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Juan y Marian acuden a consulta matrimonial. Juan es el cuarto matrimonio de Juan y el segundo de Marian, quien tuvo una relación anterior abusiva. Juan espera que Marian lo reciba afectuosamente y con la comida lista, mientras que Marian está cansada por su trabajo y quiere que Juan colabore más en casa. Discuten por los roles de cada uno y la atención que Juan demanda.
Juan y Marian acuden a consulta matrimonial. Juan es el cuarto matrimonio de Juan y el segundo de Marian, quien tuvo una relación anterior abusiva. Juan espera que Marian lo reciba afectuosamente y con la comida lista, mientras que Marian está cansada por su trabajo y quiere que Juan colabore más en casa. Discuten por los roles de cada uno y la atención que Juan demanda.
Juan y Marian acuden a consulta matrimonial. Juan es el cuarto matrimonio de Juan y el segundo de Marian, quien tuvo una relación anterior abusiva. Juan espera que Marian lo reciba afectuosamente y con la comida lista, mientras que Marian está cansada por su trabajo y quiere que Juan colabore más en casa. Discuten por los roles de cada uno y la atención que Juan demanda.
Acuden a consulta un matrimonio formado por Juan de 49 años y Marian de 44. Están casados desde hace 4 años, para Marian es el segundo matrimonio y para Juan es el cuarto. Marian tiene dos hijas, una de 26 años que vive con su pareja en la casa con su pareja y otra de 22 que vive independizada. El primer matrimonio de Marian acabo muy mal, ya que según ella relata se casó muy joven, embarazada y con un hombre que acabo metido en el mundo de las drogas y maltratándola tanto física como psicológicamente. Marian relata que recuerda esa etapa de su vida con mucho dolor ya que tuvo que sacar adelante a sus hijas ella sola con la ayuda de sus padres. En el transcurso de tiempo hasta que conoce a Juan, cuenta que ha tenido varias parejas pero que ninguna ha terminado bien por unos motivos u otros. La mayoría de sus relaciones no han sido duraderas porque argumenta que “no se fiaba de los hombres”, tan solo mantuvo una relación estable y duradera con un hombre con el que monto un bar y convivio durante 4 años pero que al final se rompió la relación porque no aguantaba sus celos. Al cabo de 2 meses de la ruptura conoció a Juan en el bar en el que trabajaba. Marian relata lo bien que le hacía sentir Juan con sus piropos y halagos, además de que se mostraba una persona simpática, cariñosa, alegre y muy amable. En cuestión de unos meses deciden irse a vivir juntos y la relación marcha tan bien que tan solo al año de conocerse se casan. Marian deja su trabajo de camarera porque Juan le dice que ese trabajo nocturno no conviene a su relación y se convierte en una esposa servicial y que se desvive por la felicidad de su marido. Al cabo de un año Marian decide trabajar como limpiadora (ya que Juan no le deja buscar trabajo en la hostelería) y pasa todo el día fuera de casa, algo que ha hecho que cambie su rol de ama de casa tan cumplidora. Por su parte Juan tiene 3 hijos, un hijo de 30 años, una hija de 25 y otra hija de 17 años. Ninguno de los hijos convive con la pareja, a excepción de la hija pequeña que va a pasar temporadas al domicilio. Juan cuenta que las 3 mujeres con las que ha estado casado antes que Marian, se han aprovechado de él y que solo le han querido por su dinero, aunque reconoce que el primer matrimonio fue cuando él era muy joven y estaba abocado al fracaso. En su relato muestra desconfianza hacia las mujeres y describe el momento cuando conoció a Marian como muy bonito, dice que se enamoró de ella al instante, aunque había alguna cosa como el hecho de que fuera camarera que no le agradaba demasiado basándose en experiencias anteriores. En la actualidad Juan trabaja como albañil y se considera “chapado a la antigua” porque espera llegar a casa y tener la comida lista en el plato. Cuando se les pregunta el motivo de consulta, Juan comienza diciendo que su mujer necesita ayuda psicológica porque siempre está muy nerviosa e irritable y que no se puede hablar con ella. Argumenta que cuando llega a casa cansado de trabajar lo menos que espera es que su mujer lo reciba afectuosamente y con la comida preparada, cosa que últimamente no suele suceder. Por su parte Marian, comenta que madruga mucho y llega a casa muy tarde y que está muy cansada. Según manifiesta, le gustaría que su marido se comprometiese con las tareas del hogar y no exigirle tanta atención.