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MODELO FICHA TÉCNICA

NOMBRE DE LA PLANTA MEDICINAL e imagen:

Menta

Nombre científico: Mentha spicata

Nombre común: Menta

Especie: Plantas herbáceas vivaces

Familia: Lamiaceae (lamiáceas o labiadas)

Características de la planta medicinal (lugar de origen, condiciones atmosféricas para su cultivo, tamaño de crecimiento,
forma de sus hojas, hábitat, etc.)

La menta es una planta perenne, aromática y medicinal que tiene hojas dentadas, flores moradas, rosadas o blancas y un sabor
fresco y afrutado. Hay muchas especies y variedades de menta, como la hierbabuena o el poleo. Se usa para aromatizar
tragos, postres y caramelos, y para tratar problemas digestivos, respiratorios y de la piel. El mentol, el cineol y el limoneno son
algunos de sus principios activos.

La menta contiene aceites esenciales, ácido caféico, ácido romárico, L-carvone, limoneno y
cariofileno. El mentol es el principal componente de la menta y es responsable de su sabor y
Composición química:
aroma fresco

Usos: la menta es una de las plantas más utilizada por la población del país en todo
Propiedades medicinales o tipo de desórdenes digestivos, como antiparasitario y para combatir cefaleas. Las
principios activos: hojas y sumidades floridas tienen propiedades estimulantes, estomáquicas,
carminativas y antisépticas.
Modo de preparación
Colocar las hojas de menta en una taza de té y llenarla con agua hirviendo. Dejar la
Preparación y dosis:
infusión reposar durante 5 a 7 minutos y colar. Este té debe ser bebido 3 a 4 veces al
día y preferiblemente después de las comidas.
no sería una planta conveniente para ser consumida por el paciente que tiene acidez
estomacal o úlcera digestiva, además de hernia de hiato. Tampoco podemos
Precauciones y recomendaciones:
excedernos en su consumo puede por ejemplo el aceite de menta puede llegar a ser
tóxico.
La menta se ha utilizado en la medicina tradicional de muchas culturas, como la egipcia, la
griega y la romana. En Egipto se usaba para tratar problemas digestivos y respiratorios. En
Usos tradicionales
Grecia se usaba para tratar dolores de cabeza y problemas digestivos. En Roma se usaba
para tratar problemas digestivos y para aromatizar vino

​ Continuando con las plantas medicinales que, aun habiendo sido empleadas
en medicina tradicional durante siglos y utilizadas en la actualidad con fines
Evidencia científica: terapéuticos, ocupan un papel importante dentro del campo de las especias
por su elevado valor como aromatizantes, o como infusiones, este artículo y
el siguiente se dedicarán a las mentas. Entre ellas, se encuentra la Menta

​ piperita L. (o Mentha × piperita L.), popularmente conocida como menta verde,
común o inglesa. Se trata de un híbrido estéril perteneciente al género Mentha
(familia Labiatae) y resultante del cruce de M. spicata y M. aquatica, que
empezó a cultivarse con fines comerciales a mediados del siglo XVIII en
Inglaterra y que ha sido ampliamente utilizado en medicinas tradicionales para
trastornos digestivos (mayoritariamente en forma de infusión) o para el alivio
de afecciones respiratorias, entre otros fines. La droga con interés
farmacológico es la hoja desecada, entera o cortada, con un rico contenido en
compuestos fenólicos (con actividad antioxidante) y, sobre todo, en aceite
esencial, si bien la composición varía sustancialmente según la preparación y
la forma farmacéutica en que se administre.
Los estudios experimentales realizados con extractos y principios activos
aislados de menta verde han puesto de manifiesto diversas actividades
farmacológicas, entre las que destacan los efectos espasmolíticos y relajante
de musculatura lisa en el tracto digestivo, las propiedades coleréticas y
carminativas, actividad descongestionante y expectorante, antioxidante y
antimicrobiana. El presente artículo revisa en profundidad la evidencia
científica disponible sobre las propiedades farmacológicas de la menta verde,
haciendo referencia a los principales hallazgos derivados de estudios in vitro,
en animales y de la investigación clínica en humanos. Los resultados de su
posible eficacia en patologías humanas no son del todo concluyentes y,
teniendo en cuenta las limitaciones de los estudios, a pesar de las
recomendaciones establecidas por la EMA, parece conveniente perseverar en
el desarrollo de nuevos ensayos clínicos que permitan contrastar su
utilización en terapéutica con eficacia y seguridad.

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7241437
Referencias bibliográficas: https://www.mapa.gob.es/es/ministerio/servicios/informacion/menta_tcm30-1028
90.pdf

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