Está en la página 1de 2

Se proyecta que la actividad económica global crezca un 2,4% en 2023, inferior a las expectativas

anteriores debido a una desaceleración en el crecimiento de las economías avanzadas y emergentes.


Las economías avanzadas se espera que crezcan un 0,8%, afectadas por una menor dinámica
económica en Estados Unidos y la zona euro, así como por políticas monetarias menos flexibles y
una moderación en la demanda interna. Por otro lado, se pronostica que las economías emergentes y
en desarrollo crezcan un 3,6%, impulsadas principalmente por el crecimiento de China tras la
eliminación de las restricciones relacionadas con el COVID-19. Sin embargo, se espera que
América Latina y el Caribe experimenten un crecimiento lento debido a los altos costos de
financiamiento, la disminución de la demanda externa y la incertidumbre política.

En el período 2024-2026, se espera un crecimiento económico global promedio del 2,9%,


impulsado por la normalización de la actividad económica, políticas monetarias más flexibles y la
implementación de programas de infraestructura verde. Aunque se mencionan múltiples factores de
riesgo que podrían afectar el crecimiento económico, como la crisis de liquidez, el estrés financiero
en economías con fundamentos débiles y la fragmentación del comercio internacional.

En cuanto a los términos de intercambio, se proyecta un crecimiento del 0,7% en 2023, después de
una fuerte contracción en 2022. Esto se explica por una disminución menos pronunciada en los
precios de exportación y una caída en los precios de importación debido a la menor cotización del
petróleo y la reducción de la inflación global. Se espera que los términos de intercambio se
estabilicen en los próximos años, impulsados por la moderación de los precios de las materias
primas y la estabilización de la actividad económica global.

A nivel local, se proyecta que la economía peruana crezca un 2,5% en 2023, por debajo de las
expectativas anteriores debido a los choques de oferta y un entorno externo menos favorable. Sin
embargo, se espera una recuperación impulsada por la mayor oferta primaria, la reactivación del
turismo y la resiliencia de la demanda interna. En el período 2024-2026, se espera un crecimiento
promedio del PBI del 3,3%, respaldado por la demanda interna, la inversión privada y la mejora de
la oferta exportable. Además, se mencionan medidas para fomentar la competitividad de la
economía y el desarrollo de nuevos motores de crecimiento.

En cuanto a las finanzas públicas, se destaca la posición fiscal favorable de Perú, que le permite
mitigar los impactos de los choques adversos. El país ha tenido un manejo responsable de las
finanzas públicas, con resultados fiscales positivos y una estrategia de endeudamiento y activos que
ha ayudado a mantener bajos niveles de deuda y amortiguar los efectos de los choques. Se espera
que el déficit fiscal aumente ligeramente en 2023, pero se mantendrá en niveles manejables. Se
proyecta un aumento de los ingresos fiscales y un gasto no financiero en niveles superiores a los
previos a la pandemia, con un enfoque en la inversión pública y el cierre de brechas sociales e
infraestructura. La deuda pública se espera que siga disminuyendo, contribuyendo a la
sostenibilidad de las finanzas públicas.

Por otro lado, sobre el Mercado Laboral a nivel nacional, en el segundo trimestre de 2022, había
25.588.600 personas en el Perú en edad de trabajar. De este total, 18.514.500 personas formaban
parte de la PEA, lo que representa el 72,4% de la PET. El 27,6% restante (7.074.000 personas)
pertenecía a la No PEA, que incluye a estudiantes, amas de casa, pensionistas, jubilados, entre
otros.

Comparando con trimestres anteriores, se observa un incremento en la PEA. En comparación con el


mismo trimestre en 2021, hubo un aumento del 3,9% (701.000 personas), y en comparación con el
mismo trimestre en 2020, el incremento fue del 52% (6.333.300 personas). En comparación con el
trimestre prepandemia en 2019, hubo un aumento del 5% (883.900 personas).

La mayoría de la PEA se concentra en el área urbana, con el 78,8% (14.595.800 personas). En


comparación con el trimestre anterior, hubo un aumento del 5,5% (757.300 personas) en el área
urbana. En comparación con el mismo trimestre en 2020, el incremento fue del 69,6% (5.988.100
personas). En comparación con el año 2019, el incremento fue del 5,5% (756.900 personas).

El área rural alberga al 21,2% de la PEA (3.918.700 personas). En comparación con el trimestre
anterior, hubo una disminución del 1,4% (-56.300 personas) en el área rural.

En el segundo trimestre de 2022, había 17.770.900 personas ocupadas en el país. En comparación


con trimestres anteriores, se observa un aumento en la población ocupada. En comparación con el
mismo trimestre en 2021, hubo un aumento del 5,9% (986.800 personas), y en comparación con el
mismo trimestre en 2020, el incremento fue del 60,9% (6.726.700 personas). En comparación con el
trimestre prepandemia en 2019, hubo un aumento del 4,6% (778.500 personas).

El empleo formal también se analiza en el texto. En el área urbana, el 29,2% de los trabajadores
tenían empleo formal en el segundo trimestre de 2022. Esto representa un aumento del 11% en
comparación con el mismo periodo del año anterior.

El texto también menciona información sobre el ingreso promedio mensual por trabajo,
diferenciando por género, grupos de edad, nivel educativo y ramas de actividad económica. En
general, se observa un aumento en el ingreso promedio en comparación con periodos anteriores.

También podría gustarte