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gro-Venezuela: una oportunidad para la transformación agrosocioproductiva del

campo venezolano
Por: Frank Gustavo Tovar Zerpa(*) | Lunes, 14/03/2011 08:09 AM | Versión para
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Esta iniciativa del ejecutivo nacional para lograr nuestra soberanía y seguridad
agroalimentaria, debe concebirse e implementarse como una estrategia fundamental
para la transformación endógena, familiar y agroecológica del campo venezolano.
Además hay razones para hacerlo: la cultura del petróleo, las importaciones
agroalimentarias a través de la agricultura de puerto, la tasa actual de crecimiento de
la población venezolana, los altos precios a nivel mundial de los productos agrícolas
debido a las prácticas especulativas de los mercados financieros globales de
loscommodities y los impactos negativos que esta causando el proceso de cambio
climático. En ese sentido, se deben tomar en consideración y cumplir estrictamente
los preceptos constitucionales y legales de la República Bolivariana de Venezuela
que hacen referencia a la agroecología como base de la producción agropecuaria
sustentable, es decir, la siembra agroecológica del petróleo.
I. La vocación de uso de las tierras rurales.
Se debe privilegiar el uso responsable de las tierras para conciliar los objetivos de la
producción agrícola, pecuaria, acuícola y forestal con los objetivos de la
conservación y preservación ambiental. Esta primera consideración, se ancla en los
objetivos del milenio y en uno de los preceptos constitucionales de nuestra Carta
Magna, específicamente en el artículo 307, que establece:
¨… El Estado velará por la ordenación sustentable de las tierras de vocación
agrícola para asegurar su potencial agroalimentario…¨.
Este precepto constitucional hace referencia desde el punto de vista conceptual, a lo
que se denomina vocación de uso de la tierra de conformidad con lo establecido en
el artículo 2, numeral 1 del Reglamento Parcial del Decreto con Fuerza de Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario para la Determinación de la Vocación de Uso de la Tierra
Rural, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº
38.126 de fecha 14 de febrero de 2005:
¨Interacción entre los factores físicos (suelo, clima, topografía y erosión),
tecnológicos, socioeconómicos, culturales y los requerimientos agroecológicos de
los rubros a producir, que determinan la asignación de usos agrícola (vegetal,
acuícola, pecuario y forestal), bajo condiciones de sustentabilidad a las distintas
Unidades Productivas Agrícolas…¨
II. Ordenamiento territorial agroecológico.
En el ámbito territorial de cada Distrito Motor de Desarrollo, se deben delimitar
unidades agroecológicas de ordenamiento territorial, bien pensadas, para evitar: el
uso desordenado del territorio bajo producción agrícola, pecuaria, acuícola y
forestal, procesos erosivos por la inadecuada mecanización y ausencia de medidas
de conservación de suelos y de aguas, contaminación ambiental por el uso
irresponsable de fertilizantes de síntesis química, uso de agrotóxicos en el control de
plagas y enfermedades, intoxicación en los productores, pérdida de biodiversidad y la
desarticulación social.
Está segunda consideración, nos remite a los artículos 2 y 113 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela Nº 5.991 Extraordinario de fecha 29 de julio de 2010, en virtud que la
misma afecta las tierras públicas y privadas que tienen vocación para la producción
agroalimentaria a través de una clasificación por vocación de uso (agrícola vegetal,
pecuario, forestal, preservación y conservación ambiental, agroturismo), que para
efectos del ordenamiento territorial agroecológico que se propone, la determinación
de la vocación de uso de la tierra, debe efectuarse a partir del conjunto de sus
limitaciones y potencialidades físicas, es decir, en base a la capacidad de uso de la
tierra. En definitiva, se trata de planificar el uso agroecológico de la tierra como una
estrategia de sustentabilidad para la producción actual y futura en el campo
venezolano.
III. La producción agroecológica como eje del desarrollo endógeno y familiar en
el campo venezolano.
Esta tercera consideración, nos remite al vigente Plan de Desarrollo Económico y
Social de la Nación 2007-2013, el cual establece dentro de la directriz
correspondiente al modelo productivo socialista, las siguientes estrategias y políticas:
 Incrementar la participación de los productores y concertar la acción del Estado
para la agricultura.
 Consolidar la revolución agraria y eliminar el latifundio.
 Mejorar y ampliar el marco de acción, los servicios y la dotación para la
producción agrícola.
 Rescatar y ampliar la infraestructura para el medio rural y la producción.
En efecto, esto tiene en definitiva que lograrse, en virtud que la Ley Orgánica de
Seguridad y Soberanía Agroalimentaria, publicada en la Gaceta Oficial de la
República de Venezuela Nº 5.889 Extraordinario de fecha 31 de junio de 2008, en su
artículo 3, declara de utilidad pública e interés social, las actividades que aseguren
la disponibilidad y acceso oportuno a los alimentos, de calidad y en cantidad
suficiente a la población. Igualmente dispone en su artículo 10:
¨Se reconoce el derecho de las ciudadanas y los ciudadanos a la producción
sustentable, enfocada en la sostenibilidad medioambiental, social, económica de
las actividades agrícolas, de sus trabajadores y trabajadoras. Se consideran
contrarias al presente Decreto con Rango y Fuerza de Ley Orgánica las prácticas
del monocultivo intensivo y aquellas dirigidas a permitir el control del mercado de
productos agroalimentarios. La sustentabilidad de la producción agrícola nacional
se garantizarás a partir del desarrollo rural integral de las comunidades de
productores y productoras en condiciones de igualdad y justicia…¨
IV. La certificación orgánica de la producción agropecuaria venezolana es una
opción viable y posible.
Sin embargo, el éxito de esta iniciativa para lograr nuestra soberanía, seguridad
agroalimentaria y diversificar nuestra economía, debe anclarse en una producción de
base agroecológica, para lo cual es necesario promover mediante normas
legislativas (leyes) y ejecutivas (decretos) la certificación orgánica de los productos
agrícolas, pecuarios, acuícolas y agroforestales, tanto para el consumo interno y la
exportación, mediante un sello verde u orgánico que suministre a los consumidores
la certeza de que está adquiriendo y consumiendo un producto que ha sido cultivado
sin el uso de fertilizantes y plaguicidas de síntesis química y que no son
transgénicos.
El sello orgánico es una estrategia que debe socializarse para lograr un proceso de
ecologización en nuestros campos. Es decir, una producción agropecuaria en
armonía con la naturaleza que permita la cosecha de productos de calidad nutricional
y biológica, pero que además, asegure calidad de vida para la gente del campo y la
ciudad. Una producción certificada con sello orgánico, es una garantía para la
obtención de precios diferenciados en el mercado mundial, lo cual significa mayores
ingresos no petroleros para el país y mayores ingresos para las familias productoras.
Y por supuesto, una mejor salud para nuestros congéneres consumidores y
productores.
Otro aspecto crucial que se debe tener bien en cuenta en el marco de
AgroVenezuela, es que la agroecología no es una práctica agrícola particular o un
sistema de producción especifico. Debe entenderse como un abordaje alternativo,
deseable, posible e inclusivo para integrar los conocimientos locales de nuestras
comunidades campesinas y originarias con los conocimientos científicos para la
implementación de una producción agropecuaria responsable desde el punto de vista
ambiental, económicamente rentable para las familias productoras, socialmente
inclusiva y agronómicamente productiva. El verdadero reto de AgroVenezuela es
ecologizar y transformar desde el punto de vista agrosocioproductivo el campo
venezolano. Insistir en producir y reproducir las experiencias de la agricultura
convencional o moderna de base química, es un contrasentido.
Finalmente, la agricultura moderna ha mostrado tener elevados rendimientos, pero
costos ecológicos inadmisibles (pérdida de agro-biodiversidad, contaminación de
aguas, pérdida de suelos, plagas, enfermedades y daños a la salud de las personas
por mal uso de pesticidas, cultivos transgénicos). Igualmente, siendo intensiva en
recursos financieros y tecnológicos, viene progresivamente excluyendo a las familias
de recursos limitados del proceso agroproductivo y por lo tanto tiende a desarticular y
vulnerar la agricultura familiar campesina e indígena venezolana, como aliadas
estratégicas para la seguridad y soberanía agroalimentaria y la diversificación de
nuestra economía para superar la vigente monoexportación petrolera. La ética
ecológica que debe caracterizar a AgroVenezuela, obliga a humanizar el campo
venezolano a través de actividades productivas que privilegien la agroecología.
(*)Ingeniero Forestal. Magister Scientiae en Gestión de Recursos Naturales
Renovables y Ambiente (Con énfasis en Estudios de Impacto Ambiental) y
Doctorante en Antropología en el área de Etnoecología.
fgtovar@gmail.com
Indicadores de sustentabilidad en Agroecología
Dayaleth Alfonzo, Maria Daniela Torrez-Alruiz, Raul Alban, Diego Griffon.

Introducción

El desarrollo agrícola involucra la administración de varios recursos adicionales al


cultivo y afecta aspectos de la vida social humana que van mucho más allá del mero
aumento de la producción (Gliessman, 1998; Toledo, 2007). Es por esta razón que la
generación de propuestas de desarrollo agrícola sustentable no deben omitir la
interrelación que existe en las tres áreas fundamentales que afectan tal desarrollo
(Figura 1). Las propuestas de manejo agroecológico, parten del reconocimiento de
estas interrelaciones, y consideran además criterios sistémicos de manejo, como
única forma de abordar el problema multidimensional de la agricultura.

De este modo, el manejo agroecológico de un sistema agrícola aspira, entre otros,


lograr la diversificación espacial y temporal del cultivo, la integración entre la
producción animal y vegetal, y el mantenimiento de los recursos naturales
optimizando el uso agrícola de los mismos (Altieri y Nicholls, 2000). Para lograr estos
objetivos (generar propuestas de manejo integrales) es necearía la diagnosis
sistémica del agroecosistema. Luego, para describir y evaluar el grado de
sustentabilidad de un sistema agrícola, se requiere identificar las limitaciones que
afectan su funcionamiento y las causas que generan estas limitaciones, también es
indispensable identificar las potencialidades. Con ello se logran determinar áreas
prioritarias de investigación y se pueden hacer propuestas de solución acordes con
las necesidades reales de los productores de cada localidad (Masera et al., 1999).
Figura 1. Ejes o
dimensiones fundamentales del desarrollo sustentable (Tomado de Toledo, 2007).

Una manera de diagnosticar el estado del sistema agrícola es la construcción de


indicadores de sustentabilidad. Estos indicadores permiten conocer de manera
particularizada, las necesidades de manejo de cada sistema, con miras a mantener o
mejorar la productividad, reducir riesgos e incertidumbre, aumentar los servicios
ecológicos y socioeconómicos, proteger la base de recursos y prevenir la
degradación de suelos, agua y biodiversidad, sin disminuir la viabilidad económica
del sistema (Altieri, 1997).
.
Los indicadores de sustentabilidad se construyen a través de la evaluación de
agroecosistemas reales, tomando como marco de referencia características
fundamentales de agroecosistemas sustentables (Astier, 2007. Estas evaluaciones
se realizan a través de criterios diagnósticos que permiten construir indicadores del
estado del sistema (Masera et al., 1999). Se han propuesto diversos métodos de
diagnóstico (e.g., FESLM, IICA, CIFOR, SAFE), uno que se está empleando en la
actualidad en varios países latinoamericanos con bastante éxito es el método
MESMIS (Marco para la Evaluación de Sistemas de Manejo de recursos naturales
mediante Indicadores de Sustentabilidad) (Masera et al., 1999). Con el objetivo de
mostrar un ejemplo de evaluación sistémica de un agroecosistema, en este post se
diagnostica un pequeño sistema agrícola empleando el método MESMIS.

Método MESMIS
Como ya se introdujo brevemente, MESMIS es una herramienta de desarrollo, que
sirve para diagnosticar el agroecosistema, a la vez que ofrece una guía para las
actividades a implementar, con directrices claras y estandarizadas de análisis. Dado
que considera el factor local como aspecto fundamental de la diagnosis, MESMIS
ofrece respuestas endógenas, por esa misma razón, es un método en permanente
construcción (Masera et al., 1999).

Las características fundamentales del enfoque de este método son (Astier, 2007):

1.- Es Relativista: porque establece los límites del sistema a estudiar y un horizonte
temporal de evaluación, especificando los actores y sus objetivos particulares.
2.- Es constructivista: puesto que adapta el método al objeto de estudio y a los
involucrados.
3.- Exige múltiples criterios: ya que incorpora criterios ambientales, sociales y
económicos.
4.- Posee un enfoque sistémico e integrador: ya que entiende el sistema agrícola
como un conjunto de subsistemas que se interrelacionan y actúan como una unidad
de producción, sustentable o potencialmente sustentable.
5.- Demanda Participación: Involucra la participación real de los agentes implicados.
6.- Es multidisciplinar: porque exige del concurso de profesionales de diferentes
áreas para poder evaluar las múltiples dimensiones involucradas.

MESMIS parte del supuesto que un agroecosistema sustentable es aquel que posee
los siguientes atributos: Productividad, Estabilidad, Confiabilidad, Resiliencia,
Adaptabilidad, Equidad, Autosuficiencia entre otros (Masera et al., 1999). Cada
atributo puede evaluarse a través de diversos criterios diagnósticos (Tabla 1), por
medio de los cuales se proponen indicadores que permitirán evaluar el grado de
sustentabilidad del sistema (Masera et al., 1999).
Tabla 1. Atributos y criterios diagnósticos de un agroecosistema sustentable, según
MESMIS (Masera et al., 1999).

De forma esquemática, MESMIS demanda seguir los siguientes pasos de manera


recursiva (Figura 2) (Astier, 2007):

1. Caracterización del sistema de manejo. Caracterizar el sistema, definir los


sistemas de manejo a evaluar, sus límites, subsistemas y flujos internos y externos
de materia y energía.
2. Determinación de los puntos críticos. Fortalezas y debilidades del sistema.
3. Selección de indicadores. Determinar los criterios de diagnóstico de cada
atributo y selección de indicadores estratégicos.
4. Medición y monitoreo de los indicadores. Diseño de herramientas o
instrumentos de análisis y obtención de la información deseada.
5. Presentación e integración de resultados. Comparar la sustentabilidad de los
sistemas de manejo analizados indicando sus principales obstáculos y aspectos que
los fortalecen.
6. Conclusiones y recomendaciones. Síntesis del análisis y elaboración de
sugerencias para fortalecer la sustentabilidad de los sistemas de manejo y el proceso
de evaluación.

Figura 2. Guía de actividades


para la ejecución del MESMIS (tomado de Galvan, 2006).

Diagnóstico de un pequeño predio agrícola

A continuación, se procede a modo de ejemplo, a la aplicación de MESMIS al predio


de la Familia Rodríguez.

Paso 1. Caracterización general del sistema agrícola.

El sistema agrícola explorado en este trabajo es el predio de la familia Rodríguez.


Esta unidad productiva funcionó hasta 1999 bajo un esquema convencional de
producción de hortalizas y desde los inicios del año 2006 ha reanudado su
producción mediante la cooperación de profesores y estudiantes de la UBV y
miembros de las comunidades cercanas. Aún cuando se emplean prácticas como
siembra en curvas de nivel, uso de mulches, asociaciones de cultivos, enmiendas de
materia orgánica al suelo, uso de plantas aromáticas como repelentes, controladores
biológicos, insecticidas y fungicidas biológicos, quedan muchos aspectos por
resolver. Con el objetivo de diagnosticar el estado actual de este sistema, se
examina de forma sistémica sus distintos subsistemas y relaciones.

Este agroecosistema se encuentra localizado en el Kilómetro 6.745, sector Los


Pachecos del Camino de los Españoles, Parque Nacional El Ávila. La parcela se
encuentra ubicada a 1466 msnm, en las coordenadas 11666555N 19726076E Es
importante resaltar que la zona se encuentra en la región hidrográfica central, en la
cuenca del río Tuy, Subcuenca del río Guaire, Microcuenca Catuche.

Algunas de las características físico-químicas del sistema son:


- Precipitación de 949,9 mm anuales según el promedio de los años 1994-2000.
- Humedad relativa promedio 63.5%.
- Temperaturas que oscilan entre los 17º C a los 30º C.
- Pendiente moderada de 6°.

El suelo presenta óptimas condiciones de fertilidad, con un contenido de materia


orgánica de 5%, un pH de 6,6 y textura franco arcillosa.

En cuanto a las características socioeconómicas y culturales del sistema, se puede


decir lo siguiente: la familia es de origen andino (Estado Mérida- Venezuela), y no
tiene lazos familiares ni culturales con el resto de la comunidad, que está
caracterizada por personas de origen portugués y español. La mayor parte de los
miembros de la comunidad son productores hortícolas convencionales, que hacen
uso intensivo de agroquímicos y del laboreo del suelo. La comunidad se ha
organizado en torno al Consejo Comunal del Camino de los Españoles - Vargas.

Es de especial importancia para el desarrollo de las actividades socioeconómicas de


esta comunidad, el hecho de que se encuentra insertada en un área bajo régimen
especial: el Parque Nacional Ávila. Este hecho limita sus actividades productivas y de
desarrollo con marcos legales particulares. Un caso relevante es el restringido
acceso al agua que poseen los habitantes del Camino de los Españoles, lo que
dificulta la habilitación de sistemas de riego sofisticados. Como se evidencia, el
sistema agrícola estudiado es de especial interés para diferentes actores nacionales,
y la posibilidad de soluciones exitosas para todos los factores involucrados lo hacen
especialmente atractivo.

En el predio de la familia Rodríguez se pueden reconocer cinco subsistemas (Figuras


3, 4):

1) Subsistema familiar: grupo familiar conformado por cuatro miembros, la madre


viuda, su hijo viudo y dos nietos (niña y niño).
2) Subsistema agro - forestal: conformado por café de sombra y áreas de bosque.
3) Subsistema agrícola: tierras en barbecho, cultivos de ciclo corto, frutales y cultivos
de plantas aromáticas.
4) Subsistema pecuario: aves de corral.
5) Subsistema vivero: propagación de especies leñosas.
Figura 3. Esquema del predio de la familia Rodríguez.

Figura 4. Sistema Predio de


la familia Rodríguez. En detalle se muestran los subsistemas, componentes y sus
relaciones.

1.1 Caracterización de los subsistemas

Subsistema agro-forestal (3 ½ hectáreas)


Componentes:
Café de sombra silvestre.
Áreas de bosque.
Áreas de reforestación.

El bosque posee una diversidad de especies características de los bosques tropófilos


norteños del país. De este subsistema se extrae madera de manera ocasional para
consumo familiar, no se hace ningún tipo de explotación del café. Se está
reforestando algunos sectores del subsistema con especies endémicas como el
Nogal de Caracas (Juglans venezuelensis) en un proyecto realizado en conjunto con
el Misterio del Ambiente.
Subsistema agrícola (0.5 hectáreas)
Componentes:
Tierras en barbecho.
Cultivos de ciclo corto (zanahoria, rábano, cilantro, perejil, lechuga, tomate, ají dulce,
pimentón, berenjena, calabacín, auyama, cebolla, cebollín y ajo porro, maíz, ocumo,
yuca, quinchoncho).
Árboles frutales (naranjas, grape fruit y limón).
Cultivos de plantas aromáticas (ruda, hierbabuena, menta, orégano orejón, toronjil,
malojillo, albahaca, hierba de muerto).

Desde el año 2005 se maneja bajo un sistemas de sustitución de insumos


(fertilizantes químicos por humus, control de malezas con herbicidas por control
manual de malezas, insecticidas por entomopatógenos (Beauveria
bacciana y Bacillus thuringiensis), fungicidas biológicos (hongos
antagonistas: Trichoderma sp.) y por medio de mecanismos como rotación de
cultivos y siembras en curvas de nivel. El subsistema se transformó de siembra de
monocultivos de maíz y brocóli a siembras de cultivos asociados, empleando cultivos
de plantas aromáticas con fines repelentes. Ocasionalmente se cosechan cítricos
pero se usan fundamentalmente para consumo familiar y algunos excedentes se
venden.
Subsistema pecuario
Componentes:
Aves de corral: pollos de engorde y gallinas criollas ponedoras.
Existen corrales manejados parcialmente de forma intensiva con pollos de engorde
empleados para consumo familiar y para la venta, recientemente se anexaron
gallinas criollas.

Subsistema vivero
Componentes:
Especies leñosas y autóctonas como el Apamate (Tabebuia rosea), Araguaney
(Tabebuia chrysanta), Bucare (Eritrina fuscosa), y el Nogal de Caracas (Juglans
venezuelensis).
En este subsistema se propagan plantas que son transplantadas fundamentalmente
fuera del predio mediante un trabajo en conjunto con el Ministerio del Ambiente.

Subsistema familiar
Componentes:
Estructura familiar: grupo familiar conformado por cuatro miembros, la madre viuda,
su hijo viudo y dos nietos (niña y niño).

El sostén de la familia es la madre, que sale del predio y trabaja en Caracas como
empleada doméstica. El conocimiento del manejo del subsistema pecuario lo tiene la
madre, y el hijo posee conocimientos del manejo del subsistema agrícola, heredados
del padre. Los niños estudian en Caracas. El grupo familiar es de origen andino,
mientras que en el resto de la comunidad los habitantes son de origen español y
portugués, con un alto grado de parentesco. Probablemente existan barreras
culturales que influyan en el aislamiento de este grupo familiar y el resto de la
comunidad.

Las interrelaciones entre los componentes de los subsistemas se representan en el


diagrama de flujo de la Figura 5.
Figura 5. Diagrama de flujo
del predio estudiado. Flechas de color rojo representan relaciones de los
subsistemas del predio con el exterior, flechas en negro representan relaciones entre
los subsistemas del predio.

Paso 2. Determinación de los puntos críticos.

El análisis de los puntos críticos se realizó estableciendo las debilidades y fortalezas


del sistema. El resultado de este análisis se encuentra resumido en la Tabla 2.

Tabla 2. Fortalezas y debilidades básicas del sistema agrícola de la Familia


Rodríguez.
Paso 3. Selección de indicadores.

A partir de las debilidades y fortalezas encontradas en el sistema se establecieron un


conjunto de indicadores, los cuales se encuentran especificados y descritos en la
Tabla 3.

Tabla 3. Indicadores escogidos para caracterizar el predio de la Familia Rodríguez.


Paso 4. Medición y monitoreo de los indicadores.

La medición de los indicadores se hace por medio de un tratamiento estadístico


básico que permite establecer sus valores. Luego estos valores se estandarizan
según la ecuación:

donde

ND = Nivel de desempeño del indicador,


V= Valor medido del indicador,
Vmax = Valor máximo del indicador y
Vmin = Valor mínimo del indicador.

Estos valores luego son transformados a una escala de 5 puntos de la siguiente


manera:
Valores de 81 a 100% equivalen a 5,
Valores de 61 a 80% equivalen a 4,
Valores de 41 a 60% equivalen a 3,
Valores de 21 a 40% equivalen a 2,
Valores de 0 a 20% equivalen a 1.

La interpretación de estas mediciones es la siguiente: 1 hacia 5 el indicador


representa un mayor nivel de sustentabilidad (5>4>3>2>1).

En la Tabla 4 se presentan valores de los indicadores utilizados para caracterizar el


predio de la familia Rodríguez.

Tabla 4. Valores aproximados de los indicadores propuestos.

Paso 5. Presentación e integración de resultados.

Los resultados obtenidos en las mediciones de los indicadores se presentan de


forma integrada mediante un mapa multicriterio tipo AMOEBA (Figura 6). En esta
figura el grado máximo de sustentabilidad se obtiene cuando todos los indicadores
adquieren un valor igual a 5, lo que generaría en este caso un área igual a la del
dodecágono. La sustentabilidad real del sistema es representada por el polinomio
irregular de lados color azul oscuro.
Figura 6. AMOEBA del predio de los Rodríguez.

Como resultado del diagnostico del predio de los Rodríguez es importante resaltar
que los indicadores con máximo valor (4 o 5) son fertilidad del suelo y nivel de la
agrobiodiversidad, ambos concernientes a la dimensión ambiental, así como la
distribución de ingresos que corresponde a la dimensión social. A su vez los
indicadores con menor valor (1) son eficiencia en el sistema productivo, nivel de
ingresos, potencial de innovación, nivel de participación comunitaria (Figura 6). Este
revela que se han descuidado los componentes sociales y económicos, alejando el
predio de la sustenatabilidad. Se ha propuesto (Pino, 2007) como una forma de
caracterizar de manera general la sustentabilidad de un sistema evaluado mediante
la metodología MESMIS, utilizar la moda de los valores de los indicadores, en este
caso particular, la moda es igual a 1, lo que también es un indicativo del bajo nivel se
sustentabilidad del predio.

Paso 6. Conclusiones y recomendaciones.

A partir del análisis exploratorio a través de indicadores de sustentabilidad, se


pueden hacer en principio, dos propuestas de manejo:
1.- Para aumentar el nivel de ingresos familiares y la autosuficiencia alimentaria se
propone:
1.1 Incrementar la eficiencia del subsistema pecuario mediante la disminución de los
costos, aumentando el ciclaje de alimentos del subsistema agrícola.
1.2 Incrementar la producción del subsistema agrícola mediante:
1.2.1. El aumento de la superficie cultivada.
1.2.2 El estimulo del manejo cafetalero del subsistema agroforestal.
1.2.3 El estimulo de la producción de frutales.

2.- Para disminuir la dependencia de insumos y estimular los niveles de participación


comunitaria se propone:

2.1 Generar un banco de semillas.


2.2 Trabajar en el diseño y la ejecución de talleres comunales en los que puedan
participar habitantes de la localidad y que tengan como objetivo fundamental el
fortalecimiento de los siguientes tipos de redes sociales.
2.2.1 De intercambio de conocimientos.
2.2.2 De inserción en las cadenas comerciales.
2.2.3De formación de centros comunitarios de cría y reproducción de
entomopatógenos y entomófagos.
2.2.4 De formación en técnicas agroecológicas.

Para ello podría ser necesario evaluar aspectos como el reconocimiento de sistema
de valores y creencias relacionados a prácticas agrícolas dentro de los parques
nacionales, por ejemplo: ¿cómo percibe la comunidad y el subsistema familia las
posibles relaciones entre la agricultura y la alimentación, la conservación, el trabajo,
la dignificación de la comunidad, el cooperativismo?, entre otros.

De realizarse estas recomendaciones el diagrama de flujo de la unidad productiva se


vería modificado de la forma que se presenta en la Figura 8. En esta figura las
nuevas relaciones se representan con flechas de color azul, las relaciones que se
potenciarían a través de la implementación exitosa de las recomendaciones
aparecen representadas con flechas de color morado, mientras que las relaciones
que podrían debilitarse aparecen representadas con flechas de color amarrillo.

Figura 8. Nuevas relaciones propuestas para el sistema de la familia Rodríguez.


Flechas de color azul: muevas relaciones, flechas de color morado: relaciones que se
potenciarían, flechas de color amarrillo: relaciones que podrían debilitarse.

En síntesis

Se ha planteado a la Agroecología como un medio para alcanzar el desarrollo rural


sustentable. Sin embargo, es una incógnita como lograr efectivamente el tránsito del
modelo “convencional” al modelo “agroecológico”. La transición hacia la agroecológia
es un proceso complejo en el que se articulan distintas escalas (e.g., escala predial,
comunal, regional) (Guzmán y Alonso, 2007). En este sentido, los indicadores de
sustentabilidad parecieran ser un elemento clave a la hora de acometer esta
transición y permitir articular las diferentes escalas.

La metodología MESMIS presenta una serie de características en su enfoque que la


hacen especialmente propicia para abordar el problema de la transición hacia la
Agroecología. En particular, el enfoque sistémico característico de esta metodología
permite que se entienda a la sustentabilidad de un predio agrícola como una
propiedad que emerge de la interacción entre las subunidades del sistema y el
entorno. Este enfoque es propio de la Agroecología y representa una de sus
diferencias fundamentales con respecto al enfoque reduccionista de la agricultura
convencional. Por lo tanto, en nuestra opinión, solamente una herramienta con esta
aproximación pude ser utilizada exitosamente en el proceso de transición hacia la
Agroecología.

En el ejemplo desarrollado en este post, se pudo apreciar como algunos de los


problemas del predio evaluado, se pueden corregir endogenamente cuando se
evalúa el sistema en su totalidad. En este caso, incrementando las interconexiones
entre los subsistemas se logra subsanar algunos de estos problemas. Además, en
este ejemplo, se hace evidente como la herramienta puede ser utilizada para articular
diversas escalas. En este caso se hizo patente como el predio se encuentra
desarticulado de la comunidad a la cual pertenece. Este aislamiento, se traduce en la
no participación de los beneficios propios de la escala comunitaria de organización.
Esta limitación solamente se hace aparente cuando se evalúan las conexiones reales
del predio con su entorno, siendo esta evaluación parte del enfoque sistémico de la
metodología.

Guzmán y Alonso (2007) apuntan que la información que ofrece el MESMIS es útil
para la discusión y toma de decisiones a distintos niveles: para los agricultores, que
pueden tomar medidas para mejorar la sustentabilidad; para los políticos, que tienen
la posibilidad de elaborar políticas agrarias que corrijan los puntos críticos que ponen
en peligro la sustentabilidad del sistema; y por último, para los investigadores, les
ofrece la posibilidad de obtener información sistémica clave para comprender los
problemas que afectan la sustentabilidad de los agroecosistemas.

Recomendación: Si estas interesad@ en aprender a utilizar el MESMIS, te


recomendamos enfáticamente que visites la pagina llamada MESMIS Interactivo
(click aquí).

Referencias bibliográficas

Altieri, M. A. y Nicholls, C. I. 2000. Agroecología, teoría y práctica para una


agricultura sustentable. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Astier, M. 2007. Curso Internacional de Agroecología, Medellín- Colombia.

Entrevista con Miguel A. Altieri: Un promotor de la agroecología. Carlos Amorin ©


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Soberania Agroalimentaria: Arma estrategica de la Revolucion Bolivariana.
Soberania Agroalimentaria: Arma Estrategica de la Revolucion Bolivariana.
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