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La élite civilista dominó la política y la economía del país durante los primeros 20 años del siglo XX,

periodo conocido como la República Aristocrática.

Pero el proyecto Nacional de la élite civilista no solo era económico sino también cultural, De
hecho, este periodo estuvo caracterizado por la “primera ofensa educativa”

Predominante en la época planteaba que los indígenas si eran capaces de “entrar en la


civilización”.

Por un lado, mucho propietarios de haciendas consideraban a la educación como contestaría de su


poder y prerrogativas, y promovían el lema de “Indio medio, indio perdido”.

Por otro, muchos intelectuales pensaban que el esfuerzo educativo estaba condenado al fracaso y
que solo había que educar a las élites.

Entre los discursos opositores de la época estuvo el indigenismo de la década de 1920, que se
desarrolló en focos como Cusco y Puno, y tuvo precursores importantes desde mediados del siglo
XIX.

No solo nos referimos a figuras como Clorinda Matto De Turner o Manuel González Prada, sino
también a Juan Bustamante y la Sociedad Amigos de los Indios, lideró la rebelión campesina en
Huancane y Azangaro, entre 1866 y 1868, y fue la primera organización indigenista en el Perú que
denunció la explotación de los indios y reclamó una legislación a su favor.

Otro de los movimientos importantes que antecedió el indigenismo de la década 1920 fue la
asociación Pro – Indígena.

Se desarrolló entre 1909 y 1917 y fue un movimiento de raigambre nacional que reaccionó ante la
agresión de la oligarquía y del gamonalismo, y que propuso al indio como la base de nuestra
nacionalidad (Kapsoli 1980).

Aunque entre sus miembros existían discrepancias Filosóficas y doctrinarias, todos coincidían en
que la solución del llamado “problema del indio” radicaba en la destrucción del latifundio y no solo
en la educación del indígena.

En la década de 1920 se vivió una atmósfera de cambio que alteraba la estabilidad del sistema de
haciendas andinas y de la oligarquía peruana en general, Y qué fue consolidada por la labor política
y cultural de intelectuales como José Carlos mariátegui y Luis E.

El Perú vivió una crisis política entre 1919 y 1923 era el fin del gobierno de la vieja Uriel García
civilista el inicio de la presencia de nuevas clases sociales en control del poder (Burga 1986).

La sucesión pro indígena defensora de los derechos del indígena influyó sobre el surgimiento de
esta nueva organización que fue fundada por jóvenes campesinos que tenía elementos
milenaristas y mesiánicos el comité fue reconocido por un decreto expedido en 1920 por la sección
de trabajo del ministerio de gobierno.

Sin embargo las tensiones generadas a partir de las revueltas campesinas entre 1919 y 1923, sobre
todo en el departamento de puno provocaron que el gobierno emitiera una resolución para poner
al comité al margen de la ley y avalar las represalias y el escarmiento realizados por los
hacendados.

Más aún en 1922 un poco antes de que se emitiera esa resolución el gobierno creó el patronato de
la raza indígena una institución oficial del gobierno para contrarrestar las acciones del comité con
el fin de proteger a las comunidades existentes pero su verdadera intención era finalmente
respetar los derechos adquiridos por los hacendados.

Esta coyuntura marcó el surgimiento del indigenismo como movimiento social en la segunda
década del siglo XX localizado en una intelectualidad regional de origen urbano en nexos clave de
Lima cuestionaba los abusos de latifundismo sería lo que se relacionará con la vida del indio y
tuviera una orientación agrícola.

Sin embargo, aunque la mayoríareconocida que la escuela debía proporcionar una mejor higiene,
un buen manejo de la lengua castellana y mejoras en las técnicas agrícolas, hubo muchos debates
sobre tipo de escuelas y reformas específicas.

Algunos miembros de la sesión pro derecho indígena pensaban que era indio debía ser educado
como cualquier individuo y no con una educación sui generis, pues asumían que la diferencia de
raza no existe por su parte modesto Málaga también miembro de la asociación pro derecho
indígena, fue quien abordó el tema educativo con mayor detenimiento punto en 1911 hacía
referencia hacia una raza indígena con vicios arraigados, costumbres salvajes, odios a toda
innovación progresista guiar a las supersticiones y a los convencionalismos ridículos en sus
relaciones sociales.

Para él la educación tenía como fin desalojar que la conciencia del indígena todas esas costumbres
y supersticiones que sirven de motor de su voluntad.

Dos te cagas más tarde Julián Palacios destacado indigenista puneño y profesor normalista bilingüe
que tuvo gran influencia sobre el pensamiento educativo de esos tiempos criticó duramente el
sistema oficial por su centralismo y por su deseo de imponer un único tipo de educación en un país
tan culturalmente heterogéneo como el Perú.

Palacios que publicitaba sus clases de quechua y aymara por correspondencia fue muy importante
en la discusión sobre la problemática de la lengua instrumental en la educación que surgió en puno
en esos años y se desarrolló en el marco de la reflexión de Encinas y sus discípulos.

De hecho promover la enseñanza de las lenguas andinas en la educación constituida para la época
toda una renovación de los cánones pedagógicos.

Ellos fueron apoyados por José Macknight, un protestante norteamericano que actuaba como
inspector educativo de la zona y que planteó la posibilidad de usar las lenguas indígenas en la
implementación de un sistema bilingüe de enseñanza en el área puneña(Macknight 1914).

Su labor fue reconocida por el ministerio de educación y ya terminó colaborando con las brigadas
de culturización indígena que se desarrollaron en esa década y que comentaremos en el siguiente
acapite.
Como movimiento cultural e ideológico el indigenismo fue un fenómeno esencialmente
heterogéneo con respecto a sus contenidos Y tuvo una compleja contradictoria retórica que se
reflejó también en el pensamiento educativo de la época sin embargo a pesar de sus diferentes
vertientes y de la preocupación general por la situación injusta de la población indígena primaba
una propuesta civilizada que se desarrolló en el marco de un proyecto modernizador del país con
miras a la industrialización y a la apertura de las capitales extranjeras más aún como fenómeno
artístico intelectual el indigenismo estuvo al margen de las voces oficiales del estado y no logró
involucrar las masas indígenas ni campesinas a un nuevo proyecto social se trató más bien de
intelectuales ajenos al centralismo limeño pintaron reposicionarse en el campo cultural
presentándose como los auténticos portadores de contenidos indígenas.

El indigenismo se vio a su vez influido por el protestantismo misión civilizadora anglosajona que se
asentaba progresivamente en el país a principios del siglo XX el ostentatismo compartida con la
intelectualidad de la época y con muchas indigenistas algunos rasgos positivistas como explicar
mucho los problemas del desarrollo del país con argumentos raciales todo ello en el marco de un
discurso evolucionista que cuestionaba los hábitos ancestrales indígenas con el consumo de la coca
el de acceso el concubinato las creencias religiosas y las festividades.

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