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HISTORIA DE LA

IGLESIA MEDIEVAL

D. Nicolás Álvarez de
las Asturias
Daniel Lamana
texto del subtítulo aquí
Universidad Eclesiástica San Dámaso
2º Teología
Daniel Lamanar
texto del subtítulo aquí
FRANCISCANOS
CONVENTUALES
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“Y cuando sea necesario, vayan por limosna. Y no se avergüencen, sino más bien recuerden que
nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios vivo (Jn 11,27) omnipotente, puso su faz como roca
durísima (Is 50,7), y no se avergonzó. Y fue pobre y huésped y vivió de limosna Él y la
bienaventurada Virgen y sus discípulos.
Y la limosna es herencia y justicia que se debe a los pobres y que nos adquirió nuestro Señor
Jesucristo. Y los hermanos que trabajan adquiriéndola tendrán una gran recompensa, y hacen que
la ganen y la adquieran los que se la dan; porque todo lo que dejarán los hombres en el mundo
perecerá, pero, de la caridad y de las limosnas que hicieron, tendrán premio del Señor”
(S. FRANCISCO DE ASÍS, Regla no bulada IX, 3-5.8-9)

En portada: Alejandro Ferrant (1982). Cisneros, fundador del Hospital de Illescas. Santuario de Ntra. Sra. de la
Caridad (Illescas)

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Índice
1- Introducción 1
1.1. Dimensiones del conocimiento histórico 1
1.2. Relaciones fundamentales de la Iglesia en su caminar histórico 2
1.3. Fuentes e historiografía 3
1.4. Opciones metodológicas 4
2- De la diversidad regional a los dos polos Oriente/Occidente: la Iglesia católica en los ss. VII-VIII1 6
2.1. Marco geográfico: fronteras cambiantes 6
2.2. Evolución en las distintas áreas 7
A. Imperio Bizantino 7
B. Italia 7
C. Reino visigodo 8
C. Irlanda 8
D. Inglaterra 9
E. Reino merovingio 9
2.3. Unidad en la diversidad: el mantenimiento de la comunión 10
Antecedentes 10
Alejamiento y consolidación de Oriente 11
Avances en la cristianización de Occidente 12
Cambios en la estructura institucional de la Iglesia 12
3. La unificación carolingia (s. VIII2,-IX1) 14
1. El origen del Imperio carolingio y los Estados Pontificios 14
2. Reforma eclesiástica en clave de romanidad 15
3. Consecuencias directas e indirectas de la traslatio Imperii 17
4- Descomposición de la reforma carolingia y crisis en el pontificado (s. IX2-X) 20
1- Desmembramiento del imperio carolingio 20
S. Nicolás I (858-867) y cisma de focio 22
5- Las grandes reformas del siglo XI y el Cisma de Oriente 23
Para el confinamiento 23
Reforma 23
Doctrina, instituciones y elasticidad de ambas 24
7- El esplendor medieval del s. XIII 25
Rearme ideológico: Inocencio III (1198-1216) 25
2. Fundación y crecimiento de las órdenes mendicantes 25
3. La lucha contra la herejía y la Inquisición medieval 26
8- El fin de la supremacía pontifica y el pontificado en Aviñón 27
Bula Unam sanctam 27
El Papado de Aviñón 28
Juan XXII 28
9. El cisma de Occidente 30
Aspectos doctrinales 31
Consecuencias 31
Pontificado de Martín V 31
11- La afirmación pontificia sobre el conciliarismo y la “recuperación” del Oriente cristiano 33
Derivas conciliaristas 33
Daniel Lamana
1- Introducción
Algunos temas se entregarán redactados con los datos básicos.
Melchor Cano, De locis theologicis, XI, 2: ed. J. Belda Plans (BAC; Madrid 2006) 554:
“En efecto, todos los varones doctos están de acuerdo en que los
teólogos en cuyos estudios enmudece la Historia son ignorantes en
todo. Es más, a mí no me parecen suficientemente cultivados ni los
teólogos ni cualesquiera otras personas que desconozcan los
acontecimientos pasados. La Historia nos suministra de sus tesoros
muchos conocimientos, sin cuya posesión seríamos tachados con harta
frecuencia de incapaces e ignorantes, tanto en Teología como en
cualquier otra ciencia en general. Si a veces el punto culminante de una
discusión teológica gira manifiestamente alrededor de un hecho pasado,
¿habrá quien niegue que, de vez en cuando, incluso en las discusiones
escolásticas, es necesario desempolvar de la memoria de los archivos los
más claros testimonios de la verdad”
Tzvetan Todorov, Memoria del mal, tentación del bien, 155-159:
“Mantenidas en el presente, las huellas del pasado se organizan en
algunos grandes tipos de discursos, entre los que mencionaré tres: el del
testigo, el del historiador y el del conmemorador.
El testigo: llamo así al individuo que reúne sus recuerdos para dar una
forma, y por lo tanto un sentido, a su vida y construirse así una identidad.
(...)
El historiador: utilizo este nombre para designar al representante de la
disciplina cuyo objetivo es la restitución y el análisis del pasado. (...) El
contraste entre el testigo (de su propia vida) y el historiador (del mundo),
animado uno por su interés y el otro por el deseo de la verdad, parece
completo. (...)
La vida del pasado en el presente conoce, entre las modalidades del
testigo y el historiador, la del conmemorador. Como al testigo, al
conmemorador le guía ante todo el interés; pero, como el historiador,
produce un discurso en el espacio público y lo presenta como dotado de
una irrefutable verdad, lejos de la fragilidad del testimonio personal. (...)
La historia complica nuestro conocimiento del pasado; la
conmemoración lo simplifica, puesto que su objetivo más frecuente es
procurarnos ídolos para venerar y enemigos para aborrecer. La primera
es sacrílega; la segunda, sacralizante”
Este segundo texto nos ayuda a diferenciar entre diversos modos de acceder al
pasado. El testigo hace una relectura de su pasado, mientras que el historiador tiene
una pretensión completamente opuesta, con intención de objetividad. Por último,
el conmemorador pretende acercarse al pasado con una excesiva simpatía hacia la
figura o realidad que aborda, para sacar a relucir sus glorias. Por eso tiene algo de
sacralizador, mientras que el historiador lo tiene de sacrílego.
Esta es una asignatura histórica, y por ello vamos a hacer un abordaje del pasado de
manera crítica, separando lo espurio de lo importante. La presencia del Espíritu
Santo en este recorrido se reconoce sólo por la fe.
1.1. DIMENSIONES DEL CONOCIMIENTO HISTÓRICO
Narrativa: es el nivel más básico. Aquí vamos a obtener un relato cronológicamente Narrativa: relato
ordenado de los hechos del pasado, en concreto, respecto de la Iglesia, en los cronológicamente ordenado de los
hechos del pasado
años que vamos a cubrir. Ello implica que los más importante no es aprenderse
la fechas, pero al menos sí saber ordenarlos cronológicamente.

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
Crítica: se reciben con una cierta cautela los relatos recibidos de generaciones
precedentes porque pueden ser relatos interesados. Un ejemplo claro es la Crítica: cautela en la recepción por
Donatio Constantini, escrita en un latín bastante medieval. Tiene que ver con el posibles intereses. Permite
análisis de documentos del pasado y de las narraciones recibidas. Ello implica la corregir la tradición.
necesidad de estar al día en los descubrimientos de otros campos, y lleva a
corregir la tradición heredada.
Sapiencial: se refiere al dato cierto de que nadie estudia Hª por pura curiosidad. En
general, el interés por esta disciplina está motivado por un deseo de comprender Sapiencial: Hª, maestra para la
vida
el presente, a uno mismo, y encontrar mayor sentido a la situación actual. En el
Renacimiento en particular, se insiste en que la Hª es maestra para la vida.
¿Por qué estudiar Hª de la Iglesia? Aparte del motivo general de que el pasado
siempre ofrece información acerca de la situación presente de las instituciones, es
importante para el modo de la Iglesia de comprender su relación con la Tradición.
Y es que en esto la Iglesia es un organismo muy particular, pues se considera
depositaria de una Revelación, a la que debe servir, y, por tanto, no es dueña de su
destino. Por eso, una de sus preocupaciones constantes es discernir lo que es
elemento vinculante, recibido de Cristo, de la doctrina humana, susceptible de
cambio. En otras palabras, distinguir lo inamovible de lo cambiable. Y para ello, la
Hª presta una ayuda inestimable, si bien en último término las decisiones dependen
de los pastores asistidos por el Espíritu Santo.
¿Cuál es, pues, la actitud propia para esta clase? ¿Cómo es el sujeto que estudia?
Léanse el capítulo Ecclesia mater de H. De Lubac, en Meditación sobre la Iglesia
(Encuentro; Madrid 2008). Merece ser leído en diversas ocasiones.
1.2. RELACIONES FUNDAMENTALES DE LA IGLESIA EN SU CAMINAR HISTÓRICO
Cuando queremos analizar la Iglesia en su caminar terreno, ¿qué tipo de preguntas Relación con:
podemos hacernos sobre ella? Hace falta enfocar el estudio desde tres dimensiones - Trascendente: Hª del dogma,
relacionales y complementarias. En orden de importancia: liturgia y espiritualidad
- Miembros: misión y
Con lo trascendente. Es una institución que se considera depositaria de una verdad
elementos organizativos
acerca de Dios, y asistida por Él para profundizar en lo que ha recibido. Esto no recibidos (irrenunciables). Hª
ocurre, por ejemplo, con las naciones o empresas. Además, se considera derecho canónico.
transmisora de la Vida de Dios y mediadora para el encuentro del hombre con - Mundo: fe-cultura, y con
Él. Esto es lo que la Iglesia dice de sí, y por ello debemos estudiar cómo ha poder político.
pensado la Iglesia a Dios a través de los siglos (dogma), cómo ha cambiado su
modo de relacionarse colectivamente con él (liturgia), y personalmente
(espiritualidad), etc.
Entre sus miembros. La Iglesia está permanentemente condicionada por dos
factores: su conciencia de tener una misión, un destino prefijado, el anuncio del
Evangelio hasta los confines de la Tierra; y una serie de elementos organizativos
que considera recibidos de Dios, y de los cuales no puede prescindir, y que son
esenciales para llevar a cabo su misión. A ello pertenecen su estructura
jerárquica, los sacramentos, la Vida Religiosa, etc. Todo ello son medios y
recursos que puede ordenar o combinar, pero nunca prescindir de ello. Esto es
lo que estudia la Hª del Derecho Canónico o de las Instituciones del derecho
canónico: cómo se organiza para cumplir su misión.
Con el mundo: cómo se relaciona con el destinatario de la salvación que pretende
llevar en nombre de Cristo. La Iglesia se considera parte del mundo y ello implica
relación, si bien como sal y luz, para transformarlo, y no al contrario. Esto se hace,
en primer lugar, intentando que la fe se transforme en cultura (Hª del
pensamiento cristiano) y en relación con el poder político, que no deja de ser
una dimensión propia de la humanidad.
¿Cuál es la dificultad? A la hora de presentar una narrativa cronológicamente
ordenada, a veces lo más fácil es tomar como hilo conductor lo menos importante,
i.e. la relación con el poder político, y no lo más importante: cómo ha conseguido

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Daniel Lamana
que los hombres se encuentren con Dios. Es cierto que permite una mayor
percepción de las evoluciones y problemáticas, y de ahí, la tentación a reducir así la
Hª de la Iglesia, que ha llevado a que, como reacción, en algunas facultades se
empieza a enseñar una Hª de la Teología.
1.3. FUENTES E HISTORIOGRAFÍA
Si las fuentes son documentos originales, historiografía es lo que dicen los
historiadores sobre esas mismas fuentes.
Tipos de fuentes: Tipos de fuentes:
- Crónicas: relatos de lo acontecido en un periodo histórico. - Crónicas: acontecimiento
- Canónicas o jurídicas: documentos regulatorios de la misma Iglesia que arrojan - Canónicas: normativas
luz sobre lo que la Iglesia considera que sus miembros deben ser o hacer para - Teológicas: comprensión de
llevar a cabo su misión. Dios y su designio

- Teológicas: en este periodo vamos a ver una evolución desde la teología de los - Litúrgicas: relación oficial con
Dios
Padres de la Iglesia hacia una teología monástica, y luego escolástica, que
- Polémicas: refutación de
culmina con las grandes síntesis. Iluminan aquellos aspectos sobre Dios y su contrarios
designio considerados interesantes en cada época, cómo se reflexionaba sobre
ellos, y a qué conclusiones se llegaron.
- Litúrgica: ofrecen información sobre el modo en que la Iglesia se relaciona
oficialmente con Dios, y por la lógica de lex orandi, lex credendi, ilumina su
comprensión de Dios y de sí misma en cada época.
- Polémicas: se sabe que se escriben para refutar opiniones contrarias, y suelen
contener una presentación favorable de la propia posición y crítica de la postura
contraria. En la E. Media, por ejemplo, tienen mucha importancia las polémicas
entre papas y emperadores.
Interpretación
- Lectura y relectura de textos: en la Iglesia, de modo absoluto hasta el S. XIII, y
de modo amplio hasta el XIX, la Hª es fundamentalmente la Hª de la transmisión Interpretación fuentes:
y lectura de los mismos textos. E.g. el Concilio de Nicea (325) no deja de tener - Lectura y relectura: los
vigor en el de Éfeso (431), y se sigue leyendo y releyendo en los siglos posteriores. mismos textos se leen, copian,
y releen
Aquello que se considera importante sigue copiándose, leyéndose y releyéndose
en cada momento histórico. - Ediciones críticas y
manuscritos: transcripciones y
- Ediciones críticas y fuentes manuscritas: el segundo problema es que las variantes textuales.
fuentes medievales no han sido todas editadas. En primer lugar, necesitan de - Falsificaciones: propias E.
una transcripción. En segundo lugar, de ediciones críticas, pues la tradición Media.
manuscrita puede implicar variantes textuales y es necesario identificar las más
originales. El problema es que este proceso es continuamente revisable. No es
fácil un conocimiento auténtico de las cuestiones de estudio.
- Hermenéutica de las falsificaciones: es un problema típico de la E. Media, pero
muy importante, porque a veces han influido en la comprensión de cuestiones
importante. Ya veremos cómo se realizan y de qué modo interpretarlas.
Historiografía
Historiografía:
- Eclesiástica/civil: en general de distinguen mucho las publicaciones de Hª de la
- Eclesiástica ≠ civil. Motivos y
Iglesia de autores eclesiásticos y de autores civiles. Esto es consecuencia:
escuelas/corrientes
a) del motivo que los impulsa a estudiar la Hª, que condiciona enormemente - Naturaleza teológica
el horizonte del investigador y, a priori, de los focos de atención, el modo de - Periodización: 4 etapas; E.
acudir a las fuentes, etc. Media como parábola
b) evolución de las escuelas o corrientes: a lo largo de los siglos, se encuentran - Categorías y modelos:
nuevos modos de acceder a la Hª, intentando descubrir algo más que el mero permiten síntesis.
Construcción-disolución
relato de lo que hicieron los protagonistas de cada momento. Ello implica
nuevos enfoques, nuevos métodos, etc. Esto ocurre fundamentalmente en la
universidad civil. En lo eclesiástico, implica que todos se formaban en la

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
Gregoriana, la única facultad donde existía la titulación como tal, y por tanto
había una tendencia al positivismo.
- Naturaleza teológica o no de la Hª: hay toda una discusión metodológica sobre
si es una disciplina meramente histórica o también teológica. La mejor manera
de resolverlo es remitiendo a Optatam Totius 16, que declara que, sin especificar
lo que son de suyo, la Hª de la Iglesia y el Derecho Canónico se deben estudiar
desde la luz de la Fe.
- Periodización: antes, la Hª de la Iglesia se estudiaba dividida en 5 épocas
(Antigua, Medieval, Nueva, Moderna y Contemporánea), ahora, en 4 (Antigua,
Media, Moderna y Contemporánea). Esta nueva periodización permite explicar
la Hª de la Iglesia medieval en forma de parábola: de un modelo de profunda
crisis social, a la progresiva implantación del modelo medieval hasta el s. XIII, que
comienza a decaer en una crisis, que no iniciará a recuperarse hasta el s. XV.
- Categorías historiográficas y modelos narrativos: estas categorías son
expresiones que permiten sintetizar largos periodos de la Hª, mucho más
complejo de lo que parece. Posibilitan un primer acceso fácil, clave interpretativa
incluida (e.g. Reforma gregoriana, o Reforma-Contrarreforma como binomio).
Requieren un uso cauto, precisamente por la simplificación que conllevan. Los
modelos narrativos son las diversas posibilidades en el modo de explicar
periodos largos. En esta case emplearemos uno tremendamente clásico: el de
construcción-disolución del modelo medieval de Iglesia. Es una forma de
sintetizar e hilar narrativamente los datos de ese periodo. Yves-Congar, por
ejemplo, emplea otro modelo, el del paso teológico de la comunión de Iglesias a
la Iglesia universal. Cada modelo enfatiza unos u otros contenidos.
1.4. OPCIONES METODOLÓGICAS
Non multa, sed multum. No vamos a abarcar todos los datos de estos periodos.
Implica el riesgo de dejar fuera intereses particulares. Por ello, apuntamos más
bien a una comprensión global de estos siglos de la Hª de la Iglesia, y que
permitan arrojar luz sobre situaciones actuales de la vida de la Iglesia, o explicar
situaciones históricas que se emplean para deslegitimar a la Iglesia.
Fijar la narrativa de lo estudiado: primero en los apuntes, luego en nuestra cabeza.
Debemos organizar cronológicamente los acontecimientos, lo cual implica a
veces recurrir a manuales.
Lectura personal y evaluación: se nos ofrecen dos tipos de materiales.
- Libros completos: se ofrecen 4 en el programa.
- G. DUBY, La época de las catedrales: arte y sociedad, 980-1420 (Cátedra;
Madrid 2005). Una Hª de la E. Media a través del arte.
- J. LECLERCQ, El amor a las letras y el deseo de Dios (Sígueme; Salamanca 2009).
Explica el modo en que antes de Sto. Tomás se entiende el estudio de la
teología.
- G. M. VIAN, La Biblioteca de Dios. Historia de los textos cristianos (Cristiandad;
Madrid 2006). “Rollazo”. Dedica sólo 50 páginas a la e. Media, pero pone de
manifiesto como la Hª de los textos marca la vida interna de la Iglesia.
- W. ULLMANN, Historia del pensamiento político en la Edad Media (Ariel;
Barcelona 1984). Fundador de una corriente de teóricos civiles que estudian
la concepción del poder de la Iglesia. Explica muy bien el fundamento de los
conflictos temporales que veremos.
*En un folio y medio: síntesis del libro.
*Lo mismo, pero de la bibliografía recomendada en cada tema.
**Todo ello es extra, no obligatorio.
- Manuales: para completar los apuntes (consultar programa).

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Daniel Lamana
- Examen: límite de folios (3). Debería poderse responder en 2 folios; el 3º es para
los “neuras”. Primera parte de preguntas breves que pongan de manifiesto que
sabemos identificar personas y acontecimientos. Dos preguntas de tamaño
medio de un par de temas.
Un mínimo contacto con las fuentes.

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
2- De la diversidad regional a los dos polos
Oriente/Occidente: la Iglesia católica en los ss. VII-VIII1
La tesis de fondo para esta sección es la siguiente:
Tesis inicial: fenómenos históricos
- Cada nueva asignatura empieza con temas que el anterior profesor no ha producen en la Iglesia
abordado por falta de tiempo, y corre el riesgo de repetirse si no es así. Vamos a - Fase de particularización
dar unas mínimas pinceladas para desarrollar los temas siguientes. - Fase de unión
- Para ello, vamos a tener como perspectiva los efectos permanentes más - Oriente: patriarcado de
importantes de los hechos que abordaremos. En este tema, en concreto, va a ser Bizancio
la particularización del mundo cristiano en cada localidad, seguida de un - Occidente: Iglesia
momento de unificación, que se produce en dos polos: romano-carolingia

- Oriente: práctica desaparición de todos los patriarcados excepto Bizancio,


hasta el punto de ser prácticamente equivalente de Iglesia oriental.
- Occidente: las iglesias irlandesa, visigoda, franca, etc. desaparecen,
sustituidas por la romano-carolingia, que acabará identificada con la Iglesia
de Occidente.
2.1. MARCO GEOGRÁFICO: FRONTERAS CAMBIANTES
Fronteras externas: cambios en las fronteras del cristianismo en este periodo.
Fronteras externas:
- Contracción: el territorio cristiano se reduce principalmente por invasiones.
- Contracción: Islam (Medio
- Islam: sobre todo a partir del 622 (héjira) en Medio Oriente, Norte de África Oriente, norte África, sur
y sur de Europa. El cristianismo desaparece en los territorios conquistados, a Europa) y Ávaros (Balcanes)
pesar del teórico respeto a las “religiones del Libro”. - Expansión: norte Europa
- Ávaros: su invasión dificulta o disminuye la presencia cristiana en la región - Consecuencia: cristianismo
→ Europa continental
de Macedonia y este de los Balcanes.
(≠Mediterráneo)
Estas fronteras en el territorio oriental, a pesar de estar en continua situación de
guerra, se estabilizan en torno al año 730.
- Expansión: al mismo tiempo, el cristianismo se expande hacia al norte de
Europa y se recuperan lugares antiguamente cristianos pero que con la caída del
Imperio habían sido abandonados: las islas británicas.
- Consecuencia: el centro de gravedad del cristianismo se desplaza hacia la actual
Francia, y empieza a ser un fenómeno de la Europa continental, y no tanto ya de
la cuenca Mediterránea.
Fronteras internas: condicionan la vida de la Iglesia.
- Políticas: continuamente cambiantes (e.g. la pretensión bizantina de controlar Fronteras internas:
Italia) y muchas veces disputadas entre cristianos (ya sean católicos o arrianos). - Políticas: continuamente
cambiantes
Pensemos también en los asentamientos y distribución de territorios de los
- Eclesiásticas: zonas de
pueblos bárbaros.
influencia (Oriente-Occidente)
- Eclesiásticas: según una determinada interpretación del modo de organizarse y migraciones
de la Iglesia en la Antigüedad, el mundo se divide en zonas de influencia, y los
bautizados de cada rito o tradición deben limitarse la suya en su labor de
evangelización. Este punto de vista, que tienen su fundamento en una
concepción muy ideal del territorio canónico (Roma-Occidente; Constantinopla-
Norte de Oriente; Antioquía-Oriente Medio; y Alejandría-Sur de Oriente), tendrá
serias repercusiones en la vida de la Iglesia, por ejemplo, en el tema de las
migraciones, que iremos viendo.
Población: ligero aumento en el territorio cristiano, acompañado del fenómeno de Población: ligero aumento y
la conquista del territorio, fundamentalmente en Europa. Hasta el momento, la conquista del territorio
zona “fácil” para vivir era el Mediterráneo. Ahora vamos a asistir a un momento
de deforestación y cultivo de zonas antes despobladas.

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Daniel Lamana
2.2. EVOLUCIÓN EN LAS DISTINTAS ÁREAS
Cuestión historiográfica: hay una frase típica del Magisterio actual que dice que
“una fe que no se hace cultura es una fe muerta”. A la hora de entender el proceso
de estos siglos y el origen del cisma Oriente-Occidente, ayuda el modelo de García- 3 grandes culturas, antagónicas y
en conflicto
Cortázar, que considera el Mediterráneo como lugar generador de tres grandes
culturas, antagónicas y en conflicto: - Oriental (†): preservación,
defensiva, militarización.
- Cristiana oriental (Bizancio): defensiva, pues el Imperio de Oriente está bajo - Musulmana: acumulación
continuo ataque de musulmanes y ávaros. Se convierte en una cultura de riqueza.
preservación de la antigüedad mediante la militarización. - Occidental (†): pobreza,
- Musulmana (primer imperio de los abasidas): cultura de acumulación de supervivencia estructuras
pobres, territorios pobres.
riqueza material y cultural. Tiene las características propias de la juventud: fuerza
creativa, vitalidad, flexibilidad, etc.
- Cristiana occidental (Carlomagno): cultura de la pobreza. Es una construcción
que surge como la supervivencia de estructuras pobres (las estructuras políticas
de los reinos bárbaros), en un territorio mucho más pobre que la cuenca
mediterránea, sometido a continuos ataques de los musulmanes, detenidos sólo
en Poitiers, y con dificultad.
Quizá ésta no es una fe muerta, pues se hace cultura, pero es desde luego una fe
conflictiva, pues cristaliza en culturas antagónicas entre sí. Esto nos ayudará a
comprender la cuestión del cisma Oriente-Occidente.
Vamos ahora a estudiar los grandes centros de irradiación del cristianismo.
A. Imperio Bizantino Imperio Bizantino
Marco: desde el punto de vista político, desde la segunda mitad del S. VI, tras Occidente
Justiniano, el imperio de Bizancio se contrae en Occidente por la acción de - Contracción (Ávaros y
avaros y longobardos. En 678, una victoria sobre los musulmanes y la Longobardos).
Independencia de Bulgaria en 679 marcan las fronteras que se van a mantener - Estabilidad: victoria
de forma más estable (Grecia, zona cercana a Constantinopla, y alguna zona de musulmanes 678, y 679
Bulgaria.
Italia). En Oriente, el interés del Imperio se centra en Armenia, cuya conquista la
Oriente:
convierte en una zona defensiva contra los persas.
- Armenia, defensa contra
Dinastía Isáurica (717): se da una situación política de continuidad y novedad. Persas.
- Permanencia de las estructuras burocráticas.
- Los sucesivos cambios de dinastía llevan a una cierta inestabilidad política, Dinastía Isáurica: continuidad y
agravada por la necesidad de defender el territorio de invasiones externas. Por novedad
ello, la sociedad se militariza. El ejército y los monjes van a ser personajes - Continuidad estructuras
esenciales de la vida política y religiosa de Bizancio. - Inestabilidad→ militarización
y defensa
- Mayor control sobre la Iglesia: a partir de Justiniano, que concede poder al
- Cesaropapismo
Emperador para interferir en la vida de la Iglesia, se va instalando un modelo de
cesaropapismo, en el que el emperador está por encima del poder religioso.
B. Italia
Tras las guerras góticas, y entre continuos cambios en las fronteras, en el 569 los Italia
longobardos entran por el norte de Italia y establecen su capital en Pavía. Su - Guerras góticas, cambios de
estructura aristocrática se organiza en ducados (gobernados por duques), siendo los fronteras
más importantes Espoleto y Benevento. - Longobardos (Pavía)→ norte
(ducados).
Exarcado de Ravena: es la presencia residual de los bizantinos en Italia. En tiempos
de los carolingios, se forma el Ducado de Roma, antecedente de los Estados - Ducado de Roma (residuo
bizantino) →EEPP
Pontificios (Sancta Dei Ecclesiae respublica Romanorum): territorio gobernado no
sólo eclesialmente, sino también políticamente por el Papa. La preocupación por la
supervivencia de estos territorios explica la relativamente poca influencia de los
papas de este periodo a nivel más global.

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
C. Reino visigodo
Los visigodos se habían ido asentando en la Península y se fueron consolidando, Hispania visigoda
manteniendo, además, contacto con oriente a través de la presencia bizantina en el - Asentamiento y contacto con
sur. Bizancio (sur)
- Monarquía electiva
Monarquía. El régimen visigodo era de monarquía electiva, que adolece de dos
(debilidad: deuda hacia
debilidades intrínsecas: los electores se consideran con ciertos derechos electores y sin línea sucesoria)
respecto a los elegidos, y no hay línea sucesoria preestablecida. Esto genera →inestabilidad
conflicto entre la monarquía y la nobleza (los electores), y por eso se va a - Conversión de Recaredo
intentar pasar a una monarquía de sangre, que garantiza la claridad de la (587)→ catolicismo
sucesión. Sin embargo, el intento de Leovigildo de establecer una dinastía - S. Isidoro: unción
hereditaria fracasa. (legitimidad y protección)
y justicia →legitimidad la
En 587, sin embargo, el rey Recaredo se convierte, y con el Concilio de Toledo da la Iglesia
se pasa oficialmente del arrianismo al catolicismo en todo el reino. En este - Iglesia → cultura romano-
contexto, San Isidoro de Sevilla apuesta sienta las bases para una monarquía cristiana, Tradición y
de la unción, inspirada en los libros 1-2Samuel: la persona elegida por la disciplina. Recepción de
unción queda situada por medio de ésta en la esfera de lo sagrado, pues ha decretales y Concilios.
sido sellado por la mano de Dios, y se convierte así en intocable. Esto garantiza - S. Isidoro: Eimologías, De
los oficios eclesiásticos
cierta estabilidad política.
- Colección canónica
La legitimidad del rey, por tanto, la da la Iglesia: los obispos podían incluso Hispana
retrasar o negar la unción a los reyes. El mismo S. Isidoro acuña, además, la frase
eres rey si haces el bien, si no haces el bien, no eres rey, identificando la acción
de gobierno con la justicia de su ejercicio político. Estas serán las dos grandes
armas de la Iglesia en la E. Media en su relación con poder político.
El rey, queda así marcado por un binomio permanente en la Tª política de la
Iglesia:
- Unción, como mecanismo de legitimidad y protección (queda situado en la
esfera de lo divino)
- Justicia (S. Isidoro, Etimologías IX, 3): El término rey deriva de regir, como
sacerdote de sacrificar. No rige el que no corrige. El nombre de rey se posee
cuando se obra rectamente; y se pierde cuando se obra mal. De aquí el
proverbio que corría entre los antiguos: "serás rey si obras con rectitud; si no
obras así, no lo serás".
Como vemos, si por un lado se afirma la legitimidad, al mismo tiempo, ésta se
subordina a la calidad moral del rey, y por tanto se menoscaba su poder. La
debilidad intrínseca del sistema y la pretensión de estabilidad se solucionan
identificando a quien concede la unción y determina la bondad/maldad del
gobernante: la Iglesia.
Cultura. Al mismo tiempo, la Iglesia es el eslabón de transmisión de la cultura del
imperio romano, ya cristianizada, así como de la sabiduría de los Padres de la
Iglesia, y las medidas disciplinares de la Iglesia en los siglos precedentes. Todo
esto se conserva mejor en la Iglesia visigoda, y nos ayuda a comprender la
continuidad sustancial y la pervivencia de los elementos mencionados, así como
la fácil recepción de las decretales de los Papas, y de los concilios de Oriente,
África y Galia. Dos obras esenciales:
- S. Isidoro de Sevilla: Etimologías y De los oficios eclesiásticos
- La colección canónica Hispana: textos de los Concilios y los Papas
En Francia, a donde se transmitirán, serán pilares de la cultura posterior. A su vez,
los concilios de Toledo serán instrumentos legisladores tanto canónica como
civilmente.
C. Irlanda
Primera evangelización: establecimiento de comunidades cristianas, primero
urbanitas y luego en el campo, jerárquicamente estructuradas en torno al obispo,
que presidía ayudado por su presbiterio y diaconado. Se instala y consolida la

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Daniel Lamana
jerarquía eclesiástica. Esta primera ola no llega a Irlanda, por su situación Irlanda
geográfica periférica (más que Inglaterra, donde sí que llega). - Evangelización:
Aunque ya había habido algunos contactos durante el pontificado de Celestino I - territorio no-romanizado,
(442-432), el inicio de la evangelización, con las características peculiares del tribal
cristianismo irlandés inicia con San Patricio, y su llegada en el 432. En un - monjes misioneros,
territorio no romanizado, con estructuras de tipo tribal, el cristianismo se va a comunidades en torno a
monasterios (centros
expandir con un marcado carácter monástico: los monjes misioneros fundan culturales), monjes-obispos
monasterios, en torno a los cuales se establecen comunidades cristianas (≠ - Penitencia privada:
comunidades con sus obispos y presbíteros). Posteriormente, los abades serán - Presidida por presbítero,
nombrados obispos, dando su aspecto peculiar a las diócesis irlandesas, reiterada, penitencia tarifada
presididas generalmente por monjes-obispos, residentes en monasterios. Esto va (posibilidad de conmutación),
a ser fundamental para comprender la gran aportación al mundo de la Iglesia previa a absolución.
irlandesa. A partir del s. VI estos monasterios adquirieron un altísimo nivel - Libros penitenciales
cultural, con un periodo de esplendor que dura hasta finales del s. VIII. - Hipótesis: vinculación con
Eucaristía
Penitencia privada: ya no es celebrada por los obispos, sino por los presbíteros, se
2ª evangelización Europa
prevé que sea reiterada (i.e. que se celebre varias veces), y se establece una tabla
- monjes irlandeses.
de correspondencias entre los pecados y las penitencias a imponer (penitencia
Inglaterra→ merovingios→
tarifada). Una posterior tabla de conmutaciones permitía cambiar la modalidad norte
de dicha penitencia, en vista de la imposibilidad de cumplir con las ya
acumuladas. La absolución se concede una vez cumplida la penitencia. Esto
supone una revolución respecto al modo de celebrar públicamente la penitencia,
presidida por el obispo, prevista sólo una vez en la vida, y con unas penitencias
que tenían efectos permanentes en la vida.
- Libros penitenciales: contenían catálogo de pecados, penitencias y posibles
conmutaciones. Muy extendidos por Europa, e influyentes hasta s. XII. Destacan
Penitencial de Cummeano y Penitencial de Teodoro.
- Hipótesis del cambio: más que vincularlo al bautismo (segunda tabla de
salvación) se comienza a relacionar el sacramento de la penitencia con las
condiciones adecuadas para la recepción de la Eucaristía. Esto casa bien con la
lógica de vida monástica, en la que la Eucaristía diaria ocupa el centro de la vida.
Se produce así un cambio en el modo de mirar al mundo del propio pecado.
Segunda evangelización: desde la iglesia irlandesa se produce la segunda
evangelización de la Europa continental, por medio de los monjes misioneros,
empezando por Inglaterra, renovando en parte la vida de la iglesia merovingia,
expandiendo el cristianismo hacia el norte. Se convierten así, junto con la Iglesia
visigoda, en uno de los pilares de la reforma carolingia.
D. Inglaterra
Con la retirada del Imperio romano del territorio, se pierde conciencia de la Inglaterra
presencia de cristianos. En el pontificado de Gregorio Magno, envía unos misioneros - Caída del imperio = desaparición
que logran convertir a los reyes del sudeste de Inglaterra, y se erige la diócesis de cristianos
Canterbury. - Gregorio Magno→ misioneros,
diócesis de Canterbury (envío del
Este acto tendrá una enorme trascendencia, por cómo el Papa quiere significar la palio)
relación entre el envío del primer obispo a evangelizar con el envío del palio, signo
de comunión entre Roma y Canterbury, con razón de la evangelización por medio
de monjes romanos. Este signo se universalizará después como símbolo de la
sujeción de los arzobispos al Papa.
E. Reino merovingio
Herederos de Clodoveo, rey de los francos (Regnum francorum) primera tribu
bárbara en convertirse al catolicismo (por eso se llama a Francia primogénita de la
Iglesia). Dominaban el territorio francés, donde posteriormente se desarrollará el
imperio carolingio, tras la confluencia de todos los elementos que hemos dicho
antes.

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
Monarquía patrimonial: en vez de una concepción institucional o de magistratura, Reino merovingio
predomina una visión del reino como la posesión de un patrimonio familiar, con - Herederos Regnum Francorum
los problemas que eso conlleva a la hora de transmitirlo como herencia (Clodoveo)→ concepción
(mantenimiento de la unidad y la confrontación entre los herederos). Aunque patrimonial
este modelo acabará difundiéndose por toda Europa, supondrá una gran - Edicto de Clotario II: reino
inestabilidad política. dividido en 3 provincias, con
mayordomos→ reyes vagos
Edicto de Clotario. Este edicto (624) de Clotario II (613-629) consolida un modo de - Neustria, Austrasia y Borgoña
entender el reino dividido en tres provincias, al frente de las cuales se colocan - Fortalecimiento nobleza e
los tres mayordomos de palacio, por encima de los cuales el rey detenta la Iglesia:
corona, pero no ejerce el poder (“los reyes vagos”). Esta mayordomía es - Nombramiento obispos
hereditaria. - Fuero y exención
- Neustria (París), Austrasia (Metz, Aquisgrán) y Borgoña patrimonial

- Nobleza e Iglesia se fortalecen: esta situación de debilidad del poder real - Origen remoto
feudalismo
propicia que la aristocracia nobiliaria y la Iglesia consigan una independencia del
que antes no tenían, y sirve para ensayar dos cuestiones que se consolidarán con
el paso de los siglos:
- Independencia en el nombramiento de los obispos en la iglesia merovingia,
que, aunque ya estaba contemplada por la disciplina eclesiástica (se supone
que los eligen los presbíteros + el pueblo), no siempre respetaba donde las
monarquías eran más poderosas.
- Privilegio del fuero y exención patrimonial: la Iglesia considera que las
personas sagradas sólo pueden ser juzgadas por personas sagradas, al modo
en que los bienes sagrados sólo pueden ser administrados por personas
sagradas. Son dos prerrogativas que la Iglesia intentará garantizarse para
preservar la independencia. Se fundamenta en la lectura de 1Cor, en una serie
de pasajes donde se habla del acudir a tribunales paganos en vez de a recurrir
a la propia comunidad. Se adapta esta situación de cristianos-paganos a la
situación de los ordenados-bautizados.
- Por otro lado, podemos ver en esta situación los orígenes remotos del
feudalismo (formación de clientelas: protección de los nobles a la plebe a
cambio de servicios).
2.3. UNIDAD EN LA DIVERSIDAD: EL MANTENIMIENTO DE LA COMUNIÓN
Se mantiene la comunión con dificultad entre los polos existentes (punto anterior),
que quedarán reducidos a dos: Oriental y Occidental.
Antecedentes
Tres cuestiones que explican por qué todo Oriente se concentra en torno a Bizancio
y la relación con Roma adquiere carácter dialéctico.
1- Superación del monofisismo: doctrina cristológica condenada como herética,
que afirma que, en la persona de Jesucristo, de hecho, sólo subsiste la naturaleza
divina, siendo la humana subsumida por ésta. Compromete la verdadera
humanidad de Jesucristo, aunque no la niega. La explicación de Calcedonia que
lleva a condenar esto, suena a una parte de la Iglesia Oriental como una victoria
de los Nestorianos. Es un panorama de matices teológicos delicados, que no
aparecen disociados de otros problemas, de orden político, y de la tarea del
emperador de garantizar la paz entre sus súbditos. La división religiosa facilita la
división territorial, y la connivencia de disidentes políticos con regímenes
extranjeros. Esto lleva a los emperadores a buscar fórmulas de compromiso.
- Justino y patriarca Acacio (cisma de Acacio): llegan a uno de esos acuerdos,
intentando explicar calcedonia de una manera errónea. Se excomulga a la
Iglesia de Oriente. El nuevo emperador obliga a la reconciliación y la Iglesia
oriental es obligada a firmar la Fórmula de Fe del Papa Ormislas. En ella, se
afirma que el criterio formal de la fe de la Iglesia es la Iglesia de Roma.

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Daniel Lamana
2- Los tres capítulos: Justiniano considera que ayudaría a los monofisitas para
aceptar Calcedonia declarar que no todos los participantes de dicho concilio eran
ortodoxos. Indirectamente, permite una interpretación benévola de Calcedonia,
asumible por los monofisitas, pero diluyendo el carácter de la naturaleza
humana. Para ello, propone a la Iglesia de Oriente que se condene a tres autores
de los más radicales en la defensa de la naturaleza humana. Tras una primera
aprobación del Papa Vigilio, lo reconsidera, y se niega a la aprobación de esos
tres capítulos. El segundo concilio de Constantinopla condena los tres capítulos,
e, indirectamente, al Papa Vigilio como hereje. Todo lo que se había ganado con
la Fe de Ormislas se pierde.
3- Superación del monotelismo: una nueva interpretación del monofisismo, para
el que la voluntad humana queda subsumida en la voluntad divina en el actuar
de Cristo. De nuevo, se compromete la naturaleza humana. El papa Honorio lo
acepta. De nuevo, enfurecimiento en Occidente. La situación de Cisma de hecho
por este tema termina con la condena del papa Martín I del monotelismo,
refrendada por el III Constantinopla (681). Este caso ha influido en la definición
del dogma de la infalibilidad papal. No es el caso de Honorio, pues no era una
herejía, sino que no entró hasta el fondo de la cuestión, sin afirmar el
monotelismo, en bien de la unidad. Lo que sí hace este concilio es condenar su
actuación tibia (i.e. es un juicio conciliar sobre un papa legítimo).
Alejamiento y consolidación de Oriente
- Las tres cuestiones doctrinales apenas mencionadas
- Concilio de Trullo (692) o Quinisexto, no reconocido por el Papa Sergio I.
- Canon 2 (fuentes del derecho): identificaba las fuentes o documentos con
los que debía gobernarse la Iglesia Oriental:
- Afirma la importancia de las constituciones imperiales. Se reconoce así
la autoridad de los emperadores bizantinos en la Iglesia.
- No incluye las cartas decretales de los Papas, que venían siendo escritas
desde el s. IV, y que marcan la disciplina de la Iglesia.
- Canon 36 (pentarquía de patriarcados): ya antes, en el último canon de
Calcedonia proponía el primado en términos de la residencia del Emperador,
proponiendo como segundo primado el de Constantinopla. Trullo propone,
por un lado, que sea la segunda, pero más gravemente, que tiene las mismas
competencias y autoridad. El patriarca se convierte así en última instancia.
- Canon 13 sobre la ordenación presbiterial de casados: problema de la
ambigüedad de interpretación de las fuentes históricas en función de la
propia sensibilidad, en ausencia de un muy especializado conocimiento
histórico. Propuesta: muchas cuestiones de la vida de la Iglesia, inicialmente
intuidas, se van profundizando y comprendiendo más con el paso del tiempo.
Es el caso del celibato, por ejemplo. Si algo se ha defendido contra viento y
marea, siendo de difícil cumplimiento, debería obligarnos a reflexionar sobre
la razón de peso de fondo.
Para algunos, para proteger la santidad del matrimonio, se cambiaba la
disciplina apostólica que exigía continencia perfecta a los ordenados. Algunos
lo leen como forma de facilitar dicha continencia perfecta (frente a estar
casado y no hacer uso de ello). Otros lo interpretan como el gran testimonio
de cómo el celibato, que empezaba a imponerse en Occidente, y Oriente, no
reconociendo en ello un origen apostólico, se rebeló y propuso incluso la
deposición de quien intentase obligar a su cumplimiento.
Este es un nuevo motivo de distanciamiento. En Occidente se insiste cada vez
más en el celibato, y en Oriente se lucha contra eso.
- Iconoclastia: se explicará más adelante
- La “bizantinización” de Oriente

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
- Invasiones musulmanas: La caída de Alejandría y Antioquía en manos
musulmanas concentra la Iglesia de Oriente en torno a Bizancio.
- Monofisismo mayoritario en dichos patriarcados, los ortodoxos minoritarios
para sobrevivir, pedían protección a un rey, que a veces tenían modos de
celebrar a fe y vivir la disciplina de modo diverso. Así surgen los melquitas,
oriundos de esas ciudades, pero que por no querer ser monofisitas, piden la
protección de Bizancio, y “bizantinizan” su rito. De hecho, todas las disciplinas
orientales, por este proceso de asimilación, acaban siendo idénticas a
Bizancio.
Avances en la cristianización de Occidente
- Revisar lo dicho y lo que se dirá
Cambios en la estructura institucional de la Iglesia
- Hegemonía del primado en Occidente: En oriente queda sólo Bizancio; si en
Occidente caen Cartago y la Iglesia visigoda, sólo quedan Italia, Francia, Irlanda e
Inglaterra. Irlanda e Inglaterra hacen una aportación notable al cristianismo
francés, y se establece una alianza profundísima entre Roma y Aquisgrán (capital
de Carlomagno), que produce un único modo de entender el cristianismo,
favorecido por la desaparición de otros polos.
*Territorio canónico: la zona ex-yugoslava (Ilírico) evangelizada por clérigos
romanos, y se crea un vicariato apostólico dependiente del papa, que llega
casi hasta Grecia. En medio de las controversias doctrinales, León III
(emperador), en el 732 determina que toda esa región pertenece a la Iglesia
de Bizancio, de manera que un territorio latino pasa a ser oriental. Lo mismo
el sur de Italia. En un momento en que se da mucha importancia a los límites
de cada patriarcado, supuso la pérdida de una gran parte de Europa del Este
que empezará a pivotar hacia oriente.
- Iglesia de Roma:
- Entre 678-752, 11 papas orientales (griegos o sirios), de 13. En parte, por el
dominio del poder político de Constantinopla. Por otro lado, la presencia de
muchos griegos en el clero romano (colonia griega en Roma), por medio de la
cual el emperador podía reconducir las elecciones al papado. Importancia
litúrgica: se introducen fiestas y gestos más recargados, más propios de la
sensibilidad oriental. Al mismo tiempo, permite conservar hasta el 752 la
ficción de que el Papa de Roma es parte del gobierno oriental, retrasando la
conciencia de ser líder espiritual en el imperio occidental.
- 760 Decreto que señala que el Papa debe ser elegido por el clero, guiado por
los principales. ¿Quiénes son estos? No se sabe bien. Pero sí se ve cómo se
evita siempre que se puede la recurrencia al poder imperial para asuntos
eclesiásticos. Sancionaría la costumbre. Al pueblo corresponde sólo aclamar.
- Patrimonio: desde la tolerancia de Constantino, se concede a la Iglesia el recibir
herencias, lo que lleva a que acumule bienes, cuyo titular es el obispo de cada
diócesis. Con las invasiones bárbaras, los nuevos moradores, para premiar a su
nobleza por las campañas, quita sus patrimonios a nobles locales y a la Iglesia.
Por un lado, la Iglesia vuelve a recibir donaciones, pero algunas de estas tienen
repercusiones negativas: se ceden iglesias ya edificadas con terrenos
adyacentes, que permitan el sustento del sacerdote. De esa manera, el modo de
gestionar los bienes pasa menos por manos del obispo. En segundo lugar,
propicia exigencias y pretensiones por parte de los donantes respecto de los
nombramientos de párrocos. Este sistema, ya iniciado con los bárbaros,
eclosionará en el s. VIII, cuando, en la zona merovingia, se quitan y restituyen
bienes. Dará pie a las pretensiones de incluso controlar los nombramientos
episcopales. El sistema beneficial se mantiene hasta 1965, cuando la Iglesia pide
a los cristianos con derecho de patronato que renuncien a él, pues no puede
imponerlo.

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Daniel Lamana
Junto con este sistema, sobre todo en el reino merovingio, se permite a la Iglesia
exigir el pago del diezmo, figura propia del AT, pero que se impone de nuevo por
empeño de Pipino, mayordomo de palacio, como forma de compensar por la
pérdida de posesiones.

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
3. LA UNIFICACIÓN CAROLINGIA (S. VIII2,-IX1)

1. El origen del Imperio carolingio y los Estados Pontificios


¿Cómo se encuentra Italia en este momento?
- Reino franco en mano de los reyes vagos, gobernado de facto por los
mayordomos de palacio. En este momento concreto, con la preponderancia del
mayordomo palatino Pipino “el breve”, hijo de Carlos Martell, y personaje más
importante del reino merovingio.
- Papado: desde el punto de vista ideológico, siguen convencidos de la
importancia del imperio bizantino, heredero de la función de proteger y dar
estabilidad a la Iglesia desde la desaparición del Imperio romano cristiano,
comprensión favorecida por los papas de origen griego. La realidad efectiva de
esta idea era cada vez menor, pues la presencia bizantina se iba reduciendo en
el hexarcado de Ravenna y en el sur peninsular, lo que dificulta que proteja los
intereses papales ante el reino longobardo. Por eso, los papas intentarán
fortalecer el dominio de los territorios circundantes de Roma.
751: se revoluciona el modo de comprender las relaciones del Papa con los diversos
reinos. El mayordomo de palacio Pipino el breve escribe al papa S. Zacarías, último
papa griego, preguntándole sobre la legitimidad de llamar rey al rey vago. En
realidad, se busca que el papa legitime un golpe de estado. Y así lo hace. El rey
Childerico III es apresado y recluido en un monasterio. Pipino se convierte así en rey.
Nos encontramos aquí con el problema de la legitimidad. Si el criterio normal es el
de la sangre (que no tiene Pipino), el papa Zacarías recupera la noción de S. Isidoro
y encarga a S. Bonifacio la unción de Pipino como rey de los francos. Se afirma así
su carácter sagrado, como ya vimos. Con este gesto, el papado se gana el favor de
Pipino.
A la muerte de Zacarías, Esteban II (sucesor de Zacarías), se encuentra presionado
por la presión de los longobardos, y en vez de pedir ayuda al emperador bizantino,
lo hace a Pipino, quien acude con sus hijos Carlos y Carlomagno, tras cuya victoria
firman el Tratado de Quiercy (754) que garantiza como propiedad del Papa los
territorios que, en teoría, eran parte del poder bizantino, pero que debido a la
debilidad de éste se encontraban bajo dominio papal. Son los orígenes legales de los
EEPP. A cambio, el papa unge de nuevo a Pipino y sus dos hijos en el 757. ¿Cómo
pudo reiterar la unción? Está en relación con un título que emplearán Pipino y sus
hijos: patricius romanorum, título con origen en la administración civil romana, lo
cual significa que el Papa les concede la prerrogativa de proteger y controlar la
administración civil de la ciudad de Roma y sus estados.
Lo lógico habría sido que ese título, civil y romano, lo otorgara el emperador, pero
el hecho de que no sea así apunta a una cierta independencia del Papa respecto a
éste; a que las cuestiones políticas no atañen directamente al Papa y es bueno
dejarlo en manos capaces, y que ¿?
Tras una breve lucha con su hermano, a la muerte de Pipino, Carlomagno se hace
con el trono del reino franco, que se consolida por fases. En el pontificado de
Adriano I, para muchos, fundador de los EEPP, pues acuña moneda, levanta
ejércitos, y recibe de Carlomagno la donación del territorio más extenso que han
tenido nunca los EEPP, ampliando el Tratado de Quiercy. Tres fases:
- Derrota definitiva de los longobardos: Carlomagno se convierte en Rey de los
francos y longobardos y patricio de los romanos.
- Intento de asesinato: a la muerte de Adriano I le sucede León III. Dándose
cuenta de que no cuenta con quienes controlan la ciudad de Roma
(colaboradores del antiguo papa), intenta ganarse el favor de Carlomagno (cfr.
Carta). Pone de manifiesto la concepción de Carlomagno sobre la relación de los
poderes eclesiástico y político.

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Daniel Lamana
“Nos corresponde a nosotros empuñar la espada para defender la Iglesia
hacia fuera, y hacia dentro. Vuestro es elevar los brazos al cielo como
Moisés para que yo tenga éxito”
“Nostrum est: secundum auxilium divinae pietatis sanctam undique
Christi ecclesiam ab incursu paganorum et ab infidelium devastatione
armis defendere foris, et intus catholicae fidei agnitione munire. Vestrum
est, sanctissime pater: elevatis ad Deum cum Moyse manibus nostram
adiuvare militiam, quatenus vobis intercedentibus Deo ductore et datore
populus christianos super inimicos sui sancti nominis ubique semper
habeat victoriam et nomen domini nostri Iesu Christi toto clarificetur in
orbe.”
Tras un intento de asesinato frustrado de León III por parte de los dirigentes de
Roma, el papa escapa a la protección de Carlomagno, que baja sobre Roma a
impartir justicia, pero antes reúne a todos los obispos y clérigos de Roma y
convoca un juicio, en que el acusado es el Papa. Es sorprendente que un
emperador se crea con potestad de juzgar al Papa. Los autores del ataque son
condenados a muerte, aunque el Papa intercede por ellos y son desterrados.
De una manera muy simbólica queda de manifiesto cómo la protección de
Carlomagno a la Iglesia le supone la capacidad de intervenir en cuestiones de
ésta.
En este contexto (789), Alcuino de York habla de la regencia del mundo por tres
autoridades: apostólica sublimitas, detentada por el Papa, la imperiales dignitas,
que detenta el emperador de Bizancio, y la regalis dignitas que detenta
Carlomagno, rey de los francos. Concluye que habiendo tenido que huir el primero
de su propia ciudad, y estando las dinastías bizantinas en una constante lucha por el
poder, el único que queda para regir es Carlomagno.
Ayuda a comprender como Carlomagno se convierte en la única autoridad efectiva
en Occidente y cómo esta situación se irá justificando.
- Coronación: En Navidad del 800, León III corona emperador a Carlomagno.
¿Esto que implica? Carlomagno empleó pocas veces este título, para evitar
tensiones con Bizancio, que no aprobaba este nombramiento. Además, tiene una
comprensión del imperio completamente diversa a la de los bizantinos. Mientras
que éstos tienen una concepción institucional de la monarquía (mismo
territorio, cambian los reyes), Carlomagno tiene una visión patrimonial de la
misma. Parece, entonces, que este nuevo título no cambia gran cosa. Queda sólo
para justificar una pretensión de la misma Iglesia: garantizar lo que Carlomagno
había expresado en la carta que correspondía al Papa.
- Proteger la persona del Papa y los EEPP
- Favorecer la expansión misionera de la Iglesia
- Fomentar paz y concordia entre los príncipes cristianos.
¿Para qué recodar con este título a Carlomagno lo que él mismo había escrito? Había
un intento de poner en el origen de las potestades de las que Carlomagno se ha
apropiado, la voluntad de la Iglesia (“no es porque yo no pueda, sino que yo te he
dado a ti el poder de hacerlo”). En segundo lugar, suponía garantizarse la protección
que ya no podía garantizarle el emperador bizantino. Es una traslatio imperii, que
despoja al emperador bizantino de sus prerrogativas para dárselas a Carlomagno.
2. Reforma eclesiástica en clave de romanidad
Carlomagno entendió que, como príncipe cristiano, le correspondía la tarea de
reformar la Iglesia que quedaba en su territorio. Para ello, considera que el mejor
modo es importar el estilo de la Iglesia de Roma, lo cual pone de manifiesto una
convicción teológica, expresada no hacía tanto por los padres de la Iglesia. Ya S.
Ireneo en el s. II señalaba a la Iglesia de Roma como aquella que nunca se ha

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
“apartado de la fe”, por tener en ella al sucesor de Pedro. En ese sentido, sería la
imagen más perfecta de lo que la Iglesia debe ser en cuanto a la fe y la disciplina.
Libros: en primer lugar, pedirá al Papa Adriano I que le envíe aquellos libros en
que está contenida la vida de la iglesia romana, para poder imitarlo en sus
territorios. Le manda el Sacramentario gregoriano (celebración de la liturgia),
la Regla de S. Benito (para armonizar el monacato franco y el romano), y una
colección de normas de derecho canónico, compuesta siglo y medio antes por
Dionisio el exiguo, la colección Dionysiana, con unos versos del papa como
dedicatoria (colección Dionisio-Adriana).
Estos textos (de derecho y cánones de los concilios) estaban traducidos a un
latín ya muy anticuado (estamos en un momento de descomposición del latín
clásico y de nacimiento de las primeras lenguas romances). Esto llevará a la
imposición de que los clérigos aprendan latín, eso sí, estandarizándola
(Academia Palatina de Aquisgrán), pues ya no se hablaba. Se privilegia como
vehículo de transmisión del conocimiento de la Iglesia una lengua ya muerta
y que no evoluciona, mientras las lenguas vernáculas evolucionan
rápidamente. Se produce así también una brecha entre el modo de hablar de
las personas normales y de los lugares de culto y de mantenimiento de la
cultura (ambiente eclesiástico).
Legislación eclesiástica: Carlomagno encuentra una realidad social en su iglesia,
teniendo como instrumentos los materiales enviados por Roma, ya
anticuados. Para ello se intentan dos caminos:
- Integración: el rito romano, tendencialmente sobrio, se considera
inaplicable en la liturgia galicana, donde se había acentuado la expresión
de la indignidad del celebrante (apologías) y se habían introducido las
secuencias. Esto se incorpora a lo que envía el Papa, de manera que el Rito
romano del imperio es más bien romano-galicano. Más adelante, en el s.
X, el pontificado romano cae en situación desastrosa junto con la ciudad,
hasta que los sajones vuelven a restablecer el orden, llevando consigo el
rito romano-galicano. Lo mismo con el derecho canónico.
- Actualización: típico de toda la E. Media. Se emplean los documentos
como inspiradores de las reformas eclesiales. El reinado de Carlomagno es
reformista en cuanto que emana normas para esto desde tres instancias:
- Emperador: a través de los capitularia eclesiástica
- Convocatoria de Concilios: dan normas que permitan adecuar las
normas a la situación
- Obispo: examinando la legislación antigua y tomando en
consideración lo que dicen los concilios, emana nuevas normas.
Para garantizar la observancia de estas nuevas normas, Carlomagno inventa la figura
de los missi dominici, formada por un obispo y un conde, encargados de visitar los
territorios y evaluar la implantación de las nuevas disposiciones.
Tres momentos. No estudiar.
- Admonitio generalis. Recoge todas las normas del Derecho Canónico en 82
capítulos con las normas anteriores y las nuevas que se han dispuesto. Se
especifican quiénes son los destinatarios de cada norma.
Todo esto supone una verdadera reforma de la vida de la Iglesia carolingia.
- Reforma del clero
- Obligación para los laicos de recibir la comunión al menos 3 veces al año.
Relación entre comunión y eucaristía muy viva (requiere una pureza). Muchas
penas con el objetivo de aumentar el grado de civilidad incluso entre enemigos,
de humanizar una sociedad muy bárbara, a través de la pena de la excomunión.
Iglesia propia: lo que se explicó ayer. El modo de superar esto es a través de una
dotación. La novedad es que las enormes dotaciones hechas a las catedrales

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Daniel Lamana
generan la dificultad del control del territorio. El feudalismo es el intento de vincular
personalmente, a través del juramento de fidelidad de los dominadores de un
territorio inicialmente nacional (sobre todo condes). Así, se garantiza un control
subsidiario del territorio. Si en vez de un conde es un obispo, puede haber dos
ventajas: en principio es más culto y menos interesado en las intrigas políticas, y no
tiene hijos o no pueden heredar (no hay dinastías nobiliarias).
A partir del imperio de Carlomagno, a los obispos a los que se ha concedido una
enorme renta, se les conceden también potestades administrativas. Esto, que
empieza tímidamente en este tiempo, será explotado hasta la saciedad por los
emperadores sajones, que acaban convirtiendo a los obispos en funcionarios del
imperio.
3. Consecuencias directas e indirectas de la traslatio Imperii
La gran consecuencia de la formación del imperio carolingio es la identificación cada
vez más profunda entre iglesia católica e iglesia carolingia. Es cierto que, hasta el s.
XI, estén en comunión las iglesias carolingia y bizantina, pero, de hecho, hay una
distancia política, teológica y afectiva cada vez mayor.
Progresivo alejamiento político y doctrinal de Bizancio
- Reacción: Se considera una afrenta la coronación de Carlomagno, bárbaro,
en detrimento del heredero real del refinamiento del Imperio romano.
- Continuación de las controversias doctrinales en Oriente: Iconoclastia
- León III, primer emperador de la dinastía Isaúrica (726): la especial
sensibilidad a la trascendencia de Dios (quizá por la diáspora judía y el
avance del Islam), unida a los excesos de la piedad popular (gran peso del
uso de iconos, e incluso una cierta doctrina de la presencia), prohíbe el
culto a las imágenes y promulga su destrucción. Los monjes y el pueblo
reaccionan con radicalidad.
- Oposición y persecuciones: muchos monjes y teólogos intentan explicar
la validez del culto de las imágenes (latría ≠ dulía o hiperdulía). En segundo
lugar, se diferencia entre adoración y veneración, afirmando la posibilidad
de la representación de Dios en virtud de su voluntad de encarnarse.
Para castigar a la Iglesia de Roma por su posición, se apropia del Ilírico.
- II Nicea (787) se admite la veneración de los iconos. En el Concilio de
Frankfurt (no ecuménico), en 794 pone en duda la validez del anterior, con
la pretensión de convertirse en referente doctrinal de occidente de la
Iglesia. Si ya el peso de la iglesia occidental ha cambiado hacia occidente,
sólo falta convertirse en una alternativa doctrinal a Oriente.
Aniquilación teológica de la Iglesia Visigoda
- En los territorios hispánicos, con la invasión musulmana, la Iglesia visigoda
vive una situación de especial dificultad. A pesar de la supuesta tolerancia de
las “religiones del libro”, se le impone un pago de impuestos superiores, la
vivienda en barrios separados, y una reducción del contacto con los
musulmanes, por temor a la “contaminación”. Es un modo de gestionar las
diferencias religiosas de modo análogo a los lugares donde los cristianos
gobernaban. De modo igualmente análogo a las medidas del imperio romano,
cedía cierta capacidad jurídica y de resolución de conflictos a los propios
cristianos, para evitar mayores conflictos. Con la dominación, la iglesia
visigoda pervive en convivencia con otra cultura, cobrando los obispos una
gran importancia para la sociedad cristiana (dentro de la musulmana), lo que
explica la presencia de grandes pastores. Sin embargo, es una iglesia situada
fuera de la cristiandad.
- Elipando: En esta situación, desde la corte de Carlomagno se sugiere al papa
Adriano I que envíe un visitador a la iglesia visigótica para vigilar sobre
posibles herejías. El propio visitador será condenado por hereje. El obispo

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
Elipando, escribiendo sobre Jesucristo, lo llama hijo adoptivo del padre, que
evoca el adopcionismo del s. II. Esto hace saltar las alarmas de los obispos y
clérigos visigodos de los reinos del norte, en particular del Beato de Liébana,
que empiezan a considerar que la Iglesia de Toledo está cayendo en la herejía,
quizá por la influencia de los musulmanes con que conviven. Tanto el papa
como Beato escriben a Elipando, que se defiende en términos contundentes.
- Condena de Elipando: en el concilio de Frankfurt, por hereje. Se añade que
se debe a que las formas litúrgicas visigóticas inclinan hacia la herejía. El
profesor Ayán, en el artículo recomendado, se da cuenta que el término
adoptivo no tiene el mismo significado que en el adopcionismo. ¿Por qué esa
diferencia teológica y modo de hablar? Sostiene que en la iglesia visigoda
pervive una tradición teológica, la asiática, que valora mucho más la
capacidad de progreso de la naturaleza humana de Cristo por la acción del
Espíritu, a diferencia de la doctrina agustiniana.
Por un lado, tenemos la incomprensión de una doctrina teológica, que
convierte en sospechosa a toda la iglesia visigótica, curiosamente llevada
adelante por la iglesia franca, que ya había manifestado actitudes de sospecha
en el II Constantinopla; i.e. detrás tenemos su pretensión de convertir el eje
Roma-Aquisgrán en el eje central para la doctrina. Así se explica la progresiva
marginalización de la iglesia visigótica, ya de por sí alejada de la cristiandad y
afectada por las deserciones y huidas a territorios cristianos.
Surgimiento de una teoría política, a la vez monista y dual
Dualismo cristiano y sus dificultades prácticas: En La antigüedad, la máxima
autoridad política era a la vez la máxima autoridad religiosa (faraón,
emperador romano, persas, etc.). El cristianismo plantea un problema: el
vértice de la Iglesia que constituye su fundador, considera que en el vértice
está Cristo, y nadie más. Eso en el Imperio supuso que el emperador dejase
de dominar los asuntos religiosos (con gran esfuerzo, como hemos ido viendo
el cuatrimestre pasado y ahora). Esta distinción autoridad civil-religiosa es
constitutiva del cristianismo, al constituirse en Iglesia: al César lo que es del
César, a Dios lo que es de Dios.
Esta idea se expresa por primera vez magisterialmente en la carta (494) del
papa Gelasio I al emperador Anastasio.
“Hay, en verdad, augustísimo emperador, dos poderes por los cuales este
mundo es particularmente gobernado: la sagrada autoridad de los papas
y el poder real. De ellos, el poder sacerdotal es tanto más importante
cuanto que tiene que dar cuenta de los mismos reyes de los hombres ante
el tribunal divino.
Pues has de saber, clementísimo hijo, que, aunque tengas el primer lugar
en dignidad sobre la raza humana, empero tienes que someterte
fielmente a los que tienen a su cargo las cosas divinas, y buscar en ellos
los medios de tu salvación. Tú sabes que es tu deber, en lo que pertenece
a la recepción y reverente administración de los sacramentos, obedecer a
la autoridad eclesiástica en vez de dominarla. Por tanto, en esas
cuestiones debes depender del juicio eclesiástico en vez de tratar de
doblegarlo a tu propia voluntad. Pues si en asuntos que tocan a la
administración de la disciplina pública, los obispos de la iglesia, sabiendo
que el imperio se te ha otorgado por la disposición divina, obedecen tus
leyes para que no parezca que hay opiniones contrarias en cuestiones
puramente materiales, ¿con qué diligencia, pregunto yo, debes obedecer
a los que han recibido el cargo de administrar los divinos misterios?”
Son dos autoridades supremas, y se discierne quién tiene mayor potestad en
un momento dependiendo de la cuestión en disputa. El mismo Papa escribe
también el Tomo Gelasiano, en que explica el motivo de esta división,

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Daniel Lamana
intentando explicar el deseo de Dios de que estuviesen disociados. Pone como
causa el pecado original y la condición caída. Así como la carta se distribuyó
ampliamente, no fue el caso con el tomo, de manera que en el imaginario
colectivo la división de poderes estaba clara, pero no el porqué, acentuando
la tentación de unificarlos en caso de crisis o duda (hay temas que no está
claro a quien competen).
Según la respuesta que se dé, se oscila entre la teocracia y el cesaropapismo.
Esta es la historia de las relaciones Iglesia-Estado.
Monismo dual carolingio. Tesis de Morrison. Autor de principios del s. XX
acuña la expresión “monismo dual carolingio”, que intenta reflejar cómo el
emperador tenía la última palabra hasta tal punto que el dualismo es sólo
ficticio, pues el papa actúa casi como capellán del imperio. Es un “monismo
encubierto”, pues el prestigio del emperador era tan notable como la
debilidad del papa, haciendo del primero la única autoridad verdaderamente
notable.
Lo que vamos a ver en la siguiente lección es el inicio de la inversión de las tornas.

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
4- Descomposición de la reforma carolingia y crisis en el
pontificado (s. IX2-X)
1- DESMEMBRAMIENTO DEL IMPERIO CAROLINGIO
(Completar con lo escrito en los apuntes) A Carlomagno le sucede su hijo Ludovico
Pío (Luis el piadoso), que hace una reforma de la Iglesia, y que es franco de pura
cepa, pues gestiona su imperio patrimonialmente. Su principal problema es que
reparte el imperio entre sus tres hijos ya en vida, estando llamado uno de ellos a
heredar el título imperial. El problema es que con el título, no se hereda todo el
poder imperial, sino que el heredero deberá bregar con los otros dos hermanos, con
territorios también importantes. Con el nacimiento de otro hijo de su nueva esposa
(muerta la anterior), se debe re-repartir el territorio, quedando el título imperial en
algo más nominal que otra cosa. Primero los tres primeros hijos se alían y deponen
al padre, pero luego los otros dos hermanos se alían contra el heredero imperial
(Lotario) y restituyen al padre. Lo importante es que es un periodo de continuas
guerras internas e inestabilidad.
En tal situación, la autoridad religiosa aparece ya no como un órgano de consulta,
sino como una figura con autoridad moral para mediar en las disputas. Sólo Gregorio
IV lo logra. La debilidad de la Europa cristiana produce además multitud de
incursiones musulmanas (una llega hasta el saqueo de S. Pedro). Al mismo tiempo,
los carolingios deben hacer frente a vikingos y normandos al norte, y Húngaros al
este.
En cuanto a la piedad de Ludovico, intentará llevar a término la reforma eclesiástica
de su padre, de la cual lo más importante son los Sínodos de Aquisgrán en 816 y
817. Los monjes de los siglos anteriores, autores de la segunda evangelización,
cumplían muchas de las funciones que ahora atribuimos a los curas, que hacían más
o menos lo mismo, pero con menor formación y movilidad. La distinción entre clero
secular y regular no era tan clara, en resumen. La gran conquista de estos dos
sínodos es que se traza la distinción de ambos, fundamentalmente a través de la
imposición de la Regla de S. Benito, adaptada convenientemente, para todos los
monjes del imperio, obligándolos así a la estabilidad y la centralidad de la LH. Acaba
así con esa idea de un monacato itinerante y misionero, y se vuelve a la idea inicial
de la reclusión en el monasterio para la oración y transmisión de la cultura. Al mismo
tiempo, se definen las labores del clero secular, a quien se obliga a adoptar una
regla de vida común, la de S. Crodegando de Metz. Ya vimos cómo desde la época
de S. Agustín, la idea reforma del clero va unida a la de promoción de la vida en
común, eso sí, reglada (clérigos regulares).
Esta reforma, sin embargo, durará poco. Es imposible una vida estable que favorezca
el espíritu de reforma en un escenario de guerra civil, y de continua acechanza de
enemigos externos e internos al imperio. En segundo lugar, hay un modo-político
social de hacer frente a esta situación que influirá también a la vida de la Iglesia: la
aceleración de la implantación del feudalismo. Se multiplican así las autoridades,
que gobiernan sobre aquellos terrenos en que pueden garantizar la seguridad por
las armas. Así, cada vez hay más agentes que pretenden intervenir en la vida de la
Iglesia (e.g. a través del sistema beneficial). Provoca que cada vez más laicos
intervengan en la vida de la iglesia, y siempre conforme a su formación. E.g. un noble
funda un monasterio, y lo dona, pero más adelante hace que su hijo sea el abad, aun
estando casado y con hijos. Se introducen situaciones bien complejas.
A estas dificultades se añaden las de la dificultad de la asimilación de la estructura
de la iglesia a la sociedad feudal. En el NT podemos rastrear la figura del papa y los
obispos. Pero es que ahora tenemos también arzobispos, obispos auxiliares,
patriarcas… La primera cuestión que hubo que decidir con la primera expansión del
cristianismo fue dónde tener obispos y dónde sólo párrocos. La decisión de Nicea
toma en cuenta un dato civil: habrá obispo allí donde haya ciudad, considerada así

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Daniel Lamana
por el Imperio. ¿Y los arzobispos? Tiene que ver con la necesidad de la Iglesia de
conservar la comunión entre sus miembros y la legitimidad de sus autoridades. Los
problemas de comunión se acentúan cuanto más amplio es el territorio. En estos
casos, son los obispos, que detentan la autoridad y la responsabilidad encomendada
por el Señor en cuanto a la fe, quienes se reúnen entre sí. Cuando el territorio es tan
amplio como el imperio romano, se adoptan sus estructuras, creando jurisdicciones
que abarcan ciertas zonas, lideradas y coordinadas por el arzobispo, que primero era
el más anciano, y luego el obispo de la ciudad más importante. En todo esto el Papa
no cuenta para nada.
Como en el Imperio romano hay, además, un nivel mayor de distribución del
territorio, los obispos más importantes de ciertas zonas se llaman patriarcas.
Sin embargo, todos ellos son igualmente obispos, y esto implica que la autoridad
episcopal no debería privilegiar excesivamente a unos sobre otros, sin violentar el
NT.
En la sociedad feudal, el arzobispo es un señor feudal de tal magnitud, que pasa a
serlo todo, en detrimento de los demás obispos del entorno. Esto se traduce en una
limitación del poder de los obispos, de una forma que vulnera la potestad del obispo
en cada diócesis, propio del NT. Los arzobispos están de facto, actuando como
señores feudales de los obispos, pervirtiendo la estructura pastoral, convirtiéndola
en una estructura política más. Se hace necesaria una reforma.
El Papa estaba ocupado con la gestión de Roma y su defensa. Los emperadores,
además de no ser excesivamente capaces, estaban en constante luchas internas. Se
intenta así una reforma que sólo se puede entender en la Iglesia: se recurre al
argumento de la Tradición.
Falsificadores: pensar que en el pasado las cosas se hacían de tal o cual manera,
sobre todo si es un pasado cercano a la vida del Señor, tiene un gran peso en la vida
de la Iglesia. Se falsifican entonces textos en el monasterio de Corbie, atribuyéndolos
a los papas de los primeros siglos, de manera que justifiquen la reforma. Son los
falsificadores pseudo-isidorianos, así llamado por el prólogo de Isidoro Mercator.
Se intenta poner en boca de los papas antiguos lo que la Iglesia sabe que tiene que
ser ella misma, de manera que los simpatizantes de la reforma puedan tener
argumentos de autoridad para justificarla. Se llevan a cabo de tres maneras:
- Hacerlo comprensible: se toman textos útiles y se modifican ligeramente.
- Introducción de términos: basta introducir una palabra o nuevos términos para
cambiar el sentido de un texto.
- Cambiar el contexto: es el más ilustrador de la genialidad de estos monjes. Un
ejemplo: ¿cómo relacionar al papa y los obispos, que ya hemos dicho que
aparecen en el NT? Por un lado, no puede desaparecer la autoridad de los
obispos, y por otro, no puede desdibujarse el primado. Para ello toman el
binomio empleado por León Magno para explicar otro tema, el de la autoridad
vicaria. Él toma la frase de S. Pablo sobre la preocupación por todas las iglesias,
y escribe a su vicario para el Ilírico, Anastasio. Le recrimina que la plenitud del
poder para gobernar ahí le corresponde al obispo, y que él sólo participa
parcialmente en ese poder. Los pseudoisidorianos lo aplican a la función
primacial de la Iglesia. El Papa se preocupa por todo, el obispo de otro lugar, sólo
de una parte. Se modifica así el contexto, y se pega ese texto en una carta del
papa Gelasio a todos los obispos.
Las decretales pseudoisidorianas servirán así para intentar llevar adelante esta
reforma, que en su momento no tendrá tanta importancia, pero empieza a poner
en circulación muchos textos que justificarán a muchos reformadores del s. XI. Dos
tercios verdaderas, un tercio falsa. S. Nicolás I, cuando se encuentra con estos
textos, les da el criterio de validez sustancial: lo que dice refleja el verdadero
designio de Dios para la Iglesia. Incluye entre ellos la donatio constantini.

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
S. NICOLÁS I (858-867) Y CISMA DE FOCIO

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Daniel Lamana
5- Las grandes reformas del siglo XI y el Cisma de Oriente
PARA EL CONFINAMIENTO
Se nos van a entregar los apuntes, que permitirán que nos llevemos el conocimiento
de lo sucedido durante la E. Media (el aspecto narrativo). Con ello, tendremos ese
conocimiento cronológicamente ordenado. No se aspira a más desde el punto de
vista de la evaluación.
Estos apuntes son, en su mayoría, un resumen de manuales. Se han usado algunos
signos tipográficos para señalar lo importante: si alguien se merece un epígrafe o
apartado, es más importante. Lo mismo los señalados en negrita (no hay que
aprenderse las fechas, eso sí).
Las notas al pie son conocimiento propio de D. Nicolás, no para nosotros, sino para
él mismo.
Las clases van a ser para ir un poco más allá del aprender los datos (dimensión
sapiencial).
REFORMA
Las cuestiones fundamentales de este siglo son ¿qué es la reforma? ¿Por dónde
empezar? Y ¿Quién puede garantizar mejor que se lleve a cabo?
Siempre son intentos de volver a lo que se vivía en la Iglesia primitiva y que se
considera que se ha perdido. Reformar es así siempre un intento de recuperar esto.
En el caso del s. XI por eso hay un gran interés en recuperar y releer textos antiguos
para salir al paso del proceso de feudalización en que se ha caído. En este caso, el
principal objetivo será la reforma del clero, cuya santidad y efectividad se ve
amenazada por los problemas de la simonía (la ordenación se compra por dinero, y
no se basa en un juicio de idoneidad y en vistas a la misión sagrada), y la cuestión
del celibato, pues el primero se materializa en una patente impreparación para la
vida y tarea sacerdotal, sobre todo en la vivencia del celibato.
Inicialmente, los más interesados en las ordenaciones dignas son los emperadores
y reyes, pues conciben que cuanto más espiritual sea la Iglesia, menos intervendrá
en cuestiones políticas. Al mismo tiempo, la reflexión eclesial se da cuenta del
problema que supone la interferencia política en la vida de la Iglesia. Por eso, el foco
del problema se traslada al problema de las investiduras laicas. El gran protagonista
será el Papa, quien, en la medida en que recupere el control de la Iglesia, podrá
garantizar la reforma. Esto explica por qué el resultado más influyente de todo este
proceso sea la reflexión sobre la figura y autoridad del Papa.
Junto con esa línea, hay otra respecto de los medios o instrumentos de que éste
dispone para llevar a cabo sus planes: en primer lugar, la declaración de invalidez
de las ordenaciones simoníacas (teológicamente muy discutible), como intento de
atajarlas. En segundo lugar, mediante el castigo disciplinar de quienes llevan a cabo
esas ordenaciones: excomunión de obispos y deposición de reyes.
Es en este proceso de garantía de la reforma eclesial por parte del Papa que va
creciendo la concepción de la independencia que necesita la Iglesia respecto del
poder político. Por eso se irá invirtiendo la balanza de poder político-eclesiástico a
partir de Gregorio VII. Y esto, no por afán de poder, sino como único medio de
garantizar el éxito de la reforma de la Iglesia.
Reforma y compromiso: toda la lucha de las investiduras acaba en un compromiso,
y ello nos puede abrir algunas líneas de reflexión (concordato de Worms). El Papa
Pascual II llega a ofrecer al emperador de que todos los eclesiásticos renuncien a
todo poder temporal, y, con ello, a toda la dimensión política que habían adquirido
en la E. Media. A nosotros nos puede sonar muy evangélico, y llamarnos la atención
la resistencia del obispado alemán, pero es que debemos tener en cuenta que toda
reforma acontece en una realidad histórica, que siempre se debe tener en cuenta

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
(marcada, por cierto, por el pecado original). Por eso, en general, la reforma avanza
siempre a través de compromisos parciales. En este caso, hizo falta una reflexión
para diferenciar en el obispo el aspecto temporal y el eclesial.
DOCTRINA, INSTITUCIONES Y ELASTICIDAD DE AMBAS
Percibimos que ciertas cuestiones con definición precisa, en el curso de la Hª se
emplean de forma flexible para resolver problemas de otro modo irresolubles. Por
ejemplo, la noción de herejía: negación pertinaz de una verdad formalmente
revelada, muy bien definida teológica y canónicamente. Esta es la cuestión más
sensible de la Iglesia (transmisión de la Verdad), y por eso es contra ella que emplea
la gran pena, la de la excomunión. Pero llega el s. XI y nos encontramos la simonía,
el gran problema de este siglo. No encaja en la definición de herejía, pero es el
problema acuciante, y por eso desea castigarlo con la misma pena. Por eso, los
grandes reformadores las asimilan teológicamente (e.g. Pedro Damián),
permitiendo, por un lado, afrontar el problema, pero por otro, una excesiva
extensión del término, que acaba convirtiéndose en arma arrojadiza política.
Esto ocurre también con las instituciones. Por ejemplo, el concepto de cruzada
empieza como realidad histórica, como fenómenos; luego es institucionalizado por
la Iglesia y definido, y en seguida se produce una extensión del término y acaba
denominando a toda empresa bélica destinada a garantizar por las armas los
intereses de los papas.

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Daniel Lamana
7- El esplendor medieval del s. XIII
Rearme ideológico: Inocencio III (1198-1216)
Es un periodo de rearme en el conflicto de poder eclesial y político. Hay algunos
elementos esenciales:
Cartas con el Patriarca de Constantinopla: Apostolici sedes primatur, donde explica
como, ordinariamente, en la Iglesia, el Papa tiene un papel diferente al de los
obispos. De la Iglesia universal, dice en la carta, se puede hablar de dos maneras: la
muchedumbre de todos los fieles, en cuyo caso el Papa es un obispo más; o se puede
hablar de ella como aquella particular que tiene todos los elementos de la Iglesia
Universal y sin la cual las otras iglesias particulares no tienen todos los elementos
de la Iglesia Universal. Y esta es la de Roma, pues es parte esencial de la Iglesia
universal el ministerio petrino, que sólo es poseído por las particulares si están en
comunión con ésta. Por eso, el modo ordinario de funcionar es a través de las
decisiones de la Iglesia de Roma.
Plenitudo potestatis: Uso masivo de esta noción. Por decreto de Cristo, al Papa
corresponde ser fundamento de unidad, y ¿? para cual posee de la plenitud de
poder. Justifica teológicamente que cada Papa pueda decidir lo que es necesario
para el gobierno de la Iglesia.
Es muy importante caer en la cuenta que se tiene muy claro que no es un sinónimo
de poder absoluto, pues se es consciente de que ese poder se recibe para cumplir
la misión de Cristo, y es para la edificación de la Iglesia. Por eso se sabe que Cristo
es la fuente de ese poder y autoridad última, y que toda medida debe ser para
edificación de la vida de la Iglesia, y no su destrucción. El problema va a ser a quién
corresponde juzgar si el ministerio del Papa está siendo ejercido correctamente, y
eso va a jugar un papel fundamental en la cuestión de los cismas.
Dominus mundi: este concepto es una derivación del anterior. Se razona así: si el
Papa recibe de Cristo el encaro de llevar el Evangelio a los confines del mundo, nadie
tiene el derecho de impedir al Papa tal cosa. La mejor manera de garantizarlo, por
tanto, (y este es el salto no legítimo), es decir que el Papa es señor de todos los
territorios no gobernados por príncipes cristianos, pues estos podrían impedirle el
envío de misioneros. Lo que hay detrás y de forma válida es que el Papa tiene algo
que decir más allá de los límites del conjunto creyentes. Pero esto es un exceso.
Máxima expresión del poder pontificio: se justifica mediante la teoría de las 2
espadas, argumentando que el poder político es en origen eclesiástico, pero que la
Iglesia lo encomienda a las autoridades políticas. Se pasa de esta situación al origen
del Estado Moderno. No ya el emperador, sino los distintos reinos que van
surgiendo, comienzan a razonar de otro modo: hay una soberanía que corresponde
directamente al rey, y que no admite ningún superior en las cuestiones temporales.
Por eso, los reyes empiezan a hacer notar que muchas cosas de la Iglesia son
estrictamente temporales (e.g. los bienes de la Iglesia, los crímenes de los
eclesiásticos, o el ser súbdito de los habitantes de un país). Esta transición tiene
mucho que ver con el redescubrimiento del derecho romano, y permitirá justificar
que no dependen del poder eclesiástico, saltándose la teoría de las dos espadas.
Detrás de todos los sucesos que leemos en los apuntes, hay toda una reflexión sobre
el modo de entender las relaciones entre los distintos poderes, el papado, etc.
2. Fundación y crecimiento de las órdenes mendicantes
Problemática:
1- Todo carisma se presenta como modo de vivir el Evangelio. Como un modo
de vivir todo el Evangelio. En ocasiones, se identifica tanto el Evangelio con dicho
modo, que se llega a creer que quienes no siguen ese modo, los demás no viven
bien el Evangelio. Por eso la Iglesia intenta que cada carisma individúe lo más
propio de sí, sin devaluar los demás carismas. Este es el motivo de la insistencia

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
en la redacción de la Regla por parte de la Curia, por ejemplo. Es una necesidad
que aparece siempre para evitar identificar el carisma con el Evangelio.
2- ¿Cuál es la propia originalidad? Puede ocurrir, como ocurre con las órdenes
mendicantes, que se consideran los nuevos carismas como ya existentes. Es el
problema de fondo en la controversia con el clero secular. Predicar y administrar
sacramentos era algo ya existente. Se resuelve fundamentalmente afirmando
que no hay derechos exclusivos, y que puede haber diversos estilos en el modo
de hacer lo mismo. Pero a condición de que se coordinen las diversas fuerzas.
Empieza así la reflexión entre cómo adecuar las pastorales de religiosos y
diocesanos adecuadamente.
3- Institucionalización: de la intuición del fundador a su conservación, ésta debe
convertirse en una institución, con los riesgos que ello conlleva, pues se puede
interpretar como un compromiso traidor, o, de hecho, que suponga la pérdida
de elementos importantes del carisma. Lo que es esencial es que es imposible
que no se dé esta institucionalización, con el riesgo que implica.
3. La lucha contra la herejía y la Inquisición medieval
Para comprender esto es esencial comprender que la fe tiene una importancia
insustituible en la Iglesia. Mucho más que la moral. Junto a esto, siempre se ha
entendido que el acto de fe es libre, pero que una vez se ha profesado, queda ligado
a ella con un juramento, y separarse de esta es un pecado gravísimo. Entender esto
nos ayuda a entender la insistencia en identificar a los herejes que de manera
contumaz atentan contra la fe a la que ellos mismos se habían adherido.
Hasta este siglo se dependía de que alguien denunciase al hereje al obispo, que
investigaba y castigaba. En este siglo (XII) se comprende que la fe es tan importante,
que no se puede esperar a que los demás cristianos denuncien, sino que los obispos
deben ocuparse activamente de garantizar la integridad de la fe en su territorio,
identificando a los herejes. Esta es la primera novedad: papel proactivo e
investigaciones de oficio.
En segundo lugar, los obispos, como humanos que son, cuando la herejía prolifera
en capas sociales de las que ellos mismos proceden, se encuentran con conflictos de
intereses. Es lo que ocurre, por ejemplo, en el sur de Francia, con los cátaros o
albigenses, que no perseguirán a sus amigos o parientes. Lo mismo en España con
los falsos conversos en el S. XV.
En esta situación, la Inquisición es una institución libre de ataduras sociales o
familiares. El derecho era de los obispos, y esta institución los apoya para que éstos
no puedan escaquearse de su misión, y puedan así ejercer un papel proactivo.
Por último, para declarar la herejía no basta la sospecha, sino que se necesita la
certeza, para la cual no se permite recurrir a la intervención divina (ordalías y
similares). Esto exige testigos y, sobre todo, confesiones. Es en el proceso de
conseguir esta última que entra la tortura, cosa que se empleaba en todos los
tribunales de la época.
Una vez determinada la herejía de uno, hay dos castigos complementarios: la
excomunión, y la sanción civil (es una sociedad profundamente confesional), que
ejecuta el poder civil. Se convierte en la traducción a las penas civiles de la pena
eclesiástica de la excomunión.
Diferencia entre la Inquisición Medieval y la de los Reyes Católicos: en el primer
caso, la identificación del hereje corresponde sólo a los pastores de la Iglesia. En la
Inquisición Española, son los reyes los responsables últimos del tribunal, aunque sea
un tribunal eclesiástico. Desde el punto de vista teológico es muy grave y
compromete por primera vez en la historia el derecho de los pastores a juzgar a los
fieles. En el procedimiento o tipos de delito no hay diferencias.

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Daniel Lamana
8- El fin de la supremacía pontifica y el pontificado en
Aviñón
Es el punto de partida de la destrucción del sistema medieval que se ha ido
desarrollando con tanto trabajo. El inicio de esto se pone en el pontificado de
Bonifacio VIII, cuyo fracaso con Felipe el Hermoso aparece como el primer caso de
emancipación del poder político respecto de los instrumentos de control del
papado; un poder político con cada vez más poder e intención de interferir en la vida
de la Iglesia. Esto se aplica a la Hª de la Iglesia más que a la Hª universal. A partir del
incidente de Anagni se ve como cada vez las teorías con que la Iglesia conseguía
mantener la unidad política de Europa se van deshaciendo.
Bula Unam sanctam
Es el gran documento doctrinal, de finales del pontificado de Bonifacio VIII, y que
recoge todas las pretensiones de la Iglesia respecto del poder en aquella época. A
tener en cuenta:
1- Es una reutilización apresurada de un texto de naturaleza ecuménica. La base era
un texto destinado a intentar la unión con la iglesia de Oriente. Desde ese punto
de vista, presenta un razonamiento eclesiológico de tipo lógico-deductivo, que
tiene su flaqueza en aceptar o no las premisas. Se construye de este modo:
1- Jesucristo ha querido que la Iglesia sea una. Apoyado en la profesión de
Nicea.
2- Para que sea una, tiene que haber alguien que la unifique: en el cielo,
Cristo; en la tierra, el romano Pontífice. Se dan una serie de textos de apoyo.
3- Conclusión: para salvarse uno debe aceptar a la Iglesia, y para aceptar a
esta, al Romano Pontífice.
No explicita, eso sí, en qué consiste la unidad con el Romano Pontífice, o qué
extensión tiene. A lo largo de la Hª Medieval hay dos modos de plantear esto:
Concilio de Lyon: implica asumir que durante la E. Media el pontífice ha
ejercido el gobierno de un modo que hay que aceptar.
Concilio de Florencia: no en todas las cosas hay necesidad de unidad, sino que
cabe cierta divergencia.
Sobre esta cuestión no se pronuncia la bula. Tiene mucha importancia, porque
desde el punto de vista doctrinal, la distinción de las cosas en que afecta o no la
obediencia al papa, tuvo mucha importancia el IV Concilio de Letrán. En él,
hablando de la unidad con los griegos, se habla de cosas que en que se debe
tolerar una diferencia de parecer respecto del Papa. Sirve para distanciarse de lo
que habían hecho los papas, sobre todo Gregorio VII respecto de la liturgia. Esta
reflexión es como una corriente interior en toda la E. Media.
2- La parte más problemática: porque se reutiliza para el conflicto con Felipe el
Hermoso, se extiende la validez del texto a la cuestión política, añadiendo la
teoría de las dos espadas, considerando que el Papa ha encomendado la espada
política al poder temporal. Inicialmente este aspecto no estaba dentro del
documento, y por eso cabe cuestionarse si esta extensión es o no legítima.
El único modo de dilucidarlo es el concepto de recepción, que indica que los
documentos oscuros del magisterio no pueden ser interpretados sólo a la luz de
su contexto, sino del modo en que éste ha sido interpretado y aplicado por los
papas sucesivos.
En este caso, se considera que hay de fondo una intuición verdadera y
permanente: la Iglesia tiene una palabra que decir respecto de la política. Al
mismo tiempo, hay una explicación ligada a una teoría absolutamente
coyuntural, y al cual la Iglesia misma no está ligada. En el modo de conjugar la
independencia (“al Cesar lo que es del César”) y el origen divino del poder

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
temporal (“no tendrías ningún poder si no se te hubiera dado de lo alto”), ha
habido varias teorías o modos de expresión, y el de las dos espadas se ha visto
que no era el más ideóneo.
El Papado de Aviñón
El periodo de 70 años en que el Papado se traslada a Aviñón, un hecho demostrado
históricamente, ha dado mucho que pensar y reflexionar.
Cuestión más que práctica: Desde el punto de vista de la Hª humana, tendríamos
que afirmar que es una cuestión práctica, con ventajas e inconvenientes,
respecto de la vivienda estable del pontífice. Desde este punto de vista, los
historiadores eclesiásticos se han centrado en señalar la pérdida de
independencia respecto del rey de Francia, pero los civiles han señalado cómo
anteriormente muchos Papas se vieron obligados a huir de Roma por las
constantes revueltas. Aviñón, en ese sentido, permite un centro de gobierno
estable. En segundo lugar, si el centro geopolítico de Europa se está desplazando
a Francia, es una decisión con cierto sentido, además de que Aviñón era más
defendible. El problema es más bien la reflexión teológica sobre si el obispo de
Roma, sucesor de Pedro y Pablo, podía residir fuera de Roma, lejos de los
Apóstoles. En este tema, será de mucho peso el sensum fidelium, que tiene su
paradigma en Sta. Catalina de Siena y Brígida de Suecia. A ellos no bastaron
razones prácticas.
Momento: este tiene lugar en el momento en que las instituciones temporales, con
el surgir del Estado Moderno, están negando la potestad del Papa de garantizar
la independencia jurídica y económica de la Iglesia y aquellos que caen bajo su
jurisdicción.
- Se intenta garantizar la independencia económica del Papa.
- Se buscan mecanismos que permitan al Papa estar constantemente informado
de cuanto sucede en mundo. Se reforma la curia romana en un proceso de
burocratización, que facilita su control y dominio sobre la Iglesia universal.
- Se busca el control sobre los nombramientos eclesiásticos. En primer lugar,
para poder disponer de dinero, y en segundo lugar, para disponer de personas
afines en los puestos de poder. En la medida en que concede cargos, puede
grabarlos con impuestos que le permitirán sostener económicamente la curia,
que a su vez le permite controlar la Iglesia. Esto se hará a través de un uso abusivo
de mecanismos desarrollados ya en siglos anteriores.
Uno de estos mecanismos será el lograr que los miembros de la curia no vivan
del sueldo del papa, sino del patrimonio que el Papa les proporciona. Esto tendrá
consecuencias desastrosas a largo plazo. Así, los obispos o abades eran
nombrados no pensando en las instancias que iban a gobernar, sino en facilitarles
la estancia en Aviñón. Estas mismas instancias quedan gobernadas, no por sus
pastores, sino por delegados de éstos. Esta desatención de la vida pastoral será
uno de los motivos del éxito de la Reforma.
Juan XXII
Es profundamente instructivo. Es elegido a la muerte de Clemente V. Lo primero que
hacen los cardenales es huir para que el rey de Francia no les pueda obligar a
reunirse y elegir Papa. El rey acaba obligándoles a reunirse, y el candidato que será
elegido, tras tiempo de indecisión, finge estar enfermo, y acaban eligiéndolo en
vistas a una muerte prematura. Durará 20 años.
En segundo lugar, aunque identifica muy bien algunos problemas, sus intentos de
llevar a cabo reformas acabarán en desastre, por su torpeza. Por ejemplo, se
enfrenta al problema del gobierno del Imperio alemán pensando que sigue en
tiempos de Inocencio III, y deja pasar el tiempo sin coronar a ningún candidato,
pensando que en ese tiempo las rentas del Imperio serían para él. Luis de Baviera,
tras una victoria, niega la necesidad de la coronación del Emperador, secularizando

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Daniel Lamana
el imperio. Se rodea de una serie de consejeros que ponen en circulación una versión
falsa pero convincente pero la Tª de las dos espadas, que propone una inversión de
la misma.
También a esto se une la pésima gestión de la cuestión franciscana. La Orden se
encuentra muy dividida, ha crecido tremendamente y cuenta con muchísimo
prestigio e influencia. A esto hay que sumar la común percepción de que la Iglesia
institucional estaba muy corrompida. El Papa intentará regular la Orden, sobre todo
en vistas al apoyo de algunos a corrientes heterodoxas por parte de esta.
Para ello, levanta la prohibición de interpretar la Regla, lo cual lleva a las más
dispares interpretaciones. Esto une a la orden en contra del Papa, negándole la
posibilidad de contradecir a los Papas anteriores. Además, se le exige una
manifestación doctrinal sobre la pobreza de Cristo. El Papa responde eliminando un
subterfugio canónico, que era la posesión de la Santa Sede de todos los bienes de
la Orden, otorgando a la Orden todos los bienes de que hacía uso. Además, define
dogmáticamente que es herejía el afirmar que Cristo no poseyó absolutamente
nada. Pone de manifiesto que hay más modos de vivir la pobreza y la imitación con
Cristo del que proponía la Orden Franciscana.
Por último, al predicar sobre la escatología intermedia (juicio particular), se metió
en un lío doctrinal. Juan XXII niega la contemplación de Dios en la espera del Juicio
Universal, y propone que se contempla la humanidad de Cristo. Esto provoca una
reacción muy fuerte en contra de todos aquellos a los que se había enfrentado. Aún
así el papa muere habiendo hablado como teólogo particular, y queriendo creer la
fe de la Iglesia. Nada más morir, su sucesor define dogmáticamente justo lo
contrario.

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
9. El cisma de Occidente
Uno de los elementos fundamentales para comprender esta grave crisis era la
dificultad en el momento de saber quién era el Papa verdadero, al contrario que en
situaciones anteriores. En la sucesión de Gregorio IX, la mayoría de cardenales
franceses alentó el miedo del pueblo romano a que los cardenales eligieran a un
Papa que volviera a Aviñón, con momentos de asalto por parte de la masa a las
dependencias pontificias.
Se elige al obispo de Bari Urbano VI, que permanece en Roma. Es un hombre
desequilibrado (le gustaba rezar el breviario con los gritos de cardenales torturados
de fondo). Comienza un intento de reforma desde los cardenales, hostigándolos. Por
eso, huyen de Roma, y declaran inválida la elección en tanto que se consideraban
coaccionados por el pueblo romano. Y así eligen a un nuevo Papa, Clemente VII, por
unanimidad. Tras un fallido intento de tomar Roma, huye a Aviñón.
En este momento había razones para pensar que la elección era inválida, pero
también para pensar lo contrario. A esto se añade que los reyes rápidamente toman
posiciones a favor de uno u otro, y se produce una fracción de la cristiandad entre
los reinos favorables a uno u otro. Para solucionarlo, se acude a dos tipos de
soluciones:
- de hecho: el papa con el ejército más numeroso. El problema es que estaban
muy equilibrados.
- de la cesión: bien mediante la renuncia o bien consolidando la elección del que
siga vivo a la muerte del otro, se espera reconducir la elección. Se excomulgan
mutuamente, y nombran colegios de cardenales afines.
Para la cristiandad, fue un desgarrón tremendo: había santos apoyando a ambos
papas, las órdenes religiosas se dividieron internamente en función de sus
provincias, etc. Los mismos reyes a quienes inicialmente favorecía la situación, se
dan cuenta de la necesidad de llegar a un acuerdo. Primero se intenta pretendiendo
que los cardenales prescindan de los papas de su obediencia, y luego se convoca un
Concilio en Pisa, que depone a ambos y nombran a Alejandro V, después Juan XXIII,
pero esto no soluciona nada, sino que provoca que haya tres papas simultáneos, que
nombran nuevos colegios cardenalicios.
En el Concilio de Constanza se resolverá externamente. El emperador de Alemania,
Segismundo, sabe que lo primero de todo es convencer a los reyes, pues con su
apoyo al papa que salga elegido en un concilio, los otros acabarán por desaparecer.
Problema: en la E. Media, al contrario que en la E. Antigua, el concilio, para ser
Ecuménico, tenía que ser convocado por un papa. Juan XXIII accede a ello, pensando
que los participantes iban a serle favorables, al celebrarse en una ciudad imperial, y
al haber secundado la iniciativa. Sin embargo, el emperador cambia el modo de
votar en el Concilio. Normalmente votaban en ellos los obispos y/o personas
asimiladas, con un voto por cabeza, pero el emperador cambia el sistema a un
hombre, un voto, dentro de cada nación, de manera que quien gane tiene un voto.
Al final, sólo habría 5 votos: Inglaterra, Francia, Italia, España y Alemania. Como es
fácil suponer, hay una desproporción de números, y Juan XXIII se da cuenta de que
ha perdido sus posibilidades (sus votos estaban concentrados en Alemania).
Disfrazado, huye, y desconvoca el Concilio.
En segundo lugar, el Concilio firma el decreto Ex Sancta en que se afirma que siguen
teniendo capacidad para elegir Papa, a pesar de la desconvocación, todo ello
apoyado sobre la afirmación de que no había Papa. Consigue que el Papa de Roma,
Gregorio XII renuncie al pontificado, convocando de nuevo el Concilio. Los otros dos
papas (Juan XXIII y Benedicto XIII, el Papa Luna) no aceptan el Concilio. El Concilio
depone a ambos.

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Daniel Lamana
Tercera decisión delicadísima: una vez se consigue que no haya Papa, se plantea una
reforma de la Iglesia previa a la elección de un nuevo Papa, que no tendría sino
obligación de aceptarla. El problema: sede vacante, nihil innovetur.
En este momento deciden que los Papas venideros deben convocar periódicamente
concilios ecuménicos: 5 años después del presente, 7 para el siguiente, y después
cada 10 años. Después, se limita la capacidad del Papa de realizar algunos
nombramientos, se limita la capacidad del Papa de lidiar en ciertas situaciones de
las diócesis locales (apelación al Papa), se elabora una lista de comportamientos que
permitirían deponer a un papa y se elige a Martín V, con quien acaba el cisma.
Es un Concilio muy complejo.
Aspectos doctrinales
Lo fácil es disfrazar todo de solución política que violentó por la fuerza el aspecto
doctrinal. Esto, en la Iglesia, que se considera asistida por el Espíritu Santo, es
quedarse más bien corto.
El punto de partida para comprender las soluciones es que no se sabía quién era el
Papa. Por eso, se parte de una propiedad de la Iglesia, la de la indefectibilidad: por
voluntad de Cristo, la Iglesia cuenta con la asistencia del Espíritu Santo para
permanecer fiel a Jesucristo, que a su vuelta encontrará la misma Iglesia que fundó.
Los teólogos recuperan una distinción de Inocencio III que habla de los dos niveles
de Iglesia. Por un lado, es la muchedumbre de los fieles, por otro, la Iglesia de Roma.
Como en el momento no se sabe dónde está la Iglesia de Roma, el lugar para buscar
la solución es la muchedumbre de los fieles, cuyo órgano de representación es el
Concilio Ecuménico. Esta individuación del mismo como lugar donde descubrir la
indefectibilidad de la Iglesia, es, como vemos, teológica, y no sólo política.
Segunda cuestión: quizá uno de los papas era verdadero. Sólo hay dos posibilidades
de resolver esto, que renuncie o sea depuesto. Esto, en la tradición de la Iglesia, sólo
es posible en caso de herejía. En este Concilio, uno ha renunciado, pero otros dos
no, y pudiendo ser el verdadero, sólo podían deponerlos si eran herejes. Aquí vamos
a ver lo del carácter elástico de los conceptos. Por un lado, a Juan XXIII le faltaba
cabeza para ser hereje, y el Papa Luna era capitán de la ortodoxia. Se recurre
entonces a la idea de herejía práctica, que consistiría en perseverar contumazmente
en la no creencia de la unidad de la Iglesia, actuando como obstáculo para estas, al
negarse a renunciar. De este modo se resuelve la deposición de ambos.
Consecuencias
En la solución de situaciones de crisis, junto a razonamientos tradicionales, se
introducen nuevos modos de explicar la realidad, que pueden generar problemas.
Por ejemplo, decir que el Concilio representa a la Iglesia Universal se puede
entender como que:
- obispos han sido elegidos por Cristo como pastores del Pueblo de Dios. Es la
perspectiva tradicional.
- son representantes del Pueblo de Dios que, de alguna manera, los ha elegido.
Esto es una visión democrática de la Iglesia.
Podemos decir que es una reunión de los obispos bajo el Romano Pontífice o que
forman una Corporación, valiendo en este caso todos los miembros lo mismo,
quedando el papa reducido a un primum inter pares, que sólo puede ejecutar lo que
se le ha encomendado (todos mandan y uno ejecuta). Esto es una herejía
(Conciliarismo), que parece insinuarse en el Concilio de Constanza, al pretender
tener legitimidad a pesar de haber sido desconvocados, y al pretender obligar al
Papa a convocar concilios.
Pontificado de Martín V
Es muy importante por dos aspectos: el primero, nos permite entender qué sucedió
desde el punto de vista teológico en el Concilio de Constanza. En segundo lugar, una

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
serie de decisiones de naturaleza política que tomará condicionarán el futuro de la
Iglesia.
Si leemos el texto del decreto Haec Sancta, intentando responder si declara o no la
superioridad del Concilio al Papa, sería posible decir tanto que sí como que no. Es
ambiguo. Si un Concilio Ecuménico aceptado por la Iglesia afirmase esto, lo que han
dicho los Concilios posteriores los convertiría en heréticos. ¿Cómo saber lo que
dijeron verdaderamente? Martín V, una vez elegido, aprobó del Concilio lo que él
consideraba tradicional, y aprobó los decretos Haec Sancta y Frequens (el de los
concilios), mientras que no aprobó el que limitaba el derecho de apelación al
Pontífice, ni el vademécum de comportamientos que permitirían deponer a un Papa.
Es decir, sólo consideró que atentaban contra la naturaleza del primado estos dos,
mientras que los dos primeros admitían una lectura católica, dada su naturaleza
coyuntural, y no de pretensiones universales.
No son decisiones exportables a ningún otro momento de la historia, pues nunca
ha vuelto a haber el mismo grado de duda sobre quién era el papa legítimo. En otros
Concilios, como el de Basilea, sí que se intentó afirmar la superioridad del Concilio,
pero fue rechazado por herejía.
Además, es el Papa que se da cuenta de que el surgir de los estados modernos ha
cambiado el panorama político, y ahora necesita ganarse el apoyo de las
monarquías. Lo hará a través de la figura jurídica de la concesión de algo que los
reyes, de otro modo, podían reclamar por la fuerza: firma una serie de concordatos
en que concede a los reyes una serie de privilegios para que se mantengan unidos a
él: sobre el nombramiento de los obispos, la gestión de órdenes religiosas en su
territorio, etc. Gracias a eso se consolida el papado y se refuerza la unidad.
Le quedarán como problemas los fermentos teológicos de una visión más
democrática de la Iglesia.
Por último, a día de hoy, hay mucho consenso en que la elección de Urbano VI era
válida. Pero en el momento no era tan fácil discernir esto, dadas las presiones que
se sufrieron en Roma. El comportamiento posterior de los cardenales, sin embargo,
es bastante cuestionable.

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11- La afirmación pontificia sobre el conciliarismo y la
“recuperación” del Oriente cristiano
Derivas conciliaristas
Constanza había acabado con la elección de Martín V, que a través de una serie de
concordatos y aceptando algunas propuestas de Constanza, restablece la paz. Una
de las propuestas aceptadas, de tipo disciplinar, establecía la convocatoria de
Concilios de manera regular en los plazos fijados. Esto implicaba tener que convocar
uno (ojo, ecuménico) 5 años después de Constanza. Sólo acudirán los más
convencidos en el valor de los concilios para la reforma de la Iglesia, cuyo mayor
enemigo era la curia romana. Será muy minoritario, y mantiene el modo de votar de
cada nación (una nación, un voto), y por eso podemos decir que hereda los
problemas del concilio anterior, y reúne a una asamblea en general orientada a una
reforma opuesta a la curia e, incidentalmente, al Papa.
Todas las medidas tomadas tienen como tema el modo de gobernar del Papa, y se
empiezan a percibir como avances de una forma de percibir la autoridad papal, que
pasaría a estar convocado por los Concilios. El Papa lo desconvoca, y Pavía-Siena no
pasa a la lista de Concilios ecuménicos. 7 años después se debe volver a invocar otro
Concilio. Marín V no se atreve a no convocarlo, y lo convoca en Basilea, poco antes
de morir.
Le sucede Eugenio IV, en cuya elección consta que se dieron capitulaciones previas:
los cardenales firmaron una serie de documentos que los comprometían a adoptar
determinadas medidas si eran elegidos. Es algo ilegítimo, pues pretende vincular el
ejercicio de un ministerio que es libre. Una vez elegido, se salta a placer las
capitulaciones.
En segundo lugar, la cuestión de las personalidades es importante para comprender
este Concilio. Así como Martín V demostró ser un buen negociador y mantuvo la
débil unión con Oriente, Eugenio IV era temperamentalmente más volátil.
El Concilio, mucho más numeroso, estaba lleno de pro-conciliaristas, aspecto que el
Papa subestimó, e inició una serie de conflictos con el mismo concilio, obteniendo
como resultado una debilitación de su poder, pues tuvo que ceder en ciertas cosas,
y envalentonó a los conciliaristas. Esta situación lleva que el Papa desconvoque el
concilio y lo convoque en otra ciudad. Parte del Concilio se subleva, continúa en la
misma ciudad, y declaran la rebeldía del Papa ante la autoridad superior del Concilio.
Por eso sólo se reconoce como ecuménico sólo hasta cierta sesión, pasando a ser
denominado después conciliábulo. Esto anula su definición dogmática sobre la
autoridad del Papa.
¿Qué permite al Papa salirse con la suya? La aparición de la Iglesia de
Constantinopla. El avance turco sobre el imperio Bizantino es brutal, y el emperador
y patriarca solicitan la unión con Roma, con la esperanza de que eso obligue a los
Occidentales a acudir en ayuda. Que se dirija al Papa y no al Concilio indica que,
aunque no creían en el primado, sí le reconocían su autoridad por encima del
Concilio. Con esta excusa, lo traslada a Italia, para facilitar la participación de los
orientales, para conseguir la deseada unión.
Concilio Ferrara-Florencia
Se da un cambio de método respecto al II de Lyon. Se intenta distinguir entre los
aspectos en que es absolutamente necesaria la unidad, y aquellos en que es legítima
la diversidad. En Lyon el planteamiento era el de hacer volver a los separados y
obligarles a aceptar lo que enseña la Iglesia de Roma. Unio en lo esencial, y pax en
lo accidental. Para esto tendrá mucha importancia el recorrido medieval de la Iglesia
en su reflexión sobre las cosas que son de derecho divino, natural y humano, con los
diversos grados de vinculación que implican.

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Hª de la Iglesia Medieval – Nicolás Álvarez
En segundo lugar, una vez decididos los núcleos de la unión, se plantea el problema
de cómo llegar al acuerdo, en lugar de buscar la imposición (como en Lyon). Se
forman 4 grandes comisiones para abordar los 4 temas esenciales:
- Procesiones intratrinitarias (Filioque)
- Materia válida para la celebración de la Eucaristía
- El purgatorio
- El primado Romano.
Al final, se llega en casi todos los casos a la conclusión de que se pensaba lo mismo,
pero de maneras distintas, o que las diferencias no eran en realidad esenciales. El
punto más delicado será el del Romano Pontífice. Aquí siempre hay dos dimensiones
separables: teológica, relativa a la sucesión de Pedro con competencias diversas
dentro del colegio episcopal, muy ligada a la interpretación de los textos del NT, y la
extensión del poder del Papa. La segunda es cómo ejerce el Papa ese poder distinto,
recibido de Cristo, más de tipo jurídico.
Se busca una formulación que no suene a derecho canónico medieval, aunque la
sustancia sea más o menos la misma, y se deja en la sombra uno de los puntos más
fundamentales para los orientales: la fundamentación del poder de los patriarcas.
De derecho divino, en el NT tenemos sólo sucesor de Pedro y de los Apóstoles, pero
ni arzobispos ni patriarcas. La cuestión es cómo justificar el poder del Patriarca. Lyon
la derivaba del Papa, mientras que Florencia se limita a señalar que desde antiguo
existen los patriarcados. No se entra en la dimensión teológica. Tercero: se busca
un modo de ejercer el Primado de manera que sea distinto en Oriente y Occidente.
Se encuentra una solución profundamente novedosa y que permanece hasta hoy:
mientras antiguamente los patriarcados están identificados con territorios, sobre
los cuales sólo tiene autoridad el Patriarca correspondiente, y sólo indirectamente,
el Papa, ahora se establece que la autoridad se da no por el territorio, sino por el
rito. Esto hace que los cristianos desplazados por las invasiones o por motivos
comerciales, dependen jurídicamente en función de su pertenencia ritual.
Esta solución permite que se llegue a un acuerdo y se firme la unión con
Constantinopla y muchas otras Iglesias cristianas que estaban bajo dominio
musulmán, separadas por las diversas herejías.
*¿Renuncian a las herejías?→ Si, se les hace firmar unas declaraciones en
comunión con la fe de la Iglesia.
¿Por qué duró tan poco la unión? Tres aspectos:
1- La Iglesia Bizantina está profundamente marcada por la vida monástica. Las
personas de referencia son los monjes, no tanto los obispos o el emperador. El
hecho de que Patriarca y Emperador firmaran esta unión hizo que muchos
monjes lo rechazaran, viéndolo como una traición política a la fe.
2- En 1453 cae el Imperio de Constantinopla. De vivir bajo la protección del
emperador se pasa a vivir bajo el imperio turco, que los tolera, pero se aprovecha
de la división para con Roma, única capaz de iniciar una reconquista.
3- No es fácil determinar, cuando se considera definitiva la desunión. Por
ejemplo, bien entrados en el s. XV se siguen enviando candidatos a obispo a
Oriente para asistir a los latinos residentes allí.
Iglesias orientales católicas: en la actualidad, 23 con sus propios ritos y autoridad
jurisdiccional. Aunque se consideran siempre católicas, nunca separadas del
Pontífice: Maronitas, Siro-malabar; hay otras que vuelven a la unión con Florencia.
Después del concilio parte de algunas de ellas vuelven a separarse. Por último, hay
otras que surgen a través de las fórmulas de unión. Eran Orientales,
sociológicamente compuestas por grupos pertenecientes a iglesias separadas que
se unen entre sí y piden la comunión con Roma, a cambio de mantener sus ritos e
independencia jurídica. En ningún momento han sido fruto de la unión total de esas

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iglesias con Roma, sino que se escinden de la misma buscando esa unión. Son percibidas de modo diverso por los
católicos y por los ortodoxos.

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