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Verdadero
Falso
Correcto
La afirmación, según la cual, es un recurso extremo que sólo debe ser utilizado cuando no exista
otro medio eficaz para hacer frente a la situación planteada, se corresponde con el:
Correcto
La sanción penal presupone los ataques más graves e intolerables al bien jurídico; es una
consecuencia del principio:
de la última ratio
Correcto
Falso. El derecho penal protege el orden social básico, para lo cual, requiere de la santificación y
la perfección espiritual
Cierto. Pero, además, advierte sobre la gravedad de determinados hechos cuya verificación
constituye un grave atentado contra las bases mismas de la sociedad.
Falso. El derecho penal intimida y advierte con pena sobre la gravedad de determinados hechos
Esta teoría es llevada a su máxima expresión por Franz Von Liszt; quien entendía la función
preventiva especial de la pena en base a la intimidación dirigida a los delincuentes ocasionales que
no necesitan corrección; corrección dirigida a los delincuentes habituales que la necesitan y son
capaces de ella; inocuización dirigida a los no susceptibles de corrección; a los irrecuperables la
aplicación de la pena privativa de libertad debe ser perpetua, lo que actualmente ha sido dejado
de lado; pues las modernas doctrinas y políticas criminales propugnan que una cadena perpetua
no resocializa, ni mucho menos ejerce función preventiva pues en un sentido ontológico, sólo
contribuye a retrasar el avance jurídico penal, deshumanizando al Derecho Penal e impidiendo la
rehabilitación de aquel que ha delinquido. Se trata de prevenir el delito resocializando o
rehabilitando al delincuente; y no hacer del delincuente un objeto o como dice Muñoz Conde: “un
conejillo de indias”, dado que el probar cuál será la pena a imponer, sólo contribuirá a estigmatizar
la dignidad de la persona y dejará de lado la resocialización con finalidad preventiva especial, ya
que incrementará la violación de los derechos humanos, por lo que tan poco legitimará la función
punitiva estatal. En este sentido, compartimos la opinión de Mir Puig, al sustentar que, en un
Estado democrático, la resocialización nunca debe ser obtenida contra la voluntad del penado.
Bustos Ramírez resalta la importancia de la prevención al haber concentrado su interés sobre el
individuo, considerado como tal en sus particularidades y no refiriéndose solamente a un ser
abstracto indefinible, como en el caso de las otras teorías; y que en este sentido la directriz tiene
un carácter humanista, pues pretende un encuentro con el hombre real. Consideramos que sólo si
la teoría de la prevención Especial de la Pena no va contra la dignidad de las personas, puede
coadyuvar a no olvidar al que sufre condena y que puede reivindicarse.
La pena, como sanción impuesta a aquel que ha infringido el Derecho Penal Objetivo a través de
sus acciones u omisiones y que es la manifestación del derecho que tiene el Estado a castigar o
sancionar, cumple con funciones que se enmarcan dentro del contenido del Derecho Penal ya que
gira en torno a la función de la pena aunque corrientes modernas apuntan a desplazarlas cuando
resultan innecesarias, siempre y cuando se haga uso de acciones ético políticas que coadyuven a
concientizar y crear una cultura preventiva para evitar hechos ilícitos que configuren tipos penales.
Así pues, existen teorías que tratan de explicar la función de la pena siendo una de ellas la Teoría
Relativa, la misma que asigna a la pena el objetivo de prevenir delitos como un medio para
proteger determinados intereses sociales; se centra entonces en una función utilitaria ya que sirve
como un medio para evitar la comisión de delitos que lesionen y pongan en peligro bienes
jurídicos. A menudo en nuestro medio se escucha la frase: “más vale prevenir que lamentar” (con
la misma frecuencia que es ignorada) ya sea para referirnos a temas relacionados con situaciones
que a lo largo de nuestra vida no tocan vivir, como pueden ser las coyunturas de orden
económico, financiero, académico, político y situaciones que tiene que ver con la salud. Dicho
esto, es paradójico que a pesar de su importancia pocos conozcan lo que significa realmente
prevenir, máxime si con ello pueden avizorarse estados que pueden causar daños irreversibles, y
la relevancia pero sé que adquiere en nuestro ordenamiento jurídico y en general en el Derecho,
más aún, si “…es la expresión de los principios de justicia que regulan las relaciones de las
personas en sociedad y determinan las facultades y obligaciones que les corresponden,
considerando las circunstancias histórico- sociales…”
Fines de la Penas. Continuando con este apasionante tema, la doctrina ha elaborado varias teorías,
que fundamentalmente se resumen en la teoría de la retribución, y en las teorías de la prevención.
Estas últimas se traducen a su vez en dos corrientes conceptuales, siendo la primera la que tiende
a la prevención general, y otra que apunta hacia una prevención especial.
Con base en los anteriores planteamientos, se puede afirmar que el fin de la pena –y por ende la
función del Derecho Penal- en un modelo de Estado como el que está delineado en el artículo 2
constitucional, tendrá que ser la prevención limitada, tomando en cuenta para ello los
fundamentos filosóficos que en aquél convergen. Sobre este punto, MIR PUIG enseña:
“En cuanto Derecho penal de un Estado social, deberá legitimarse como sistema de protección
efectiva de los ciudadanos, lo que le atribuye la misión de prevención en la medida –y sólo en la
medida- de lo necesario para aquella protección. Ello ya constituye un límite de la prevención.
Pero en cuanto Derecho penal de un Estado democrático de Derecho, deberá someter la
prevención penal a otra serie de límites, en parte herederos de la tradición liberal del Estado de
Derecho y en parte reforzados por la necesidad de llenar de contenido democrático el Derecho
penal. Lo dicho basta aquí para poner de manifiesto que nuestro modelo de estado aconseja
decidir la alternativa básica de retribución o prevención en favor de una prevención limitada que
permita combinar la necesidad de proteger a la sociedad no sólo con las garantías que ofrecía la
retribución, sino también con las que ofrecen otros principios limitadores.” (MIR PUIG. Ob. Cit., p.
65).
Pero es el caso que tales límites al poder punitivo del Estado o ius puniendi, se encuentran
constituidos básicamente por los siguientes principios: 1) Legalidad (derivado del modelo de
Estado de Derecho), 2) Utilidad de la intervención penal; 3) Subsidiariedad y carácter fragmentario
del Derecho Penal; 4) Exclusiva protección de bienes jurídicos; 5) Lesividad (dimanando estos
cuatro del modelo de Estado social); 6) Humanidad de las penas, 7) Culpabilidad, 8)
Proporcionalidad; y 9) Resocialización (derivándose estos últimos del modelo de Estado
democrático); arropados todos por el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Como corolario de lo antes expuesto, cabe afirmar, partiendo del modelo de Estado venezolano,
que la pena –y por ende el Derecho Penal- tiene por función la prevención de delitos, a los fines de
evitar que los bienes jurídicos de los ciudadanos se vean lesionados. Claro está, dicha prevención
debe estar limitada por los principios antes señalados. Cabe destacar que las distintas facetas de la
prevención se materializan en tres etapas fundamentales, a saber, la prevención general ve
cabalmente desplegados sus efectos al momento de la conminación penal; mientras que en la
oportunidad de la imposición de la pena por parte del Juez, se hace efectivo tanto el contenido de
la prevención general como el de la prevención especial. Por último, en la ejecución penal la
sanción atenderá esencialmente a una finalidad preventivo-especial.
Entonces, teniendo en cuenta cuál es la finalidad de las penas en el modelo de Estado venezolano,
y los tres momentos en que dicha finalidad se concreta, forzoso es señalar que la pena de sujeción
a la vigilancia de la autoridad, establecida como sanción accesoria tanto a la pena de presidio
como a la de prisión, regulada en los artículos 13.3 y 16.2 del Código Penal, respectivamente,
persigue, en principio, un objeto preventivo-especial, que está fundado, en un régimen
constitucional como el venezolano, no en el grado de posibilidad o probabilidad de reincidencia de
la persona que ha cumplido una pena privativa de libertad por la comisión de un determinado
delito, sino en el interés general que tiene la ciudadanía en lograr, con la intervención del Estado,
la efectiva reinserción a la vida en sociedad de la persona que estuvo apartada de ella por causa de
su transgresión del ordenamiento jurídico.
El Derecho Penal tiene como principal función imponer la pena al acusado a cualquier costo, a fin
de satisfacer el interés de la colectividad que clama justicia.
Verdadero
Falso
Correcto
La facultad o poder del Estado para crear normas penales y exigir la aplicación de la pena
Correcto
Solo los ataques graves al bien jurídico que por su intensidad y calidad no quede otra opción más
que aplicar la pena, es una afirmación que deriva del principio del:
La Última Ratio
Principio de culpabilidad
Correcto
Delegable a la víctima.
Correcto
El carácter valorativo del derecho penal impone la obligación de realizar una determinada
conducta o abstenerse de ella:
Verdadero
Falso
Correcto
Marque la o las opciones correctas. El Derecho Penal es una rama autónoma por cuanto: