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CASO N°7

Fátima es una joven de 24 años, con preparatoria concluida, trabaja como mesera
en un restaurante austero de su ciudad de origen, labora de 2 de la tarde hasta las
11pm, vive con sus padres (casados), hermano (20 años) y abuelo (viudo). En
casa Fátima cuenta con privacidad teniendo su propio cuarto. La joven acude a
consulta de una forma desesperada, se contacta al consultorio psicológico y pide
una cita para el día siguiente a primera hora.
Al llegar se nota en un estado desalineado respecto a su vestimenta, la higiene y
su cabello despeinado. Se le da la oportunidad de relatar el motivo por el cual
acudió a consulta tan de pronto y con ese tono de desesperación, sus palabras
fueron “Ya no puedo conmigo misma, mi novio me dejó hace 1 mes y todavía no
puedo superar esa ruptura, ya no me concentro en mi trabajo, divago mucho
pensando en la posibilidad de que él y yo algún día vamos a regresar a ser la
pareja feliz que fuimos en este año de noviazgo” “Él es mi primer y único amor” “Mi
familia está preocupada por mí” “Sólo podría regresar a ser feliz si él regresa a mi
lado”. Menciona que de pronto su novio comenzó a cambiar sus actitudes hacia
ella, demostraba desinterés, mediante una llamada platicó que ya no se sentía a
gusto ni feliz, por lo que decidió terminar la relación, Fátima en el momento creyó
que solo era una pesadilla, no lo podía asimilar, ese día menciona haberse
dormido como de costumbre y al día siguiente le envió un mensaje a su ex pareja
como si nada hubiera sucedido y él firme en su decisión le recalcó que ya no
quería estar relacionada con ella sentimentalmente. Desde ese día Fátima ha
intentado comunicarse con él, pero ella simplemente lo evade. Al paso de los días
Fátima se fue dando por vencida, pero refiere no haber borrado esa esperanza de
su mente, en los últimos 20 días los síntomas se fueron agudizando, también su
estado de ánimo, su conducta presenta irritabilidad, además manifiesta insomnio,
dolores de cabeza, estrés, irritabilidad y tristeza profunda. Dice llorar mucho
durante las noches que son las horas en las que no se encuentra trabajando. Ya
no tiene apetito y demuestra desinterés por las cosas que anteriormente le
apasionaba hacer. No disfruta la compañía de su familia y cada vez cuida menos
su apariencia física.
Actualmente ha acudido a una sesión solamente en donde refirió el motivo de
consulta.

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