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La Virgen de Los Sicarios Preguntas
La Virgen de Los Sicarios Preguntas
Filosofía y letras
Miguel Angel Vargas Escamilla
Edwin Andres Benavides Castro
Jesús D. Arredondo
R.
Cita: “Pero volvámonos un momento atrás que se me olvidaron al bajar del taxi dos
muertos: un mimo y un defensor de los pobres (⋯) Entonces el ángel disparó. El mimo se
tambaleó un instante antes de caer (⋯) Cuando cayó el muñeco, uno del corillo en voz baja,
que creyó anónimo, comentó: “Eh, qué desgracia, aquí ya no dejan ni trabajar a los
pobres”. Fue lo último que comentó porque lo oyó el ángel, y de un tiro en la boca lo calló.
(⋯) El temor se apoderó de todos. Cobarde, reverente, el corillo bajó los ojos para no ver al
Ángel Exterminador por que bien sientan y entendían que verlo era condena de muerte
porque lo quedaban conociendo (pp.65-66)”.
El sicario, más que ser una figura divina vengativa, representa el arma ejecutoria de
una institución absolutista. En este país la democracia no funciona, pero si funciona
el mercado. Poseer una gran suma de dinero, significa poseer la capacidad de
fundar una institución paralela al gobierno. Así, los sicarios se convierten en
defensores y ejecutores de las normas. Ejemplo, la muerte del taxista que no quiso
bajar el volumen a la radio, su muerte significó el silencio perpetuo de los demás
taxistas, al menos en presencia del narrador. Los asesinatos cometidos por los
defensores de la ley privada (los sicarios) no representa la decadencia de Colombia,
sino los valores de todo aquel que se pueda costear sus servicios. Con respecto a lo
anterior, los homicidios cometidos por Alexis mientras estaba en compañía del
narrador, son la representación de la ideología de este último. Todo aquel que
causa molestias al narrador, muere o tiene la posibilidad de morir. Lo anterior se
puede constatar por la actitud complaciente de Alexis ejemplificada en la situación
del punketo.
R: Cita: “Parados en una esquina de las comunas, los sobrevivientes de las bandas
esperan a ver quien viene a contratarlos o a ver qué pasa. Ni nadie viene ni nada
pasa: eso era antes, en los buenos tiempos, cuando el narcotráfico les encendía las
ilusiones. No sueñen más, muchachos, que esos tiempos, como todos, ya pasaron
(p. 59)”.
En correspondencia con la idea del punto anterior, las comunas son el hogar de la
hoz de la muerte, el instrumento ejecutor. Por otro lado, el infierno, el hábitat de la
muerte, se encuentra en la ciudad, en Medellín. Donde los adinerados, sin
escrúpulos, deciden quien muere. Siguiendo la cita, esta institución durante la
narración, se encuentra en decadencia al desaparecer su contratista mayor, el
narcotráfico. Sin embargo, haciendo una mirada hacia atrás, desde nuestra época,
podemos constatar que el vacío de poder fue rápidamente ocupado por otro
contratista. Bajo las ideas anteriores, la plaga no es la violencia, sino el dinero como
medio para conseguir poder. Dinero para fundar instituciones paralelas al gobierno.