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Inútil y débil victoria del amor, en el que ya es

vencido amante - Francisco de Quevedo


El término barroco se aplicó por primera vez en el siglo XVIII a las artes plásticas. Hacía
alusión a un arte extravagante, recargado y dinámico que desafiaba los valores del
renacimiento.

Con el tiempo, ha llegado a valorarse el estilo recargado. De ello se desarrollan dos grandes
tendencias en este período: el culteranismo y el conceptismo. El primero, abocado a las
formas del discurso, es decir, al esplendor de estilo; el segundo, abocado a la expresión de
las ideas

El amor es otro de sus grandes temas y en estos versos el poeta señala las contradicciones
de los sentimientos de enamorado que, rendido, ve inútiles los esfuerzos del amor por
doblegarlo.

Mucho de valeroso y esforzado,


y viéneslo a mostrar en un rendido;
básteme, amor, haberte agradecido
penas, de que me puedo haber quejado.

¿Qué sangre de mis venas no te he dado?


¿Qué flechas de tu aljaba no he sentido?
Mira, que la paciencia del sufrido
suele vencer las armas del airado.

Con otro de tu igual quisiera verte,


que yo me siento arder de tal manera,
que mayor fuera el mal de hacerme fuerte.

¿De qué sirve encender al que es hoguera?


Si no es que quieres dar muerte a la muerte,
introduciendo en mí que el muerto muera.

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