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Revista de Relaciones

Internacionales, año Editorial


Neogranadina

Estrategia y Seguridad Vol. 14(2)


julio-diciembre 2019  ■ ISSN: 1909-3063 ▪ ISSN-e: 1909-7743 ■ pp. 133 - 153

DOI: https://doi.org/10.18359/ries.3834

Fuerzas Armadas y contraterrorismo.


Apuntes para renovar un “debate
crónico” en la Argentina*
Iván Poczynoka

Resumen: En este trabajo es abordado el debate acerca de la asignación de funciones contrate-


rroristas a las Fuerzas Armadas argentinas, desde una serie de interrogantes que han sido poco
explorados en la literatura local. A partir de la posibilidad de considerar el terrorismo como una
agresión externa, nos preguntamos: ¿Qué tipo de operaciones podrían desarrollar los militares
argentinos en función de los intereses estratégico-militares de su nación? ¿Bajo qué supuestos de
empleo? ¿Hasta qué punto la experiencia contraterrorista de las Potencias Centrales puede ser-
vir de parámetro para el caso argentino? Estas preguntas deben tener como punto de partida el
posicionamiento estratégico defensivo que ha mantenido la Argentina durante la mayor parte de
su historia, condición que ha sido ratificada recientemente en la última Directiva de Política de
Defensa Nacional y según la cual el país no desarrollará intervenciones militares ofensivas fuera
de sus espacios soberanos. En relación a esta premisa, este trabajo explora qué tipo de misiones
contraterroristas defensivas desarrollan las Fuerzas Armadas de las Potencias Centrales, con el fin
de detectar cuáles de estas podrían contribuir al fortalecimiento de las capacidades de anticipación
y respuesta de Argentina ante este tipo de agresiones.

Palabras clave: contraterrorismo militar; infraestructuras críticas; inteligencia militar; respuesta a


emergencias; control de fronteras; vigilancia y control urbano.

Fecha de recibido: 21/12/2018 Fecha de evaluación: 21/01/2019 Fecha de aprobado: 18/02/2019

* Proyecto UBACyT 20020170200155BA “La política de defensa argentina en tiempos de redefinición. Rup-
turas y continuidades entre los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011 y 2011-2015) y
Mauricio Macri (2015-2019)”, dirigido por el Dr. Luciano Anzelini. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad
de Buenos Aires.
a Licenciado en Sociología (Universidad de Buenos Aires). Magister en Defensa Nacional (Escuela de Defensa
Nacional). Docente e Investigador de la Univetrsidad de Buenos Aires.
Correo electrónico: ivpoczynok@gmail.com
orcid: orcid.org/0000-0002-9868-0344

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Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad ■ Vol. 14(2)

Cómo citar: Poczynok, I. (2019). Fuerzas armadas y contraterrorismo. Apuntes para renovar un “de-
bate crónico” en la Argentina. Revista Relaciones Internacionales, Estrategia Y Seguridad, 14(2). pp.
133-153. https://doi.org/10.18359/ries.3834

Armed Forces and Counterterrorism. Notes to Renew a “Chronic


Debate” in Argentina
Abstract: This paper addresses the debate of assigning counterterrorist functions to the Argentine
Armed Forces from a series of questions that have been little explored in local literature. Based on
the possibility of considering terrorism as external aggression, we wonder, what types of operations
could the Argentine military carry out according to the nation’s strategic-military interests? Under
what assumptions? To what extent can Central Powers’ counter-terrorism experience serve as a pa-
rameter for the Argentine case? These questions should take as a starting point the strategic defen-
sive position maintained by Argentina during most of its history. Recently, this condition has been
ratified by the latest National Defense Policy Directive, according to which the country will not make
offensive military interventions outside its sovereign areas. In relation to this premise, this paper ana-
lyzes defensive counterterrorism missions undertaken by Central Powers’ Armed Forces and detects
which of them could contribute to strengthening Argentina’s capabilities to anticipate and respond
to such aggressions.

Keywords: Military counterterrorism; critical infrastructures; military intelligence; emergency re-


sponse; border control; urban surveillance and control.

Forças armadas e contraterrorismo. Notas para renovar um


"debate crônico" na Argentina
Resumo: Neste trabalho, aborda-se o debate sobre a atribuição de funções antiterroristas às Forças
Armadas da Argentina, a partir de uma série de questões pouco exploradas na literatura local. Com
base na possibilidade de considerar o terrorismo uma agressão externa, nos perguntamos: que tipo
de operações os militares argentinos poderiam realizar de acordo com o interesse estratégico-mili-
tar do seu país? Sob quais pressupostos de emprego? Até que ponto a experiência antiterrorista das
Potências Centrais pode servir de parâmetro para o caso argentino? Essas questões devem ter como
ponto de partida o posicionamento estratégico defensivo que a Argentina manteve durante a maior
parte de sua história, condição que foi recentemente ratificada na mais recente Diretiva Política de
Defesa Nacional e segundo a qual o país não desenvolverá intervenções militares ofensivas fora de
seus espaços soberanos. Em relação a essa premissa, este artigo explora que tipo de missões de
antiterroristas defensivas são desenvolvidas pelas Forças Armadas das Potências Centrais, a fim de
detectar quais delas poderiam contribuir para o fortalecimento das capacidades de antecipação e
resposta da Argentina frente a esse tipo de agressão.

Palavras-chave: antiterrorismo militar; infraestruturas críticas; inteligência militar; resposta a


emergências; controle de fronteiras; vigilância e controle urbano.

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Introducción 2003). Esta herencia también ocasio-


nó, en el marco de la derrota en la
La asignación de tareas contraterroris- Guerra de Malvinas, un desprestigio
tas a las Fuerzas Armadas es uno de profesional sin precedentes en las ins-
los debates crónicos de la política de tituciones castrenses. Así mismo, las
defensa argentina. Aunque las leyes de transformaciones estratégicas asocia-
das a la desactivación de las hipótesis
Defensa Nacional, Seguridad Interior e
de conflicto con Brasil y Chile, ade-
Inteligencia Nacional prohíben el em-
más de la supresión de la hipótesis de
pleo regular y ordinario del instrumen-
“guerra interna”, acentuaron aún más
to militar en este tipo situaciones, la
la pérdida de influencia institucional
potencial consideración de un ataque
de los uniformados. Desde entonces,
terrorista como una agresión de origen
las Fuerzas Armadas experimentaron
externo –es decir, como un problema una “crisis de misión” que se profundi-
de Defensa Nacional– mantuvo plena zó al ritmo de la desatención política,
vigencia en la escena política durante las restricciones presupuestarias y el
todos los gobiernos democráticos des- “desarme de hecho” del instrumento
de 1983, y con mayor fuerza tras los militar (López, 1994; Scheetz, 1993 y
atentados del 9/11 en los Estados Uni- 1995; Sain, 2003).
dos (Sain, 2010; Canelo, 2012; Sopra-
no, 2014 y Anzelini, 2017). En el ámbito experto de la Argentina,
este debate exhibe actualmente un
Las raíces de esta controversia son tan elevado grado de polarización. Algu-
históricas como estratégicas. La he- nos analistas advierten que adjudicar
rencia trágica de la última dictadura tareas contraterroristas a las Fuerzas
militar condujo a la formación de un Armadas aumentaría los riesgos de
“consenso básico” entre las principales violaciones a los derechos humanos
fuerzas parlamentarias del país, lo cual y debilitaría la calidad del sistema de-
limitó la participación de las Fuerzas mocrático (Centro de Estudios Legales
Armadas en seguridad interior (Sain, y Sociales, Grupo Convergencia XXI e

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Instituto Latinoamericano de Seguri- rismo como una hipótesis de conflicto


dad y Democracia, 2018). También refleja un asunto de mayor alcance:
se indica que el terrorismo no es un las dificultades que ha tenido la Ar-
problema prioritario para la Argentina gentina para establecer sus priorida-
y que esta agenda responde a la pro- des e intereses en materia de defensa.
yección de intereses extranjeros en la La pregunta acerca de los problemas
región (Tokatlian, 2018 y Battaglino, estratégico-militares que debe afron-
2018). En contraste, otros analistas tar el país despierta consensos débiles,
evalúan que la Argentina no puede asociados principalmente a lo que “no
desentenderse de esta prioridad in- deben hacer” las Fuerzas Armadas. En
ternacional y señalan que el rechazo este contexto, el debate sobre el rol
a esta función se apoya en prejuicios de los militares tiende a focalizarse en
o recelos ideológicos (Tello y Spota, aspectos jurídicos, ideológicos y hasta
2015; Jaunarena 2015 y 2016; Fraga, semánticos –por ejemplo, el alcance
2018). del concepto de “agresión externa”–,
eludiendo que la asignación de fun-
En este contexto, las propuestas más
ciones al instrumento militar de una
recientes de incorporar a los militares
nación es, ante todo, una decisión es-
argentinos en tareas contraterroristas
tratégica.
han sido movilizadas por un dato de
indudable fortaleza empírica: que la
El presente trabajo se propone abordar
mayoría de las naciones desarrolladas
este debate a través de algunos interro-
consideran al terrorismo como una hi-
gantes que han sido poco explorados
pótesis de conflicto militar (Schnabel
en la literatura argentina sobre con-
y Krupanski, 2012; Brooke-Holland,
traterrorismo y Fuerzas Armadas: en
2017; Dworkin, 2016; Renard, 2017).
Esta valoración estratégica, inaugurada caso de que el terrorismo sea conside-
tras los atentados del 9/11, se acentuó rado una hipótesis de agresión exter-
en los últimos años. En efecto, diversos na, ¿qué tipo de operaciones podrían
países europeos –Reino Unido, Francia desarrollar los militares argentinos en
y Bélgica, entre otros– han adjudica- función de la realidad estratégica del
do a sus tropas militares tareas tradi- país?; ¿bajo qué supuestos?; ¿hasta
cionalmente policiales, tales como la qué punto la experiencia contraterro-
vigilancia de eventos estratégicos, el rista de las Potencias Centrales puede
patrullaje de zonas urbanas o la custo- servir de parámetro para el caso ar-
dia de infraestructuras críticas (Rayner, gentino? En otras palabras, ¿qué tareas
2017; Booth et al, 2017). contraterroristas podrían asumir las
Fuerzas Armadas de una nación que
Más allá de la validez de las premisas mantiene un posicionamiento estraté-
que fundamentan este planteamiento, gico defensivo, es decir, que no prevé
la controversia acerca de si las Fuerzas la proyección de poder militar fuera
Armadas deberían considerar el terro- de sus espacios soberanos?

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El argumento central de este artículo las doctrinas de contraterrorismo mili-


es que la mayoría de las operaciones tar de las naciones centrales.
contraterroristas que despliegan las
Potencias Centrales –y que suelen ser Marco conceptual
utilizadas como “espejo” en el debate
experto nacional– se apoyan en una El debate acerca del rol de las Fuer-
doctrina de guerra que difiere cualita- zas Armadas frente al terrorismo tras-
tivamente de la que ha mantenido la nacional es un emergente del fin de
Argentina durante la mayor parte de la bipolaridad global. Inicialmente, el
su historia. Así, mientras que las na- asunto formó parte de una agenda de
ciones centrales utilizan a sus Fuerzas mayor alcance, asociada al surgimien-
Armadas con fines ofensivos y expe- to de las denominadas “nuevas ame-
dicionarios –por ejemplo, en ataques nazas” de la posguerra fría. Este amplio
preventivos contra actores que operan abanico de fenómenos incluía asuntos
en el extranjero–, la Argentina exhibe tan dispares como el terrorismo, el
una postura estratégica defensiva que narcotráfico, las migraciones ilegales,
no prevé el despliegue de operaciones la pobreza extrema o las emergencias
de estas características (Scheetz y Cá- climáticas (Sain, 2001 y Montenegro,
2003). Sin embargo, en lo que se re-
ceres, 1995; Eissa; 2013 y Gastaldi y
fiere al terrorismo, hasta finales de los
Eissa, 2017).
años noventa no existía un consenso
claro respecto de su valoración como
Esta condición estratégica debe ser
amenaza a la seguridad nacional, ni si-
ponderada a la hora de explorar la
quiera en los Estados Unidos (Cilluffo y
posibilidad de asignar funciones con-
Rankin, 2002).
traterroristas a las Fuerzas Armadas
argentinas. El espectro de operaciones Los atentados del 9/11 fueron un par-
que podría desarrollar el instrumento teaguas en este debate. Estados Uni-
militar bajo la hipótesis de una agre- dos calificó a los hechos como un acto
sión externa terrorista debería consi- de guerra y convocó el principio de
derar, como criterio de planeamiento, legítima defensa de la Carta de las Na-
su contribución a una estrategia de- ciones Unidas, reservado –hasta ese
fensiva y/o disuasiva. En este marco, momento– para las agresiones perpe-
el trabajo sostiene que el rol potencial tradas por Estados. Desde entonces, el
del Sistema de Defensa en la antici- contraterrorismo militar ganó protago-
pación, disuasión o incluso respuesta nismo en los debates expertos. La li-
a una agresión de estas características teratura advirtió sobre la necesidad de
implicaría el uso de las capacidades modernizar las organizaciones castren-
militares al interior del territorio na- ses a las “guerras de cuarta generación”
cional, excluyendo –por razones de (Lind, 2004) y las “guerras asimétri-
posicionamiento estratégico– los des- cas” (Goulding, 2000 y 2001; Meigs,
pliegues ofensivos que predominan en 2003a). En paralelo, las experiencias

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de campo de las invasiones de Afga- que el terrorismo es un problema de


nistán e Irak desempolvaron el interés seguridad interior o de orden públi-
por las doctrinas de contrainsurgencia co. El terrorismo configura un delito
de los años sesenta y setenta (Sepp, complejo que –al igual que cualquier
2005; Cohen et al, 2006; Aylwin–Fos- otra problemática criminal– debe ser
ter, 2006; Claessen, 2008). atendido por las policías, el poder ju-
dicial y los servicios de inteligencia.
Pese a esta proliferación literaria, los En este esquema, la contribución del
consensos en torno al concepto de componente militar queda limitada a
“terrorismo” son débiles y parciales, funciones concretas y/o situaciones de
tanto en el mundo académico como “desborde” de la situación de seguri-
en el derecho internacional (Saint– dad interior.
Pierre, 2003; Hughes, 2011; Nievas,
2015 y McKendrick, 2016). Si bien El “modelo de guerra” entiende que
la mayoría de los expertos comparte los ataques terroristas pueden tener
que el terrorismo es un acto de fuer- un objetivo militar: afectar la supervi-
za con más efectos psicológicos que vencia de una nación. Un evento de
materiales, la caracterización de un este tipo podría configurar un “acto de
actor y/o acción como “terrorista” es agresión”, por lo que su atención debe
potencialmente aplicable a cualquier considerar –además de su dimensión
forma de violencia política (Crenshaw, criminal– su impacto en la defensa
1995 y Honderich, 2003). Esta plas- nacional. Este enfoque otorga a las
ticidad conceptual responde –según Fuerzas Armadas un papel protagóni-
algunos analistas– a que el terrorismo co en la respuesta contra el terrorismo,
no es un “actor” en particular, sino un principalmente en el objetivo de do-
método que puede y ha sido utilizado blegar –en sentido clausewitziano– la
de forma indistinta por Estados, indi- voluntad de lucha de los agresores. Sin
viduos, organizaciones irregulares y embargo, también abre interrogantes
fuerzas convencionales (Smith, 2002; adicionales, vinculados a la aplicación
Munkler, 2005 y Fukuyama, 2006). de las leyes de la guerra. Este punto
exhibe que la militarización del con-
Lejos de ser un problema teórico, esta traterrorismo tiene ramificaciones
ambigüedad atraviesa las respuestas estratégicas, jurídicas, doctrinarias y
a la pregunta sobre “cómo responder operacionales (Essig, 2001; Wallace,
al terrorismo”. En relación a este pun- 2008; Majoran, 2015).
to, los expertos suelen distinguir entre
dos grandes paradigmas de abordaje Este último enfoque ganó protagonis-
de esta forma de violencia: el “mode- mo en las potencias occidentales tras
lo de justicia penal” y el “modelo de los atentados del 9/11. Según el “Con-
guerra” (Wittes, 2008; Wallace, 2008; cepto Militar para la Defensa contra
Hugues, 2011; McKendrick, 2016). El el Terrorismo” de la OTAN –aproba-
primero de estos enfoques considera do en 2002 y actualizado en 2016–,

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las Fuerzas Armadas de los países de de contraterrorismo. Tal como advierte


la Alianza deben desarrollar acciones Benjamin Wittes (2008), las estrategias
preventivas, defensivas y ofensivas nacionales suelen combinar elementos
“para reducir la vulnerabilidad de las de ambos paradigmas. En el caso de
fuerzas, los individuos y las propieda- la OTAN, por ejemplo, se aprecia que,
des contra amenazas y acciones terro- si bien el enfoque de guerra configura
ristas y para responder a los ataques” el paradigma dominante de la doctri-
(Bennett, 2001 y 2002; NATO, 2016). na militar de sus países miembros, la
Este esfuerzo comprende el desarrollo amplia mayoría de las operaciones
de capacidades militares físicas, vir- contraterroristas que desarrollan las
tuales y psicológicas para responder a potencias de la Alianza se despliegan
“guerras híbridas”, como así también al exterior de sus fronteras. Esto res-
la protección de infraestructura crítica, ponde a que –por regla general– los
capacidades QBRN, la defensa ciberné- marcos normativos locales restringen
tica y las operaciones especiales. el uso de las Fuerzas Armadas en el
ámbito doméstico, o bien lo limitan
No obstante, si bien los atentados del a circunstancias excepcionales (Sch-
9/11 despertaron una tendencia “gue- nabel y Krupanski, 2012; Dworkin,
rrerista” en relación al terrorismo, las 2016; Mayali y Yoo, 2016).
naciones centrales aún conservan un
enfoque “penalista” a nivel interno, Estados Unidos es uno de los casos en
que incluye –de forma subsidiaria– la los que esta distinción es más firme.
asignación de funciones acotadas y ex- La respuesta interna al terrorismo está
cepcionales a las Fuerzas Armadas. En protagonizada por las organizaciones
otras palabras, el rol de las Fuerzas Ar- policiales, la justicia y las agencias de
madas contra el terrorismo varía según inteligencia. Las leading agencies de
se trate de operaciones internas o ex- esta estrategia antiterrorista son el Buró
ternas. Mientras que en el exterior los Federal de Investigaciones (FBI) y el
militares pueden desarrollar un amplio Departamento de Seguridad Interior.
espectro de misiones contraterroris- Esto significa que el amplio espectro
tas –en las que se emplean las mismas de las operaciones militares contrate-
capacidades que en una guerra con- rroristas desplegadas por las Fuerzas
vencional–, en el plano interno esta Armadas estadounidenses tienen lugar
posibilidad está sumamente limitada y en el ámbito externo. La única excep-
tiende a excluir, salvo casos de extre- ción formal refiere a la producción de
ma gravedad, el uso de la fuerza. inteligencia de señales y comunica-
ciones, a cargo de la Agencia de Se-
Respuestas militares al terrorismo: guridad Nacional (Hugues, 2011). No
operaciones defensivas obstante, aun cuando este organismo
tiene una relación funcional con el
Ningún Estado asume un modelo pe- Departamento de Defensa, no se trata
nalista o guerrerista “puro” en materia de un ente militarizado.

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La distinción entre los planos domésti- a las policías o la protección de objeti-


co y externo se mantiene en las poten- vos estratégicos (Lasoen, 2018).
cias europeas, aunque con mayores
matices. Uno de los casos de mayor Alemania es uno de los países más
intervención de las Fuerzas Arma- restrictivos en relación al despliegue
das a nivel interno es Francia. El país de uniformados en territorio nacional.
galo prevé el despliegue permanente Las leyes vigentes impiden las misiones
de militares en operaciones conjuntas conjuntas o de apoyo entre las Fuerzas
con la Gendarmería y las policías. El Armadas y las organizaciones policia-
Sistema Vigipirate –diseñado a media- les. Sin embargo, en 2016 comenzó
dos de los años setenta y actualizado a debatirse la posibilidad de que los
tras los atentados de París de 2015– militares colaboren en el contraterro-
autoriza la realización de patrullajes rismo interno (Eckard, Gerloff y An-
militares en zonas críticas, tales como gerer, 2016). El Ministerio de Defensa
estaciones, aeropuertos y eventos de- propuso una “reinterpretación” de la
portivos masivos (Secretariat General Constitución alemana, que solo prevé
de la Defense et de la Securite Natio- el despliegue doméstico de militares
nale, 2016). El componente militar del para casos de emergencia o desastres.
Vigipirate es la Fuerza de Tareas “Cen- Según el último Libro Blanco, las “ame-
tinela”, que comprende entre 7.000 y nazas terroristas a gran escala” confi-
10.000 tropas en alistamiento perma- guran un escenario “catastrófico” que
nente (Morin, 2017). habilitaría la injerencia de las Fuerzas
Armadas. El debate despertó alarmas
Bélgica dispuso la realización de pa- en la dirigencia política, que hasta el
trullajes militares domésticos en 2015. momento ha rechazado esta interpre-
Luego de los ataques de París, el go- tación oficial (Michels, 2016 y 2017).
bierno movilizó tropas para proteger
objetivos estratégicos (Renard, 2017 y En Italia, las Fuerzas Armadas patru-
Carbonnel y Bartunek, 2017). La Ope- llan las calles desde hace más de una
ración Guardia Vigilante involucró ini- década. Sin embargo, en sus orígenes
cialmente a 150 efectivos, aunque tras este despliegue no respondió a un plan
el atentado de Bruselas, en 2016, el contraterrorista, sino a la expansión
Ministerio de Defensa aumentó el des- del crimen organizado y la declara-
pliegue a 1.800. Las Fuerzas Armadas ción de la “emergencia en seguridad”
patrullan estaciones de trenes, centros (Meo, 2008). Actualmente, el opera-
comerciales, aeropuertos, institucio- tivo militar Calles Seguras involucra a
nes de gobierno, universidades, fron- 7.000 efectivos que vigilan sitios sen-
teras y otros puntos críticos. Según los sibles, tales como estaciones de trenes
manuales de campo del Ejército belga, y aeropuertos, o realizan patrullajes en
el objetivo de esta misión es “prevenir, puntos críticos del país (Rogers, 2017).
disuadir y derrotar amenazas o agre- Aunque esta vigilancia también tiene
siones de terroristas mediante el apoyo fines disuasorios de ataques terroristas,

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lo cierto es que el despliegue responde Armadas para actuar ante agresiones


a una misión generalista de seguridad terroristas al interior de sus fronteras,
pública, orientada a la prevención de aunque con importantes reservas. Esta
todo tipo de ilícitos. hipótesis –propia de un enfoque mi-
litar defensivo– está restringida a mi-
En Reino Unido, el despliegue de mi- siones específicas, condicionada por
litares en el territorio nacional está supuestos de excepcionalidad u orien-
previsto en el marco del programa de tada al aprovechamiento de las capa-
“Apoyo Militar a las Autoridades Civi- cidades operacionales disponibles.
les”. El MACA (por sus siglas en inglés)
faculta al gobierno a utilizar las Fuer- Tipos de operaciones
zas Armadas ante emergencias, even-
tos de interés estratégico o situaciones Partiendo del recorrido anterior, a con-
de alerta terrorista. Los militares britá- tinuación se describen cinco grupos de
nicos cuentan con tres batallones de operaciones militares que tienen como
1.200 efectivos en situación de alista- hipótesis de conflicto la anticipación,
miento permanente para esta función disuasión o respuesta ante un even-
(Brooke–Holland, 2017). Así mismo, la tual ataque terrorista al interior de las
Revisión de la Estrategia de Defensa y fronteras nacionales: 1) la protección
Seguridad de 2015 estableció la crea- de infraestructuras críticas; 2) la pro-
ción de una fuerza de 10.000 efectivos ducción de inteligencia de nivel estra-
preparados para actuar ante amenazas tégico; 3) el control e interdicción en
terroristas, en el marco de la Opera- fronteras; 4) el patrullaje y la vigilancia
ción Temperer. Este dispositivo se acti- urbana; y 5) la respuesta a emergen-
vó en mayo de 2017, tras los ataques cias y/o consecuencias de un evento
de Manchester, e involucró el desplie- de ataque terrorista. Desde luego, las
gue de 1.400 militares en las calles bri- capacidades militares empleadas va-
tánicas (Booth et al., 2017). rían en función del país del que se tra-
te, como así también las condiciones
Recapitulando, las responsabilidades jurídicas internas que autorizan su des-
contraterroristas asignadas a las Fuer- pliegue. Pese a ello, se han detectado
zas Armadas de las potencias occi- ciertas regularidades –por ejemplo, en
dentales varían según el ámbito de relación a los criterios que autorizan
actuación (interno o externo) del que el despliegue– que resultan de interés
se trate. Esta distinción responde a que para el análisis.
la postura estratégica de la mayoría de
estas naciones se apoya, preponderan- a) Protección de infraestructuras
temente, en una doctrina de guerra críticas
ofensiva que prevé la proyección del
poder militar en territorios no sobera- La custodia de infraestructuras o es-
nos. Por regla general, estos países tam- tablecimientos críticos ante ataques
bién autorizan el uso de sus Fuerzas terroristas es una de las principales

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responsabilidades asignadas a las Fuer- o de vigilancia. En Francia, por ejem-


zas Armadas en el plano doméstico. plo, el Operativo Vigipirate prevé que
En algunos casos –por ejemplo, en las Fuerzas Armadas proporcionen
Estados Unidos– esta función está res- “protección externa” a instalaciones
tringida a las infraestructuras críticas y edificios que podrían ser objetivos
del sector de la defensa nacional, aso- potenciales de ataques terroristas. Las
ciadas a su base industrial. La protec- tareas desarrolladas por los militares
ción del resto de las infraestructuras es pueden incluir –además de la custo-
responsabilidad de otras agencias del dia– el control del personal y de los
Estado, principalmente de las organi- accesos a los edificios (Secretariat Ge-
zaciones policiales o las de seguridad neral de la Defense et de la Securite
interior. No obstante, la función militar Nationale, 2016 y 2017).
de protección de infraestructuras críti-
cas también puede extenderse a todo b) Producción de inteligencia
tipo de objetivos de valor estratégico si
se desarrolla en el marco de una cam- La inteligencia militar tiene un rol li-
paña militar en el exterior (US Army mitado en las estrategias de contrate-
War College, 2016). rrorismo doméstico. Por regla general,
los elementos de inteligencia de las
Eventualmente, las Fuerzas Armadas Fuerzas Armadas no producen infor-
pueden ser convocadas para reforzar mación orientada bajo esta hipótesis
la seguridad de otros objetivos estra- de conflicto, salvo en los despliegues
tégicos ajenos al sector defensa, tales excepcionales motivados por crisis in-
como centrales nucleares, represas, ternas de gravedad institucional (Hu-
embajadas, edificios oficiales o incluso gues, 2011). Así mismo, la información
sedes de gobierno. Por regla general, recolectada en el exterior –ámbito de
esta opción supone criterios de excep- actuación específico de la inteligencia
cionalidad, tales como declaraciones militar– puede contribuir, de forma
de crisis, alertas o emergencias. En el colateral, a la anticipación de ataques
Reino Unido, estas funciones de custo- domésticos o la activación de alertas.
dia pueden incluir el diseño, la imple- Sin embargo, esta función suele estar
mentación y evaluación de las políticas coordinada por agencias no militariza-
de seguridad de personal, de protec- das que –en algunos casos– mantienen
ción física y de ciberseguridad (UK Ca- una relación funcional con el Sistema
binet Office, 2016 y UK Center for the de Defensa.
Protection of National Infrastructure,
2018). En los Estados Unidos, la participación
de la inteligencia “militar” en este tipo
Este tipo de despliegues –en particular, de responsabilidades se restringe al rol
aquellos motivados por una elevación de la National Security Agency (NSA), a
de los niveles de alerta– tienen como cargo de la producción de inteligencia
objetivo cumplir una función disuasiva de comunicaciones y señales a nivel

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interno y externo. Aunque se trata de doméstica ni cuentan con elementos


un organismo civil, la NSA depende del de reunión interna, sí pueden acceder
Departamento de Defensa y está diri- a la información producida por otras
gida por un general de tres estrellas. En agencias de inteligencia (Dycus, 2004
Reino Unido, la producción de inteli- y US Intelligence Community, 2017).
gencia doméstica –y en particular, de Esta información suele estar relacio-
contraterrorismo– está concentrada en nada con la hipótesis de ataques con
el MI5 y, en el caso de las señales y co- armas de destrucción masiva contra
municaciones, en el Cuartel General de objetivos estratégicos del territorio na-
Comunicaciones (GCHQ). Sin embargo, cional o infraestructuras militares. En
la Jefatura de Gabinete cuenta con dos el caso de Estados Unidos, por ejem-
instancias de producción y análisis de plo, el Pentágono y las Fuerzas Arma-
nivel estratégico que involucran –como das participan de múltiples programas
parte integrante– a la información pro- de intercambio de información con
ducida en el exterior por el MI6 y la organismos de nivel federal y esta-
Inteligencia de Defensa británica: la dual, principalmente en el marco de
Organización de Inteligencia Conjunta los Centros de Fusión de Inteligencia
y la Secretaría de Seguridad Nacional. (German, 2014).

No obstante, cabe señalar que –en el c) Control de fronteras


caso de los Estados Unidos– la regla
general que impide al Sistema de De- El despliegue de las Fuerzas Armadas
fensa recolectar información domés- en las fronteras terrestres bajo la hipó-
tica ha tenido crecientes excepciones tesis de un ataque terrorista es suma-
en la última década. Uno de los ins- mente excepcional y no incluye el uso
trumentos más utilizados para sortear de la fuerza. Las tareas adjudicadas a
esta limitación han sido las National los uniformados varían según el caso
Security Letters, un mecanismo de y abarcan desde el apoyo logístico y
citación administrativa que permite a la presencia disuasiva –en respaldo a
los organismos de gobierno requerir la actividad de las agencias especia-
información sobre seguridad nacional lizadas de control fronterizo o de las
sin orden judicial. El Pentágono funda- fuerzas de seguridad– hasta el registro
menta el uso de esta herramienta para y la inspección directa del tráfico de
tareas de contrainteligencia militar. Sin bienes, personas y vehículos.
embargo, el asunto no está exento de
controversias legales y no constituye En el Reino Unido, las Fuerzas Arma-
una atribución asignada formalmente das no cumplen esta función, aunque
al Sistema de Defensa (Lichtblau y Ma- podrían hacerlo en el marco del MACA
zzetti, 2007). y con fines de apoyo o refuerzo a las
fuerzas de seguridad. En el caso de
Por otra parte, si bien las Fuerzas Francia, la intervención de los militares
Armadas no producen inteligencia en las fronteras es también excepcional,

Fuerzas armadas y contraterrorismo. Apuntes para renovar un “debate crónico” en la Argentina 143
Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad ■ Vol. 14(2)

aunque sus facultades son mayores pas militares pueden cumplir tareas de
que en otros países. El Operativo Vigi- protección de infraestructuras críticas
pirate considera a las Fuerzas Armadas del entorno marítimo.
como una “fuerza de respaldo” que
puede apoyar, en el caso de una alerta d) Patrullaje y vigilancia urbana
contraterrorista, el aseguramiento de
determinados pasos fronterizos consi- El despliegue de las Fuerzas Armadas
derados críticos. para tareas de vigilancia y patrullaje
doméstico es una actividad excepcio-
En Estados Unidos esta función está nal que ha tenido un desarrollo inédi-
muy restringida. El personal militar o to en los últimos años. Países como
de las Guardias Nacionales puede par- Reino Unido, Francia y Bélgica, entre
ticipar en operaciones de control fron- otros, han desplegado –con distinta in-
terizo, aunque solo para el desarrollo tensidad y temporalidad– a sus tropas
de funciones de apoyo que excluyen militares en dispositivos militares de
explícitamente la “aplicación de la vigilancia y patrullaje interno. Las fun-
ley”. Los efectivos respaldan el rol de ciones asignadas a los militares varían
las agencias de frontera mediante la vi- según el caso, aunque por regla gene-
gilancia terrestre y aérea o la construc- ral las normas de empeñamiento de los
ción de infraestructura. No obstante, operativos impiden el uso de la fuerza,
debe señalarse que –a diferencia de salvo en casos de legítima defensa.
las experiencias europeas– en el caso
estadounidense esta función está aso- En el Reino Unido, el flamante Opera-
ciada al control de la inmigración ilegal tivo Temperer fue desplegado por pri-
y no a una hipótesis de terrorismo. mera vez en mayo de 2017 e incluyó
la participación de 1.400 militares. El
En el caso de las fronteras marítimas, accionar de los uniformados se limitó
las responsabilidades de contraterro- a tareas de vigilancia fija desarrolladas
rismo asignadas a las Fuerzas Armadas habitualmente por las fuerzas de segu-
son significativamente mayores. Cabe ridad, con el objetivo de “liberar” re-
señalar que, en 2016, la Alianza lan- cursos policiales para su redistribución
zó la Operación Sea Guadian en el a nivel nacional (UK National Police
Mar Mediterráneo, que tiene entre sus Chief´s Council, 2017). Además de
objetivos apoyar la lucha contra el te- tratarse de una acción de último re-
rrorismo marítimo. Esto implica la pla- curso, el gobierno debe fundamentar
nificación y realización de operaciones por qué las vidas de los ciudadanos
de disuasión, defensa y protección, a estarían en peligro en caso de no efec-
fin de fortalecer el control del mar y tuarse el despliegue. Los uniformados
denegar el acceso de organizaciones y solo pueden ejercer el mando sobre
grupos terroristas a zonas estratégicas, sus propios elementos y deben actuar
incluso a través de la utilización de la en asistencia de los jefes de policía
fuerza militar. Adicionalmente, las tro- (Hugues, 2011).

144 I. Poczynok
Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad ■ Vol. 14(2)

Francia tiene mayor experiencia en gístico y atención de emergencias ante


esta función. Sin embargo, las reglas eventuales desastres naturales o de
de empeñamiento de la Operación origen antrópico. Luego de los aten-
Centinela –el componente militar del tados del 9/11, esta hipótesis también
Vigipirate– establecen límites precisos incluyó la eventualidad de un ataque
al rol de los uniformados. Los militares terrorista. En el caso de Estados Uni-
que desarrollan tareas de patrullaje ur- dos, este despliegue forma parte de las
bano solo están facultados para utilizar atribuciones del presidente, aunque se
la fuerza en casos de legítima defensa trata de una opción de última ratio. No
o de “extrema gravedad”. Esto significa obstante, el Departamento de Defensa
que, si bien las Fuerzas Armadas tienen mantiene planes que prevén la utiliza-
un mayor poder de fuego que las or- ción de las capacidades militares ante
ganizaciones policiales, su margen de ataques, emergencias provocadas por
actuación es, en los hechos, más limi- amenazas o ataques domésticos.
tado (Morin, 2017). Esta situación ha
llevado a cuestionar la efectividad del Esta asistencia abarca desde planifica-
operativo, que refleja la inadecuación ción para la prestación de servicios ci-
del componente militar para desarro- viles de emergencia –en particular ante
llar funciones propiamente policiales eventos de uso de armas de destruc-
(Tenenbaum, 2016). ción masiva– hasta el ataque directo a
grupos o individuos terroristas. Otras
En otros países, esta opción está limi- atribuciones de este tipo asignadas a
tada al máximo y reservada para ca- las Fuerzas Armadas –por ejemplo, en
sos de extrema gravedad. En el caso el caso del Reino Unido– refieren a la
de Estados Unidos, el Acta Insurrec- provisión de expertos en asuntos espe-
cional y el Acta de Posse Commitatus cíficos, tales como la desactivación de
establecen que el presidente solo está artefactos explosivos.
facultado para desplegar tropas mili-
tares al interior del territorio nacional En el Reino Unido, el rol de los milita-
ante eventos mayores de emergencia res en esta función está previsto en el
en seguridad interior. Aunque estas esquema MACA de Apoyo a las autori-
normas contemplaban originalmente dades civiles. Recientemente, y luego
situaciones de desastres o catástrofes, de los ataques de Manchester –que
en 2007 se incorporó como hipótesis motivaron el despliegue de la Opera-
de este despliegue a la eventualidad ción Temperer–, el gobierno británico
de un ataque terrorista. anunció la creación de una Unidad de
Intervención Rápida preparada espe-
e) Respuesta a alertas o emergencias cialmente para actuar ante amenazas
inminentes o ataques terroristas en el
La mayoría de las potencias occidenta- territorio nacional (Giannangeli, 2018).
les prevé la utilización de sus Fuerzas La fuerza está compuesta por expertos
Armadas como elemento de apoyo lo- en armamento químico y explosivos,

Fuerzas armadas y contraterrorismo. Apuntes para renovar un “debate crónico” en la Argentina 145
Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad ■ Vol. 14(2)

ingenieros, médicos de combate y es- públicas, en el marco de un paradigma


pecialistas en inteligencia cibernética y contraterrorista que continúa liderado
de comunicaciones. por los sistemas penal, policial y de in-
teligencia doméstica.
Conclusiones
Por otra parte, también es cierto que
El artículo se propuso explorar qué tipo las “condiciones de excepcionalidad”
de operaciones podrían desarrollar las que limitan el despliegue interno de
Fuerzas Armadas argentinas en caso de militares son cada vez menos excep-
que el terrorismo sea considerado una cionales. La escalada de ataques terro-
hipótesis de conflicto militar. También ristas que golpeó Europa en los últimos
exploramos hasta qué punto la expe- años ocasionó que algunas Fuerzas Ar-
riencia doctrinaria de las Potencias madas asuman tareas policiales como
Centrales puede ser utilizada como un el patrullaje y la vigilancia urbana. La
“espejo” para el caso argentino. En este efectividad de estas operaciones es,
marco, se sostuvo que la realidad y el actualmente, un asunto de creciente
posicionamiento estratégico de la Ar- controversia. En Francia, por ejemplo,
gentina difieren significativamente de se señala que estas intervenciones no
las que caracterizan a las naciones que mejoraron la situación de seguridad e
lideran la “militarización” del contrate- incluso ocasionaron problemas adicio-
rrorismo. Por tal motivo, el espectro de nales, tales como la conversión de las
operaciones que podrían realizar los patrullas en “blancos móviles”. Tam-
militares argentinos bajo esta hipótesis bién se ha criticado la falta de prepa-
–en el marco de una actitud defensi- ración de los militares, las dificultades
va– es bastante más reducido que el de articulación con las fuerzas de se-
de las Potencias Centrales. guridad y las limitaciones que impiden
a los militares actuar ante fenómenos
La exploración realizada permite ex- delictivos, más allá del derecho a la le-
traer algunas observaciones. Por un gítima defensa.
lado, que las funciones contraterro-
ristas asignadas a las Fuerzas Armadas Si se excluyen estas misiones excep-
de las Potencias Centrales con fines cionales, se aprecia que la principal
defensivos son limitadas y excepciona- función contraterrorista defensiva que
les. Incluso en los países en los que el desempeñan los militares de las nacio-
terrorismo es una preocupación prio- nes centrales consiste en la protección
ritaria para la seguridad nacional (que de objetivos estratégicos. Esta respon-
no es el caso de la Argentina), las ca- sabilidad implica el despliegue per-
pacidades militares están lejos de ser manente de elementos de las Fuerzas
la primera instancia de respuesta. El Armadas para la custodia de las infraes-
rol de las Fuerzas Armadas ante este tructuras críticas de la defensa nacio-
tipo de eventos está circunscripto a nal, tales como las instalaciones de
funciones de soporte a otras agencias investigación, desarrollo y producción

146 I. Poczynok
Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad ■ Vol. 14(2)

militar. Esta función puede extender- este interrogante se apoye en la iden-


se a otro tipo de instalaciones (por tificación del terrorismo con un actor
ejemplo, edificios gubernamentales) e en particular (por ejemplo, el “extre-
incluso a infraestructuras relacionadas mismo islámico”), dado que –como es
con sectores críticos ajenos a la defen- señalado por la literatura experta– el
sa. Sin embargo, en este último caso la terrorismo no es un “enemigo” sino
operación es considerada “de apoyo a una táctica empleada por actores de
las fuerzas de seguridad” y no se consi- diversa naturaleza.
dera un rol propiamente militar.
Esto significa que la formulación de
Otras responsabilidades contraterroris- una “respuesta argentina” a esta cues-
tas que han adquirido un protagonis- tión debe considerar los intereses que
mo creciente refieren al refuerzo de la la defensa nacional debe preservar, la
custodia de eventos de interés estraté- probabilidad de ocurrencia de un ata-
gico –tales como cumbres internacio- que de estas características y el nivel
nales o eventos masivos– y la respuesta de impacto en la “supervivencia de la
a emergencias por eventuales ataques. nación”. En relación a este punto, cabe
Esta última misión incluye dos fun- señalar –tal como fue expresado en la
ciones bien distintas: por un lado, el última Directiva de Política de Defensa
sostén logístico ante una situación de Nacional–, que el terrorismo no con-
catástrofe y, por el otro, la realización figura una amenaza inminente para
de operaciones especiales destinadas la seguridad nacional de la Argentina.
a actuar –mediante el uso de la fuer- Esta condición revela que la potencial
za– frente a una amenaza terrorista. contribución de las Fuerzas Armadas
Aunque excepcional, en algunos ca- a una estrategia contraterrorista “de-
sos como el Reino Unido esta segunda fensiva” debería circunscribirse a roles
función ha promovido la creación de específicos y/o hipótesis de gran ex-
unidades de combate en condición de cepcionalidad.
alistamiento permanente.
Finalmente, resta señalar que el interés
En resumen, estas experiencias exhi- en explorar el rol de las Fuerzas Arma-
ben que la pregunta acerca de si las das ante la hipótesis de una agresión
Fuerzas Armadas podrían (o no) con- terrorista no implica desconocer la ex-
tribuir a una estrategia contraterroris- periencia o los antecedentes históricos
ta escapa a definiciones absolutas. La de la Argentina. Sin embargo, el deba-
participación de los militares frente a te acerca de los problemas estratégicos
este problema detenta un amplio es- de una nación no puede desconocer
pectro de matices, que van desde el aspectos vinculados –entre otras co-
combate directo –fuera de las fronte- sas– a las transformaciones que han
ras nacionales– hasta el apoyo logísti- experimentado las formas de violencia
co en casos de emergencia. Tampoco externa y a su capacidad de afectar los
parece adecuado que la respuesta a intereses vitales. La realización de un

Fuerzas armadas y contraterrorismo. Apuntes para renovar un “debate crónico” en la Argentina 147
Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad ■ Vol. 14(2)

diagnóstico institucional sobre estos di-police-race-to-establish-if-man-


puntos –tarea aún pendiente– debería chester-suicide-bomber-acted-alone
orientar la definición de las capacida- Brooke-Holland, L. (2017). Military
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