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Gran secreto
Vrba y Wetzler lograron atravesar la Polonia ocupada por los nazis hasta llegar
a la ciudad eslovaca de Zilina.
Krasnansky no entendió.
Krasnansky: ¿Por qué estás tatuado en tu brazo y tú, en tu pecho?
Wetzler: Los tatuajes en el pecho eran impresos con gran brutalidad. Mucha gente
se desmayaba.
Krasnansky: ¿Es por eso que comenzaron a tatuar a las personas en sus brazos?
Wetzler: No, lo hicieron porque con los tatuajes en el pecho
se desvanecían demasiado rápido.
Krasnansky: Deben contarme todo. Cada detalle que conozcan sobre Auschwitz-
Birkenau.
Desde ese momento, cada uno debió dar su testimonio individualmente, para
comprobar que era cierto, y someterse a un riguroso interrogatorio sobre sus
revelaciones.
Inimaginable
Es muy fácil para nosotros hoy en día cerrar los ojos e imaginar un campo de
exterminio nazi. Hemos visto fotos, películas, documentales. Algunos incluso
han visitado alguno de esos lugares.
La gente sabía que los judíos estaban siendo llevados a Polonia. La resistencia
polaca había logrado conseguir alguna información sobre el campo, pero, en
general, era fragmentada y a veces, hasta contradictoria.
El interrogatorio de Vrba y Wetzler fue meticulosamente registrado, como en un
tribunal de justicia.
La profesionalidad con la que Krasnansky lo manejó refleja que sabía que la
información que estaba obteniendo era decisiva.
Krasnansky: ¿Cómo escapaste?
Vrba: Nos metimos en el bosque y caminábamos solo de noche.
Krasnansky: ¿Cuánto tiempo estuviste en Auschwitz?
Vrba: Llegué el 30 de junio de 1942.
Krasnansky: Hemos escuchado rumores de que a los judíos los matan en masa con
unas máquinas de gas y por electrocución.
Vrba: El alambre del perímetro está electrificado. Hay cámaras de gas.
Krasnansky: Siga
Vrba: Cuatro cámaras de gas con crematorios para incinerar. El primer crematorio se
inauguró en marzo de 1943, cuando importantes invitados de Berlín llegaron para ver
la nueva instalación. Ese día pudieron ver a 8.000 judíos de
Cracovia siendo gaseados y quemados. Quedaron muy satisfechos con el resultado.
Krasnansky: ¿Cómo sabes todo esto?
Vrba: Trabajé como registrador en la sección Birkenau del campo. Mis tareas diarias
incluían registrar a los que habían sobrevivido el viaje en tren y que, a su llegada a
Auschwitz, no habían sido seleccionados para el gas.
También obtuve información sobre el funcionamiento preciso de las cámaras de gas y
los crematorios, de uno de los Sonderkommando.
Krasnansky: ¿Sonderkommando?
Vrba: Ustedes realmente no saben nada, ¡¿cierto?!
Usualmente eran judíos obligados bajo amenaza de muerte por las SS a asistir
en la eliminación de los restos de las víctimas de las cámaras de gas.
Hungría era el hogar de una de las poblaciones judías más grandes de Europa, que comprendía
alrededor de 750.000-800.000 personas.
Habían sido sometidas a leyes antijudías, el antisemitismo era generalizado entre la población y
miles de húngaros judíos murieron después de verse obligados a servir en batallones laborales en el
frente oriental de la guerra.
Sin embargo, el gobierno húngaro había resistido las demandas nazis de entregar a su
población judía, por lo que se mantuvo en gran parte intacta.
Pero en marzo de 1944 las tropas alemanas invadieron el país.
El mensaje urgente de Vrba y Wetzler querían darle a los judíos en Hungría era que no se dejaran
engañar por las promesas de los nazis,
"Casi un millón de húngaros van a morir -enfatizó Vrba-. Auschwitz está listo para su llegada. ¡Hay
que informar de inmediato!".
Fue su idea escribir un informe que pudiera distribuirse y mostrarse como evidencia.
Uno de los bocetos hechos por Vrba y Wetzler, mostrando la ubicación aproximada de Auschwitz-
Birkenau, sus cámaras de gas y crematorio.
Su desgarrador testimonio se convirtió en un informe detallado escrito sin asomo de emoción: las
cifras y descripciones eran más que suficientes para retratar el horror.
Krasnansky lo pasó a máquina y lo tradujo simultáneamente al alemán. Sobre esa versión se basó la
traducción al inglés.
Los nazis habían mantenido su programa de exterminio como un secreto muy bien guardado, para
evitar la resistencia y la interrupción de los trenes.
Pero ya no era secreto.
Gracias al documento, los activistas judíos en Eslovaquia se enteraron de los planes de los nazis para
los judíos húngaros.
Pero había que lograr que llegara más lejos, y eso no era fácil.
Lo último que Alemania quería era que se divulgara esa información.
El 27 de abril de 1944, la advertencia de Vrba se hizo realidad: los primeros 4.000 judíos fueron
enviados en tren desde Hungría a Auschwitz.
En la primera semana de mayo de 1944, el Protocolo llegó a manos de Michael Weissmandl, quien
trabajaba en secreto para la resistencia judía en la capital eslovaca.
Weissmandl empezó a enviar el informe a todas partes que se le ocurrían: a la Agencia Judía en
Jerusalén, a Londres, con suerte a Estados Unidos.
Estados Unidos y Reino Unido estaban enfocados en los preparativos para el Día D, de los cuales
dependía el resultado total de la guerra.
Estados Unidos estaba en medio de un esfuerzo hercúleo luchando la guerra del Pacífico. Sabían que
a medida que se acercaran a Japón, todo sería cada vez más difícil, porque los japoneses eran
luchadores terriblemente feroces.
Al otro lado de Europa, el ejército soviético en ese momento estaba trabajando a todo vapor. Stalin
básicamente destruyó todo el ejército alemán en algunas de las batallas más grandes de la historia
moderna.
La Junta de Refugiados de Guerra fue establecida por Roosevelt a principios de 1944, y era la única
organización del mundo que tenía la tarea específica de rescatar judíos.
La solicitud asombraba porque lo que estaban pidiendo era que bombardearan un lugar donde
su propia gente estaba prisionera.
También instaban a que los campos de Auschwitz y Birkenau, especialmente las cámaras de gas y
los crematorios -reconocibles por sus altas chimeneas- fueran bombardeados desde el aire.
La lógica era que para detener la matanza, había que destruir el instrumento con el que se
realizaba.
Pero eso implicaba bombardear a civiles a los que los debían rescatar.
Los nazis habían matado a más judíos en Treblinka -entre 750.000 y 900.000 en los 17 meses de su
operación-, y en Belzec, donde 600.000 fueron asesinados en menos de 10 meses.
En 1943 los nazis cerraron ambos campos. Su misión, el exterminio de los judíos polacos, se había
completado.
Pero durante el verano de 1944, Auschwitz superó a los otros campos de exterminio: nunca antes
tantos humanos habían sido asesinados tan rápidamente como en el período comprendido entre
mayo y julio de 1944.
437.402 judíos fueron enviados principalmente a Birkenau en 147 trenes en 54 días: un promedio de
2,7 trenes por día, con 2.975 judíos por tren.
Getty
No hay duda de que este es el crimen más horrible jamás
cometido en toda la historia del mundo, y ha sido realizado con
maquinaria científica por hombres nominalmente civilizados
Winston Churchill
Primer Ministro de Reino Unido 1940 - 1945
Había diversos puntos de vista, uno de los cuales hacía eco a lo que decía un memorando interno del
Departamento de Guerra de EE.UU.:
"Debemos tener en cuenta constantemente que el alivio más efectivo que se puede dar a las víctimas
de la persecución del enemigo es asegurar la rápida derrota de (las Potencias del) Eje".
Otra opinión era que la misión de bombardeo requeriría de una desviación inaceptable de recursos,
como escribió en agosto de 1944 el subsecretario de guerra John J. McCloy, en respuesta a la
pregunta de la Junta de Refugiados de Guerra de si era posible bombardear Auschwitz:
"Después de un estudio, se hizo evidente que tal operación podría ejecutarse solo mediante la
desviación de un considerable apoyo aéreo esencial para el éxito de nuestras fuerzas ahora
involucradas en operaciones decisivas en otros lugares y, en cualquier caso, tendría una eficacia
tan dudosa que no justificaría el uso de nuestros recursos.
"Ha habido una opinión considerable en el sentido de que tal esfuerzo, incluso si fuera posible,
podría provocar una acción aún más vengativa por parte de los alemanes".
El debate era genuino entre los que insistían en salvar a los vivos y los que imploraban que se
evitara la eliminación de todo un pueblo; entre los que querían seguir con la ofensiva contra
Alemania sin desviaciones pues el destino del mundo estaba en juego y los que querían que se
demostrara con el bombardeo que, para ese mismo mundo, lo que estaba sucediendo en Auschwitz
era inaceptable.
Y entre las voces, a menudo se detectaba el antisemitismo que tanto permeaba las decisiones de la
época.
Al final...
A pesar de que el plan de atacar el campo de exterminio fue descartado finalmente, el 13 de
septiembre de 1944, los Aliados bombardearon Auschwitz-Birkenau.
El objetivo era la fábrica de aceite sintético IG Farben que estaba a menos de 8 kilómetros al este de
Birkenau.
T
rabajadores esclavos en sus literas en el campo de concentración después de la liberación el 16 de
abril de 1945. En esta foto está Elie Wiesel, futuro ganador del Premio Nobel de la Paz, en la
segunda fila de literas, séptimo desde la izquierda, junto a la viga vertical.
Elie Wiesel, autor y premio Nobel de la Paz, estaba en ese momento encarcelado en Buna-Monowitz
(Auschwitz III), el campo de trabajos forzados de Auschwitz, y sobre ese bombardeo escribió:
"Ya no teníamos miedo a la muerte; en cualquier caso, no a esa muerte. Cada bomba nos llenó de
alegría y nos dio una nueva confianza en la vida ".
La historia completa
En abril de 1944, Vrba y Wetzler habían escapado de Auschwitz para advertirle al mundo sobre el
exterminio de los judíos húngaros.
Para septiembre, todavía no se había hecho nada.
John Pehle, el director, lo recibió en noviembre y lo que leyó lo estremeció hasta la médula.
Las desafortunadas víctimas eran llevadas al pasillo, donde se les pedía que se desnudaran.
Cada persona recibía una toalla y un pequeño trozo de jabón, entregados por dos hombres vestidos
con batas blancas. Luego se apiñaban en las cámaras de gas en números que solo dejaban espacio
para estar de pie.
Cuando ya estaban todos adentro, cerraban la pesada puerta.
Había una breve pausa.
Después, hombres de las SS con máscaras de gas subían al
techo, abrían las portezuelas y sacudían una preparación en forma de polvo de latas con la
etiqueta "Zyklon, para uso contra alimañas", fabricado por una empresa de Hamburgo.
Esa mezcla de cianuro se convierte en gas a ciertas temperaturas.
Después de tres minutos... todos en la cámara estaban muertos.
(Extracto del informe Vrba-Wetzler)
rafía. 1944
Pehle no pudo obligar al Departamento de Guerra a actuar. Así que filtró la versión completa del
Protocolo a los periódicos, con una carta de presentación.
"Tan repugnantes y diabólicas son las atrocidades alemanas que a las mentes de las personas
civilizadas les resulta difícil creer que realmente hayan tenido lugar".
Dos meses después, el 27 de enero de 1945, Auschwitz fue liberado por el Ejército Rojo.
Los soldados soviéticos que entraron en el campo comprendieron que lo que vieron era horrible más
allá de cualquier descripción posible.