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CASO 2

Rocío, de 45 años, y Juan, de 48 años, es una pareja que reside en Fuenlabrada junto a su hija de
25 años. Juan trabaja como jardinero (aunque su situación laboral no es estable) y también forma parte de
un equipo de música; Rocío es auxiliar de enfermería en un centro de salud.

Rocío es la pequeña de cuatro hermanas, con las que tiene una relación cordial. Su padre tenía
problemas de alcohol y les abandonó cuando Rocío tenía seis meses, yéndose con la mejor amiga de la
madre. Rocío valora muy positivamente el esfuerzo de su madre por sacarles adelante. Desde hace 15
años su madre tiene que ir a diálisis al Hospital 12 de octubre, y todo el peso de su cuidado recae sobre
ella.

Juan tiene una familia con la que mantiene mucho contacto. Cuenta que conoció a Rocío cuando
tenía 20 años, ella tenía 17, él era un cantante de una banda heavy, sin objetivos en la vida, que tonteaba
con las drogas. Al comenzar a salir con Rocío se estabilizó, quiso sacarse la oposición de bombero pero
no lo consiguió. Al final, para poder criar a su hija tuvo dos trabajos, uno como jardinero y otro como
guarda de seguridad.

Hace dos años comenzó a sentir que su relación con ella se enfriaba. Por una parte ella estaba
muy centrada en enfermedad de su madre y en su hija, y por otra, él tenía problemas laborales; él se
reencontró con una antigua seguidora de su grupo y empezó a sentirse querido e intercambió “unos
besos” con ella, tras este incidente, se fue de viaje con su mujer con motivo del 25 aniversario de casados
pero al regresar retomó la relación con esta chica hasta que Rocío descubrió unos whatsapp entre ambos.
En principio ella pensó en separarse de él, incluso llegó a separar las cuentas bancarias. Sin embargo,
Juan decidió dejar esa relación y ella reflexionó y llegó a la conclusión de que le quería.

A pesar de que ambos intentan que la relación vuelva a ser como antes, él se muestra distante
porque cree que no se merece su perdón y ella lo vive con la impresión de que él no se esfuerza lo
suficiente. En la actualidad, Rocío cree que cada vez que Juan está con el móvil es porque está hablando
con la otra, siente presión torácica y palpitaciones, y es incapaz de controlar sus explosiones de ira y suele
reaccionar gritando sin tener control sobre sus palabras, habla antes de plantearse qué es lo más adecuado
decir, es algo que siempre le ha pasado pero ahora más. Sin embargo, Juan no pierde en ningún momento
el control, en las discusiones se suele callar. Rocío piensa que es incapaz de decirle cómo se siente, y
Juan cree que no tiene derecho a decirla nada malo, se siente culpable. Al final ella siempre suele
terminar llorando, pero cuando en estas circunstancias Juan intenta ofrecerle muestras de cariño Rocío las
rechaza porque no es capaz de perdonar su infidelidad.

Ambos presentan una gran motivación para el cambio. Rocío es la que ha tomado la iniciativa de
venir a consulta pero Juan refiere hacer todo lo posible para lograr recuperar un clima adecuado en la
pareja. Ambos reconocen que se quieren y ninguno imagina la vida por separado.

Ella tiene un grupo de amigos procedentes del trabajo que son una fuente de apoyo para ella y lo
más importante para ella es su hija, al igual que en el caso de Juan, que también tiene un grupo de amigos
pero lo más importante para él son su hija y su mujer. Juan en el tiempo libre toca el bajo en un grupo de
música y también va con frecuencia al gimnasio. Disfruta mucho asistiendo a conciertos multitudinarios.
Sin embargo, a Rocío le desagrada profundamente asistir a conciertos, ella prefiere ir al cine, salir a cenar
o leer. Ambos comparten muchos viajes.

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