos el cónyuge, ascendientes o descendientes, el honorario
se fijará en el mínimo de la escala. Será nulo todo pacto o convenio por el que se
exceda dicho monto. Respecto de los demás bienes muebles se aplicará la escala
indicada en el primer párrafo.

Cuando intervengan varios abogados, se regularán los honorarios clasificándose los


trabajos, debiendo determinar la regulación el carácter de común a cargo de la masa o
particular a cargo del interesado.

El honorario de abogado o abogados partidores, en conjunto, se fijará sobre el valor


del haber a dividirse aplicando una escala del dos (2) al tres (3) por ciento del total.

ARTÍCULO 36: En los concursos, los honorarios serán regulados conforme a las
disposiciones de la presente ley y de la ley nacional en la materia.

ARTÍCULO 37: En las medidas cautelares se regulará sobre el monto que se tiende
asegurar, y se aplicará un tercio de la escala del artículo 21•‹; salvo los casos de
controversia, en que será la mitad.

ARTÍCULO 38: Tratándose de acciones posesorias, interdictos o de división de bie-


nes comunes, se aplicará la escala del artículo 21•‹ reduciéndose el monto del honora-
rio en un veinte (20) por ciento, atendiendo al valor de los bienes conforme a lo dispues-
to en el artículo 27•‹, si la gestión hubiera sido de beneficio general y con relación a la
cuota o parte definida, si fuere en el sólo beneficio del patrocinado.

ARTÍCULO 39: En los juicios de alimentos se fijará el honorario considerando monto


del proceso la cantidad a pagar durante dos (2) años conforme a la escala del artículo 21.

En los casos de aumentos, disminución, cesación o coparticipación en los alimen-


tos, se tomará como base la diferencia que resulte de la sentencia por el término de
dos (2) años, en base a la escala aplicable a los incidentes.

ARTÍCULO 40: En los procesos de desalojo se fijará el honorario de acuerdo con la


escala del artículo 21•‹, tomando como base los alquileres de dos (2) años o los del
plazo contractual o legal vigente como fuera mayor.

167
Cuando el profesional estimare inadecuado el alquiler fijado en el contrato o en caso
que éste no pudiera determinarse exactamente, o se tratase de juicios por intrusión o
tenencia precaria, deberá fijarse el valor locativo actualizado del inmueble aplicándose
en lo pertinente, el mecanismo estimatorio previsto en el artículo 27 inciso a).

Tratándose de homologación de convenio de desocupación, el honorario se regulará


en un cincuenta (50) por ciento del establecido en el párrafo primero.

ARTÍCULO 41: En el procedimiento de ejecución de sentencias recaídas en proce-


sos de conocimiento, las regulaciones de honorarios se practicarán aplicando la mitad
de la escala del artículo 21. Las actuaciones posteriores a la sentencia de remate se
regularán en un cuarenta (40) por ciento de la escala del mismo artículo.

ARTÍCULO 42: En casos de gestión útil, por los trabajos del abogado o procurador,
que beneficien a terceros acreedores o embargantes que concurran, el honorario se
incrementará en un dos (2) por ciento de los fondos que resulten disponibles a favor de
aquéllos, a consecuencia de su tarea.

ARTÍCULO 43: En las causas laborales y complementarias tramitadas ante Tribuna-


les del Trabajo, se aplicarán las disposiciones arancelarias de la presente ley, tanto en
los procedimientos contradictorios cuanto en las ejecuciones de resoluciones adminis-
trativas o en las que intervenga como tribunal de alzada. En las acciones de entidades
gremiales por cobro de aportes, se considerará como valor del juicio el de tres años de
aportes mensuales que se obtengan por la acción, o el de la demanda -el que fuera
mayor-, aplicándose la escala del artículo 21.

En las demandas de desalojo por restitución de inmuebles o parte de ellos, concedi-


dos a los trabajadores en virtud de la relación de trabajo, se considerará como valor del
juicio el 20% del último salario mensual que deba percibir según su categoría profesio-
nal por todo el lapso de su relación laboral, con un cómputo mínimo de dos años.

En las tercerías de competencia de la justicia laboral se aplicará el artículo 47.

ARTÍCULO 44: Por la interposición de acciones y peticiones de sustancia adminis-


trativa se seguirán las siguientes reglas:

Demandas contencioso-administrativas: lo determinado en el artículo 21•‹ si la cuestión


es susceptible de apreciación pecuniaria.

Actuaciones ante organismos de la Administración Pública, Empresas del Estado,


Municipalidades y entes descentralizados y autárquicos, cuando tales procedimientos
estén reglados por normas especiales, el profesional podrá solicitar regulación judicial

168
de su labor si la cuestión es susceptible de apreciación pecuniaria, y se aplicará el
inciso a) del presente artículo, con una reducción del 30%.

En todos los casos en que los asuntos no fueran susceptibles de apreciación pecu-
niaria, la regulación no será inferior a 25 "jus" o 10 "jus" según se trate del ejercicio de
acciones contencioso-administrativas o de actuaciones administrativas, respectiva-
mente.

Cuando se practique la regulación por las actuaciones en sede administrativa, el


Juez mandará notificar por cédula a la Caja de Abogados.

ARTÍCULO 45: En los juicios de divorcio el monto de la regulación no podrá ser


inferior al que se determina en el artículo 9 apartado 1 incisos 1º y 2º. En la aplicación
y disolución de la sociedad conyugal se aplicará lo normado en el artículo 38.

ARTÍCULO 46: En los juicios de escrituración y en general, en todos los procesos


derivados del contrato de compraventa de inmuebles, se aplicará la norma del artículo
27 inciso a), salvo que resulte un monto mayor del boleto de compraventa, en cuyo
caso se aplicará éste último.

ARTÍCULO 47: Los incidentes y tercerías serán considerados por separado del
juicio principal y el honorario se regulará teniéndose en cuenta:

El monto que se reclame en el principal o en la tercería si el de ésta fuere menor.

La naturaleza jurídica del caso planteado.

La vinculación mediata o inmediata que pueda tener con la resolución definitiva de la


causa.

En los incidentes se aplicará de un 20 a un 30% de la escala del artículo 21•‹ y en las


tercerías, del 80 al 100% de la misma escala.

ARTÍCULO 48: Las gestiones ante los Juzgados de Primera Instancia en lo Comer-
cial de Registro Público de Comercio se regularán teniéndose en cuenta:

Por cada inscripción en la matrícula de comerciante, el mínimo establecido en artí-


culo 9 apartado 1 inciso 8;

Por cada inscripción de contrato o estatuto de sociedades comerciales, sus modifi-


caciones, prórrogas, aumentos de capital, cesión de cuotas sociales y disoluciones
totales y parciales, se regulará sobre el valor del acto sujeto a inscripción, entre el 5 y
15 por mil, con un mínimo de 10 "Jus".

169
ARTÍCULO 49: Por la interposición de acciones de inconstitucionalidad, de amparo
y de habeas corpus, se aplicarán las normas del artículo 16, con un mínimo de 20
"Jus".

ARTÍCULO 50: El honorario por diligenciamiento de exhortos, procedentes de otros


jueces o tribunales será regulado de acuerdo a lo dispuesto en la "Ley Convenio de
Exhortos"; con sujeción al arancel siguiente:

Dos "Jus" por cada notificación o acto semejante, no pudiendo exceder el total de los
honorarios a seis "Jus", salvo si el exhorto comprendiera otras diligencias de distinta
índole.

Del dos al seis por ciento del valor de los bienes con un mínimo de 10 "Jus" cuando
se soliciten inscripciones de dominios, hijuelas, testamentos, gravámenes, secues-
tros, embargos, inhibiciones, inventarios y/o tasaciones, remates y cualquier otro acto
susceptible de apreciación pecuniaria. Por el levantamiento o cancelación de esta me-
didas se regulará el 1% sobre el monto de las mismas y no menos de 4 "Jus".

Cuando se trate de diligencias de prueba y se hubiere intervenido en su producción o


contralor, el juez exhortado regulará los honorarios proporcionalmente a la labor desa-
rrollada, de acuerdo al artículo 16, con un mínimo de 6 "Jus".

Si se suscitaren incidentes, se regularán los honorarios acerca de estas cuestiones,


de acuerdo con las normas del artículo 47.

Los mismos honorarios se regularán si alguna de las diligencias previstas en este


artículo se mandaren producir por aplicación de la «Ley Convenio de Exhortos», sin la
formalidad del mismo.

TITULO VII - DEL PROCEDIMIENTO PARA FIJAR O REGULAR HONORARIOS

ARTÍCULO 51: Aún sin petición del interesado, al dictarse sentencia se regulará el
honorario respectivo de los abogados y procuradores de las partes, salvo que la con-
dena incluya el pago de intereses, frutos y otros accesorios, en cuyo caso habrá de
diferirse la regulación hasta la oportunidad en que quede firme la liquidación respectiva.

ARTÍCULO 52: No procederá la regulación de honorarios en favor de los profesiona-


les apoderados o patrocinantes de la parte que hubiere incurrido en plus petición inex-
cusable, si además se calificare, por resolución fundada, de maliciosa o temeraria la
conducta de aquéllos.

ARTÍCULO 53: Al cesar la intervención del abogado o procurador y a su pedido, los


jueces y tribunales efectuarán las regulaciones que correspondan de acuerdo a este
arancel.

170
Los profesionales podrán formular la estimación de sus honorarios, practicar liquida-
ción de gastos y poner de manifiesto las situaciones de orden legal y económico que
consideren computables. De la estimación se dará traslado por cédula por el término
de cinco (5) días a quienes pudieren resultar obligados al pago.

La regulación tendrá carácter de provisoria y se efectuará en el mínimo de la escala.

ARTÍCULO 54: Los honorarios regulados judicialmente deberán abonarse dentro de


los diez (10) días de quedar firme el auto regulatorio.

Los honorarios por trabajos extrajudiciales se abonarán dentro de los diez (10) días
de intimado su pago, cuando sean exigibles.

Operada la mora, el profesional podrá optar por:

Reclamar los honorarios revaluados con el reajuste establecido en el artículo 24,


con más un interés del ocho (8) por ciento anual.

Reclamar los honorarios, con más el interés que perciba el Banco de la Provincia de
Buenos Aires en operaciones de descuento.

Los honorarios a cargo del mandante o patrocinado quedarán firmes a su respecto si


la notificación se hubiere practicado en su domicilio real.

En la cédula de notificación, en todos los casos y bajo apercibimiento de nulidad,


deberá transcribirse este artículo.

ARTÍCULO 55: Para la determinación judicial de honorarios por trabajos extrajudiciales,


cuando el profesional o el beneficiario de los mismos lo solicitare, se tendrán, en cuen-
ta las pautas mínimas fijadas en el artículo 9•‹ y las normas generales establecidas en
el artículo 16 en lo que fueren aplicables.

Con la petición que se hará ante el juez competente en razón de la materia, deberá
acompañarse toda la prueba y demás elementos de juicio que acrediten la importancia
de la labor desarrollada, de lo que se dará traslado a la otra parte por cinco (5) días,
notificándose por cédula.

De no mediar oposición sobre el trabajo realizado, el Juez fijará sin más trámite el
honorario que corresponda; si la hubiere, la cuestión tramitará por proceso sumario.

ARTÍCULO 56: No serán apelables las resoluciones que dispongan diligencias pro-
batorias para la determinación de los honorarios.

171
ARTÍCULO 57: Los autos que regulen honorarios deberán ser notificados personal-
mente o por cédula a sus beneficiarios y a los obligados a su pago. Serán apelables en
el término de cinco (5) días, pudiendo fundarse la apelación en el acto de deducirse el
recurso, que se resolverá sin sustanciación dentro de los diez (10) días de recibido el
expediente por la Alzada.

Cuando la regulación fuere hecha por las Cámaras de Apelación, Tribunales de Uni-
ca Instancia o por la Suprema Corte de Justicia, no habrá recurso alguno.

ARTÍCULO 58: La regulación judicial firme constituirá título ejecutivo contra el con-
denado en costas y solidariamente contra el beneficiario del trabajo profesional. La
ejecución se sustanciará en incidente separado o, a opción del letrado, por el procedi-
miento de ejecución de sentencia en el mismo juicio en que se hayan regulado los
honorarios. Estará exenta del pago de todo gravamen fiscal, la ejecución de honorarios
profesionales, sin perjuicio de incluirse en la liquidación definitiva a cargo del deudor.

TITULO VIII - DISPOSICIONES COMUNES

ARTÍCULO 59: Los abogados y procuradores designados de oficio, cualquiera sea la


naturaleza del juicio en que intervengan, no podrán convenir con ninguna de las partes
el monto de sus honorarios, ni solicitar ni percibir de ninguna de ellas suma alguna
antes de la regulación definitiva, bajo pena de multa por igual suma a la que convinie-
ran, solicitaren o percibieren, todo ello sin perjuicio de las sanciones disciplinarias a
que hubiere lugar.

ARTÍCULO 60: Toda transgresión a las disposiciones de la presente ley será sancio-
nada con una multa de cinco (5) a diez (10) «jus», que se elevará hasta el doble en
caso de reincidencia, a beneficio del Colegio de Abogados o Procuradores, según el
caso, del Departamento Judicial donde se cometiere la infracción, la cual se cobrará
por vía de apremio.

ARTÍCULO 61: Las disposiciones de la presente ley se aplicarán a todos los proce-
sos en que no hay resolución firme regulando honorarios, al tiempo de su promulgación.
Sin perjuicio de ello, encontrándose pendiente el pago total o parcial de honorarios
regulados y firmes, en la primera presentación el profesional podrá acogerse al proce-
dimiento del artículo 54 con las formalidades establecidas en el mismo.

ARTÍCULO 62: Deróganse los artículos 60, 139 a 184 y 186 a 188 de la Ley 5.177 y
toda otra norma que se oponga a la presente.

ARTÍCULO 63: Cúmplase, comuníquese, publíquese

172
FICHA DE EVALUACIÓN
MÓDULO ÚNICO

Sr. alumno/a:

El Instituto de Educación Abierta y a Distancia, en su constante preocupación por mejorar la


calidad de su nivel académico y sistema administrativo, solicita su importante colaboración para
responder a esta ficha de evaluación. Una vez realizada entréguela a su Tutoría en el menor
tiempo posible.

1) Marque con una cruz

MÓDULO En gran medida Medianamente Escasamente

1. Los contenidos de los módulos fueron


verdadera guía de aprendizaje (punto 5
del módulo).

2. Los contenidos proporcionados me ayu-


daron a resolver las actividades.

3. Los textos (anexos) seleccionados me


permitieron conocer más sobre cada
tema.

4. La metodología de Estudio (punto 4 del


módulo) me orientó en el aprendizaje.

5. Las indicaciones para realizar activida-


des me resultaron claras.

6. Las actividades propuestas fueron acce-


sibles.

7. Las actividades me permitieron una re-


flexión atenta sobre el contenido

8. El lenguaje empleado en cada módulo fue


accesible.

CONSULTAS A TUTORIAS SI NO

1. Fueron importantes y ayudaron resolver mis dudas y actividades.

2) Para que la próxima salga mejor... (Agregue sugerencias sobre la línea de puntos)

1.- Para mejorar este módulo se podría ................................................................................................................................

.......................................................................................................................................................................................................

3) Evaluación sintética del Módulo.

.......................................................................................................................................................................................................
Evaluación: MB - B - R - I -

4) Otras sugerencias.............................................................................................................................................................
.......................................................................................................................................................................................................

173

También podría gustarte