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La Talasoterapia

I. ¿Qué es la talasoterapia?
La talasoterapia es un método de terapia que se basa en el uso de diferentes
medios marinos, juntos o por separado (agua, algas, barro y otras sustancias
extraídas del mar e, incluso del clima), como agentes terapéuticos.
El agua se recoge en lugares donde esté limpia para garantizar la ausencia
de agentes contaminantes. Si contiene arena, por ejemplo, se deja decantar
hasta transparentarla antes de su aplicación en los distintos tratamientos.
(El agua de mar elimina por si misma los patógenos por ósmosis).
Etimológicamente, el término talasoterapia proviene del griego Thalasso
(mar) y Therapeia (terapia) y nació a partir de las investigaciones del
médico francés Bonnardiere de Arcachon (1869).
En cuanto a su formulación, es producto del médico británico Richard
Russell, quien desarrolló, a mediados del siglo XVII, el primer tratado
médico de curas marinas.
II. Historia de la talasoterapia
En prácticamente todos los lugares y en todas las épocas se ha considerado
que el mar tiene el poder de proporcionar fortaleza. Los héroes de las
epopeyas de Homero, por ejemplo, salían del mar plenos de energía.
Los médicos de la Antigüedad, desde el padre griego de la Medicina,
Hipócrates, hasta Avicena, pasando por Celso y Galeno, explicaron las
virtudes terapéuticas del mar y lo recomendaron fervorosamente para
recuperar la salud perdida.
En Europa, durante la Edad Media, se desprestigió la sabiduría clásica que
relacionaba el contacto con la naturaleza y las costumbres higiénicas con el
cuidado de la salud. Pero en el siglo XVI, el rey de Francia Enrique III
recibió tratamientos marinos por consejo de su médico, Ambrosio Paré.
Por entonces se atribuían a los baños marinos efectos fortificantes,
astringentes, resolutivos, anti piógenos, entre otros muchos.
El primer libro importante sobre talasoterapia lo escribió el inglés Richard
Russell en 1760. Se titulaba "El uso de agua de mar en las enfermedades de
las glándulas" y alcanzó un gran éxito en toda Europa.
Russell observó que las personas, y en especial los niños, que habitaban en
los pueblos costeros tenían en general mejor salud que los del interior. Era
el caso, por ejemplo, de la población de Brighton. Por eso recomendó los
baños de mar e incluso la ingesta de agua marina. En su libro escribió que a
su consulta llegaban niños débiles, pálidos, a los que devolvía la salud
únicamente con baños de mar.
Los éxitos de Russell le sirvieron para que la Familia Real británica lo
nombrara uno de sus médicos, de cabecera, lo que también hicieron
muchos otros miembros de la nobleza inglesa. El aval de la monarquía
provocó que la cura marina se difundiera por toda Gran Bretaña y por otros
países del continente como Francia, Holanda y Alemania.
A principios del siglo XX, el doctor Ceresole fundó en Venecia un instituto
para el estudio de los efectos del mar sobre el hombre sano y enfermo.
En 1913 se constituyó en Francia la Asociación Internacional de
Talasoterapia, que celebró su primer congreso en Cannes, en 1914. Francia
es, desde entonces, el país donde la talasoterapia goza de mayor prestigio y
difusión, con importantes centros especializados.
III. Evolución de la talasoterapia
A finales del siglo XIX, el francés René Quinton hizo públicas sus teorías
sobre unas “constantes biológicas” que serían comunes a todos los seres
vivos, basándose en el origen marino de todos ellos.
A pesar de no contar con ninguna prueba de la existencia de estas
constantes, diseñó una solución salina basada en el agua de mar y empezó a
comercializarla, afirmando que era capaz de curar enfermedades como la
tuberculosis, el cólera o la diarrea.
Desde principios del siglo XX, comenzó a extenderse su práctica.
Numerosas poblaciones costeras vieron crecer hoteles balnearios dedicados
a ofrecer al público todo tipo de servicios relacionados con la talasoterapia.
A menudo se combina con la helioterapia.
La talasoterapia es actualmente una técnica oficialmente reconocida en
todos los países desarrollados.
En los balnearios y centros de talasoterapia trabajan competentes equipos
médicos y son visitados por un público variado: desde deportistas de elite
que desean recuperarse rápidamente de una lesión, a gente común con
problemas circulatorios, reumáticos, de estrés, etc.
Características y aplicaciones de la talasoterapia
El agua de mar contiene 78 elementos de la tabla periódica a diferentes
concentraciones que llevadas a la isotonía son similares al plasma
sanguíneo según los estudios realizados por el biólogo francés René
Quinton, por lo que tiene un efecto reequilibrante en el cuerpo humano
debiendo mantener su riqueza inalterable, por lo que no se puede
transportar ni conservar, siendo sus posibilidades de almacenamiento muy
limitadas.
Las formas de aplicación son las siguientes:
 Talasoterapia: Utilización del agua de mar natural, calentada hasta
una temperatura de entre 34 y 36 º las curas se realizan en forma de
baños, duchas, chorros de presión etc.

 Hidrocinesiterapia: La realización de ejercicios en agua de mar


aprovechando las ventajas de desgravitacion del agua de mar, una
persona de 80 Kilogramos tiene un peso relativo en agua dulce
20Kgr., y un peso relativo en agua de mar 8 Kilogramos.

 Hidromasaje: Se aplica la acción controlada de chorros de agua a


presión y aire en una bañera de agua de mar, muy eficaz para el
drenaje vascular y los efectos sobre la masa muscular.

 Las algas y los lodos marinos completan eficazmente la acción


terapéutica del agua de mar por su aportación de todos los
oligoelementos que aceleran los procesos de intercambio de
substancias. La aplicación de algas (algoterapia) se realiza de forma
directa mediante diferentes técnicas (bañeras, masajes bajo agua de
mar, envolvimientos, cataplasmas.) y de lodo marino (Fangoterapia o
peloterapia) en determinadas partes del cuerpo con la particularidad
de añadir al efecto físico, el efecto térmico por su capacidad de
mantener la temperatura (calientes y fríos) según la patología a
tratar. 
Centros de talasoterapia

En Francia aparece, a comienzos del XIX, lo que podría llamarse el primer


centro de talasoterapia y en 1913 se constituyó la “Asociación
Internacional de Talasoterapia” que estableció ciertos criterios que aún son
requisitos indispensables para cualquier centro de talasoterapia:
 El centro debe estar emplazado en un lugar de clima marino.
 Debe trabajarse con agua de mar viva.
 Debe contar con un personal profesional con supervisión médica.
 Debe disponer de una infraestructura y equipamiento adecuados para
aprovechar los beneficios del mar en la salud.
Solamente quien supere estas premisas oficiales, podrá aspirar a la
denominación de talasoterapia.

Componentes curativos

El agua de mar tiene infinitas posibilidades como agente curativo y como


prevención de posibles patologías. Por ejemplo, los limos, o más conocidos
como barros marinos, poseen un gran contenido en sustancias orgánicas e
inorgánicas; las algas marinas contienen vitaminas A, B, C, E, F y K,
calcio, hierro, proteínas y minerales y contienen el 70 por ciento del
oxígeno de la Tierra.

Además, el agua de mar presenta todos los elementos de la corteza terrestre


en composición muy estable: cloro, sodio, magnesio, azufre, calcio,
potasio, bromo…, lo que hace que muchas funciones orgánicas puedan ser
influenciadas con cantidades muy bajas de estos elementos.

Gracias a las propiedades físicas del agua de mar como la presión, los
pacientes experimentan una disminución de su peso corporal que hace que
puedan realizar mayor número de ejercicios y durante más tiempo; esto es
importante en pacientes con sobrepeso, limitación de movimientos,
etcétera.

También, la temperatura del agua ayuda en las contracturas musculares, en


la relajación psicofísica, en la vasodilatación vascular, etcétera.

Los componentes de este medio acuático se absorben por la piel, lo que


mejora la rigidez articular, las contracturas musculares y alivia el dolor.
El agua de mar, además, eleva el nivel del umbral del dolor, con lo que
tiene efecto analgésico, antiinflamatorio, relajante muscular y
neuroregulador, mejorando los cuadros depresivos por estimulación y
mitigando la ansiedad en otros cuadros clínicos por relajación
neuromuscular.

El baño marino es estimulante de las funciones orgánicas, metabólicas y


endocrinas. Si utilizamos la temperatura, conseguimos modificaciones de
los vasos sanguíneos, de la tensión arterial, del ritmo cardíaco y
respiratorio, de la nutrición y sobretodo un gran poder sedante, analgésico y
regulador del sistema nervioso. En definitiva, el mejor y más armonioso
funcionamiento de los diversos órganos y sistemas.

Principales afecciones tratadas con talasoterapia

La mayoría de las patologías pueden beneficiarse de la


talasoterapia que ayuda a mejorar la sintomatología y aporta
calidad de vida a los pacientes.

La gama de patologías tratadas por la talasoterapia es muy


extensa y varía desde la puesta a punto, los tratamientos anti-edad
(ansiedad, estrés, mala higiene alimentaria, adelgazamiento, cura
antitabaco…), la prevención cardiovascular, las alteraciones
metabólicas como la obesidad o la celulitis, la rehabilitación de
accidentes o lesiones deportivas, la artrosis, artritis o tendinitis,
los trastornos circulatorios como las varices o los edemas, las
enfermedades respiratorias (bronquitis crónica, asma, rinitis,
sinusitis), las enfermedades dermatológicas como la psoriasis, la
dermatitis atópica, los eczemas o el acné, la odontología, las
enfermedades renales, nerviosas digestivas y ginecológicas, entre
otras.
TALASOTERAPIA: EL MAR COMO FUENTE DE SALUD

La talasoterapia se refiere a una técnica terapéutica que tiene como


principio la utilización del medio marino como fuente de curación. Su
nombre proviene de los términos griegos thalasso (mar) y therapeia
(terapia).

Este método natural requiere de agua que no esté cercana a la orilla. El


agua es esterilizada y depurada antes de ser aplicada como tratamiento.
Esta técnica hace uso de diversos recursos marinos como las algas y el
fango o el barro extraídos del mar.

Existen vestigios de la talasoterapia desde los escritos de Hipócrates, en los


que aconseja la aplicación del agua de mar para el alivio de
ciertas dolencias. Sin embargo, no es hasta el siglo XIX, que se inicia su
difusión masiva gracias al francés René Quinton, quien diseño una solución
salina basada en el agua de mar y empezó a comercializarla.

Desde inicios del siglo pasado, se ha popularizado su uso


en tratamientos contra la tuberculosis, el cólera o la diarrea. Su aplicación
debe ser ejercida por especialistas que sepan dirigir los tratamientos, según
las necesidades del paciente.

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