Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Rodolfo Orellana Rengifo, ciudadano peruano identificado con DNI n.° 06750549, de
ocupación vendedor, actualmente detenido en los calabozos de la Comisaría de Breña,
en la investigación que se me sigue por presunto delito de robo.
2.1. El general de la Policía Nacional del Perú de nombre José Gálvez Calle, en su
condición de jefe de la Región Policial Lima, con cuyo cargo se encuentra la Comisaría
Breña.
2.2. El comandante de la Policía Nacional del Perú de nombre Carlos Díaz Huamán en
su condición de jefe o Comisario de la Comisaria de Breña.
2.3. El teniente de la Policía Nacional del Perú de nombre Cesar Vigo Puertas, en su
condición de jefe de la unidad de Investigación de Delitos de la Comisaria de Breña.
Los denunciados mencionados en los puntos 2.3 y 2.4 habrían cometido calidad de
autores directos, el delito de tortura en mi agravio, delito previsto en el artículo 321
del Código Penal. Hechos cometidos en la forma y circunstancias que paso a describir.
4.1.1. Señor fiscal, el día 1 de julio del 2020 fui detenido a la salida de mi domicilio
ubicado en el Jr. Carhuaz n.° 220 del distrito de Breña, siendo aproximadamente las
9.30 de la mañana, por personal policial de la Comisaría de Breña, quienes no sólo no
me mostraron ninguna resolución judicial que disponga mi detención, sino que además
en todo momento se negaron a identificarse. Se trataba de tres efectivos policiales que
carecían de distintivos con sus nombres y que a la fuerza me subieron a un vehículo
policial y me condujeron a las instalaciones de la Comisaría de Breña donde me dijeron
que quedaría detenido por la presunta comisión del delito de robo a mano armada.
Dichos efectivos no me permitieron hacer una llamada telefónica para avisar a mis
familiares ni tampoco me han permitido durante el tiempo que estoy detenido el
poder comunicarme con el fiscal para pedir que se me nombre un abogado defensor
público.
Lo cierto es que cuando confesé lo que ellos me pedían, el teniente Cesar Vigo me dijo
que él era el jefe de la investigación y que tomaría una declaración en la cual no debía
mencionar nada acerca de las palizas, ya que si lo hacía seguirían golpeándome y que
por si acaso el fiscal ya sabía que habían aplicado un poco de fuerza en este caso así
que no tenía razón para denunciar.
Tanto el general Galvez como el comandante Díaz son los jefes inmediatos de los
autores directos y tienen entre sus obligaciones funcionales supervisar y controlar el
accionar de sus subordinados, rodo lo cual nos indica, sobre todo en una institución
jerarquizada y casi militarizada, que estos hechos no podrían ocurrir si es que
subordinados como el teniente Vigo y los demás subalternos no contaran con la
autorización respectiva, ni con la protección de dichos jefes, lo cual en cado de
denuncias o de evidenciarse este proceder delictivo. Esto es así porque las
instituciones militarizadas, casi ningún proceder se realiza al margen del conocimiento
y consentimiento de los jefes, lo que hace que su participación sea prácticamente
obligada para dar las autorizaciones correspondientes.
La autoría mediata está descrita en el artículo 23 del código penal que dice:
El que realiza por sí o por medio de otro el hecho punible y los que lo cometan conjuntamente
serán reprimidos con la pena establecida para esta infracción”.
“(…) lo cual se condice con la condena emitida por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos contra el Estado Peruano, por el asesinato de los hermanos GP, donde se dispone
que: “El estado debe en un plazo razonable, investigar efectivamente los hechos del presente
caso, con el fin de identificar, juzgar y sancionar a todos los autores de las violaciones
cometidas en perjuicio de Rafael Samuel y Emilio Moises Gómez Paquiyauri…”; por lo que
conforme a lo anterior se acredita la existencia de un aparato organizado de poder, dentro de
la propia estructura de las fuerzas policiales, cuyo alcance no obstante no se ha llegado a
determinar en número de integrantes, lo cual no obsta a dar cumplida dicha cualidad, y que la
fungibilidad, como requisito subjetivo de la autoría mediata, es exigible hacia los ejecutores
directos, más no así para el mediato y hombre de atrás, pudiendo ser otros los subordinados
que concurrieran y recibieran la orden del en-acusado SC de ejecutar los asesinatos,
cumpliéndose así el requisito de la fungibilidad impugnada. (Recaída en el recurso de nulidad
No. 2508- 2013-Callao, S.P.P”.
Si se produce la muerte de la víctima y el agente pudo prever ese resultado, la pena privativa
de libertad es no menor de 20 ni mayor de 25 años”.
Cómo podrá verse, señor fiscal, en el presente caso resulta de aplicación la agravante
establecida en el literal e) del artículo 321.
5.1. La boleta de compra de medicinas y calmantes que mi esposa, doña Sara Díaz
Román tuvo que comprar en la farmacia Cruz Roja, el día 04 de julio para llevarme a la
comisaría donde me encontraba detenido. Que además solicito la actuación de los
siguientes medios de investigación.
5.3. La revisión médico legal, que su despacho deberá disponer de manera urgente a
fin de verificar que aún quedan huellas en mi cuerpo de las torturas de las que he sido
víctima.
5.4. La declaración de mi vecino el señor Juan Matta Roque, que domicilia en Jr.
Carhuaz No. 230, quien presenció la forma y circunstancias en la que fui detenido por
parte de los denunciados.
5.5. La declaración de todos los denunciados. En relación con los denunciados que no
han sido debidamente identificados se deberá oficiar a la Dirección General de la
Policía Nacional a fin de que informe cual es el nombre del personal policial asignado a
la comisaría de Breña y especialmente a la oficina de investigación de delitos y se
deberá disponer el reconocimiento físico por parte del suscrito.
Por tanto: