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Iniciamos nuestra diplomatura con el primer módulo: Introducción a la alfabetización

digital.

La primer actividad será leer atentamente los objetivos y contenidos para tener una
idea anticipatorio del camino que recorreremos.

Recuerde que nuestro correo para dudas es

tutoria@icce.com.ar
Módulo 1

Introducción a la alfabetización digital

Objetivo general:

Conocer las bases teóricas que fundamentan la alfabetización digital.

Contenidos:

Unidad 1

La alfabetización digital como una dimensión de la alfabetización


tradicional.

Objetivos:

 Definir y explicar el concepto de alfabetización digital.


 Conocer y analizar los momentos históricos del proceso de alfabetización.
 Redefinir el concepto de alfabetización a la luz de los nuevos paradigmas
sociales.
 Analizar las diferencias entre la alfabetización como concepto psicológico
hasta la alfabetización como competencia en proceso permanente.
 Destacar la dimensión de las multialfabetizaciones en la transformación
social y ciudadana en la sociedad de la información.

Contenidos:

¿Qué se entiende por Alfabetización?


Conceptos históricos de la alfabetización.
- De un concepto psicológico de lectura a una concepción social de la
alfabetización.
- Competencia, proceso, práctica
Alfabetismo – Analfabetismo ¿Dónde están los límites?

Unidad 2

Alfabetización informacional y alfabetización digital


(multiplicidad)
Objetivos:

 Analizar las reconceptualizaciones de la acción de alfabetizar.


 Diferenciar la alfabetización digital de otras variantes de alfabetización.
 Distinguir los distintos tipos de individuos que utilizan la Web y sus
características.
 Analizar la dimensión digital, los nuevos campos tecnológicos y su relación
con el proceso de alfabetización.

Contenidos:

Reconceptualización de la alfabetización.
Breves consideraciones sobre la Alfabetización Digital.
Hipertextos y su uso.
Nuevos campos del saber.
Alcances de la Alfabetización Digital.

Unidad 3

La alfabetización digital: su accionar sobre la brecha digital y


social.

Objetivos:
 Analizar la relación existente entre la brecha digital y las desigualdades socio
– económicas.
 Reflexionar sobre las expectativas relacionadas al acceso de las Nuevas
Tecnologías de la Información y la Comunicación y la brecha digital.
 Conocer y analizar distintas perspectivas de la brecha digital.
 Relacionar el avance de la Sociedad de la Información y el acceso a ella en
relación a la merma de la brecha digital.

Contenidos:

Desigualdad y Brecha.
Brecha Social y de Género.
Sociedad de la Información y Brecha digital.

Unidad 4

Sociedad de la información; TIC ante la igualdad de


oportunidades.
Objetivos:
 Analizar la relación existente entre la Sociedad del Conocimiento y las
nuevas tecnologías.
 Analizar algunas vertientes sociopolíticas y económicas en relación a las
posibilidades de inserción de los individuos en la Sociedad de la Información.
 Conocer los componentes básicos de éste proceso social.
 Reflexionar sobre el nuevo paradigma en los procesos de enseñanza y de
aprendizaje acaecido por la conformación de la Sociedad del Conocimiento.

Contenidos:

 “Revolución Digital” y la Sociedad del Conocimiento.


 Acceso a la Sociedad del Conocimiento.
 Prioridad social de conocimiento.

Unidad 5

Alfabetización digital crítica.


Objetivos:
 Analizar la influencia de las TIC sobre la sociedad en general y en la escuela
en particular.
 Reconocer los procesos de alfabetización como base primordial en los
intentos de inclusión social y participación ciudadana.
 Reconocer el papel de institución escolar en los procesos de alfabetización
digital.
 Analizar el proceso evolutivo en relación a las nuevas tecnologías y la
sociedad.
 Reconocer diferentes entornos de aprendizaje y sus características.

Contenidos:

 Inicio del camino.


 Entornos de aprendizaje.
 Llegar a la Alfabetización Digital Crítica.
 Consideraciones finales.
UNIDAD 1

La alfabetización digital, como una dimensión de la alfabetización


tradicional

Hacia el concepto de alfabetización digital

El mejoramiento de las prácticas de enseñanza y su futura aplicación por


parte de los individuos, en el mundo del trabajo, inmersos en la sociedad de la
comunicación; como así también el compromiso de atender las necesidades
educativas de los grupos más vulnerables lleva a plantearnos cómo se implementa
y aplica la alfabetización que permitirá el desarrollo pleno de los individuos.
Para nuestro país, como ha señalado la Lic. Marta Kisilevsky (2007) Directora
Nacional de la DINIECE: “La nueva Ley de Educación Nacional establece entre sus
objetivos garantizar una educación integral y de calidad, con igualdad de
oportunidades y posibilidades para toda la población. Para alcanzar estas metas se
requiere, entre otros aspectos, de políticas destinadas a mejorar la formación de los
docentes, sus condiciones de trabajo y de ejercicio profesional”.

Es necesario para esta diplomatura, brindar una serie de distinciones iniciales


sobre la evolución del concepto de alfabetización. Podemos considerar
definiciones básicas y primarias como la que nos brinda el Diccionario de la Lengua
Española de la Real Academia: “Alfabetización: acción de alfabetizar. Alfabetizar:
enseñar a leer y a escribir”. (1)

En el Diccionario Salamanca de la Lengua Española accedemos a una


definición similar: “Enseñar a una persona el alfabeto” (2)

(1) Diccionario en línea de la Real Academia de la Lengua Española http://www.rae.es/rae.html

(2) Diccionario en línea de Salamanca de la Lengua Española http://fenix.cnice.mec.es/diccionario/


Pero estas dos definiciones son un punto de partida extremadamente simple
en relación a la dimensión actual de lo que es alfabetizar, la escritura, la lectura y el
cálculo han pasado a ser destrezas básicas que permiten a los individuos acceder
y profundizar el conocimiento para llegar a conceptos más profundos y
diversificados de lo que es “ser” un individuo alfabetizado. Como nos indica José L.
Rodríguez Illera (2005, p.1): “La primera distinción está referida al término mismo
de "alfabetización". No sería justo tomarlo como algo ya dado, sobre lo que hay
unanimidad. Al contrario, pocos términos hay tan complejos: frente a la vieja idea
de considerarlo sólo como aprender a leer y escribir, la terminología inglesa de
literacy (literacidad) nos muestra matices de sentido muy importantes”.

El autor así nos destaca la falta de objetividad si tenemos a la alfabetización


como un concepto consabido por todos los individuos, por el contrario nos señala
la complejidad del término, contrastando la idea tradicional de considerarlo como el
solo hecho de aprender a leer y a escribir y lo eleva a un nivel superior. Para él la
alfabetización es entendida como “literacy”, o sea como cultura/prácticas escritas o
letradas.

A partir de esto la alfabetización


puede ser pensada como una práctica, es decir una actividad significativa del
sujeto que incluso puede transformar la realidad, las prácticas alfabetizadas de
lectura van más allá de la decodificación de un documento lingüístico, son un acto
precisado culturalmente, debido a que en el sujeto lector se producen cambios
generados por la lectura, a la vez que se apropia del texto en forma personal. Se
enfatiza así el formato propio y diferenciado de cada práctica ya que no es lo mismo
leer un libro, un periódico o una página Web. Pensar en prácticas alfabetizadas y/o
letradas, es destacar las diferencias individuales y culturales que hay en cada
actividad, sin unificarlas bajo el rótulo de “lectura” o “escritura”

Conceptos históricos de la alfabetización.

Similar complejidad se presenta en relación a la historia de la alfabetización,


distinguiéndose dos grandes momentos:

a) De un concepto psicológico de lectura a una concepción social de la


alfabetización; en este caso José L. Rodríguez Illera (2005, p.2) lo destaca
como, posiblemente, el cambio más significativo de todos (Lankshear y
Knobel, 2003) “Las primeras ideas sobre la alfabetización las pensaban
únicamente como la adquisición de unas capacidades cognitivas, es decir
como la adquisición de un código, en el caso de un código de
correspondencia entre lo escrito y la palabra hablada, la lectura, o entre el
pensamiento y la lengua escrita, la escritura”.

Este cambio, es un recorrido continuo y en el que debemos destacar que a


esta concepción contribuyeron, sin lugar a dudas, las limitaciones sociales,
económicas, políticas y culturales que se dieron durante siglos, restringiendo el
acceso a lo escrito y el papel que jugó la aparición de la escuela pública como factor
liberador, más allá de sus orígenes clasitas y de la concepción puntual del mundo.

Es en este punto, donde debemos incluir y destacar los aportes del pedagogo
Paulo Freire (1989) y las teorías sociolingüísticas de Basil Bernstein (1973); que por
caminos diferentes llegaron a redimensionar la concepción socio política de la
alfabetización. Es decir, no debemos dejar de lado la influencia de las políticas
educativas, sobre todo su accionar por fuera de la educación formal, con los
individuos adultos no alfabetizados.

En forma paralela, otros autores, entre ellos Halliday (1978), Gee (1996) y
Bourdieu (1977) que provienen de la sociolingüística, en su intento por repensar el
lenguaje llegaron a resultados similares destacando la concepción social del
lenguaje

b) Competencia, proceso, práctica: en esta cuestión, a diferencia del enfoque


social, psicológico y lingüístico anterior, los cambios que se han producido,
están enfocados en la manera de analizar la alfabetización, respondiendo a
dos grandes ejes que se entrecruzan; José L. Rodríguez Illera (2005, p.3)
señala: “Por una parte, la alfabetización es contemplada como una
competencia, es decir como una capacidad cognitiva capaz de generar
numerosas realizaciones concretas”.

Al considerarla una competencia se la toma en oposición a una realización o


perfomance, y destaca el valor de las concepciones educativas sobre la
competencia. Podemos apreciar dicho valor cuando se contraponen al análisis y
evaluación de la realización, o cuando incluyen un componente social y cultural de
la idea de competencia, de esta manera la alfabetización pasa a ser tratada como
una competencia comunicativa o social ya que trasciende lo simplemente lingüístico
o cognitivo y toma en cuenta el contexto cultural comunicacional e interpersonal en
el que ocurre.

Por otra parte, el autor destaca “La alfabetización suele ser vista como un
proceso que tiene un final: el sujeto alfabetizado. Los analfabetos o iletrados, son
los que no han pasado por ese proceso, y dejan de serlo al pasar por él”. En este
caso nos lleva a la reflexión sobre un proceso, que en sí mismo es poco
considerado, debido a que se lo piensa como un trámite educativo con un objetivo
final, que es el estado de alfabetizado por parte del sujeto y al cual se le suma el
uso despectivo y con una connotación negativa de las palabras analfabeto o
iletrado. Este criterio se utiliza incluso en las alfabetizaciones funcionales o en las
digitales.

Pero debemos considerar que no se está contemplando el carácter procesual


de varios contenidos alfabetizados, no se produce un freno o límite de los mismos,
sino que es un proceso de evolución continua, como es el caso de los contenidos
digitales que son altamente cambiantes, paralelo al desarrollo tecnológico de esta
industria. Como así también, debemos contemplar el carácter gradual de la
alfabetización, ya que los individuos tenemos dominio sobre diferentes áreas del
conocimiento, de alguna manera todos podemos ser considerados analfabetos o
no alfabetizados en algunos aspectos del conocimiento.

En síntesis, ambos cambios conceptuales, tanto los que aluden al carácter


social de las prácticas letradas (Antonio Viñao, 1992), como los que cuestionan el
simple análisis en términos de una competencia alcanzada, nos llevan a pensar la
alfabetización como un problema complejo, con límites imprecisos, en el que se han
incluido actividades que antes no eran consideradas.

Alfabetismo – Analfabetismo ¿dónde están los límites?

En la Encuesta Internacional de Alfabetización y Habilidades de Adultos


(International Adult Literacy and Skills Survey-IALSS, 2002) se destaca el siguiente
concepto: “El alfabetismo es la habilidad para utilizar información impresa y escrita
a fin de funcionar en la sociedad, alcanzar las propias metas, y desarrollar el
conocimiento y potencial de cada persona”.

En esta idea se destaca el aspecto social del alfabetismo y las posibilidades


de acceder a mejoras en la vida de los individuos, pero traspasando los límites
cognitivos personales, colocando el punto de atención en lo colectivo y las
interrelaciones que se plantean en ese conjunto, se destaca la relación entre la
alfabetización como puente para el desarrollo de las capacidades cognitivas y la
inclusión en el medio social. Por otra parte, cabe considerar el prefacio de Literacy:
A UNESCO Perspectiva (Paris, 2003): “La alfabetización es más que acerca de
aprender a leer y escribir; es acerca de cómo nos comunicamos en la sociedad.
Tiene que ver con prácticas y relaciones sociales, con el conocimiento, la lengua y
la cultura. El alfabetismo – el uso de la comunicación escrita – encuentra lugar en
nuestras vidas junto con otras formas de comunicación”.
Destacamos así, las distintas formas que toma el alfabetismo y la estrecha
relación con los enfoques sociales, el mismo se constituye en papel impreso pero
también lo hace desde las pantallas de computadoras y libros digitales, en la
televisión, en carteles, afiches y señales viales, o sea va más allá de la concepción
lingüística tradicional para pasar a ser un amplio canal de comunicación que nos
permite el intercambio con los otros, es un facilitador, un generador de
acercamiento en las relaciones sociales y culturales.

Queremos subrayar el aspecto liberador del alfabetismo, no solo como el


vehículo de comunicación y el posibilitador de expresiones, sino en el sentido más
amplio de la palabra libertad, entendida como el privilegio de los individuos para
obrar, manifestar y defender sus opiniones y creencias. Para los individuos
alfabetizados esta concepción pasa a ser vaga y está implícita, pocas veces se la
plantean, pero esta noción de libertad la aprecian en toda su magnitud aquéllos que
se encuentran marginados, destacamos las palabras de cierre del prefacio:
“Quienes usan la comunicación escrita la asumen como un dado, pero quienes no
pueden usarla están excluidos de muchas formas de comunicación en el mundo de
hoy. En verdad, son los excluidos quienes mejor pueden apreciar la noción de
‘alfabetización como libertad’.

Es en las últimas dos décadas que hemos comenzado a replantear el


concepto de alfabetización; inicialmente se prestó una vaga atención a lo que
significaba leer o escribir y a la forma en que los procesos de educación formal
facilitaban u obstaculizaban el aprendizaje. Las primeras discusiones académicas
sobre la alfabetización y la cultura escrita se vinculaban simplemente con la
escritura alfabética. Recién en 1986, la investigadora inglesa, Margaret Meek
Spencer, destacada en este campo; introdujo la noción de “alfabetizaciones
emergentes”, al analizar el juego de los niños con medios diversos.

En los años subsiguientes, muchos otros investigadores se han focalizado en


las “nuevas” o “múltiples” alfabetizaciones (Buckingham, 1993a) y dando paso al
análisis de la alfabetización visual (Moore y Dwyer, 1994); la alfabetización televisiva
(Buckingham, 1993b); la alfabetización en información (Bruce, 1997) y la
alfabetización cinematográfica (British Film Institute, 2000). Estos ejemplos de los
denominados estudios de las nuevas alfabetizaciones, han dado paso, así a una
nueva noción de “multialfabetizaciones” para expresar tanto la diversidad social
de las formas contemporáneas de alfabetización, como así también el hecho de
que los nuevos medios de comunicación requieren nuevas formas de competencia
cultural y comunicativa (Cope y Kalantzis,2000).

Alfabetización

Alfabetización Alfabetizaciones
Tradicional o Básica
Como competencia Emergentes

Lectura Cálculo Multialfabetizaciones

Escritura Visual

Emocional

Científica

Digital,
Entre otras

Televisiva
Existen muchas variantes del concepto de alfabetización, en todos los casos
se relacionan de alguna manera con la capacidad de los individuos para comprender
textos impresos y poder comunicarse por su intermedio. En la mayoría de las
definiciones actuales, se entiende a la alfabetización en términos relativos y no
absolutos ya que, se supone, no hay un nivel único de conocimientos que habilitan
a los individuos como “personas alfabetizadas”, sino que se da en multiplicidad de
niveles. No sólo debemos considerar la alfabetización en cálculo y en el uso de las
tecnologías, entre otras; si no considerar el valor social que tiene para los individuos
y las comunidades a las cuales pertenecen, destacando un valor intrínseco y
progresivo de las posibilidades de acceso al conocimiento y al mundo del trabajo de
los mencionados individuos.

Actividades de reflexión y revisión


1- ¿Por qué es importante atender la alfabetización en todas sus dimensiones
en relación a los grupos más vulnerables?

2- Alfabetizar ¿Es enseñar a leer, escribir y cálculo? Sí – No

justifique su respuesta.

3- Según José Luis Rodríguez Illea ¿Por qué es más correcto tomar el
concepto de “literacidad” cuando hablamos de alfabetizar?

4- En relación a la alfabetización, según su criterio, ¿qué puntos en común


comparten el concepto psicológico – social de la lectura y el concepto de
competencia, proceso y práctica?

5- Explique cómo ha cambiado la idea actual sobre el concepto de individuo


analfabeto. ¿Son sinónimos los conceptos de analfabeto e iletrado?

6- Nombre algunos de los soportes, nacidos con el enfoque social, que dan
forma al alfabetismo.
7- Justifique por qué la alfabetización puede ser considerada como un

proceso liberador.
Unidad 2

Alfabetización informacional y alfabetización digital


(multiplicidad)

Reconceptualización de la alfabetización.

A partir del avance de las nuevas Tecnologías de la Información y la


Comunicación (TIC), este proceso de alfabetización se ha modificado, en las últimas
décadas, los “nuevos estudios sobre alfabetización” (Street y Gee 2003) y los
trabajos sobre literacidad (Cassany, 2006) han generado una serie de
reconceptualizaciones acerca de las formas en que es definido y analizado el
proceso de alfabetización.

Es a partir de estos trabajos que se enfatizan varios puntos, a saber:

- El contexto cultural de apropiación por sobre la adquisición de


habilidades específicas.

- Las nuevas formas de comunicación en las sociedades


mediatizadas.

- La comprensión de los distintos tipos de textos, relacionados a las


prácticas sociales de los individuos.

- La alfabetización, en un sentido amplio, como un proceso dinámico


y continuo.

Es en este amplio marco, en el que debemos considerar a la alfabetización


digital como una arista más del concepto de alfabetización general y, en particular,
en las nuevas alfabetizaciones. En este aspecto Rodríguez Illera (2005, p.5)
destaca: “La consecuencia fundamental es aproximarse de otro modo a las
actividades humanas en las que hay una intermediación de la cultura escrita (esté
en el soporte en el que esté, sea papel o pantalla). Ampliar el concepto de
alfabetización más allá de los aprendizajes de lo sujetos no-alfabetizados (niños o
adultos), y ver prácticas culturales y de apropiación personal siempre que exista
mediación escrita”. Este acercamiento no sólo se da durante el aprendizaje de los
sujetos o cuando los consideramos competentes, sino que debemos considerarlo
en situaciones educativas no formales o en situaciones cotidianas. Parte de estas
ideas están en las bases de las nuevas conceptualizaciones, no solo relacionadas
con los nuevos estudios académicos sobre alfabetización, sino también vinculadas
a la práctica y cómo los nuevos medios las han influenciado en distintos contextos,
que traspasan lo educativo y abarcan el trabajo, el hogar o grupos de amigos.

Los nuevos estudios amplían el alcance de sus intereses:

a) Enfatizan el carácter plural de las alfabetizaciones (multialfabetizaciones),


no se limitan al lenguaje oral y escrito, teniendo en cuenta cualquier forma
de expresión comunicativa y cultural y reubican el papel del lenguaje en
los distintos sistemas de comunicación.
b) Elaboran una concepción crítica, donde se ubica la alfabetización como
un conjunto de decisiones políticas y sociales negando el carácter neutral.
c) Conectan la concepción crítica y el carácter plural con la educación,
tratando de redefinir el rol de los docentes y de los alumnos, poniendo
énfasis en los procesos de producción de ambos.
Partimos del concepto convencional que el docente ha sido alfabetizado en
el sentido tradicional y los alumnos están en el inicio y/o desarrollo del proceso de
alfabetización.

Pero consideramos que debemos replantearnos, si es, que se da esta


relación cuando nos referimos a la alfabetización digital, partiendo de una condición
de asimetría entre el emisor de conocimiento y el receptor del mismo, que no
necesariamente se mantiene.
Ya que ha cambiado la forma de comunicación en las sociedades
mediatizadas, no se reduce a modos orales y escritos del lenguaje, sino, que se
suman una gran variedad de signos, como son los gráficos, sonidos, diagramas,
fotografías, etc. De esta manera, la alfabetización deja de vincularse solo con la
lectura y escritura de textos y se amplía a la posibilidad de lectura y escritura de los
textos verbales, icónicos o audiovisuales y metamediales.

Distinguimos así, la definición de alfabetización mediática adoptada por el


ente británico de regulación de medios de comunicación: “Alfabetización mediática
es la capacidad de obtener acceso a comunicaciones, así como comprenderlas y
crearlas en una variedad de contextos” (Ofcom, 2004). De esta manera se trata de
contextualizar las implicancias que tienen los medios de comunicación en la
producción y consumo de los mismos. Las posibilidades de interactuar en forma
crítica, o sea poder entender y discriminar la información que circula, van más allá
de las habilidades o competencias necesarias para localizar y acceder a los
contenidos mediáticos utilizando la tecnología disponible.

Buckingham (2007, p.192) hace hincapié en diversos aspectos de esta


definición; pero fundamentalmente en el aspecto “acceso”, ya que es el más fácil de
identificar y medir, entendiendo por “acceso” a una forma de alfabetización
funcional; debido a que en esencia, se trata de si los individuos saben lo suficiente
sobre los medios y la tecnología para poder desempeñarse en la sociedad por lo
menos en un nivel básico e incluso a veces rudimentario.

También debemos considerar los aspectos sociológicos y antropológicos de


las investigaciones en este campo (Heath, 1983; Street, 1984). Las mismas
demostraron que no se puede considerar a la alfabetización un mero conjunto de
competencias que reside en la mente de las personas, si no que se realiza en y a
través de las prácticas sociales de distinto tipo. “Al estudiar la alfabetización no es
posible confinar la atención al encuentro aislado del lector y el texto: es necesario
tomar en cuenta el contexto interpersonal en el que tiene lugar el encuentro”
(Buckingham, 2007, p.192). Para el autor es esencial considerar dónde se lee un
texto, los motivos que llevan a su lectura y con quién se realiza esa lectura, sin dejar
de considerar los procesos sociales y económicos que disponen la producción y
circulación de dichos textos. Como consecuencia, la alfabetización se vincula con
la polémica respecto de quién tiene la propiedad y el control de la información, con
qué medios se genera y como se la distribuye. En este aspecto, Buckingham (2007)
estima que por una cuestión de necesidad social y de relaciones de poder la
definición de alfabetización es ideológica, abierta a la negociación e implica normas
particulares.

Es en este terreno, en el que Buckingham (2007) plantea el punto de tensión


entre un modelo social o crítico de la alfabetización mediática y el modelo basado
en competencias. En la alfabetización digital la mayoría de las concepciones casi
no se ocupan de estas cuestiones.

Breves consideraciones sobre la Alfabetización Digital.

El término “alfabetización digital” no es nuevo en realidad, se gestó


paralelamente a otros términos y a la evolución del concepto de alfabetización. Ya
en 1980 el concepto de “alfabetización informática” era utilizado en
argumentaciones a su favor, pero nunca se llegó a delimitarlo y definirlo claramente,
ni en sus metas ni en lo que en realidad implica (Goodson y Mangan, 1996). En
muchos casos la alfabetización digital queda reducida a un mero conjunto de
habilidades básicas que les permite a las personas operar de manera eficiente
herramientas de software o de recuperación y manejo de la información, y contiene
en sí misma una definición netamente funcional de la alfabetización.

Con el uso cada vez más generalizado de Internet, se da un giro a la


definición de “alfabetización digital”; el objetivo de la misma deja en parte de lado la
evaluación y producción de la información para enfocarse en localizar o utilizar la
información, sobre todo en la llamada WEB 1.0.
Destacamos las consideraciones de David Buckingham (2007, p.195) en
relación a este concepto: “No obstante, no es útil seguir pensando en términos de
“tecnología de la información”: con la convergencia cada día más marcada de los
medios (impulsada tanto por la tecnología como por la economía), los límites entre
“información” y otros medios son cada vez más difusos”

En este caso destacamos un ligero cambio de énfasis entre lo que se solía


denominar “tecnología de la información” y hoy ha pasado a llamarse “tecnología de
la información y la comunicación” (TIC), este cambio hace referencia a los usos de
la tecnología digital, aunque esta nueva forma de denominarla no ofrece una idea
cabal de cómo se da la confluencia entre las tecnologías de la información con otras
tecnologías de la representación, como son los medios audiovisuales, televisión y
cine, que al ser portadoras de imágenes no solo actúan sobre la imaginación sino
también sobre el intelecto.

Buckingham (2007) señala, que no es correcto diferenciar los medios entre


“nuevos” y “antiguos”, ya que los primeros suelen tomar formas de cultura
preexistentes y no se produce el desplazamiento de ellas, los nuevos medios no
reemplazan necesariamente a los anteriores, sino que se suman a la variedad de
opciones disponibles. En el campo de la cultura y las comunicaciones, normalmente
las tecnologías se complementan entre sí en formas complejas y muchas veces
imprevistas y es probable que ocurra algo similar con las tecnologías digitales.

De esta manera, básicamente la mayoría de las aproximaciones de la


alfabetización digital se ocupan de impulsar usos más eficaces del medio, tendiendo
a favorecer distintas habilidades como la búsqueda avanzada y localización de
recursos en medio de la proliferación de la Red. Estas habilidades son, sin lugar a
duda, importantes, pero los individuos requieren en relación a los medios digitales
capacidades que van mucho más allá, necesitan estar en condiciones de evaluar y
usar la información en forma crítica para poder transformarla en conocimiento, al
igual que ocurre con la letra impresa.
Hipertextos y su uso.

Con estas consideraciones la definición de “alfabetización digital” va más allá


de un concepto funcional y de acumulo de habilidades, en muchos casos
mecánicas, si no que nos lleva a plantearnos la estrecha relación que existe entre
la alfabetización digital y la formación de lectores críticos e hiperlectores (Burbules;
Callister, 2001), sin dejar de considerar a los navegadores y los usuarios, debido a
que los individuos podemos pasar de una a otra categoría de acuerdo a nuestras
necesidades y grados de utilización.

Burbules y Callister (2001) distinguen enfoques diferentes de la forma de


abordar los sistemas hipertextuales por parte de las personas, en especial respecto
de la necesidad y grado de utilización de los materiales para llevar a cabo
asociaciones específicas entre elementos textuales, como así también de sus
habilidades para identificar y establecer asociaciones durante su propio proceso
activo de lectura.

Los “navegadores” son superficiales y curiosos, no usan guías para buscar


información y lo único que les interesa es “desplazarse” por la Web, es posible que
los individuos incluidos en este grupo vean muchos elementos textuales, pero no
pretenden establecer asociaciones o patrones entre ellos de modo activo, ni
necesitan saber cómo incorporar cambios o agregados a la información hallada.

En cambio, los “usuarios”, tienen ideas bastante claras sobre lo que desean
encontrar, buscan información específica, requieren datos orientadores que exhiban
cierto grado de precisión, buscan signos que indiquen el camino que quieren
recorrer; pero una vez que encuentran lo que desean, su tarea finaliza.

Por último se destacan a los “hiperlectores”, que exigen mucho más de los
hipertextos, ya que no sólo necesitan y usan los recursos y guías para movilizarse
dentro del sistema, sino que además tienden a participar en los medios que les
permitan modificarlos e intervenir activamente, en relación a sus propias lecturas.
En función de su objetivo, los usuarios pueden cambiar estos enfoques en
relación a los materiales con que se encuentran en la Web, pudiendo pasar de uno
a otro enfoque incluso en una misma sesión de navegación.

De esta manera no diferenciamos grupos de personas lectoras, sino que


distinguimos los enfoques en la forma de aproximarnos, el grado de utilización y las
asociaciones que realizamos de la información que está en los hipertextos. Como
señalan Burbules y Callister (2001) en relación a lectura activa de los hipertextos
“Creemos que para ocuparnos de asuntos tales como la organización y diseño de
los hipertextos es necesario establecer diferencias entre las clases de lectores que
estarán en contacto con ellos, ya sea en medios educativos o de otra naturaleza”.

En una línea de pensamiento similar, Laura Gurak (2001) destaca la


“ciberalfabetización” y sostiene que para estar verdaderamente alfabetizados en la
Red, los usuarios deberíamos entender las fuerzas económicas y políticas que
están determinando a las tecnologías de la información. Para ella, la “alfabetización
tecnológica” se limita a que los usuarios sepan usar una computadora y hacer
búsquedas por Internet, distinguiendo así un nuevo concepto: el de “alfabetización
crítica”, la cual supondría la capacidad de comprender y arribar a los juicios
fundados respecto del lugar de la tecnología dentro de la sociedad y la cultura.

De esta manera la alfabetización pasa a ser considerada como “múltiple”, ya


que se presentan distintos tipos como la inicial, la informacional, la audiovisual, la
digital, la tecnológica, la mediática, entre otras, las mismas presentan varios puntos
de contacto entre sí, como señalan Marina Landau, Juan C. Serra y Mariano
Gruschetsky (2007, p.10) en el documento Acceso universal a la alfabetización
digital. Los mismos autores distinguen que: “a la alfabetización digital le
corresponde el ámbito específico del desarrollo de los saberes vinculados a las
tecnologías de la información y la comunicación”.

Pero consideran a ésta una definición restringida, que se basa en destrezas


en el uso de herramientas para computadoras y que sólo contempla una de las
dimensiones de la alfabetización digital. Las definiciones que consideran otras
dimensiones, como en el caso de Bawden (2002) incluyen: el conocimiento que está
en la Red, las fuentes, los distintos tipos de información, como se la elabora, la
capacidad de publicar y difundir la información producida, etc. De esta manera la
alfabetización digital puede ser definida como una competencia compleja de
diversas capacidades asociadas al análisis, uso y producción de herramientas e
información en soportes digitales.

Debemos aclarar que así como la lecto – escritura ya no son consideradas


como una simple adquisición de habilidades relacionadas a las destrezas motoras,
a la decodificación o a la trascripción del habla, la alfabetización digital tampoco es
una habilidad que se ejerce sobre una serie de herramientas tecnológicas.

Estos autores incluyen a la alfabetización digital en el ámbito de la


alfabetización general, entendida como “los conocimientos y habilidades para el
desarrollo pleno del individuo en el medio social y laboral en pos de la consolidación
de una sociedad democrática y plural”. Resaltan como los contenidos de la
alfabetización varían históricamente, durante los últimos siglos estuvieron
vinculados al Estado-Nación; pero en la actualidad se le suma el acceso a una
cultura global que trasciende y diluye las fronteras nacionales.

Nuevos campos del saber.

En este marco, el concepto de alfabetización digital hace referencia a los


nuevos campos del saber, relacionado a las transformaciones, habilidades y
destrezas necesarias para el desempeño laboral y social en las sociedades
mediatizadas. Sin embargo, la alfabetización digital se presenta como un espacio
con escasos consensos en torno a los contenidos que este término debe incluir,
debido a que los mismos cambian rápidamente, tanto por las transformaciones de
los entornos tecnológicos, como en los nuevos aportes de los campos de saber que
lo nutren.
Por otro lado, Rafael Casado Ortiz (2006, p.68), en el capítulo Alfabetización
digital ¿qué es y cómo debemos entenderla?, destaca en este sentido “En el mundo
académico existe un antiguo debate sobre qué es y en qué debe consistir la
alfabetización digital. No existe un claro acuerdo sobre cómo debiéramos llamar al
proceso de acercamiento de los ciudadanos a las tecnologías de la información y el
conocimiento”.

Basándonos en una acepción amplia y abarcativa del concepto,


consideramos que es un proceso de adquisición de conocimientos necesarios para
utilizar correctamente las TIC y responder críticamente a los estímulos de los
entornos de la información y la comunicación. Por un lado, el autor, define
“alfabetización” como un proceso continuo que va más allá de la capacidad de leer,
escribir, comprender elementalmente un concepto o manejar un instrumento en
forma básica. Por otro lado, entiende por “digital” a todas las manifestaciones
sociales y culturales que se originan, apoyan o transmiten con los recursos de las
tecnologías de la información y el conocimiento, de tal forma se distingue la
alfabetización instrumental que será la base de la alfabetización “transformadora”.
De esta manera trata de eludir la discusión académica, para él, cada autor incluye
matices propios para diferenciarse de los otros autores y se generan así una
variedad de términos como alfabetización digital, informacional, computacional,
tecnológica, electrónica, etc.

Se señala así la necesidad y la importancia de apropiarnos socialmente de


las TIC porque tienen una potencia transformadora individual y social, en
consecuencia la alfabetización digital, como un proceso continuo, es indispensable
ya que su trasfondo está referido a la información, al conocimiento y la sabiduría y
no debe desligarse de la educación en general y los valores.

Para él, estar alfabetizado digitalmente es poseer la formación indispensable


para sobrevivir en la sociedad de la información y poder actuar críticamente sobre
ella, se trata de entender los fines últimos de la educación como un instrumento de
transformación social. Considera a la alfabetización como un proceso dinámico, por
el cual se llega a la alfabetización digital. Diferencia: información, conocimiento y
sabiduría, como los caminos por los que accedemos a la apertura de nuevas
posibilidades cuando se manejan los medios (como Internet, telefonía celular) y
entendemos sus lenguajes y sintaxis.

A partir de estas consideraciones, podemos decir que Rafael Casado Ortiz


(2006) apuesta por un modelo de alfabetización digital activo, un proceso dinámico
donde entrecruza varias dimensiones, con una base ética-política que va más allá
de la simple adquisición de destrezas en el campo de la informática, un modelo que
demanda conocimiento, habilidades, toma de conciencia y actitudes críticas.

Alcances de la Alfabetización Digital.

Cecilia Castaño Collado (2006, p.85), en el capítulo “Alfabetización digital:


inclusión y género”, repara en que las tecnologías están produciendo cambios muy
importantes en nuestras vidas y a partir de estos cambios, resalta como una
cuestión clave en estos momentos la alfabetización digital, advirtiendo que
fácilmente se confunde la sociedad de la información con la difusión de las
tecnologías, resalta que: “Saber utilizar las tecnologías de la información nos da
poder como individuos y como colectivos, por eso es tan importante la alfabetización
digital”, ya que para la autora, debemos tener presente que la sociedad de la
información sigue siendo una sociedad formada por personas, no por las
tecnologías y el conocimiento que tenemos sobre esas tecnologías son las que nos
otorgan el poder.

Destaca que en la importancia de la alfabetización digital reside la clave de


inclusión de los individuos, preguntándose tangencialmente cómo se resuelve el
tema de la brecha digital de uso en relación a las desigualdades previamente
existentes en algunos grupos sociales.

Amplía esta definición al indicarnos que implica también adquirir


conocimientos de búsqueda, clasificación, evaluación y presentación de la
información, para ella ningún individuo debería salir del sistema escolar sin manejar
estos cuatro conceptos señalados. De tal manera, la aborda desde varias
perspectivas y considera varios niveles dentro de la alfabetización, como así
también los significados de la misma y su relación con la brecha tecnológica, para
unos; y brecha social, para otros.

Analiza cuatro perspectivas relevantes de la alfabetización digital:

1- Perspectiva Técnica: considerándola predominante y puramente técnica, pasa


a ser una destreza en sí misma, se relaciona directamente con el manejo y
funcionamiento del software y hardware.

2- Perspectiva Aplicada: toma a la alfabetización digital como la posibilidad de


aprender a usar las tecnologías en un contexto social, que nos permitirá la
resolución de problemas y qué mejoras trae en cada aspecto de nuestra vida
laboral, social, etc.

3- Perspectiva Social: en ella, destaca la construcción del capital humano para la


sociedad que le da origen, o sea la sociedad de la información.

4- Perspectiva Ética: la alfabetización digital es tomada desde el punto de vista


del desarrollo individual de las personas, siendo un derecho por cuanto puede
condicionar la participación y la inserción social.

También deberemos destacar el papel que cumplen todos aquellos que


constituyen un modelo de transmisión e imitación para las sociedades, como por
ejemplo los profesores, los maestros, los funcionarios, médicos y todos aquellos
individuos que tengan un rol social relevante, a este grupo la autora los denomina
“usuarios clave”.

En cambio, para D. Buckingham (2003) son cuatro los aspectos conceptuales


que deben considerarse como componentes esenciales de la alfabetización en
medios, si bien los medios digitales plantean continuamente nuevos interrogantes y
requieren nuevos métodos de investigación, éstos cuatro conceptos del marco
conceptual nos permiten elaborar un mapa de los distintos campos, los mismos se
resumen en:
- Representación: al igual que todos los medios, los medios digitales no solo
reflejan el mundo, sino que lo representan, interpretan y recortan la realidad en
forma particular y es inevitable que plasmen valores e ideologías, debemos estar
capacitados para analizar las motivaciones de quienes lo crearon y tener la
posibilidad de comparación con otras fuentes.

- Lenguaje: para el autor una persona verdaderamente alfabetizada no sólo


puede usar la lengua, sino que sabe cómo ésta opera, teniendo una comprensión
de las formas tradicionales y particulares de la comunicación, suponiendo una
conciencia de los códigos más generales de los distintos géneros en particular, es
decir, adquirir habilidades analíticas y un metalenguaje para poder entender y
describir la manera en que funciona el lenguaje. Subrayamos en este ítem los
conceptos de Burbules y Callister (2000) referidos a incluir una conciencia
sistemática de cómo se construyen los medios digitales y la retórica particular en la
comunicación interactiva.

- Producción: la alfabetización también implica comprender quiénes son los


que se comunican y por qué, los usuarios (jóvenes sobre todo) tenemos la
necesidad del deber ser conscientes de la creciente importancia de las influencias
económicas, generalmente invisibles para los mismos, a los que nos vemos
sometidos desde las publicidades subyacentes.

- Público: la alfabetización digital, y más particular en medios, implica adquirir


conciencia al respecto de nuestra posición como miembro de un público, sea lector
o usuario. Debemos llegar a comprender como se dirigen los medios a los diversos
tipos de públicos y qué uso hacen ellos de los medios.

Evidentemente es necesaria una revisión integral de la alfabetización que


integre las nuevas tecnologías al desarrollo curricular y las necesidades de los
individuos, se plantea un nuevo modelo integral de alfabetización. Debemos
distinguir entre la alfabetización instrumental y la verdadera alfabetización centrada
en contenidos crítico-reflexivos: aquella que reflexiona no tanto en cómo utilizamos
la tecnología, sino en cuanto a su importancia en los impactos sociales, en lo que
significa para el control de la información y la relevancia de las nuevas comunidades
virtuales, entre otras.

A partir de estas consideraciones sobre la alfabetización digital y cómo los


individuos accedemos y las utilizamos, llevan en sí mismas el análisis de qué es la
brecha digital.

Creatividad

Entendimiento
Colaboración social y
cultural

Habilidad
Para encontrar Pensamiento
Literacidad crítico y
Y Seleccionar
evaluación
La información Digital

Comunicación Seguridad
Efectiva En línea

Habilidades
Funcionales
Actividades de reflexión y revisión
1- ¿Cómo han influenciado las Nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación (Tic) en el proceso de alfabetización? Explique brevemente.

2-¿Por qué debemos considerar a la alfabetización en un sentido amplio?

3- En el contexto educativo ¿en qué lugar ubicaría la alfabetización digital?

4- ¿Por qué se debe enfatizar el carácter plural de las multialfabetizaciones?

5- Analice la siguiente afirmación: “La alfabetización se encuentra sólo


vinculada a la lecto – escritura” ¿Está de acuerdo con esta afirmación? Si –
No. Justifique.

6- ¿Cuándo nació la idea de alfabetización digital?, ¿Cómo evolucionó esta


definición y de acuerdo a qué parámetros?

7- De acuerdo a la clasificación de Burbules y Callister, complete el siguiente


cuadro señalando los tipos de individuos que se distinguen en el uso de
Internet y algunas de sus características:

Tipo de individuos Características


8- Según Rafael Casado Ortiz ¿a qué tipo de alfabetización debe tenderse?,
señale algunas de sus características:

9- Señale los aspectos claves para la alfabetización digital según el criterio de


Cecilia Castaño Collado, compárelos con los planteados por Buckingham.

10- Indique tres características de la literacidad digital que considere


relevantes en sus prácticas áulicas. Justifique su elección:
Unidad 3

La alfabetización digital: su accionar sobre la brecha digital y

social.

Objetivos:

 Analizar la relación existente entre la brecha digital y las desigualdades socio


– económicas.
 Reflexionar sobre las expectativas relacionadas al acceso de las Nuevas
Tecnologías de la Información y la Comunicación y la brecha digital.
 Conocer y analizar distintas perspectivas de la brecha digital.
 Relacionar el avance de la Sociedad de la Información y el acceso a ella en
relación a la merma de la brecha digital.

Contenidos:

Desigualdad y Brecha.
Brecha Social y de Género.
Sociedad de la Información y Brecha digital.
Desigualdad y Brecha.
Teniendo en cuenta que el concepto de alfabetización digital está incluido en
el ámbito de alfabetización general, entendiéndose por ésta como el conjunto de
conocimientos y habilidades para el desarrollo pleno de los individuos en los medios:
social, de formación y laboral en pos de una sociedad equitativa y plural en un
mundo cada vez más globalizado. Deberemos hacer una breve referencia a lo que
actualmente se denomina Brecha digital (S. Moores, 1996) y la relación existente
entre ésta y el acceso a las nuevas tecnologías.
Frente a un escenario mundial de concentración de la información y
exclusión, es vital el papel que juegan las nuevas tecnologías; y las oportunidades
que ellas generan y así, ser utilizadas para reducir la brecha no sólo entre quienes
tienen acceso y quienes no lo tienen, sino entre aquellos que interactúan con los
medios y los recursos, modificándolos e interviniendo activamente con ellos.
Los avances en las Nuevas Tecnologías son uno de los pilares que permiten
fortalecer el cumplimiento del derecho a la educación, a través de entornos de
aprendizajes formales, no formales e informales, pudiendo ser éstos sincrónicos o
asincrónicos, sostenidos en una estructura de red, como la de Internet. Debemos
destacar que la escuela, que constituye la institución donde los educandos deben
estar, no sólo para acceder a información y conocimientos sino para garantizar los
procesos de socialización, inclusión y formación de ciudadanía, es el espacio ideal
para comenzar los procesos de alfabetización en todas sus dimensiones y en la
actualidad la alfabetización digital, permitiendo así generar una disminución de la
brecha digital evidente y casi tangible.
Organismos como el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación
(3) en muchos de sus trabajos señalan, que la mayoría de los estudios orientados a
esclarecer la relación entre educación y equidad social coinciden en centrar la
atención en la educación como una condición indispensable para el logro de una
sociedad más equitativa.

(3) IIPE- UNESCO, Sede Regional Buenos Aires. http://www.iipe-buenosaires.org.ar/


Los argumentos que permiten pensar a la educación como una instancia
previa a la equidad, como su condición de posibilidad, son muy diversos, pero
podemos mencionar dos de los más decisivos. Por un lado se sabe que quienes no
tienen acceso a la educación carecen de las competencias necesarias que los
habilitan para una inserción laboral exitosa; y como consecuencia de ello, estos
sujetos excluidos del sistema educativo son además marginados respecto del
principal mecanismo social de distribución de la riqueza, el mercado de trabajo,
consolidando así uno de los modos de reproducción de las desigualdades en
nuestras sociedades. A esta situación se suma aquella que sostiene que quienes
no acceden a una educación de calidad tienen limitadas las posibilidades de un
pleno ejercicio de sus derechos y de participación en la sociedad, lo cual se traduce
en un debilitamiento de su condición de ciudadanos.
Ambas perspectivas coinciden en que no es posible promover estrategias de
desarrollo e integración social fundadas sobre una distribución inequitativa del
conocimiento.
La integración de las Nuevas tecnologías en el sistema educativo forma parte
de las agendas de política educativa de la mayoría de los países del mundo. En
todos los casos se reconoce la necesidad de mejorar la calidad educativa
adaptándola a las necesidades de la Sociedad de la Información, las nuevas
demandas de la economía global y los nuevos requerimientos del mercado laboral.
Se establece así una estrecha relación discursiva entre la integración de las TIC y
la calidad de la enseñanza, relacionada directamente con la alfabetización
informática por un lado y en un sentido más amplio, el de la alfabetización digital,
como competencia, por el otro.
Burbules y Callister (1997), describen el “sueño tecnocrático”, una crítica a
las expectativas de muchos humanos sobre la tecnología, describiendo tres
representaciones diferentes, a saber:
1- La tecnología como panacea: donde se asigna a la tecnología la posibilidad
de solucionar los inconvenientes y problemas educativos, se le atribuye a la
tecnología el poder por si misma de mejorar la calidad de varios aspectos del
sistema educativo, pero sin reflexionar realmente que alcances tiene la
misma sobre esos procesos, esta perspectiva está habitualmente asociada
a los discursos políticos que ubican a las tecnologías como “sujetos” del
cambio social pero sin tener en cuenta los actores y procesos sociales reales,
ocultando en parte lo que verdaderamente ocurre, por ejemplo la simple
digitalización enunciada como Sociedad de la Información o el Conocimiento.

2- La Computadora como herramienta: en este caso toda la responsabilidad de


la utilización tecnológica recae sobre el tipo de uso que se realice por parte
de los actores sociales, señalan que las computadoras no son ni buenas ni
malas, sino que depende de las acciones realizadas por los usuarios.
Podemos observar que en el primer caso toda la responsabilidad recae sobre
la tecnología, en este caso recae sobre las personas.

3- Enfoque Post-tecnocrático: aquí se argumenta la necesidad de salir de las


dicotomías entre “bueno” y “malo”, “beneficios” y “perjuicios”. “tecnofóbicos”
y “tecnofílicos”, etc. Las dicotomías se plantean porque las tecnologías
acarrean tendencias acerca de sus posibilidades de uso y propósitos a los
cuales sirven. Como propuesta este enfoque plantea que los usuarios
debemos ser reflexivos y críticos frente a las consecuencias inesperadas del
uso de dichas tecnologías; ya que el impacto de las mismas es impredecible
y conllevan tanto aspectos positivos como negativos.

La realidad, es que se deben generar y evaluar nuevos entornos de


enseñanza y aprendizaje que permitan aprovechar las posibilidades que brindan las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación para adquirir nuevas
competencias, que no son exclusivas de los ámbitos escolares formales, sino que
atraviesan a la sociedad en su conjunto.
Brecha Social y de Género.
Pero la brecha digital también se encuentra vinculada a las desigualdades en
los niveles sociales y de género. Buckingham (2007) en este sentido nos señala la
existencia de un riesgo manifiesto de que el uso de tecnología en las escuelas
profundice las desigualdades actuales, refiriéndose a las relacionadas a la clase
social o al género. En forma reiterada, las investigaciones revelaron que los niños
de familias de clase trabajadora tienen menos probabilidades de tener una
computadora hogareña o que accedan a esta clase de “capital cultural” (Levingstone
y Bober, 2004; Roberts, 2003).
No debemos dejar de considerar, que estas desigualdades se vean
acentuadas por la desigual asignación de fondos a los distintos establecimientos
escolares y las zonas o regiones donde ellos se encuentran establecidos.
En relación a la brecha digital y género Cecilia Castaño Collado (2006) nos
señala que la alfabetización es la clave de la inclusión digital y de la sociedad de la
información para todos, ya que se está observando que en los países desarrollados
la brecha digital se reduce desde el punto de vista del acceso a las tecnologías pero
no ocurre así desde el punto de vista del uso.
Considera a la inclusión como el interés o habilidad por las tecnologías y
destaca que ocurre a partir de procesos de aprendizaje social, que se dan por una
compleja interacción entre la educación, trabajo, diversión, consumo y ocio. No
surge de manera natural o por la simple difusión de las tecnologías.
Castaño Collado (2006, p.88) hace hincapié en el informe Sigris (2004)
referido a las estrategias de inclusión de género en la sociedad de la información,
nos llama la atención sobre algo fundamental: “No hay que confundir la inclusión
con la difusión. O lo que es lo mismo: para desarrollar la sociedad de la información
no basta con poner ordenadores”, concepto que comparte con Buckingham (2007).
Creemos que es conveniente resaltar que estas consideraciones sobre inclusión y
difusión trascienden al género, pueden realizarse reflexiones similares y
extrapolarse a otros intentos de inclusión, como lo son la social, la regional y la
económica.
La autora destaca, a partir de sus investigaciones, que la brecha digital de
género se plasma principalmente por dos tipos de problemas, las condiciones
laborales femeninas, por un lado, y determinados problemas institucionales y
culturales, por otro. Las mujeres realizan sus actividades laborales en ámbitos
menos informatizados, como la educación, la salud, los servicios sociales; se suma
que los ingresos de las mujeres en general, son más bajos que los de los hombres,
y tienen menos tiempo, todo esto incide directamente sobre el acceso y sobre el
uso.
La brecha digital por género, es significativamente distinta en sociedades en
las que las leyes y los programas de los estados promueven que las mujeres
accedan a una amplia gama de oportunidades, mientras que en países menos
desarrollados, que las mujeres no tengan oportunidades de acceso y educación en
las nuevas tecnologías, es un reflejo de las carencias estructurales que colocan a
un porcentaje de la población en situación de pobreza, en muchos casos endémica.
Para Buckingham (2007), que reconoce que los medios digitales han venido
a ocupar un sitio central en la vida extraescolar de los jóvenes, ya que ellos no se
encuentran con la tecnología por primera vez en la escuela, como ocurría hacia
fines de 1980, nos señala que los jóvenes interactúan de una manera diferente que
la de los adultos en relación a estos medios, desarrollando nuevas habilidades y
competencias.
Pero a pesar de ello no podemos caer en una postura ingenua en relación al
tema de la brecha digital, para el autor la “vieja” brecha digital sigue siendo un factor
de peso, las desigualdades permanecen en el tiempo no solo referidas a las
posibilidades de acceso a la tecnología por parte de los jóvenes, también debemos
considerar el bagaje cultural que es necesario para su utilización.
De tal manera nos indica que existe cierta fantasía contemporánea, un
estereotipo denominado “generación digital” detrás del cual se ocultan las
dificultades y frustraciones en relación a este tema tanto en jóvenes como en
adultos, para él la brecha digital se está dando cada vez más amplia entre la cultura
de la escuela y la cultura extraescolar, temiendo que la escuela se aleje cada vez
más de los intereses de los estudiantes, se encontraría en una propuesta lúdica del
aprendizaje una de las bases para solucionar esta brecha. Desde ya debemos
considerar que la alfabetización informacional y digital sería otro de los soportes en
relación a tratar de disminuir estás desigualdades.
Estas dos bases mencionadas, son solo una parte del conflicto en la brecha
digital, no debemos olvidar la necesidad de que los Estados piensen y lleven a cabo
políticas sociales y económicas para bregar en pos de una disminución de la misma.

Sociedad de la Información y Brecha digital.

La Sociedad de la Información ofrece tal abundancia y posibilidades de


contenidos, basándose en el intercambio de los mismos entre los individuos en todo
el mundo; y casi siempre es vista como el remedio a las muchas carencias que
padece la humanidad. Numerosos autores, especialmente los más conocidos
promotores de la Internet, suelen tener visiones optimistas acerca de las
capacidades igualitarias y liberadoras de la red, como es el caso de Gates (1999) y
Negroponte, (1995).

Sin embargo, las nuevas tecnologías y en particular Internet, igual que


cualquier otro instrumento para la propagación y el intercambio de la información,
no resuelve por sí sola los problemas del mundo. De hecho, ha sido casi inevitable
que reproduzca algunas de las desigualdades más notables que existen. Mientras
las naciones más industrializadas extienden el acceso a la red y las TIC entre
porcentajes cada vez más altos de sus ciudadanos, Internet sigue siendo ajena a
casi la totalidad de las personas en los países más pobres o incluso en zonas y/o
segmentos de la población marginada, aún en los países más desarrollados.

En el mundo digital se difuminan las fronteras convencionales, una


característica de la WEB es que no hay un centro y por lo tanto, tampoco una
periferia. Todos podemos ser el centro, aunque jamás sepamos qué tan lejos se
ubica la periferia. Las fronteras no se encuentran en el mundo virtual, sino en el
mundo real. La más importante de estas fronteras, es la ya señalada desigualdad
en el acceso a los recursos informáticos, que no es sino la expresión de las
dificultades para extender la cultura y los medios para aprehenderla entre las
grandes mayorías en los países de menor desarrollo.

Los nuevos recursos tecnológicos constituyen una oportunidad enorme para


afianzar la presencia global de las naciones, al mismo tiempo que se acrecientan la
cultura y la creación universales; pero para que esto realmente ocurra y se
manifieste, son necesarias políticas intencionales de largo alcance para permitir la
conexión a las redes informáticas, su utilización y tránsito por los canales de
información. Mientras tanto, nos encontramos ante dos conjuntos de personas. El
primer conjunto formado por aquellos que tienen los medios necesarios para
acceder a los nuevos recursos tecnológicos; el segundo, mayoritario, formado por
aquellos individuos que por una u otra razón no tienen acceso a los mismos
recursos, la diferencia entre estos dos grupos de personas, es lo que denominamos
Brecha Digital.

Estar en el lado mayoritario, menos afortunado de la brecha, significa que


hay menos oportunidades para tomar parte en la nueva economía, sustentada en la
información, ya que muchos más empleos se encuentran relacionados directa o
indirectamente con estas tecnologías. También significa que hay menos
oportunidades para participar de la educación, la capacitación, las compras, el
entretenimiento y las oportunidades de comunicación que están disponibles en
línea. En general, aquéllos que son pobres y viven en áreas rurales están cerca de
20 veces más en riesgo de quedar rezagados que los más prósperos residentes de
las áreas urbanas (4)

Así, la brecha digital aparece como una de las cuestiones más críticas para el

desarrollo de la Sociedad de la información . Se la propone como una carencia

crítica ante las necesidades de desarrollo económico, social y cultural.

(4 ) World Resources Institute, 2000 - (Instituto de Recursos Mundiales).


En la Declaración de principios de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la
Información, se señala con énfasis:” Somos plenamente conscientes de que las
ventajas de la revolución de la tecnología de la información están en la actualidad
desigualmente distribuidas entre los países desarrollados y en desarrollo, así como
dentro de las sociedades. Estamos plenamente comprometidos a convertir la
brecha digital en una oportunidad digital para todos, especialmente aquellos que
corren peligro de quedar rezagados y aún más marginados” (WSIS, 2004).

El Plan de Acción de la Cumbre destaca la necesidad de establecer


indicadores y puntos de referencia más precisos, como así también, el
reconocimiento de que cualquier cambio significativo en el equilibro entre usuarios
y no usuarios se manifestará en crecimiento económico, esto implica que la brecha
tiene su raíz en cuestiones más profundas y estructurales.

Norris (2001) intenta conceptualizar la brecha digital en términos más


analíticos, se basa en la importancia que las TIC e Internet tienen para las naciones
en desarrollo, gracias a la promesa de mayor productividad y su potencial
participativo. Dividiendo así la cuestión en tres niveles, para él existe una brecha
entre naciones, a la que denomina brecha global; a los individuos los separa en
info-ricos e info-pobres, para indicar la brecha social; y por último, diferencia a
quienes utilizan el potencial de Internet para aumentar su participación en el proceso
político y aquellos que no, denominando a ésta última brecha democrática. De tal
manera Norris trata de definir la brecha digital como un conjunto de deficiencias de
acceso que afectan el desarrollo potencial que podría surgir del uso de tecnología.
La brecha debe atacarse para emparejar las diferencias, permitiéndoles a todos los
posibles usuarios aprovechar el potencial de la tecnología y de los recursos
disponibles a través de ella.

Existen otros modelos más sofisticados (5) para explicar y plantear la brecha
digital en la sociedad de la información, como es el caso propuesto por Chen y

(5) Di Maggio y Eszter (2001) – Gandy (2002) – Tanner (2003)


Wellman (2003) en el que entrecruzan las distintas brechas ubicándolas en cuatro
perspectivas:

Acceso a la tecnología.
Alfabetización tecnológica.
Acceso social.
Uso social.
Se basan principalmente en considerar el uso que realmente hacen las
personas de las TIC y de Internet, en este caso, la brecha se entiende como una
serie de deficiencias existentes previamente. Salvar la brecha para este modelo, no
solo es una ruta para acceder a la abundancia de información, sino también, como
un camino posible para ayudar a corregir o hacer desaparecer varias de las brechas
preexistentes en una sociedad dada, resultando así una solución estructural a
muchos de los problemas del mundo en desarrollo, pero no se deben tomar en
forma aislada a modo de respuesta mágica a los problemas existentes.

La aproximación directa a la realidad del uso de las nuevas tecnologías


puede servir para realizar un análisis más adecuado y preciso, pudiendo hacer
posible una comprensión más adecuada del conjunto de carencias que estaría
detrás de la idea de una brecha digital.
SOCIEDAD DE LA

INFORMACIÓN

Interacción con los Medios

Desigualdades

Uso de NTIC

BRECHA DIGITAL

Multidimensiones

Desigualdades
Hombres Mujeres
Socio - Económicas

BRECHA de
BRECHA DIGITAL
ACCESO
de GÉNERO

Disminuyen con Alfabetización Informacional y alfabetización digital


Actividades de reflexión y revisión
1- ¿Qué relación existe entre la Brecha digital y la concentración de la
información?
2- ¿Qué entornos de aprendizaje se plantean para los entornos virtuales?
3- Acorde a lo leído ¿Por qué y para qué la alfabetización digital debe incluirse
en el proceso de alfabetización general y en las escuelas?
4- ¿Por qué es necesario generar nuevos entornos de enseñanza y
aprendizaje? A su criterio ¿sólo se accede a ellos con la alfabetización digital?
5- Indique las diferentes brechas digitales de acuerdo a las perspectivas
analizadas. Destaque tres características distintivas en cada una de ellas.
6- Acorde a su criterio ¿Cómo define el término “brecha digital”? Destaque
algunas de las particularidades negativas implícitas en este concepto.

7- ¿Cuál es la primera brecha a salvar dentro de las variantes de la brecha


digital? Considere que es un punto coincidente en todos los autores
mencionados.

8- ¿Qué consideraciones se deben tener al diferenciar la inclusión y la


difusión? ¿Cree que la difusión aumenta la inclusión en la sociedad de la
Información?

9- La brecha digital de género sigue siendo muy amplia en el mundo, muchas

naciones realizan grandes esfuerzos para reducirla, pero no siempre los

logros son los esperados. ¿Evidencia usted en su lugar de trabajo, comunidad

o ciudad la existencia y/o persistencia de la brecha digital relacionada al

género? Si la respuesta es afirmativa ¿A qué motivos cree que se debe?

10- Explique la relación existente entre la Sociedad de la Información, la


brecha digital y el acceso a las NTIC.
11- Escriba epígrafes explicativos para las siguientes imágenes. Relacione

con la temática de la brecha digital y su remediación.


Unidad 4

Sociedad de la información; TIC ante la igualdad de


oportunidades

Objetivos:
 Analizar la relación existente entre la Sociedad del Conocimiento y las
nuevas tecnologías.
 Analizar algunas vertientes sociopolíticas y económicas en relación a las
posibilidades de inserción de los individuos en la Sociedad de la Información.
 Conocer los componentes básicos de éste proceso social.
 Reflexionar sobre el nuevo paradigma en los procesos de enseñanza y de
aprendizaje acaecido por la conformación de la Sociedad del Conocimiento.

Contenidos:

“Revolución Digital” y la Sociedad del Conocimiento.


Acceso a la Sociedad del Conocimiento.
Prioridad social de conocimiento.
“Revolución Digital” y la Sociedad del Conocimiento.

Para Manuel Castells (1998), la Sociedad de la Información es una fase del


desarrollo social, que se caracteriza por la capacidad de quienes la componen de
obtener y compartir información en cualquier momento y lugar, casi en forma
instantánea. De esta manera, la Sociedad de la información va apareada
indefectiblemente a la tecnología en general y a las Nuevas Tecnologías de la
Información (TIC). La comunicación, la productibilidad, la competitividad y el poder
son particularidades de esta sociedad y dependen sustancialmente de la capacidad
de generar conocimiento y de procesar la información, esta capacidad se amplía
por el poder de las tecnologías de comunicación interactiva sobre todo con Internet
y la telefonía celular.

Es así como la geografía se desdibuja, se presenta un nuevo mapa mundial,


no delimitado por fronteras sino por Redes de información, que incluyen o excluyen
a personas físicas, empresas, regiones e incluso ciudades, según el valor que
tengan en la economía en general y del conocimiento en particular.

La expresión “Sociedad de la Información”, también denominada en algunos


casos, como “Sociedad del Conocimiento”, se ha popularizado a partir de su uso,
cada vez más constante, en diversas iniciativas públicas; pero en realidad, se gesta
en los años sesenta, cuando comenzó a percibirse que la Sociedad Industrial estaba
evolucionando hacia una nueva sociedad en la cual se destaca el procesamiento y
manejo de la información, designando una nueva forma de organización de la
economía y la sociedad.

Acceso a la Sociedad del Conocimiento.

Los cambios sabemos que son inevitables, las nuevas posibilidades se


brindan como amplias; pero ¿realmente se logrará que todos los individuos tengan
a su alcance las posibilidades de acceder y desarrollarse en la Sociedad de la
información?
En este sentido, Karsten Krüger (2006) nos señala que en la “Sociedad del
Conocimiento” se llama la atención sobre el hecho de que los procesos socio –
económicos cobran una nueva calidad debido a que el conocimiento se convierte
en el factor de producción más importante, destacándose así un nuevo modo de
producción, diferenciando dos visiones, por un lado la económica y por otro la visión
política, para ella los riesgos de exclusión social en la sociedad del conocimiento
están relacionados con el acceso a la información y al conocimiento, y con los
efectos de la globalización socio-económica.

K. Krüger (2006) diferencia la noción de “Sociedad de la Información” como


la que se refiere a los aspectos tecnológicos y sus efectos sobre el crecimiento
económico y el empleo. Pero las discusiones sobre esta noción han llevado a un
nuevo concepto que es “Sociedad del Conocimiento”, lo que implica un cambio
conceptual y se considera al conocimiento como el principio estructurador de la
nueva sociedad y los cambios económicos, sociales, políticos y culturales que en
ella se deben dar.

La autora señala que, en el mundo se está hablando de una nueva modalidad


de producción, en el actual sistema económico predomina el capitalismo y existe el
riesgo de que aparezcan nuevas formas de exclusión social relacionadas con el
conocimiento. Destaca, como el uso del término “sociedad del conocimiento” puede
presentar otras lecturas según cómo lo utilicemos: desde una postura política
parece prometer una sociedad más equilibrada y más justa, donde cada uno de los
individuos puede esperar mayores retribuciones futuras, siempre y cuando se
realicen los esfuerzos necesarios. Por otro lado, al enmarcar utópicamente al futuro
en cierta certidumbre, se proyecta un objetivo de esta sociedad, que plantea reducir
las injusticias y desigualdades sociales.

La Información y la comunicación han pasado a ser el centro del mundo


globalizado y los individuos giramos alrededor de ellas, para Castells (1999) el
mundo está habitado por tres clases de seres: los desinformados, que sólo tienen
imágenes; los sobreinformados, que viven en un torbellino y los informados, que
seleccionan, ordenan y pueden pagar por la información.
Este nuevo panorama social conduce, según Castells (1999) “a reinventar la
democracia”, para él entre lo que la gente vota y lo que ocurre en la realidad hay
poca relación. Reflexiona que si bien millones de personas viven mejor que antes,
otro tanto en la última década deben vivir con menos de un dólar diario. Repara, en
que la gravedad de este hecho se encuentra en la irrelevancia de esas personas
para la sociedad, ya que como población excluida de la red se considera que no
sirve para nada.

Estos conceptos vertidos por Castells y publicados en diversos medios, son


los que nos hacen pensar sobre la dimensión y la importancia que se plantea en la
relación existente entre el acceso a la información y la alfabetización digital, de esta
manera la alfabetización ya no solo es una opción de elección por parte de los
individuos y las naciones a las que pertenecen, sino una necesidad imperiosa para
la inserción en el mundo que cada día genera más información, la transmite para
comunicarnos y permite acumular conocimiento para su posterior utilización.

Se abren así las puertas de un nuevo camino evolutivo tanto en los aspectos
sociales, económicos y culturales, el efecto social de las nuevas tecnologías es
contundente, hace mejor lo que antes se realizaba y crea nuevas formas de trabajo,
han desaparecido o están en vías de extinción viejas formas laborales, desplazando
así a los individuos a nuevas formas de ejercicio laboral, tomando en consideración
este motivo aparece nuevamente la alfabetización digital como uno de los pilares
para la obtención y desempeño del trabajo.

Cabe acá destacar, la función de las escuelas y ambientes académicos,


como los ámbitos donde se debería llevar en gran parte la alfabetización digital,
considerando como tal, no la formación de simples usuarios, sino la formación de
individuos informados y capaces de realizar lecturas críticas, que seleccionen la
información y con las posibilidades de utilización real de dicha información.

De esta manera se destaca que en este nuevo escenario la educación se ha


convertido en un motivo de angustia para muchos padres, al preocuparse por las
capacidades de sus hijos, como rendirán los exámenes y la relación de esto para
acceder a mejores escuelas o universidades; para algunos significa ascender en la
escala social pero para otros refleja la angustia de no caer más abajo.

El tiempo real que los padres pueden dedicarles a sus hijos y las presiones
de índole económica para cubrir la educación con recursos adicionales en el hogar
o el acceso a clases particulares, es otro de los motivos que marca las
desigualdades entre los individuos. De manera similar se dan desigualdades en
relación al acceso a materiales educativos digitales, considerando así varias
razones relacionadas al manejo de mercado de esta industria y los costos para los
usuarios, el uso de la tecnología y de software educativo en el hogar no cumplió con
las promesas iniciales, que con tanta frecuencia se realizaron.

Consideramos que es un desafío para la educación el estar más allá de los


intereses gubernamentales o de diversos grupos económicos ya que de esta
manera se pondrá al servicio de los individuos el conocimiento, las posibilidades de
resolución de necesidades humanas y se posibilitará el desarrollo potencial de cada
ser humano, en pos de mejores oportunidades para cada uno y el ejercicio de las
libertades individuales.

Prioridad social de conocimiento.


Los economistas clásicos consideraban la tierra, el trabajo y el capital como
componentes básicos de la economía, en cambio hoy lo es el trabajo e incluido en
él, el conocimiento que se difunde fácilmente entre los distintos niveles sociales y a
muy bajo costo. A partir de estas reflexiones, llega a una conclusión: “la prioridad
social por excelencia debe ser la inversión en conocimiento, es decir en
alfabetización tecnológica y digital”.

Desde una perspectiva más política y social Buckingham (2007) analiza, en


su capítulo La elaboración de políticas tecnológicas, la relación existente entre las
políticas gubernamentales y la necesidad de actuar frente a la Sociedad de la
Información, como así también el creciente interés político en la tecnología
educativa, de tal manera ya en 1980 se tenía en claro que el empleo de la tecnología
de la información y la comunicación en la educación se concebía como un elemento
indispensable en el proceso de “actualización de habilidades” de las fuerzas del
trabajo futuro, así mismo, es una forma de garantizar las posibilidades de conseguir
empleo.

Desde esta óptica el uso de la tecnología en la educación es una respuesta


directa a las exigencias de la economía moderna, la señala como una economía
“posindustrial” o “posfordista”, la que necesita de una “fuerza

de trabajo alfabetizada en informática” (Blunkett, 1997), este requisito se extiende


al campo del consumo frente a la necesidad de los nuevos mercados, que requieren
que los individuos logren una destreza tecnológica para tener un desempeño
eficiente como consumidores de productos informáticos y digitales.

De esta forma, dimensiona las consecuencias que se pueden dar para los
individuos que no sean alfabetizados digitalmente. Las personas que no adquieran
esas destrezas, no sólo corren el riesgo de no insertarse en el mercado laboral, sino
que se encuentran ante el peligro de una especie de privación de sus derechos,
puesto que no estarían en condiciones de acceder a una participación plena y activa
en la Sociedad de la Información (Selwyn, 1999).

La realidad es que las Nuevas tecnologías están con nosotros, nos influyen,
modifican muchos de nuestros actos, tratamos de acceder a ellas por diversos
motivos desde mejoras laborales, sociales e incluso marcan cierto “status” para
algunos individuos, en algunos casos tratamos de comprenderlas; pero hasta el
momento probablemente no se ha llegado a dimensionar el potencial que en ellas
está guardado, nos encontramos inmersos en una vorágine de cambios y
aceleración tanto de los elementos tecnológicos en sí mismos, como en la cantidad
y variedad de información a la que podemos potencialmente acceder.

De tal manera, a medida que percibamos más claramente este potencial, los
individuos adquiriremos un poder, del que no siempre somos conscientes, el poder
reside en el conocimiento y las habilidades que se desarrollan en este proceso, lo
mismo ocurre con la sociedad a la que pertenecen ya que el poder social está
inmerso e implícito en cada uno de los individuos que la conforman.

Revolución
Industrial

3 períodos
posteriores
Acción de nuevos
Medios
Tecnológicos
Usuarios
Socieda Sociedad Sociedad Infraestructur
d Postindustri de Conformada por a
Industri al Información Contenido
al Entorno

Sociedad del
conocimiento Nueva organización

Corrientes Social Económi Política Cultural


ca
Determinis Tecnología
mo Determinad
Tecnológico a
Economía del Conocimiento
Actividades de reflexión y revisión
1- Indique dos definiciones del concepto “Sociedad de la Información”

2- Señale las particularidades de la Sociedad de la Información y a su criterio,


cuáles y por qué, le parecen las más relevantes de esta fase social.

3- ¿Por qué se habla de un nuevo mapa social?

4- Analice si las afirmaciones que se indican a continuación son correctas.

Justifique en cada caso.

a- “La Sociedad Industrial evolucionó hacia la Sociedad del Conocimiento”

b- “Las personas y organizaciones disponen sólo de su conocimiento”

c- “La capacidad de acceso a la información es un factor influyente en las

transformaciones sociales”

5- Complete el siguiente cuadro:

Elementos básicos que conforman Representación


la Sociedad del Conocimiento
6- Basándose en los contenidos vertidos por Castells analice y complete el

siguiente cuadro:

Centro del
Mundo Individuos Escuela
Globalizado

Formación de

Selección de
información

Importancia para
Solo perciben imágenes

Acceso a información

Alfabetización digital

7- Explique y justifique por qué el conocimiento actualmente es considerado


una prioridad social.
Unidad 5

Alfabetización digital crítica.

Objetivos:
 Analizar la influencia de las TIC sobre la sociedad en general y en la escuela
en particular.
 Reconocer los procesos de alfabetización como base primordial en los
intentos de inclusión social y participación ciudadana.
 Reconocer el papel de institución escolar en los procesos de alfabetización
digital.
 Analizar el proceso evolutivo en relación a las nuevas tecnologías y la
sociedad.
 Reconocer diferentes entornos de aprendizaje y sus características.

Contenidos:

Inicio del camino.


Entornos de aprendizaje.
Llegar a la Alfabetización Digital Crítica.
Consideraciones finales.
Inicio del Camino.

Hoy resulta difícil pensar la sociedad y la educación sin la presencia de las


nuevas herramientas que nos presentan las TICS, pero también es necesario
desnaturalizar el criterio común que sobre ellas se construye y reflexionar sobre el
sentido de la inclusión de las TIC en la educación y la necesidad de la alfabetización
digital que permitirá utilizar en un mayor potencial estas tecnologías.

Para la UNESCO, los procesos de integración de las TIC en la educación


pueden orientarse al desarrollo de distintos aspectos: educativos, en la formación
de alumnos y docentes en nuevos entornos de aprendizaje y cooperación; como así
también la integración territorial, a partir de la formación de redes que articulen y
relacionen las distintas comunidades a nivel regional, provincial, nacional o
internacional. Generándose de esta manera nuevos espacios y coyunturas de
aprendizaje y desarrollo social, dirigidos a los distintos estamentos sociales a través
de la formación y capacitación continua con la adaptación de los nuevos entornos,
ya no solo presenciales sino también virtuales, de aprendizaje.

Es relevante analizar algunas cuestiones sobre el contexto en que las TIC


están impactando en los sistemas educativos, sus instituciones y los individuos que
los conforman, en particular los docentes y alumnos. Las mismas están dando
lugar a profundas transformaciones socioculturales, frente a un escenario mundial
de concentración y exclusión, es primordial que estas nuevas tecnologías, y las
oportunidades que ellas crean, puedan ser usadas para reducir la brecha no sólo
entre quienes tienen acceso y quienes no lo tienen, sino entre aquéllos que
interactúan con los medios y los recursos. Por ello, la incorporación de las TIC en la
sociedad en general, y en la educación en particular, se encuentra ligada a políticas
de igualdad que deben ser cuidadosa y estratégicamente planificadas.

En definitiva, como ya hemos señalado en otros momentos, es fundamental


el papel de un Estado que aspire a poner al alcance de todos los ciudadanos un uso
productivo y crítico de estos nuevos productos culturales.
Es en este contexto, en que las instituciones escolares han ido
progresivamente, incluyendo las TIC, todavía falta mucho por hacer, no solo con el
uso de tecnologías (tanto soporte como software) que cada día son más avanzadas,
sino también en el campo que nos atañe en este caso, el proceso de alfabetización
digital

La aparición de estos nuevos espacios llevó a la preparación de la mayor


parte posible de los docentes para la utilización de los mismos, así comenzó un
largo camino, no siempre con las expectativas iniciales cumplidas, y en muchos
casos, con un gran entusiasmo por parte de los alumnos, pero no así por parte de
los docentes que con cierto tono catastrófico, se veían envueltos en la aparición de
las nuevas tecnologías.

Es de esta manera que aparece en juego la capacitación docente para poder


absorber, aplicar y enseñar estas nuevas tecnologías y, por otro lado, y casi
simultáneamente, la capacitación de los alumnos, por parte de esos mismos
docentes, para que puedan aplicar y potenciar el uso de estos nuevos
conocimientos en sus prácticas escolares. En definitiva cuando nos referimos al
término “capacitación” representamos el proceso de iniciar, completar o profundizar
el proceso de alfabetización en todas las dimensiones posibles.

Entornos de aprendizaje.

El efectivo cumplimiento del derecho a la educación puede fortalecerse


sustancialmente con los avances tecnológicos, a través de entornos de aprendizaje
formal, no formal e informal gracias a una estructura de red, como la que
proporciona Internet.

Actualmente los ambientes de aprendizaje no se circunscriben a la educación


formal, ni a una modalidad educativa particular, se trata de aquellos espacios en
donde se crean las condiciones para que el individuo se apropie de nuevos
conocimientos, nuevas experiencias, de nuevos elementos que le generen procesos
de análisis, reflexión y apropiación.
Los entornos de aprendizaje se entienden como los ambientes propicios para
atender al sujeto que aprende, dentro de estos ambientes consideramos desde los
espacios físicos reales a los espacios o entornos virtuales. Podemos caracterizar
brevemente estos entornos de la siguiente manera:

a. Entorno de aprendizaje formal: comprende a los sistemas educativos,


ordenados en forma sistémica y jerarquizada, alcanza desde los niveles
escolares iniciales hasta los estudios universitarios; representados por la
“institución escuela”. En ellos se desarrollan clases formales con una
estructura determinada, suele ponerse el énfasis en la enseñanza de los
contenidos, el aprendizaje va de lo teórico a lo práctico, si bien el desarrollo
de las clases son grupales, el aprendizaje finaliza en forma individual.
b. Entorno de aprendizaje informal: es un proceso que abarca toda la vida de
una persona, de esta manera se adquieren y acumulan conocimientos,
habilidades y actitudes a medida que ocurren; este tipo de entorno está
directamente relacionado a las experiencias diarias, algunos investigadores
lo denominan “aprendizaje invisible”. El énfasis se encuentra plasmado en
los procesos de comunicación entre los participantes y el ambiente donde se
produce el intercambio. En este caso el aprendizaje se da la mayoría de las
veces en forma colaborativa partiendo desde la práctica hacia la teoría.
c. Entorno de aprendizaje no formal: generalmente no se desarrollan en una
institución educativa y no se obtiene una validación oficial de lo aprendido,
son todas las actividades educativas y sistémicas organizadas generalmente
fuera del espacio físico de una institución pero ésta puede ser la mediadora
para que ese entorno de aprendizaje se plasme, las actividades se
encuentran dirigidas a grupos.
d. Entornos de aprendizaje virtuales: generalmente asociados a modelos
formales de aprendizaje; ya que en muchos casos dependen de instituciones
oficiales, no se llevan a cabo en un lugar físico predeterminado, es así como
las nuevas tecnologías tales como los sistemas satelitales, Internet, las
herramientas multimediales y la televisión interactiva, entre otros, se han
potenciado traspasando al ámbito escolar, favoreciendo así la adquisición de
conocimiento, apropiación de contenidos, experiencias y procesos
pedagógico comunicacionales (Ávila y Bosco, 2001). En ellos la
comunicación y el aprendizaje se da entre individuos que se encuentran en
distintos lugares físicos, muchas veces a grandes distancias entre si y el
intercambio se logra a través de la Web a la que se tiene acceso por Internet.
En el entorno virtual podemos diferenciar dos tipos o momentos en la
comunicación:
- Espacio virtual sincrónico: este ocurre cuando dos o más participantes se
encuentran en un mismo momento en un espacio virtual predeterminado,
por ejemplo una sala de chat.
- Espacio virtual asincrónico: en este caso los participantes acceden a un
espacio virtual en diferentes momentos y la comunicación se da a través
de consignas y mensajes escritos o grabados.
Estos dos espacios, en los entornos virtuales, conllevan el concepto de e-
learning o educación en plataformas virtuales de aprendizaje, el aprendizaje
puede ser llevado a cabo totalmente en estos espacios o darse una
modalidad donde se mezclan las formas de enseñanza, entre presencial y
virtual. A esta forma de aprendizaje mixto o “mezclado” se lo conoce como
Blended learning.

Hay diversas maneras de concebir un ambiente de aprendizaje en la


educación, en ellos se contemplan, no solamente los espacios físicos y los medios,
sino también los elementos básicos del diseño instruccional. Básicamente existen
cinco componentes principales que lo conforman: el espacio, el aprendiz, el asesor,
los contenidos educativos y los medios de información y comunicación. Según Gros
Salvat (2000) en la Sociedad del Conocimiento, los individuos se adentran en un
mundo nuevo y de gran trascendencia para sus vidas, en el que la gestión,
adquisición, transformación, diseminación y aplicación de los conocimientos se
presenta en un mismo espacio, que puede ser físico o virtual.

Las prácticas escolares actuales pueden responder a dos grandes corrientes


del aprendizaje humano, las cuales proporcionan una fundamentación a la hora de
planificar y conducir las actividades del diseño de instrucción utilizado por los
docentes. Para la corriente Conductista, que iguala el aprendizaje con los cambios
en la conducta observable, el aprendizaje se logra cuando se obtiene una respuesta
apropiada a partir de un estímulo ambiental específico. Por otro lado la corriente
Constructivista, que es considerada una rama del Cognitivismo, estima que el
conocimiento es una creación de significados por parte del individuo a partir de
experiencias propias.

En relación a las Nuevas tecnologías y las prácticas escolares Jorge R. Rivas


(1999), al referirse al diseño instruccional en educación a distancia, señala que este
diseño, en parte, se basa en teorías del aprendizaje conductista y no es tan claro
con las nuevas tecnologías, discriminar las corrientes emergentes constructivistas
en los procesos de enseñanza – aprendizaje, en este marco, destaca “Los
conductistas de la instrucción programada establecen una gran separación entre el
diseño y la implementación”. Para él esta separación se hace evidente en la
instrucción, a través de los programas y el software que se utilizan en la educación
a distancia. Considera que se desvaloriza la naturaleza del aprendizaje, al plantear
el acceso al conocimiento en forma estática, jerarquizada y estándar ya que primero
se suministra la información, luego se verifican las respuestas correctas y si es
necesario se hacen reajustes y refuerzos ante posibles contingencias. Para el autor
no existen en este caso diferencias entre un espacio áulico real o uno virtual a través
de una pantalla de computadora, resalta la necesidad de un abordaje cognitivo con
alta interactuación, donde cualquiera de los partícipes pueda ejercer una influencia
educativa.

Consideramos que estos conceptos pueden ser perfectamente transferidos


a las prácticas escolares más convencionales y donde la aplicación y uso de la
tecnología está en fases iniciales o intermedias. La realidad es que en los entornos
virtuales el constructivismo es la corriente que prima, debido a que el aprendizaje
colaborativo se plasma como la instancia principal en la elaboración y adquisición
del conocimiento, las plataformas en las que se desarrollan estos aprendizajes han
evolucionado mucho distinguiéndose gran cantidad de herramientas que facilitan la
comunicación y el intercambio.

También el aprendizaje puede realizarse a través de la utilización de espacios


y herramientas cada vez más participativos y en los cuales los usuarios, ya sea en
espacios públicos o privados, o redes semi privadas, pueden expresar sus
opiniones, volcar su conocimiento e interconectarse a distintas fuentes de
información; en los últimos cinco años cada vez son más las ofertas de herramientas
que permiten el trabajo colaborativo, desde los buscadores, las redes sociales, los
marcadores sociales, organizadores de información y sistemas de gestión de
archivos entre otros.

Para el uso de la diversidad de ofertas, que encontramos hoy, para trabajar


formas de enseñanza y aprendizaje en entornos virtuales o mixtos es
preponderante la capacitación, la falta de la misma o la implementación incorrecta
puede generar debilitamientos en las instituciones escolares, Este proceso no sólo
debe permitir acceder a la información y conocimientos, sino que, es preponderante
para garantizar los procesos de socialización, inclusión y formación de ciudadanía,
entre otros valores prioritarios. Las soluciones que se limitan a superponer los
propósitos y potencialidades de las TIC a la estructura curricular actual, sin fomentar
transformaciones más profundas, son claramente insuficientes.

Es necesario trabajar en modificaciones fundamentales desde los programas


de estudios, los libros de texto, hasta las políticas de gestión escolar y,
fundamentalmente, en las políticas de formación docente. En este sentido, la Ley
de Educación Nacional funda un marco legal de oportunidad y transformación para
garantizar la equidad y la calidad en todas las aulas, en el Título VII de esta Ley, se
hace referencia a la integración de nuevas tecnologías y medios de comunicación;
y según el Artículo 76 de la misma Ley, se pone de manifiesto que no es posible
integrar efectivamente innovaciones educativas en un programa más amplio, si los
que deben trasmitirlas, promoverlas y enseñarlas no están convencidos de su
importancia.
En las primeras etapas de este camino, la capacitación se dio en forma
asimétrica, fueron los alumnos los que rápidamente asimilaron la información sobre
el uso de estas nuevas herramientas y se sumó el contacto extraescolar que tenían
en muchos casos con las computadoras. La capacitación institucional y de los
docentes, en los distintos ámbitos provinciales, actualmente, es una de las
propuestas más vigentes para acceder al proceso de alfabetización y aplicación a
diversas ofertas pedagógicas.

Llegar a la Alfabetización Digital Crítica.

El Consejo de Feira (6), en el año dos mil, se planteó como objetivo esencial
invertir en las personas y en la formación, destacándose que es fundamental dar
acceso a la juventud a la era digital, y estableció como medios para lograr dicho
objetivo, dos líneas de acción a nivel escolar fundamentales, a saber:

 La formación de los docentes para que adapten sus currículos a las nuevas
tecnologías.
 Que los alumnos adquieran una “cultural digital para ser capaces de moverse en
el mundo digital una vez hayan dejado la escuela”.
En lo que se refiere al trabajo, se indicó que es preciso aumentar la formación
sobre tecnologías de la información y fomentar la igualdad de oportunidades para
ambos sexos, enfatizando que “debe realizarse un particular esfuerzo para atraer a
la mujer a las profesiones relacionadas con la tecnología de la información, donde
están muy poco representadas y constituyen un recurso sin explotar en la mayoría
de los países”. Asimismo, se persigue la participación de todos los individuos en la
economía del conocimiento a través de la elaboración de políticas concretas y
efectivas para evitar la exclusión.

En la mayoría de los trabajos realizados, en relación a la alfabetización digital,


brecha e inserción social de los individuos, se reconoce la importancia clave de la

(6) Consejo Europeo de Santa María Da Feira. Portugal, 2000 – Plan de Acción Europa 2002.
formación y la educación para vivir y trabajar en la nueva sociedad!d del
conocimiento, es necesario otorgar a cada ciudadano las competencias necesarias
para vivir, desarrollarse y trabajar en la sociedad de la información. La alfabetización
digital en la actualidad, se corresponde al objetivo de la alfabetización general que
se plantearon en su momento las sociedades industriales.

El potencial de innovación de las tecnologías de la información y


comunicación juega un papel decisivo en la sociedad, pero también genera una
necesidad prioritaria, que es la de impedir el ensanchamiento de la “brecha digital”
entre quienes tienen acceso a los nuevos conocimientos y quienes no lo tienen.
Distintas líneas de acción deben implementarse y relacionarse para llevar a cabo
estos procesos en este nuevo contexto social, son fundamentales: la infraestructura
y el equipamiento, la formación en todos los niveles educativos, como así también
de la sociedad, las empresas y los ciudadanos en general, generar cada vez
mejores servicios y contenidos de calidad e ir forjando redes de conexión y
cooperación por distritos, regiones, naciones y los distintos actores sociales.

Los nuevos enfoques pedagógicos se encuentran centrados en los alumnos,


como protagonistas de un futuro cambiante, pero los docentes no se encuentran
fuera de ese futuro, son parte de él también. Aparecen nuevos retos y necesidades
no sólo de las instituciones escolares, sino de la sociedad en su conjunto. Nos
encontramos ante desafíos como;

 La necesidad de mostrar el valor agregado de los nuevos entornos de


aprendizaje.
 La necesidad de crear indicadores y puntos de referencia para los
responsables de las tomas de decisiones.
 La necesidad imperiosa de hacer hincapié en la calidad educativa, las
normas y la pedagogía.
 Prestar mayor atención a la formación docente, modernizando los
sistemas de educación y formación.
 La necesidad de reforzar la investigación y los convenios entre el sector
público y privado.
 La conveniencia de fomentar el uso de los nuevos espacios de aprendizaje
(e-Learning y blended learning) como mecanismo de inclusión y
compensación frente a la carencia de cualificaciones (e-inclusión) (7)
 La necesidad de contrarrestar la brecha de acceso y digital en general.
La importancia de la alfabetización digital no solo reside en el uso y manejo
de Internet, de los aparatos y soportes electrónicos, sino que pueden estar
integrados de maneras muy diversas en las actividades cotidianas, pero es
primordial tener en cuenta que se puede lograr con la información a la que se tiene
acceso, como se la utiliza, se la capitaliza y qué lectura se hace de ella. Por un lado,
el uso de Internet presupone un buen manejo de la lengua materna como de otras
lenguas y admite unas capacidades informáticas básicas. Por otro, se requiere toda
una gama de competencias nuevas: competencias mediáticas; creación, producción
y utilización de nuevos servicios digitales; diseño de nuevos objetos y juegos
educativos.

A partir de estas consideraciones, debemos tener en cuenta distintas líneas


de acción y hacia quienes van dirigidas, para poder iniciar la alfabetización digital
primero deben contrarrestarse las distintas brechas, fundamentalmente la brecha
de acceso, como ya hemos considerado en el módulo correspondiente, a partir de
ello se debe tener la determinación y lograr la difusión de buenas y nuevas prácticas
en la aplicación de las nuevas tecnologías en relación al aprendizaje y así mermar
la brecha digital. También debemos mejorar el acceso a las TIC para aquellos
individuos con dificultades para hacerlo, como es el caso de los niños y jóvenes que
corren riesgo de marginación por abandono del sistema escolar.

Las acciones dirigidas para estos casos son transversales, fomentando el


aprendizaje digital, debemos poner atención a los diferentes estilos de aprendizaje,
las diferentes didácticas a implementar, buscando el reconocimiento de la
diversidad de procedencias en términos territoriales y de estratos socioeconómicos.

(7) Programa Plurianual de eLearning (2004-2006) – UE.


En este nuevo panorama, pueden utilizarse con fines educativos, todos los medios
en general, desde la televisión, la radio hasta las nuevas herramientas usadas para
el aprendizaje y el trabajo colaborativo en entornos virtuales; el empleo de juegos
interactivos facilita el acceso a los alumnos y genera espacios de curiosidad y
nuevo interés por parte de ellos. El desarrollo de estas nuevas herramientas
favorece la adquisición del conocimiento significativo, la educación ciudadana, la
comunicación intercultural y motiva a las personas adultas a adaptar sus
capacidades.

La innovación pedagógica es un factor clave para el acceso a las distintas


prácticas escolares dirigidas a la alfabetización digital, muchas experiencias
realizadas a tal fin conllevan estrategias lúdicas, que constituyen uno de los rasgos
de éxito de experiencias relacionadas con las TIC y con el “aprendizaje intuitivo” de
las mismas; los juegos interactivos se convierten así en una herramienta motivadora
para los alumnos, accediendo de esta manera, al inicio del uso de las nuevas
tecnologías y por ende se incorporan al mundo digital de una forma menos rígida y
más entretenida. Podemos considerar estos tipos de trabajo como un intento de
flexibilización de los métodos de enseñanza, tanto tradicionales como digitales.

La idea de alfabetizar digitalmente a través del juego se convierte en algo


mucho más innovador cuando, además se incorpora a la estrategia de promoción
inicial, se suma la articulación a un nuevo soporte, es decir, el desarrollo de un
medio poco frecuente en las estrategias tradicionales; por ejemplo la utilización de
telefonía móvil para la alfabetización digital a través del juego virtual o a través del
uso de recursos y contenidos digitales. Ambas estrategias permiten a los alumnos
que acceden a estas tecnologías la posibilidad de personalizar los contenidos y la
elección de los recursos, en definitiva pueden adaptar la tecnología a sus
necesidades.

Dentro de todas las posibles estrategias que implican un nuevo soporte o


medio en la alfabetización digital, también es importante pensar en el desarrollo de
estrategias paralelas de alfabetización ante soportes tecnológicos como: la
implantación de los sistemas telefónicos de última generación; las Tablets, el
desarrollo de la televisión digital interactiva; y el desarrollo de la Web 2.0 y la
próxima Web 3.0. Los métodos más tradicionales de alfabetización digital suelen
ser más lentos, tediosos y en muchos países ya han sido superados por estas
acciones innovadoras del “hacer para aprender”. Las propuestas acá mencionadas
van dirigidas exclusivamente a la escuela, pero ella no es la única institución u
organismo que puede facilitar e impulsar la alfabetización digital en una comunidad,
en este proceso pueden participar Universidades, ONGs, empresas privadas,
Institutos de investigación e incluso sindicatos y gobiernos de distintos países,
donde se busca que las naciones con mayor índice tecnológico apoyen y refuercen
a las naciones con un índice menor de desarrollo, complementándose para
satisfacer sus necesidades y demandas.

La innovación es un elemento indispensable para facilitar el acceso a las


nuevas tecnologías, pero queremos destacar que el fin no es la mera alfabetización
digital, como el acto de manejar, leer y escribir a nivel multimedial, como señala
Alfonso Gutiérrez (8) “No solo se trata de escribir y leer multimedia, sino de
desarrollar las aptitudes necesarias para disfrutar leyendo y escribiendo, para
interpretar de manera crítica y productiva el sentido de lo que se lee y ejercer
plenamente el derecho a recibir, producir y transmitir información multimedia”.

Es cierto que los alumnos suelen conocer mejor los medios digitales que los
docentes pero eso no quiere decir que sepan utilizarlos en su máximo potencial, con
frecuencia buscan y utilizan información presente en la Web pero desconocen la
mayor parte de recursos que tienen a su disposición. Es con este ejemplo, que
queremos resignificar el rol del docente en el proceso de alfabetización digital crítica,
el concepto “alfabetizar” cobra una dimensión profunda, donde se tratará de lograr
la competencia de comunicación lingüística sumada a la digital, desde la perspectiva
en la que el alumno el protagonista de este proceso, iniciar el camino de “aprender
a aprender”, con autonomía, desarrollo de la creatividad, iniciativa personal para

(8) Gutiérrez, A. “Alfabetización digital. Algo más que ratones y teclas” – Editorial Gedisa, 2003.
encarar los problemas. El docente es el encargado de guiar, mostrar; es el
organizador y orientador de cómo buscar la información, de cómo valorar la
información a la que se tiene acceso, de señalar la necesidad de confrontar la
información con varias fuentes (gráficas, virtuales, audiovisuales, bibliográficas) en
definitiva deja de ser un difusor de conocimiento para pasar a ser un formador de
hiperlectores.

Para la promoción de la alfabetización digital y la merma de la brecha digital


es necesario tener en cuenta distintos factores como: el nivel de renta o ingresos
disponibles, la edad o el alcance territorial de un proyecto. Los ingresos serán, los
que determinen la inclusión o no para disminuir la brecha digital de acceso, pero no
deben descuidarse otros elementos que la configuran, como es el caso de la no-
inclusión de personas mayores o que están fuera del sistema formal educativo; en
cuanto al alcance territorial, se debe tratar de establecer, a futuro, en qué ámbitos
geográficos hay que incidir en materia de cultura digital para evitar el aislamiento de
las regiones.

Es necesario un análisis de estos factores para reforzar la elaboración de


herramientas adaptadas a necesidades específicas, como también la conexión de
las acciones de inclusión digital con las de promoción del empleo y la igualdad
social, traspasando las fronteras de los sectores relacionados con la educación y la
formación ligadas a determinados empleos; la alfabetización digital debe ser un
proyecto abarcativo a los ciudadanos en general que les permita el acceso a
recursos, servicios, colaboraciones e intercambios, no importando la distancia en
que se encuentren entre si los individuos, ni las limitaciones geográficas que se
presenten.

No obstante, la mayoría de las investigaciones en este tema ponen el acento


en el aprendizaje ya que las TIC o uso de distintos soportes digitales no son, por si
mismas, una garantía de mejoras en la calidad del aprendizaje. El aprendizaje en
línea o con el uso de nuevas tecnologías aplicadas, es un concepto dinámico y
evolutivo, que se gesta y proviene del concepto tradicional de aprendizaje y
educación, adaptado a las especificidades del entorno en el cual se desarrolla el
proceso.

De tal manera la educación digital supone un cambio de paradigma, una


transformación en los modelos, contenidos y métodos que, en definitiva, son los que
permiten que los recursos y servicios digitales y online, así como las colaboraciones
e intercambios, sean valores reales acrecentados con el proceso educativo, de
manera permanente y a lo largo de la vida; esto último conlleva una exigencia a los
usuarios, que es, la de tener conocimientos previos que le permitan aprovechar las
tecnologías con fines educativos.

No debemos olvidar que el punto de partida para entender la alfabetización


digital es: la adquisición de la competencia técnica para ser usuarios de las TIC,
entendidas en un sentido amplio; a esto se le suma la adquisición de las
capacidades intelectuales y prácticas necesarias para que los individuos puedan
desempeñarse plenamente en la sociedad de la información. Estos conceptos son
aceptados por la mayoría de los especialistas en el tema, pero el punto de inflexión
se plantea, ante la capacidad técnica (inevitable) y la profundidad que abarca este
concepto. Para algunos de ellos, basta con tener conocimientos elementales para
acceder al uso de las TIC y con ello ya podemos considerar a un individuo
digitalmente alfabetizado; en cambio, para otros investigadores, éste proceso se
logra cuando, además, un individuo adquiere la capacidad de producir en los nuevos
medios y para ello son necesarias capacidades técnicas más elaboradas y
avanzadas.

En el primer caso podemos considerar que se genera un ambiente inclusivo


y más confortable para aquellos individuos que componen la brecha digital y así se
animen a participar en actividades de formación, en cambio en el segundo caso se
corre el riesgo de exclusión al verse intimidados por la tecnología actual. Debemos
entender que este camino es un proceso, que no solo depende de los criterios de
quienes alfabetizan digitalmente, sino también, de las sensaciones y posturas frente
a las tecnologías de los individuos a alfabetizar. En todo caso, las competencias
técnicas mínimas tendrán que ser suficientes, para que los individuos al menos
puedan incursionar con cierta autonomía en el uso de las TIC; y a partir de esa base
fomentar la comprensión de la funcionalidad de las mismas, en términos de
oportunidades y beneficios. Llegar a esta comprensión será lo que en definitiva
orientará el alcance y el esfuerzo en la adquisición de más y mejores competencias
técnicas.

Pensar en red, sea quizá, el cambio propuesto, más sustantivo que exige la
cultura digital, es así que la alfabetización digital demande también una modificación
de las capacidades intelectuales y cognitivas que superen la linealidad y prospere
en entornos no lineales y multimediales. En la sociedad del conocimiento se hace
posible una vida social, económica y política con la intermediación de las TIC, se
plantea una ciudadanía activa y participativa, el ejercicio de los derechos, la
educación y la formación permanente, entre otros, son prácticas que, en la versión
digital, sólo están al alcance de aquellos individuos que escapan de la brecha digital.

Esto implica la necesidad de estimular el sentido crítico que permitirá hacer


un uso apropiado de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en
beneficio propio y colectivo; de esta manera se conjuga un cúmulo de capacidades
que abarcan desde el aspecto puramente técnico, hasta competencias intelectuales
y de ciudadanía que permiten al individuo desarrollarse plenamente en la sociedad
de la información. Hacia estos campos deberían apuntar las acciones de difusión y
formación específica en la promoción de la alfabetización digital, proceso que se da
como resultado de la incorporación masiva, sistemática y trasversal de las TIC sobre
todo en la educación formal, en cuyo sistema recae la responsabilidad de
promoverla.

Es también, sobre el sistema educativo


que recae la posibilidad real y material de
disminuir los distintos tipos de brecha, sean
transversales; señaladas como las que
trasponen a distintos países de una misma
región, o verticales, que son inherentes a cada país y que se dan en todos los
niveles del tejido social. Las brechas se instalan y crece según la condición
socioeconómica, el nivel socioeducativo, la edad, la procedencia, la condición y
entorno laboral, la zona geográfica y la comunidad donde se vive, el género, las
condiciones físicas y de salud.

En definitiva, los individuos más susceptibles a integrar estas brechas son los
que se encuentran en estado o riesgo de exclusión social, el primer eslabón para
encontrar y plantear soluciones concretas y pertinentes para paliar y posteriormente
erradicar las brechas son los estados, pero la difusión de estas soluciones, en la
mayoría de los casos, se plantean para ser llevadas a cabo en las instituciones
escolares.

Como podemos apreciar, el proceso de disminución de las brechas digitales,


la alfabetización digital y la influencia de las TIC, se encuentran en una relación tan
estrecha que es casi imposible analizar uno de estos conceptos sin hacer referencia
a uno de los otros dos, se encuentran tan interrelacionados que en realidad las
acciones de mejora sobre uno de ellos conlleva una acción implícita sobre otro.

Como señala Victoria Camps Cervera (9), al referirse a la cultura digital, para
poder alfabetizar en algo o adquirir una cultura determinada hay que saber en qué
consiste ese algo o esa cultura. Señala uno de los problemas que tenemos con las
TIC, quizá el fundamental y es que “reducimos la alfabetización o la cultura en y
para las TIC al aspecto tecnológico”.

No basta con equipar las escuelas, las empresas, los organismos públicos y
los hogares de ordenadores, es un error limitarse al valor de la técnica o incluso
sobreestimarlo. La tecnología es la base, pero hay que llenarla de contenidos. La
cultura digital es una nueva cultura, ante todo, porque es tecnológica, pero también
porque exige, tanto que los contenidos a transmitir se adapten a las nuevas
tecnologías, como la creación e invención de contenidos derivados de un contexto

(9) Filósofa y Catedrática española.


que cambia las formas de vivir, de conocer la realidad, de enseñar, de aprender y
de comunicarnos.

Debe corregirse el reduccionismo tecnológico, para que la sociedad de la


información o del conocimiento deje de ser lo que hasta ahora es: un mercado de
la información, donde se ofrece y se demanda información; y donde las personas
se comunican por unos medios diferentes a los tradicionales, pero no se crea una
auténtica sociedad de la información.

La autora nos destaca, que se debe dar un cambio de cultura en todos los
ámbitos imaginables y en ese cambio deben tenerse en cuenta tres aspectos
básicos:

1- Una nueva forma de aprendizaje y de relación interpersonal, para lo que hay que
aprender nuevos lenguajes y aprender a relacionarse a través de artefactos
telemáticos. Por lo tanto, la alfabetización digital consiste en una competencia
lingüística o comunicativa nueva.

2- Aparece una forma distinta de ver el mundo, un nuevo espacio social relacionado
a una nueva experiencia comunicativa. Además de constituir un cambio epistémico,
o como consecuencia de ello, la cultura digital tiene que afectar al sistema y a los
escenarios educativos.

3- La existencia de un nuevo entorno digital no significa que los entornos


tradicionales deban desaparecer o quedar absorbidos por el nuevo. Haciendo
referencia a la hipótesis de Javier Echevarría (2000) sobre “Los tres entornos”
desarrollados por la especie humana: el entorno natural; el urbano y el entorno
tecnológico. El hecho de estar viendo nacer un entorno nuevo no ha de implicar que
desaparezcan los otros dos, este entorno tecnológico habrá de convivir con los dos
primeros, como el entorno urbano ha convivido con el natural. Desestimar los logros
alcanzados anteriormente sería otra forma de reduccionismo tecnológico.

Consideraciones finales:
…”La historia de la educación nos ha enseñado, a veces, en
forma dolorosa que la transformación educativa es un proceso
sistémico. Ninguna variable, por sí sola, logra transformar la
educación. Pero la historia también nos enseñó que no se
puede transformar la educación pretendiendo hacer todo al
mismo tiempo”. Juan C. Tedesco (1998).

Las Nuevas Tecnologías y la alfabetización digital ya forman parte de la


historia de la educación; pero los cambios que se están observando varían en
profundidad y velocidad de un país a otro, entre regiones dentro de un mismo país y
entre continentes.

El cambio está presente y plasmado, pero el rol que debe jugar la escuela en
este aspecto no debe ser dejado a un simple acto de “voluntariado” por parte de los
actores escolares que tienen la responsabilidad de guiar a los que a ella ingresan. La
brecha entre escuela y sociedad sigue existiendo, deberá el sistema escolar
considerar esta brecha y en qué medida y cómo tratará de reducirla, porque mientras
estas diferencias existan se hará más profunda esta fractura o distanciamiento entre
el camino de los docentes, con una visión de alfabetización tradicional a los que les
toca aplicar en sus prácticas escolares una nueva herramienta y el camino de los
alumnos con una estructura de pensamiento distinta que los lleva a un modo
diferente de procesar y articular el conocimiento a través de los contenidos.

Hacemos hincapié en la necesidad de una nueva forma de destreza crítica,


del desarrollo de una facultad, aún desconocida, para seleccionar la información
brevemente, con un nuevo sentido común.

Lo que se necesita es una nueva forma de educación para desarrollarse en un


nuevo mundo, sin dejar de pensar en si es en definitiva productiva o no la
“alfabetización digital”. Podemos preguntarnos en cuanto a qué debe ser productiva
y las respuestas que consideramos son amplias, entre ellas: debería hacer más
productivo el trabajo docente y del alumno, un facilitador a la hora de enseñar y de
aprender, los individuos alfabetizados digitalmente pasan por un proceso que otorga
valor agregado, en el caso de la escuela es válido tanto para los docentes y los
alumnos, siempre y cuando la planificación de acciones a seguir tengan un real
conocimiento de a dónde se quiere llegar.

Este valor agregado no puede ser considerado como un mero adorno


curricular, sino para permitir la inserción de las nuevas generaciones en el mundo del
trabajo, ser más productivos y por ende aumentar las posibilidades de acceso y
mejora laboral, social y cultural. Las habilidades y conocimientos que tiene una
persona se van adquiriendo durante toda su vida, es un proceso constante, continuo
y gradual; pero lo que sí es claro que cuanto más mejoran en habilidades y
conocimiento los individuos, mejora el acceso a superiores niveles de vida.

Por algunos de estos motivos, es que las naciones han puesto parte de su
accionar socio político en generar políticas relacionadas a la inclusión social y la
alfabetización digital, el acceso a mejores niveles de vida marca en parte una de las
diferencias entre las naciones que forman el mundo desarrollado y las que forman
parte de las naciones en vías de hacerlo.

De esta manera, no debemos dejar de evaluar el papel del Estado en el camino


de la “alfabetización digital”, que no sólo es partícipe con las políticas relacionadas a
este tema, sino también brindando la infraestructura necesaria para la capacitación y
el acceso cotidiano a las nuevas tecnologías.

La tendencia y la voluntad de acercamiento en muchos casos están presentes,


pero para lograr que las Nuevas Tecnologías respondan a las expectativas en ellas
apoyadas, se deben tener en cuenta tres pilares:

1- Políticas educacionales y gubernamentales serias y viables.


2- La alfabetización digital desde la noción de alfabetización crítica, y
3- El compromiso real de los actores escolares, donde incluimos: alumnos,
docentes, padres, directivos y el propio Estado.
En definitiva se necesita una triada de sujetos para llevar a cabo una
“alfabetización digital” eficiente: los alumnos, como representantes de las
necesidades sociales, los docentes como los mediadores para acceder a la lectura
crítica y el Estado que debería brindar la infraestructura y el marco legal donde ésta
se desarrollará.

No queremos dejar de considerar la importancia de la transversalidad de la


“alfabetización digital” en los contenidos escolares, este concepto apareció hace dos
décadas atrás, en los diseños curriculares de base. Con el término “transversal” se
alude a la ubicación o al espacio que se pretende ocupen ciertos contenidos dentro
de la estructura curricular de cada ciclo o nivel.

De tal manera los contenidos son concebidos como ejes que atraviesan en
forma longitudinal el currículo, y en torno a ellos se articulan los temas de las
diferentes áreas de formación, pero sobre todo en la formación ética y ciudadana de
los individuos. Destacamos que la “alfabetización digital” está relacionada a todas las
áreas del conocimiento pero es un emergente de una nueva Sociedad.

Cuanto más fuertes sean los lazos entre estos pilares, la escuela permitirá
darles a sus alumnos las herramientas necesarias para incluirse en la Sociedad del
Conocimiento y permitirles evolucionar como individuos plenos y libres.

Actividades de revisión y reflexión

1- Señale en qué contextos están impactando las TIC ¿La institución escuela
puede permanecer ajena al mismo?

2- ¿Cuál es la relación existente entre brecha digital, la alfabetización digital y

la exclusión?

3- ¿Por qué la incorporación de las Nuevas Tecnologías de la Información y la

Comunicación (NTIC) y la Alfabetización digital se encuentran ligadas a las

políticas de igualdad?
4- Complete el siguiente cuadro indicando algunas características de cada

uno de los entornos de aprendizaje señalados:

E N T O R N O S

FORMAL INFORMAL NO FORMAL VIRTUAL

5- Analice la siguiente afirmación, indique si es correcta y justifique su

respuesta: “Podemos tomar como sinónimos los procesos de “educar para

los medios” y el de “alfabetizar en medios”

6- Señale las características de la alfabetización crítica. ¿Por qué es

importante llegar a este nivel?

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