En la lectura de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela podemos percibir como el constituyente incorpora el concepto de agricultura sustentable como la base del desarrollo del país. De esta manera la máxima norma ordena la creación de una nueva dinámica en el ámbito productivo, el modelo tradicional de productivismo da paso a una nueva concepción de crecimiento donde la protección del medio ambiente es parte integrante del desarrollo.
Este planteamiento de unificar ambiente y desarrollo tiene
especial significación, no sólo por haber sido una constante permanente en los últimos años en distintos foros y congresos internacionales, sino por los efectos que genera en una nueva concepción del desarrollo.
A continuación presentamos un breve análisis de los
fundamentos que expresa la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en materia de desarrollo sustentable de la agricultura como respuesta a los grandes conflictos que se presentan en materia de acceso a los alimentos en estos momentos de bloqueo que atraviesa nuestro país, de igual manera desarrollamos el concepto de seguridad alimentaria y establecemos las propuestas más importante de la soberanía alimentaria. FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES DEL DERECHO AGRARIO
Para establecer los fundamentos Constituciones del Derecho
Agrario comenzaremos por señalar que el Derecho Agrario es la norma que regula la actividad agropecuaria y el uso de la tierra, tiene como objeto ordenar las relaciones jurídicas que se derivan de esas actividades.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
establece en los artículos 305, 306 y 307 los fundamentos del el Derecho Agrario que descansan sobre tres preceptos básicos: Primero, la naturaleza sustentable de la agricultura, segundo la importancia de la seguridad alimentaria, y tercero la soberanía alimentaria.
En este orden de ideas se destaca el deber del Estado de
incentivar y estimular la actividad agrícola y pecuaria como estrategia principal para garantizar la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y de esta manera garantizar la seguridad alimentaria de toda persona que permanezca en nuestro país tanto nacional como extranjero, lo cual será a través del desarrollo y protección de todas las actividades inherentes a la obtención de los alimentos.
El Estado deberá implementar las estrategias necesarias para
controlar el intercambio de productos, de tecnología, la tenencia de la tierra, así como todas aquellas medias que sean necesarias para logar autoabastecimiento y la soberanía alimentaria y de esta forma alcanzar la independencia ya que un país sin soberanía alimentaria es un país sometido a los intereses a los vaivenes del mercado internacional, de las corporaciones, y de los gobiernos extranjeros. AGRICULTURA SUSTENTABLE
La agricultura sustentable se basa en la preservación del medio
ambiente, aplicando las técnicas de producción de alimentos de una forma que no genere alteraciones en el medio ambiente y sin interferir en los ciclos normales que se presentan en los ecosistemas y en el entorno natural que los rodea.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el
artículo 305, señala que: “El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral…”, entendiendo que la agricultura sustentable es la que se sostiene en un sistema de producción que se autoabastece. En la norma citada, el Estado se compromete a diseñar y a orientar sus políticas agrícolas y pecuarias a fin de que esta actividad económica se desarrolle con la eficiencia necesaria para que se autoabastezca, haga un uso racional de los recursos naturales en aras de la conservación de los ecosistemas y además, otorgue a todas las personas que se encuentren dentro del territorio nacional la seguridad en el acceso a la alimentación.
En este tenor la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en el artículo
2 nos establece que para cumplir el mandato constitucional y con el objetivo “de establecer las bases del desarrollo sustentable “, se afecta el uso de todas las tierras públicas y privadas aptas para el agricultura, esto quiere decir que todas las tierras que conforman el territorio nacional y que sean idóneas para la actividad agrícola quedan a disposición de la función social de la seguridad agroalimentaria, palabras más, palabras menos esto quiere decir que toda tierra con capacidad de producir será dedicada, exclusivamente para la producción de alimentos. Las políticas públicas que consideramos necesarias consisten en el diseño y mantenimiento de las vías de comunicación a fin de que los productores agrícolas puedan trasladar sus productos a los centros de distribución de una manera eficaz, dotar a los productores y al campesinado de los insumos necesarios para realizar esta actividad, capacitación de las nuevas tecnologías de producción que son amigables con el ambiente, limitar la economía puerto, crear un plan especial tributario a fin de estimular al sector agrícola. SEGURIDAD ALIMENTARIA La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el artículo 305 le ordena al Estado la promoción de la agricultura sustentable “… a fin de garantizar la seguridad alimentaria…”, en este sentido, el organismo de las Naciones Unidas para la alimentación La F.A.O. nos señala que: “ La seguridad alimentaria existe cuando todas personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a los alimentos suficientes y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias para llevar una vida activa y sana.” Actualmente, en Venezuela estamos atravesando una crisis de múltiples aristas en la cual podemos divagar estableciendo las causas de la misma y que es producto de que no ha existido, gobierno alguno que tenga un interés real en desarrollar políticas orientadas alcanzar el objetivo de obtener un mínimo de seguridad alimentaria, además es importante señalar que estamos siendo víctimas de un brutal bloqueo internacional que cercena toda posibilidad de mejor económicamente y nos obliga a sostener en una economía de puertos. Aun así el estado venezolano está obligado por la Constitución y por los tratados internacionales suscritos a diseñar y establecer actividades incentiven las actividades agrícolas. SOBERANÍA ALIMENTARIA
La soberanía alimentaria es una propuesta de estrategias
públicas y privadas que deben diseñar los Estados para para atender el incremento de la malnutrición, la pobreza, la dependencia alimentaria en sus pobladores, las cuales deben estar enfocadas en salud y calidad de vida, buscando alternativas más saludables y equitativas al sistema actual de producción y acceso a los alimentos.
Este concepto se origina en el documento “Soberanía Alimentaria,
un futuro sin hambre” presentado en la Cumbre Mundial Sobre Seguridad Alimentaria en noviembre de 1996 en la ciudad de Roma. En el año 2002 en Cumbre Mundial de la Alimentación la F.A.O., señalando que la soberanía alimentaria es: “derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria, de comercialización y de gestión de los espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental”.
Las propuestas básicas de esta propuesta son:
El derecho del productor, del campesino a producir alimentos , y
el derecho del consumidor a seleccionar y a elegir lo que consume, cuando y de quien.
La participación de los productores, campesinos y consumidores,
en la definición de la política agraria de sus Estados, y el reconocimiento de los derechos de los campesinos, de los pequeños y grandes productores que desempeñan un importantísimo papel en la producción agrícola y en la alimentación.
Favorecer la producción agrícola local para alimentar a la
población, el acceso de los campesinos a la tenencia de la tierra, al agua, a las semillas y a los programas crediticios.
Anteponer la producción de alimentos local a la exportación.
Fomentar políticas de atención al campesinado en insumos,
servicios públicos, salud, entre otros.
Asegurar una estabilidad de precios tanto en el ámbito nación al
como internacional a través de controles a la producción de acuerdo a las necesidades de la producción. CONCLUSIÓN
La explotación del petroleó marcó un punto de inflexión en la
historia de nuestro país de una Venezuela agrícola que ocupaba los primeros lugares en la calidad y en la importación del café, azúcar, cacao, y añil entre otros rubros, en pocos años esa actividad económica fue violentamente desplazada por la actividad minera dedicada a la explotación del petróleo con ella llegó la abundancia económica, el abandono de los campos, los cinturones de marginalidad en las principales ciudades donde se asentaron las grandes empresas explotadoras de petróleo, por ende la actividad agrícola y pecuaria se abandonó lo que ocasionó un alto nivel de dependencia de las importaciones para satisfacer las necesidades alimenticias los venezolanos.
En el año 1999, con la aprobación de la Constitución Bolivariana
de Venezuela se promulga un mandato al Estado contenido en los artículos 305,306 y 307 que obliga al Estado a orientar sus políticas al diseño de planes, estrategias y políticas dirigidas a incentivar el desarrollo agrícola, pero han transcurrido veintidós años y aún no hemos tenido resultados que se puedan mostrar como un avance significativo para lograr la tan ansiada soberanía alimentaria.