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Conceptos freudianos que

interrogan una definición


de la psicología
Freudian concepts that question
a definition of psychology

Antonio S. Gentile
Correspondencia: Filiaciones Institucionales:
antoniogentile.rosario@gmail.com Universidad Nacional de Rosario
(UNR). Argentina

Resumen: Se trata de la versión transcripta de la lección inaugural del curso de psico-


logía, en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario. El objeto de
la clase es presentar los contenidos más importantes del programa de estudio. Se sostiene
que la subjetividad humana no es una cualidad íntima del individuo, sino que es con-
secuencia de los lazos con los otros, determinados por el lenguaje, las reglas sociales y
la cultura. Se definen la psicología y el psicoanálisis dando las razones que justifican la
vigencia de los conceptos psicoanalíticos sobre la estructura y el funcionamiento del psi-
quismo. Se propone una discusión entre algunos de esos conceptos y los que componen
la definición de psicología.

Palabras clave: Psicoanálisis - Pensamiento crítico - Psicología

Cómo citar: ISSN: 2683-9938 (en línea) Recibido:


Gentile, A. S. (2022). Conceptos 18 - 02 - 2022
freudianos que interrogan una Aceptado:
Licencia: Esta obra está bajo una Licencia Creative
definición de la psicología, en Revista 09 - 03 - 2022
Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual
psicoanálisis en la universidad Nº6. Publicado:
4.0 Internacional.
Rosario, Argentina, UNR Editora 05 - 05 - 2022
Responsabilidad editorial:
Pág 189 - 208.
Universidad Nacional de Rosario.
Argentina. Facultad de Psicología. 189
Abstract: This is the transcribed version of the inaugural lecture of the psychology
course, in the Faculty of Psychology at the National University of Rosario. The purpose
of the lecture is to present the most important contents of the syllabus. It is argued that
human subjectivity is not an intimate quality of the individual, but is a consequence of
the bonds with others, determined by language, social rules and culture. Psychology and
psychoanalysis are defined, giving the reasons that justify the validity of psychoanalytic
concepts on the structure and functioning of the psyche. A discussion is proposed between
some of these concepts and those that compose the definition of psychology.

Key Words: Psychoanalysis - Critical thinking - Psychology


Conceptos freudianos que interrogan una definición de la psicología
Freudian concepts that question a definition of psychology // Antonio S. Gentile
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apertura, algunas referencias cemos en el acceso a nuestra Facultad. La


a la historia de la carrera y la carrera estuvo cerrada varios años, las in-
profesión cumbencias de nuestro título fueron gro-
seramente limitadas, a punto tal que para
Me emociona, me conmueve especialmen-
trabajar en psicoterapia lo debíamos hacer
te la presentación que hizo el secretario de
bajo la tutela de un médico. En pocas pala-
Asuntos Estudiantiles de nuestra Facultad,
bras, ese era el panorama hacia fines de los
Psc. Nahuel Senzamici, con tanto afecto y
setenta. Pero tanto atropello fue consoli-
reconocimiento, cosa que agradezco por-
dando entre nosotros la necesidad vital de
que en su decir nos introdujo en uno de los
hacer algo para nuestra defensa y en opo-
temas que hoy vamos a considerar.
sición a una política de estado que apunta-
Comencemos con dos perspectivas de
ba a nuestra desaparición como personas
su discurso: el tiempo de nuestra historia
y como profesión. Así podríamos expresar
como colectivo socio-cultural y la genero-
nuestra causa común consistente en la or-
sidad. Hace cuarenta años, para la época
ganización social y el reconocimiento legal
que nos desmembraban la patria, no tenía-
de nuestro trabajo, causa cuya legitimidad
mos profesión y nuestro título universita-
recorría la conciencia de todos los psicólo-
rio, psicólogo/a, se consideraba “subver-
gos y psicólogas de la Argentina.
sivo”. Éramos, según la dictadura militar,
En cuanto a la generosidad, más allá
“agentes peligrosos para la paz social o la
del don en el plano individual, es algo be-
seguridad nacional”. Estudiar a Sigmund
llo que surge por la entrega singular al lo-
Freud, o, a Jean Piaget, era contrario a los
gro de la causa común. Es en el lazo con el
valores nacionales y a las cristianas ver-
otro, en el dar y recibir, en la humildad que
dades establecidas. No me crean, vayan,
exige la lucha permanente por la dignidad
busquen en los libros, en los diarios de
y el honor, como se manifiesta la generosi-
esa época, “googleenlo”, o, consulten Wi-
dad. Les digo esto porque creo que así ha
kipedia, y, después, me cuentan; me estoy
sido la naturaleza del sentimiento profun-
quedando corto. Les aseguro que para la
do de co-pertenecer a un sector social que
dictadura militar, tanto la de 1966, como
debía organizarse y luchar por su pleno
la del 1976, esos genocidas, estudiar psico-
reconocimiento social y legal. Se trabajó
logía y recibirse era ser portadores de una
muy duro hasta que en el 84, con la res-
especie de virus muy peligroso; no éramos
tauración de la democracia y la presiden-
portadores de un título universitario de
cia del Dr. Raúl Alfonsín, empezáramos a
primer nivel, obtenido con el trabajo sos-
lograr todo lo que nos habíamos propues-
tenido del estudio, éramos una especie de
to en cuanto al reconocimiento pleno de
locos y locas, y en consecuencia fuimos
nuestro título, nuestras organizaciones,
reprimidos por la “revolución argentina”
nuestro trabajo y las instituciones de la
(1966) y por “el proceso de reorganización
psicología en todo el país.
nacional” (1976). En lo real, la represión
Haber aportado algo a nuestra causa
fue palos, cárcel para muchos, cesantías
común me da la tranquilidad de cerrar mi
arbitrarias, y desaparición de compañeros
carrera académica y profesional rodeado
y colegas cuyos nombres ustedes pueden
del afecto del conjunto de mis compañeros
leer en el permanente homenaje que les ha-
de trabajo, con quienes desde hace tanto

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tiempo venimos bregando en el mismo Freud, lo nuestro es invitarlos a pensar


camino. Hemos conformado un grupo de la idea de que no llegamos a este mundo
trabajo comprometido con el ideario su- siendo un ser aislado que luego, a medida
premo de la Universidad Pública a partir que crece se “socializa”, se va acomodan-
de una labor intelectual y de formación do a los vínculos con los otros; la verdad
permanente. es exactamente lo contrario: llegamos al
mundo enlazados sustancialmente con el
Objetivos y contenidos otro primordial en quien se gestó nuestra
de la clase vida, la madre, y dependemos absoluta-
mente de los otros, madre, padre, o quie-
La materia Psicología pertenece al Depar-
nes cumplan con la función de asistencia
tamento de Psicoanálisis y al de Primer
necesaria durante los primeros cinco años
Año; hoy trataremos de mostrar nuestro
para ir transformándonos en seres huma-
modo de iniciar el estudio de algunos con-
nos; es decir en seres que hablan insertos
ceptos del psicoanálisis freudiano porque
en las normas de la cultura y la sociedad.
al abordar la psicología como disciplina,
Entonces, la subjetividad, lo que nos cuali-
no se puede desconocer la influencia que,
fica como sujetos, no es innata; es una tra-
en todas sus ramas, ha tenido la formu-
ma que se va tejiendo en los lazos con los
lación del Inconciente (Icc) como sistema
otros y que nosotros caracterizamos como
determinante de todo el campo de la con-
la dimensión de alteridad que nos consti-
ducta y de la mente humanas, tal como lo
tuye como seres hablantes, en seres que,
propuso Sigmund Freud (Freiberg,1856
solo por eso (no por “poseer razón”), so-
/ Londres, 1939). Hoy daremos una idea
mos diferentes del resto de los seres vivos.
general, inevitablemente esquemática, de
Pensamos que psicoanálisis y psicolo-
nuestro programa de trabajo e investiga-
gía son dos universos discursivos diferen-
ción cuyo eje es instalar la noción de que
tes que promueven teorías y prácticas en
la subjetividad no es un escenario interior
el campo de la subjetividad, tienen nume-
de un individuo, sino, al contrario, es una
rosas divisiones, escuelas y tendencias, no
red tejida en la dimensión de la alteridad
son discursos unitarios y entre ellos hay
(la relación con el otro) en la que el sujeto
zonas que se intersectan y otras que se
se constituye escindido; es decir, dividido
excluyen. Muchos psicólogos no quieren
entre lo que se representa de sí mismo en
saber nada con el psicoanálisis, así como
el sistema de la conciencia (Cc) y lo que
muchos psicoanalistas reniegan de la psi-
de lo más profundo de su ser – parafra-
cología; lo cierto, como ustedes ven, acá en
seamos a Freud - pertenece a otra escena,
Rosario, como en casi todas las universi-
a la del sistema inconciente (Icc). Dicho
dades del país, la teoría del psicoanálisis se
de otro modo, atrapados en los juegos de
enseña en las facultades de psicología que
nuestra conciencia nos desconocemos, no
nos titularán como “psicólogo/a”. Esto
sabemos casi nada de nosotros mismos.
lo dejamos así señalado pero es un tema
Esta división, este corrimiento del centro
que merece mucha atención, que ustedes
de nuestra conciencia es resultado de nues-
irán pensando a lo largo de la carrera, y
tra relación originaria con el otro. Guia-
que, por ahora, necesitamos ir poniendo,
dos por la lectura de textos de Sigmund
digamos, las primeras letras en este asun-

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to. Nosotros estudiaremos algunos con- nuestra opinión sobre las razones por las
ceptos en varios textos de Sigmund Freud, que el psicoanálisis sigue vigente, superan-
el creador del psicoanálisis; dado que el do críticas y proscripción a lo largo del
campo del psicoanálisis está fragmentado, siglo XX, y por qué es importante com-
al igual que la psicología, es saludable to- partir con ustedes algunos de sus concep-
mar una posición para no confundirnos en tos fundamentales y avanzar en hacer esta
la diversidad de sus escuelas y corrientes. relación y diferencia con la psicología. En
Avancemos con una definición de Psi- ese escrito decimos que hay tres órdenes
cología. Se trata de aquella que difunde de razones por las cuales el Psicoanálisis
la American Psychological Association continúa vigente, esas razones están co-
(APA): nectadas con la definición que recién les
Psicología es el estudio de la mente y propuse (Cottone, S., Greca, C. y Gentile,
de la conducta humana, en su dimensión A., 2017).
individual y social y en todas las etapas de Decimos que el psicoanálisis sigue vi-
su evolución, con el objetivo final de pro- gente por tres cuestiones. La primera, por
pender al bienestar de la persona humana. ser un recurso poderoso en la elaboración
Aparentemente es una definición gene- de pensamiento crítico y libre. Un instru-
ral, bastante clara, cuyo significado no de- mento, un modo de pensar que resiste a
bería ofrecer mayores dificultades. En esta que permanezcamos confortablemente
teórica interrogaremos, con recursos freu- capturados en los ideales normalizadores
dianos, algunos de los términos o concep- y concentracionistas (en el sentido preciso
tos que la componen; para esto, necesita- de un ideal que sostiene un tipo de lazo
mos definir “psicoanálisis”. Comparen las social en el que el sujeto queda reducido a
definiciones y verán cómo, desde el vamos, ser un objeto) que se ofrecen en el actual
se patentizan las diferencias entre ellas. estado de la cultura.
La segunda razón importante por la
Definición y vigencia cual el psicoanálisis tiene vigencia es por-
del psicoanálisis que desde su fundación, por Sigmund
Freud en 1900, continúa siendo la teoría
La definición de psicoanálisis, siguiendo
más completa acerca del funcionamiento
a su creador, Sigmund Freud, tiene tres
del psiquismo humano tanto en lo normal
niveles: es un procedimiento terapéutico,
como en lo patológico.
un método de investigación y un cuerpo
Necesitamos hacer una aclaración im-
teórico, cuyo objeto de estudio es el In-
portante porque acabamos de introducir
conciente (Icc) a partir de sus formaciones,
un término que ya marca una diferencia
tanto normales: sueños, equivocaciones,
con lo definido en la psicología: el térmi-
desmemoria, chistes, etc., como patológi-
no “psiquismo”. En la primera hipótesis
cas: síntomas, inhibiciones, delirios, etc.
sobre la estructura y funcionamiento de
En estos términos, desde siempre, digamos
lo anímico, S. Freud no usa –ni lo hará
1900, Sigmund Freud, caracterizó al Psi-
casi nunca- la palabra “mente”. En vez
coanálisis.
de aparato mental, expresión utilizada en
Con Soledad Cottone y Cecilia Greca
su época, Freud habla de “aparato psíqui-
escribimos un trabajo en el que damos
co” (Freud, S., 1993 a, p. 530 y ss.). Lo

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psíquico como un ensamble disruptivo de psiquismo no es la mente ni es equivalen-


tres sistemas diferentes: inconciente (Icc), te a la conciencia, aquí tienen ustedes una
el primordial y más importante, el sistema diferencia conceptual profunda a nivel del
preconciente (Prcc) y el conciente (Cc). Por modo de formular el objeto de estudio del
otra parte, “mente” connota el conjunto psicoanálisis y el de la psicología. El in-
de complejas funciones dependientes del conciente (Icc) referido por Freud como el
cerebro, tanto a nivel cortical como sub- objeto de sus investigaciones, es lo repri-
cortical. En cambio, el “aparato psíquico” mido, es el sistema más importante y no
postulado por Freud no tiene localización está disponible para la conciencia (que se
anatómica, su motor es el deseo inconcien- formará mucho después). El sistema Icc es
te, e incluye en su organización a las pul- el registro de las huellas de memoria de
siones del yo, las sexuales, la pulsión de todas las impresiones y vivencias de los
Vida, la de Muerte, el principio del placer, cinco primeros años de vida, imposibles de
el principio de realidad, el funcionamien- recordar o de recuperar por la conciencia
to permanente y conflictivo de los proce- pero que se expresan, con las formacio-
sos primario y secundario. Nada de todo nes que ya les mencioné, en el presente de
esto se atisba en el reduccionista concepto nuestra vida cotidiana. En síntesis: con la
“mente”. En el psicoanálisis se trata de in- división al nivel del psiquismo – Icc, Prcc,
conciente (Icc) y pulsiones como objetos Cc – Sigmund Freud nos dice que somos
privilegiados para la investigación; en la impotentes de recordar los años formado-
psicología se trata de otra cosa: mente y res de nuestra condición humana. Hasta
conducta. Entonces, nosotros adherimos acá nos trajo señalar la importante dife-
a quienes piensan que la red teórica que rencia entre psiquismo y mente.
Freud elaboró, entre 1900 y 1939, tratan- Es necesario que me permitan dos con-
do siempre de dar cuenta de los problemas sideraciones importantes, la primera es
que encontraba en su práctica clínica, te- sobre la perspectiva de lectura que adop-
rapéutica y teórica, es hasta la actualidad tamos y la segunda es sobre lo que Freud
la teoría más completa acerca de la estruc- pensaba de la relación entre psicoanálisis
tura y el funcionamiento del psiquismo, y psicología. Vamos con la primera; ya di-
digámoslo de un modo muy freudiano, jimos que dentro del psicoanálisis, al igual
“del alma humana”. Alma o psiquis for- que en la psicología y al igual que en to-
mateada en sistemas diferentes (Icc, Prcc y das las ciencias sociales, hay numerosas
Cc), cuyo funcionamiento se asienta en las corrientes y escuelas, numerosas perspec-
disrupciones entre ellos. El psicoanálisis se tivas, pero nosotros nos vamos a mantener
nutre del deseo, del conflicto, de la vida dentro de las letras de Sigmund Freud. Lo
del ser humano atravesado por el lenguaje, cual no quiere decir que proponemos leer
la sexualidad, la historia y la cultura y es a Freud como si estuviéramos en 1930,
por esto, yo creo, que a ustedes les gustará nuestra lectura está marcada e incluso,
mucho comenzar a estudiarlo. sesgada, por otros autores y otro espíritu
La tesis que el psiquismo, o el alma, está de época. Un autor que influye nuestro
conformada por tres instancias o sistemas modo de acercarnos a la letra de Freud
diferentes cuyo empalme es conflictivo, es y que forma nuestro entendimiento del
una tesis inasimilable por la psicología. El psicoanálisis, es la enseñanza de Jacques

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Lacan (París, 1901- París, 1981) maestro palabra, del diálogo en transferencia (con-
de la escuela francesa, quien “retornando cepto esencial de la práctica analítica que
a Freud” modificó mucho de los conceptos ustedes estudiarán más adelante) con otro
del psicoanálisis, revitalizándolos. Jacques (el analista) cuya función es sostener la es-
Lacan, entonces, es uno de los autores cucha, es decir, la escucha es la invitación
que nos organiza la lectura de Freud, es a tomar la palabra y dejarse llevar por su
imposible decir que hacemos una lectura fluir. Reconocer que el otro (paciente /
pura de Freud. En cuanto a la segunda analizante) es quien tiene la palabra acer-
consideración, es importante aclarar que ca de sí mismo, de su lugar en el mundo,
Sigmund Freud decía que el psicoanálisis de su deseo, de su padecimiento, etc., fue
no es “toda” la psicología, ni tampoco que una verdadera revolución; el saber está en
fuese una “parte”; sino que la perfecciona el enfermo, no en el médico o terapeuta, y
y puede contribuir a perfeccionar sus fun- en la medida en que se puede escuchar y
damentos y su enseñanza teórica o “dog- reescribir la propia historia, el “enfermo”
mática”. Si bien cuando Freud se refería a comienza a transformarse, comienza a sa-
la psicología lo hacía en consonancia con nar. Aplicar el psicoanálisis como método
lo que significaba la ciencia en su época, fi- terapéutico y de investigación significó
nes del siglo XIX y principios del XX, esto darle la razón a aquello que se conside-
nos viene bien para dejar en claro nues- raba simulacro sin razón, conceder razón
tra postura en el sentido que no impug- a los indicios de la propia verdad en el
namos los conceptos de la psicología que decir de la histérica o prestar oídos, por
hacen a su definición, sino que ensayamos el mismo valor de verdad, al delirio del
un contrapunto crítico con los conceptos paranoico. Para hacer posible la escucha
freudianos en tanto creemos ético dejar en transferencia, es condición ética que el
indicadas contradicciones que a veces son analista ponga en silencio sus opiniones,
insalvables y que hacen imposible una ideales, prejuicios, creencia en su saber y,
conjunción. Nosotros decimos que tanto podríamos decir, que ponga en silencio
en la obra de Freud, como en la de Lacan, todo lo que “espera” del analizante. Es
hay mucha psicología; pero también de- conmovedor admitir que, para Sigmund
cimos enfáticamente que no abonamos el Freud, el modelo inspirador fue poner la
camino de una psicología-psicoanalítica. ciencia a trabajar en la interpretación del
Es en el plano de la práctica donde se de- sin sentido de los sueños.
cide la imposibilidad de conjunción entre Cerrando esta parte, digamos que des-
el psicoanálisis freudiano y la psicología; de su invención, en 1900, como método
algo de esto diremos ahora retomando lo de investigación y terapia, como teoría ge-
que decíamos con nuestras colegas en el neral del psiquismo humano y como pen-
escrito que les mencioné. samiento crítico, el psicoanálisis nos ha
La tercera razón que hace a la vigencia transformado en nuestra autopercepción
del psicoanálisis es que, desde sus inicios, y en la relación con el mundo. Todo esto
es, como repetía Freud, una práctica, un hace a la potencia de su vigencia y justifica
método especializado para la terapéutica nuestra propuesta académica.
del malestar, del dolor psíquico, basado Repasemos lo que ya caminamos jun-
en la palabra, en el poder sanador de la tos: definimos psicología, definimos psi-

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coanálisis, consideramos la diferencia de resulta de la atención y satisfacción de las


objetos de estudio, dimos tres razones que necesidades básicas de salud, educación,
hacen a la vigencia del psicoanálisis y ma- trabajo, alimentación, vivienda, es decir,
nifestamos nuestra adhesión a la idea freu- de todos los derechos esenciales para ha-
diana de que el modo de pensar caracterís- cer la vida digna para todos y cada uno.
tico de la indagación psicoanalítica podría Además, existe otro plano tan concreto
aportar a los fundamentos de la psicolo- como los que nombré, el plano ético: la
gía; les diría, hacer que la psicología pueda perspectiva del bienestar como estado de
estar más rigurosamente fundada. Veamos placer, no solo como ausencia del dolor,
esto interrogando, o analizando crítica- sino el bienestar como estado subjetivo
mente, algo muy importante porque se lo en el que están ausentes el dolor moral, la
postula como el objetivo final de la psico- tristeza, la indignidad. Pensar el bienestar
logía: “…propender al bienestar…”. nos lleva a pensar la felicidad, cuestión
mayor en el pensamiento de los padres de
una pregunta ética: la filosofía occidental. Antes de continuar,
¿qué significa bienestar? tengan en cuenta la siguiente distinción
entre “ética” y “moral”, son dos térmi-
Es necesario que reflexionemos sobre el
nos que pertenecen al mismo campo se-
significado de “bienestar” porque es ha-
mántico, en el decir corriente los usamos
cia donde apunta la psicología. Hay otra
como sinónimos, pero no lo son. Ética es
razón importante que nos compromete en
la reflexión sobre la acción humana, so-
el ejercicio de la profesión; desde hace un
bre su esencia y finalidad, sobre el sentido
tiempo el título de psicólogo/a, junto con
trascendente de nuestra acción, una ética
otros, integra la categoría de importancia
puede o no prescribir modos de conducta
estratégica, o título “de interés público”,
que lleven al bien; en cambio, la moral se
para el estado, por lo cual la formación
sostiene en uno o más mandamientos que
académica está especialmente controlada
tienen fuerza imperativa y a los que, se su-
por el ministerio (A.A, 2009). Esta impor-
pone, no podemos dejar de observar; uno
tancia deriva de la presunción del daño
que todos conocemos nos dice: “Amarás a
que puede ocasionar el mal desempeño
tu prójimo como a ti mismo”, éste, preci-
profesional. Digamos que trabajamos en
samente, condensa siglos de reflexión ética
y con el malestar y debemos propender al
cristiana y es también una guía moral de la
bienestar de las personas. ¿Qué les parece?
conducta humana.
Reflexionar sobre el sentido de “bienes-
Volvamos a lo que nos dice Aristóteles
tar” está en el fundamento de la pregunta
sobre la felicidad. Tengan muy en cuenta
por la ética que, en tanto sujetos involu-
este libro: “Moral, a Nicómaco”. Aquí nos
crados en una práctica de la subjetividad,
dice que la felicidad es “el mayor de los
debemos mantener siempre abierta.
bienes, el bien supremo”: “…la felicidad
¿Qué sentido le damos a “bienestar”?
es ciertamente una cosa definitiva, perfec-
¿Qué significa? Desde el vamos sospeche-
ta, y que se basta a sí misma, puesto que es
mos del significado natural o evidente en
el fin de todos los actos posibles del hom-
el cual estamos, supongo, todos de acuer-
bre” (Aristóteles, 1984, p. 69).
do: bienestar es el estado subjetivo que
Para Aristóteles, el concepto central es

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el de “areté”, virtud, la felicidad es im- “… hasta donde los hombres pueden


posible sin la virtud que es un ejercicio serlo”… podemos ser felices hasta cierto
racional, más una práctica de templanza punto, algo, un límite infranqueable nos
del cuerpo y del carácter que moldean un impide ser totalmente dichosos, felices.
modo de vivir en la “polis”, la ciudad. En nuestro ser, no solamente en el mundo
Esto lo indicamos simplemente porque o la sociedad, se fragmenta la ilusión de
ustedes lo estudiarán más profundamente, la dicha, la felicidad o el bienestar como
como se merece, en otra materia. Bien, se- bienes que pueden poseerse y gozarse
gún Aristóteles, la felicidad es lo que bus- ilimitadamente.
camos todos los seres humanos, es el bien Entonces, con Aristóteles podríamos
supremo; pero no se engañaba y decía que decirle a la psicología: el fin de la con-
otros bienes, no solo la virtud, también ha- ducta orientada por el funcionamiento de
cían la felicidad. Y esos otros bienes eran la mente, es conseguir la felicidad. Esto
la amistad, la posesión de riquezas y algo es también un ideal, religioso, político;
muy interesante en lo que insiste mucho: construyamos la felicidad del pueblo y la
disponer del poder político, en el sentido grandeza de la nación decía alguien por
de ser reconocido en la vida pública, en la ahí para que el pueblo lo eligiese. El polí-
vida de la “polis”. tico ofrece la felicidad y nosotros, aunque
Llevar una vida virtuosa, tener amigos, sabemos que es un imposible, creemos y
poseer riquezas y disponer de poder, esas lo votamos; es inevitable. Lo hacemos
son las condiciones para ser feliz, esos son porque necesitamos un chivo expiatorio
los bienes, supremo y menores, que hacen al que hacerle pagar nuestra profunda li-
a la felicidad. Aristóteles, como Platón, mitación, no podemos vivir felices porque
Freud, Descartes, San Pablo, Shakespea- el político, o la política, son corruptos y
re y otros, formaron nuestro modo de fraudulentos. De ese modo mantenemos
pensarnos, construyeron tan fuertemen- en perpetuo girar a la rueda de la felicidad
te nuestra subjetividad, que, hoy, dos mil como realización posible en vez de asu-
trescientos años más tarde, si nos pidie- mirla como ideal de goce transitorio, efí-
ran una definición de la felicidad, ¡daría- mero. Deseamos la felicidad, aunque sea
mos la de Aristóteles!, o alguna otra muy una ilusión con la cual nos conformamos
parecida. transitoriamente, luchamos por ser felices,
Me interesa que nos detengamos en por acumular riquezas, poder, pero pode-
algo que ya no resulta tan sencillo pensar, mos serlo hasta cierto punto.
se trata de la marcación de un límite, pro- Dos mil trescientos años más tarde,
fundo, estructural. Leamos cómo lo escri- Sigmund Freud, entre 1929 y 1930, escri-
be Aristóteles: bió un texto maravilloso que, entre otras
cosas, es una lección de ética contemporá-
“…llamaremos dichosos entre los vivos a
nea: “El malestar en la cultura”.
los que poseen o puedan poseer todos los
En el texto encontramos ecos de la for-
bienes que acabamos de indicar. Téngase
mulación aristotélica porque en un mo-
entendido, por otra parte, que cuando digo
mento Freud se pregunta: cómo podemos
dichosos quiero decir hasta donde los hom-
tomar la felicidad de un modo en el cual la
bres pueden serlo” (p. 79).
mayoría estemos de acuerdo. Su respuesta

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es definiéndola como la consecución del presión de lo que Freud ya en esa época


placer, la apropiación y retención del pla- denominaba pulsión de muerte.
cer y la evitación del dolor y el displacer, A esta altura debemos decir algunas pa-
porque, según Freud, es el “principio de labras sobre el concepto de pulsión porque
placer” (uno de los principios primarios es una premisa fundante del pensamiento
de nuestro sistema psíquico) el que fija el de Freud, la teoría de la dualidad pulsional
programa de toda la vida humana. Pode- está presente en toda su obra. Les aviso
mos encontrar un parecido a lo dicho por que en la biblioteca virtual de la cátedra
Aristóteles, el fin de la conducta humana van a encontrar una ficha de estudio sobre
es obtener placer y evitar el dolor. Pero este punto, “El concepto de pulsión”, pre-
resulta, seguimos con Freud, que este pro- parada por los profesores Sergio García de
grama está contrariado porque: la Cruz y Marcelo Frazzetto; les resultará
de mucha utilidad, léanla.
…entra en querella con el mundo entero,
con el macrocosmos tanto como con el mi-
Las dos clases de pulsiones
crocosmos. Es absolutamente irrealizable,
las disposiciones del Todo –sin excepción– Pulsión (empuje permanente, tendencia
lo contrarían; se diría que el propósito que apremiante) es un concepto complejo; hoy
el hombre sea “dichoso” no está contem- podríamos aproximarnos describiéndolo
plado en el plan de la “Creación” (Freud, como la exigencia de trabajo permanente
S., 1986, p. 76). a la que debe responder el psiquismo, su
fuente es somática, especialmente, el inte-
Nada en el mundo nos asegura la felici-
rior del organismo, y constante. Este em-
dad o el goce del placer y la dicha de exis-
puje apremiante, que en realidad nos llega
tir; para comprobar esta verdad, pensemos
desde todas partes, en lo psíquico solo se
un instante en lo que nos está pasando, a
inscribe como representación (represen-
la humanidad entera, desde hace dos años,
tante, en el sentido de pensamiento o idea,
pensemos en lo que nos toca vivir.
y afecto). Lo pulsional se impone al sujeto
Freud toma lo que Aristóteles señaló y
y lo conmueve en un circuito permanen-
da un paso más adelante: ¿qué es lo pro-
te, de recorrido perentorio e inconciente.
pio del ser humano, ya no en el mundo
A mero título informativo les digo que la
exterior, que pone un límite, un punto, a la
idea de dos fuerzas o potencias originarias,
posibilidad de ser dichoso? En el “Males-
pulsiones, entramadas en la posibilidad de
tar en la cultura”, Freud dice que algo en
la existencia humana, está presente en el
la estructura misma del sujeto no le permi-
pensamiento freudiano desde el comienzo
te conseguir la felicidad sino de un modo
y recorre toda su obra. La doctrina de las
trabajoso, efímero y eso que es estructural,
pulsiones es dualista, Freud la inicia en los
lo convierte en un factor enormemente pe-
términos de oposición de pulsiones sexua-
ligroso para la comunidad y la cultura, se
les y pulsiones de auto-conservación o yoi-
trata de una afirmación fuerte: está en el
cas (digamos, hacia 1895/1900); en 1914,
ser humano la agresión, tanto dirigida ha-
en su estudio sobre el Narcisismo, postula
cia el otro como hacia sí mismo. Estamos
que el Yo es también objeto de la energía
aludiendo a la compulsión agresiva como
sexual (libido) y distingue libido de objeto
parte de la naturaleza humana y como ex-

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Conceptos freudianos que interrogan una definición de la psicología
Freudian concepts that question a definition of psychology // Antonio S. Gentile
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de libido del Yo, finalmente, a comienzos el mal, no es una doctrina maniquea; escri-
de la década del veinte, formula la dua- be: “Cada una de estas pulsiones es tan in-
lidad pulsión de vida, pulsión de muerte. dispensable como la otra; de las acciones
Es un tema difícil al que ustedes volve- conjugadas y contrarias de ambas surgen
rán muchas veces durante la carrera, pero los fenómenos de la vida” (ibídem).
que hoy no podemos dejar de mencionar Un poco antes, Freud lo escribió casi
(asumiendo el forzamiento pedagógico con las mismas palabras:
que implica) si es que estamos tratando un
Partiendo de especulaciones acerca de la
asunto tan importante como es el bienes-
vida (…) extraje la conclusión de que ade-
tar, la felicidad, la ética.
más de la pulsión a conservar la sustancia
En 1932, Albert Einstein (Ulm, 1879 /
viva y reunirla en unidades cada vez ma-
Nueva Jersey, 1955), le envía una carta a
yores, debía de haber otra pulsión, opuesta
Freud, en la que le pregunta: “¿Es posible
a ella, que pugnara por disolver esas uni-
controlar la evolución mental del hombre
dades y reconducirlas al estado inorgánico
como para ponerlo a salvo de la psicosis
inicial. Vale decir: junto al Eros, una pul-
del odio y la destructividad?” (en Freud,
sión de muerte; y la acción eficaz conjugada
S., 1983, p. 185).
y contrapuesta de ambas permitía explicar
Esa psicosis de odio y destructividad,
los fenómenos de la vida (Freud, S., 1986,
Einstein no la encontraba tan solo en las
pp. 114/5).
guerras internacionales: “…sé muy bien
que la pulsión agresiva opera bajo otras Freud le responde a Einstein diciéndo-
formas y en otras circunstancias. (Pienso le que es pesimista sobre la posibilidad de
en las guerras civiles… en la persecución erradicar el odio y la tendencia a la agre-
de las minorías raciales.) (p. 186) sión y autodestrucción del ser humano,
Poco tiempo después, Freud le respon- porque junto con Eros, la tendencia del
de que coincide con el accionar de la pul- amor, forman las condiciones de la exis-
sión agresiva y le dice que, someramente, tencia y la vida humanas. Pero, tiene es-
le comentará lo que ha podido elaborar peranza en que todo lo que promueva y
sobre las pulsiones. Vamos a tomar esa desarrolle cultura pueda ir en contra de la
carta como referencia: guerra y la destrucción.
Entonces, el ser humano está limitado
Suponemos que las pulsiones del ser hu-
en su capacidad de dicha, a pesar que su
mano son sólo de dos clases: aquellas que
tendencia primaria sea perseguir el placer,
quieren conservar y reunir –las llamamos
porque en su estructura sustancial hay
eróticas, exactamente en el sentido de Eros
un límite infranqueable impuesto por la
en El banquete de Platón, o sexuales, con
pulsión de vida y la pulsión de muerte,
una conciente ampliación del concepto po-
pulsiones que constituyen el campo de lo
pular de sexualidad–, y otras que quieren
humano y que actúan conjugadamente en
destruir y matar; a estas últimas las reuni-
cada uno de nosotros con prescindencia
mos bajo el título de pulsión de agresión o
de nuestra conciencia y voluntad.
de destrucción (Freud, S., 1983, p. 192/3).
Una expresión de la pulsión de vida es
Inmediatamente, Freud se cuida de el amor, es la sexualidad puesta al servicio
identificar a unas con el bien y a otras con del amor. El amor es base de la amistad, la

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base de la relación amorosa, el amor es la de muerte, a la que pensaba como tenden-


base de la unión, de lo que junta dos seres cia a retornar al estado primitivo y a tal
diferentes, aunque puedan tener el mismo fin contribuyen la agresión, la destrucción,
sexo, eso es Eros: al unir lo diferente, hace la autodestrucción. Esto también hace a
unión en común, hace comunidad, socie- nuestra esencia, es parte de nuestro ser y
dad, cultura y es por esto una de las ca- de los límites que necesariamente aparecen
ras de la pulsión de vida. Todas las otras para la construcción de algo más o menos
caras: la alegría, el entusiasmo, pulsión de permanente y estable en la dimensión de la
vida pensada como deseo que lleva ade- comunidad de lo diferente y de la cultura.
lante los ideales, todo esto es pulsión de Entonces ¿qué hacer si el mundo no
vida y anida en el corazón y en la esencia está planificado para ser felices y en nues-
de cada uno de nosotros. tro ser ancla la potencia destructiva? No-
Pero también y al mismo tiempo, desde sotros creemos que el mensaje freudiano
el momento que llegamos a la existencia, nos llama a poner el cuerpo y trabajar in-
conjugada con la fuerza de la vida, nos cansablemente para contribuir a una ética
conforma el accionar de la pulsión de basada en la verdad de reconocer que en
muerte. Pulsión de muerte no solo porque nosotros mismos están las tendencias a
cuando comenzamos la vida iniciamos el destruir y autodestruirnos y no pensar que
tránsito hacia la muerte, como pudo haber eso es una cuestión que depende exclusi-
dicho algún poeta; sino porque la pulsión vamente de poderes externos, sean estos
de muerte se caracteriza por el carácter re- de naturaleza social, política, económica o
petitivo, compulsión a la repetición, lo lla- religiosa. En la medida en que podamos
mó Freud, compulsión es un impulso que pensar nuestra realidad tal como es, sin
el sujeto no puede inhibir y que lo sobre- vendernos espejitos de colores, quizás po-
pasa, la compulsión repetitiva se expresa damos encontrar normas que nos lleven a
en algunas experiencias (piensen en la vio- un mejor vivir en la cultura, y nos alejen
lencia dirigida a otro o a sí mismo, pien- del bienestar ilusorio que nos presupone
sen en las adicciones, por ejemplo: tabaco, buenos por esencia y capaces de amarnos
alcohol, juego, drogas, etc) en las que el los unos a los otros.
sujeto queda como anulado en su volun- Es necesario como trabajadores de la
tad y compelido a repetir. La compulsión subjetividad, poner el cuerpo para cons-
a la repetición tiende al goce de repetir. truir un mundo donde aquello de la feli-
Repite, repite y no busca otra cosa que la cidad, así fuese efímera, sea verdadera y
repetición en sí misma más allá de todo no una permanente oferta de ilusiones que
placer; por esto el repetir sistemático o nos capturan y nos entristecen. El mundo
pulsional se desconecta de todo sentido o no está preparado para que nosotros sea-
significado e inevitablemente nutre la au- mos felices; no vamos a hablar de guerras
todestrucción y la agresión como metas de e injusticias, nos basta pensar en lo que
la conducta. No hay sentido que se pueda nos está pasando en esta pandemia. Algo
construir, no hay significado que se pueda de lo real apareció, un virus, algo infra-vi-
construir si hay algo que repite sistemáti- da, no registrado en las posibilidades del
camente lo mismo. Algo de este orden está saber y de nuestra ciencia omnipotente,
en la base de lo que Freud llamó la pulsión apareció de la noche a la mañana y nos

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cubrió de encierro, de dolor, de muerte, de las trampas que nos tiende la conciencia y
pérdida, de tristeza, de quietud forzosa y el Yo, para, luego, en consecuencia, seguir
desconfiada. trabajando mucho para “estar bien” con
Entonces, si la felicidad es efímera, si el el otro. Es en este sentido que creemos que
bienestar para ser conquistado necesita de el verdadero cambio es el que debemos
un trabajo enorme porque hay tendencias hacer en nosotros mismos; no es el único,
opuestas que tienen que ver con la destruc- por supuesto, pero es el inicial; ese cam-
ción y el malestar; si el mayor mandamien- bio consiste en liberarnos de los ideales
to cultural, “Amarás a tu prójimo como a –lo que nos auto-exigimos cumplir para
ti mismo”, se hace imposible de cumplir, que nos amen– que nos llevan a ser ob-
porque quizás el prójimo no quiere ser jeto para el otro; ese cambio también nos
amado por nosotros y cuando nos acerca- pide que nos liberemos del goce violento
mos nos abre la puerta para encaminarnos de dominar al otro, es decir, en este caso,
hacia el goce perverso de transformarnos de convertir o considerar al otro como
en objeto de su agresión y crueldad. Freud un objeto, desconociendo que el otro es
es categórico: ese imperativo tan exigen- un sujeto cuya dignidad se concreta en
te, que sin embargo construye cultura, es libertad de ser, de hacer, de elegir, de de-
no realizable por el imperio del “principio sear, pensar, etc. independientemente de mi
del placer” y por la naturaleza agresiva y conveniencia. Esto vale para uno mismo,
destructiva del ser humano. Si esto que para el lazo con los otros, sean los hijos,
estamos diciendo es así, entonces se nos la pareja, los amigos, los pacientes, los
impone, como trabajadores en la subjeti- alumnos… Me parece que debemos cons-
vidad, meditar qué se nos pide cuando se truir lazos liberadores a partir de aceptar
nos define como propósito de la psicolo- lo diferente –¿suena lindo, no?, todos de
gía y como obligación derivada de nues- acuerdo ¿sí? bueno, inténtenlo y después
tro título universitario, la consecución del me cuentan cómo les fue– suenan bien es-
“bienestar”. Le asigno mucha importancia tas lindas palabras porque en ellas destella
a este asunto que hace a nuestra ética y es algo de la verdad, pero es muy difícil con-
por eso que decidí comenzar por aquí, no cretarlo. Afortunadamente tenemos una
podemos dejar de interrogarnos sobre el brújula, un indicador que nos orienta en
sentido, los límites y las posibilidades de todo esto: construimos bienestar cuando
lo que se nos pide con “… propender al nos rebelamos a ser objeto para el otro y
bienestar…”. cuando renunciamos a convertir al otro en
Desde nuestra perspectiva “estar bien” objeto de nuestro goce.
es estar bien con uno mismo, trabajar en La subjetividad, de la que nosotros ha-
uno mismo para conocernos un poco, por- blamos, no es un estado “interior” perma-
que, en verdad, somos íntimos descono- nente, es una construcción siempre en pro-
cidos. Nos aseguramos en la claridad de ceso, en relación con el otro, de aceptación
nuestra conciencia, cuando, en verdad, su y respeto a la dignidad de sujeto, y sujeto
función es ocultar y creemos en la cohe- es todo lo que se opone a quedar reduci-
rencia de nuestro Yo, cuando, en verdad, do a la condición de objeto (objeto sexual,
es la fuente de nuestro desconocimiento. objeto de consumo, objeto de la política,
Trabajar en nosotros para “gambetear” objeto de los medios de información y

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propaganda, etc., en definitiva, objeto de rosas las teorías sobre la “personalidad”.


cualquier tipo de manipulación, o goce, Todo esto es importante y es innegable el
del otro y/o de nuestra parte). valor del conocimiento que producen al-
Bien, hasta aquí llegamos con las consi- gunas de estas corrientes o escuelas de la
deraciones sobre “el bienestar” que se es- psicología. Pero, en estos temas, hay dos
pera que procuremos como profesionales tesis freudianas que se contraponen con
y que cada uno de nosotros reconoce en el saber psicológico. Dos tesis que voy a
su corazoncito como vocación para iniciar exponer en términos generales porque lo
la carrera de Psicología: “para ayudarme y estudiarán detenidamente durante el año
ayudar a los demás a no sufrir”. y para ir cerrando esta clase.
Ahora vamos a pensar juntos estos Las dos tesis promovidas por las in-
componentes de la definición, que dimos vestigaciones de Sigmund Freud son es-
al principio, de la psicología: “etapas de la candalosas, inquietantes y a pesar de que
evolución” y “persona”. tienen más de un siglo de vigencia, siguen
Creo que todos tenemos una idea de lo generando resistencias para ser admitidas.
que significan expresiones como “etapas La primera de esas tesis es la ampliación
de la evolución”, “desarrollo de la perso- del concepto de la sexualidad humana y
na”, etc. Digamos que a partir del naci- dice que la pulsión sexual comienza con la
miento, el organismo va transformándose vida y se manifiesta durante los cinco, seis,
siguiendo parámetros de desarrollo simi- primeros años: la sexualidad infantil. Di-
lares y estables para nuestra especie y la cho de otro modo, la sexualidad no se ini-
familia de los humanos. Esas transforma- cia como función durante la adolescencia
ciones alcanzan estabilidad o madurez con (complejidad hormonal, productos genési-
uniformidad en diferentes momentos, son cos, desarrollo genital y de los caracteres
las diversas etapas: nacimiento, infancia, sexuales secundarios, etc.), a partir de los
adolescencia, adultez, vejez, declinación y 13 o 14 años, digamos, y su objetivo no
muerte, cada una con límites temporales es solamente la reproducción de la especie.
y con características diferenciadas. Suele Freud destaca que la sexualidad humana se
decirse que este desarrollo es biológico u despliega en dos tiempos, en la infancia y a
orgánico y psicológico en tanto se conjuga partir de la pubertad, llamando al interva-
el crecimiento del cuerpo con el de la “per- lo “período de latencia” de la sexualidad,
sona”. Bien, desde el sentido común pen- tengan en cuenta que “latencia” significa
samos esto. Y la psicología como ciencia no manifestación, no significa ausencia; ya
también lo piensa, aproximadamente, así. haremos otra consideración sobre esto. La
En la psicología son numerosas las segunda tesis que hoy me importa desta-
escuelas de investigación que estudian el car postula que el Yo se desconoce a “sí
desarrollo, y conforman lo que se llama mismo” porque su base es inconciente y es
generalmente “psicología evolutiva”, o sólo una parte de la personalidad, la que
“psicologías del desarrollo”, o “psicolo- se escinde o divide en otras dos instancias:
gía genética” como la que postulaba Jean el Ello (impersonal e inconciente) y el Su-
Piaget (Neuchatel, 1896; Ginebra, 1980) per-Yo, cuyo origen también conecta con
y que muchos de ustedes habrán estudia- lo reprimido o inconciente. La definición
do en el secundario. También son nume- freudiana de Yo, como un indicador de

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Freudian concepts that question a definition of psychology // Antonio S. Gentile
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la persona, des-construye todo lo que en “la sexualidad infantil” y “las metamorfo-


la psicología se postula con la noción de sis de la pubertad” (Freud, S., 1975). Es
personalidad. una obra difícil de estudiar porque tiene
Detengámonos un poco con la palabra distintas capas textuales dado que, en las
“persona”. En ella confluyen dos sentidos, sucesivas reediciones, Freud fue agregando
el jurídico y el lingüístico. En el sentido notas, actualizando el contenido conforme
jurídico, se emplea persona para referir avanzaban sus investigaciones; pero es un
a una entidad que-es-lo- que-es, una uni- texto imprescindible porque reúne las tesis
dad diferente de la otra, sujeta a derechos freudianas sobre el papel de la sexualidad
y obligaciones. En el sentido lingüístico, en la etiología de las neurosis.
Yo es la posición del sujeto que emite el La sexualidad infantil es pulsión de
discurso, el que recibe el mensaje es el Tú vida y se expresa desde el inicio de la exis-
y de quién se habla es Él; ¿se acuerdan tencia, su meta es la consecución del pla-
cuando estudiaron en el secundario los cer a partir de la estimulación de las zonas
pronombres personales? La coincidencia erógenas (labios, ano, genitales, toda la
entre la concepción jurídica y la lingüís- piel). Se apoya o apuntala en la satisfac-
tica, que la psicología general reproduce, ción de las necesidades y las transforma
es que en ambas se trata de una entidad en otra cosa, ejemplo: el reflejo de succión
bien individualizada, idéntica a sí misma, pasa a ser actividad de “chupeteo” y, así
bien delimitada, unitaria y esencial. Para re-significado, permanecerá durante toda
las escuelas de la psicología que enfatizan la vida; es inicialmente auto-erótica y la
lo trascendental en la palabra persona se componen pulsiones parciales vinculadas
cuela un tercer sentido, el teológico. Así a las zonas erógenas. Freud postula que la
que, en la psicología, persona, como refe- sexualidad no sólo es el modo de repro-
rencia al sujeto, condensa: individuo, idén- ducción de la especie sino que es la fuente
tico a sí mismo y entidad trascendental; del mayor placer que podemos obtener y
nada que aluda a la estructura escindible de las diversas formas del sufrimiento psí-
y heterogénea del Yo que postula y funda- quico.
menta la investigación psicoanalítica. A nosotros nos interesa que piensen en
Volvamos al tema de la sexualidad in- la sexualidad infantil no solo como la que
fantil. se manifiesta de múltiples formas y casi
sin límites para lograr el placer; sino como
Pasiones sin memoria, un tiempo, que llega hasta los cinco o seis
desarrollo y represión años, y durante el cual pasamos de ser in-
de la sexualidad infantil determinados seres vivientes a ser sujetos
En 1905, Sigmund Freud publicó sus tesis marcados como humanos por el lenguaje,
sobre la sexualidad producto de su trabajo la sociedad y la cultura. La sexualidad in-
clínico, de su intento por responder a los fantil es el tiempo y el terreno en el que
interrogantes que surgían durante sus tra- –en la relación con el otro- se nos moldea
tamientos de quienes padecían de histeria, como humanos, como seres hablantes por-
fobias, obsesiones, etc. La obra se titula tadores, cada uno, de una historia singular
“Tres ensayos de teoría sexual”, los estu- y de ser capaces de aunar deseos con otros
dios refieren a “las aberraciones sexuales”, transformadores de la realidad.

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A ese tiempo en el que se “nace” como pecial que Freud denomina “amenaza de
sujeto y en el que culmina la sexualidad castración”.
infantil, Freud lo llama “complejo de Edi- La castración sepulta al complejo de
po” y lo piensa contemporáneo a la fase Edipo (Freud, S., 1993 c). La “amenaza
fálica. El estado de prematuración nos de castración” es lo que pone fin al “vale
pone en manos del otro primordial, la todo”, amor y muerte, de la relación in-
madre, y su auxilio o asistencia no es sin cestuosa. Es la prohibición absoluta, la
la presencia de otros, el padre, la familia, represión profunda, del deseo orientado
la comunidad, etc. “Poner en manos del hacia la instancia parental. Los padres no
otro” es equivalente, en términos freudia- son objeto de deseo sexual, pueden ser ob-
nos, a quedar enlazados en el amor o el jeto de identificación en la medida que se
odio del otro. Suspendamos considerar interdice con ellos la satisfacción sexual.
la posibilidad del odio porque en ella no En esto consiste nuestra humanización,
hay juego posible que nos habilite como nuestra condición de sujetos, adquirida a
sujetos. “Caemos en las manos del otro” los cinco o seis años; somos humanos en
es decir que caemos en los juegos de Eros, la medida en que aceptamos la imposición
en las vicisitudes de la sexualidad en las de la ley que prohíbe el incesto, ley fun-
que la relación primaria con el otro nos dadora de la cultura (Leví-Strauss, 1993).
introduce. Creo que les puede costar ad- Aceptar la renuncia que la castración
mitir que la relación con mamá y papá, al implica no pasa por la conciencia ni se
cubrir las necesidades básicas de la niñez, pondera con la razón, es una modificación
nos incluye –sin ser conscientes de eso- en del Yo infantil, que marca en el mismo
la sexualidad. Pero es así, es aceptar un proceso el final del imperio del narcisis-
dato de la observación de la realidad. mo infantil, debida a la incorporación de
Hacia los tres o cuatro años, ya forma- la instancia parental como instancia de
do el Yo narcisista (sobre esto diremos algo autoridad (no de amor), modificación del
más) y ya incluidos en el lenguaje, el nene Yo que Freud llama Super-Yo, base de la
y la nena arman y relatan historias que le conciencia moral. El cierre de la sexuali-
van habilitando ubicar su sexo anatómico dad infantil, por efecto de la amenaza de
en referencia a un símbolo, es decir, les va castración que sepulta el deseo incestuo-
habilitando asumir una identidad sexual. so –recuerden que es un deseo de amor
S. Freud plantea que la asunción de la y muerte- tiene como consecuencias la
identidad sexual no se determina por la di- formación del Super-Yo y la “amnesia in-
ferencia anatómica sino por renunciar a la fantil”, desconectar de la memoria, cubrir
posesión o identificación con un símbolo: con el olvido, los años de la sexualidad
el falo. En esta fase, fálica, el deseo de “ser infantil, como si nunca hubiesen existido.
todo”, lo que excluye lógicamente al otro A partir de este momento se abre el tiem-
en disputa, “ser todo para mamá”, porque po de la latencia sexual hasta la pubertad.
“mamá es todo”, y, desde la perspectiva Noten ustedes que se produce un desaco-
de mamá la demanda que ella, en tanto ple o desincronización entre lo orgánico
madre (no mujer) “tiene todo y es todo”, o somático, que en “silencio” continuará
domina la escena que sólo puede terminar con su desarrollo, y lo subjetivo donde la
en el saludable drama de una represión es-

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memoria queda trunca y se pierde para de la personalidad”. Para ir cerrando este


siempre la posibilidad de que el sujeto re- encuentro, hagamos una aproximación al
late completa la historia de su vida. aporte de S. Freud.
Recordemos el modo como lo dice Así como el concepto de inconciente es
Freud: “…las impresiones que hemos ol- correlativo al de represión, el concepto de
vidado dejaron, no obstante, las más pro- Yo es correlativo al narcisismo. Narcisis-
fundas huellas en nuestra vida anímica mo es tomar al Yo como objeto de amor y
y pasaron a ser determinantes para todo en esa toma pulsional el Yo se construye.
nuestro desarrollo ulterior” (Freud, S, Este es un primer punto importante, no
1987, pp.158/9). Es decir que las impre- nacemos con un Yo, nuestro Yo comienza
siones y experiencias de la primera infan- a recortarse del funcionamiento auto-eró-
cia, en rigor no fueron olvidadas sino re- tico hacia los cinco o seis meses. El narci-
primidas por ser sexuales, quedan activas sismo de la infancia se despliega a partir
y serán determinante de todo el desarrollo del autoerotismo, pero su condición es la
del sujeto. La amnesia infantil, consecuen- formación del Yo. Recuerden que en el
cia de la represión/castración, recubre esos auto-erotismo la pulsión sexual toma las
años y “convierte la infancia de cada indi- zonas erógenas de todo el cuerpo; en el
viduo en un tiempo anterior, por así decir narcisismo se trata del Yo, es diferente.
prehistórico, y le oculta los comienzos de Lo relevante del aporte freudiano es
su propia vida sexual…” (ibídem). demostrar que la formación del Yo no es
La amnesia infantil fracciona, corta, la un proceso inmanente al desarrollo del
memoria de nuestra vida; en toda historia organismo sino que viene de “afuera”, del
de vida o autobiografía que ensayemos, modo de reconocimiento proveniente de
estará siempre excluida de la conciencia los otros, especialmente de la madre. Si de
la parte “determinante”, ni más ni me- la madre viene la imagen, tengan claro que
nos. Excluida, reducida a retazos o indi- imagen no remite solo a lo visual sino que
cios deshilvanados como la prehistoria en incluye esto que llamamos modo de reco-
cualquier relato histórico. A partir de esos nocimiento. Bien, si desde afuera viene el
indicios que se muestran en los sueños, y modo de reconocimiento por el lado de
en todas las demás formaciones del incon- Eros, el, o, la bebé, serán fascinantes por
ciente, el trabajo psicoanalítico intentará estar recubiertos de todas las perfecciones;
reconstruir fragmentos de esa sustancial es el Yo Ideal.
prehistoria del sujeto. El “estadio del espejo” es un aconteci-
miento, estudiado por la psicología del de-
El Yo es nuestra íntima multitud sarrollo y por la pediatría, universal y de
presentación regular en la primera infan-
Cuando, hace un momento, hablamos de
cia. Se trata del juego fascinante del bebé
la carga semántica de la noción de “per-
que está empezando a moverse y juega con
sona”, dijimos algo así como que la teoría
su imagen reflejada por un espejo, esto se
freudiana sobre el Yo, des-construye todo
da entre los seis y los dieciocho meses. Les
lo referido a ella como entidad indivisa
apunto que el “espejo” permanente para
(individuo), idéntica a sí misma y tras-
todos nosotros es la mirada de los otros,
cendente, como lo elabora la “psicología

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y durante la infancia, la mirada de los pa- a partir del lazo libidinal con el otro. Ya
dres, especialmente de mamá; pero, ya ten- mencionamos al “Yo Ideal” como el Yo
drán oportunidad en el curso de la carrera primario que recorta al autoerotismo y se
de ir llenando de contenido muchas de las forma por el modo como el otro, la ma-
cosas que hoy decimos. Volviendo a la ex- dre, por caso, proyecta su imaginario de
periencia del espejo, digamos que S. Freud amor sobre el hijo o hija que está criando;
la incorporó como una pieza teórica muy ese imaginario de amor es del orden de “lo
importante, a propósito del estudio de la perfecto”, del “todo que la colma”; son
“repetición” y referida al juego de “apa- las representaciones de la pulsión sexual
recer y desaparecer” con el que se entrete- tomando al Yo por objeto. En un movi-
nía uno de sus pequeños nietos (Freud, S. miento temporalmente posterior, ese Yo
1993 b, pp. 14 y ss.). Ideal tomará una nueva forma: la del Ideal
El período que comprende desde los del Yo (Freud, S, 1984, p. 91).
seis meses hasta el año y medio es de La diferencia entre ambos radica no
extrema importancia para el desarrollo solo en la distancia temporal sino en que
humano. Piensen que en esos doce meses en el Ideal del Yo se dan las marcas, signifi-
comenzamos imitando la articulación de cantes, para las posibilidades de identifica-
los primeros sonidos hasta lograr una ins- ción del sujeto con las representaciones de
trumentación notable del lenguaje; que el un otro colectivo o social con lo que hará
progreso en la maduración sensorio-moto- comunidad de lazos. Ese otro social que el
ra nos permite ir conquistando la posición sujeto incorpora a su Yo como Ideal del
erecta y la marcha; vamos adquiriendo los Yo, es (son) los ideales de la familia, del li-
primeros hábitos propios de cada familia, naje, de la clase social en la que le tocó na-
se diversifica y enriquece “nuestra comida cer, del barrio, de la comunidad de traba-
y el mundo”, como dijo alguien. Esta so- jo, o de estudio, o deportiva, o política, o
mera puntuación nos sirve de marco para religiosa, etc., que pueden representarse en
ubicar el comienzo y primer desarrollo del otros sujetos o en significantes que identi-
Yo, de la estructura psíquica que nos per- fican: la bandera, el escudo y los colores
mitirá ubicarnos como sujetos, ese marco, del club que apasiona, los símbolos de la
subrayemos, es componente de la sexua- religión que profesa, etc. En definitiva el
lidad y corresponde al narcisismo infan- Ideal del Yo es esa parte del Yo que refleja
til. Narcisismo que, atemperado, formará todo lo que “se espera” de él. Eso que “se
parte del Yo durante toda la vida siendo espera” puede ser muy limitante para el
la base del “sentimiento de sí”, de ese sujeto, porque es una de las fuentes de la
sentimiento de íntima identidad que nos represión, pero, al mismo tiempo habilita
acompaña, o, del “amor propio”, como se y orienta el deseo porque las identificacio-
le dice popularmente. nes que el Ideal del Yo ofrece, movilizan
En 1914, Sigmund Freud publicó “In- a la acción del sujeto, sacan al sujeto del
troducción del narcisismo”, ensayo que a ilusorio confort narcisista y lo impele a
partir de entonces ha sido ineludible para trabajar para realizar su deseo o su causa.
el estudio y tratamiento de las psicosis. En El Ideal del Yo tiene afinidades, también
él encontramos esta idea de la multipli- diferencias, con otra instancia del Yo a la
cidad de instancias que conforman el Yo que nos hemos referido: el Super-Yo. Am-

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bos se forjan durante la fase fálica, la ple- El Yo llega a ser en el Ello, es Inconciente
na vivencia de las pasiones edípicas, y se (Icc) y también es Pre-Conciente (Prcc) y
sostienen en las identificaciones parenta- Conciente (Cc). El Super-Yo, heredero del
les; por la represión/castración serán parte complejo de Edipo, es Inconciente (Icc) y
inconciente del Yo. Pero lo particular del también Pre-Conciente (Prcc) y Conciente
Super-Yo es ser el heredero, precisamente, (Cc).
de esas pasiones y de su sepultamiento, las
dos cosas: el goce y su represión profun- Despedida
da (Freud, S, 1993 c). El Super-Yo, queda
Una reflexión final antes de despedirnos.
como una modificación permanente del
Muchos de ustedes estarán pensando qué
Yo, es la internalización de las interdic-
hacer, qué estudiar, bien, si se decidiesen
ciones parentales y el fundamento de los
por estudiar Psicología, les diría que eligie-
mandatos morales. ¿No les resulta escan-
ron una carrera bellísima cuyo campo de
daloso decir que la moral tiene esa base?
acción es enorme y muy dinámico; es una
Consideremos que tenemos por ilustra-
práctica de mucha responsabilidad y muy
da la afirmación que hicimos hace un mo-
gratificante, solo hay que estar atentos a
mento, el Yo, nuestro Yo, el de cada uno de
los signos de la época, dispuestos a afron-
nosotros, es en verdad la síntesis forzada
tar nuevos desafíos y ponerles el cuerpo y
de varias instancias: Yo Ideal, Ideal del Yo
el alma.
y Super-Yo y por esto no es un individuo,
Vean ustedes el modo cómo en nues-
es, como dijimos, una multitud en nuestra
tro país, en la última década, se han dic-
intimidad; tampoco es una unidad porque
tado leyes ampliatorias de derechos y que
su estructura es la diversidad, la “escisión”
tienen alto impacto en la subjetividad, y
(Freud, S, 1993 d). El Yo, la persona para
abren, quizás, a la construcción cultural
la psicología, desconoce todo esto, no pue-
de nuevas subjetividades. Pensemos en la
de conocerlo porque esta escisión es su es-
ley del matrimonio igualitario, la de iden-
tructura inconciente (Icc).
tidad de género, la de interrupción volun-
Nos falta, solo mencionaremos, otra
taria del embarazo, la de salud mental,
instancia que reafirma la idea de la esci-
las vinculadas con la paridad de género,
sión estructural del sujeto, es el Ello, el im-
etc., bueno, todo esto ya produce efectos
personal originario, total y absolutamente
en nuestra sociedad y en nuestra cultura.
inconciente (Icc), lugar en/al que el Yo, en
Para que todas estas cosas nuevas, que tie-
tanto sujeto, tiene que llegar a ser. “Donde
nen que ver con la vida, con Eros, no se
Ello era, Yo debo devenir” (Freud, S, 1993
conviertan en letra muerta y sigan germi-
d, p.74).
nando nuevas realidades, espero, los invi-
Hacemos una correspondencia entre
to, a que pongamos el cuerpo con nuestra
las dos tesis freudianas sobre la estructura
práctica y de ese modo contribuyamos,
de la psiquis o alma humana, un gráfico
como pensaba Sigmund Freud, a construir
para recordar su complejidad y todo lo
cultura y ponerle freno a las potencias de
que, en consecuencia, está ausente de la
la muerte y la destrucción. Esto espero,
“mente” que postula la psicología. Vea-
esto deseo, gracias por escucharme y per-
mos: Ello e Inconciente se corresponden
mitirme decirlo.
absolutamente: el Ello es Inconciente (Icc).

De la pág 189 a la pág 208 207


PSICOANÁLISIS EN LA UNIVERSIDAD, 2022, 6
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Bibliografía
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Rosario: s/i, s/e Psicólogo, en la Escuela Superior de
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