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Este es el escenario del mayor genocidio de la historia mundial. Auschwitz. Aquí

murieron millones de personas. Este campo produjo más muertos que la suma
de bajas británicas y estadounidenses en toda la Segunda Guerra Mundial. Esta
es la historia de la evolución de la guerra mundial....de la Segunda Guerra
Mundial. Esta es la historia de la evolución de Auschwitz......y de la mentalidad
de sus creadores. Una historia basada parcialmente en documentos y planos
desconocidos......hasta la apertura de los archivos de Europa del Este...

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..y en entrevistas a personas que estuvieron ahí......incluyendo a antiguos
miembros de las SS. A la pregunta, ¿era necesario? La respuesta es, sí, claro.
Nos habían dicho que eran nuestros enemigos y que estábamos en guerra. Pero
los horrores de Auschwitz no se produjeron de manera aislada. El campo de
concentración evolucionó al igual que el plan de los nazis para la conquista de
Europa del Este. Una guerra con un efecto destructivo nunca visto en los
tiempos modernos. Una guerra en la que brigadas especiales mataron a civiles
inocentes. Las órdenes eran hay que fusilarlos.

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Para mí era una obligación. Durante el desarrollo de la guerra, los líderes nazis
llegaron a idear una de las políticas más tristemente famosas de la historia. Era
lo que denominaban solución final. El exterminio de los judíos. Y en Auschwitz
viajaron por una larga y tortuosa senda hacia el genocidio para crear esto, el
edificio que simbolizó sus crímenes, una fábrica de muerte. La gente gritaba,
toda la gente. No sabían qué hacer, arañaban las paredes, lloraban hasta que el
gas comenzaba a surgir de efecto. Cierro los ojos, puedo verlos. Mujeres con
niños en sus brazos. Lo que verán a continuación es la terrorífica historia del
nacimiento de Auschwitz y la política de exterminio nazi.

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En un principio, Auschwitz se construyó con un propósito totalmente diferente
al exterminio con gas de los judíos. Los nazis desarrollaron una máquina
mortífera y demoledora en la que las SS jugaron un papel determinante.
Auschwitz, los nazis y la solución final. Inicios sorprendentes. En la primavera
de 1940, el capitán de las SS, Rudolf Hess, viajó a Polonia para ocupar el cargo
de comandante de un nuevo campo de concentración nazi. Hess se dirigía a las
afueras de la ciudad de Auschwitz, en el centro de un territorio que Hitler había
arrebatado durante su invasión un año antes.

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Aquí es donde Hess crearía el campo de concentración, el primer Auschwitz, lo
que luego se conocería como Stammlager o Auschwitz I. Pero cuando Hess
llegó por primera vez en abril de 1940, sólo había unos pocos edificios. Este
campo de concentración, famoso por sus horrores, empezó con una serie de
barracones del derrotado ejército polaco, situados alrededor de un gran campo
para diestramiento de caballos. No era una tarea fácil. Tenía que crear con muy
poco tiempo un campo de concentración para 10.000 prisioneros usando el
complejo de edificios ya existente, bien construidos, pero totalmente
abandonados e infestados de insectos.

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Este primer Auschwitz no se construyó pensando en los judíos polacos que
estaban confinados en guetos, sino fundamentalmente para presos políticos
polacos, cualquiera a quien los nazis consideraran una amenaza para su
ocupación. Había que encerrar a todos aquellos que se opusieran al Estado.
Sólo las SS eran capaces de proteger el Estado Nacional Socialista de todo
peligro interno. El resto de organizaciones no eran lo bastante duras. bastante
dura. La ocupación nazi de Polonia debía ser brutal. Querían convertir a los
polacos en un pueblo de esclavos y, para lograr sus aspiraciones, los nazis
construyeron lugares como Auschwitz, inspirándose en los campos de
concentración desde 1934, sabía que su misión consistía en crear un lugar que
provocara terror a los polacos. Pero las cámaras de gas por las que conocemos
Auschwitz aún no se habían ideado.

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Incluso adoptó el cínico lema del campo de concentración alemán de Dachau,
Arbeit Arbeit macht frei, el trabajo os hace libres. Y lo colocó en las nuevas
puertas de Auschwitz. Los prisioneros polacos que llegaban al nuevo campo
sufrieron un trato atroz por parte de las SS. Más de la mitad de los 23.000
primeros polacos que llegaron a Auschwitz murió en 20 meses. de los nazis.
Jerzy Bielecki fue prisionero en Auschwitz. Los nazis sospechaban que
pertenecía a la resistencia polaca.

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Una vez prisionero, las SS lo sometieron a una tortura que ya practicaban en
otros campos de concentración y que consistía en colgar al preso con los brazos
detrás del tronco, obligándolo a cargar todo el peso sobre ellos en una postura
nada natural. Quería colgarme del gancho, un dolor terrible. Los hombros se
separaban de las articulaciones, los dos brazos se salían de sus articulaciones.
Yo me quejaba y él decía, calla perro, te lo mereces, tienes que sufrir aunque la
vida en Auschwitz era terriblemente violenta en este momento el campo en sí
no tenía una gran importancia en los planes de los nazis por eso en sus
primeros días Hess se vio obligado a mendigar en busca de productos básicos
como no podía esperar ayuda del cuerpo de inspectores de campos de
concentración, tenía que hacerlo lo mejor que podía.

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Tenía que recorrer casi 100 kilómetros hasta Zacopane y Rabka, sólo para
conseguir alguna caldera. Ni siquiera sabía de dónde podía sacar 100 metros de
alambre de espino. Así que tuve que robar el que necesitábamos. Después de
un día de afanos, Hess volvía a su casa en los límites del campo de
concentración. Ahí vivía como creía que correspondía a un conquistador nazi,
tratando a los prisioneros como a sus siervos. Cada semana y media más o
menos, un suboficial de la compañía de guardia venía para llevarme a su casa.
Tenía que cortar el pelo a Hess. Keyne Ward, ni una palabra. Él no me decía
nada a mí, ni yo a él, porque yo tenía miedo y él despreciaba a los presos.
¿Nunca estuvo tentado de clavarle las tijeras en el cuello?

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Podría haberlo hecho. Tenía una navaja en la mano. Podría haberlo agarrado y
cortarle el Pero soy un ser vivo y racional. ¿Sabe qué habría pasado? Habrían
matado a toda mi familia, a la mitad de la gente del campo, y habría llegado
más gente en su lugar. Mientras Hess vivía cómodamente, los prisioneros
luchaban por sobrevivir. Carentes de una alimentación adecuada, desarrollaron
su propio código de conducta. Uno de los peores crímenes que un preso podía
cometer era quitarle la comida a otro. ¿Qué había pasado para deshacerse de
aquella gente? Los liquidaban. Los prisioneros los mataban por la noche. Les
tapaban la cabeza con una manta y la mantenían así hasta que dejaban de
respirar. Nadie hacía preguntas. Por la mañana el líder del bloque informaba a
tantos muertos. Vale. ¿Y no sentía nada? ¿Era algo normal?

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Exacto. Era totalmente normal. Aunque a veces tenías algo como un destello,
quizá algo del subconsciente. Dios mío, y siguen pasando cosas así, siguen
pasando cosas así, pero no se podían evitar. En otras palabras, no pienses más
en eso, ya ha pasado. Ahora piensa en dónde hay que ir a trabajar, en
sobrevivir un día más. Sólo pensabas en sobrevivir. Ten cuidado con el pan,
que no te lo roben, así podrás tener algo para desayunar. Ve a trabajar e
intenta encontrar un trabajo no tan duro. Eso era lo que te preocupaba. Y no
bajar nunca la guardia. Ten cuidado. Tienes que sobrevivir. En 1940, Hess y
unos 300 miembros de las SS gobernaban la vida y el terror en el campo de
Auschwitz.

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Organizaban fiestas con sus familias con el fin de fomentar la unión y la
amistad. Pero por lo que cuenta Ghes, todo aquello era una farsa. Palitz, el
encargado del recuento de presos, era el ser más astuto y escurridizo que he
conocido y he tenido que soportar durante años en mis diferentes destinos en
campos de concentración. Andaba literalmente sobre los cadáveres para
satisfacer sus ansias de poder. Fritz, el primer oficial del campo, era
mentalmente lento, pero muy obstinado y siempre pendenciero, aunque
intentaba presentarse como un buen camarada y hablaba mucho sobre
camaradería cuando estaba fuera de servicio. Aunque en realidad en su
comportamiento había de todo menos camaradería. Las memorias de Hess
revelan que era una persona despiadada y mezquina, que siempre intentaba
cargar a otros la responsabilidad de sus errores.

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Tal como él mismo reconocía, Auschwitz fue desde el principio un campo de
concentración en el que se practicaba una cruel brutalidad. A pesar de todo
ello, durante 1940 el campo que dirigía era casi un oasis en la Polonia ocupada
por los nazis. Pero todo aquello estaba a punto de cambiar. El motivo principal
de la transformación de Auschwitz era muy sencillo, su situación. El campo se
hallaba en una zona rica en recursos naturales. Esta parte de Polonia poseía
abundantes existencias de agua fresca, cal y, lo más importante para lo que
tenía que llegar, carbón. En un radio de algo más de 30 kilómetros a partir de
Auschwitz se extendía una red de minas con uno de los filones de carbón más
ricos de Europa.

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Hacia finales de 1940, eran los recursos que buscaban los científicos de IG
Farden, el poderoso grupo industrial alemán. Durante años habían llevado a
cabo experimentos para fabricar caucho sintético y combustible, las materias
primas esenciales para la campaña bélica alemana. El agua, la cal y el carbón
eran los materiales más indispensables. Ahora habían descubierto que
Auschwitz era el lugar más indicado para construir su nueva fábrica del este.
Heinrich Himmler, comandante de la SS, visitaba por primera vez Auschwitz.
Había recibido noticias del interés de IG Farben por establecerse en la zona
aportando inmensos recursos financieros.