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Para unificar el lenguaje a usar de aquí en adelante, se hablará de alternativas de proyectos, independientemente
del sector al que pertenece sea público o privado.
Estas fases pueden dividirse, a su vez en varias etapas que surgirán dependiendo de la complejidad o
magnitud del proyecto.
Figura 1. Etapas del ciclo de vida de los Proyectos de inversión
2.1.1. Fase de Preinversión: En esta fase se lleva cabo el proceso e formulación y evaluación del proyecto,
paso necesario para determinar la posibilidad real de darle solución a un problema específico o para
darle forma a esa idea de darle solución a un problema específico o para darle forma a esa idea que
puede representar una oportunidad de negocios. Esta fase se puede dividir en varias etapas
consecutivas, pero no necesariamente todos los proyectos deben de cumplir con cada una de ellas, ya
que hay proyectos que deben archivarse al finalizar una de esas etapas; mientras que en otros los
beneficios que se podrían lograr justifican avanzar a una etapa superior.
2.1.1.1. Identificación: En esta etapa se determina cuál es la causa o las causas que generan el
problema, así como los efectos, lo cual permite identificar las posibles alternativas de
solución al problema. Desde el punto de vista privado a esta etapa se le conoce como la
etapa de generación de ideas que luego darán origen a una propuesta concreta para
aprovechar una determinada oportunidad de inversión. Sin embargo hay situaciones dentro
de las empresas en operación en que se hace necesario llevar a cabo un estudio previo al
surgimiento de la iniciativa de proyecto que nos permita definir con claridad si esa
propuesta realmente le permitirá a la empresa alcanzar el objetivo que desea lograr, ya sea
para la solución de un problema en específico o para alcanzar mayor crecimiento o
expansión.
Una técnica que puede ser utilizada para detectar la existencia de un problema dentro de una
empresa y sus posibles alternativas de solución es la técnica de árboles, la cual puede ser
usada para problemas conocidos o problemas no definidos. Esta técnica originalmente
surgió para proyectos del orden social y económico, pero también podría ser usada para
proyectos del sector privado ya sea para darle solución a un problema o para plantear un
objetivo en específico.
La técnica se inicia con una análisis de la definición del problema su cusas y los efectos en
términos de la demanda, costos e ingresos para la empresa. Una vez que se ha cumplido esta
primera etapa, se procede a revelar el árbol lo que hace que el problema se convierta en el
objetivo a alcanzar; las causas se conviertan en medios para lograrlo y los efectos en los
fines.
Durante los dos procesos anteriores es necesario tomar en cuenta la participación de los
involucrados en el problema lo que permitirá asegurar los pasos seguidos. De ahí surgen las
lluvias o tormentas de ideas que nos ayudan a concretar el problema, sus causas y sus
efectos.
La etapa final consiste en analizar si todos los medios son necesarios para alcanzar el
objetivo.
Esto da paso a las alternativas de solución del problema.
Una compañía que fabrica llantas ha estado analizando un problema que se presenta con el deterioro
acelerado del producto en etapa de servicio.
Esta situación tiene como efecto directo una baja en el volumen de ventas y un incremento en costos
por reposición de las llantas que se encuentran en periodo de garantía. Además se ha detectado,
como consecuencia de esta situación un aumento en la inseguridad de los usuarios.
Las causas señaladas por los expertos consultados son las siguientes: mal diseño de la llanta, fallas
en maquinaria de proceso y mal control de calidad.
El paso siguiente es realizar el revelado, lo cual hace que el problema señalado se convierta en el
objetivo a alcanzar: llantas sin deterioro temprano en la etapa de servicio.
Las causas se transforman en medios para alcanzar el objetivo a saber: adecuado diseño de llantas,
maquinaria óptima para el proceso de fabricación y un adecuado control de calidad.
De esta forma si se logra alcanzar el objetivo, los efectos se convertirán en fines: aumento de las
ventas disminución de costos de producción y mayor seguridad de los usuarios. Se construye a
continuación una versión del árbol al que identificará como árbol de medios y fines.
Los estudios a nivel de perfil utilizan en la mayor parte de los casos información obtenida de
fuentes secundarias, lo que quiere decir que a este nivel los estudios son muy básicos, por lo que no
es recomendable que se tomen decisiones de inversión basada en sus resultados. Sin embargo, estos
estudios sí nos proporcionan una idea clara de si conviene o no llevar a cabo estudios más
profundos que nos permitan justificar el proyecto ante los posibles inversionistas o entidades
financieras.
Por ejemplo1, si se tratara de establecer la solución para resolver el problema de despacho de los
productos de una planta se presentarían las siguientes alternativas de solución:
Compra de equipo de transporte.
Renta de equipo de transporte.
Contratación de servicio de fletes.
Realizar un descuento a los compradores para que ellos cubran los costos de transporte.
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Arturo Morales Castro. Jose Antonio Morales Castro Poryectos de Inversión – Evaluación y Fomulación- Mc Graw
Hill/Interamericana Editores S.A 2009
Alianza estratégica con otra empresa para compartir la compra de equipo de transporte.
Compra del equipo de transporte para trasladar las mercancías y, de manera simultánea, rentarlo
para aumentar los ingresos.
De acuerdo con lo que la empresa pretenda en el corto, mediano y largo plazos, escogerá la solución
que mejor convenga luego de realizar un minucioso estudio de cada una de las alternativas de
inversión.
En esta etapa se debe ser más riguroso en la determinación de la oferta del mercado y la demanda
efectiva del proyecto. Se determina con mayor exactitud el tamaño del proyecto y las posibles
inversiones que son necesarias para iniciar el proyecto como por ejemplo costo de terrenos costos
de maquinarias, equipos, edificios, etc.
Se define con mayor exactitud la ubicación del proyecto en función de variables como localización
de materia prima, puntos de distribución, mercado meta, etc. Se afinan los estudios financieros para
determinar con mayor exactitud la rentabilidad del proyecto.
Este estudio a diferencia de los otros debe ser absolutamente concluyente sobre la factibilidad
técnica y financiera del proyecto y por lo tanto constituirá el documento final que serpa sometido a
consideración de las entidades financieras para su aprobación.
2.1.2.4. Contrataciones.
Para poder hacer realidad el proyecto se hace necesario contratar firmas que se hagan cargo de la
etapa de ejecución de las diferentes partes que componen el proyecto. Esto implica la preparación
de documentos de licitación (carteles, listas de equipo, especificaciones técnicas, etc.). E esta etapa
se hacen las erogaciones más importantes del proyecto y es, quizá la etapa de mayor duración.
Generalmente esta etapa es superior a un año y en ella se llevan a cabo las actividades de
construcción, urbanización, la adquisición e instalación de equipos y maquinaria con la idea de
poner en operación el proyecto.
2.1.3. Operación: Es la etapa en que el proyecto entra en producción, iniciándose la corriente de ingresos
generados por la venta del bien o servicio resultado de las operaciones, los que deben cubrir
satisfactoriamente a los costos y gastos en que sea necesario incurrir. Esta etapa se inicia cuando la
empresa entra a producir hasta el momento en que termine la vida útil del proyecto, periodo en el que
se hará el análisis evaluación de los resultados obtenidos.
Al analizar los efectos futuros del problema, en caso de no hacerse el proyecto, deberán
proyectarse los efectos negativos de un crecimiento potencial del problema. Por
ejemplo, si no se toman las medidas contra la contaminación, en cuánto aumentarán las
consultas por enfermedades respiratorias, o si no se ataca la creciente tasa de obesidad
infantil, en cuánto se incrementarán las enfermedades cardiovasculares, la productividad
o la muerte prematura, entre otros.
Un nuevo proyecto que busque dar respuesta a estos requerimientos con una oferta
innovadora efectiva exige que el producto o servicio sea el resultado de una búsqueda
sistemática, en la cual se observe qué sucede en otros lugares y la posibilidad de que el
mercado local adopte esos cambios. Ante el envejecimiento de la población, surgen las
residencias de ancianos, la presentación de productos en tamaños más reducidos y con
características apropiadas a matrimonios mayores que viven solos. En Estados Unidos
la gente mayor y adinerada que, después de jubilarse, manifiesta nuevas necesidades de
consumo y entretenimiento, dispone de una pensión segura (y en muchos casos, alta) y
tiene reducidas responsabilidades u obligaciones financieras.
Los jóvenes, por otra parte, tardan más en casarse y sus demandas son propias de
quienes viven solos o en pareja antes de casarse. Esto explica los cambios en la oferta
habitacional, donde se observa un crecimiento explosivo de viviendas unipersonales, así
como de electrodomésticos diferenciados por su tamaño.
La participación cada día mayor de la mujer en el trabajo incrementa las ventas de
comidas preparadas y la aparición de nuevos servicios domésticos y de apoyo al
cuidado y la educación de los hijos pequeños.
La demanda creciente por el perfeccionamiento profesional hace que se ofrezcan
múltiples cursos de posgrado o de especialización, y libros como este.
El retorno a la valorización del tiempo disponible y la preocupación por el culto al
cuerpo sano están desarrollando el mercado de los gimnasios, los complementos
nutricionales y los insumos deportivos.
Antes de evaluar la idea, esta debe definirse con precisión, especificando el valor creado
o añadido para el cliente. La idea, así definida, debe confrontarse con el mercado
potencial para determinar las razones de por qué será preferida en vez de lo ofertado por
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Las novelas de Julio Verne y las historietas de Walt Disney obviamente inspiraron nuevos proyectos, nuevos diseños
de automóviles, etcétera.
la competencia. Esto obliga a explicitar las ventajas comparativas, basándose en las
debilidades de la competencia, donde la demanda no esté siendo satisfecha o lo esté de
manera ineficiente.
Contrariamente a lo sostenido por varios autores, lo que parece más conveniente para la
empresa no es llevar todo un estudio de viabilidad a nivel de factibilidad, sino hacerlo
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Compara, por ejemplo, los costos con los beneficios de un periodo considerado como representativo o promedio
anual perpetuo del comportamiento de un proyecto.
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Esta proviene de fuentes de información secundaria, como la elaborada por terceros: promedios de precios de
insumos, estándares de costos de construcción, tasa de crecimiento de la población revelada por el instituto nacional
de estadísticas, registros de importación del banco central y otras que pueden ser consideradas como representativas
de la situación que se evalúa en el proyecto.
solamente con aquellas variables respecto de las cuales se tenga mayor incertidumbre.
Así, por ejemplo, se podrían calcular ciertos costos de producción a nivel de
prefactibilidad cuando los estándares son conocidos y altamente confiables, y, en el
mismo estudio, estimar la demanda a nivel de factibilidad cuando hay dudas razonables
acerca de la magnitud de esta calculada con información aproximada, como la de tipo
secundario.
Hay decisiones importantes que resultan de un análisis estratégico del negocio, de cuyos
resultados se derivarán costos, inversiones y beneficios que pueden hacer cambiar
sustancialmente el resultado de la evaluación del proyecto.
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https://obsbusiness.school/es/blog-project-management/etapas-de-un-proyecto/elementos-claves-en-la-estructura-
de-un-proyecto
Por ejemplo, la estructura de un proyecto a largo plazo no puede ser la misma que la de otro de
duración media o corta. O lo mismo entre un proyecto gestado por una empresa consolidada en
el mercado y otra que recién se ha puesto en marcha. Elementos como los destinatarios, los
recursos disponibles, el número de implicados y las expectativas son algunos de los
condicionantes en este sentido.
Sin embargo, sí que puede hablarse de unas categorías básicas que cualquier líder de proyecto
debería tener presentes en el momento de elaborar su estructura
1. Finalidad y objetivos:
Las finalidades de un proyecto suelen estar relacionadas con aspiraciones a gran escala,
como por ejemplo el posicionamiento de la marca o metas de rendimiento concretas.
Comparados con éstas, los objetivos son pasos intermedios o acciones inmediatas que
contribuyen a alcanzar las finalidades. Una finalidad puede estar respalda por varios
proyectos, cada uno de los cuales tiene objetivos específicos.
2. Destinatarios:
Todos los proyectos tienen un receptor o beneficiario. Esta categoría se emplea sobre todo en
el terreno del marketing, donde señala directamente al público objetivo para el que las
empresas elaboran sus productos o servicios. A veces el curso de los proyectos suele estar
dado por las condiciones que fijan sus receptores.
3. Producto o servicio:
4. Actividades:
Todo proyecto tiene unas actividades, las cuales suelen subdividirse en fases o etapas
intermedias. Dichas fases son más o menos complejas según del alcance del proyecto. A la
hora de definir las tareas, lo más recomendable es hacerlo siguiendo un orden lógico y
realista que garantice la evolución del proceso. Además, hay que tener en cuenta que no
todas las tareas tienen la misma importancia, por lo cual se hace necesaria una labor previa
de jerarquización de las mismas.
5. Calendario:
Asimismo, es recomendable definir unas fechas y unos plazos para el desarrollo de cada
tarea. Un calendario no es necesariamente una camisa de fuerza; es, sobre todo, una guía
de acción. Por tanto, debe diseñarse con flexibilidad.
6. Recursos disponibles:
7. Presupuesto:
Tiene que ver con la financiación de proyecto. Pero no sólo en términos generales; si es
preciso, el cálculo debe incluir el coste de cada etapa y los gastos adicionales en los que
pueda incurrir el grupo de trabajo durante la ejecución de sus tareas.
8. Resultados:
Al asignar recursos, pueden asegurarse de tener suficientes medios para llevar a cabo las tareas
del proyecto. Asignar recursos también los ayuda a determinar cuánto tiempo les tomará
completar una tarea y, si se realiza un seguimiento de los costos, cuánto costará la misma.
Es recomendable, pues creo que a todo proyecto se le debe asignar recursos, así, al momento de
tomar decisiones ya el encargado determinará si destinar menos recursos y/o presupuesto,
desechando los proyectos poco rentables.
Es identificar, cuantificar, priorizar y valorar los costos y beneficios que se generen de éste, en
un determinado periodo de tiempo. Siendo su objetivo, determinar si la ejecución del proyecto
es conveniente para quien lo lleve a cabo. Es priorizar entre las distintas alternativas de
inversión para lograr una asignación eficiente de los recursos.